La Universidad Nacional de Colombia es la principal y más importante universidad pública
del país. Es líder en investigación y ubicada en el primer puesto de los ranking de educación superior en Colombia. Este recinto académico cuenta con 8 sedes a nivel nacional y alberga más de 49.000 estudiantes. Su principal campus, ubicado en la ciudad de Bogotá, también conocido como Ciudad Blanca por su arquitectura y edificios de este color, cuenta con más de 29.000 estudiantes matriculados que llegan semestre a semestre, provenientes de todos los rincones del país, haciendo de éste lugar, un verdadero centro multicultural, académico y científico. Dada la naturaleza de la sede principal del Alma Mater, muchos estudiantes, docentes y administrativos la consideran como una “pequeña Colombia”, o una auténtica ciudad universitaria. Es por esta razón, que el objetivo del presente documento es relacionar algunos conceptos principales de la economía básica, desarrollados en la lectura Economía en colores por Xavier Sala, con una de las principales problemáticas de la universidad Nacional, los negocios ambulantes conocidos como chazas, de manera que se pueda generar una reflexión de esta situación que atraviesa la universidad, desde un punto de vista económico y social. Día a día los estudiantes llegan a sus aulas de clase, para compartir momentos, ideas y experiencias con sus compañeros y profesores. El constante desarrollo de conocimiento es un factor común que se respira en el ambiente, ya sea redactando ensayos, trabajando en proyectos, preparando parciales, consultando literatura, etc. Por supuesto, también existe tiempo para el descanso de la exhaustiva rutina, aprovechando el extenso campus de diferentes maneras, ya sea recostarse en el pasto, practicar algún deporte, hablar con amigos o simplemente pasar un momento agradable relajándose. Sin embargo, para algunos estudiantes la búsqueda de recursos económicos paralelo al estudio, es vital para subsistir en su vida diaria, ya sea para poder pagar un arriendo, hacer mercado, pagar transporte o simplemente para tener “su propio” dinero. Es por esto que emplean su tiempo libre de manera diferente a las mencionadas anteriormente, lo invierten. Aprovechando los cambios que ocurrieron hace cien mil años en nuestro cerebro, que dio lugar a la revolución cognitiva, se aplica la idea de intercambio [1]. De esta manera, algunos alumnos cambian su conocimiento con otros estudiantes por dinero, ya sea en forma de trabajos, tutorías, correcciones, etc. Otros llegan a ser monitores de asignaturas, apoyando la labor de los docentes. De igual manera, algunos aprovechan los programas ofrecidos por la misma universidad para apoyar actividades administrativas o tareas varias en las diferentes dependencias de la institución, entre muchas otras actividades que permiten ganar dinero, como los estudiantes que se dedican a comerciar productos como dulces, frituras, bebidas, etc. No obstante, esta última actividad ha ido evolucionando en la manera en la que se comercian los productos, a tal punto en que se han convertido en verdaderos negocios ambulantes dentro del campus de la universidad [2], y aunque este mercado ha existido desde hace más de 25 años dentro la universidad [2] ¡es ilegal!, pues según Resolución de Rectoría No. 299 de 1985 se prohíbe la venta o expendio ambulante dentro la ciudad universitaria.