Professional Documents
Culture Documents
Paeth~Rohlfs
El género humano no se concibe sin una postura y sin mo- Figura 14-2. El control postura! depende tanto de la tarea y del entorno
tricidad. Es por ello que el significado del control postura! en como de factores individuales. Pueden usarse, por lo tanto, cualquiera
el ser humano es extremadamente relevante, dado que se trata de estos elementos (factores individuales, tarea y entorno) para inflwr
de un producto final de innumerables adaptaciones filogenéticas sobre la postura.
Aferencias vestibulares
Factores musculoesqueléticos
Los canales semicirculares, los sáculos y los utrículos del
oído interno permiten identificar la posición de la cabeza en Es lógico pensar que una vez percibida la necesidad de un
el espacio y sus aceleraciones tanto lineales como angulares en ajuste postural, para poder llevar a cabo éste, el individuo debe
todos los planos. Son, por lo tanto, de gran ayuda a la hora de ser biomecánicamente capaz de realizarlo. Para ello, son esen-
predecir cómo tendrá que adaptarse la postura ante cambios ciales factores como la fuerza, la flexibilidad o la alineación de
en la velocidad de movimiento, ya sean producidos por el pro.- los segmentos.
pio paciente o impuestos desde fuera. Por ello, es especialmente Dentro de este contexto, se hace clínicamente relevante
relevante la relación que existe entre la información proveniente poder diferenciar estructuralmente cuál es el origen de la li-
del oído interno, la proveniente de la retina y las aferencias so- mitaci6n de ese ajuste. Se hace necesario tener conocimientos
matosensoriales y propíoceptivas. biornecánicos y manejo en las distintas aplicaciones de la terapia
manual, a la hora de interpretar el origen de las restricciones
del movimiento.
Aferencias somatosensoriales
• ¿Realmente tiene una coactivación de la musculatura apagar una vela) iniciarían las mismas actividades sensitivomo-
alrededor de las articulaciones que deben proporcionar toras, pero al ser tareas planificadas se anticiparían. Esto quiere
estabilidad? decir que se llevarían a cabo antes de que tuviese lugar el des-
• ¿Realmente tiene la capacidad de activar la musculatura plazamiento causado por la respiración.
excéntrica y concéntricamente con una buena inervación Este desplazamiento mínimo es registrado por los receptores
recíproca para mover donde hace falta? de presión de los pies. La información es transmitida por el
nervio periferico y, en la médula espinal, por el tracto espino-
Esto conducirá a plantear los objetivos de tratamiento, que cerebeloso. Desde el cerebelo se transmite a la formación re-
pueden ser:
ticular y a los núcleos vestibulares.
• Aumentar el tono postura!, facilitar una coactivación de También se desplaza la cabeza en el espacio, realizando una
la musculatura para conseguir la estabilidad necesaria. aceleración en dirección anterior que es registrado por el la-
• Disminuir el tono postura!, para facilitar el movimiento berinto. La información va directamente a través del VIII nervio
selectivo. craneal hacia los núcleos vestibulares.
La respuesta en forma de mínimos ajustes de tono postural
se denominan reacciones de equilibrio. Si el paciente está en
Recuperación de las reacciones de equilibrio, bipedestación o apoyo monopodal, se iniciará una estrategia
los ajustes posturales anticipatorios y el equilibrio de tobillo. Para ello, los núcleos vestibulares, principalmente,
estático en función del nivel de activida1 de la CIF activan la musculatura estabilizadora de la core-stabiliyt, es decir,
músculos del suelo pélvico, músculos profundos paravertebrales
En bipedestación con los CDM en la línea media, hay un y sacrolumbares, musculatura abdominal (transverso, oblicuos
desplazamiento continuo de peso hacia delante y detrás causado internos y externos) y musculatura lateral (cuadrado lumbar).
por la inspiración con que se mueve el tórax anteriormente y Algunos de los músculos que estabilizan el CDM S2 (nú-
la espiración que deja el tórax al volver a su posición de reposo. cleo del cuerpo), como los abdominales, se insertan en las cos-
La bipedestación estable se caracteriza por un vaivén del cuerpo tillas del tórax. No se busca que se activen para flexionar el
pequei'io y espontáneoY Son reacciones, porque la respiración rórax hacia delante, sino para mantener la alineación de la co--
es una actividad motora refleja (no se debe confundir con re- lumna y las costillas. Los paravertebrales lumboloriicícos, por
flejos). que responde a los receptores de oxígeno y dióxido de su parte, requieren la activa.ción de pecrorales como antagonistas
carbono. . controladores y !imitadores (Fig. 14-5).
La inspiración o espiración voluntaria profunda (p. ej., para Lateralmente se activan, además del músculo cuadrado lum-
oler algo intensamente, hacer un suspiro de alivio o soplar para bar, partes del músculo serrato y dorsal ancho.
11.
del n1odo:
'" Extensores de dedos.
~ Tibia! anterior.
~ Cuádriceps.
• Flexores de cadera.
Si el desplazamiento se produce hacia anterior:
" Flexores de dedos.
• Gl(rteo mayor e isquiotibial: • Sóíeo.
concéntrico
• Flexores de cadera (psoasi: ~ tsquiotibiales distales.
excéntrico $ Extensores de cadera (glúteo mayor e isquiotibiales pro--
• Abdominales interiores: concéntrico
ximales).
• Paravertebrales lumbares:
excéntrico
• Abdominales superiores: concéntrico
En un desplazamiento hacia lateral, por ejem_plo, hacia la
• Paravertebrales torácicos: concéntrico derecha:
t REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 12. Thelen E, Spencer JP. Postura! control during reaching in young infants:
a dynamic systems approach. Neurosci Biobehav Rev 1998;22:507-14.
l. Shumway-Cook A, Woollacott M. Motor control: translating research 13. Allen DD. Proposing 6 dimensions within the construct of movement in
into practice. Baltimore: Lippincott Wilkins & Williams, 2007. the movement continuum theory. Phys Ther 2007 ;87 :888-98.
2. Shumway-CookA,Woollacott M.Attentional demands and postura! con- 14. Brazis PW, Masdeu JC, Biller J. Localization in clinical neurology, Sa ed.
trol: the etfect of sensory context.J Gerontol A Biol Sci Med Sci 2000;55: Philadelphia: Lippincott Williams &Wilkins, 2007.
Ml0-6. 15. Raine S, Meadows L, Lynch-Ellerington M, eds. Bobath concept: theory and
3. Horak FB, Macpherson JM. Postura! orientation and equilibrium. En: clinícal practice in neurological rehabilitation. Sussex:Wiley-Blackwell, 2009.
Shepard J, Rowell 1, eds. Handbook of physiology. Exercise: regulation 16. Bass0e-Gjelsvik B. The Bobath concept in adult neurology. Stuttgart:
and integrarion of multiple systems. New York: American Physiological Thieme, 2008.
Society, 1996; p. 255-92. 17. Marígold DS, EngJJ, Dawson AS, lnglis JT, Harris JE, Gylfadóttir S. Exer-
4. Gallahue D, Ozmun C. Understanding motor development: infants, chil- cise leads to faster postura! reflexes, improved balance and mobility, and
dren, adolescents, adults. Boston: Mcgraw-Hill, 2006. fewer talls in older persons with chronic stroke. J Am Geriatr Soc
5. Bertoti DB. Functional neurorehabilitation through t~e life span. En: FA 2005;55:416-23.
Davis Co. Management of disorders of postura! control and balance. Phi- 18. Duncan P, Studenski S, Richards L et al. Randomized clinical tria! of the-
ladelphia: FA Davis Co, 2004. rapeutic exercise in subacute stroke. Stroke 2003;34:2173-80.
6. Kandel ER, Schwartz JH,Jessell TM. Principios de neurociencia, 4' ed. 19. DeBolt LS, McCubbin JA. The effects of home-based resistance exercise
Madrid: McGraw-Hill, 2000. on balance power, and mobility in adults with multiple sclerosis.Arch
7. Vi el E. La marcha humana. Barcelona: Masson, 2002. Phys Med Rehabil 2004;85:290-7.
)- 8. Paeth B. Experiencias con el concepto Bobath. Madrid: Editorial Médica 20. Hoffinan HG.VR analgesia, recent clinical and laboratory findings. En:
3- Panamericana, 200!1. American Psychiatric Association. Philadelphia: lnstitute on Psychiatric
9 Poner S.l)iccionarjo r:le fisiott-r~.pia. Bdrcelon3: Ehe,·ier, 2007. Servi e e', 21 ¡()(;.
¡r
10. Abernetby B. Hanralun S, Kippérs V, Mackinnon LT.l\mrly MC~. The 2!. Galktti C, Kutz DF, Gamberini M, Breveglieri R, Fattori P. Role of the
l)
biophy~ical t(mndation<> ofhm11an n~oven1C"l1t, ::?:a cd. QueensLmd: Hmnan medial pariew-occípital cortex in the control of reaching and grasping
j-
Kinetics, 20\.15. mowments. Exp Brain Res 2003; 153:158-70.
¡j-
11. Tieman BL, Palisano RJ. Sutlive AC. Assessment of motor development 22. Nashner LM, Black FO, Wall C 3rd. Adaptation to altered support and
:U and fi.mction in preschool children. Ment Retard Dev Disabil Res Rev visual condition during stance: patients with vestibular deticits.J Neurosci
2005;11 :189-96. 1982;2:536-44.
23. Shumway-Cook A, Hotak FB. ASsessing the iníluence of sensory imer- .31. Cordo PJ, Nashner LM. Properties of postura! adjustments associared with
action on balance. Phys Ther 1986;66: 1548-50. rapid arm movemenrs.J Neurophysiol1982;47:287-302.
24. Hotak FB, Wrísley DM, Ftankj.The Balance Evaluation System Test (BES Henry S,Joyce F, Horak FB. EMG responses to maintain stance dur-
Test) to differenciate balance d.eficits. Phys Ther 2009;89:484-98. ing multidirectional surface translations.J Neurophysiol 1998;80:
25. Bobath B. Adule hemiplegia. London: Heinemann Medica! Books, 1990. 1939-50.
26. Shumway-Cook A, Btauer S, Woollacott M.The effect oh secondary task 33. Tíng L,Macphersonj.A lilruted set ofmusde synergies for force control
on performance ofUp :md Go test in communicy dwdling old.er adults. during a postutal task.J Neurophysiol2005;93:609-13.
Phys Ther 2000;80:896-903 34. Maki B, Mdlroy W, Perry S. Compensatory responses to multi-directional
27:-·Hmmem,N~1rner :ttvt:·centrat¡rrograíüfiiing ofposturatmoventéut:s: · .· pei'tiirt)¡)_iions.·E"n:'Thgíicru K;lgiiiiiliiM; MOi'tS;~édS:WSií6uiat ancrnei.u;l
adaptation to altered support-surface configurations.J Neurophysiol front. Amsterdam: Elsevier, 1994b; p. 437-40.
1986;55: 1369-81. 35. Latash L. Synergy. New York: Oxford University Press, 2008.
28. Kibler B, Press J, Sdascia A. The role ofstability in athletic function. Sports 36. Goulart FR,Valls-Solé J. Patterned electromíographit: nctivity in the sit-
Med 2006;36:189-98. to-stand moven1ent.j Clin Neurophysiol1999;110:1634-40.
29. GahéryY. Associated. movements, postura! adjusttnents and synergies: some 37. Mckay JL,Ting LH. Functional musde synergies con~ttain rorce production
comments abont the history and significance of thtee motor c:oncepts. during postura! tasks.J Biomech 2007;41:299-306.
Arch Ira! Biol1987;125:345-60. 38. 11011 Difurth H. Der Geist fiel nicht 110m Himmel. Augsburg: Weltbild,
30. Schepens B. Drew T. Sttategies fur the integtarion of posture and move- 1990.
ment during teathing in the cat.J Neurophysiol 2003;90:3066-86.
Evaluación neurolqgica: exploración clínica y escalas de evaluación
paCiente pediátrico el adultó
Análisis instrumental de lá marcha
Nuevos· métodos· de ·Valoración del equilibro y el··control postura!
superior
Análisis biomecánicode iápropulsión manual en·sma de ruedas
Análisis isocinético
Escalas generales de. valoración funciona!
Instrumentos de valoración funcional· específicos para pacientes
con·afectación.neurológica
Evaluación neuropsicológica
Valoración de trastornos del habla y del lenguaje en patología
neurológica
Valoración de los trastornos de la deglución
Pruebas cuantitativas sensoriales para la exploración
del procesamiento nociceptivo
~ INTRODUCCIÓN y variable, informando el grado de alteración funcional y de
compensación de los diferentes sistemas implicados en el control
Desde que se empleó la prueba de Romberg (1853) como 1
del equilibrio; es decir, mide la contribución de estas aferencias
primer método para valorar el control postura!, muchos han sensoriales en el mantenimiento del equilibrío 2 •15
sido los medios que posteriormente se han aplicado en la clínica La posturografia dinámica constituye en el momento actual,
de manera útil, pero con el valor limitado por su interpretación y sin duda alguna, el método de referencia 16 para el estudio del
subjetiva. 2 La necesidad de medios objetivos de valoración y control postural. La American Academy ~f Otolaryngology Head
tratamiento, que pudieran medir la integridad y la participación and Neck Surgery (AAO-HNS) y la Atnerícan Acaderny of Neu-
de los diferentes componentes sensoriales en el control postura!, rology (AAN) la han destacado como un método clinicamente
fue el embrión para el desarrollo y la posterior comercialización útil para el estudio del equilibrio humano, que aísla y cuantifica
de las plataformas dinamométricas, de las cuales la que ha tenido los componentes sensoriales y motores que contribuyen al
mayor difusión ha sido la posturografía dinámica computarizada mantenimiento del control postural 17 y permite valorar la in-
(PDq.o-6 tegración sensoriomotora tamo en individuos normales como
Esquemáticamente, el control del equilibrio se basa en la en aquellos con déficit de equilibrio.
información sensorial de tres vías: visual, vestibular y somato- La PDC ha demostrado ser un instrumento sensible y fiable
sensoriaL Esta información es procesada por los centros de re- para detectar diferencias entre grupos de individuos sanos y de
gulación, dando lugar a dos tipos de reflejos: el vestibuloocular, pacientes con determinadas afecciones. 1K Del mismo nwdo,
que se explora mediante la electronistagmografia (ENG) y la posibilita la detección de patrones y posibles causas fisiopato-
videonistagmografía (VNG), y el vestibuloespinal, que es eva- lógícas del equilibrio, mediante la medición de las alteraciones
luado mediante la posturografia. 7 en el control del CMC. 12
La técnica de PDC fue desarrollada por el Dr. Lewis Nas-
hner8 a través de una serie de investigaciones sobre el control
del movimiento humano, en colaboración con la National Aero- t METODOlOGÍA DE VAlORACIÓN
nautícs and Space AdministratiotJ (NASA) en las décadas de 1960
y 1970. Como herramienta clínica de evaluación de los com- El sistema está conformado por un soporte informático,
ponentes motores y sensoriales del control del equilibrio, fue una plataforma móvil referida al movimiento que experimenta
descrita por vez primera en 19825 comercializándose en 1986 el propio paciente durante la exploración (de forma que el án-
por Neurocom lnc., como EquiTest'B' 9 Es usada para localizar gulo del tobillo se mantiene constante, disminuyendo la infor-
y categorizar los mecanismos patológicos relacionados con los mación de los propioceptores de esta articulación) y un entorno
trastornos del equilibrio, lli lo que posibilita -además de la eva- visual (v. Fig. 17-1, Smart EquiTest'í<l System).
luación- el diseño de planes de rehabilitación instrumental Las diferentes pruebas pueden ser realizadas con pacientes
mediante la supresión selectiva de informaciones sensoriales, capaces de permanecer de pie, descalzos sobre la plataforma,
con el fin de potenciar con mayor rapidez la compensación, con los brazos a lo largo del cuerpo y reL~ados, sin ningún tipo
previniendo o minimizando la discapacidad qwdos trastornos de ayuda, por espacio, al menos, de 2 minutos. Para su seguridad,
del equilibrio y el movimiento ocasionan. el paciente es provisto de un arnés, que deberá sujetar para
Así pues, la PDC constituye un método cuantitativo para la evitar posibles caídas, pero el arnés debe permitir el libre mo-
V~tloración y el tratamiento de los trastornos del equilibrio. i l- u vim.iento sm ofrecer una sensación de soporte o ayucb externa.
Se basa en el de dinamomérricas que Para las diferentes valoraciones los participantes deben abstenerse
miden el desplazamiento del centro de presiones (proyecoón de la ingesta de alcohol y café las 24 horas previas.
~:d recoger h-Js ser;_'_~ores Cu:::ttxo situado:; en la bac;t\
en eH;¡ los diferentes e::tinlu1os de por
d. currpo de} indi~·Iiduo en ,Jí_stint~b situaciones estáticas y di-- un sensor central, las fuerzas horizontaies a lo
\l~i:1.1.1C:cts. l'-'t-rn1itt rcallz2r u11a va.ioración del y del del anteropo:.tcrior, en el paralelo al suelo.
control postura! mediante el uso de estímulos externos sobre L1 prueba de organización sensorial
d sistema visual y propioceptivo usados de forma combinada SOT) de la PDC es el instrumento de investigación clínica
durante cada prueba y los límites máximos de estabilidad an-
teroposterior normal, mediante la siguiente fórrnula: 25
t REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 17. Sanz R. Test vestibular de autorrotación y posturografía dinámica. Verteré
2000;25:5-15.
l. Romberg MH. Manual of the nervous disease of man. London: Synden- 18. della Volpe R, Popa T, Ginanneschi F, Spidalieri R, Mazzocchio R, Rossi
ham, 1853. A. Changes in coordination of postura! control during dynamic stance in
2. Rosengren KS, Rajendran K, Contakos J et al. Changing control strategies chronic !ow back pain patients. Gait Posture 2005;24:349-55.
during standard assessment using computerized dynamic posturography 19. Rama-López J, Pérez N. Caracterización de la interacción sensorial en
with older women. Gait Posture 2007;25:215-21. posturografia.Acta Otorrinolaringol Esp 2004;55:62-6.
3. Alemán López O, Pérez Fernández N, Sánchez N. Rehabilitación vesti- 20. Chaudhry H, Findley T, Quigley KS et al. Measures of postura! stability.
bular. Rev Med Univ Navarra 2003;47:72-6. J Rehabil Res Dev 2004;41:713-20.
4. Woollacott MH, Shumway-Cook A. Clínica! and research methodolo- 21. Rey-Martínez J, Rama-López J, Pérez-Fernández N. Exploración postu-
gy for the study of posture and balance. En: Masdeu JC, Sudarsky L, rográfica de pacientes simuladores. Acta Otorrinolaringol Esp 2007;58:
WolfSon L, eds. Gait disorders of aging. Philadelphia: Lippincott-Raven, 202-7.
1997. 22. Ford-Smith CD,WymanJF,Eiswick RK, FernándezT, Newton RA.Test-
5. Nashner LM, Black FO, Wall C 3rd.Adaptation to altered support surface retest reliabiliry of the sensory organization test in noninstiturionalized
and visual conditions during stance: patients with vestibular deficits. J older adults.Arch Phys Med Rehabil1995;76:77-81.
Neurosci 1982;2:536-44. 23. Bauer C, Groger l, Rupprecht R, Günter K. Intrasession reliabiliry of
6. Di Fabio RP, Emasthi A, Paul S.Validiry of visual stabilization used with force platform parameters in comrnuniry-dwelling older adults.Arch Phys
computerized dynamic plarform posturography..Acta Otolaryngol 1998; Med Rehabil2008;89:977-82.
118:449-54. 24. Chien CW, Hu MH, Tang PF, Sheu CF, Hsieh CL. A comparison of
7 Ronda JM, Galvañ B, Monerris E, Ballester F. Asociación entre síntomas psychometric properries of the smart balance master system and the pos-
clínicos y resultados de la posturografía computarizada dinámica. Acta Oto- tura! assessment scale for stroke in people who had mild stroke. Arch Phys
rrinolaringof Esp 2002;53:252-5. Med Rehabil2007;88:374-80.
8. Nashner LM.A model describing vestibular detection ofbody sway mo- 25. Equitest System, Operator s Manua!Versin 8.2. Clackamas: NenroCom®
tion.Acta Otolaryngol1972;72:429-36. Internarional Inc, 2004.
9. Nashner LM.Analysis ofmovement control in man using the moveable 26. Koles ZJ, Castelein RD.The relationship between body sway and foot
platform. En: DesmedtJE. Motor control mechanisms in health and disease. pressure in normal man.J Med EngTechnol1980;4:279-85.
NewYork: Raven Press, 1983;p. 607-33. 27. Riley PO, Mann RW, Hodge WA. Modeling of the biomechanics of pos-
10. Johansson R, Magnusson M, Fransson PA, Karlberg M. Multi-stimulus ture and balance.J Biomech 1990;23:503-6.
multi-response posturography. Mathemat Biosci 2001;174:41-59. 28. Nashner LM. Computerized dynamic posturography. En:Jacobson GP,
11. Qutubuddin AA, Cifu DX, Armistead-Jehle P, Carne W, MCguirk Newman CW, Kantush JM, eds. Handbook of balance testing. S t. Louis:
TE, Baron MS. A comparison of computerized dynamic posturogra- Mosby-Year Book, 1993;p. 280-307.
phy therapy to standard balance physical thera))l,y in individuals 29. Artuso A, Garozzo A, Contucci AM, Frenguelli A, Di Girolamo S. Role
with Parkinson s disease: a pilot study. NeuroRehal:lilitation 2007;22: of dynamic posturography (Equitest) in the identífication of feigned
261-5. balance disturbances.Acta Otorhinolaryngo!Ital2004;24 8-12.
12. Ondo W,Warrior D, Overby A et al. Computerized posn1rography analysis 30. Nallegowda M, Singh U, Bhan S,Wadhwa S, Handa G, Dwivedi SN. Ba-
ofprogressive supranuclear palsy. Arch Neurol2000;57:1464-9. lance and gait in total hip replacement: a pilot study. Am J Phys Med Re-
13. Berg KO, Wood-Dauphinee SL, Williams JI, Maki B. Measuring balance habil 2003;82:669-77.
in the elderly: validarion of an instrument. Can J Public Health 1992;83 31. Hamid MA. New test of vestibular function. En: Meyers EN, Bluestone
(Suppl 2) :S7 -11. CD, eds.Advances in otolaryngology-head and neck surgery.Vol. 5. Chi-
14. Hora k FB. Clínica] a;sessment ofbalance disorders. Gait Posture 1997 ;6: cago:Year Book Medica], 1990: p. 15-38.
74-86. Monsell EM, FurmanJM, Herdman Sj, Konrad HR, Shepard NT Com-
15. Buatois S, Gueguen R, Gauchard GC, Benetos A, Perrin PP Posturography puterized dynamic platform posturography. Otolaryngol Head Neck Surg
and risk of recurrent falls in healthy non-institutionalized persons aged 1997:117:394-8.
over 65. Gerontology 2006;52:345-52. 33. Furman JM. Role of posturography in the management of vestibular pa-
16. Barona de Guzmán R. Interés de la posturografia en el diagnóstico y tra- rients. Otolaryngol Head Neck Surg 1995;112:8-15.
tamiento del vértigo y el desequilibrio en especialidades médico-quirúr- 34. Broglio SP, Ferrara MS, Sopiarz K, Keliy MS. Rdiable cbange of the sen-
gicas. Rev Biornec 2003 (Feb):11-14. sory organization test. ClinJ Sport Med 2008;18:148-54.
35. Broglio SP, Monk A, Sopiarz K, Cooper ER. The influence of ankle sup- 49. Schuhfried O, Mittermaier C,Jovanovic T, Pieber K, Paternostro-Sluga
port on postura! controL] Sci Med Sport 2009;12:388-92. T Effects of whole-body vibration in parients with muitiple sclerosis: a
36. Wrisley M, Stephens MJ, Mosley S, Wojnowski A, Duffy J, Burkard R. pilot study. Clin Rehabil2005;19:834-42.
Learning effects of repetitive administrations ofSensory Organization Test 50. Tejero Sánchez M, Muniesa Portolés M, Díaz. Santos P et al. Efectos de
in healthy young adults.Arch Phys Med Rehabil2007;88:1049-54. la magnetoterapia en gonalgia secundaria a gonartrosis. Estudio prospectivo
37. Camicioli R, Panzer VP, Kaye J. Balance in the healthy elderly: posturo- a doble ciego. Fundación MAPFRE: Revista Patología del Aparato Lo-
graphy and clinical assessment.Arch Neurol1997;54:976-81. comotor 2003;1:190-5.
38. Peterson M, Christou E, Rosengren KS. Children demonstrate adult-like 51. van N es IJ, Geurts AC, Hendricks HT, Duysens J. Short-term effects
señSOiY'úii:egG.tíoñ élúriilg C¡úíec stá.O.ce a.c ·rz.:y:ears.::c,Ia:cali'Postílre 2o06: · ·orwholebo<iY: V:ií:íratiüíi ün j:l<JstU.ráf cofiirorill útí.1I:1té'rái dironicsi:fo-
23:455-63. ke patients: prelirninary evidence. Am J Phys Med Rehabil 2004;83:
39. WolfSon L, Whipple R, Derby CA et al. A dynarnic posturography study 867-73.
ofbalance in healthy elderly. Neurology 1992;42:2069-75. 52. Listan RA, Brouwer BJ. Reliability and validity of measures obtained
40. Ray CT, Horvat M, Croce R, Mason RC, WolfSL. The impact of vision --from stroke patients using the Balance Master. Arch Phys Med Rehabil
loss on postura! stability and balance strategies in individuals with profound 1996;77:425-30.
vision loss. Gait Posture 2008;28:58-61. 53. Pleguezuelos Cobo E, García-Alsina ], Garcia Almazán C et al Alteraciones
41. Peterka RJ, Black FO. Age-related changes in human posture control: sen- del control postura! en fases iniciales del latigazo cervical. Med Clin (Barc)
sory organization test.JVest Res 1990;1:73-85. 2009;132:616-20.
42. González Rarnirez A, Lázaro del Nogal M, Ribera Casado JM.Valoración 54. Goebe!jA, Dunham DN, RohrbaughJW, Fischel D, Stewart PA. Dose-
de los sistemas de control postura! en ancianos con caídas de repetición. related effects of alcohol on dynamic posturography and oculomotor me-
Rev Esp Geriatr Gerontol2008;43:71-5. asures.Acta Otolaryngol Suppl1995;520:212-5.
43. Horak FB, Nashner LIM, Diener HC. Postura! strategies associated with 55. Woollacott MH, Shumway-Cook A. Clinical and research methodolo-
somatosensory and vestibular loss. Exp Brain Res 1990;82:167-77. gy for the study of posture and balance. En: Masdeu JC, Sudarsky L,
44. TsangWW,WongVS, Fu SN, Hui-Chan CWTai Chi in1proves standing Wolfion L, eds. Gait disorders of aging. Philadelphia: Lippincott-Raven,
balance control under reduced or conflicting sensory conditions. Arch 1997.
Phys Med Rehabil2004;85:129-37. 56. Schneider D, Hahn A, Claussen CF. Cranio-corpo-graphy. A neu-
45. Lewis NL, Brismée JM,James R, Sizer P, Sawyer SEThe effect of stretching rootologícal screening test. Acta Otorhínolaryngol Belg 1991;45:
on muscle responses and postura! sway responses during computerized 393-7.
dynamic posturography in women and m en. Arch Phys Med Rehabil 57. Soler Gracia C, Baydal Bertomeu JM, Guerrero Alonso A, Prat Pastor].
2009;90:454-62. Un nuevo sistema para el análisis del equilibrio: NedSVE/lBV Rev Biomec
46. Kentala E, Vivas J,Wall C 3rd. Reduction of postura! sway by use of a vi- 2003;4:35-41.
brotactile balance prosthesis prototype in subjects \o\rith vestibular deficits. 58. Riemann BL, Myers JB, Lephart SM. Comparison of the ankle, knee,
Ann Oto! Rhinol Laryngol2003;112:404-9. hip, and trunk corrective action shown during single-leg stance
47. Bronte-Stewart HM, Minn AY, Rodrigues K, Buckley EL, Nashner LM. on firm, foam, and multiaxial surfaces. Arch Phys Med Rehabil 2003;84:
Postura! instability in idiopathic Parkinson's disease: the role of medication 90-5.
and unilateral pallidotomy. Brain 2002; 125:2100-14. 59. Kohen-Raz R. Application of tetra-ataxiametric posturography in clinical
48. Ebersbach G, Edler D, Kaufuold O, Wissel J Whole body vibration versus and developmental diagnosis. Percept Mot Skills 1991;73:653-6.
convencional physiotherapy to improve balance and gait in Parkinson s 60. Dehner C, Heyn> B, Maier D et al. Postura! control deficit in acute QTF
disease.Arch Phys Med Rehabil2008;89:399-403. grade II whiplash injuries. Gait posture 2008;28:113-9.
---¡
J
Cada paciente es individual y posee unos recursos fisicos · El fisioterapeuta debe ejercer una resistencia adaptada a la
específicos. La capacidad de sentir y aplicar la cantidad de re- situación clínica de cada paciente. Frente a dicha resistencia el
sistencia específica, con la que cada paciénte es capaz de realizar paciente realiza -a su vez- una fuerza opuesta, que siempre debe
cada tipo de movimiento, forma parte de las habilidades sen- producirse fuera de la compensación y dentro de una alineación
sitivas del fisioterapeuta 13 (Fig. 28-4). Hay una relación directa musculoesquelética adecuada. La resistencia se aplica sobre los
entre la fuerza aplicada y la activación corticaL La resistencia componentes musculares :fuertes, dentro del patrón de movi-
mejora los reflejos propioceptivos locales y de los músculos ve- miento que se quiere producir. La resistencia máxima que puede
cinos. La resistencia adecuada puede hacer que el esfuerzo se ser aplicada a cada paciente concreto genera un desbordamiento
expanda hacia los músculos sinérgicos, mejorando su capacidad hacia la musculatura sinergista débil (Fig. 28-5). El fisioterapeuta
Figura 28-4. Aplicación de resistencia especifica y adaptada según Figura 28-5. Irradiación desde componentes musculares cefálicos
ei estado clínico del pacíente. hacia cintura escapular y tronco.
debe determinar de forma precisa la cantidad de resistencia Patrones de facilitación
que deberá aplicar y el lugar concreto de aplicación, para favo-
recer aquellos componentes musculares más débiles. 12 El SNC no entiende de músculos aislados, sino de control
y producción de patrones de movimiento. El sistema actúa de
forma económica y construye patrones de movimiento globales
Tracción y aproximación a nivel de la corteza cerebral. El movimiento funcional normal
está-c'Ompuester por,patrones de m{:'lvímiten>to,ert ntasa tle 1!a;,,,, .~
En FNP el concepto de tracd6n hace referencia a la elonga- extremidades y los músculos sinergistas del tronco (Kabat 1960).
ción que sucede implícitamente en el cuerpo del paciente o en Las distintas combinaciones de acción de la musculatura siner-
la extremidad sobre la que se está trabajando. La tracción facilita gista generarán los distintos patrones de facilitación que surgen
la secuencia de movimiento, ya que da a los propioceptores ar- dentro de la técnica. As¡
ticulares información de decoaptación, incorporando reacciones Estos patrones de movimiento van a seguir los tres planos la é
de enderezamiento intrínsecas a la gestualidad global. La tracción del espacio: frontal, sagital y transversal; de ahí que el desarro-
facilita el movimiento y ayuda a la elongación muscular. llo del patrón de movimiento sea espiral o diagonal. El movi-
El concepto de aproximad6n define la coaptación de las ar- miento en la articulación proximal será el que dé el nombre está
ticulaciones sobre las que se está llevando a cabo la intervención. al patrón en cuestión. Dos patrones antagónicos constituirán pos
La elección de técnicas que incluyan este parámetro se hará una diagonal. El tronco se sumará a los movimientos de las ex:.. flu;
buscando la estabilidad articular, es decir, cuando el objetivo tremidades para, así, completar la sinergia del movimiento. 1110
sea mejorar la acción de los músculos antigravitatorios incre- La elongación de la musculatura sinergista hace que el reflejo lar
mentando la sensación de carga. de estiramiento sea más potente y, por lo tanto, que la contracción se 1
siguiente·del mismo grupo muscular sea más eficaz. Los patrones cap
de facilitación se pueden cambiar o combinar: variando la acción Vlli
Coordinación y control
Características de! control neuromuscular
Las alteraciones de la coordinación y el control se eviden-
Teniendo en cuenta los resultados obtenidos en la evalua- cian a lo largo del desarrollo del patrón del movirpiento, apa-
ción objetiva del paciente, se seleccionarán patrones de movi- reciendo la sustitución muscular y, por lo tanto, la comperisa-
miento concretos para la evaluación neuromuscular manual. ciónY
Las características del control neuromuscular que evalúan son
especificadas en la tabla 28-1. 16- 18
Los resultados de la evaluación de las disfunciones del con- Fuerza y velocidad
trol neuromuscular pueden requerir la utilización de otras téc-
nicas manuales específicas en el tratamiento de partes blandas, Frente al método tradicional de valoración de la fuerza.
así como el uso de otros conceptos globales de tratamiento. muscular a través de pruebas musculares analíticas, la FNP con-
Identificación de disfunciones
Movilidad pasiva
Movilidad activa
Estabilizaciones rítmicas
Figura 28-16. Tracción articular en miembro inferior para facilitación El estudio de Díckstein et al. 32 en pacientes que habían su-
posterior de la flex1ón de la cadera. frido un ictus reciente (menos de 16 días) evidenció que a pesar
Formas de tmbajo repetidas y acostumbradas: repetición rítmica
v
TR'TArliéliCCIS: rr1ejora de cabeza, cuello miernbros superioíes Selección de patrones de movimien~o sobre la base de una cuidadosa valomc!ón
búsqueda de bipedestación y marcha de ios pu~tos fuertes y débiles
Facilitación de los sectores proximales a distales: la debilidad de la musculatura del cuello
y tronco es una prioridad terapéutica
importante el uso de secuencias de desarroi!o de movimiento normales. Trabajo en colchoneta
f\-1ejbra de! ·reé!utaliiieritó "de la mústu1atura· estabiliZadora ·glenohurrrer-a! para preveni-r
e! hombro doloroso secundario a la subluxación glenohumeral
Entrenamiento de la fuerza y destíeza de !a mano
Entrenamiento de patrones bilaterales simétrico de miembros suoeriores para facilitar
las pulsiones en las transferencias básicas
Trr:1bajo de las cinturas pélvica y escapular Trabajo estático de! tronco y cinturas mediante ei uso de contracció:l isométríca
Trabajo dinámico mediante contraccio1es isotónicas concén~ricas y excéntíicas que facl!ite
la disociación de cinturas
Facilitación del volteo en colchoneta
Me}_ora dei equ:librio Desarrollo de secuencias desde posición de esfinge hasta.bipedestación (en función
dei nivel !esionalj mediante e! uso de estabilizaciones rítmicas
Control de la espasticidad Uso de la resistencia en extensión de los miembros superiores en dirección contraiatera! aí
grupo aductor espástico
Contracción del glüteo mayor por Irradiación desde la cintura escapular para inhibición
de los flexo res de cadera
Irradiación desde región cervical hacia abdomen para inhibir musculatura espina!
de las diferencias teóricas y prácticas observadas entre los abor- Los efectos fu.eron la mejora en la velocidad y cadencia de la
dajes convencionales, la FNP y el concepto Bobath, no se en- marcha,
contraron variaciones relativas al efecto del tratamiento, evaluado Por otra parte, los pacientes con una evolución más larga
en la capacidad de desarrollo funcional en las AVD, el control (> 6 meses) no mejoraron tras un tratamiento, pero mejoraron
motor sobre la muñeca y tobillo hemiparéricos y en la capacidad en los mencionados parámetros a lo largo de la repetición de
de marcha sobre los tres grupos de individuos sometidos a es- los tratamientos, observándose un efecto acumulativo que llegó
tudio. El único resultado estadísticamente significativo fue el al igualar a los individuos de menor evolución. Las limitaciones
aumento del tono en los pacientes sometidos a FNP con el metodológicas de este estudio no permiten generalizar los re-
tipo de técnicas de facilitación empleadas. No obstante, se re- sultados.
quiere evidencia adicional para analizar este hecho, El último hallazgo relevante observado en el estudio de
La segunda conclusión relevante se refiere al efecto acu- Moore y Kukulka34 hace referencia a la depresión del reflejo
mulativo de técnicas específicas de FNP a nivel pélvico sobre de Hoffmann tras la contracción muscular generada en la
la marcha del paciente herrjparético de origen vascular. 33 Los FNP Esta in..lUbición presináptica produce una reiajación mus-
pacientes que presentaban hemiparesia de corta evolución (< cular en los primeros 5 segundos tras la contraccrón, tiempo
6 meses) demostraron un efecto inmediato tras una sesión de óptimo en el que deben ser aplicadas las técnicas de estira-
FNP, acumulándose los efectos a lo largo de 12 tratamientos. miento muscular.
3. Stern PH, McDowell F, !Vliller Jl:Vl. Robinson V!. Effects of facilitation exer-
t REFERENCIAS BIBliOGRÁFICAS
cise techniqnes in stroke rehabihtacion. Arch Phys l'v1ed Rehabil
1. Viel E. El método Kabat. Barcelona: Masson, 1989, 1970;51:526-31.
2. Sherrington CS. The integrative action of the nervous system. Ne-.,v York: 4. KtlCtt Nl,Voss D. Facilitación neuro1nuscular proploceptiva, 3a ed. Buenos
Cambridge University Press, 1947. Aires: Editorial ?v1édica Panarnericana. 1996.
5. Voss DE, Knott M, Kabat H.The application of neuromuscular facilitation 21. Gabriel DA, Kamen G, Frost G. Neural adaptations to resistive
in the treatment of shoulder disabilities. Phys Ther Rev 1953;33:536-41. mechanisrns and recomendations for training practices. Sports
6. Adler S, Beckers D, Buck M. La facilitación neuromuscular propioceptiva 2006;36:133-49.
en la práctica. Guía ilustrada, 2' ed. Barcelona: Editorial Médica Paname- 22. Mahieu NN, Cools A, De Wilde B, Boon M, Witvrouw E. Effect of
ricana, 2002. prioceptive neuromuscular facilitation stretching on the plantar
7. Noei-Ducret E Méthode de Kabat. Facilitation neuromusculaire par la muscle-tendon tissue properties. Scand J Med Sci Sports 2009·
.P~QRÜ()~~J>ción: EMC (París: Elsevier Masson SAS) Kinésithérapie, 2001. 553-60. '
8. Enjalbert M,Ti~trelin ·1, R.oiiiam N, "GárfosJC. Réprogrammaticm;;en- . 23.~ Yuktasir.B•.KaN f I11v~stig~tion intothe long ter m effects of static
sorimotrice. EM C (París: Elsevier Masson SAS) Kinésithérapie, 1997. PNF stretching exercises on range ofmótioñ.anif
9. Deparcy D, Malle P. Diagonales de Kabat et dérangement intervertébral Bodyw MovTher 2009;13:11-21.
mineur.J Réadaptat Med 2000;20:12-33. 24. Aksu S, Citak-Karakaya l. Effects of exercise therapy on pain
1O. Denis G,Vuillemina, Perrin PH. Évaluation du role de la proprioception in patients with amyotrophic lateral sclerosis. Pain Clinic ~vv~.~ ..... J~.>-'
dans l' équilibration selon les activites physiques et sportives. Ann Kinésithér 25. Mirek E, Chwala W, Longawa K, Rudzi ska M,au«w.<.J.<·w"cL
1996;23:344~ 7. A. [Proprioceptive neuromuscular facilitation method of tm:ra¡>eutnc
11. Van der Wal J. The architecture of the connective tissue in the musculo- habilitation in the treatment of patients with Parkinson disease.]
esqueletal system-an often overlloded functional parameter as to proprio- Neurochir Pol2003;37 (Suppl5):89-102.
cepcion in the locomotor apparatus. Inr J Ther Massage Bodywork 26. Gordon J.Assumptions underlying physical therapy intervention:
2009;2:9-23. and historical perspectives. En: Car JH, Shepherd RB, Gorden J, et
12. Torres Costoso AI, Basco-López JA, Ferri Morales A, López Malina M. Movement science: foundations for physical therapy in rehabilitation.
El método de Kabat y la lesión medular espinal. Fisioterapia 2003;1: ney:Aspen Publishers, 1987;p.1-30
2-11. 27. Quin CE. Observations on effects ofPNF techniques in the tre:ttnnPr•i'
13. Sancho PO, Boisson D. Quelles sont les modalités de thérapie physique ofhemiplegia. Rheum Phys Med 1971;11:186-92.
symptomatique dans la sclérose latérale amyotrophique (techniques de dé- 28. Duncan PW, Badke MB. Stroke rehabilitation: the recovery of motor
sencombrement bronchique exclues)? Rev N euro! (París) 2006;162:253-5. troJ. N ew York:Year Book Medica! Publishers, 1987.
14. Knoot M. In the groove. PhysTher 1973;53:365-72. 29. Pink M. Contralateral effects,of upper extremity proprioceptive
15. Bobath B. Adult hemiplegia: evaluation and treatrnent. London: William muscular facilitation patterns. PhysTher 1981;61:1158-62.
Heinemann, 1990. 30. Shimura K, Kasai T. Effect of proprioceptive neuromuscular tactlltati<>ri
16. Granit R. Comments on history of motor control. En: Brooks VB, ed. on the initiation of voluntary movement and motor evoked potentials ill
Handbook of physiology. Baltimore: Williams & Wilkins, 1981. upper limb muscles. Hum Mov Sci 2002;21:101-13. ·
17. Ghez C. Introduction to motor systerns. NewYork:Elsevier, 1981. 31. Mo~n D. Concepts in functional training and postura! stabilization
18. Stein R. Peripheral control ofmovement. Physiol Rev 1974;54:215-43. the low back injured. Top Acute Care Trauma Rehabil 1988;2:8-17.
19. Kottke FJ. Ejercicio terapéutico para desarrollar la coordinación neuro- 32. Dickstein R, Hocherman S, Pillar T, Shaham R. Stroke rettabilitati<m. '
muscular [En: Kottke FJ, Stillwell GK, LehmannJF, eds. Krusen: medicina Three exercise therapy approaches. PhysTher 1986;66:1233-8.
33. Trueblood PR, Walker JM, Perry J, Gronley JK. Pelvic exercise and
física y rehabilitación], 3' ed. Madrid: Editorial Médica Panamericana,
1993. in hemiplegia. Phys Ther 1989;69:32-40.
e:
(~
20. Bovend'Eerdt'IJ, Newman M, Barker K, Dawes H, Minelli C,Wade DT. 34. Moore MA, Kukulka CG. Depression of Hoffinann reflexes roJ.tm"m'"
The effects of stretching in spasticity: a systematic review. Phys Med Re- voluntary contraction and implications for proprioce¡itive ne11ro.muLScut!ar;; e
habil2008;89:1395-406. facilitation therapy. PhysTher 1991;71:321-33. b
1:
r
A. Rodríguez-Larrad, C. Rizzello, C. Perfetti, f. A. Panté y M. Zernitz
Una de las peculiaridadesdel enfoque nemecognitivo es Figura 29-1. El movimiento de extensión del segundo dedo activa en .
considerar el movi.miento como la capacidad de todo el cuerpo el cerebro una representación .distinta s1 la finalidad es indicar. identificar
de modificarse con relación al contexto y a la relaci,ón con la textura de un objeto o presionar un timbre. iCortesía de O. González.i
SNC las informaciones necesarias para adquirir conocimiento
a través de la interacción con el mundo que rodea al individuo.
El «sistema hombre» está dotado de distintas superficies re-
ceptoras: la retina recoge informaciones visuales y proyecta
sus aferencias al lóbulo occipital; la cóclea es la encargada de
rec;:oger informaciones acústicas y vestibulares para proyectar
·· ·sus·afererrcias al lóbulotemporal:;lasuperficie corporal com~
prendida por la piel, las articulaciones, los músculos, los ten-
dones, etc., recoge información táctil, cinestésica, propioceptiva
(se puede utilizar el término de somestesia para agrupar toda
esta fuente informativa) y sus aferencias son proyectadas al ló-
bulo parietal.
Un análisis más detallado de las características de las distintas
superficies receptoras conduce a la conclusión de que mientras
Figura 29-2. El acto de presionar un timbre puede también corres- la retina y la cóclea mantienen intacta su forma, es decir,.no se
ponderse con diferentes modalidades de interacción. por ejemplo, co- modifican durante la recogida de información, la superficie
nocer su resistencia o presionarlo únicamente 0,5 cm. Mientras la pri- corporal es fuente informativa, precisamente por su capacidad
mera modalidad se realizaría fundamentalmente bajo el control de de modificarse. 26 ])e hecho, la particularidad que hace de la
aferencias de presión, la segunda lo haría fundamentalmente bajo con- superficie corporaL una refinada exploradora es su capacidad
trol cinestésico, activando representaciones corticales diferenciadas.
para fragmentarse, es ,decir, su capacidad para dirigir los distintos
{Cortesía de A. Balanzategui.)
segmentos corpóreos.en direcciones di~ersas. Por ejemplo, du-
rante el gesto de alcance a un objeto situado de frente, en
aprenden, mediante el ejercicio de reconocimiento de posiciones ausencia de elementos patológicos, el tronco mantiene una di-
en la flexión dorsal del tobillo, a controlar los componentes pa- rección vertical mientras la extremidad toma una dirección
tológicos. También recuperan incluso la capacidad para realizar hacia delante. El hombro se convierte en este gesto en el punto _
parte del movimiento. No obstante, este control habitualmente de encuentro de las dos dir~cciones. Si se solicita este mismo
se evidencia tan sólo en condiciones similares a las del ejercicio, gesto a un individuo que presente alguna desafección en el
es decir, en sedestación. 25 Se ha verificado la incapacidad de trans- hombro, sea de naturaleza peri:ferica (capsulitis retráctil) o central
ferir este aprendizaje a contextos diversos, por ejemplo, a la marcha: (hemiplejía), se podrá observar con frecuencia que el tronco y
Este problema hizo surgir la hipótesis de que el SNC trabaja de la extremidad toman la misma dirección hacia el objetivo. Se
forma diferente cuando debe organizar la flexión dorsal del tobillo verifica una incapacidad para fragrrientar la extremidad superior
en una tarea de reconocimiento de posiciones en sedestación y del tronco. Asimismo, un pie, por tijemplo, tendrá mayor capa-
cuando organiza la flexión dorsal evidenciada en la fase 00/o de la ~idad para-recoger infor-mación cuanta mayor capacidad de
marcha. Por una parte, la flexión dorsal del tobillo puede ser in- fragmentación conserve. Las difere,ncias en el comportamiento .
terpretada tanto como un acercamiento de la punta del pie entre un pie hemiparético y un pi~ sano son evidentes; mientras
al resto del cuerpo como un acercamiento del talón al sue- el primero se comporta como un bloque en su interacción con
lo. Los parámetros espaciales a los cuales el paciente deberá hacer el suelo, el segundo logra fragmeri.tarse de forma tan refinada
referencia para organizar el complejo acto de la contracción son que le permite recoger la informayiÓn que su SNC considera
con toda probabilidad diversos en ambos casos; el primero con- más importante para hacer exitoso su caminar. Aumentar la ca-
templa una organización en un espacio con referencias intraper- pacidad de fragmentación del cuerpo se convierte así en uno
sonales, mientras que el segundo lo hace sobre la base de refe- de los objetivos a la hora de programar la recuperación del pa-
rencias extrapersonales. Por otra parte, también las informaciones ciente con dificultades motoras.
que el pie proporciona al sistema en el curso de la interacción Puede verificarse que, lejos de ser una teoría abstracta, sus
difieren en ambas situaciones; en la primera se recogerían prin- principios cuentan con un sólido resp;Udo científico, que con-
cipalmente informaciones cinestésicas, mientras que en la segunda sidera al conocimiento como el fenómeno biológico que sin
el sistema se prepararía ~demáspara informaciones de contacto duda es.Pefinir los ejercicios terapé~ticos dentro de una pla-
(presión, peso). Es, por lo tanto, posible que la evocación de un nificación del tratamiento basada en dichos principios tiene
tipo u otro de movimiento en la ejercitación terapéutica no resulte sin duda una repercusión directa sobre el comportamiento del
indiferente para recuperarlo tras una lesión. 14 paciente, a pesar de que los procesos y las operaciones a los que
Es necesario, por lo tanto, profundizar en la identificación haga referencia sean básicamente mentales.
de las informaciones sobre las que se estructura cada movimiento Resulta particularmente importante llamar la atención sobre
y conocer cómo estas informaciones son utilizadas con la finalidad el hecho de que el conocimiento y la interacción que lo per-
de organizar el comportamiento de la totalidad del sistema. 14 mite son tareas del sistema hombre en su totalidad y no sólo
del segmento corporal hacia el que se dirija el ejercicio. Pe
esta forma, en la elección del ejercicio y en la previsión del re-
El cuerpo interpretado como una «superficie receptora sultado, el terapeuta debe siempre preguntarse cuál es el com-
de información» portamiento del sistema en cuanto a que un determinado seg-
,rner1t0 _ysté incluido en un ejercicio, no sólo desde un punto
Siempre en el ámbito de esta teoría, el cuerpo es visto de ·Vista biomecánico sino también desde un punto de v-ista in-
como una gran superficie receptora capaz de hacer llegar al for!Il:'l:tivo y-co~oscitivo en general. 1
Interpretación de los trastornos: Cómo se mueve el paciente hemipléjico
perfil del paciente
La rehabilitación tradicional evidencia el comportamiento
La teoría neurocognitiva proporciona ei marco de referencia patológico del paciente hemipléjico fundamentalmente conlá
desde el que puede dirigirse consecuentemente la observación espasticidad. La mayoría de los instrumentos terapéuticos puestos
del paciente. Este enfoque se caracteriza por tener en cuen- en práctica por los distintos métodos intentan su superacióri •
-"~-tle~fufmal'i.gt¡r'()sa el heche"de que cadalesi.ón;tant-e si se "mediante"el i:lSe de divet'Sos Ine{;1lnismos · · ·
localiza en el SNC como si se origina en la periferia (lesiones embargo, el profesor Perfetti elaboró una propuesta para valorar
traumáticas), va a afectar y a dañar a un sistema funcional com- el comportamiente alterado del paciente hemipléjico desde
plejo que integrará siempre estructuras centrales (SNC) y pe- una perspectiva cognitiva. De esta forma, incluso el fenómeno
riféricas (músculos, articulaciones, etc.) o viceversa, estructu- de la espasticidad está considerado como la expresión de la al-
ras periféricas y centrales. En consecuencia, la interpretación teración de los procesos cognitivos que permiten la acción eri
de los trastornos debe fundamentarse teniendo en cuenta la toda su complejidad. Como consecuencia, el concepto de es,.
organización del sistema en su totalidad y en su complejidad. pasticidad deja de ser útil al terapeuta neurocognitivo para la
La observación dirigida por el terapeuta debe representar comprensión de la motilidad patológica del paciente yestá sus-
la recogida de datos significativos que le permitan formular tituido por el concepto de especifico motor, que a la luz de los
una previsión sobre el grado y la calidad de la recuperación conocimientos actuales se revela por medio de cuatro <<mani-
del paciente al final del período de tratamiento. 27 Estos datos festaciones»: el déficit cuantitativo y cualitativo del i·eclutamiento
deben permitir, además, concretar las ejercitaciones que le per- muscular, la reacción exagerada al estiramiento, la irradiación
mitan alcanzar esta recuperación. anormal y los esquemas m()tores elementales.
La valoración de los trastornos está íntimamente relacionada
también con el tratamiento, en la medida en que el desarrollo
del ejercicio terapéutico ofrece el medio para valorar conti- Déficit del reclutamiento muscular
nuamente al paciente. Es precisamente sobre la base de esta
continua valoración que el ejercicio terapéutico evoluciona y · El reclutamiento muscular es la capacidad de activar un
se convierte en algo más complejo y refinado a medida que cierto número de unidades motoras con relación a la tarea que
evoluciona el cuadro patológico. se debe realizar. El SNC regula la intensidad y la tipología de
Es indispensable describir el específico patológico individual la contracción muscular, tanto cuantitativamente, por medio
de cada paciente; es decir, los componentes patológicos más del número de unidades motoras reclutadas, como cualitativa-
significativos sobre los que un paciente determinado debe re- mente, a través de la frecuencia de descarga. El paciente hemi-
adquirir el control que le permita retornar a una motricidad pléjico ve sin duda limitada la capacidad para reclutar los dis-
de tipo evolucionada. tintos grupos musculares afectos, desde un punto de vista tanto
Se ha men<;ionado anteriormente que el ETC entiende el · cuantitativo como cualitativo. Las consecuencias en su movilidad
proceso de recuperación como un proceso de aprendizaje. Desde son muy importantes, tanto en las primeras fases de la lesión,
este punto de vista, el específico patológico del paciente también cuando los efectos de la diasquisis agravan significativamente
puede ser interpretado como el conjunto de obstáculos, de el cuadro patológico, como en las fases sucesivas, en las que la
orden motor, sensitivo, cognitivo, emocional y/o motivacional, imposibilidad de adecuar el reclutamiento muscular a Ias ca-
que interfieren en el aprendizaje de una motricidad evolucio- racterísticas que la tarea motora requiere determina con mayor
nada. Según se trate de un daño peri!erico o central, el específico facilidad la aparición de elementos patológicos, es decir, con-
patológico tendrá características particulares. 28 tracciones irradiadas y esquemas elementales.
Como consecuencia, la propuesta neurocognitiva estructura El déficit de reclutamiento muscular más acentuado de
la observación del paciente desde lo que ha denominado el ciertos segmentos hace que, cuando el paciente encare tareas
peifil. Concebido inicialmente para la interpretación de los tras- que sobrepasen su capacidad, otros segmentos se vean obligados
tornos apráxicos, 29 se ha demostrado útil (incluso necesario) a compensar esta carencia. Sirven de ejemplos el déficit en la
también para otros trastornos: perfil del paciente hemipléjico, extensión de muñeca, que hace que en la organización de la
del paciente cerebeloso, 30 del paciente con afecciones ortopé- presa se observe una excesiva elevación del hombro, así como
dicas del codo, 31 etc. El perfil integra lá descripción del «cómo el déficit en la flexión dorsal del tobillo, que condiciona la ele-
se mueve», «cómo reconoce», «cómo usa la atención», «cómo vación de la cadera32 durante la marcha.
imagina>>, «cómo usa el lenguaje» y <<CÓmo aprende» ese paciente
en particular.
Es importante no considerar de forma aislada estos com- Reacción exagerada al estiramiento
ponentes del comportamiento, sino ser capaces de advertir las
relaciones que se establecen entre ellos. Esto va a permitir al La reacción al estiramiento es un fenómeno fisiológico pre-
terapeuta comprender la forma en la que emerge el movi- sente incluso en los individuos sanos: un estiramiento brusco
miento de ese individuo en particular; comprender la forma del tendón provoca la contracción de la musculatura corres-
en la que conoce, es decir, el sentido que da a su interacción pondiente. La respuesta es tanto más intensa cuanto más elevada
con el entorno. es la velocidad del estiramiento y cuanto mayor es el alarga-
Se detalla a continuación, a J;Ilodo de ejemplo, cómo puede miento del músculo.
cÓmpletarse la descripción del perfil de un paciente, en este Esta reacción se considera :.funcio.nal en la medida en que
caso, el perfil de un paciente hemipléjico. es interpretada como un mecanismo de protección con el
interpretación de los trastornos: Cómo se mueve el paciente hemi,oféjico
perfil del paciente
La rehabilitación tradicional evidencia el comportamiento
La teoría neurocognitiva proporciona el marco de referencia patológico del paciente hemipléjico fundarnentalmente con la
desde el que puede dirigirse consecuentemente la observación espasticidad. La mayoría de los instrumentos terapéuticos puestos
del paciente. Este enfoque se caracteriza por tener en cuen- en práctica por los distintos métodos intentan su superación
ta de forma rigurosa el hecho de que cada lesión, tanto si se mediante el Liso dediversosmecanismos neurofisiológicos. S1!1
localiza en el SNC como si se origina en la periferia (lesiones embargo, el profesor Perfetti elaboró una propuesta para valorar
traumáticas). va a afectar y a daüar a un sistenu funcional com- el cornportamiento alterado del paciente hemipléjico desde
plejo que integrará estructuras centrales (SNC) y pe- una perspectiva cognitiva. De esta forma, incluso el fenómeno
riféricas (músculos, articulaciones, etc.) o viceversa, estructu- de la espasticidad está considerado como la expresión de la al~
ras periféricas y centrales. En consecuencia, la interpretación teración de los procesos cognitivos que permiten la acción en
de los trastornos debe fundamentarse teniendo en cuenta la toda su complejidad. Como consecuencia, el concepto de es~
organización del sistema en su totalidad y en su complejidad. pasticidad deja de ser útil al terapeuta neurocognitivo para la
La observación dirigida por el terapeuta debe representar comprensión de la motilidad patológica del paciente y está sus-
Ia recogida de datos significativos que le permitan formular tituido por el concepto de especifico motor, que a la luz de los
una previsión sobre el grado y la calidad de la recuperación conocimientos actuales se revela por medio de cuatro «maní-
del paciente al final del período de tratamientoY Estos datos testaciones>>: el déficit cuantitativo y cualitativo del i·eclutam.iento
deben permitir, además, concretar las ejercitaciones que le per- muscular, la reacción exagerada al estiramiento, la irradiación
mitan alcanzar esta recuperación. anormal y los esquemas motores elementales.
La valoración de los trastornos está íntimamente relacionada
también con el tratamiento, en la medida en que el desarrollo
del ejercicio terapéutico ofrece el medio para valorar conti- Déficit del reclutamiento muscular
nuamente al paciente. Es precisamente sobre la base de esta
continua valoración que el ejercicio terapéutico evoluciona y El reclutamiento muscular es la capacidad de activar un
se .convierte en algo más complejo y refinado a medida que cierto número de unidades motoras con relación a la tarea que
evoluciona el cuadro patológico. se debe realizar. El SNC regula la intensidad y la tipología de
Es indispensable describir el específico patológico individual la contracción muscular, tanto cuantitativamente, por medio
de cada paciente, es decir, los componentes patológicos más del número de unidades motoras reclutadas, como cualitativa-
significativos sobre los que un paciente determinado debe re- mente, a través de la frecuencia de descarga. El paciente henlÍ-
adquirir el control que le permita retornar a una motricídad pléjico ve sin duda limitada la capacidad para reclutar los dis-
de tipo evolucionada. tintos grupos musculares afectos, desde un punto de vista tanto
Se ha mencionado anteriormente que el ETC entiende el cuantitativo como cualitativo. Las consecuencias en su movilidad
proceso de recuperación como un proceso de aprendizaje. Desde son muy importantes, tanto en las primeras fases de la lesión,
este puntode vista, el específico patológico del paciente también cuando los efectos de la diasquisis agravan significativamente
puede ser interpretado como el conjunto de obstáculos, de el cuadro patológico, como en las fases sucesivas, en las que la
orden motor, sensitivo, cognitivo, emocional y1o motivacional, imposibilidad de adecuar el reclutamiento muscular a las ca-
que interfieren en el aprendizaje de una motricidad evolucio- racterísticas que la tarea motora requiere determina con mayor
nada. Según se trate de un daño periférico o central, el específico facilidad la aparición de elementos patológicos, es decir, con-
patológico tendrá características particulares 28 tracciones irradiadas y esquemas elementales.
Como consecuencia, la propuesta neurocognitiva estructura El déficit de reclutamiento muscular más acentuado de
la observación del paciente desde lo que ha denominado el ciertos segmentos hace que, cuando el paciente encare tareas
peljtl. Concebido inicialmente para la interpretación de los tras- que sobrepasen su capacidad, otros segmentos se vean obligados
tornos apráxicos, 29 se ha demostrado útil (incluso necesario) a compensar esta carencia. Sirven de ejemplos el déficit en la
también para otros trastornos: perfil del paciente hemipléjico, extensión de muüeca, que hace que en la organización de la
del paciente cerebeloso, 30 del paciente con afecciones ortopé- presa se observe una excesiva elevación del hombro, así como
dicas del codo, 31 etc. El perfil integra li descripción del «cÓmo el déficit en la flexión dorsal del tobillo, que condiciona la ele-
se mueve>>, «córno reconoce», «cómo usa la atención», «cóm.o vación de la cadera32 durante la marcha.
imagina>>, «cómo usa el lenguaje>> y «cómo aprende>> ese paciente
en particular.
Es importante no considerar de forma aislada estos com- Reacción exagerada al estiramiento
ponentes del comportamiento, sino ser capaces de advertir las
relaciones que se establecen entre ellos. Esto va a permitir al La reacción al estiramiento es un fenómeno fisiológico pre-
terapeuta comprender la forma en la que emerge el movi- sente incluso en los individuos sanos: un estiramiento brusco
miento de ese individuo en particular; comprender la forma del tendón provoca la contracción de la musculatura corres-
en la que conoce, es decir, el sentido que da a su interacción pondiente. La respuesta es tanto más intensa cuanto más elevada
con el entorno. es la velocidad del estirarriemo y cuanto mayor es el alarga-
Se detalla a continuación, a modo de ejemplo, cómo puede miento del músculo.
completarse la descripción del perfil de un paciente, en este Esta reacción se considera funcional en la medida en que
caso, el per:6l de un paciente hemipléjico. es interpretada como un mecanismo de protección con el
J
que cuenta el organismo frente a estímulos agresivos. Goza de Es posible observar, sin embargo, cómo -al repetir la ma-
la peculiaridad de que el SNC puede modificarla si su activación niobra pero solicitando esta vez al paciente que dirija su aten-
pone en riesgo la integridad del individuo. Son interesantes a ción hacia las características del desplazamiento, sin pedir su
este respecto los experimentos de Nashner et al. 33-36 en el estudio colaboración desde un punto de Vísta motor- dicha reacción
de aquello que él llama reflejos posturales en individuos sanos. no aparece, o aparece notablemente reducida o limitada a los
Los individuos se situaban de pie sobre una plataforma que últimos grados de la excursión. Una manera de conseguir que
podía ser moVíaa eñ. díslliitas ilifecdones; provocando· diferentes ···el· paciente dirija su ·atención hacia las caractetísticas detdes-'
modalidades de desequilibrio. Nashner comprobó que los in- plazarniento podría ser aquella en la que le se le pida que, man-
diVíduos, en su intento de mantener la posición erecta, desarro- teniendo los ojos cerrados, reconozca a qué posición en el re-
llaron la capacidad de modificar su respuesta refleja ante los des- corrido de flexoextensión le ha sido movido el dedo. Le está
equilibrios impuestos. Es decir, en aquellos casos en los que el así requerida una tarea perceptiva que modificará las caracte-
desencadenamiento del reflejo serVía para recobrar el equilibrio, rísticas de su reacción exagerada al estiramiento, aumentando
el reflejo era conservado. Si, en cambio, ante una variación en su umbral de activación (Fig. 29-4).
las fuerzas que provocaban el desequilibrio, el reflejo perdía su Se hace notorio cómo la elaboración de información per-
capacidad para .recuperar la estabilidad, o incluso desestabilizaba ceptiva a nivel cortical puede ser capaz de modificar respuestas
la postura de manera significativa, tras unas repeticiones de tran- reflejas de niveles de integración elementales.
sición el reflejo desaparecía. Este mismo experimento se realizó La presencia o no de reacciones exageradas al estiramiento
también con indiVíduos preVíarnente diagnosticados de trastornos en los distintos segmentos corpóreos puede ser comprobada
cerebelosos, los cuales fueron significativamente más lentos o por el terapeuta provocando el estiramiento pasivo de los dis-
incluso completamente incapaces de adaptar su respuesta refleja tintos grupos musculares en los que se sospeche su presencia.
a los cambios en la tarea que debían realizar. Cabe destacar, sin embargo, que tanto o más importante
Estos estudios muestran que incluso respuestas reflejas de resulta también para el terapeuta la valoración de la capacidad
naturaleza espinal pueden ser modificadas en su elaboración a del paciente para controlar dicha reacción exagerada al estira-
nivel superior por el SNC; no deben, pues, ser entendidas úni- miento. Este dato resulta significativo a los efectos de la plani-
camente como circuitos de bajo nivel de integración. ficación del tratamiento y de la consiguiente programación de
En los individuos que han sufrido un ictus, la reacción al los ejercicios, sin olvidar que permite incluso utilizarlo como
estiramiento se presenta exagerada en dos aspectos: por una criterio pronóstico sobre las posibilidades de recuperación del
parte, la contracción muscular puede ser desencadenada incluso paciente.
por un estiramiento lento; por otra parte, las reacciones al es-
tiramiento se hacen presentes en un mayor número de seg-
mentos, pudiendo afectar a cualquier distrito muscular. Pierde Irradiación anormal
así en el paciente hemipléjico su carácter protector.
Un ejemplo está representado por la frecuente presencia El fenómeno de la irradiación está entendido como la ac-
de la reacción exagerada al estiramiento de los flexores de los tivación de grupos musculares que no están directamente vin-
dedo.s de la mano en el hemipléjico de gravedad media culados a una acción determinada, pero que sí tienen una re-
(Fig. 29-3). La extensión pasiva del segundo dedo provoca la lación funcional con los grupos musculares activados en origen
contracción de la musculatura flexora del mismo dedo, a veces durante la acción. Esta activación es tanto más not;¡.ble cuanto
-incluso- en casos particularmen~e graves, la flexión de los más intensa es la acción, es decir, cuanto mayor es el número
demás dedos de la mano y de la muñeca. Esta reacción exage- de unidades motoras activadas y su frecuencia de descarga. 37
rada se presenta sin que al paciente ~e le solicite ninguna acti- En el individuo sano, la irradiación a un mayor o menor nú-
vidad voluntaria. mero de grupos musculares está estrechamente relacionada con
Figura 29-3. Un objeto puede ser cogido para conocer su peso; su tex- Figura 29-4. Reacción anormal al estiramiento en flexores de muñeca
tura y su consistencia, entre otras cualidades. (Cortesía de S. Chiappin.) y dedos. (Cortesía de M. E. Aguilar.)
la acción desarrollada: seria posible, por ejemplo, elevar un ponentes de la enfermedad (reacción exagerada al
objeto de 1 mediante la rnusculatura de la extremidad su- e irradiación anormal). Puede ayudar el hecho de
perior. Si ese fuera sustituido por otro gradualmente ellos como aquellos esquemas de movimiento que el
mayor, de 20, 25 o 30 kg, a la musculatura previamente con- privilegia a pesar de tener la capacidad de organizar el
traída se sumaría progresivamente Ia musculatura dorsal, glútea miento de forma más evolucionada 26
e, incluso, la de las extremidades inferiores. Es fi.mdamental entender la importancia del
La irradiación en el individuo sano tiene, otra ca- de las consecuencias que tiene la organización del
racterística: la tnLlsculatura irradiada varía con cada acción. Esta en el paciente hernipléjico a través de los esquemas
peculiaridad supone una biológica, en la medida en no sólo sobre el plano eferente, sino y sobre todo sobre el
que hace que la irradiación se muestre funcional a la tarea de- rente. En esta dirección, se hace imprescindible considerar
sarrollada. modificaciones que una forma tal de moverse inducen a
Ésta es la principal diferencia con respecto a la irrachación del envío de aferencias reducidas o alteradas al SNC. 32
que se evidencia en el paciente hemipléjico, en el que ia mus- Esta clasificación de los símomas motores del paciente
culatura irradiada es siempre idéntica, a pesar de que la tarea mipléjico implica modalidades diferenciadas de
solicitada varíe. Ésta es la razón por la que la irradiación en el para cada uno de los elementos patológicos descritos, que
hemipléjico está definida como anormal. tratados en el apartado siguiente.
El profesor Perfetti lo ilustra con el siguiente ejemplo: si a La descripción del <<cómo se mueve» debe
un individuo sano se le solicita la flexión contra resistencia má- cuáles de los elementos del específico motor están
xima del codo, el individuo flexionará también ele forma in- en el cornportamiento del paciente, así como las
voluntaria, cuando alcance la fuerza máxima, la muñeca y los particulares de estos elementos: en qué segmentos se "v'~dULLdJL
dedos. Si, en cambio, le está solicitada una extensión contra re- la capacidad del paciente para mantenerlos bajo control, sí
sistencia máxima del codo, serán los extensores ele muileca y percibidos y de qué forma, etcétera.
dedos los que de forma irradiada se vean activados. Las mismas
solicitaciones realizadas a un paciente hernípléjico de gravedad
media deternünarán con frecuencia la irradiación exclusiva a Cómo reconoce el paciente hemipléjico
los flexores de muileca y dedos. En función de la gravedad del
paciente, la irradiación podrá ser desencadenada, además, con Las alteraciones sensitivas son frecuentes en el paciente he-
actividades motoras voluntarias o incluso con actividades reflejas, mipléjico. Se caracterizan no tanto porque las aferencias no
por ejemplo, con la flexión del hombro parético, el paso a la consigan alcanzar las áreas corticales de elaboración, sino
bipedestación, el hecho de rascarse con la extremidad «sana» o los obstáculos que la enfermedad interpone en el proceso
el hecho de bostezar. La musculatura irradiada será en todas las elaboración de estas aferencias.
situaciones idéntica. La valoración de las características sensitivas del paciente
La irradiación anormal representa a menudo una compen- puede ser realizada mediante los ejercicios de prin1er grado.
sación, es decir, una estrategia a la que el SNC debe recurrir Estos permiten comprender el tipo de sensibilidad
cuando le está solicitada una prestación a la que aún no es capaz afectada: cinestésica, táctil, presora, de peso, de rozamiento, etc.
de hacer frente. Esta estrategia puede ser interpretada como También permiten identificar la capacidad del paciente para·
una elección económica que realiza el SNC, no ya en términos construir con mayor facilidad un tipo de información u otro.
exclusivos de consumo energético, sino desde el punto de vista Un ejercicio de primer grado frecuentemente empleado
de la atención, en cuanto que se recurre a niveles elementa- en la valoración y en la ejercitación de la sensibilidad táctil
les de elaboración motora. consiste en proponer el reconocimiento de tres texturas dife-
El terapeuta debe tener presente, por lo tanto, que la apa- rentes medían te el pulpejo del dedo índice. El desplazamiento
rición de irradiación anormal en la motilidad del paciente re- del dedo sobre la te:x:tura que se debe identificar es íntegramente
presenta siempre una señal de atención, ya que significa que la efectuado por el terapeuta. El paciente debe dirigir todos sus
tarea requiere un nivel de organización que supera las capaci- esfuerzos a reconocerla, obviamente manteniendo los ojos
dades actuales del paciente. 38 rrados (Fig. 29-5).
Se hace necesario, además, indagar si los trastornos dificultan
particularmente la elaboración de operaciones de naturaleza
Esquemas motores elementales espacial o de contacto. Las primeras pueden relacionarse con .
el reconocimiento de direcciones, distancias y trayectorias o
Los esquemas motores elementales son aquellas configu- formas en las que el ámbito informativo predominante es el
raciones de activaciones motoneuronales que representan la cinestésico. Las operaciones de contacto se relacionan con el
base para cada movimiento del individuo con trastorno motor. reconocimiento de texturas, presiones, fricciones, resistencias
Son movimientos burdos, groseros, que se corresponden con o pesos.
los primeros intentos de organización motora que aparecen Es importante valorar también si las dificultades sensitivas
tras la lesión. Se los ha denominado elementales por ser mo- son relativas a la recogida de información tomando como punto
vimientos activados por circuitos de pocas sínapsis. de referencia el propio cuerpo o el mundo exterior. Resulta
La presencia de esquemas elementales es el componente notoria la diferencia, por ejemplo, en el reconocimiento de
patológico más dificil de valorar en la observación fenoménica pesos, si el reconocirniento afecta al propio peso corporal o si
del movimiento del paciente, ya que con frecuencia aparecen es el peso de un objeto el que deba ser percibido a través de
mezclados o enmascarados en la convivencia con los otros com- la variación del propio cuerpo. También son distintas las ope-
• C6mo. Si el paciente es capaz de identificar sensaciones
relevantes: sensaciones de tensión muscular, de espacio
recorrido en una cierta unidad de tiempo, de cambio de
dirección en el desplazamiento, etcétera.
• Por qué. Si el paciente es capaz de justificar por qué re-
sultan útiles ciertas informaciones y no otras.
Modalidades de ejercicio
Figura 29-14. Ejercicio de reconocimiento de esponjas de diversa Figura 29-15. Ejercicio de reconocimiento de cuatro figuras distintas
consistencia con la planta del píe. (Cortesía de O. González.) con forma de «T» en el tablero. (Cortesía de S. Chíappin.)
ii,
t REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 6. Recanzone GH, Merzenich MM,Jenkins WM, Grajski KA, Dinse HR.
Topographic reorganization of the hand representation in cortical area 3b
1. Perretti C, Rossetto E Per una teoría cognitiva della riabilitazione: 1 analisi owl monkeys trained in a frequency discrimination task.J Neurophysiol
dell esercizio terapeutico. Riabilitazione e Apprendimento 1997 ;3: 199- 1992;67:1031-56.
208. 7. Recanzone GH, Schreiner CE, Merzenich MM. Plasticity in the frequency
2. Perretti C. Uomini e rnacchine. Milano: Editrice Speciale Riabilitazione, representation of prirnary auditory cortex following discrimination training
1986. in adult owl monkeys.J Neurosci 1993;13:87-103.
3. Perfetti C, Ligazzolo MA. Per una interpretazione riabilitativa della patología 8. Buonomano DV, Merzenich MM. Cortical plasticity: from synapses to
ortopedica. Riabilitazione Cognitiva 2001;2:9-25. rnaps.Annu Rev Neurosci 1998;21:149-86.
4. Maturana-Romesín H,Varela E El árbol del conocimiento: las bases bio- 9. Veronese MA. L erniplegico e g1í esercizi. Riabilitazione e Apprenclimento
lógicas del entendimiento humano. Santiago de Chile: Universitaria, 2006. 1994;14:35-45.
5. Maturana-Romesin H. Desde la biología a la psicología. Santiago de Chile: 1O. Shumway-Cook A, Woollacott MH. Motor control. Translating research
Universitaria, 2006. into clinical practise. Philadelphia: Lippincott Williams and Wilkins, 2007.
11. Xerri C, Merzenich MM,Jenkins W, Santucci S. Representational plasticity 29. Pan té F, Rizzello C, Perfetti C. L aprassia come problema riabilitativo.
in cortical area 3b paralleling tactual-motor skill acquisition in adult mon- Riabilitazione e Apprendimento 1998;2:155~ 71.
keys. Cereb Cortex 1999;9:264-76. 30. Perfetti C. Appunti per 1 intervento riabilitativo nelle lesioni del cervelletto.
12. Xerri e, Merzenich MM, Peterson BE,Jenkins W. Plasticity of primary Riabílitazíone e Apprendimento 1998;1:37-55.
somatosensory cortex paralleling somatosensory skill recovery from stroke 31. Ligazzolo MA, Perfetti C. L esercizio terapeutico conoscitivo nella patologia
in adult monkeys.J Neurophysiol 1998;79:2119-48. ortopedica del gomito. Riabilitazione Cognitiva 2004;5:93-108.
13. Plautz EJ, Milliken GW, Nudo RJ. Effects of repetitive motor training on 32. Petfetti C. La rieducazione motoria dell emiplegico. Milán: Ghedini, 1979.
n1oveniéí:ifrépiesénEitíonslii. áaultsqul.rre! í1iol1k.éys: ro1e-<lfusé veí:sí.ts · 3'3: NásFiiiernvcA.cfáptíñg reflexéS coñ.trolliñg ttíe hlií.ñ.añ ¡íósrílre::Exp :Biaiil
learning. Neurobiol Learn Mem 2000;74:27-55. Res 1976;26:59-72.
14. Pe1fetti C. Condotte terapeutiche perla rieducazione motoria dell emi- 34. Nashner LM, Cordo PJ. Relation of automatic postura! responses and re-
plegico, 2• ed. Milano: Ghedini, 1986. actíon time voluntary movements ofhunun leg muscles. Exp Brain Res
15. Merzenich MM, Kaas JH, Sur M, Lin CS. Double representation of the 1981;43:395-405.
body surface within cytoarchitectonic areas 3b and 1 in «SI» in the owl 35. Horak FB, Nashner LM. Central programming of postura! movements:
monkey (Aotus trivirgatus).J eomp Neur 1978;181:41-74. adaptation to altered support-surface Configurations.J Neurophysiol
16. Kaas JH, Nelson RJ, Sur M, Lin es, Merzenich MM. Multiple represen- 1986;55:1369-81.
tations of the body within the primary somatosensory cortex of primates. 36. Horak FB, Nashner LM, Diener HC. Postura! strategies associated with
Science 1979;204:521-3. somatosensory and vestibular loss.Exp Brain Res 1990;82:167~77.
17. Gelnar PA, Krauss BR, Szeverenyí NM, Apkarian AV. 'Fingertip represen- 37. Viel E. El método Kabat: facilitación neuromuscular propioceptiva. Bar-
tation in the human somatosensory cortex: an fMRI study. Neuroimage celona: Masson, 1994.
1998;7:261-83. 38. Pavan S. Problemi di valutazione. Riabilitazione e Apprendimento
18. Colby CL, Goldberg ME. Space and attention in parietal cortex.Annu 1994;14:27-34.
Rev N eurosci 1999;22:319-49. 39. Jeannerod M. Mental imagery in the motor context. Neuropsychologia
19. Rizzolatti G, Luppino G. The cortical motor system. N euron 2001 ;31 :889- 1995;33: 1419-32.
901. 40. Grezes J, Decety J. Functional anatomy of execution, mental simulation,
20. Roland PE, Larsen B, Lassen NA, Skinhoj E. Supplementary motor area observation, and verb gener~tion of actions: a meta-analysis. Hum Brain
and other cortical areas in organization of voluntary movements in man. Mapp 2001;12:1-19.
Neurophysiol1980;43:118-36. 41. Kosslyn SM, Ganis G, Thompson WL. Neural foundations of intagery Nat
21. Roland PE, Skinhoj E, Lassen NA, Larsen B. Different cortical areas in Rev Neurosci 2001;2:635-42.
man in organization of voltmtary movements in extrapersonal space. Neu- 42. Perfetti C, Rossetto EL immagine motoria come elemento dell esercizio
rophysio\1980;43:137-50. terapeutico conoscitivo. Ipotesi preliminari. Riabilitazione e Apprendimento
22. Perfetti C. Inmugine motoria, rappresentazione mentale ed esercizio te- 1997;17:109-16.
rapeutico. Riabilitazione Cognitiva 2000;1:13-29. 43. Reggiani P, Perfetti C. L immagine motoria come strumento per 1 esercizio
23. Jeannerod M, Decety]. Mental motor imagery: a window into the repre- terapeutico. Forte dei Marmi: Biblioteca A. R. Lurija, 1999.
sentational stages of action. Curr Opin Neurobiol 1995;5:727:-32. 44. Pavan S. L esercizio terapeutico come situazione problematica e 1 itnmagine
24. Rizzolatti G, Luppino G, Matelli M. The organization of the cortical motoria. Riabilitazione Cognitiva 2000;1:31-42.
motor system: new concepts. Electroencephalogr Clin Neurophysiol 45. Krakauer JWArm function after stroke: from physiology to recovery.
1998;106:283-96. Semin Neuro\2005;25:384-95.
25. Pavan S, Campagnolo R, Martinez E. Come rileggere 1 ipotesi percettiva 46. Morasso P. Spatial control of arm movement. Exp Brain Res 1981;42:
alla luce dell informativitá. Riabilitazione Neurocognitiva 2005;3: 13-8. 223-7.
26. Perfetti e, Ghedina R,Jiménez-Hernández D. El ejercicio terapéutico 47. Shadmehr R,Wíse SP.The computational neurobiology ofreaching
cognoscitivo para la reeducación motora del hemipléjico adulto. Barcelona: and pointing: a foundation for motor learning. Cambridge: MIT Press,
Edikarned, 1999. 2005.
S.
27. Pavan Dall osservazione alle modificazioni finali attese. Riabilitazione 48. Pavan S. Gli esercizi di primo grado. Riabilítazione e Apprendimento
e Apprendimento 1995;15:89-91. 1994;14:95-103.
28. De Giovannini E, Perfetti C. !1 trattamento riabilitativo nelle lesioni trau- 49. Pavan S. Gli esercizí di secondo e terzo grado. Riabilitazione e Appren-
matiche dell arto inferiore. Parma: SBM Noceto, 1988. dimento 1994;14:137-46.
A M. Pérez-Gorricho, E. Jiménez-Antona, L. Luna-Oliva y S. Co!lado-Vázquez
trastornos. dese
1. Valorar en qué estadio motor se encuentra el niño. Estos patrones de locomoción no surgen de forma espon~ pos.
2. Evaluar las desviaciones del patrón motor ideal y su lo- tánea, sino que tienen que ser activados por un terapeuta, a que
calización. de una determinada postura y a través de estímulos específico,s. la p•
3. Planificar el tratamiento y establecer sus objetivos. Con esta activación se desencadena una respuesta refleja global.·
· 4. Realizar un pronóstico en función de la evolución te- de todo el cuerpo, susceptible de ser provocada a cualquier edad,
rapéutica del niño. Esta respuesta refleja consiste en patrones contenidos en los pro-
gramas innatos del SNC, programas motores que están presentes .
desde el nacimiento al servicio de la función motriz. ·
Valoración de las reacciones postura/es La terapia de la locomoción refleja contiene las propiedades
fundamentales de los diferentes tipos de locomoción que apa- guil
El término reacdones posturales se introdujo en 1970; a partir recen en el desarrollo motor humano (el volteo, el arrastre, el · cuc
de 197 4 Vojta describió con todo detalle siete reacciones pos- gateo y la marcha libre), los que están regidos por los tres mis- coc
turales, cuya utilización es fundamental para valorar la alteración mos principios: (Fi:
de la coordinación central.
Las reacciones posturales muestran el proceso de madu- 1. Un control postural automático y equilibrado (actividad lllt
ración del SNC e indican en qué etapa-del desarrollo se en- postural).
cuentra el niño en el primer año de vida. En la realización 2. Un desplazamiento del centro de gravedad del tronco ha<
de las reacciones posturales, el examinador cambia rápida- y un enderezamiento del tronco contra gravedad. Vli
mente la postura del niño en el espacio, lo que desencadena 3. Un movimiento fásico, con determinados movimientos en
determinadas respuestas reflejas. Estas respuestas reflejas son de paso entre los segmentos de las extremidades y el eje
en más del 70% de la población infantil respuestas ideales. axial (cabeza y tronco). de
Frente a este cambio repentino de la postura corporal, el niño Es
reacciona de forma automática e involuntaria con una deter- Vojta describió dos complejos de locomoción diferentes. ra
minada respuesta. Uno de ellos se realiza desde el decúbito ventral y se denomina de
Capítulo 30. ;Terc¡pia dt:;.la loc,?mociÓn refleja del doctorVojta
Reptación refleja
Posición de partida ideal Figura 30-1. Ejemplo de activación de la reptación refleja. Zonas de
estimulación en el epi cóndilo lateral del calcáneo (en el pie derecho)
y en el epicóndilo medial del codo del brazo izq:..:ierdo; cabeza resistida.
La posición de partida ideal es una postura asimétrica, ya ev1tando el giro hacia el otro lado.
que la cabeza está girada hacia un lado. A dicho lado se lo de-
nomina lado facial, y al otro, lado nuca!.
El miembro superior del lado Ücial se flexiona a 120-135°, Respuestas a la activación de la reptación refleja
con una abducción de 30° y rotación externa de hombro. El
epicóndilo medial del húmero debe contactar con el plano, y Las respuestas que se esperan en la extremidad superior
el antebrazo también, sobre su cara palmar. facial son:
El miembro superior del lado nucal se deja extendido a lo
largo del cuerpo. @ El brazo facial mantiene la abducción, la flexión y la ro-
El tronco tiene que estar alineado en su eje. El míem.- tación externa del h01nbro; la escápula se abduce y ad-
bro inferior nucal debe estar en la siguiente posición: flexión hiere a la parrilla costal. La mano se cierra en un puño,
de 30-40°, abducción de 60°, rotación externa de cadera, con abducción del pulgar y separación de los metacar-
t1exión de 45° de rodilla y flexión dorsal del píe. El miem- pianos.
bro inferior facial estará relajado y extendido a lo largo del @ A su vez, la pierna del lado nuca! intenta extenderse, pero
cuerpo. no podrá hacerlo, ya que en este proceso de extensión
encuentra un punto fijo en el talón a través del punto
del calcáneo.
Zonas de estirnulación • Toda la dirección de la contracción rnuscular va hacia el
punto fijo del talón, vinculando a la pelvis y a la columna
Además de la posición de partida, existen nueve zonas de lumbar.
desencadenamiento repartidas a lo largo de los dos hemícuer- e La respuesta esperada en la pierna nucal es la flexión y
pos. Estas zonas se localizan en puntos específicos del cuerpo, la abducción, con rotación externa de cadera. La rodilla
que -al ser estimulados- suman su activación a la que produce mantiene su angulación y se despega del plano; el pie
la posición de partida. hace una flexión dorsal activa, con inversión y flexión
Todo el complejo de locornoción puede ser provocado po- de todos los dedos del pie.
tencialmente desde cada una de las nueve zonas. Al activar si- $ Como consecuencia de los puntos de apoyo mantenidos
multáneamente más de una zona, se inunda al SNC con múl- y equidistantes entre sí del codo y del talón, el brazo
tiples señales fisiológicas adecuadas, dosificables en intensidad nuca! realiza un movimiento de paso hacia delante, con
y dirección desde la periferia. rotación externa del hombro, flexión dorsal de la muñeca
Se describirá, como ejemplo, la activación a partir de las si- y apertura de todos los dedos de la mano, con separación
guientes zonas: el punto del talón de la pierna nucal que se en- del pulgar.
cuentra en el epicóndilo medial del calcáneo y el punto del e La pierna facial realiza un movimiento de flexión, abduc-
codo facial localizado en el epicóndilo medial del húmero ción, rotación externa de cadera, flexión mi'<ima de la ro-
(Fig. 30-1). dilla y flexión dorsal del tobillo, con eversión del pie.
Al comenzar la activación existirá una contracción de la • Se contraen de forma diferenciada diferentes grupos
musculatura corporal de forma diferenciada y asimétrica. musculares hacia puntos de carga mantenidos en un pa-
la extremidad superior facial intentará desplazar su brazo trón cruzado. Com.o efecto de esta diferenciación mus-
hacía atrás y adentro hasta que no se pueda mover más, con- cular, el eje axial y su musculatura autóctona se ven fuer-
virtiéndose el epícóndilo medial del húmero del codo facial temente activados, extendiéndose y rotando de forma
en un punto de carga fijo y mantenido. diferenciada.
Este punto de apoyo fijo en el codo modifica el efecto • La cabeza gira hacía el lado nuca! y el cuerpo vuelve a
de la dirección de la contracción muscular, que irá hacía distal. su postura inicial de partida.
Esta contracción hacia discal vincula a toda la musculatu-
ra del brazo, de la escápula y, a través de ella, a la columna Este patrón cruza.do recíproco y cíclico debe siempre ser
ciorsal. activado en ambos lados del cuerpo.
Este control de la postura y el desplazamiento del peso del Zona de estimulación
cuerpo hacia los puntos fijos requieren de una contracción sos-
tenida de la musculatura abdominal, una disminución de la hi- La zona de desencadenamiento es el punto pectoral que
perlordosis lumbar, una retroversión fisiológica de la pelvis, el localiza en el punto de intersección de la línea marnilar
despliegue contra gravedad del tronco con respecto al plano y diafragma. Está entre la 6• y la s• costilla.
la aparición de una tendencia de locomoción hacia delante. El terapeuta desencadena el estímulo del punto pectoral
(Fig:w36:.:2): mamil:ar en eHado al que está girad:da -cabeza (lado
Estos patrones globales de coordinación sólo pueden acti-
varse si hay apoyo en las extremidades. Al oponer resistencia al
movimiento provocado de giro de la cabeza y de las extremi- Respuestas a la activación
dades, se produce una sumación de la contracción isométrica.
El efecto de esta activación también se ve reflejado en la Como efecto de la activación, se espera un patrón
región orofacial, en la contracción de la musculatura abdominal cuyas respuestas ideales son:
que favorece el vaciamiento intestinal y vesical, y en la función
respiratoria, con la respiración costodiafragrnática. • El brazo nucal realiza una rotación externa, con
Con la reptación refleja se activan patrones motores que ción hasta 90°, el codo en semiflexión, las manos abiertas·•.·
pertenecen a la ontogénesis postural humana: extensión y ro- y desplegadas, con separación del pulgar.
tación de la columna; enderezamiento del tronco contra gra- • El brazo facial realiza un movimiento de abrazo hacia
vedad; apoyos sobre las extremidades; diferenciación muscular línea medía, con rotación externa de hombro y n>-"v"'''-'ld
y articular, y movirnientos de paso de las extremidades, con el de las manos.
despliegue de las manos y de los pies. • Los miembros infe~iores se flexionan a 90°, con rotación
externa y abducción de caderas, flexión de 90° de rodilla
y tobillos, con los dedos del pie extendidos (Fig. 30-4).
Volteo reflejo
Figura 30-2. R·espuestas de la reptación refleja en un paciente. Figura 30-3. Posición de partida de la primera fase del volteo reflejo.
Zonas de estimulación
Respuestas a la activación
necesita estimular varios puntos y combinarlos entre sí hasta terapia. Estos cambios se pueden enurnerar en la si-
que aparezca la activación. guiente relación:
El niño con una alteración central sustituye los patro-
nes normales por patrones sustitutorios, provocando con el Mejora de la circulación de sangre, lo que tiene
tiempo la fijación de patrones anormales. un efecto positivo en el crecimiento y desarrollo
En estos nifíos con patrones anormales está alterado el con- de los huesos.
trol de la postura, el enderezamjento y el equilibrio, y los puntos Reducción de las perturbaciones sensoriales y
de apoyo son pobres o inexistentes. disminución de la atrofia muscular.
La motricidad prepositiva está reducida y los objetivos que Mejora de las funciones motrices espontáneas en
se plantean se ven continuamente tl:ustrados. La postura y el los grupos de músculos parcialmente paralizados,
movirniento se ven restringidos en su fi.mción. así como de la musculatura respiratoria y abdo-
En los cuadros graves de parálisis cerebral infantil se observa minal.
cómo se van instalando progresivamente los patrones sustitutivos Iviejora en las articulaciones sin contracturas, que
anómalos, los que quedan a veces restringidos a los patrones tienden a anquilosarse.
prirnitivos del recién nacido. 1•2 Mejora de las funciones vesicales e intestinales, por
1.
La bibliografía muestra diversos estudios realizados con la la reducción de la orina residual; un vaciado intes-
terapia Vojta en pacientes con trastornos neurológicos, como tinal y vesical mis regular y una reducción de la 2.
es el caso de Bauer et al., quienes en su artículo de revisión frecuencia de infecciones del aparato urinario.
Vojta neurophysiologic therapy describen las indicaciones de la te- Mejora de la circulación del liquido cefalorraquí- 3.
rapia Vojta en las diversas afecciones, clasificándolas en indica- deo en pacientes con hidrocefalia.
4.
ciones absolutas, indicaciones relativas e indicaciones de la te- Miopatías congénitas: es importante que los pa-
rapia en niños mayores y adultos: cientes sean tratados con esta terapia lo antes po- S
sible, con el objetivo de mejorar sus capacidades
1. Como indicaciones absolutas se describen los casos de: básicas de supervivencia, como la respiración y la
succión.
• Alteraciones moderadas y graves de la coordinaci6n central:
los resultados de los diferentes autores muestran que 2. Entre las indicaciones relativas, se citan las siguientes:
este diagnóstico puede conseguir un mejor pronós-
tico si se aplica la terapia Vojta de manera temprana, @ El síndrome de Down y otros síndromes genéticos.
en comparación con los niños que no reciben tra- • Retrasos motores del desarrollo, alteraciones de pos-
tamiento. Muestran que el tratamiento debe comen- tura y defectos de enderezamiento (escoliosis y lor-
zar conto máximo antes del quinto mes de vída, con dosis), displasia de cadera y deformidades en los pies.
el fin de conseguir resultados favorables y cambiar
el espectro de incidencia de la parálisis cerebraL 3. Finalmente, entre las indicaciones para la Vojta con
" Alteraciones asímétrú:as de la coordinaci6n central: la terapia niíios mayores y adultos se recogen las siguientes:
también está indicada en pacientes con una afectación
hger2. de la coordinación central sí ésta muestra asi- " Parálisis cerebral infantil.
metria postural o neurológicao Se justifica la aplicación 3 Daño cerebral adquirido.
del tratamiento debido a que las posturas incorrectas "' Síndromes de corte transversal en la médula espinal.
tienell como consecuencia un extenso número de • Paresias periféricas congénitas y adquiridas.
complicaciones secundarias, como tortícolis, escoliosis • Miopatías.
o displasias de cadera. e Escoliosis y cifosis.
$ Tbrtícolis muscular congénito: su tratamiento está justi- • Disn:ünución del recorrido articular.
ficado por la cantidad de consecuencias que tiene • Limitaciones del movimiento del aparato locomo-
sobre las tunciones motoras. tor.4
Actualmente, en la bibliografía pueden encontrarse diferentes grupo de control, una marcha independiente 4 de
artículos científi.cos en los que se avala la aplicación de la terapia los 5 que recibieron la terapia Vojta. Este estudio con-
Vojta o se JUStifi.ca su aplicación. Algunos de estos estudios son: cluye resakmdo la importancia de la aplicación de la terapia
Perales-López et en un artículo sobre los efectos de la antes de los 12 meses de edad, para una correcta mielinización
terapia Vojta en la rehabilitación de la marcha en dos pacientes del SNC. 6
adultos con daño cerebral adquirido en fase tardía, concluyen En un trabajo de García-Díez sobre aplicación de la terapia
que la aplicación de la terapia Vojta en en fase Vojta en la esta terapia se describe como uno de
crónica mejora el enderezamiento del tronco, la amplitud del los métodos de tratamiento posibles contra la espasticidad 7
ciclo del paso y las funciones motoras y sensitivas de la región Asimismo, el trabajo de Bayón-Calatayud et al., un caso clínico
orofaciaL 5 sobre el síndrome de Cockayne, se encuentra en la misma línea
Otros autores, como Toyoko et al., en un estudio de co- de trabaJ0 8
hortes que realizó un seguimiento de 10 niüos con diplejía es- Otro ejemplo en la bibliografía científica es el trabajo de
pástica, en el que unos pacientes fueron tratados con terapia Pelegrín y Conesa, en el que se argumenta y justifica la apli-
Vojta y otros sin tratamiento, observaron que los resultados cación de la terapia Vojta en la esclerosis múltiple, corno una
mostraron diferencias estadísticamente significativas en la mejoría de las técnicas europeas de tratarniento fisioterápico 1nás uti-
de los individuos del grupo de casos, en comparación con el lizadas.9
t REFERENCIAS BIBliOGRÁFICAS 6. Kanda T, Pidcock FS, Hayakawa K,Yamori Y, Shikata Y Motor outcome
differences between two groups of children with spastic diplegia who re-
1. Vojta V Alteraciones motoras cerebrales infantiles. Diagnóstico y tratamiemo ceived different intensities of early onset physiotherapy followed for 5 yeárs.
precoz. Madrid: Morata, 2005. Brain Dev 2004;26:118-26.
2. VojtaV, Peters A. El principio Vojta. Juegos musculares en la locomoción 7. García Díez E. Fisioterapia de la espasticidad: técnicas y métodos. Fisioterapia
refleja y en la ontogénesis motora. Morata, 1995. 2004;26:25-35.
3. Pérez-Gorricho AM. Detección de la parálisis cerebral en el primer año 8. Bayón-Calatayud M, Urdiales-Urdiales J, Atienza-Delgado R, M orante-
de vida. Temario. Madrid: CGM Servicios Empresariales, 2006. del Blanco M. Síndrome de Cockayne: tratamiento y rehabilitación. A pro-
4. Bauér H,Appaji G, Mundc D.Vojta neurophysiologic therapy.lndianJ pósito de un caso. Rehabilitación (Madr) 2005;39:171-5.
Pediatl· 1992;59:37-51. 9. Pelegrín-Molina MA, Gómez-Conesa A. Esclerosis múltiple: estado actuaL
5. Perales-López L,Atin MA, Pérez-Gorricb.o Al'v1. Efectos de la terapia Vojta Fisioterapia 2001;23:144-53.
en la rehabilitación de la marcha en dos pacientes adultos con daño cerebral
adquirido en fase tardía. Fisioterapia 2009;32:58-70.
~ iNTRODUCCIÓN que las personas con problemas de conducta presentan déficits
en el procesamiento táctil-cinestésico de su entorno. 1
El concepto de Affolter se aplica con éxito a las personas Las personas afectadas de una lesión cerebral con fi-ecuencia
(tanto niiios como adultos) que tienen dificultades perceptivas n:mestran dificultad para buscar en el entorno los estímulos
que producen dificultades en el desarrollo de las destrezas mo- adecuados que le sirvan para orientarse (información sobre qué
trices y cognitivas necesarias para las actividades cotidianas. está haciendo y dónde se encuentra) y, por lo tanto, tienen dis-
Estos trastornos perceptivos, o dificultades en el procesanlÍemo minuida la capacidad de planificar las actividades de la vida dia-
táctil y cinescésico, aparecen con frecuencia en numerosos tras- ria, así como de comportarse de una forma adaptada a la si-
tornos neurológicos, así como en niños con dificultades de tuación.2 En definitiva, presentan dificultades para resolver las
aprendizaje o alteraciones del lenguaje, entre otros trastornos. situaciones que se suceden en la vida cotidiana.
La interacción entre el input táctil, la tarea y la cognición de la Mediante la guía táctil-cinestésica propuesta por Affolter, la
persona permite a ésta desarrollarse con éxito y aprender de persona obtiene la información necesaria del entorno para ela-
las experiencias. El modelo de tratamiento parte de un <\modelo borar hipótesis sobre qué está haciendo y dónde está y para
de raíz del desarrollo» basado en el desarrollo normal del niño. resolver los problemas que plantean las actividades cotidianas,
El abordaje de intervención terapéutica: comienza con una de- puesto que ahí es donde radica el verdadero aprendizaje. 3
tallada observación de la persona ante tareas cotidianas de pro- Aplicar el concepto de Affolter implica comprender bien
blema-solución y la facilitación de las relaciones causa-efecto el procesamiento perceptivo y seguir adecuadamente las pautas
mediante una guía táctil-cinestésica seleccionada en función que señalan la guía sencilla y la asistencial en cada caso.
de las características de la persona.
El objetivo del capítulo es dotar al lector de conocimientos
y principios de aplicación sobre la percepción táctil y la in- Percepción táctil-cínestésíca
fluencia de ésta en el movirr.ciento y en el desarrollo de capa-
cidades cognitivas y destrezas motrices necesarias para la vida Concepto de percepción
diaria, para poder aplicarlos en la clínica.
Para Affolter la percepción es el proceso cognitivo que per-
mite conocer el mundo; aprender cón10 es el entorno. Es un
t DESCRIPCIÓN DE lA TÉCNICA proceso subjetivo y, por lo tanto, no se puede estudiar directa-
mente.4 Es por ello que basó sus estudios en la observación del
Historia y conceptos comportamiento de la persona y en los cambios en su com-
portamiento cuando se modifica el entorno 4
Historia del concepto Afta/ter También hace referencia a que la percepción incluye todos
los mecanismos utilizados en el procesamiento del estímulo de
Félicie Affolter, doctora en psicología del desarrollo y lo- la situación acrual, incluyendo las diferentes modalidades senso-
gopeda, comenzó a estudiar la percepción y los trastornos per- riales; los niveles de organización supramodal; los sistemas res-
ceptivos hace más de 50 años. Estudió psicología con Jean Pia- pectivos de almacenamiento, recuperación y reconocimiento del
get, uno de padres de la psicología evolutiva, y se basó en su desempeño o la ejecución de la tarea. La percepción, por lo tanto,
modelo de interacción durante el desarrollo del individuo para cumple un papel fundamental en e1 proceso de aprendizaje. 5
E.mdamentar sus teorías perceptivas.Affolter realizó investiga- Las experiencias que una persona: tiene de la interacción no
ciones basadas en la observación del desarrollo de niños sanos verbal en su vida coridiana influyen en el proceso de aprendizaje,
y de niños con problemas de audición, ceguera y problemas ya que permiten una organización de los perceptivos que
perceptivos, y con adultos con daño cerebral sobrevenido. provienen del entorno. La persona realiza búsqueda de infor-
De estos estudios,Affolter concluyó que la interacción táctil mación de ese input sensorial para solucionar los problemas que
es la «raíz» en el desarrollo de una persona y que un adecuado se le presentan. Las personas conti.nuarnente están respondiendo
procesamiento de la información táctil-cinestésica permite que y a:ctu.ando ame los cambios en las relaciones topológicas que
el individuo se oriente en el entorno con éxito. Demos-eró se dan entre sus cuerpos y los objetos del entorno. 6
Trastorno perceptivo que uno puede activar directamente: el sistema táctil-cineh
tésico. 5 .·
esquema corporal y que ambas son la base para el desarrollo formación táctil (por un problema en el desarrollo o por haber
de la praxis. 15 sufrido un daño cerebral sobrevenido), no tendrá un desarrollo
normal de las habilidades o destrezas, pues su problema se en-
cuentra en la misma raíz del desarrollo. Este trastorno se pondrá
Modelo de raíz de Affolter de manifiesto, por ejemplo, en el desarrollo del lenguaje (más
frecuente en los niños), en el establecinliento de relaciones
Re/aeión entre los niveles de .desar:roHo . Gausa-efucto. entre acontecimientos de la "'i.Tida .cotidiana,.en el
desempeño de las actividades de la vida diaria y en la adquisi-
Affolter utiliza el desarrollo y el crecimiento de un árbol ción de habilidades sociales. 8
como símil respecto al desarrollo de una persona. Afirma que Affolter considera a la acción como la parte motriz y a la
la «raíz» del desarrollo son las experiencias de interacción sen- percepción, como la parte sensorial del concepto de destrezas
sitiva no verbal" de la persona con su entorno, en forma de re- sensoriomotrices. La acción hace referencia al movimiento o
solución de problemas durante las actividades cotidianas. 7•16 A a los componentes motores de un desempeño sensoriomotor.
partir de esta experiencia perceptiva, que es la raíz, crece un La interacción es definida en términos de relaciones topológicas
«tronco», del cual nacen las «ramas», que son las diferentes ha- y los cambios en éstas (en cuanto a la cercanía de las relaciones
bilidades del desarrollo. Por lo tanto, estas habilidades no están entre objetos y personas del entorno). El entorno es definido
relacionadas jerárquica y directamente, sino que todas dependen como cualquier elemento físico (no sólo objetos y personas,
directamente de la raíz. La raíz, por lo tanto, es el origen del sino también organismos vivos). 17 Acción, percepción e inter-
crecimiento del árbol y es la que soporta las bases físicas, emo- acción son básicas en el desarrollo de las destrezas sensorio-
cionales, cognitivas y de experiencias sociales en las interacciones motrices y existe una relación interdependiente entre estos tres
de las tareas cotidianas no verbales de problema-solución que aspectos.
efectúa la persona 17 (Fig. 34-2). En términos de aprendizaje, En resumen, la persona con dificultad en la búsqueda
para que aparezca una habilidad compleja no siempre es im- de información táctil o de procesamiento y organización de
prescindible que exista una habilidad sencilla?· 10 dicha información presentará alteraciones en las destrezas sen-
El niño o el adulto que tiene un trastorno perceptivo, es soriomotrices que se ponen en marcha en su desempeño ocu-
decir, que presenta dificultad para organizar la búsqueda de in- pacional diario.
entre el cuerpo del paciente y la superficie sobre la que se en- Las personas en coma o en estado de mínima conciencia,
cuentra (Fig. 34-SC y SD). Esta forma de introducir el objeto debido a las lesiones propias de la afección y los períodos pro-
ofrece una resistencia m:Lxima entre el cuerpo y el entorno y longados de encarnamiento, dejan de estar en contacto con ob-
lo hace claramente perceptible. jetos, de manipularlos, de percibirlos y, por lo tanto, de interactuar
Después de cada cambio topológico el paciente también con el entorno y de mejorar sus capacidades cognitivas. Déficits
debe obtener información de su entorno estable, de la superficie como apraxia o dispra_xia producen un mal procesamiento de la
sobre la que se encuentra y del lateral. Con este fin, el terapeuta información táctil y cinestésica o una mala integración de los
le proporciona esta información con un balanceo en la pelvis diversos inputs sensoriales para una correcta resolución de pro-
del paciente. En el desarrollo de la actividad también hay que blemas cotidianos y un adecuado desempeño ocupacional.
realizar cambios en la posición y cambios en el lado del cuerpo En función de la gravedad de la lesión o del trastorno
donde se localiza la actividad, para mantener el principio de ceptivo-cognitivo de la persona con lesión neurológica, se d·~
bilateralidad. 7•22 terrninará la aplicación de un tipo de guía u otra para facilitar a
la persona la oportunidad de aprender de las situaciones
planteadas y resolver problemas de la vida cotidiana con éxito.
t APliCACiONES EN TRASTORNOS NEUROlÓGICOS La aplicación de la guía táctil-cinestésica parte de una ex-
haustiva evaluación del proceso perceptivo-cognitivo y del tras-
El abordaje perceptivo-cognitivo de Affolter mediante la torno perceptivo, de la interacción y de resolución de problemas
guia táctil-cinestésica ha sido exitosamente utilizado en personas cotidianos que presenta la persona con trastorno neurológico
con diversos trastornos neurológicos: enfermedad de Alzheimer desde el concepto Affolter, y de su influencia en el desempeño
v otras demencias, daño cerebral sobrevenido (traumatismo de actividades cotidianas.
~raneoencefálico, accidente cerebrovascular, encefalitis, tumor Una vez realizada dicha valoración, se graduará la actividad
cerebral), en niños ~on trastornos üeurológicos o del desarrollo, propuesta teniendo en cuenta los parámetros citados anterior-
autismo y niños con problemas de aprendizaje y lenguaje, 3 mente: familiaridad, número de objetos, tipo de entorno y ob-
entre otros. jetos necesarios para la tarea, entre otros.
~ REFERENCIAS BIBliOGRÁFICAS 11. Affolter EWahrnehmungsgestórte kinder: aspekte der erfassung der the-
rapie. Padiatr Padol1977;12:205-13.
1. Affolter F, Stricker E. Perceptual processes as prerequisites for complex 12. Affolter E Wahrnehmungsstórungen im kindesalter. Bull Schweíz Akad
human behaviour: a theoretical model and its application to therapy. Bern: MedWiss. 1976;32:129-40.
Hans Huber, 1980. 13. Affolter F, Brubaker R, Bischofberger W eomparative studies between
2. Affolter E Perceptual processes as prerequisites for complex human be- normal and language-disturbed children based on performance profiles.
haviour. Disabil Rehabil1981;1:3-10. Acta Otolaryngol Suppl1974;323:1-32.
3. Berglund Bonfils K. The Affolter approach to treatment: a perceptual 14. Bundy A, Lane S, Murray E. Sensory integration: theory and practice, 2'
· -¿;;i;:;.Itiv~:Pe1~s;:>ecÍ:i;;.eüf±'~fi<:tiün..·.E;:;.:·Pedl"eitl·tw.occi.iíJatlüíía1tne:.:·· e<rP1íiiáae!prua'Davis,T99T. ·····• · ···························· ··· · - •···•
rapy: practice skills for physical dysfunction, 3' ed. St. Louis: Mosby, 15. Juravle G, Deubel H, Tan HZ, Spence C. ehanges in tactile sensitivíty
1990. over the time-course of a goal-directed movement. Behav Brain Res
4. Affolter F, Bischofberger W Gespürte interaktion im al!tag. En: Lipp 2010;208:391-401.
B, Schlaegel WWege von anfang an. F1ührehabilitierung schwerst hirn- 16. Affolter E From action to ínteraction as primary root for development.
geschadigter patienten, 1'ed. Villingen-Schwenningen: N eckar-Verlag, En: Stockman IJ. Movement and action in learning and development: clí-
1996. nica! implications for pervasive developmental disorders. London: Else-
5. Affolter E Perceptual processes as prerequisítes for complex human be- vier;2004.
haviour. Irit Rehabil Med 1981;3:3-1 O. 17. Davíes PM. Pasos a seguir. Tratamiento integrado de pacientes con hemi-
6. Affolter F, Bischofberger W Nonverbal perceptual and cognitive processes plejía. Madrid: Editorial Médica Panamericana, 2003.
in children with language disorders. Toward a new framework for clinical 18. Brozzoli e, Pavani F, Urquizar e, eardinali L, Farne A. Grasping actions
intervention, 1' ed. Mahwah: Lawrence Erlbaurn, 2000. remap peripersonal space. Neurorepbrt 2009;20:913-7.
7. Mfolter F.Wahrnehmung Wirklichkeit und Sprache, 8' ed.Villingen- 19. Gallace A, Zeeden S, Roder B, Spence C. Lost in the move? Secondary
Schwenningen: Neckar-Verlag, 1997. task performance impairs tactile change detection on the body. eonscious
8. Hofer A. Das Affolter-Model!®. Entwicklungsmodell und gespürte inter- eogn 2010;19:215-29.
aktionstherapie. München: Pflaum, 2009. 20. Voss M, IngramJN, Haggard P,Wolpert DM. Sensorimotor attenuation
9. Affolter E Perception, interaction and language. Interaction of daily living: by central motor command signals in the absence of movement. Nat Neu-
the root of development. NewYork: Springer-Verlag, 1991. rosci 2006;9:26-7.
10. Affolter F.Auditive wahrnehmung und lernschwierigkeíten. Monatsschr 21. Soll].Affolter-Model!®. In kleinen schritten zurn ziel. Die Schwester Der
Kinderheilkd 1976;124:612-5. Pfleger 2007;46:24-7.
~ INTRODUCCIÓN siológicas (inflamación, flujo axonal, anon<alías en la expresión
de canales dependientes del voltaje) que dan como resultado
Las técnicas neurodinámicas surgen del ámbito de la fisio- la producción de impulsos ectópicos de los nervios. Por lo
terapia manual ortopédica y han ido introduciéndose progresi- tanto, el n'létodo de movilización neural se considera de mucha
vamente en el árnbito de la fisioterapia neurológica.Aunque la utilidad, ya que sensibiliza de forma bastante aislada sólo el te-
ex7eriencia de numerosos clínicos parece respaldar su uso, '·2 to- jido neural, cuando se lo valora restaurando el movimiento y
davía es limitada la evidencia en este ámbito. la elasticidad y, por lo tanto, recuperando la función normal
El análisis del movimiento humano es una tarea no exenta y eliminando el medio que lo rodea de cualquier otro tejido. 8
de dificultades, debido a la multitud de fenómenos que se in- La movilización neural es un método utilizado muy re-
l:errelacionan. Son muchos los sistemas involucrados en el con- cientemente para reducir la espasticidad en los niños y adultos
trol de la postura y del movimiento en el ser humano. con alteraciones neurológicas 9 y para la mejora de la actividad
Sin embargo, en el paciente neurológico, a pesar de las al- electromiográfica en pacientes con hemiplejía.
teraciones propias que genera la lesión neurológíca, tampoco La neurobiomecánica del sistema nervioso está relacionada
puede obviarse la iní1uencia de los componentes mecánicos con dos conceptos. El primero es el de las estructuras adyacentes
como responsables de las alteraciones del rnovimiento. al sistema nervioso, las interfaces mecánicas que se mueven in-
Por ello, y sin pretender maximizar la influencia de los fac- dependientemente del sistema nervioso, en las que se incluyen - --------- -
tores musculoesqueléticos, en pacientes neurológicos deben los músculos, ligamentos y articulaciones 5 ·8 El segundo con-
identificarse adecuadamente los factores mecánicos involucra- cepto es el del desplazamiento que se produce dentro del sis-
dos. tema nervioso, considerado como el movimiento global del
Desde esta perspectiva, pueden y deben aplicarse técnicas sistema, así como el movimiento intraneuraP
dirigidas a mejorar la alineación y la mecánica de Jos segmentos
involucradas en un patrón determinado, teniendo en cuenta,
por lo tanto, diversas estructuras (cápsulas, superficie articular, ~ DESCRIPCIÓN DE lA TÉCNICA
musculatura, tejido conectivo y -por supuesto- los sistemas
nerviosos central y periférico desde el punto de vista mecá- Influencia de los diferentes procesos patológicos
nico). sobre las propiedades mecánicas del sistema
En este contexto surge la utilización de técnicas neurodi- nervioso
námicas en pacientes neurológicos.
El concepto básico de la movilización neural es restaurar Los sistemas nerviosos central y periférico pueden ser con-
la mecánica y el estado fisiológico normal del movinúento y siderados como un único sistema, como un tejido continuo
de la postura. 3 En los últimos 20 años se han desarrollado mé- desde el punto de vista mecánico, eléctrico y químico. 5 Este
todos de fisioterapia para evaluar el efecto de los mecanorre- sistema tiene dos tipos de tejido: el primero está asociado con
ceptores y sus conexiones con el sistema nervioso central la conducción (axones, mielina, células de Schwann), y el se-
(SNC): las pruebas de tensión neuraP- 5 La tensión del nervio gundo está asociado con los tejidos de soporte y protección
mediano se deternúna mediante la prueba neurodinámica del (neuroglia, meninges y perineuro). 4 Los tejidos de soporte tie-
miembro superior 1 descrita por Butler5 En la posición de ex- nen propiedades biomecánicas de distensión y resistencia a las
tensión pasiva del codo, pueden someterse a estiramiento me- fuerzas tensíonates, por el hecho de que entre sus componentes
cánico muchas estructuras -como el nervio mediano, el sistema se encuentra el colágeno, y también por su sistema de orien-
vascular, fascias-, sugiriendo la continuidad de esas rrjsmas es- tación. Un ejemplo de esto lo constituye el ;LXÓn, que presenta
tructuras.6 De las pruebas diseñadas como pruebas de provo- ciertas ondulaciones en el trayecto, por los túbulos neurales, y
cación neural, para valorar la parte mecánica del sistema ner- tiene cierta capacidad para distenderse cuando se generan ten-
vioso se ha utilizado el upper limb neural test 1 (ULNT1), que siones sobre él. Por lo tanto, el sistema nervioso no sólo tiene
es una de las pruebas que goza de mayor fiabilidad. 7 Se carac- la función de conducción y recepción de impulsos durante el
teriza por la movilidad del nervio en relación con los tejidos movimiento, sino también la fi_:mción de adaptarse a los movi-
que lo rodean, y también se utiliza para valorar alteraciones fi- rrientos y a los tejidos que lo rodean. 11
Respuestas fisiológicas y fisiopatológicas ciados con las actividades de la vida diaria y los
del tejido neural al estrés mecánico deportes. 4 ,5 · 18 En la clínica, las técnicas de movilización neura!
se han utilizado para el tratamiento de dolores musculoesoue2
El estrés mecánico sobre el nervio influye desde el punto létícos y, sobre todo, para dolores neuropáticos perifericos"(de
de vista fisiológico en muchos aspectos. pero en este caso sólo la raíz o del tronco nervioso) de nervios lesionados como con-
se describirá la influencia que tiene sobre el flujo sanguíneo y secuencia de estímulos mecánicos o químicos que prodl~eron
sobre el transporte axonaL una lesión sobre el tejido nervioso al exceder las capacidades
físicas de éste. Las fuerzas repetitivas de compresión, tricción
tensión y vibración sobre los tejidos cercanos llegan a produci;
Flujo sanguíneo íntraneura! irritación del tejido neural 4 •5 18 Por otro lado, los tejidos adva~
centes al tejido neL-vioso liberan sustancias inflamatorias y p~1 e
Los vasos sanguíneos intraneurales tienen una trayectoria den sensibilizar químicarnente al tejido nervioso 21 -23 Las res-
tortuosa, con el objetivo de poder aportar un flujo continuo puestas fisiopatológicas y patomecánicas a una lesión nerviosa
de sangre al tejido nervioso. Cuando el nervio no está sometido afectan a los componentes vasculares, al tejido conectivo y a la
a tensión, todos esos vasos están relajados. En cambio, cuando conducción del impulso nervioso, produciendo los síntomas
se aplica tensión sobre el nervio, los vasos sanguíneos se tensan, asociados con el dolor neuropático periférico. Dentro de la fi-
pero permitiendo la circulación; esto ocurre tanto en el nervio siopatología de la lesión del dolor neurogénico, se pueden ex-
periférico como en el neuroeje. 12·; 3 Pero una tensión excesiva plicar diterentes mecanismos: la sensibilización de los nocicep-
reduce la circulación intraneural, por el estiramiento y estran- tores del tejido conectivo, 24 la formación de sitios generadores
gulación de los vasos. Por ejemplo, en el nervio de un conejo, de impulsos anormales; la sensibilización centraF 5 y las altera-
al 8% de la elongación comienza a disminuir el retorno venoso, ciones en la conducción del impulso .nervioso. Muchas de esas
y al 15% la capilaridad arterial y venosa están completamente manifestaciones también se pueden observar en los pacientes
ocluidas; la circulación vuelve a ser normal después de eliminar con trastornos neurológicos. 26
la tensión. Si los vasos sanguíneos están demasiado obstruidos Hasta la fecha se han realizado muy pocos estudios de mo-
por un estiramiento excesivo, se producirá lesión en el nervio. 14 vilización neural en pacientes con trastornos neurológicos. No
Esto se ha demostrado en estudios en los que se ha sometido obstante, en un estudio llevado a cabo recientemente 10 se en-
a tensión la médula, observándose que se altera la circulación contró que hubo una reducción de 1a actividad electromío-
y la conducción nerviosa. 15 Aunque esws estudios se realizaron gráfica del bíceps braquial después de aplicar movilización neu-
en animales, en los seres humanos se estiman similares reper- ral en el miembro superior a pacientes con hemiplejía. Se piema
cusiOnes. que la reducción de tensión neural permite al bíceps mayor
capacidad para realizar su función dentro de los parámetros
normales. Se pudo concluir en este estudio que la moviliz~_ción
Transporte axonal neural es eficiente para la reducción de la actividad eléctrica
en la espasticidad del bíceps braquial en pacientes con hemi-
El axoplasma contiene órganos celulares y muchas sustancias plejía, y que es un método que debería empezar a ser incluido
que son fundamentales para la función neuronal. 16 El movi- para los tratamientos de fisioterapia de este tipo de pacientes.
miento intracelular del axoplasma (transporte axonal) se realiza
porque existe un consumo de energía que es sensible a la hi-
poxia.17 La compresión del nervio causa hipoxia18 y forma una Receptores del nervio periférico
barrera mecáitica para el transporte axonal. El transporte axonal
se ve reducido a una presión de 30 mm Hg. 19 Esta presión Los receptores periféricos se distribuyen por múltiples es-
constituye tan sólo el 25% de la presión sistólica; cuando se tructuras del organismo. Tienen diversas funciones, desde alertar
mantiene, es suficiente para causar, por ejemplo, un síndrome acerca de sensaciones primarías como cambios de temperatura
del túnel carpiano. 20 Por lo tanto, los pacientes con alteraciones o dolor, hasta percibir variaciones de presión.
en el movimiento de las extremidades o del tronco, como los Del mismo modo que estos receptores periféricos se en-
pacientes con trastornos neurológicos, pueden presentar situa- cuentran en la piel o en las articulaciones, también se encuen-
ciones en las que el sistema nervioso, además de presentar un tran en estructuras más profundas, como los nervios periféricos, 5
funcionarr..:iento alterado, tenga mayor disfunción por el efecto asumiendo -por lo tanto- las funciones propias de estos re-
mecánico de los tejidos que lo rodean. ceptores.
Por ejemplo, una serie de pequeños impactos a lo largo del
nervio periférico puede tener un efecto sumatorio y causar
neuropatía distal, debido a la compresión a la que se ve some- llegada a la médula espinal
tido, y producir un cambio en el transporte axonal. 5
La utilización de las técnicas de movilización neural puede Estas fibras emergentes de los receptores perineurales esta-
mejorar el transporte axonal, el cual está alterado en la espas- blecen importantes relaciones en la médula espinal, donde parecen
ticidad y; por lo tanto, dar lugar a Uc'l.a mejora de la tensión neu- relacionarse con las motoneuronas del asta anterior de la médula,
ral y a una reducción de las restricciones y adherencias del ner- generando un bucle que modula la actividad de la musculatura
vio y de los tejidos que lo rodean. 5 que tiende a proteger estos troncos neurales (Fig. 42-1).
Los tejidos neurales están preparados para tolerar las fuerzas Este fenómeno, descrito en individuos sanos y en pacientes
mecánicas generadas durante las posiciones o mo-virrientos aso- con lesiones ortopédicas, tiene una función relevante en pa-
Estos fenómenos son bien conocidos en el caso del huso
muscular: sin embargo, la influencia de otros receptores ha sido
menos estudiada. Parece, sin embargo, 27 · 29 que la influencia de
estos receptores puede ser clínicamente relevante, ya que no
es sólo el huso muscular el que puede desencadenar la con-
tracción desde la periferia, sino otros receptores cutáneos, los
propioceptores o del propio nervio periférico.
Figura 42-2. Ante una lesión del sistema nervioso centíal se pierde
control sobre ia motoneurona (2) por parte de los centros superiores Figura 42-3. La puesta en tensión de un nervio periférico puede au-
de control motor (3), con !o que !a influencia de los receptores y, entre mentar la contracción de íos grupos musculares que tienden a píO-
ellos, los receptores perineu:a!es (1), se verá aumentada; luego, ia tegerio. Así, se ve que en pacientes con una postura en flexión de
1nfiuenc:e c!e un estimulo mecánico sobre este receptor tendrá ahora muñeca y codo y pronación del antebrazo, la rotación cervical contra-
más repercusión que en condiciones normales. lateral aumenta la flexión del codo y la pronación del antebrazo.
se implementa como técnicas de movilización neural en el e<unpo pacidad del sistema nervioso para tolerar las fuerzas de co 111,_
de la fisioterapia. presión, fricción y tensión asociadas con las AVD y las activi~
numerosas alteraciones que se producen corno con- dades deportivas. Se ha hipotetizado que esos movimientos te-
secuencia de una lesión en el sistema nervioso, y mediante un rapéuticos pueden tener un impacto positivo sobre los síntomas
correcto tratamiento se puede reducir el dolor, recuperar las mejorando la circulación intraneural, el transporte axona}y 1;
L"l'-''"<'L'"u'<~ de rnovimientoy mejorar el flujo axonaL viscoelasticidad del tejido conectivo, o reduciendo la sensibílídad
a los sitios que generan impulsos ectópícos dentro del sistem.a
nervioso,H aunque esas afirmaciones aún no han sido cientí-
Principios generales para el tratamiento ficamente validadas. Hay diferentes formas de aplicar las técnicas
de la movilización m:lura! de movilización, que se pueden agrupar en técnicas de desli-
Z<uniento y técnicas de tensión neural.
Los principios del trata1niento mediante movilización neu-
raF5·24·31 incluyen: la educación de los pacientes sobre neuro-
dinarnia, las alteraciones de los tejidos no neurales y la movi- Técnicas de deslizamiento
lización del tejido neural (mediante técnicas de deslizamiento •
y técnicas de tensión). Las técnicas de deslizamiento son maniobras neurodinámicas
que se centran en producir m~ovimientos de deslizamiento entre
las estructuras neurales y los tejidos adyacentes, y se realizan siem-
Educación en neurodinámica pre de una forma indolora 3 •4 El efecto neurofisiológico que se
ha encontrado al aplicar estas técnicas son la reducción del dolor
El paciente debe comprender que el sistema nervioso está y de los síntomas de mecanosensibilidad neurai. En especial, la
diseñado para moverse durante lasA\ITI y que un conocimiento aplicación se ha llevado a cabo en pacientes con radiculopatía
de la neurobiomecánica puede explicar nlás fácih11ente por qué cervical o con codo de tenista, 3ú- 38 y con mejores resultados que
ciertos movimientos o posturas pueden influir sobre la fisiología en los pacientes tratados con terapia manual convencional sobre
y la rnecánica del sistenn nervioso. El paciente debe entender las región dorsal y cervical. En otros estudios con pacientes con
que el sistema nervioso tiene una continuidad mecánica y, de síndrome del túnel carpiano a los que se trató con técnicas de
esa manera, comprender por qué se puede utilizar el mov-imiento deslizamiento nervioso y tendinoso, se redujeron las interven-
de zonas del cuerpo remotas del lugar de la lesión como trata- ciones quirúrgicas en el30% de los pacientes tratados. 39
miento para movilizar el sistema nervioso. También se deberá
explicar a los pacientes que no sólo hay un impacto mecánico
sobre el sistema nervioso, sino que se pueden afectar la circulación Técnicas de tensión neural
intraneural, el flujo axoplasmático y los nociceptores del tejido
conectivo neuraL 16 La interdependencia entre la fisiología y la Las técnicas de estira.miento o de tensión neural engloban a
mecánica del sistema nervioso es lo que se denomina neurodi- todas aquellas técnicas que intentan recuperar las capacidades fi.-
namia.16 En definitiva, la educación de los pacientes reducirá los sicas de los nervios para tolerar los movimientos que producen
miedos sobre su dolor o discapacidad, así como modificará su elongación. Hay que puntualizar que las técnicas de tensión
las expectativas y creencias acerca de su problemática. 32- 34 neural no son estiramientos como los aplicados al músculo. Estas
técnicas se aplican de forma oscilatoria y gradualmente, para ir
aumentando ligeramente la resistencia de elongación del nervio,
Tratamiento de tejidos no neuraies que norn<almente está asociada con la respuesta muscular de
protección. La energía con la que se aplique la técnica se puede Sí
La alteración de otros tejidos no neurales tendrá una in-: ajustar para provocar ligeras sensaciones de estiramiento o evocar
fluencia sobre el dolor o sobre las alteraciones neurogénicas. 5•31 ligeramente los síntomas con el ritmo de cada oscilación. 4 Las
Si el terapeuta se asegura de que las estructuras no neurales técnicas de tensión son rriás agresivas que los deslizamientos neu- d
tengan un funcionamiento óptimo, se pueden reducir las fuerzas rodinámicos3·4 y no están indicadas en pacientes que tienen al- e
mecánicas que hacen que esos tejidos sensibilicen el tejido neu- terada la conducción nerviosa, como en los trastornos neuroló-
ral. Por ejemplo, la movilización de una articulación cercana a gicos. De todas formas, estas técnicas han demostrado un efecto
un nervio lesionado puede reducir el ínput nociceptivo de un positivo, tanto en mononeuropatías como en casos de dolores
nervio que ha llegado a ser sensibilizado mecánicamente. En crónicos con mayor o menor componente neurogénico del apa-
algunas mononeuropatías, como el síndrome del túnel carpiano, rato locomotor, 40.41 en especial, cuando esos dolores están rela-
se ha comprobado cómo la movilización articular es más efec- cionados con un aumento de la mecanosensíbilidad del tejido
tiva que el no tratamiento o que la cirugía, en algunos casos.U nervioso asociado con los movimientos de la parte del cuerpo
También se ha comprobado que es efectiva en la reducción dolorosa, por ejemplo, en pacientes con lumbociáticas que tienen
del dolor en las radiculopatías cervicobraquiales. 35 meca..J.osensibilidad neural combinada de la columna lumbar y
de las extremidades inferiores.
Por último, en un estudio llevado a cabo recientemente se
Movilización del tejido neural ha enconrrado un efecto inmediato hipoalgésico sobre las fibras
e mediado por la percepción del doior por vía ténnica, mediante
La movilización del tejido neural se realiza mdian.te mo- sumación temporal, después de aplicar tensión neural a 62 in-
vimientos pasivos o activos que se centran en restaurar la ca- dividuos sanos. 42 Se ha visto que la sumación temporal está
aumentada en pacientes con trastornos neurológicos como la en el brazo, el tratamiento de movilización se aplicará hasta los
hemiplejía. 26 Por ello, la inhibición de la sumación temporal pro- 40° y no hasta los 80°.
ducida por los estiramientos neurales puede tener un fuerte papel 4. Con respecto a la utilidad patomecánica y fisiopatolóo-ica
terapéutico en los pacientes con trastornos neurológicos. el tratamiento de movilización neural se dirigirá tanto a do~re;
neurogénicos de origen mecánico como a los de origen neu-
rofisiológico (inflamación), aunque uno de esos mecanismos
-A'Spectusimportantesen el tratamfet:lt.o predominará en d trat;mriento. Por ello, los trastorr19s Pl.,l(!<!.,e12
de movilización neural clasificarse en dos tipos principales: trastornos con irritabilidad
y trastornos sin irritabilidad.
• El sistema nervioso se moviliza con todos los movimien-
tos del cuerpo. Por ejemplo, cuando se aplica cualquier
técnica de terapia manual, se moviliza en mayor o menor Trastornos con irritabilidad (predominio neurofisio/ógico)
medida el tejido nervioso. Incluso con la respiración se
movilizan estructuras neurales de la caja torácica y del En este grupo se incluyen todos los trastornos en los que
plexo braquial. Cualquier estiramiento muscular lleva el dolor es constante y provocado fácilmente y cuyo pronós-
asociado un estiramiento del nervio correspondiente, tico implica un tiempo prolongado para su resolución (p. ej.,
aunque hay técnicas que pueden movilizar o estirar más los traumatismos como el síndrome de latigazo cervical, neu-
específicamente las estructuras nerviosas. ropatías inflamatorias, etc.), con signos y síntomas intensos o
.e • Las técnicas que se utilizarán no siguen un patrón fijo, graves.
lr sino que deben aplicarse después de tener en cuenta mu-
la chos factores, valorados a partir de una evaluación malítica
ta y un correcto razonamiento clínico. Planificación del tratamiento
te • Las técnicas que se describen son a modo de ejemplo de
~e
casos clínicos; las técnicas de movilización neural serán • Las técnicas deberán realizarse lo más alejadas posible del
•n creadas según las necesidades clínicas. área de los síntomas. Por ejemplo, en pacientes con he-
le • El aprendizaje de estas técnicas no es fácil, incluso es miplejía y dolor central podrían aplicarse en la zona de
1- más dificil que el tratamiento de la articulación me- la columna y no en la extremidad que tiene los sínto-
diante movilización, puesto que-al movilizar los nervios mas; en pacientes con dolor en el tronco o cuello podría
no se cuenta con palancas por las que se pueda tener comenzarse con técnicas en la extremidad inferior.
Ún control firme del tejido que se desea tratar. Además, • Inicialmente la técnica no ha de ser irritante, evitando
la respuesta fisiológica involucra a un área de acción la aparición de los síntomas durante la ejecución.
mucho mayor. • Los grados de movilidad deben ser de la mayor amplitud
t a • El tratamiento se puede realizar de dos maneras princi- posible, por ejemplo, de grado II, de forma lenta y rít-
5.- pales: las movilizaciones neurales y los estiramientos neu- rmca.
~n
-.rales. • Se debe controlar en todo momento la apárición de los
)n síntomas, a través de la comunicación constante con el
tas paciente.
lr Principios básicos • El paciente debe estar relajado y cómodo, para lo cual
io, hay que buscar la posición en la que más alivio ob-
de La aplicación de las técnicas de movilización se debe realizar tenga.
de según los siguientes pasos: • Si el dolor se va volviendo menos irritable, se puede pasar
:ar a aplicar la técnica sobre el área de los síntomas.
~as 1. El tratamiento deberá regirse por los signos y síntomas
:u- de gravedad, irritabilidad y naturaleza del dolor o disfunción
al- que padece el paciente. Progresión del tratamiento
_ó- 2. Siempre debe pensarse más en la aplicación de movili-
:to zaciones que en hi. de- estiramientos, pues éstos son más agre- • No hay técnicas específicas para cada problema. Las for-
res sivos, sóbre todo en pacientes con trastornos neurológicos. mas y las direcciones de las técnicas serán aquellas que
Ja- 3. La graduación de la técnica está determinada por la re- el paciente tolere sin dolor.
la- lación entre la resistencia al movimiento y los síntomas perci- • Se debe ir aumentando el número de repeticiones; en
.do bidos por el paciente. Esto se consigue mediante el razona- caso de dolor muy irritable se aplicarán movilizaciones
·po miento clínico aportado por Maitland, en el que se utiliza el y vibraciones de varios segundos.
1en cuadrante para determínar esa relación. En el caso particular • Se debe ir aumentando la amplitud de movimiento de
.ry del sistema nervioso, cuando se realiza la movilización, la pre- la técnica. Se debe progresar hasta el punto en el que
sencia de resistencia irá acompañada no sólo de dolor (como se van reproduciendo los síntomas o en el cual, a pesar
:se ocurre con la movilización articular), sino que pueden aparecer de no haber dolor, se encuentra resistencia.
'ras parestesias, sensación de calor, náuseas; mareo, etc. Por ejemplo, • Se debe ir aumentando la tensión del sistema nervioso
nte si al aplicar la prueba de mecanosensibilidad neural del mediano en sucesivas sesiones (no es recomendable que aumen-
m- aparece dolor de brazo a los 40° de abducción de hombro, y te en la primera sesión). Por ejemplo, si se está realizando
:stá -si continúa la prueba- a los 80° aparecen incluso parestesias movilización del nervio mediano con inclinación de
la cabeza hacia el m.ismo lado, al mismo tiempo que sistencia y no se tendrá tan en cuenta la reproducción
se extiende el codo, se puede colocar después la ca- de los símomas.
beza enposición neutra o con inclinación contrala- ~ Desde el principio, la técnica se puede aplicar combi-
teral. nando varios cornponentes o posiciones, para producir
• Después de utilizar técnicas que se acerquen más al ori- mayor tensión neural.
gen de los síntomas o para producir un efecto neuro- ~ El componente elegido para producir la tensión sobre
üsiológico nlás donde está la disfunción, por ejemplo, el tejido neural puede ser al principio ce1;cano a
sí se está movilizando el sistema nervioso para tener un lesionada o al origen de los síntomas.
efecto sobre la columna flexionando la cadera para des- e La duración de la tensión mantenida nunca debería so-
pués extender la rodilla, o si -por el contrario- se quiere brepasar los 10 segundos; pasado ese tiempo se observa
aplicar la tensión neural más hacia la rodilla, se puede que el paciente comienza a experimentar molestias 0
pasar a aplicar una elevación de la pierna con la rodiila dolor.
extendida y flexionando la cadera. • Al finalizar un tratamiento neural ante un problema de 7
* Hay que revaluar el efecto del tratamiento en todas las bido principalmente a un componente mecánico, pueden
estructuras relacionadas con el tipo de alteración. persistir molestias, que se irán reduciendo progresiva-
}o,que
~ Las técnicas se deben efectuar con menor tensión mente.
liza do
o fuerza si aparecen los síntomas, colocando las ar- 9 Para un problema sin signos de irritabilidad se pueden
ticulaciones por las que pasa el tejido nervioso en aplicar, junto con las movilizaciones, fricciones manuales
posición que facilite una disminución de tensión del o digitales transversales.
Ejem¡
nervio. 4 Se interrumpirá el tratamiento siempre que al
a un paciente después de aplicar un tratamiento no
La
jore su situación clínica.
vin1ieJ
Trastornos sin irritabilidad * Debido a que desde el punto de vista biomecánico el
tratar·
sistema nervioso es un continuo, los efectos de los trata-
As
e Tanto los trastornos crónicos del aparato locomotor como mientos son sistémicos, y no es extraño que los l'"'~'"''"cc'
1nedü
los problemas neurológicos suelen conducir, debido a la tengan mayor sudoración, rigidez matutina y dolor
tierr1p
falta de actividad, a una anomalía patomecánica, y turno en zonas corporales no relacionadas con el
tarea ~
la forma de poder hacer el tratamiento es mediante un dolor.
paradigma mecánico. • Al tratamiento de muvilización neural se le puede
el tratamiento de las estructuras adyacentes al
vio: por ejemplo, si al mismo tiempo que se
Directrices de la técnica movilización de los huesos del carpo, se coloca en
sión el nervio mediano; o, si en la posición de
$ La técnica se debe realizar inicialmente con un grado de del tubo neural, se aplica una movilización de una
movilidad mucho mayor que para el otro grupo, es decir, tilla.
en los grados III o rv, pues si no hay mucha resistencia
no se altera la mecánica, aunque debe provocarse poco
dolor. El grado de movilización tipo III produce mucho t APLICACIONES EN TRASTORNOS
movimiento con tensión baja y se debe aplicar en cortos NEUROlÓGICOS
espacios de tiempo. Aunque se provoque dolor, éste debe
desaparecer gradualmente después de terminar el trata- Cuando se aborda un paciente neurológico, son 'w~u•vo_.··.
miento. No obstante, en los casos en que se provoquen los elementos que deben tenerse en cuenta. Se mostrará a
parestesias, éstas pueden persistir más tiempo después de tínuación la aplicación de algunos elementos w~u•·u"'""''"""~~ Zv
finalizado el tratamiento. NL
" Las posiciones elegidas para aplicar las técnicas deben ser Da
aquellas relacionadas fimcionalmente con la alteración 201
Sh
del paciente, por eje!Ilplo, las posturas o los movimientos
tre
que producen sus síntomas. Be
'" Al realizar la movilización neural, se debe dejar un
componente sin tensíonar; por ejemplo, si se quiere
hacer movilización global con el miembro inferior, se
puede pedir al paciente que extienda la cabeza o el te-
rapeuta puede flexionar la rodilla cuando eleva la
p¡erna.
lC
e
te
Progresión del tratamiento T
Figura 42-4. Dentro de una actividad (p. ej., abrir/cerrar una
., La duración y la fuerza con que se aplique la técnica pue- es posible incidir -en los componentes neurodinámicos es A
den ser mayores al principio, y será buscando más la re- (p. ej., puesta en tensión o deslizamiento del plexo cervicai).
6.:
Figura 42-5. Al Puesta en tensión del plexo cervical hasta la primera sensación de dolor del paciente. B) Reclutamiento de musculatura es-
tabilizadora axial. C) Reclutamiento de musculatura estabilizadora axial. 0) Puesta en tensión del plexo cervical hasta la primera sensación de
dolor del paciente (v. el aumento de la inclinación cervical con respecto a la posición inicial).
lo que no quiere decir que este componente sea el único uti- Ejemplo 2
lizado en el abordaje de este tipo de pacientes.
Es frecuente observar en los pacientes un déficit de control
de los estabilizadores locales. En el caso del paciente de la figura 42-
Ejemplo 1 5, se observa un déficit en el reclutamiento de la musculatura es-
tabilizadora axial (contorno abdominal), asociado a un aumento
La idea de integrar la función dentro de un patrón de mo- de la actividad distal homolateral (flexores de muñeca y mano).
vimiento debe seguir presente incluso cuando se piense en Estos músculos son a la vez una interfaz entre los nervios
tratar una estructura. mediano y musculocutáneo, que aumentan el estrés mecánico
Así, en la paciente de la figura 42-4, se moviliza el nervio de aquéllos, limitando -por lo tanto- su movilidad.
mediano mientras se realiza una función determinada, al En este caso, puede observarse clínicamente cómo a medida
tiempo que se sigue teniendo en cuenta que el entorno y la que se recluta la musculatura estabilizadora axial y deja de ha-
tarea guarden relación mutua, para favorecer los procesos de cerse necesaria la compensación distal, el nervio mediano
aprendizaje motor. aumenta su recorrido.
t REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 10. GodoiJ, Kerppers I, Rossi L, et al. Electromyographic analysis ofbiceps
bt-achii muscle following neural mobilization in patients with stroke. Elec-
1. Zvulun I. Mobilizing the nervous system in cervical cord compression. tromyogr Clin Neurophysíol2010;50:55-60.
Man Ther 1998;3:42-4. 11. Tal-Akabí A, Rushton A. An investigation to compare the effectiveness
2. Davies PM. Physical management in neurologícal rehabilitation: Mosby, of carpal borre mobilísation and neurodynamic mobilisation as methods
2006. of treatment for carpa! tunnel syndrome. Man Ther 2000;5:214-22.
3. Shacklock M. Clinical ~eurodiuarnics: ·a new system of musculoskeletal 12. De Breig A.Adverse mechanical tension in the centralnervous system.
treatment: Edinburgh: Elsevier/Butterworth-Heinemann, 2005. Stockholm:Almqvist and Wíksell, 1978.
4. Butler D.The sensitive nervous system.Adelaide: Noigroup, 2000. 13. Lundborg G. Intraneural microcirculation. Orthop Clin North Am
5. Butler D. Movilización del sistema nervioso. Barcelona: Paidotribo, 2009. 1986;19:1-12.
6. Jaberzadeh S, Scutter S, Nazeran H. Mechanosensitivity of the median nerve 14. Ogata K, Ngaito M. Blood flow of peripheral nerve effects of dissection,
and mechanically produced motor responsesduring Upper Limb Neu- stretching and compression.J Hand Surg Br 1986;1:10-4.
rodynamicTest 1. Physiotherapy 2005;91:94-100. 15. Tani S,Yarnada S, Knighton R. Extensíbility of the lumbar and sacra! cord.
7. Schmid AB, Brurrner F, Luomajoki H, et al. Reliability of clinical Pachophysiology of the tethered spinal cord in cats. J N eurosurg
tests to evaluate nerve function and mechanosensitivity of the 1987;66:116-23.
upper limb per~pheral nervous system. BMC Musculoskelet Disord 2009; 16. Shacklock M. Neurodynamics. Physiotherapy 1995;81:9-16.
10:11. 17. Okabe S, Hirokawa N.Axonal transport. Curr Opin Cell Biol1989;1:
8. Coppieters MW, Kurz K, Mortensen TE, et aL The impact of neurodynamic 91-7.
testing on the perception of experimentally induced muscle pain. Man 18. Sunderland S. The anatomy and physiology of nerve injury. Muscle Nerve
Ther 2005;10:52-60. 1990;13:771-84.
9. Pontes LS, Fontes SV, Botelho LAA, Fukujima MM. Toxina botulinica tipo 19. Dahlin LB, McLean WG. Effects of graded experimental compression on
A ern pacientes com hemiplegia e/o u herniparesia espastica: una abordagern slow and fast axonal transport in rabbit vagus nerve. J Neurol Sci
fi.sioterapeutica. Neurociencias 2000;8:99-102. 1986;72:19-30.
20. Gelberman R, Rydevik B, Pess G, Szabo R, Lundborg G. Carpa! tunnel 32. Moseley GL.A pain neuromatrix approa<::h to patients with chronic pain.
syndrome. A scientific basis for clinical care. Orthop Clin North Am Man Ther 2003;8:130-40.
1988;19:115-24. 33. Moseley GL. Eviden<::e for a dire<::t relationship between cognitive and
21. Murata Y, Rydevik B, Takahashi K, Larsson K, Olmarker K. Incision physical change during an education intervention in people with chronic
of the intervertebral disc induces disintegration and increases perme- low back pain. Eur J Pain 2004;8:39-45.
ability of the dorsal root ganglion capsule. Spine (Phila Pa 1976) 2005; 34. Moseley GL, Brhyn L, Ilowiecki M, Solstad K, Hodges PWThe threat of
30:1712-6. predictable and unpredictable pain: differential effects on central nervous-
22. Takahashi K, Shima I, Porter RW Nerve root pressure in lumbar disc her- 1:'11\'Sl01:ner 2003;49:263-7.
·······nia"t1óñ:·spme{Pñila FaT97o}.T99"9;24:ZOU3~5:·····
23. Takata K, Takahashi K. Hamstring tighmess and sciatica in young patients
with disc herniation.J Bone Joint Surg Br 1994;76:220-4.
24. Butler D, Gifford L. The concept of adverse mechanical tension in the 36. Coppieters MW, Bartholomeeusen KE, Stappaerts KH. Incorporating
nervous system. Part 1: Testing for «dura! tension». Physiotherapy nerve-gliding techniques in the conservative treatment of cubital tunnél
1989;75:622-9. syndrome.J Manipulative Physio!Ther 2004;27:560-8.
25. Nee RJ, Butler D. Management of peripheral neuropathic pain: integrating
neurobiology, neurodynamics, and clinical evidence. Phys Ther Sport
2006;7:36-49.
37. Coppieters MW, Stappaerts KH,Wouters LL,Janssens K.The immediate
effects of a cervical lateral glide treatrnent technique in patients with ·neu-
rogenic cervicobrachial pain. J Orthop Sports Phys Ther 2003;33:
1
26. Kumar B, Kalita J, Kum:v G, Misra UK. Central poststroke pain: a re- 369-78.
view of pathophysiology and treatment. Anesth Analg 2009;108: 38. Vicenzino B, Collins D, Wright A. The initial effects of a cervical spine
1645-57. manipulative physiotherapy treatment on the pain and dysfunction of
27. Blaster S,Jull G. Upper trapezius muscle activity during the brachial plexus lateral epicondylalgia. Pain 1996;68:69-7 4.
tension test in asymptomatic subjects. Man Ther 1997;2: 144-9. 39. Rozmaryn LM, Dovelle S, Rothman ER, Gonnan K, Olvey KM, Bartko
28. Orchard J, Farhart P, Leopold C, BestT. Lumbar spine region pathology JJ. Nerve and tendon gliding exercises and the conservative management
and hamstring and calf injuries in athletes: is there a connection? Br J of carpa! tunnel syndrome.J Hand Ther 1998;11:171-9. C\
Sports Med 2004;38:502-4. 40. Cleland J, Hunt G, Palmer S. Effectiveness of neural mobilization in the
29. Van der Heide B, Allison GT, Zusrnan V. Pain and muscular responses treat:ment of a subject with lower extremity peripheral neurogenic pain: n
to a neural tissue provocation test in the upper limb. Man Ther 2001 ;6: a single-case design.J Man Manip Ther 2004;12:143-52.
n
154-62. 41. George SZ. Characteristics of patients with lower extremity symptoms
30. Jiménez Jiménez S. Bíceps femori response in cervical spinal cord injury treated with slump stretching: a case series.] Orthop Sports Phys Ther b
2002;32:391-8. f(
when applying tension to the sciatic nerve. Cuestiones de Fisioterapia
2009;38:19-24. 42. Beneciuk JM, Bishop MD, George SZ. Effects of upper extremity neural d
31. Hall T, Elvey R. Nerve tmnk pain: physical diagnosis and treatmei?-t· Man mobilization on thermal pain sensitivity: a sham-controlled study in as~ e
Ther 1999;4:63-73. ymptomatic participants.J Orthop Sports PhysTher 2009;39:428-38.
n
e
I
V
t:
r
e