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EL REALISMO Y EL NATURALISMO EN LA
LITERATURA ESPAÑOLA

1. REALISMO Y NATURALISMO. ASPECTOS GENERALES


1.1. Concepto de Realismo
Iniciado en Francia durante la segunda mitad del siglo XIX, el Realismo debe
concebirse como el movimiento artístico, cultural y literario característico de la
sociedad burguesa y que surge como ataque y superación del idealismo romántico;
consiguientemente, el Realismo no debe entenderse únicamente como un
movimiento de ruptura contra todo lo que significa el ideario romántico, sino, más
bien, como superación y depuración de la concepción vital y artística establecida por
el Romanticismo, con el que el arte realista comparte rasgos como el costumbrismo o
el gusto por temas como el amor apasionado en autores que conviven en le mismo
momento histórico. Será más tarde, con el desarrollo de las ideas filosóficas,
científicas y políticas de la época.

1.2. Características generales del Realismo


 Observación y descripción objetiva de la realidad. Eliminación de cualquier
aspecto subjetivo, sucesos fantásticos y todo sentimiento que se aleje de la
realidad: "La novela es la imagen de la vida" (Galdós), "una copia artística de la
realidad" (Clarín). Este interés por la observación de la realidad es paralelo a los
métodos de observación de las ciencias experimentales. Para ello, los
escritores se documentan tomando apuntes sobre el terreno de personajes y
ambientes, consultando libros…la vida real, costumbres y caracteres se
convierten en objeto de creación artística.

 Cercanía de los hechos narrados: frente al evasionismo romántico, los


escritores realistas tienden a escribir sobre lo que conocen, por lo que sitúan
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sus historias en lugares próximos y tiempo presente. Se elimina así el


subjetivismo, los excesos imaginativos y el sentimentalismo.
 Presencia de la crítica social y política: intención que varía según la ideología de
los autores: los escritores conservadores describen la realidad mostrando su
degradación y postulando una vuelta a los valores tradicionales; por su parte,
los autores “progresistas” manifiestan también las trabas sociales, pero
considerando éstas una lacra de la sociedad conservadora, que lastra los
avances sociales.
 Estilo sobrio y sencillez expresiva: no sólo abandonan los realistas los temas
exóticos y sentimentales del Romanticismo, sino también su gusto por las
formas retoricistas. El ideal de estilo para los realistas son ahora la claridad y la
exactitud.
 La novela, género realista por excelencia. Durante la época realista, la novela
alcanzó un auge inusitado. Las disputas sociales, junto con el desarrollo
editorial y la difusión de la prensa, explican en gran medida el éxito de la
narrativa. Según los realistas, la novela era el género más adecuado para
mostrar una visión totalizadora de la realidad (Sthendhal: la novela es un
espejo que se pasea por el camino. Tan pronto refleja el cielo azul como el
fango de los cenagales del camino.)

1.3. RASGOS DE LA NOVELA REALISTA

 Verosimilitud y objetividad: las historias contadas en las novelas realistas se


presentan como fragmentos de la realidad; parecen basadas en la experiencia
cotidiana, por los que sus ambientes y personajes se presentan como creíbles.
Desaparición de lo inverosímil, lo maravilloso y lo insólito.
 Protagonistas individuales y colectivos. Los protagonistas de la narrativa
realista son o bien individuales, que entran en conflicto con su mundo (Ana
Ozores, La Regenta) o bien colectivos, que representan a grupos sociales
(mendigos, en Misericordia), mostrando así una visión totalizadora de la
realidad. Cuando los protagonistas son de carácter individual, el narrador se
centra en el análisis sicológico de los personajes; si el protagonista es colectivo,
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gusta de la descripción de ambientes y comportamientos sociales, con la


aparición de clases hasta entonces desconocidas para la novela (burguesía,
proletariado…). En cualquier caso, es habitual la combinación de ambos
modelos novelísticos: novela psicológica y de ambientación social.
 Narrador omnisciente. El narrador de las novelas realistas se presenta como
dominador absoluto de los hilos del relato: controla la historia, la maneja a su
gusto, conoce los pensamientos de los personajes, interviene en la obra con
juicios sobre personajes y situaciones, se dirige directamente al lector. Este
tipo de narrador es incompatible con la de “aparente cronista, notario de la
realidad”, esperable en el modelo objetivista del arte que propone el realismo
artístico. Con la evolución del realismo, el ideal de objetividad tenderá a
atenuar el dominio del narrador sobre la historia.
 Didactismo y tesis: Los novelistas realistas utilizan en ocasiones sus novelas
para la transmisión de ideas morales o sociales. Son novelas de tesis, en las que
el autor subordina en muchos casos argumento, ambientes y personajes a la
lección que pretende transmitir.
 Estructura lineal: en las novelas realistas, el desarrollo de los acontecimientos
suele presentarse de manera lineal. Si bien son posibles los saltos en el tiempo
para contar acontecimientos pretéritos, aquéllos no interrumpen el hilo
argumental.
 Gusto por las descripciones minuciosas de ambientes y personajes: las
descripciones, tanto de ambientes (exteriores e interiores) como de
personajes, son minuciosamente detalladas, de modo que la novela tiende a la
morosidad. El placer por la descripción nace de la obsesión por el dato, propia
del positivismo y el cientifísmo.
 Aproximación al lenguaje coloquial. En coherencia con los postulados
ideológicos del Realismo artístico, el lenguaje narrativo tiende a imitar la
lengua de la conversación. Los autores reflejan en sus obras la forma de hablar
de sus personajes, que se corresponde con su naturaleza, su nacimiento o su
orden social o geográfico.

1.4. El Naturalismo
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Se trata de una forma o variante del Realismo que apareció a finales del siglo XIX.
Podríamos definirlo como un realismo llevado a su máximo extremo, esto es, un
realismo exacerbado.
Surge en Francia, y se considera que su creador fue el escritor EMILE ZOLA, que
consideraba el naturalismo no solo como una corriente literaria, sino como una
filosofía, una forma de ver y estudiar la realidad. Las bases de su doctrina las expuso
en su obra La novela experimental (1880); son las siguientes:

 El DETERMINISMO: el individuo no es libre, sino que su comportamiento está influido


por la herencia biológica y por las circunstancias económicas, sociales, etc. en las
que se desarrolla su vida.
 El MÉTODO EXPERIMENTAL: el novelista ha de ser como el científico: debe
experimentar con sus personajes. Para ello, los coloca en situaciones extremas
para ver su comportamiento.
 El MATERIALISMO: la parte espiritual del Hombre y sus reacciones psicológicas
tienen una causa biológica; por tanto, lo fisiológico explica el carácter.
 El SOCIALISMO: el escritor naturalista debe denunciar las injusticias sociales, y está
cercano a las teorías políticas socialistas.

1.5. Realismo y Naturalismo en España. ETAPAS


El movimiento realista aparece en España con un cierto retraso respecto al resto
de Europa, debido al retraso secular de la cultura española respecto a la europea. La
nómina de escritores del realismo español es bastante amplia, de ahí que suelan
dividirse las obras realistas en varias ETAPAS:

A. COSTUMBRISMO/PRERREALISMO: se denomina así a un grupo de escritores que


empiezan a escribir en la década de los años 50. Es una etapa, en cierto sentido,
intermedia entre el Romanticismo anterior y el realismo posterior. Aún aparecen
los temas sentimentales (el amor es uno de los principales), pero a la vez
comienzan a aparecer las costumbres sociales, económicas propias de la realidad
de su tiempo; por eso recibe este nombre.
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B. APOGEO DEL REALISMO: el momento de mayor auge del realismo suele situarse a
partir de los años 60, especialmente a partir de la Revolución Gloriosa de 1868.
Este auge se debe a que, precisamente en estos años se produjo un gran ascenso
de la burguesía, que es precisamente la clase social que constituirá el público más
fiel sobre todo de la novela.
C. INFLUENCIA DEL NATURALISMO Y REACCIÓN ESPIRITUALISTA: Ya en la propia época, se
discutió mucho el asunto de la existencia o no de un naturalismo en España. A esta
pregunta quiso responder Emilia Pardo Bazán en su colección de artículos titulada
“La cuestión palpitante” (publicados en el diario La época en 1883). En ellos,
responde negativamente: en España no existió realmente Naturalismo, ya que
éste sólo influyó en la técnica formal y en la aparición de diferentes realidades. En
las obras españolas no se da el determinismo (rasgo fundamental naturalista,
según Zola), quizá por la gran influencia de la Iglesia y del pensamiento católico.
Tan solo pueden observarse algunas de sus características en ciertas obras de
algunos autores. Así, por ejemplo, en la misma Pardo Bazán o en Vicente Blasco
Ibáñez. También en algunas novelas concretas como La Regenta, o La
desheredada. Además, si hubo un cierto naturalismo español fue ciertamente
efímero: en torno a los años 90, algunos autores manifiestan una cierta reacción
contra el naturalismo. Se vuelve a tratar la importancia del espíritu y la
subjetividad, por ejemplo en las últimas novelas de Galdós.

2. PRINCIPALES REPRESENTANTES DEL REALISMO ESPAÑOL

2.1. Los novelistas del realismo:


Resulta complicado hacer una clasificación de los escritores de este siglo. Algunos
críticos han hecho una clasificación de los autores según criterios de valoración, de
mayor a menor “calidad literaria”.
Así, han distinguido tres grupos:
 PRIMER GRUPO: Benito Pérez Galdós y “Clarín”
 SEGUNDO GRUPO: Emilia Pardo Bazán y Juan Valera
 TERCER GRUPO: Vicente Blasco Ibáñez, José Mª de Pereda, Pedro A. de
Alarcón, Armando Palacio Valdés y “Fernán Caballero”.
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Sin embargo, esta clasificación es demasiado subjetiva, por lo cual tal vez sea más
útil hacer un recorrido por la producción de estos autores siguiendo criterios
meramente cronológicos, es decir, a partir de las etapas mencionadas anteriormente.
2.2. El prerrealismo de “Fernán Caballero” y Alarcón:
2.2.1. CECILIA BÖHL DE FABER, “Fernán Caballero”:
Esta autora, nacida en Suiza y de formación alemana, escribió en español
varias novelas, entre las cuales destaca La gaviota (1849). En ella, la acción novelesca,
muy leve, es solo un pretexto para describir el ambiente andaluz y su folclore. Otra
obra de esta autora es La familia de Alvareda. En general, sus obras resultan
demasiado moralizantes y los personajes demasiado esquemáticos.
2.2.2. PEDRO ANTONIO DE ALARCÓN:
En su primera época, escribió crónicas de viajes, así como cuentos de misterio
(Narraciones inverosímiles, a imitación de las Narraciones extraordinarias de Edgar
Allan Poe). En 1874 publicó su obra más importante, El sombrero de tres picos, novela
corta basada en una leyenda popular que destaca por la amenidad del argumento, por
el tono humorístico y la gracia con que se describen tipos y ambientes.
En su última época escribió novelas con un fondo moral o ideología conservadora:
El escándalo, El niño de la bola.
2.3. El apogeo del Realismo:
2.3.1. Juan Valera
Nació en Cabra (Córdoba) en 1824, en el seno de una familia aristocrática
venida a menos. Realizó estudios universitarios en Granada y Madrid. Entró en el
servicio diplomático como acompañante del duque de Rivas, embajador en Nápoles,
donde se dedicó a la lectura y al estudio del griego. Estuvo también en Portugal, Rusia,
Brasil, Estados Unidos, Bélgica, Austria. En 1861 ingresó en la Real Academia
Española. Escribió artículos periodísticos y ensayos, tales como Sobre el Quijote (1861)
y Estudios críticos sobre literatura, política y costumbres de nuestros días (1864).

En su producción novelística, se sitúa a medio camino entre los excesos


imaginativos del Romanticismo y la observación pura y simple propia del Realismo.
Por otra parte, tampoco es partidario de la novela de tesis, ya que él defendía el “arte
por el arte”. Una novela debe presentar la realidad no como es, sino más bella de lo
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que es. El tema principal de sus obras es el amor; pero está tratado con cierta ironía o
frialdad objetiva: en sus obras falta calor humano, falta pasión.

Pepita Jiménez (1874) es su novela más importante; escrita en parte en forma


epistolar, narra el enamoramiento de Luis de Vargas, joven seminarista, hacia una
joven viuda, Pepita. El tema principal es el conflicto entre ese amor y su vocación
religiosa. Finalmente, el amor de Pepita le hace renunciar a sus propósitos ascéticos.
Es interesante, sobre todo, el proceso psicológico de Luis, así como el esmerado estilo
de la prosa de Valera.

Juanita la Larga (1896): vuelve a plantear el tema del amor entre un joven
maduro y una joven. Es la obra en la que aparecen más rasgos costumbristas, si bien
un tanto estilizados.

2.3.2. José María de Pereda


Es autor de cuadros de costumbres en una primera etapa, en ellos, sin embargo,
ofrece una visión irónica de las costumbres populares, que no le inspiran mucha
simpatía: Escenas montañesas (1864).

Entre su producción podemos citar también las novelas de tesis, que son sus
obras más endebles, ya que la trama siempre está subordinada a una idea obsesiva:
toda novedad conduce siempre a la corrupción moral y al caos. Son títulos como El
buey suelto, sobre la inconveniencia del celibato, o Don Gonzalo González de la
Gonzalera, sobre un desaprensivo revolucionario.

En las llamadas “novelas del mar y de la montaña” predomina la visión


costumbrista: exaltación del paisaje y las costumbres de su tierra. Entre los títulos más
importantes, cabe destacar Sotileza (1883): sobre la vida de los pescadores de
Santander. Destaca la descripción de diferentes tipos humanos. Peñas arriba (1895) es
una obra sobre el agreste paisaje santanderino. Marcelo, un joven que vive en Madrid,
visita a su pariente don Celso en la Montaña. Al principio se aburre, pero poco a poco
va quedando subyugado por el paisaje y por las ideas éticas y morales propias de la
gente del lugar.

2.4. Influencias del Naturalismo y reacción espiritualista:


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2.4.1. EMILIA PARDO BAZÁN


Podemos dividir sus obras en dos grupos:

 Novelas “cercanas” al Naturalismo.

Ya se ha dicho que esta cercanía hay que tomarla con ciertas reservas: el
naturalismo español es muy tenue, bastante alejado de los postulados de Zola.

Los pazos de Ulloa (1886) y su continuación, La madre Naturaleza (1887): en estas dos
novelas realiza su autora un cuadro de la vida rural gallega, al cual sirve de base un
argumento bastante escabroso. Se presenta un tipo de humanidad primaria,
degradada, regida por el instinto. Como temas principales predominan la montaña
gallega, el caciquismo y la decadencia de la nobleza. La madre naturaleza (1887) es el
relato de una atracción incestuosa y prolonga algunos de los personajes de su novela
anterior.

 La reacción espiritualista:

En la última década del siglo, el Naturalismo comienza a declinar en toda


Europa. En las últimas novelas de la Pardo Bazán se observa un cambio de orientación
importante: se supera el determinismo y se presentan como motivos centrales la
salvación del alma por la fe y el triunfo de los valores espirituales. Destacan las
novelas: La Quimera (1905), sobre un artista fracasado que encuentra la salvación de
su vida en la fe religiosa, y La sirena negra (1908); el protagonista se convierte y se
libra de una obsesión morbosa por la muerte.

El estilo de sus obras: destaca en ellas, sobre todo, la expresión. Le falta, en cambio, la
pulcritud de Valera, pero supera al de otros novelistas de la época en colorido y
plasticidad.

2.4.2. VICENTE BLASCO IBÁÑEZ:


Sus novelas se caracterizan por las descripciones coloristas y realistas de la vida
en su Valencia natal y adquirieron más fama fuera de España que en su propio país.
Amigo del escritor Benito Pérez Galdós y del pintor Joaquín Sorolla, su estilo está más
cerca del realismo naturalista que del modernismo, al que correspondería por
cronología.
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Su primera obra de éxito fue La barraca (1898), una novela que denunciaba la
injusticia social en la huerta valenciana. Otras de sus obras de carácter regional son
Cañas y barro (1902), ambientada en la Albufera de Valencia, La Catedral (1903), en la
que la influencia de Zola es indudable, y Sangre y arena (1908), novela sobre el mundo
de los toros con la que consiguió fama universal, y fue llevada al cine en varias
ocasiones. Su obra más famosa, Los cuatro jinetes del Apocalipsis (1916), se ocupa de
diversos temas filosóficos y culturales y a partir de ella se han realizado varias películas
muy conocidas.

3. LA OBRA LITERARIA DE LEOPOLDO ALAS, “CLARÍN”

3.1. Clarín, crítico literario:

Leopoldo Alas (1852 – 1901), aunque permaneció alejado de los círculos literarios
de Madrid, escribió gran cantidad de artículos de crítica que tuvieron una enorme
resonancia en su tiempo. Como crítico, se distingue por su terrible acritud, y su fina
intuición de los valores estéticos de la obras. Poseyó una absoluta independencia en
los juicios así como una inteligente visión. Sus artículos los recopiló en un libro titulado
Solos de “Clarín” (1890-98). Otros volúmenes fueron: Paliques y Galdós.

3.2. Los cuentos:

Figuran con honor entre los mejores del género en el siglo pasado. De entre los
cien cuentos escritos por él, al menos uno (¡Adiós, Cordera!) figura en todas las
antologías. Tratan una gran variedad de temas, de entornos (rurales, urbanos), y
estilos. En algunos, predomina su temperamento crítico, expresado a través del
humor y la caricatura; en otros, la sensibilidad del autor logra impecables
caracterizaciones.

3.3. Su único hijo (1890):

Es la “otra novela larga de Clarín”, en la que asistimos a una sátira feroz contra la
desintegración del Romanticismo en un ambiente burgués. Aparece una gran ironía
crítica que desemboca en la caricatura. Aunque no carece de méritos, se la recuerda
sobre todo por ser obra del autor de La Regenta.
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3.4. La Regenta (1884-1886, 2 vols.):

A. ARGUMENTO:

Ana Ozores, esposa del antiguo Regente de Vetusta (en realidad, Oviedo), es una
joven con ciertas tendencias hacia la melancolía romántica. Pide ayuda a un
confesor, el Magistral de la Catedral, don Fermín de Pas, personaje turbio y
atormentado que se enamora de ella. Paralelamente, el don Juan de Vetusta,
Álvaro Mesía, un lechuguino sin escrúpulos, intenta y consigue seducir a Ana. El
final es trágico: la muerte del esposo, la huida ignominiosa del seductor y la
indiferencia y el abandono de De Pas.

B. PERSONAJES:

Los protagonistas son los tres citados que forman el triángulo amoroso central.
Pero hay más, muchos más, a través de los cuales Clarín hace un retrato magistral
de la sociedad provinciana de la época: los canónigos de la Catedral, la “buena
sociedad” de Vetusta, los amigos del Casino... La penetración psicológica del autor
y su conocimiento de la naturaleza humana hacen de la novela una impresionante
galería de retratos. Destacan, como queda dicho, los de Ana y Fermín de Pas,
dominada aquella por una insatisfacción cuya procedencia no entiende bien,
atrapado éste por la ambición mundana, de la que intenta escapar mediante la
sublimación de su amor.

C. “VETUSTA”:

La acción de la novela transcurre en Vetusta (=antigua), una ciudad de provincias


que representa a Oviedo. El autor nos ofrece un poderoso retrato de la sociedad de
la época, desde el clero a la burguesía y a las clases populares.

D. EL TIEMPO:

La novela presenta una estructura temporal muy audaz para la época: los quince
primeros capítulos abarcan un lapso de tiempo de tres años (descripción de la vida
en Vetusta), mientras que los quince últimos transcurren en tres días (desenlace
fatal de la historia).
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E. FUENTES:

Se ha señalado la evidente relación temática con obras como Madame Bovary, de


GUSTAVE FLAUBERT, o Ana Karénina, de LEÓN TOLSTOI, con las cuales tiene en común
el argumento: las tres son historias de adulterios. Sin embargo, la obra de Clarín
supera a la francesa en el retrato de la sociedad (visión pesimista sobre la
decadencia de la vida española), y sobre todo en la poderosa creación de dos
personajes complejos como son Ana y Fermín. Por otro lado, la obra de Tolstoi
posee un cierto tono moralizante que lastra un poco la historia; ese tono está
ausente en la novela española.

F. SIGNIFICADO:

Junto con Fortunata y Jacinta, de Galdós, esta obra es uno de los grandes
monumentos del Realismo español, aunque difiere bastante, en el tono y el estilo,
de la obra galdosiana.

Clarín es un autor realista, pero a la vez supo sembrar la semilla de la revolución


narrativa que llevaría a cabo la generación posterior: por la visión crítica de
España, su afán regeneracionista, su tono en ocasiones lírico y sentimental. No se
trata de una obra “sólo realista”, sino que tiene otros rasgos que la separan del
Realismo.

G. ESTILO:

Básicamente, Clarín alterna dos estilos: la morosidad discursiva en las


descripciones, que son lentas y detalladas (como la de Vetusta en el primer
capítulo), con la vivacidad en el lenguaje dialogado, o en aquellas partes donde
realiza críticas de comportamientos.

4. LA OBRA DE BENITO PÉREZ GALDÓS

4.1. Los “Episodios Nacionales”


Comienza a publicarlos en 1873; agrupados en cinco series de diez volúmenes cada
una (la última de seis), tienen un propósito didáctico de tipo ético – político.
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 La PRIMERA SERIE (Trafalgar; La corte de Carlos IV, Bailén, Zaragoza), tiene como
tema la guerra de la Independencia y su protagonista es Grabriel de Araceli.
 La SEGUNDA SERIE (El equipaje del rey José, El terror de 1824, etc) trata sobre las
luchas entre absolutistas y liberales en el reinado de Fernando VII. Su protagonista
es el liberal Salvador de Monsalud.
Las siguientes series las continuó veinte años después:

 La TERCERA SERIE (Zumalacárregui, La estafeta romántica...) alude a la primera


Guerra Carlista.
 La CUARTA SERIE (Aita Tettauen, Prim) se refiere a la época entre 1848 y la
Revolución de 1868 –“La Gloriosa”-.
 La QUINTA SERIE, la más breve (España sin rey, Cánovas...), llega hasta la
restauración.
Entre las diferentes series se pueden observar notables diferencias: en la primera y en
la segunda el estilo es rápido, algo desaliñado, y tienen un carácter más épico, con una
gran viveza narrativa. Las tres últimas series presentan un estilo más cuidado y en
ellas el autor deja entrever más su ideología, cercana al socialismo. En relación con los
hechos históricos importantes se narran hechos de la vida cotidiana de una serie de
personajes ficticios que sirven de nexo de unión en la narración y entre los distintos
libros, dando a la serie un carácter unitario. Los protagonistas son gentes sin
importancia, que funcionan como testigos o jueces de los acontecimientos, y que los
narran en primera persona, en forma de autobiografía o de memorias.

4.2. LAS NOVELAS DE LA PRIMERA ÉPOCA


En los primeros años de escritura de los Episodios, Galdós escribe también novelas
donde predomina el tema de la intolerancia religiosa como problema social. El autor
adopta aquí una postura progresista cercana al krausismo, de ahí que culpe siempre al
fanatismo católico (que representa la opresión) y alabe al liberalismo (la ciencia, el
progreso). Así, en Doña Perfecta (1876), la intransigencia causa la muerte de un joven
(y liberal) ingeniero; en La familia de León Roch, (1878), la intolerancia de una mujer
católica acaba separándola de su marido, librepensador.

También es de esta época Marianela (1878), dramático relato donde la


protagonista, enamorada de un joven ciego, sufre un duro golpe cuando éste recobra
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la vista y la encuentra demasiado fea. La obra adopta un tono sentimental y


melodramático.

4.3. LAS “NOVELAS ESPAÑOLAS CONTEMPORÁNEAS”.


Se denomina así a las novelas escritas a continuación, que se caracterizan por los
siguientes RASGOS:

- Retratan (sin presentar una tesis explícita) la realidad madrileña de la segunda


mitad del s. XIX.
- Los personajes son más redondos, más complejos (poseen caracteres negativos y
positivos, evolucionan a lo largo de la obra...).
- Los ambientes se reflejan con una gran exactitud.
- Como técnicas narrativas más importantes se emplean: el autor omnisciente o
cronista, los diálogos, que permiten ofrecer diversas perspectivas sobre la realidad
que se pretende analizar, y el monólogo interior o el estilo indirecto libre. También se
emplea en estas obras el humor y la parodia.

FORTUNATA Y JACINTA (1886-1887):


A. ARGUMENTO:
Es la obra más importante de esta época; cuenta la historia de los amores adúlteros
entre Fortunata, una muchacha del pueblo, y Juanito Santa Cruz, joven calavera de
clase media, casado con Jacinta. Fortunata, abandonada una y otra vez por Juan, se
recluye en una institución religiosa, después se casa con el ingenuo Maxi Rubín, para
más tarde tomar otro protector, pero siempre conserva el amor por Juan, que
considera un sentimiento natural. Finalmente, Fortunata muere y cede se hijo a
Jacinta (que es estéril); el niño será adoptado por la familia Santa Cruz. Paralelamente
a este argumento, Galdós nos ofrece uno de los más poderosos retratos de la sociedad
en sus diferentes clases.

B. TEMAS Y PERSONAJES:
La acción está estructurada en torno al triángulo amoroso principal: Fortunata – Juan -
Jacinta, muy adecuado para expresar el conflicto entre el amor verdadero y las
convenciones sociales.
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Jacinta encarna la sociedad burguesa, el respeto a las leyes y a las convenciones,


mientras que Fortunata encarna la naturaleza, el pueblo, la rebeldía frente a lo
establecido, y se caracteriza por la bondad y la sinceridad.

Además, aparecen multitud de personajes secundarios que representan todas las


clases sociales.

Galdós siempre tiene hacia sus personajes una mirada benévola, una actitud
comprensiva ante sus debilidades. En realidad, son víctimas de la vida.

C. ESPACIO Y TIEMPO:
La acción transcurre en Madrid, sobre todo en el Centro: Puerta del Sol, calle Pontejos,
Plaza Mayor. Galdós retrata fielmente una sociedad urbana, con sus innovaciones
tecnológicas, sus modas, sus costumbres.

La acción de la obra comienza en 1869 y termina en 1876, año de la muerte de


Fortunata; a lo largo de la novela se van mencionando los acontecimientos políticos de
esos años: la Gloriosa, la abdicación de Amadeo de Saboya, las guerras carlistas...
hasta la Restauración. El tiempo de la narración es lineal, con algunos regresos al
pasado para contar los antecedentes de algunos personajes.

D. NARRADOR Y TÉCNICAS NARRATIVAS:


El narrador se presenta al principio como testigo, directo o indirecto, de los hechos:
alguien que conoce a algunos de los personajes y tiene una visión indirecta, aunque
constantemente introduce comentarios o ironiza sobre algunas situaciones. A medida
que avanza la novela reduce un poco sus intervenciones y se convierte en narrador
omnisciente que va desvelando la conciencia de los personajes.

OTRAS NOVELAS:
Entre 1880 y 1890, Galdós escribió un conjunto de novelas “contemporáneas” que se
encuentran entre lo mejor de su producción:

El amigo Manso (1882): el protagonista, Máximo Manso, sufre una decepción amorosa;
debe renunciar al amor al saber que su amada está enamorada de un discípulo suyo.

La de Bringas (1884): la protagonista representa la actitud de ciertas clases medias que


pretenden aparentar más de los que son.
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Miau (1888): una de sus mejores novelas; es la historia de Ramón de Villaamil, cesante
de su cargo en un ministerio, y la vida de miseria económica que ha de llevar.

4.4. LAS NOVELAS IDEALISTAS.


Las obras escritas a partir de 1890 revelan un importante cambio en la forma de
novelar galdosiana: Desde ahora entra en juego un nuevo factor: el espíritu, aunque el
procedimiento literario (la observación directa de la realidad) es el mismo. En varias de
estas novelas se hace una apología del amor al prójimo y de la generosidad. Por otra
parte, manifiestan la desilusión del autor al contar la pérdida de valores de la clase
burguesa. El escenario de estas novelas ya no es el Madrid de la burguesía, sino los
barrios más miserables.

Nazarín (1895): es la historia de un sacerdote que sale a los caminos a predicar la moral
evangélica movido por la caridad.

Misericordia (1897): la “señá Benina” llega hasta el punto de mendigar para ayudar a su
señora (doña Paca), que está en una mala situación económica; cuando ésta mejora, la
dueña de la casa abandona a la criada.

4.5. EL TEATRO DE GALDÓS


El autor crea, en estas obras, importantes conflictos humanos, pero carece del
dominio de la escena, por lo que sus obras resultan algo lentas, poco ágiles. Sus temas
continúan la línea de las novelas anteriores: defensa de la Justicia, la libertad y el amor.

Realiza la adaptación para la escena de algunas de sus novelas anteriores:


Realidad, Doña Perfecta y El abuelo (las tres de 1897). Otras obras son originales: en La
de San Quintín (1894) se trata el argumento del enlace matrimonial de una duquesa
con un obrero socialista. Predomina el tema de la regeneración por el trabajo. Electra
(1901): vuelve a tratar el tema de la religión.

4.6. EL ESTILO
Su prosa, aunque suelta y espontánea, resulta algo pobre y revela escasa
preocupación por la belleza del lenguaje. Sin embargo, con el tiempo su dicción se fue
depurando y fue adquiriendo tintes más elaborados en las últimas obras.

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