You are on page 1of 115

La nutrición

en frutales
templados

Ricardo David Valdez-Cepeda


Rafael Magallanes-Quintanar
Fidel Blanco-Macías
Jorge B. Retamales

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA AGRARIA ANTONIO NARRO


La nutrición en frutales templados

La nutrición
en frutales
templados

Ricardo David Valdez-Cepeda


Rafael Magallanes-Quintanar
Fidel Blanco-Macías
Jorge B. Retamales

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA AGRARIA ANTONIO NARRO


1
La nutrición en frutales templados

EDITORES
Homero Ramírez Rodríguez
Adalberto Benavides Mendoza
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA AGRARIA Rosa Elia M. Hernández Valencia
ANTONIO NARRO. 2007.

Editado en Buenavista, Saltillo, México

DERECHOS RESERVADOS ©

2
La nutrición en frutales templados

Contenido

Presentación..…………………………………………………………………………6

Estimación de normas (SID-R y CND) y diagnósticos para


corregir desórdenes nutrimentales en plantas

Introducción……………………………………………………………………………..9

Interacciones entre nutrimentos……………………………………………..10

El sistema integrado de diagnóstico-recomendación…………………12


-El modelo del SID-R………………………………………………………………………………….12
-Estimación de normas nutrimentales SID-R………………………………………………12
-Diagnóstico nutrimental con el SID-R………………………………………………………..15

La técnica de diagnóstico de nutrimento compuesto (DN)…………15


-Fundamentos teóricos de la técnica de DNC……………………………………………..16
-Selección de una subpoblación con alto rendimiento………………………………..17
-Diagnóstico nutrimental con la técnica de DNC…………………………………………20
-Ejemplo: normas de diagnóstico de nutrimento compuesto
en nopal (Opuntia ficus-indica)…………………………………………………………………………….20

Literatura citada……………………………………………………………………..39

3
La nutrición en frutales templados

Manejo de la nutrición en frutales

Introducción……………………………………………………………………………43

Elementos esenciales: macro y micro nutrientes………………………44

Influencia de la nutrición mineral……………………………………………..45


- Nutrición mineral y crecimiento……………………………………………………………….46
- Nutrición mineral y rendimiento……………………………………………………………….48
- Nutrición mineral y calidad de fruta………………………………………………………….50

Crecimiento radical………………………………………………………………....53

-Importancia del crecimiento radica…………………………………………………………..53


-Crecimiento radical: plantas anuales
vs. plantas perennes………………………………………………………………………………..55
-Coordinación del crecimiento……………………………………………………………………62
-Factores que afectan crecimiento radical………………………………………………….64
- Disponibilidad de nutrientes………………………………………………………………………………..65
-Manejo del suelo………………………………………………………………………………………………...68
-Temperatura del suelo………………………………………………………………………………………...69

Demanda de nutrientes…………………………………………………………..70
- Elementos y órganos………………………………………………………………………………71
- Factores que afectan la demanda…………………………………………………………..72

Determinación de condición nutricional del huerto…………………..73


- Síntomas visuales…………………………………………………………………………………..73
- Análisis de suelos…………………………………………………………………………………..75

4
La nutrición en frutales templados

- Análisis de tejidos…………………………………………………………………………………..77
- Tests bioquímicos…………………………………………………………………………………..80
- Integración e interpretación de datos……………………………………………………...81

Fertilización…………………………………………………………………………….83
-Determinación de dosis…………………………………………………………………………..84
-Características y consideraciones para su elección y uso………………………….86
-Formas de fertilización: suelo vs.. follaje…………………………………………………..86
- Fertilización foliar……………………………………………………………………………………………….88
-Absorción de nutrientes……………………………………………………………………………90
-Interacción raíz/sustrato………………………………………………………………………….92
-Interacción hoja/solución fertilizante………………………………………………………..95

Estudios de casos……………………………………………………………………96
- Nutrición nitrogenada……………………………………………………………………………..97
-Ciclo de nitrógeno en suelo y planta……………………………………………………………………..97
-Impacto de niveles de nitrógeno en la fisiología de la planta…………………………………99
-Factores que afectan eficiencia de aplicación……………………………………………………100
-Estrategias de nutrición nitrogenada…………………………………………………………………101
- Nutrición de calcio………………………………………………………………………………..102
-Calcio en el suelo y la planta……………………………………………………………………………..103
-Interacción con otros elementos……………………………………………………………………….103
-Calcio: roles, fisiología y efectos de déficit…………………………………………………………104
-Predicción de desordenes fisiológicos: el caso del Bitter pit……………………………….106
-Efecto de aplicaciones de calcio: suelo vs. follaje……………………………………………….108
-Manejo integral de la nutrición de calcio……………………………………………………………109

Literatura citada……………………………………………………………………110

5
La nutrición en frutales templados

Presentación

La fruticultura moderna necesita aplicar una serie de estrategias


técnicas que permitan el máximo aprovechamiento del potencial
genético de que disponen las especies y cultivares establecidos en
las diversas regiones del mundo. Las exigencias entre el mercado
y las normas de calidad que hoy en día imperan en un mundo
globalizado, hacen más atractivo el tema de la producción
frutícola.

La Nutrición Vegetal es una rama ligada directamente a la


producción y calidad de las diferentes especies de frutales
templados, por lo que es indispensable actualizar este concepto
para desarrollar y aplicar nuevas estrategias nutrimentales en el
manejo apropiado de la producción de frutales. En años recientes
se ha demostrado la importancia creciente de las frutas en la
dieta humana, ya que contribuyen a que el hombre tenga una
buena alimentación y, por ende, a que sea saludable.

Esta obra, se escribió con el firme propósito de proporcionar


experiencias de Nutrición Vegetal que permitan al estudiante, al
técnico, al académico y al productor, disponer de información
actualizada transferible a sus diversas actividades relacionadas
con la nutrición de frutales templados. Los autores proporcionan
en cada capítulo su vasta experiencia profesional en los diversos
temas que abordan.

La primera sección de este libro cubre lo relacionado con el


sistema integrado de diagnóstico y recomendaciones, para lo cual
se utiliza el modelo SLD-R; se enriquece con la propuesta del uso

6
La nutrición en frutales templados

de la técnica de diagnóstico de nutrimento compuesto, propia


para estimar normas nutrimentales.

La segunda sección establece el concepto de elemento esencial, al


referirse a macro y micronutrimentos; luego se analiza la parte
fisiológica de los órganos importantes del frutal. En forma
relevante, se determinan acciones y usos de fertilizantes, previos
diagnósticos prácticos de campo. Aquí también se vincula el tema
de la nutrición con otros factores y variables que inciden en los
diferentes procesos y prácticas que puedan modificar el
comportamiento del frutal.

Homero Ramírez Rodríguez

7
La nutrición en frutales templados

Estimación de normas
(SID-R y CND)
y diagnósticos para
corregir desórdenes
nutrimentales en plantas
Ricardo David Valdez-Cepeda1, 2, Rafael Magallanes-Quintanar3,
Fidel Blanco-Macías1

1,2Universidad Autónoma Chapingo, Centro Regional Universitario Centro Norte. Apdo. Postal 196, CP 98001. Zacatecas,
Zac. México. E-mails: vacrida@hotmail.com y fiblama63@hotmail.com

2Universidad Autónoma de Zacatecas, Unidad Académica de Matemáticas. Cuerpo Académico de Sistemas Complejos.
Calzada Solidaridad esq. Paseo La Bufa. CP 98060. Zacatecas, Zac., México.

3UniversidadAutónoma de Zacatecas. Unidad Académica de Ingeniería. Cuerpo Académico de Sistemas Complejos. Ave. R.
López Velarde 801, CP 98060. Zacatecas, Zac., México. E-mail: tiquis@gmail.com

8
La nutrición en frutales templados

Introducción

El uso de los análisis de plantas como herramienta de


diagnóstico nutrimental, principalmente para determinar el
contenido de cenizas, tiene una historia que data de los primeros
años del siglo XVIII. Los especialistas en química que han
trabajado sobre la composición de las plantas, reconocen las
relaciones entre el rendimiento y las concentraciones de los
nutrimentos en los tejidos vegetales (Smith, 1986). Los métodos
cuantitativos para interpretar estas relaciones se han desarrollado
con mucho esfuerzo desde 1936, a partir del trabajo de Macy.
Asimismo, los avances alcanzados en años recientes respecto a la
instrumentación han influenciado el uso de los análisis de las
plantas, sobre todo respecto a la posibilidad de realizar análisis
cuantitativos de muchos elementos; tal es el caso de los
espectrofotómetros. Sin embargo, la interpretación de la
composición química de las hojas o de algún otro tejido vegetal es
difícil, debido a que la planta es el integrador de todos los
factores (Sumner y Boswell, 1981), lo cual significa que el efecto
total se refleja en la composición química de la planta y se
expresa en el rendimiento comercial o biológico.

La composición foliar es más sensible a los cambios del


ambiente que el rendimiento, por lo que su interpretación ha
recibido mucha atención para diagnosticar el estado nutrimental

9
La nutrición en frutales templados

de la planta y realizar recomendación, y así corregir


desórdenes nutrimentales. En este sentido se desarrollaron las
técnicas de valores críticos y rangos de suficiencia; sin embargo,
tales técnicas relacionan únicamente la concentración de algún
elemento mineral con el rendimiento, pero descuidan el principio
de que los rendimientos más altos se obtienen cuando los
nutrimentos y los demás factores responsables del crecimiento se
encuentran en niveles balanceados favorables; es decir, existe la
posibilidad de ausencia de interacciones (aditividad) y de que,
cuando existan, se obtengan respuestas mayores (sinergismos) o
menores (antagonismos) que la suma de los efectos individuales
de los factores (Sumner y Farina, 1986).

Interacciones entre nutrimentos

Debido al papel generalizado y dominante del nitrógeno (N)


y el fósforo (P) como nutrimentos en los fertilizantes inorgánicos,
la interacción N-P es, probablemente, la interacción más
importante desde el punto de vista económico; sin embargo, es
sorprendente que sean menos los reportes sobre esta interacción
en estudios en campo que en invernadero.

Es típico un efecto interactivo N-P sobre el rendimiento


atribuible a que el N induce la absorción de P por la planta
(Terman et al., 1977) y una posible dilución de P (Terman et al.,
1972), pero también se ha evidenciado un efecto estimulador del
P sobre el contenido de N en la planta (Sumner y Farina, 1986).
Por desgracia, los mecanismos involucrados no están bien
entendidos (Sumner y Farina, 1986). Es concluyente que el N

10
La nutrición en frutales templados

tiene un efecto sinergético sobre el contenido de P en las hojas de


maíz y viceversa, así como un efecto interactivo positivo sobre el
rendimiento (Sumner y Farina, 1986).

Cuando hay deficiencias de amonio en maíz (NH4+), la


concentración de potasio (K) se incrementa mientras que la de P
decrece (Clark, 1970), pero las deficiencias de NH4+ son raras y
tienen poco efecto sobre el N total de la planta, ya que son
mínimas las cantidades de NH4+ en la solución del suelo que
requiere la planta y el nitrato (NO3-) puede convertirse en NH4+
vía nitrato reductasa (Clark, 1970).

En condiciones de alta concentración de NH4+ en la solución


del suelo, este ión puede competir con otros como K+, magnesio
(Mg2+) y calcio (Ca2+) en los sitios de intercambio, hasta un nivel
en que los últimos iones pueden ser limitantes (Clark, 1970).

Los iones NH4+, K+ y Mg2+ pueden ser antagónicos al ión


Ca2+ (Marschner, 1986; Parent et al., 1993). Los excesos de Mg
inducen deficiencias de K (Rojas, 1979) porque son antagónicos
(Parent et al., 1994); la relación entre Mg y P puede vincularse a
un proceso de acumulación-dilución (Marschner, 1986; Walworth
y Sumner, 1987) en las hojas de las plantas vasculares. El K y el
Ca son antagónicos en las plantas (Rojas, 1979; Marschner,
1986) o contrastan por dilución de K y acumulación de Ca
(Walworth y Sumner, 1987).

Los efectos antagónicos y sinérgicos de algún nutrimento


en particular (en la planta) son ya reconocidos. De particular
prominencia son la relaciones recíprocas entre los elementos K,
Ca y Mg; aunque también se han evidenciado entre aniones y
cationes, macronutrimentos y micronutrimentos, y entre
elementos esenciales y no esenciales (Clark, 1970). Cada una de

11
La nutrición en frutales templados

las interacciones puede o no existir, lo que depende de las


condiciones prevalecientes, tales como especie, propiedades y
composición del sustrato, entre otras. Desafortunadamente, son
pocos los reportes en los cuales se indica que el conocimiento
generado acerca de las interacciones entre nutrientes se ha usado
para mejorar la tecnología en parcelas comerciales (Sumner y
Farina, 1986).

El sistema integrado de diagnóstico-


recomendación

El modelo del SID-R

La técnica conocida como Sistema Integrado de Diagnóstico-


Recomendación, SID-R, (DRIS, por sus siglas en inglés) se
sustenta en el modelo de la figura 1, por lo que se constituye en
un grupo integrado de normas representativas de los factores del
vegetal, del suelo, del clima y de las prácticas de manejo
(Sumner, 1986; Walworth y Sumner).

Estimación de normas nutrimentales SID-R

La exactitud de los diagnósticos foliares depende de la


validez de las normas en situaciones específicas (Walworth y
Sumner, 1987) como de las interacciones de nutrientes. También

12
La nutrición en frutales templados

se ha demostrado que las normas regionales derivadas en


condiciones climáticas y edáficas locales pueden ser más
apropiadas (Beverly, 1987, 1991). La metodología contempla que
la interpretación de la composición foliar se sustente en la
estimación de un índice para cada factor, en función de la
diferencia entre los valores de la forma de expresión (relación
entre dos nutrientes), de la muestra en estudio y de la norma
correspondiente:

f(A/B)=100{[(a/b)/(A/B)]-1}10/cv; cuando a/b>A/B, (3.1)

f(A/B)=100{1-[(A/B)/(a/b)]}10/cv; cuando a/b<A/B; (3.2)

donde f(A/B) es la función para la expresión A/B; A y B son los


nutrientes A y B; a/b es el valor medio de la forma de expresión
a/b de la muestra y, A/B y cv son la media y el coeficiente de
variación asociado, respectivamente, considerados como la norma
del SID-R.

Figura 1.
Diagrama representativo de la respuesta de las plantas a cantidades
diversas de factores limitantes (Sumner y Farina, 1986). El punto A
indica un rendimiento bajo debido a una deficiencia de X o bien a un
exceso de Y, lo cual puede corregirse al incrementar X, permitiendo
obtener un rendimiento B determinado por n factores limitantes. Niveles
altos de X (o bajos de Y) pueden provocar rendimientos relativamente
estables, como se aprecia con la línea BO. Valores de X mayores que el
de O conllevan a reducir el rendimiento. Si el más limitativo de los ‘n’
factores se incrementa a un nivel no limitativo, el rendimiento puede
aumentarse a C como resultado de un incremento de X y depender de
n-1 factores limitantes. Niveles altos de X pueden causar respuestas
estables hasta alcanzar el punto N, pero después del mismo causan un

13
La nutrición en frutales templados

efecto negativo sobre el rendimiento. Situaciones similares a la de


inducción a N y O corresponden a antagonismos, mientras que los
incrementos de rendimiento (e.g. de B a C) resultan de la eliminación de
la influencia de factores limitantes y el efecto del nuevo nivel de X y
demás factores reflejan sinergismos. El incremento en rendimiento de C
a D resulta de eliminar un factor limitante (Y) con poca o nula
interacción con X, de manera que tal evento refleja una situación de
aditividad. Conforme la influencia de los factores limitantes se elimina,
el rendimiento se incrementa en función de X.

14
La nutrición en frutales templados

Diagnóstico nutrimental con el SID-R

El que la metodología involucre proporciones entre cada


par de nutrientes, significa que evalúa efectivamente la
adecuación de cada nutriente con relación a los otros (Beverly,
1991). La técnica entonces evita el efecto de incremento o
decremento de las concentraciones de los nutrimentos conforme
las plantas crecen (aunque es imprescindible seleccionar
cuidadosamente las proporciones).

Posteriormente, se calculan los índices SID-R mediante la


fórmula general:

IA={ [f(A/B)+f(A/C)...-f(B/A)-f(C/A)...]}/n; (3.3)

donde IA es el índice de A; A, B, C, etc. son los nutrimentos o


factores involucrados, mientras que n es el número de formas de
expresión en que interviene A. La suma de los índices debe ser
igual a cero. La suma de los índices SID-R, sin considerar el signo
(índice de balance nutricional, IBN), indica el grado de desbalance
entre los factores. En otras palabras, los índices no tienen un
significado intrínseco (Beverly, 1991), pues sólo proveen las
bases para comparar la suficiencia de cada nutrimento con
respecto a los demás, en términos relativos, o bien el orden en
que limitan el rendimiento.

La técnica de diagnóstico de nutrimento


compuesto (DNC)
El DNC es una técnica desarrollada por geólogos para

15
La nutrición en frutales templados

analizar la composición química de rocas. Recientemente se ha


estado aplicando en México para el análisis de tejidos vegetales.

El procedimiento de esta técnica DNC puede consultarse en


Khiari et al. (2001), Parent y Dafir (1992), Parent et al. (1995 y
1994), Tremblay et al. (1993), García-Hernández et al. (2004ab)
y Magallanes-Quintanar et al. (2004).

Fundamentos teóricos de la técnica de DNC

En la técnica de DNC se considera que la composición del


tejido vegetal forma un arreglo (Sd) d dimensional de nutrientes;
es decir, el tejido está compuesto de d nutrientes y un valor de
relleno:

Sd = [(N, P, K, ..., Rd): N>0, P>0, K>0, …Rd>0, N + P + K (4.1)


+, …+ Rd = 100],

donde 100 es la concentración de materia seca (%); N, P, K,...


son las proporciones de nutrientes y Rd es el valor de relleno
estimado, al considerar el 100% y la suma de las d proporciones
de nutrientes:

Rd = 100 - (N + P + K + …). (4.2)

Esas proporciones se hacen invariantes en escala, después


de que se dividen por la media geométrica G:

G = [N x P x K x ... x Rd]1/d+1 (4.3)

16
La nutrición en frutales templados

Posteriormente, se determinan los logaritmos de las


proporciones centradas para cada observación:

N P K R  (4.4)


VN = ln , VP = ln , VK = ln ,..., VRd = ln d 
G G G G

de manera que

VN + VP + VK + VCa + VMg +... + VRd = 0, (4.5)

donde VX es la expresión del logaritmo de la proporción centrada


para el nutriente X. Esta operación permite asegurar que las
estimaciones se han hecho correctamente. Se debe tomar nota
que estas expresiones son proporciones múltiples, pues
involucran a todos los nutrientes considerados, y el complemento
o relleno es considerado como tal.

Por definición, la suma de los componentes de un tejido es


el 100%, ecuación 1, y la suma de los logaritmos de las
proporciones centradas de los d nutrientes y del relleno Rd debe
ser cero (Ecuación 4.5).

Selección de una subpoblación con alto rendimiento

Para estimar el punto de inflexión, producto de la relación


entre el rendimiento y las funciones de proporción de varianza
acumulada, se siguen los siguientes pasos:

a) El rendimiento se obtiene al pesar la masa de la o las


partes de la planta de interés. Se ordenan las ‘n’ observacio-

17
La nutrición en frutales templados

nes considerando el rendimiento en orden decreciente. Cada


observación consiste de las concentraciones de los
nutrimentos (por ejemplo, N, P, K+, Ca2+ y Mg2+ en %) y
rendimiento (en kg pl-1). Es recomendable que sean más de
30 observaciones; mientras mayor sea su número, mayor
será la representatividad y, por lo tanto, la validez de las
normas que se generen.

b) Se estiman los logaritmos de las proporciones


centradas de las proporciones de los nutrimentos al usar las
ecuaciones 4.2, 4.3 y 4.4.

c) Se usa el procedimiento iterativo de Cate-Nelson


para dividir la población en subpoblaciones de alto y bajo
rendimiento; la primera involucra las dos primeras
observaciones y las restantes conforman la de bajo
rendimiento; después, las tres primeras se consideran de
rendimiento alto y el resto de rendimiento bajo, y así
sucesivamente hasta que las dos observaciones de menor
rendimiento forman un grupo y el resto el otro.

d) Para cada subpoblación se estima la varianza de los


VX, para posteriormente calcular la proporción de varianza de
los diferentes nutrimentos ‘X’, fi (VX):

Varianza de V x n1 observaciones (4.6)


f i (V x ) = ,
Varianza de V x n 2 observaciones

donde fi (VX) es la función de proporción entre las dos


subpoblaciones en la iésima iteración (i = n1-1) y Vx es la
expresión del logaritmo de la proporción centrada DNC para
el nutrimento X.

18
La nutrición en frutales templados

e) La función de proporción de varianza acumulada se


estima considerando que es la suma de las proporciones de
varianza en la iésima iteración desde el principio. La función
de proporción de varianza acumulada para una iteración
dada se estima como la proporción de la suma total de
proporciones de varianza de todas las iteraciones, y es de
utilidad para comparar la fuerza discriminatoria de los VX
entre bajos y altos rendimientos, sobre una escala común. La
función de proporción de varianza acumulada se estima con
la siguiente fórmula:

 n1 −1  (4.7)
∑ i X  f (V )
Fi (V X ) =  ni1=−13
C
 [100] ,
 
 ∑
 i =1
f i (V X ) 

donde n1-1 es el número de partición y n es el número total


de observaciones (n1 + n2). El denominador es la suma de
proporciones de todas las iteraciones y, por lo tanto, es una
constante para el nutrimento X.

f) La función de proporción de varianza acumulada FiC


(VX) se relaciona con el rendimiento Y, mediante un patrón
cúbico:

FiC (VX ) = aY 3 + bY 2 + cY + d , (4.8)

19
La nutrición en frutales templados

g) El punto de inflexión es donde el modelo muestra un


cambio en concavidad; tal punto se estima al obtener la
segunda derivada de la ecuación 8:

∂Fi C (VX ) (4.9)


= 3aY 2 + 2bY + C ,
∂Y

∂ 2 Fi C (VX ) (4.10)
= 6aY + 2b ,
∂Y 2

Al igualar a cero se obtiene el valor del punto de inflexión (-


b/3a):

Y = -b/3a, (4.11)

Se seleccionó el valor límite de rendimiento más alto de


entre todas las expresiones de los nutrimentos, para
averiguar que el rendimiento mínimo asociado a una
subpoblación de alto rendimiento se clasifica como un
rendimiento alto, para cualquier expresión nutrimental.

Diagnóstico nutrimental con la técnica de DNC

Ejemplo: normas de diagnóstico de nutrimento compuesto en


nopal (Opuntia ficus-indica)

El primer paso consiste en ordenar las observaciones


considerando el rendimiento en orden decreciente, y a partir de
las mismas, se procede a calcular el valor de relleno Rd (columna

20
La nutrición en frutales templados

G) con la ecuación 4.2, tal como se aprecia en la figura 1. Para el


caso de la celda G19, el valor de relleno calculado es: 100- (B19-
C19-D19-E19+F19)=82.5.

A continuación (Figura 2) se calcula la media geométrica G


(Ecuación 4.3). Para la celda G19, el resultado es [B19 x C19 x
D19 x E19 x F19]1/6 = 3.9973.

Posteriormente, se determinan los logaritmos de las


proporciones centradas para cada observación mediante la
ecuación 4.4. Para el caso de la celda M19 (Figura 2), el cálculo
del logaritmo de la proporción centrada para el nutrimento Ca es
VCa = ln(Ca/G), esto es VCa=ln(7.96/3.9973)=0.6880.

Por definición, la suma de los componentes de un tejido es


100% (Ecuación 4.1) y la suma de los logaritmos de las
proporciones centradas de los d nutrimentos, incluyendo el
relleno Rd, debe ser cero (Ecuación 4.5), lo cual se demuestra
calculando la columna O. Para el caso de la celda O19 (Figura 2),
Vx = -0.9969 -2.2531 + 0.4011 – 0.8970 + 0.6880 + 3.0271 =
0.

El siguiente paso consiste en utilizar el procedimiento


iterativo de Cate-Nelson para dividir la población en las
subpoblaciones de alto y bajo rendimiento; la primera involucra
las dos primeras observaciones y las restantes conforman la de
bajo rendimiento; después, las tres primeras se consideran de
rendimiento alto y el resto de rendimiento bajo y, así
sucesivamente hasta que las dos observaciones de menor
rendimiento forman un grupo y el resto el otro.

Para cada subpoblación se estimó la varianza de los VX.


Después se calculó la proporción de varianza de los nutrimentos

21
La nutrición en frutales templados

‘X’, fi (VX) (Ecuación 4.6). Por ejemplo, la celda P106 (Figura 3),
correspondiente a F1 (VCa) = var(Población 1 VCa) / var (Población
2 VCa), esto es: Fi (VCa) = var(i108:i109) / var(i2:i107) =0.74096.

A continuación, se utiliza la ecuación 4.7 para calcular la


función de proporción de varianza acumulada considerando que
es la suma de las proporciones de varianza en la iésima iteración
desde el principio. La función de proporción de varianza
acumulada para una iteración dada, se estima como la proporción
de la suma total de proporciones de varianza de todas las
iteraciones, útil para comparar la fuerza discriminatoria de los VX
entre bajos y altos rendimientos, sobre una escala común. Como
ejemplo, en la figura 4 se tiene el cálculo de la celda Z19; en ésta
se calcula la proporción de varianza acumulada para el
nutrimento calcio Fic(VCa)=(SUMA(T2:T19)/SUMA(T2:T109))*100,
esto es: Fic(VCa)=11.7209.

De esta manera, la relación curvilínea (cúbica) entre la


concentración del nutrimento del caso y el rendimiento (Figura 5)
debe mostrar un valor de referencia entre las subpoblaciones de
bajos y altos rendimientos, en un punto donde cada función
cambia su concavidad, es decir, el punto de inflexión. Esto
significa que el rendimiento crítico entre las subpoblaciones de
altos y bajos rendimientos se determina al examinar las funciones
de proporción de varianza acumulada al ajustar un modelo
cúbico, tal como se muestra en el cuadro 5. La segunda derivada
de dicha función permite estimar dicho valor (ecuaciones 4.9,
4.10 y 4.11).

El rendimiento crítico entre las subpoblación de altos y


bajos rendimientos se determinó al examinar las cinco funciones
de proporción de varianza acumulada. El modelo cúbico presentó
ajuste significativo en todos los casos (Cuadro 1 y Figura 5).

22
La nutrición en frutales templados

Únicamente coincidieron las funciones de proporción de


varianza acumulada para P y Ca2+ con un punto de inflexión
asociado a 32 kg Pl-1; mientras que los puntos de inflexión de las
funciones asociadas a K+, N, Mg2+ y Rd fueron de 32.5, 30.4, 29.3
y 38 kg Pl-1, respectivamente.

De acuerdo a la técnica de diagnóstico de nutrimento


compuesto, se recomienda que el rendimiento asociado al
máximo punto de inflexión sea retenido para separar a la
población en las dos subpoblaciones: altos y bajos rendimientos.
Con él se estima el valor crítico de la función de distribución
acumulada de χ2 (Khiari et al., 2001, García-Hernández,
2004abc). Por ello, se tomó la decisión de señalar como
rendimiento de referencia a 38 kg Pl-1 (el rendimiento asociado al
punto de inflexión de la función de proporción de varianza
acumulada de R). De esta manera, 37 (34%) observaciones
corresponden a la subpoblación de altos rendimientos y 71 (66%)
a la de bajos.

Una vez que las normas DNC se han desarrollado, se


pueden validar al usar una base de datos independiente. Esas
normas también se pueden utilizar para propósitos de
diagnóstico, como sigue:

IN =
(V N− VN*), IP =
(VP − VP*), IK =
(VK − VK*) (
,..., I Rd =
)
VRd − VR*d
,
(4.12)
SDN* SDP* SDK* SDR*d

donde I N , …, I Rd son los índices DNC.

23
La nutrición en frutales templados

El índice de desbalance nutrimental DNC de un espécimen


diagnosticado es CND r2, el cual se calcula de la siguiente
manera:

r 2 = I N2 + I P2 + I K2 + ... + I R2d . (4.13)

Su radio, r, estimado a partir de los índices nutrimentales


DNC, caracteriza cada espécimen usado en el proceso de
diagnóstico. La suma de d + 1 variables uni-normales,
independientes, elevadas al cuadrado, produce una nueva
variable con una distribución χ2 cuadrada con d + 1 grados de
libertad.

Debido a que los índices de DNC son variables uni-


normales e independientes, los valores de DNC r2 deben ajustarse
a una función de distribución χ2 cuadrada. Esto explica el porqué
se recomienda que el valor umbral de rendimiento mayor (la
fuerza de discriminación mayor) entre los d + 1 nutrimentos se
retenga para estimar la proporción de la subpoblación de bajo
rendimiento, abajo de la cual el rendimiento umbral se usa como
valor crítico por medio de la función de distribución acumulada
de χ2 cuadrada. Tal como lo definen las ecuaciones 4.12 y 4.13:
mientras más cercano a cero sea el índice DNC, lo será DNC r2 o
los valores de χ2 cuadrada, y mayor la probabilidad de obtener
altos rendimientos. Teóricamente, en el valor crítico de χ2
cuadrada cero o nulo, se alcanza el balance nutrimental ideal y,
por lo tanto, se espera que el 100% de la población produzca
bajos rendimientos cuando se tenga un valor crítico alto de χ2
cuadrada.

En la figura 6 se aprecia el cálculo de los índices DNC y


valores de DNC r2 asociados con un valor de χ2. Como ejemplo, el

24
La nutrición en frutales templados

cálculo del I Ca =
(V
Ca − VCa* ) en la celda AG2 es ICa = ((M2-
*
SDCa
M111)/M112) = 1.2364504.

A continuación se calculan los valores DNC r2. Por ejemplo


el valor DNC r2 correspondiente a la celda AI2 = SUMA.
CUADRADOS(AC2:AH2)= 9.431698801.

Finalmente, a los valores obtenidos se les calcula su valor


correspondiente de chi cuadrada; por ejemplo, para la celda AJ2
= DISTR. CHI(AI2,6)= 0.15071546. Tales valores se ordenan
para obtener la gráfica correspondiente (Figuras 6 y 7).

En la figura 7 se aprecia que el 66% de la función de


distribución acumulada de DNC R2, está asociado a un valor de χ2
de aproximadamente 4.12. Otros autores han usado un 70%
como satisfactorio (por ejemplo, Khiari et al., 2001); sin
embargo, lo relevante es que los investigadores que usen esta
técnica para el cultivo del nopal, con propósito de producir pencas
para propagación vegetativa, deben tener en mente esas cifras si
intentan validar las normas que se están proponiendo en el
presente documento porque, por principios intrínsecos a la
técnica, una base independiente debe caracterizarse por valores
similares (Khiari et al., 2001). Asimismo, se debe considerar que
al incrementar el porcentaje de observaciones en la subpoblación
de altos rendimientos se cambia también el valor de χ2, puesto
que tal subpoblación proveerá mayor ponderación que la de bajos
rendimientos, de acuerdo a la técnica. En otras palabras, un valor
crítico de χ2 = 0 indica que se logró el balance nutricional; es
decir, por definición el 100% de las observaciones se asociarán a
rendimientos mayores al rendimiento crítico (García-Hernández et
al., 2004 ab).

25
La nutrición en frutales templados

Los valores medios de VN, VP, VK, VCa y VMg, y las


desviaciones estándar de las 37 observaciones de rendimiento
alto (Cuadro 2), se consideran las normas ( VN* , VP* , VK* , VCa
*
, VMg
*
,
y VR*5 , respectivamente) de la técnica de diagnóstico de
nutrimento compuesto para nopal con fines de producción de
pencas o cladodios. En el mismo cuadro 2 se aprecia la
confirmación de la suma igual a cero, lo cual indica que los
cálculos se realizaron adecuadamente.

Cabe señalar la restricción de validez de esas normas,


específicamente para Zacatecas (de donde provienen los datos),
dado el tamaño de la población (n = 108 observaciones) y el
método; sin embargo, para darle validez de mayor amplitud a las
normas, la base de datos debe incrementarse. Al incrementar el
rendimiento de referencia, las normas seguramente se
modificarán, porque precisamente lo que debe de incrementarse
es la subpoblación de altos rendimientos.

Es conveniente validar las normas del cuadro 2 con


resultados experimentales (Parent y Dafir, 1992). Aunque merece
mencionarse que la concentración media de N asociada al grupo
de observaciones con altos rendimientos (Cuadro 3) y a las
normas referidas en el cuadro 2 se ubica prácticamente dentro
del rango referido como óptimo, reportado en otros documentos.

Con fines didácticos, se presenta el siguiente ejemplo de


diagnóstico y recomendación. Los datos de rendimiento e índice
R2 que se aprecian en la figura 7, en las celdas AB4, AI4, AB7,
AI7, AB11, AI11, AB33 y AI33, producen los resultados gráficos
de la figura 8. Es apreciable que los cuatro casos superan el
rendimiento crítico de 38 kg Planta-1, por lo que pudiera
razonarse que los desórdenes nutrimentales no afectaron

26
La nutrición en frutales templados

significativamente el rendimiento. Sin embargo, prosiguiendo con


el sentido didáctico retomando el caso de la observación 11, es
posible identificar la composición al referirse a las celdas B11,
C11, D11, E11 y F11 de la figura 1, para darse cuenta que la
concentración de N es menor que la concentración media
asociada a la norma; según el cuadro 3 (0.75<0.96%), la de P es
mayor (0.4>0.35%), la de K es mayor (5.64>4.54%), la de Mg
es mayor (2.14>1.79%) y la de Ca es menor (4.886<5.27%);
esto significa que es necesario incrementar las concentraciones
de N y Ca, así como reducir las de P, K y Mg. Los Ix también
sugieren lo mismo, lo cual puede apreciarse mediante los signos
en la figura 7 (celdas AC11, AD11, AE11, AF11 y AG11).
Lamentablemente, el corregir tal desorden mediante la aplicación
de N para cubrir la insuficiencia de 0.2% (0.96-0.75), implica la
ocurrencia de interacciones entre los cinco nutrimentos y los
implicados en R, el nutrimento latente. Al obviar tal posible
circunstancia y al considerar la posibilidad de incrementar, o al
menos mantener el rendimiento del caso (54 kg Planta-1), la
insuficiencia corresponde a 2.1 g de N por kg de materia seca
Planta-1. Así entonces, al tomar en cuenta que los cladodios
tienen un 95% de agua, se tiene una cantidad de 2.7 kg de
materia seca por planta, con rendimiento de 54 kg. Por
consiguiente, es recomendable que las plantas de nopal acumulen
en sus cladodios 5.67 g N. Esa es la cantidad que cada planta de
nopal debe acumular en sus cladodios al incorporar algún
fertilizante nitrogenado. Es conveniente recordar que la fuente y
el método de aplicación presentan limitaciones de uso y
eficiencia, por lo que la experiencia del técnico y el agricultor
deben permear para el logro satisfactorio de los efectos de la
fertilización sobre el rendimiento comercial del cultivo.

27
La nutrición en frutales templados

Cuadro 1.
Cálculo de los puntos de inflexión (-b/3a) para cada proporción de los
logaritmos centrados de la base de datos analizada.

Nutriente FiC (V X ) = aY 3 + bY 2 + cY + d R2
-b/3a
(kg
Pl-1)
N Fi C (VN ) = 0.0018Y 3 − 0.1643Y 2 + 1.8886Y + 100 0.97 30.4
P Fi C (VP ) = 0.0018Y 3 − 0.1724Y 2 + 2.4739Y + 100 0.99 32.0
K Fi C (VK ) = 0.0013Y 3 − 0.1268Y 2 + 1.3246Y + 100 0.98 32.5
Ca Fi C (VCa ) = 0.0017Y 3 − 0.1621Y 2 + 2.0851Y + 100 0.98 32.0
Mg Fi C (VMg ) = 0.0023Y 3 − 0.2025Y 2 + 2.5582Y + 100 0.98 29.3
R Fi C (VR ) = 0.001Y 3 − 0.1142Y 2 + 1.5575Y + 100 0.99 38.0

Cuadro 2.
Normas de diagnóstico de nutrimento compuesto para producción de
cladodios de nopal tomando como rendimiento de referencia a 38 kg Pl-
1
.

Media Desviación estándar


V *
N
-1.23891 0.20451
VP* -2.23379 0.15177
VK* 0.31748 0.20764
*
VCa 0.46635 0.18816
*
VMg -0.60552 0.18017
VR*5 3.29438 0.09618
Suma 0

28
La nutrición en frutales templados

Cuadro 3.
Concentraciones óptimas de nutrimentos para producción de cladodios
de nopal. Rendimiento de referencia = 38 kg Pl-1.

Nutrimento Concentración Media Desviación


(%) estándar (%)
N 0.96464 0.24256
P 0.35116 0.06157
K+ 4.54510 0.98452
Ca2+ 5.26804 1.18161
Mg2+ 1.79021 0.32102

29
La nutrición en frutales templados

Figura 1.
Cálculo del valor de relleno Rd estimado al considerar el 100% y la suma
de las d proporciones de nutrimentos.

30
La nutrición en frutales templados

Figura 2.
Cálculo de la media geométrica G y los logaritmos de las proporciones
centradas VX.

31
La nutrición en frutales templados

32
La nutrición en frutales templados

Figura 3.
Cálculo proporción de varianza fi (VX), la cual es la función de proporción
entre las dos subpoblaciones en la iésima iteración (i = n1-1) y Vx es la
expresión del logaritmo de la proporción centrada DNC para el
nutrimento X.

33
La nutrición en frutales templados

Figura 4.
Cálculo de la función de proporción de varianza acumulada, estimada
como la proporción de la suma total de proporciones de varianza de
todas las iteraciones, para comparar la fuerza discriminatoria de los VX
entre bajos y altos rendimientos, sobre una escala común.

34
La nutrición en frutales templados

Función de proporción de varianza acumulada (%)

100

90

80

70
Fic(VN)
60 Fic(VP)
Fic(VK)
50
Fic(VMg)
40 Fic(VCa)
Fic(VR)
30

20

10

0
0 10 20 30 40 50 60
Rendimiento

Figura 5.
Relaciones entre rendimiento en nopal (peso fresco de cladodios de
cuarto piso) y las funciones de proporción de varianza acumulada para
estimar el punto de inflexión o división entre subpoblación de altos y
bajos rendimientos.

35
La nutrición en frutales templados

Figura 6.
Cálculo de índices CND y valores de CND r2 asociados con un valor de
χ2.

36
La nutrición en frutales templados

66 %

4.12

Figura 7.
La función de distribución de χ2 cuadrada con seis grados de libertad
para obtener el umbral teórico.

37
La nutrición en frutales templados

y=91.84-8.966*x
60

56
Rendimiento (Kg Planta )
-1

52

48

44

40
3.6 4.0 4.4 4.8 5.2 5.6 6.0
2
R

Figura 8.
Caso hipotético de diagnóstico con la técnica de DNC. Se consideraron
cuatro observaciones de rendimiento y el índice de diagnóstico R2.

38
La nutrición en frutales templados

Literatura citada

-Beverly, R.B. 1987. Modified DRIS method for simplified nutrient


diagnosis of Valencia oranges. J. Plant Nutr. 10 (9-16):
1401-1408.

-Beverly, R. B. 1991. A practical guide to the diagnosis and


recommendation integrated system (DRIS). Micro-Macro
Publishing. Athens, GA, USA. 87 p.

-Blanco-Macías, F. 2005. Diagnóstico de nutriente compuesto en


nopal (Opuntia ficus-indica L.) en Zacatecas. Tesis de M.C.
Universidad Autónoma de Zacatecas. Unidad Académica de
Agronomía. Zacatecas, Zac. Méx.

-Blanco-Macías, F., A. Lara-Herrera, R.D. Valdez-Cepeda, J.O.


Cortés-Bañuelos, M. Luna-Flores y M.A. Salas-Luévano.
2006. Interacciones nutrimentales y normas de la técnica
de nutrimento compuesto en nopal (Opuntia ficus-indica L.
Miller). Revista Chapingo, Serie Horticultura 12(2): 165-
175.

-García, H., J. L., R. D. Valdez C., B. Murillo A., A. Nieto G., L. F.


Beltrán M., R. Magallanes Q. and E. Troyo D. 2004a.
Compositional nutrient diagnosis and main nutrient
interactions in yellow pepper grown on desert calcareous
soils. J. Plant Nutr. Soil Sci. 167: 509-515.

-García, H., J. L., R. D. Valdez C., N. Y. Avila S., B. Murillo A., A.


Nieto G., R. Magallanes Q., J. Larrinaga M. and E. Troyo D.
2004b. Preliminary compositional nutrient diagnosis norms

39
La nutrición en frutales templados

for cowpea (Vigna ungiculata (L.) Walp) grown on desert


calcareous. Plant & Soil 271 (1-2): 297-307.

-García-Hernández, J.L., R.D. Valdez-Cepeda, B. Murillo-Amador,


F.A. Beltrán-Morales, F H.. Ruiz-Espinoza, I. Orona-Castillo,
A. Flores-Hernández and E. Troyo-Diéguez. 2006.
Preliminary compositional nutrient diagnosis norms in Aloe
vera L. grown on calcareous soil in an arid environment.
Environmental & Experimental Botany 58: 244-252.

-Khiari, L.; Parent, L.E.; Tremblay, N. 2001. Selecting the high-


yield subpopulation for diagnosing nutrient imbalance in
crops. Agron. J. 93:802-808.

-Magallanes-Quintanar, R. 2005. Generación de normas


preliminares mediante la técnica de diagnóstico de
nutriente compuesto en la nutrición vegetal. Tesis de
Doctorado en Ciencias Pecuarias. Universidad Autónoma de
Zacatecas, Unidad Académica de Medicina Veterinaria y
Zootecnia. El Cordobel, Enrique Estrada, Zac., México. 130
p.

-Magallanes, Q. R, R. D. Valdez C., O. Pérez V., F. Blanco M., B.


Murillo A., M. Márquez M, R. R. Ruiz G. y J. L. García H.
2003. Normas preliminares de diagnóstico nutricional en
Opuntia ficus-indica. In: Esparza, O., M. A. Salas, J. Mena y
R. D. Valdez (Eds.). 2003. Memoria IX Congreso Nacional y
VII Congreso Internacional Sobre Conocimiento y
Aprovechamiento de Nopal. Zacatecas, Zac., México. pp.
293-297.

-Magallanes-Quintanar, R., R.D. Valdez-Cepeda, F. Blanco-Macías,


M. Márquez-Madrid, R.R. Ruiz-Garduño, O. Pérez-Veyna,

40
La nutrición en frutales templados

J.L. García-Hernández, B. Murillo-Amador, J.D. López-


Martínez and E. Martínez-Rubín de Celis. 2004.
compositional nutrient diagnosis in nopal (Opuntia ficus-
indica). Journal of the Professional Association for Cactus
Development 6: 78-89.

-Parent, L. E., M. Poirier, M. Asselin. 1995. Multinutrient diagnosis


of nitrogen status in Plants. J. Plant Nutr. 18(5): 1013-
1025.

-Parent, L. E. and M. Dafir. 1992. A theoretical concept of


compositional nutrient diagnosis. J. Am. Soc. Hort. Sci.
117: 239-242.

-Parent, L. E., D. Isfan, N. Tremblay and A. Karam. 1994.


Multivariate nutrient diagnosis of the carrot crop. J. Am.
Soc. Hort. Sci. 119(3): 420-426.

-Raghupathi, H. B., B. M. C. Reddy, and K. Srinivas. 2002.


Multivariate diagnosis of nutrient imbalance in banana.
Commun. Soil Sci. Plant Anal. 33: 2131-2143.

-Tremblay, N., P. Auclair, L.E. Parent and A. Gosselin. 1993. A


multivariate diagnosis approach applied to celery. Plant &
Soil 154:39-43.

-Walworth, J. L., and M. E. Sumner. 1987. The diagnosis and


recommendation integrated system (DRIS). Adv. Soil Sci.
6: 149-188.

-Walworth, J. L, M. E. Sumner, R. A. Isaac and C. O. Plank. 1986.


Preliminary DRIS norms for alfalfa. Agron. J. 78: 1046-
1052.

41
La nutrición en frutales templados

Manejo de la nutrición
en frutales

Jorge B. Retamales
Ing. Agrónomo, M. S., Ph. D.; Universidad de Talca, Chile
E mail: jretamal@utalca.cl

42
La nutrición en frutales templados

Introducción

La nutrición mineral vegetal se relaciona con la captación y


utilización que las plantas hacen de la gran mayoría de los
elementos químicos que forman parte de su composición y, a la
postre, de la de sus consumidores, incluidos los humanos, cuya
población mundial ya supera los seis billones de personas y se
espera que, a mediados del presente siglo, alcance los 10.

Dentro de la dieta de los humanos, las frutas han adquirido


creciente importancia por los beneficios que su consumo
proporciona a la salud y el bienestar del hombre. Por tratarse de
plantas perennes, la nutrición mineral de las plantas frutales
involucra aspectos diferenciales en cuanto a la absorción,
distribución y reciclaje de los distintos elementos minerales.

El tratamiento de los temas se iniciará con el concepto de


elemento esencial, referido tanto a macro como micronutrientes.
Se continuará con el crecimiento radical y los factores que inciden
en su ocurrencia. Un aspecto relevante del manejo de un huerto
frutal es la determinación de su condición nutricional y la
definición de las necesidades de fertilizantes, así como su
absorción tanto por las raíces como por las hojas. Se completará
con el análisis de la nutrición de frutales con nitrógeno y calcio.
En todos los casos, se tratará de desarrollar un enfoque integral
que vincule los distintos factores y variables que inciden en cada
proceso, así como las prácticas de manejo que pueden
implementarse para alterar el curso de los acontecimientos.

43
La nutrición en frutales templados

Elementos esenciales: macro y micro nutrientes

Cerca del 15% del peso fresco de una planta corresponde a


la materia seca. De esa cantidad de materia seca, cerca de 10%
representan el contenido mineralógico de la planta, por lo tanto,
los componentes minerales alcanzan en promedio a 1,5 % del
peso fresco.

El que un elemento esté presente en la planta, no significa


que juegue un rol esencial en su vida. Un elemento mineral es
esencial cuando satisface uno o ambos de los siguientes criterios:
1. Su deficiencia hace imposible que la planta complete las
etapas vegetativas o reproductivas de su ciclo de vida, 2. La
deficiencia es específica del elemento en cuestión, y sólo puede
evitarse o corregirse al suministrar tal elemento, 3. El elemento
está directamente involucrado en la nutrición de la planta, por lo
que no se consideran sus posibles efectos para corregir alguna
condición química o microbiológica desfavorable en el suelo o
medio de cultivo.

Las plantas requieren 17 elementos esenciales, de los


cuales la planta capta sólo tres a través de su intercambio
gaseoso: carbono, hidrógeno, oxígeno. Los elementos minerales
se catalogan comúnmente como macro elementos (aquellos que
las plantas requieren en mayor cantidad): fósforo, azufre,
potasio, calcio, magnesio, y micro elementos: hierro, manganeso,
zinc, cobre, boro, molibdeno, cloro y níquel.

44
La nutrición en frutales templados

Influencia de la nutrición mineral

La falta de alguno o varios de los elementos minerales


esenciales puede provocar diversos trastornos en los cultivos.
Como señalamos, en muchas de las funciones, los elementos no
pueden reemplazarse por otros; aun cuando así ocurriera, como
se verá en el caso de desórdenes fisiológicos vinculados al calcio,
normalmente tal reemplazo puede alterar el funcionamiento de la
planta.

Las diversas especies frutales requieren cierta cantidad de


cada elemento para llevar a cabo adecuadamente sus funciones,
lo cual ha llevado a la definición de niveles estándares o críticos
para lograr un óptimo crecimiento. Este aspecto se analizará con
más detalle en el capítulo de determinación de la condición
nutricional del huerto. Una deficiencia se puede desarrollar si la
concentración de un elemento en el suelo o sustrato es baja, o si
el elemento está en formas químicas tales, que le impidan estar
disponible para su absorción. Así, en ciertas ocasiones, las
concentraciones excesivas de otro elemento pueden reducir la
tasa de absorción de un nutriente y provocar una deficiencia. Tal
deficiencia, inducida como resultado de una acción antagonista de
otro elemento, se puede desarrollar aun cuando el nutriente esté
presente en el suelo en concentración adecuada.

Cuando un tejido tiene déficit de un elemento esencial, se


generan importantes cambios en su metabolismo y crecimiento,
pues se reduce la tasa metabólica en los procesos donde participa
este elemento. Debido a que cada reacción metabólica es parte
de un complejo e interconectado grupo de vías bioquímicas, bajo

45
La nutrición en frutales templados

condiciones deficitarias prolongadas o severas, gran parte del


funcionamiento de la planta se verá alterado.

La influencia de la nutrición mineral sobre el crecimiento,


rendimiento y calidad de fruta de una planta frutal dependerá del
elemento en cuestión, del momento de ocurrencia del déficit o
exceso, y de la magnitud del desbalance, tanto en relación a su
distancia proporcional al óptimo, como a la duración en la
condición de desbalance.

Nutrición mineral y crecimiento

La nutrición y el crecimiento son interdependientes. El


crecimiento y el desarrollo alteran los requerimientos
nutricionales de una planta, pero también la nutrición mineral
afecta el crecimiento y desarrollo de la planta. En el caso de las
plantas frutales, éstas pasan por una fase juvenil en la cual no
hay producción de fruta, por lo cual sus requerimientos
nutricionales en esa fase son distintos de cuando la planta está en
producción.

Un alto porcentaje de la materia seca (75 a 85%) proviene


de los carbohidratos formados en la fotosíntesis. La capacidad
fotosintética de una hoja (fotosíntesis neta a saturación
luminosa), está fuertemente correlacionada con el contenido de
nitrógeno, independientemente de que existan variaciones en los
niveles de nitrógeno por diferencias entre especies, edades de
hojas o disponibilidades de N en el suelo. Esto se debe, en parte,
a que cerca del 50% del nitrógeno en la hoja está contenido en la

46
La nutrición en frutales templados

enzima Rubisco (ribulosa bifosfato carboxilasa oxigenasa), la cual


se encarga de asimilar el CO2 de las plantas frutales. Así, se han
obtenido altas correlaciones lineares entre niveles foliares de N y
tasa fotosintética (por unidad de área) en durazneros y otras
especies frutales de carozo; sin embargo, el aumento en niveles
de N también incrementa el crecimiento de brotes. En suma, un
mayor nivel de N puede aumentar el crecimiento total de la
planta, pero mayor crecimiento de brotes puede reducir los
carbohidratos disponibles para la producción de frutos. Lo anterior
puede incrementar el sombreamiento dentro de la copa y
provocar una menor inducción de yemas florales, para así generar
un menor rendimiento de la planta. En suma, la nutrición
nitrogenada debe usarse con moderación, y ciertamente no sólo
con el propósito de aumentar la tasa de fotosíntesis. La capacidad
fotosintética depende de otros elementos, además del N; así, en
suelos pobres en P, la dependencia de la tasa de fotosíntesis con
este elemento es más fuerte que con el nitrógeno. En el caso de
otros nutrientes, sus niveles tienden a estar tan fuertemente
correlacionados con el N, y sus efectos sobre la fotosíntesis no
pueden distinguirse de aquellos provocados por el N.

Por definición, el nivel máximo de crecimiento (producción


de materia seca) de una especie se alcanza cuando todos los
elementos minerales que requiere para su funcionamiento se
encuentran en la planta en un nivel adecuado. Si un elemento
mineral está por debajo del nivel conveniente, la planta tendrá un
déficit; mientras que si existe en exceso, el vegetal enfrentará
una toxicidad. El requerimiento de niveles adecuados de
nutrientes en la planta proviene de la necesidad de contar, en el
momento y la magnitud apropiada, con el nutriente necesario
para que, a través de las diversas vías metabólicas, poder formar
un determinado compuesto que, a su vez, forme parte de un
determinado tejido u órgano.

47
La nutrición en frutales templados

Las plantas regulan la distribución de materia seca


(carbohidratos y nutrientes minerales) mediante una intrincada
interacción entre fuentes (“sources” en inglés) y receptáculos
(“sinks”). La asignación de materia seca desde las fuentes a los
receptáculos se basa en tres criterios: 1. Fuerza de los
receptáculos, que corresponde al efecto del tamaño y actividad de
los mismos, 2. Distancia entre fuentes y receptáculos, y 3.
Prioridad, donde la prioridad es: frutos/flores > brotes/hojas >
tronco y ramas > raíces. En este caso, los órganos reproductivos
tienen mayor prioridad, pues la planta privilegia la conservación
de la especie. Las plantas usan diversos mensajeros químicos
para vincular las fuentes con los receptáculos, y de esta forma
coordinar los procesos de crecimiento y desarrollo de sus diversos
órganos. Entre tales sustancias se encuentran las hormonas
vegetales clásicas (auxinas, giberelinas, citocininas, etileno y
ácido abscísico), así como otras descubiertas más recientemente:
fotocromo, ácido jasmónico, ácido salicílico, sistemin, factores
Nod, y brasinoesteroides. Algunos nutrientes alteran la respuesta
de crecimiento de la planta en dos tipos de roles: como
mensajero, del cual el más prominente es el calcio, aunque el
magnesio sirve de puente entre el nitrógeno y el fósforo; como
regulador, que es el caso del nitrato, el cual regula la
transcripción de RNA mensajero, y del fosfato, que en bajos
niveles induce genes que favorecen su captación y reciclaje.

Nutrición mineral y rendimiento

El rendimiento es un concepto económico que establece la


proporción de materia seca que produce una planta destinada a
los órganos cosechables. En el caso de los árboles frutales, los

48
La nutrición en frutales templados

órganos cosechables son los frutos. Dependiendo de la edad de la


planta frutal y su nivel de rendimiento, éstos pueden constituir
entre el 40 y el 65% del total de la materia seca que produce un
árbol frutal en la temporada. La vinculación entre crecimiento y
rendimiento puede ser negativa; es decir, un mayor crecimiento
puede traer consigo una merma en el rendimiento. Por lo
señalado, el rendimiento de un frutal no sólo depende de la
interacción de la planta con su medio ambiente, sino, de manera
muy importante, de los estándares comerciales que definan la
proporción de la fruta que tendrá los atributos para ser
comercializada.

Al analizar la vinculación entre nutrición mineral y


rendimiento, es útil establecer el concepto de componentes del
rendimiento. Así, los componentes del rendimiento para un árbol
frutal como el manzano son: número de ramas, número de
dardos o brotes frutales por rama, número de inflorescencias por
brote o dardo, porcentaje de cuaja o amarre (proporción de flores
que llegan a la cosecha) y, finalmente, peso por fruto.

La nutrición mineral puede incidir sobre todos y cada uno


de estos componentes del rendimiento. Dado que algunos de los
componentes del rendimiento se forman o establecen en los años
previos, el efecto de la nutrición sobre el rendimiento puede
verificarse tanto en la temporada de producción de fruta, como en
los años previos.

El efecto de la nutrición mineral sobre el rendimiento puede


ser directo o indirecto. Un efecto directo puede darse ante
insuficiencias nutricionales para satisfacer los requerimientos de
determinados nutrientes durante el crecimiento o desarrollo de
los frutos (es decir sobre el componente del rendimiento

49
La nutrición en frutales templados

correspondiente al tamaño o peso por fruto). En tanto que un


efecto indirecto de la nutrición sobre el rendimiento puede darse
por la incidencia de la nutrición en la magnitud de cualquiera de
los otros componentes del rendimiento, tanto en el año de
producción como en los años previos. Así por ejemplo, niveles
altos de nitrógeno pueden inducir un crecimiento vegetativo
excesivo que reduzcan la disponibilidad de radiación al interior de
las copas de plantas frutales, y con ello limitar la inducción de
yemas florales (Cuadro 1).

Nutrición mineral y calidad de fruta

La calidad de fruta es un concepto subjetivo definido por el


mercado (compradores y comercializadores). Dentro del concepto
global de calidad de fruta se incluyen atributos tales como:
tamaño, forma, color, ausencia de golpes, infecciones,
abrasiones, desórdenes fisiológicos o heridas, aromas,
consistencia de la pulpa, etc.

La nutrición mineral pueda afectar cada uno de los


atributos de calidad, tanto de manera directa como indirecta. Un
ejemplo de efecto directo es el de los desordenes fisiológicos
vinculados al calcio, los que analizaremos con más detalle hacia el
final de este escrito. Por el momento, baste señalar que en los
frutos de diversas especies frutales se manifiestan síntomas de dé
ficit de calcio, producto de bajos niveles de ese elemento en la
planta o de niveles proporcionalmente altos de elementos
antagonistas (K y Mg). En el caso de efectos indirectos, por
ejemplo, es frecuente que ocurra un excesivo crecimiento
vegetativo en huertos comerciales, producto de altos niveles de
fertilización nitrogenada, lo que provoca sombreamiento, menor

50
La nutrición en frutales templados

disponibilidad de radiación al interior de la copa de las plantas y,


por consiguiente, la reducción de la calidad de la fruta (Cuadro
1).

La nutrición de huertos frutales debe considerar el aporte


de los elementos a órganos específicos, antes que a la planta
como un todo. Así por ejemplo, para una máxima vida
poscosecha, los frutos deben tener ciertos niveles de minerales.
Las técnicas para lograr esto son diferentes de aquellas
destinadas a la nutrición de las partes vegetativas del árbol. En
este caso, los nutrientes deben aplicarse al árbol, y luego
desarrollar una comprensión de las variables que inciden sobre la
translocación y acumulación de tales nutrientes en la fruta, para
aplicar las técnicas de producción que permitan dirigir esos
nutrientes hacia el fruto en las cantidades necesarias, con el
propósito de lograr los objetivos propuestos. Así, la translocación
de B y N hacia los frutos pequeños ayudará a lograr un alto nivel
de amarre o cuaja, mientras que para alcanzar calidad, a través
del desarrollo del fruto deberán alcanzarse altos niveles de
acumulación de calcio.

51
La nutrición en frutales templados

Cuadro 1.
Influencia de la disponibilidad de radiación (% pleno sol) sobre el nivel
de producción (cantidad de frutos) y calidad de fruta en manzanos.
Fuente: Rom, 1991

Proceso Variedad % Pleno sol


Factor
Cantidad Iniciación floral; Todas 30
cuaja
Desarrollo dardos Todas 30
Calidad Color rojo Delicious 70 – 80
Color verde Granny Smith 30 – 60
Sólidos solubles Delicious 60
Sólidos solubles Granny Smith 50
Tamaño frutos Todas 50

52
La nutrición en frutales templados

Crecimiento radical

Las raíces son la parte menos visibles de la planta, pero


igualmente importante que las estructuras aéreas. Las raíces
anclan el árbol, absorben, transportan y ocasionalmente
almacenan nutrientes y agua, además de sintetizar compuestos
que son esenciales para la regulación de las actividades de la
planta. Debido a que es menos visible y más difícil de acceder, ha
sido menos estudiada que los órganos aéreos.

Importancia del crecimiento radical

Los huertos frutales crecen y producen en un sitio de 15 a


50 años. Al momento de plena producción tienen un sistema
radical extenso y son capaces de extraer los nutrientes del suelo.
La naturaleza perenne de los árboles y el hecho que generan altas
producciones, impone condiciones que no ocurren en la nutrición
de plantas anuales o árboles forestales. La condición del sistema
radical puede comprometer el rendimiento aun en situaciones en
las cuales no existen deficiencias minerales aparentes en el suelo.

Aun cuando las copas de los árboles se poden y manejen


cuidadosamente, existen pocas prácticas culturales dirigidas
directamente a modificar el sistema radical. Si se detectan
deficiencias hídricas o nutricionales, los productores pueden
simplemente regar o fertilizar. Un árbol frutal tiene necesidades
variables de nutrientes durante el año, dependiendo de la tasa de
crecimiento de fruta y de brotes, de la magnitud de las reservas

53
La nutrición en frutales templados

de nutrientes acumuladas en la temporada anterior y de las


condiciones ambientales de crecimiento. En ocasiones, las altas
demandas de nutrientes pueden no satisfacerse por absorción, a
través de las raíces, por lo que requieren suministrarse mediante
aplicaciones foliares.

Se puede hacer un paralelo entre la captación de agua y


nutrientes por la raíz, y la captación de luz por las hojas; sin
embargo, existen varias diferencias: 1. En la raíz el nivel de
ramificación es bastante más complejo que el del follaje, y sólo
los órdenes más finos de ramificación serían similares a las hojas
en términos de adquisición de recursos, 2. La actividad de las
hojas no requiere de asociación con microorganismos, mientras
que en las raíces las funciones de adquisición de nutrientes, gasto
de materia seca y, quizás, defensa, pueden estar fuertemente
influidos por micorrizas y otros microorganismos, 3. En las hojas
se puede establecer claramente el momento de separación de la
planta al ocurrir la abscisión, lo que no sucede en el caso de la
raíz.

Aun cuando las raíces de los árboles frutales tienen el


potencial de desplegarse en el suelo, a menudo el 70% de las
raíces crece de los 0 a los 30 cm de profundidad. La aireación del
suelo es el factor que determina la profundidad máxima del
sistema radical. El tamaño del sistema radical depende de la edad
de la planta. La amplitud del sistema radical generalmente es
mucho mayor a la que alcanzan las ramas. Árboles maduros de
pomoideas (manzanos y peras) alcanzan de 18 a 21 m2 amplitud,
mientras los de prunoideas (frutales de carozo) logran amplitudes
de 8 a 16 m2. La densidad del largo de raíz varía entre las
diversas especies frutales desde 0,2 mm/m2 en manzanos, hasta
12 mm/m2 en plantas de kiwi (una diferencia de 60 veces).

54
La nutrición en frutales templados

La tasa de supervivencia de raíces al invierno depende de


su diámetro; así, en manzanos Red Chief Delicious/M 26, la tasa
de supervivencia fue de 12% para raíces < 0,3 mm de diámetro;
de 30% para raíces de 0,3 a 0,5 mm diámetro; y de 55 a 60%
para raíces de 0,5 a 1,1 mm diámetro. Por otra parte, las raíces
más finas se encontraban en sectores más densamente poblados
y tenían mayor tasa de mortalidad que las más gruesas.

Crecimiento radical: plantas anuales vs. plantas


perennes

Al comparar el crecimiento radical entre cultivos anuales y


árboles frutales perennes, se observan marcadas diferencias en la
magnitud (largo, densidad), y arquitectura del sistema radical. A
pesar del potencial de extenderse a grandes distancias y
profundidades, la densidad del sistema radical de las plantas
frutales es bastante baja respecto a la de las especies anuales,
tales como las gramíneas y dicotiledóneas (Cuadro 2). Esto
implica menor capacidad de la raíz para explorar, así como una
reducida interfase raíz/suelo. Si la densidad radical es baja, es
dable esperar una alta tasa de remoción de agua desde la zona
contigua a la raíz, a fin de satisfacer las demandas de agua
debido a la transpiración por los órganos aéreos, lo cual crea
fuertes gradientes en la superficie de la raíz. Así, las tasas de
ingreso de soluciones a la raíz de frutales es de 5 a 8 veces
mayor que las medidas en plantas anuales.

55
La nutrición en frutales templados

Cuadro 2.
Relación crecimiento raíz/crecimiento foliar: La (cm raíz/cm2 hoja).

Cultivo La (cm cm-2)


Gramíneas 100 – 4.000
Dicotiledóneas herbáceas 53 – 310
Coníferas 69 – 126
Frutales 2–6

Fuente: Neilsen y Neilsen, 2003

Entre 5 y 20 mm del ápice radical, junto con la


diferenciación del xilema que permite translocar agua y nutrientes
a la parte aérea, se empieza a detectar la presencia de pelos
radicales. Estas son extensiones de células epidermales que
aumentan la superficie de contacto de la raíz con el suelo y
aumentan la capacidad de la raíz para absorber agua y
nutrientes. Los pelos radicales pueden estar involucrados en el
anclaje de las zonas apicales de la raíz, lo cual permite que el
ápice radical se pueda extender en nuevos volúmenes de suelo. Al
comparar plantas anuales con árboles frutales, la desmedrada
magnitud del sistema radical se incrementa al considerar la
presencia de los pelos radicales. Así, mientras una planta de
manzano de un año posee 17 millones de pelos radicales y una
extensión total de 3 km, una planta de cebada puede tener 17 mil
millones de pelos radicales, que presentan una longitud total de
600 km.

En una semilla de planta anual que está en proceso de


germinar, el primer órgano que aparece es la raíz primaria,

56
La nutrición en frutales templados

porque el requisito primordial de la plántula es establecer fuentes


externas de agua y nutrientes. Una plántula crece lentamente en
un comienzo, hasta que el sistema radical se ha establecido. Una
vez que la plántula obtiene acceso a una suficiente cantidad de
agua y nutrientes, comienza una fase logarítmica o exponencial,
durante la cual se acelera el crecimiento aéreo. La etapa
siguiente, conocida como fase lineal, expresa la tasa constante de
crecimiento de una planta anual madura. A medida que la planta
se acerca a la etapa de reproducción entra a la fase de
senescencia, en la que la acumulación de biomasa se reduce y,
finalmente, se detiene.

Los árboles frutales normalmente contienen dos partes: la


parte aérea o injerto, y la parte radical, portainjerto o patrón. En
el caso de la parte radical, el patrón puede provenir de semilla o
de propagación vegetativa. Si proviene de semilla, desarrolla una
raíz pivotante que posee un eje central a partir del cual se
ramifican varias raíces primarias y secundarias. La raíz pivotante
normalmente se corta al sacar las plantas del vivero para
plantarlas en el huerto, por lo que el sistema radical de los
árboles frutales con patrones derivados de semilla depende de la
presencia de raíces laterales. Sin embargo, una proporción
considerable de patrones frutales se propagan vegetativamente.
Estas plantas no poseen una estructura central importante como
eje principal de la raíz. En este caso, las raíces laterales primarias
son similares en tamaño y todo el sistema radical es más
horizontal.

La variable más importante que define la captación de


nutrientes, es el largo total del sistema radical. La absorción de
nutrientes inmóviles como fósforo, zinc y hierro es
particularmente dependiente del área de contacto de la raíz, la
cual no sólo está influida por el largo de la raíz, sino por el largo

57
La nutrición en frutales templados

de los pelos radicales y las hifas de micorrizas. Esto puede indicar


que los árboles con mayores densidades de largo radical (km m-
2
), tienen mayor capacidad de captar nutrientes y, por ende, de
mayor producción. Sin embargo, al comparar diversas especies
frutales, se observa que no existe relación entre la densidad del
largo radical y el potencial de producción bajo condiciones ideales
(Figura 1). Aparentemente, los manzanos tendrían dinámicas de
raíces muy eficientes y, por lo tanto, adquirirían más nutrientes y
agua por unidad de carbono destinada a la raíz, lo cual implicaría
ajustes en las tasas de crecimiento de la raíz, en la longevidad de
las raíces y en las tasas de respiración de dichos órganos. Así por
ejemplo, la longevidad de las raíces se acortaría al máximo para
raíces con baja eficiencia y se alargaría al extremo en raíces con
alta eficiencia.

58
La nutrición en frutales templados

Figura 1.
Comparación entre la producción de fruta y el largo de raíces en huertos de
varios cultivos frutales. A. Máximo rendimiento estable bajo condiciones ideales

59
La nutrición en frutales templados

de cultivos frutales, B. Largo máximo y mínimo de raíz por unidad de área de


huerto a la madurez del cultivo. Fuente: Eissenstat et al., 2002.

Al someter manzanos (Red Chief Delicious/ M 26) a


diferentes condiciones de temperatura de suelo y disponibilidad
hídrica, se observó que la respiración de la raíz-suelo fue más
rápida en suelo regado y a temperatura mayor, lo que indica que
los costos de carbono de la raíz fueron mayores para raíces en el
suelo con más altas temperaturas. Un menor contenido de agua
en el suelo trae consigo una difusión más lenta de nutrientes
hacia las raíces y, probablemente, una captación más lenta de
nutrientes en el suelo seco. Por tal motivo se puede predecir la
más baja eficiencia radical en un suelo seco con temperatura
elevada, mientras que la eficiencia más alta se encontraría en un
suelo húmedo con temperatura baja. Al mismo tiempo, la
supervivencia de las raíces durante el período seco, sería la más
alta en suelo húmedo y temperatura baja, y la más baja en la
condición de suelo seco y temperatura alta (Figura. 2).

Estas estimaciones de eficiencia del sistema radical,


asumen que las plantas pueden desprender las raíces cuando se
hacen ineficientes; sin embargo, las raíces no se desprenden de
las raíces de manera análoga como los brotes se desprenden de
las hojas, pues no hay una zona de abscisión clara en el caso de
las raíces y se conoce poco sobre el control de la duración de las
raíces. No obstante lo anterior, existe evidencia de que las
plantas tienen un control macro de la longevidad de las raíces.
Por ejemplo, existe una importante muerte de raíces dentro de
las dos semanas de ocurrida la completa desfoliación de los
manzanos, así como también una fuerte producción de fruta se
asocia con una alta mortalidad de raíces.

60
La nutrición en frutales templados

Figura 2.
Sobrevivencia de raíces de manzanos Red Delicious/M26 en un experimento de
sequía y temperatura elevada. Cada árbol fue expuesto a uno de cuatro
tratamientos: 1. suelo caliente (5 °C sobre temperatura ambiente a 5 cm
profundidad) y regado, 2. Suelo caliente y no regado, 3. Suelo frío y regado, 4.
Suelo frío y no regado. Sobrevivencia de raíces determinada con minirizotrones
para raíces nacidas en junio de 1997. Se indica período de sequía.

Fuente: Eissenstat et al.., 2002.

61
La nutrición en frutales templados

Coordinación del crecimiento

El crecimiento óptimo radical en relación con la


disponibilidad de nutrientes en el suelo, es consistente con el
concepto de equilibrio funcional entre raíz y parte aérea (brote).
Este concepto propone que las distancias entre fuentes y
receptáculos regulan la distribución de carbohidratos y nutrientes.
Así, las raíces satisfacen más fácilmente sus requerimientos por
nutrientes minerales que por carbohidratos, mientras que ocurre
lo opuesto con los brotes. Cuando los nutrientes están escasos, el
crecimiento de la raíz y del brote está limitado por los nutrientes;
en esas condiciones existe amplia disponibilidad de carbohidratos
para el brote y es posible la translocación de carbohidratos a las
raíces. Cuando una raíz encuentra un volumen de suelo rico en
nutrientes, los nutrientes absorbidos inicialmente quedan en la
raíz y promueven el crecimiento. A medida que los nutrientes en
la raíz alcanzan el nivel adecuado, se translocan más nutrientes
hacia el brote. A menudo las conexiones vasculares determinan
que una parte del brote reciba una proporción significativa de
nutrientes desde una sección de la raíz, y en retorno provee
carbohidratos, en primer lugar, a la raíz. Esa sección del brote,
que ahora tiene un nivel suficiente de nutrientes, llega a estar
escasa en carbohidratos y transloca una cantidad relativamente
escasa de carbohidratos a la raíz; así, el crecimiento de la raíz
llega a estar limitada por falta de carbohidratos.

Aun cuando hay diversas evidencias de la validez de esta


relación raíz / parte aérea, estudios en diversas especies
forestales de clima templado se estableció una correlación
bastante baja entre la vida media de las hojas y la de las raíces;
sin embargo, hubo una correlación significativa entre largo
específico de la raíz (largo raíz/peso seco raíz) y área foliar especí

62
La nutrición en frutales templados

fica (área foliar/peso seco foliar). Algunos investigadores señalan


un crecimiento asincrónico de brotes y raíces en manzanos. Así,
los períodos de fuerte crecimiento de brotes y raíces rara vez se
sobreponen, lo que refleja una competencia por carbohidratos
entre parte aérea y radical; sin embargo, esto no siempre ocurre,
como lo muestran recientes investigaciones en esa especie
(Figura 3).

La relación R/B de las plantas frutales cambia según la


edad de la planta. Así por ejemplo, al expresarla en base a peso,
la relación R/B de un manzano cv. Jonathan sobre patrón de
semilla es de 1/2,5 a la edad de 1 año, de 1/1,9 a 1/1,4 entre los
2 y 5 años, para llegar a una relación más o menos permanente
de 1/1,2 a partir de los seis años. Por otra parte, al expresar la
relación raíz brote en base a amplitud, en plantas de manzano de
10 años se obtuvieron valores de R/B de 1,43 en patrón
enanizante M9 (4,6 m amplitud radical), mientras a la misma
edad, un patrón vigoroso M1 tuvo un R/B de 1,71 (6 m de
amplitud radical).

63
La nutrición en frutales templados

Figura 3.
Patrones de nacimiento de raíces a lo largo de dos temporadas de crecimiento
en árboles de Gala/M9 en Summerland, BC, Canadá. Los árboles recibieron riego
pleno en ambos lados. Se indica fecha de plena flor (B) y cosecha (H). Fuente:
Eissenstat et al., 2006

Factores que afectan crecimiento radical

Diversos factores ambientales y de manejo afectan el


crecimiento radical. Así, en manzanos se reporta que la
producción de raíces se ve afectada por: el patrón o portainjerto,
la edad de la planta, el riego (tipo, frecuencia y carga de agua), el
manejo del suelo, el uso de mulch (acolchados), la fertilización
(nutriente, dosis, localización), la poda de la parte aérea, la poda
radical y la carga frutal. Por limitaciones de espacio, en el
presente artículo nos concentraremos en aquellos factores más
estudiados y que tienen mayor impacto sobre el crecimiento
radical.

64
La nutrición en frutales templados

Disponibilidad de nutrientes.

En suelos pobres en nutrientes, el crecimiento radical es


mínimo debido a las limitaciones nutricionales cerca del ápice
radical. A medida que el contenido de nutrientes aumenta, las
raíces empiezan a proliferar y a formar una estructura más densa.
Cuando los niveles de nutrientes exceden los rangos óptimos, el
crecimiento de la raíz llega a inhibirse por la disponibilidad de
carbohidratos, y eventualmente cesa.

El efecto de la nutrición sobre el crecimiento radical puede


observarse frecuentemente al evaluar la distribución de raíces en
huertos frutales regados y fertilizados con N y P mediante
sistemas presurizados (goteos o microjet). Así, en patrones de
manzanos enanizantes M9 y M26, al cabo de cinco años, una gran
densidad de raíces se ubica a 25 cm tanto en profundidad como a
distancia del gotero, mientras que en un patrón más vigoroso
(M7), la mayor parte de las raíces se ubicó a 45 cm del gotero y a
30 cm de profundidad.

El efecto de la nutrición parece ser indirecto y actuaría a


través de sus efectos sobre las partes aéreas de los árboles
frutales. En el caso del nitrógeno, este elemento estimula el
crecimiento primario de raíces absorbentes. Al comparar un árbol
frutal bajo déficit, con una planta que tiene un nivel adecuado de
N, el peso de las raíces puede aumentar en un 50%, e
incrementarse en un 200% la superficie absorbente radical. Por
otra parte, un nivel excesivo de N reduce el crecimiento de la
raíz, probablemente porque el alto nivel de N promueve una alta
tasa de crecimiento de brotes, lo que impide acumular materia
seca en la raíz. Ensayos en plántulas de manzano (Red Chief
Delicious) establecieron que la adición localizada de N en forma

65
La nutrición en frutales templados

de nitrato aumenta la eficiencia radical de la plantas, porque esta


aplicación incrementa la absorción de N en mayor medida que lo
hizo el costo de la raíz. Consistente con este efecto, las raíces del
sector donde se aplicó el N tenían una mayor vida media, lo cual
sugiere que una planta puede extender la longevidad de las raíces
más eficientes, presumiblemente mediante mayor asignación de
carbohidratos y mayor producción de los sistemas de defensa
(Figura. 4).

En cuanto a otros elementos, la adición de K y P


promueven la ramificación del sistema radical. Por otra parte, el K
aumenta el peso de la raíz de manera más eficiente que la parte
aérea del árbol. En el caso del calcio, éste es esencial para el
crecimiento del ápice radical. En casos de deficiencia marcada de
calcio, e incluso leve, los ápices radicales mueren más
frecuentemente. Se ha demostrado que la aplicación de fósforo,
ya sea foliar o al suelo, reduce la infección de micorrizas en la raíz
de diversas plantas, entre ellas la de los árboles frutales; se
desconoce si el efecto se produce mediante la inhibición de la
germinación de esporas del hongo o mediante la alteración de la
compatibilidad del hongo (micorriza) con el huésped (árbol).
Cualquiera sea el caso, una menor infección de micorrizas puede
disminuir los beneficios de la asociación planta/micorrizas, entre
ellos la capacidad de la planta a enfrentar situaciones de estrés,
de mayor resistencia a ataques por microorganismos
fitopatógenos y de menor disponibilidad de nutrientes inmóviles:
P, Zn y Cu.

66
La nutrición en frutales templados

Figura 4.
Vida mediana de raíces de manzano creciendo en macetas divididas. Las plantas
recibieron nitrato en dosis alta (H; 8,0 mmol) o baja (L; 1,6 mmol), dos veces
por semana, separadamente en cada maceta. Los tratamientos fueron: alto N en
ambas macetas (HH), alto N en una y bajo N en la otra (HL), y bajo N en ambas
macetas (LL). El asterisco indica la maceta que se midió. La vida mediana de
raíces se midió en dos grupos de raíces, con minirizotrones y un tubo
transparente rígido. El primer grupo representa raíces nacidas antes de la
primera cosecha (112 post-transplante) y el segundo, entre la primera y la
segunda (112 a 127 días post transplante).

67
La nutrición en frutales templados

Manejo del suelo.

Las condiciones físicas del suelo afectan de manera


importante el crecimiento de las raíces. Un cambio de la densidad
del suelo a través de la compactación afecta su estructura,
porosidad y capacidad de retención de agua. Según de la “firmeza
mecánica” o densidad del suelo, las raíces avanzan en mayor o
menor medida. Un suelo más compacto, al reducir el crecimiento
radical de la planta, puede limitar su acceso al agua y a los
nutrientes y, por consiguiente, reducir los rendimientos. El efecto
de la “firmeza del suelo” depende del grado de limitación de agua
y nutrientes, y de la capacidad que tenga la planta para acceder
tanto al agua como a los nutrientes. Sólo un tejido
completamente turgente puede avanzar en un ambiente que se
opone a su avance; la turgencia depende de los sólidos
intracelulares, incluidos ciertos nutrientes, como el potasio y el
nitrato. Además de la turgencia, el crecimiento radical en suelos
compactos depende de las propiedades de las paredes celulares.
Densidades de suelo de hasta 30 Kg. cm-2 no afectaron la
capacidad de las raíces de frutales para penetrar el suelo; sin
embargo, sobre este nivel las raíces sólo crecieron donde había
hendiduras en el suelo.

La impedancia mecánica afecta el crecimiento radical a


través de sus efectos en los niveles hormonales. En condiciones
de alta impedancia mecánica, se ha observado que los
niveles de auxinas (AIA=Ácido Indol Acético) se triplicaron
respecto a suelo sin impedancia. La elongación radical se
restringe severamente en ambientes de altos niveles de AIA; sin
embargo, paralelamente se observa una mayor formación de
raíces laterales. El etileno está involucrado en mediar cambios

68
La nutrición en frutales templados

morfológicos de la raíz en suelos compactos, pero el rol del ácido


abscísico aún no está claro.

La siembra de pasto en huertos frutales es una forma


efectiva de alterar la estructura del suelo y mejorar la interfase
suelo/raíz; sin embargo, debe considerarse que al crecer los
pastos, competirán con el frutal por agua y nutrientes. Por lo
anterior, es indispensable mantener el pasto sólo en la entrehilera
y conservar una franja con aplicación de herbicida en la
sobrehilera. En manzanos, la franja con herbicida aumenta el
número de raíces menores a 1 mm de diámetro, pero tiene poco
efecto sobre la distribución y profundidad de las raíces. En
manzanos jóvenes, el crecimiento de las raíces que estaban bajo
la franja de herbicida fue mayor que las que estaban bajo la
cubierta de pasto. A medida que el árbol envejece, aumenta la
proporción de raíces bajo el pasto, pero su densidad es bastante
menor que en la sobrehilera.

Temperatura del suelo.

El umbral de temperatura mínima para el inicio del


crecimiento radical varía según la especie frutal. Basado en
estudios en los que se midió la temperatura del suelo en la zona
radical y se observó el inicio del crecimiento radical, se determinó
que para manzanos dicho umbral era de 4 a 5° C, para perales de
6 a 7° C y para damascos y durazneros de 12° C. Otros estudios
establecen para manzanos una temperatura de 6,2° C para el
inicio del crecimiento radical.

Aun cuando las raíces empiezan a crecer a una


determinada temperatura y no tienen período de receso, existe

69
La nutrición en frutales templados

un menor potencial de regeneración durante el período de


latencia de los brotes. El requerimiento de frío invernal para
retomar el crecimiento de brotes y raíces, en primavera no sería
uniforme para todas las especies frutales; así, mientras que para
manzanos tanto la parte aérea como radical deben ser expuestas
al frío, en durazneros sólo basta con exponer el brote al frío. La
exposición de las raíces al frío puede aumentar la producción de
ciertas hormonas. La aplicación de una citocinina (6-
Benziladenina o BA) sustituye el requerimiento de frío de
manzanos que sólo lo reciben en la parte aérea; estos manzanos
logran una brotación similar a aquellos que tuvieron expuesta al
frío tanto su parte aérea como radical.

Demanda de nutrientes

Los nutrientes minerales cumplen diversas funciones en la


planta, por lo que la demanda de nutrientes varía, entre otros,
según la especie y variedad frutal, la edad de la planta, la carga
frutal, la condición hídrica, la condición fitosanitaria del huerto y
la época del año. De acuerdo a sus características (pH, nivel de
materia orgánica, textura, capacidad de intercambio catiónico o
CIC, profundidad, etc.), cada suelo tiene una determinada
cantidad de nutrientes disponibles para que los absorba la planta,
a fin de no tener déficit que reduzcan el crecimiento y
rendimiento del cultivo; es necesario complementar la “oferta
natural” de nutrientes con la adición de fertilizantes (al suelo o
follaje), en la forma y momento oportunos.

70
La nutrición en frutales templados

Elementos y órganos

Con el propósito de determinar los elementos presentes en


un cierto órgano, se quema o digiere el material vegetal, con lo
que se remueven los compuestos orgánicos de carbono, para
luego analizar las cenizas o el producto de la digestión, a fin
determinar los niveles de los elementos minerales. Para el análisis
de nitrógeno, azufre y otros elementos, deben seguirse
procedimientos específicos, ya que se pueden perder por
volatilización durante la incineración; por tal motivo, para analizar
estos compuestos es preferible la digestión húmeda.

Los diversos órganos en las distintas especies y variedades


frutales, presentan determinadas concentraciones de los
diferentes elementos minerales. Para evitar reducciones del
crecimiento o rendimiento, debe proveerse de tales elementos en
la cantidad y oportunidad adecuadas. Existen altos niveles de
extracción de potasio, calcio y nitrógeno (Cuadro 3). En el caso
del potasio, hay alta remoción por los frutos, mientras que para
N, existe similar distribución hacia los distintos componentes de la
planta. Gran parte del Ca se canaliza hacia las ramas y los brotes,
en desmedro de los frutos; como se analiza más adelante en
detalle, esto explica la baja acumulación de Ca en tejidos
reproductivos y la preponderancia de desórdenes vinculados a
déficit de este elemento en los frutos de árboles frutales.

71
La nutrición en frutales templados

Cuadro 3.
Distribución de principales nutrientes (kg/ha) en huerto de manzano cv. Golden
Delicious con 500 plantas/ha y rendimiento de 90 ton/ha.

Nutriente Ramas Hojas Raíces Frutos Total


Nitrógeno 39,7 32,6 27,6 21,3 121,2
Fósforo 6,0 3,9 5,6 4,0 19,5
Potasio 33,9 25,7 16,8 120,0 196,4
Calcio 83,5 53,5 21,0 4,4 162,4
Magnesio 8,0 6,7 3,5 3,7 21,9
Azufre 8,5 2,8 3,9 0,2 15,4
Cloro 4,5 24,3 1,3 15,2 45,3

Fuente: Neilsen and Neilsen, 2003.

Factores que afectan la demanda.

La demanda cambia con la edad de la planta, pues se


altera el balance entre crecimiento aéreo y radical, así como entre
crecimiento vegetativo y reproductivo. La demanda de nutrientes
esta en relación al crecimiento relativo de los diversos órganos de
la planta. Así, en la medida que haya una mayor carga frutal,
aumenta la demanda de potasio; mientras que si hay crecimiento
vegetativo fuerte, existirá una demanda fuerte por calcio.
Diversos factores ambientales y de manejo alteran el crecimiento
de los diversos órganos, entre ellos el nivel de carga, las heladas,
las temperaturas ambientales, la intensidad de prácticas
culturales (poda, raleo o aclareo de frutos), el ataque de agentes
bióticos, el manejo hídrico, además de otros.

72
La nutrición en frutales templados

Determinación de condición nutricional del


huerto

Para determinar el aporte de nutrientes del suelo y las


necesidades de fertilización en los cultivos anuales, regularmente
se emplea el análisis de suelo. Sin embargo, en el caso de las
plantas frutales debe considerarse la naturaleza perenne de estas
especies y el reciclaje de nutrientes en la planta. Por tal razón se
han establecido diversas estrategias para lograr una adecuada
determinación de la condición nutricional del huerto. Para este
propósito se integra la información del análisis de suelo, junto con
el análisis foliar, de los frutos y de los síntomas visuales.

Síntomas visuales

Los síntomas visuales se han usado por muchos años como


auxiliares en la nutrición mineral de los cultivos. El conocimiento
de la sintomatología ayuda a los productores y asesores a
identificar los desbalances nutricionales del huerto. Dado que los
niveles de un determinado nutriente afectan ciertas reacciones
químicas o vías metabólicas, el déficit o exceso de un nutriente se
manifiesta en alteraciones en la fisiología de la planta y,
eventualmente, en los síntomas (Cuadro 4). Sin embargo, al
basar el manejo nutricional de un huerto sólo en la
sintomatología, se presentan varios problemas: 1. La expresión
de muchos síntomas sólo ocurre con deficiencias severas, por lo
que cuando se logra enmendar l a situación la planta, ya ha

73
La nutrición en frutales templados

pasado por un período de desbalance con efectos negativos sobre


el rendimiento y calidad de fruta, 2. Una determinada
sintomatología puede ser producto de diversos problemas que
ocurren en el huerto, algunos de los cuales pueden estar
vinculados a la nutrición; incluso, aunque su causa fuera
nutricional, existen desbalances en diversos elementos que
producen síntomas similares (Cuadro 4), 3. Esta metodología
requiere bastante experiencia para diferenciar entre diversas
sintomatologías, 4. Corresponde a un método cualitativo, por lo
que es difícil definir niveles de fertilización a partir sólo de los
síntomas.

Cuadro 4.
Pautas generales para el diagnóstico visual de desórdenes nutricionales.

Parte Síntoma dominante Desorden


Déficit
Lámina foliar madura - Clorosis - Uniforme N (S)
- Intervenal/manchada Mg (Mn)
- Necrosis - Ápice y margen quemado K
- Intervenal Mg (Mn)
Lámina foliar joven - Clorosis - Uniforme Fe (S)
- Intervenal/manchada Zn (Mn)
Ápice - Necrosis (clorosis) Ca, B, Cu
- Deformaciones Mo (Zn, B)
Toxicidad
Lámina foliar madura - Necrosis - Punteada Mn (B)
- Ápice y margen quemado B, sales

Fuente: Marschner, 1986. Nota: Elemento en paréntesis indica síntomas variables.

74
La nutrición en frutales templados

Análisis de suelos

El propósito de los análisis de suelo es proveer


simultáneamente información sobre los nutrientes solubles e
intercambiables existentes en el suelo, estimando también la
cantidad de nutrientes potencialmente disponibles a partir de
componentes orgánicos e inorgánicos. El uso de estos valores
varía con la capacidad tanto para simular las condiciones químicas
del suelo que controlan la disponibilidad de un nutriente, como
para predecir la absorción de nutrientes por el cultivo. Aun con
estas limitaciones, el análisis de suelo puede ser un útil indicador
de la condición relativa de los nutrientes en los huertos,
especialmente cuando se hace un seguimiento a través del
tiempo. Aún más, es la única forma de determinar posibles
limitaciones de nutrientes antes de plantar el huerto; en este
contexto, la información de salinidad y particularmente de pH,
puede ser importante para definir la disponibilidad de nutrientes
para la planta. Por otra parte, la salinidad es relevante, pues los
frutales son sensibles al exceso de salinidad (Cuadro 5).

Existen algunas dificultades respecto al uso regular del


análisis de suelo para establecer pautas de fertilización en
frutales. En primer lugar, es difícil colectar una muestra que sea
representativa de la zona de enraizamiento en árboles que tienen
raíces profundas y distribuidas irregularmente. Por otra parte, la
distribución de raíces puede estar alterada por la aplicación de
agua y fertilizante, con lo que una muestra de una pequeña
porción del suelo puede no reflejar la realidad. Finalmente, los
valores críticos del suelo no se han establecido con exactitud en
frutales, los cuales tienen potencialmente un mayor período de
captación de nutrientes que los cultivos anuales, además de que
presentan almacenaje y reciclaje de nutrientes.

75
La nutrición en frutales templados

Cuadro 5.
Tolerancia de cultivos frutales a la salinidad en un suelo franco (dS m-1).

Especie Reducción del rendimiento


10% 50%
Baja tolerancia
Frutilla 0,13 0,25
Frambuesa 0,14 0,32
Almendro 0,20 0,41
Duraznero 0,22 0,41
Ciruelo 0,21 0,43
Nogal, peral, manzano, 0,23 0,48
limonero
Tolerancia media
Vid 0,25 0,67
Higo, granado, olivo 0,38 0,84
Alta tolerancia
Dátil 0,68 1,7

Fuente: O’Connor et al., 1993.

Una forma de tratar de reducir los problemas del muestreo


de suelo es el uso de los llamados lisímetros de succión, que son
cápsulas porosas unidas a tubos de PVC de 60 ó 120 cm de largo,
los cuales se insertan en la zona radical de los frutales. Las
cápsulas de 1,25 de diámetro emulan la raíz de los frutales
(Imagen 1). Las muestras de nutrientes disueltos en agua de
riego (10 a 15 cc por muestra), deben colectarse entre 12 y 24
horas después del riego.

76
La nutrición en frutales templados

Imagen 1.
Lisímetro de succión usado para obtener muestras de solución de nutrientes en
zona de crecimiento radical en frutales.

Análisis de tejidos

En contraste con los análisis de suelos, el análisis de tejidos


(incluido el análisis foliar) corresponde a una integración de las
variables que influyen la disponibilidad de nutrientes y, por tal
motivo, reflejan los diversos factores que inciden en la
disponibilidad de nutrientes (variaciones en clima, manejo y carga
frutal), antes que el contenido del nutriente en el suelo. En
frutales, las fluctuaciones de los niveles foliares son menores que
en plantas anuales. Diversos factores pueden alterar los niveles
de nutrientes en los tejidos, así la baja absorción de un nutriente
puede resultar de escasa aireación (poca respiración de la raíz),
bajo nivel hídrico en el suelo o baja actividad metabólica de las
raíces. En cambio, una alta absorción de nutrientes puede reflejar
condiciones óptimas de temperatura, sistema radical amplio y
activo, o alta capacidad fotosintética que suministra a la raíz
suficientes carbohidratos para un óptimo metabolismo radical.

77
La nutrición en frutales templados

Para que el análisis de tejidos pueda ser útil en determinar


la condición nutricional de un huerto, es preciso establecer
criterios de muestreo que permitan comparar las muestras
obtenidas con los estándares establecidos para cada cultivo y
variedad. Así, se debe definir el momento de toma de muestra, el
tipo y número de hojas, así como las características de las plantas
a muestrear. Se debe cuidar de elegir hojas sin daños
(mecánicos, por insectos o enfermedades) ni residuos químicos.
En el caso del análisis foliar de manzanos, se recomienda colectar
entre 110 y 125 días post floración de 25 a 50 hojas de la sección
media de brote del año, en la periferia de 20 a 25 árboles de la
misma combinación patrón/variedad. Se sugiere muestrear
siempre de los mismos árboles, a fin de poder correlacionar la
condición mineral de las plantas con el crecimiento vegetal, así
como el nivel y calidad de la producción obtenida (Cuadro 6).

Considerando la diferente movilidad de los elementos entre


los distintos órganos de una planta, existen situaciones en que la
condición nutricional del follaje no representa la captación y
acumulación de ciertos nutrientes por los frutos. Dado que la
nutrición de ciertos elementos minerales (en particular calcio)
afecta la calidad y la vida poscosecha de la fruta, en diversas
especies se ha considerado necesario determinar de la condición
mineral de los frutos (Cuadro 6). Existe bastante controversia
sobre las partes del fruto que deben analizarse, y varios
laboratorios proponen métodos diversos. Así como en el caso del
análisis foliar, en el de los frutos deben seguirse pautas estrictas
sobre los métodos de muestreo y la manipulación de las
muestras.

Con el propósito de tener un mayor conocimiento de la


evolución de los niveles de nitrógeno en la planta a lo largo de la
temporada, se han utilizado otros tejidos vegetales para dar segui

78
La nutrición en frutales templados

miento a este elemento en la planta. Así, se propone la


determinación, durante el receso, de los niveles de nitrógeno en
dardo y raíces del manzano, así como en sarmientos y raíces de
la vid, lo cual permite establecer el nivel de reservas de N y su
disponibilidad para la brotación. En el caso de la vid, se ha
establecido una alta correlación (r = 0,92) entre los niveles del
aminoácido arginina y el N-total en las raíces.

Cuadro 6.
Niveles críticos para hojas y frutos de manzanos.

Nutriente Unidad Déficita Normal Tóxico


Hoja
Nitrógeno % Peso Seco < 1,5 1,7 – 2,5
Fósforo % Peso Seco < 0,13 0,15 – 0,30
Potasio % Peso Seco < 1 1,5 – 2,5
Calcio % Peso Seco < 0,7 1,2 – 2,0
Magnesio % Peso Seco < 0,2 0,26 – 0,36
Azufre % Peso Seco < 0,1 0,1 – 0,3
Manganeso ppm peso seco < 25 25 – 120 > 120
Hierro ppm peso seco < 45 ? b 45 – 500
Boro ppm peso seco < 20 20 – 60 > 70
Cobre ppm peso seco < 5 5 – 12
Zinc ppm peso seco < 14 15 – 120 130 - 160
Molibdeno ppm peso seco < 0,05 0,1 – 0,2
Fruto (cosecha)
Nitrógeno mg/100g peso fresco 50 - 70
Fósforo mg/100g peso fresco 7-9 > 11
Calcio mg/100g peso fresco < 4 > 5
Boro mg/100g peso fresco < 0,8

a
Hojas con déficit severo pueden inesperadamente tener altos niveles
foliares
b
Los niveles foliares de hierro no se correlacionan con déficit del elemento
c
Niveles en frutos completos menos pedicelo y semillas
d
Apropiado para variedades susceptibles a degradación por baja
temperatura (Bramley, Cox´s Orange Pippin, Mc Intosh)

Fuente: Neilsen y Neilsen, 2003.

79
La nutrición en frutales templados

Tests bioquímicos

Los niveles nutricionales generalmente se relacionan con


ciertos cambios en la actividad de enzimas específicas (Cuadro 7).
Teóricamente, estos métodos enzimáticos pueden ser muy
valiosos si el contenido total o la fracción soluble de un nutriente
estuvieran escasamente correlacionados con su disponibilidad
fisiológica. La capacidad de estos métodos para reemplazar a los
análisis químicos a fin de establecer recomendaciones de
fertilizantes depende de tres factores: selectividad, precisión y
simplicidad para realizarlos. De las opciones listadas, el hierro y la
peroxidasa, así como el cobre y la ácido ascórbico oxidasa,
parecen cumplir con estos requisitos. Aún así, los métodos de
calibración son un problema cuando, como en el caso de plantas
sin deficiencias, no hay la disponibilidad de un estándar adecuado
ni existen síntomas visibles de deficiencia. No se pudieron
encontrar en la literatura referencias sobre el uso de esta
herramienta en frutales, pero parece ser una herramienta
complementaria interesante que requiere mayor nivel de
investigación.

Cuadro 7. Principales tests bioquímicos usados en producción vegetal.

Elemento Enzima
Zinc Aldolasa Anhidrasa carbónica
Nitrógeno, molibdeno Nitrato reductasa
Potasio, magnesio Piruvato kinasa
Fósforo Fosfatasa
Hierro Peroxidasa
Cobre Ácido ascórbico oxidasa

Fuente: Marschner, 1986.

80
La nutrición en frutales templados

Integración e interpretación de datos

Para efectuar recomendaciones adecuadas de fertilización,


es necesario integrar la información proveniente de diversas
fuentes. Dado que la nutrición influye sobre el funcionamiento o
metabolismo de diversos procesos vegetales, al momento de
establecer la condición nutricional del huerto, no sólo deben
incorporarse los resultados de los análisis de los diversos
muestreos (foliar, fruto, suelo, bioquímico, etc), sino además la
información sobre la cantidad y calidad de la fruta (peso, color,
golpe de sol, vida poscosecha, firmeza, etc.), el crecimiento
vegetal (brotes y raíces), así como sobre la fecha de caída de las
hojas, los niveles de cuaja o amarre, y los síntomas en frutos,
hojas y brotes.

Para la interpretación del análisis foliar, normalmente se


ocupan los rangos estándares, críticos u óptimos de los nutrientes
(Cuadro 6). Dado que los niveles de nutrientes varían a lo largo
de la temporada y entre diversos tejidos, tales rangos estándares
están definidos según: 1. Época de muestreo, 2. Tipo de tejido, 3.
Especie (y a veces variedad y patrón). En esas condiciones, el
nivel foliar óptimo de un determinado elemento está vinculado al
máximo nivel de producción y calidad de fruta; mientras que este
nivel está definido para una determinada variedad y condición
climática.

Diversos investigadores señalan que el uso del nivel


crítico para la evaluación del estado nutricional de cultivos es
cuestionable, pues ese enfoque no define si la deficiencia es
aguda o no; además, en el caso que se hayan clasificado
uno o más nutrientes como deficientes, tampoco establece cuál
nutriente es el más limitante. Aún más, los niveles de los

81
La nutrición en frutales templados

nutrientes están influidos por la dilución o concentración, debido


a las variaciones de la cantidad de materia seca que se produce
por el crecimiento.

Un enfoque diferente en la interpretación de los análisis de


tejidos lo constituye el sistema integrado de diagnóstico y
recomendación (en inglés: DRIS), el cual compara relaciones
duales entre nutrientes en el huerto bajo muestreo (N/P, P/K,
K/Ca, Ca/Mg, etc.) respecto a un grupo de alto rendimiento, lo
que entrega valores estándares o normalizados. El método DRIS
ayuda a establecer desbalances nutricionales en diversos árboles
frutales (cerezo, manzano, vid, durazno) y en la nuez (pecana y
avellano europeo), con relación al rendimiento y a la calidad de la
fruta. Se señalan como ventajas del DRIS sobre el método del
valor crítico: 1. La integración de interacciones entre los
nutrientes, así como de éstos con la acumulación de materia seca
y con las actividades metabólicas, 2. Calcula índices de balance
de nutrientes según un orden de su déficit.

Por otra parte, el método M-DRIS considera los contenidos


de nutrientes, así como un índice de materia seca y no sólo sus
relaciones duales. Comparado con otros métodos integradores,
una ventaja de este método es su mayor sensibilidad a identificar
grupos de plantas con problemas no nutricionales. Este método
puede ser particularmente útil cuando los valores críticos
disponibles no son satisfactorios. Finalmente, el método CND
requiere análisis de la composición estadística de los datos y se
basa en el establecimiento de variables multinutrientes (z), las
que se consideran, en términos relativos, mediante la media
geométrica de la composición nutricional. Algunos reportes
indican que la consistencia en la interpretación del análisis
aumenta en la medida que el enfoque univariado (nivel crítico)
aumenta hacia un enfoque de relaciones bivariadas (de dos en

82
La nutrición en frutales templados

dos o DRIS, M-DRIS). A través de un análisis multivariado, la


estructura completa de variación se incorpora progresivamente.
No fue posible encontrar en literatura ensayos que comparen los
tres métodos en frutales; sin embargo, un estudio de ese tipo
realizado en Eucalyptus, en Brasil, concluyó que: “Dependiendo
de la forma escogida de comparación y grado de concentración
del nutriente, se pueden obtener resultados muy diferentes en
relación a la concordancia de los métodos”. Por otra parte, estos
métodos se han probado poco en frutales y el método DRIS
frecuentemente no provee de mayor información que el uso de
valores críticos.

Fertilización

En huertos frutales, los fertilizantes se aplican para elevar


los niveles nutricionales si estos son inadecuados para la
producción en calidad y cantidad de fruta. También se aplican
para mantener la fertilidad del suelo, la que declinará si las
cantidades removidas del suelo por pérdidas (lixiviación,
desnitrificación, volatilización) o por la absorción del cultivo, son
mayores a los nutrientes aportados por la degradación de
material parental o la mineralización de la materia orgánica.

Los fertilizantes pueden disolverse en el agua y aplicarse


directo al suelo por riego presurizado (fertigación), por aspersión
a la parte aérea (foliar) o aplicarse al fruto en la postcosecha, por
aspersión o inmersión.

83
La nutrición en frutales templados

Determinación de dosis

Para estimar la dosis de fertilizantes, se requiere conocer o


calcular: 1. La demanda del elemento por la planta, 2. El aporte
del elemento por el suelo, 3. La eficiencia de fertilización. La
demanda proviene de los requerimientos de cada elemento para
formar los tejidos del frutal (Cuadro 3), lo cual tiene relación con
el crecimiento y distribución de la materia seca y con los
nutrientes minerales en los diversos tejidos del frutal.
Normalmente la carga frutal incide de manera importante en esta
variable. Existen varios enfoques para establecer el aporte de
nutrientes minerales del suelo. Uno de ellos se refiere a
considerar los niveles provenientes del análisis de suelo, aunque
este método es más aplicable a cultivos anuales. En el caso del N,
puede asumirse un factor de mineralización de la materia
orgánica.

Mediante el uso de nitrógeno pesado (N15), la eficiencia de


fertilización puede estimarse con cierta precisión para el caso del
N, el cual, al aplicarse como fertilizante, permite conocer el nivel
de pérdidas, su movimiento en el suelo y su distribución entre los
diversos tejidos vegetales. En el caso de los otros nutrientes, se
trata de estimar las pérdidas por cada una de las variables que
afectan el aprovechamiento del fertilizante (Cuadro 7)

84
La nutrición en frutales templados

Cuadro 7.
Valores promedio de cuatro años de la eficiencia de recuperación de nutrientes
en un huerto de kiwi cv. Hayward. Buwalda and Smith, 1988.

Variable (Kg./ha N P K Ca Mg S Cl
Absorción 527 70 572 517 87 88 241
Uso fertilizante 331 92 430 3900 318 65 290
Entrada atmósfera 124 1 28 28 16 48 464
Nutriente reciclado 364 39 223 485 76 73 190
Eficiencia (%) 64 53 84 12 21 47 26

Así por ejemplo, los cálculos para estimar las necesidades


de fertilizantes (dosis de referencia) en un cultivo de manzano
Rojo Spur, en función de la eficiencia de fertilización (%) y de los
niveles de rendimiento, arrojan los siguientes valores (Cuadro 8).

Cuadro 8.
Dosis de referencia de N calculadas para distintas producciones alcanzables y
diferentes eficiencias de fertilización nitrogenada en manzano Rojo Spur.

Dosis de N (Kg. / ha)


Eficiencias de Aplicación
(%)
Rendimiento total 40 50 60 70
(ton/ha)
40 75 60 50 43
50 90 72 60 51
60 105 84 70 60
70 120 96 80 69

Fuente: Silva y Rodríguez, 1995.

85
La nutrición en frutales templados

Características y consideraciones para su elección y


uso

Al momento de definir el fertilizante a emplear y la forma


de aplicación, los principales factores a considerar son: forma del
nutriente, velocidad de acción, riesgo de pérdidas, cambio en la
reacción del suelo (pH), concentración de nutrientes, aporte de
otros nutrientes, costo de adquisición, transporte, almacenaje y
aplicación.

Antes de establecer el huerto, es muy conveniente aplicar


fertilizantes sólidos al suelo, particularmente las formas menos
solubles como el fósforo y potasio, por la posibilidad de
incorporarlos fácilmente.

Formas de fertilización: suelo vs. follaje

Fertilizantes aplicados al suelo.El nitrógeno es el


fertilizante que más frecuentemente se aplica al suelo en los
huertos frutales. La adición de fósforo y potasio sólo se justifica
cuando los análisis de suelo, la respuesta de la planta o el análisis
de tejido indiquen la necesidad de aplicarlos. Las adiciones de
calcio pueden ser importantes cuando se usa para aumentar el pH
del suelo. A veces se recomienda aplicar magnesio y boro,
mientras que los otros micronutrientes rara vez se aplican.

Los fertilizantes solubles, especialmente el nitrógeno,


pueden ser repartidos sobre el piso del huerto y pueden moverse
hacia la zona radical mediante las lluvias o el riego. Su aplicación

86
La nutrición en frutales templados

concentrada dentro de la banda de herbicida puede ayudar a


reducir las pérdidas por absorción de la vegetación entre hileras.

Sin embargo, debido a las dificultades que se tienen para


su implementación y al daño que pueden ocasionar al sistema
radical, la aplicación de estos fertilizantes en las bandas se usa
poco en los huertos frutales, a pesar de que potencialmente
mejoraría la absorción, especialmente en los suelos poco fértiles.
Un ejemplo de esta aplicación en bandas es la colocación de
fertilizante fosforado (fosfato mono-amónico) en altas dosis en el
hoyo de plantación, lo que puede estimular el crecimiento inicial
del sistema radical, siempre y cuando no se alcancen niveles
excesivos de salinidad en el suelo.

Fertigación. La adición de fertilizantes con el agua de riego


es una técnica reciente para fertilizar huertos frutales. Esta
técnica tiene diversas ventajas, las que incluyen la posibilidad de
transportar los nutrientes solubles directamente a la zona radical
al momento de regar. De esta forma, las cantidades y
oportunidades de aplicación de fertilizante pueden ser ajustadas
para coincidir con las demandas reales de la planta, lo cual reduce
el tráfico frecuente en el huerto para distribuir el fertilizante. El
sistema funciona mejor con sistemas de micro riego de baja
presión: goteo, microjet y microaspersión, los que tienden a
concentrar las raíces en un menor volumen de suelo. La reducción
de pH puede ser un problema serio, especialmente cuando se
aplican repetidamente fertilizantes acidificadores a suelos con
baja capacidad tampón o buffer.

Investigaciones que compararon aplicación al voleo vs.


fertigación muestran que ambos pueden lograr similar
crecimiento y rendimiento, pero el fertirriego tiene mayor

87
La nutrición en frutales templados

eficiencia y requiere menos fertilizante. Ya que el N como NO3 se


mueve con el agua, una programación efectiva del riego que
impida los excesos, logra también reducir las pérdidas por
lixiviación de N. Sólo fertilizantes altamente solubles pueden apli
carse vía fertigación, al incorporarlos con sifón o inyector al
sistema de riego. La fertilización puede ajustarse por volumen o
zona de riego, antes que por árboles individuales.

Fertilización foliar

Los nutrientes minerales pueden aplicarse directamente a


árboles frutales mediante la aspersión de concentraciones
diluidas, dirigidas al follaje, yemas e incluso corteza. Las
aplicaciones foliares son particularmente efectivas cuando se da
alguna de las siguientes circunstancias: 1. Baja disponibilidad de
nutrientes en los suelos (especialmente por problemas de pH), 2.
Suelo con bajo nivel de humedad, 3. Disminución de actividad
radical durante la etapa reproductiva. En la actualidad, las
aplicaciones foliares son parte del manejo comercial de los
huertos frutales (Cuadro 9).

La aplicación foliar de nutrientes minerales respecto a la


aplicación de nutrientes al suelo, ofrece la ventaja de una
respuesta más rápida de la planta; sin embargo, el suministro es
más temporal y tiene algunos problemas: 1. Baja tasa de
penetración, particularmente en hojas con cutículas gruesas
(citrus y café), 2. Escurrimiento desde superficies hidrofóbicas, 3.
Lavado por lluvia, 4. Secado rápido de soluciones, 5. Cantidad
limitada de un nutriente (especialmente macronutriente) en cada
aplicación, 7. Daño o necrosis foliar.

88
La nutrición en frutales templados

Una variable a considerar en la efectividad de aplicaciones foliares


de nutrientes es la proporción de la aspersión que llega a cada
órgano de la planta. Es necesario considerar esta variable,
especialmente cuando se trata de mejorar niveles de nutrientes
poco móviles (como el calcio); así, si se pretende aumentar el
nivel de calcio en el fruto, menos de 2% de lo que se haya
aplicado llegará a ese órgano, y dado que es poco móvil, habrá
escasa o nula retraslocación desde otros órganos de la planta,
aun cuando se encuentren a escasa distancia del fruto en cuestión
(Cuadro 10).

Cuadro 9.
Época, dosis y concentración de los principales aplicaciones de nutrientes
recomendados para su aplicación foliar en manzanos. Neilsen and Neilsen, 2003.

Nutriente Forma Época Dosis Concentración


(kg/ha) (g/100 l)
Macro
Nitrógeno Urea Postcosecha ; corregir déficit y 2-11 200-1000
bajar inóculo venturia
Magnesio Sulfato o Follaje temprano (4-6 semanas 45-90 1200-2000
Nitrato post flor); corregir déficit
Fósforo KH2PO4 Follaje y fruta temprana ; reducir 22 1000
degradación por baja temperatura
Calcio Cloruro o Al fruto, 6 sem. post flor y 6 sem. 14-21 300-500
Nitrato pre cosecha; reducción Bitter pit y
mejor guarda
Micro
Boro Solubor Pre floración, mantener 2,8-5,6 60-100
rendimiento y corregir déficit
Zinc Sulfato Botón plateado a yema hinchada; 4,5 -45 120-1200
(36% mantención o corregir déficit
sólido)
Hierro Quelato Corregir déficit 1,1-2,3 Según
proveedor
Manganeso Sulfato Corregir déficit 2-9 60-200
Cobre Oxisulfato Follaje temprano de plantas 1-2 50
juveniles; puntas verdes en árboles
productivos

89
La nutrición en frutales templados

Cuadro 10.
Efecto del volumen de mojamiento en la distribución de depósitos de pesticida
usados para aplicar la misma cantidad de producto/ha a un huerto maduro de
manzano en expansión foliar plena.

Área muestreada Volumen de aplicación (l ha-1)


3742 560
Área de destino Porcentaje depositado por g aplicado
Follaje 44,3 58,3
Fruto 1,9 1,8
Corteza 8,4 9,7
Total 54,6 69,8
Deriva
Piso huerto 32,2 24,3
Otras* 13,2 5,9
Total 45,4 30,2

Fuente: Hall, 1991. * Representa todas las áreas fuera del huerto tratado.

Absorción de nutrientes

El hecho que existe bastante diferencia entre la


composición mineral del sustrato (suelo) y la de las plantas, es
indicativo que existe un filtro para la entrada de elementos a la
planta. Así por ejemplo, la concentración de potasio en la solución
suelo es generalmente menor a 0,005% (50 ppm), mientras que
este elemento constituye normalmente cerca de 1% del peso seco
de la planta. La barrera que separa la planta del medio, es la

90
La nutrición en frutales templados

membrana plasmática de la célula. Sin esta membrana, las


células vegetales estarían inundadas por su ambiente externo.

Por cada gramo de materia seca que la planta acumula, transpira


de 50 a 2000 gramos de agua. Este movimiento de agua a través
de la planta acarrea los solutos disueltos en ese líquido a la
superficie de las raíces, en lo que se conoce como flujo masal.
Aun cuando los solutos pueden estar diluidos en agua, sus
volúmenes son tan grandes que las cantidades de solutos que
acarrea a la superficie de las raíces pueden ser considerables. La
membrana plasmática sirve como barrera para evitar la entrada
descontrolada de tales solutos.

Las plantas terrestres evolucionaron a partir de algas que


vivían en las orillas de charcos, lagunas o lagos. Los elementos
minerales disueltos en estos cuerpos de aguas deben haber
variado dependiendo del clima, elevación y composición de las
rocas en su entorno, así como de los cambios temporales en los
volúmenes de esos cuerpos de agua. El funcionamiento de las
células requiere homeostasis (mantención de un ambiente interno
con ciertos límites físicos y químicos). El desarrollo de la
membrana plasmática y de la homeostasis son prerrequisitos
para la evolución de formas de vida compleja, como son las
plantas, y dentro de ellas, los árboles frutales.

Unión que está en la solución suelo no es aún parte de la


biosfera (ambiente donde crecen los seres vivos). Una vez que el
ión ha difundido al interior de la pared celular de la raíz, todavía
no es parte de la biosfera: puede difundir hacia fuera, o, si el
cation se adhiere a la pared celular, puede intercambiarse con
otro catión y volver a la solución suelo. Cuando el ión pasa a
través de la membrana plasmática de una célula de la raíz,

91
La nutrición en frutales templados

entonces se ha incorporado a la biosfera; ahora está al interior de


la célula (en su protoplasma) y allí existen diversas alternativas.
Una de estas rutas puede llevar a un tejido a ser consumido por
un hombre o animal. Casi todos los nutrientes esenciales para
la vida terrestre, incluyendo la nuestra, son elementos minerales
que han hecho su entrada inicial a la biosfera mediante el
transporte a través de la membrana plasmática de una célula
radical de una planta. Estos procesos son literalmente la raíz de la
vida en la tierra.

Interacción raíz / sustrato

La absorción de nutrientes por las raíces de árboles frutales


ocurre por tres vías: 1. Intercepción directa de la raíz, 2. Flujo
masal de nutrientes disueltos en agua, en contacto con la raíz del
árbol, 3. Por difusión (si existe gradiente de concentración entre
raíz y suelo circundante). Estudios realizados en gramíneas
señalan que la difusión explica el mayor porcentaje de la
absorción de fósforo (93%) y potasio (78%), mientras que el flujo
de masa es responsable del mayor porcentaje de la absorción de
nitrógeno (99%), calcio (72%), magnesio (87%), hierro (53%) y
boro (97%). La intercepción radical explica un bajo porcentaje de
la absorción de calcio (28%), magnesio (13%) y hierro (10%).
Dada la baja densidad radical de los árboles frutales, el
componente de intercepción directa debiera tener una menor
importancia.

La mayor cantidad de iones disueltos en agua se ubica


a pocos centímetros detrás del ápice radical. Esta es la región

92
La nutrición en frutales templados

con mayor actividad y en la cual los pelos radicales son


más numerosos. Los tejidos más viejos de las raíces de los
árboles, incluyendo los frutales, se suberizan progresivamente y,
con ello, se hacen menos permeables. Sin embargo, esta
impermeabilidad no es absoluta, por lo que normalmente hay
considerable flujo de agua y nutrientes a través de estas
regiones menos activas de la raíz. Las secciones no suberizadas
de los árboles a menudo no tienen la suficiente presencia en el
tiempo y espacio como para proveer, por sí solas, los
requerimientos de estas plantas.

Una vez que los nutrientes disueltos en agua ingresan a las


células de la raíz, el movimiento radial hacia los haces vasculares
lo pueden hacer al interior de las células (simplasto) o
moviéndose entre las células (apoplasto). Se estima que la mayor
parte del flujo es por la vía de menor resistencia (apoplasto). En
las partes maduras de la raíz, la parte que se mueve vía
apoplasto debe ingresar al interior de las células al llegar a un
grupo de ellas conocidas como endodermis; en la endodermis, la
presencia de una formación llamada Banda de Caspari impide el
paso de sustancias por el apoplasto. Una vez que pasan la
endodermis, la solución con nutrientes llega a los haces
vasculares y puede moverse hacia la partes aéreas de la planta
vía xilema, gracias a las diferencias de presión generadas por la
transpiración de agua en las hojas (Figura 5).

93
La nutrición en frutales templados

Figura 5.
Flujo radial en el movimiento de iones a través de la raíz, para llegar desde la
epidermis hasta el sistema vascular.

Fuente: Epstein and Bloom, 2005.

El tejido vascular es el principal paso del agua en la raíz, y


a través del tallo, en los pecíolos y las venas de las hojas. En la
hoja, las nervaduras llevan los nutrientes hasta las células del
mesófilo (células en el centro de la hoja). El agua se mueve a
través del mesófilo (a través del apoplasto, como lo hizo
previamente de manera radial en la raíz) y luego se evapora,
mediante la transpiración, desde la superficie de la hoja a través
de los estomas.

94
La nutrición en frutales templados

Interacción hoja / solución fertilizante

La mayor parte de los fertilizantes aplicados al follaje son


sales o compuestos polares (por ejemplo, quelatos). Para pasar al
interior de la hoja deben atravesar la epidermis. La epidermis de
la hoja es una banda compacta (algunas veces con una o más
capas de células) que presenta dos características relacionadas
con el ingreso y salida de sustancias: la cutícula y los estomas
(Figura 6). La cutícula es una estructura que contiene
principalmente cutina (un polímero lípido) y cera, la cual cubre la
pared externa (a menudo) engrosada, de las células epidermales.
En muchas especies frutales la cutícula está cubierta por una
película de crea, que disminuye la pérdida de agua y la entrada
de sustancias.

Figura 6.
Esquema de la cutícula de una hoja, indicando sus distintas partes.

Fuente: Epstein and Bloom, 2005.

95
La nutrición en frutales templados

La cutícula presenta dos opciones para el ingreso de


sustancias, una es la ruta lipofílica, que es no polar y apta para
ingresar compuestos no polares, y juega un rol menor en el
ingreso de fertilizantes foliares; la otra permite que las moléculas
polares o cargadas eléctricamente penetran la cutícula mediante
poros polares, los cuales están cargados negativamente
(favorecen el ingreso de cationes y rechazan la entrada de
aniones).

En los últimos años, el rol de la vía estomática ha sido


objeto de controversia. Se ha demostrado que los estomas están
protegidos contra el ingreso de agua líquida, lo que se tomó como
evidencia contra la posibilidad de absorción de sustancias a través
de los estomas. Estudios posteriores han demostrado que el
ingreso ocurre en conexiones líquidas que cruzan los estomas
(conexión transestomática) provistas por agua adherida a las
paredes de los poros estomáticos. Los estomas son importantes
para el ingreso de sustancias aplicadas foliarmente. En el caso de
aplicación de N (como urea, nitrato o amonio), la vía estomática
significó de 70 a 90% del total de solución absorbida vía foliar.

Estudios de casos

Se analizará en mayor profundidad la fisiología y el manejo


nutricional de dos elementos de gran importancia en la
producción frutal: nitrógeno y calcio.

96
La nutrición en frutales templados

Nutrición nitrogenada

El nitrógeno se encuentra en muchos compuestos


orgánicos, incluyendo todos los aminoácidos y ácidos nucleicos.
Por ello, las plantas requieren mayores cantidades de N que
cualquier otro elemento; es así que la disponibilidad de N
generalmente limita la productividad vegetal en ambientes
naturales y agrícolas. Para aumentar los rendimientos, la
agricultora usa cada año sobre 80 millones de toneladas métricas
de fertilizante nitrogenado. La manufactura y aplicación de ese
fertilizante significa >50% de la energía consumida en la
agricultura. Desgraciadamente, una alta proporción del N usado
como fertilizante se lixivia a aguas profundas o se volatiliza a la
atmósfera, lo que no sólo implica pérdidas económicas sino daño
al medio ambiente y salud humana. Por ello, un conocimiento del
ciclo del N en el ambiente y la planta, así como un manejo de los
factores que inciden sobre la eficiencia de su aplicación son muy
importantes en el manejo nutricional de un huerto frutal.

Ciclo de nitrógeno en suelo y planta

El nitrógeno es un nutriente altamente móvil que circula


entre la atmósfera, el suelo, los organismos vivos (plantas y
animales) y el agua (superficial y en profundidad). Aun cuando
es el elemento mineral más abundante en la atmósfera (78% del
aire), la mayor parte de los organismos vivientes no pueden tener
acceso a este nutriente pues se requiere una gran cantidad de
energía para romper el triple enlace del nitrógeno gaseoso (N2)
que permita su aprovechamiento.

97
La nutrición en frutales templados

En el caso de los frutales, el N inorgánico es captado por


las raíces como nitrato o amonio. La disponibilidad de N para las
raíces de frutales depende de fuentes orgánicas e inorgánicas y
de factores que afectan la actividad de microbios involucrados en
las transformaciones de N del suelo, tales como: temperatura del
suelo, tipo y cantidad de carbono disponible, disponibilidad de
oxígeno y agua. La mayor parte del N lo absorbe la planta como
nitrato, el que normalmente está en la solución suelo en niveles
mayores (hasta 200 ppm) que los de amonio (cerca de 1 ppm);
esta relación persiste aún en suelos donde se aplicó amonio. En
los suelos, el nitrato está presente casi enteramente en solución,
por lo que se puede mover a la raíz por flujo masal. En contraste,
el amonio está adherido (adsorbido) al complejo de intercambio
catiónico del suelo y puede también fijarse por ciertas arcillas
(tipo 2:1, tales como illita y vermiculita), por lo que a menudo
compite con el potasio por los sitios de intercambio; el amonio se
mueve a la raíz por flujo masal y difusión.

La concentración de nitrato en la solución suelo varía


considerablemente durante la temporada, y está regida por la
mineralización microbiana de materia orgánica y la conversión de
amonio a nitrato (nitrificación), la captación de nitrato por los
microorganismos y las plantas, así como por la lixiviación de
nitrato por las lluvias y el riego. Las adiciones de nitrógeno al
suelo pueden ocurrir por fijación biológica de N2 (por simbiosis de
leguminosas con bacterias del tipo rizobios) disuelto en las
precipitaciones, o por fertilizante orgánico o inorgánico.

El N asimilado por las hojas se almacena durante la


estación de crecimiento como proteína foliar, pero del 23 al 50%
puede removerse de las hojas, previo a su caída en otoño. Esta
remoción del N de las hojas ocurre desde la detención del
crecimiento de los brotes hasta finalizada la caída de hojas, aunque

98
La nutrición en frutales templados

podría ser de 3 a 4 semanas antes de la caída de hojas. El N que


se removió de las hojas en otoño, se almacena en los tejidos
leñosos como proteínas y aminoácidos, que se transforman y
luego se remueven para proveer de N a fin de que nuevos tejidos
crezcan en la primavera siguiente. En árboles recién plantados de
Golden Delicious/M9, sobre el 50% del total de N aplicado a la
plantación se recicló a partir de tejidos leñosos, para apoyar el
crecimiento de nuevos brotes y raíces dentro de los 70 días
siguientes. La importancia del N removilizado para el crecimiento
primaveral depende de la magnitud del N almacenado, así como
de la disponibilidad de N para las raíces, al inicio de la temporada.

Impacto de niveles de nitrógeno en la fisiología de la planta

El N se requiere cada año para favorecer el crecimiento de


nuevos tejidos del árbol frutal. Hojas y frutos de los árboles son
receptáculos importantes de N. Así, se ha estimado que 40% del
total del N de un manzano sobre patrón de semilla está en las
hojas, mientras que en árboles enanos, el 18% del N está
presente en los frutos y el 33% en las hojas. En árboles maduros
(14 a 21 años), 25 kg de N/ha se remueven anualmente en la
fruta y el material podado.

Las respuestas de los frutales al N, pueden clasificarse de


tres tipos:

1. Respuestas vegetativas, 2. Respuestas relacionadas con la


fructificación, 3. Respuestas vinculadas a las características
de la fruta. El déficit de suministro de N provoca un pobre
crecimiento vegetativo y un menor rendimiento a la menor

99
La nutrición en frutales templados

cantidad y tamaño de la fruta. Los síntomas de déficit de N


incluyen: pobre cuaja o amarre, caída temprana de fruta,
hojas pequeñas con palidez amarillenta uniforme, hojas
basales cloróticas que caen prematuramente y brotes
delgados con corteza café a rojiza.

Por otra parte, un exceso de N es más problemático que un


déficit. Además de la contaminación ambiental por lixiviación, el
suministro puede conducir a vigor excesivo y pobre calidad de
fruta: cosecha de fruta sobre-madura, menor firmeza a la
cosecha y en el almacenaje, y menor coloración en variedades
rojas. En manzanos, el incremento en desórdenes fisiológicos
(Bitter pit, degradación interna, pardeamiento interno), también
se le atribuye al exceso de N. Entre otros, estos efectos pueden
vincularse al aumento de tamaño del fruto y al sombreamiento.
Debido al exceso de N, en manzanos también se reporta un
incremento en la incidencia de tizón de fuego.

Factores que afectan eficiencia de aplicación

En frutales, la eficiencia de aplicación de N (la proporción


del N, aplicado como fertilizante, que queda en los tejidos del
árbol) es baja. En perales se han medido eficiencias de entre 6,3
y 20%, mientras que en manzano oscilan entre 1 y 10% durante
los primeros cinco años de vida en el huerto, y son de 22,3% en
plantas de tres años.

Entre los factores que inciden sobre la eficiencia de


aplicación de N están: escaso volumen radical (especialmente
en plantas jóvenes y en aplicaciones a inicios de temporada),
alta incidencia de pérdidas ( volatilización, desnitrificación y

100
La nutrición en frutales templados

lixiviación), competencia con malezas, inadecuada condición


hídrica del cultivo, e incidencia de plagas y enfermedades.

Estrategias de nutrición nitrogenada

La estrategia de nutrición nitrogenada debe incorporar una


estimación o medición de los siguientes componentes: 1. La
condición nutricional del huerto, 2. Las demandas de N por los
distintos órganos de la planta, 3. La disponibilidad de N en suelo,
4. La eficiencia de aplicación de N, 5. Otras variables ambientales
del huerto. Comparados con otras plantas, los requerimientos
anuales de N de los frutales, son bajos; en manzanos, éstos
oscilan normalmente entre 30 y 100 kg N/ha. Las concentraciones
foliares de N son una ayuda importante, pero no puede basarse la
estrategia de manejo del N exclusivamente en esta variable, ya
que puede afectarse la dilución del N ante las distintas
disponibilidades del elemento en la planta.

Algunos productores basan el aporte de N en fertilizaciones


únicas que se efectúan en primavera u otoño. Estas aplicaciones
pueden ser ineficientes por las siguientes razones: 1. En esas
épocas normalmente hay escaso crecimiento radical, 2. En
primavera la planta puede estar haciendo uso de las reservas, por
lo que no tiene gran demanda del N aplicado, 3. La planta es
incapaz aprovechar la cantidad de fertilizante aplicado, que
termina siendo absorbido por las malezas, 4. Las temperaturas
bajas pueden limitar la actividad de la planta, 5. Las lluvias
pueden incrementar las pérdidas por lixiviación. Se ha
demostrado el beneficio de aplicaciones múltiples al hacerlas en
los momentos de mayor crecimiento de las raíces finas y de
mayor demanda de la planta. Incluso, aplicaciones en manzanos

101
La nutrición en frutales templados

durante la precosecha han incrementado el N disponible para la


próxima temporada, sin alterar los niveles de N de la fruta de la
temporada presente.

En resumen, el suministro de N para satisfacer las


demandas de la planta debiera tomar en cuenta los diversos
aportes de N, la condición de la planta y los factores que afectan
su disponibilidad y la eficiencia de su aplicación. El ciclo natural
del N provee oportunidades para manipular la condición del N
tanto en el año presente como para la siguiente temporada. En
árboles que reciben el N de manera superficial, una estrategia
puede incluir el aporte de N al suelo, en bajas dosis, durante la
primavera, para después complementar con aplicaciones al suelo
en la poscosecha y con aspersiones foliares de urea durante el
otoño. En el caso de los árboles en los que se puede fertigar, es
posible repetir la dosis a lo largo de la temporada. En todos los
casos debe observarse continuamente la respuesta de la planta al
esquema de fertilización y ajustar las dosis, forma y momento de
aplicación para lograr los mejores resultados.

Nutrición de calcio

El calcio (Ca) es tal vez el elemento mineral más


importante para la calidad de los frutos. Los frutos con altos
niveles de calcio pueden transportarse mejor, tiene mayor y
mejor vida poscosecha, y menor tasa de maduración (Cuadro 11).
Sin embargo, las concentraciones de calcio en los tejidos
necesarias para obtener estos beneficios son mayores a las que
se pueden alcanzar “naturalmente”. Por tal motivo, el interés de
producir fruto con alto calcio es difícil de alcanzar, ya que es

102
La nutrición en frutales templados

necesario manejar todos los factores que afectan la absorción y


acumulación de calcio.

La nutrición con calcio es complicada, pues el Ca se


necesita principalmente en los frutos; por tal razón no sólo debe
absorberse por la raíz, sino translocarse hacia el fruto.

Calcio en el suelo y la planta

La mayor parte de los suelos plantados con frutales


contienen altos niveles de calcio (3,5% ó 35 ton/ha) en forma de
minerales de carbonato, silicato, sulfato y fosfato de calcio. El
calcio comprende normalmente entre el 65 y el 85% de los
cationes intercambiables adsorbidos a la materia orgánica y a los
coloides inorgánicos del suelo. El calcio tiene la mayor
concentración (50 a 100 ppm) de cualquier catión en el suelo. La
disponibilidad de calcio en el suelo tiene estrecha relación con su
pH ya que, a mayor nivel de pH, mayor saturación de cationes
con calcio. Por lo anterior, las necesidades de calcio de la planta
se satisfacen por el flujo masal de agua hacia la raíz, por lo que la
cantidad de calcio en el suelo generalmente no es una limitación
para el crecimiento vegetal.

Interacción con otros elementos

Existe competencia entre calcio, magnesio y sodio por los


sitios activos de absorción de las raíces en el suelo. Se ha
indicado que relaciones ideales entre estos elementos son: Ca/Mg

103
La nutrición en frutales templados

= 6:5:1 y Ca /K = 13:1; sin embargo, esto no siempre se cumple


en la práctica por lo que tales valores sólo deben considerarse
como indicativos. En cuanto al manejo de la fertilización, sólo la
adición de altas dosis de K ha tenido, en ciertas ocasiones,
efectos negativos sobre la absorción de calcio.

El ión NH4 es fuerte competidor en la absorción de calcio.


Esto se debe, tanto a su efecto sobre una reducción del pH del
suelo, como a su efecto antagónico en la absorción de calcio por
las raíces. La adición de 250 unidades de urea/ha a manzanos,
redujo el pH entre 0,5 y 2 unidades, dependiendo de la época del
año y profundidad de obtención de la muestra.

Calcio: roles, fisiología y efectos de déficit

El calcio es un macronutriente debido a su requerimiento


por la planta y sus niveles en la hoja; sin embargo, en las células
funciona como micronutriente. El calcio ejerce roles fisiológicos y
bioquímicos en el apoplasto (afuera de la célula) y en el
citoplasma (dentro de la célula). Para que pueda cumplir estos
roles, la concentración en el apoplasto debe ser de 1.000 a 5.000
µm, mientras que en el citoplasma de 0,1 a 1,0 µm.

El calcio cumple roles en la estructura de la pared celular y


la integridad de las membranas, lo que tiene importancia en la
firmeza de los frutos. Al formar parte de una proteína llamada
calmodulina, ejerce un rol regulatorio en diversas funciones
celulares. El Ca también tiene un rol en el control de la apertura
estomática, lo que regula la entrada de CO2 (para la fotosíntesis)
y la salida de agua (transpiración). El Ca tiene importancia en la

104
La nutrición en frutales templados

interpretación de señales desde del ambiente. Muchas de las


señales ambientales mediadas por el Ca se relacionan con estrés
biótico o abiótico (salinidad, bajo oxígeno, shocks térmicos, altas
concentraciones de aluminio y perturbaciones mecánicas).

Aun cuando los síntomas de déficit de calcio se pueden


observar en diversos tejidos vegetales, en el caso de los árboles
frutales las sintomatologías más importantes se presentan en los
frutos. Un fruto con bajo nivel de calcio presenta mayor incidencia
de desórdenes fisiológicos (Bitter pit, cork spot, internal
breakdown), menor vida poscosecha, maduración más acelerada,
caída más brusca de la firmeza en poscosecha y menor
resistencia al transporte y manipulación (Cuadro 11).

Cuadro 11.
Efecto de tratamientos con calcio sobre diversas características de manzanas
Golden Delicious.

Nivel Ca (ppm) Firmeza (kg) Respiración Etileno


(ml CO2 kg-1 h-1) (µm kg-1 h-1)
- Ca 185 6,3 15 90
+ Ca 350 8,6 10 40

Fuente: Glenn et al., 1988.

105
La nutrición en frutales templados

Predicción de desordenes fisiológicos: el caso del Bitter pit

En frutales, los niveles foliares de calcio raramente son


deficientes, aun cuando puedan presentarse deficiencias del
elemento en frutos. Dado que existe escasa o nula
retranslocación de calcio desde brotes a frutos, la determinación
de los niveles de calcio en los frutos debiera ser un mejor
indicador de la acumulación de este elemento que los niveles
foliares. Sin embargo, existen problemas con la determinación de
calcio en el fruto. Los problemas más importantes se relacionan
con el muestreo de frutos y la elección de los tejidos del fruto en
los cuales se analizará el calcio. Al respecto, debe considerarse
que los niveles de calcio varían entre árboles, dentro del árbol y
dentro del fruto. Por lo tanto, es difícil conseguir una muestra que
sea representativa de todo el huerto. Una vez definido el árbol y
fruto que se colectará para el análisis, debe considerarse que los
niveles de calcio (y de otros elementos) fluctúan dentro del fruto,
tanto al comparar diversas zonas de él, como durante su
crecimiento en el árbol y en su vida postcosecha. Este hecho ha
generado que los laboratorios tomen muestras de diversa forma y
midan diferentes partes del fruto, así como también establezcan
diversos estándares. Por lo anterior, la correlación entre niveles
de calcio e impacto sobre la calidad de fruta (desórdenes
fisiológicos) puede ser baja (Cuadro 12).

106
La nutrición en frutales templados

Cuadro 12.
Capacidad predictiva (R2)z de diversos métodos para estimar la incidencia de
Bitter pit en manzanas.

Método predictivo R2 y

Infiltración frutos con Mg 0,671- 0,871

Inmersión frutos en Ethephon, 2000 ppm 0,601-0,841

Ethephon + Infiltración frutos con Mg 0,791

Largo brote terminal 0,381- 0,502

Análisis mineral de Frutos: K + Mg / Ca 0,123-0,401

: Ca 0,191-0,433

z
R2 (coeficiente de determinación): mide la proporción de incidencia de Bitter pit
en post cosecha (90-120 d a 1-3 ºC), que es explicada por muestras colectadas
dentro de 7 d de cosecha y

1 2 3
Fuentes: = Gajardo, 1996; = Retamales and Valdez, 2000; = Van der Boon, 1980.

Para obviar estos problemas, el autor de este artículo ha


liderado un grupo de investigadores que usa el antagonismo
natural que ocurre entre algunos elementos y el calcio. Así, se ha
generado un método para predecir desordenes vinculados al
calcio en manzanos (particularmente Bitter pit), que induzca a la
fruta a expresar rápidamente su nivel de Ca. El método implica
un cuidadoso muestreo de frutos 20 ó 40 días precosecha, y la
infiltración de ellos con cloruro de magnesio para inducir, al cabo
de 16 a 20 días, la generación de manchas “tipo Bitter pit” en la
superficie de la fruta. El número de frutos con manchas “tipo
Bitter pit” está altamente correlacionado con la incidencia de

107
La nutrición en frutales templados

Bitter pit en fruta después de tres meses en almacenaje


refrigerado. El método se ha ensayado con éxito en diversos
países: Chile, Polonia, Corea del Sur, Brasil y Sudáfrica.

Efecto de aplicaciones de calcio: suelo vs. follaje

La aplicación de calcio al suelo puede aumentar los niveles


foliares, pero no los del fruto. Por ello, las aplicaciones de calcio al
suelo sólo se justifican en huertos plantados en suelos muy
ácidos.

Aún cuando una baja proporción de lo aplicado llega al


fruto, los mejores efectos sobre los niveles de Ca en frutos y su
calidad se han obtenido mediante aplicaciones repetidas al follaje,
normalmente en la forma de cloruro. El cloruro es barato, efectivo
y no aumenta el nivel de N en frutos. Usualmente se usa al 0,5%
(peso/volumen), pero aplicaciones únicas al 4% justo antes de
cosecha si bien queman el follaje, han sido efectivas en reducir
desordenes. La cantidad de Ca absorbido por los frutos está en
directa relación con el número de aplicaciones, las que pueden
variar entre 4 y 10 (Cuadro 9). La mayor efectividad se obtiene al
combinar aplicaciones tempranas (dentro de 6 semanas después
de cuaja) y tardías dentro de 6 semanas antes de la cosecha). En
caso de condiciones predisponentes para un bajo nivel de calcio
en frutos, las aplicaciones foliares se pueden complementar con
inmersión o ducha con cloruro de calcio en postcosecha, con
concentraciones hasta 2% (peso/volumen).

108
La nutrición en frutales templados

Manejo integral de la nutrición de calcio

El manejo integral de la nutrición de Ca debe incorporar un


conjunto de prácticas que alteren las diversas fases de
acumulación de este elemento por los frutos, entre ellas: 1.
Aumentar la absorción de Ca por la planta, 2. Incrementar,
dentro de la planta, el aporte proporcional de Ca hacia el fruto, 3.
Evitar la dilución del calcio acumulado, 4. Incrementar el tenor de
calcio mediante aplicaciones dirigidas directamente al fruto.

En cuanto al incremento de absorción, este se puede lograr


a través de: 1. Fomentar de la generación de nuevas raíces en
cada temporada, 2. Mantener un adecuado nivel hídrico en el
suelo, para así evitar tanto exceso como déficit, 3. Evitar altos
niveles de amonio, potasio y magnesio, los que compiten con el
calcio por su absorción por las raíces. Respecto a incrementar,
dentro de la planta, el aporte proporcional de calcio hacia el fruto
(Cuadro 3), se puede lograr: 1. Impidiendo un crecimiento
excesivo de brotes (manejo hídrico, nitrógeno, carga frutal), 2.
Evitando podas invernales severas, 3. Efectuando podas
veraniegas suaves. En cuanto a evitar la dilución del calcio
acumulado, se puede alcanzar: 1. Al no realizar un raleo o aclareo
excesivo de frutos, 2. Efectuando una buena polinización, para
tener alto número de semillas, mayor nivel de auxinas y mayor
atracción de calcio hacia el fruto. El punto relacionado con
incrementar el tenor de calcio mediante aplicaciones dirigidas
directamente al fruto, ya se trató en este documento.

109
La nutrición en frutales templados

Literatura citada

-Buwalda, J. G. and G. S. Smith. 1988. A mathematical model for


predicting annual fertilizer requirements for kiwifruit vines.
Sci. Hort. 37: 71-85.

-Costa da Silva, G. G., Lima-Neves, J. C., V. H. Alvarez and F.


Palha-Leite. 2004. Nutritional diagnosis for eucalypt by DRIS,
M-DRIS and CND. Sci. Agric. 61: 507-515.

-Costes, E., E. García-Villanueva, C. Jourdan, J. L Regnard and Y.


Guédon. 2006. Coordinated growth between aerial and root
systems in young apple plants issued from in vitro culture.
Ann. Botany 97: 85-96.

-Eichert, T., A. Kurtz and H. E. Goldbach. 2006. Investigations on


the contribution of the stomatal pathway to foliar uptake. Acta
Hort. 721: 307-312.

-Eissenstat, D.M., C.E. Wells and L. Wang. 2001. Root efficiency


and mineral nutrition in apple. Acta Hort. 564: 165-184.

-Epstein, E and A.J. Bloom. 2005. Mineral nutrition of Plants:


Principles and perspectives. Second Edition. Sinauer Ass. Inc.,
Sunderland, Massachusetts, USA, 400pp.

-Fallahi, E., B. Fallahi, J. B. Retamales, C. Valdes and S.


Tabatabaei. 2006. Prediction of apple fruit quality using
preharvest mineral nutrients. Acta Hort. 721: 259-264.

110
La nutrición en frutales templados

-Faust, M. 1980. Modern concepts in fruit nutrition. pp. 11-16. In:


Mineral Nutrition of fruit trees. D. Atkinson, J. E. Jackson, R.O.
Sharples and W. M. Waller (eds.). Butterworths, London.
England

-Faust, M. 1989. Physiology of Temperate Zone Fruit Trees. Wiley


–Interscience. New York, USA.338 pp.

-Gil, G. F. 2000. Fruticultura: La producción de fruta, frutas de


clima templado y subtropical y uva de vino. Edic. Universidad
Católica de Chile. 590 pp.

-Grattan, S. R. and C. M. Grieve. 1999. Salinity-mineral nutrient


relations in horticultural crops. Sci. Hort. 78: 127-157.

-Jones, H. G. 1992. Plants and microclimate: a quantitative


approach to environmental plant physiology. Second Edition.
Cambridge Univ. Press., Cambridge, England. 428pp.

-Marschner, H. 1986. Mineral nutrition of higher plants. Academic


Press. London, 674 pp.

-Mourao-Filho. F.A. 2004. DRIS: concepts and applications on


nutritional diagnosis in fruit crops. Sci. Agric. 61: 550-560.

-Neilsen, G. H. and D. Neilsen. 2003. Nutritional requirements of


apple. pp. 267-302. In: Apples: Botany, production and uses.
D. C. Ferree and I. J. Warrington (eds.). CABI Publishing,
Wallingford, England. 660 pp.

-Rom, C. 1991. Light thresholds for apple tree canopy growth and
development. HortScience 26: 989-992.

111
La nutrición en frutales templados

-Silva, H. y J. Rodríguez. 1995. Fertilización de plantaciones


frutales. Editorial P. Univ. Católica de Chile, Santiago, Chile.
519 pp.

-Watt, M., W.K. Silo and J.B. Passioura. 2006. Rates of root and
organism growth, soil conditions, and temporal and spatial
development of the rhizosphere. Ann. Botany 97: 839-855.

-Wells, C.E., D.M. Glenn and D.M. Eissenstat. 2002. Soil insects
alter fine root demography in peach (Prunus persicae) Plant,
Cell and Environment 25: 431-439.

-Wells, C.E. and D.M. Eissenstat. 2002. Marked differences in


survivorship among apple roots of different diameters. Ecology
82: 882-892.

-Williamson, J.G. and D. C. Coston. 1989. The relationship among


root growth, root growth, and fruit growth of peach. J. Amer.
Soc. Hort. Sci. 114: 180-183

112
La nutrición en frutales templados

Esta obra terminó de editarse en agosto de 2007,


en la ciudad de Saltillo, Coahuila, México

113
La nutrición en frutales templados

Rector
DR. JORGE GALO MEDINA TORRES

Director General Académico


DR. MIGUEL ÁNGEL CAPÓ ARTEAGA

Directora de Investigación
DRA. DIANA JASSO CANTÚ

Directora de Vinculación
DRA. ILIANA HERNÁNDEZ JAVALERA

Director de Licenciatura
M.C. JUAN MANUEL CEPEDA DOVALA

Director de Postgrado
DR. JERÓNIMO LANDEROS FLORES

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA AGRARIA ANTONIO NARRO


Buenavista, Saltillo, México

114

You might also like