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Los estudios sobre los manuales

escolares de historia y sus


nuevas perspectivas

Rafael Valls Montés


(Universitat de Valencia)

Resumen
Los manuales escolares son objeto actualmente de una destacada atención por
parte de los investigadores dada su creciente importancia en el ámbito educativo. El
análisis de los manuales ha adquirido una mayor complejidad al estudiarse tanto
sus características internas como sus contextos de uso, sea por parte del alumnado
sea por la del profesorado. En el artículo se realiza un balance de los aspectos ya
integrados en la investigación más habitual sobre los manuales de historia así como
de los nuevos retos planteados por los estudios más innovadores en este tipo de
investigaciones.
Palabras clave: eñseñanza de la historia; manuales escolares; código discipli-
nar; uso de las imágenes escolares.

Abstract
School textbooks are actually the object of growing attention by researchers
given their importance in the educational environment. The analisys of textbooks
has become more complicated because now not only is their physical content stu-
died, but also the way they are used both by students and teachers. In this article
an overview is made of the habitual aspects of investigation as well as new challen-
ges proposed by the most innovative researches.
Key words: History teaching; school textbooks; disciplinary Code; images in
textbooks.
(Fecha de recepción: mayo, 2001, y de aceptación definitiva: septiembre, 2001).

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Los textos y sus contextos mente, siempre será mejor que cual-
quier otro que incluya deficiencias en
Existe un consenso cada vez más uno u otro sentido. Pero pienso que, al
amplio entre la comunidad científica menos por lo que concierne a los
dedicada al análisis, a la revisión y, en manuales de historia, las cosas no pue-
suma, a la mejora de los textos escola- den plantearse de forma excesivamen-
res de que este tipo de estudios ya no te s implificada y que, por tanto , la
pueden quedar limitados a los conteni- necesaria mejora de los manuales debe-
dos de los propios textos escolares, sino ría ir acompañada de la correspondien-
que tales investigaciones deben de te mayor calidad en la enseñanza de la
ampliarse necesariamente a su uso en historia y de lo que es prioritario, de
el contexto de las aulas. Así lo recono- un superior aprendizaje por parte de
ció explícitamente la comisión específi- los alumnos, aunque la definición de
ca de la UNESCO ya en 1988 1 . En una qué sea un aprendizaje escolar más
línea similar se ha propuesto que las válido de la historia no tenga actual-
conferencias dedicadas a estas temáti- mente una respuesta unívoca, como lo
cas deberían también orientarse hacia está demostrando la actual polémica
la consecución de fines prácticos que española a este respecto.
redundasen en la transformación tanto Intentaré explicitar la cuestión pro-
de los manuales como de los currículos puesta, la de la necesaria visión com-
oficiales. plementada entre manuales, docentes
Es difícil establecer si las anteriores y alumnado, recurriendo a las conclu-
afirmaciones se avienen o, por el con- siones de algunos estudios recientes.
trario, se contraponen con la expresa- En primer lugar, partiendo de un
da por Richard Bamberger al decir que amplio análisis empírico, se ha consta-
"no se pueden cambiar de la noche a la tado que un gran número de alumnos
mañana las actitudes y formas de hacer (la muestra se realizó con est,udiantes
las cosas de cien maestros. Lo que si se alemanes de enseñanza secundaria y
puede. hacer, sin embargo, es cambiar en relación con su comprensión de los
un millón de libros de texto" 2 • Podría textos escritos, de los mapas y de las
pensarse que la duda anteriormente ilustraciones reproducidas) estos alum-
expresada es básicamente retórica, nos no entendían sus manuales de his-
dado que un manual mejor diseñado y toria , incluso en una consideración
sin errores de consideración, obvia- marcadamente básica.

1
Pingel, Falk (1999): Unesco Guidebook on textbook research and textbook reuision. Hannover, Hahns-
che, p.l6.
2
Citado en el prólogo del libro de E.B. Johnsen (1997): Libros de texto en el caleidoscopio. Estudio críti-
co de la literatura y la investigación sobre los textos escolares. Barcelona, Pomares-Corredor, p.14.

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En segundo lugar, no parece que mente lo mismo , que lo que enseñan
pueda aceptarse como un buen manual los profesores suele estar en los libros,
de historia, desde una perspectiva teó- pero que éstos no enseñan todo lo que
rica, aquel que, aparte de disponer de está en los mismosi 4 •
una estructura formal y didáctica clara Como primera conclusión de nues-
y aceptable, no establezca una relación tro escrito estableceríamos, por tanto,
activa y crítico-creativa con el alumna- que, atendiendo al actual estado de las
do o no le incite al desarrollo de sus investigaciones citadas, ya no es sufi-
capacidades de argumentación, compa- ciente abordar el estudio de los manua-
ración o razonamiento histórico 3 • les escolares desde una concepción
Se pÓdría añadir una tercera consi- restrictiva de los mismos, como si fue-
deración, que también cuenta con sen objetos autónomos o cuasi-inde-
numerosas constataciones empíricas: pendientes, sino que los manuales
la del muy diferente uso (aunque sea escolares exigen ser considerados nece-
sólo referido al tiempo dedicado a su sariamente en su relación tanto con los
utilización, que es el parámetro analí- alumnos como con los docentes y que
tico más frecuente en estas investiga- ambas relaciones son profundamente
ciones) que se realiza de los manuales complejas y que son diversas en fun-
en las aulas. En el ya citado estudio de ción de la disciplina escolar de la que
Johnsen hay un amplio capítulo dedi- se trate5 •
cado a esta cuestión de la que ahora Esta necesaria contextualización de
sólo nos interesa destacar que, de los manuales creo que debe ser enten-
forma bastante habitual, el que alguna dida en un sentido amplio, no solo
cuestión esté presente en los manuales conectada con las necesidades y urgen-
no garantiza en absoluto que ésta sea cias del presente sino también con el
tratada en el aula o, lo que es práctica- pasado, con las experiencias y prácti-

3
Borries, B. von (1995): Das geschichtsbewusstsein Jugendlicher. Erste riipresentative Untersuchun-
gen über Vergangenheitsdeutungen, Gegenwartswahrnehmungen und Zukunftserwartungen in Ost-
und Westdeutschland. München, Weinheim, p.141. Este mismo autor, junto con Magne Angvik, ha
llegado a conclusiones bastante semejantes en un estudio de características similares, pero con una
muestra extendida a la mayor parte de los países europeos: Angvik, A. y B. von Borries (eds.) (1997):
Youth and History. A comparative European survey on historical consciousness and political attitu-
des among adolescents. Hamburg, Korber-Stifftung, 2 vols.
4
Johnsen, E.B. (1997): Libros de texto ... especialmente en su capítulo 4: "El uso de los libros de texto",
pp.133-203. Similares resultados son los obtenidos por F. Javier Merchán Iglesias, sobre una mues-
tra del profesorado de diversos centros escolares andaluces: La producción del conocimiento escolar
en la clase de historia: profesores, alumnos y prácticas pedagógicas en la educación secundaria, tesis
doctoral aún inédita, leída en la Universidad de Sevilla, 2001, especialmente en las páginas 488-
514).
5
Tal como demostró, para el ámbito norteamericano, S.S. Stodolovsky (1991): La importancia del con-
tenido en la enseñanza. Actividades en las clases de matemáticas y de ciencias sociales. Barcelona,
Paidós-MEC.

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cas que, proviniendo de tiempos preté- plina escolar de la historia han supues-
ritos, perduran a través de las tradicio- to un intento muy exigente por articu-
nes y de las inercias que caracterizan lar de forma convergente las
al conjunto del mundo escolar y que, aportaciones provenientes de campos
en nuestro caso, configuran de manera investigativos relativamente diversifi-
muy potente la representación predo- cados. De entre estos últimos cabe des-
minante que tanto los docentes como tacar la nueva historia social de la
los alumnos tienen respecto de las cultura (o historia cultural de la socie-
características y funciones de los dad, según otras versiones), la historia
manuaJes escolares. de la historiografía, la sociología críti-
Considero que el actual desarrollo ca de la educación y la nueva historia
de la historia de las disciplinas escola- de la educación y del currículum, que,
res, sin ser plenamente coincidente con al igual que las anteriores, se plantean
el del análisis y revisión de los manua- como un área de conjunción de esta
les, puede ofrecer un marco conceptual nueva y más compleja manera de abor-
y metodológico que enriquezca ambas dar los problemas educativos y cultu-
orientaciones, dado que son datos aún rales en el marco de una perspectiva
no controvertidos tanto el que los histórico-social de análisis no determi-
manuales son el recurso principal y nista6.
más usado en las aulas, como el que su Es evidente que este nuevo tipo de
recepción y uso es muy diferente en estudios requiere un trabajo mucho
función de las distintas representacio- más intenso y dificultoso que los análi-
nes presentes en los docentes sobre las sis realizados a partir de una simple
características y finalidades básicas de lectura de los manuales, sea de los
cada una de las disciplinas escolares. actualmente en uso, sea de los utiliza-
Algunos de los recientes estudios dos en otras épocas y que, por tanto,
realizados desde la historia de la disci- exigen una mayor dedicación y tiempo.

6
Pueden servir de ejemplos de este nuevo tipo de análisis, ent re otros, los dos libros de Raimundo
Cuesta Fernández (1997): Sociogénesis de una disciplina escolar: la historia. Barcelona, Pomares-
Corredor, y (1998): Clio en las aulas. La enseñanza de la historia en España entre reformas, ilusiones
y rutinas. Madrid, Akal; el de Carolyn P. Boyd (1997): Historia patria. Politics, history, and national
identity in Spain, 1875-1975. Princeton, University Press, del que ya existe traducción al castellano
en la editorial Pomares-Corredor (2000) ; el de Pilar Maestro (1997): Historiografía y enseñanza de la
historia (tesis doctoral presentada en la Universidad de Alicante); el de Ramón López Facal (1999): O
concepto de nación no ensino da historia (tesis doctoral presentada en la Universidad de Santiago de
Compostela, disponible en CD-Rom) o el de Annie Bruter (1997): L Histoire enseignée a u grand siecle.
Naissance d'une pédagogie. París, Belin. Un estudio de características y finalidades similares, pero
que a diferencia de los anteriores no utiliza los manuales escolares como referente fundamental de su
investigación, es el de Evelyne Hery (1999): Un siecle de ler;ons d'histoire. L'Histoire enseignée au
lycée, 1870-1970. Rennes, Presses Universitaires.

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Pero los resultados son mucho más manuales investigados. Es demasiado
interesantes y permiten adentrarse, de frecuente citar algunas de estas obras
forma no simplista, en la densa red de sin tener en cuenta si su uso está o
representaciones, convenciones esta- estuvo extendido amplia o restrictiva-
blecidas y prácticas escolares más o mente en los centros escolares. Una
menos rutinarias que son las que real- situación de este tipo nos puede llevar
mente condicionan lo que acontece den- a desenfocar profundamente su análi-
tro de las aulas. sis y la valoración de sus característi-
Los manuales escolares se han mos- cas si, como he dicho anteriormente, no
trado como una de las fuentes docu- intentamos conocer el contexto que
mentáles más potentes para este tipo hizo posible su mayor o menor difusión
de estudios. Ciertamente no son las y repercusión en las aulas. Esto supo-
únicas, pero sí son posiblemente las ne que, como mínimo, deberíamos tener
que mayor cantidad de información un cierto conocimiento del consumo
nos pueden transmitir si se las interro- habido de los diferentes manuales en
ga y analiza de manera adecuada y se cada época. Explicar las razones de su
intenta reconstruir el contexto en el grado de aceptación es una investiga-
que han sido formulados y las indica- ción aún más compleja, pero que tam-
ciones, indicios o pistas que suelen bién requiere ser abordada desde
suministrar para intentar reconstruir diversas perspectivas (cabe considerar,
su uso escolar. entre otras posibilidades, las relacio-
nadas con el prestigio profesional de
sus autores y su ubicación dentro de
Los nuevos retos las redes de poder académico y admi-
nistrativo; el carácter más tradicional
¿Cuáles son las principales tareas o innovador de las propuestas conteni-
investigadoras que la profundización das en los manuales o el grado de acce-
en estas nuevas orientaciones requie- sibilidad y presencia de las editoriales,
re? Es difícil dar una contestación satis- especialmente a través de la publici-
factoria a esta pregunta, pero intentaré dad realizada). Algunos de los estudios
esbozar algunas de las cuestiones que de este tipo ya realizados han suminis-
considero de mayor importancia. trado informaciones muy sugerentes 7 •
En primer lugar, el conocimiento del También es muy importante que las
grado de aceptación tenido por los investigaciones sobre los manuales

7
Pueden servir de ejemplo, entre otros, los de I. Peiró (1992): El mundo erudito de Gabriel LLabrés y
Quintana (Palma de Mallorca, Ajuntament de Palma), en el que se analiza la importancia de las
redes profesionales a la hora de explicar la difusión de los manuales escolares de historia entre fina-
les del siglo XIX y principios del XX. Una aproximación al consumo real de estos mismos manuales,
más amplia cronológicamente, la ha realizado R. Valls Montés (1998): "Recepción de los manuales de

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tomen en cuenta la complejidad cre- Nuestro conocimiento sobre las dis-
ciente que éstos han adquirido en los tintas formas de uso real de los manua-
últimos tiempos. Se ha pasado de unos les tendrá igualmente que ser
manuales fundamentalmente basados ampliada. Ya contamos con algunos
en el texto escrito de sus autores a otros estudios, pero falta profundizar mucho
en los que, por una parte, las imágenes más, especialmente en la utilización
icónicas, con o sin comentarios, ocu- que se hace de los principales compo-
pan frecuentemente más de la mitad nentes paratextuales anteriormente
del espacio disponible ; por otra, la citados (imágenes, fuentes documenta-
inclusión de documentos-fuentes escri- les escritas y cuestiones planteadas a
los alumnos, fundamentalmente) 8 •
tas es también creciente. Ambas va-
Una cuarta cuestión que necesita
riantes se suelen complementar,
ser abordada urgentemente, que equi-
igualmente, con la presencia de nume-
vale a un posible resumen de las ante-
rosas preguntas o propuestas de inves-
riores, es la de ir averiguando el grado
tigación dirigidas a los alumnos. Esta
de eficacia alcanzado por los conteni-
nueva configuración de los manuales dos de los manuales (relacionándolos
obliga a que tales innovaciones, tanto obviamente con el conjunto de la pra-
desde el uso preconizado de las mis- xis escolar) respecto de las preconcep-
mas como desde la selección realizada ciones, estereotipos o convenciones
o desde su mayor o menor congruencia presentes en los alumnos. Esta es una
con el texto de los autores, deban de problemática básica si partimos de la
ser consideradas a la hora de analizar convicción, más o menos respaldada
los manuales. Este es un ámbito en el administrativamente de que la histo-
que la escasez de estudios es aún muy ria escolar debe de pot enciar una com-
notoria, a pesar de su destacado prota- prensión razonada y crítica de las
gonismo en los manuales actuales. sociedades humanas en el tiempo 9 •

historia en los centros escolares españoles (siglos XIX y XX): estado de la cuestión" en Didáctica de
las Ciencias Experimentales y Sociales, no 12, pp. 3-28. Un ejemplo de este necesario estudio de la
difusión actual de los manuales de historia más utilizados en las distintas autonomías españolas
puede verse en Antoni Segura (coord): Els llibres d'historia, l'ensenyament de la historia i altres
histories. Barcelona, Fundació Jaume Bofill, 2001.
8
Sólo disponemos de algunas aproximaciones cualitativas (estudios de casos más o menos singulares),
pero que ya ponen de manifiesto las muy diferentes formas en que los manuales son usados por el
profesorado, tanto en lo que se refiere a la escritura realizada por su autor o autores como al resto del
denominado paratexto (documentos escritos o icónicos, gráficos, mapas históricos, organigramas,
etc): véase, por ejemplo, el estudio de Ramón Galindo Morales (1997): La enseñanza de la historia en
educación secundaria: una perspectiva desde el profesorado que la imparte. Sevilla, Algaida, especial-
mente en las páginas 217-226, además del de F. J. Merchán, ya citado en la nota 4.
9
Algunas recientes investigaciones están poniendo de manifiesto la gran distancia que existe entre los
contenidos de los manuales escolares, que los alumnos son capaces de repetir con mayor o menor
fidelidad dentro del ámbito escolar, y los que ellos mismos utilizan cuando se encuentran fuera de tal

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Las imágenes de los manuales aceptable un porcentaje medio próxi-
de historia: características y mo al cincuenta por ciento para las
tratamiento didáctico. imágenes, pero en los más recientes
manuales este promedio es habitual-
Un ejemplo concreto de muchas de mente más alto y, especialmente en el
las cuestiones que venimos explicitan- caso de las editoriales más poderosas,
do es el de las imágenes presentes en habría que aumentarlo entre unos diez
los manuales de historia. En anterio- y quince puntos. Este incremento de
res investigaciones hemos abordado las imágenes no ha sido lineal a lo largo
con cie~to detalle las modificaciones, del siglo XX, pues los decenios de 1940
con avances y también retrocesos, que y 1950 supusieron, por distintos moti-
desde principios del siglo XX se han vos, tanto económicos como ideológicos
dado en las mismas a través de los y didácticos, un retroceso muy destaca-
manuales españoles de historia 10 • En do.
esta ocasión simplemente esbozaremos Una segunda constatación es la de
sus grandes líneas evolutivas para la presencia progresiva del color en las
poder centrarnos con mayor intensidad mismas, aunque en este aspecto hay
en sus características actuales, espe- que retrotraer su inicio hacia la mitad
cialmente a partir de las reformas de los años sesenta, con un salto cuan-
impulsadas por la LOGSE (y mientras titativo y cualitativo importante a par-
ésta no sea alterada en su significado tir de los nuevos manuales generados
más sustantivo). con las reformas impulsadas, a partir
Una primera constatación, aplicable de 1970, por la Ley General de Educa-
a la práctica totalidad de los manuales, ción. Del inicial blanco y negro de las
tanto de educación primaria como de imágenes, los manuales pasaron por
secundaria, es el aumento exponencial las diferentes variantes de la bicromía,
del número de imágenes contenidos en tricromía y cuatricromía hasta llegar a
ellos y del espacio que se les asigna . la actual riqueza de colorido y de cali-
Hasta hace pocos años se solía dar por dad que les caracteriza, especialmente

ámbito, que reproducen los esterotipos y convenciones socialmente predominates. Un ejemplo muy
sugerente de este nuevo tipo de investigaciones puede verse en Tutiaux-Guillon, Nicole: L 'Europe
entre project politique et objet scolaire. Paris, Institut National de la Recherche Pedagogique, 2001.
Existe una versión reducida de esta investigación, publicada en castellano: Tutiaux-Guillon, N .:
"Identidades, valores y conciencia territorial: conocimientos escolares y actitudes europeas de los
adolescentes franceses" en Estepa Giménez, J; Friera Suárez, F. y Piñeiro Peleteiro, R (eds): Identi-
dades y territorios: un reto para la didáctica de las Ciencias Sociales. Oviedo, Krk Ediciones, 2001,
pp. 260-277.
10
Valls, Rafael (1995): "Las imágenes en los manuales escolares españoles de Historia, ¿ilustraciones o
documentos?" en Iber, n° 4, pp. 105-119) y Valls, R. (1998): "Felipe II y su época en los manuales de
historia: textos e imágenes (siglos XIX y XX)" en Tiempo y Tierra , n° 7, pp. 75-105.

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a los de las ya citadas editoriales con enseñanza propuesta de la historia .
mayor presencia en este mercado esco- Los anterior mente omnipresentes
l ar, que son las que por sus mayores hér oes y grandes per son ajes, así como
tiradas pueden hacer frente al encare- sus hazañas, prioritariamente bélicas,
cimiento que esta profusión de colores han reducido enormemente su pr esen-
comporta. cia, con la excepción de los represen-
La tercera constatación es la del tante s de la monarquía , que la han
aumento de la iconicidad de las imáge- seguido mantenido. Sus esp acios han
nes, especialmente en los manuales de sido sustituidos por imágenes r elacio-
secundaria, pero también, aunque nadas fundament almente con la vida
menos, en los de primaria. Por iconici- cotidiana y con la cultura material de
dad entendemos el grado de semejanza las distintas épocas tratadas (lo que ,
existente entre la imagen y el objeto o entre otras variantes, ha permitido
acción que se representa. El principal una mayor presencia de las mujeres ,
responsable de este incremento es el anteriormente casi absolutamente
muy frecuente uso de las reproduccio- ausentes tanto en la parte escrita como
nes fotográficas de muy diferentes en la icónica de los manuales escola-
tipos, que aunque no han eliminado la res)11. En esta misma línea de transfor-
presencia de los dibujos o esquemas mación se ubica la reciente tendencia
simplificados, sí que les han mermado al uso de imágenes que tuvieron mayor
presencia. difusión en el momento de su creación,
Otro tanto ocurre respecto de las sin que su presencia haya supuesto
temáticas reflejadas en estas imáge- una disminución de las consideradas
nes, que han ampliado de manera muy tradicionalmente como obras maestras
notable su diversidad. Obviamente únicas. En este sentido cabe destacar
este cambio tiene mucho que ver tanto la progresiva presencia de los graba-
con las nuevas orientaciones historio- dos, de las caricaturas, de los carteles
gráficas, las nuevas formas de hacer de propaganda política o de las fotos de
historia, como con las nuevas perspec- objetos e instrumentos procedentes de
tivas y orientaciones que los actuales distintos tipos de museos.
currículos han posibilitado. Los cam- Los datos previamente anotados,
bios temáticos más significativos están que son sólo una muestra no exhausti-
relacionados con la disminución de los va de los cambios habidos en las imá-
aspectos "nacional-heroizadores" de la genes reproducidas en los manuales

11
Pueden verse, entre otros estudios, el de Amparo Moreno (1986): El arquetipo viril protagonista de la
historia. Ejercicios d e lectura no androcéntrica. Barcelona, Lasal-Edicions de les dones, y el de N.
Garreta y P. Careaga, eds. (1987): Modelos masculinos y femeninos en los textos de E.G.B. Madrid,
Ministerio de Cultura.

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escolares de historia, nos permiten En primer lugar, la identificación y
concluir que las posibilidades didácti- catalagozación de las imágenes repro-
cas ofrecidas por los nuevos textos esco- ducidas es habitualmente escasa o
lares en cuanto a la presentación insuficiente. Una mínima contextuali-
fo rmal de sus componentes icónicos zación de las mismas, que permitiría
son, en principio, amplias. Pero, ¿ocu- un análisis algo menos superficial, es
rre lo mismo con el uso inducido de prácticamente inexistente en la mayo-
tales imágenes a partir de las distintas ría de los casos y cuando ésta se da es
propuestas de explotación didáctica de tipo marcadamente estético-forma-
explic~tadas en los manuales? lista, lo que no favorece una aproxima-
En mi opinión, esta adecuación, des- ción de tipo más cultural, social e
graciadamente, no se da o sólo se cum- historiográfico. Los textos escritos,
ple de una manera excesivamente limi- tanto a pie de imagen como en la parte
tada. Es cierto que se ha avanzado en redaccional de los manuales, no suelen
un uso más documental de las imáge- plantearse esta problemática y, por
nes respecto del anteriormente mayo- tanto, no dan pistas suficientes para
ritario uso ilustrativo o decorativo, guiar y posibilitar su lectura y análisis
pero a ún persisten fuertes insuficien- por parte de los alumnos, incluso en
cias y, a veces, marcadas contradiccio- aquellos casos en que los símbolos y los
nes que sería muy conveniente ir supe- relatos presentes en las imágenes, por
rando . Enumeraré a continuación la historicidad de los mismos, hacen
aquéllas que considero más fácilmente prácticamente inviable su compren-
mejorables por parte de los autores de sión sin tales apoyaturas iconográfi-
los manuales (en el caso de que sean cas12. En algunos casos, las cuestiones
ellos quienes se hayan hecho cargo de o preguntas que se plantean a los alum-
la selección de las imágenes y de su nos sugieren que los autores de los
presentación didáctica) o de las edito- manuales sí que se han planteado esta
riales, si es el caso en que sus gabine- aproximación, pero no han podido o no
tes (de diseño y de asesoramiento han sabido darle el tratamiento didác-
didáctico) han sido quienes han desa- tico adecuado, pues difícilmente se
rrollado tal tarea. puede entrever la forma en que los

12
Un intento de sistematizar algunas de las temáticas de las imágenes "artísticas" presentes en los
manuales de historia, con el fin de impulsar y de facilitar su análisis y tratamiento didáctico por
parte del profesorado y del alumnado, es el realizado en el monográfico de la revista Iber, no 26, por
Isidoro González Gallego et al. (2000): La iconografía en la enseñanza de la historia, páginas 7-80.
Un ejemplo de problematización didáctica de las imágenes que haga posible su análisis e interpreta-
ción por parte de los alumnos puede verse en la aportación de Antonia Fernández Valencia (1999):
"Una aproximación didáctica al "Guernica" de Picasso" en Iber, n° 19, pp. 49-61.

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alumnos podrán dar una respuesta Una atención más cuidada a las
aceptablemente adecuada a las pre- cuestiones esbozadas en esta primera
guntas formuladas. El hecho de que se observación permitiría, dando por des-
planteen cuestiones e interrogantes contado que todas las imágenes estu-
sobre las imágenes no es una cuestión viesen acompañadas de su corres-
baladí, sino todo lo contrario. Distintos pondiente pie explicativo y de alguna
estudios han mostrado la escasa aten- cuestión respecto del significado de las
ción, incluso nula consideración, que mismas, evitar, por ejemplo, los fre -
los alumnos otorgan a las imágenes cuentes anacronismos que se producen
presen~es en los manuales. A los alum- al mezclar, sin la pertinente distinción
nos no se les ha enseñado a aprender y contextualización, las imágenes coe-
de las imágenes y no las consideran táneas, consideradas fuentes o docu-
fuentes serias de información. En algu- mentos pr imarios, con las reinterpre-
nas de estas investigaciones empíricas taciones realizadas por la pintura de
se ha llegado a establecer que un grupo historia del siglo XIX, tan utilizadas
importante de los alumnos no habían tradicionalmente en los manuales de
mirado ni siquiera las imágenes y que historia, que exigen un tratamiento
un 25 por ciento lo había hecho exclusi- profundamente diverso 14 • Se ha avan-
vamente como distracción respecto de zado poco en este sentido, aunque oca-
la lectura. También se comprobó que la sionalmente ya sea contempla,da esta
gran mayoría de los alumnos no con- cautela básica, al menos a la hora de la
templaba tales imágenes con un míni- catalogación mínima de la imagen
mo de atención si no se les impulsaba reproducida.
explícitamente a hacerlo, especialmen- Una segunda posibilidad muy esca-
te a través de indicaciones escritas 13 • samente atendida por los manuales de

13
Una amplia síntesis de estos estudios y de sus principales resultados, básicamente desarrollados en
los Estados Unidos de América, puede verse en el artículo de Enrique Llorente Cámara (2000): "Imá-
genes en la enseñanza" en Revista de Psicodidáctica , no 9, pp. 121-137.
14
El profesor Carlos Reyero ha realizado una serie de interesantísimos estudios sobre la pintura espa-
ñola de historia, que son fundamentales para conocer y contextualizar gran parte de la iconografía
histórica escolar. De entre estas investigaciones cabe destacar: Imagen histórica de España (1850-
1900). Madrid, Espasa-Calpe, 1987, y La pintura de historia en España. Esplendor de un género en el
siglo XIX, Madrid, Cátedra, 1989. Recientemente ha publicado un sugerente estudio en el que aborda
las esculturas conmemorativas españolas, que si bien tuvieron una importancia escolar mucho
menor, sí permite una comprensión más completa de esta otra faceta de la configuración española de
los "lugares de la memoria": La escultura conmemorativa en España. La edad de oro del monumento
público, 1820-1914. Madrid, Cátedra, 1999. Una interesante aportación sobre los problemas relacio-
nados con el uso indiscriminado de fuentes icónicas primarias, por una parte, y de las recreaciones
realizadas por la pintura de historia del siglo XIX, por la otra, en los actuales manuales escolares
franceses y alemanes de historia, así como las diferencias existentes entre ellos, puede verse en el
artículo de Susanne Popp: "Die Rückkehr der Historienmalerei. Ein Blick in deutsche und franzosis-
che Schulgeschichtsbücher der neunziger Jahre" en Information. International Society for His tory
Didactics, vol. 21 (2000), n° 1, pp. 41-49.

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historia es el contraste entre las imá- cida respecto de la Revolución France-
genes utilizadas en los manuales. En sa, las posibilidades ofrecidas por toda
los textos escritos de los libros escola- la iconografía relacionada con las gue-
res se tiende, muy positivamente, a rras de religión de los siglos XVI y XVII
hacer más plurales las voces presentes o las generadas con motivo de la colo-
en los manuales, esto es, a tener en nización española de América.
cuenta tanto la diversidad de los acto-
res de la historia como los enfoques e
interpretaciones habidas respecto de Las diferencias entre la historia
los distintos hechos o acontecimientos r egulada, la historia enseñada,
históricos estudiados. Esto suele darse la historia aprendida y la histo-
tanto en la parte escrita por los auto- ria deseada.
res de los manuales como en los textos
de otros autores incluidos para ser El conjunto de las anotaciones que
comentados. Las imágenes selecciona-
hemos esbozado anteriormente pueden
das en tales manuales, sin embargo, no
sintetizarse mediante la necesaria y
se han beneficiado, o lo han hecho de
fructífer a distinción entre lo que podrí-
manera muy escasa, y más casual que
amos definir como la historia regulada,
intencionada, de esta mejora de los
la historia enseñada y la historia
textos escritos, con las dos únicas
aprendida. En demasiadas ocasiones
excepciones, posiblemente, de los
se ha considerado que los contenidos
aspectos relacionados, por una parte,
con la historia reciente y, en este caso, programáticos establecidos por la
por lo que se refiere a la confrontación administración, junto a su desarrollo
política, sea de tipo intraestatal o sea realizado en los manuales, normalmen-
de tipo internacional y, por la otra, con te controlados también por la adminis-
la propaganda relacionada con las pri- tración, que son los que constituyen el
meras fases de la Revolución France- meollo básico de la historia regulada,
sa15. Ampliar esta pluralidad histórica equivalían o eran muy próximos a lo
a las imágenes presentes en los manua- que se enseñaba en las aulas. Este
les no sería difícil por lo que respecta supuesto es el que ha entrado en crisis,
al conjunto de las edades moderna y según hemos expuesto anteriormente.
contemporánea. El corpus icónico que Tal constatación, evidentemente, debe
nos ha llegado lo permite sin necesidad ser tenida muy en cuenta por las inves-
de nuevas y costosas investigaciones. tigaciones sobre los manuales escola-
Sirvan como ejemplo, aparte de la adu- res y su recepción escolar.

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Véase, por ejemplo, la muy interesante propuesta realizada por Juana Anadón (1999): "Los carteles
como fuente primaria para el estudio de la República en la Guerra Civil", Iber, no 19, pp.39-48.

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El concepto de historia enseñada, Desde esta perspectiva propuesta,
entendido como aquel que recoge lo el análisis de los manuales escolares
que realmente acontece en el aula en debe ser realizado con el objetivo bási-
relación con la figura del docente y su co de su mejora y ésta desde la volun-
actividad didáctica, ya nos permite tad y el deseo de lograr la enseñanza
acercarnos y centrar un poco más el de la historia deseada, acorde con las
contexto de uso de los manuales. necesidades formativas de las nuevas
La interacción entre la historia generaciones y de las características
enseñada por los docentes y la historia pluralistas y democráticas de nuestras
aprendida por los alumnos, aunque actuales sociedades.
seamo's muy conscientes de los muchos En este mismo sentido, los estudios
otros y muy relevantes referentes sobre los manuales escolares deberían
extraescolares que influyen en la confi- ir distanciándose del exceso de carga
guración y transformaciones de la con- erudita, que ocasionalmente les ha
ciencia histórica de los alumnos, debe podido caracterizar, para poder aden-
ser, finalmente, el principal punto de trarse en una orientación mucho más
atención de los análisis que, partiendo vinculada a la praxis escolar y a su
del estudio de las características fun- posible mejora, que, si no quiere ser
damentales de los manuales, quieran idealista o voluntarista, tendrá necesa-
llegar a conocer más profundamente riamente que tener en cuenta sus con-
sus posible efectos prácticos sobre el dicionantes genealógicos , esto es, la
alumnado. serie de representaciones, suposiciones
Es a partir del anterior posiciona- y prácticas tradicionalmente estableci-
miento desde el que, en mi opinión, das que la configuran, normalmente de
debe entenderse una cuarta categoría, manera no consciente por parte del
que podría ser definida como la de la profesorado y también del alumnado, y
historia deseada. Con ella me estoy que al ser consideradas como natura-
refiriendo al modelo de enseñanza de les, y no como constructos históricos
la historia que, incluyendo en ella los mudables, dificultan enormemente sus
factores y las instancias previamente posibilidades de cambio o transforma-
enumerados (programas, manuales, ción. Las aportaciones de la nueva his-
métodos de enseñanza, interacción con toria de las disciplinas escolares son
las ideas previas de los alumnos, etc), fundamentales para poder alcanzar
asumiese los análisis realizados y los ese imprescindible sentido histórico-
resultados obtenidos e intentase dar genealógico que haga posible, por una
respuesta adecuada a las insuficien- parte, la comprensión de la situación
cias o deficiencias de todo tipo destaca- presente, con las inercias existentes, y,
das por los estudios e investigaciones por la otra, haga más viable la genera-
educativas pertinentes. ción de formas más válidas de ense-

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ñanza y aprendizaje de la historia, que traducción al castellano en la edito-
es el objetivo principal. rial Pomares-Corredor, 2000).
El camino propuesto es, obviamen- BRUTER, Annie (1997): L 'Histoire
te, mucho más complejo y laborioso que enseignée au grand siecle. Naissance
el habitualmente seguido, pero hemos d'une pédagogie. París, Belin
de ser conscientes de que, en las cues- CUESTA FERNÁNDEZ, R. (1997):
tiones relacionadas con la educación, Sociogénesis de una disciplina esco-
los atajos no existen realmente, aun- lar: la historia. Barcelona, Pomares-
que a veces nos dejemos cegar por la Corredor.
inmediatez y lo ventajoso de unos CUESTA FERNÁNDEZ, R (1998): Clio
resultádos aparentemente válidos, en las aulas. La enseñanza de la his-
pero que no lo son o lo son de manera toria en España entre reformas, ilu-
muy parcial. siones y rutinas. Madrid, Akal.
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