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Los estados primarios serían aquellos que aparecieron en un contexto geográfico exento de
previos desarrollos estatales y/o en ausencia de contactos con otros estados. Serían aquellos
estados que surgieron por primera vez en tal medio social.5 El número exacto de casos
clasificables como primarios es bastante discutible debido a la limitada información disponible
en la mayoría de lugares acerca de la organización política previa a la aparición de la escritura.
Los primeros estados aparecieron por una saturación de las agrupaciones primitivas igualitarias.
Estos estados, enclavados en zonas geográficamente limitadas no pudieron compensar el
aumento de su población mediante un aumento de la producción de alimentos. Esto produjo una
importante crisis que obligó a controlar la producción mediante un complejo sistema de alianzas
cuya cúspide coronaba el rey y jefe militar.
Los estados primitivos serían aquellos que se crearon e institucionalizaron en una situación en la
cual el aparato estatal no existía antes, pero desarrollándose en interacción con otros estados.
Entre los ejemplos se incluirían las civilizaciones del bronce egeo o la civilización
malgache (Madagascar).
La gran diferencia con los estados primarios es que los primitivos no se crearon y evolucionaron
de manera autónoma. Las causas de su génesis incluirían influencias culturales, imposiciones u
otras formas de interacción con los estados existentes previamente. Acerca de esto hay un cierto
número de hipótesis que intentan establecer modelos que expliquen por qué el estado se
desarrolló en algunos sitios y en otros no. Otros investigadores creen que las generalizaciones no
ayudan y que cada caso debe ser tratado de manera particular.
Estas hipótesis sostienen que diversos grupos de personas se juntaron para organizar estados
como resultado de un cierto interés racional. Muchos seguidores de la tradicional filosofía
del contrato social proponen alguna teoría de formación voluntaria. Éstas dirigen su atención
hacia el desarrollo de la agricultura, así como a la presión demográfica y organizativa
subsiguiente, que resultarían en la formación del estado. El argumento es que tales tensiones dan
como resultado una presión integrante que motiva a la gente racional a unirse e institucionalizar
el estado
Una de las más destacadas hipótesis es la hidráulica, vista más arriba. A ésta, Carneiro añadió la
denominada hipótesis automática, en la que sostiene que el desarrollo de la agricultura
produciría fácilmente las condiciones necesarias para la aparición de un estado. Al almacenarse
los excedentes alimentarios creados por el desarrollo agrícola, se establecerían clases de
trabajadores diferenciadas y una división del trabajo, lo que automáticamente provocaría
la creación del estado. Una tercera hipótesis, muy habitual para las explicaciones referentes al
estado primitivo, sostiene que las redes del comercio a larga distancia darían el impulso
necesario para el desarrollo de los estados en ciertos lugares estratégicos, tales
como puertos u oasis.
ESTADO ESCLAVISTA
El Estado esclavista desempeñó importante papel en el desarrollo y consolidación de las
relaciones de producción de la sociedad basada en la esclavitud. Mantenía a las masas de esclavos
sujetas a la obediencia y acabó convirtiéndose en un enorme aparato de sojuzgamiento y de
violencia sobre las masas populares. La democracia de la Grecia y la Roma antiguas, que tanto
ensalzaban los historiadores burgueses, era en realidad, una democracia de esclavistas.
Condición de la vida humana es la producción de bienes materiales, “el primer hecho histórico, es
por consiguiente – decía Marx – la producción de los medios indispensables para la satisfacción
de estas necesidades, es decir, la producción de la vida material misma y no debe dudar de que es
este un hecho histórico, una condición fundamental de toda la historia, que lo mismo hoy que
hace miles de años necesita cumplirse todos los días y a todas horas, simplemente para asegurar
la vida de los hombres.
Una vez que se estableció el modo de producción esclavista, la población se dividía en hombres
libres y esclavos. Los esclavistas disfrutaban en mayor o menor grado de los derechos cívicos,
patrimoniales y políticos. Los esclavos carecían de todos estos derechos.
“La agricultura y oficios manuales, y entre estos últimos una multitud de subdivisiones; tales
como el comercio, la navegación, etc. La población se dividía ahora según sus ocupaciones, en
grupos bastante bien determinadas, cada uno de los cuales tenía una serie de nuevos intereses
comunes para los que no había lugar en la gens o en la fratría y que por consiguiente, necesitaba
nuevos funcionarios que velasen por ellos. Había aumentado muchísimo el número de
esclavos.” (1). Los órganos del Los Los órganos del régimen gentilicio perdieron poco a poco su
carácter popular, convirtiéndose en órganos de dominación sobre el pueblo, en órganos de
opresión y usurpación sobre su pueblo y las tribus vecinas. De los jefes y caudillos militares de las
gens y de las tribus surgen los príncipes y los reyes, cuya autoridad descansaba en otro tiempo,
sobre el hecho de haber sido elegidos por la gens a las agrupaciones de estas. Ahora, el poder se
empleaba para la defensa de los intereses de la minoría aristocrática, rica y poderosa; ese poder
servía para mantener a raya a los miembros de su gens arruinados y para exprimir a la gran masa
de esclavos. Tal era el objetivo central, de aquella nueva fuerza pública que se creaba, los
tribunales y los órganos de represión.
“En ninguna parte podemos seguir mejor que en la antigua Atenas, por lo menos en la primera
fase de la evolución, de qué modo se desarrolló el Estado, en parte transformando los órganos de
la constitución gentil, en parte desplazándolos mediante la intrusión (introducción de nuevos
órganos y, por último, reemplazándolos por auténticos organismos de administración del Estado,
mientras que una fuerza pública armada al servicio de esa administración del Estado y que por
consiguiente podía ser dirigida contra el pueblo, usurpaba el lugar del verdadero “pueblo en
armas” que había creado su autodefensa en la gens, las fratrías y las tribus.” (2)
“El esclavo – decía Marx – no vendía su fuerza de trabajo al esclavista, del mismo modo que un
buey no vende su fuerza de trabajo al labrador. El esclavo es vendido de una vez y para siempre,
con su fuerza de trabajo a su dueño.” ( 3)
Condición de la vida humana es la producción de bienes materiales, “el primer hecho histórico, es
por consiguiente – decía Marx – la producción de los medios indispensables para la satisfacción
de estas necesidades, es decir, la producción de la vida material misma y no debe dudar de que es
este un hecho histórico, una condición fundamental de toda la historia, que lo mismo hoy que
hace miles de años necesita cumplirse todos los días y a todas horas, simplemente para asegurar
la vida de los hombres.” (4)
El régimen esclavista heredó del régimen comunal primitivo una suma de fuerza productiva y un
comportamiento histórico, una experiencia o suma de experiencia hacia la naturaleza y entre
diferentes individuos. Toda nueva generación recibe de la anterior una determinada masa de
fuerzas productivas, capitales y circunstancias, que aunque en cierto sentido son modificadas,
dicta a la nueva generación, sus propias condiciones de vida
ESTADO FEUDAL
Es la denominación del sistema político predominante en la Europa Occidental de los siglos
centrales de la Edad Media (entre los siglos IX al XV, aunque no hay acuerdo entre los
historiadores sobre su comienzo y su duración, y esta varía según la región), 1 y en la Europa
Oriental durante la Edad Moderna, caracterizado por la descentralización del poder político; al
basarse en la difusión del poder desde la cúspide (donde en teoría se encontraban
el emperador o los reyes) hacia la base donde el poder local se ejercía de forma efectiva con gran
autonomía o independencia por una aristocracia, llamada nobleza, cuyos títulos derivaban de
gobernadores del imperio carolingio(duques, marqueses, condes) o tenían otro origen
(barones, caballeros, etc.).
1. Clases sociales
2. Castillos y fuertes
Para poder tener control sobre los trabajos de los siervos, pero más que nada para estar alerta
frente a posibles ataques de enemigos, durante el feudalismo se construyeron en Europa gran
cantidad de castillos.
Era típico que estos castillos-fortificaciones tuvieran doble una muralla (una exterior y otra
interior), y una o varias torres, con patios interiores y a veces un foso periférico. El castillo era
base de operaciones militares, además de vivienda.
3. Economía
4. Pago de tributos
Los siervos debían pagar “en especie” (sacos de grano, toneles de vino, tinajas de aceite, animales
de cría) el derecho a vivir en esas tierras, y los vasallos, a su vez, debían pagar cuantiosas rentas,
también generalmente en especie. Estas rentas se pueden considerar tributos. Otra suerte de
tributo era el diezmo, originariamente una contribución para garantizar la manutención del clero.
ESTADO CAPITALISTA
El estado capitalista es un sistema económico en el que los individuos privados y las empresas de
negocios llevan a cabo la producción y el intercambio de bienes y servicios mediante complejas
transacciones en las que intervienen los precios y los mercados.
Surgido en Europa en el siglo XVI y concebido principalmente, al menos, de tres formas
diferentes dependiendo del énfasis en la consideración de ciertas características como
determinantes o intrínsecas desde enfoques respectivamente políticos, culturales y sociales, sin
que esto implique necesariamente una exclusión mutua de las diferentes definiciones.
El capitalismo de Estado es una forma de definir el sistema político y económico que se dio en
la Unión Soviética después de lo que los trotskystas llaman "Termidor", suceso en el que se forma
de manera violenta una burocracia que anula e impide la actuación social y política de los
obreros, y que aconteció durante el ascenso al poder por parte de Iósif Stalin. Este sistema
prevaleció hasta su desaparición en 1991, considerada como una respuesta a los ciudadanos para
lograr mantener a flote un sistema de economía cerrado, en el cual el único que puede tener
injerencia sobre el manejo de los medios de producción es el propio Estado. El socialismo debía
ser sólo una fase necesaria pero temporal en la evolución hacia el comunismo, cuando la
transferencia de la propiedad de los medios de producción pasara de la dictadura del Estado
obrero (dirigido por comunas o soviets, gobiernos pluralistas compuestos por obreros quienes
dirigen al Estado en la represión de la burguesía) por entero a las manos de la clase obrera
o proletariado sin necesidad de coerción política contra los enemigos de clase, acabando así con
la función del Estado según la concepción trotskista.
A su vez el trotskismo consideró al capitalismo de Estado como una degeneración creada por
el estalinismo de la dictadura del proletariado.
A partir de esta concepción del capitalismo de Estado se logró mantener a flote la economía
socialista, aunque el problema que causó este sistema económico fue su poca ductibilidad y la
excesiva burocracia, lo cual a su vez produjo un desabastecimiento de los productos básicos para
el bienestar del pueblo.
Este sistema cae hacia el año de 1990 cuando la Unión Soviética se colapsa en toda su estructura;
militar, política, económica y social dejando de lado este tipo de organización de la economía.
El cientista político Ian Bremmer utiliza el término para describir los sistemas en los cuales las
clases políticas intervienen sobre el circuito económico de las sociedades anónimas para
establecer proyectos sociales que aseguren su permanencia a largo plazo en el poder.
ESTADO FASCISTA
es una ideología y un movimiento político que surgió en la Europa de entreguerras (1918-1939)
creado por Benito Mussolini. El término proviene del italianofascio (‘haz, fasces’), y éste a su vez
del latín fascēs (plural de fascis), los signos de la autoridad de los magistrados romanos. Se ha
caracterizado históricamente (sobre todo en la Italia de Mussolini y en la Alemania de Hitler) por
la exaltación de valores como la patria o la raza para mantener permanentemente movilizadas a
las masas, lo que ha llevado con frecuencia a la declaración de guerras y a la opresión de minorías
(judíos, gitanos, homosexuales…).
El proyecto político del fascismo es instaurar un corporativismo estatal totalitario y
una economía dirigista,12 el fascismo ve la Primera Guerra Mundial como una revolución que
trajo cambios masivos a la naturaleza de la guerra, la sociedad, el Estado y la tecnología. El
advenimiento de la guerra total y la movilización total de la sociedad habían creado la distinción
entre civiles y militares. Una "ciudadanía militar" surgió en la que todos los ciudadanos se
involucraron con los militares de alguna manera durante la guerra. La guerra había dado lugar al
surgimiento de un poderoso estado capaz de movilizar a millones de personas para servir en
primera línea y proporcionar producción económica y logística para apoyarlos, además de tener
una autoridad sin precedentes para intervenir en la vida de los ciudadanos.
Los fascistas creen que la democracia liberal es obsoleta y consideran que la movilización
completa de la sociedad en un Estado de partido único totalitario es necesaria para preparar a
una nación para un conflicto armado y para responder eficazmente a las dificultades económicas.
Tal estado es liderado por un líder fuerte—como un dictador y un gobierno marcial compuesto
por los miembros del partido fascista gobernante—para forjar la unidad nacional y mantener una
sociedad estable y ordenada. El fascismo rechaza las afirmaciones de que la violencia es
automáticamente negativa en la naturaleza, y ve la violencia política, la guerra y el imperialismo
como medios que pueden lograr el rejuvenecimiento nacional. Los fascistas abogan por una
economía mixta, con el objetivo principal de lograr la autarquía mediante políticas económicas
proteccionistas e intervencionistas.
Se presenta como una «tercera vía» o «tercera posición»3 que se opone radicalmente tanto a
la democracia liberal en crisis (la forma de gobierno que representaba los valores de
los vencedores en la Primera Guerra Mundial, como el Reino Unido, Francia o Estados Unidos, a
los que considera decadentes) como a las ideologías del movimiento obrero tradicional en
ascenso (anarquismo o marxismo, este último escindido a su vez entre la socialdemocracia y
el comunismo, que desde 1917 tenía como referente al proyecto de Estado socialista que se
estaba desarrollando en la Unión Soviética); aunque el número de las ideologías contra las que se
afirma es más amplio:
El fascismo tiene sus enemigos agrupados en estos tres frentes: el social-comunista,
el demoliberal-masónico y el populismo católico.
Revista F. E. 19334
se impusieron por las potencias del Eje durante su ocupación del continente durante la Segunda
Guerra Mundial: en primer lugar a la Italia fascista de Benito Mussolini (1922), que inaugura el
modelo y acuña el término; seguida por la Alemania del Tercer Reich de Adolf Hitler (1933) que
lo lleva a sus últimas consecuencias; y, cerrando el ciclo, la España de Francisco Franco que se
prolonga mucho más tiempo y evoluciona fuera del periodo (desde 1936 hasta 1975).
Las diferencias de planteamientos ideológicos y trayectorias históricas entre cada uno de estos
regímenes son notables. Por ejemplo, el fascismo en la Alemania nazi o nacional-socialismo añade
un importante componente racista, que sólo es adoptado en un segundo momento y con mucho
menor fundamento por el fascismo italiano y el resto de movimientos fascistas o fascistizantes.
Para muchos de estos el componente religioso (católico u ortodoxo según el caso) fue mucho más
esencial, tanto que Trevor-Roper ha podido definir el término fascismo clerical (entre los que
estaría el nacionalcatolicismo español).6
Características
El fascismo es una ideología política y cultural fundamentada en un proyecto de unidad
monolítica denominado corporativismo, por ello exalta la idea de nación frente a la
de individuo o clase; suprime la discrepancia política en beneficio de un partido único y
los localismos en beneficio del centralismo; y propone como ideal la construcción de una
utópica sociedad perfecta, denominada cuerpo social, formado por cuerpos intermedios y sus
representantes unificados por el gobierno central, y que este designaba para representar a la
sociedad.
Para ello el fascismo inculcaba la obediencia de las masas (idealizadas como protagonistas del
régimen) para formar una sola entidad u órgano socioespiritual indivisible. 8 El fascismo utiliza
hábilmente los nuevos medios de comunicación y el carisma de un líder dictatorial en el que se
concentra todo el poder con el propósito de conducir en unidad al denominado cuerpo social de
la nación.
El fascismo se caracteriza por su método de análisis o estrategia de difusión de juzgar
sistemáticamente a la gente no por su responsabilidad personal sino por la pertenencia a un
grupo. Aprovecha demagógicamentelos sentimientos de miedo y frustración colectiva para
exacerbarlos mediante la violencia, la represión y la propaganda,9 y los desplaza contra un
enemigo común (real o imaginario, interior o exterior), que actúa de chivo expiatorio frente al
que volcar toda la agresividad de manera irreflexiva, logrando la unidad y adhesión (voluntaria o
por la fuerza) de la población. La desinformación, la manipulación del sistema educativo y un
gran número de mecanismos de encuadramiento social, vician y desvirtúan la voluntad
general hasta desarrollar materialmente una oclocracia que se constituye en una fuente esencial
del carisma de liderazgo y en consecuencia, en una fuente principal de la legitimidad del caudillo.
ESTADO COMUNISTA
Es un tipo de organización socioeconómica caracterizada por la propiedad en común de
los medios de producción, la ausencia de propiedad privada sobre el trabajo, la inexistencia
de clases sociales y de Estado.123
El comunismo como proyecto de socialización de los medios de producción surgió en el siglo XVI
bajo la forma de diversas utopías basadas en el colectivismo agrario. Las más conocidas fueron la
obra Utopía de Tomás Moro y la ideología revolucionaria babuvina que derivó del
movimiento jacobino de la Revolución francesa. El ideario comunista se convirtió a comienzos del
siglo XIX en un complejo proyecto económico industrial gracias a las diferentes corrientes del
llamado socialismo utópico, del anarcocomunismo y las ramas obreras del comunismo cristiano.
El actualmente más conocido de estos movimientos fue el que adoptó la escuela del
denominado socialismo científico de los pensadores alemanes Karl Marx y Friedrich Engels, bajo
la cual sería rebautizado como Liga de los comunistas. Por la influencia de su obra, el movimiento
comunista adoptó una interpretación revolucionaria de la historia y la forma de partido político,
convirtiéndose luego en una organización internacional unificada bajo la doctrina marxista.
ESTADO IMPERIALISTA
Es una relación entre países —generalmente en forma de un imperio—que se basa en ideas de
superioridad y aplicando prácticas de dominación, que implican la extensión de la autoridad y el
control de un Estado o pueblo sobre otro. También puede ser una doctrina política que justifica
la dominación de un pueblo o Estado sobre otros; habitualmente mediante distintos tipos
de colonización (de poblamiento, de explotación económica, de presencia militar estratégica) o
por la subordinación cultural (aculturación). El sociólogo estadounidense Lewis Samuel Feuer
identificó dos subtipos principales del imperialismo: el primero es el "imperialismo regresivo"
identificado con la pura conquista, la explotación inequívoca, el exterminio o reducciones de los
pueblos no deseados, y el asentamiento de los pueblos deseados en esos territorios. El segundo
tipo identificado por Feuer es "imperialismo progresista" que se basa en una visión cosmopolita
de la humanidad, que promueve la expansión de la civilización a las sociedades supuestamente
atrasadas para elevar los estándares de vida y la cultura en los territorios conquistados, y la
asignación de la gente conquistada a asimilarse a la sociedad imperial. Aunque los términos
"imperialismo" y "colonialismo" están muy relacionados, no son sinónimos.
El imperialismo, la dominación político-económica y la explotación de los países mediante la
penetración económica y/o la conquista o intervención militares, es el impulsor de la historia
contemporánea. Regiones enteras de Europa oriental, la antigua URSS, África, Asia meridional y
central y América Latina han sido convertidas en neo-colonias, colonias o esferas de influencia de
los Estados Unidos, la Unión Europea y Japón. Países capitalistas emergentes, como China, ponen
en peligro los poderes imperiales establecidos para mercados, materias primas y fuentes de
energía. Las guerras imperiales, ocupaciones coloniales, intervenciones y golpes militares para
extender el imperio son denominados, de manera eufemística, "cambio de régimen" y
"democratización". Para comprender la naturaleza, estructura y dinámica del sistema imperial es
preciso determinar y explicar conceptos políticos clave y su lugar en la construcción del imperio
mundial contemporáneo.
Fundamentales para comprender el mundo contemporáneo son tres conceptos que están
relacionados entre sí: estado imperial, imperialismo e imperio. La dinámica de la acumulación a
escala mundial, la necesidad de disponer de grandes concentraciones de capital en grandes
unidades económicas para extenderse por todo el mundo, se basa en la hipótesis de que ellos
pueden ir al exterior y pueden encontrar territorios seguros y lucrativos y fuerza de trabajo para
explotar. La reubicación del capital (mediante empresas multinacionales), su capacidad para
explotar materias primas, asegurar fuentes de energía, prestar capital y ejecutar el cobro de la
deuda, dominar mercados cautivos y montar subsidiarias manufactureras de bajos jornales,
depende totalmente de las relaciones políticas que facilitan esas condiciones.
Las instituciones políticas esenciales para facilitar la expansión en el exterior del capital son el
estado imperial y, en las regiones objeto de interés, regímenes y clases dirigentes orientados
hacia modelos de acumulación de capital, que estén centrados en el estado imperial.
La organización y actividad del estado imperial son decisivas para crear las condiciones políticas
para el imperialismo: la ampliación económica del capital. El imperio es el producto conjunto de
la actividad combinada del estado imperial y el proceso de expansión económica imperialista.
Mucho se ha escrito sobre los aspectos económicos del imperialismo: el crecimiento y el papel de
las empresas multinacionales, la importancia de los recursos energéticos y la industria del
petróleo, la absorción y adquisición de firmas privatizadas, las condiciones económicas y las
políticas de ajuste estructural impuestas por instituciones financieras internacionales (IFI) como
el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM). En algunos estudios, estas
fuerzas económicas imperialistas se han vinculado a políticas imperialistas y sus resultados
favorables para las empresas multinacionales y a sus negativas consecuencias socioeconómicas
para los países donde estas se han aplicado. Lo que comúnmente se supone o no se dice es que el
estado imperial es simplemente un reflejo pasivo, un receptáculo vacío del capital imperialista,
que el estado imperial se reduce a ser un simple instrumento de los intereses colectivos y las
fuerzas del capital imperial. Esta suposición confunde el análisis de las estructuras políticas del
imperialismo con los procesos económicos de este (la ampliación del capital). Se supone que hay
una coincidencia de propósitos tan grande entre "estructura" y "proceso" que solo se necesita
considerar el proceso (acumulación de capital) para deducir la naturaleza y la dinámica interna
del estado imperial.
ESTADO NACISMO
Es una ideología alemana gestada en la década de los años 1920, pero que no alcanzará
importancia hasta los años 30, momento en que las duras condiciones de paz impuestas en
el Tratado de Versalles (1919) se juntan con la grave crisis mundial del Jueves
Negro en 1929 (véase Gran Depresión). En Alemania la situación es más acuciante aún, ya que a
los devastadores efectos económicos se sumaba la obligación de pagar el tributo de la derrota en
la Primera Guerra Mundial, y el descontento popular ante la injusta situación que hacía que las
calles se llenaran de manifestaciones extremistas de toda índole, tanto de izquierda como de
derecha.1
Esta situación culmina con el fuerte descrédito de las democracias liberales, dado que
las dictaduras que surgieron demostraron ser capaces de controlar y resolver las crisis más
efectivamente que las democracias.nota 1 Tanto la Italia de Benito Mussolini —quien fue elogiado
por «hacer que los trenes llegaran a tiempo», es decir, por poner fin a las huelgas y caos
económico que había dominado a ese país— como el Imperio del Japón, países en los que se
impusieron «gobiernos fuertes», no solo resolvieron la crisis a mediados de los 30 sino que
fueron percibidas como restaurando el orden social aun con anterioridad a esa solución a
problemas económicos.
El 28 de enero de 1933, Adolfo Hitler, máximo dirigente del partido Nacional Socialista, era
nombrado canciller de Alemania. Se iniciaba así la puesta en práctica de una de las ideologías que
más vidas ha cobrado en la historia del Siglo XX: el nazismo.
En seis años, Adolfo Hitler y sus seguidores convirtieron a Alemania en una temible maquinaria
bélica que llevó al mundo a la peor conflagración que ha conocido la humanidad: la Segunda
Guerra Mundial.
Un gigante herido
La ideología del nazismo ganó fuerza en la Alemania derrotada en la Primera Guerra Mundial.
En cuestión de años, la Alemania nazi comenzó a expandirse, llevando consigo sus principios de
la supremacía del pueblo ario y el odio a los judíos y otras minorías.
Los resultados
El nazismo dejó su huella en la historia del Siglo XX, una marca de sangre, muerte y dolor.
Alemania pagó con su división el experimento y debe vivir con el estigma aún hoy, más de
cincuenta años después.