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HOMILÍA

SOLEMNIDAD DE
NUESTRA SEÑORA DE LAS MERCEDES
- BASÍLICA CATEDRAL DE PIURA -

Nuestra Señora de las Mercedes, Patrona de las Fuerzas Armadas


“Madre de las Mercedes, bendita siempre bendita, entre todas las
mujeres y en los designios de Dios”. Con estos bellos versos tomados
del Himno a Nuestra Señora de la Mercedes de Paita, rendimos hoy
emocionado homenaje de amor filial a nuestra querida “Mechita”.
Ella ostenta los significativos y hermosos títulos y grados de
“Patrona de los Campos del Perú”, “Patrona de las Armas de la
República”, y “Gran Mariscala del Perú”. Por ello muchos consideran a
Nuestra Señora de las Mercedes como la Patrona de nuestra Patria.
Estos títulos y grados evidencian como Ella ha estado siempre
presente en nuestra vida nacional desde sus albores, cuidándonos y
guiándonos con su amor maternal, porque una madre nunca se
olvida del hijo que ha dado a luz y que amamanta (ver Is 49, 15).

De manera especial hoy los miembros de nuestras queridas


Fuerzas Armadas le rinden homenaje a Nuestra Señora de las
Mercedes, ya que nuestros soldados, aviadores, y marinos militares,
la tienen por su Madre y Señora. Le pedimos a María, Madre de
todas las Mercedes, que los cuide y proteja en unión de sus familias,

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y que los ilumine y fortalezca en cada una de las misiones que
realizan en favor del engrandecimiento de nuestro amado Perú.

Tengo el convencimiento que durante la reciente emergencia


que vivimos en Piura por el Fenómeno del Niño Costero, Ella estuvo
a vuestro lado, cuidando de cada uno de ustedes, que visten el
uniforme de la Patria, y sobre todo estuvo inspirándolos y
animándolos para que a lo largo de esos días en que la desgracia y el
dolor se volcaron sobre nosotros, ustedes fueran capaces de realizar
cada una de las delicadas misiones de auxilio con mente despierta,
con corazón resuelto, con un alto sentido del deber y del honor, y lo
más importante con la firme decisión de incluso estar dispuestos a
dar la propia vida para que nosotros sus compatriotas pudiéramos
vivir.

Por eso al final de esta Eucaristía honraremos a las Banderas


de Guerra de la I División de Ejército, del Ala Aérea N° 1, y de la
Primera Zona Naval, con la Condecoración de la Arquidiócesis
Metropolitana de Piura, “San Miguel Arcángel en Medalla de Oro”,
la cual haremos extensiva a las Banderas de Guerra de la I Macro
Región Policial de Piura y Tumbes, y de la I Comandancia
Departamental de Piura del Cuerpo de Bomberos Voluntarios del
Perú. A todos ustedes nuestra eterna gratitud por el abnegado y
heroico trabajo que cumplieron expresado en sacrificadas acciones
de rescate, alimentación, sanidad, transporte, limpieza, fumigación y
seguridad, sólo explicable por el gran amor que le tienen al Perú, a
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Piura, y sobre todo a sus compatriotas, especialmente a los más
pobres y humildes.

Que Nuestra Señora de las Mercedes les conceda ser siempre


fieles a su misión de garantizar la independencia, soberanía e
integridad territorial del Perú, así como contribuir al orden y a la
seguridad interna de la Nación, siguiendo siempre el brillante
ejemplo, de sus ínclitos patronos, Don Miguel Grau Seminario,
Francisco Bolognesi Cervantes, José Abelardo Quiñones Gonzáles,
Mariano Santos Mateo, Antonio Alarco Espinosa, y de muchos
compañeros de armas que a lo largo de nuestra historia hasta
nuestros días han dado sus vidas por el Perú cumpliendo su deber
con dignidad.

La Mechita, los ricos símbolos de fe y de amor de su imagen


Además de ser la Patrona de nuestras Fuerzas Armadas,
Nuestra Señora de las Mercedes es la Patrona de la Arquidiócesis de
Piura, y la Madre y Reina del Norte del Perú. Hoy todos los
piuranos, y especialmente los paiteños, le renovamos la ofrenda de
nuestro corazón, en gratitud por tantas gracias y mercedes recibidas
de su amor maternal a lo largo de estos siglos hasta nuestros días.

La imagen de Nuestra Señora de las Mercedes no sólo es


hermosa sino que posee una serie de símbolos muy profundos que
nos invitan y ayudan a comprender mejor las exigencias de nuestra
vida cristiana. Así por ejemplo su traje de blanco lino nos recuerda
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que desde el bautismo estamos llamados a ser santos, es decir que
todos nosotros los bautizados estamos convocados a vivir en
plenitud la realidad del amor de Dios, a pesar de las dificultades de
la historia y de la propia existencia, siguiendo el modelo y ejemplo
de vida del Señor Jesús, el camino, la verdad y la vida (ver Jn 14, 6).
Como solía repetir San Juan Pablo II: “Un santo es en su vida y
en su muerte, traducción del Evangelio para su país y su época”. Con sus
brazos abiertos y extendidos hacia nosotros pareciera entonces que
Nuestra Señora de las Mercedes nos dijera: “¡No tengáis miedo ante
esa palabra, santidad! ¡No tengáis miedo ante la realidad de una vida
santa!”.

De otro lado en su vientre aparece el escudo de nuestra Patria


el Perú, como diciéndonos nuestra Madre: “Ustedes son mis hijos, mis
hijos muy queridos frutos de mi gran fe. Realmente los he concebido en mis
entrañas y los he dado a luz para la salvación. El Perú ha estado bajo mi
guía y resguardo desde sus orígenes. He compartido con ustedes sus
alegrías y dolores como Nación y les seguiré prodigando mis cuidados y mi
amor maternal hasta el final de los tiempos”. El que el escudo del Perú
este en el vientre de María de las Mercedes, es señal del amor hondo
y misericordioso de la Virgen Madre de Dios por los peruanos en
general, y por los piuranos y paiteños en particular.

Asimismo Nuestra Señora de las Mercedes lleva en su mano


izquierda los grilletes o esposas y en su mano derecha su cetro de
majestad. Los grilletes sostenidos en su mano izquierda, simbolizan
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que Ella es refugio de pecadores, auxilio de los cristianos, consuelo
de los afligidos. Que Ella es el camino para hallar a Cristo, el único
libertador del hombre, el único capaz de liberarnos de la esclavitud
del pecado y de reconciliarnos en la verdad y el amor, y así llenar
nuestras vidas de auténtica libertad y felicidad. Sí hermanos, Santa
María es el camino más seguro para hallar a Jesús, la misericordia
encarnada, y en Él la victoria sobre el pecado y la muerte.

El cetro de majestad que sostiene en su mano derecha se


relaciona con la corona que tiene ceñida en su cabeza y que nos
habla que Nuestra Señora de las Mercedes es María Reina. Pero, “el
título de Reina no sustituye, ciertamente, el de Madre. Su realeza es un
corolario, una consecuencia, de su peculiar misión materna, y expresa
simplemente el poder que le fue conferido por Dios para cumplir dicha
misión maternal…Esto lo destaca muy bien San Germán de
Constantinopla, que piensa que ese estado de realeza asegura la íntima
relación de María con su Hijo, y hace posible su intercesión en nuestro
favor. Dirigiéndose a María, añade: «Cristo quiso tener, por decirlo así, la
cercanía de tus labios y de tu corazón; de este modo, cumple todos los deseos
que le expresas, cuando sufres por tus hijos, y Él hace, con su poder divino,
todo lo que le pides» (Hom 1: PG 98, 348)”.1

Pero la imagen de Nuestra Señora de las Mercedes que


veneramos en Paita tiene dos particularidades que no tienen otras
imágenes de esta devoción que se veneran en el Perú y en el mundo,

1 San Juan Pablo II, Audiencia General, 23-VII-1997.


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y que son únicas de nuestra “Mechita”: La herida en su cuello y el
título de “Reina de la Fe y Estrella de la Evangelización” que San
Juan Pablo II le confirió en su histórica visita a Piura, el 04 de febrero
de 1985.

La herida en su cuello fue producto del pirata inglés George


Anson quien asoló el puerto de Paita entre el 13 y el 15 de
noviembre de 1741. En un acto blasfemo, el corsario quiso decapitar
la imagen de nuestra Madre, mas sus esfuerzos fueron vanos ya que
su espada se debilitaba y desafilaba a cada golpe, infringiéndole
sólo la herida que hoy en día contemplamos en su cuello.

Esta herida en el cuello de la Mechita es un símbolo poderoso


de que Ella comparte con los piuranos y los paiteños, no sólo
nuestras alegrías y triunfos, sino también nuestros, dolores,
sufrimientos, desafíos y frustraciones. La herida en su cuello nos
habla que Ella es la Madre Dolorosa que, “junto a la Cruz lloraba
mientras el Hijo pendía, cuya alma, triste y llorosa, traspasada y dolorosa,
fiero cuchillo tenía”.2 Unida de modo intenso y misterioso a la misión
dolorosa de Cristo, Ella se convierte en la fiel cooperadora de su
Hijo para la salvación del género humano, y así se hace capaz de
comprender y acoger en su corazón traspasado, todos nuestros
sufrimientos para aliviarlos trayéndonos el consuelo divino.

2 Stabat Mater, Versión de Lope de Vega.

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San Juan Pablo II le dio a “La Mechita” el título de “Reina de la
Fe y Estrella de la Evangelización”, ya que gracias a su guía
maternal la fe llegó por Piura al Perú entero en 1532. Por eso el día
de hoy le pido a Nuestra Señora de las Mercedes que acompañe a la
Iglesia que peregrina en Piura y Tumbes, para que cada día sea una
Iglesia más evangelizadora y misionera que comparta con todos,
pero especialmente con los más alejados y descartados, la alegría del
Evangelio. Le pedimos que aliente y sostenga a su pobre obispo, a
sus sacerdotes, consagrados y consagradas que se esfuerzan
diariamente por entregar sus vidas a la causa de Cristo y a la
extensión de su Reino. Que suscite nuevas y santas vocaciones
sacerdotales y consagradas. Que ayude a nuestros laicos a que
impregnen todos los ámbitos de la vida social con el espíritu del
Evangelio. Que bendiga a las familias, fortalezca a los esposos en su
matrimonio, apoye los esfuerzos de los padres por educar
cristianamente a sus hijos, y que con amor maternal alivie el dolor
de los sufren en su cuerpo, en su mente o en su espíritu. Que
conforte a cuantos padecen pobreza, soledad, marginación, o
carcelería, especialmente a los miles de damnificados que hay en
nuestra Región, y a que inspire a nuestros gobernantes nacionales,
regionales y locales para que según las exigencias de la justicia y el
respeto de la dignidad de cada persona humana, desde su
concepción hasta su fin natural, hagan realidad la ansiada
reconstrucción moral y material que Piura necesita urgentemente.
Finalmente le consagramos a nuestra Fuerzas Armadas, con la
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certeza que “La Gran Mariscala del Perú” acompañará siempre al
soldado, al aviador, y al marino peruano en los tiempos difíciles y
de paz, así como en las misiones de desarrollo y ayuda humanitaria
que realizan.

“Bendita Madre nuestra, Señora de las Mercedes, no dejes solos a tus


hijos de las Fuerzas Armadas durante su peregrinar en esta vida. No los
dejes entregados a sus solas fuerzas, ya que sin tu maternal intercesión
desfallecerían en el camino.

“Madre del Señor Jesús y Madre nuestra, obtenles de tu Hijo Jesús la


fuerza del Espíritu que anime y fortalezca sus pasos. Nuestra Señora de la
Mercedes, nuestra queridísima Mechita, ayúdalos a dar valiente testimonio
de vida cristiana y a ser generosos en el servicio de amor a los hermanos.
Amén”.

San Miguel de Piura, Domingo 24 de septiembre de 2017

Solemnidad de Nuestra Señora de las Mercedes


Patrona de Piura y de las Fuerzas Armadas del Perú

 JOSÉ ANTONIO EGUREN ANSELMI, S.C.V.


Arzobispo Metropolitano de Piura

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