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Marcel Detienne Los maestros de verdad en la Grecia arcaica Preficio de Pierre Vidal-Naquet Traduccién de Juan José Herrera Traduccién de la ‘Obercurs’ Antonio Castilla Cerezo sextopiso México 2004 136 (MARCEL DETIENNE, Jas relaciones entre la palabra y la realidad, para que la Sofistica yla Ret6rica construyan una teorfa del lenguaje comoinstrumento de persuasién, es necesaria la ruina consumada de un sistema de pensamiento en el que la palabra esta prendida en una red de valores simbélicos, en el que la palabra es, naturalmente, tna potencia, una realidad dindmica donde, en tanto cue potencia, actia sobre el otro, Estos problemas no vienen a planteaerse, pues, sino en un nuevo marco conceptual, ala luz de téenicas mentales inéditas, en nuevas condiciones sociales y politicas de carirutov EL PROCESO DE SECULARIZACION ee Ror abeato ques el mprio dea palabra migisnsigiow bra: ta stipos de palabya se oponen en toda una serie de puntos: la’plimera es cticaz, intemporal; inse- parable de conductas y de valores simbolios; privilegia de-up tipo de hombre excepeional. Por el contario, la pal Binet” eee esta secularizada, complementaria dela accion, inserita en el tiem- po, Provista de una autonomia propia y ampliada a las dimen- sions un grup ssi Este grupo socal esta constitu por particular y la extensién de. Giudiad:.En el plano de las estructuras sociales como en el de las estructuras mentales, cl grupo de los guerreros ocupa, en efecto, Privilegios al ciudadano de la "Por supuesto que hacemos abstracién de los usos profanos de Ia palabra, ‘cuya importancia no quetemos ignorar, pero, entee los tipos de palabra qe responden a insttuciones Ia palabra eficaz de canictereeligioso la pala bravdislogo de caricter profano parecen set las dos categorios mas impor tantes, Claro esta que también hay una historia ee la wweedads a nivel de los "usos profanos de la palabra: Ios trabajos ee Luther, Bouder y lems os lo hhan mosteado, ° Cit. H, Jeanmaire, Couro er Courétes, 1999, Lille, passin: J-P. Vernant, bes onigines de te pensée grecque, Paris, 1962, p.9 y 58, «Le mythe hesiodique des races. Essai analyse structurale», Rro, hist rel, 1960, p.34 y ss (=M. Pp. 31 y a8); F, Vian, La guerre des Ginuts Le mgt at Pape allnistique, Paris, 1952, puss; Les urges de This. Cains oes Spates, Pars, 1960, passim. Véase tambien G, Duumézil, Agua la fmction rire cs fos indo 138 MARCEL, DETIENNE ‘un lugar central y excepcional. Por una parte, ya no cubre al gru- %«S€ Spo familiar mas que al grupo territorial: los guerreros estan re- partidos en clases por edad y agrupados en hermandades. Que- x Med ‘dan vinculados entre si mediante relaciones contractuales, no por \ vinculos de sangre 0 parentela. Por otra parte, el grupo de los s — guerretos se singulariza por sus comportamientos y técnicas de n€A* educacién. Como asi lo atestiguan las sociedades déricas, los Hantviceguerreros sufren unas pruebas inicidticas que aseguran su Jy Cualificacion profesional, consagran su promocion social y defi- nen su vocacién a la muerte, lo que es distingue radicalmente de Pelee 'ACionl? Jos vivos. Este estatuto particular del grupo de los guerreros se define por igual en determinadas précticas institucionales? jue- lah draco rear del Bal scamblas deliberative Que erv3u Solidaridad, dibujan una especie de campo ideol6gico, es- Gykecto, —pectico de este grupo social. Extraer los raggos esenciales de la palabra-dislogo — que se opone absolutamente a la magico-reli- ‘giosa— consiste en desarrollar estas instituciones diversas, mos- Sprig farsa reciproca iluminacién, obtener ~a través de su funciona- ° miento— una representacidn del espacio original, aleanzar, en lost rolehe definitiva, determinadas estructuras mentales inéditas. Con los juegos funerarios nos situamos en un plano s6lida- mente estructurado,*en el que gestas y palabras tienen significa- vs Européens, Paris, 1956, Sobre los problemas dela reforma hoplita, lease M.P. Nilsson, «Die Hoplitentaktik und das Staatswesen», Klio, 1928, pp. 240-249; HM. Lorimer, «The hoplite phalanx with special reference tothe poems of Atchilochus and Tyrtacus», Annual of Brit School at Athens, xu, 1947, pp. 76-138; A, Andrewes, The grck Tyrants, Londres, 1956, pp. 31-42; P.Courbin, ‘Une tombe géometrique d'Argos, Bull. Corr Hell, t 81, 1957, pp. 322-384, A. Snodgrass, «Lintroduzione degli opliti in Grecia e in Italia, Ric storia ital, tat 1965, pp. 4-444; «The Hoplite Reform and History, Journal of Hellenic Studies, xxv, 1965, pp. 110-112; Early Greek Armour and Weapons, Edimburgo, 1964, passin. > En las paginas que siguen mancjamos libremente algunos puntos de un estudio publicado en los Annales E.5.C, 1965, pp. 425-441, bajo el titulo «En Grace archaique: Géometrie, Politique et Société» «Sobre ls egos funerarios, véase L. Malten,«Leichenspiel unl Totenkults, Milt, det, archl. Instit, Rim, Abt, ', 38-39, 1923-24, p. 300 y 88, y 52. Leichenagon, RE, (1925), ¢. 1859-1861, FL PROCESO DE SECULARIZACION 139 ciones definidas:® plano social en el que se atestiguan costum- bres muy antiguas, antiguos estados de pensamiento, pero tam: | bien terreno de prederecho, «privilegiado momento de vida co- lectivaren el qui stijgen procedimientos que serdn mas tarde Jos de un derecho constituido ® Los juegos no se improvisan, obe- decen a unas reglas. Cuando la hoguera de Patroclo se ha extin- | guido, Aquiles «retienealli asu gente para reunirse en gran asam- blea (copbv ya). De las naves trae los premios (Expep tea} calderos, tripodes, caballo, mulos, robustas cabezas de bueyes, cautivas de bonita cintura y hierro gris».”La asamblea de los gue- rreros define el espacio material de los juegos: es en sus limites donde se desarrollan las pruebas principales, Pero el espacio di- bujado por la asamblea no es un espacio informe, sino un espa- cio centrado: cuando Aquiles trac los premios que, por generosi- dad de principe, pone en concurso, los «leposita en el centro» (és néaoov gonze).* No es una casualidad, sino una costumbre uy atestiguada. Tras os funerales de Aquiles, cuando los aqueos hubieron erigido «el mas grande, el mas noble de los tamulos», Tetis en persona organizé los juegos funerarios: los premios in- El aspecto juridico de los juegos ha sido intensamente subrayado por Gornet, «Jeux et Droit (temargues sur le xx chant de Fliase)», Rev ist rot francaise tranger, 1948, p.177 ys. tomado denuevo en Droitet Soci dans ta Gréce ancienne, Pasi, 1955, pp. 9-18 "En el estudio cilado anteriormente, L. Gernet (Droit et Sociét, p. 17) ha ceserit: «El derecho que comienza a aparecer en la escena no le hace como tuna técnica especial y profesional: emana él mismo de la vida de ls juegos; hay continuidad entre la costumbre agonistica y la costumbre judicial» 7, xt, 256 y ss, Sobre l valor del hiro, cfr, por altima, L. Deroy, «Les noms du feren grec et en latins, L’ Antiguité classique, 9x, 1962, pp. 98-100. "IL, xs 704; ovary és weoooy fnze. Pucden encontrarse otras Férmulas, ast Ons feyova paw... (I, xx, 799 y 886). Sobre los valores de étv en la epopeya, cfr. R. Martin, Recherces sur "Agora grecque. Etudes d'histoire et architecture urbaines, Paris, 1951, pp. 19,22, 48, 161, 169, 244, Es enel étiv, ‘ene centro dela asamblea, donde se desarrollan la mayor parte de as pruc- bas: I, x, 507, 685, 71, 814. Observemos, en definitiva, que siempre ese verbo nBévat el empleado aqut, como en el vocabulario politica del que Herédoto (fe. inf, pp. 102-103) es testigo, Cf. I, xx, 263, 63, 653, 656, 700, 740,788, 750, 751, 799; Od, xw, 86y 91. devs, bey Newb bee 40 Maxcet, DerENNE comparables «que ella habia obtenid de los dioses para el con- curso de los capitanes aqucosm, los «deposita en el centro de la asamblea» (OTixe Héw EV 6-71)? Noes el nico ejemplo: cuando el autor del Escudo hesiddlico describe la carrera de carros, preci- sa que «en el interior de la asamblea (évt¥g éeyBvos) veiase, des- tinado al vencedor, un gran trfpode de oro, oba ilustee del muy sabio Hefestos»." Ciro decreta que los bienes de los persas son la parla de la gucrra, empleando la expres siguiente: «Estos bienes son como los premios depositadis en cl contro» (év néow “ptop ifn xeteon tare tet éxyex04)."" Teognis evoca una justa que le enfrenta a un amigo, una justa cuyo premio es un joven en la flor de lajuventud;el premio (&@hov) se encuentra «en el centro» (&v 16609). Deméstones, on definitiva, habla en sentido figurado de «premios depositados en el centro» (20h zelueverty nese). Sen el marco de la epopeya la expresin impone la imagen dle una asamblea de guerrero sentados en circulo, cual es el valor deeste punto central? ;Cual esa imagen mental que trans- 6, mb Bemitecstacontunbre institucional? Para deine! valor del contro 4 Catt cn este contexto de juegos, es necesario dar un rodeo por una institucion que ocupa un lugar fundamental en el mismo grupo social de los hombres especializados en el oficio de las armas: el reparto del botin. En la mayor parte de los casos, cada comba- tiene rata de ganar las armas de sus enemigos, cada uno se e5- fuerza en hacer un botin «individual». Pero junto a la toma {mainmise) inmediata y personal de bienes que van a engrosar la parte de las riquezas que cada uno lleva consigo a la tumba,"* Oud, xv, 80.86, "(Hes Escudo, 312. Cf. I, xx, 273, "Jon, Anasis m9, 21 " Teognis, 94, "Demos, Filip, 1 45, “En efecto, el botin forma parte de los bienes ques priegos laman yefuaca ¥y que se oponen los. natpOa. Cir. EF. Brueck, «Totenteil und Seeigerat im [prechischon Recht», Miinchoner Reiteige sur Papyrusforselumg wd antiken Rechisgescit, 1x, Munich, 1926, p.39 yss. El autor observa justamente que rho hay en esta época una concepcion abstraeta, propianvente jurdia, del dorechode propiedad. La «propiedad individu Panes mis que una cémo- EL PROCESO DE SECULARIZACION. ut hay rasgos de otra costumbre: los bienes tomados al enemigo son depositados «en el centeo». Cuando Teagnis de Megara evo- ca el infortunio de los grandes propictarios, las desgracias de la ciudad, el naufragio del Orden, deplora no ver sino desastre y pillaje: «A viva fuerza, saquean (los villanos) las riquezas, todo orden ha desaparecico...(Quién sabe si el botin es tambign obje- 1 to de un reparto semejante?»". El reparto del botin es Saoids & | 1} HEGoV, pues el botin es con toda precisién «aquello que esta i depositado en el centro». ¢Captura Ulises en una expedicisn noc- turna al adivino Héleno? Lo Ileva al «centro» (é éoov)!" por | \ dos razones: en primer lugar, porque es el punto més a la vista dela asamblea y, en segundo lugar, porque es el lugar reservado. a una «gran captura» que forma parte del botin de guerra de los aqueos. Al igual que los premios de los juegos Funeratios, el bo- tin de los guerreros es depositado & écov. Ahora bien, conoce- mos por la querella de Aquiles y Agamenén, ef nombre que los sgriegos reservaban para estos bienes dlestinados al reparto: «las oRae pucotas en comin Gvvifia. Zelheva).”” Mediante este r0- 5 Cp ber Nae dertine dos “abstaccibn, aunque pligros, para sutsummir la diversidad de Ts die. rentes modos de poses, Sobre el but en ka tese M. Deleourt, Octet Koide dr comprrant, Part Lij, 19H. pp 29-24, y los anlisis de E. Buchholz, Dis homeriche Reale th, Leipely 1881, p28 y s. En su artculo sobre «Le partage des profits de la guerre dans fe trates ealliance antiquess, Res histone, 1958, pp. 238-24, A AAymard no toma en consideracin los hos arco P. Vital-Noguel te indica el pasaje de Tucidides, vs, 85,3, donde se encuentra tna opesicin entre la parte uel Estado (gorwsr) y las pares inviduales. La nein ele sacnenia hecho entre los beligerantes desempens wh papel importante, Clr 4 también A. Dain, Le partage su bin prs lee trite forges et | inlitaress, Actes dv cons anteritinal ds ndsbycontines Pris, FMS, {1 Paris 1950, pp. 347-35, que oerva «1 reparta se hace por vin de aut ‘iad. Los ots son rept, bien entre ls nvidus,biem ene lag un dacs militares constituidas», pero los soldados mis stnguicos pueden ‘obtener ss partes por lee "Teognis, 678 ss: Baas 5 ov Tous rete #510 oo "Sf, Filo, 608: Helena es una “®t yey "A Agamenn, que le pideota porte honor cambio de la que dee dar «Apolo, le eesponde Aqui: «No tenemos mas ese comin en sera. {odo loque hemes conseguide dl sauce de as aes a id epartl : edad homética, contrin- Site ua Mancit, DEENNE deo podemos establecer una equivalencia entre el centro y bo que es comiin, equivalencia que se encuentra confirmada por todo lo dee ROsOEOS, por otra parte, sabemas de wloov." Desputs de cada victoria, después de cada saqueo, el botin vuelve a dejar Guere eimanos de aquel que representa a Ia colectividad,” A través del jefe de guerra, es el grupo iisino el que ejerce un derecho de eG fiscalizacién sobre las riquezas, derecho que conserva hasta el Gemere! momento del reparto. Las modalidades no nos son directamente te, pte conocidas: por el discurso vehemente de Aquiles, sabemos sola- the us Su8 anes mente que «el rey distribuye poco, pero guarda mucho». Sin in embargo, la escena de los juegos puede paliar a su vez este de- fecto de informacién, pues el reparto del botin y la atribucion de los premios en los juegos parecen obedecer a un mismo mecanis- LL bok mo institucional.” Ze) Come seus « bien v objeto Cada vez que Aquiles «pone en juego» un objeto de premio Io deposita ts é00¥; alli es donde el vencedor viene a cogerlo, propiamente hablando a «recogerlo». Uno de los gestos més ca- racteristicos de los juegos es, en efecto, la toma de posesién de los premios." Pero el cardcter especifico de esta adquisicion no se muestra claramente sino en su oposicién a otra forma deapro- piacion que la misma escena menciona repetidas veces: el recibir y, correlativamente, dar, el acto de «poner en la mano» (ev epot (tery? thokin a de es Gy aren J, Yunvence qewr, (GéBaccex)> (I, 1, 124-125). Eat texto prucba claramente cémo antes del Saquds los bienes son Govt. Chr inf, pp. 96-97. fh 16,328 y ss. Che. L Gernet. op. cit, p18. ™ Che. LGernet, op cit, p.16. 2 La aprehensidn es designada a menudo por el verbo dxipewv (Ceipeoty, ‘avaeipew) que posse «su valor conereto» (I, xx, 614, 778, 823, 856,822), 0 incluso por verbos como hapBavew, dexteaBex (273, 511, 66) 0 Set (613). Esel gesto de Ajax wél toma cl buey salvaje 779-781). L.Germet ot lp 11 observa que Dares hace exactamente el mismo gesto en los Juegos de honor de Anchises (Eneida, ,380,y ss), gesto del que F. de Visscher, Etudes de droit romain, p. 353 58, ha destacado la significacion 2 Cf, xx, 624, 537, 65. L. Geret, op. cit, p. 11, ha sido sobre k: oposi idm de ambos gests: del dan y el del toma de posesin (inne) dagditine fo EL PROCESO DE SHCULARIZACION 43, ‘A los concursantes desafortunados, a Néstor, demasiado vie- jo para participar en la carrera y, en general, a aquellos que no tienen ningiin derecho de posesién [main mise] sobre los premios, Aquiles «pone en la mano» un objeto, tripode 0 coraza, de sus reservas. Sin duda se trata en uno y otro casos de bienes que pertenecen a Aquiles; pero, en el primer caso porque han sido depositados «en el centro, los bienes propios de Aquiles, sus xsi, se convierten, como los abjetos del botin, en «cosas co- munes» (Evvifia); pierden su caracter de objeto distinguido por un derecho de propiedad, Son «res nullius».*| La _pose- siGn del vencedor puede ejercerse sobre ellos sin demora. Por el contrario, cuando Aquilés pane en mano: copa qe €L mismo ha recogido «del centro», le concede un don personal, semejante en todleral que concede a Eumelos, cuando, para n compensarie, hace traer de su tienda una coraza y se la «pone en la mano».* Aldon personal que crea un: iculo entre dos h¢ bres y obliga al beneficiario al conira-don,* se opone muy clara- mente ol gjercicioinmediato de ah derecho de propiedad wrapartida. “La toma de posesidn no puede ejercerse sino por mediacion de uéoov, cuyas virtudes anulan las relaciones de «propiedad © Che. L.Gemet, op. cit, p. 13. E. Cassin, L’Année sociologinue, 1952, p. 119, Piensa que los premios westan en realidad consagrados por Aquiles al héroe ‘muerto...serd del masalla de donde seria cogidos por el valor, fa destrezao la suerte de los concurrentess. Pero nada nos hace pensar que el centro ten {ga aqut un valor religioso. Sobre las significaciones religiosas, sobre su rela cidncon los demés valores del centro, cf. las abservaciones de JP. Vernant, “Géometrie et astronomie sphérique dans la premiere cosmologie greeque», La Pensée, 2° 108, 1963, p91 y ss. (= MP, pp. 157-158) ® Ci. a, 565, * Sobre el don, cfr. L. Gernet, sLa notion mythique de la valeur en Grdee Journ, de Psych. 1948, p.430 y 8; Droit prédoit en Greceancienne, ¥ série, 1948-1949, Paris, 1951, p. 26 55; M. Mauss, Essai sur led. Forme et raéson de échange dans les societés archaigues, tomado de nuevo en Sociologie et Anthropologie, Paris, 1950, p. 145 y ss; R, Maunier, Revherdis sur les éhanges ritues en Afrique du Nord, «L’Année sociologique>, Now. Série, tw, 1924 1925, Parts, 1927, p. 1Ly ss, M. | Finley, «Marriage, Sale and Gift in the Homeric World», Rew int. droits de Antiquite, 3" sine 1955, pp. 167-194 Dodero Gade) wi paar eded ede do Conon bt (exit dow, “a MARCEL DETIENNE personal» que existen entre Aquiles y su parte de yryarter. De~ positados «en el centro», los bienes propios de Aquiles son, de alguna manera, puestos cle nuevo en circulacién; pasana ser «ob- jetos comunes», disponibles para una nueva apropiacién perso- nal. Es, muy verosimilmente, el mismo procedimiento el que re- gula el reparto del botin: cada objeto, tomado por un guerrero.en el momento del saqueo, es «puesto en comtin», es decir, deposi- tado «en el centro», Es alli donde el hombre designado por la suerte —al igual que el vencedor designado por los dioses — vendraé a «recogerlo> (4e{pery, évatefpetv) bajo la mirada de to- dos. El gesto de la aprehensién determina el «cterecho de propie- dad inmutable»” del que habla Aquiles. De esta puesta a disposicién, el canto xix ofrece un notable ejemplo, Cuando Agamenén se retracta puiblicamente, cuando confiesa que ha sido victima de Error (At), ofrece a Aquiles sus bienes, su «parte en la eleccién», pero los bienes no son entrega- dos de mano en mano: un procedimiento tal haria que Aquiles quedase obligado ante Agamen6n. Se recurre a una formalidad que Ulises propone con la competencia de un drbitro: «Que Agamenén, protector de su pueblo, traiga sus presentes en medio de la asatublea» (olatrw és ytoony dyopiy).” Pr Ulises ustifica mediante una exigencia de publicidad que, en efec- to,es fundamental en este contexto juridico y en este medio gue: rrero: «De este modo, todos los aqueos podrin verlo con sus pro- pios ojos y ti tends, tu, el alma tranquilay.* Pero hay otra razon igual de imperiosa, y la continuacién de! episodio la sugiere cla- ramente, A la invitacion de Agamendn, Ulises y los jovenes ‘xoBpor del campo aqueo se van a ta tienda de Agamenén: « tonces, tan pronto dicho, tan pronto hecho. De la tienda traen fos siete trfpodes prometidos, veinte calderos resplandecientes, doce focedimiento que sin duda, las partes de honor eran cagidasantes por esteo aque! personae importante. El resto era Jo que se echaba a suertes. Aunque este procedi- riento no haya sido atestiguado diroctamente, poelemos creer que estaba 2 Che Hm 38. ¥ 1h, IBY ss Pay, 178 EL. PROCESO DE SECULARIZACION us caballos, traen también sin dilacién siete mujeres diestras en las labores impecables y, en octavo lugar, a la bella Briseida. Ulises pesa un total de diez talentos de oro, después se pone a la cabeza de los jovenes aqueos y éstos, siguiendo sus pasos, traen los pre- sentes que depositan en medio de la asamblea» (yal xé pty év wéoon ‘yop ff O€oav).” Tras el gran juramento de Agamenén, que san- ciona solemnemente la reconcialiacién con Aquiles; sacrificado el verraco,cuyo cadaver arroja Taltibio «al inmenso remolino del mar blanco», la asamblea se disolvi6. Es solamente entonces cuando «los magnanimos Mirmidones se apresuran en torno a los presentes»: vienen a recogerlos al centro de la asamblea" all donde Ulises y sus acompaitantes los han depositado. Sobre es- tos objetos, convertidos en «propiedad comtin» por su puesta &¢ éooy, ejercen ef mismo derecho de toma de posesion que un vencedor sobre el premio puesto en juego. El procedimiento pre- conizado por Ulises permite, pues, recrear las condiciones de un reparto. Asi se lleva a cabo la operacién que el mismo Aquiles parece evocar en el canto 1, ante las exigencias de Agamenon: «¢Conviene que los hombres traigan de nuevo sus bienes al mon- ton?» (nod AAoye tatbt'énayerpety).* Agamenén no ha hecho un presente a Aquiles; ha vuelto a poner en circulacién los bienes que habia acaparado. Para toda una tradicién, poner és uéaov, es poner «en comin». ‘Todo lo que yo sé —escribe el alguna parte Herédoto—, es que si los hombres trajeran al centro sus desgracias domésticas (tt lyse xo324) para intercembiarlas con las de sus vecinos, des- pués de haber examinado bien las desgracias del otro, volveria cada uno a llevarse con alegria lo que hubiese traido».® Se trate I, n1x.242,y 5s. Es aproximadamente la misma formula del canto xx, 704, cuando Aquiles deposita los premios de los juegos. 1, x0, 277 ys IL, 4,126. En la Oiisea es donde se afirma muy claramente la oposici6n de to pico y to prioado (i, 32:1, 4; 1, 82: 314; 34, 264-265, pasaescitados por Chester G, Starr, The Origins of Greek Civilization, Nueva York, 1961, p. 336) ® Hal, wt, 152. Encontramos la misma historia, sin alusion al wéoov, en los Dissot Loge, 18 (Diels, FVSYu, p. 408, 2y ss). Cf, Herodas, 1,90, Enel curso tleun proceso que le oponea un armador de geanos que ha violentado a una Woon, Go a SH “ ee 7. cerca’ CCM) fey Zo pt Kev ea blac, vache fe Fise ee & M6 MARCEL DETIENNE. de dejar los bienes en indiviso™ 0 de ponerlos en comtin para | proceder a un nuevo reparto;® aparece siempre la misma expre- |sion ts péoov. A través de las formas institucionales que estén | puestas en préctica tanto en la entrega de premios como en el reparto del botin, los valores del centro se disciernen claramen- terel centro esa la vez «lo que es comiine y «lo que es piblico» Con los mismos valores la expresion és néaov aparece en otros “. planos, pero siempre en el mismo contexto social. En las asam- bleas militares, el uso de la palabra obedece a reglas definidas que confieren a las deliberaciones de a Iliada una forma institucional muy acentuada Tomar la palabra conlleva dos com- portamientos gestuales: avanzarhacia el centro por una parte, ¥ por otra, tomar el cetro en la‘mano. gEl déseo es dirigirse a la asamblea? La regla es rigurosa: hay que dirigirse hacia el «jiéaov». Cuando Ideo, heraldo dels troyanos, se encaminé hacia las com cavas naves y encontré alli a los Dénaos, sirvientes de Ares, re- tunidos en Asamblea cerca de la popa de la nave de Agamenén, no tomé la palabra hasta que se hubo detenido «en medio de ellos». Cuando volvié a Ilién, dio cuenta de su gestién avan- zando hacia «el centro» de los troyanos y los dirclanos, reuniclos en asamblea.” La regia es vélida para todo orador: cuando la galebre —0 ir al contre, esas chijass Battaros declara que si su adversario pide nuevas diligencias tenelsumario para el asunto, ya que la vietima es de origen servil (confrén tese la introduceién de J, Atbuthnot Naien y de L. Laloy, en la «Coll. Univ Frances, Paris, 1928, pp. 47-48), él seofrece en su lugar, acondicion de que el precio del dano sea depositado ¢v «6 wor. Cf. también Jen, Econ, 1, 26. ™ Plut, Deamore fraterno,p- 483 C-E: ala muerte de un padre, Putarco reco~ iendaa los hijos abandonarel uso y disfrutede los bienes encomiin (goneov {& yal mau ev jeow zetaBen yowvy yal Gvguntov GRteve0N). Sobre este texto, véase Harry L. Levy, «Property Distribution by lot in Present-Day Greece, Trans. Proc. Amer. Phill. Assoc. t. Loox 1956, pp. 42-50. Luciano, Cronesolon, 19, ¢. up. 312 Jacobite, Cf Arist. Asam, 602. Pero sentido de Ia expresién ha podlico perderse bastante pronto, por eemplo, en. Eur, ln, 1284, donde zowdy hace doble empleo de tv ufo. SIL, vu, 383-384, 2711, vi, 417, Se encuentra el mismo procedimiento en otras asambleas mili= tares, Cl, Jen, Ciropedia, vi, 5, 46. En, 2,3, e trata también de un és wécov en relacién con el spixhos xaraxewiévan axpamorav. EL PROCESO DE SECULAKIZACION “7 Telémaco toma la palabra en la asamblea, da lugar a la misma formula: «se mantuvo de pie en el centro del Agora» (6tf] dt Eon ‘Gyopf)* Cuando algtin personaje no sigue la regla, el poeta lo sefiala como una excepcién. Se da este caso en el canto xb, cuando a las palabras de reconciliacién pronunciadas por Aquiles, Agamenén responde «desde su sitio, sin dirigirse al centro de la asamblea». Una vez que el orador ha Hegado al centro de la asamblea, el heraldo le pone en las manos el cetro que le confiere C laautoridad necesaria para hablar." Las afinidades entre el cetro y el punto central son esenciales; en efecto, mucho mas que una «emanacién del poder real», el cetro parece simbolizar, en esta costumbre, la sobernia impersonal del grupo. Ahora bien, hablar enel centro en las asambleas militares, es hablar si no en nombre del grupo, sfal menos de aquello que interesa al grupo como tal asuntos comunes, especialmente asuntos militares. Cuando ‘Telémaco da orden a sus voceadores de convocar en el Agora a los aqueos de {taca, el anciano Egipto, superior en edad, se in- quieta por ello: «.. Nunca hemos tenido asamblea ni consejo desde “ el dia en que nuestro divino Ulises se embarcé en sus céncavas naves... Henos aqui convocados; .por quién?, zcudl es la urgen- cia?, 2de la armada que retorna va a darnos alguno de nuestros jovenes o superiores una firme nueva de la que tengan las primi- cias?, ges algtin otro interés del pueblo (Styov) sobre el que quiera hablar y debatir?».*" Cuando Telémaco toma la palabra para re- plicarle, sus primeras palabras son para excusarse de no hablar y debatir sobre la armada o algin otro interés del grupo. Toda ia escena muestra que hablar de sus asuntos personales a la asam- blea es algo insGlito, incluso incongruent. El punto central don- de el orador se alza, cetro en mano es, pues, rigurosamente ho- »* Od,.1,37 y 56 > Ia, 76-77. © Clr. Od, u, 37 y 88, las observaciones sobre el valor del cetro hechas por L. Gemet, Droit et prirot,p. 96. Od, 1, 28y ss Sobre la declaracion de Egiptoy el problema de la convoca cién de la asamblea cr. R. Martin, Recherches sur l Agora greeque, p.31y si sguientes, donde reconoce un ejemplo de lo que A. Severyns (Hombre, le pute 1 son oewore?, Bruselas, 1946, pp. 23-26) llama wanacronismo compuestor. “MARCEL DETIENNE je fe b fice eee loge ape mélogo del centro en el que estan depositados los premios de los juegos y los objetos de! botin: éstos son los Euvijia, aquél es ya el _§ yowvsy 0 el Evvv-" En los Argonautas, cuando Jasén quiere re- » cordar a sus amigos que la expedicién es un asunto que concier- {nea todos, se express en os términos siguientes: «La empresa es 3 comiin Evvi zpe16) y los consejos son comunes (Evvol uot)». ~ Bien es verdad que la expresién aparece s6lo en Apolonio de _c Rodias, pero es postlada por todo el contexto de las asambleas rativas en la Epopeya En el juego de las diversas instituciones, asambleas delibera- tivas, reparto del botin, juegos funerarios, un mismo modelo, Sheed impone: un espacio circular y centrado, en el que ideal- mente, cada uno esté, mediantela relacién con los demas, en una m recfproca y reversible. Desde la Epopeya, esta represe A § tacign de espacio es solidaria de dos nociones complementarias: (> ta nocién de publicidad y la detomunidad. El mesén es el punto ‘comtin a todos los hombres calocados en circulo, Todos los bie- jon be ey eens ies be ie ane | cee ce al tow 3 pater e 41 eg baker Obsivves€ oe Poon hen ‘ip FShvbv es una nein politica que desempena un papel import sighs iy v. En Titeo, 15 85, puede leerse uno de sus mis antiguos ‘empleos, que desarrola la idea de un Eovdv éoh6y para la pois y el demes. Hat, vu, 53, el bien comin es el Eovov éaB6v. Es un singnimo de xowvbv para designar el Estado. Los flésofos haran de él gran uso: Dems. ap, Diels, FVS?,u, p. 195,15; 203,13; 205, 10; Heraclit, ap. Diels, FVS', 1, p. 151, 2y se; 169, 4; 174, 1; 176, 4, ete, En un estudio sugestivo, intitulado «Zur Sociologie des archaischen Griechentums», Gymnasium, t 65, 1958, pp. 48 '58, B, Senell ha sostenido que la idea de una comunidad, de una Eovevln, ‘opuesta a un estatuto individual, tal y como aparece, por ejemplo, en Arguiloco de Varos (tt. %, 7, Lasserre-Bonnard), senalaba un virae declsivo con relacién a Homero. Creo que pasajes como el que yo estudio pueden limita el aleance de las conelusiones de B. Snell, por lo menos levar a dis tinguir, junto a una ruptura, lineas de continuidad. De los «bienes comu: nes» del grupo militar de la epopeya al Zov6v de los Homoiai de Tirteo, no hay ruptura Bajo una forma compuesta,éx(Evv0s, el mismo adjetivo califica un tipo de tierra que es, incontestatlemente, objeto de propiedad colectiva (I, x, 421 y siguientes) Ce. las observaciones de Ed. Will, Auxorigines du régime foncier grec. Homére, Hésiode et Tarridre-plan mycénien», Rev. Et, A, t 1x, 1987, p. By ss. © Apol. Rod, Argon, 1,173, ed. H. Frankel EL PROCESO DE SECULARIZACION 49 nes colocados en este punto central son cosas comunes, Evi: se oponen a los zticeta, que son objeto de una apropiacién in- dliviclual; as palabras que se pronuncian ali son del mismo tipo: conciernen a los intereses comunes.Punto comiin, el mesén es por eso mismo.el lugar piiblico por excelencia’ por su situaci6ri es sindnimo de publicidad. Sila palabra dicha éciéoov | concierne a los intereses del grupo, se dirige necesariamente a todos los miembros de la asamblea, También el reparto del botin exige publicidad: cada uno vaa tomar su parte bajo la mirada de todos. Seguin la formula de Ulises, «todos los aqueos pueden verlo con sus ojos». Por otra parte, en el grupo de los guerreros, la publicidad juega en todos los planos, ilumina toda la escena de Tos juegos: el resultado de las pruebas es proclamado solemne- mente ante la asamblea que toma acta de la sentencia y le con- fiere una verdadera eficacia juridica.® Las prucbas mismas se desarrollan bajo la mirada de todos: la mayor parte de las justas, tienen lugar & Hésov y, cuando llega el momento de la carrera de carros, Aquiles manda al anciano Fénix cerca de la meta del campo de carreras con el fin de hacer respetar fuera del circulola publicidad de la prueba. En todos los planos, en los juegos, en el reparto del botin, en la asamblea, el centro es siempre a la vez lo «que esta sometido a la mirada de todos y lo que pertenece a to- dos en comiin. Publicidad y puesta en comiin son los aspectos complementarios de la centralidad. sie contexto institucional y este marco mental permiten ex- traer los rasgos esenciales de la palabra-didlogo. Cuando en la Epopeya se quiere hacer el elogio de un joven guerrero, se dice de él, al igual que a Toante en la iliada: «Es experto en la lanza, valeroso en el cuerpo a cuerpo, y en la asamblea pocos aqueos le pueden cuando los jovenes guerreros discuten sus pareceres». Buen artifice de hazafias, el guerrero consumado también sabe “ L. Gernet, Droit et Société dans la Grace ancienne, p. 16 Cuando Aquiles propone conceder el segundo premio Eumelos (Il, xx, 539 y ss), el publico «aprucba» (énaavety). Asimismo todos los pretendien- tes aprueban el diseurso de Antinoo (Out, Ww, 673) I, xv, 282-285, Cte H,Jeanmaire, Cour et Couretes, p42 fac do, tel mosen Yatra te to 4 bo Cun e tidas.. (qvewena ' fe fide 150 > sMaRce DETIENNE Secs : \ decir correctamente sus opiniones.” Uno de los privilegios del yr ‘hombre de guerra es su derecho de palabra. La palabra ya no es ey aqui el privilegio de un hombre excepcional, dotado de poderes religiosos. Las asambleas estan abiertas alos guerreros,® a todos aquellos que gercen plenamente el oficio dels armas. Fsta sol dafidad entre la funcién guerrera y el derecho de palabra, atesti- ‘guada en la Epopeya, se ve confirmada tanto en las costumbres de las cudades griegas arcaicas, donde la asamblea del ejrcito sel susituto permanente del pueblo cdm, por ejemplo, en las castes conservadoras de ia asamblea macedénica.® Costum- bres particularmente valiosas, pues aclaran un aspecto esencial de la palabra en los medios guerreros, Cuando Polibio quiere hablar del privilegio de la palabra de los guerreros macedénicos, habla de su igualdad de verbo, de su iomyopla.®” Emplea, pues, una palabra del vocabulario politico que en las Historias de Herédoto” ofrece las mayores afinidades con la tooxpatto: 0 la lovey. Pero es también la misma palabra que Filodemo em- plea esponténeamente cuando quiere especificar los privilegios Ge los comparieros de Ia Epopeya, tanto en las reuniones comu- nes como en los banquetes colectivos * Término anacronico, sin duda, pero que traduce a la perfecci6n un rasgo fundamental de 1, 49, Cie Pind, Nem, vi 8; Bagi, x 89, e. Snel 1 Qe a sociedad grioga dela epopeya, los ancianas (wépovtes) se oponen, sin ; fargo, los jovenes (vo, x00), oposicién que, ene! plano de la pal. i tra, queda sea porladulidad del buy del dort: el primero, consi 1 reservado alos ancianos y a los consejos (fvtEg) el segunde, asamblea plenaria de los hombres en armas (cfr. H.Jeanmaire, op. ct, p. My 55) A, Aymard, Surl'assemblée macédoniennes, Reo. étanciennes, uit, 1950, p.127 ys, Enos estados arcaicos griegos, la asamblea del ejrcito es el susti- tuto permanente de los ciudadanos: Arist, Pol, 1,10, 1297 B (ctado por A. ‘Aymard, art, cit, p. 131) Sobre la reciprocidad de los ciudadanos y de la armada cfr. Cl. Mosse, Rev. é.anciennes, 1953, pp. 2.35, y1963, pp. 290-297. Polibio, v,27, 1; 4:6. S"fomyopin ap. Hat, v, 78 (tr. leoxparta, v,92}‘TaaySpncap. Hat, v, 66:70; 72:74, Cft, Laroche, Histoire dea racine NEM: en grec ancien, Paris, 1949, p. 186, ® Filodemo, ep rob 08" Dymnpov xu00b Baordés fr. 19,14" Ionyopiav 6 Fyovers..Iye tv} eats evvouataxs ax ror ol Glntore a iy ates « ;CULARIZACION fey 1S BL PROCESO D la relacién social que une al guerrero con el guerrero: la jgualdad, igualdad que caracteriza a la institucién militar de los «banque- tes iguales» (bat eton)® donde se rednen los hombres del lass, Zomo caracteriza también a las asambleas guerreras en las que cada uno dispone de un mismo derecho de palabra. A partir de la Epopeya, el grupo de los guerreros tiende a definirse como et de los semejantes (S010). En las asambleas guerreras, la palabra es un bien comin, un zowsv depositado «en el centro». Cada uno se apodera de ella por tumo con el acuerdo de sus iguales: de pie, en el centro dela asam- blea, el orador se halla a igual distancia de aquellos que le escu- chan, y cada uno se encuentra mediante su relacién con él, al ‘menos idealmente, en una situacién de igualdad y reciprocidad. Palabra-didlogo, de cardcter igualitario, el verbo de los gue- rreros pertenece también a un tipo secularizado. Se inscribe en el tiempo de los hombres. No es una palabra magico-religiosa que coincida con la accion que instituye en un mundo de fuerzas y de potencias: por el contrario, es una palabra que precede a la accién humana, que es su complemento indispensable. Antes de llevar a cabo una empresa, los aqueos se retinen para deliberat; cuando los Argonautas preparan una etapa de su expedicion, no dejan nunca de pedirse consejo unos a otros. De entrada, este tipo de palabra esté inscrito en el tiempo de los hombres por su. objeto mismo: concierne directamente a los asuntos del grupo, a los que interesan a cada uno en su relaci6n con los demas. © Las comidas del laos son «comidas a partes iguales», en las que ninguna presencia provalece conta el principio de igualdad. Cr. Il, vi, 320; 466; (a, xx, 425; vin, 98; I, 1, 225, y las observaciones de Atenca, p. 12. ed. AM, Desrousseaux. Sobre la comensalicad homérica, cfr. H. Jeanmaice, Couroi et Couretes, Lille, 1939, p. 85 y ss, que compara estas comidas en co- amiin a los banqueles (sistas) déricos. % Schulthess ha reunido muchos hechos en su articulo «Homoioin, R-E, 1913. 2252 yss,si bien no sefiala, por ejemplo, el momento\en que Aquiles se dice el homoigs de Agamenén (I, xv, 53 y $8). Se podrian distinguir asf tres niveles de homnoi 1) los guerreros profesionales de la epopeya; 2) los hippobotes, los hippies oligsrquicos; 3) los ciudadanos del siglo v (segdin la declaracion de Maiandrios. Cf. ina, p. 100) Cie. Od, 1 30-32, y 142-44 ONelebve dower e fu anbe / MARCEL DETIENNE Seman fen nen 2 en lary, pelt rere Fal gi suman de ‘dilogo, este tipo de palabra no obtiene ya su eficacia de la puesta en juego de fuerzas religiosas que trascien- wet St den alos hombres. Se funda esencialmente en el acuerdo del gru- “po social que se manifiesta mediante la aprobacién y la WAY” désaprobacién* Seré en las asambleas militares donde, por pri- 701) mera vez, la participacién del grupo militar funde el valor de (puna palabra, Sera alli donde se prepare el futuro estatuto de la "palabra jurdica o de la palabra filos®'cs, de la palabra que se alla «publicidad» y ie obtienesu fuerza del asentimien- ““o de tun grupo social 72°" En este mismo ambiente hacen su aparici6n nociones como: fr ke Parégoros, Oaristus, Paraiphasis, que dibujan el campo de la per- (UP Aesuasién. Aquel que sabe decir bien su parecer, sabe hacerse escu- yf char: conoce las palabras que ganan el asentimiento, que hacen } "1 ceder los corazones, que entraftan la adhesin En el vocabula- WW) 0 rio homérico, Paraiphasis (que es buena o mala como la Peithd) designa la persuasién que nace de la frecuentacién;” Oaristus, la \e" __Minfluencia reciproca que engendra el comercio intimo de la eax {0° SG snaradera miontas que Paégoras ca fica la palabra lentado. ‘U_ra que exhorta al compafero de armas" Pero en el plan mitico, % Chr. Ot 1c 673, y IL, sm, 839 y ss, L. Gemet, Droit et socité dans la Grice ancienne, Paris, 1955, p. 16 y ss, ha insistido sobre el papel de esta eficacia ‘cuasiuridica en la proclamacién del resultado de lo juegos y la atribucion de los premios a los vencedores. En «Droit et prédroits,(L' Année sociologigue, "sri, 1948-1949, Paris, 1951, P-111),L, Gernet ha mostrado de sobra cém¢ laeficacia de la palabra cede ‘su lugar a modos racionales:en el derecho a la voluntad colectiva,a la rat ficaciOn del grupo social; en la flosofia,a los procederes racionales, a las pruebas verificables Cir. F Solmsen, «The Gift" of Speech in Homer and Hesiod, Trans. Amer. Philo. Asoc, vol. sow, 1954, pp. -15.Sobrela importancia de 0d en la epopeya, véase Ebeling, Lexicon homericuny, «3 "Il, xi 793. Ce. Hesiquio, 5. xopaigaci:, texohoya, rapadonoyos, apav6ia, cynfovda, xapmyopia, reW8b, xepatveate dnd, Eu, 979, 34: ne1Oao€§ Sphlas.Tirteo, f.9, 19D’, muestra laimportancia del esimulo fen el medio militar (apatvnt 8 Eneow sv xinotov Gv8pa raped). So- bre naparigans, ef. supra, p. 74 he. I, sit, 291 (baprotbs epomexio); Od, xx, 179; Hes, Trab, 789, ete Parégoros ests emparentada con Népoaars y apie: figuraba en un t see dh TEL PROCESO DE SECULARIZACION 153 estas tres nociones son las potencias religiosas que forman parte del cortejo de Afrodita y especifican la omnipotencia de Peithd." En las asambleas militares, la palabra es ya un instrumento de dominacién sobre el otro, una primera forma de la «ret6rica». En los medios guerreros funciona, pues, muy pronto, un tipo de palabra que concieme al hombre, sus problemas, sus activida- des, sus relaciones con los demés. guertera, grupo social cerrado en si mismo, desem- boca, en el devenir de la sociedad griega, en la institucion mas nueva, mas decisiva: la ciudad, como Gino arquitectura espicitual. En el medio de los guerreros profe- ve Siowales se esbozan deierminadas concepciones esenciales del olitico de los griegos: el ideal de Isanomia, representacion de un espacio centrado y simétrico, distincién entre intereses personales e intereses colectivos. A la muerte de Policrates de Samos, Maiandrios, su sucesor, hace una profesion piiblica cuyos términos armonizan con el pensamiento politico de finales del siglo vt: «Policrates no tenfa mi aprobacién cuando reinaba como un déspota sobre los hombres que eran sus seme- jantes (onotev), y ningiin otro la tendra si actita de la misma for- ‘ma. Ahora bien, Polfcrates ha seguido su destino, y yo deposito el poder en el centro (ey && ts wEoov thy Upziy sWOelc) y procla- ‘mo para vosotros la Isonome».* Semejanza,* centralidad, ausen- __¢¢ia de dominaci6n univoca: tres términos que resume el concep- templo de Aftodita con Peithé, Eris, Himéros, Pothes (Paus. 1, 43,6); en un ‘vaso atico de figura roja (Arch. Zeit, 1896, p.36 ys), sea creido encontrar. fa junto a Paris oft. G. Herzog-Hauser, 2. Parégoros, RE. [1949], 1454), En las Argonduticas(, 479 ss), Apol. Rod. habla de los .000..rapriyopot ‘ofa nep vip Oapasvor érapov (fr it, 1347 y 85), ® Sobre las formas de prerretrica en la epopeya, véanse los hechos teu. nidos por E. Buchholz, en Die homerschon Realin, i, 2, Leipzig, 1885, p, 168 ys, © Hat, u, 142. “Sobre el tema de Spot0s y sus relaciones con foog, wéase R. Hirzel, Themis, Dike, und Verwundes, Leipzig, 1997, . 234 y ss. las observaciones de Gemnet, Recherches sur le développenent dela pensé juridique et moraleen Grice, Paris, 1917, p. 457 ys 154 MARCEL DETEENNE to de Isonomia,® tres términos que dibujan la imagen de un mun- do humano donde «aquellos que participan en la vida publica lo hacen a titulo de iguales»"En la medida en que el ideal de Isonomia va revelandose, desde el momento de st aparicién, soli- *S palabra y el concepto de loovou(a plantean varios problemas, En pri- mer lugar, la cuestién de la etimologta: ‘covou puede derivar de Wou0s ¥ duiere decir igualdad ante la ley, lo que no significa igualdad politica. i deriva de véuetv, como la mayor parte de los comentadores piensan, puede significar un igealreparto de las partes materiales o de los derechos poiti- 0s (el sentido conservado por F, Laroche: reparto igual). Si se trata de igualdad pottica, hay que observar, junto con Ed. Will, Korinthiake, Paris, 1955, p.618 (del que nosotros seguimos el excelente westado del problema), {que el welemento io- no implica obligatoriamente la igualdad absolute Fay lugar para todos los maties de a igualdad, Pero este tipo de indaga- cin, bastante estéri, sobre la etimologfa atomista,diacrOnica, que suefa con alcanzar el LrBedewlung, puede ser susttuido por la investigacion de una eimologia llamada esttca,segin la defiicién de Vendryes (BSL, 1953) Se trata, por esta vez, de una etimologiasinttica y sincrénica, El metodo es cl siguiente: intentar definirel lugar de cada palabra en el esprit, circuns ‘ribiendo su significado y empleo Es por Ia puesta en pie y examen de to dos los contextos en que esa palabra figura como podremos esperar hacer ror de lla un doa aproximada. En este momento se plantea la naturaleza de toovopten los diferentes contextos. Tras los estudio de V. Ehrenberg y cio, P. Léveque y P. Vidal-Naquet han distinguido algunos aspectos de la ‘covouaa finales de! siglo v1) se define negativamente por su oposiciéna 1a tirana; 2) en determinados empleos, la loovouia aparece como un valor aristocratico. La bibliografia es densa: V, Ehrenberg, Die Rectsie in frien Griechentum, Leipzig, 1921; elsonomian, RE. Suppl. va, 1940, c. 288 y ss. Aspects ofthe Ancient World, Oxford, 196, capitulo w; Origins of Deriocracy, Historia, 1950, p. 515 ss; «Das Harmodicslied», Wiener Studien, 1956, p.57 y ss;G. Viastos, «lsonomian, Amer, Journ. Philo, 1953, pp. 337-366; A. ©. Larsen, Ceistenes and the Development of Democracy, «Mélanges Sabine», Ithaca, 1948, pp. 6-16; T. A. Sinclair, Histoire dela pensée politique greaue (tr. fc), Paris, 1943, p.39 ys. Laroche, Histoire deta racine NEM en grec ancien, Paris, 1949, p. 186 y ss; Ed. Will, Kornthiaka, Paris 1955, p. 618 y ss; Ch. Mugler, «Uisonomie des atomistes, Reo, Phila, xxx, 1956, p. 231 y s5;]-P. Vera, Ls origins dela pon Paris, 1952, pp. 52-53; P.Lévéque y P. Vidal-Naquet, Clisthne 'Athénen, Paris 1964, pp. 24! konomia, Akaderie-Verlag, Belin, 1964, pp. 1-3. “ Segan ta prudente formula de P. Levéque y P. Vidal-Naquet, op ci, pag na G. Vlastos, en EL PROCESO DE SECULARIZACION 155 dario de las representaciones de semejanza y decentralidad, esta virtwalmente presente en las instituciones y los comportamientos caracteristicos del grupo de los guerreros. Juegos funerarios, reparto del botin, asambleas deliberativas, en tanto que instituciones que forman un plano de pensamiento prepolitico. El espacio circular y simétrico que transmiten estas instituciones encuentra su expresion puramente politica en el espacio social de la ciudad, centrado en el Agora. El poema de Alceo, que data del siglo vu, nos ha permitido llegar a conocer la existencia de un «gran santuario», calificado de EDvov," santua- rio federal, «comiin a todos los lesbiosn, que Louis Robert™ iden- tifica precisamente con el santuario que nos dan a conocer dos inscripciones del siglo na. de C., y que tiene el nombre de Méoaov, nombre antiguo del lugar de la actual Mesa, excavado por R. Koldewey: nombre de lugar que traduce perfectamente la posi- cin geografica del templo, ya que — como escribe Louis Robert— «estd situado hacia el centro de la isla, cercano al fondo del gran golfo de Kalonia que penetra en el interior de Lesbos como para cortar a la isla en dos...». Estos hechos nos hacen suponer que el nombre del lugar no es sino una forma obtenida de la expresion & péoov, que puede aplicarse perfectmente a esas reuniones y deliberaciones, en el curso de las cuales todos los lesbios se re- unian en el centro de la isla para tratar de sus asuntos comunes. Desde el siglo v1, la solucién politica de los lesbios prefigura aque- a que Tales debia proponer a los jonios, un siglo més tarde, cuando en la asamblea general del Partionion, «aconsejé crear un nico bouleterion que estaria en Teos que, a su vez, se encontraba en el centro de Jonia; las otras ciudades no dejarian por ello de estar mas habitadas y tendrian la misma situacién que si fueran, © Cir. E. Lobel y D. Page, Poctarum Lesbiorum fragmenta, Oxford, 1955, r.129, pp. 176-177, “L Robert, «Recherches épigraphiques, v, Inscriptions de Lesbos, Rev. é. anc. Lu, 1960, p. 300 y ss, Parece darse una relacién necesaria entee a ‘expresién «politica» é¢ uésov y el nombre de un santuario que goza de tal situacion geografica abarcando tales funciones. Contra, Picard, Ree. Arch 1962, 1, pp. 43-69. 156 MARCEL DETIENNE demos». Teos, centro geométrico del mundo jénico, se transfor- ‘maria asi en el chogar comun» de la ciudad, su centro politico, e1 lugar de los «asuntos comunes», el Euvdv. Teos ocuparfa enton- ces la misma situacién que la «ciudad» en la Atenas clisteniana, en la Atenas «ison6mica» del siglo vi Desde la epopeya hasta estas formas de pensamiento politico no hay solucién de conti nuidad, solamente el paso de un plano prepolitico a un plano cespecificamente politico. Es, en definitiva, en las deliberaciones de Ia clase guerrera donde se fora la oposicién, capital en el vocabulario de las asam- bleas politicas, entre los intereses colectivos y los intereses per- sonales. Poner a discusion la conducta a seguir se dice en griego ‘mediante la expresién «depositar el asunto en el centro» (és iéoov ponidévon O zoranoéven O TeEvan Tb mpfiya).”' Como el po- der, el asunto que se ha de debatir, el tema que concierne a los intereses del grupo se deposita wen el centro». Mas precisamen- te, expresar su parecer en una asamblea politica, es «llevar su parecer al centro» (épety wun &¢ wécov)” oudecir en el cen- fro» (aéyewv ec uécov).” A la expresién «hablaren el centro» (Réyetv & wéa0v) corresponde la expresién simétrica «retirarse del cen- tro» (&y, wEaov yarrfevos)." Una vez fuera del centro, de! méson, Fidt 1,170. Ch. J-P. Vernant, Les Origins de a ponséegrecque, Pais, 1962, I2dy P.Léveque y P. Vidal-Naquet,Clsthine'Athénien, Pars, 1964, p. 65 ss. "Cir. P, Levéque y P, Vidal-Naquet, op. cit, p. 66 Hit, vu, 81,207; u, 80.En vi, 8, la expresi6n riOny sb mptypLL es ueoov se ‘pone a SiopouREs, «aconsejarse slo desi mismor. La expresign es tam bien empleada.a veces sin valor politico (Ha, vt, 129, vit, 74). Mégoy parece tener en ese contexto valores préximos a los de zo1w6' Ht, vii 58, habla de zowdv xpryma. $i se llega a un acuerdo, se habla de zo1vo hbo sxonaduever (, 166; 1,30). To-yorv6v es la ciudad, el Estado (1,67; B5;¥1, 14; ‘i, 135;1x, 117; 1, 156; v, 109), aunque también esl tesoro pablico (58; vi, 144; 1, 85) 0 simplemente el interés general (n, 82; 84), Sobre xoWSy, cf. Busolt Swoboda, Griecische Steatstunde 1 y u, 1920-1925, passim (Index, 1, 9.101060), Ht, w, 97. > Hat, 83. Hdtv, 118; va, 21, 73;11,83.Salir del péaov es condenarse a iBtoBoukéew (ou,8) \ \ } wide te Se Venera pandas [EL PROCESO DE SECULARIZACION 187 el orador vuelve a ser un ciudadano privado. Todas estas expre- siones definen un espacio politico del que medimos la importan- cia en el pensamiento griego mediante la antigua formula que el 5 heraldo pronuncia al comienzo de una asamblea, cuando invita a todos ls ciudadanosa ofrecer sus pareceres ala ciudad: «{Quién | quiere levar al centro un prudente parecer para su ciudad?» (xg © afer adder xonotdv a Boukevjt tc uéoov oéperv fav). Separan~ do claramente lo piblico de lo privado, oponiendo fa palabra que concicrne a los intereses del grupo y la que guarda relacién * con los asuntos privados, el pensamiento politico prolonga una S. distincién fundamental en las deliberaciones de los guerreros pro- fesionales. En estas asambleas igualitarias se preparan las futu- ras asambleas politicas de Grecia. En este mismo medio social se varelaborando también la pareja palabra-accién” que permitira distinguir mejor el plano del discurso y el plano de lo real. La palabra-didlogo con sus rasgos especificos, contintia sien- do a pesar de todo, en el grupo de los guerreros profesionales, tun privilegio, el privilegio de los «mejores», de los &pistot del ™ Eur, Supl, 438-499, Tras un eClebre elogio de la igualdad, Tesco declara con orgullo al heraldo de Tebas: «En cuanto a la ibertad, esta en estas pal bras: el que quiera..n. La formula aparece de nuevo en Orestes, 885, de una forma mas breve que nosotros conocemos tambien por Démost, Pro core, 170; Aristof, Acar, 45; Asan. mujeres, 130; Esquino, Contra Ctésphon, 3, Sobre este cerecho de iomyopa, cf, por jemplo, Busolt Swoboda, Grecisshe Staaiskunde, Munich, 1920, p. 453 % Sobre el esquema «palabra-accida» en la epopeya, cit. E, Buchholz, Die Homerischen Realien,u, 2, Leipzig, 1885, p. 120 ss. Cl. Ranwtoux, Héralte ou homme entre es choses et es mots, 1959, pp. 51-57; 293.297, ha mostrado sts mportancia en el siglo v, en un momentoen que la palabra se descubre por st oposicion ala accién (cfr. también el anslisis de F: Heinimann, Nomos tnd Phys tema constante en el pensamiento politico de los griegos; por ejemplo, Protégoras se jacta de ensenar a cada uno, en To que concieme alas cosas de la ciudad, el talento para guiarlas ala perfeccién en los actos y en las pala- bras (Plat, Prot, 318 E319 A. Clr, Tue, 1,199, 4; Jeno, Avy 1,45). La dlistincion profonga el tema aristocrtico del «hombre excelente en el con ,Basilea, 195, p.46y ss). La oposicién dela palabra y fa accién es un bate como en el consejo» (ett. Pind, Nem, vit, 8), ecapaz de pronunciar dis cursos (aay te ptnp’.) y eapaz de llevar a cabo las hazafias (ape ‘te pyav) (cf, 1x 443). Caren 2 Ube > Verve ain Dera, AG (MARCEL DETIENNE laos. A esta élite se opone la «masav,7* el demos, que designa la circunscripcién territorial, y ademas el conjunto de gente que la habita. El dios «no ordena, no juzga, no delibera... todavia no es ni el pueblo, ni el Estado».* El hombre del demos, Tersites, y A (8 ©, {a manera con que Ulises lo trata, sefala los limites de la palabra gu we d I: Ay 4 Ip! oe \nr, foe pin a nei‘ igualitaria, Cuando Tersites eleva la voz, Ulises no intenta con- vencerle con palabras, Ie golpea con el cetro. Tersites es el villa- no. No tiene el derecho de hablar, porque no es combatiente. Para que pueda tomar parte en el didlogo, para que la frontera que se alza entre el laos y el demos desaparezca, se hard necesaria una transformacién mayor: la extensi6n de los privilegios del gue- Frero a todos los miembros de un grupo social mas amplio. Es la falange, la formacion hoplita en la que cada combatiente ocupa un lugar en a fila, en la que cada ciudadano-soldado es concebi- do como unidad intercambiable, lo que permite la democratiza- "cin de la funcién guerrera y solidariamente, la adquisicién, por parte de un grupo de sescogidos», de un mayor nimero de pr vilegios politicos hasta entonces reservados a la aristocracia. Fi dandose en progresos tecnolégicos, la reforma hoplita no se lle- va a cabo solamente én él"orddentéchico, es también, a la vez, prodiicto y agente de nuevas estructuras mentales, les mismas que dibujan’el modelo de la citidad griega..Reforma hoplita y naiimiento de la ciudad griega, ambas en s{ mismas, en su soli- yet * daridad, no pueden separarse de la mds decisiva mutacién inte- jorge” ey wr # lectual para el pensamiento griego: la construccién de un siste- ‘ma de pensamiento racional que sefiala la manifiesta ruptura con, el antiguo pensamiento religioso, de carécter general, en el que tuna misma forma de expresién abarcaba diferentes tipos de ex- periencia\Numerosas investigaciones han mostrado —en parti- cular las de Louis Gernet y J.-P. Vernant— que el paso del mito, Ja raz6n no fue el milagro aceptado por J. Burnet, ni tampoco la 2” decantacién progresiva de un pensamiento mitico en una, & conceptuaizaion filosfis, econocida por F-M. Cornfora en Jas practicas institucionales de tipo politico y juridico es en don- I, xm, 128-129, xv, 295-296 (Zptat0r distinguidos de rAnB6) © H. Jeanmaire, Cour et Courts, p45, dete Nate Hviodido ke la te Whewstomaeon de “tke 4 Q EL PROCESO DEE SECULARIZACION 159 de se opera, en el curso de los siglo vy. vi, un proceso de ‘SecularizaciOn de as formas.de pensamiento. En la vida social se ‘construyen a la vez el marco conceptual y las técnicas mentales que favorecerén el advenimiento del pensamiento racional. "Biv este marco general, donde lo social y lo mental se inter- fieren constantemente, se opera la secularizacién de la palabra Se efectia a diferentes niveles: a través de la elaboracién de la fetorica y la ilosofia,y también a través de adel derecho y la storia. Respecto a la problematica de la palabra en el pensamiento Sriego, este fendmeno tiene una doble consecuencia: por una Parte, consagra el deterioro de la palabra magico-religiosa, soli- daria del antiguo sistema de pensamiento; por otra, determina el advenimiento de un mundo aut6nomo de la palabra y de una reflexién sobre el lenguaje como instrumento. La decadencia de la palabra magico-religiosa coincide sefialadamente con un momento privilegiado de la historia del derecho.” El prederecho ofrece un estado de pensamiento en el que las palabras y los gestos eficaces dirigen el desarrollo de to- das las operaciones. En este nivel, la administracién de la prueba no se dirige a un juez que deba valorar, sino a un adversario al ‘que se trata de vencer. No hay testigos que proporcionen las prue- bas. Todos los procedimientos son ordélicos. Estos determinan mecdnicamente lo «verdadero», y la funcién del juez consiste en zatificar las «pruebas decisorias».” El advenimiento dela ciudad griega sefala el fin de este sistema: es el momento que Atenea ‘evoca declarando a las Euménides durante el proceso de Orestes: «Digo que las cosas no justas no triunfan con los juramentoso. Palabra decisiva que el coro de ciudadanos prolonga con las si guientes: «Entonces, haz tu indagacién y pronuncia el juicio rec- “ " Cir. Gemet, «Droit et prédroit, pp. 110-119, y Cl, Ramnoux, La Nuit el es enfants de ta Nuit, Paris, 1959, p. 145 ys. *Seguimos et andisis de L. Gernet, op. cit, p.98y 8. Se encontrarin andlisis, ‘més detallados y todas las referencias en L. Gert, «Le temps dans les for- ‘mes archaiques du droite, Journ, Psychol, 1956, p. 387 y ss. Ct, también G Sautel, «Les preuves dans le droit gree archaique>, Recusls dela Société Jenn Bodin, t. x, La Prewee, Brusolas, 1965, pp, 128-130 [MARCEL DETIENNE to». Los juramentos que decidian mediante la fuerza religiosa ceden su lugara la discusin que permite ala raz6n dar sus razo- nes, ofreciendo asf al juez la ocasién de construirse una opinion después de haber oido el pro y el contra." Triunfa el didlogo. Pero, al mismo tiempo, la antigua palabra deja de tener impor- tancia, Las Suplicantes de Esquilo nos lo muestran claramente: cuando el coro celebra a Pelasgos, rey de Argos, le canta: «Es tuya la ciudad, es tuyo el consejo; jefe de pleno dominio, eres el sefor del altar, hogar comin de la ciudad." Pero el rey rehisa el homenaje de un coro que le ofrece la mascara de su antiguo prestigio. El se dice servidor del pueblo: «Cualquiera que sea mi poder, nada puedo hacer sin el pueblo». Para defender a las > Bq. Eun, 432-433. © Dende este punto de vista, dos versos atribuidos a Hesfodo (2), son del salto interés: unde Signy Sutin, plu dv Cupotv HUBOY éobans (Hes., {1.271 [dubiuml, ed. Reach’), Con variantes, este dicho es citado gran miime- ro de veces, y ya por Eur, Herd, 179-180; Arist, Avispas, 725, 919-920; Cables, 1036; Eu, fr. 362, 9-10 N?. Varios autores (H. G, Evelyn-White, Schneidewin, etc) han querido ver en 6 un fragmento de los Xeipavos “Yoon, pero J Schwartz, Pseudo-Hesiodeia, Paris, 1960, p.7,n. 3; 98,329, 241 es hostla esta hipdtesis, Queda decir que la recomendacién «No juzgo ninguna causa antes de haber escuchado los dos discursos» (eft. [Piaton], Demodocos, 382 E-383 A, y Demést, De corona, 2y 6) es conforme al uramen- tode los heliastas, que se comprometen, entre otras cosas, aescuhar al acu- sador yal acusado.con tla imparcilidad (cfr. H. Lipsius, Das attisce Recht tnd Rechtsverfairen, Leipzig, i, 1905, p- 151) y que es el primer testimonio de tuna mutacin decisiva en I prietica judicial. En este plano jurdico puede también verse como se desgaja una nocién de fo verdadero: el histér es un tealigo, es el que ve y el que oye y, en su calidad de heredero del mnemen, es también memorialista, En su wverdad» quedan testimoniados al menos dos componentes: el no-olvido y, complementariamente, el relato completo, ex- haustivo el relato de lo que ha pasado realmente. Desde este punto de vista, TL, wat, 359, 361, es un testimonio capital * Bag, Supl, 370 y 58, Sobre el valor privilegiado del hogar real, sobre sus relaciones con el shogar pablico» cf, L-Gernet, sSurle symbolisme politique tenGrbve ancienne: le foyer commun, Cal. Intern. socologie txt, 1951, p.26 Jy ss, J-P, Vernant, sHtestia-Hermes, Sur Vexpression religicuse de Vespace eta mouvement chez les Grees L'Homme, tt, n°3, 1963, p. 38 6. P, p. 1B y ss), Esq, Sup, 398-399. EL PROCESO DE SECULARIZACION It «suplicantes», el rey recurre ala persuasién como cualquier ora- dor. Yano habla de lo elevado de su funcién; pronuncia un dis- curso ante una asamblea donde el voto reside en la mayoria." Su ntiguo privilegio se transforma en el de las decisiones colecti- vas: «Asi ha decidido (xpaivet) sobre ello un voto unénime emi- tido por la ciudad». El pueblo es el que da los decretos decisorios (navteA| yngicuata), el conjunto de los ciudadanos «realizay (coatver). Las antiguas nociones de té20s y de xpatvewy no son més que metéforas\La eficacia magico-religiosa se ha converti- do en la ratificacién del grupo social. Es el acta de deceso de la palabra eficaz. Desde ahora en adelante la palabra-dialogo la aventajaré.Con eladvenimiento de la ciudad, pasa a ocupar el primer puesto. Es

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