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PROCESO SEGUIDO A ALCIBÍADES MARCIAGA FLORES POR DELITO

CONTRA EL PATRIMONIO ECONÓMICO (HURTO) EN PERJUICIO DEL Commented [lbt1]: I.Que es delito: presunta comisión
INSTITUTO DE MERCADEO AGROPECUARIO (IMA). PONENTE: de delito contra el patrimonio (hurto agravado) cometido
JERÓNIMO MEJÍA E PANAMÁ, CATORCE (14) DE MAYO DE DOS MIL en perjuicio del INSTITUTO DE MERCADEO
CATORCE (2014). AGROPECUARIO.
II.Cuáles son las partes del delito
III.Que fu lo que sucedió
Tribunal: Corte Suprema de Justicia, Panamá IV.Cuáles son las pruebas
V.Que dictamino la corte
Sala: Segunda de lo Penal
Commented [lbt2]: El recurso de casación es
Ponente: Jerónimo Mejía E. un recurso extraordinario que tiene por objeto anular
una sentencia judicial que contiene una incorrecta
interpretación o aplicación de la Ley o que ha sido
Fecha: 14 de mayo de 2014 dictada en un procedimiento que no ha cumplido las
solemnidades legales, es decir por un error in
iudicando o bien error in procedendo respectivamente.
Materia: Tribunal de Instancia Su fallo le corresponde a la Corte Suprema de Justicia
y, habitualmente al de mayor jerarquía, como
Expediente: 42-G el Tribunal Supremo. Sin embargo, en ocasiones
también puede encargarse del recurso un órgano
jurisdiccional jerárquicamente superior o en su caso
VISTOS: uno específico.

Diferencias entre casación y apelación[editar]


Celebrada la audiencia oral y pública corresponde a la Sala de lo Penal resolver el Existen importantes diferencias entre un recurso de
recurso de casación en el fondo interpuesto por la firma forense RAÚL CÁRDENAS & casación y una apelación, dada su naturaleza y la
ASOCIADOS, apoderado judicial de ALCIBÍADES MARCIAGA FLORES, dentro del excepcionalidad de presentar un recurso ante
el órgano jurisdiccional de mayor importancia
proceso penal seguido en su contra por presunta comisión de delito contra el patrimonio jerárquica.
(hurto agravado) cometido en perjuicio del INSTITUTO DE MERCADEO Mientras que en la apelación se puede revisar el
AGROPECUARIO. Derecho y los hechos del juicio, siendo constitutiva
de instancia, en la casación sólo se hace referencia al
derecho y no constituye instancia. Sin embargo, en los
ordenamientos en que se tiene en cuenta el
I. HISTORIA CONCISA DEL CASO agotamiento de la capacidad de revisión de los
tribunales de casación, la diferencia entre ambos
recursos queda supeditada a las resoluciones
El viernes 4 de septiembre de 2009 tres personas se presentaron a los Silos del Instituto de judiciales que se pretende revisar o anular, según el
Mercadeo Agropecuario (en lo sucesivo IMA) ubicados en la comunidad de La Honda, Villa caso.
de Los Santos, Provincia de Los Santos, indicando que venían de parte de la Piladora Las Resumiendo en orden podemos encontrar, por regla
general, las siguientes diferencias:
Mercedes, ubicada en el Distrito de Antón, Provincia de Coclé, para retirar arroz y les fueron La apelación es un recurso judicial ordinario; en
entregados 638.40 quintales de arroz. cambio, el de casación es extraordinario.
La casación no es instancia, en consecuencia no se
pueden revisar los hechos, ni mucho menos abrirse a
Luego, el 7 de septiembre de 2009, MARIO ALBERTO QUINTERO, Administrador o agregarse pruebas; por el contrario, la apelación sí
de los Silos, llamó a la Piladora Las Mercedes para preguntar si les había llegado el arroz y constituye instancia.
lo atendió una secretaria que le respondió que ellos no habían mandado a buscar arroz el día La casación tiende a proceder en el solo interés de
la ley, pudiendo incluso declararse de oficio; no así la
viernes, por lo que se dirigió a la Agencia de Instrucción Delegada del Ministerio Público a apelación que se reduce a los intereses de las partes.
interponer la denuncia por ese hecho. La casación es, en muchas legislaciones, fuente
de jurisprudencia obligatoria; en cambio, los fallos en
apelación no suelen formarla.
El denunciante expresó que una de las personas que fueron a retirar el arroz dijo
llamarse FRANKLIN BARRIOS, los otros no se identificaron, que no podía reconocerlos
porque no les prestó atención y que el encargado de la pesa pesador, testigo los atendió. Commented [lbt3]:
Agrega que los sujetos se transportaban en una "mula" de cabezal azul con placa 529773, Commented [lbt4]: Administrador del silo de arroz
Commented [lbt5]: Supuesto autor del hurto
remolque de color blanco y que el valor del arroz entregado era de quince mil trescientos
veintiún balboas con sesenta centésimos(B/.15,321.60).

El administrador también señaló que entre los controles que el IMA tiene para la
entrega de dicho grano está la nota de autorización del molino que manda a buscar el producto
y que los sujetos no portaban documentación alguna. Además, dijo que en la fecha que
presentaba la denuncia se dio una situación similar ya que había llegado un camión a retirar
arroz de parte de la Piladora Las Mercedes y que conversó con su administrador quien le
informó que sólo tenía dos carros cargando arroz y con este sería un tercer vehículo, lo que
evidenciaba una irregularidad.

FRANKLIN FEDERICO BARRIOS DOMÍNGUEZ se presentó el 7 de septiembre


de 2009 a retirar un segundo viaje de arroz, a su llegada se identificó con el encargado de la
pesa y le dijo que "había retirado un arroz el viernes y venía a buscar otro viaje, que le iba a
firmar el recibo porque el chofer no tenía cédula". Luego llegó la DIJ y le notificaron que
estaba arrestado y manifestó que ALCIBÍADES MARCIAGA le dijo de los viajes para Commented [lbt6]: Otro supuesto autor del hurto
transportar arroz de lo que le había hablado un señor apellido ARROCHA que trabaja en el Commented [lbt7]: Autoriza supuestamente el retiro del
laboratorio del IMA en Penonomé. arroz del silo

Por su parte, ALCIBÍADES MARCIAGA FLORES se llevó el vagón que contenía


los 638.40 quintales de arroz y lo dejó estacionado en un terreno ubicado en el corregimiento
de Las Guabas, Distrito de Penonomé, Provincia de Coclé.

El 8 de septiembre de 2009, los inspectores de la DIJ y la Agente Delegada de la


Provincia de Los Santos se trasladaron hasta dicho lugar en donde se encontraba
ALCIBÍADES MARCIAGA FLORES y tras realizar una diligencia de Allanamiento y
Registro al camión recuperaron la carga completa y una copia carbón de una Boleta de Pesa
del Instituto de Mercadeo Agropecuario en la que se consigna la entrega del producto.

La instrucción del sumario estuvo a cargo de la Fiscalía Segunda del Circuito Judicial
de Los Santos que mediante Vista Fiscal N° 110 de 24 de marzo de 2010 solicitó el
llamamiento a juicio contra ALCIBÍADES MARCIAGA FLORES, por presunto infractor de
las disposiciones legales contenidas en el Capítulo I, Título VI, Libro II del Código Penal, es
decir, por delito contra el patrimonio (hurto) cometido en perjuicio del IMA. Commented [lbt8]: Cargos al imputado

El negocio se surtió bajo las reglas del proceso abreviado y el Juez de la instancia
dictó el Auto N° 412 de 10 de mayo de 2011 por el que abrió causa criminal contra
ALCIBÍADES MARCIAGA FLORES por presunta comisión de delito contra el patrimonio
cometido en perjuicio del IMA. Luego, al decidir la causa, mediante Sentencia de 1 de julio
de 2011absolvió al procesado de los cargos formulados en su contra.

La decisión de grado fue apelada por el Ministerio Público y el Tribunal Superior


del Cuarto Distrito Judicial al resolver la alzada la revocó y mediante Sentencia N° 112 de
6 de octubre de 2011 condenó a ALCIBÍADES MARCIAGA FLORES a la pena de treinta
y dos (32) meses de prisión e igual período de inhabilitación para el ejercicio de funciones
públicas como autor del delito de hurto calificado cometido en perjuicio del INSTITUTO
DE MERCADEO AGROPECUARIO.
II. LA CAUSAL Y LOS MOTIVOS

El casacionista invoca la causal por ser la sentencia infractora de la ley sustancial por
concepto de error de derecho en la apreciación de la prueba, que ha influido en lo dispositivo
del fallo.

Dos son los motivos que fundamentan la causal, los que serán examinados
conjuntamente con la opinión del entonces Procurador General de la Nación, licenciado
JOSÉ EDUARDO AYÚ PRADO CANALS.

El recurrente expresa que el Tribunal Superior valoró los testimonios de los señores
MARIO ALBERTO QUINTERO (Fs. 3-6), LADISLAO CASTILLERO (Fs. 82-91), JOSÉ
TOBÍAS TEJEIRA (Fs.92-97)(Primer Motivo) y las declaraciones de parte, rendidas por los Commented [lbt9]: Primer motivo
indagados FRANKLIN FEDERICO BARRIOS DOMÍNGUEZ (Fs.153-164;189-190) y
ALCIBÍADES MARCIAGA FLORES(FS.233-234;261-276)(segundo motivo) en el sentido Commented [lbt10]: Segundo mo
de atribuirles la prueba del apoderamiento por parte de su mandante del arroz del IMA cuando
dicho criterio no se ajusta a derecho dado que el concepto de apoderamiento implica
adicionalmente que el poseedor de la cosa no la entregue voluntariamente y esto es lo que
desprende de los testimonios citados.

Así, el censor sostiene que valorándose correctamente los testimonios y las


declaraciones indagatorias mencionados en los dos motivos, dan como resultado que el arroz
objeto del supuesto hurto fue entregado con el consentimiento de los encargados de
custodiarlo por lo que se excluye el apoderamiento requerido por el tipo penal del hurto y
señala que ello podría dar lugar a otra figura delictiva como la del peculado culposo que no
fue investigada en este proceso.

En consecuencia, sostiene que el yerro influye en la parte dispositiva del fallo al


imponer a su mandante una sanción por delito de hurto, cuando no se apoderó de la cosa sin
el consentimiento de los custodios de la misma.

Sobre el particular, el Procurador General de la Nación consideró que los argumentos


ensayados por el casacionista nada tienen que ver con una falta o ausencia de racionalidad en
la valoración sino con aspectos que guardan relación con la norma que contiene el tipo penal
por el cual se procesó al sindicado.

El colaborador de la instancia expresó que si el objeto del casacionista es demostrar


que se condenó a su poderdante por un hecho distinto al contemplado en la norma penal
sustantiva al no ajustarse, según expresa, al verbo rector establecido en el tipo penal por el
cual se condenó, entonces debió ensayar una causal de naturaleza sustantiva y no, una de
carácter procesal como la que fue utilizada, por ello considera que no prosperan los dos
motivos expuestos por el casacionista.

Ahora bien, la Sala advierte que las pruebas a las que se refiere el casacionista en los
dos motivos fueron mencionadas por el Tribunal Superior al examinar el contenido de la
sentencia de primer grado:
Para arribar a la determinación de absolver el encartado, el Juzgador
de primer nivel valora las testimoniales de MARIO ALBERTO QUINTERO,
LADISLAO CASTILLERO, JOSÉ TOBÍAS TEJEIRA DOMÍNGUEZ, y de
los indagados FRANKILN FEDERICO BARRIOS DOMÍNGUEZ y
ALCIBÍADES MARCIAGA FLORES..."(F.717).
Luego de ello, el Tribunal A-quem hace una breve relación de la parte motiva del fallo del
A-quo y respecto de la conducta por la que fue procesado el señor ALCIBÍADES
MARCIAGA FLORES manifestó:

En el delito de Hurto que aparece contemplado en nuestra legislación


sustantiva, la conducta del tipo simple es el acto de apoderarse de una cosa
mueble ajena. Apoderar implica llevarse la cosa, hacerse de la misma, tomarla
sin el consentimiento del dueño. No hay hurto de cosas propias o dadas en
consentimiento.
.................................................
Aplicando los criterios doctrinales que anteceden al caso en examen,
se concluye que la conducta desplegada por el señor ALCIBÍADES
MARCIAGA FLORES, se subsume en el tipo penal del delito
de hurto existiendo un apoderamiento antijurídico de bienes cuando se le
encontró el 8 de septiembre de 2009, portando artículos destinados al
programa de solidaridad alimenticia denominado Compita, cuya ajeneidad fue
comprobada en el proceso, al igual que su propiedad y preexistencia, ya que
resultan pertenecer al Instituto de Mercadeo Agropecuario (I.M.A.), bienes
que al ser objeto de avalúo se les asignó un valor de B/.25,410.00, sin poder
justificar el procesado en forma plausible su tenencia, ya que incurre incluso
en mala justificación en su indagatoria, al confrontarla con la declaración
indagatoria de LEONARDO ARROCHA MARTÍNEZ, y el resto de las
pruebas obrantes en autos.
La serenidad y frialdad de ánimo que caracterizó el comportamiento doloso
del justiciable ALCIBÍADES MARCIAGA FLORES, al sustraer los bienes
de la Institución ofendida a plena luz del día, a nuestro juicio, no puede ser
valorado como un indicio que lo exima de responsabilidad penal, cuando
demostrado está en el proceso que sustrajo bienes sin mantener autorización
alguna y precedido de una serie de maquinaciones tendientes a perpetrar el
acto delincuencial en forma astuta, sigilosa o con disimulo, acto en el que
preliminarmente surge la idea de que existió participación de otras personas,
sea que fueron sorprendidas en su buena fe o en forma consiente, empero lo
cierto es que por las particularidades que presentó la investigación de los
hechos por parte del Ministerio Público y las peculiaridades en la ejecución
del delito que venimos comentando, fueron objeto de concesión de medidas
procesales penales de orden provisorio(Fs.721-722).
Expresado lo anterior la Sala procede a examinar las pruebas cuya valoración cuestiona el
censor para establecer si se produjo el error en su apreciación que haya incidido de forma
indirecta en la selección de la norma aplicable al caso, pues estima que no está acreditado el
delito de hurto agravado.

En ese sentido, MARIO ALBERTO QUINTERO, administrador de los Silos de La


Honda, al ser interrogado sobre los requisitos que se exigen para entregar el producto que va
a ser llevado a los molinos respondió:

Cuando van a buscar los producto (sic) se tiene que presentar un documento
o nota de autorización del Molino que esta (sic) mandando a buscar el
producto, como La Piladora Las Mercedes estaba mandando dos (2) mulas a
buscar producto, nosotros entregamosel arroz sin ve (sic) la nota, solo(sic)
porque ellos nos dijeron que venía(sic) de parte de la Piladora Las
mercedes(F.5).
Por su parte, LADISLAO CASTILLEROMORCILLO, quien era el encargado de la
pesa en Los Silos de La Honda, funcionario con 38 años de servicio en el IMA, expresó que
el administrador y él estaban recién nombrados, que "no sabíamos muy bien el trámite que
se debía seguir en las entregas y retiros de este arroz, por eso es que a lo mejor no tomamos
algunas previsiones". Indica que los funcionarios que antes laboraban allí les dijeron que
cuando "los muleros" manifestaran que "las mulas venían de parte de La Piladora Las
Mercedes, no había que pedirles ningún documento, solo (sic) había que despacharles el
arroz" y como ellos entregaron el arroz sin pedir documento de autorización se quedaron con
la incógnita, por eso el señor MARIO QUINTERO llamó el lunes 7 de septiembre a La
Piladora Las Mercedes para saber si habían recibido bien el arroz pero allá respondieron que
no habían mandando a buscar ningún arroz(F.85).

Lo anterior es corroborado por JOSÉ TOBÍAS TEJEIRA, Aministrador de La


Piladora de Las Mercedes, quien manifestó que no había enviado a buscar arroz el 4 de
septiembre de 2009. Además explicó que tenía un contrato con el IMA para pilar veinte mil
quintales de arroz por lo que iban a Los Silos de La Honda de dos a tres veces por semana a
buscar arroz.

Respecto del procedimiento empleado para el retiro del producto, el señor TEJEIRA
expresó que generalmente se envía una nota antes de ir a buscarlo e hizo entrega de una nota
que portaba en ese momento al Agente de Instrucción y señala que le "habían informado por
parte del personal del IMA que la nota no era necesaria, bastaba con la firma del conductor
y así trasladamos el arroz, la mula llega suben el arroz, el conductor firma y le paga a los
peones que llenan la mula".

El testigo también expresó que tiene asignado dos camiones para el transporte del
arroz que son conducidos por los señores CRISTÓBAL SANTANA y DAVID PÉREZ. Por
ello, al tener conocimiento de lo ocurrido, el 7 de septiembre se dirigió hacia Los Silos de
La Honda porque en esa fecha iban a buscar arroz y se le dijo que llegó un tercer camión
que se identificó de parte de La Piladora de Las Mercedes, se le dio aviso a la DIJ y cuando
llegaron los Inspectores solicitaron conversar con él, de inmediato les informó que no había
mandado a nadie a buscar arroz el 4 de septiembre y tampoco a "la mula" que estaba allí,
refiriéndose al tercer camión que llegó(Fs.92-94).
En otro orden de ideas, FRANKLIN FEDERICO BARRIOS DOMÍNGUEZ
manifestó que tenía una empresa de transporte de mercancía en general por más de quince
años. Respecto de lo ocurrido, expresó que ALCIBÍADES MARCIAGA le dijo de los viajes
para transportar arroz de lo que le había hablado un señor apellido ARROCHA que trabaja
en el laboratorio del IMA en Penonomé.

Así, el día en que ocurrió el hecho se fueron en un furgón de su propiedad y el trailer


era de ALCIBÍADES MARCIAGA, como éste no llevaba licencia él se identificó con su
cédula y dio su nombre, le hicieron la volante de traspaso de arroz del molino del IMA de
Los Santos al molino de Las Mercedes en Antón, llenaron el trailer y se retiraron del lugar.

Continúa relatando que al llegar a Aguadulce ALCIBÍADES le pidió dos candados


para ponerle al vagón porque llegaba como a las seis y media de la tarde a Penonomé y no
alcanzaría a entregar la carga, que lo haría el día sábado, allí él se bajó del camión y
ALCIBÍADES prosiguió su marcha.

Agrega que había quedado de acuerdo con ALCIBÍADES de ir a buscar otra carga el
lunes 7 de septiembre, fecha en la que mandó al chofer ROGELIO AGRIO con "una mula"
a Los Silos de Los Santos, él viajó después y al llegar se identificó con el encargado de la
pesa, le dijo que era FRANKLIN BARRIOS, que había retirado un arroz el viernes y venía
a buscar otro viaje, que le iba a firmar el recibo porque el chofer no tenía cédula. Luego llegó
la DIJ y le notificaron que estaba arrestado(Fs.155-156).

Al ofrecer sus descargos ALCIBÍADES MARCIAGA FLORES, manifestó que se


dedicaba al transporte de carga y de compra y venta de chatarra. Ocho días antes del hecho,
lo abordó un señor de apellido ARROCHA que trabajaba como laboratorista en el IMA de
Penonomé, a quien conoce des aproximadamente ocho años, y éste le preguntó si estaba
haciendo viajes con "la mula" porque le podía conseguir unos viajes del IMA de Los Santos
hacia el Molino Las Mercedes del señor JAVIER TEJEIRA a lo que respondió que sí podría
hacer dichos viajes.

El declarante indicó que se puso de acuerdo con FRANKLIN BARRIOS para que le
prestara un vagón y le acompañara a hacer el primer viaje y le dijo que le daría el próximo
viaje. Cuando llegaron a Los Silos de La Honda, aproximadamente a las dos de la tarde, él
fue a donde el encargado de la pesa y le dijo que venía de parte del señor ARROCHA del
IMA de Penonomé para retirar arroz del proyecto "Compita" y llevarlo a la Piladora Las
Mercedes. En el lugar había también una mujer que le solicitó a FRANKLIN la cédula para
hacer la factura de embarque ya que era el conductor del vehículo.

El señor MARCIAGA expresa que una vez cargaron el arroz, les hicieron la
documentación y salieron rumbo hacia Penonomé para el molino Las Mercedes. Al llegar a
Aguadulce, aproximadamente a las seis de la tarde, se puso de acuerdo con FRANKLIN para
que regresara el lunes a Los Santos y realizara el otro viaje, éste se bajó del camión y él
prosiguió su marcha hasta un terreno que tiene en el corregimiento de Las Guabas en donde
desenganchó el vagón con el arroz, le puso candado a las puertas y se fue con el cabezal a su
casa a Penonomé.
Agrega que tenía varios compromisos de llevar carga con la compañía RECIMETAL
PANAMÁ y por "negligencia" suya no pudo cumplir el compromiso de entregar el viaje de
arroz el sábado y el lunes se comunicó con ORIETA, esposa de FRANKLIN, para pedirle
que le mandara otro "cabezal" y éste lo mandó con su hijo, pero "se neutralizó la transmisión".
Allí decidió mandar a su hijo LUIS ANTONIO MARCIAGA con el señor ITALO CORTÉZ
hacia el Molino La Campiña para que le informaran al señor ARROCHA que había tenido
problemas con el viaje, pues éste no usa teléfono celular. Cuando su hijo llegó a donde
ARROCHA se lo pasó al teléfono y le explicó lo ocurrido. ARROCHA "dijo que iba a
informar lo acontecido" por lo que se despreocupó todo el lunes pensando que él había
informado. Ese mismo día fue a casa de ARROCHA personalmente para que le informara
que si había llamado y éste le dijo que sí que había llamado al IMA de Los Santos y "que ya
había reportado lo que había pasado con la mula de arroz", de ahí no lo vio más.

Luego, el martes se comunicó con un señor apodado "Chombo" para que le hiciera el
viaje hasta La Piladora de Las Mercedes y quedaron de hacerlo por la tarde. Cuando se
disponían a salir llegaron los inspectores de la DIJ de Las Tablas y el Jefe del IMA de Los
Santos y les explicó lo que estaba pasando en ese momento(Fs.263-268).

Al ser preguntado sobre quién fue la persona que lo autorizó para buscar el
cargamento de arroz al IMA de Los Santos y de qué modo lo autorizó, el investigado dijo
que el señor ARROCHA lo autorizó de forma verbal y yo le pregunté que si había que llevar
alguna orden escrita al IMA y él me dijo que no, que él iba a llamar, cosa que tuve un poco
de duda pero lo aceptó porque él también trabajaba para la compañía TCL que tenía un
contrato de cargar ochenta mil quintales de arroz compita, a la que le hizo aproximadamente
de veinticinco a treinta viajes desde distintos puntos del país y le ordenaban por teléfono que
fuera al molino designado, que ellos "mandaban la orden por fax o llamaban simplemente,
por esa razón le hice caso al señor ARROCHA"(F.270).

FUNDAMENTACIÓN INTELECTIVA

De lo que viene expuesto este Tribunal de Casación advierte que ALCIBÍADES


MARCIAGA FLORES en horas de la tarde del 4 de septiembre de 2009 se presentó con un
camión a Los Silos de La Honda para retirar una carga de arroz argumentando que venía de
parte de La Piladora Las Mercedes.

El personal del IMA hizo entrega del producto sin solicitarle al señor MARCIAGA
FLORES la presentación de documento alguno en el que constara la autorización de parte
del Molino Las Mercedes para retirar la carga. Llama la atención de esta Colegiatura que el
propio administrador de ese molino, el señor TEJEIRA, manifestara que aquellos le habían
informado "que la nota no era necesaria, bastaba con la firma del conductor", lo que coincide
con lo dicho por el procesado respecto de que el señor ARROCHA le dijo que se presentara
a retirar la carga y dijera que venía de parte de La Piladora Las Mercedes, que no era
necesario que llevara documento alguno.

Vale destacar que el encargado de la pesa, LADISLAO CASTILLEROMORCILLO


-funcionario con 38 años de servicio en el IMA- expresó que no tomaron "algunas
previsiones" y el administrador MARIO ALBERTO QUINTERO dijo que sin ver la nota
hicieron entrega del arroz por el hecho que le dijeron que venían de parte de la Piladora Las
Mercedes.

Lo anterior denota que los encargados de custodiar el arroz propiedad del Estado
hicieron entrega del mismo a solicitud del señor MARCIAGA FLORES bajo la creencia de
que estaba autorizado para efectuar el retiro del producto, procediendo en pleno día a pesar
y despachar la cantidad de 638.40 quintales de arroz y extendieron una boleta a nombre del
conductor del vehículo en que se consigna el traspaso del arroz del molino del IMA de Los
Santos al molino de Las Mercedes en Antón.

Así las cosas, está acreditado el traspaso de una cosa mueble por parte de sus
custodios a quien lo solicitó bajo la creencia que estaba autorizado para recibirla y
transportarla, lo que no encuadra en el tipo penal de hurto que consiste en el apoderamiento
de la cosa, es decir, despojar de la cosa a quien la posee o en este caso particular a quien tenía
el deber de custodiarla por razón del cargo que desempeñaba.

En consecuencia, la acción desplegada por ALCIBÍADES MARCIAGA FLORES


no encuadra en el delito de hurto y el censor logró comprobar el vicio de injuridicidad
expuesto en los dos motivos.

III. DISPOSICIONES LEGALES INFRINGIDAS Y CONCEPTO DE INFRACCIÓN

Según el recurrente, resultaron vulnerados los Artículos 781, 917, 904 del Código Judicial,
que versan sobre la sana crítica como método de valoración de pruebas en general y de los
testimonios, y la práctica de los interrogatorios, normas que estima infringidas en concepto
de violación directa por omisión.

En igual sentido, expresa que el artículo 213 y el numeral 1 del artículo 214 del Código
Penal vigente, que tipifican el delito de hurto en su modalidad simple y agravado, en
concepto de indebida aplicación. Y el artículo 338 ídem, que describe el tipo penal de
peculado culposo, en concepto de violación directa por omisión.

Siendo que los argumentos que explican los conceptos de trasgresión de las normas
guardan relación con los motivos y como se comprobaron los cargos de injuridicidad, la
Sala estima acreditada la infracción de las normas adjetivas y como consecuencia de ello la
indebida aplicación de las normas sustantivas pues como se dejó expuesto el
comportamiento realizado por el señor ALCIBÍADES MARCIAGA FLORES no encuadra
en el tipo penal de hurto.

Por ello, lo que en derecho corresponde es casar la es absolverlo de los cargos formulados
en su contra por presunta comisión de delito contra el patrimonio y a ello procede.

IV. PARTE RESOLUTIVA

Por lo que antecede, la Corte Suprema, Sala de lo Penal, administrando justicia en nombre
de la República y por autoridad de la Ley, CASA la Sentencia N° 112 de 6 de octubre de
2011 dictada por el Tribunal Superior del Cuarto Distrito Judicial y ABSUELVE
a ALCIBÍADES MARCIAGA FLORES de los cargos formulados en su contra por presunta
infracción del Capítulo I, Título VI, Libro II del Código Penal, es decir, por delito contra el
patrimonio (hurto) cometido en perjuicio del IMA.

Notifíquese.

JERÓNIMO MEJÍA E.

VÍCTOR L. BENAVIDES P -- WILFREDO SÁENZ F

JOSE ISRAEL CORREA GARCIA (Secretario)

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RECURSO DE APELACIÓN PRESENTADO POR LA LICENCIADA


MATILDE ALVARENGA DE APOLAYO, DEFENSORA DE OFICIO
DISTRITAL, A FAVOR DE SALVADOR ENRIQUE JARAMILLO MORÁN,
CONTRA LA SENTENCIA DE 5 DE MAYO DE 2005, PROFERIDA POR EL
TRIBUNAL SUPERIOR DEL SEGUNDO DISTRITO JUDICIAL. PONENTE:
ESMERALDA AROSEMENA DE TROITIÑO. PANAMÁ, OCHO (8) DE
MARZO DE DOS MIL SEIS (2006).

Tribunal: Corte Suprema de Justicia, Panamá

Sala: Segunda de lo Penal

Ponente: Esmeralda Arosemena de Troitiño

Fecha: 08 de marzo de 2006

Materia: Penal - Negocios de segunda instancia

Sentencia condenatoria apelada

Expediente: 398-F

VISTOS:

Procedente del Tribunal Superior del Segundo Distrito Judicial, se recibe en la Secretaría de
la Sala Penal, escrito de apelación contra la sentencia de 5 de mayo de 2005, por la cual se
condenó a SALVADOR ENRIQUE JARAMILLO MORÁN, a la pena de 14 años de
prisión y a la pena accesoria de inhabilitación para el ejercicio de funciones públicas por el
término de ocho (8) años, una vez cumplida la pena principal, por ser considerado
responsable del delito de Homicidio en perjuicio de la menor de edad N.V.S.

Dentro del trámite procesal de la notificación, la Licda, MATILDE ALVARENGA DE


APOLAYO, Defensora de Oficio del sancionado, anunció la apelación, presentando escrito
de sustentación en tiempo oportuno. Concedido el recurso anunciado por la impugnante,
corresponde a esta superioridad examinar los puntos disentidos.

DISCONFORMIDAD DE LA APELANTE

La Licenciada MATILDE ALVARENGA manifiesta que disiente de la condena impuesta a


su defendido, por considerarle inocente del cargo que se le imputa.

Advierte que a su representado se le condenó, valorando básicamente la confesión que hizo


del hecho, aunque posteriormente dijo "yo no lo hice, me declaré confeso por presión de
Agentes de la P.T.J.".

Subraya que lo único que vinculó a JARAMILLO MORÁN con el caso, fue su confesión y
que a pesar de haberse presentado otras pruebas no se puede afirmar de manera
contundente, sin lugar a dudas, que su patrocinado haya cometido el ilícito.

Luego, identificar las circunstancias que a su juicio determinan que no existen


méritos para mantener la decisión de primera instancia.

Se hace referencia al hecho que, en la fase sumarial, resultaron inicialmente


investigados, HIGINIO MENDOZA y TOMÁS MARTÍNEZ, de acuerdo a los cargos que
les formulara el adolescente J. del P.R..

De lo expresado en el protocolo de necropsia, indica que resulta importante la herida


que presentaba la víctima en el cuello, sobre la cual el forense señaló que "la lesión por
degüello en la parte superanterior del cuello fue realizada desde atrás de la occisa, sin
embargo esta lesión fue realizada post-mortem, dado que los bordes están limpios y sin
restos de material sanguinolentos". También resalta que se estableció en la autopsia que la
joven no fue violada sexualmente.

Por otra parte, trae a colación los hechos registrados en el informe visible a foja 372
del expediente, donde se detalla que se había producido la aprehensión del sujeto
SALVADOR ENRIQUE JARAMILLO MORÁN, por encontrarse involucrado a un delito
Contra El Pudor (sic) en perjuicio de la menor de edad Z.M., situación sobre la cual el
imputado acepta haber mantenido relaciones con la joven. Advierte que según el detective,
éste caso le hizo recordar el homicidio de la menor de edad N.V.S. y que precisamente éste
sujeto SALVADOR estaba en el área y que en ese momento al encontrarse la investigación
con resultados negativos, iban a solicitar al Funcionario de Instrucción que autorizara el
cotejo de cabello de este sujeto con los de la occisa.
Además indica que una vez ordenada la práctica de esta diligencia, el día 13 de
septiembre de 2002, SALVADOR ENRIQUE JARAMILLO MORAN, se declaró confeso
del crimen en la sede de la Policía Técnica Judicial, sin que se conozca la forma en que se
realizó esa confesión.

Seguidamente, la apelante analiza la indagatoria rendida por su defendido,


sosteniendo que lo expresado no coincide ni corresponde con lo señalado en el Protocolo de
Necropsia, ni con lo manifestado por los familiares de la occisa. Destaca lo siguiente:

a) Si el Médico Forense dice que la persona que mató a N.V.S. debía estar lleno de
sangre, en la pregunta de cómo se limpió; él contesta que en el río se lavó la ropa.
Al analizar las declaraciones de la familia de la occisa, nadie vio esa noche a
SALVADOR ni mojado, ni con sangre.

b) Respecto al arma, el procesado dijo que utilizó un cuchillo, que era de la casa de
su mujer y que era de un solo filo. El medico forense indicó que era de doble filo; y
la familia de la occisa dijo que en la casa sólo había 2 cuchillos y no les faltaba
ninguno.

c) Tanto en su declaración como en la reconstrucción de los hechos, el imputado


dijo que lo primero que hizo fue cortarle el cuello a la occisa, siendo que la Fiscalía
le cuestiona en la indagatoria sobre esa herida y lee lo que dijo el Médico y él
corrige indicando que estaba confundido.

Citadas las deposiciones brindadas por FAUSTINO VARGAS, PASTORA SÁENZ


y HAYDÉ VARGAS SÁENZ, familiares de la occisa, la recurrente plantea que con estas
deposiciones se establece que SALVADOR JARAMILLO MORÁN estuvo en la casa de
éstos, el día de los hechos, siendo que ellos tampoco sospechan del sentenciado.

También se apoya la recurrente, en las evaluaciones psicológicas y psiquiátricas


efectuadas en la provincia de Coclé a su patrocinado, en las cuales éste manifestó que no
era el autor del crimen y que fue obligado por la Policía Técnica Judicial; si bien ante la
Junta Médica, se declaró confeso, consta que en la audiencia él explicó que lo hizo porque
no conocía a los médicos y creía que eran de la Policía Técnica Judicial. En cuanto al cotejo
de las vellosidades del cuerpo de JARAMILLO MORÁN con los encontrados en el
pantalón de la víctima, resalta que se obtuvo un resultado negativo.

Finalmente, la recurrente indica que su defendido tenía conocimiento de las heridas


que le fueron inferidas a la víctima, no por haber perpetrado el ilícito, sino porque estaba en
el área y es cuñado de la occisa, viviendo en la misma residencia del padre de la difunta,
quien tenía la información y se lo comunicó a la familia. Detalles importantes como la
repetitividad de las heridas, no las dijo SALVADOR JARAMILLO, porque no lo sabía,
sólo conocía que tenía una herida en el cuello y en el pecho, por lo que no podía indicar el
número ni la forma. A juicio de la defensora, el procesado se equivocó en su confesión con
la herida del cuello que es la más notoria y dijo que fue la primera que le hizo, cuando esa
herida es post-mortem.
Concluye solicitando que se revoque la sentencia condenatoria y se absuelva a
SALVADOR ENRIQUE JARAMILLO por falta de pruebas contundentes o determinantes,
y en vista que jurisprudencialmente se ha establecido que las sospechas crean dudas
razonables que deben favorecer al imputado (fs.1063-1073).

TRASLADO DEL RECURSO

Formalizado el escrito de sustentación del recurso de apelación, se corre en traslado al


Ministerio Público, por el término de 3 días para que presentaran las correspondientes
objeciones (f.1075). No obstante, este lapso de ley, no fue atendido por la Fiscal Superior
del Segundo Distrito Judicial, quien no presentó escrito de oposición, tal y como se
consigna en el informe secretarial visible a foja 1079 del sumario.

DECISIÓN DE LA SALA DE LO PENAL

Cumplidas las formalidades señaladas, corresponde a la Sala Penal resolver la alzada, de


conformidad con el mandato del artículo 2424 del Código Judicial, sólo sobre los puntos de
la resolución a que alude la parte apelante.

El presente proceso penal, se refiere a la muerte violenta de la adolescente N.V.S., hecho


ocurrido el día 2 de febrero de 2002, en la Comunidad del Coquillo del Corregimiento de
Río Indio, Distrito de Penonomé.

La diligencia de reconocimiento y levantamiento del cadáver, efectuada por funcionarios de


la Fiscalía Superior del Segundo Distrito Judicial, describe los detalles en que fue
encontrado el cuerpo de la víctima, destacándose lo siguiente:

"se encuentra boca arriba, ambos brazos a los lados y doblados hacia arriba,
pierna derecha inclinada y apoyada sobre el piso, el otro pie recostado en el
suelo y encogido. Viste un suéter color blanco tipo body, con un diseño de
corazón de color rojo y manchado de sangre; un pantalón color rojo, recogido
hasta la rodilla y el botón principal abierto... . Cuando se revisan las manos
del cadáver y se observan pelos entre los dedos, razón por la cual se ordena a
los agentes de la P.T.J. que tomen la muestra correspondiente... . Se deja
constancia que el cadáver presenta múltiples heridas en el área del cuello
parte anterior y posterior del pecho, además presenta heridas en la parte
posterior de la nuca .... también en la axila y brazo derecho... ." (fs.6-13).

De acuerdo con el protocolo de necropsia Nº202-13, las causas de la muerte de la


adolescente N.V.S. fueron las siguientes:

"CHOQUE HIPOVOLEMICO
SECCION DE VENTRÍCULO IZQUIERDO
TRAUMATISMO PUNZOCORTANTE AL TORAX
CONSIDERACIONES MEDICOLEGALES
SE TRATA DE MENOR FEMENINA DE QUINCE AÑOS DE EDAD
CON BUEN DESARROLLO FISICO QUE FALLECE EN
CIRCUNSTANCIAS TRAUMÁTICAS.
LA NECROPSIA REVELÓ QUE LA MUERTE OCURRIÓ POR UN
CHOQUE HIPOVOLEMICO CAUSADO POR DOS TRAUMATISMOS
PUNZOCORTANTES AL TORAX. EN SU RECORRIDO EL ARMA
PUNZOCORTANTE PENETRA AL TORAX FRACTURANDO EL
SEGUNDO Y TERCER ARCO COSTAL IZQUIERDO. LUEGO
PERFORA DOS VECES EL LÓBULO PULMONAR SUPERIOR
IZQUIERDO, EL SACO PERICARDIO Y ALCANZANDO EL
VENTRÍCULO IZQUIERDO DEL CORAZÓN.
EL CADÁVER PRESENTÓ OTRAS LESIONES PUNZOCORTANTES
EN CARA, TRONCO, CUELLO Y BRAZO DERECHO, TOTALIZANDO
17 (DIECISIETE) LESIONES DE ESTE TIPO EN TOTAL, LO QUE
PODEMOS INFERIR QUE FUERON REALIZADAS CON
ENSAÑAMIENTO... .
LA LESIÓN POR DEGUELLO EN LA PARTE SUPEROANTERIOR DEL
CUELLO FUE REALIZADA DESDE ATRÁS DE LA OCCISA, AL
IGUAL QUE LA MAYORÍA DE LAS LESIONES, SIN EMBARGO ESTA
LESIÓN FUE REALIZADA POSTMORTEM. DADO QUE LOS BORDES
ESTAN LIMPIOS Y SIN RESTOS DE MATERIAL
SANGUINOLENTO... .
LAS LESIONES, PRINCIPALMENTE AL CUELLO, CAUSARON
SECCIONES DE VASOS SANGUÍNEOS IMPORTANTES, DE TAL
FORMA QUE EL AGRESOR DEBE PRESENTAR EN SUS PROPIAS
ROPAS MANCHAS IMPORTANTES Y SUFICIENTES DE
SANGRADO.... .
EN CUANTO AL ARMA HOMICIDA, Y SU RELACIÓN CON LAS
LESIONES, PODEMOS CONCLUIR CON BASE CIENTÍFICA, QUE SE
TRATA DE UN ARMA PUNZOCORTANTE DE DOBLE FILO,
ALTAMENTE COMPATIBLE CON UN PUÑAL,... ." (fs.153-154)
(Resaltado de la Sala).

Cabe advertir, que inicialmente en torno a este hecho, fueron investigados, HIGINIO
MENDOZA y TOMÁS MARTÍNEZ, teniéndose luego como sujeto imputado, a
SALVADOR ENRIQUE JARAMILLO MORÁN, contra quien se abre causa criminal.
Consta que el procesado renunció de manera expresa a ser juzgado por jurado de conciencia
(f. 1012), por lo que el trámite procesal continuó regido por las reglas del proceso ordinario,
conforme lo dispone el artículo 2318 del Código Judicial. Así, el tribunal a-quo concluyó
en su sentencia de grado que el imputado era responsable en grado de autor del delito de
homicidio agravado, en perjuicio de la adolescente N.V.S. (1048-1058).
Tal y como se detalló ampliamente en líneas precedentes, la disconformidad de la
recurrente, radica en el hecho de que si bien su defendido se declaró confeso del ilícito, lo
anterior no descarta su inocencia, por cuanto éste luego alegó que su confesión fue brindada
por presiones de agentes de la Policía Técnica Judicial, recalcando la defensora que en
realidad no existen en el expediente pruebas contundentes o determinantes, para emitir un
fallo condenatorio, por lo que solicita que se revoque la sentencia emitida por el A-Quo.

Para esta Superioridad, contrario a lo planteado por la defensora de oficio, en esta actuación
penal obran importantes circunstancias probatorias, que permiten determinar con certeza,
que la autoría del hecho ilícito recae sobre JARAMILLO MORAN. Las constancias que
brindan convicción de los hechos que se imputan, parten de la eficacia probatoria que tiene
la confesión prestada por el procesado, cuyo grado de certeza es objeto de debate por parte
de la defensa, por su posterior retractación y por considerar que se muestra contradictoria
con otras pruebas del sumario.

Por ello, resulta necesario plasmar a continuación, algunas consideraciones en torno a los
presupuestos que configuran la confesión como medio probatorio válido en nuestro sistema
jurídico, así como lo concerniente a la forma en que debe ser apreciada por el juzgador, en
el evento que se presente una retractación por parte de la persona que previamente ha
confesado algún delito.

En ese sentido la confesión en materia penal, es aquélla declaración brindada por el


imputado, en la cual reconoce ser el autor de determinado hecho que la ley criminal
describe como delito. Para su validez, la confesión debe cumplir con determinados
requisitos: a) rendida ante funcionarios judiciales competentes, b) que la persona se
encuentre asistida por un abogado defensor, c) ser informada del derecho constitucional a
no declarar en su contra, o contra parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad y
segundo de afinidad y, d) que se haga en forma consciente y libre.

No obstante, se reconoce que el confeso tiene libertad para retractarse, y el juez debe
apreciar el valor de la confesión anterior, con la posterior retractación y junto a los demás
elementos probatorios. Como se expresa en la doctrina, producida la retractación debe el
juez interrogar al procesado sobre el móvil de sus contradicciones o la causa de su
retractación; y no es posible afirmar "a priori" que deba prevalecer, la confesión o la
retractación. Ello depende de la averiguación que el juez está obligado a hacer, tanto
cuando se produce la confesión, como cuando se retracta (Arenas, Antonio V.
Procedimiento Penal. Ed. ABC. Bogotá. 1971, pág.175. Ob. citada en Parra Q., Jairo.
Manual de Derecho Probatorio. Ed. Lib. del Profesional. 5ta Ed. 1995. p.238).

Nuestra legislación procesal, se encarga en el artículo 897 del Código Judicial, de


establecer los parámetros generales en que debe ser apreciada la confesión, aún cuando no
se refiera expresamente al tema de la retractación.

Artículo 897. La confesión debe ser tomada en cuenta en su


integridad, con las modificaciones y aclaraciones concernientes al
hecho confesado, excepto cuando exista prueba que la desvirtúe.
Cuando la declaración comprenda hechos distintos que no
guarden íntima conexión con el confesado, aquéllos se apreciarán
separadamente.

Efectuadas las observaciones anteriores, se procede a concretizar las razones jurídicas que
llevan a esta Colegiatura a compartir el criterio vertido por el tribunal de primera instancia,
para atribuirle al señor SALVADOR JARAMILLO MORÁN la responsabilidad por el
homicidio de la adolescente N.V.S.

El principal medio de prueba que ofrece importantes evidencias circunstanciales


sobre la vinculación del sujeto imputado para con el hecho delictivo, la exhibe, la propia
confesión del sentenciado, quese exterioriza no sólo en la declaración indagatoria, sino que
se ratifica en posteriores diligencias en que interviene el procesado, tal y como a
continuación se expone:

Consta que el sujeto procesado, le informó el día 13 de septiembre de 2002, al


detective de la Policía Técnica Judicial, Agencia de Penonomé, NELIER E. BERNAL
(fs.380 y 383) que él había sido la persona que le produjo la muerte a la adolescente N.V.S.
En esa fecha, JARAMILLO MORÁN, es trasladado ante el despacho del funcionario de
instrucción, donde se procede a recibirse su declaración testimonial, con el objeto de que
brinde la información con respecto al crimen de la adolescente N.V.S., contestando de
manera expresa que "Yo quiero decir la verdad, yo fui el que la maté,.." respuesta que al ser
brindada en una declaración juramentada, motivó que de inmediato se suspendiera dicha
diligencia, para proceder con los trámites judiciales pertinentes (fs.375-376).

Así, la Fiscalía Superior del Segundo Distrito Judicial procede a dictar la resolución
mediante la cual ordena la recepción de la indagatoria de SALVADOR JARAMILLO
MORÁN, donde le formula cargos sobre la supuesta comisión de un delito contra la vida y
la integridad personal (fs.377-378). Al momento de evacuarse la indagatoria, el sujeto
imputado es informado de sus derechos constitucionales consagrados en los artículos 22 y
25 de la Constitución Nacional, donde procede, en presencia de la defensa oficiosa, a
señalar en primer lugar, que no ha sido coaccionado u obligado a rendir su declaración,
manifestando en torno al ilícito que:

"... ese día yo estaba en la casa, al frente donde hay un palo de naranjo, la vi
pasar hacia la quebrada que está al frente de donde yo estaba y yo me fui
detrás de ella, la llamé, estábamos como a la mitad del camino, ella se paró
y le dije "NORIS me puedes comprar un jabón", me dijo que le diera la plata
y yo saqueé el cuchillo, lo tenía en el bolsillo del pantalón del lado derecho,
yo me lancé hacia ella y la corté en el cuello, después ella me dijo que
porque hacía eso, me dijo, "Enrique por qué (sic) tú haces eso", yo no le
contesté y le di varias puñaladas en varias partes del cuello, después le di
una en el corazón.. .arrepintiéndome de lo que había hecho pues, yo lloraba
y me fui a la quebrada y me lavé donde tenía la sangre... ." (f.305).

Ahora bien, no se puede soslayar que, a pesar de esta aceptación inicial de los
hechos, el sujeto imputado en sus evaluaciones forenses de carácter psicológico y
psiquiátrico, se retractó de su confesión, al manifestar que fue detenido por un supuesto
caso de violación en la cual la víctima retiró los cargos, estando aprehendido en la P.T.J. de
Penonomé, le obligaron a que se hiciera confeso del homicidio de su cuñada N.V. (fs.605-
606).

Pero luego, JARAMILLO MORÁN, retoma su primera versión, en la diligencia de


reconstrucción de los hechos, reiterando que fue él quien ultimó a la jovenN.V.S.,
señalando el lugar donde se registró el suceso criminal y relatando que "la agarré por el
cuello y saqué el cuchillo y le dije si no quieres estar conmigo no vas a estar con más nadie
y vine y le hice así ahí poniéndole el cuchillo por el cuello y la corté después le di una
cortada por la espalda... ."(fs.723-750). Posteriormente se mantiene en esta explicación de
los hechos, cuando fue evaluado en la ciudad de Panamá, ante la Junta Médica de
Psiquiatras Forenses del Instituto de Medicina Legal, el día 10 de mayo de 2004, examen
donde se detalla que el evaluado indicó que confesó el crimen porque su conciencia no lo
dejaba en paz, refiriendo además, que la difunta se le insinuó y que él le dijo que no, porque
andaba con su hermana. Se establece además, que el examinado, al momento de ser
entrevistado, no presentó ninguna alteración patológica (f.824).

A pesar del relato constante mostrado por el imputado ante la autoridad competente
(salvo por lo narrado en sus evaluaciones forenses), en la Audiencia Plenaria plantea ante el
Tribunal, la tesis de que se hizo confeso y arrepentido por la presión de funcionarios de la
Policía Técnica Judicial, quienes le realizaban preguntas sobre la víctima, diciéndole "tú
eres", amenazándole con enviarle al centro penitenciario La Joya.

Efectuado un análisis exhaustivo de las distintas diligencias en que interviene el


sentenciado, la Sala es del criterio que la confesión por parte del sujeto imputado, de la
comisión del hecho ilícito investigado en la causa, cumple con las exigencias necesarias
para su validez probatoria, dado que fue ofrecida ante autoridad competente (incluso
reiterada en posteriores actuaciones), con pleno conocimiento de las garantías
constitucionales y legales, así como en presencia de la defensa oficiosa, tal y como se
aprecia en la declaración indagatoria.

Adicional se estima que la confesión del imputado tiene un mérito probatorio importante
para la decisión de la causa, por cuanto encuentra respaldo en otras evidencias procesales,
contrario a lo que acontece con la retractación de dicha confesión, efectuada en el acto de
audiencia oral y en la evaluación de psicología forense. Lo anterior en razón, que las causas
de la retractación, es decir, las amenazas de las cuales supuestamente fue objeto el
imputado, no encuentran sustento en otros elementos sumariales, para tener como cierta la
existencia de la coacción que invalide certeramente la confesión obtenida de esta forma.
Llama la atención así, que alegándose posibles presiones para reconocer la responsabilidad
de un delito, el imputado brinde en su confesión, detalles coincidentes a la forma en que fue
ultimada la víctima, pero en cambio, no aclare con la misma amplitud, bajo que
circunstancias fue coaccionado y de que forma fue golpeado, como manifestó en la
audiencia (f.1038).

En tales términos, se colige que la retractación de la confesión, está fundamentada en


aspectos fácticos que no han sido demostrados en el sumario, dado que no se ha constatado
de forma ni siquiera parcial o dubitable, que la confesión inicial se obtuvo mediante
apremios físico-psíquicos en contra del imputado. A contrario sensu, se establece en la
causa, que la confesión recogida y evacuada ampliamente en el sumario a través de la
diligencia indagatoria y reiterada luego en otras diligencias judiciales, aportó reseñas y
descripciones en torno al "modus operandi" o forma de actuar en el crimen (como la forma
en que se sigue y alcanza a la víctima, cómo se le causa la muerte y cómo por último se
lava en una quebrada para quitarse la sangre), datos que sólo el autor del hecho podría
haber señalado, quedando sin sustento el argumento que el sentenciado se hizo confeso por
acoso y maltrato policial.

Prevaleciendo entonces la eficacia probatoria de la confesión libre y voluntaria de


SALVADOR JARAMILLO, se reitera que esta pieza procesal encuentra un respaldo
significativo en otras pruebas recabadas en el sumario, para derivar la responsabilidad
criminal sobre el ilícito. Contrario a lo planteado por la recurrente, tanto la confesión del
imputado brindada en una indagatoria lícitamente practicada, así como lo relatado por el
propio encausado en la diligencia de reconstrucción de los hechos, indefectiblemente
converge con lo expuesto en el protocolo de necropsia respecto a las circunstancias en que
se produce el deceso de la adolescente N.V.S.,dado que en cada uno de estos elementos de
prueba se indica en términos similares, las partes del cuerpo en que se producen las heridas,
que constituyen múltiples lesiones, producidas por un objeto punzocortante, con
ensañamiento.

Teniendo en cuenta lo anterior, se desestima el argumento de defensa, respecto a


que el procesado tenía conocimiento de las heridas de la víctima, por cuanto escuchó hablar
de ello a los padres de la víctima, situación que carece de relevancia jurídica, por cuanto, no
fue traído a colación en el sumario por el procesado (sino por su abogada defensora en el
escrito de apelación), mientras que éste en realidad alegó en la audiencia, que conocía de
las lesiones porque estuvo presente en la escena del crimen, pero sin explicar cuando y en
compañía de quien se situó en el lugar de los hechos.

Igualmente se consideran sin respaldo jurídico válido para enervar la sentencia del
Ad-Quo, los cuestionamientos formulados por la apelante, en torno a los aspectos que
considera no coincidentes con los detalles del suceso criminal. Esto dado que el hecho que
el imputado señalase que la primera herida que infiere a la víctima es la lesión en el cuello
de la víctima, no resulta ser un elemento incompatible con el protocolo de necropsia, puesto
que si bien en esta experticia se expresa que el cadáver de la difunta mostraba una lesión
por degüello en la parte superoanterior del cuello con características de haber sido
producida en una etapa "post-mortem", también describe la existencia de múltiples lesiones
en dicha región de distintos diámetros y alcance, que es un indicativo que no sólo en una
ocasión el sujeto agresor desplegó su accionar delictivo en esta parte de la anatomía de la
víctima (Cfr. fojas 150-154 del protocolo de necropsia).

Por ello, lo que resulta evidente es la compatibilidad entre la versión narrada por
SALVADOR JARAMILLO, con las lesiones observadas en el cadáver de N.V.S., ya que
coinciden en cuanto al lugar en que se producen y la forma de ataque hacia la víctima,
como lo explica el forense que practica la autopsia y que luego interviene en la
reconstrucción de los hechos (fs.769).
Incluso, la Junta Médica de patólogos forenses del Instituto de Medicina Legal,
convocada con el propósito de establecer de forma técnica y científica las circunstancias en
que ocurre la muerte de la adolescente N.V.S., precisó en su informe calendado 17 de julio
de 2003, que la occisa presentaba lesiones cortantes y punzocortantes realizadas con un
cuchillo, puñal o arma similar; que no puede determinarse con precisión que heridas fueron
producidas ante-mortem y post-mortem, ya que el cuerpo estaba bajo la lluvia y fue lavado
en la escena del crimen por lo que la evidencia de sangrado activo es inconclusa, así como
que el orden cronológico de las heridas no puede ser determinado (fs.648, 679-680 y 700-
701).

En cuanto a la aducida incongruencia entre el instrumento empleado en el


homicidio, se indica que no se puede descartar, como pretende la recurrente, que el cuchillo
de un solo filo al cual hizo referencia el imputado, fuese el utilizado en el crimen, dado que
como aclara el Dr. BARRERA, al ratificarse del Protocolo de Necropsia, al serle mostrado
un cuchillo que fue recuperado de una letrina y relacionado con el investigado JOSÉ DEL
PILAR REYES, que sólo tiene un borde afilado, precisó que dicho instrumento puede
causar el tipo de lesiones que se observaron en el cadáver, puesto que en la punta, ambos
bordes del cuchillo son filosos (fs.771-773).

Sobre las consideraciones vertidas en defensa del imputado, respecto a que éste
señaló que el arma utilizada en el crimen, la tomó de la residencia de los padres de su
esposa, a quienes no se les ha extraviado ningún cuchillo y que ellos tampoco mostraron
sospechas sobre él, como posible autor del crimen, se indica lo siguiente:

En autos, constan las deposiciones de los padres de la víctima, JUSTINO VARGAS


y PASTORA SAENZ HERNÁNDEZ, que si bien pueden tenerse como evidencias
probatorias que pueden favorecer en cierta parte al imputado, por cuanto ellos tienen buena
impresión de éste, tal situación no logra enervar los elementos que le implican gravemente
en el ilícito. Además, el estudio de tales declaraciones permite advertir, que ambos padres,
contrario a lo afirmado por la recurrente, sí hicieron referencia a la pérdida de un
instrumento punzocortante, aún cuando no brindan una descripción clara del mismo y el
momento de su extravió , pero no se descarta que el mismo fuese de un cuchillo con cacha
plástica y de un solo filo (fs.535 y 539). Asimismo, debe resaltarse que la señora SAENZ
HERNÁNDEZ también alegó que no recordaba como estaba vestido JARAMILLO
MORÁN, en la fecha de los hechos, situación que impide corroborar si éste fue visto con la
ropa mojada o no, para intentar descartar su participación en el ilícito.

Por otra parte, resulta importante anotar que la interrelación de los medios
probatorios que ofrecen certeza sobre la responsabilidad criminal del ilícito, no se agota en
los elementos a los cuales se ha hecho referencia anteriormente, sino, como concluyó el
Tribunal Superior, surgen además circunstancias indiciarias, obtenidas de las declaraciones
brindadas por vecinos del sector de donde se produce el ilícito,que determinan que el
imputado se encontraba en ese lugar, el día en que se produce el fatídico suceso, constando
que éste residía incluso en la propia casa de la víctima, lo que resulta una evidencia
palmaria de que el procesado contó con la oportunidad real de perpetrar el hecho delictivo
que se le atribuye.
En otros términos, dado el grado de relevancia jurídica que tienen el cúmulo de
pruebas incriminatorias, independientes entre sí, pero que indefectiblemente convergen al
ser examinados de manera conjunta y valorados conforme a las reglas de la sana crítica, no
existen méritos para invalidar la decisión de primera instancia, por cuanto con las mismas
se demuestran y describen de una manera lógica, las circunstancias en que se produce la
muerte de la adolescente N.V.S., a manos de JARAMILLO MORÁN.

Como corolario de lo expuesto, el Tribunal Ad Quem concluye que los elementos de


convicción que constan en autos, permiten acreditar plenamente la responsabilidad criminal
de SALVADOR ENRIQUE JARAMILLOMORÁN, por lo que se confirma el fallo venido
en apelación.

PARTE RESOLUTIVA

Por las consideraciones que anteceden, la SALA PENAL DE LA CORTE SUPREMA,


administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley, CONFIRMA la
Sentencia de 5 de mayo de 2005, proferida por el Tribunal Superior del Segundo Distrito
Judicial.

Devuélvase y Notifíquese.

ESMERALDA AROSEMENA DE TROITIÑO

ANÍBAL SALAS CÉSPEDES.- GRACIELA J. DIXON C.

MARIANO E. HERRERA E. Secretario.-

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