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UN ENCUENTRO CON DIOS

INTRODUCCIÓN:

En varias ocasiones vemos en el N.T. que muchos seguidores de Jesús no

habían tenido un verdadero encuentro con Dios, incluso muy cercanos como

Judas… le seguía de cerca pero su corazón estaba lejos… pero otros como el

endemoniado gadareno se convirtieron de todo corazón… su encuentro con

Dios fue real… sincero… esta experiencia con Dios es fundamental…

HOMBRES CON UN ENCUENTRO PERSONAL

1. ABRAHAM: que partió de Ur de los caldeos hacia una tierra desconocida

creyendo en “Esperanza contra esperanza” y su fe le fue contada como justicia.

2. EL PROFETA ISAÍAS: en el año que murió el Rey Usías, encontró a Dios.

Tras ese encuentro hubo un ofrecimiento de parte del profeta: “heme aquí,

envíame a mí”. De ahí en adelante su vida cambió. Inesperadamente Dios le

salió a su encuentro. (Isaías 6:1)

3.MOISÉS: le encontró en una zarza ardiendo. (Éxodo 3: 1-12)


4. JACOB: luchó la bendición de Dios con un Ángel. (Gen. 32:22-32)

Dios después del encuentro no le llamó más Jacob sino Israel.

Todos estos ejemplos encontraron a Dios si estarlo buscando, pero lo

interesante de todo esto es que cuando lo encontraron no lo soltaron y

siguieron con el hasta el final de sus vidas.

ENCUENTRO CON DIOS ES PARA SU BIEN

Usted encontrará en estos encuentros a un compañero. Fuera de un gran

abatimiento y desesperación Elías encontró un nuevo espíritu de servicio. Fuera

de los sueños rotos, Isaías encontró un nuevo propósito en la vida. Fuera de la

rebelión Pablo vino a ser obediente a la voluntad de Dios. En medio de una vida

aburrida e insulsa Ezequiel vino a un nuevo nivel de poder. En una cautividad

Juan vino a la libertad de la adoración. Mucha gente en la biblia encontró a

Dios, pero no todo encuentro en la Biblia cambio las vidas.

Un encuentro con Dios en este material es definido por siete pasos. Busque estos

siete principios o pasos a medida que usted planea encontrarse con Dios.
USTED PUEDE SEGUIR ESTOS PRINCIPIOS CUANDO SE

ENCUENTRE CON DIOS.

Un encuentro con Dios ocurre cuando

(1) el intencionalmente se encuentra con usted, (2) en un tiempo de gran

necesidad, (3) a través de circunstancias inesperadas, (4) revelándoles algo

acerca de Él, (5) aprendiendo algo acerca de usted (6) preparándolo para una

tarea específica, (7) aun cuando usted no entienda por completo todos los

misteriosos elementos de su encuentro. Veamos detenidamente entonces esta

definición.

Intencional: Algunos encuentros son planeados por Dios, cuando la persona

menos los espera. En otra oportunidad individuos son tan fervientes en la

oración y en la búsqueda de Dios, que El viene a ellos.

Jacob luchó con Dios toda la noche, rehusándose a dejar a Dios hasta que le

bendijera. Moisés no dejó que un ángel saliera con él a la tierra prometida y se

rehusó a irse si la presencia de Dios no iba con ellos. (Éxodo 33:15) Vea también

Ezequiel 34:11.

Tiempo de gran necesidad. Elías encontró a Dios cuando se había apartado y

estaba desanimado. Jeremías, Ezequiel, e Isaías encontraron a Dios cuando


vieron a su nación colapsar a su alrededor. Cuando Jacob estaba temeroso de

enfrentar el rostro de su hermano Esaú, se encontró con Dios. Los problemas

motivaron a estos hombres a buscar a Dios.

Pero algunos otros fueron encontrados por Dios,

aun cuando ellos estaban en rebelión con Dios; Pablo odiaba Cristo cuando

se encontró con él en el camino de Damasco, Pedro lo había negado tres veces.

Necesidad: La cosa maravillosa acerca de estos encuentros, cuando la gente

necesitó de Dios, el vino a ellos. Ver Jeremías 3: 21-23

Sorpresivos Algunos no esperaban encontrarse con Dios. María vino al huerto

a recoger un cuerpo sin vida, pero hablo con un Cristo vivo.

Sorpresa: Otros oraron para que Dios los bendijese y fueron sorprendidos por

la magnitud del encuentro con Dios, como Ezequiel y Jeremías.

Algunos desearon que Dios hiciese algo por ellos, pero su encuentro fue más

allá de lo que esperaban. Ver Deuteronomio 29:29 Nuevo mensaje de Dios.

Cuando Dios nos encuentre, Él tiene un propósito, usualmente es un mensaje

particular para nosotros. Dios deseo que Juan escribiera un libro, el libro de

Revelaciones. Fue una simple tarea (Rev. 1:19).


Otros necesitaban un mensaje personal, como María Magdalena en el jardín,

Jesús confortó su desilusión y reafirmó su fe. Salmo 40:5.

Para conocer más íntimamente a Dios desea ser conocido en un nivel mayor de

intimidad. Él nos encontrará de tal manera que nos llevará a un nuevo nivel de

adoración y comunión con El. Juan 4:23. Cuando adoramos y tenemos

comunión con Dios, aprendemos más de El de tal manera que le podemos servir

mejor. Ver Jeremías 9:23-24. Para tener un cambio.

SEREMOS DIFERENTES

Después de nuestro encuentro con Dios, seremos diferentes. Encontrarse con

la voluntad de Dios cambia nuestras vidas.

Jacob físicamente cojeo, como un recordatorio externo de que se había

enfrentado a Dios cara a cara y como un recordatorio interno de que debía

permanecer humilde ante Dios. La cara de Moisés resplandeció, Abraham

recibió un hijo, Pablo fue llamado a ser ministro, y Pedro recibió una nueva

comisión para su ministerio. Ver Jeremías 29:11


CIRCUNSTANCIAS QUE NO ENTENDEREMOS

Misteriosas circunstancias Hay muchas cosas acerca de nuestros encuentros con

Dios que no entenderemos. ¿Porque Dios luchó con Jacob toda la noche antes

de tocar su cadera? ¿Cómo pudieron los ángeles tocar la boca de Isaías con

carbones encendidos? ¿Qué fueron las ruedas dentro de las ruedas que Ezequiel

vio? No entenderemos todas las cosas acerca de nuestro infinito Dios, porque

somos humanos limitados. Hay mucho misterio en las cosas que Dios hace.

Todavía tenemos pecado que nos Cega alrededor de las muchas cosas

espirituales a nuestro alrededor. Pablo nos recuerda en 1 Corintios 13:12

“Ahora vemos por espejo, oscuramente; más entonces veremos cara a cara.

Ahora conocemos en parte; pero entonces conoceré como fui conocido”. Hay

misterio en cada encuentro con Dios, quizás Dios no desea explicar todo lo que

pasa alrededor de nosotros porque quizás está probando nuestra fe. El desea

conocer si confiaremos en Él y le obedeceremos. El desea que nos inclinemos

ante El en adoración. Ver Isaías 55:8-9,


“ENCUENTRO”, queremos decir: confronta miento de todo nuestro ser con

Dios, quien es la fuente y origen

BASE BÍBLICA: el tesoro escondido “…Además, el Reino de los Cielos es

semejante a un tesoro escondido en el campo, el cual un hombre halla, y lo

esconde de nuevo; y gozoso va y vende todo lo que tiene y compra aquel

campo…” (Mateo 13:44)

El Reino de los Cielos no es meramente una idea, ni una visión. No es algo

abstracto o teórico. Según esta parábola: “El Reino de los Cielos es un encuentro

personal con Dios.” Cuando decimos “ENCUENTRO”, queremos decir:

confronta miento de todo nuestro ser con Dios, quien es la fuente y origen

de la vida. Es una entrega del hombre en alma, cuerpo y espíritu ante su Señor,

sin más requisito que un grande anhelo de poseerlo, sin más argumento que

amor para amarle.

Aquí lo que se encuentra nunca antes se había perdido. Pero todo hombre lo

tiene que buscar por sí mismo para hacerlo suyo. Dios siempre ha sido y el

hombre es el que tiene que encontrarlo. El personaje de esta parábola es el

hombre. El campo es el mundo. El tesoro es Dios. Es muy interesante señalar

que el encuentro con el tesoro no se debió a una búsqueda profesional de tesoros


escondidos. No; este hombre era un aficionado, un “amateur” de la vida. Pero

un día tropezó con él. Su destino cambió. El Reino de los Cielos no es para los

expertos nada más. Ni para los especialistas; ni para los preparados; ni para los

religiosos exclusivamente; tampoco para los incrédulos. El Reino de los Cielos

es para todo aquel que se tope con él en el campo de la vida.

¿QUÉ HACER PARA TENER UN ENCUENTRO CON DIOS?

1. Buscar a Dios profundamente

a. Esta parábola dice que el tesoro hallado estaba escondido. Lo cual sugiere

que los valores eternos no se dan en la superficie; que lo valioso está en lo

profundo.

b. Sólo lo barato se da en la orilla. Las semillas que caen en camino arenoso,

vienen las aves del cielo y se las tragan. Es menester arar profundo para

encontrar lo escondido.

2. Estar siempre ocupado en la obra del Señor

a. Que este hombre no buscaba tesoro, es claro; pero quizás lo encontró porque

no estaba ocioso.
b. Tal vez él había arrendado aquel campo para cultivo o para habitarlo, o

simplemente lo usó como un atrecho para ir a su casa. El caso de todo esto es

que el hombre estaba ocupado. Algo buscaba, pero encontró una cosa superior.

Encontró un tesoro.

3. Renunciar a todo lo que le quita el primado a Dios

a. Inmediatamente se decide a comprar el campo. Lo iba a arriesgar todo. Se

decidió renunciar a todo para concentrarse en el hallazgo de su vida. Se despojó

de todo para apropiarse del tesoro. Su vida normal se hizo interesante. Encontró

significado y se llenó de gozo.

b. Para ese hombre el tesoro vino a ser más valioso que el campo. Y el campo

es el mundo. Porque nosotros somos de Cristo. Pablo decía: “Porque para mí,

el vivir es Cristo”.

4. Si has tenido un encuentro personal con Dios, No lo dejes.

a. Habiendo el hombre encontrado el tesoro, volvió y lo escondió de nuevo.

Ante el encuentro maravilloso con ese tesoro el hombre vuelve y lo esconde

bien profundo.
i. Él dice “No lo quiero perder”.

ii. Una vez encuentras a Dios no te lo dejes arrebatar.

iii. Una vez hallado Dios, es nuestro. Nada te lo puede arrancar de la entretela

del alma, ni las doctrinas falsas, ni el lobo vestido de cordero, ni la prueba

sentimental que nos asalta.

Conclusión:

Grita a los cuatro vientos y desde tus entrañas, “YO NO TE DEJARÉ”.

aún más importante que usted toque a Dios… es que Dios puede y quiere

tocarlo. Amén.

. Dios transforma nuestra vida, nuestro presente y nuestro mañana (vv. 27, 28)

A partir de cada encuentro con Dios, queda un distintivo visible a todos (v. 21)
a. El proceso transformador de Dios impacta nuestro carácter

https://sites.google.com/site/ministerioluzradiante/estudios-biblicos/jacob-y-

el-encuentro-con-dios
PROMESAS

 Yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en


abundancia” (Juan 10:10)

 También el prometió que seríamos más que vencedores. (Rom.


8:37).

 “nos abrirá las puertas de los cielos, y derramará sobre vosotros


bendición hasta que sobreabunde” (Malaquías 3:10).

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