El impacto de las iniciativas de reforma judicial.

El progreso en el sistema judicial es condición necesaria, pero no suficiente.

Entendamos que todo proceso de reforma es lento, en América Latina es un proceso
que lleva ya más de 15 años, lo cual visto en abstracto puede parecer excesivo, pero
analizado en detalle puede ser comprensible por cuanto la función judicial es vital dentro
de cualquier sistema político y genera consecuencias negativas en lo social, político y
económico. Sólo a modo general conviene destacar varios puntos en el análisis del
impacto de las iniciativas de la reforma judicial en América Latina.

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En primer lugar, un punto importante a analizar en las iniciativas de reforma a nivel de
América Latina es la figura del Juez, el cual ha sido visto por larga data como “rey” (o

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reinas), quienes frente a la reforma procesal han visto intervenida su independencia y
toma de decisiones, lo cual ha hecho difícil delegar funciones logísticas y compartir

C
personal de apoyo, dicho sea de paso por ejemplo en Chile a pesar de llevar más de 10
años la reforma procesal la figura del Administrador (normalmente no Abogado) es vista

C
como una amenaza en dicha independencia y toma de decisiones, lo cual se traduce en

U
pérdida de poder.

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En segundo lugar, otro punto a analizar en los sistemas de reforma a nivel de América

O
Latina es el mérito de los nombramientos de los Jueces y la poca transparencia en los
nombramientos, en general en América Latina se nombran por procedimientos
R
autocráticos, con nula participación civil, bajo nivel de responsabilidad y alta
EP
vulnerabilidad frente a los partidos políticos.

En tercer lugar, no podemos olvidar el costo de los procesos, entendiendo el concepto

de “costo” en su más amplia acepción ya sea material, económica, de personal y
R

especialmente en cuanto al tiempo y recursos que se deben invertir para obtener una
SU

sentencia toda vez que éstos pueden ser muchas veces excesivos, a juicio de Couture
el proceso judicial es un instrumento y no debería implicar gastar recursos superiores al
valor de los bienes en disputa, pero ello en América Latina parece no ser así, por ejemplo
respecto a los tiempos que demoran aproximadamente los juicios civiles no reformados
A

en Ecuador, Argentina, Chile y Bolivia en un procedimiento ordinario los autores señalan

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que demora aproximadamente más de 7 años.

En cuarto lugar, debemos analizar en cuanto a la separación de poderes postulada por

IB

Montesquieu, predominante en América Latina y fundamental en los procesos de

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reforma judicial. Consideremos que se ha intentado durante décadas obtener un balance

entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo, es decir, el Poder Judicial jugó un rol
O

menos significativo en cuanto a los controles y balances del poder frente a lo cual se
llegó a hablar de una “actitud carente de autoridad de las judicaturas de América Latina”
PR

lo que generó efectos negativos principalmente en dos puntos: 1).- en la protección de

los derechos individuales y sociales, y 2).- en el mantenimiento de los límites
constitucionales definidos para las ramas mayoritarias del Gobierno.

Lo anterior a diferencia del Rol de la Suprema Corte de Estados Unidos donde la

Constitución no ha pasado simplemente a manos del Poder Judicial como meros
intérpretes del tenor literal o lingüístico de la misma, sino que la Corte Suprema más
bien ha tomado un rol importante de legitimidad popular y apoyo para la rama judicial,
entendiendo que la judicatura tiene autoridad para darle sentido a la Constitución,
 interpretando el texto constitucional de maneta amplia, a diferencia de América Latina
donde se privilegia la interpretación literal de la misma favoreciendo mantener el status
quo, sin mayor posibilidad de hacer referencia a los sistemas normativos, principios y
valores que se encuentran en la base misma de la Constitución.

En quinto lugar, no fue un punto pacífico en las iniciativas de reforma judicial en

América Latina introducir los Sistemas Alternativos de Resolución de Conflictos (SARC),
más bien existió una resistencia de los jueces en principio a aceptar éstos, porque
entendían que peligraba la integridad judicial y el debido proceso.

N
En cuanto a impacto de las iniciativas de reforma judicial específicamente en Chile, don
Cristián Riego, Director Académico del Centro de Estudios de Justicia de Las Américas,

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señala que en general la reforma en Chile ha sido exitosa, destacando el área penal,
precisando que en cuanto a la reforma existen 3 grandes momentos en Chile:

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1.- El período de reforma de restauración de la democracia después del año 1990,

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destacando la creación de la Academia Judicial en la selección y formación de jueces.

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2.- El período de la aprobación de un importante paquete legislativo desde el año 1995,

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dejando atrás el sistema inquisitivo, donde el juez investiga, acusa y dicta sentencia,
pasando a ser un juez que sólo dicta sentencia, creándose el Ministerio Público a cargo

O
de la investigación objetiva y de acusar en caso de ser necesario, paralelo a la creación
R
de la Defensoría Penal Pública a cargo de la defensa de los imputados, todo en un
sistema oral, público, transparente y con celeridad, haciendo presente que la reforma
EP

que tuvo una aplicación gradual (comenzando por las regiones extremas del país hasta
finalmente llegar a la metropolitana – donde se encuentra la capital nacional) lo cual
R

duró aproximadamente 10 años (desde 1995 a 2005)

3.- El período de las reformas de familia, laboral y civil. En este punto el profesor Riego
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señala que claramente en materia de familia la reforma fracasó en Chile y en materia

civil se ha demorado (aún no se implementa) y se discute desde hace años, entiende él
que en estas materias no se tuvo la misma rigurosidad en los detalles y falta apoyo
A

político y económico, razones por las que a su juicio ve casi imposible replicar el éxito
de la reforma procesal penal en las otras áreas del derecho.
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Ensayo para Diplomado en DDHH mención acceso a la Justicia

Cristián Yáñez Cornejo