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UNIVERSIDAD ALAS PERUANAS –FILIAL HUANCAYO

LLUVIAS ARTIFICIALES

Autor:

Taipe Vargas Helen

Eguavel Vivas Karina

Antesano Alfredo

Garcia Miranda Catherin

Noviembre 2017
INTRODUCCIÓN

Desde hace tiempo, el hombre ha intentado manipular el clima según su


conveniencia, son innumerables las situaciones en las cuales se ha
experimentado con el fin de incrementar las precipitaciones pluviales. Algunas
de estas han sido: el encendido de fuegos, el disparo de cañones, la producción
de descargas eléctricas por medio de cometas, y el rociado de aire líquido y de
polvo desde aviones. No obstante, fue a partir de la segunda guerra mundial que
se pudo entender con mayor claridad los procesos físicos y químicos que se
llevan a cabo en una precipitación, producto de estos nuevos conocimientos, se
han desarrollado nuevos métodos que poseen un basamento científico.
La demostración en años recientes de que se podía lograr que nubes
apropiadas descargaran su precipitación mediante la introducción de núcleos
artificiales, y la posibilidad de extender esta técnica para producir
económicamente incrementos importantes de precipitaciones pluviales, todo esto
ha generado el interés por saber más acerca de la siembra de nubes y la lluvia
artificial. Algunos países como China dicen haber conseguido controlar las
precipitaciones. Autoridades del gigante asiático aseguran que con los métodos
aplicados para la “siembra” de nubes controlaron con éxito la precipitación pluvial
durante los Juegos Olímpicos en 2008. Productores rurales, gobiernos, empresas
e investigadores en muchas regiones del mundo, también pretenden manipular
el fenómeno a través de la dispersión de químicos: la Organización Meteorológica
Mundial registra más de 80 proyectos de este tipo en al menos 25 países. Sus
metas varían conforme a la región: paliar los estragos de las sequías sobre la
producción ganadera, aumentar la disponibilidad de agua dulce en zonas
agrícolas y desérticas o mantener llenas las presas y centrales hidroeléctricas
generadoras de energía como en el caso de nuestro país. En el presente trabajo
se documentará acerca de la formación de las nubes, el proceso de precipitación
y los métodos para generar precipitaciones artificiales.
1. Historia

Históricamente ocurrieron hechos importantes que llevaron a las anteriores


suposiciones. Por ejemplo en julio de 1946 Schaefer, trabajando en la General
Electric Company en los Estados Unidos, descubrió por accidente que un
fragmento diminuto de hielo seco, al caer en una cámara fría llena de nube
sobreenfriada producía la formación de varios millones de cristales de hielo. Una
de las pruebas que hizo consistía en dejar caer 1300 kg de hielo seco molido a
lo largo de una línea de alrededor de 5 km de largo en una cubierta de
altocúmulos cuya temperatura era de alrededor de -20ºC. Otro investigador
observando desde tierra, vio caer nieve desde la nube sembrada en una distancia
de alrededor de 600 m antes de evaporarse en el aire seco.
Otro paso importante fue en noviembre de 1946 cuando Vonnegut descubrió
que varios diminutos cristales de ioduro de plata, producidos en forma de humo,
actuaban como eficaces núcleos formadores de hielo a temperaturas debajo de
los -5ºC.
La primera siembra con hielo seco fue en 1947 en Australia, de ocho nubes
sembradas seis producían ecos en el radar indicando la presencia de lluvia, y
que en cuatro de éstas un aguacero fuerte llegaba a la tierra.
Se registraron acontecimientos de crecimiento rápido después de la siembra,
pero un desarrollo considerado como una consecuencia del calor latente liberado
por la transformación del agua sobreenfriada en hielo. En algunos países se
llevaron a cabo experimentos en donde se dejaban caer unos pocos kilogramos
de hielo seco molido en granos alrededor de 1.3 cm de diámetro, sobre las cimas
de los cúmulos sobreenfriados. En general estos experimentos mostraron que
hay una gran posibilidad de inducir precipitación con hielo seco, si la cima de la
nube está más fría de -7ºC y el espesor de la región sobreenfriada excede los
1200m.
La temperatura del tope y la profundidad de la nube no son los únicos factores
que determinan el éxito de la siembra; por ejemplo, el tiempo de vida de la nube,
controlado por los procesos de convección, tiene que ser suficiente para que las
partículas crezcan hasta el tamaño apropiado para la precipitación.
Hay muy pocos datos sobre el efecto de la siembra individual de nubes
cúmulus con ioduro de plata. Se puede mencionar un experimento australiano
donde se sembraron desde un avión cúmulus sobreenfriados en cuyos topes las
temperaturas fluctuaban entre -2.5ºC y -16ºC y sus profundidades oscilaban entre
los 1219 m y 5181 m, volando a través de los niveles superiores o justo debajo
de la base de la nube, con alrededor de 10 g de ioduro de plata. De estas nubes,
las que tenían menos de -5ºC en las cimas el 72% precipitó después de 20 o 25
minutos de la siembra, el 21% se evaporó y el otro 7% no mostró efectos
observables.
En 1952, en Australia se emprendieron once experimentos, en donde se
rociaron gotas de agua en un radio medio de 25μ durante vuelos realizados a
unos 300 m por encima de la base de la nube. En seis de las siete ocasione, en
que el espesor de la nube era de menos de 1500 m una lluvia suave cayó desde
la nube pero se evaporó antes de alcanzar tierra. Nubes cercanas no tratadas no
precipitaron. En los cuatro casos en que el espesor de la nube excedía los 1500
m hubo una caída considerable de lluvia o granizo al poco tiempo de la siembra
y en tres de las ocasiones las nubes cercanos no sembradas no precipitaron
El hielo seco y yoduro de plata son agentes eficaces en el cambio de la
química y física de las nubes sobreenfriadas, por tanto útiles para aumentar las
nevadas de invierno en las montañas y en determinadas condiciones, evitar rayos
y granizo. Aunque no es una nueva técnica, la siembra higroscópica para la
mejora de las lluvias en las nubes calientes está disfrutando de un renacimiento,
basado en algunos indicios positivos de investigaciones en Sudáfrica, México y
otros lugares. El material higroscópico más comúnmente utilizado es la sal. Se
ha postulado que la siembra higroscópica hace que el espectro de tamaño de las
gotas en las nubes sea más marítimo (gotas más grandes) y menos continental,
estimulando la lluvia a través de la coalescencia. A partir de marzo de 1967 hasta
julio de 1972, militares de EE.UU. sembraron nubes a fin de ampliar la temporada
de los monzones en Vietnam del Norte, específicamente la ciudad de Ho Chi
Minh. La operación resultó en la ampliación del período de monzones en un
promedio de 30 a 45 días. En 1969, en el Festival de Woodstock, varias personas
afirmaron haber sido testigo de la siembra de nubes por los militares de EE.UU.
Se dijo que era la causa de la lluvia que se prolongó durante la mayor parte de la
fiesta. Una organización privada que ofreció durante la década de 1970 la
modificación del clima (siembra de nubes desde el suelo usando bengalas de
yoduro de plata) fue Irving P. Krick y Asociados de Palm Springs, California.
Fueron contratados por la Universidad Estatal de Oklahoma en 1972 para llevar
a cabo un proyecto para aumentar la siembra de nubes de lluvia cálida en el lago
Carl Blackwell. Ese lago era, en aquel momento (1972-73), el suministro de agua
principal de Stillwater, y estaba un nivel peligrosamente bajo. El proyecto no
funcionaría durante un tiempo suficientemente largo como para demostrar
estadísticamente algún cambio en la variación natural de precipitaciones. Sin
embargo, al mismo tiempo, las operaciones de siembra se habían estado
desarrollando en California desde 1948. Un intento de los militares de Estados
Unidos de modificar huracanes en la cuenca del Atlántico mediante la siembra de
nubes en la década de 1960 fue llamado Proyecto Stormfury. Sólo algunos
huracanes fueron sembrados debido a las estrictas reglas que fueron
establecidas por los científicos del proyecto. No estaba claro si el proyecto tuvo
éxito, aparecieron cambios en la estructura de los huracanes, pero sólo
temporalmente. El temor de que la siembra de nubes podría cambiar el curso o
la potencia de los huracanes y afectar negativamente a las personas en el camino
de la tormenta detuvo el proyecto. Dos agencias federales han apoyado varios
proyectos de investigación de modificación del tiempo, comenzados en la década
de 1960: Se patrocinaron varios proyectos de siembra de nubes bajo el paraguas
del Proyecto Skywater 1964 a 1988, y de la NOAA (National Oceanic and
Atmospheric Administration), llevados a cabo por el Programa de Modificación
Atmosférica 1979 a 1993. Los proyectos patrocinados se llevaron a cabo en
varios estados y dos países (Tailandia y Marruecos), tanto en invierno como en
verano. La financiación para la investigación en los Estados Unidos ha disminuido
en las últimas dos décadas. Un estudio austriaco utilizó yoduro de plata para la
prevenir las granizadas entre 1981-2000. La técnica se emplea aun activamente
allí.

2. El proceso de formación de nubes

Las nubes se forman cuando el aire que contiene vapor de agua se eleva, se
expande por efecto de las bajas presiones que existen en los niveles altos de la
atmósfera, por lo cual se enfría hasta que algo del vapor condensa formando una
nube compuesta por miríadas de finas gotitas de agua. A simple vista un cielo
nublado puede parecer caótico, pero un buen observador encontrará algún
ordenamiento; la existencia de modelos reconocibles y de distintos tipos de
nubes, los que, en sus infinitas variedades de tamaño y aspecto son de algún
modo la expresión de la manera en que el aire se ha elevado para que presenten
esta configuración.
Los meteorólogos clasifican principalmente las nubes por su apariencia de
acuerdo con un sistema internacional, similar en esencia al originalmente
propuesto hace ciento cincuenta años por el farmacéutico Luke Howard. Pero
debido a que las dimensiones, la forma, la estructura y la textura de las nubes
están muy influidos por la naturaleza del movimiento del aire que provoca su
formación y crecimiento y por el comportamiento de las partículas nubosas, gran
parte de lo que originalmente fue una clasificación puramente visual ahora puede
justificarse sobre fundamentos físicos.
Grupo y altura de Tipos de nubes
la nube
Nubes altas
5 000-13 000m Son tan
altas que están más
bien hechas de millones
de cristales diminutos y
no tanto de las gotitas
de agua que hay a
menor altitud.

Nubes medias
Estas nubes con el
prefijo "alto" tienen la
base de 2 a 6 km.

Nubes bajas
Las nubes de entre el
nivel del suelo y los 2000
m de altura se componen
generalmente de gotas
de agua

Nubes con crecimiento


vertical
Superficie-13 000m
3. Núcleos de condensación de las nubes

Las nubes ser forman por la ascensión de aire húmedo que se enfría por
expansión al encontrar presiones continuamente descendentes en los niveles
cada vez más altos. La humedad relativa aumenta y si el aire estuviera
enteramente libre de partículas extrañas y de grupos de moléculas cargados
eléctricamente, llamados iones, esto continuaría hasta que la presión del vapor
de agua fuera alrededor de ocho veces la requerida para saturar el aire. En este
aire altamente sobresaturado se forman espontáneamente gotitas de agua
cuando las moléculas de vapor de agua se ordenan en grupos como resultado
de fluctuaciones microscópicas fortuitas en la densidad y temperatura del vapor.
Las nubes atmosféricas no se forman de esta manera puesto que el aire nunca
está completamente limpio. Contiene comúnmente una amplia variedad de
partículas que son llevadas por él (aerosoles marinos por ejemplo), en las que el
vapor de agua puede condensarse cuando el aire está ligeramente
sobresaturado.
El grado de saturación que alcance una masa de aire nuboso que se enfría
dependerá de la temperatura y del grado de enfriamiento, los que determinarán
qué proporción del vapor es la condensable, y de la concentración, tamaño y
naturaleza de las partículas de aerosol, que determinarán la velocidad con la cual
el vapor se condensa. Por este motivo los núcleos de condensación desempeñan
un papel esencial en el comienzo mismo del proceso de formación de la nube.

4. Cantidad, tamaños y origen de los núcleos de condensación

Es conveniente separar a las partículas según su tamaño en tres clases:


 Núcleos que tienen radios de entre 5x10-7 y 2x10-5 cm (0,2μ), llamados
núcleos de Aitken.

 Núcleos grandes, con radios de entre 0,2 y 1μ.


 Núcleos gigantes, con radios mayores que 1μ.
En promedio los núcleos grandes aportan alrededor de 100 partículas/cm3,
y los núcleos gigantes, alrededor de 1/cm3, mientras que los núcleos de Aitken
cuentan alrededor de 40000/cm3.

Ha resultado algo difícil identificar desde el punto de vista de su naturaleza y


composición química a las partículas que intervienen en la formación de las
gotitas de las nubes, especialmente en el caso de los núcleos de Aitken. Para
entender un poco mejor se pueden estudiar los procesos más eficientes de
formación de los núcleos de Aitken. El aerosol atmosférico se origina de cuatro
maneras:
 Por condensación y sublimación de vapores y por la formación de humo
en combustión natural o artificial.
 Reacción entre trazas de gases en la atmósfera, por la acción del calor, la
radiación o la humedad.
 El fraccionamiento mecánico y la dispersión de materia en la superficie de
la tierra, sea espuma de mar, sobre el océano, o polvos minerales sobre
los continentes.
 Por coagulación de núcleos, que hace que se produzcan partículas
mayores, de constitución mixta.

Las sustancias típicas que se forman en grandes cantidades por la


condensación que sigue a la combustión, incluyen cenizas, hollín, productos de
alquitrán, aceites, y también ácido sulfúrico y sulfatos, en los casos en que el
combustible contiene azufre. De este modo, puede formarse por operaciones
industriales o por fuegos domésticos, una enorme variedad de partículas. Los
tamaños de estas partículas abarcan una variedad muy amplia, pero
principalmente se ubican en los núcleos de Aitken.

5. Precipitación

Dentro de todas las nubes, los procesos de condensación y de agregación


dan partículas de tamaño cada vez mayor. La precipitación se produce cuando
algunas de estas partículas alcanzan un tamaño tal que pueden caer fuera de la
nube y de las corrientes ascendentes que las sustentan. La precipitación llega al
suelo si las partículas logran sobrevivir a la evaporación que experimentan al caer
a través del aire no saturado que hay debajo de la nube; de otro modo, pueden
verse bandas de lluvia o virga que cuelgan hasta cierta distancia, por debajo de
la base de la nube.
El tamaño de las partículas de precipitación esta determinado principalmente
por la intensidad de la corriente ascendente que forma la nube y por la humedad
de las capas inferiores a la nube. Las capas de nubes extendidas se relacionan
con corrientes ascendentes menores de 50 cm/s; por lo tanto las gotas con un
radio mayor de 80μ pueden caer y llegar al suelo. La distancia en que puede caer
una gota sin evaporarse totalmente a través de aire no saturado aumenta
rápidamente con el aumento de su tamaño; en una atmósfera con 90% de la
humedad, una gota de radio= 10μ caerá 3cm antes de evaporarse, mientras que
gotas de 100μ y 1mm caería 150m y 40km respectivamente.

6. Experimentos para hacer llover

Algunos de los experimentos para hacer llover se basan en tres suposiciones


principales:
 bien es necesaria la presencia de cristales de hielo en una nube
sobreenfriada para liberar nieve y lluvia, o bien es necesaria la presencia
de gotitas de agua comparativamente grandes para iniciar el proceso de
coalescencia (unión de gota con gota).

 Que algunas nubes precipitan ineficazmente o nada en absoluto, porque


estos agentes son naturalmente deficientes.

 Que esta deficiencia puede ser remediada sembrando artificialmente las


nubes con dióxido de carbono sólido (hielo seco) o yoduro de plata para
producir cristales de hielo, o introduciendo gotitas de agua o núcleos
higroscópicos grandes.

Actualmente, hay varias tecnologías desarrolladas con el propósito de


hacer llover, pero las más destacadas son las siguientes:
 Desde el aire: se utilizan aviones especialmente adaptados para
transportar cartuchos de yoduro de plata en las alas. El químico se
libera sobre las nubes de tormenta.


 Desde tierra: un generador en la cima de montañas quema el
yoduro de plata en forma granular o en polvo. La sustancia se libera
en forma natural o a veces con ayuda de un ventilador hasta parte
baja de las nubes. La altura aproximada a la cual se coloca el
generador es variable: entre 500 y 2000 metros, según el sitio.

 Desde automóviles especiales cargados con lanzacohetes: en


países como China se ha probado lanzar capsulas de yoduro de
plata a través de proyectiles hasta las nubes objeto. También se
utilizan a veces hielo seco para este tipo de operaciones.

El método más satisfactorio de sembrar nubes cúmulus individuales, y de


observar los desarrollos subsiguientes es el del aire, ya que consiste en dispersar
el agente sembrador desde un avión equipado con radar y bajo el control de una
estación de radar en tierra que pueda mantener en observación el avión y las
nubes. Así se puede estar completamente seguro de que los núcleos artificiales
entran en la nube y se pueden observar cambios en su estructura, observar en
el radar el comienzo de la precipitación y el momento en que ésta cae desde la
base de la nube, todo en relación con el tiempo de la siembra. Se pueden también
comparar con las nubes vecinas no sembradas.

En general los tres métodos mencionados anteriormente funcionan de la


misma manera:
 Las nubes que son gruesas se ven de color gris o negro. A este tipo
de nubes se les denomina nubes de tormenta.
 Se libera el químico, en este caso el yoduro de plata en las nubes
de tormenta.
 Las gotas de agua con temperaturas menores a 0 ºC se adhieren al
químico y se congelan.
 Los cristales de hielo se aglomeran y comienzan a caer como nieve
o lluvia.

7. Impacto sobre el medio ambiente y la salud

Con una clasificación azul 2 (NFPA 704): “Materiales bajo cuya exposición
intensa o continua puede sufrirse incapacidad temporal o posibles daños
permanentes a menos que se dé tratamiento médico rápido”. El yoduro de
plata puede causar incapacidad temporal o posibles daños residuales a los
seres humanos y mamíferos, con una exposición intensa o continua, pero no
daños crónicos. Sin embargo, ha habido varios estudios detallados ecológicos
que mostraron un impacto insignificante en medio ambiente y la salud. La
toxicidad de los compuestos de plata ha demostrado ser de bajo orden en
algunos estudios. Estos hallazgos probablemente son resultado de las
pequeñas cantidades de plata que genera la siembra de nubes, que son 100
veces menores que emisiones de la industria a la atmósfera en muchas partes
del mundo, o la exposición individual en empastes dentales.
Anteriormente, la siembra de nubes había sido rechazada en Australia por
motivos ambientales debido a las preocupaciones sobre las especies
protegidas. Como el yoduro de plata, y no la plata elemental, es el material de
siembra de nubes, las reivindicaciones de los efectos ambientales negativos
de la plata son cuestionadas por investigaciones evaluadas por expertos de
la Asociación de Modificación del Clima.
CONCLUSIONES

 Para propiciar las lluvias artificiales es necesario dominar el sembrado de


nubes o estimulación de lluvia, también conocido como "Bombardeo de
nubes", es un método de manipulación del clima para cambiar la cantidad
o el tipo de precipitación pluvial mediante la dispersión de sustancias en
las nubes.
 El proceso no provoca lluvia generalizada, sólo en las nubes sembradas,
y puede incrementar desde 30 hasta 70 por ciento la probabilidad de
precipitación pluvial.
 Hay un 100% de posibilidades de producir precipitaciones con topes de
nubes a temperaturas de -7ºC y más frías.
 Actualmente, existen muchas aplicaciones del bombardeo de nubes,
algunas de estas son: en casos de sequía, reducir el tamaño del granizo
que se forma en las tormentas, mejorar la calidad del aire, para el aumento
del nivel de agua en presas, etc.
 Por el momento, solo se ha logrado hacer que llueva cuando existen nubes
de tormenta o cúmulus, pero no en cualquier época del año. El día que se
invente la manera de mover las nubes de un lugar a otro será mucho más
provechoso. Sin embargo esta técnica ha dado buenos resultados.
BIBLIOGRAFÍA

Manson, B. J. (1972). Nubes, lluvia y lluvia artificial. Eudeba Editorial Universitaria


de Buenos Aires

https://vdocuments.net/bombardeo-de-nubes.html
http://www.madrimasd.org/blogs/remtavares/2006/06/29/33206
http://meteolab.fis.ucm.es/meteorologia/precipitacion-y-nubes

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