Professional Documents
Culture Documents
Introducción
"... Un hombre se propone la tarea de dibujar el mundo. A lo largo de los años puebla un espacio con imágenes de
provincias, de reinos, de montañas, de bahías, de naves, de islas, de peces, de habitaciones, de instrumentos, de
astros, de caballos y de personas. Poco antes de morir, descubre que ese paciente laberinto de líneas traza la imagen
de su cara"
" La humanidad entera vive en el exilio. Desde que ya no existen territorios patrios -y, menos aún, esa patria utópica que
es el lugar donde uno se encuentra bien-, todos somos beduinos nómades de una cabila extinta. Objetos trasnacionales,
como el dinero, las guerras o la peste."
"Podía recuperar detalles mínimos, accidentes al paisaje, arbustos, muchos en los troncos, grietas en las paredes, nidos
en las ramas. Y después al paisaje sumarle acontecimientos, experiencias vividas en cada sitio (...) Cuando estuviese
de nuevo en la Argentina, junto a los suyos, y los días volviesen a sucederse a los días en la calma de aquel pueblo de
llanura. Y ella tratara de recuperar desde allá la patria que por segunda vez había perdido acá".
Este libro es una actualización de "Geografía y transformación curricular" que cumplió su ciclo
cuando la estructura de todos los niveles del sistema educativo nacional y jurisdicciones fue
concertada y puesta en práctica en el transcurso de los años 1994 a 1999.
Los cambios y las continuidades resultantes de ese proceso de transformación educativa han
constituido la motivación para reformular aquél libro, en función de las innovaciones plasmadas, en
un proceso arduo y azaroso para la disciplina escolar; pero también de las tradiciones pedagógicas
que nos indujeron a mantener, sin modificaciones ostensibles, algunos capítulos de Geografía y
transformación curricular.
Han pasado seis años de la primera edición del libro y el proceso de transformación educativa -que
incluye la transformación curricular-, ha sido puesto a prueba. Con éxitos y fracasos. Con muchas
consecuencias para la educación geográfica. Algunas buenas, como las referidas a la renovación de
los contenidos disciplinares; otras no tanto, como las implicancias que la nueva estructura curricular
ha tenido en la enseñanza de la geografía y, especialmente, en la pérdida de horas para los
docentes de nuestro país y todo lo que esta circunstancia acarrea.
En estos tiempos de postmodernidad sabemos que los espacios "llevan consigo una constante:
desarticulan la relación hombre-medio, por saturación de información y conexiones e invocan el
impulso al aislamiento" (Jorge Pickenhayn. Epistemología y geografía. 1994). Es decir, la realidad
promueve la desterritorialización, pero la escuela no debe profundizar esta tendencia. La ausencia
una disciplina autónoma: "Geografía Argentina" en el Tercer Ciclo de la Educación General Básica
en aquellas jurisdicciones en las que se ha optado por una estructura curricular areal, -con un solo
docente por área curricular- se corresponde con el avance del no-lugar (Durán. Recuperar el lugar y
reconquistar el territorio. 1994), de un espacio vacío de contenido, ausente de arraigo, sin geografía
ni historia.
El no-lugar de la Geografía Argentina en la estructura curricular argentina actual tiene que ver con el
no-lugar en la escala nacional: las áreas inundadas, las ciudades fantasmas de la
desindustrialización, la Patagonia olvidada, los corredores de los ramales abandonados, las
periferias pauperizadas y contaminadas de los aglomerados urbanos, etc.
La Geografía Argentina y la Historia Argentina con sus saberes renovados, son los bastiones
de articulación de contenidos del área de ciencias sociales tanto en la Educación General
Básica (EGB) como en la Educación Polimodal (EP). Esta afirmación, sin embargo, no ha
tenido su correlato en las decisiones de la transformación curricular argentina, por múltiples
razones que más adelante puntualizaremos.
Considerando la región como "sistema espacial integrado, abierto y en equilibrio dinámico" habrá
que darle prioridad al análisis de sus estructuras básicas o dominantes, las que justifican lo esencial
de su organización y dinamismo, dejando en un segundo plano aquellas otras subsidiarias que
cuentan con menor valor explicativo (Méndez y Molinero. Espacios y Sociedades. 1984.) Los rasgos
clave de identificación regional son: el nivel de desarrollo de cada sociedad, el modelo político-
económico dominante, la herencia histórico-cultural, el dinamismo de las ciudades y la población y
las dominantes ambientales.
"La organización actual del territorio es el resultado del accionar histórico de la sociedad. Cada
etapa de transformación de la estructura socioeconómica del país ha dejado su huella territorial y la
situación actual permite anticipar transformaciones.
Es importante incluir en los bloques de contenidos curriculares del área de ciencias sociales en la
EP la Geografía Argentina con sus características relevantes tanto las que son potencialidades
como las que incluyen vulnerabilidades (Daguerre, Durán, Lara. Argentina. Mitos y realidades. 1992.
Una manera apropiada de integrar los conocimientos sobre nuestro país es planteando el debate
sobre Buenos Aires y el Interior (el nacimiento de la gran ciudad y la gestación del problema con el
Interior; Buenos Aires como centro de privilegios; el desequilibrio en otras naciones; Buenos Aires y
el Interior en los sentimientos: las "dos Argentinas".)
En relación con la población, es fundamental plantear a los alumnos preguntas tales como: ¿que
Argentina muestra el último censo?, ¿cuántos somos?; ¿cómo crecemos?, la apasionante cuestión
Argentina: ¿país de inmigración a país de emigración? y el problema del deterioro de la calidad de
vida de la población.
"Las ciencias socionaturales o mixtas, tales como la psicología social, la geografía, la demografía, la antropología, la
lingüística y la bioeconomía han hechos progresos espectaculares en los últimos años. Además, han derribado la
barrera espiritualista entre las ciencias de la naturaleza y las ciencias de la cultura, barrera que obstaculizaba el enfoque
científico de lo social" (Mario Bunge, 1995. Fabricando el mañana de la ciencia.)
LA GEOGRAFÍA, HOY
La esencia de la Geografía, desde su configuración como ciencia moderna hasta nuestros días, se
cristaliza en la doble vertiente del estudio del espacio y de las relaciones del hombre con su
ambiente.
Comprende la distribución de los ambientes, de los recursos naturales, de los hombres, de las
actividades económicas, etc., y busca establecer las leyes que gobiernan los movimientos a través
de las redes, el funcionamiento de los nodos, el dinamismo de las regiones, las formas y funciones
de las ciudades, la localización industrial, la difusión espacial de las enfermedades, etc. En
definitiva, tiene una honda preocupación por el espacio (el medio) y la sociedad (el hombre). Esto se
fundamenta en que toda acción humana está vinculada a la superficie terrestre e integrada en ella
por una red de interacciones complejas.
La geografía se aplica a las acciones voluntarias que se pueden realizar en el territorio para mejorar
su organización. Esta praxis se desarrolla en las políticas públicas con el nombre de ordenación
territorial o planificación territorial.
En la geografía como ciencia social "el hombre está en el centro de la reflexión. El hombre se
desplaza y engendra o recibe flujos de bienes e información. Capta el espacio y lo valora. Y para
poder dominarlo lo organiza" (Claval, 1979.)
Así como posee una vertiente social, la geografía no puede soslayar ni desprenderse de su sustrato
natural, de su hondo enraizamiento en la faz de la Tierra.
Los geógrafos abogan por la resolución de los problemas acuciantes de la realidad actual en su
diversidad espacial. En cada escala los fenómenos cambian de dimensión y naturaleza y la
geografía es hábil en su estudio y manejo pues, el análisis del espacio geográfico "no deviene
inteligible más que si tiene lugar en el interior de unos sistemas de escalas de magnitud." (Claval,
1979)
Pero también debemos reafirmar el valor educativo de la geografía sustantiva: aquella de los
lugares, los territorios y las regiones. Esta geografía se ocupa de los rasgos claves,
distintivos, propios del lugar; explica cómo se desarrollan las vocaciones y los vínculos
regionales, cómo se integran los territorios estatales y se organiza el espacio.
La geografía emerge en la última mitad del siglo como una ciencia renovada en su dimensión
metodológica y tecnológica como resultado del gran debate teórico y de la presión ejercida por las
nuevas problemáticas mundiales.
Las comisiones la Unión Geográfica Internacional (UGI) debaten e investigan en la actualidad los
siguientes temas: sistemas costeros y geografía del mar, geoecología de las montañas, redes de
comunicación y telecomunicación, situaciones críticas y regiones en el cambio global ambiental,
cambio ambiental y conservación de las áreas cársticas, geografía y género, sistemas de
información geográfica, geografía y administración pública, salud, medio ambiente y desarrollo,
monitoreo histórico del cambio ambiental, estudios de desastres naturales, organización del espacio
industrial, desarrollo urbano y vida urbana y mapa político mundial, aspectos del desarrollo en zonas
marginales, manejo ambiental y mapas, erosión y desertificación, cambio climático global.
En nuestro país muchos geógrafos, además de actuar en docencia e investigación, ocupan puestos
de trabajo no tradicionales enconsultorías en organismos de planificación territorial y ambiental,
empresas petroleras, análisis de redes, evaluación de riesgos e impactos ambientales tanto en
organismos gubernamentales como no gubernamentales, etc.
La evaluación del impacto ambiental (E.I.A) es un valioso aporte para comprender y mejorar la
relación hombre-naturaleza planteando todo un nuevo herramental de gran valor científico y de alta
posibilidad de transferencia educativa.
Otra nueva vertiente geográfica de renovación tecnológica es la constituida por los Sistemas de
Información Geográfica (SIG) al servicio de la comprensión de la complejidad del espacio geográfico
y la resolución de problemas ambientales y territoriales.
Los SIG permite a los geógrafos y a otros profesionales realizar complejos análisis mediante la
recolección, organización, análisis y presentación de grandes volúmenes de datos espaciales.
Los SIG es parte de la geoinformática definida como la gran oferta computacional posible de ser
utilizada en geografía (Buzai, 1992) y, por supuesto, en su enseñanza.
La geografía global
La geotecnología comienza a tomar un papel en el debate disciplinar a partir del inicio de la década
del 90 (Dobson, 1983 apud Buzai, G. 1999) cuando se señala el impacto oque los nuevos
procedimientos aumtomatizados podrán tener en la Geografía. Según la tesis de Gustavo Buzai
(1999) se abre un nuevo paradigma que define a la geografía como global, con su antecedentes en
el paradigma racionalista y el cuantitativo. Es una geografía difundida a través de los medios
informáticos, que resulta ser una explosión disciplinaria que aborda de manera integrada los
sistemas naturales y humanos, diluyendo cualquier posibilidad de dicotomías disciplinares.
Adaptado de Gustavo Buzai. La geografía global. Lugar Editorial Buenos Aires. 1999.
El enfoque geotecnológico permite mirar la compleja realidad del espacio geográfico cono
mayores posibilidades de interpretación por la potencia de las correlaciones que pueden
establecerse y esto tiene un gran valor educativo como se verá en el último capítulo.
También es posible dar significación de la geografía cultural que inicia en la tradición americana de
Carl Sauer en el siglo II ha sido puesta al día en este siglo como ose puede apreciar en el excelente
libro de Paul Claval "la Geografía cultural" que revela profundas implicancias en el campo de la
enseñanza. La diversidad cultural de mundo es la resultante, aún hasta hace poco tiempo, de la
coexistencia de grupos que no vivían en el mundo al mismo ritmo porque no dominaban las mismas
técnicas y tenía formas específicas de expresar su religiosidad. La revolución tecnológica multiplica
los contacto y precipita hacia la modernidad a actores sociales y grupos culturales que antes no
estaban incorporados. El contacto de civilizaciones y culturas explica muchos de los problemas del
mundo actual que se plantean, sobre todo, en términos culturales.
En síntesis, la cultura, es en el siglo XXI más que nunca un factor de diferenciación regional entre
las poblaciones de los distintas porciones del espacio geográfico mundial. (Durán, 2001)
La geografía enfrentó, entre los años 1994 y 2000 el complejo proceso de transformación curricular
y educativa y una oportunidad para incluir sus saberes relevantes en la Educación General Básica
(EGB), en la Educación Polimodal (EP) y en la Formación Docente (FD); con renovadas
perspectivas, múltiples enfoques y nuevas tecnologías. Pero, sin embargo, prevalecieron por sobre
la identidad y la unidad de la disciplina, los enfrentamientos ideológicos y los debates internos de las
distintas escuelas geográficas del país.
La geografía incorporada en el área social de la EGB y de la EP debería ser una disciplina abierta,
con inquietud interdisciplinaria en la búsqueda de perspectivas de solución a los problemas del
territorio, el ambiente y la población.
Esta disciplina articula contenidos curriculares del área de las ciencias naturales y del área de
ciencias sociales para interpretar la organización del territorio. Sin embargo, la geografía quedó muy
reducida en la estructura curricular nacional debido a su inserción areal en el Tercer Ciclo de la EGB
y a su carácter optativo en la EP (en el caso de la Geografía Argentina).
¿Qué pasaría si queremos construir un proyecto de país y el futuro con esos mitos? Es
imprescindible la aproximación del alumno al país real a partir de problemas concretos,
promoviendo la cooperación interdisciplinaria y el acercamiento de la escuela a la comunidad
(Durán, 2001.
Esa propuesta contenía una secuencia de cómo se puede enseñar geografía y en qué sucesión
podría concretarse desde los primeros ciclos de la EGB hasta el Polimodal.
Otros dos consultores de geografía también elaboraron sus propuestas con diferentes ideologías y
procedencias epistemológicas, tan dispares como la de la profesora Griselda García de Martín de la
prestigiosa escuela geográfica de la Universidad Nacional de Cuyo y sus colaboradores; y la del
licenciado Carlos Reboratti de la Universidad Nacional de Buenos Aires y sus consultados. En este
último caso se advierte que las ideas proyectadas -que puede consultarse en las Fuentes
mencionadas- tenían de antemano la posibilidad de ser hegemónicas ya que en la Argentina se
considera "a priori" de superior calidad toda propuesta procedente de la UBA y con el apoyo de la
FLACSO (Facultad latinoamericana de Ciencias Sociales). Por lo demás, estos geógrafos críticos
detentan el poder académico de la principal universidad del país desde hace más de veinte años,
apoyando sólo una vertiente de la milenaria ciencia geográfica que es la vertiente social.
Si se comparan las propuestas publicadas en las Fuentes se verá que las que tienen mayor
dedicación a cuestiones pedagógicas y didácticas eran la del enfoque sistémico de la Universidad
de Cuyo y la que coordiné con el apoyo de la Universidad del Salvador, ya que la del Lic. Carlos
Reboratti y la Universidad de Buenos Aires sólo significaba una crítica a la geografía de los
profesores y no una propuesta elaborada para aplicar en el aula.
Cabe señalar aquí que como es conocido por los profesores de geografía existe un verdadero
abismo entre la Universidad y la escuela en la Argentina, situación paradigmática en el caso de la
geografía. Este distanciamiento sumado a la subestimación por parte de los universitarios -
especialmente porteños-, de la educación geográfica en el nivel medio, ha generado por muchos
años una situación de escaso contacto, más diría de aislamiento de unos y otros que conduce al
menor intercambio entre ambos ámbitos educativos. Sin embargo, a partir de la transformación
educativa, algunos docentes universitarios de UBA fueron convocados por editoriales nuevas y
atraídos por la Red Federal de capacitación docente y sus cursos, a una nueva actividad que fue la
de hacer propuestas de cursos y textos innovadores que en realidad tenían dudable sustento
académico, pedagógico y didáctico, pues es muy difícil dar cursos apropiados para la formación y
capacitación docente y escribir libros de texto geográficos si no se cree en la enseñanza de la
geografía como disciplina autónoma.
Esta era la propuesta curricular que desde antemano y, sin haber sido advertido al resto de los
consultores y, por lo tanto a sus consultados, se había tomado la decisión de aplicar en todo el país:
que la geografía fuera incluida como disciplina escolar sólo en el ámbito de las ciencias sociales,
con la consecuencia de la fuga de gran parte de sus contenidos conceptuales al ámbito de las
ciencias naturales. Así lo advertimos en el primer capítulo del libro "Geografía y transformación
curricular" (1994) en una carta abierta a los diseñadores curriculares y profesores de geografía que
se publicó inicialmente en la revista "Novedades Educativas".
La decisión mencionada aplicada durante cinco años del proceso de transformación curricular
produjo las siguientes consecuencias:
Durante la etapa de "divergencia necesaria" los geógrafos consultados que pertenecían a escuelas
muy distintas del país en términos de propuestas de enseñanza de la geografía (Universidad de
Buenos Aires, Universidad del Salvador y Universidad Nacional de Cuyo) hicieron procesos de
consulta con sus pares y presentaron documentos con propuestas curriculares. En reuniones
llevadas a cabo en el Ministerio nacional intercambiaron sus ideas y perspectivas y a pesar de sus
enfoques dispares y procedencias diversas alcanzaron el consenso con relación a cuáles son los
saberes básicos y capacidades complejas que la educación geográfica aporta a los alumnos.
Luego se realizó una segunda etapa –mucho más prolongada- denominada de "convergencia
imprescindible" que en la concertación y el consenso no fueron nada sencillos. Las consultas
realizadas a docentes y equipos pedagógicos de las distintas jurisdicciones a partir de los
documentos de contenidos curriculares que se denominaban "Borradores" redactados en el
Ministerio de Educación de la Nación demostraban el conflicto subyacente entre los paradigmas
dominantes y su percepción por parte de los docentes. Según las propuestas circulaban para el
debate en las distintas regiones del país, se observaban fuertes tensiones y conflictos entre los
profesores de geografía que respondían a distintos paradigmas en su formación disciplinar. Los
debates se relacionaban especialmente con el balance de contenidos curriculares de geografía
física o humana que había que integrar en las nuevas propuestas. Según los borradores circulaban
por jurisdicciones en las que los profesores representantes de la disciplina en los Seminarios
Federales eran favorables al paradigma social el listado de contenidos curriculares era "podado" de
temas de la geografía física. Si, por el contrario, los borradores se debatían ante representantes
formados en el paradigma de la geografía física, reaparecían estos contenidos. En definitiva, las
disputas de las distintas escuelas de geografía en el ámbito nacional se extendían desde el interior
de la disciplina hacia el proceso de convergencia, con lo cual no se lograba ninguna convergencia
sino que, en definitiva, se debilitaba la presencia de la geografía en el curriculum general. Aquí
cabría mencionar la tradicional expresión de Martín Fierro, "si los hermanos se pelean los devoran
los de afuera". Esta expresión es poco académica pero, sin embargo, es aplicable al proceso de
"compatibilización" desarrollado.
La geografía debilitada en su interior por debates permanentes entre distintas escuelas generó la
vulnerabilidad de la geografía como disciplina de estudio hacia fuera, es decir, frente a otras
disciplinas cuyos docentes, académicos y profesionales mostraban unidad en sus posturas frente al
proceso de transformación curricular.
Esta situación culminó con la elaboración de los Contenidos Básicos Comunes de la Educación
General Básica en los que se aprecia que los contenidos más genuinamente geográficos se
ubicaron en el área de Ciencias Sociales en el bloque "Las sociedades y los espacios geográficos",
si bien en el área de Ciencias Naturales también aparecen contenidos curriculares geográficos. El
problema en consecuencia se trasladó y postergó para las definiciones posteriores de estructura
curricular.
Los Contenidos Básicos Comunes (CBC) fueron en general bien recibidos –por su actualización- por
la mayoría de los profesores renovadores de geografía, si bien siempre existió el resquemor sobre
la definición final de la posición de la geografía entre las materias a ser enseñadas y su impacto en
las plantas funcionales de los establecimientos educativos.
En la provincia de Córdoba, en cambio, se eligió la estructura disciplinar por lo cual los desafíos y
los conflictos se desarrollan por otros caminos.
En otras jurisdicciones del país se han elegido estructuras sustentadas en áreas curriculares o en
disciplinas y algunas combinaciones tales como el área de ciencias sociales constituida con un
profesor de geografía y otro de historia.
Según nuestra perspectiva la cuestión del área vs. la disciplina es en realidad un falso dilema -fuera
de los conflictos laborales-, porque se pueden realizar excelentes estrategias de aula
pluridisciplinarias y aún disciplinarias con aperturas pluridiciplinarias.
Los procesos de concertación federal resolvieron el problema en los papeles a través de una
estructura curricular básica del Tercer Ciclo de la EGB, donde se plantea que las distintas
jurisdicciones pueden utilizar 3 o 5 espacios curriculares (tres Ciencias sociales, o cinco espacios –
uno denominado "Ciencias Sociales", otros dos denominado Geografía Argentina y Geografía de
América y dos historias-. En el nivel Polimodal la cuestión quedó definida a través de la presencia
disciplinar de la Geografía Mundial y la Geografía Argentina y del MERCOSUR (este último espacio
curricular, sólo corresponde a la Modalidad de Humanidades y Ciencias Sociales, por lo cual en el
nivel medio argentino, si se cursa el Tercer Ciclo de la EGB3 de manera areal y no se sigue la
modalidad antes identificada, no se ve nunca Geografía de la Argentina.
Polimodal
Geografía Mundial
El tiempo del proceso de desarrollo curricular y la racionalidad de los actores sociales intervinientes
habrá de poner en cauce estos conflictos para bien de los docentes y sujetos de aprendizaje.
Una primera idea-fuerza es "realizar un trabajo sobre las ideas intuitivas de los alumnos
considerando que son sujetos que portan significados previos y negociando esos
significados" (Davini, 1998. En este sentido es estimulante trabajar con las ideas de los
alumnos acerca de conceptos complejos tales como ambiente, lugar, territorio, estado, y
muchos otros.
Enseñar geografía a los alumnos argentinos requiere que los docentes manejen conocimientos
geográficos actualizados y apliquen múltiples perspectivas -ambientales, radicales, cuantitativas,
tecnológicas, de la percepción, entre otras-, en el proceso de enseñanza aprendizaje.
El conjunto de conocimientos vinculados con otras ciencias sociales -articulados al bloque "las
sociedades y los espacios geográficos"- facilitará que los alumnos y las alumnas puedan reconocer
a la sociedad como una organización compleja, identificar su estructura y su dinámica, reconocer y
valorar el protagonismo de los actores sociales y la diversidad cultural que las diferentes
experiencias históricas y espacios geográficos ponen en evidencia.