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INTRODUCCION
-La gratitud es el don más precioso y loable que Cristo encumbró, no hay otro pasaje
magistralmente dado por él en la escritura que muestre el interes de Cristo al resaltar la gratitud, le
salieron al encuentro diez leprosos rogándole y diciéndole por favor Señor limpianos (Luc. 17:11-
18). Lucas 17:16,18 “Se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias…, y el Señor coloca en
un marco de oro con ebras de plata el epitafio ¿No hubo quien volviese y diese gracias a Dios, sino
este extranjero?
-Dios espera que nosotros seamos agradecidos, María ungió los pies de Jesús y cuando judas
protestó por esta supuesta perdida de dinero, Cristo dejó inplicito el sentido de la gratitud: Juan 12:
7,8 “Jesús enalteció este acto…
-Asi como Cristo derramó el oleo de la alegría y el sentido de vida sobre María ella derramó un
perfume costoso sobre los pies de su amado maestro.
-Ahora nosotros estamos aquí tambien para agradecer a Dios por todo lo que el ha hecho por
nosotros.
-Que ninguno de los salvos de esta iglesia, adopte la conducta de estos nueve ingratos leprosos,
que lejos de agradecer a Jesús siguieron con indiferencia su camino.
-Por el contrario como María estemos dispuestos a darlo todo a cambio de sangre. La sangre de mi
Cristo Jesús.
-Pueda ser que digamos soy cristiano agradecido las 24 horas del día pero la histroria de los diez
leprosos y la historia de María necrofila la idea de no agradecerle hoy.
-El amor de mi Dios fue tan grande que nos regaló la salvación , y puedo decir soy salvo en Cristo
Jesús.
-La historia del hijo pródigo es la escencia del porque debemos estar agradecidos a Dios. Lucas
15:11-32
-Es el padre quien corre a abrazar a su hijo, le quita la ropa sucia y asquerosa y lo viste de ropa de
gala, estuvimos perdidos y el nos alcanzó, no importa en que lodo sucio y asqueroso estemos
metidos en estos momentos, él nos limpia con su bendita sangre, estuvimos muertos pero al
encontrar a Cristo tenemos vida eterna.
-A pesar de ser un miserable, perverso, cruel y desalmado Dios nos ama tanto como una madre
ama a sus hijos.