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Recuerdos En La Atlántida De Itzen Caan - 1ª Parte

Mis recuerdos atlantes comienzan conscientemente a partir de que un


día al despertar llegara a mi mente esta frase:

“NU de MU…..PORT OFIR aún existe”.

Dicha frase iba acompañada de este símbolo que en ese momento he


visto:

Un "Disco Solar"

Esa frase y el símbolo que la acompañaba eran una “clave”, una “llave”
para abrir códigos antiguos que encerraban una historia tan lejana
como real y despertar en mí, los recuerdos de un pasado maya-atlante.

A partir de entonces comencé a recordar y además a investigar, pues


necesitaba pruebas para saber con certeza que aquello que yo
recordaba y que además me transmitían, era verdad. Después de más
de 25 años de investigación ahora puedo asegurar: que encontré “Port
Ofir”, el “Puerto de las Serpientes”, que aún existe y que fue parte de
Atlántida.

Dentro del legado maya en el sureste de México en Chiapas, se


conserva una ciudad antigua que actualmente llaman Palenque, ciudad
sagrada que conserva dentro de sus templos nuestra historia atlante y
un conocimiento cósmico muy elevado referente a toda la humanidad, a
la creación del hombre mismo y a su origen cósmico. Todo este
conocimiento mantiene en pie esos templos a pesar del paso de miles
de años y “espíritus maestros” de aquella época, seres cósmicos de
elevación espiritual alta son guardianes permanentes de toda la Verdad
que ahí se esconde.

El proceso de la investigación ha sido maravilloso y visitar ese lugar,


también llamado Nakan “Tierra de la Serpiente”… inolvidable. Llegar
ahí fue regresar en el tiempo, me sentí fuertemente unida a esos
sagrados recintos y cada paso me hacía sentir que algo se revivía dentro
de mí. Entonces comencé a recordar:

Hace alrededor de catorce mil años vivimos una época de esplendor,


formábamos entonces una raza prodigiosa. Era Vegha la estrella
polar del planeta y la conocíamos como “la Reina Blanca” “Zac Kuk”,
en aquel tiempo la conformación de los continentes era por supuesto
un tanto distinta a la actual. La educación en general formada en
base a una “Ciencia Cósmica-Espiritual” nos enseñó a vivir una vida
en equilibrio manejando lo físico y lo espiritual como partes
complementarias inseparables una de la otra, llevándonos a vivir la
vida común en perfecto equilibrio por el respeto a nuestro propio
ser, a nuestros semejantes y a nuestro derredor; éramos conscientes
del “In Lak Ech” que nos enseña que “yo soy tú y tú eres yo” y por
ende lo que yo te haga me lo hago a mi mismo, ya seas ser humano,
animal, planta o cualquier cosa de mi entorno.

Floreció en nuestras vidas el más elevado conocimiento y desarrollamos


nuestras capacidades al máximo en todas las artes, fue por ello ésta
una Época Dorada. Éramos una raza de grandes “artesanos”, de donde
nos vino el adjetivo de “Toltekas” pero como formábamos parte directa
de una raza “madre” origen de muchas otras, fuimos desde el principio
nombrados como la raza “Maya”.

Los años pasaron y como en todo jardín hay plantas buenas pero
también crece la cizaña, así hubo en nuestra gente seres con gran
capacidad intelectual, con el mismo gran conocimiento pero con poca
evolución espiritual; en ellos el ego creció al máximo y utilizaron todo
su saber en contra de la vida misma por el ansia de poder. Ejercieron su
gran influencia, su fuerza mental sobre los más débiles, levantándolos
en contra de nuestra paz y estabilidad con engaños. Grupos de gente
movida por estas fuerzas oscuras se rebelaron contra nuestro gran rey,
líder y maestro sabio, que había sido un verdadero padre para todos.

Ante esta situación amenazadora y después de evitar un


enfrentamiento brutal y muchas muertes inocentes, éste amado rey
tomó la difícil decisión de negociar la paz y la vida de su gente a
cambio de su destierro voluntario. Una gran tristeza invadió su Ser, mas
sin embargo en todo momento la más grande sabiduría acompañó sus
actos pues Él era un iluminado, un iniciado en el más sagrado
conocimiento de lo profundo de los templos, y así fue que su heroico
renunciamiento a la corona consiguió la paz.

Nuestro “Rey Santo” “Kinich Ahau” se embarcó para ir hacia una


montaña cercana sobre la cual había un templo guardado por los
sacerdotes-guías que lo educaron desde su niñez, no había entonces
mejor lugar al cual ir que le diera el consuelo y la paz necesarios.
Desembarcó en la región llamada “Puerto de las serpientes” “Port
Ofir” (de port=puerto ophis=serpiente) o “Tierra de las Serpientes”
“Nakan”, y desde esa montaña continuó haciendo el bien y no cesaba
en darnos su sabiduría, su amor y su luz en aquel lugar al cual desde
entonces la gente dio por llamar “La Montaña de la Gloria” o “Cerro de
la Gloria”, mismo que anteriormente solo era llamado “Cerro de los
Pinares” por el tipo de vegetación que ahí abundaba; mas dentro de los
templos los sacerdotes se referían a él como “Paraíso” “Pakal” pues era
la tierra que daba cobijo al “Ave del Paraíso” título con el cual se hace
referencia al Avatar, el Mesías en el lenguaje esotérico del templo
(Josefa R. Luque Álvarez, Moisés el vidente de Sinaí).

Bien sabíamos los que tuvimos la fortuna de iniciarnos en los Misterios


Sagrados del templo, que nuestro amado Rey era la encarnación de
Itzamná, el espíritu de Hunab Ku nuestro Creador y Dios Único, por ello
cuando a discreción se hablaba de él refiriéndonos a su jerarquía
espiritual se le mencionaba tan solo como el “Ave del Paraíso”. Dejaba
entonces de ser un simple rey para pasar a ser el Guía Espiritual más
grande, el Maestro más sabio que haya puesto sus pies en nuestra
tierra, en aquella Era Prehistórica.

Kukulkán Rey de Nakan portando el penacho de “Ave del Paraíso”, grabado en uno de
los templos de Palenque (Port Ofir).

Y así describiéndolo como el “Avatar” con el título de “Ave del Paraíso”


quedó inmortalizado el Rey, grabado en el muro de uno de los templos
luciendo un especial penacho diseñado de modo que era una réplica fiel
de esta ave en la época del cortejo cuando el macho realizaba una
danza, en la cual luce el plumaje en todo su esplendor. Por eso incluso
su propio perfil lleva seguimiento a la forma de la cabeza del ave,
deformado intencionalmente (solo en el grabado) por precisar que él
era el “Ave del Paraíso”, es decir “Avatar”.

Ave de Paraíso real

En la actualidad, todo se ha olvidado a cerca de este nombre o título tan


especial y ni aún a través de leyendas se le recuerda. Esto es
comprensible, pues no era fácil que el título de “Ave del Paraíso”
sobreviviera al paso de miles de años cuando ni siquiera en su momento
lo conoció toda la gente, por formar parte esto del conocimiento que
sólo unos cuantos privilegiados pudimos obtener dentro de los
Templos, como parte de los “Sagrados Misterios”. La mayoría conoció
al Rey solo como el noble dirigente que era, más nunca supieron que
detrás de su atractiva personalidad física se escondía una jerarquía
espiritual tan elevada.

Para mi sorpresa, mis recuerdos iban teniendo prueba y fundamento


en los grabados que se encuentran aún en la ciudad arqueológica de
Palenque. Obsérvese detalle a detalle del diseño del penacho en la
anterior imagen, la forma y distribución del plumaje y compárese con la
del ave real y no habrá duda de que su plumaje no es de Quetzal sino de
Ave del Paraíso, la principal ave sagrada atlante y título sagrado y
secreto del “Avatar”.

En la tumba de nuestro amado Kinich Hanab Pakal “el Ave del Paraíso”
quedó grabado el símbolo que precisamente describe a “Nakan” en la
Montaña Santa como la “ciudad Paraíso”; se le nombra “Pakal” y es por
este glifo que los arqueólogos al encontrar al Rey en ese templo, le
llamaron equivocadamente “Rey Pakal”; más nada indica que este
símbolo hiciera referencia a su nombre, y tal es así que Alberto Ruz el
arqueólogo “elegido” para reabrir tan magnífica tumba en 1952
(Templo de las Inscripciones, Palenque Chiapas, México) prefería
referirse a él como “Uaxac Ahau” “8 Ahau” (símbolos grabados
también en la Lápida) porque Ruz sabía que el glifo Pakal no hacía
referencia al nombre del Rey.

Glifo “Pakal”, “Paraíso”.

“Pakal” es un calificativo maya que significa “jardín”, “huerta” o


“heredad donde hay cosas plantadas”. Es el nombre de la “Tierra
Prometida”, la “Tierra en Heredad Divina”, el “Jardín o Paraíso”, aquella
hortaliza donde fueran plantadas por primera vez las semillas de maíz o
chispas del Espíritu Divino para la creación del hombre; fue uno de
tantos nombres que se le dio a esa tierra sagrada, pero a mi parecer el
más hermoso y especial porque con él recordábamos que en esa tierra
posó sus pies y derramó toda su Luz el Avatar y Rey de Nakan el Kinich
Uaxac Ahau KuKulKan.

La palabra Paraíso está descrita en uno de sus significados, como


“Cercado” o “Circular”, estos términos se identifican perfectamente
con éste glifo maya que es un símbolo de diseño “circular” que
muestra algo “cercado”: en su centro tiene el símbolo de la Deidad, el
símbolo de Dios Único y en su derredor cuatro círculos que representan
sus cuatro Fuerzas Creadoras, todo ello cercado por un grande y
grueso aro que simboliza al Todo, al Universo. Simboliza el paraíso
donde Dios creó todo lo existente. También vemos que el término
“Palenque” hace referencia a un “terreno cercado y circular” igual que
la palabra “Pakal” o “Paraíso”. Por lo tanto estos tres términos son en
parte sinónimos:

PARAISO - PAKAL - PALENQUE

Pocos años más fueron los que vivió entre nosotros ese místico Ser,
Luz y Guía de la humanidad de aquel tiempo ancestral, mismo tiempo
en el que se mantuvo tambaleante nuestra paz, pues casi inmediato a
su partida de este plano físico, entre la desolación y la orfandad caímos
débiles ante tiempos de guerra y de grandes cambios geológicos. La
rebelión que su luz y presencia en el mundo detenían, a su partida fue
incontenible y aquella Época Dorada se convirtió en época de caos, de
desequilibrio, desunión y guerras.

Los rebeldes movilizaron las más bajas ondas energéticas,


distorsionaron la Verdad de aquel maravilloso conocimiento en pro de
su vanidad y control de masas, causando en poco tiempo un gran
desequilibrio el cual trajo como lógica consecuencia un efecto
apocalíptico por una causa de oscuridad y daño grave para la vida. Las
Fuerzas Elementales se movilizaron entonces por detener aquella onda
primitiva que avanzaba pisando todo a su paso, caminando con los más
bajos instintos, prepotencia, egoísmo y gran maldad. Las aguas, los
vientos, el fuego y la tierra se conjugaron para contener y limpiar la
inmundicia que se había esparcido, y en un proceso de limpieza
progresivo gran parte de nuestra amada tierra se fue hundiendo.

Recuerdos En La Atlántida De Itzen Caan - 2ª Parte

Pero la Luz no duerme y poco tiempo antes del terrible desastre, el


Gran Espíritu permitió percibir a los sacerdotes y a varios grupos más,
acerca del peligro que se avecinaba, tanto referente a la rebelión y
futura invasión a la Montaña Santa, como también acerca de la
respuesta de limpieza por parte de la Madre Naturaleza con el final
hundimiento de la tierra. Por ello pudieron esconderse a tiempo los
más sagrados tesoros, el vasto conocimiento grabado en piel y piedra
tanto como objetos de veneración, etc. La tumba de nuestro amado
Rey fue escondida como el más sagrado de los tesoros, y a más
protegida y conservada poderosamente desde planos espirituales por
un motivo de iluminación y renovación futura para el mundo.
Incensario Sagrado

Gran cantidad de Incensarios han sido encontrados por los


arqueólogos, al tratar de reconstruir el Templo de la Cruz; recostados,
escondidos en los escalones del templo, que fueron hechos falsamente
con la exclusiva intención de esconder esos valiosos objetos.

Hermosos incensarios escondidos desde aquel entonces en la


escalinata falsa del llamado Templo de la Cruz en la ciudad Paraíso
fueron ya descubiertos en nuestro actual tiempo, por permitirlo así los
guardianes del lugar, porque marcado está este momento como en el
que “todo lo oculto saldrá a la luz”. Ellos saben que se ha cumplido con
lo que estaba escrito, y el esfuerzo tan grande que se hizo al esconder
con gran amor y cuidado todos esos objetos maravillosos llenos de
sagrada energía y de recuerdos gloriosos, hoy se ve compensado al
verlos ahí de nuevo presentes en nuestras vidas, hablándonos con sus
símbolos hasta lo más profundo del alma como en antaño, los miramos
y todavía conservan el poder de elevar nuestras mentes y espíritu
hasta el cosmos; después de tantos trágicos momentos y del paso
incontenible de miles de años aún viven y hablarán en su momento.

Resguardados nuestros tesoros y acervo sagrado, fue entonces que nos


separamos, nos dividimos y en grupos partimos a tierras lejanas
diversas dejando nuestra tierra madre atrás y en ella nuestros amados
recuerdos ocultos a la luz del sol. Aquella tierra amada que cultivó para
nosotros la grandeza de una vida que aún hoy persiste y se alza con
orgullo, y que con la fuerza de una voz cargada de sabiduría, plenitud y
confianza nos grita en el silencio que somos sus hijos, que hemos
vuelto, que abramos los ojos y nos reconozcamos verdaderamente en
lo que somos y hemos sido.

Somos los mismos de aquel ayer… ¿Recuerdas?. Somos los Hijos del
Sol, nos llaman Mayas pero igual con muchos nombres se nos recuerda,
y el Gran Espíritu en el viento hoy nos llama “Hijos del Tercer Sol”. Con
este nombre se nos reconoce y ubica en aquel tiempo de gloria en que
nos levantamos y desarrollamos en todo nuestro esplendor en la tierra
del Mayab cuando aún unida se encontraba a la porción desaparecida
de la Atlántida; era parte de ella, pues no todo aquel legendario
continente se hundió. Era aquella la época de “la Tercera Bajada del
Gran Sol”, el “Tercer Mundo” de los Hopi.

Sí, hemos vuelto de un viaje de siglos. Hoy que vivo en esta época
moderna y que se me ha permitido volver a nacer en esta tierra amada,
mil recuerdos se agolpan, el “Gran Espíritu” me ha hecho retomar mi
camino, siento que he tardado demasiado en despertar pero la vida me
ha contestado que todo se está dando en su momento preciso y
marcado, nunca antes ni después.

Percibo en mi alma el cansancio de un largo caminar, son miles de años


y muchos renaceres, mas la recompensa es grande y mirar el Sol que
hoy me ilumina y me envuelve en su amorosa y cálida Verdad me
recarga de vitalidad y me hace pensar que todo, absolutamente todo lo
vivido valió la pena. Y ahora que he despertado a la Verdad sin tiempo
un cúmulo de conocimiento formidable está llegando a mi mente,
conocimiento que nadie en este mundo me ha enseñado, que en el
despertar paulatino de mi conciencia ha ido tan solo aflorando;
comprendo que esto es una pequeña parte de aquel basto compendio
de sabiduría que hace miles de años bajó a raudales a nuestra tierra
amada en esa época maravillosa Dorada, y que ahora tan solo
recordamos.

Fue en la ciudad de Monte Albán donde estuvimos unidos por última


vez, ahí nos despedimos, nos dividimos y marchamos tomando
diferentes rumbos.
He regresado a ese lugar y la voz sin ruido del “Gran Espíritu” me
recordó parte de nuestra maravillosa y ancestral historia, y con un dejo
de tristeza en la mente habló de la grandeza de un tiempo y de nuestra
posterior partida:

“...En el tiempo en que todo aquí vibraba en la armonía, tú ya existías; la


Luz, la Energía Espiritual brillaba fuerte, latente en todos y en todas
partes. No existía la oscuridad pues sus mentes lo iluminaban todo, sus
mentes vibrando en la armonía eran “mentes maestras”. Aquí se
practicaba el arte de curar, que era mantener en equilibrio los cuerpos y
las mentes. Se les enseñaba todo aquel conocimiento que del Universo
captaba la mente en desarrollo. Tú hiciste un gran tiempo, fue una gran
manifestación aquella, y ahora vuelves después de tanto tiempo de tu
partida, de aquel cambio de Era en que esta Gran Luz se dividió y se
dispersó.

El tiempo te ha traído, ha pues tu mente también de volver. Comienzas a


tomar lo que fue tuyo en aquella Era de Luz. Recordarás y recogerás la
sabiduría, todo y tanto lo que guardan estas piedras, todo lo que aquí
dejaste. El tiempo ha llegado en que vuelve a caminar la rueda de la
evolución y la Luz vuelve y volverá completa a ti; detrás de la vida sombría
de tu tiempo moderno toda tu raíz y tu pasado glorioso avanzaron
contigo y evolucionarán hasta que afloren, hasta que resurjan en esta tu
nueva personalidad, en esta tu última manifestación de oscuridad y de
recuerdos.

Volverás y volveremos a guiarte, a enseñarte eso que un día truncaste al


detener tu evolución, al dividirte, al partir. Tu mente no comprende pero
tu esencia a través de tu sentir te dice que es verdad aquello que intuyes,
recuerdas o crees imaginar. Sigue tu camino a la Luz vibrando en esos
hermosos recuerdos que un día aflorarán como una eterna realidad…”.

No olvidaré nunca aquel momento, y de Monte Albán solo puedo decir


que ocupó desde entonces un lugar especial en lo profundo de mi
corazón.

Meditando sobre aquel tiempo remoto en que nos separamos y


partimos a tierras distantes, la pregunta que viene a la mente es ¿Por
qué lo hicimos?, parece haber sido un grave e irreparable error
semejante acto, pues con la separación y el distanciamiento toda
nuestra sabiduría y gran desarrollo se fue durmiendo hasta llegar el día
en que espesas nubes cubrieron la Verdad y gran parte de ella fue poco
a poco olvidada; los Sagrados Escritos que con nosotros llevamos llegó
el momento en que posteriores generaciones no los supieron entender,
cayendo entonces las mentes al oscurantismo en el que en esta época
aún vivimos. Todo lo que aprendimos se nos olvidó y aún nuestra
lengua madre la perdimos, nos dividimos y el hablar también se dividió,
ramificándose en tantas lenguas que llegado fue el día en que ya no
pudimos entendernos unos con otros.

Mas ahora que recuerdo, comprendo que fue principalmente el


inmenso dolor de la partida de nuestro amado Maestro, Guía y Rey
Santo, el motivo fuerte por el cual nos alejamos y dividimos. No
sabíamos qué hacer en nuestra orfandad, después de haber sido
iluminados por un inmenso sol y quedar de pronto en la penumbra,
después de haber visto el más hermoso arco iris cada día al mirar su
afable persona y sin más notar que en derredor ya no tenía color la vida,
después de haber probado el más grande y desinteresado amor y
toparnos con la cada vez más grande onda de egoísmo y maldad en
derredor. Cada uno en medio de la multitud nos sentíamos
terriblemente solos, y conscientes del gran cambio que se avecinaba,
del peligro y las calamidades, la vida se hizo demasiado pesada para
vivirla en aquel lugar.

Sí, esa fue la principal razón, pero la vida tenía que seguir adelante y
para poder continuar viviendo, el Padre Eterno nos guió a caminar otros
caminos en donde pudiéramos respirar aire nuevo y puro que renovara
nuestras fuerzas e ilusión por vivir. El cambio fue duro pero inevitable y
necesario.

Como atlantes que éramos, navegamos con facilidad sobre las aguas
profundas de un mar que por Voluntad Divina nos respetó y cuidó hasta
posarnos sobre la costa de una nueva tierra que nos abrió los brazos.
Le llamaban “Tierra Negra” y en ella sembramos y cultivamos todo el
mismo conocimiento que traíamos de nuestra amada Atlántida, la
tierra Paraíso “Pakal”; después de asentarnos en aquel lugar y amistar
con gente que llegó de otras regiones, nuestro primer gran ideal y
proyecto fue unidos construir un gran templo en honor a nuestro Kinich
Ahau “Rey Santo” por mantener siempre encendida la llama que él trajo
para nosotros desde su esfera natal, el Gran Sol de Sirio perteneciente a
la constelación del Kan Mayor, la constelación de la “Ahau Kan”
“Serpiente Mayor”, por ello desde el principio el símbolo que acompañó
a nuestro amado Rey fue “la serpiente”.

Toda esa gran sabiduría que nos forjó como una raza iluminada y que
elevó nuestras capacidades al máximo no podía desaparecer a la partida
del Gran Maestro, y a más debía quedar inmortalizado el que:

“Un Avatar posó sus pies en nuestra tierra en el final de una Época
Dorada regida por el sol, la Era de Leo”.

Al narrar esta historia todo parece transcurrir en minutos, pero la


realidad es que se dio en un proceso paulatino y fue en el transcurrir de
muchos años que todo se sucedía.
El tiempo pasó y nuestro ideal se realizó, una enorme “Esfinge” que
miraba de frente hacia nuestra amada tierra natal se erguía orgullosa de
ser lo que era, símbolo y compendio de la más Alta Luz, representación
del Ángel que nos dio la vida y la enseñanza más noble y pura. Fue
pintada de color rojo y orientada hacia la posición en que entonces se
encontraba el gran sol de Sirio, origen espiritual de nuestro Rey Santo.
Tenía el cuerpo de león memorando la Era de Leo que finalizaba, la
cabeza era un rostro humano con toca sacerdotal solar y sobre ella el
símbolo inconfundible de nuestro Rey, una serpiente; era el Claft de los
Iluminados, corona de un Avatar, de un Ser Solar, el Kinich Ahau Rey de
nuestra tierra maya, el Atlas que fue y seguirá siendo faro y guía para la
humanidad sosteniendo el mundo entero a sus espaldas.

Años después el hundimiento progresivo de la Tierra Luz, la natal


Atlántida llegó a su término, grandes porciones de tierra alrededor de
ese mar se anegaron, y aunque parezca increíble el agua oceánica llegó
a bañar tranquilamente las enormes garras de la sagrada Esfinge. El
cielo se nos oscureció y sentimos que todo había terminado y que gran
parte de nuestras vidas con nuestra amada tierra se había ido.

Es verdad que un gran ciclo culminó en ese instante, más no nuestras


vidas. El tiempo no se detuvo ahí y por el contrario, esto dio inicio a una
nueva Era, comenzaba entonces a paso silencioso:

La última época de nivel primitivo para el planeta en la cual aún vivimos


en su final y que llamamos “Era Adámica”.
Mucho se escribió entonces de todo lo vivido en la Tierra Luz, en
piedra, en papiro y en los muros de los templos. Gran parte se hizo en
nuestra escritura madre sagrada “el Kananeo Antiguo” proveniente de
la “Tierra de Kan”, “Nakan” “Tierra de la Serpiente” y de aquella
“Montaña Santa”; pero otra gran parte se hizo en la escritura de los
nativos de aquel lugar y en la mezcla de ambas, además de que se
hicieron copias para otras regiones en su propia lengua. Fue así como
nuestra sagrada escritura y su interpretación se fueron transformando y
en gran parte olvidando. Rastros moribundos se pueden hoy encontrar
en la escritura Semítica, en el Fenicio, en el llamado Protocananeo, en el
Arameo y en Hebreo antiguo.

La historia de nuestra tierra natal y su glorioso Rey quedó así grabada


en los escritos del “Libro de los Muertos” y en el llamado “Libro de la
Cámara Oculta” o “Libro de la Duat”, entre otros. A más de todo lo que
la Esfinge guarda oculto en sus entrañas en un silencio sepulcral.

“Libro de la Cámara Oculta”, lápida de Kukulkan bajo el Templo de las Inscripciones.

Recuerdos En La Atlántida De Itzen Caan - 3ª Parte


Algunos atlantes quedaron en aquella tierra del Mayab y con ella se
hundieron, pero otros que se movieron hacia regiones noroccidentales
y otros que se adentraron a las selvas del sur, sobrevivieron.

Descendientes de estos quedan todavía aunque muy transformados,


sus huellas las encontramos en los “Mayas” del Sureste de México,
Honduras y Guatemala, como también en los “Carians” de Sudamérica y
en los indios Piel Roja de Norteamérica llamados en la actualidad los
“Hopi” “Indios de Paz”. Todos ellos aún conservan después de miles de
años el recuerdo de esa tierra sagrada y de aquel inolvidable Maestro y
Avatar que trajera tanto conocimiento al mundo.

Los hopi en Arizona por ejemplo, recuerdan esta amada tierra con el
nombre de “Palatquapi” “Tierra Roja” (Palenque estaba originalmente
pintada de rojo), era el lugar en el cual se encontraba su amado dios y
Rey que junto a los sacerdotes les impartían gran sabiduría en un
templo que fungía como una Universidad, este edificio aún existe y le
nombran en la actualidad “el Palacio” en Pakal (Palenque Chiapas,
México).

Los de nuestra gente que recibieron la orden del Gran Espíritu de viajar
rumbo al Norte (los Hopi), iban separados en grupos a los cuales
llamaron clanes y caminaron por mucho tiempo por sendas a través de
las cuales fueron siempre guiados. La orden fue que no debían
detenerse hasta encontrar la tierra señalada en la cual permanecerían
por tiempo indefinido hasta el regreso de nuestro Gran Maestro y Rey
Kukulkan, al cual ellos actualmente llaman “el Hermano Blanco,
Pahana”. Viajaron por mucho tiempo, pero antes de marchar de la
ciudad sagrada “Nakan” o “Palátkwapi”, “Pahana” (Kukulkan) se les
presentó y les dio cuatro tabletas de piedra con instrucciones grabadas
en ellas, mismas que hasta este tiempo aún conservan.

En una tableta (Frank Waters, “Book of the Hopi”, Ed. Penguin Book)
conservada por uno de los clanes, el Clan del Oso, se observa gran
similitud con la distribución de los símbolos de la Lápida de Palenque y a
más contiene dos símbolos muy especiales que aún podemos
encontrar en su lugar de origen: las huellas de oso y las figuras que
como siluetas fantasmales dan fe de la presencia del Dios Creador.

En Pakal Palenque en el Templo llamado de la Cruz Foliada que está


dedicado a un dios de la Tríada, el dios GII que es precisamente el dios
Creador y dios del maíz, se encuentran dos figuras peculiares que en lo
alto del templo y a manera de ventanas permiten el paso del viento “Ik”
el Espíritu, el Aliento Divino; éstas ‘ventanas’ tiene la misma extraña
forma de los símbolos divinos de las tabletas hopi llamados justamente
símbolos del “Espíritu” y al igual que la tableta, el mismo templo es
dedicado al maíz.

Todo esto para comprobar que esta tableta Hopi procede de Palenque
pues es la misma “Palatkwapi” “Tierra Roja” la tierra sagrada de los
ancestros Piel Roja. Vemos en seguida la figura tan especial simboliza
“el Espíritu del Creador”:
Obsérvese con detenimiento la imagen siguiente de un incensario
encontrado en Pakal el cual representa al Kinich Uaxac Ahau. Su cuerpo
robusto y su rostro portando una máscara, que por las orejas y el corte
alrededor de la nariz y boca se sabe representa a un oso, pues esto
último simula la mancha color miel que caracteriza a estos animales de
gran fuerza física. Fíjense en sus manos que tienen la forma de las
garras del oso y no quedará duda de que si algunas manos dejaron esas
huellas en las Tabletas Hopi, fueron estas:
Este par de garras con ocho pezuñas en total nos dan de manera
codificada el “glifo-nombre” del Rey, en ellas veladamente se
encuentra el título “Uaxac” el cual en la lengua maya en su orden
natural significa “Ocho” y a la inversa “Caxau” quiere decir “Dos
Garras”: Uaxac = 8 Caxau = dos garras.

Es entonces “Uaxac” el nombre que oculto aparece en estas tabletas,


pero recordemos que el 8 como símbolo cósmico representa lo
“Infinito” o “Eterno”, entonces se convierte en un adjetivo con el
cual se identifica a un gran ser Señor Eterno que porta como símbolo
numérico el “8” “Uaxac“. En una bella concordancia vemos que este
mismo es el título que lleva grabado en su sarcófago el Rey de
Palenque o Nakan, él es: Uaxac= 8 Ahau= Señor o Rey.
Al decodificar las huellas de oso que aparecen al calce de la Tableta
Hopi, separadas del contexto general, a manera de “la firma” de quien
entregó dicha objeto, es ahora reconocible que éste Señor Sagrado es
el “Uaxac Ahau” Rey de Palenque: “Kukulkan el Hermano Blanco”.

Nuestro Rey, antes de llegar a serlo y de partir hacia Nakan, vivió una
vida llena de paz en su ciudad natal a la que llamaban “Tollán”
dedicado al estudio, siendo preparado por el gran sacerdote que
levantó el primer templo en la Montaña Santa, pues cada cierto tiempo,
maestro visitaba a su alumno en aquella “ciudad Imperial”.

“Tollán” es la misma Ciudad Real de “Atlán” a la cual también llaman


“Otlana” (Josefa R. Luque Álvarez), nombres muy similares pues se
trata del mismo lugar. En los nombres Tollán y Otlana hay solo un juego
de letras en los cuales cambian el orden con una mínima diferencia:
Tikal, ciudad Imperial maya-atlante

Preparándolo aún para ser un culto y digno futuro Rey, y teniendo


apenas doce años, el joven príncipe se vio en la tristeza de recibir la
noticia de la muerte de su padre. Como aún vivía su madre, y como
Reina que era, a ella le queda todo el mando y poderío del Rey, pero
tres años mas tarde en una renuncia voluntaria ella cede la corona a
éste su hijo mayor. Esto causa el recelo y enojo del hermano menor
quien fuera el motivo principal y fundamento por el cual parte del
pueblo se inconforma y levanta en contra del nuevo y joven Rey. A más
de la corona era el gran carisma, el gran magnetismo espiritual que este
joven Rey poseía y por el que se ganaba el cariño inmediato de los que
lo conocían, lo que envidiaba tanto su hermano.

Desde niño le tuvo mucho celo, pero la presencia de sus padres y el


amor y respeto hacia ellos lo detenían de hacer algo malo en contra de
su hermano mayor. Fue poco tiempo después de la muerte de su madre
que comenzó a levantar a la gente contra su hermano el Rey,
difundiendo grandes mentiras, razón por la cual se ganó para la
posteridad el calificativo de “Espejo que Ahuma las cosas”
“Tezcatlipoca”.

Muchas veces el sabio Rey, el Kinich Uaxac Ahau apacentó y llenó de luz
las mentes rebeldes, hasta que un día armado y seguido por un grupo
de hombres llegó el hermano menor lleno de ira a la morada del Rey,
amenazando con iniciar la guerra. Sintiendo profunda compasión por
su hermano y protegiendo las vidas de su pueblo, nuestro amado
dirigente salió a su encuentro arriesgando la propia vida; y lleno de
amor, de ese elevado amor que lo caracterizaba le habló pidiéndole la
paz notificándole que renunciaría al trono para cedérselo, pero también
le pedía reinara con honor y justicia por el recuerdo de sus amados
padres.

A pesar de que no hubo guerra entonces por que las divinas palabras
del Rey apacentaron la mente encendida del hermano, nuestras almas
sintieron un verdadero sufrimiento y dolor de muerte al ver ese mismo
día al Rey Santo descender de su trono dejando de lado su cetro,
corona y vestimenta real, abandonando su hogar para dirigirse en un
silencio profundo al lugar que desde entonces y hasta su muerte le
acogería con gran amor y le brindaría la paz que su ser tanto anhelaba…
Port Ofir o Nakan, “La Tierra de la Serpiente”.

Las lágrimas cubrieron nuestro rostro, y tanto era nuestro amor hacia
él que no dudamos en desterrarnos a su lado. He quedado prendida de
ese Gran Sol como mariposilla a la luz y aún hoy después de miles de
años sigo sus huellas esperando un día volverle a ver.

Es Él, quien me ha despertado en mi vida actual de ese letargo en el


cual caímos, y después de muchos años de ir enseñándome poco a poco
a volver a ver la Verdad de nuestro origen, a entender el conocimiento
antiguo y saber decodificar de nuevo los símbolos sagrados, llegó el
momento en que me guió a hablar y escribir todo lo que en mí había
vertido. Es a través de la misma voz del Gran Espíritu que me ha dicho:

“…Las piedras no callarán más, toda la Verdad será develada.”

Recuerdos En La Atlántida De Itzen Caan - 4ª Parte


“Tablero Oval” del Palacio en Palenque, donde se ve al Kinich Uaxac
Ahau Kukulkan recibiendo la corona de manos de su madre.

El inolvidable y heroico sacrificio de nuestro amado Rey, de renunciar a


la corona por evitar la guerra, aún se encuentra grabado en uno de los
muros del llamado “Palacio” en la Montaña Santa.

Es precisamente el panel mismo en el que se le representó con todos


los símbolos sagrados del Avatar… del Hanab Pakal “Ave de Paraíso”.
En él se ve al Rey en edad madura (comparándolo con el panel de su
entronización) entregando su cetro serpentino con su mano izquierda
y en la derecha lleva parte de los adornos que portaba en su tocado
cuando fue recién coronado, los cuales se ha quitado ya como símbolo
de “renuncia” y por eso los lleva “detrás y hacia abajo”; en ellos se
puede ver una flor la cual nos dice que “ha pasado bastante tiempo”
desde la entronización del rey, pues en su coronación él llevaba esta
misma flor en botón y se le ha grabado aquí ya muy abierta y cercana a
marchitarse. Otra señal importante la da su postura, pues se ve al
amado Kukulkán con una pierna algo doblada y el pie un tanto
levantado indicando que “va a dar un paso”, “se va”. Todo el cuadro en
su conjunto describe la misma triste escena cuando el Rey abandona su
trono en su sacrificio voluntario entregando su cetro y su corona por
conservar la paz, protegiendo así la vida de su amado pueblo.

En el panel de entronización se puede ver como marca general del


tiempo, el trono doble de un felino sobre el cual se encuentra sentado
el Rey, señalando la gloriosa “Era de Leo” la cual se encontraba próxima
a finalizar. Este símbolo múltiple en su conjunto nos dice que a nuestro
mundo bajó un Ser Divino o Sagrado, un Ser Solar poseedor de la
Sabiduría y el poder de Dios; un Iluminado, un Mesías o “Avatar” que
bajó o encarnó en este mundo en la época prehistórica llamada “Edad
de Leo”, “La Edad del Tercer Sol”.

En Pakal “la ciudad Paraíso”, el Rey en su destierro continuó bajando al


mundo un elevado conocimiento que enriqueció las mentes de todos
los que cerca de él quisimos permanecer, además de otras gentes que
de lejos venían exclusivamente a cultivar su ser en las “Ciencias
Superiores”. Fue tal su dedicación a ello que llegó a crear formalmente
lo que en este tiempo moderno llaman Universidad. Este Templo-
escuela se alzaba en tres plataformas o niveles donde para cada nivel se
impartía una ciencia distinta. En el nivel más bajo o planta baja
comenzaban nuestros estudios, era el nivel básico en el que se nos
hablaba de la historia de nuestro pueblo, una historia que se remontaba
a miles de años atrás. Ahí supimos como fue que la grandeza de nuestra
raza atlante se alzó sobre las bases de un conocimiento muy antiguo
proveniente de “Kremuria” “Tierra Quemada”, “la Tierra Mu”, misma
que en otro fin apocalíptico fue hundida por varios volcanes que en un
crujir furioso reclamaban a la humanidad su bajeza y el daño tan grave
que hacía al mundo.

Todo parece irse repitiendo, esperemos que en esta Era Adámica no


nos toque terminar siendo limpiados y equilibrados del mismo modo en
que cíclicamente se hizo con Mu y con Atlántida.

Mucha gente logró salvarse de aquella vorágine de fuego y navegando


llegó hasta tierra atlante (entre otras), en donde sabios maestros-
sacerdotes de aquella tierra primitiva madre, reiniciaron sus vidas con
todo el conocimiento que trajeron consigo y que el Gran Rey de su
Tierra Mu llamado “Nu Mu” o “Ra Mu” les enseñara. Recuerdo haber
visto en el muro principal de la Cámara Oculta donde se impartían “los
Sagrados Misterios” en Pakal, la imagen de este antiguo “Rey Nu Mu”,
“Ave del Paraíso” de aquel tiempo aún más remoto, correspondiendo
esto a la “segunda bajada del Gran Sol”, “La Edad del Segundo Sol” o
“Segundo Mundo” como lo llaman los Hopi. Esta imagen se encontraba
en una especie de tapiz colgado sobre el muro frontal de la cámara en la
cual en derredor se levantaban doce columnas. El Rey aparecía en el
tapiz como “Señor de los Campos” pastoreando un rebaño y llevando
en sus brazos a un cordero.

Nuestro amado Rey Atlante Kukulkan es el mismo “Nu Mu” o “Ra Mu”
Rey de la “Tierra de Mu”, llamada posteriormente Lemuria; era su
segunda venida o encarnación, pues en la primera fue llamado “Juno” o
“Huno”. De estas tres reencarnaciones o bajadas de este Gran Espiritu
que animaba el cuerpo de nuestro Rey Atlante teníamos conocimiento y
esto se grabó en tres templos en Port Ofir, cada uno dedicado a cada
personalidad del mismo Ser, por recordarlo para futuras generaciones.

Estos templos aún existen y los arquéologos les han llamado Grupo de
la Cruz en Pakal (Palenque), cada uno tiene grabado un panel sagrado y
en ellos nos hablan de ‘tres dioses’ de la mitología maya a los que les
conocen o clasificaron como: dios GI, GII y GIII, como la secuencia de
diferentes vidas de un mismo Ser identificado con la personalidad del
“dios del maíz”. Dichos dioses no son otra cosa que la mención a las tres
encarnaciones del Avatar y Rey de Pakal, el Kinich Uaxac Ahau
Kukulkan.

Sus glifos representativos son los siguientes en orden cronológico


correcto:

Juno, Numú y Anfión, son los nombres que les dá la escritora Josefa
Rosalía Luque Álvarez.

El glifo representativo del dios GII o “dios del maíz” está conformado
por un ser que se encuentra en la misma postura en que lo está el Kinich
Uaxac Ahau de Pakal en la lápida del Templo de las Inscripciones,
recostado con la pierna derecha levantada, un tanto recogida igual que
los brazos y mostrando la planta del pie. Por tener ambos seres la
misma postura se identifican como uno solo: el dios del maíz, Hun Nal
Yeh el creador de la vida en este mundo, el Avatar Ku Kul Kan Rey de
Pakal:
Sí, esta es la grandeza de nuestro amado Rey Santo llamado con tantos
nombres, con tantos adjetivos que llegó el momento en que se creyó
que cada uno de sus calificativos, los cuales resaltaban cualidades
diversas de su ser, eran nombres de ‘dioses diferentes’ lo que causó una
gran laguna mental en el seguimiento de nuestra historia ancestral. Mas
por increíble que parezca son el mismo ser pues “Creador” o “Tutor”
solo uno hemos tenido, aunque Él trae consigo su séquito celestial que
lo preside, Espíritus o Alianzas de alto nivel evolutivo.

Los que seguimos fielmente al Rey y que habitábamos aquel centro


espiritual y de alto conocimiento llamado Port Ofir o Nakan, vestíamos
igual con túnicas blancas, por lo que nos llamaban “los Profetas
Blancos”, origen de la “Hermandad Blanca Atlante”.
Nativo de la Selva Lacandona en Palenque usando aún, por tradición
ancestral la “túnica blanca”.

Mirando en retrospectiva, un cierto sabor de satisfacción llega a mi ser


cuando veo en la permanencia de todo este conocimiento maya-
atlante, vivo aún en Port Ofir (Palenque), el cumplimiento de una
misión y promesa a nuestro amado Rey, de no dejar apagarse la luz que
Él había encendido; de continuarla y extenderla hacia otros lugares, de
no dejar que el tiempo y la inconciencia humana borraran toda la
verdad, rastro y recuerdo de nuestro pasado glorioso y de sus venidas
en cada cierre de ciclo para nuestra salvación.

Este esfuerzo no ha sido de un día, ni de un tiempo sino de muchas


vidas y en cada una la lucha a sido fuerte por mantener encendida la
luz de esa verdad que como hace miles de años, aún las fuerzas de la
oscuridad siguen intentando apagar, haciendo todo lo posible por
mantener a la humanidad sumida en la oscuridad de la ignorancia por
que con eso obtienen su control y dominio.

Más la lucha nunca fue del todo individual, formamos “Alianzas


Inquebrantables” que desde planos espirituales fueron selladas, y a
través del tiempo y las vidas nos hemos apoyado formando una cadena
tan fuerte que nada la ha podido romper. Encarnadas o desencarnadas,
es decir, desde planos físicos o espirituales continuamos brindándonos
la ayuda dándole seguimiento al plan sagrado trazado hace miles de
años.

A nivel cósmico-espiritual y físico, ésta Alianza es llamada “Hermandad


Blanca”, dentro de la cual los seres de mayor jerarquía (evolución
espiritual) nos guían y vigilan cuidando nuestras vidas y el
cumplimiento en ellas, de la misión con la cual cada quien llegamos a
este mundo y que a su vez forma parte de la Gran Misión de toda la
Hermandad encargada de cuidar la evolución de este planeta y de la
humanidad del mismo. Somos parte de ese Gran Plan Cósmico-
Espiritual, somos parte de la Hermandad Blanca.

¡Abre tu mente, recuerda hermano, recuerda!

Recuerdos En La Atlántida De Itzen Caan - 5ª Parte


La “Estela del Sueño” de Tutmés IV, diseño al estilo Maya Atlante.

La Gran Esfinge, representación y ángel guardián del sagrado recuerdo


de nuestro Rey Atlánte Kukulkan, tiene entre sus garras “la Estela del
Sueño” que dejara Tutmés IV como prueba de que éste dios (a quien la
Esfinge representa) le había hablado y le señalaba que era su padre:

“...vio cómo la Majestad de este noble dios hablaba a través de su


propia boca del mismo modo en que un padre se dirige a su hijo, y
decía: 'Mírame, obsérvame, Tutmosis, hijo mío. Soy tu padre…”.

Tutmés tenía el conocimiento de la manifestación del “Dios Único”


“Hunab Ku” el “Dios Solar” “Kinich Ahau” o “Ra” por que lo obtuvo de
Heliópolis, templo que fue levantado con el conocimiento de los
Sagrados Misterios atlante y lemur, por ello él adoraba a “Ra” como
símbolo de la manifestación de Dios Único en el mundo.

Esta estela de Tutmes IV está diseñada al estilo maya atlante de Port


Ofir (Palenque) como el de los “Tableros de las Cruces”. En ella se
puede ver como símbolo central al “Árbol del Mundo”, a la “Gran
Ceiba” (T) conformada por una base vertical común mas la horizontal
en lo alto compuesta con los símbolos inconfundibles de Ku Kul Kan “el
ave y la serpiente” (dos alas extendidas y en su centro el disco solar
rodeado por la serpiente). A los lados del símbolo central se encuentran
dos esfinges similares a la Gran Esfinge pero cada una tiene un tocado
diferente, señalando con ésto que corresponden a diferente época y
civilización cada una.

El disco solar con las alas extendidas representa (lo mismo que el Ave
Fénix en los diseños maya atlante) al “espíritu libre” del Avatar. Las dos
esfinges menores de los lados con sus tocados diferentes representan
las dos etapas anteriores de época Lemur: el primer y segundo Mundo o
Era, en los que encarnara este Rey con las personalidades de Huno y
Numu. Esto quiere decir que cada esfinge representa una encarnación
pasada del mismo Avatar y Rey, lo que corresponde al dios GI y dios GIII
de Nakan (Palenque). Los dos hombres u ofrendadores que les miran de
frente representan las civilizaciones de entonces, los reinados
anteriores.

La Gran Esfinge corresponde al “Ave Solar” de la parte alta del diseño


de la estela (T) siendo la “tercera encarnación” del Avatar, Rey atlante
Kukulkan clasificado como ‘dios GII’; ésta por lo tanto, junto a las dos
esfinges menores conforman la misma trilogía o tríada de la historia
palencana: GI, GIII y GII.
Los Sagrados Misterios son un solo conocimiento, una sola verdad.

(Conocimiento Atlante continuado en Egipto).

Cada vez que el “Ave del Paraíso”, el “Avatar”, detuvo su vuelo y se


posó por algún tiempo en nuestro mundo la vida florecía en un renacer
bendito, glorioso; con Él bajaba su séquito de almas de gran luz para
ayudarle, para protegerle, por eso entonces la Tierra se veía colmada de
sabiduría y bendiciones sin fin.

Él, bajó al mundo en varias ocasiones como así era necesario para ayuda
en la evolución de la humanidad, para enseñarnos el camino correcto y
por sacarnos de cuando en cuando del estancamiento o decadencia en
la cual caíamos. En los tres Templos del Grupo de las Cruces, en el
Templo de las Inscripciones, en la estela de Tutmes así como en la
siguiente imagen, quedó grabado mencionando sus tres “bajadas” o
“encarnaciones” que hasta ese entonces llevaba.

Esta imagen de Ku Kul Kan contiene en sí misma la explicación conjunta


de estas tres encarnaciones en un sabio, armonioso y bello diseño. En
un primer plano se ve a la adornada serpiente solar de la que por su
boca “surge un Ser”, “un Alma”. En un segundo plano se percibe que
en realidad son “tres formas serpentinas”: una Serpiente y dos mudas
de piel. Esto nos habla de “tres tiempos diferentes” de la serpiente, es
decir, “tres encarnaciones del mismo Ser” pues la serpiente representa
el cuerpo físico, la materia de la cual se reviste al alma para poderse
manifestar en el plano de las formas o tercera dimensión. Las mudas de
piel son las encarnaciones pasadas, los cuerpos o materias que va
dejando el Alma en cada ‘morir’ y renacer en el correr de su evolución.
Al igual que la serpiente que no muere al mudar de piel sino que se
“renueva” o “renace”, el Alma-Espíritu de igual forma nunca muere, tan
solo “renace”, se “renueva” y por ello fue que se escogió a este reptil
como el perfecto símbolo para representar al cuerpo, a la encarnación o
reencarnación.

El diseño nos dice a través de las dos mudas de piel, que este ser tan
especial tuvo dos manifestaciones anteriores en vida física, siendo “la
tercera” (cuerpo completo de la serpiente) en la cual se le reconoció
como el Rey Ku Kul Kan “Dios Sagrado Serpiente”.

Nuestro Espíritu-Alma como Energía Cósmica que es, como imagen y


semejanza del Gran Creador, es decir, como parte que somos del Todo,
es infinito igual que Él; la muerte como tal no existe solo el “renacer”, la
renovación de la vida a través de ciclos. Esto era precisamente lo que
celebrábamos durante el Equinoccio de Primavera: la renovación, el
resurgimiento de la vida cuando bajaba “El Gran Espíritu” e inundaba de
nueva energía al mundo.

La primer muda de la serpiente es la primera encarnación de Ku Kul Kan


que como ser espiritual es llamado Itzamná, el “dios del maíz” de quien
se sabe nació o encarnó al mundo físico para en él sembrar las semillas
del maíz, el gen espiritual que daría vida al hombre; esta muda
corresponde al dios conocido como “GI”, quien fuera llamado Huno en
la Tierra de Mu. La segunda muda corresponde al dios GIII, quien fuera
Nu o Ra en la Tierra de Mu y el tercer cuerpo o la serpiente completa
llamada Kukulkán corresponde al dios GII llamado también Anfión o
Tritón, tercera encarnación cuando vivió, reinó y murió en tierra atlante,
en la región del Mayab como el Kinich Uaxac Ahau.

Pero no termina todo ahí respecto a este diseño. En un tercer plano,


girando 180° la misma figura veremos que se encuentra la imagen de un
caracol, este simboliza al espíritu-alma de Kukulkan, Itzamná o dios del
Maíz en su recorrido evolutivo. Se ve al caracol parado sobre una
mazorca de maíz y en su cabeza lleva el adorno a manera de ‘flama’
(constructor) con el cual es identificado Hun Nal Yeh como “el Creador”
mismo que en el diseño de la Lápida bajo el Templo de las Inscripciones
lleva el Rey en su tocado.

En este nivel de decodificación el caracol camina cargando tres figuras


serpentinas que son las tres encarnaciones que ha tenido hasta
entonces: dios GI, GIII y GII. En su andar evolutivo este caracol o alma
soporta ya el peso del cúmulo de las experiencias vividas en tres
manifestaciones físicas o reencarnaciones y éstas siempre las llevará
sobre sí, pues ello conforma su madurez espiritual, es decir, su
evolución.

El caracol, el animal en sí representaría lo que llamamos “Alma” y su


concha “al cuerpo físico” al cual lleva como un hogar que le ayudará en
su crecer o evolución, lo mismo que el alma o espíritu encarnado de los
seres humanos, vive la vida soportando el peso, densidad y limitantes
del cuerpo físico que al mismo tiempo habita como un hogar temporal
ayudándole en su crecimiento o evolución. Del mismo modo en que el
andar del caracol es lento, la “evolución” de la humanidad en este
mundo y de la vida en general avanza exactamente igual........... lento.
Es hermosa la manera como los Sacerdotes Atlantes perpetuaron y
ocultaron aquella sagrada verdad para que fuera encontrada cuando y
por quien la Ley Divina así lo decidiera.

Ellos nos dijeron que Maestros de Alta Luz Espiritual o Avatares


provienen de Soles dirigentes de Sistemas y aún de Universos, y que el
Gran Sol de Sirio era el que regía nuestro Sistema, de donde fue enviado
el Gran Kinich Ahau Kukulkan a nuestra Tierra, en esencia puramente
espiritual.

Nos enseñaron que las casualidades no existían y que todo en el


Universo estaba calculado matemáticamente perfecto, funcionando en
una sincronía armoniosa regida por las Leyes Universales Inamovibles;
por ende todo se habría de dar y cumplir en su momento preciso. Nos
mostraron que “la Verdad Única” sería develada para el fin de un gran
ciclo marcando esto el regreso del Avatar, tal como Él lo había
prometido.

“Ahora Él está regresando en su “Vedad develada” a través de la


Conciencia de los seres que la reconozcan, la comprendan y la vivan”.

Recuerdos En La Atlántida De Itzen Caan - 6ª Parte

“Kan” Dragón (Serpiente Solar) decodificado en la Lápida de Kukulkan


en Nakan (Palenque).

Alejarnos de nuestra amada Tierra Nakan y dejar en ella todos nuestros


recuerdos y grandeza atlante, no fue fácil. Nos propusimos por ello
tratar de continuar nuestra vida en aquellas nuevas regiones del otro
lado del océano, de la manera lo más semejante posible a lo que
tuvimos en Atlántida para no olvidar nuestros principios, nuestras leyes,
nuestro origen y todo el sagrado conocimiento que nos levantó como el
gran imperio que en algún tiempo fuimos:

“EL IMPERIO DEL DRAGON”


El “Imperio de Kan”, “Imperio del Dragón” o “Serpiente Solar” fue una
dinastía de gran nobleza, de fuertes principios, profundo conocimiento
y un poderío reconocido y extendido en vastas regiones más allá de las
fronteras del continente atlante. Pero poco a poco la maldad y el
desequilibrio se infiltraron en él y de aquel potente imperio solo
quedaron algunos grabados en los Templos Sagrados como prueba y
testimonio de que nuestra historia fue real, de que nuestro
imperio….¡En verdad existió!.

Nuestra sagrada ciudad “Na Kan” fue reconocida de modo popular con
el adjetivo de “Tierra Roja”, pero “KAN” fue el Título Imperial y se le
puede ver grabado en la misma ciudad, sobre la Lápida del Kinich Uaxac
Ahau Kukulkan.

En la parte central superior de la lápida bajo el Templo de las


Inscripciones, se encuentra una cruz que en un nivel de decodificación
primario se alza a manera de “obelisco” o “estandarte”. Se ve en su
parte alta central la cruz abierta que significa “U-Luumil” “El Imperio
de”, y rodeando este símbolo se encuentra la “Gran Serpiente Solar o
Dragón”, lo que en conjunto compone el título del “Imperio de la
Serpiente Solar” o “Imperio del Dragón”.

“Kan” es el nombre de la serpiente solar o dragón, y fue éste el término


utilizado entonces como título imperial agregado a los nombres de los
Reyes o Nobles de aquella región atlante.
Estandarte que porta los símbolos del “Imperio de Kan”, “Imperio del
Dragón”.

Con el correr del tiempo el significado de la palabra y título imperial


“Kan” (dragón, serpiente solar) se olvidó, solo se le mencionaba como
el nombre de aquella hermosa y preciada tierra “NaKan” de la cual
proveníamos, pero el concepto maya de serpiente solar, dragón o
Imperio del Dragón se perdió y como tierra o región de “Kan”, quedó
tan solo a la posteridad recordada como “Kan-an”, su gente como “kan-
anita” y su lengua el “kan-aneo”, pero sin recordar absolutamente nada
de su historia, significado y origen maya-atlante. Se rompió así todo lazo
con las tierras de occidente, cuna de grandes y sabios hombres los
cuales hicieron florecer para aquel tiempo la maravillosa e inmortal
Epoca Dorada.

El término “Kanan” como tal, hace referencia a algo “precioso y muy


estimado”. “Kanaan” es una palabra dada, es una “promesa”, por lo
cual vemos que ambos son tan solo adjetivos calificando a la misma
región, describiendo o dando referencias de una misma tierra y que es
lo que da las variantes a los nombres del mismo lugar. Vemos entonces
que Nakan es “Kanan” ese lugar tan preciado, “precioso y estimado” y
de tanto valor en nuestras vidas y recuerdos, y también es “Kanaan” la
“promesa” del Gran Espíritu que nos guió hasta ella miles de años atrás.
Por lo tanto Kanaan no es el nombre de aquella tierra sino una
referencia a la misma, un adjetivo a través del cual se le llama “la Tierra
Prometida”, y esta tierra era “Pakal” el “Paraíso” en herencia Divina, la
Atlántida donde se levantara “Na kan” el “Imperio del Dragón”.

En el texto bíblico (Vulgata Latina, 1877) esta tierra es también llamada


“Chanaan”, a la que posteriormente nombrarían “Palestina”; Chanaan
viene del término “Chan” que al igual que “Kan” significa “serpiente” y
el posterior nombre que le dan (Palestina) proviene de las palabras
griegas “Philistins” o “Palestins” que quiere decir “extranjeros”. Todo
esto como se puede deducir hace referencia inconfundible a una gente,
unos extranjeros provenientes de una “Tierra de la Serpiente” “Na-
Kan”, “Can-an”, “Na-Chan” o “Chan-aan”.

Ya en tierras extranjeras, después de algún tiempo nos adaptamos a


esos nuevos lugares y gentes, los cuales nos aceptaron con agrado al
conocer que éramos pacíficos y el alto nivel de desenvolvimiento
artístico que poseíamos, a más de nuestro grande conocimiento en
medicina, astrología, numerología y escritura. Como “Toltekas”, es decir
como “Artesanos”, nuestra fama se extendió rápidamente y en ello se
fincó nuestro sustento a través del intercambio, del comercio. Fueron
grandemente apreciadas nuestras artesanías pero sobre todo fuimos
populares por trabajar con maestría los tintes de exquisita belleza; por
esto mismo los Griegos nos dieron el calificativo con el cual hasta la
actualidad más se nos recuerda: “los Fenicios” “los Rojos” (navegantes
atlantes por excelencia) por el mismo conocimiento de que
proveníamos de la Tierra a la cual en su lengua llamaban “Fenicia”
“Ciudad Roja” o “Tierra Roja” (“Fenicia” de la raíz griega “Phoenix” =
“Rojo”); además por que trabajábamos la cochinilla, el múrice, el
buccino, y la púrpura con gran habilidad.
Nakan, Canan, Tlapallán, Palátquapi, la Fenicia.…. “Tierra
Roja”…..Palenque.

La Fenicia “Ciudad Roja” que conoce la historia moderna en el Oriente,


no es la original tierra que formó nuestra raza Kananita como grandes
artesanos y marinos, como precursores de la escritura, como raza
madre protagonista de la Época Dorada. Nuestra tierra natal, la madre
de nuestros sagrados antepasados, la Fenicia original, la “Tierra Roja”
“Palátquapi”, se formó del lado occidental del Atlántico como parte de
la legendaria Atlántida. La actual localización que dan a la tierra de
Kanan o a Fenicia es tan solo el rastro de la continuidad de nuestras
vidas, cuando tuvimos que abandonar la grandeza de nuestra tierra e
imperio atlante, sabiendo que pronto desaparecería por completo en
una secuencia de desastres que terminaría hundiéndola en el mar casi
en su totalidad. Ahí, en oriente, reiniciábamos nuestras vidas por
segunda vez e intentábamos renacer y reconstruir lo que fuimos y
tuvimos. La Fenicia o Kanan actual, fue por tanto nuestra segunda
patria, la simple sombra de una realidad pasada, de una verdad perdida
en el tiempo a miles de kilómetros de distancia.

Los Hopi en Arizona, recuerdan aún nuestra amada tierra natal con el
nombre de “Palatquapi” “Tierra Roja”, misma que en su época de
esplendor tenía las fachadas de los templos decoradas, pintadas en
fondo rojo; por esto mismo en la leyenda de Quetzalcóatl (Kukulkán) se
le conoce como “Tlapallán” “la Tierra del color rojo”, el lugar al que se
retiró en su destierro voluntario el Kinich Uaxac Ahau Kukulkan. En la
historia del Génesis Bíblico se le llama “Kanaan” término que proviene
del hebreo Kеna’an que deriva de la raíz “kinahhu” que significa “rojo
púrpura”; los Kananitas o Kananeos por lo tanto, éramos la gente que
provenía de este lugar llamado “Kan an” “la Tierra de Serpiente o
Imperio del Dragón”, la “Fenicia” “Ciudad Roja” occidental,
“Palátquapi” la “Tierra Roja”.

Los pueblos semíticos hablaban el kan-aneo antiguo. El kan-aneo es


reconocido como una lengua madre la cual se hablaba unificadamente
en gran parte del globo, de ella se derivan lenguas orientales como el
fenicio, arameo, hebreo, el griego y el egipcio. En relación a esta lengua
madre en el Popol Vuh se cuenta cómo en el origen era efectivamente
una sola lengua la que se hablaba:

“…..Todos los hombres se entendían entre sí. Eran tiempos en que


ningún hombre adoraba las piedras de los bosques como si fueran
dioses y todos conservaban el recuerdo del Creador, del Formador, del
Corazón del Cielo y del Corazón de la Tierra.”

Pero también nos habla de cómo posteriormente esta unicidad en el


habla se perdió:

“…..Ocurrió que se les cambió el lenguaje y comenzaron a hablar de


diferente manera: fue la confusión de lenguas y al regresar de Tulan-
Zuiva (Tulan=Tollan=Otlana) ya no se entendían entre sí. Los pueblos se
dividieron y unos se dirigieron hacia Oriente y otros regresaron aquí.”
“Allá surgieron así hombres negros y hombres blancos; hombres de
muchas clases y hombres de muchas lenguas, tantas que causaba
admiración oírlas.”

Era el kan-aneo antiguo esta lengua con la cual en el pasado remoto


todos los hombres se entendían entre sí, como lo cuenta el Popol Vuh;
era la lengua que se hablaba en la “Tierra o Imperio de Kan” , en toda la
región llamada “Paraíso” “Pakal”….la Atlántida.

En el Valle de México fueron encontradas por Niven miles de tablillas de


piedra grabadas que contienen símbolos de la escritura Kananea o
Fenicia. También encontró cabezas esculpidas las cuales al analizarlas el
Coronel James Churchward afirmó que eran rostros semíticos y que los
escritos en algunas de las placas son idénticos en sus conceptos
religiosos a los de Babilonia; esta afirmación se entiende bien
fundamentada cuando se observa la identidad y continuidad de los
grabados mayas y los cananeos y sumerios; hay muchos símbolos
similares entre ellos.

Como narré al principio, entre nuestra gente vivieron también algunos


con malas costumbres, con carácter agresivo y mente oscura; por
grupos de ellos que también lograron cruzar el océano como nosotros,
el nombre de Kananeos o Kananitas aparece en diversos escritos con
mala reputación. Sin embargo, las buenas costumbres de nuestra gente
en su generalidad nos ganó la aceptación y confianza de los nativos en
tierras nuevas, y fue aceptado de tal manera nuestro conocimiento que
con el tiempo lo adaptaron al suyo en una fusión y en algunos casos, en
sustitución total; como ejemplo de ello fue nuestra escritura, nuestro
alfabeto.

Mención a “Na Kan” lo encontramos también en otra parte de la misma


ciudad sagrada. Grabado en el sarcófago del Rey Uaxac Ahau Kukulkan
(lado sur) entre los jeroglíficos que lo circundan:

...“Tz’at Na Kan“ “la sabia casa o tierra de la serpiente”

Es en este punto exacto donde muchos velos se descorren en nuestra


mente para dejar ver con claridad el hilo que nos une a nivel humanidad,
desde el principio de la creación hasta el día de hoy, a través de las
escrituras sagradas y de la historia popular, a más de lo grabado en las
ciudades arqueológicas. Aquí encajan muchas ‘verdades’ que
caminaban separadas y se unen con gran ilación borrando lagunas en
nuestra historia ancestral. La Kan-an (Canan) bíblica es la misma Na Kan
atlante, nuestra amada “Ciudad Roja” donde viviéramos el último
tiempo de gloria al lado del Avatar y Ave del Paraíso Kukul Kan. Los
Kananitas por lo tanto fuimos todos aquellos provenientes de la natal
Atlántida que al viajar a tierras distantes para reiniciar una nueva vida
después de la partida de nuestro Rey Santo, los nativos de aquellos
parajes nos distinguieron con tal nombre al saber que éramos de la
“Tierra o Imperio de Kan” “Na kan”, “la Ciudad Roja” e “Imperio de la
Serpiente Solar o Dragón”.

Mas no olvidemos quien trajo el sagrado conocimiento a la tierra Maya-


Atlante: “Ku Kul Kan” el “Dios Sagrado Serpiente”, adjetivo bastante
lógico para el soberano de “El Imperio de la Serpiente”.

“…..Dizque a éstos los Toltecas los fueron dispersando,

cuando se marcharon, cuando nuestro príncipe Quetzalcóatl


(Kukulkan)

se embarcó en el mar para ir a colocarse

a la tierra del color rojo…..”

(Códice Florentino, 1979, vol. III, lib. X, fol. 195 r.)

“…..Ya se va, va a desaparecer allá en Tlapallán,

El lugar del color rojo.

Allá por Cholula vamos a pasar,

Por el lugar de las lluvias,

Junto al Poyauhtécatl, Señor de la Niebla,

Por el lugar de las barcas,

Al son de trompetas son llorados nuestros príncipes.

Ya se va, va a desaparecer en Tlapallán,

La tierra del color rojo.”

(Cantares Mexicanos, fol. 26 v.)


Difícil será el reubicar en nuestras mentes conceptos tan arraigados
referentes a la historia antigua de nuestros orígenes, sobre todo si ésta
ha sido narrada e implantada a través de ‘conceptos religiosos
intocables’, pero que sin embargo es bien sabido que los mismos
líderes religiosos han modificado, alterado de modo prepotente,
injusto e irracional dichos escritos pertenecientes a los “MISTERIOS
SAGRADOS ATLANTES Y LEMUR”, con lo cual han alterado la
verdadera historia, nos han confundido, mentido y mantenido en la
ignorancia y oscuridad bajo la cual conservan su control y poder.

Pero si deseamos ser plenamente libres debemos:

● Buscar la “Verdad Única”, aquella que nos unifica a nivel


humanidad como hermanos de un origen común, con pruebas
tangibles y no cegarnos a través de dogmas.

● No pensar en el “Conocimiento Universal” como algo religioso


sino como simplemente una “Verdad que es parte natural de la vida”.

La original historia de nuestro pasado, de nuestra creación, es decir


nuestro “Génesis”, está contenida en los Sagrados Misterios Maya
Atlánte y Lemur, los cuales fueron llevados a Oriente y con el paso del
tiempo y ya en manos de líderes religiosos egoístas fueron alterados,
borrando de ellos todo lazo con la “Fuente Original en Occidente”,
adquiriendo con ello el poder y dominio pues al cortar todo rastro o
recuerdo tangible de nuestro verdadero origen perdimos nuestra real
identidad humana, y peor aún…..nos separaron.”

“EL GÉNESIS” NO PERTENECE A NINGUNA RELIGION, SINO A LA


HISTORIA ANTIGUA DE TODA LA HUMANIDAD, PUES EL “GÉNESIS
ORIGINAL” DEL CUAL TOMARON Y COPIARON PARA FORMAR EL
ACTUAL “GÉNESIS BÍBLICO”, ESTA CONTENIDO EN LOS SAGRADOS
MISTERIOS ATLANTE Y LEMUR”.

¡Despierta humanidad dormida, la Verdad te hará libre!

Recuerdos En La Atlántida De Itzen Caan - 7ª Parte


Figura que representa a un “Iniciado” en los Sagrados Misterios.
Equivalente al Horus egipcio. Grupo B, Palenque.

Y llegó el día en que después de demostrar un comportamiento


maduro, equilibrado y el desarrollo de capacidades suprafísicas que
demostraran el nivel vibratorio o evolutivo que habíamos alcanzado, se
nos permitía formar parte de los estudiantes de alto nivel de los
Templos Sagrados para entonces ser “INICIADOS” en “LOS SAGRADOS
MISTERIOS”.

Estos se nos impartían en las aulas profundas del templo o “Cámaras


Santas” (Sancta Sanctorum). Los “Sagrados Misterios” nos enseñaban
quienes éramos como verdaderas Manifestaciones Espirituales o
Extensiones del Creador, Dios Único “Hunab Kuu”, y así poder saber
reconocer en donde residía el verdadero poder de nuestra existencia.
Nos explicaban cómo habíamos sido creados y cual era la mecánica de
la vida, para saber andar el camino al final del cual tendríamos
diferentes opciones de cierre de ciclo, según hubiéramos vivido en
equilibrio o desequilibrio. Esto es, que se nos permitía conocer tanto
nuestro “PRINCIPIO” o “CREACION” (“GENESIS”) hasta nuestro
probable “FIN DE CICLO” o “TRANSFORMACION” (“APOCALIPSIS”).
“Ser Conscientes” nos convertía en “Iniciados”, en “Iluminados”, lo que
posteriormente se conocería en Egipto como el “Horus”, el Renacido, el
Ser Iluminado por la luz del “Espíritu”, la luz de la “Conciencia
Superior”; este poseedor del conocimiento de los Sagrados Misterios
lograba la libertad y expansión mental que lo distinguía del común
llevándolo a vibrar y vivir una vida en niveles Cósmico Universales, con
un espectro de manifestación más grande, más amplio de modo
integral; ahí residía su poder, al vibrar o vivir en varios niveles de
manifestación “conscientemente”, obteniendo con ello el dominio
pleno sobre su “Ser Integral”, “Ser Trino” o “Trinidad”. Obtenía con ello
también el control sobre su mente y por ende el desarrollo aún mayor
de sus capacidades suprafísicas; lograba entonces manejar las fuerzas
elementales.

Los Sagrados Misterios se encontraban inscritos en grandes lozas de


piedra que contenían símbolos múltiples o de múltiple significado, que
guardaban dicho conocimiento “codificado” en sus niveles más
profundos. Con todo esto no cualquiera descubriría lo que esos
símbolos escondían, sino únicamente los seres que ya habían sido
“Iniciados” sabrían “decodificar” o comprender aquellos grabados.

Habiéndose cumplido ya el tiempo en el que nos es permitido “romper


los sellos” que guardan lo que está grabado en los “Libros Sagrados”
debido al término o cierre del Gran Ciclo, podemos entonces
adentrarnos a redescubrir lo que en ellos se guarda para iluminar
nuestro oscurantismo, disipar dudas, unir ‘verdades’ y con
ello…..rehacer los lazos, reunificar a toda la humanidad a través de una
sola “Gran Verdad”.

Hablar de los Sagrados Misterios y de la decodificación de sus símbolos,


es complejo porque se manifiestan en niveles elevados y profundos; por
ello, es necesario abrirse más al Espíritu que a la razón, al sentir y a la
comprensión a través de una Conciencia Superior…..es como saber leer
entre líneas.
Toráh

Para poder entender más fácilmente la decodificación en éstos niveles,


utilizaré a la par de la descripción de los símbolos maya atlantes que
hablan de nuestro origen y creación, párrafos del Génesis moderno o
Génesis Bíblico, como un apoyo y comprobatoria a la vez, pues “en la
constante coincidencia de ambos” se entenderá la veracidad del
desciframiento de los símbolos maya atlantes y se reconocerá la
“fuente original” del Génesis Bíblico.

En base al conocimiento de que la Biblia ha sido bastante manipulada o


alterada, es que tomaremos como fuente del Génesis moderno, la
“Torá” por tener ésta un contenido más fiel a su original pues se ha
tratado de respetar y mantener sin tantos cambios o alteraciones.
Como un ejemplo podemos citar una sola palabra de la Torá en la cual
se ve como se ha conservado su raíz original:

“Itzjak” (de la Torá) nombre del cual deriva “Isaac” (de la Biblia).

En el nombre Itzjak se puede ver claramente su “raíz maya-atlante”:


“ITZ”, la cual se encuentra extensamente en zona maya. Ejemplos de
ello son “Itzamná”, “Itzamatul”, “Chichén Itzá”, “Itzcoatl”, etc.

ITZJAK proviene del maya “ITZ HAK” que significa “apreciado”,


“querido”, “deseado”.

Desde el principio, antes de viajar a nuestra amada tierra atlante,


manifestado en esencia el “Uaxac Ahau” “Señor Eterno” nos
encomendó dejar grabada la historia y conocimientos de nuestro origen
y creación (Sagrados Misterios), para que no se perdieran, para que no
fueran borrados de nuestra memoria debido a los cambios de ciclo, de
tierra y de humanidad; que perduraran a pesar del paso de miles de
años. Su encomienda al entregar a nuestros “abuelos” y “abuelas” “u
mam”, nuestros ancestros, la “Tierra Prometida” “Kanaan”, fue ésta:

“…..erigirás grandes piedras y las revocarás con cal.

Inscribirás sobre ellas todas las palabras de esta Torá,


cuando cruces, para que puedas entrar en la Tierra
que te da El Eterno, tu Dios, una Tierra en la que fluye
la leche y la miel, tal como te dijo El Eterno,
El Dios de tus antepasados…..”

(Torá, Deuteronomio 27,2)

Con gran precisión cumplieron aquel mandato del “Uaxac Ahau” “Señor
Eterno”, los abuelos “u mam”, al dejar inscrito nuestro Sagrado
Conocimiento, “grabado en grandes piedras, recubiertas con una
mezcla de cal llamada estuco” en nuestra amada tierra llamada “Pakal”
“Paraíso” (Atlántida) una tierra de abundancia natural, gran diversidad
y belleza, tierra de la que fluía leche y miel.

Esas grandes piedras grabadas eran nuestros “Libros Sagrados” y lo son


aún pues gracias al cuidado y protección de los Guardianes Espirituales,
han sobrevivido al paso de miles de años y aún existen para cumplir su
destino de “ser memoria”, “historia verdadera” y dar luz a la
humanidad en época de oscuridad.
Libro Sagrado Maya Atlante, Biblia pétrea.

Bajo el Templo de las Inscripciones, en 1952, al cumplirse un ciclo


sagrado de 52 años, ciclo del “Fuego Nuevo”, marcando un reinicio de la
vida, un final de un ciclo y principio de otro, nos fue entregado de nuevo
el libro maya-atlante más sagrado que hemos tenido, llamado también
“Libro de la Cámara Oculta” el cual conforma y completa la “Biblia
original (Antiguo Testamento), la Toráh Pétrea”.

Nuestros abuelos recibieron esta encomienda directamente del Espíritu


manifestado de Hunab Ku “Dios Único”, Itzamná, antes de encarnar en
el mundo. ¿Cómo?.....por “Revelación”, por “Intuición”, esa voz que se
dejaba percibir a través de los “Sacerdotes” “Ah Kin”, a los cuales
llamábamos “Chilam Balam” lo cual quiere decir “Intérprete de lo
Oculto”. Ellos eran transmisores de la Voluntad Divina, eran la “boca de
Hunab Ku”:

“Ésta es la memoria de cómo vino Hunab Ku, Deidad Única,


Oxlahun Tiku, Trece Deidad, Deidad Inmensa
a decir su palabra a los ah Kines…..”
“…..el Chilam Balam se acostaba tendido,
sin moverse ni levantarse de donde se echaba, en su propia casa.
Pero no se veía el rostro ni la forma y tamaño de quien hablaba…..”.

(Libro del Chilam Balam)

Y en la comparativa vemos la identidad y el origen mismo de estos


escritos y sucesos.

“…..Las palabras de Bilam, hijo de Beor,


las palabras del hombre del ojo abierto.
Las palabras del que oye lo que dice Dios
y conoce el conocimiento del Supremo, del que ve la visión de Shadai,
estando caído y con los ojos descubiertos.”

(Torá, Números 24, 15)

“El Eterno os habló de en medio del fuego; oías el sonido de palabras,


más no veías una forma, solamente un sonido.”

(Torá, Deuteronomio 4, 12)


Chilam Balam (Bilam de la Toráh), Ah Kin sacerdote maya atlante.

La historia de la humanidad se inicia en el Génesis en el momento de la


creación dentro del conocido Paraíso. Pero ¿qué es lo que entendemos
por Paraíso?.

Si vamos de lo intangible a lo tangible comencemos por decir que el


Paraíso es el estado primigenio del ser, cuando el hombre recién
conformado como individualidad, chispa acabada de desprenderse de
su Creador gozaba de “un estado puro de Verdad, Amor y Armonía
plenos”. Existió entonces sólo en un nivel etéreo-espiritual.
El Paraíso está contenido en el mismo Dios o Principio Divino que lo
creó, el Paraíso es un estado integral espiritual, un nivel en el que se vive
en el Espíritu Divino. Más al hablar de este estado puro espiritual lo
correcto es nombrarlo “Edén”, para su mejor comprensión al
confrontarlo con el Génesis de esta época moderna.

La Torá, en Génesis 1, 26 dice:

“Y dijo Dios: “Hagamos al hombre a Nuestra Imagen, y a Nuestra


Semejanza.”
Árbol de la Vida, Templo Cruz Foliada. Palenque.

El Eterno al crear al hombre (según lo narrado en la Torá, Génesis 2,23)


lo llama “Ish”. En la actualidad este término es traducido como
“hombre” pero en realidad “Ish” proviene de la raíz maya atlante “Ich”
que significa “semejante”, “rostro” o “imagen”. De éstos proviene el
término griego “Isos” que significa “Igual”. Como el Eterno hizo al
hombre a Su “Imagen y Semejanza” por eso lo llamó “Ich”
“Semejante”.

El término “Ich” también significa “Gemelos” y por ello en el génesis


maya se dice que fueron unos gemelos (hombre-mujer) los primeros
seres creados por Hunab Ku “Dios Único”. Otro significado que
contiene la raíz maya “Ich” es “Fruto”, pues de modo preciso:

“Somos fruto del gran Árbol de la Vida, la Gran Ceiba, el Espíritu Divino
que sustenta nuestras vidas.”
Recuerdos En La Atlántida De Itzen Caan - 8ª Parte

La simbología Maya Atlante nos habla a través de los Sagrados


Misterios de cómo el hombre fue creado “sin forma física” en un
plano etéreo-espiritual, antes de ser proyectado al mundo de las
formas o mundo físico, y quedar así atrapado en la cíclica “Rueda de
las Encarnaciones”.
Sabíamos que en el origen, “la Gran Energía Creadora Padre-Madre no
tiene forma” pues es “El Espíritu” por excelencia, por ende el hombre
“Ich” al ser creado a “Su Imagen y Semejanza” tampoco la tenía.
Formado de “Esencia Energética Espiritual” a imagen de su Creador, el
nuevo ser “Ich” “Gemelo”, portaba en sí mismo la “Energía Dual” que
contiene el “Poder Creador”, siendo ésta “Energía Gemela” la
bipolaridad de la vida: masculino-femenina, positivo-negativa. Por ésto
supimos que en nuestro origen fuimos creados como “ser Andrógino”
conteniendo ambos principios (hombre-mujer) en uno mismo, lo que
nos hacía creadores a semejanza del Gran Padre-Madre Creador. Esto es
a lo que se refiere la mitología india cuando habla de los “gemelos” en
el principio de la creación, mas no eran gemelos físicos individuales, sino
energías gemelas bipolares contenidas, unidas en cada ser creado.
Vivíamos y vibrábamos entonces en un plano etéreo no físico y éramos
‘dioses’ en armonía plena con la creación.

Después esta bipolaridad o dualidad en el ser, fue “separada”,


“dividida” dejando con ello de ser andróginos; entonces aparece el
hombre y la mujer como individuos aparte, lo que nos hace “perder el
poder creador” y solo en base a la unión de ambos es como se funde
esta dualidad nuevamente, se unen las polaridades gemelas y se tiene el
poder para crear un nuevo ser. Fuimos entonces proyectados al plano
denso físico, la reestructuración molecular de nuestra energía, la
división en nuestro ADN, nos proyectó a la tercera dimensión en la cual
nos encontramos y en la que como una escuela debemos aprender,
recordar y reencontrar el camino de regreso a nuestro origen y a
nuestra propia Divinidad.

Por ello en el Génesis moderno se dice que “de la costilla del hombre
fue creada la mujer”, porque éste ser primigenio contenía en sí mismo
los dos principios de la energía (femenino-masculina) por lo que de él
mismo se ‘creó’, se sacó o separó su polaridad femenina.

Descifrando lo que escrito está acerca de nuestro origen, decodificando


la “simbología del Génesis” podremos comprender y confirmar lo
anterior. Comencemos por lo que en Torá, Génesis 2, 8 y 2, 10 dice:

“El Eterno Dios plantó un jardín en el Edén,

hacia el este, y allí colocó al hombre que había formado.”


“Del Edén surge un río que riega el jardín,

y de allí se divide y se transforma en cuatro cursos de agua.”

Observa con detenimiento y capta la verdad que entre líneas se


esconde. En primer lugar, mira que en ese escrito antiguo no se
menciona que el Edén haya sido creado, pues “el Edén ya existía antes
de la creación”, esto es clave para comprender que “el Edén es el
Espíritu mismo de Dios” pues “Él” era lo único existente entonces. El
Edén es por lo tanto ese nivel Divino, “el nivel del Espíritu Puro”, el
Todo:
Analiza lo siguiente: “el Eterno Dios plantó un jardín en el Edén”. Esto
significa que creó un espacio, un lugar especial en donde daría forma a
la creación, este lugar especial dentro del “Edén” (plano Espiritual) es
llamado acertadamente “Jardín” por que ahí depositaría o proyectaría
el Padre Eterno “su Pensamiento o Idea Divina”, “chispas de su
Espíritu” que como “semillas de vida” serían plantadas para que de ellas
florecieran todos los seres y mundos. Este espacio especial dentro del
Edén, este “jardín” es el “nivel Etéreo”, el primer seno materno…..el
Éter:

Nos dice también la Torá que “del Edén surge un río que riega el
jardín”, esto significa que este nivel etéreo “jardín” se encuentra
conectado con el Espíritu Puro del Creador “Edén”, por un “afluente de
energía” que lo alimenta, “que lo riega”, que lo sostiene, que lo anima;
aquí se manifiesta ya la dualidad, la bipolaridad equilibradora de toda
vida (positivo-negativa, masculino-femenina). Después, ya en el jardín
“se divide y se transforma en cuatro cursos de agua”, es decir que del
plano Etéreo se divide este afluente de energía en las “cuatro fuerzas
elementales” que dieron vida y forma a toda la creación, a toda la
naturaleza proyectada en el “nivel físico”: aparecen entonces el tiempo-
espacio, las cuatro direcciones del mundo (norte, sur, este, oeste) y el
tiempo lineal (pasado, presente y futuro), etc.:
Se comprende ahora, que la simbología de “afluente de agua, río o
curso de agua” hace referencia a “afluentes de energía etéreo-
espiritual”.

“El Este” mencionado en el relato del Génesis como la región donde el


Eterno Dios plantó un Jardín, es la “región simbólica del Renacer”,
región por donde surge el sol, la luz o el nuevo día…..la nueva vida.

En las Cámaras Santas nos enseñaron este Sagrado Misterio de la


“Trinidad” o “Manifestación Trina” del hombre y de todo lo que
podíamos ver a nuestro derredor. La Trinidad son esos tres niveles de
manifestación de la Energía Prima a través de los cuales fuimos creados
y por los cuales existimos como lo que somos actualmente en cuerpo,
materia densa física. Estos tres niveles no son lugares a parte, están
unidos, contenidos uno dentro del otro, son uno mismo pues son parte
del Gran Edén o Espíritu del Creador, están contenidos en Él; son solo
proyecciones de su propio pensamiento que se mantienen vivas,
latentes, alimentadas por esa Mente Cósmica que anima el Universo:
son los “tres niveles verticales del mundo” del génesis maya,
simbolizados por el “Tridente”.
Este gran conocimiento se encuentra grabado en nuestra “Biblia
Pétrea”, el “Libro Original”, la Lápida del Templo de las Inscripciones en
Nakan, lugar donde de una manera magistral fue inmortalizado el
recuerdo del Paraíso y la Creación.

‘Abriendo’ ese Libro Sagrado, es decir “decodificando” el diseño de la


Lápida podemos ver la representación de estos dos niveles o mundos
(etéreo y físico) creados por la Gran Mente Divina a partir del Edén (su
Espíritu, el primer y gran mundo, el Todo). Esos dos niveles o mundos se
encuentran fusionados en el diseño simple de la Lápida, conformada
básicamente en la dualidad, las dos polaridades de la energía en las
cuales se sostiene la vida y que son de igual modo: partes
complementarias un todo (Diseño completo de la Lápida, Toráh pétrea).

Por ello para decodificar lo grabado en la Lápida se debe ‘dividir’, se


deben separar las dos polaridades para comprender cada una a detalle
por haber sido realizado y codificado el diseño en base a la dualidad.

Al ser separadas estas polaridades en la Lápida o Biblia Pétrea, aparece


del “lado izquierdo” el mundo inmediato creado en el Edén, el “plano
Etéreo” (“Jardín” representado en el diseño anterior en el cual un
afluente de energía lo divide por la mitad). Este es así mismo la
“polaridad negativa” de la energía, el “lado femenino” de la vida y la
“parte nocturna”; es el “nivel mental”, etéreo-astral, es “la noche” y en
ella se aprecia al “Gran Espíritu” convertido en un “Ave Nocturna”
conocida como el “dios murciélago”. Apareciendo en armonía perfecta
con los demás elementos del diseño se ve también a “la luna”.

Parte “decodificada” de la Lápida del Templo de las Inscripciones.


Página de la Toráh o Biblia pétrea que nos muestra el Nivel Etéreo o
“Jardín”, Madre, lado femenino, parte izquierda, polaridad negativa de
la dualidad energética; la noche.

Separada la dualidad en la Lápida o Toráh pétrea, los elementos


predominantes que se observan en esta polaridad femenina son “Agua-
Tierra” oscilando entre los niveles etéreo y físico.

Es entonces éste el “nivel de la Fertilidad”, es el plano intermedio en el


cual el Espíritu concentra su poder creador para luego proyectarse la
gestación de la vida al nivel físico orgánico. Es por esto que la vida se
manifiesta de forma trina ya en el plano físico, pues necesita del nivel o
cuerpo etéreo (madre) que es el intermediario entre el físico y el
Espíritu (Padre) que lo sostiene y lo creó.

En contra parte, del “lado derecho” se abre la imagen de lo que


corresponde al nivel o “plano físico”, es también la “polaridad positiva”
de la energía y el “lado masculino” de la vida. Es “el día” en el cual se ve
“al Sol” y al “Gran Espíritu” convertido en un “Ave Solar” conocida en la
mitología como el “Ave Fénix” o “Ave Roja”.

A diferencia del diseño simple u original de la Lápida, primer nivel de


decodificación en el cual aparece esta ave de perfil, aquí el Ave Fénix
aparece de frente como si se girara la imagen puesta en un “obelisco”
(que es como está hecha la codificación). En esta imagen del nivel físico
aparecen los cuatro brazos o afluentes de energía mencionados como
ríos en el relato de la creación, que son las cuatro fuerzas elementales.
Parte “decodificada” de la Lápida del Templo de las Inscripciones (lado
derecho). Página de la Toráh o Biblia pétrea que nos muestra el Nivel
Físico, el hijo, lado masculino, polaridad positiva de la dualidad
energética; el día.

Separadas las polaridades, en esta parte masculina los elementos


predominantes son “Fuego-Viento”.

Son entonces estos dos niveles o cuerpos de manifestación unidos al


Espiritual o Divino, los “Tres Niveles Verticales del mundo”, la “Trinidad
del hombre” y de la vida en general simbolizados por el “Tridente” que
ahí mismo inscrito está:

Kukulkan, nuestro amado Rey, el Kinich Uaxac Ahau quedó


inmortalizado tomando (veladamente) con su mano derecha un
“Tridente”, lo cual lo señala como un “Ser Integral” con el dominio
pleno de su “Trilogía”, de sus tres cuerpos o niveles de manifestación;
esto es “el tener el control y el poder sobre la vida”, lo cual
representaba el símbolo del “Rey Tritón Atlante”.

Es precisamente de este conocimiento maya-atlante de donde proviene


la leyenda griega del “Rey Tritón”, pues dicho término “Tritón” se
deriva de las raíces “Tritos” y “Atos” que significan lo siguiente:

TRITOS = “Tres veces manifestado” ATOS (Atón) = “Semilla”

Este conocimiento sagrado inscrito está en la Toráh pétrea, Lápida del


Rey Tritón.
La vida puramente material vive un solo nivel de manifestación del ser,
lo cual es un desequilibrio que aleja al hombre de su poder divino.

Este grabado del “Tritón” en la Toráh pétrea quedó para representar


así mismo al “SUPRA HOMBRE”, el ser que reconociendo su verdadera
“Esencia Trina”, siendo CONSCIENTE DE SU TRILOGÍA VIVA Y VIBRE DE
MODO INTEGRO EN EL “EQUILIBRIO DE CUERPO, ALMA Y ESPIRITU”,
es decir “EN EQUILIBRIO FISICO, MENTAL Y ESPIRITUAL”.

Itzen Caan

Recuerdos En La Atlántida De Itzen Caan - 9ª Parte

La “Simbología Sagrada” debe tener una explicación profunda pero


lógica, teniendo como base el conocimiento de una inevitable
“Mecánica Natural de la Vida” regida bajo “Leyes Divinas Inamovibles”
compuestas por “Energía Pura Evolutiva de Amor y Equilibrio”.
En base a esto, se comprende la errónea explicación literal que se ha
dado a lo referente a la simbología de los “Sagrados Misterios”, un
ejemplo se puede ver en el Génesis Bíblico, en el creer de modo literal lo
referente a haber sido ‘corridos del Paraíso’ y peor aún, por ‘cometer un
pecado de desobediencia’. Ni ‘pecados’, ni ‘dogmas’, ni ‘injusticias’, ni
‘iras’ o ‘sentimientos humanos’ en la “Gran Mente Creadora de Nivel
Sumo Espiritual, Todo Sabiduría, Amor y Equilibrio” la cual proyectara
una extensión de Su Propia Divinidad (todo ser viviente) al plano etéreo-
físico como parte de un “Plan de Vida Divino Perfecto”.

Como Atlantes Iniciados se nos explicó que “La Proyección del Ser al
plano físico”, es en realidad como aquel niño pequeño que tiene que
dejar el regazo seguro de sus padres (Paraíso, Plano Etéreo-Espiritual),
para ingresar a la “escuela” (Plano Físico) llegado el momento en que
por su edad le corresponde: “iniciar su aprendizaje, su crecimiento
individual y madurez, experimentando una mayor libertad (libre
albedrío)”.

Analicemos dicha parte del Génesis moderno para seguir


comprendiendo los Sagrados Misterios Maya Atlantes:

“…..El Eterno Dios lo expulsó del Jardín del Edén,

para que trabajara el suelo del que fue tomado.

Y al expulsar al hombre, Él colocó al este del Jardín del Edén

los querubines y la llama de la espada giratoria

para custodiar el camino que conduce al Árbol de la Vida.”

Torá, Génesis 3, 23

“La llama de la espada giratoria” que custodia “el camino que conduce
al Árbol de la Vida”, es el “Ciclo Evolutivo”, la “Rueda de las
Encarnaciones” a través de la cual el hombre “trabajará” o “cultivará su
Alma”, la “energía cósmico-divina” de la cual fue creado, “el suelo del
que fue tomado”. Después de que cultive su alma, la pula y se
perfeccione podrá entonces volver a su Creador, es decir al “Árbol de la
Vida”, “al Gran Espíritu” que nos anima.

Ya en la “escuela” (Plano Físico) tendrá que atravesar por los diferentes


niveles académicos ascendentes (reencarnaciones) hasta que logre
llegar a graduarse y dejar por fin dicha institución (dejar el Plano Físico y
ascender al supra físico o nivel superior exento de materia densa
orgánica).

RUEDA DE LAS ENCARNACIONES. El “Plan Divino para la Creación”,


“Las Cinco Eras” o “Cinco Soles”. Imagen decodificada de la Lápida de
las Inscripciones (Página de la Torá pétrea).

Esta es la imagen de un plano que nos muestra el “Proyecto Divino para


la Vida en el Mundo Físico”. Este diseño decodificado de la Lápida de las
Inscripciones de Palenque (Torá Pétrea) nos muestra la “Rueda Maya
de las Encarnaciones” y nos habla de que la Energía Cósmico Divina se
proyectó a un nivel más denso, a un nivel etéreo-físico para dar forma a
la creación y que ahí evolucionara:

• En dicho plano se observa la vida trina proyectada ya en el nivel


físico, por ello se ven en él a las “Cuatro Grandes Fuerzas de la
Creación”, los “Cuatro Ríos”, los “Cuatro Constructores” en cada uno
de los brazos de la cruz en el centro, los cuales se muestran claramente
como cuatro escuadras: L

• La Cruz es la Energía Cósmico Espiritual que se proyecta en el plano


físico hacia los “Cuatro Rumbos”, los “Cuatro Puntos Cardinales”
(espacio). El Aro que rodea a las “Cuatro Fuerzas” conforma un gran
“Sol central” que junto a los “Rostros Solares” que se encuentran en las
cuatro esquinas representan a los “Cinco Soles” o las “Cinco Eras del
Mundo” (tiempo). En conjunto muestra así este plano la marca del
tiempo-espacio, la medida de la proyección en un nivel etéreo-físico.

• Se ven también, cuatro grupos de “círculos triples” en el interior del


aro y a los lados de la cruz, haciendo referencia a la aparición de las
“Cuatro Razas” humanas básicas (blanca, roja, amarilla y negra),
señalando al mismo tiempo la “composición trina” de estos seres que
se manifestaron a la tercera dimensión, es decir, que de forma íntegra
son “físico-álmico-espiritual”.

• Rodeando por completo a las cuatro razas humanas se ve un gran


aro con marcas salientes, éste señala el camino evolutivo que tendría
que seguir esa humanidad para poder volver a su Creador, representa la
“Rueda de las Encarnaciones”.

• También se ven otros cuatro grupos de círculos triples pero un poco


más grandes ya “fuera” de la “Rueda de las Encarnaciones”, señalando
que llegaría el momento en que la humanidad “evolucionaría” y se
proyectaría como un “Ser Cósmico”, que superando la densidad de su
materia vibraría como un “Ser Integro Espiritual” salvando así las
limitantes del tiempo-espacio, es decir, rompiendo con el ciclo de
reencarnación. Esto es lo que mencionan las más antiguas historias
indias como la “Era del Quinto Sol” en la cual la humanidad se
proyectaría al cosmos en Conciencia Plena Universal, en una soñada Era
de Paz y Fraternidad.
Con el paso del tiempo y la experiencia obtenida a través de las
reencarnaciones, el Alma encarnada llegaría a conocer las polaridades
de la vida (positivo-negativa, luz-oscuridad) para que llegado el
momento en su madurez físico-álmica “lograra vivir consciente y
voluntariamente en el Equilibrio”, lo que lo haría trascender el plano
físico rompiendo así con la cíclica “Rueda de las Encarnaciones”.

Mas aún cuando ya no le fuera necesario seguir tomando materia, el


aprendizaje continuaría en Niveles Superiores Etéreo Espirituales,
Niveles en “Maestría”, hasta llegar al instante en que se alcance un
Nivel de “Conciencia Superior” tan alto, que se fusione con la “Gran
Energía Creadora”, regresando así a la Fuente de Origen y se funda al
Todo.

El “Proyecto Divino” se llevó a cabo y la vida en el mundo físico


apareció. El hombre creció y se multiplicó olvidando con el paso del
tiempo su estancia en el maravilloso Paraíso Etéreo-Espiritual donde fue
creado. Sabiendo y previendo ésto, fue por lo que se dejó grabada en
piedra toda la historia de la creación para el recuerdo y despertar de la
humanidad en un momento preciso y programado desde el inicio.

“Y el Eterno Dios formó al hombre de polvo de la tierra

y le exhaló en sus fosas nasales el alma de vida;

y el hombre se transformó en un ser vivo.”

Torá, Génesis 2, 7
Hombre recién formado en postura de “renacer”. Torá pétrea.

Esta explicación de la Torá moderna se encuentra en la Torá pétrea


original (lápida de Palenque), en la cual vemos al hombre recién
formado “renaciendo” al mundo físico. Se le ve surgiendo al plano
denso y lleva en sus fosas nasales el símbolo del “Alma de vida”, el cual
le fue exhalado por el Kinich Uaxac Ahau, “el Eterno Dios”, la Gran
Energía Creadora.

Se sabe que este ser está naciendo, surgiendo al plano físico


(contrariamente a lo que dicen los arqueólogos o historiadores, de que
está ‘cayendo al inframundo’), por simple lógica al observar que su
“tocado y adornos están echados atrás y abajo” por la fuerza de fricción
y el empuje de una “Fuerza Mayor” que lo levanta o hace emerger.
Kinich Ahau con boca abierta exhalando el Hálito Divino o Alma.
Hombre recibiendo el Alma de Vida.

En estas dos imágenes que se encuentran juntas en el mismo nivel o


página de la Torá Pétrea, se identifica en ambas el símbolo del “Alma”
(Espíritu). En la primera se ve al Creador como el “Kinich Ahau” con su
boca abierta dando su “Soplo de Vida” o “Hálito Divino” (símbolo en su
frente el cual proyecta desde su Mente Creadora como un
pensamiento-idea); se muestra en su boca abierta el signo de “Kin”
“Sol”, lo cual es su Energía Ignea Espiritual expresada como “el Verbo”,
“Ollin” o “Movimiento” (símbolo del Espíritu manifestado para crear).
Esta imagen del Eterno Kinich Ahau se encuentra debajo del hombre en
el diseño, lo que hace comprender que es “El” quien está impulsando
hacia arriba (plano físico) al ser recién creado y que por ello se le ve
“ascendiendo” y en su postura de “renacer”.

En la segunda imagen se ve al ser (hombre-mujer) recibiendo en sus


“fosas nasales” éste “Soplo de Vida” o “Alma de Vida”, proyectado
desde la mente del Eterno Creador (Kinich Ahau), a través de su Hálito
Divino, tal como lo menciona el Génesis.

Los Misterios Sagrados Atlantes nos enseñaron que al hombre creado


en el principio como un ser Andrógino, le es posteriormente cambiada
su estructura molecular para separar sus polaridades energéticas
(masculino-femenina, “hombre y mujer”) las cuales le daban el “poder
creador”, es decir que lo hacían similar a Dios; por ello analicemos lo
siguiente:
“Así Dios creó al hombre a Su Imagen, en la Imagen de Dios lo creó;

hombre y mujer los creó”.

Torá, Génesis 1, 27.

Posteriormente en Torá Génesis 2, 21 se puede leer como de ser


“hombre y mujer en un solo ser creado”, éste es dormido y le es
separada su polaridad femenina:

El Eterno Dios causó un profundo estado de somnolencia en el


hombre,

Y éste se durmió; y El tomó uno de sus costados y cerró la carne en su


lugar.

El Eterno Dios, con el costado que había tomado del hombre,

Construyó una mujer y la llevó ante el hombre. Y el hombre dijo:

“Esta vez es hueso de mis huesos y carne de mi carne.

Ésta será llamada Ishá por que del Ish fue tomada”.

Para prueba de lo anterior, veremos que al tomar precisamente “ese


costado del Ish, hombre-mujer” en la Lápida de las Inscripciones, Torá
Pétrea Maya-Atlante, es decir tomando un lado de este grabado, se
separa su polaridad femenina y aparece entonces “la Ishá” “la mujer”
de modo individual y con su característica e inconfundible cualidad de
poder “engendrar”, “dar a Luz a un nuevo ser” pues se le ve en posición
de parto.
Mujer recostada en posición de parto.
Polaridad femenina separada, decodificada de la Lápida. Página de la Torá Petrea.

Esta mujer pariendo dará a luz ‘dos hijos’ simbólicos llamados “Caín” y
“Abel” como representaciones de las inclinaciones lógicas posibles del
ser creado a “lo positivo y a lo negativo”. En el diseño vemos “dos
símbolos del Espíritu”, a la izquierda (-) y a la derecha (+) de la mujer
pariendo y “dos semillas bioenergéticas” en sus manos, lo cual en unión
hará aparecer al mundo físico a esos dos seres, caracterización o
explicación de dichas inclinaciones naturales de la mente humana por su
esencia ‘dividida’ y ‘densificada’.
“El hombre conoció a su mujer Javá (Eva) y ella concibió y dio a luz a
Caín….

Y también dio a luz a su hermano Hevel (Abel).

Torá, Génesis 4, 1 y 2.

Como se puede ver, ese grabado de los Sagrados Misterios Atlantes,


que guarda en sí el Génesis, es una explicación y análisis preconcebido
de lo que se sabía sería y viviría el ser humano por las características de
su natura físico-mental, grabado miles de años atrás, dictado por
“Aquellos” mismos “Seres Cósmico-Espirituales” o “Ingenieros
Siderales” que lo crearon. Ellos sabían de las inclinaciones de los seres
por la conocida polaridad de la vida (positivo-negativa) pero como algo
“normal” o “natural”; mas el hombre erróneamente convirtió esas
polaridades natas en conceptos densos conocidos como: ‘malo’ y
‘bueno’………. ¡Grave error!, pues esto dividía aún más y de manera
tajante en nuestras mentes las polaridades que de hecho son gemelas,
hermanas nacidas una de la otra, convirtiéndose entonces en una
fijación difícil de cambiar, la cual nos mantiene en la densidad de la
tercera dimensión por nuestra insistencia en la separación y alejamiento
de dichas polaridades que son una misma y deben estar unidas.

Debemos comprender que si todo estaba previsto y predicho como algo


natural, entonces nada puede ser “malo” o “bueno”. La explicación a
esto, está contenida en el simbolismo del “Árbol de la Ciencia del Bien y
del Mal”.
LA VIDA TAN SOLO “ES”, sin calificativos o encajonamientos puramente
humanos. La vida tan solo “Existe”, “Vibra” o “Vive” naturalmente
como manifestación de la Energía Divina en un plano en donde se
bifurca el camino y la expresión se hace dual.

Se debe reconocer todo ésto y comprender que el “HOMBRE Y MUJER


SON VERDADERAMENTE UNO SOLO” y que “AMARSE Y RESPETARSE
DEBEN PUES SON DE MANERA REAL Y VIVIDA, MITAD
COMPLEMENTARIA E INDISPENSABLE UNO DEL OTRO”; lo cual no es
teoría romántica sino Verdad Pura, Realidad Bioenergética físico-álmico-
espiritual en el ser humano que EN SU UNIÓN INTEGRAL, PLENA
CONCIENTE, RETOMA SU DIVINIDAD Y PODER CREADOR.

Pero más aún, se debe reconocer que NO EXISTE LO ‘MALO’ Y LO


‘BUENO’ como conceptos tajantes y separatistas, condenables y
racistas por que son conceptos netamente humanos. Ampliemos
nuestra mente, pensemos con nuestra Conciencia como Seres Cósmicos
que somos y trascendamos el físico.

¡Respétate, reencuéntrate, únete..…y volverás a SER INMORTAL!.

Itzen Caan
Recuerdos En La Atlántida De Itzen Caan - 10ª Parte

Recuerdo que habiendo sido ya Iniciados en las cámaras ocultas del


Templo, desarrollamos potencialmente nuestras facultades: telepatía,
telequinesis, control y comunicación con los elementales, etc.; pero
para llegar a ello tuvimos primero que conocer a profundidad nuestra
propia mente en sus fuerzas y debilidades, para poder obtener su
control y con él, nuestro desarrollo pleno.

Aprendimos que como creadora de los conceptos del ‘bien’ y del ‘mal’,
la “MENTE HUMANA” es su fuente original y por lo tanto, ella misma es
el “ARBOL DEL CONOCIMIENTO DEL BIEN Y DEL MAL”, símbolo éste de
los Sagrados Misterios Maya Atlantes y del Génesis Bíblico como parte
clave en la proyección del ser humano al nivel físico:

“…De todo árbol del jardín podrás comer;

pero del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal,

no comerás; pues el día que de él comas,


ciertamente morirás.”

(Torah, Génesis 2, 16)

En su individualidad y por su libre albedrío el ser humano ‘separa’ su


mente de la Gran Mente Universal al ACTIVAR SU RAZÓN “EGO”, al
sentirse “AUTÓNOMO” Y “AUTOSUFICIENTE”, olvidando su conexión
vital, dependencia y simbiosis con todo y con el Todo.

Consecuente a esto, en ese instante se proyecta a otro nivel mas bajo,


‘muere’ simbólicamente por acción de su propia mente y razonamiento,
al pensarse autónomo e independiente de su Creador, es decir que se
manifiesta “en un nivel a parte” al vibrar más denso.

Dicho proceso se sucede por la conocida e inevitable “LEY DE


AFINIDAD”, en la cual es el propio Ser quien se coloca en un nivel
superior o inferior según sea su rata vibratoria, su nivel de
manifestación álmico-mental.

Alimentarse de sus propios razonamientos es lo que equivale a “comer


del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal”….. la propia razón y
mente “Ego”.
La mente del ser humano a través de sus complejos razonamientos va
creando distintas ideas, mismas que convierte en ‘realidades’ para él,
caminos que como encrucijadas son ramificaciones mil en su propio
sendero, tantas como las que tiene un grande y viejo árbol; por ello su
mente es llamada y simbolizada de manera acertada como el “Árbol de
la Ciencia del Bien y del Mal”.

Puede ser entonces herramienta engañosa la mente, que en sus


complejidades confunde y distorsiona la Verdad Única o Universal
llegando al momento en el que pierde de vista su base natural, original y
sencilla, a través de la cual podría y sabría fácilmente retornar a su
Fuente Divina, quedándose por el contrario perdido en las apariencias
de una errónea, confusa o nublada visión de la vida.

Analizando los pasajes del Génesis, comprendemos que fue entonces el


hombre mismo al “alimentarse del fruto del Árbol de la Ciencia del Bien
y del Mal”, es decir de su ego (al activar su razón independiente y
compleja, al “razonar en egocentrismo”) quien se apartó del Todo Nivel
Puro Espiritual y Divino proyectándose a un nivel más denso.

Ya en ese otro nivel, es en el cual el Génesis nos dice que el hombre y la


mujer “se dieron cuenta de que estaban desnudos”, esto quiere decir
que “ven o reconocen un cuerpo etéreo-físico”, el que antes no vieron
pues no lo tenían como tal por que vibraban en un nivel puro Espiritual
sin cuerpo material. Ese detalle confirma el cambio de nivel vibratorio,
el paso de un estado a otro.

Nadie los castigó, ni condenó, sino que todo fue y es una consecuencia
natural de sus cambios vibratorios, un efecto específico por una causa
bien definida. Todo funcionando bajo la regencia de las Leyes Divinas
Inamovibles e inevitables, naturales ya conocidas.

Ese paso de un nivel sutil etéreo Espiritual a un nivel más denso físico, es
representado en los Sagrados Misterios como “muerte”, mas se refiere
a que deja de manifestarse en Vida Eterna (nivel Puro Espiritual), al
proyectarse a un nivel etéreo-físico en cuerpo denso perecedero.

El ‘nacimiento’ y la ‘muerte’, son tan solo expresiones definitorias,


nombres específicos para el “cambio cíclico de la existencia”, la cual
como energía oscilante se mueve de una dimensión a otra, es decir de
un nivel vibratorio a otro en una constante y siguiendo un Patrón
Natural Divino.

“….Y la mujer percibió que el árbol era bueno como alimento,

y que era un deleite para los ojos,

y que el árbol era deseable como un medio para alcanzar la sabiduría,

y ella tomó de su fruto y comió;

y también le dio a su marido junto a ella y él comió.

Entonces los ojos de ambos se abrieron

y se dieron cuenta de que estaban desnudos;

y cosieron una hoja de higuera y se hicieron faldillas”.

Torah, Génesis 3, 4-7


Vemos también confirmado el cambio vibratorio, cuando el Génesis dice
“los ojos de ambos se abrieron” significa que “renacieron a un nivel
vibratorio distinto del cual estaban”, es decir que “fueron conscientes”,
que se dieron cuenta de que se proyectaron y reaparecieron a un
estado diferente, un nivel más denso. Esto provocado por su propia
mente.

En la Lápida Atlante o Biblia Pétrea, corroborando lo escrito en el pasaje


de la Torah, se puede ver al hombre-mujer precisamente vestido solo
con una “faldilla” y del lado izquierdo del diseño (hacia el oeste) “en
dirección hacia el anochecer” se ve el símbolo de le Presencia Divina, el
símbolo Dios-Paraíso, “el Eterno Dios” como lo describe en Génesis 3, 8:

“Oyeron la voz de El Eterno Dios

que andaba en el jardín en dirección

hacia el anochecer (oeste).”


Este símbolo sagrado (imagen izquierda) que se encuentra en la Torah
Atlante contiene al “Ollín”, “el Movimiento Sagrado” que dio origen a la
vida, es “el Verbo”, “Dios Manifestado” y por lo tanto es el símbolo
representativo de Dios y del Paraíso (Edén). Como confirmación del
mismo se puede ver este símbolo sagrado del otro lado del océano en la
escritura Sumeria (imagen derecha) con el mismo equivalente:
Dios-Paraíso o Dios-Cielo…… “El Eterno Dios”.

Descubriendo todos los simbolismos que conforman el “Arbol del


Conocimiento del Bien y del Mal” grabado en la Torah Atlante, veremos
en seguida la imagen de la misma y debajo de ella, dos imágenes
separadas, sacadas o decodificadas del mismo diseño. Estas dos
imágenes son una sola, son el mismo diseño pero girado 180°.

La primera imagen (izquierda) representa ‘el Bien’ y la segunda


(derecha) el ‘Mal’ y son la característica principal del “Árbol del
Conocimiento del Bien y del Mal”, pues es a través de ellas que se le
reconoce y se le puede identificar fácilmente con ese nombre.

Se puede ver también en el mismo grabado otros detalles claves e


importantes, como la “serpiente”, entre las ramas del simbólico árbol y
a la mujer-hombre “tomando” con su mano el “fruto prohibido”.

“ÁRBOL DEL CONOCIMIENTO DEL BIEN Y DEL MAL”


El “Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal” hace referencia a un
Plano Mental Etéreo-Físico. Muestra la proyección del Ser al nivel físico,
levantándose sobre la base de una bipolaridad.

Mas debemos ser conscientes de que en el origen esta bipolaridad no se


mostraba dual, era una sola, estaba fusionada, igual como vemos que
en el diseño original de la Lápida las imágenes del ‘bien’ y del ‘mal’ están
unidas conformando una sola imagen; pero observemos que cuando
esta esencia bipolar sube y atraviesa por la mente del ser humano es
entonces cuando se expresa dividida y se convierte en posible
inclinación de una balanza.
Por ello más arriba del hombre-mujer se pueden ver “dos serpientes”
(representativas del conocimiento y de las energías bipolares + -) sobre
el Árbol (mente) como partes ya de un conocimiento dual y de una
mentalidad divida.

La vida es una verdadera escuela y todo esto ha sido una gran


enseñanza, pues se nos ha permitido en esta tercera dimensión conocer
las polaridades separadas. ¿Para que?:

• Para saber que existen como base de la vida y ser concientes cómo
son cada una desde su extremo.

• Para darnos cuenta de que no existe la una sin la otra, pues son
partes complementarias de un Todo.

• Para reconocer que nada es un error y que todo tiene un por qué.

• Para comprender como funciona la vida a profundidad y respetarla


como tal.

• Y para ser concientes que el verdadero poder de la misma reside en


la Unión de su todo, no en la división.

• Llegando a la conclusión de que si en su origen se encontraban


fusionadas, así es como deben estar y así deben ser proyectadas por
nuestra “Razón y Mente”.

Adentrarnos en los Sagrados Misterios, observar los grabados Atlantes


y profundizar su enseñanza, nos ayuda a descubrir las claves de
nuestra Existencia y Ascensión.
Si nuestra propia “razón egocéntrica y separatista” (“alimentarnos del
fruto del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal”) nos hizo ‘morir’ al nivel
Elevado de Conciencia; de manera inversa, la anulación de ese
razonamiento individualista por EL RECONOCIMIENTO DE NUESTRA
UNIÓN PLENA Y DEPENDENCIA AL TODO Y A TODOS, NOS
PROYECTARÁ A UN NIVEL ELEVADO ESPIRITUAL, ARMONIOSO Y DE
VIDA ETERNA.

Activa tu Intuición y le abrirás la puerta a la Fuente de Sabiduría más


grande: LA CONCIENCIA UNIVERSAL….. “EL ÁRBOL DE LA VIDA
ETERNA”.

Itzen Caan

Recuerdos En La Atlántida De Itzen Caan - 11ª Parte


El “Señor del Código” “Hun Nal Yeh”.

Seres de vibración espiritual elevada proyectados desde otra dimensión,


fueron los encargados de sembrar en nuestro mundo un Gen Cósmico
de su propia especie avanzada, con el cual nos hicieron evolucionar con
características a semejanza de ellos mismos.

Los “Dioses Descendentes” como así fueron llamados, seres venidos de


las estrellas dirigidos por su gran líder Hun Nal Yeh “Uno Semilla de
Maíz” el “Señor del Código”, fueron los encargados de dar al ser
humano la forma y capacidades que hoy posee, y de codificar toda esta
información genética que nos dejaron en herencia.

En varios escritos y grabados que fueron celosamente resguardados y


que aún existen en diferentes lugares alrededor del mundo, se
encuentra toda esa información que en este fin de ciclo está siendo
develada para mostrar al mundo la verdad de su existencia.
Dios descendente. Tulum, Quintana Roo. México.

Al Señor del Código, Hun Nal Yeh “Uno Semilla de Maíz” se le llama con
este nombre maya-atlante que lo describe como el “portador de las
semillas de la creación”, pero igual se le conoció a través del tiempo y
de diferentes regiones con otros nombres, pues él es el mismo dios
“Viracocha” quien junto con los “Hijos del Sol” (dioses descendentes)
trajeron las semillas que nos conformaron, el alimento sagrado
conocido por eso como “el regalo de los dioses”.

Es el mismo Kukulkan, el Kinich Uaxac Ahau de “Pakal” la tierra


“Paraíso” la “Atlántida” y es por eso que aún se le ve en la lápida de su
tumba con “Una Semilla” en la mano.
Dios Descendente Kukulkan. Hun Nal Yeh “Uno Semilla de Maíz”.

Para comprender que lo que el Rey Kukulkan en esta imagen trae en su


mano es “una semilla”, “gen o chispa de la energía bipolar cósmica”,
basta con analizar la siguiente imagen en donde se muestra una cruz, la
cual representa la expansión de la energía desde el centro del cosmos
hacia los cuatro rumbos o puntos cardinales.

Dicha cruz lleva remarcada la dualidad y la bipolaridad de la energía con


la aparición de dos semillas o chispas ígneas a sus extremos. Esta a su
vez se encuentra dentro de la boca abierta de un “Jaguar” el cual es
símbolo que representa al “Cosmos”:

Detalle del Panel del Sol, Detalle de la


Lápida
del Templ
o
(parte baja del diseño) de las
Inscripciones.
Los seres humanos debemos saber discernir el que nuestra historia en
un pasado remoto abarcaba el mundo como una sola y con el tiempo se
fue alterando. Las catástrofes y guerras provocaron fuerte
distanciamiento. Las fronteras, separaciones físicas y mentales se
fueron intensificando, causando todo esto el perder la unicidad de
creencias a nivel global y el no poder darle seguimiento a la historia con
sus personajes principales a nivel humanidad con una verdadera
hilación; con el tiempo se formaron lagunas enormes en la historia y
éstas acrecentaron la separación y confusión.

Entonces toda globalidad desapareció y con ella, la comprensión de la


unicidad que en su principio llevó en su vida la humanidad y de todas las
experiencias compartidas; que aunque los textos antiguos de diversas y
distantes culturas hablan de esta globalidad en sus constantes y
coincidentes relatos, las mentes tan acostumbradas a la separación y
personalización, no lo aceptan como tal.

Representación de Kukulkan con las semillas de vida en cada una de sus


manos como
símbolos de la bipolaridad de la energía, tal como fue encontrado
dentro de su sarcófago, bajo el Templo de las Inscripciones.
Todo se volvió más regional, más personal, hasta llegar tontamente a
creer que cada “tribu”, cada “raza” fue creada por sus dioses
particulares en su propio y exclusivo Génesis, cuando la realidad es que
el ser humano sobre este planeta fue creado como uno solo a nivel
humanidad.

Es por esto que la historia maya-atlante nos cuenta cómo los seres
fueron creados con un origen común y de manera simultánea para las
“cuatro razas nativas” (roja, amarilla, negra y blanca) en las cuales se
utilizó el mismo gen cósmico, simbolizado por la semilla de maíz en su
diversidad de colores, tal como lo explican los Hopi en su Génesis.

Esto nos debe llevar a comprender que en los varios escritos de culturas
antiguas contemporáneas se encuentra referencia a los mismos sucesos
y a los mismos personajes, solo con la variedad de nombres por la
diferencia de lengua y también por utilizar diversos calificativos para
resaltar las distintas cualidades de un mismo ser.

Esto era lo que daba la variante a los tantos nombres de algún dios o
rey, aún cuando se referían al mismo personaje.
“Dios descendente” Hun Nal Yeh, el Kinich Uaxac Ahau Kukulkan en el
centro
del Disco o Glifo Solar con las semillas de vida en sus manos.

El “Señor del Código” portador de las semillas es clave en el destino de


la humanidad y por ello se encuentra grabado en el Glifo Solar o
Calendario, así como también en la Torá pétrea, lápida de la tumba de
Kukulkan en Palenque.

Este ser cósmico por estar en el centro del Disco Solar, además de
fungir como “Eje” de toda la historia de la humanidad, se encuentra
posicionado en lo que corresponde a la “Quinta Era” o “Quinto Sol” en
la cual nos encontramos y que corresponde al “final de un Gran Ciclo”,
que contrario a lo que mucha gente cree no marca esto el fin del mundo
sino el “gran cambio de nivel vibratorio”, la “gran transformación de la
vida”.

Dicho gran cambio se encuentra particularmente señalado en el glifo


solar por las dos serpientes que lo circundan y encierran cada una por
mitad, representando con ello dos grandes ciclos de alrededor de
26,000 años cada uno. Las serpientes como sabemos son símbolo de la
energía y de la reencarnación, pero es importante observar que estas
serpientes tienen “cabezas y patas de Camaleón”, lo cual es también
otra “clave” importante para comprender la realidad de este tema que
tanto confunde a la humanidad.
Camaleón con cuerno.

El Camaleón es el símbolo idóneo para representar la transformación


que sufrirá este mundo con todo lo que en él encierra y el adaptamiento
a esos grandes cambios que tienen que lograr los seres que en él se
quieran mantener y así poder sobrevivir.

Hace miles de años en nuestro tiempo atlante, fue creado el Disco o


Glifo Solar original hecho con un material especial de cristal de roca, lo
que le daba una apariencia hermosa pues dejaba traslucir la luz del sol.
De este Glifo Solar original se sacó una copia en piedra que fue
guardada por los Mexicas y Aztecas posteriormente, que es el que se
conoce en la actualidad; mas el original fue cuidadosamente escondido
en un lugar profundo en la ciudad poderosa de Teotihuacán.

El nombre de “Disco Solar” o “Glifo Solar” no solo se debe a que en él


se encuentra representado el sol o sus ciclos, sino por que el ser
cósmico que transmitió todo ese conocimiento inscrito ahí, es
precisamente llamado a nivel cósmico “SHOLAR” que traducido a
nuestra lengua antigua es “KINICH”; por esto él es el “Kinich Ahau”
nuestro “Señor y Rey Solar” y por lo mismo nuestro sistema planetario
se llama no por casualidad “Sistema Solar”.

Dentro de los Sagrados Misterios Atlantes aprendimos que cada


sistema planetario en el Universo tiene un líder de nivel espiritual muy
elevado, guía o tutor que cuida la evolución del mismo y es siempre el
nombre de estos tutores con el que se bautiza o se conoce a nivel
cósmico a cada uno de dichos sistemas. Como ejemplo podemos
mencionar que el Sistema de Lira tiene un guía espiritual conocido a
nivel cósmico como “Lira” precisamente y el Kan Mayor o Sistema de
Sirio tiene a su guía, nuestro gran padre “Sirio”.
El ser cósmico que se encuentra en el centro del glifo solar, al estar en
ese punto clave posicionado, está señalando que forma parte tanto del
“inicio” del ciclo de la humanidad como del “fin” del mismo.

Comprendamos esto mejor.

POR EL INICIO DE CICLO:

- Se le ve en posición descendente y con la boca abierta, esto quiere


decir que es un ser que vino del espacio y que nos transmitió el “halito
divino que nos dio vida”.

- En cada una de sus manos trae una semilla, las cuales representan la
bipolaridad de la vida. Son el gen que nos conformó.

- Él, por lo anterior es descrito como “el Portador de las Semillas”, el


“Creador de los Seres Humanos”, y por lo mismo se encuentran dos
rostros de dos seres humanos renaciendo (en la parte baja del diseño y
enfrente de él).

- También porta como orejeras dos discos solares, mismos que lleva el
“dios del maíz”, como se puede ver en la primer imagen de este escrito.

- Por todo lo anterior se comprende que ese dios en el centro del Glifo
Solar es el mismo “Hun Nal Yeh” “dios del maíz” dador de vida. El
mismo Kukulkan y Kinich Uaxac Ahau transmisor de todo nuestro
conocimiento.

Para los que saben leer los glifos mayas, es conocido que el nombre de
un rey o dios se encuentra grabado en su ajuar, es decir que en los
adornos que porta se describe su personalidad permitiendo ver quien
es; este grabado del disco solar no es la excepción, comprobemos
entonces a través de los adornos que porta, quien es él en realidad
según lo que nuestra gente atlante dejó inscrito en este glifo.

Como se puede ver, el ser en el glifo porta en su ajuar “8 discos


solares” que a manera de numeral maya nos dicen “UAXAC”, lo cual se
confirma pues no solo señala el “ocho” sino que también codificado se
encuentra en el mismo término pero al revés, “CAXAU” que quiere decir
“Dos Garras”, mismas que en lugar de manos humanas lleva y en las
cuales tiene las dos semillas.

Las garras en su simbología múltiple lo señalan como “ave”, “ser de


altos vuelos”, es decir “de alto nivel evolutivo y espiritual”, además de
que estas garras simulan la forma de la cabeza de una serpiente con las
fauces abiertas, lo que nos remite a energía y reencarnación.

También se le ve en “posición descendente” lo que unido a lo anterior


nos remite al código “KUKUL-KAN” como “AVE-SERPIENTE” o “AVE-
PRECIOSA” que “DESCIENDE AL MUNDO”. Su rostro es el de un
inconfundible “Gran Ahau” “Gran Señor y Rey”.

Por todo lo anterior se descubre, según lo inscrito en el Glifo Solar, que


ese ser centro y eje del mundo maya-atlante y de la humanidad, es el
“KINICH UAXAC AHAU KUKUL KAN”, creador de los hombres, mismo
“Dios del Maíz” “HUN NAL YEH”, el “Portador de las semillas”, “Dios
Descendente” “Portador del Gen Cósmico”.

Pirámide de Kukul-Kan “Ave-Serpiente” (Chichén Itza). Dios


descendente que baja al mundo en el
Equinoccio de Primavera como símbolo de “Vida”, “Renacer” o
“Resurrección” de la misma.

Nuestros Misterios Atlantes nos cuentan que este gran ser vino de un
sol lejano trayendo a nuestro mundo el gen que codificado guardaba un
“LENGUAJE COSMICO-ESPIRITUAL”, mismo que nos llevó a vibrar a
niveles más elevados haciéndonos despertar, comprender y razonar la
vida con “CONCIENCIA ESPIRITUAL”, permitiéndonos esto percibir el
todo de manera Universal más allá de la tercera, hasta la cuarta y quinta
dimensión.

Dejamos gracias a ello de ser una especie que formaba parte tan solo
del reino animal con todas las características de un mamífero más, pues
por y gracias a la implantación de este Gen Cósmico dimos un salto en la
evolución natural para pasar a un nivel superior que nos alejaba del
reino animal, quedando como intermediarios entre éste y el superior
Angelical.

Aún guardada y codificada se encuentra grabada esta información de


nuestro Génesis Atlante en una página pétrea de la sagrada Toráh. Esta
corresponde al Templo de la Cruz Foliada en Pakal (Palenque, Chiapas,
Mex.), la cual tiene grabada la “Cruz Foliada” o “el Árbol de la Vida”
precisamente y que describe la creación del ser humano hecho de maíz,
a partir de dicho árbol o planta sagrada.

Imagen girada, decodificada del Panel de la Cruz Foliada o Árbol de la


Vida.
Página de la Torá Petrea del Génesis Maya-Atlante.

En la imagen anterior ya decodificada (la cual gira mostrando sus


diferentes caras a manera de obelisco), se puede ver la escena no solo
del nacimiento del ser humano a través de una planta de maíz sino que
se observa claramente como fue manipulado y modificado
genéticamente por un ser venido del cosmos.

Acercando la imagen se puede ver con más detalle en la parte central al


árbol de la vida creciendo y de él, saliendo dos rostros de seres
humanos a manera de mazorcas de maíz. Lo más importante es
observar que por encima de ellos se ve que en lugar de estar la imagen
tradicional del “Ave Fénix” o “Ave Solar”, ésta ha girado para verse de
frente y mostrarnos su verdadero rostro.

Tiene el rostro de un Ser Cósmico, un Ser Solar de tipo humano


portando un casco, el cual viene “volando”, “descendiendo” y se posa
suspendido a cierta distancia del árbol desde donde “manipula” la
genética de los hombres por medio de un tipo de extensión en sus
brazos.

Implantación y Manipulación Genética.


Parte superior de la imagen decodificada del Panel de la Cruz Foliada o
Árbol de la Vida.
El dios descendente que se ve en ese diseño porta un casco, lo cual lo
señala como un “cosmonauta”, además lleva orejeras con discos
solares (igual que Hun Nal Yeh) que conforman el símbolo de “Ave”
“Hanab” o “Kukul”, y le cuelga alrededor del cuello el inseparable
símbolo del dios Kukul kan (Quetzalcoatl)…la “Caracola Marina”.

Es a este ser cósmico precisamente, a quien le rinden tributo los dos


ofrendadores que se encuentran a los lados; a él, al “Dios Descendente”
“Portador de las Semillas”, al “Señor del Código Hun Nal Yeh” el mismo
“Kukul Kan”.

Esta es su verdadera identidad, él es un ser real, un ser cósmico venido


del espacio exterior, el cual descendió a nuestro mundo en una época
muy antigua trayendo un gen de su misma especie avanzada, y que
sembró en nuestro mundo para crear al nuevo ser humano con una
modificación genética que lo hizo un ser superior, al serle implantada
una semilla con un “lenguaje genético cósmico-espiritual” que lo
individualizaría y lo diferenciaría de los seres de los demás reinos de la
naturaleza.

“…..Del lugar de las delicias, del Paraíso de Paxil y Cayalá

llegaron las canal o mazorcas amarillas

y las zaquihal o mazorcas blancas.

…..Los creadores decidieron que aquella era la comida

más apropiada para el hombre y de aquel alimento

hicieron su carne y asi mismo su sangre.”

Popol Vuh

Dicha implantación o modificación genética es el eslabón perdido que le


hizo a la especie humana dar un gran salto evolutivo, convirtiéndola en
seres con Conciencia Espiritual propia o individual, y no solo eso, sino
que éste Código Genético guardaba programado en su interior todas las
capacidades y poderes del Ser Divino que nos lo dio en herencia; por lo
tanto esas capacidades nos convierten en “seres cósmicos creadores en
potencia” a su imagen y semejanza.

Él, nos heredó su Gen Cósmico y codificó toda esa información en


nuestro ADN, “lenguaje original” programado para que al elevar
nuestro nivel vibratorio, en el despertar de nuestra conciencia, se
rompan los códigos genéticos liberando toda su información y nuestra
conformación se transforme una vez más, un paso más arriba para este
fin de ciclo, en donde los seres seamos por fin conscientes de nuestra
divinidad y origen cósmico, viviendo y vibrando así como verdaderos
“dioses creadores”, “seres espirituales de alto nivel y elevada ciencia
cósmica”. Seres que reconociendo un origen común se sepan
verdaderamente hermanos.

Él, es por todo eso el “Programador”, “El Señor del Código”, nuestro
Tutor, nuestro pasado y nuestro maravilloso futuro.

PARA EL FIN DE CICLO:

- Es el Avatar, nuestro maestro y guía, el cual prometió que volvería en


el final de ciclo en la Era del Quinto Sol para el “Gran Cambio” y por ello
se le ve posicionado en lo que corresponde al “Ollin” o “Movimiento”,
la Era de Acuario.

- Por estar posicionado en el “Ollin” o “Movimiento”, Él es el “Verbo”,


Tutor y Guía de la humanidad.

- Como Creador y Rey vendrá a retomar su reino en nuestro mundo


trayendo con ello la tan soñada Era de Paz.

- Su boca abierta con el símbolo de fuego, nos dice que traerá con él su
palabra ígnea, su verdad que purificará de toda mentira, ignorancia y
oscurantismo a esta humanidad.

Los atlantes sabemos que aún cuando posea mil nombres, él es el


mismo de todo tiempo, el único centro y eje de nuestra vida.
“Abre tus ojos y ve, lo que otros no han podido ver.”

Itzen Caan Recuerdos En LaAtlántida De Itzen Caan - 12ª Parte


La Línea de la Rosa y las Jornadas Mesiánicas.

Cuentan los Escritos Sagrados maya-atlantes que por NUEVE


OCACIONES BAJÓ A NUESTRO MUNDO UN SER ESTELAR llamado
“KINICH AHAU” “SEÑOR SOLAR”. Este conocimiento es clave para el
despertar de la humanidad y por lo mismo, se le encuentra
continuado y confirmado en Egipto, dentro de la cosmogonía del
Templo de Heliópolis en donde existe coincidentemente la llamada
“ENÉADA”, que simboliza la UNIÓN DE NUEVE DIOSES, teniendo todos
la misma esencia de “RA” “EL DIOS SOLAR”.

En prolongación de esa misma verdad se encuentra en el Hinduismo la


historia de “VISNU” “EL CREADOR”, del que igualmente se sabe que
ENCARNÓ EN ESTE MUNDO POR NUEVE OCASIONES en cada una de las
cuales se le da el título de “AVATAR”; lo mismo se afirma de Jesuá el
Cristo, y tanto en la historia de Kukulkan, en la de Jesuá, como en la de
Visnú, escrito está que SU DÉCIMA VENIDA MARCARÍA EL FIN DE LA
OSCURIDAD TERRESTRE.

Esta unificación de identidades e historias no es nueva, pues


reconocidas son ya las coincidencias entre esos Iluminados, Avatares o
Líderes Espirituales los más sobresalientes de toda la historia alrededor
del mundo. Diversos investigadores reconocen coincidencias notables
por ejemplo, en su nacimiento y modo de haber sido engendrados, en
su mismo nivel Espiritual o Divino y en los símbolos constantes en su
derredor como lo son la “Estrella”, la “Serpiente” y el “Ave”, así como
también en la base original de su Filosofía.

Todos los Escritos Sagrados le describen como un Ser de alto


nivel evolutivo que creó y ayudó a los seres humanos a crecer, a saber
y a existir con un PODER DE PERCEPCIÓN ESPIRITUAL ÚNIFICADO. Un
líder sabio, amoroso y bondadoso el cual les ayudó a desarrollar y
potencializar sus capacidades mentales y físicas, con lo que lograrían
consecuentemente y con el paso del tiempo “elevar la vibración integral
de su Ser mas allá de la Cuarta, hasta la Quinta Dimensión”; lo cual
ahora comenzamos a vivir como una realidad latente!.

Y a pesar de todos los intentos de la oscuridad por ocultar y destruir


esta Verdad Esencial e imprescindible para el despertar y la evolución
del ser humano, por doquier alrededor de este mundo y en diferentes
tiempos, ella vuelve a renacer, resurge y florece donde menos se le
espera porque es imperecedera e indestructible como la misma Esencia
Divino Solar a quien representa y que le anima; y por que además
pertenece por Ley Divina y es parte fundamental de la evolución de los
seres y el planeta mismo.

Así encontramos en escritos modernos por ejemplo, que en su legado


literario la escritora y canalizadora argentina Josefa Rosalía Luque
Álvarez, también nos habla de este mismo y único guía de la humanidad;
ella en su percepción acertada visualizó a un SER CÓSMICO DE ALTO
NIVEL ENCARNANDO POR NUEVE VECES en diferentes tiempos y
lugares, en los cuales le reconoció como: Juno, Numú, Anfión, Antulio,
Abel, Krishna, Moisés, Bhuda y Jesuá el Cristo.

Debe por todo esto la humanidad ahora, en el despertar a esta Nueva


Era o paso a la Quinta Dimensión, de recordar y reconocer a este único
Tutor Cósmico de la humanidad y su Herencia Divina, para así recordar y
reconocer su propia verdad humana y Esencia Espiritual unificada. Se le
puede llamar: Juno o Huno, también Ra, Mu, Numú o Khnum; Tritón,
Anfión, Kukulkan o Viracocha. También se le puede llamar Osiris,
Antulio, Krishna, Bhuda, Moisés, Isa o Jhasuá. Todos esos son tan solo
distintos nombres pero su Esencia Solar y Alma es única, la misma.

Para los seres humanos que saben que “todo es causal” y no ‘casual’ en
el Universo, será ya clara esa unicidad y misma identidad espiritual en
todos estos Mesías, lo que da como resultado el reconocer a un único
Tutor de la humanidad terrestre, para todos, el mismo. Claro está que
este Ser no vino solo, sino conformando parte de una Hermandad
Cósmica de Luz que coopera con Él y le dan seguimiento al mismo
proyecto.

“Divide y vencerás” es la táctica de la oscuridad, pero también es una


verdad que alimenta y da poder al hombre que la comprende a
profundidad y la sabe revertir: LA NUEVA ERA LLEVA EL RITMO Y
MARCA LA PAUTA HACIA LA UNICIDAD INTEGRAL DE LA HUMANIDAD
Y EL RECONOCIMIENTO DE SU ESENCIA CÓSMICO SOLAR. Para lograr el
salto cuántico armónico debemos vibrar y vivir a ese su ritmo,
reconociendo y viviendo esta unidad humana en verdad desde nuestra
mente y corazón, descubriendo la misma esencia y origen en todos y
cada uno de los credos, historias y razas.

Teniendo claro esto en nuestra mente podremos seguir avanzando,


podremos ir más adelante y seguir comprobando y asimilando la verdad
de este Tutor Único y su Plan Cósmico Divino.
Símbolo Solar de “Dios manifestado” en el plano físico (Gen
Solar). Unión de las fuerzas polares formando juntas el “Ollín” (una X)
“el Verbo”, remarcando con un círculo el centro: “la Quinta Esencia” “el
Espíritu Divino”.

Un Gen de Energía Solar Espiritual propia, fue el regalo de este “Ser


Portador de la Quinta Esencia”; mas para realizar dicha labor titánica,
trazada previa en un PLAN CÓSMICO bien definido conocido como la
“LÍNEA DE LA ROSA”, tuvo que bajar a nuestro mundo integrándose a
él, densificando su materia solar, es decir, encarnando o renaciendo a la
tercera dimensión por nueve ocasiones memorables, mismas que
fueron representadas grabadas en los muros dentro de uno de sus
templos y en derredor de su Lápida bajo el Templo de las Inscripciones
en Palenque.

Escrito está, que para cumplir con dicho Plan Cósmico siguió entonces el
mismo proceso natural de procreación y nacimiento humano, pero sin
perder sus capacidades y potencial Espiritual Solar, lo que lo distinguió
siempre del común humano haciéndolo brillar tanto en su personalidad
como en cada uno de sus actos, llevándolo a vivir como un Maestro, un
Iluminado, un Mesías, un Avatar, un Guía y Líder Espiritual en todas y
cada una de sus encarnaciones.

Sacerdotes maya-atlantes lo dejaron inscrito a través de la historia de


“Nueve Señores, Reyes o Dioses” a los cuales en la actualidad y dentro
de la arqueología se les conoce como los “NUEVE SEÑORES DE LA
NOCHE”. Cuentan que estos nueve dioses eran en realidad uno solo, el
mismo, pues se trataba tan solo de representar y narrar que por nueve
ocasiones en diferentes tiempos y lugares vino un mismo Ser de Luz de
alto nivel evolutivo a nuestro mundo.
Prueba de ello es la secuencia y misma esencia que guardan los reyes o
dioses mayas conocidos como GI, GII y GIII, que son en realidad la
representación de las tres primeras y mas antiguas encarnaciones o
vidas físicas de este Ser Solar en Lemuria y Atlántida. A este Ser se le
descubre representado en todas las culturas del mundo identificándolo
por su característica Solar: los rayos solares, el aura, las plumas de ave
preciosa, el león, el disco solar o el dragón (serpiente cósmica).
Símbolos todos representativos de su Esencia Solar y elevado linaje.

Nueve “Señores de la noche” estaban grabados en derredor de la


lápida de Kukulkan en Palenque, Chiapas, cuando fue descubierta la
tumba y posteriormente los arrancaron del muro y desaparecieron.

En la propia “Torá” maya atlante o “libro pétreo original” (Lápida de


Pakal o Kukulkan) se describe paso a paso el Plan de Herencia Divina
conocido también como “Línea de la Rosa”. En él se ve, al decodificar la
imagen, la manera en que se realizó la transmisión del Gen Solar
Espiritual el cual se encuentra representado en dicho diseño por el
símbolo de “Dios manifestado”, mismo que está compuesto por el
símbolo del “Ollín” o “el Verbo” y las fuerzas creadoras femenina y
masculina, símbolos que en su poderosa unión dan por resultado la
creación de un nuevo Ser con el poder de la Esencia Espiritual Solar.

De modo impresionante y perfectamente planeado, se muestra en esa


parte del diseño al decodificar el grabado original, a dos “Dragones” los
cuales corresponden a los “órganos reproductivos masculino y
femenino”. Posicionados uno frente al otro se observa (al ir abriendo la
imagen), como sale del dragón masculino (hombre) un esperma doble
el cual se dirige en línea recta hacia el dragón femenino (mujer), para
penetrar en él y fecundar el óvulo en el cual se proyectará la chispa
divina de vida (Alma) que dará origen a la formación de un ser humano
con el nuevo don genético Solar y su poder de Conciencia Espiritual.

Veremos enseguida una sintetizada secuencia de esas imágenes


decodificadas, en las que se aprecia a los dos dragones y al ir siguiendo
con detenimiento dicha progresión de imágenes se podrá ver todo
el proceso de fecundación, procreación y nacimiento del nuevo ser. En
este diseño que forma parte del génesis maya atlante, esta fecundación
en particular se da con un par de espermas (esperma doble) que dan
por resultado el nacimiento de unos gemelos, tal como lo narran los
textos indios antiguos.

Aclaro que ninguna de las imágenes de los grabados maya atlantes que
traduzco ha sido alterada, sino solamente decodificada por un proceso
de desdoblamiento de imágenes (las cuales aparecen como puestas en
un obelisco que se gira), siguiendo la base de la dualidad indicada por el
mismo patrón original del diseño.

“Proyecto Divino de transmisión Genética Solar llamado Línea de la


Rosa”
“Dragones”, órganos reproductivos femenino (arriba y de frente) y
masculino (abajo y de cabeza).
Parte decodificada del diseño de la Lápida de Kukulkan “Biblia pétrea”
(Templo de las Inscripciones).
Imagen de dragón masculino. Comparativo con aparato reproductor
masculino.

En esta primera imagen se ven los dos Dragones, femenino (arriba) y


masculino (abajo) uno de frente al otro y unidos por dos lazos
energéticos (Amor), correspondiendo esto al momento del acto sexual
humano de fecundación, de unión para la procreación. Es al mismo
tiempo la manifestación de la energía cósmica dual, la bipolaridad de la
vida, las fuerzas opuestas de la naturaleza que se unen en su ‘lucha
eterna’, en su ‘danza infinita’ y van creando, van dando forma a la
existencia.

En este nivel de decodificación como vemos, el Dragón a mas de


simbolizar los órganos reproductivos masculino y femenino, es una
expresión de “la Manifestación de la Energía Cósmico Solar Divina, la
cual se proyecta desde un plano etéreo-espiritual para luego reaparecer
en el plano denso físico-biológico” para manifestarse a través del
humano; por esto mismo es que la semilla embrionaria en el óvulo,
como se verá enseguida, esta representada con el símbolo Solar de
“Dios manifestado”.

Obsérvese que él lleva corona pues es un Rey, y ahora enseguida ella


porta ya la Flor de Liz (símbolo de linaje real) pues es ya su reina. En su
unión amorosa y correspondiendo a la propia naturaleza humana, la
siguiente imagen muestra que ha comenzado ya el acto de fecundación
y se ve el interior de cada dragón (órganos sexuales). En el dragón
masculino se observa que ha empezado a salir el líquido seminal que irá
a través de la vagina, a fecundar el óvulo.

El “Dragón” es como las demás figuras en la Lápida, un símbolo de


múltiples significados. Espiritualmente es símbolo de “Estirpe Cósmico
Solar” y físicamente de la “fertilidad”, es decir de la “Energía Cósmica
Divina y Sexual” (kundalini) en la cual reside el poder creador que da
vida al ser humano. Como tal se le encuentra codificado en la Lápida,
formando parte del “PLAN DIVINO GENÉTICO SOLAR”; ahí mismo se
ven además los lazos del ADN que en otro nivel de decodificación
(explicado anteriormente en Recuerdos de Atlántida parte #9)
conforman la “Rueda de las Encarnaciones”.

El óvulo ha madurado y se encuentra ya preparado para recibir al


esperma.

En la imagen a continuación, se ve en el dragón masculino cómo del


semen ha sobresalido un esperma doble y fecundado el óvulo. En el
clímax del acto sexual, aparece un símbolo con la forma de un
pequeño “escarabajo” dentro del dragón femenino; éste escarabajo
representa el “Alma” del ser que se está engendrando en ese
instante, descendiendo del plano etéreo-espiritual hacia el nivel físico
para tomar cuerpo, es decir que se está integrando para encarnar en
este plano denso con una bien definida misión a cumplir en pro de su
evolución y de la vida en general.

En el dragón femenino, el óvulo ya fecundado y con el Alma integrada


en él, se transforma en el símbolo de “Dios manifestado”. Maravilloso!.
Una chispa (Alma) de Dios Único “Hunab Ku” que se ha proyectado al
plano etéreo físico por la fusión poderosa de la esencia bioenergética
de dos seres humanos en el óvulo, que a partir de entonces será su
hogar, su templo sagrado, con el cual podrá manifestarse en el plano
físico para crecer, aprender y madurar en una aventura de vida física.

Debemos con esto comprender a profundidad la magnitud verdadera


de ese proceso de fecundación, de ese acto sexual el cual no sólo tiene
repercusión física-biológica como comúnmente se percibe, sino que
paralelamente de forma simultánea trasciende hasta niveles etéreo-
espirituales logrando conexión efectiva directa con Altos Planos
Divinos. Esto confirmado, explicado e inscrito en esa piedra sagrada por
sabios sacerdotes de la antigüedad, como una Verdad que debía
perpetuarse.

En seguida se verá en la continuación de la secuencia de la misma


imagen en evolución, que esa semilla fecundada por el esperma dual, se
separa, se divide comenzando el proceso de formación corpórea para
un par de seres a los cuales llamamos “Gemelos”; por ello, la imagen
siguiente muestra de modo individual dos chispas o semillas divinas, es
decir, dos “almas” que animan cada embrión de dichos gemelos, dos
símbolos de “Dios manifestado”.

Un detalle importante es, que se muestra sobre estas semillas gemelas


el numeral “tres” indicando la “manifestación trina” de las mismas, es
decir, que estos seres están conformados ya de forma íntegra como
seres físicos, álmicos y espirituales, proyectados simultáneamente en
tres niveles distintos.

Después de ver y analizar éstas imágenes es que se comprende mejor lo


que es a profundidad el acto sexual y el por qué en la antigüedad se le
consideró como algo “sagrado” y por ende en la actualidad se le debe
reconocer como tal, pero sin caer en la exageración; debemos verle
como algo natural pero con sumo respeto, mas no como algo
pecaminoso y degenerativo como así lo han desvirtuado y
ensombrecido las fuerzas o poderes oscuros. Se debe Ser Consciente de
que el acto sexual es en realidad un movimiento y manifestación de una
energía poderosa de alto nivel solar cósmico espiritual.
Momento del nacimiento de los gemelos, el parto.
En otra parte de la decodificación del diseño (otra página del Libro
original o Torá pétrea),
se ve a la mujer en posición de parto.

Terminado el proceso de desarrollo y madurez de ambos seres en el


tiempo natural de nueve meses de gestación, se manifiesta en el centro
de la misma imagen del diseño de la Lápida (imagen anterior), un
símbolo con la forma del útero y se ven saliendo de éste, las cabezas y
manos de ambos gemelos naciendo en un proceso natural, tal como
sucede con los humanos en los que el bebé en el parto sale
naturalmente con la cabeza primero.

Magistral verdaderamente y precisa la manera en que fue realizada la


secuencia en el diseño y codificación del grabado de la Lápida de
Kukulkan o Kinich Ahau “Señor Solar”; y cómo no habría de serlo si él
mismo se encargó de dirigir esa obra maestra pues él es “el Señor del
Código”.

Nada en ese diseño se colocó al azahar, ni nada aparece por casualidad.


Ahora esto debe reflejar en nuestras mentes la magnitud de tal elevado
conocimiento que en nuestra ciudad sagrada Nakan (Palenque) se
recibió y resguardó, y que aún se conserva en lo profundo del Templo
de las Inscripciones al igual que en otros de sus templos, (siendo cada
uno de ellos “una página” del “Libro Original, Biblia Pétrea” mismo que
en su conjunto todos esos grabados y templos conforman), para
transmitirse en la actualidad al mundo entero.

Ese proceso de propagación del gen cósmico de manera natural sexual,


lo inicia Él, el “Kinich Ahau” “Señor y Rey Solar” con su propia semilla, al
unirse con una mujer terrena cuando se encarna por primera vez y vive
como humano en nuestro mundo una vida ordinaria pero dándole su
brillo personal. Ahí comienza a transmitir su gen solar de manera directa
y a mas de modo indirecto, también se propaga a través de su
descendencia, la cual se multiplica gracias a sus varias venidas y
encarnaciones en diferentes épocas y puntos del planeta en el
transcurrir de miles de años, naciendo cada vez entre civilizaciones de
distintas culturas alrededor del globo.
La Rosa y la Cruz, símbolos de la unión de la energía Crístico Solar
proyectada al plano físico. Unión de la energía femenina (Rosa o
Rosellón) y la energía masculina (Cruz) perpetuando juntos un linaje real
simbolizado por el Lirio o Flor de Liz con la ayuda de la Fuerza de
Adhesión más poderosa….el Amor (corazón).
(Capilla Rosslyn).

Así, de manera oculta su Verdad, Sabiduría y Poder Espiritual Solar se


propagó en la Tierra hacia toda la humanidad a través de la transmisión
y procreación genética, codificados en el ADN de su semilla. ¿Quién lo
imaginaría?. De igual modo secreto era esa verdad difundida y
perpetuada alrededor del mundo en grabados, escritos, dibujos, etc.

Equivocadamente, creyendo que destruía y detenía esa transmisión de


la Verdad y Poder Espiritual, la oscuridad destruía los Libros Sagrados,
los Templos y Escuelas Iniciáticas, acallaba a los que hablaban de ello y
ocultaba la verdad o la distorsionaba enseñando mentiras; pero nunca
se imaginó que la Luz y Sabiduría Divina era mucho más poderosa y que
en realidad llevaba a cabo con gran éxito un plan secreto, el cual hoy se
conoce como “línea de la Rosa”.

Esa Verdad Única que le mostraba al hombre cual era su origen, su linaje
espiritual y le aclaraba tantas dudas, y que contenía en sí el Poder Divino
heredado al humano, se difundía no verbalmente ni de manera
escrita………… sino genética!.

La imagen anterior del “Rosellón” de la Capilla Rosslyn, como puede


verse en su simbología, explica todo lo anterior: la “Cruz” como símbolo
cósmico masculino Crístico Solar unido a la “Rosa” símbolo terreno
femenino, acompañados por ocho Flores de Liz, símbolo de “Linaje
Real” que junto a la gran flor (Rosellón) dan en total las NUEVE FLORES
o FLORECIMIENTOS lo que equivale a “NUEVE RENACERES” del Cristo;
todo lo anterior circundado y confirmado por un Aro dentado símbolo
de la “Rueda de las Encarnaciones”.

A su descendencia, fruto de la transmisión genética Crística se le


nombra simbólicamente “los Hijos del Sol”, es decir los “hijos del Señor
Solar”, “Seres con su misma genética cósmica solar”.
Kukulkan Rey maya atlante portando “penacho de Ave de Paraíso”
símbolo solar del Avatar o Mesías.
Tercera encarnación del Kinich Ahau “Señor Solar”. Lleva en su mano
derecha un lirio o “flor de Liz” símbolo de su linaje real. En la mano
izquierda trae una serpiente, símbolo de rencarnación.

Es entonces todo este proceso de propagación del Gen Kristico Solar en


la humanidad alrededor de todo el planeta Tierra a través del transcurrir
de alrededor de 25,000 años, lo que se conoce como la “LINEA DE LA
ROSA”.

Contrario a lo que creen algunos investigadores, esta línea hereditaria


de linaje Krístico Solar, no se inicia con Jashuá y Maria de Mágdalo sino
con y desde la primera vez que este Ser Espiritual encarna en la Tierra y
tiene descendencia en tiempo antediluviano, la cual continúa
ocultamente alrededor del mundo a través de sus posteriores
encarnaciones (Avatares), en diferentes tiempos y lugares.

Esto no solo lo explican y confirman los símbolos antiguos y esotéricos


manejados en los Sagrados Misterios de diferentes culturas y épocas,
en leyendas y en los grabados y construcciones de la masonería; sino
que de la misma manera oculta simbólica, es explicado y transmitido en
la actualidad subliminalmente por un objeto sagrado propagado por un
“Ser Cósmico Espiritual Femenino” que se “aparece” o “proyecta” a los
humanos y les insiste en traer consigo, ‘orar’ o ‘meditar’ con dicho
objeto: el “ROSARIO”, símbolo por excelencia de la “LINEA DE LA
ROSA”.
ROSARIO = ROSA + ARIO

ROSA = SÍMBOLO DE LO FEMENINO, EL CALIZ, EL GRIAL.

ARIO = SÍMBOLO MASCULINO. Palabra sánscrita y avéstica “ARYA”


que

significa NOBLE, LINAJE REAL ANTIGUO.

ROSARIO = Conjunto de eslabones (humanidad) en “línea”, divididos en


cinco partes (cinco tiempos, Eras o Soles), unidas todas por un “hilo”
(línea de sangre) que tiene como principio y fin la “CRUZ” (símbolo
antiguo y universal de la manifestación de la Energía Cósmica Divina en
el plano físico y de un Ser de alto nivel Espiritual, el Kristo Kósmico
llamado Solar, Tutor único, el mismo para toda la humanidad).
Nombrado Rosario por ser la “Rosa” el símbolo femenino base oculto
que lo conforma (Cáliz o Grial) y que contiene la sangre o semilla de su
contraparte masculina Crística (“Ario”, Noble). La Rosa sostiene,
propaga y perpetúa la línea de eslabones (Linaje) en la Tierra.
RosArio “Línea de la Rosa”.

Itzen Caan

Recuerdos En La Atlántida De Itzen Caan - 13ª Parte

DECODIFICANDO LA SIMBOLOGÍA DEL OCULTISMO

Desde tiempo inmemorial el ser humano ha perpetuado de manera


secreta o codificada la Historia de su Origen Cósmico, el Conocimiento
de su Esencia-Linaje Solar y su Poder Creador. Esto limita la Luz a unos
cuantos otorgándoles solo a ellos, el poder de la visión completa de la
vida y el conocimiento pleno de sus propias capacidades y alcances, lo
que significa el dominio y control sobre el resto de los humanos
adormecidos.

Decodificar entonces la Simbología Sagrada Antigua y del Ocultismo es


el “Principio de Liberación” y de “Iluminación”, desentrañando los
misterios o dogmas sobre el origen del ser humano y conociendo su
verdadera Esencia, su Identidad real propia y la de su Creador.

Romper los sellos es llenar vacíos históricos e iluminar por completo el


sendero recorrido y por recorrer, amplificando la perspectiva de la
visión y comprensión humana dándole acceso a su pasado en el
presente, pudiendo con ello visualizar y comprender su futuro.

Esto lo convierte en un ser integral y le hace vibrar fuera del tiempo y


espacio lineal, conectándolo a su Ser Real y al Cosmos de manera
Consciente, lo cual hará desaparecer la oscuridad, el ocultismo y el
control. Al encender la Luz se van los miedos y se rompen las cadenas
de la oscuridad quedando tan solo la Libertad.

El conocimiento de la Verdad sobre la Genética Original Humana y


Herencia Cósmica-Solar, es básico para el principio de Iluminación y
Libertad. Esto ha sido de conocimiento de todos los ocultistas de la
antigüedad: lémures, atlantes, mayas, árabes, hindúes, egipcios, etc., y
es por lo cual le han dado siempre tanta importancia a la energía sexual
o kundalini y a la ‘perpetuidad’ o ‘pureza’ de la raza o linaje.

Por ello vemos por ejemplo, en los símbolos básicos Masones la


escuadra y el compás unidos, los cuales representan la Fuerza efectiva
del Poder Creador por la Unión y Fusión de las Energías Polares
Masculino y Femenina (Espíritu-Alma), (nivel Divino y Etéreo); esto se ve
confirmado por el signo “G” (ge) que en el medio de ambos representa
la “Semilla”, el “Gen” o “Huevo” que se proyecta al mundo como
resultado de esa unión y fusión de ambas energías duales con la
manifestación del poder creador.

Este simbolismo abarca los tres planos de manifestación: físico, álmico y


espiritual, igualmente comprendidos como superfluo, medio y profundo
teniendo en cada cual una explicación variada. Por resumir lo aquí
expuesto hablaremos únicamente de su nivel profundo de manera
generalizada.

En ese nivel, esta simbología oculta el misterio del origen del humano
tal cual es en su manifestación actual sapiente. En ese nivel los símbolos
especifican la unión de una “Energía Divino-Solar Masculina” que
otorgó un gen cósmico a una “Energía Terreno Femenina”.

Habla de Seres de Luz, Seres Creadores en unión con mujeres terrenas.


El compás que traza el círculo representa al nivel espiritual y la escuadra
que traza al cuadrado representa el plano etéreo-físico. La G central
representa la semilla ya Gea la Tierra. Esto señala ambas fuerza polares
(espiritual y etérea unidas como padre–madre creadores que proyectan
la semilla en el plano físico.

Esto así mismo es de lo que hablan los escritos antiguos acerca de la


unión de los dioses con las mujeres de la tierra para procrear seres
humanos con capacidades superiores. Evoca la unión de dioses
mitológicos o Ángeles con mujeres terrenas y que a través de esa unión
le fue transmitido a la raza humana el Gen Divino Cósmico-Solar de
lenguaje Espiritual.

El compás con su abertura hacia abajo, representa a la energía espiritual


masculina, pero además lleva en su parte superior ya sea una flor de
ocho pétalos o un disco solar, símbolos ambos de la Divinidad y de
Espíritus Solares. Todo ello en conjunto señala que no es una energía
masculina cualquiera sino de Esencia Divino Solar, de Evolución Superior
Extraterrena: una “Energía Masculina Divino Espiritual”.

La escuadra en sus dos líneas (vertical-horizontal) en ángulo de 90°


conforma el cuadrado que enmarca al “tiempo-espacio” y delimita al
plano etéreo-físico; en su posición girada con su abertura hacia arriba
representa la polaridad femenina, todo lo cual en conjunto señala: una
“Energía Femenina Física-Terrestre”.

Este símbolo Masón en conjunto habla entonces de esa unión sexual


poderosa entre Seres Cósmico Espirituales (Dioses o Ángeles) y su
herencia solar superior en Seres Terrenos, como una realidad palpable.
Es la historia real simplificada y codificada del origen del ser humano
actual. Es el reconocimiento de la Divinidad y poder en la propia esencia
humana, un recordatorio de lo que somos en verdad: Hijos de dioses,
Seres con Esencia Cósmico Solar y por lo mismo………… “Dioses
Creadores”.
“Eres lo que piensas y estás donde tus pensamientos van”.

Tener la Luz de este conocimiento ancestral, ser iniciados en esta


Verdad antigua y original coloca las mentes de los seres en esos
profundos y elevados niveles vibratorios, conectándolas al Cosmos y a
la misma mente Creadora que otorgó tal herencia genética solar.

Es entonces cuando el ser humano primitivo muere y renace como un


Iluminado, es ahí donde reside el verdadero poder y donde los iniciados
activan sus capacidades suprafísicas y expanden la percepción de su
mente o visión del tercer ojo.

“La Verdad es Luz que expande la Conciencia y da Poder y Libertad


naturales.”

Esa es nuestra realidad genética de origen extraterrestre, pero el olvido


e intereses egoístas externos, ataron y bloquearon nuestra Conciencia y
sus capacidades suprahumanas; Verdad que se ha mantenido oculta,
perpetuada en secreto de manera codificada bajo el símbolo del “Santo
Grial”.

Por mantener el poder y control de las masas, este conocimiento se


convirtió en un tema prohibido y hablar de ello encendía la alarma de
aquellos que por decreto propio se adjudicaron el poder y dominio
humanos, ejecutando de inmediato acciones prepotentes de castigo
para quienes hablaran de cualquier cosa que tuviera que ver con este
tema de: “LOS DIOSES DESCENDENTES, SU UNION CON MUJERES
TERRENAS Y SU HERENCIA GENÉTICA CÓSMICO SOLAR”.

Todo intento por estudiar la Ciencia Sagrada, Sabiduría Antigua,


Metafísica, la Esencia del Ser humano y aún de la Naturaleza (Alquimia),
era prohibido; para ello inventaron conceptos como “satanismo”,
“profano”, “condena” y “cacería de brujas”, juzgando como tal a todo
lo que tuviera que ver con el estudio y descubrimiento de la Verdad
original y esencial o el Despertar y la Apertura de Conciencia.

Mas por encima de todo, se procuró alejar a la mujer de lo que tuviera


que ver con el conocimiento profundo y que conllevara al despertar y
desarrollo de su poder natural o álmico libre….su “sexto sentido”; ya
que él la llevaría directo a la Verdad y el descubrir que su esencia
femenina representaba directamente al “Grial” como una verdad
ancestral histórica y no mítica.

Se descubriría así mismo que la sangre Krística depositada en el


simbólico Grial, era la Real Unión Genética de ese Gran Ser Solar al cual
llamaron el Kristo con una mujer terrena, a través de la cual Él
transmitió su Gen Solar de Lenguaje Superior Espiritual por unión sexual
terrena natural, para la elevación de la especie humana.

Muchas veces bajó y encarnó en el mundo, formó un hogar tomando


pareja, depositando su semilla en la Tierra (por el acto sexual), la cual se
dispersaba por el mundo a través de toda su descendencia, en cada
venida en cada Era, renaciendo en diferentes partes de la Tierra (Juno,
Numú, Kukulkan, Moisés, Buda, Krishna, Jesuá, Visnú, etc.).

Este Ser Solar Maestro y Mesías de la humanidad, es símbolo que


representa y encabeza a los “Dioses Descendentes”, “Seres Cósmicos
Espirituales” que conformando una “Hermandad Galáctica” conocida
como “Hermandad Blanca” (de 12 razas distintas) se unieron para la
creación de la raza humana, vigilando desde entonces hasta hoy su
evolución.

Los que tomaron entonces el control humano y su opresión, optaron


por denigrar al acto sexual y a la mujer, ya que descubrir y hablar de
esta “Herencia Divina Cósmico-Solar” y descubrir nuestra Verdad
Esencial y original implicaba o abarcaba el acto sexual; pues tal cual
había sido la unión de Seres Cósmico-Espirituales de alto nivel con las
mujeres de este mundo, con la consecuente transmisión del “Gen Solar
Divino” y la herencia de la “Sangre Real Cósmica Espiritual”: conocido
proceso como la “Línea de la Rosa”.

Fue entonces cuando apareció el simbolismo de la “prostituta”,


mezclado con la historia de la “Magdalena”, lo cual condenaba
directamente a toda mujer que se acercara a la sabiduría antigua y
conocimiento Kristico y por ende, al descubrimiento de su Herencia
Cósmica Solar y verdad del origen humano; todo lo cual conllevaría a la
pérdida del poder concéntrico religioso por la libertad que otorga el
conocimiento de la “Verdad Única”, la cual ‘desliga’ y pone al
descubierto la “gran mentira histórica”.

Cerraron desesperadamente todo camino a la Verdad, no solo


satanizando todo lo que tuviera que ver con ese tema sino que en las
prácticas religiosas le cortaban al ser humano su derecho a saber, por
medio de la invención de los “dogmas” con lo cual le decían…….“no
preguntes, solo debes creer en todo lo que te digamos (aunque te
suene a incongruencia o mentira)”.

Y para concretar bien este bloqueo, se añadió la “condena del Alma” a


todo aquel que hablara, creyera o practicara algo distinto y tratara de
indagar o profundizar y ver mas claro.

Levantaron así un muro enorme que alejaba de la Verdad, construido de


“dogmas”, “pecados”, “demonios” y “miedos”, que hundieron a la
humanidad en general en una oscuridad y ceguera profundas,
sometiéndola y haciéndola necesitar de la religión como a un “bastón
indispensable” para poder andar y vivir la vida, tal como un “invidente”
lo necesita: crearon así la “dependencia”, una forma de “esclavitud
disimulada”.

La imagen a continuación, es a mí parecer uno de los símbolos más


fuertes o profundos del ocultismo, que al decodificarla pone en
evidencia lo dicho y a la energía oscura que se movió desde el inicio,
detrás de ese plan ególatra y denso. El moverse entre las sombras, su
ocultamiento les dio fuerza. Descubrirlos, ponerlos en evidencia,
exponerlos a la Luz les hace perder toda su fuerza.
“Cuando la Luz llega se va la oscuridad”.

Su simbolismo es mucho más antiguo de lo que se cree pues en su


origen perteneció a magos negros Lemures de la llamada “sierpe roja”;
líderes religiosos que impusieron su ley por medio de la fuerza y el
miedo, ya que estos controlaban a grupos de gente primitiva y salvaje
que en su momento en Mu y en Atlántida, fueron piratas asesinos y
caníbales que hacían e impusieron los sacrificios humanos.
Este simbolismo asociado con el “Baphomet” por el cual torturaron y
asesinaron a los Caballeros Templarios, no es otra cosa que la narración
simbólica de este mismo tema de la genética cósmica original humana
“Línea de la Rosa” y el proceso de ocultamiento y posterior denigración
femenina.

El significado del término “Baphomet” proviene de dos raíces griegas


que se traducen como “Bautismo de Sabiduría”, queriendo decir que
esta simbología narraba la verdad oculta del humano y que al conocerla
era bautizado con ella, es decir que se convertía en un “Renacido” o
“Iniciado”.
Se debe aclarar que no hay símbolos oscuros ni de luz, sino que todos
los mismos símbolos antiguos han sido de conocimiento de ambos y
utilizados por ambos: seres de luz y oscuridad; es tan solo “la
intención” (mala o buena) que se “le aplica” al símbolo, lo que lo hace
funcionar o vibrar en nivel alto-sutil o bajo-denso, en luz u oscuridad
(como parte y contra parte de un mismo signo).

Debemos aprender a distinguir la oscuridad y la Luz, comprendiendo el


hecho de la existencia de ambas polaridades en el mundo desde el
origen. Mas una polaridad, la de Luz, se comprende que siempre actúa
en favor de la humanidad y su evolución, por lo cual esa misma energía
será la que proyecte en un símbolo; y la otra polaridad de oscuridad, se
entiende que busca solo la opresión y esclavitud humana, reflejando
esto en un mismo símbolo moviéndolo en sentido contrario.

Pero como ambas energías polares (Seres de Luz y oscuridad) han


estado presentes desde el origen de nuestra creación e intervenido en
la historia humana, su existencia se entrelaza y por ello se les confunde.

Por un lado se encuentra la evidencia de Seres de Luz transmitiendo su


Gen Espiritual como un salto evolutivo y que continúan ayudando como
verdaderos tutores a la humanidad; pero por otro lado hay evidencia de
seres oscuros también transmitiendo su semilla para perpetuar su
especie, pero con el dominio y esclavitud humanos de por medio,
continuando aun el bloqueo de la evolución, el despertar y liberación
humanos.

Por ello utilizaremos dos conceptos distintos con los que definiremos la
personalidad de cada polaridad o grupo de seres que han tenido que
ver con la genética humana, para distinguirlos y no confundirnos al
hacer referencia a cada uno, ya que su intervención se entrelaza o cruza
en la historia. A los Seres de Luz, Seres Cósmicos Solares que cuidan la
evolución de la humanidad, les llamaremos los “Dioses Descendentes” y
a los seres oscuros que han esclavizado a la humanidad y ocultado la
verdad serán llamados los “Ángeles Caídos”.

Esta imagen del ocultismo representa en su diseño general a los


“ángeles caídos” o esencia de seres oscuros. El distintivo principal del
diseño es la gran cabeza de “macho cabrío”, la cual es símbolo del
“poder por el acto sexual”, pero no en el sentido espiritual o de luz y
herencia Divina, sino solo de reproducción machista (semental) y
egocentrista con la satisfacción de los sentidos pero sobre todo….por
el usar y tomar de la energía femenina su vitalidad y poder creador.

Esto lo indica la figura al apuntar con su mano derecha en alto (lado


polaridad masculino-físico material) a la luna, la cual simboliza a la
energía femenina terrena (la mujer), haciendo al mismo tiempo una
“seña ocultista” que indica “superioridad viril”.
El símbolo central en torno al cual gira la imagen y todo el grupo de
símbolos, es decir, el signo de poder en todo el diseño es “el falo” con
“dos serpientes en él enroscadas” (energía kundalini y lazos de ADN).
Esto hace referencia a la unión de las energías polares en el acto sexual,
la activación de la energía sexual o kundalini en el macho y la
implantación de la genética de su especie y su poder viril en el mundo;
por ello se ve al falo alzándose alfrente y sobresaliendo, por encima de
un medio círculo que representa al mundo.

Todo ello dominado o controlado por la imposición de la energía del


macho, el cual se ve coronado como el rey, el líder y el ‘iluminado’
(Iluminati) por la antorcha en su cabeza, con la consecuente imposición
de la energía masculina en todo el mundo y la discriminación de la
energía femenina; movidos por el deseo de obtener el poder individual
y crecimiento egoísta personal, con lo que causaron el desequilibrio que
aún impera en la Tierra.
Mas no debemos confundir este símbolo central del “falo” con el
“caduceo”…. pues es su opuesto. Ya que el caduceo tiene “alas” lo cual
crea el equilibrio “ave-serpiente” de Kukulkan o Quetzalcoatl, lo “físico
y Espiritual unidos”, elevando la unión y fusión de la dualidad a niveles
altos Espirituales; señalando el equilibrio de las energías polares, lo cual
conlleva al equilibrio y armonía del ser integral y del mundo. Por ello se
le usa como simbolismo en el campo de la medicina y la salud.

Este en cambio no tiene alas por que no tiene la luz y elevación del
Espíritu, ni la manifestación de la dualidad en equilibrio sino solo la
inclinación a la energía polar masculina.

La luna es el símbolo cósmico femenino por excelencia y en la


imagen se puede ver que con su mano izquierda en bajo (la cual
simboliza el lado-polaridad femenino espiritual), la señala marcando
con sus dedos (seña ocultista), al mismo tiempo el signo del “acto o
unión sexual”; es ya una luna eclipsada, oscurecida, rebajada y
denigrada a nivel más bajo del macho. Es también un acto sexual
bajo-denso.

Esto indica que la utiliza tan solo como objeto para el acto sexual, por
la transmisión de su semilla y el alimento de la energía vital y poder
creador que hay en la activación de la kundalini y en la esencia
femenina, la cual usa (absorbe) con plena intención.
Con su mano derecha levantada con el dedo índice y el pulgar en alto
juntos (seña ocultista), decreta su “liderazgo viril”; por ello en
muchos símbolos antiguos se representan imágenes con esa actitud y
además se puede rastrear a través de la historia el culto al “falo”, de
lo cual los obeliscos son el símbolo mas sobresaliente.

No por nada en Roma se puso un obelisco en el centro de un círculo


en medio de la plaza sobre el símbolo de “dios manifestado” (disco
con ocho rayos) y todos los líderes del Vaticano son únicamente
hombres incluyendo al Papa, además de la evocación a “Pedro”
como símbolo-figura única energética masculina. Con todo ello
dieron tristemente al Vaticano, a su energía, su religión y toda
actividad y simbología un giro o inclinación energética “machista” y
una advocación a los dioses del “macho” y del “desequilibrio”, los
‘dioses’ oscuros o “ángeles caídos”.

Mas con esa actitud egocéntrica “machista” al instalar el obelisco en su


plaza de San Pedro, se señalaba además simbólicamente al Vaticano
como el “onfalos” o “axis mundis”, el “centro del mundo” y su
liderazgo viril oculto. De hecho el término “Roma” es de polaridad
esencia masculina física-densa, símbolo contrario del concepto “amoR”,
energía de esencia femenina Espiritual.
Recordemos que hubo un momento culminante en la historia, en el cual
no por casualidad se eliminó a todas las “diosas” o “madres femeninas”
y “pitonisas”, que en la prehistoria, historia antigua y mitología se
menciona y evidencia que participaron de manera activa e importante
en la enseñanza, guía de la vida y defensa de los valores. Eran dirigentes
a la par de los hombres, ya fuera en el campo religioso o político,
logrando por ello entonces que la humanidad viviera una Era de Luz o
Era Dorada en la cual convivían en armonía e igualdad ambas fuerzas
polares (masculina y femenina).

A todo lo anterior debemos agregar el simbolismo antiguo del Génesis


Bíblico alterado por ciertos miembros del sacerdocio, en el cual
distorsionaron la verdad original haciendo ver que “la mujer”, por haber
“escuchado a la serpiente” y “comer del fruto del árbol del bien y del
mal”, causó la ira Divina por su desobediencia y pecado, siendo por ello
corridos del paraíso y condenados al sufrimiento toda la humanidad
futura. Dándole con ello un giro simbólico y mensaje oculto de
desprecio y culpabilidad contra la mujer.

Su molestia y rechazo por ella y todo lo que implica, es debido a que los
oscuros no tienen la Luz del Espíritu ni su vibración amorosa,
características éstas principales de la polaridad femenina.

El simbolismo bíblico original indica que la ira provino del “sacerdocio


antiguo” y de “seres oscuros” (divinidad oscura) y no de la Energía
Divina Universal, a los cualesles molestó la “percepción extrasensorial”
e “intuición de la mujer” (“poder escuchar a la serpiente”) y su
consecuente “acceso al conocimiento y sabiduría” (“comer de la
manzana”, el “fruto prohibido”), “tomada directo de la Fuente Esencia
Divina” (“Árbol”).

Por esta característica natural femenina fue por lo que en la antigüedad


se les llamó “Pitonisas” (del término pitón, gran serpiente = “Gran
Sabiduría”), a las que se dedicaban a cultivar ese don intuitivo y
mantener esa “conexión mental-espiritual y acceso natural a la
Sabiduría Original Divina”.

Por ello, el hecho simbólico de que fue la mujer (y no el hombre), la que


“escuchó” y comprendió el lenguaje de la “serpiente” del “Árbol de la
Ciencia del Bien y del Mal”. Esto es, el que solamente la mujer tenía esa
“sensibilidad y percepción nata” que la conectaba al plano etéreo-
espiritual donde reside el verdadero conocimiento, ya que tal serpiente
no es otra cosa que la representación de la “Sapiencia” o “Sabiduría”
natural y fidedigna, tomada como fruto directo (manzana) del “Gran
Árbol” (la Ceiba de los Mayas), la Energía Divina que anima todo el
Universo.
La mujer (Eva) con su don nato de “Intuición” y “sensibilidad” (Pitonisa)
obtenía del Éter (Esencia Divina), la sabiduría (manzana) que luego
transmitía y compartía con el hombre (Adán), el cual la aplicaba con su
“inteligencia” y “gran fuerza” en el mundo; creando así de manera
conjunta las maravillas que dieron vida a grandes civilizaciones en Eras
Doradas antiguas.

Fue entonces en el tergiversar el conocimiento sagrado e historia


antigua, en el mentir de manera intencional que anularon la polaridad
femenina que equilibra la vida dual de nuestro mundo, bloqueando
poco a poco la sensibilidad, percepción sutil (sexto sentido) y energía
amorosa y materna, característica de esta energía complementaria;
pero no solo en la mujer sino que también bloquearon y anularon
automáticamente la parte interna esencial femenina, energía indivi-dual
complementaria (lado sutil y sensible) del propio hombre.

Así se fueron adormeciendo las capacidades suprafísicas de la


humanidad en general, su sensibilidad y su Espiritualidad natural, su
acceso directo a la Sabiduría y su unión mental al Cosmos, su conexión
con la naturaleza propia y de su entorno, desapareciendo
consecuentemente el Amor por la madre Tierra cayendo en el
desequilibrio y caos planetario.

Desde entonces hasta nuestros días la energía masculina ha


predominado, dominando por lo mismo a nivel humanidad “el
raciocinio” (contrario a la Intuición) característico de la polaridad
masculina, su inclinación material y sexual, y la imposición de la fuerza
física como actitudes predominantes; todo lo cual creó desequilibrio
energético y el alejamiento de la Conciencia Espiritual.
Esa ha sido y es nuestra realidad, tanto actual como del pasado pues
caemos en los mismos errores cíclicamente. Prueba de ello es la imagen
impresionante del “Macho Cabrío” que aún se encuentra codificada en
un panel maya atlante, inscrita como evidencia y aviso para la
posteridad, del gran error humano y causa oscura que provocó la
decadencia de la civilización Lemur y después Atlante, con la
consecuente desaparición de su tierra y el gran imperio.

¿Cerraremos nuestro ciclo igual que la civilización Atlante?. Seremos


limpiados y equilibrados por la vida de la misma manera catastrófica en
que se dio en esa época?.....de nosotros depende!.
La ayuda de los Tutores Creadores mismos “Dioses Descendentes” la
tenemos, nunca nos han dejado solos, pues aunque se mantienen al
margen respetando nuestro libre albedrío y proceso evolutivo, “Ellos”
grabaron y codificaron la historia ancestral original humana, “Verdad
Única”, para que fuera conocida en nuestro tiempo y ayudarnos a
despertar, reaccionar y cambiar el rumbo para evitar repetir el mismo
error y final del pasado.

Ellos, “Dioses Descendentes” son los que nos están ayudando a


decodificar y develar todo ese conocimiento ancestral, Sabiduría y Luz
para la humanidad. Ellos están rompiendo los sellos dándonos acceso a
la Verdad y la Iluminación, con lo que nos ayudan a obtener la libertad y
claridad mental, la apertura de Conciencia que nos lleve a actuar
correctamente y lograr de nuevo el equilibrio y la elevación
consecuente de nuestro nivel vibratorio, lo cual nos da la entrada y paso
libre a la nueva Era de Acuario y nos coloca en la Quinta dimensión.

Toda la oscuridad que nos cubría desde antaño se está acabando ya,
está siendo diluida con la Luz de la Verdad. La entrada de Acuario con su
energía predominantemente femenina sutilizará al mundo y su
humanidad ayudando al equilibrio.

Esta energía cómica sutil femenina llega en esta nueva Era, no para
imponerse sino para equilibrar y complementar la dualidad masculina
imperante, despertando la Espiritualidad integral humana, el respeto, su
amor y conexión con la naturaleza y el desarrollo de sus capacidades
suprafísicas.

Conocemos ya nuestra Esencia y composición Genética Cósmica Solar y


por ende, la grandeza que nos anima y que nos conecta de forma
directa y poderosa a esa Esencia Creadora Divina que nos heredó su
poder creador y Espiritualidad a través de Su propia semilla y sangre
real.
Es la “Línea de la Rosa” la que contiene la historia del “Gen Solar”
depositado en el “Santo Grial” desde tiempo inmemorial, de manera
cíclica a través de todas y cada una de las veces en que los “Dioses
Descendentes” bajaron y encarnaron físicamente en el mundo. Estos
fueron los mismos Avatares de la historia sagrada diversa, que época
tras época retornaban para ayudar en la evolución y ascensión humana.

“Proceso Divino” que debemos reconocer y agradecer, venerando


nuestra propia existencia en un respeto mutuo y convivencia armónica
complementaria, que permita la expresión libre de ambas energías
polares, y así:
“Unidos Ser la expresión perfecta de la Creación”.

Itzen Caan

Recuerdos En La Atlántida De Itzen Caan - 14ª Parte


EAENKI - TRITÓN - JESUCRISTO

Este es el sello de identidad personal del “Señor del Código”, “el


Creador”, “El Rey de los Mares” o “Señor del Agua”, Portador de las
Semillas de la Creación y Tutor único de la humanidad; que por provenir
de un mundo predominantemente acuático dentro del Sistema Estelar
de Sirio, fue reconocido a través de la historia y hasta el día de hoy con
el símbolo del “Pez”.

Mas por su esencia acuática al descender a la Tierra, es decir, al


encarnar en este mundo físico, ya como humano pasaba a ser
energéticamente el “Anfibio” un Ser de esencia mitad cósmica acuática
Siriana (Pez) y mitad Terrena (humano); por ello se le representó como
el “Tritón”, un ser con dominio tanto para vivir en un mundo de agua
(Sirio) como en tierra (planeta Tierra).

Es por esto mismo que aparece a través de la historia la mención


repetitiva de un ser mitológico simbólicamente zoomorfo con
capacidades superiores o suprahumanas, pero reconocido a la vez como
un líder humano real, un verdadero rey histórico ejemplar que vivió y
sobrellevó vidas comunes como cualquier otro ser humano.

En la zona arqueológica de Teotihuacán encontramos un buen ejemplo


de ello, resaltado de manera especial en el llamado Templo de
Quetzalcóatl la “Serpiente Emplumada”, en el cual se rinde culto a un
Rey histórico real encarnado por tercera ocasión (hasta ese entonces),
pero paralelamente se enfatiza su esencia predominantemente acuática
y capacidades suprahumanas que lo colocan o clasifican en el nivel de
un dios…. “Divinidad del Mar” o “Dios del Agua”, señalado con el
símbolo del dios Tlaloc.

La escritora y vidente Josefa R. Luque Álvarez se refirió a este mismo


Rey Atlante (Orígenes de la Civilización Adámica, Arpas Eternas,
Cumbres y Llanuras, etc.) con el nombre de “Anfión”, término que
proviene de la raíz “Anphi” (ambos) y del término “Ofión” (Gran Ofidio
Marino), los cuales unidos hacen referencia a un “Gran Ser de Esencia
Acuática, un Espíritu poderoso con la capacidad de vivir tanto en agua
como en tierra”, tal como un anfibio; símbolos precisos todos ellos del
mismo Rey Quetzalcoatl-Kukulkan.

Esta vidente argentina lo describe enfáticamente como un Espíritu de


Luz de alto nivel evolutivo proveniente del Sistema Estelar de Sirio, que
encarnó repetidas veces en el mundo físico terreno con el propósito de
ayudar a la humanidad, confirmando con ello lo que los grabados maya-
toltecas y la mitología de distintas culturas antiguas también describen.
Ella le menciona además de como “Tutor Espiritual y Mesías”, también
como líder y Rey Atlante en una de sus varias encarnaciones, lo cual
coincide y se comprueba directamente con los grabados del Rey Atlante
Tritón en el Templo de Quetzalcoatl-Kukulkan, como también con los de
Palenque.

Esta imagen del mural en Teotihuacán (México) describe a este Ser


llamado Kukulkan o Quetzalcóatl, divinizado como el mismo Rey Atlante
Tritón y por ello se le ve simbólicamente representado con la figura de
un tritón (animal anfibio real natural), el cual sin embargo se encuentra
coronado con un “Penacho Real” o “Corona Atlante”, señalándolo
como Rey histórico de dicho imperio; se le ve tocando la caracola
marina clásica de esta “Divinidad del Mar”, tal como se le describe en la
historia antigua griega coincidiendo con ella y comprobando su
veracidad histórica. Su rostro es el de un felino ya que con ello evocan la
Era de Leo de aquel entonces, Era del Tercer Sol y Época atlante.

En la tradición maya también se puede ver a este mismo Rey sabio


atlante (Pakal-Kukulkan), grabado en la lápida de su tumba bajo el
Templo de las Inscripciones (Palenque, Chis. Mex.), perpetuado
remarcando ocultamente su esencia acuática: aparece recostado en un
lecho marino sobre símbolos acuáticos como la caracola, la concha de
madre perla y el lirio acuático (símbolo continental atlante); porta
además de manera oculta el tridente que lo identifica junto a todos los
símbolos en derredor como el “Rey Atlante” y “Señor de los Mares”…
“el Tritón” o último gran “Poseidón”.

Su especial postura en ese diseño de la lápida señala codificadamente el


signo hierático del “Agua” equivalente al “Chaac” (Tlaloc tolteca). Así
es entonces este ser un Rey-Guía maya atlante humano terreno
histórico (Pakal-Kukulkan), pero así mismo es un Espíritu Elevado de
Esencia Cósmica Extraterrena, de origen y dominio acuáticos; todo lo
cual lo identifica como “Señor o Dios del Agua” un Ser Cósmico
suprahumano de Esencia Original Acuática Siriana.

Otro símbolo equivalente de este mismo ser en la lápida de Palenque lo


encontramos en el llamado “ChacMool” “Portador del Agua”, el cual es
precisamente una imagen recordatorio del mismo “Dios Chaac”, “Dios
del Agua”: Espíritu Divino de Esencia Acuática Siriana que descendió al
mundo como “Creador de los humanos” y que funge como permanente
“Sustentador de vidas”.

Esta figura del ChacMool se encuentra en el “Templo de las Serpientes”


o “Templo de los Guerreros” en la ciudad arqueológica de Chichen Itzá
en Yucatán (México), la cual se centra de manera sobresaliente en la
veneración del “Dios Descendente Kukulkan-Quetzalcóatl” “Serpiente
Emplumada”, quien porta los símbolos duales del “Ave” que lo
identifica como un Ser Cósmico Espiritual que desciende al mundo,
mientras que la “Serpiente” lo señala como encarnado en un cuerpo
humano terreno.

Pero por si todos esos símbolos marinos no fueran suficientes, se


encuentra ahí mismo señalado (en su tumba bajo el Templo de las
Inscripciones), de manera más específica y contundente su Esencia
Cósmica Acuática con la forma especial que se le dio a su sarcófago, el
cual fue creado para conformar el “símbolo del Pez”, remarcando con
esto de manera directa alrededor de su cuerpo su esencia original
marina; ya que como un ser libre al haber desencarnado, dejaba el
cuerpo humano y prisión terrena temporal para volver a ser el Espíritu
Acuático Siriano que originalmente era.

Estos mismos simbolismos se repiten una y otra vez en el curso de la


historia y mitología humana en diferentes culturas, confirmando la
importancia y trascendencia de dichos signos y reconociendo en todos
ellos, la esencia única acuática de un mismo personaje nombrado tan
solo de distintas maneras a través del tiempo por la variación de región
e idioma y por la intención de resaltar sus diversas cualidades, definidas
con cada nombre o adjetivo que se le imponía.

Por ello coincidiendo una vez más se le encuentra también


representado en la historia y grabados Sumerios, en la figura de un líder
divinizado llamado “EaEnki” “Dios del agua y de la tierra”, representado
una vez más con las características y capacidades del Anfibio o Anfión,
mitad esencia acuática y mitad terrena; por ello se le puede ver como
humano pero portando un pez como parte característica y
sobresaliente de su personalidad, o mejor dicho de su Esencia Cósmica
Acuática original Siriana.
Esta característica acuática especial y tan definida en todos esos
personajes mencionados con anterioridad, los correlaciona y señala sin
lugar a dudas como el mismo Ser: el mismo Rey “Pakal” y dios griego
“Tritón”, mismo “EaEnki” sumerio, mismo hombre blanco barbado
maya llamado “Kukulkan” o el tolteca Quetzalcóatl..

Como soporte a toda la simbología anterior, se encuentra la propia


historia que gira en torno a cada uno de esos personajes, narrando su
función u obra en la Tierra de manera coincidente. De igual forma
sucede con la descripción de cada una de sus personalidades, ya que en
ambos casos y en todas sus versiones se le describe de manera similar
como un Ser de características superiores: un Espíritu Cósmico de
elevado nivel evolutivo que descendió a la Tierra y que fungió como un
“Dios Creador” el cual renació como humano entre los humanos para
ser su Rey, Líder, Maestro y Guía ejemplar. Un ser benevolente,
compasivo y de gran sabiduría que compartió su conocimiento superior
con la humanidad de cada Era.

La historia de EaEnki (como se puede ver en sus imágenes y escritos


referentes a la tribu Dogon en la República de Malí, África) no es la
excepción a todo esto, sino que al contrario en ella se confirma todo lo
anterior. Sus tradiciones dicen de manera directa y clara haber tenido
contacto con unos seres cósmicos venidos del Sistema Estelar Binario
de Sirio, específicamente de la “Sigi Tolo” o “Estrella de la fundación”
conocida como Sirio A y de “Po Tolo” conocida como Sirio B.

Estos seres a los cuales llamaron “Nommos” (según su descripción


simbólica) eran “mitad hombre y mitad Pez”, es decir un “Anfibio”,
símbolo que hace referencia a su esencia cósmica acuática Siriana en
unión con la humana terrena debido a su encarnación en este mundo
físico.

Los Dogon les describen originalmente como seres benevolentes (los


de Luz) guiados por un líder de gran sabiduría, el cual les ayudó en su
vida cotidiana y les transmitió su conocimiento espiritual y cultural. El
símbolo con el que se le representa es una vez más “el Pez”, con lo que
es nuevamente confirmado como “Divinidad del Mar” o “Señor del
Agua”, tal como el Tritón o Rey Kukulkan (Pakal): Espíritu de Esencia
Acuática.

Para constatar una vez más todo lo anterior, ya en época moderna este
mismo Ser Siriano de Esencia acuática, aparece como el galileo Jesuá el
“Kristo” con el título de “Pescador de hombres” y siempre
acompañado del simbolismo del “Pez”, el cual pasaría a ser signo
representativo inconfundible de sus seguidores y del Cristianismo.

Al igual que el poderoso Rey Tritón o Poseidón, Jesuá el Kristo tenía el


dominio sobre el agua: el poder para “llamar a los peces”, el control de
“caminar sobre las aguas” y “calmar tempestades”. Además su
simbología moderna característica conlleva el término “Ichtus” o
“Ichthys” (ΙΧΘΥΣ, ['ix.θys]), el cual tomado del griego se traduce
como“Pez”.

Mas sin embargo no solo eso abarca ese código que acompaña al
Kristo, ya que la raíz “Ich” de dicho concepto “Ichthys” deriva de la
lengua maya antigua el Kananeo y significa “Semejante”, “Rostro,
Imagen o Fruto” y es empleado directamente en el texto Bíblico del
Génesis para nombrar a los seres humanos “recién creados” a “Imagen
y Semejanza de su “Dios Creador” identificado en su manifestación al
mundo, una vez mas con el símbolo del “Pez”.

Dice el texto sagrado que “el Eterno” al crear al hombre (según lo


narrado en la Torá, Génesis 2,23) “…..lo llamó Ish” (del griego “Isos”
“igual”), término que proviene de la raíz madre “Ich”, señalando con
ello que el “Creador de los humanos” les hizo a su imagen, es decir: de
acuerdo y con la conformación de su propia Genética Acuática Siriana
señalada con el simbolismo del “Ichtus” “el Pez”.
En base a todo lo anterior, confirmado una y otra vez en escritos y
símbolos sagrados de diversas fuentes de culturas distintas las más
sobresalientes, debemos los seres humanos ya aceptar y comprender
con mente abierta y revolucionada, el hecho de que al igual que nuestro
Creador de Esencia Acuática Siriana portamos los humanos en nuestra
integridad las mismas características y capacidades superiores propias
de aquel Sistema Estelar llamado el “Kan Mayor”, el cual no por nada es
considerado “Sol Gemelo” de nuestro propio Sol regente del “Sistema
Solar”.

Somos el “Ich” “fruto” del “Ichtus”, “Seres de Esencia Acuática Siriana”


creados a partir de la propia Esencia Siriana del “Dios Pez”. Por lo tanto
somos de igual forma que Él, los “Anfibios” ya que portamos en
nuestra integridad la Esencia Bioenergética Acuática Cósmica Siriana
por herencia divina y la materia Biofísica Humana Terrena que en
combinación dieron como resultado la aparición del “Homo Sapiens”.
La referencia al Sistema estelar de Sirio como eje central e importante
de la Creación de los humanos, no solo se puede encontrar en la cultura
Dogon, sino también dentro de la Egipcia, Maya atlante y Lemuriana, las
cuales reconocen a la “Constelación de Sirio” con el nombre de “Ahau
Kan”, el “Kan Mayor”, “Serpiente Mayor” o “Serpiente Reina”; siendo
un grave error de traducción posterior (debido al olvido por el paso de
miles de años y cambios de región y lengua), el concepto de ‘perro’ para
el término de “Can” o “Kan”, ya que éste es un nombre prehistórico
proveniente de la lengua original maya-atlante “Kananeo Antiguo” que
significa “Serpiente”.

Pero se debe tener en cuenta que por una parte se encontrará “la
Serpiente terrena” símbolo serpentino maya atlante “AhauTsab Kan”
“Gran Serpiente de Cascabel”, la cual es portadora y medidora del
“tiempo-espacio” terrenal y por ello, símbolo de la encarnación del
Alma en el nivel denso físico: con su cascabel lleva la medida del tiempo
al ir agregando (según la creencia popular) cada año un cascabel a su
cola y con su cuerpo señala el ciclo de reencarnaciones en el plano físico
de tercera dimensión (límite espacial), con cada muda de su piel como
cuerpos que va dejando el Alma y demostrando con ello que la muerte
no existe.

Por otra parte a diferencia de lo anterior, encontraremos el símbolo de


una “Serpiente Cósmica Solar” con la cual fue representada la
Constelación de Sirio reconocida desde la prehistoria con el nombre
sagrado de la “Ahau Kan”, llamada por ello también “Dragón”.

Por esto mismo es que “el Creador”, “Ser Cósmico Acuático Siriano”
además de portar el símbolo del “Pez” se le asocia y se le ve
acompañado de manera constante por una “Serpiente” o “Dragón”,
evocando con ello su lugar de origen, su Sistema Solar o Estelar natal
Siriano. Cuando se le acompañaba con la serpiente terrena de cascabel
se enfatizaba el hecho de que encarnó o entró en el ciclo de
reencarnación física en la Tierra.

Es así como tanto en el “Libro de la Duat” o de la “Cámara Oculta”,


como en el Libro de los Muertos aparece junto al “Creador”, el símbolo
de la serpiente cósmica o serpiente alada haciendo referencia directa a
su Esencia de elevado nivel y a su Constelación de origen: el Sistema
Estelar de Sirio “Kan Mayor”.
La ciudad arqueológica de Palenque, lugar de retiro o destierro del
mismo “Señor del Agua” Kukulkan (el rey Atlante tritón y EaEnki
sumerio) es también conocida con el nombre “NachanCaan” con el cual
se reconocía como “Tierra (casa o lugar) de la Serpiente Celeste”; esto
nos descubre la referencia directa al cielo, a una serpiente en el cielo o
Sistema Estelar Serpentino: por excelencia la gran serpiente de nuestra
bóveda celeste la “Ahau Kan” o “Kan Mayor” Constelación de Sirio.

Su simbología se encuentra representada de manera sobresaliente en la


parte alta del diseño de la lápida de Kukulkan (Pakal) en Palenque bajo
el Templo de las Inscripciones. A manera de estandarte se levanta por
encima del propio Rey, en un mástil (cruz) que en lo alto lleva a la “Ahau
Kan” “Gran Serpiente Reina” o “Dragón”; mas especificando que hace
referencia al Sistema Estelar Binario Siriano es representada con la
unión de dos “Serpientes Cósmicas Solares” que se entrecruzan.
Esta imagen serpentina en el diseño de la Lápida, sabemos que hace
referencia (en uno de sus niveles de decodificación) a una constelación
y en ella a un sol especifico, porque no es una serpiente común sino la
gran “Serpiente Cósmica Solar Ahau Kan” llamada también “Dragón”
por sus cualidades ígneas, pero además porque al decodificar la imagen
en un nivel más profundo, se ve que los dragones con su cuerpo forman
un Sol, símbolo de un Sistema Estelar específico.
Quede claro entonces que el signo del “Pez” representa o hace
referencia a la propia Esencia Acuática Siriana personal del “Creador de
los Humanos”, por el planeta de agua del cual proviene
específicamente; y que el símbolo de la “Serpiente Cósmica” o
“Dragón” representa a la Constelación completa del “Kan Mayor” o
“Ahau Kan”: el Sistema Estelar de Sirio al que pertenece dicho planeta.

Habiendo identificado a este Ser Superior Cósmico Espiritual ya como el


mismo y único “Creador de la Humanidad” a través de los tiempos y
regiones distintas del planeta, en base a la constante aparición de su
misma simbología, repetida historia y características personales,
conjuntamos toda la información en su derredor para concluir lo
siguiente:

Este importante y trascendente personaje es un Genetista de naturaleza


cósmica acuática que descendió a nuestro mundo hace miles de años
proveniente del Sistema Estelar de Sirio con el único propósito de crear
una especie humana que ayudara en el Proceso Evolutivo de
Trascendencia de la Dualidad a la Unidad Consciente.

Tuvo varias encarnaciones en diferentes épocas y regiones de este


planeta, a través de las cuales continuó transmitiendo su semilla y
sabiduría, siguiendo de cerca el proceso evolutivo de aquellos que para
él serían en adelante y por siempre sus hijos, su mismo Linaje Solar, su
Línea de Sangre o Sangreal.
Este proceso como un proyecto de vida, conforma un Gran Plan Divino
de repercusión evolutiva no solo terrena sino cósmica interestelar, por
lo cual es supervisado por las varias razas madres que colaboraron con
este Tutor de la humanidad terrena desde el principio de la creación.

Fue por todo eso (que formaba parte también de su evolución


personal), que bajó a la Tierra desde el principio conformando parte de
una Gran Hermandad Cósmica junto a la cual trabajó para preparar el
nuevo mundo en el cual se llevaría a cabo el Gran Proyecto Humano: un
planeta joven que fuera un espacio adecuado para esta labor de
trascendencia Universal.

Así fue que 12 principales razas de “Polaridad Lumínica” o “de Luz”


junto con su dualidad o raza contraparte de “Polaridad de Oscuridad”,
fueron enviadas a este nuevo mundo por un Poder Superior y Ley
Cósmica Divina para trabajar conjuntamente en este nuevo planeta, que
a partir de entonces pasaría a ser una “Reserva Ecológica Cósmica”
protegida.

Todos los grupos de razas polares convivirían y trabajarían juntas


debiendo enfrentar y superar su dualidad externa, aprendiendo de la
nueva especie que para ello sería creada: el “Homo-Sapiens”. Fue por
ello conformado este mundo y sus habitantes con la dualidad interna
conjunta-individual, la cual permanecería dentro de cada Ser Humano
en una lucha continua natural por oposición polar energética inherente,
hasta que llegara el momento en que lograra el equilibrio y fusión
consciente de ambas energías: “la neutralización de su polaridad
interior”.

La diferencia entonces deberá quedar clara: en los Seres Creadores o


Dioses Descendentes la “dualidad la viven de manera externa o
separada” con su contraparte raza polar opuesta. El Ser humano en
cambio vive su “dualidad individual interna conjunta” como parte de un
proyecto cósmico de aprendizaje y salto evolutivo, tanto para Seres
Cósmicos Extraterrenos como para los propios seres humanos,
comprendidos por ello como una “Creación Especial de elevado ideal”.

Esta nueva creación cósmica especial llamada “Homo-Sapiens” es


vigilada y protegida bajo Ley Cósmica Divina por Altas Potencias
Arcangélicas, es decir Seres Espirituales de evolución mayor, de nivel
superior al humano, e incluso superior al propio de los “dioses
descendentes” que crearon y cuidan la evolución terrena. Estas grandes
potencias superiores en cambio vigilan y controlan a todos los
involucrados en este Gran Proyecto Tierra, tanto a terrestres como a
extraterrestres por el equilibrio y evolución Universal.
Cumpliendo entonces con un Plan Cósmico Divino Superior, este
Creador y Genetista acuático Siriano conformó al Ser Humano
aportándole el gen propio de su especie y transmitiéndole al mismo
tiempo de manera interna y externa, sus valores Espirituales y
Conocimiento avanzado, ayudando de manera permanente en su
proceso evolutivo, para lograr el éxito planeado, pero sin brincar el
espacio personal de vivencia individual por respeto a la Ley del “Libre
Albedrío”.

Llamado “Nudimmud” el “Dios Creador” o “Ea” “Señor del Agua”, este


“Dios Descendente” entró en el proceso de la “Rueda de las
Encarnaciones”, pasando a formar parte activa humana entre su misma
creación. Así fue que viviendo en el mismo nivel físico experimentó la
vida densa tal cual la vivían los terrenos en la tercera dimensión,
involucrándose por ello, no solo de manera física sino emocional
creando una fuerte conexión y lazo afectivo con los humanos.

Fue así como se originó desde entonces y hasta el día de hoy en que aún
prevalece, la llamada “Línea de la Rosa”, el “Sangreal” o “Santo Grial”,
que guarda, sigue y mantiene su lazo energético, genético y consanguíneo
original Siriano. El Cáliz Divino, por lo tanto, es el propio Ser Humano
llamado “Homo Sapiens” el cual porta la Sangre Divina y en ella el Gen
Cósmico del “Dios Pez” EaEnki, el “Ichtus” al cual se nombró para la
posteridad como “el Kristo”.

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