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La Batalla de Vittorio Veneto enfrentó a las fuerzas armadas del Reino de Italia con las

del Imperio austrohúngaro durante la Primera Guerra Mundial y significó la derrota


definitiva del Imperio. Aconteció entre los días 23 de octubre y 2 de noviembre de 1918 en
la localidad del mismo nombre, en la provincia de Treviso al norte de Italia, cerca de la
actual frontera con Austria.

Índice
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 1Antecedentes
 2La batalla
o 2.1Ofensiva italiana
o 2.2Colapso militar austrohúngaro
 3Consecuencias
 4Véase también
 5Referencias

Antecedentes[editar]

General Armando Díaz, comandante de las fuerzas italianas en la batalla de Vittorio Veneto.

Durante la Batalla de Caporetto (del 24 de octubre de 1917 hasta el 9 de noviembre del


mismo año), el Regio Esercito italiano perdió 300.000 hombres entre desaparecidos,
capturados y muertos, además de retroceder casi 80 kilómetros de sus posiciones
originales en el frente. Esto forzó a que el comandante supremo italiano, general Luigi
Cadorna, fuera destituido por el primer ministro italiano Vittorio Emmanuele Orlando y
reemplazado por el general Armando Diaz. Diaz organizó nuevamente las tropas, bloqueó
el avance enemigo y estableció una línea de frente estable en el río Piave. Ahí recibió
refuerzos y provisiones para enfrentar el ataque que según la inteligencia italiana los
austriacos realizarían pronto, pero no fue así: solo hubo enfrentamientos ligeros entre las
avanzadas de ambos ejércitos. El combate principal no ocurrió hasta un año después, el
24 de octubre de 1918.

La batalla[editar]
Después de las Batallas del Piave, donde los italianos repelieron los avances austriacos, el
general italiano Armando Diaz impuso su estrategia de acumular fuerzas y mantener una
línea defensiva estable, rechazando las anteriores tácticas italianas de lanzarse a
ofensivas violentísimas (como había sucedido desde la Primera Batalla del Isonzo)
con asaltos frontales que sólo generaban escasas ganancias de territorio a cambio de
elevadísimas bajas propias.
Díaz rehusó las sugerencias de lanzar una ofensiva general, considerando necesario que
Italia emprenda una sola gran ofensiva que decidiera el curso de la guerra, pero sólo
después de una cuidadosa planificación. El proyecto de Diaz y su estado mayor consistía
en que tres de los cinco cuerpos de ejército italianos cruzarían el río Piave desde la
desembocadura de éste y desde la zona de Monte Grappa, en simultáneo, para reuinirse
en la localidad de Vittorio, con el fin de cortar las comunicaciones entre los dos grandes
cuerpos de ejército austrohúngaros que se les oponían.
A mediados de octubre el Regio Esercito disponía ya de 51 divisiones en el frente, a las
cuales se unieron tres divisiones británicas, dos francesas, una checoslovaca y un
pequeño regimiento estadounidense, sumando unos 370,000 hombres. Al frente las tropas
austrohúngaras contaban con 52 divisiones que comprendían unos 330,000 combatientes,
aunque con menos artillería que los italianos y una baja moral combativa debido a los
recientes reveses bélicos de las Potencias Centrales en Francia. La ofensiva general
empezó así el 24 de octubre, el aniversario de la gran derrota italiana de Caporetto.

Ofensiva italiana[editar]
Por miedo de terminar la guerra en una situación de derrota militar, los italianos quisieron
aprovechar del hecho que ya se estaba tratando como lograr la paz, con coloquios ya en
curso y públicos: los encuentros entre las potencias centrales y las delegaciones de la
entente eran públicas y ya habían empezado el 16 de octubre. Por esto el comando
italiano apresuró los preparativos, ciertos de un éxito debido a la situación política, ya que
las tropas imperiales ya estaban recibiendo órdenes para cesar las hostilidades.
En la primera fase, los italianos movieron sus fuerzas del Monte Grappa, en la sección
norte del frente, para atraer allí a las reservas austrohúngaras; logrado este objetivo, se
dispuso el cruce del Piave pero ello resultó difícil debido a una repentina crecida de la
corriente. No obstante, tras un febril trabajo de los ingenieros militares uno de los tres
cuerpos de ejército italianos dispuestos para el avance logró su cometido y logró fijar
una cabeza de puente en la orilla este del Piave el 27 de octubre tras un eficaz bombardeo
artillero que descolocó a los defensores austrohúngaros. Obtenida la cabeza de puente,
fueron trasladadas allí las demás reservas italianas para aprovechar la brecha penetrando
en las líneas austrohúngaras a lo largo del 29 de octubre. El general Svetozar Boroević
von Bojna, comandante máximo de las fuerzas austrohúngaras, ordenó un inmediato
contraataque, pero éste fracasó debido a la oposición de sus propias tropas ya
desmoralizadas.
Tras un sostenido avance, el 29 de octubre las fuerzas del Octavo Ejército italiano al
mando del general Enrico Caviglia, tomaron la localidad de Vittorio (que sería rebautizada
en 1923 como Vittorio Veneto), considerada la meta de la ofensiva italiana, mientras que
las fuerzas austrohúngaras de la zona debían replegarse en inferioridad numérica al tener
sus reservas ya comprometidas en el Monte Grappa. La caída de Vittorio ponía en difícil
situación a las tropas austrohúngaras que se hallaban en el Monte Grappa, más al oeste,
pues las tropas italianas podían ahora cortar toda retirada al controlar el curso medio del
Piave
Para dificultar más la situación austrohúngara, el 28 de octubre el Comité Nacional
Checoslovaco refugiado en París proclamó la independencia de Checoslovaquia; cuando
esta noticia llegó al frente al día siguiente, los soldados de
origen checo y eslovaco amenazaron con amotinarse si se les obligaba a seguir luchando.
El mismo día 29 de octubre el Reino de Serbia también declaraba la "independencia de los
croatas y eslovenos", causando motines también entre tropas de estas nacionalidades,
provocando que el estado mayor austrohúngaro ordenase una retirada general ya desde la
tarde del 28 de octubre.
A partir del día 29 las tropas austrohúngaras empezaron a sumirse en el caos, ante la
masiva negativa de las tropas de origen eslavo a seguir luchando, junto con el riesgo de
quedar cercados por los italianos. El estado mayor del general Boroević von Bojna hizo
llegar a los italianos una solicitud de cese del fuego en la tarde del día 29 pero para
entonces era ya evidente que los oficiales austrohúngaros no podían asegurar la
obediencia de sus tropas, mientras que además la oficialidad de origen eslavo se resistía a
las órdenes llegadas de Viena.

Colapso militar austrohúngaro[editar]

Svetozar Boroevic Von Bojna, comandante de las fuerzas austrohúngaras en el frente italiano
durante la Primera Guerra Mundial.

Los parlamentarios austrohúngaros liderados por al general Viktor Weber von


Webenau fueron recibidos por los representantes militares italianos dirigidos por el
general Pietro Badoglio en la ciudad de Padua, para acordar un armisticio, pero la
delegación italiana requirió allí en la práctica una capitulación del Imperio Austrohúngaro.
Tras diversas consultas dirigidas a Viena, el gobierno imperial no atinó a enviar
instrucciones precisas: en el gabinete del emperador Carlos I ningún ministro deseaba
asumir responsabilidades pero tampoco se disponía de medios para contener la acelerada
disolución del ejército en el frente de combate. Al no llegarse a un acuerdo, los italianos
siguieron su avance a lo largo del 30 de octubre, con resistencia ofrecida sólo por soldados
austriacos, pues para esa fecha la mayoría de combatientes de origen eslavo del Ejército
austrohúngaro ya habían desertado o se habían amotinado contra sus oficiales.
Para colmo, tras conocerse el real alcance de la derrota ante los italianos, el Reino de
Hungría pidió también separarse de Austria el 31 de octubre, lo cual implicaba la disolución
misma del estado austrohúngaro. Para esa fecha los austrohúngaros habían sufrido unas
30,000 bajas entre muertos y heridos, dejando entre 300,000–500,000 prisioneros (50,000
se rindieron el día 30 de octubre, y 100,000 se rindieron el 1 de noviembre, sumando un
total de 428,000 hasta el 4 de noviembre). Las bajas italianas sumaron unos 37,000
hombres entre muertos y heridos. El 1 de noviembre los austriacos ya se habían retirado
de la ladera sur de los Alpes y abandonado los alrededores del el Monte Grappa, mientras
que los italianos tomaban Feltre y Belluno. Al día siguiente los italianos penetraban
en Trentino y en Friuli, pero no llegaba desde Viena una orden expresa de cese de fuego,
lo cual daba pretexto a que las fuerzas italianas siguieran su avance casi sin resistencia
ocupando Portogruaro cruzando el río Tagliamento, y retomando Udine entre el 2 y 3 de
noviembre.
En la mañana del 3 de noviembre la ciudad de Trieste fue tomada por los italianos
desembarcando en la ciudad después de un día, pasado esperando que las tropas
austriacas se retiren de la ciudad, tras lo cual llegó a Padua la autorización final para que
se celebrase un armisticioentre Italia y Austria en la finca campestre conocida como Villa
Giusti a las afueras de Padua. El armisticio fue suscrito el 3 de noviembre a las 15.30
horas, pactando ambas partes que entraría en vigor en un plazo de 24 horas por la
dificultad en coordinar un cese al fuego debido al colapso militar de Austria-Hungría. Pese
a ello el general Viktor Weber von Webenau requirió a su contraparte italiano Piero
Badoglio a cesar el avance italiano en tanto los soldados austriacos ya habían
abandonado la lucha, pero Badoglio replicó que las fuerzas del Regio Esercito seguirían
avanzando hasta el 4 de noviembre a las 15.30 horas, empleando esas últimas horas de
"guerra" para ocupar la mayor cantidad posible de territorio aprovechando que Austria no
podía evitar tales acciones debido a la descomposición del Ejército austrohúngaro, y
amenazando con proseguir la guerra si no se aceptaban las condiciones italianas. En las
últimas horas antes de la entrada en vigor del Armisticio, los italianos alcanzaron el río
Isonzo, y tomaron Gorizia, recuperando con ello casi todo el territorio que habían perdido
tras el desastre de Caporetto.

Consecuencias[editar]
La derrota en esta batalla del ejército de Austria-Hungría, precipitó la disolución de sus
tropas y con ello el desmembramiento efectivo del Imperio. El resultado de la lucha
también influyó en la derrota del Imperio alemán que se vio imposibilitado de abrir otro
frente al Sur, pues todas sus tropas útiles estaban concentradas contra las ofensivas
del bando aliadoen Francia al oeste.
Bajo los términos del armisticio de Villa-Giusti, las tropas austrohúngaras debieron ser
evacuadas de todo el territorio italiano ocupado desde 1915 pero también de toda la región
del Tirol, Tarvisio, el valle del Isonzo, Gorizia, Trieste, Istria, el oeste de Carniola,
y Dalmacia. Las tropas del Imperio Alemán deberían ser expulsadas de Austria-Hungría o
internadas, y las tropas aliadas tendrían libre acceso a territorio austríaco (para así
eventualmente alcanzar Alemania desde el sur). Para esa fecha Austría-Hungría carecía
de fuerza militar capaz de oponerse a estas condiciones, mientras que el propio Imperio
austrohúngaro estaba al borde de la extinción, por lo cual las cláusulas italianas fueron
aceptadas prontamente. Sin derecho alguno, hacia mediados de noviembre de 1918 las
tropas italianas ocuparon todo el Tirol, incluyendo la ciudad de Innsbruck, entrando en
contraste con el presidente estadounidense y los altos mandos de la Entente, que
obligaron los italianos a retirarse.

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