Ella y Yo

¿Quién soy? Vagando por el mundo me encuentro, soy un chico perdido y no sé

qué hacer mi vida, en ciertas partes la puedo ver de una manera pesimista y sin
sentido, cayéndome en depresión tratando de dar un sentido a mi existencia,
nadie en este mundo es recordado por sacar al perro o respirar en la atmósfera.
Un trago de alcohol o un racimo de droga para calmar el dolor es un tanto
necesario de vez en cuando, tratando de buscar las verdaderas amistades,
buscando en donde están realmente escondidas, la mayoría me decepciona y
caigo en un abismo sin fondo, pienso para qué esforzarse tanto, de qué sirve estar
en un mundo tan bello, viendo una luna con espectáculos de luces asombrosas y
no poder aullar junto a la manada, todo es un cuento de nunca acabar.
El humano es un ser cambiante y ese es de los peores “dones” que nos pudo
brindar la vida, Sartre nos mencionó “Quien es auténtico, asume la
responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es” ,puedes
tomar las riendas del destino y lo aceptas, la existencia no tiene sentido alguno
pero de lo que podemos estar seguro es que estamos vivos, tenemos vida,
podemos estar tranquilos y eso es lo único que basta, sin problemas, sin guerras,
sin enfermedades, sin preocupaciones mayores de las que están dentro de
nuestra propia burbuja.
Y es entonces que aparece ese algo que da contraste a la existencia, algo que
sabrás que existe aun cuando te vayas, ese algo que se llama amor, ese
sentimiento universal que aún podemos presumir algunos humanos de poseer es
la única razón que podemos rescatar de esta vida terrenal, algo que nos persigue
desde que nacemos, hasta el momento en que terminamos Como dijo Leonard
Cohen “El amor puede cambiar al mundo en un momento”.
El amor no tiene una explicación y menos tiempo alguno existe para preguntarse
de su existencia. De día, de tarde, o de noche, encuentras a ese alguien que
conozca más allá de tu espíritu, ese alguien que te haga volar, que te haga sentir,
que te haga estar tranquilo en la oscuridad, encontrar a alguien especial, que te
suba a su cometa nebular para recorrer la Vía Láctea de ida y de regreso, pisando
de nuevo la realidad.
Hace unos años me sentía solo, solía pensar que no existía dios alguno, pero
entonces llego a mí, llegó a mí esa ancla, ese soporte del cual todos hablan, ese
incentivo por el cual luchar, ese espejo que te hace verte alegre, y desde ahí mi
agnosticismo se empezó a convertir en polvo.
Todos los días que veo esa sonrisa, todos esos días que veo esa risa, eso que
trae un nuevo resplandor a mi ser, y me hace sentir bien, hace sentir todo
excelente y mejor, mi medicina y mi cura.

Bruno Morales Martínez

Pero entonces toda la magia se desvanece de nuevo, en la tierra te quedaste y
pasaste al cielo dejándome solo y sin razón. Permíteme soñar que todavía estás
aquí, aun quiero seguir loco por ti, en este barco faltan todos y faltas tú, todavía
quiero ver todo tu cuerpo con la luna a contraluz. Ahora te pido que me dejes
continuar ebrio y soñando aquí, sabiendo que estoy loco por ti. No te pido que me
olvides, pero solo que me dejes continuar, citando a Gabriel García Márquez “La
peor forma de extrañar a alguien es estar sentado a su lado y saber que nunca lo
podrás tener” así que me voy de este pantano y brindo a tu salud.
Creo que he vivido de las dos formas posibles de ver al mundo, ahora mi única
salvación es la creencia en mi propio ser, el mundo ya me dio todo lo que pudo
darme, y ahora es tiempo de que yo haga de mi propio ser lo que es. Descubrirme
a mí mismo, escuchando al santísimo y dejarme guiar por las puertas del destino.
Yo antes era feliz y no lo sabía, ahora puedo decir que aunque no con exactitud
puedo ser feliz y saberlo, el pasado es algo que no cambiaría para nada, es o que
me hace hoy quien soy, quien rechaza sus raíces rechaza todo, me han dicho que
en esta vida la soledad es algo con lo que debo aprender a lidiar, y hasta ahora lo
comprendo, no de una manera negativa como antes la hubiera visto, sino más
bien invirtiendo el tiempo espiritual en mi propio yo. Alguien que amo más que
nadie, mi púnico hogar en donde soy feliz junto con las maravillas del mundo. Esta
vida es maravillosa ¿Lo sabes? Cada día me impresiona más, antes creía que la
vida tenía alguna razón, pero ahora leyendo las palabras de George Santayana
“La vida no se ha hecho para comprenderla, sino para vivirla” me doy cuenta de
todo.
No necesito una vida lujosa, unos amigos que me comprendan, un hermano que
me quiera, lo único que necesito es a mí, y mi propia espiritualidad. Puedo
definirme como una persona feliz, alguien que puede morir en este preciso
momento sin ninguna necesidad de volver atrás, sin arrepentimiento alguno,
dejando que la naturaleza me lleve en sus olas.
Sin tratar de comprender a las personas, tratando de usar máscaras en cada
ocasión sin olvidarme de mi propia cara puedo vivir en armonía con eso que
llaman sociedad.
Ahora entiendo que eso que estaba buscando, ese amor que estaba deseando ser
encontrado, no era físico, y lo que estaba averiguando estaba en mis manos, en
mis ojos, en mis oídos, en mi olfato y en mi lengua. Eso que de verdad me hace
soñar, eso que me hace cantar, eso que me hace sentir que hay esperanzas una
vez más.

Bruno Morales Martínez

Desde pequeño me impresionaba esa pequeña parte del todo, escuchar los
hermosos oleajes de la hermosa sábana azul que cubre al mundo, y el sentir
tranquilo de la tierra que en todo nace, todas esas conexiones y energías que
sincronizaban con mi alma son unas sensaciones que me hacen recordar quien
soy y volver a tocar esas raíces de las cuales mi olmo está hecho.
Y es ese momento el que por fin llega, el momento en que te vuelves uno con la
naturaleza, y la misma tierra en donde fuiste creado ahora reclama lo que le
pertenece y te arrastra hasta sus profundidades, pero solo lo que pediste
prestado, mas no lo que eres, eso te lo regaló con todo su cariño y ahora tus
recuerdos trascenderán junto a ti, por siempre convirtiéndote en uno mismo con
ella y ella contigo.
¿Quién soy?

Bruno Morales Martínez