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EN EL MUNDO ANDINO
H E A T H E R L E C H T M A N Y ANA M A R I A SOLDI
TOMO I
subsistencia y mensuración
MÉXICO 1981
INSTITUTO D E INVESTIGACIONES ANTROPOLÓGICAS
Serie Antropológica: 36 Arqueología
•t
if:* x> í
ISBN 968-58-0146-0
AGRADECIMIENTOS
HL
AMS
PRÓLOGO
su padre era contador del ynga el cual con su padre benia algunas
vezes al dicho pueblo de Millerea v que vido . . . poblados mili yndios
cumbicamavos.. . v que su padre deste testigo tomaua por cuenta
toda la gente que alli estaua y las tierras y mojones que el les se-
ñalo . . .
(manuscrito EC 1611, no. 2, ff. 53r-v).
JOHN V Í C T O R M U R R A
Y prosigue:
Por lo que e! área andina cuenta con la más grande variedad del
mundo de ecozonas. desde la glacial hasta la ecuatorial, desde el
desierto hasta la jungla, cada una con sus específicas limitaciones
agrícolas para los cultivos correspondientes, su articulación en un
sistema económico coherente y relativamente estable presuponía
una previa tecnología. Ya que ¡os problemas logísticos que plantea
la administración de un estado que abarca un "ambiente tan rico
en información" como los Andes, requieren un conocimiento ade-
lantado y la formulación de planes para eventualidades tanto
climáticas como políticas, hav que establecer ciertos sistemas de
control en ciertas regiones donde se pueda simular, bajo condicio-
nes controladas y de acuerdo con una tabla astronómica fija, un
gran numero de estas efectiva;, ecozonas dispersas (Earls, comu-
nicación personal").
16
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I
AGRICULTURA Y PASTOREO
ANTIGUOS CAMPOS D E C A M E L L O N E S
EN LA REGIÓN D E L LAGO T I T I C A C A *
tira Pcnlñjíiur. -
— Ch.uuitr Ftmisula
J\ucní
[I a ü í i r c d í l i :
>esaguactero
Fig. 1. Distribución de los antiguos camellones en la cuenca del lago Titicaca; en base a tina cobertura aerofotográfica 9 escala de
1 : 6 5 , U 0 0 y 1 : 1 5 , 0 0 0 y al trabajo de campo de los autores.
28 SMITH, DENEVAN, HAMILTON
CUADRO I
CLASIFICACIÓN Y DESCRIPCIÓN
DE LOS CAMPOS DE CAMELLONES
3. Patrón fluvial
Cerca de Atuncolla y en la hacienda Machacmarca hay camello-
nes angostos, que forman ángulos más o menos rectos con cursos
de agua actuales o antiguos y abandonados. Como en la llanura
aluvial de San Jorge, en el norte de Colombia, los camellones van
siguiendo la pendiente del declive natural así que se logra un buen
drenaje. Pero este tipo de patrón es mucho menos común en la
región del Titicaca que en Colombia, donde ha sido clasificado
como caño pattern (Parsons y Bowen 1966 : 329).
4. Patrones lineares
Otro patrón orientado es el que corresponde a camellones largos
y angostos generalmente paralelos entre sí, y cuyo largo puede
alcanzar hasta 400 o 500 metros (ver fig. 2c). Los ejes largos,
generalmente forman ángulos rectos con la línea formada por el
encuentro de las laderas de los cerros con la planicie. En la penín-
sula de Capachica cerca de Desaguadero y cerca de la hacienda
Machacmarca, estos campos lineares están en la parte más baja
de las tierras, debajo de la empinada ladera de los cerros donde
unas angostas andenerías indican que el lugar fue ocupado por
CAMELLONES JUNTO AL TITICACA 35
mucho tiempo y explotado de manera intensiva. Casas y tierras de
cultivo están generalmente ubicadas al final de la ladera, y puede
ser que estos camellones largos y angostos, que a menudo terminan
donde la ladera comienza a subir, representen una extensión hacia
la llanura de chacras lineares que se alargaban desde los andenes
de los cerros a través de las tierras marginales, hasta la zona pan-
tanosa abajo. De las mediciones hechas en 206 muestras en la zona
de Pomata, el ancho de los camellones resulta ser en promedio
8.7 metros.
5. Patrón "escalera"
A lo largo de la orilla sur del lago Titicaca, especialmente cerca
de Pomata, se encuentra un tipo diferente de camellones que no
aparece más al norte (ver figs. 2d y 9 ) . El ancho de los camello-
nes es con frecuencia mayor que en otras partes, con un promedio
de 15 a 2? metros, aunque en algunos casos alcanza los 35 metros.
El largo (en este caso el ancho de la "escalera") es variable, aun-
que en general oscila entre 30 y 70 metros, y el promedio de 48
mediciones resultó ser 56 metros. A veces los camellones son tan
anchos en relación con su largo, que parecen plataformas aproxi-
madamente cuadradas o rectangulares. Al medir un conjunto
de grupos de camellones, se obtuvo un promedio de 45 metros de
ancho. El rasgo distintivo de este patrón es la disposición de los
camellones —o plataformas— en figuras alargadas en forma de
escalera. Unos grupos paralelos de "escaleras" están separados por
surcos y, en ciertos casos, por paredes de adobe o de piedra, aunque
muchas de las paredes atraviesan cortando los camellones de mane-
ra oue hace suponer hayan sido construidas después que los came-
llones. En la zona de Pomata se pueden ver antiguos campos
dispuestos en forma de escalera sobre las andenerías que trepan
las laderas escarpadas y también sobre las tierras altas oue presen-
tan un menor declive. Entonces la disposición de los camellones,
según el patrón de escalera en las planicies sujetas a inundaciones
periódicas, podría representar simplemente la adaptación al llano
de unas prácticas de división de las tierras adoptadas en las zonas
altas. Si es así, la construcción de camellones puede haber sido
aproximadamente contemporánea a la creación de antiguos patro-
nes de campos, tan típicos de esta zona, en las laderas y las cumbres
de los cerros. En la zona de Pomata los modernos linderos de las
chacras y las zanjas de drenaje cortan los patrones antiguos de los
campos de manera discordante, aunque también se notan restos
de los antiguos linderos de las chacras, rectilíneos pero sin función
alguna en los patrones modernos de utilización de la tierra, v que
sí están de acuerdo con los antiguos patrones de camellones.
36 SMITH, DENEVAN, HAMILTON
6. Campos peinados de Aygachi (ver fig. 2e).
Finalmente hay otro tipo de patrón que no encaja fácilmente
en la clasificación que hemos adoptado al principio. En Aygachi
(Bolivia), se encuentran unos camellones largos, aproximadamente
paralelos y curvilíneos, con frecuencia bastante angostos (2 a 6 me-
tros de ancho) y reunidos en haces de 5 hasta 35 hileras. Su largo es
muy variable, desde 20 hasta 150 metros. Algunos de los camello-
nes convergen hasta cegar completamente los surcos intercalados,
dando la impresión de un modelo de horquilla. El aspecto general
de la zona es, sin embargo, en cierto modo muy parecido al que
presentan las "chacras peinadas" descritas por Parsons y Bowen
(1966) en Colombia.
Metros
f 1000
Yaraas
Líneas de crestas
Quiebra de talud
Caminos modernos o vías
carrozales "
Muros oe piedra — — .
Vfas pavimentadas , •
Rasgos lineales en
terreno pantanoso
Rumas de piedra
Represas
POSDATA
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Fig. 5. Camellones de cimas redondeadas cerca de Huata.
al sureste de Juliaca.
Fig. 6. Dos camellones anchos y de cimas planas, separados por 01» surco angosto.
Unos huachos de origen reciente están sobrepuesto^ en los csmclfonts.
Fie Aerofotografía de grandes campos de camellones de tipo damero abierto cerca de
Reqoefia en el extremo noroeste del lago Titicaca. La mavor parte de los restos de los
a m p o s tienen de 20 a 2 í metros de ancho y de 1 a 2 metros de altura. Julio de
con permiso del Instituto Geográfico Militar. Lima.
Fig. H, Vista terrestre de uno de los grandes campos de camclkmes mostrados en la l'ig. 7,
cetra de IUi|iiefia. Nótese los linrdes erosionados di] camellón v los sedimentos alcalinos en
¡iinlxis- lados II camellón mide aproximadamente 20 m de ancho v más de 100 ni de largo.
Julio de 1066; foto lomada por Williain M IVnevan.
Fig. 9. Aerofotografía de anchos campos de camellones organizados en un
patrón "escalera" cerca de Pomata. Las lineas blancas que atraviesan los
vestigios de los campos son pircas modernas. Agosto de 1955, con permiso
del Instituto Geográfico Militar, Lima.
I ' ¡i». II). Campos <tr eamelloncs contemporáneos barbechados al borde del Cierro Coliana cerca
tli \\t>aclii en el l a d o sureste del lago Tilieaea en Bolivia. Septiembre de l')70;
foto tomada por Oavid 1'reslon
CHACRAS HUNDIDAS Y S U B S I S T E N C I A PREHISPÁNICA
E N LA COSTA D E L P E R Ü
Fig. 1. La costa central del Perú con los principales ríos. El valle de Chilca
no aparece, pero está ubicado entre Lurín y Mala en la costa central. Ei valle
Pescadores se encuentra entre Atico y Ocoña en la costa sur.
— 1 Z^ú^ •
Horizonte Tardío
1 476
Periodo Intermedio Tardfo
1 OOO
Horizonte Medio
SCO
Periodo Intermedio
DC T1 ntímI 11
n rp a1 nCll
n1
^^^
AC
2 0 0
Horizonte Temprano
9 0 0
Periodo Inicial
1 e o o
Precerámico
KMS
Fig. 6. Distribución de las chacras hundidas en los valles de Chilca y de Asia
(Ornas). Las chacras hundidas aparecen como zonas sombreadas.
Fig. 7. Distribución de las chacras hundidas en el valle de Pisco. I.as chacras hundidas aparecen como zonas sombreadas.
67 PARSONS Y PSUTY
Relación de las
1¡cetáreas Hectáreas Tierras regables tierras de chacras
totales de cultivables de actualmente hundidas con las Estado actual de las
Valle chacras hundidas chacras hundidas [en hectáreas] tierras irrigables chacras hundidas
* L a mayoría de las cifras para las tierras irrigadas se t o m a r a s de Robinson ( 1 9 6 4 : 1 6 6 - 1 6 7 ) . Para los valles
Lacramarea, Cliilca y Asia, las tierras actualmente bajo rie'go fueron medidas con planímctro d e los mapas a es-
cala 1: 1 0 0 , 0 0 0 publicados por el Instituto Geográfico Militar de Lima. T o d a s las cifras para el valle Pescadores
son estimadas en base a un rápido reconocimiento del terreno. La parte cultivable del área de chacras hundidas,
se estima generalmente en un 7 0 % del área total (teniendo en cuenta los bordes que las rodean y separan). E n
el caso del valle de Pisco, esta proporción fue reducida al 5 0 % porque aquí las chacras hundidas se presentan
en forma dispersa.
Fig. 8. Moray. Invernadero Grande. Una vista del horizonte norte del sistema observado desde el nivel 3.0 al sur.
CUADRO I Basado en el khipu - memorial de los señores de Hatun íauxa, presentado a la audiencia, Ciudad de Los Reyes, 1561
m IV VI vn vni IX XI XII
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1 2 3 4 5 6 7 s 9 10 11 12 13 14 15 16 17 1$ 19 20 21 22 23 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 31 39 40 41 42 43
30,404 48,989 321,354 1,322 12,404 III 4,733 62 62 a) F. Pizarro, "en ios tambos" de Xauxa,
m) F. Pizarro, "en los tambos** de Xauxa, 589 437 1,275 12,045 29,231 19 2 2,216 12,406 124 1,249 21,563 2,336 2,414 185 3,659 55 1,316 1,231 1,240 200,071
pares 1533
1533
2,118 12,341 b) Tesorero Riquelme, con los que ie
b) Tesorero Riquelme, con los que se 642 132 4 2 7,582 171 371 75 4 745 1,253 1,356 28,076 8,665 12,112 6,145
quedaron, Xauxa, 1533-1534
quedaron, Xauxa, 1533-1534 corderos 1
ch) Después de la campaña contra Quisquis, 200 61 12 6 2,202» 202* 92 6 1,002 115 24,074 1,213 8,915 10,123 1,005 1,500 1JM 120 602 ch) Después de la campaña contra Quisquís,
620 Pizarro recibió
Pizarro recibió corderos
m) Vaca de Castro regresa del Cuzco 81+1 4 80 m) Vaca de Castro regresa del Cuzco
1 762 17 267 210 300 15 25 123 22 450 31 50 2,933 30,541 3,214 1,041 612 60
N«? del Sexo Edad Alto Largo Peso Circunferencia Tipo de Color
animal (cm) (t-'in) (gm) (cm) pelo
CASA A
1 M 5 d 5 13 57 13 llusk'a blanco
2 M 5 d 4 12 57 12 llusk'a blanco
3 M 5 d 4 12 57 12 llusk'a blanco
4 F 5 d ' 5 14 156 13 cliaska amarillo
5 F 1 ni 7 20 227 22 chaska blanco
6 M 1 m 6 22 284 21.5 llusk'a blanco
7 F 2 ni 7 22 227 19 llusk'a blanco/lumio
8 M 2 m 6 21 227 20 llusk'a blanco
9 M 3 m 7 24 369 22 llusk'a blanco/gris
10 F 4 ni 6 21 284 20 cliaska humo
11 M 4 m 6 24 369 23 cbaska humo
12 F 4 m 7 21 369 25 cbaska amarillo
13 F 5 m 7 21 312 23 chaska blanco
14 M 5 in 6 24 340 19 llusk'a blanco/gris
1S M 5 ni 6 20 340 21 llusk'a blanco
16 F 5 ni 7 21 454 24 llusk'a blanco
17 F • ; m 8 23 510 27 llusk'a negro
18 F 6 ra 7 25 425 23 cbaska blanco/amarillo
19 F* 6 m 7 25 482 22 chaska gris
20 F* 12 m 7 24 539 28 chaska blanco
21 F* 12 ui 8 26 680 27.5 cbaska gris/amarillo/blanco
22 !•'• 12 ni 8 26 680 28 chaska negro
23 F • 12 m 9 28 680 29 cbaska blanco
24 F • 12 ni 7 27 680 29.5 llusk'a giis
25 F • 12 ni 7 26 766 29.5 llusk'a humo
26 F • 12 in 9 26 766 34 chaska gris
27 F* 36 m 9 27 879 36 chaska amarillo
CASA B
28 M 2 d 4 11 85 10 k'upa blanco
29 F 2 d 5 13 85 12.5 k'upa blanco
30 F 3 d 4 10 85 10 llusk'a castaño
31 F 3 d 4 12 85 11 llusk'a castaño/blanco
32 M 2 in 5 18 255 17 k'upa blanco
33 F * 6 ni 6 22 482 19 k'upa castaño/blanco
34 F • 6 m 8 22 539 23 llusk'a blanco
35 M 6-7 m 7 26 482 23 k'upa blanco
36 F * 12 Ul 8 24 567 23 k'upa blanco
CASA C
37 M 2 111 5 18 227 15 llusk'a gris/patas blancas
38 F 2 m 5 19 284 17 llusk'a negro
39 M 2 ni 6 20 284 17 suru gris
40 M 2 ni 6 18 369 19 llusk'a negro/patas blancas
41 F 2 ni 6 20 425 21 suru negro
42 F* 9 m 7 20 680 30 llusk'a negro/blanco
43 F * 9 ni 8 26 822 31 suru gris
CASA O
44 F 14 d 5 17 170 14 llusk'a blanco
45 F 1 ni 6 20 227 18 llusk'a blanco
46 F 1 ni 6 20 284 19 llusk'a blanco
47 F 1 ni 7 22 454 23 llusk'a blanco
48 F 2 ni 7 21 397 22.5 llusk'a blanco
49 F 2 m 7 22 567 24 llusk'a blanco
CASA E
50 F 1 ni 5 17 199 17 chaska pardo
51 M 1 ni 5 18 213 17 chaska blanco/castaño
52 M 1 ni 5 15 213 18 chaska blanco/castaño
53 F • 4 ni 7 22 624 28 chaska blanco/castaño
54 F* 12 m 7 20 652 29 chaska blanco/castaño
CASA F
55 M 2-3 ni 7 22 424 20 chaska blanco/amarillo
56 F* 2-3 ni 6 21 496 24 chaska blanco/amarillo
57 F* 3 m 6 22 596 26 llusk'a blanco
CASA C
58 M 5 ni 7 20 496 20.5 k'upa blanco
59 F • 5 Ul 8 20 567 26 k'upa blanco/gris
60 F 7 m 9 29 766 26.5 chaska blanco
zonas altitudinales
í f í t W m
do producción
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3,990
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3,300
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• ••••• w-e . O O O O O Pastoreo de alpaca» y llamas Z300nt7 Primero, asgundo y torcer aporque | illllllllülllllll Barbecho Luna llena
segunda, tercera y cuarta semana de cada mes Nota: La escala en metros para cada zona altltudlnal ea diferente.
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66 PARSONS Y PSUTY
Pueblo iie
chacras huniüidas
Chilca
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Las excavaciones
F E C H A S DF, M U E S T R A S KADIOCARBÓNICAS
Procedencia I',d.ul
Técnicas de construcción
Los grandes cortes que practicamos a través de 15 bordes de
chacras hundidas a lo largo de toda la zona, indican de manera
concluyente que aquí las chacras hundidas son completamente
artificiales. Nuestros cortes transversales, visibles en la fig. 12
(Cuadro 3). muestran que grandes masas de tierra (capas S y T
en la fig. 12) se amontonaron encima de un núcleo formado por
una capa dura, preparada expresamente mezclando y apisonando
fuertemente conchas quebradas y arena sedimentaria que a menu-
do contiene abundante carbón. Esta unidad, bastante profunda
y presente en todas las trincheras que excavamos transversalmente
a los bordes, sirvió al parecer para estabilizar la tierra más suelta
amontonada arriba. El aspecto de ésta, sugiere que se habría
acumulado en el lugar donde se había sacado afuera durante la
excavación original de la chacra hundida.
Calculamos que durante la excavación de las casi 610 ha. de
chacras hundidas de Chilca, se removieron aproximadamente 5
millones de metros cúbicos de tierra.
Unos cuantos pequeños lentes de ceniza, presentes en la mayoría
de nuestros cortes, pueden ser evidencia de actividades humanas
como la cocción de alimentos durante la construcción de las
chacras.
Los lentes de arena gris, de espesor mediano y ancho variable
presentes en todos nuestros cortes (p.e. Unidad Ñ, fig. 12), repre-
sentan probablemente depósitos de arena traída por el viento
desde la plava o de las dunas y depositada en pequeñas depre-
siones o a sotavento de la cresta.
La mavorí?. de las chacras hundidas de Chilca fueran excavadas
en depósitos aluviales formados esencialmente por arena de fina a
mediana con algunos lentes de limo. Pensamos que una capa hori-
zontal dura, blanco-grisácea (indicada con X en la fig. 12 y que
aparece en la fotografía del corte en la fig. 13), indica la superficie
original de la chacra hundida. Esta capa, presente en todos nuestros
cortes transversales, está formada por sales de calcio, aparente-
mente depositados por el movimiento ascendente de la humedad
desde niveles más profundos, en los que los depósitos más antiguos
contienen normalmente numerosas conchas de moluscos que viven
en la arena como el Mesodcsma donacium. En todos nuestros cor-
tes, inmediatamente debajo de esta capa dura, encontramos una
78 PARSONS Y PSUTY
CUADRO 3
D E S C R I P C I Ó N D E LAS U N I D A D E S Q U E A P A R E C E N EN
E L P E R F I L IV-H5-C
Unidad Descripción
F Arena de textura mediana, de color pardo claro. Contiene restos dis-
persos de conchas y trozos de carbón/ceniza.
I Parecida a F pero de color más grisáceo.
L Arena de textura mediana de color gris parduzco. Abundantes restos
de conchas, inclusive numerosas valvas enteras (principalmente Me-
sodesma donacium), y considerable cantidad de espinas de pescado.
Contiene terroncitos dispersos de cieno compacto de color tostado.
M Parecida a L pero más compacta y de color pardo claro.
N Arena suelta de color gris y textura mediana. Algunos trozos de con-
chas, principalmente valvas enteras de Mesodcsma donacium.
O Arena compacta de textura mediana a fina, de color pardo claro, con
abundantes restos de conchas (principalmente Mesodcsma donacium).
y unos cuantos pequeños trozos de carbón. Aparecen tantos trozos
como valvas enteras de conchas.
P Arena gris de textura mediana. Contiene pequeños fragmentos de
conchas.
Q Arena compacta de color pardo claro y de textura mediana a fina.
Estéril. Esta capa puede haber servido para estabilizar material acumu-
lado para formar bordos.
Unidad Descripción
R Arcr.a compacta de textura muv fina y color de gris a gris claro sin
manchas ferrosas. Elemento de transición entre S e Y .
S Como Q . pero con numerosos pequeños fragmentos de conchas. Junto
con T , servia probablemente para estabilizar el bordo.
T Pnncipalmente conchas de Mesodcsma donacium (tanto en valvas
enteras como en trozos quebrados con filos cortantes). Contiene tam-
bién una cantidad considerable de carbón. E n una matriz de arena
gns de textura mediana. L a muestra U - 8 8 4 para el análisis radio-
carbónico fue tomada de esta unidad. Junto con S probablemente ser-
via para estabilizar la base del borde.
U Arena gris suelta de textura mediana. Aparte unos pocos fragmentos
de conchas, estéril.
V C e n o duro y compacto, de color pardo claro. Con profundas rajadu-
ra; verticales.
W Lente de arena gris de textura de fina a mediana, que contiene frag-
mentos de carbón y mezclados con cieno de color pardo claro.
X Caoa compacta de carbonato blanco grisáceo en matiz de arena fina
barrosa. Representa probablemente la superficie plantada original-
mente en la chacra hundida. Se nivela en P .
Unidad Descripción
Y Arena gris de textura fina, muy compacta con fuertes manchas ferro-
sas. Se nivela en R . Estéril.
Z Arena gris de textura muy fina con clara estratificación horizontal.
Algunas manchas ferrosas pero m u c h o menos que en Y. Las manchas
sor¡ menos hacia abajo. Se nivela en U . Estéril.
Concreciona carbonato (?)
Fig. 12. Perfil de la excavación IV-I15-C de Chilca. Sección comprendida entre la orilla de
las chacras hundidas a la izquierda y el medio del bordo a la derecha.
80 PARSONS Y PSUTY
Le dieta
Las numerosas muestras de restos animales A- vegetales que reco-
lectamos, se están todavía analizando. Una clasificación preliminar
Fie. 13. Extremo inferior de la excavación I Y - H í - C . Chilca. a la orilhi de
la chacra hundida. La capa blanca representa probablemente la superficie
original de la chacra Í Unidad X en la Fie 1 2 : . La regla ni id. dos metros.
CHACRAS HUNDIDAS Y SUBSISTENCIA 81
de los restos vegetales (comunicación personal de Hugh Cutler,
Barbara Pickersgill, S. G. Stephens y Thomas Whitaker), indica
que el maíz, el algodón, el maní, dos variedades de zapallos (Cucúr-
bita maxima y Cucurbita moschata) y calabazas (Lagenaria), son
entre las más comunes plantas alimenticias encontradas en las
excavaciones de los basurales. Aparentemente los frijoles son bas-
tante escasos, así como pacaes y guavas; parece que no hay paltas,
mientras que lúcumas y ciruelas son bastante comunes.
La clasificación preliminar de los restos óseos animales (comuni-
cación personal de Elizabeth Wing), indica la presencia de una
gran variedad de peces (arenques y anchovetas sobre todo), junto
con lobos marinos, aves del litoral, cuyes, camélidos, venados, diver-
sos roedores y pequeñas lagartijas. Aparecen también diversas
variedades de mariscos (Aíesodesma donacium, Brachidontes pur-
puratus, Mytilus algosus).
CONCLUSIONES
AGRADECIMIENTO
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//
LA INGENIERÍA HIDRAULICA CHIMÜ
C. R. ORTLOFF
Introducción
El canal La Cumbre
El canal La Cumbre en la costa norte del Perú se usa en este
estudio para evaluarla proposición de que las comunidades andinas
poseían conocimientos hidráulicos refinados. Conocido también
como el Canal Intervalle Chicama-Moche, el canal transportó
antiguamente hacia el sur agua desde el rio Chicama hasta la
cuenca del río Moche (fig. 1). En muchos aspectos el canal La
Cumbre constituve un punto culminante en los logros hidráulicos
indígenas, y la estructura debe ser entendida bajo tales términos.
Más de 50 ríos independientes cruzan el desierto peruano y
desembocan en el Pacífico, pero sólo en cinco casos, dos o más
cursos de agua fueron unidos por canales entre valles para formar
asi megasistemas de irrigación. El mavor de tales sistemas era
el de más al norte, el complejo Lambayeque, que conectaba cinco
cuencas (Kosok 1965). Inmediatamente al sur, estaba el megasis-
tema Chicama-Moche, basado en el canal La Cumbre. Al sur
del río Moche hav tres complejos de valles múltiples: el Forta-
leza-Pativilca-Supe, el Rimac-Chillón, y el Chincha-Pisco separa-
dos por zonas de sistemas dé un solo rio. Sólo los últimos tres
megasistemas están aún en condiciones operacionales.
Al contrario de muchos canales entre valles oue creaban mega-
sistemas, el canal La Cumbre transportaba, pero no distribuía
agua a lo largo de un 40% de su curso a pesar de cruzar por
terreno potencialmente cultivable. Esta característica de trans-
porte en vez de distribución está relacionada con el lugar hacia
donde el canal se dirigía y quienes lo construyeron. El reconoci-
miento v levantamiento de mapas del canal, combinados con la
excavación de 33 cortes transversales, realizados por James Kus
(Kus 1972, 1974), fijan con toda seguridad la construcción del
canal La Cumbre en el Periodo Intermedio Tardío v la materia
94 C. R. ORTLOFF
Fig. 1. Mapa del canal La Cumbre entre tos valles del Chicama y Moche
(cortesía de J. Kus).
INGENIERÍA HIDRAULICA CHIMÚ 95
orgánica asociada ha producido fechas radiocarbónicas entre 1,100
v 1,200 a.C. (Kus 1972). El canal fue construido por los chimú
bajo el imperio chimor y llevaba agua hasta cerca de la capital
imperial, Chan Chan, situada en el lado norte del valle de Moche.
El chimor fue el mayor y último de los estados hidráulicos indí-
genas que surgieron en la costa.
Entre alrededor de 900 a.C. y el tiempo de la incorporación de
los chimú dentro del estado inca, los gobernantes de Chan Chan
formaron un imperio que se extendía desde el sur del Ecuador
hasta el centro del Perú, e incluía bastante más de 6 0 % de todas
las tierras cultivables alguna vez rescatadas a lo largo del desierto
andino (Kosok 1965). Visto en este contexto, el canal Intervalle
debería demostrar a la vez el nivel de los logros tecnológicos alcan-
zados en el diseño de canales abiertos para el transporte de agua,
y reflejar también el nivel del progreso científico que los hidrólo-
gos chimú habían logrado. Por lo tanto, el análisis del sistema
La Cumbre debiera revelar la sofisticación en el diseño técnico
de los constructores, así como posibles estrategias de administra-
ción derivadas de consideraciones sobre su diseño. Después de
una breve descripción del canal, se analizarán algunos detalles
de la técnica de construcción.
Procedimientos de terreno
Los aspectos siguientes del canal La Cumbre fueron estudiados
en los alrededores de la Quebrada de Oso por medio de reconoci-
mientos topográficos. Ésta es un área de topografía quebrada, y
macizas terrazas y estructuras de relleno sostienen el curso de
agua. En algunos lugares el canal ha sufrido modificaciones y
INGENIERÍA HIDRAULICA CHIMÚ 97
reconstrucciones. Las estructuras de soportes y las modificaciones
no son consideradas en este informe, el cual se centra exclusiva-
mente en las características hidráulicas del canal revestido de
piedra tal y como existía antes de su abandono. Anteriormente,
Kus (1972) ha excavado perfiles a través del canal y de su embau-
camiento a lo largo de otras secciones del canal La Cumbre. Su
informe proporcionó información de fondo para el reconocimiento
de la sección Quebrada de Oso. En esta sección el canal está
en general bien preservado y considerable información puede ser
recolectada sin excavaciones. Cuando era necesario, se retiró arena
eólica suelta para permitir mediciones de la geometría de la super-
ficie del canal hasta la capa de sedimientos más reciente; sin
embargo, no fueron excavados perfiles para determinar los diseños
geométricos más antiguos del canal.
El reconocimiento y registro de información comenzaron en
el extremo norte del ahora destruido acueducto que cruzaba la
quebrada. Aquí fue establecido un hito de referencia "cero" (ver
punto L = 0 en la fig. 1). Prosiguiendo corriente arriba, se
registraron las lecturas correspondientes a pendientes del lecho
(i b ), ancho del fondo del canal ( B ) , pendiente de la pared ( Z ) ,
y factor de rugosidad Manning de la pared (n) 1 a intervalos
de aproximadamente 50 m (cuadro i), donde existían estructuras
especiales o poco comunes (drenajes sumidero, cambios en la
rugosidad de la pared, cambios locales en la geometría del canal,
etc.) el intervalo de medición de 50 m era reducido, y se regis-
traban los detalles de las estructuras. Siguiendo este procedimien-
to, fue reconocida corriente arriba de la estación de referencia
cero una extensión de 1605 m del canal La Cumbre.
Después de completar en el terreno la determinación de la
pendiente del lecho, la forma de la sección transversal del canal,
el factor de rugosidad Manning, y la pendiente de la pared late-
ral, se empleó un procedimiento de cálculo por extrapolación
(Chow 1959, Henderson 1966) 2 para predecir la altura del agua
Í H G L ) dentro del canal. Comenzando con un caudal inicial
estimado ( Q ) , era calculada la HGL. En los lugares donde la
altura del agua calculada sobrepasa la altura de la pared preser-
vada del canal, se hacía otra estimación de O y los cálculos comen-
CUADRO I
P A R A M E T R O S D E L CANAL LA C U M B R E
Resultados
¡b 1
0.15 mm), indicando que existe un lecho estable y que, una vez
que el depósito ya ha tenido lugar, no está ocurriendo un desla-
ve que podría poner sedimentos nuevamente en suspensión. Aquí
v* es la velocidad de fricción, v la viscosidad cinemática del agua,
v Re * el número de Reynolds (ver glosario para la definición
de v * ) .
El valor de Q máximo calculado para el canal Intervalle es, en
L = 0, 4.67 mVs. La figura 4 representa hidrógrafos de los nos
Chicama, Moche y Virú, es decir el caudal del rio en función del
mes. El área con achurado diagonal representa en el gráfico el
caudal sustraído del Chicama y adicionado al suministro de agua
del valle de Moche (el caudal del Moche es indicado por el area
Fig. 4. Hidrógrafos de los ríos Chicama, Moche y Virú en función del mes.
INGENIERÍA HIDRAULICA CHIMÚ 107
con achurado horizontal). El primer efecto notorio de la entrega
de aguas del canal Intervalle es una extensión de cerca de 3 meses
del periodo de cultivo en la cercanía de Chan Chan. 3 Por ejemplo,
si a mediados de diciembre, cuando el caudal del Moche es del
orden de 7 nrVs, todo el caudal del río Chicama es efectivamen-
te llevado a alimentar al Moche, el valle del Moche dispone de
11.67 m3/s ( O ) . Este caudal estaría disponible para el valle del
Moche utilizando sólo aguas del Moche recién a mediados de ene-
ro, de modo que la siembra que debería ser efectuada entonces
podría ser adelantada un mes gracias a la incorporación de las
aguas del canal Intervalle. Análogamente, el caudal del río Moche
a mediados de mayo, una vez incrementado por las aguas del canal
Intervalle, da un caudal total igual a aquél del río Moche a media-
dos de abril, al final de la temporada de crecimiento. Si todas las
aguas del Chicama son usadas en junio, entonces por lo menos el
caudal de agua obtenido a mediados de mayo del Moche solamen-
te, puede ser mantenido. Por lo tanto, la tasa de producción agríco-
la de mediados de mayo utilizando solamente aguas del Moche
puede ser sostenida al mismo nivel con aguas del canal Intervalle
por dos meses más (durante este tiempo el caudal del Moche cae
a niveles insuficientes para la agricultura). Análogamente, la tasa
de producción agrícola de mediados de enero en el valle del Moche
puede ser iniciada a mediados de diciembre gracias a la incorpora-
ción de las aguas del canal Inten-alle. Durante la época de cre-
cimiento máximo, en el mes de marzo, existe un 1 5 % de incremen-
to en el caudal disponible en el valle del Moche proveniente de
aguas del canal Intervalle: éste estaba indudablemente destinado
a ambiciosos planes para la expansión de los campos de cultivo
tanto en la región del río Seco como en la pampa Huanchaco.
Cálculos preliminares basados en excavaciones del canal de Huan-
chaco indican por el momento que la capacidad de flujo desde el
canal Intervalle (asumiendo una eficiencia de entrega de un 60 K
desde L = 0 hasta el punto A, fig. 1) más el flujo del C M E Yin-
chansao es igual al flujo de entrada total del Huanchaco al menos
una vez durante la historia del canal Huanchaco (ver Parte I I de
este artículo).
Las gráficas que aparecen en la figura 4 representan los prome-
dios durante 40 años recientes de los valores O máximos y míni-
mos. Durante este periodo de tiempo, han ocurrido desviaciones
del valor medio igual a 3 desviaciones estándar en 2.5% de los
Resumen
Debido a que el canal Intervalle parece estar diseñado con
conocimiento de la pendiente crítica para transportar un caudal
de agua dado de manera óptima, se puede suponer que un recono-
cimiento topográfico y un cálculo extensivo intervinieron en el
diseño. Esto implica que variables tales como la altura absoluta
sobre el nivel del mar en la toma ubicada en el valle del Chicama
y el punto de descarga en el valle del Moche eran conocidas y
que mediciones de pendientes menores que 30' eran cosa de rutina
a lo largo de la extensión del canal. Los cambios de la pendiente
alrededor de la pendiente media crítica, como resultado de varia-
ciones topográficas, producían las contramedidas hidráulicas mas
sofisticadas con el objeto de mantener siempre el flujo en el
canal cerca de su valor crítico. La suma total de estos especializa-
dos conocimientos en técnicas topográficas y de hidráulica revelan
una avanzada sociedad tecnológica; y en realidad, el nivel de
comprensión de las complejas interrelaciones entre rugosidad
de la pared, pendiente del lecho, radio hidráulico, estado sub y
supereritico tal como se muestra en estos sistemas, no fue alcan-
zado hasta finales del siglo xix en Europa y América (Rouse e
Ince 1963; Sprague de Camp 1974). La comprensión de los com-
plejos modos de flujo en canal abierto y sus principios parecen
bien conocidos por los ingenieros chimú tal como muestran sus
técnicas de control y modulación de flujo.
A pesar de que las técnicas y métodos usados por los ingenieros
chimú para diseñar canales están ahora perdidos, está el hecho
de que aun bajo estándares del siglo xx, el sistema La Cumbre
representa el diseño óptimo. Para transportar agua a la velocidad
de 4. 67 m3/s la misma pendiente se escogería hoy en día basán-
dose en las prácticas de la hidráulica moderna. El uso de ib. n, Z
locales y de variaciones en los cortes transversales para regular el
número de Froude alrededor de uno muestra una comprensión
124
INGENIERÍA HIDRAULICA CHIMÚ
tema fue medido con la intención de encerrar áreas con una eleva-
ción menor hacia las cuales pudiera canalizarse agua posterior-
mente. Por ejemplo, la zona encerrada por las secciones j - g -
k del canal forma un área semejante a un plato poco profundo
en la cual hav localizados muchos campos de cultivo. Los ramales
de alimentación k - m y z - 1 corren hacia esta zona y están
soportados en gran parte de su extensión por acueductos con el
objeto de reducir la pendiente y ganar en extensión. Hay campos
de cultivo a ambos lados de f - k así como también a la izquierda
de g-s; numerosos campos se encuentran en la zona entre O - a
y F - E ' tal como veremos más adelante. En el ramal superior
del canal, g - j parece ser una reconstrucción posterior pero tiene
la misma pendiente que el ramal principal a - k. La filosofía de
diseño dirigida a conservar pendientes de —30' parece haber sido
deliberadamente mantenida a lo largo del tiempo.
Ya que casi todo el sistema de Pampa Huanchaco soporta un
flujo subcrítico (para lo cual la profundidad normal es menor que
la profundidad crítica en todas partes), la presencia de pendientes
más suaves corriente abajo y de puntos de constricción hace imposi-
ble que hava incrementos en la elevación de remansos corriente
arriba en lugares no deseados, manteniendo así una altura de flujo
cercana a la profundidad normal. Este hecho permite el uso de l;i
ecuación de Manning para analizar los datos de las secciones trans-
versales del canal con un buen grado de aproximación. Para el caso
de la profundidad normal, el caudal es proporcional a la raíz cuadra-
da de la pendiente del lecho; para cálculos de flujo no uniforme,
el caudal es proporcional a la pérdida de altura por unidad de largo.
Por lo tanto, para el presente análisis se asumirá flujo uniforme
con profundidad normal. Tal como será expuesto en una sección
posterior, el ramal g - j y partes del a - g muestran un revesti-
miento de piedra bien construido. En estas últimas construcciones
(g - j i en las reconstrucciones, los ingenieros chimú parecen
haber dedicado un considerable esfuerzo en aumentar el caudal
de diseño, incrementando el radio hidráulico y disminuyendo la
resistencia al flujo (factor de rugosidad Manning) para los sistemas
de pendiente fija. Esto está indicado por el posterior uso de siste-
mas de canales revestidos con un perímetro mojado bajo en contra-
posición a sistemas anteriores de canales de base ancha y perímetro
mojado grande. Tales sistemas anteriores se encontraron debajo
de muchos de los canales posteriores. En realidad estos sistemas
más antiguos proporcionaban un lecho inferior casi impermeable
para el sistema de canales construidos posteriormente v por lo
tanto reducían las pérdidas de agua por filtración a un mínimo
(Sección I I I ) . Tales tendencias hacia mayores eficiencias del canal
INGENIERÍA HIDRAULICA CHIMÚ 115
pueden ser demostradas observando la geometría del diseño de
los canales revestidos reconstruidos posteriormente, en compara-
ción con las geometrías de diseño anteriores. Como consecuencia
de esta tendencia se maximiza el caudal con una inversión de
trabajo relativamente mínima.
El uso de un instrumento topográfico que incorpore un horizonte
artificial es necesario en la metodología de mediciones topográfi-
cas de canales así como algún método elemental para estimar
elevaciones y ángulos con respecto al horizonte. En vista de que
son imposibles las mediciones directas de elevación absoluta sobre
la superficie del terreno sin alguna elemental noción de trigono-
metría, el autor piensa que los chimú pueden haber empleado un
tipo de trigonometría "pequeño ángulo" para determinar las eleva-
ciones. Hay que recordar que la construcción de un sistema con
pendiente constante de — 30' implica el conocimiento de cómo
medir tal pendiente sobre una extensión total del canal de 25 km.
Se necesitaba un fundamento matemático para tales mediciones.
Considérese que para un círculo de radio R, un elemento de
la circunferencia está dado por R 0 , donde © está en radianes y es
el ángulo polar. Cuando © es pequeño y R es grande, la geometría
se aproxima muchísimo a un triángulo recto de hipotenusa R y
lado opuesto h. En este caso, para 0 pequeño, seno ©° ~ 0 (en
radiantes) de tal modo que R seno 0 ~ R 0 «« h. Admitiendo que
algún conocimiento de estas relaciones empíricas entre longitud
y ángulo existía como resultado de la observación, registro y análi-
sis a lo largo de los 20 siglos de construcción de canales en el valle
del Moche, el diseño de canales y el reconocimiento topográfico
se convierten en un ejercicio que utilizaba estas relaciones matemá-
ticas. Con esta simple relación, una sección de pendiente constan-
te es determinada midiendo una distancia R sobre el terreno, luego
tomando como mira un punto situado sobre un horizonte artificial
v ubicado a una altura h sobre el extremo inferior de una vara sos-
tenida verticalmente a una distancia R del punto de observación.
La pendiente del terreno es entonces © •» h/'R (radianes) con un
alto grado de precisión, cuando h/R es pequeño. La división de
h/R puede ser simplemente lograda contando el número de veces
que la altura de la vara, h, "cabe" en la distancia R. De esta mane-
ra se pueden determinar líneas de pendiente de terreno con ©
constante y así excavar canales con esta pendiente constante.
La sección d - k del canal da indicaciones de la aplicación de
este método. Comenzando desde d, el primer segmento del canal
de 312.5 m tiene una pendiente de — 30'; para los siguientes
375 m, © = 35'; para los siguientes 437.5 m, © = — 55'; y para
los siguientes 875 m, © = — 10'. La disminución de elevación
116 C. R. ORTLOFF
que ocurre a veces a lo largo de la costa peruana entre los meses de diciembre
y febrero. Se trata de una corriente de aguas calientes que sube de las profundi-
dades del océano y fluye en dirección de norte a sur causando en el clima de
la costa perturbaciones que se manifiestan en forma de lluvias intensas y
de breve duración.
INGENIERÍA HIDRAULICA CHIMÚ 125
programa de mantenimiento de canales menos exigente (canal
Intervalle), prevalecieron en el periodo posterior al canal Inter-
valle y que el rediseño de canales se comenzó sobre esta base.
El análisis de los depósitos de sedimentos y estructura geo-
métrica de los revestimientos correspondientes a la Fase I V , o
sea la última secuencia de uso de los canales indican que el
ramal g - f fue excavado para permitir que el flujo de c - g reen-
trara nuevamente al ramal f - k . Este ramal fue excavado con
una pendiente de 1° 30' y parece señalar el abandono de todos
los ramales que, naciendo de g, se dirigían al norte. Grandes
sedimentos de arena eólica parecen separar los perfiles de uso
del canal anterior y posterior desde f hasta E; la región corriente
abajo de este punto ( E a B ) parece haber estado sujeta a un
deslave erosional, de tal modo que las versiones anteriores del
canal se han perdido. Desde B hasta k, múltiples perfiles de
sedimentos aparecen nuevamente. Es interesante notar que ca-
nales construidos durante la fase de reconstrucción tenían aproxi-
madamente el mismo caudal que el sistema Milagro más antiguo.
Se sabía, en base al sistema Milagro anterior que era posible
lograr este caudal; este conocimiento puede haber dado a los
chimú un caudal sobre el cual basar cálculos ingenieriles durante
el diseño del sistema reconstruido. El caudal realmente alcan-
zado en el ramal inferior f - k está dentro del 1 5 % del caudal
del sistema Milagro. El nuevo sistema está ubicado cerca del
sistema Milagro original, por lo tanto no era necesario un reconoci-
miento elaborado del terreno para establecer su practicabilidad.
Este sistema O - g - f - k utilizaba nuevamente aguas del río Moche
tal como lo hacía el sistema Milagro original y por lo tanto señala
el final de las ambiciones de una expansión permanente en el área
de cultivo de Pampa Huanchaco. A pesar de que el agua era
indudablemente sacada del Milagro Superior para irrigar los cam-
pos de Pampa Esperanza, la disminución total en el volumen de
flujo disponible para el sistema Huanchaco representa no obstan-
te una disminución en el suministro de agua a la red de canales
completa.
El canal hasta c-d puede representar la última fase de la cons-
trucción del canal. Esta sección exhibe secciones transversales muy
angostas y efectivamente constriñe el flujo subcrítico a través de él
causando, corriente arriba, una elevación de la altura del flujo
dentro de este canal y activando así estructuras de desagüe a lo
largo de la sección O - a (río Seco) del canal. La figura 6 muestra
una multiplicidad de canales de alimentación en el área del Milagro
Superior; más aún, un pequeño segmento del canal, w - w', hace
fluir agua desde el sistema Milagro Superior al Inferior (quizá un
126 C. R. ORTLOFF
cor oc c • '0
Diámetro ae partícula 'mrr.
Fig. 9. Estructura en el canal p ' - g (fig. 5) para dividir el flujo hacia los
ramales inferior y superior.
Resumen
AGRADECIMIENTO
GLOSARIO
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LA A G R I C U L T U R A D E R I E G O
E N LA S I E R R A C E N T R A L D E LOS A N D E S :
I M P L I C A C I O N E S PARA E L D E S A R R O L L O D E L E S T A D O
WILLIAM P . MITCHELL
INTRODUCCIÓN
SITUACIÓN Y AMBIENTE
CLIMA Y ECOLOGÍA
se conoce como mestizos e indios. Estos términos son poco usados en Quinua
para los que ce usan "vecinos" y "campesinos" (Mitchell 1 9 7 4 a ) .
Figura 2
AGRICULTURA DE RIEGO EN LOS ANDES 141
titud. Dado que se emplea la irrigación para modificar los efectos
de estas fuerzas naturales, es preciso discutirlas brevemente.
Quinua tiene dos estaciones principales: la estación de lluvia
y la estación de seca. Las lluvias comienzan gradualmente en
septiembre u octubre y su intensidad aumenta hasta alcanzar el
máximo en enero y febrero, después de lo cual disminuyen para
terminar más o menos en abril. La estación seca empieza en
mayo y dura hasta septiembre u octubre (Rivera 1967, 1971:
37-45; véase figura 2). El principio y el fin de cada estación
varía de año en año. La cantidad de precipitación al comienzo
de la estación de lluvias difiere considerablemente de un año
a otro. Las lluvias no son constantes y fuertes hasta diciembre.
Hav distintos periodos secos que ocurren también en plena es-
tación de lluvia.
La temperatura varia con las estaciones (véase Cuadro I ) . La
estación de seca, sobre todo en junio y julio, es el periodo de
más frío, y algunas veces en estos meses se forma una escarcha
CUADRO I
T E M P E R A T U R A S M E D I A S E N LA C I U D A D D E A Y A C U C H O 1 9 6 2 - 1 9 6 6
(Datos de Rivera 1967)
Temperaturas en Centígrados
Temperaturas Máximas Mínimas
Medias Mensuales Absolutas Absolutas
E L SISTEMA DE RIEGO
SISTEMAS DE RIEGO DE
• MANAN SAYOC y LURiN SAYOC
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l-'igura 4
AGRICULTURA DE RIEGO EN LOS ANDES 145
ancho, y entre 25 y 100 cms de profundidad. Cada sistema se
extiende por varios kilómetros y sirve a varios pagos.
El sistema de las acequias de los dos barrios comienza en el
bosque húmedo. La región de los campos regados es la sabana;
se irnga la mayoría de los campos en esta zona. Las pocas excep-
ciones las constituyen los campos situados demasiado alto para
que les llegue el agua. Por lo general, las acequias corren a lo
largo de un camino estrecho. En la parte alta del sistema hay
pocos canales ramales. Sin embargo, en el área de los campos de
cultivo, hay un gran número de canales secundarios. Estas acequias
menores, que no se indican en la figura 4, siguen los linderos de
los campos. Generalmente permanecen secas y sólo se emplean
cuando se riega un campo en particular.
Existen varios estanques que se utilizan para almacenar el agua
para la irrigación. Por la noche se llenan los dos estanques mayores,
colocados un poco más arriba del pueblo central. Durante el día,
cuando se riegan los campos, se puede obtener el agua del estan-
que, o directamente de la acequia principal, o combinando los dos
recursos. Es preferible usar el estanque porque provee más agua.
El área alrededor del pueblo central y los estanques está cubier-
ta por una red de acequias menores que no aparecen en la figura 4.
Son estos canales pequeños los que permiten que se use individual-
mente el agua del estanque y de las acequias. Además, hay ace-
quias de alimentación que unen ambos sistemas de riego en esta
área. Estas acequias permiten que el agua se desvíe de un sistema
a otro. Sin embargo, pocas veces se comparte el agua a causa de
la oposición comunal. En el pasado decenio, fue construida una
acequia de alimentación adicional, que trae el agua de Hanan
Sayoc, del pueblo central, al sistema Lurin Sayoc en Uqi Rumi.
La desviación original del agua de Hanan Sayoc causó bastante
oposición en el barrio, pero poco a poco ésta desapareció. Actual-
mente se utiliza a menudo la acequia de alimentación para dar
el agua de Hanan Sayoc a Murunkancha y a dos haciendas cerca
de Huari, sitios tradicionalmente servidos por el sistema Lurin
Sayoc.
Se emplea un sistema sencillo de compuertas. Al comienzo del
sistema Lurin Sayoc, se desvía el agua del río a las acequias por
medio de una represa pequeña. Esta represa, parecida a las que
describieron Woodbury y Neely (1972) en el valle de Tehuacán,
México, se extiende en parte dentro del río, y está hecha de piedra
y terrón. Se puede modificar fácilmente el tamaño de la represa.
La regulación del agua es sumamente importante para la preser-
vación de las acequias, porque un caudal demasiado grande las
destruiría. Dentro del sistema de acequias, el agua es desviada de
WIIXIAM P. MITCHELL
EL RIEGO Y LA AGRICULTURA
a) Se prolonga el tiem-
po de crecimiento
de las plantas de
larga maduración pa-
ra permitir la siem-
bra antes de que co-
miencen a caer las
lluvias
b ) Se previene podre-
dumbre en las raicei
inmaduras
Figura 5
5 Los varayoc son autoridades políticas rurales que fueron muv comunes
a través de los Andes peruanos. Están identificados comunmente con el status
de "indio" y los ciudadanos los emplearon para hacer cumplir las decisiones
de los oficiales del pueblo. Además, cumplen ciertas funciones políticas y
ceremoniales como la distribución del agua de riego para los campesinos
mismos. Principalmente, a causa de su identificación con la condición de
"indio" desaparecen de la mayor parte del Perú.
152 WUXIAM P. MITCHELL
I N F O R M E S O B R E LOS R I E G O S E N P U E B L O S C O N T E M P O R Á N E O S
D E LA S I E R R A P E R U A N A
ción. Este concepto tiene el respaldo del cronista Pachacuti (s. f.:
76), que relata que Hurin Cusco y Hanan Cusco tomaron su nom-
bre de los manantiales llamados Hurinchacan y Hananchacan
(véase también el cronista Murúa, 1962: 39).
DISCUSIÓN
AGRADECIMIENTO
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