04/02/2018 Teorías Psicosociales del conflicto

Ángelo Visoso Ramírez 4to. Psicología “A”

Tema: Las asambleas parlamentarias

Bibliografía
Bon, G. (1921). Psicología de las masas. Buenos Aires. Obtenido de
https://seryactuar.files.wordpress.com/2012/12/psicologc3ada-de-las-masas-gustave-le-
bon-1895-pdf.pdf

Abstract

En este capítulo Gustav Le Bon, explica que las asambleas parlamentarias representan masas
heterogéneas, no anónimas. Además dice que Las asambleas parlamentarias de los países más
diferentes, las de Grecia, Italia, Portugal, España, Francia y América ofrecen grandes analogías en
cuanto a sus discusiones y sus votos, y enfrentan a los gobiernos con idénticas dificultades. Este
régimen parlamentario sintetiza las opiniones de los pueblos, aunque estos son minoría.
Inclusive en las mismas masas parlamentarias, Le Bon atribuye las características generales de las
masas: simplismo de las ideas, irritabilidad, sugestibilidad, exageración de los sentimientos, influencia
preponderante de los líderes, etc.
Entre las características de las asambleas parlamentarias, Le Bon, refiere el simplismo en primer lugar
porque entre los grandes problemas, se encuentra una invariable tendencia a resolverlos mediante los
principios abstractos más simples y por leyes generales aplicables a todos los casos.

Cita importante ¿Qué entiendo de la cita?

Esta cita además de presentar una necesidad,

dibuja una realidad que tiene que ver con el papel
“La necesidad de líderes resulta evidente, ya que de los responsables de determinado asunto, dentro
con el nombre de jefes de grupos se les encuentra de las masas, puesto que se presentan más como
en todos los países” dictadores, por sus características, que como en
nuestra actualidad les conocemos “servidores
públicos”.

Conclusiones: en conclusión, siendo este el último capítulo del libro, Le Bon termina con
el tema de los líderes que dirigen, influyen o es su defecto toman las decisiones de la masa
social. Hablando de su ineptitud para razonar, no es lo que importa en si a la masa, que
tampoco razona, sino que solo se deja impresionar por el prestigio de dichos líderes. En
pocas palabras el número no es el que dicta, sino quien sea capaz de saber controlar ese
número.