Professional Documents
Culture Documents
RESUMEN
Este trabajo trata de determinar las características propias, que deben tener
tanto las rocas ígneas, sedimentarias y metamórficas, para el uso en la
industria de la construcción, especialmente las rocas ígneas y las
metamórficas, pues las rocas sedimentarias debido a su amplia utilización se
tratara más adelante. Por tanto y de acuerdo con las características de las
rocas a emplearse, se divide en dos grupos:
1) Rocas para Construcciones, y
2) Rocas para Revestimientos y Ornamentales.
Se destacan como factores prioritarios, los caracteres texturales,
mineralógicos y de integración petrográfica. Se hace notar la importancia
que tienen los estudios petrográficos para verificar las características petro-
texturales de las rocas, independientemente de otros ensayos que
determinan propiedades tales como, resistencia al desgaste, a la
compresión, al corte, etc.
Debido a las diferentes composiciones mineralógicas de las rocas ígneas y
metamórficas, y la gran superficie que aflora en la corteza terrestre, el
trabajo esta dirigido a resaltar las propiedades físicas, químicas, texturales y
estructurales de dichas rocas, con la finalidad de determinar su uso en la
industria de la construcción.
INTRODUCCIÓN
Con el nombre de rocas de aplicación se agrupan en forma genérica, una
amplia variedad de ellas, que de acuerdo con su composición, coherencia,
estado de conservación y textura, pueden ser empleadas en obras civiles e
hidráulicas, y como ornamentaciones.
Asimismo y en forma explícita, se tratara la presencia negativa de algunos
tipos de cemento de las areniscas, sin llegar a tratar por separado los
defectos o virtudes de estos tipos de rocas.
1º) Texturales:
Las rocas deberán carecer en lo posible de texturas Planares
(esquistosa, gnéisica, foliada) propias de rocas tales como esquistos,
pizarras, gneis, migmatitas, etc.
1
No obstante esta particularidad negativa de las texturas y estructuras
planas, esta puede subsanarse cuando estos tipos de rocas
presenten fracturas de carácter cúbico, así podrían ser empleadas en
sustitución de otras rocas con propiedades físicas más apropiadas, si
su yacimiento estuviera en una situación de distancia más ventajosa
con relación al mejor tipo de roca
Los enrocados con rocas metamorfitas esquistosas, también trae
problemas de estabilidad, debido a la composición mineralógica de
las mismas y sería posible algún tipo de movimiento o deslizamiento,
provocado por el peso de carga que actúe sobre los niveles inferiores,
para provocar inestabilidad.
Las rocas de textura granular tipo granito o del clan granito, son más
apropiadas que las esquistosas para ser empleadas en distintas obras
de ingeniería; ejemplos clásicos de rocas con estos tipos de texturas
son los granitos, dioritas, tonalitas, gabros, etc. La distribución
adecuadamente homogénea de sus componentes, de su textura, da
lugar que su empleo en las todo tipo de obras presenten confianza.
Esta propiedad no sólo es favorable para evitar posibles movimientos,
sino porque merced a la misma, tiene lugar entre sus fragmentos un
ensamblado más fuerte, de elevada coherencia en las mezclas en que
son empleadas estos tipos de rocas.
Estas rocas con estructuras y texturas de notable homogeneidad, son
convenientes para su utilización en pantallas naturales de diques,
bocatomas, caminos, enrocados, defensas, etc. así como en la
elaboración de hormigón e inclusive para fabricación de arenas para
construcciones, como también balasto.
Además de los caracteres estructurales y texturales, se debe tener en
cuenta la composición de las rocas ígneas en general y volcánicas en
particular, la presencia de minerales tales como vidrio volcánico,
ópalo, calcedonia y los que frecuentemente son individualizados co-
mo minerales expansivos, de los cuales se tiene a la saponita (D: 1½
a 2. Densidad 2,30 g/cm3 ), bentonita, celadonita (D: 2. Densidad 3,00
g/cm3. , grifita, etc.
Debido a su fácil poder de reacción y/o transformación, a estos mine-
rales se los debe considerar como materiales no aptos, ya que su
presencia en proporciones inferiores a un 40% en algunos casos y
mayores a un 30% en otros, no permiten el empleo de las rocas que
los contienen. La presencia de tales componentes mineralógicos
permite su uso con cautela.
2
a) Aquí, debemos considerar aquellas rocas que independientemente a su origen
y textura contengan minerales inestables como ópalo y calcedonia.
El ópalo en aquellas mezclas en que se encuentra incorporado como estéril,
puede transformarse en un agente activo al modificar su volumen y
consistencia al deshidratarse, o reaccionar químicamente con los compo-
nentes activos del cemento (arcillas).
Cuando actúa como estéril en la base de carpetas asfálticas, o como in-
tegrando el hormigón en obras viales, resulta un elemento negativo por su
elevada dureza, y alta fragilidad; esta última cualidad provoca una serie de
fisuras que se transmiten a la carpeta de rodamiento, provocando su res-
quebrajamiento progresivo. Ello permite con el tiempo, la formación de fisuras
por las que penetrara agua, la que provocará, de acuerdo con la forma de
actuar, un deterioro definitivo.
Menos frágil pero más propenso de reaccionar con el cemento del hormigón,
es la calcedonia; por lo tanto tampoco resulta un componente apto en
cualquiera de las ramas de la construcción, si su porcentaje es lo suficien-
temente elevado como para perjudicar las mezclas en las cuales se encuentra
incorporada. Se estima que más de un 40% de calcedonia puede resultar
pernicioso.
b) Trataremos aquí los minerales habitualmente reconocidos como expansivos.
Entre los más perjudiciales para la estabilidad de las rocas en que se en-
cuentran alojados, actuando ya sea como parte fundamental en la consti-
tución de las mismas o como integrantes secundarios o accesorios, debemos
considerar entre otros al vidrio volcánico; su presencia en vulcanitas, ignim-
britas (sillar) y tobas, frecuentemente es común y representa un factor de
inestabilidad para estos tipos de rocas El factor de inestabilidad se manifiesta
cuando la proporción varía entre un 40% y 50%.
Mediante el proceso de desvitrificación, que se produce por la influencia de
varios procesos, como la alteración meteórica, hidrotermal e influencia del
metasomatismo de contactos, da lugar a la formación de minerales tales
como: sílice criptocristalina, cuarzo, feldespato potásico y óxidos de hierro; en
estos casos no se ve afectado el grado de estabilidad de la roca, no
importando para ello el volumen que puedan adquirir los minerales derivados
de la desvitrificacion.
3º) Tectónicas
Si bien no ejercen una influencia directa sobre la litología en que tuvieron
lugar, pueden haber afectado a las formaciones rocosas por los siguientes
motivos:
a) Diaclasas, fracturas, lineamientos y zonas de fallas que afectan la tenacidad y
homogeneidad de las rocas que se pretenden cortar en bloques; los ejemplos
más frecuentes que pueden reconocerse de estas alteraciones estructurales,
pueden ser reconocidas en mármoles, rocas graníticas y basálticas cuando
deben ser preparadas en placas para revestimientos.
b) Formación de material de molimiento conocido con el nombre de "jaboncillo
de falla" que resta tenacidad a las paredes de las rocas así afectadas; como
máxima expresión de este proceso de cataclasis se forman las filonítas.
3
4º) Metamórficas
Las formaciones metamórficas, además de tener texturas esquistosas como
rasgo distintivo, se destacan por la orientación de sus componentes, los que
pueden adquirir por cataclasis (metamorfismo de dislocación) aplanamiento
y orientación de les mismos por alargamiento.
Estos molimientos y -alargamientos deformantes, transfieren a la textura
caracteres nodulosos. Estas rocas son identificadas como milonitas; siendo el
extremo más desarrollado del metamorfismo de dislocación las cataclasitas.
Si bien estas rocas podrían mostrar caracteres ornamentales interesantes,
sólo es aconsejable su empleo en determinados revestimientos de interiores
por la propensión de estas rocas a ser afectadas por los agentes at-
mosféricos.
CONSTRUCCIONES
1.1 Obras civiles (diques, puentes, edificios en general).
Podemos afirmar que este grupo abarca la mayor variedad de rocas en la
industria de la construcción y afines. Como se podrá apreciar hay una gran
semejanza en los materiales pétreos que se emplean en las construcciones
civiles en general, en las obras viales y en los enrocados.
Si bien los sub-grupos 1.2 y 1.3 son aparentemente distintos, en la práctica
se ha demostrado que hay gran similitud en el material pétreo empleado en
distintos tipos de mezclas para construir las diferentes estructuras que
integran la obra.
4
Como factores excluyentes para su empleo en este grupo, se consideran a
las rocas alteradas (por lo menos verificadas al microscopio), tener fisuras
hasta microfisuras y con texturas esquistosas.
En muchas circunstancias, cuando no se dispone de rocas apropiadas a
distancias económicamente ventajosas de la obra, y se cuenta en los alrede-
dores de la misma con otra roca que por su costo de extracción, puede sus-
tituir al material más apropiado, puede recurrirse a algún tipo de roca como
arenisca, vulcanita y metamorfita, siempre que su inalterabilidad, textura,
estructura y cubicidad de fractura, se adapten a las exigencias que su uso
requiere. Además se debe tener en cuenta en todos los casos, la convenien-
cia de no contener dichas rocas, minerales expansivos e inestables.
Para ser consideradas rocas aptas como elementos de carga en obras viales,
deben presentar las mismas propiedades que las señaladas para 1.1 Cons-
trucciones civiles.
Cuando algunas variedades de areniscas se ajustan a las exigencias
dadas, ellas pueden ser usadas en estas obras. Se desechan aquellas
variedades, por ejemplo de ortocuarcitas, que tienen un alto
porcentaje de ópalo y calcedonia en su cemento; dichas rocas por los
inconvenientes que tienen estos minerales no son aptas para su uso
en carpetas asfalticas.
Una exigencia fundamental por su conveniencia de los materiales pé-
treos que integran este subgrupo, es tener un fracturamiento con
buena cubicidad y carecer de minerales inestables y expansivos, por
supuesto que estas premisas son independientes al requisito
fundamental de que el 80% de los componentes de las rocas deben
encontrarse inalterados.
Entre las rocas con buenas aptitudes para ser empleadas en este
grupo, además de las graniticas en general, se debe tener en cuenta
a las rocas volcánicas, desde riolitas a basaltos, siempre y cuando
carezcan de amígdalas y diseminados en su pasta, de minerales tales
como saponita, griffitita, celadoníta e inestables como ópalo y
celadonita, o que dichos componentes sean inferiores al 20% de los
constituyentes de dicha roca.
Entre las pruebas a que deben ser sometida una roca, se destacan
los ensayos de moliendas para obtener en su fracturación la mayor
cubicidad posible de sus fragmentos, tambie se debe notar que
cuando se dispone de canteras conocidas y a distancias
económicamente convenientes de una obra vial determinada, la mis-
ma debe ser empleada con éxito en la estabilización de la base
correspondiente a la carpeta de rodamiento.
Este procedimiento también se lo emplea en las carpetas de
hormigón para restar movilidad plástica de fondo, que tiene lugar por
humedicimiento y mojado natural.
5
presencia de estos minerales provocan por la acción de la meteorización
modificaciones volumétricas al tener lugar en ellos los procesos de
expansión y contracción, los que producen en el período comprendido entre
los 60 y 90 días, desintegraciones progresivas de los basaltos expuestos a la
acción de los agentes atmosféricos.
6
los ensayos físicos-mecánicos, no muestran en forma directa el verdadero
grado de alteración y por ende, la verdadera dureza de la muestra ensayada.
De tal suerte, resulta que en los ensayos de desgaste del basalto, el tamaño
del grano, el polvillo producido de los primeros redondeamientos y la
elasticidad de algunos de sus componentes, inciden en la interpretación del
verdadero estado de descomposición de la roca; ello se debe a que el ta-
maño de las partículas mayores y el colchón de polvo, aquí formado, dis-
minuyen el desgaste que tendría que producirse. El resultado señala una
resistencia mayor del rodado, fragmento, etc., que el que su estado de "fres-
cura" realmente tiene.
De esta manera, quedó demostrado ingenieros geólogos y otros, que las
miles de pruebas realizadas especialmente sobre basaltos en agregados
gruesos, a través de más de un década, permite no tomar al pie de la letra
los resultados de los ensayos de Los Ángeles, por no indicar éstos, el
verdadero estado de conservación o de alteración mineralógica de la roca.
REVESTIMIENTOS Y ORNAMENTACIÓN
Este grupo abarca una amplia gama de rocas para revestimiento, que
comprende desde los mármoles, conocidos en este quehacer desde antiguo,
pasando por los granitos y sus variedades conexas hasta involucrar a los ba-
saltos, extendiéndose su aplicabilidad en algunas ocasiones alas anfibolitas
que además de ser un elemento de revestimiento, también se la emplea en la
fabricación de mesadas, baldosas y vanitory.
7
Especial atención debe tenerse en la selección de mármoles para reves-
timientos exteriores, especialmente en localidades que suelen estar expues-
tas a vientos fuertes y frecuentes. Los vientos que por lo general son porta-
dores de partículas de durezas superiores a la de los mármoles, ocasionan
una erosión pausada pero constante a través del tiempo. En esos casos, estos
revestimientos deben ser reemplazados por otros más convenientes, ya sean
naturales o artificiales.
Por otra parte, no todo lo considerado como mármoles con fines comerciales
lo son, de tal manera, algunas dolomitas de color crema y grano grueso y
sobre todo, las aragonitas de la variedad del travertino, son empleadas
erróneamente en algunos revestimientos exteriores.
Las reacciones con el anhídrico carbónico del ambiente, su baja dureza
(inferior a 3 las escalas de Mohs) sumado a su superficie no uniforme, las
oquedades típicas del travertino, los gases de los escapes de los automotores
y diversos factores atmosféricos, inciden en la aceleración de su percudido y
fina mícrogranulación secundaria.
En cambio, ese tipo de efectos corrosivos, aparecen notablemente dis-
minuidos cuando se trata de verdaderos mármoles, es decir de aquellas
calizas que muestran, recristalización, y su textura refleja tos efectos del
metamorfismo soportado mediante sus caracteres granoblásticos. En estos
ejemplos, es posible apreciar una mayor compactación, puesta de manifiesto
en un perfecto ensamblado de sus componentes carentes de espacios vacíos.
El tamaño del grano, particularmente cuando es fino incide favorablemente en
un mejor pulido, como es el caso del mármol de Carrara.
Por lo tanto, queda perfectamente aclarado que los mármoles de reves-
timientos de frentes, de columnas, etc., para que conserven su pulido inalte-
rado, deben tener un grano sano, de tamaño preferentemente fino y hallarse
perfectamente límpido de impurezas.
Deben estar totalmente recristalizados y sobre todo, carecer de espacios
vacíos.
Todas estas exigencias deben ser tenidas en cuenta para evitar los deterioros
señalados.
2.3. Ornamentación
Pueden agruparse aquí todas las variedades de mármoles, a excepción de la
de travertinos, por no tener homogeneidad en su textura.
8
Las rocas más aptas para esta finalidad, son aquellas que tienen un grano fino
y uniforme, inalteradas y carentes de fisuras y oquedades; algo semejante
podemos puntualizar para todas las rocas plutónicas que fueron agrupadas
genéricamente bajo la denominación de “granitos”.
Desde no hace mucho tiempo, dentro del campo de la ornamentación la
bisutería se han incorporado nuevos tipos de roca que por su composición,
caso de los mármoles, yeso, etc., deben ser consideradas como “rocas
mononominerales", nos referirnos particularmente a los mármoles “Onix,
aragonita y rodocrosita, los que están siendo manufacturados en un gran
número de piezas como ornamentaciones y bisutería; un ejemplo de esta
última artesanía, lo constituyen los juegos de ajedrez de "Onix", cuyos
principales importadores son EE.UU., Alemania Occidental y Japón.
CONSIDERACIONES GENERALES
Se ha corroborado que mediante estudios petrográficos, se llegó en forma
exhaustiva a conocer el verdadero estado físico (mineralógico-textural) de una
roca determinada, ello permite en todos los casos clasificar y evaluar los
cambios composicionales y estados físicos-químicos, modificados por el
distinto grado de alteración que puedan tener los componentes: las mo-
dificaciones texturales como consecuencia de fisuras, grietas, etc., producidas
por factores geológicos externos.
Luego de más de una década de investigaciones sobre el tema, se llega a la
conclusión que mediante el control petrológico, no sólo puede verificarse el
estado de alteración de una roca, sino también las diversas modificaciones
que pudieran afectar su estabilidad.
Este control permite seleccionar o también individualizar en la forma más
correcta posible, aquellas rocas que serán sometidas a ensayos físicos.
De esta manera han quedado fehacientemente demostrado, los incon-
venientes señalados para los ensayos físicos-mecánicos, por un lado, además
de poder extender estas experiencias a rocas de composición y texturas si-
milares.
Una vez más quedó demostrada la eficiencia de los métodos petrológicos de
investigación, volcados a problemas de la geología aplicada a la ingeniería.
Recién en la década del setenta, se han afianzado las investigaciones
petrológicas gracias a los problemas por ellas resueltos en las grandes obras
en las que surgieron problemas litológicos, los que sólo fueron posible superar
gracias a dichas investigaciones.
Al realizar esta síntesis de las principales de rocas de aplicación, no debemos
dejar de mencionar a las perlitas y pumicitas.
Ambas rocas volcánicas son tratadas térmicamente a 1,200ºC y mediante
brusco enfriamiento por cicloneado, se consigue aumentar el poder expansivo
de estos minerales, al producirse la rotura de su textura catafilar, teniendo
lugar de esta manera la formación de perlitas expandidas artificialmente.
Este material así procesado es sumamente liviano, de gran uso como aislante
múltiple en la construcción, debido a su muy bajo peso específico, sobre todo
con relación a su importante volumen adquirido artificialmente.
También muchas tobas; por su reducido peso específico y homogeneidad de
su masa, son empleadas en su estado natural como bloques de variado
tamaño (de acuerdo con las circunstancias), en la construcción de viviendas
rurales y galpones.
En resumen, serían muy escasas aquellas rocas (incluyendo las sedimentitas
no consideradas aquí) que por ingenio del hombre o las necesidades propias
del medio ambiente, no tengan una utilidad en el desarrollo de las diversas
industrias que impulsan el progreso de los pueblos.
9
Importancia De La Geología Aplicada En La
Ingeniería Civil.
En ingeniero civil se enfrenta a una gran variedad de problemas, en los que el
conocimiento de la geología es necesario. Indudablemente se aprenderá más
geología en el campo y en la práctica que la que puede enseñarse en las aulas
o en el laboratorio universitario. Pero este aprendizaje será más fácil y más
rápido y su aplicación más eficaz, si en los cursos de ingeniería se han incluido
los principios básico de la geología. Merecen citarse especialmente algunas
ventajas específica, las cuales algunas de ellas se van a desarrollare en el
transcurso del curso.
10
Pozos de punta captación: la mayoría de los problemas de drenaje en los
trabajos de ingeniería civil no tienen la magnitud de otros proyectos. por
fortuna, se dispone de otro medios para madeja el agua freática en trabajos
pequeños. Estos métodos implican el uso de pozos de captación. El sistema se
compone básicamente de una bomba especial y varios pozos de punta de
captación para abatir el nivel de agua freática bajo el nivel de la excavación
más profunda; así el material que se ve a excavarse es comportamiento es
incierto, al sólido; de esta manera se facilita el avance de la excavación y se
elimina los problemas causado por el agua. El control del agua freática en la
obras de construcción urbana, también es de vital importancia, y solo puede
ser efectuado con base en un estricto conocimiento de la capa subyacente
local de una detallada geología urbana.
11
un puente no son realmente “interesantes”. Sin embargo, debe prestarles un
interés más que pasajero, ya que muy menudo el diseño de las cimentaciones
compete al ingeniero estructural responsable del diseño de la
superestructura.
Carreteras: son contadas las obras de ingeniería civil que guardan relación
tan estrechamente con la geología como las carreteras. Se puede esperar que
todo proyecto de carreteras importante encuentre una gran variedad de
condiciones geológicas, puesto que se extienden grandes distancias. Aunque
será extraño que una carretera requiera actividades constructivas en las
profundidades del subsuelo, los cortes que se realizan para lograr las
gradientes uniformes que demandan las autopistas modernas proporcionan
por necesidad una multitud de oportunidades de observar la geología. No sólo
es atractivo para los conductores, sino que también revelan detalles de la
geología local que de otro modo serían desconocidos.
GEOLOGÍA EN EDIFICACIONES
Sino se realizan los estudios del suelo debido la mayoría de las edificaciones
con el tiempo pueden tener problemas los cuales son muy difíciles de reparar
estando ya la edificación terminada. Ahora veremos un ejemplo de la
explotación de canteras para conseguir la piedra para las edificaciones.
Introducción
Conclusión
12
USO DE ROCAS IGNEAS, Y METAMÓRFICAS
EN LA INDUSTRIA DE LA CONSTRUCCIÓN
RESUMEN
Este trabajo trata de determinar las características propias, que deben tener
tanto las rocas ígneas, sedimentarias y metamórficas, para el uso en la
industria de la construcción, especialmente las rocas ígneas y las
metamórficas, pues las rocas sedimentarias debido a su amplia utilización se
tratara más adelante. Por tanto y de acuerdo con las características de las
rocas a emplearse, se divide en dos grupos:
1) Rocas para Construcciones, y
2) Rocas para Revestimientos y Ornamentales.
Se destacan como factores prioritarios, los caracteres texturales,
mineralógicos y de integración petrográfica. Se hace notar la importancia
que tienen los estudios petrográficos para verificar las características petro-
texturales de las rocas, independientemente de otros ensayos que
determinan propiedades tales como, resistencia al desgaste, a la
compresión, al corte, etc.
Debido a las diferentes composiciones mineralógicas de las rocas ígneas y
metamórficas, y la gran superficie que aflora en la corteza terrestre, el
trabajo esta dirigido a resaltar las propiedades físicas, químicas, texturales y
estructurales de dichas rocas, con la finalidad de determinar su uso en la
industria de la construcción.
INTRODUCCIÓN
Con el nombre de rocas de aplicación se agrupan en forma genérica, una
amplia variedad de ellas, que de acuerdo con su composición, coherencia,
estado de conservación y textura, pueden ser empleadas en obras civiles e
hidráulicas, y como ornamentaciones.
Asimismo y en forma explícita, se tratara la presencia negativa de algunos
tipos de cemento de las areniscas, sin llegar a tratar por separado los
defectos o virtudes de estos tipos de rocas.
1º) Texturales:
Las rocas deberán carecer en lo posible de texturas Planares
(esquistosa, gnéisica, foliada) propias de rocas tales como esquistos,
pizarras, gneis, migmatitas, etc.
13
Los enrocados con rocas metamorfitas esquistosas, también trae
problemas de estabilidad, debido a la composición mineralógica de
las mismas y sería posible algún tipo de movimiento o deslizamiento,
provocado por el peso de carga que actúe sobre los niveles inferiores,
para provocar inestabilidad.
Las rocas de textura granular tipo granito o del clan granito, son más
apropiadas que las esquistosas para ser empleadas en distintas obras
de ingeniería; ejemplos clásicos de rocas con estos tipos de texturas
son los granitos, dioritas, tonalitas, gabros, etc. La distribución
adecuadamente homogénea de sus componentes, de su textura, da
lugar que su empleo en las todo tipo de obras presenten confianza.
Esta propiedad no sólo es favorable para evitar posibles movimientos,
sino porque merced a la misma, tiene lugar entre sus fragmentos un
ensamblado más fuerte, de elevada coherencia en las mezclas en que
son empleadas estos tipos de rocas.
Estas rocas con estructuras y texturas de notable homogeneidad, son
convenientes para su utilización en pantallas naturales de diques,
bocatomas, caminos, enrocados, defensas, etc. así como en la
elaboración de hormigón e inclusive para fabricación de arenas para
construcciones, como también balasto.
Además de los caracteres estructurales y texturales, se debe tener en
cuenta la composición de las rocas ígneas en general y volcánicas en
particular, la presencia de minerales tales como vidrio volcánico,
ópalo, calcedonia y los que frecuentemente son individualizados co-
mo minerales expansivos, de los cuales se tiene a la saponita (D: 1½
a 2. Densidad 2,30 g/cm3 ), bentonita, celadonita (D: 2. Densidad 3,00
g/cm3. , grifita, etc.
Debido a su fácil poder de reacción y/o transformación, a estos mine-
rales se los debe considerar como materiales no aptos, ya que su
presencia en proporciones inferiores a un 40% en algunos casos y
mayores a un 30% en otros, no permiten el empleo de las rocas que
los contienen. La presencia de tales componentes mineralógicos
permite su uso con cautela.
14
Cuando actúa como estéril en la base de carpetas asfálticas, o como in-
tegrando el hormigón en obras viales, resulta un elemento negativo por su
elevada dureza, y alta fragilidad; esta última cualidad provoca una serie de
fisuras que se transmiten a la carpeta de rodamiento, provocando su res-
quebrajamiento progresivo. Ello permite con el tiempo, la formación de fisuras
por las que penetrara agua, la que provocará, de acuerdo con la forma de
actuar, un deterioro definitivo.
Menos frágil pero más propenso de reaccionar con el cemento del hormigón,
es la calcedonia; por lo tanto tampoco resulta un componente apto en
cualquiera de las ramas de la construcción, si su porcentaje es lo suficien-
temente elevado como para perjudicar las mezclas en las cuales se encuentra
incorporada. Se estima que más de un 40% de calcedonia puede resultar
pernicioso.
d) Trataremos aquí los minerales habitualmente reconocidos como expansivos.
Entre los más perjudiciales para la estabilidad de las rocas en que se en-
cuentran alojados, actuando ya sea como parte fundamental en la consti-
tución de las mismas o como integrantes secundarios o accesorios, debemos
considerar entre otros al vidrio volcánico; su presencia en vulcanitas, ignim-
britas (sillar) y tobas, frecuentemente es común y representa un factor de
inestabilidad para estos tipos de rocas El factor de inestabilidad se manifiesta
cuando la proporción varía entre un 40% y 50%.
Mediante el proceso de desvitrificación, que se produce por la influencia de
varios procesos, como la alteración meteórica, hidrotermal e influencia del
metasomatismo de contactos, da lugar a la formación de minerales tales
como: sílice criptocristalina, cuarzo, feldespato potásico y óxidos de hierro; en
estos casos no se ve afectado el grado de estabilidad de la roca, no
importando para ello el volumen que puedan adquirir los minerales derivados
de la desvitrificacion.
3º) Tectónicas
Si bien no ejercen una influencia directa sobre la litología en que tuvieron
lugar, pueden haber afectado a las formaciones rocosas por los siguientes
motivos:
c) Diaclasas, fracturas, lineamientos y zonas de fallas que afectan la tenacidad y
homogeneidad de las rocas que se pretenden cortar en bloques; los ejemplos
más frecuentes que pueden reconocerse de estas alteraciones estructurales,
pueden ser reconocidas en mármoles, rocas graníticas y basálticas cuando
deben ser preparadas en placas para revestimientos.
d) Formación de material de molimiento conocido con el nombre de "jaboncillo
de falla" que resta tenacidad a las paredes de las rocas así afectadas; como
máxima expresión de este proceso de cataclasis se forman las filonítas.
4º) Metamórficas
Las formaciones metamórficas, además de tener texturas esquistosas como
rasgo distintivo, se destacan por la orientación de sus componentes, los que
pueden adquirir por cataclasis (metamorfismo de dislocación) aplanamiento
y orientación de les mismos por alargamiento.
15
Estos molimientos y -alargamientos deformantes, transfieren a la textura
caracteres nodulosos. Estas rocas son identificadas como milonitas; siendo el
extremo más desarrollado del metamorfismo de dislocación las cataclasitas.
Si bien estas rocas podrían mostrar caracteres ornamentales interesantes,
sólo es aconsejable su empleo en determinados revestimientos de interiores
por la propensión de estas rocas a ser afectadas por los agentes at-
mosféricos.
CONSTRUCCIONES
1.2 Obras civiles (diques, puentes, edificios en general).
Podemos afirmar que este grupo abarca la mayor variedad de rocas en la
industria de la construcción y afines. Como se podrá apreciar hay una gran
semejanza en los materiales pétreos que se emplean en las construcciones
civiles en general, en las obras viales y en los enrocados.
Si bien los sub-grupos 1.2 y 1.3 son aparentemente distintos, en la práctica
se ha demostrado que hay gran similitud en el material pétreo empleado en
distintos tipos de mezclas para construir las diferentes estructuras que
integran la obra.
16
tituir al material más apropiado, puede recurrirse a algún tipo de roca como
arenisca, vulcanita y metamorfita, siempre que su inalterabilidad, textura,
estructura y cubicidad de fractura, se adapten a las exigencias que su uso
requiere. Además se debe tener en cuenta en todos los casos, la convenien-
cia de no contener dichas rocas, minerales expansivos e inestables.
Para ser consideradas rocas aptas como elementos de carga en obras viales,
deben presentar las mismas propiedades que las señaladas para 1.1 Cons-
trucciones civiles.
Cuando algunas variedades de areniscas se ajustan a las exigencias
dadas, ellas pueden ser usadas en estas obras. Se desechan aquellas
variedades, por ejemplo de ortocuarcitas, que tienen un alto
porcentaje de ópalo y calcedonia en su cemento; dichas rocas por los
inconvenientes que tienen estos minerales no son aptas para su uso
en carpetas asfalticas.
Una exigencia fundamental por su conveniencia de los materiales pé-
treos que integran este subgrupo, es tener un fracturamiento con
buena cubicidad y carecer de minerales inestables y expansivos, por
supuesto que estas premisas son independientes al requisito
fundamental de que el 80% de los componentes de las rocas deben
encontrarse inalterados.
Entre las rocas con buenas aptitudes para ser empleadas en este
grupo, además de las graniticas en general, se debe tener en cuenta
a las rocas volcánicas, desde riolitas a basaltos, siempre y cuando
carezcan de amígdalas y diseminados en su pasta, de minerales tales
como saponita, griffitita, celadoníta e inestables como ópalo y
celadonita, o que dichos componentes sean inferiores al 20% de los
constituyentes de dicha roca.
Entre las pruebas a que deben ser sometida una roca, se destacan
los ensayos de moliendas para obtener en su fracturación la mayor
cubicidad posible de sus fragmentos, tambie se debe notar que
cuando se dispone de canteras conocidas y a distancias
económicamente convenientes de una obra vial determinada, la mis-
ma debe ser empleada con éxito en la estabilización de la base
correspondiente a la carpeta de rodamiento.
Este procedimiento también se lo emplea en las carpetas de
hormigón para restar movilidad plástica de fondo, que tiene lugar por
humedicimiento y mojado natural.
17
Si no se encuentra otro tipo de roca que presenten mejores condiciones y es
el basalto la única roca firme que es posible hallar en muchos kilómetros a la
redonda, se puede utilizar como base para la obtención de los tipos de
arenas necesarios que hicieran falta en obras civiles.
Es tal la uniformidad de la impregnación de celadonita, griffitita en toda la
masa de este basalto, que puede provocar un serio problema, cuando se
vaya a utilizar pues son difíciles de obtener basaltos libres de dicha
contaminación.
La presencia de estos minerales expansivos constituyen un serio problema,
pues provoca por efectos de los ciclajes naturales la desintegración del
basalto expuesto y ya fracturado, si se utilizan como enrocado, porque los
minerales expuesto a variantes naturales son atacados por intemperismo.
18
maño de las partículas mayores y el colchón de polvo, aquí formado, dis-
minuyen el desgaste que tendría que producirse. El resultado señala una
resistencia mayor del rodado, fragmento, etc., que el que su estado de "fres-
cura" realmente tiene.
De esta manera, quedó demostrado ingenieros geólogos y otros, que las
miles de pruebas realizadas especialmente sobre basaltos en agregados
gruesos, a través de más de un década, permite no tomar al pie de la letra
los resultados de los ensayos de Los Ángeles, por no indicar éstos, el
verdadero estado de conservación o de alteración mineralógica de la roca.
REVESTIMIENTOS Y ORNAMENTACIÓN
Este grupo abarca una amplia gama de rocas para revestimiento, que
comprende desde los mármoles, conocidos en este quehacer desde antiguo,
pasando por los granitos y sus variedades conexas hasta involucrar a los ba-
saltos, extendiéndose su aplicabilidad en algunas ocasiones alas anfibolitas
que además de ser un elemento de revestimiento, también se la emplea en la
fabricación de mesadas, baldosas y vanitory.
19
Por otra parte, no todo lo considerado como mármoles con fines comerciales
lo son, de tal manera, algunas dolomitas de color crema y grano grueso y
sobre todo, las aragonitas de la variedad del travertino, son empleadas
erróneamente en algunos revestimientos exteriores.
Las reacciones con el anhídrico carbónico del ambiente, su baja dureza
(inferior a 3 las escalas de Mohs) sumado a su superficie no uniforme, las
oquedades típicas del travertino, los gases de los escapes de los automotores
y diversos factores atmosféricos, inciden en la aceleración de su percudido y
fina mícrogranulación secundaria.
En cambio, ese tipo de efectos corrosivos, aparecen notablemente dis-
minuidos cuando se trata de verdaderos mármoles, es decir de aquellas
calizas que muestran, recristalización, y su textura refleja tos efectos del
metamorfismo soportado mediante sus caracteres granoblásticos. En estos
ejemplos, es posible apreciar una mayor compactación, puesta de manifiesto
en un perfecto ensamblado de sus componentes carentes de espacios vacíos.
El tamaño del grano, particularmente cuando es fino incide favorablemente en
un mejor pulido, como es el caso del mármol de Carrara.
Por lo tanto, queda perfectamente aclarado que los mármoles de reves-
timientos de frentes, de columnas, etc., para que conserven su pulido inalte-
rado, deben tener un grano sano, de tamaño preferentemente fino y hallarse
perfectamente límpido de impurezas.
Deben estar totalmente recristalizados y sobre todo, carecer de espacios
vacíos.
Todas estas exigencias deben ser tenidas en cuenta para evitar los deterioros
señalados.
2.6. Ornamentación
Pueden agruparse aquí todas las variedades de mármoles, a excepción de la
de travertinos, por no tener homogeneidad en su textura.
Las rocas más aptas para esta finalidad, son aquellas que tienen un grano fino
y uniforme, inalteradas y carentes de fisuras y oquedades; algo semejante
podemos puntualizar para todas las rocas plutónicas que fueron agrupadas
genéricamente bajo la denominación de “granitos”.
Desde no hace mucho tiempo, dentro del campo de la ornamentación la
bisutería se han incorporado nuevos tipos de roca que por su composición,
caso de los mármoles, yeso, etc., deben ser consideradas como “rocas
20
mononominerales", nos referirnos particularmente a los mármoles “Onix,
aragonita y rodocrosita, los que están siendo manufacturados en un gran
número de piezas como ornamentaciones y bisutería; un ejemplo de esta
última artesanía, lo constituyen los juegos de ajedrez de "Onix", cuyos
principales importadores son EE.UU., Alemania Occidental y Japón.
CONSIDERACIONES GENERALES
Se ha corroborado que mediante estudios petrográficos, se llegó en forma
exhaustiva a conocer el verdadero estado físico (mineralógico-textural) de una
roca determinada, ello permite en todos los casos clasificar y evaluar los
cambios composicionales y estados físicos-químicos, modificados por el
distinto grado de alteración que puedan tener los componentes: las mo-
dificaciones texturales como consecuencia de fisuras, grietas, etc., producidas
por factores geológicos externos.
Luego de más de una década de investigaciones sobre el tema, se llega a la
conclusión que mediante el control petrológico, no sólo puede verificarse el
estado de alteración de una roca, sino también las diversas modificaciones
que pudieran afectar su estabilidad.
Este control permite seleccionar o también individualizar en la forma más
correcta posible, aquellas rocas que serán sometidas a ensayos físicos.
De esta manera han quedado fehacientemente demostrado, los incon-
venientes señalados para los ensayos físicos-mecánicos, por un lado, además
de poder extender estas experiencias a rocas de composición y texturas si-
milares.
Una vez más quedó demostrada la eficiencia de los métodos petrológicos de
investigación, volcados a problemas de la geología aplicada a la ingeniería.
Recién en la década del setenta, se han afianzado las investigaciones
petrológicas gracias a los problemas por ellas resueltos en las grandes obras
en las que surgieron problemas litológicos, los que sólo fueron posible superar
gracias a dichas investigaciones.
Al realizar esta síntesis de las principales de rocas de aplicación, no debemos
dejar de mencionar a las perlitas y pumicitas.
Ambas rocas volcánicas son tratadas térmicamente a 1,200ºC y mediante
brusco enfriamiento por cicloneado, se consigue aumentar el poder expansivo
de estos minerales, al producirse la rotura de su textura catafilar, teniendo
lugar de esta manera la formación de perlitas expandidas artificialmente.
Este material así procesado es sumamente liviano, de gran uso como aislante
múltiple en la construcción, debido a su muy bajo peso específico, sobre todo
con relación a su importante volumen adquirido artificialmente.
También muchas tobas; por su reducido peso específico y homogeneidad de
su masa, son empleadas en su estado natural como bloques de variado
tamaño (de acuerdo con las circunstancias), en la construcción de viviendas
rurales y galpones.
En resumen, serían muy escasas aquellas rocas (incluyendo las sedimentitas
no consideradas aquí) que por ingenio del hombre o las necesidades propias
del medio ambiente, no tengan una utilidad en el desarrollo de las diversas
industrias que impulsan el progreso de los pueblos.
21