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PARQUE NACIONAL NATURAL CORALES DEL ROSARIO Y DE SAN

BERNARDO

El Parque Nacional Natural Corales del Rosario y de San Bernardo compone una de las 56 áreas
protegidas del Sistema de Parques Nacionales Naturales del país, conformada por una riqueza en
biodiversidad única e inigualable, que la hace no solamente atractiva a visitantes de todos los lugares
del mundo, sino elegida por los investigadores por la innumerable información que de ella podemos
obtener, en aras de su protección y conservación.
Saber en forma detallada el estado de conocimiento de los recursos naturales del Parque Corales es
una misión bien difícil, así mismo vital, debido a la alta biodiversidad aun por conocer y estudiar para
así poder entender que esta área Marina Protegida cuenta con una integralidad ecológica presente
entre corales, pastos marinos, manglares, lagunas costeras e interiores, litoral arenoso, litoral rocoso,
bosque seco tropical y ecosistemas asociados.

Características Ecológicas y ambientales


Los ecosistemas presentes en el Parque Nacional Natural Corales del Rosario y de San
Bernardo, se caracterizan por ser ecosistemas marinos, donde predominan los arrecifes
coralinos, excelentes barreras contra la erosión marina e incluso tienen un gran valor estético
lo que les da una importancia recreacional invaluable. Los arrecifes coralinos, considerados
como ecosistema esencial, son muy vulnerables por tratarse de comunidades muy específicas
que demandan aguas transparentes, luz, sustratos estables, salinidades y temperaturas
constantes que fluctúan entre los 25 y 30 grados centígrados. Las áreas coralinas del Parque
Corales, ocupan 191.68 km2, los cuales representan el 72% de las áreas coralinas del Caribe
continental colombiano. Los ecosistemas del Parque Nacional Natural Corales del Rosario y
San Bernardo poseen una alta productividad, al proveer variados recursos de fauna y flora,
donde se han podido identificar entre otros, 62 especies de corales, 153 especies de
crustáceos, 244 especies de moluscos, no menos de 153 especies de equinodermos, 199
especies de esponjas y 513 especies de peces. Recursos que tienen su hábitat en esta área
marina protegida, rodeada principalmente por 6 comunidades con sus asentamientos en el
área de influencia del Parque: Isla Grande, comunidad ubicada en el sector norte del Parque
(archipiélago de Nuestra Señora del rosario). Y estos se caracterizan por:
 Manglares: Considerados como ecosistemas altamente productivos al proveer
variados recursos de flora y fauna que el hombre aprovecha directamente. Se ha
estimado que las dos terceras partes de la población de los peces tropicales en el
mundo, dependen de las áreas de manglar y los detritos exportados por éstos. En el
Parque Corales, se encuentran 5 especies de mangle, mangle Rojo (Rhizophora
mangle), mangle Amarillo (Laguncularia racemosa), mangle bobo o Zaragoza
(Conocarpus erecta) y mangle negro o salado (Avicennia germinans).
 Fauna: En el área protegida, se han identificado una gran variedad de especies
asociadas a los ecosistemas marinos costeros. Para el caso de los arrecifes de coral,
se han identificado 62 especies de corales y otros celenterados, entre los que se
encuentran el coral cuerno de arce (Millepora complanata,) el coral lechuga (Agaricia
teniufolia) y el coral Siderastrea sidérea. Igualmente, se han identificado 18 especies
de corales blandos, entre los que se encuentran el abanico de mar (Gorgonia
ventalina), entre otras especies. Otro grupo identificado en el área protegida,
comprende a los crustáceos decápodo, con 153 especies; los moluscos con 244
especies, no menos de 153 especies de equinodermos, 199 especies de esponjas y
513 especies de peces. En cuanto a reptiles se refiere, en el área podemos encontrar
tortugas marinas de la especie Caretta caretta, Chelonia mydas y Eretmochelys
imbricata.
 Pastos Marinos: Constituye un área de 3.035 has. en el Parque Corales. Sirven como
hábitat, alimento y origen de cadenas alimenticias y refugio de innumerables especies
marinas. Son plantas vasculares o plantas con flores, que han desarrollado la
capacidad de realizar todo su ciclo de vida sumergida en agua salobre o salina.
Habitan aguas someras hasta 20-30 m de profundidad, alcanzando su máximo
desarrollo a profundidades menores de 10 m y se desarrollan generalmente sobre
sustratos de arena en aguas altamente iluminadas y preferiblemente calmadas.
Contribuyen a la recirculación de nutrientes y estabilizan el sedimento de la línea de
costa.
 Vegetación: El Parque Corales se caracteriza por ser en su mayoría submarino donde
predomina la vegetación de manglar y pastos marinos. En cuanto a la vegetación
terrestre, encontramos un remanente de bosque seco tropical en el sector de isla
Rosario en el Archipiélago de Nuestra Señora del Rosario. Este bosque, se
caracteriza por tener algún tipo de vegetación caducifolia, donde las plantas pierden
sus hojas en épocas de verano para ahorrar energía y contrarrestar la falta de agua.
 Litorales rocosos y arenosos: comprenden otro de los ecosistemas protegidos en el
Parque corales, constituidos básicamente por la franja arenosa de playas,
especialmente las que se encuentran en las cuatro zonas intangibles del Parque (Isla
Rosario, Isla Tesoro, Isla Maravilla e Isla Mangle). De igual forma estas formaciones
arenosas constituyen en otros sectores del Parque, uno de los principales atractivos
naturales para los visitantes. Las playas del Parque, son de origen marino gracias a
los fragmentos de coral, esqueleto de animales muertos como conchas de caracol y
la actividad biológica de algunas especies marinas como el pez loro, el cual a través
de sus excrementos aporta arena a los litorales.
 Conservar las especies amenazadas que desarrollan diferentes etapas de su ciclo de
vida en el área protegida y aquellas de interés comercial y uso recreativo.

 Mantener el mosaico de los escenarios naturales del área protegida permitiendo el


desarrollo y uso de la oferta de bienes y servicios ambientales en beneficio de las
comunidades asentadas en la zona de amortiguación.
Características históricas

Las Islas del Rosario y de San Bernardo es un archipiélago formado por más de 40 pequeñas
islas, el cual fue declarado Parque Nacional Natural con el fin de proteger los arrecifes
coralinos y manglares que se encuentran dentro de él, que conforman uno de los más ricos
ecosistemas marinos por la variedad de las especies de corales y especies marinas que han
constituido allí su hábitat, constituyéndose en uno de los más importantes del Mar Caribe. Los
arrecifes de coral, con su enorme exuberancia de invertebrados y un sinnúmero de peces
multicolores que forman verdaderos jardines submarinos, constituyen el mayor encanto del
área protegida. Sus playas blancas, donde es posible disfrutar baños de sol, son otro de los
atractivos que distinguen al Parque. Gracias a sus aguas tranquilas y cristalinas, Corales del
Rosario y San Bernardo es un espacio privilegiado para realizar actividades acuáticas
recreativas, entre las que se destacan el canotaje, el snorkeling y el buceo. El 15 de enero es
el día Internacional de Los Corales.
La sociedad que hoy en día compone las comunidades asentadas en cercanías al Parque
Nacional Natural Corales del Rosario y de San Bernardo. Estos procesos se iniciaron con los
primeros habitantes de la región (indígenas), quienes aprovecharon de manera natural los
recursos que les proveía la zona; posteriormente, con la conquista española los habitantes
De la zona conocieron nuevas formas de explotación de los recursos, y se inició la interacción
con la raza negra (esclavos africanos traídos por los europeos), que influenciaron
De manera significativa las costumbres y la cultura de las comunidades isleñas. Este
documento también abarca algunos sucesos importantes del desarrollo económico que
permitieron definir las actividades que hoy día se realizan en el área de estudio. A través de
todas las etapas que derivaron en el establecimiento de estas comunidades, se ha
evidenciado una relación importante del hombre con el entorno natural; actividades como la
agricultura, la pesca y el turismo se convirtieron en las formas de relacionamiento más
cercanas con los recursos naturales de la zona y marcaron el desarrollo local, siendo la pesca
una de las actividades tradicionales, la cual se sigue practicando como mecanismo de
subsistencia de los pobladores del área. Por su parte, el turismo se establece de manera
reciente como una fuente de ingresos que se consolida cada vez más junto con el comercio
de productos artesanales para los visitantes de la zona.
 Comunidades: Las comunidades son principalmente de descendencia
afrocolombiana, están ubicadas en el área de influencia del Parque y tienen como
práctica tradicional el aprovechamiento de recursos pesqueros. Existen 12
poblaciones, las cuales tienen un contacto directo con los recursos marinos y
costeros, ellas son: Bocachica, Caño del Oro, Punta Arena y Tierra Bomba, Ararca,
Santa Ana y Barú; Isla Grande (en el Archipiélago del Rosario); Santa Cruz del Islote,
Isla Múcura e Isla de Ceycén (en el archipiélago de San Bernardo) y la población de
Isla Fuerte. Se han consolidado prácticas culturales bastantes generalizadas
alrededor de las actividades de la pesca artesanal, el turismo convencional, el cultivo
de pequeñas parcelas y la extracción de recursos del manglar. Hay grupos de
artesanos en madera y fabricantes de collares que comercializan sus productos entre
los turistas.
En la búsqueda de nuevas rutas para el comercio, España, a través de suspicaces navegantes, envió
naves hacia el atlántico para encontrar rutas directas que los llevasen hacia la India, pero se
encontraron con las espesas selvas y el fantástico Mar Caribe en un nuevo mundo. Con el
asentamiento de las colonias españolas en las costas de Cartagena entre los años de 1533 y 1610,
se dio una de las primeras etapas que marcaron la historia de las comunidades locales: “La conquista”,
donde se dio inicio a la transformación de las culturas indígenas, dejando de existir esta población
como una comunidad organizada. Esta colonización española trajo consigo el desplazamiento y la
destrucción de las culturas indígenas, quienes, forzados a trabajar, fueron maltratados y reducidos en
su totalidad dando paso a la necesidad de buscar mano de obra en las comunidades negras de África.
Los principales procesos de fundación y reestructuración de las actuales comunidades del área de
influencia del Parque Corales se dieron en el siglo XVIII; a mediados de este siglo las poblaciones en
los alrededores del distrito de Cartagena se encontraban dispersas y se evidenciaba una clara
diferencia en la composición étnica: quienes vivían en las ciudades o villas eran los blancos españoles
(república de blancos), y la población nativa habitaba en el campo (república de indios) (Solano, 2007);
mientras, por otra parte, se consolidaban asentamientos cimarrones en lugares remotos. Una mirada
al pasado nos muestra los indicios de unas comunidades con características culturales enclaustradas
en la lucha contra la sumisión y la búsqueda de espacios para el desarrollo de su identidad cultural,
aunque notoriamente influenciadas por el encuentro de estos “tres mundos”, cada uno con costumbres
e ideologías distintas. Una de las personas encargadas de la reestructuración de la sociedad colonial
fue Antonio de la Torre y Miranda, quien en su expedición encomendada por el gobernador de
Cartagena pasó por las poblaciones de Pasacaballos y Santa Ana, corregimientos adscritos
actualmente a Cartagena (Moreno, 993) y algunas de los primeros asentamientos humanos en la zona.
Después del proceso independentista a finales del siglo XIX, la sociedad moderna establece para el
siglo XX.
Por su parte, cada una de estas etapas que marcaron la historia de las comunidades del territorio
colombiano la conquista, independencia y la república, con su creciente desarrollo económico, dieron
paso a las comunidades que hoy día se establecen en la zona de influencia del Parque Corales. Para
comprender sus procesos de asentamiento y sus actividades económicas, se describen en el siguiente
capítulo los procesos históricos más relevantes de dichas poblaciones, así como también se muestra,
de manera general, cómo las diferentes actividades económicas influenciaron en la vida social y en la
relación con los ecosistemas hoy protegidos en el área.
Características Geográficas
El Parque Nacional Natural Corales del Rosario y de San Bernardo es uno de los ecosistemas marinos
más diverso del país, formado por dos archipiélagos, ciénagas costeras, arrecifes coralinos de barrera
y costeros , canales y manglares. El Parque Nacional Natural Los Corales del Rosario y de San
Bernardo, constituye un valioso conjunto de biodiversidad marina y terrestre, ubicado en el Mar Caribe
Colombiano, cuya área protegida incluye cuatro islas emergidas, denominadas zonas intangibles, dos
ubicadas en el Archipiélago de Nuestra Señora del Rosario (Isla Tesoro e Isla Rosario) y dos en el
Archipiélago de San Bernardo (Isla Maravilla e isla Mangle), algunas ciénagas con bosques de
manglar, como la ciénaga del "Mohan", "Pelao" y la ciénaga de "Cholón" en la Isla de Barú, entre otras.
De igual forma incluye muestras representativas del bosque seco tropical, litoral rocoso y arenoso, y
pastos marinos en un área que ocupa 120.000 hectáreas, ubicadas dentro de la Jurisdicción del
Distrito Turístico y Cultural (D.T. y C.) de Cartagena de Indias, en el Departamento de Bolívar.
Fue creado en 1977, está ubicado Está ubicado en el Mar Caribe colombiano, 45 kilómetros al
suroeste de la bahía de Cartagena.

Extensión 120.000 hectáreas. Clima Cálido. Con una temperatura de 27ºC a 30ºC
Generalmente hay sol y cielo despejado, las lluvias son frecuentes en los meses de abril a junio y de
agosto a noviembre, la precipitación no es muy abundante. En el área se presenta una época de
verano entre los meses de diciembre a marzo y una estación de verano intermedia entre junio y julio,
denominado "Veranillo de San Juan". Las mareas son de pequeña amplitud (máximo de 30 cm).
Actividades
Senderismo, observación de fauna y flora, observación de aves, buceo, careteo, actividades
náuticas, baños de sol y mar, fotografía y video, investigación y educación ambiental. El
parque cuenta con un sinnúmero de ambientes naturales que lo hacen una de las áreas de
uso eco turístico más importante de Colombia. Entre otros sus hermosas playas de arenas
blancas, bosques costeros de manglar, arrecifes coralinos, colonias únicas de aves marinas
y extensas praderas de pastos marinos que bordean las islas. Se puede disfrutar de
actividades como careteo, kayak, observación de fauna y flora, velas y navegación, buceo
autónomo, contacto cultural, baño de mar y sol y senderismo. Los senderos submarinos son
los de Punta Brava y Luis Guerra y se recomienda no alejarse mucho de las boyas de
demarcación existentes. Al primero se llega en embarcación desde la Isla Grande, sector
Ensenada de las Mantas y al segundo en embarcación desde Isla Grande, sector sur. Ambos
permiten que el viajero observe una gran cantidad de corales, peces de colores, esponjas y
invertebrados marinos.
 La agricultura: Las comunidades indígenas que habitaban la costa Caribe
habitualmente basaban su alimentación en el consumo de pescado, moluscos o
“carne de monte”, la cual complementaban con tubérculos como la Yuca (Manihot
esculenta), y frutos de los árboles de la región como la Cañafístula (Cassia grandis),
la Guayaba (Psidium guajava) y los Nísperos (Manilkara zapota), entre otras
(Elvás,2007). Históricamente se reconoce que la agricultura se desarrolló de manera
rudimentaria en las primeras poblaciones indígenas, pero que ésta fue una actividad
influenciada por las intervenciones españolas, quienes promovieron la agricultura
extensiva con la participación de esclavos, los cuales trabajaron en grandes
haciendas desarrollando cultivos como la caña de azúcar en algunas partes del
país.Los pescadores, principalmente del poblado de Barú.
 La pesca: Cuentan los Baruleros, que la pesca era una forma de compartir entre
vecinos y familiares; en ocasiones se cambiaba el pescado por yuca, plátano u otros
productos, o simplemente era regalado; no era el negocio de quienes salían a una
faena, era la forma de conseguir la “liga” o el pescado para acompañar la yuca o el
ñame, ya que la actividad principal en su momento era la agricultura, en especial el
cultivo y la comercialización del coco. Refieren además que los pescadores temían
ingresar al mar por mucho tiempo, por la gran cantidad de pecados grandes que
existían. La pesca submarina se hacía de manera particular: para capturar una
langosta primero observaban el fondo marino con un cajón de madera al cual le
colocaban un vidrio pegado en uno de sus lados, este cajón pequeño se colocaba en
la superficie del agua desde el bote y cuando el pescador observaba desde la
superficie una langosta se tiraba para capturarla con las manos y luego regresaba al
bote a seguir en su búsqueda con esta particular careta artesanal. La pesca era
abundante, se veían especies como el caracol,la langosta y el pulpo muy cerca a la
orilla de la playa, no había que ir muy lejos a pescar, el consumo de moluscos no era
habitual para los locales, por considerarse estas especies de aspecto y consistencia
diferente y poco agradable, pues se le daba preferencia al consumo de pescado.
 El turismo y su incidencia en el desarrollo económico y social de las comunidades
isleñas: Históricamente, se conoce que el turismo surge a nivel mundial en el siglo
XIX como consecuencia de la Revolución industrial (Cisneros, 2009). La afluencia del
turismo hacia las zonas costeras se hacía principalmente por ocio, descanso,
negocios, relaciones familiares o salud; con relación a esta última intención, se
consideraba que bañarse en el mar era un tratamiento terapéutico para la cura de
muchas enfermedades, pero que solo podían pagar las familias adineradas o
monarcas europeos de la época. En la década de los 60’s eran algunas familias
Cartageneras o del interior del País las que en este territorio Colombiano se
desplazaban en sus “Johnson” (como les decían a los motores fuera de borda por ser
la primera marca que llegó al área) hacia las islas del Rosario en búsqueda de
descanso y diversión. Una de las actividades recreativas de mayor importancia en el
archipiélago y la isla de Barú fue la pesca deportiva, a través de la cual se inicia un
nuevo proceso de ocupación de las islas por personal externo (Durán, 2006). Con la
llegada de los nuevos visitantes, se inician fuertemente los recorridos turísticos que
duraban un día, partiendo desde la ciudad de Cartagena y recorriendo las Isla del
Rosario y Barú, donde conocían los paisajes marinos, entre ellos: las playas blancas,
el mar cristalino y otros atractivos naturales; además, disfrutaban de un almuerzo
típico de de la zona (pescado frito, arroz de coco y patacones) ofrecido por nativos en
los restaurantes de la isla de Barú. En estos recorridos algunas embarcaciones
también llegaban a San Martin de Pajarales, donde se tenían de manera improvisada
encierros de peces, dando inicio a lo que hoy día se conoce como el Oceanario de
las Islas del Rosario. Decía “El Negro” (comerciante de Barú) La comercialización de
productos y servicios para el turismo, entre ellos la venta de platos típicos de la zona,
se inició de manera intensiva en la década de los 80´s principalmente en dos sectores:
la playita de Cholón y Playa Blanca, ambos ubicados en la isla de Barú. Para el caso
de la playita de Cholón, su inicio como sitio turístico se debió a la presencia de
embarcaciones con visitantes que buscaban playas donde pasar el día, y los
pescadores de la zona, que normalmente “arranchaban” en ese sector, observaron
estas visitas y comenzaron a ofrecer ostras y pescado frito; entre las personas que
iniciaron el negocio se encuentran Wilson Medrano, Nelson Gómez, Martín Julián
Colón y Juan Julio. Con el transcurrir de los días, los turistas demandaron más
servicios y este sector se convirtió en una de las playas más visitadas en el parque.
Por su parte, los pobladores del corregimiento de Santa Ana (Barú) no se quedaron
atrás en este desarrollo turístico y comenzaron a ofrecer servicios de alimentación y
venta de artesanías en Playa Blanca, desarrollándose aquí otro de los sectores más
visitados del Parque Corales. A partir de estas iniciativas logró posicionarse el
turismo, en la década de los 80´s, como una actividad económica de mucha
importancia local. Para el caso de las islas del Rosario, los visitantes temporales de
Cartagena y otras partes del país se convirtieron en propietarios (hoy arrendatarios)
de las tierras que los nativos provenientes de Barú les vendían; estas áreas se
destinaron a la construcción de casas de recreo y algunos hoteles, entre los cuales
se encuentra San Pedro de Majagua que fue uno de los primeros en establecerse en
Isla Grande. Para el año de 1998, el 98% de la tierra ya pertenecía a foráneos, y en
la actualidad son muy pocos los nativos que ocupan terrenos en las Islas, los cuales,
por lo general, conservan algunas áreas alejadas de las playas en el interior de la Isla
(CIOH - Cardique, 2001). En la actualidad se encuentran 14 hoteles en la zona de
influencia del Parque Corales, entre ellos cuatro eco hoteles administrados por
personal de la comunidad; además, se desarrollaron cuatro sectores donde se
prestan servicios turísticos por la población local: Playa Blanca, playita de Cholón y
Playa de los Muertos (en la isla de Barú), así como la Punta de Múcura (archipiélago
de San Bernardo).
 La actividad artesanal en el área de influencia de Parque Corales: El poblado de Barú
ha sido uno de los sitios del área de influencia del Parque Corales con mayor
transcendencia en la elaboración de artesanías; tradicionalmente, en este poblado se
han elaborado productos de transformación manual a partir de algunos elementos
extraídos del medio natural, como la madera y algunos recursos hidrobiológicos (entre
ellos el caparazón de tortuga carey y conchas de moluscos), con los cuales se
elaboraban costosos accesorios (consultar el capítulo 22 en esta publicación). A partir
de la creación del parque en el año de 1977, la elaboración de artesanías con
elementos marinos fue restringida por la normatividad existente; por su parte, la
manufactura en madera se consolidó, siendo Barú de gran influencia en la técnica y
transformación de este producto a nivel local.

Circuitos internos
Senderismo acuático-terrestre en isla grande, área de influencia del parque Senderos submarinos de
Punta Brava y Luis Guerra Bajo la guía de jóvenes integrantes de la organización Cangregos Azules,
es posible conocer los valores naturales y culturales, a través de recorridos terrestres y en lagunas
costeras e internas en kayac. Tambien se pueden recorrer los senderos marinos en compañia de
operadores calificados.
Museo De Vida Marina
en el cual aprende a conocer los principales ecosistemas del archipiélago y la forma como se puede
contribuir a la conservación de los mismos.
Actividades turísticas
Archipiélago de pequeñas islas pobladas por manglares, rodeadas de aguas transparentes y arrecifes
coralinos ideales para el buceo. El Parque ofrece facilidades para la práctica de deportes náuticos y
tiene un acuario dedicado a la investigación.
Las Islas del Rosario y de San Bernardo son un lugar ideal para los amantes del ecoturismo, del Buceo
y del Snorkeling.
Ecoturismo
El Parque cuenta con un sinnúmero de ambientes naturales que lo hacen una de las áreas de uso
ecoturístico más importantes de Colombia, entre otros, sus hermosas playas de arenas blancas,
bosques costeros de manglar, arrecifes coralinos, colonias únicas de aves marinas y extensas
praderas de pastos marinos que bordean las islas.
Belleza Marina
Algunos de los sitios de Islas del Rosario que la comunidad de buzos y biólogos marinos ya han
bautizado, tienen nombres como La Montañita, Las Botellas de Daguet, el Aparecido, Imelda y Pavitos,
y en ellos se pueden apreciar cerca de 170 especies de peces cuyo hábitat es alrededor de los corales.
Recomendaciones y Restricciones
 Portar documentos de identidad y seguro médico vigente.
 Vacunarse contra la fiebre amarilla diez días antes de su viaje y portar el carné vigente de
vacunación.
 Por seguridad es importante que los funcionarios, pilotos de embarcaciones, intérpretes
ambientales y guías estén autorizados para realizar la actividad. Se les puede solicitar el carné
que los identifique.
 Se prohíbe hacer fogatas.
 Se prohíben altos volúmenes de sonido ya que este es un lugar de paz y sosiego para deleite
de todos.
 No recolecte ni compre material biológico como conchas de caracol, estrellas de mar o
fragmentos de coral, esto está prohibido.
 No permita que se viertan al agua residuos tóxicos como gasolina o aceite de las
embarcaciones.
 Por favor acate las observaciones y sugerencias de los funcionarios del Parque y del personal
encargado de la operación de los servicios eco turístico.

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