You are on page 1of 4

Chantaje emocional: ¿Cómo

descubrirlo y liberarse?

Frases como “Tú verás lo que haces”, “Si me quieres de verdad no lo


harías” o “Cuando te vaya mal, no me pidas ayuda” son ejemplos
clásicos de chantaje emocional. De hecho, prácticamente todos en
alguna ocasión hemos sido una marioneta cuyos hilos eran movidos por
otra persona.

Algunas veces es muy fácil detectar el chantaje emocional pero en otros


casos es más complicado ya que todo transcurre de manera muy sutil.
En ocasiones, incluso sabiendo que somos víctimas de una
manipulación, la aceptamos por miedo a las consecuencias o
simplemente porque la persona que se encuentra detrás es alguien a
quien amamos y no queremos hacerle daño.
¿Cómo defenderte de las 3 formas de
chantaje más comunes?

En sentido general, la manipulación es el intento de controlar lo que


dice, hace y/o siente otra persona menoscabando sus derechos. El
chantaje emocional en particular, consiste en usar las emociones y los
sentimientos para lograr ese fin. Es una táctica mediante la cual nos
atacan donde más nos duele, ponen el dedo en la llaga para obtener lo
que desean.

Solemos asociar el chantaje emocional con personas egoístas,


maquiavélicas y retorcidas. Esta perspectiva es tranquilizante porque
nos ofrece una explicación muy sencilla (hay un bueno y un malo en la
historia) pero en realidad cualquier persona es capaz de manipular a
otra, incluso nosotros mismos. De hecho, el chantaje emocional suele
provenir de los seres más cercanos.

A veces esas personas no son plenamente conscientes de la


manipulación emocional a la que nos someten, otras veces utilizan estas
tácticas a propósito. De una u otra forma, es importante ser conscientes
de que cuando la manipulación se lleva al extremo se convierte en una
agresión, en una forma de maltrato psicológico que puede dejar
profundas huellas en la personalidad, menoscabando nuestra
autoestima y produciendo sentimientos de frustración, ira y/o
indefensión. Obviamente, mientras antes le pongamos coto a esta
situación, mejor será.

1. Por presión o amenaza

Se trata de la forma más directa y evidente de manipulación ya que la


otra persona afirma que si no hacemos lo que nos pide, habrá un
castigo. Esta forma de chantaje emocional está dirigida a provocar
miedo en la víctima asegurando que habrá una dura consecuencia que
nos afectará en el plano emocional. En las relaciones de pareja la frase
típica es: “si te atreves a hacer eso, te abandono” o "si no haces lo que
deseo, no te querré más". En muchos casos ni siquiera es necesario que
medien palabras ya que el comportamiento y la actitud del otro lo dicen
todo.

¿Cómo defenderse?

Mostrándole a la persona que no tenemos miedo a su amenaza y que


podemos enfrentar las consecuencias sin desmoronarnos. A menudo,
cuando el chantajista ve que no cedemos ante la presión, se da cuenta
de que su estrategia es inútil y deja de utilizarla. Por ejemplo, si se trata
de una pareja manipuladora puedes decirle: “te amo pero también soy
libre para hacer lo que deseo, si eso hace que me abandones o me
quieras menos, no puedo hacer nada”.

2. Por culpa

Se trata de una forma de chantaje emocional más sutil y muy utilizada.


Básicamente, la estrategia consiste en hacernos creer que somos malas
personas si no obedecemos. La frase típica de los padres es: “con todo
lo que he hecho por ti y así es como me pagas”, mientras que en la
relación de pareja suele decirse: “si te comportas así es porque ya no
me quieres”. El objetivo de estas frases es lograr que la persona se
sienta culpable, que piense que se está comportando mal y que
cualquier problema que aparezca es su responsabilidad.

¿Cómo defenderse?

Dejándole ver al chantajista que no caeremos en su tela de araña. Debes


dejarle claro que no crees que seas una mala persona solo porque no te
pliegas a sus deseos. De hecho, existe una profunda diferencia entre
sentirse culpable y asumir la responsabilidad. Sentirse culpable significa
reconocer que hay algo malo en nosotros, mientras que asumir la
responsabilidad por nuestros actos implica reconocer que nos hemos
equivocado. Dile que tú también tienes necesidades, deseos e ilusiones
y que tienes todo el derecho del mundo de satisfacerlos. Recuerda que
estar al lado de una persona solo por lástima o culpa no es una
sensación agradable y al final terminará haciéndole daño a ambos.

3. Con regalos y promesas

Se trata de una de las formas de chantaje emocional más subrepticias y


una de las más difíciles de detectar ya que la persona utiliza los regalos
y las promesas para obtener lo que desea. El ejemplo más clásico es el
de los padres que le prometen al hijo un buen regalo si obtiene una
buena calificación en la escuela o el de la pareja que promete cosas que
jamás cumple solo para que accedamos a sus deseos pero una vez que
lo hemos hecho, se olvida de esas promesas.

¿Cómo defenderse?

Haciéndole entender que es libre de hacer todos los regalos que desee
pero que eso no le da el derecho de tomar decisiones sobre tu vida ni
significa que le debes obediencia. Recibir un regalo no implica que
debamos ponernos a merced del chantajista. En las relaciones
equilibradas, una persona debe dar por el placer que le provoca ese
acto, si espera algo a cambio, es como si estuviese comprando tu amor.
Obviamente, eso no es amor, es un mero intercambio comercial.

Como colofón, la próxima vez que tengas que enfrentarte a un chantaje


emocional, ten en mente la frase de Hermann Hesse: "Cuando se teme a
alguien es porque a ese alguien le hemos concedido poder sobre
nosotros".

You might also like