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GRAFENO: ¿LA NUEVA AMENAZA PARA LA

INDUSTRIA DEL COBRE A NIVEL MUNDIAL?


El desarrollo de este material -derivado del carbono y con similares propiedades a las del metal rojo-
representa para muchos un riesgo para el futuro del "sueldo de Chile". Expertos consultados por Emol revelan
si esta afirmación es mito o realidad. 17 de Enero de 2015 | 07:01 | Por Marisel Muñoz Brand, Emol. AFP
(Archivo) SANTIAGO.- Andre Geim y Konstantin Novoselov descubrieron el grafeno hace más de una década,
pero no fue hasta el 2010 –año en que los investigadores de origen ruso recibieron el Premio Nobel de Física–
que este material derivado del carbono tuvo repercusión mundial. Dadas sus cualidades, como tener una
conductividad eléctrica 10 veces superior al cobre, es que se ha especulado a través de los años si es que
podría llegar a reemplazar al principal producto de exportación nacional. De acuerdo a Enrique Muñoz, doctor
y académico del Instituto de Física de la Pontificia Universidad Católica, la percepción actual es que el grafeno
es un material muy prometedor para la fabricación de dispositivos microelectrónicos y el desarrollo de diversas
aplicaciones en nanotecnología. "Al ser un material liviano, resistente, excelente conductor del calor y la
electricidad, es un candidato ideal para desarrollar dispositivos tales como sensores miniaturizados que
permiten detectar moléculas químicas y biológicas; con aplicaciones en diversos campos, incluyendo la
medicina. Otro aspecto atractivo del grafeno es su gran flexibilidad, que permitiría desarrollar dispositivos
electrónicos livianos y 'flexibles'; por ejemplo, un celular o un reloj que se doble como una tela", comenta
Muñoz. Sin embargo, expertos como Humberto Plaza, académico de la Facultad de Ciencias Físicas y
Matemáticas de la Universidad de Chile, sostienen que el grafeno necesita de procesamientos avanzados
para su obtención y, además, su manipulación es altamente compleja. "Lo anterior hace que materiales a
base de esta sustancia tengan un alto valor y sean de muy difícil procesamiento hoy en día. A esto hay que
agregar que el desarrollo de materiales de grafeno está en sus etapas tempranas de investigación –a pesar
de que hay empresas en Estados Unidos, China, Reino Unido que se dedican a su producción–, por lo que no
es una amenaza en el corto plazo para el cobre en aplicaciones tradicionales como cables eléctricos", señala
Plaza. "Su costo actual de producción reportado es superior a los US$ 500 por gramo, por lo que no se ve, al
menos en las próximas tres décadas, la posibilidad de un reemplazo masivo de cobre por grafeno",
complementa el doctor Carlos Carlesi, jefe de investigación Escuela de Ingeniería Química de la Pontificia
Universidad Católica de Valparaíso. "Es posible esperar que, cuando exista una producción masiva de
grafeno y sus usos puedan ser competitivos para el cobre, la industria esté en momentos donde los
yacimientos actuales se encuentren en sus últimos años de vida útil, a lo cual se puede sumar que el nivel de
reciclaje de metales pueda haber alcanzado una alta cuota de mercado (como actualmente sucede con el
aluminio en países desarrollados)", agrega Carlesi. Tomás Norambuena, presidente de la Fundación Más
Ciencia, precisa que "por el momento, Chile sigue dependiendo significativamente de la exportación de
recursos naturales, como el cobre. En ese sentido Chile necesita urgentemente diversificar su economía
introduciendo nuevos productos y servicios, donde la investigación y desarrollo juegan un papel fundamental".
"Chile debería invertir decididamente los recursos provenientes de la extracción de recursos naturales
(limitados y/o no renovables) como el cobre, justamente en conocimiento que sirva como sustento para la
innovación, incluso para nuevas aplicaciones del cobre, eludiendo a la amenaza del grafeno como su
inminente reemplazante en la industria electrónica", concluye.

Fuente: Emol.com - http://www.emol.com/noticias/economia/2015/01/16/699542/grafeno-la-nueva-amenaza-


para-la-industria-del-cobre-a-nivel-mundial.html

EN: http://www.emol.com/noticias/economia/2015/01/16/699542/grafeno-la-nueva-amenaza-
para-la-industria-del-cobre-a-nivel-mundial.html
¿Por qué el grafeno será el
material del futuro?
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Lámina de grafeno en un laboratorio español en San Sebastián. JUSTY

Necesitamos materiales fuertes, con propiedades específicas, controlables,


ligeros, baratos, para construir las necesidades (pocas) y los caprichos (muchos)
de una vida rica ahora, y en el futuro.

Empezamos utilizando piedras, de sílex preferentemente, como herramientas.


Pero su misma capacidad para desprender lascas las convertía en algo que había
que desechar con mucha frecuencia.
Pasamos a utilizar metales, pero por mucho que se forjaban, seguían siendo
frágiles y se mellaban con tal frecuencia que había que estar afilándolos
constantemente.

Hoy tenemos materiales sintéticos enormemente resistentes (incluidos los


diamantes) pero aun así sus propiedades quedan lejos de las esperables en
teoría.

Las fuerzas entre los átomos y las moléculas son las fuerzas eléctricas, que son
inmensas. Pero de esas fuerzas estamos utilizando sólo, en los mejores
materiales, un 10%.

El problema son los fallos en las estructuras atómicas que invalidan, en ciertas
regiones, esas fuerzas. Así, un material como el acero, al fraguar y convertirse en
sólido, y aún tras toda clase de tratamientos, tiene en su estructura átomos no
alineados, dislocaciones y microfracturas, y eso hace que las fuerzas
interatómicas no actúen con toda su fuerza en esos puntos del material que puede
quebrarse, como lo hacía el siles, en esa región.

Para disponer de estructuras con las fuerzas macroscópicas que correspondan a


las inmensas fuerzas microscópicas, necesitamos que no haya errores en las
disposiciones geométricas de las estructuras atómicas.

Y para hacer esto necesitamos crear estructuras en una o dos dimensiones, fibras
o superficies. ¿Se han planteado ustedes por qué no puede haber vida en dos
dimensiones?

Todos los seres vivos necesitan el equivalente de un tubo digestivo, de la boca al


ano, o en las plantas, los tubos de la savia. El cuerpo puede rodear ese tubo,
porque es de tres dimensiones, pero esto no es posible en dos, ni mucho menos
en una dimensión. Un tubo digestivo o de transmisión de savia en dos
dimensiones parte al ser vivo en dos conjuntos disjuntos. En dos seres ya no
vivos. En dos dimensiones no se puede establecer un enlace a través del ''tubo''
entre los dos lados. Ese enlace detiene sin remisión el flujo en el tubo.

Necesitamos pues tres dimensiones pero en tres dimensiones las estructuras


tienen, todas, defectos.
En dos dimensiones, si existe un defecto, la estructura desaparece, se parte, se
fracciona, y lo mismo pasa en una dimensión.

Los hilos de araña, la seda de las mariposas de la idem, son fortísimos, pues son
casi lineales.

Si conseguimos construir una superficie no puede tener defectos, tendríamos dos


superficies. Una superficie estricta es inmensamente fuerte, y al mismo tiempo,
puesto que no deja electrones libres, es perfectamente aislante en la dirección
perpenticular a la misma y un conductor perfecto en la dirección paralela, y no
ofrece rozamiento.

Esto es el grafeno. Su nombre simula al de grafito, es decir, carbón duro. El


grafito, mezclado con barro (arcilla), es lo que son las minas de los lápices. El
nombre proviene de ''piedra de hacer grafos'' de escribir.

El grafeno son superficies bidimensionales de grafito, enlaces de átomos de


carbono en estructuras hexagonales planas. Al no tener defectos, la fuerza de
toda la estructura es la fuerza eléctrica entre los átomos. La fuerza eléctrica crece
al disminuir la distancia entre las cargas como el inverso de esa distancia al
cuadrado.

La fuerza gravitatoria entre dos masas de un kilo a un metro de distancia es


0,000000000067 Newtons (N). La fuerza entre dos cargas eléctricas unidad
separadas un metro es 9.000.000.000, nueve mil millones de Newtons. La fuerza
que podemos hacer los seres humanos es el equivalente de levantarnos cogiendo
una barra a dos metros del suelo, o de dar un salto sobre el mismo. Si nuestra
masa es de 70 kilos la fuerza que hacemos es de 700 N. Los más pesados algo
más, los asténicos algo menos, pero alrededor de 700 N.

El cociente entre las fuerzas eléctricas y las gravitatorias es de unos 100 trillones.
No lo notamos porque las cargas eléctricas positivas y negativas se compensan
casi exactamente, pero las fuerzas eléctricas son inmensas.

Las superficies de grafeno, que no pueden tener defectos al ser bidimensionales


(si los tienen se rompen en otras superficies) son 200 veces más fuertes que el
acero, un millón de veces más finas que el vello humano, y representan el material
con mejor conductividad eléctrica del mundo. Forma barreras perfectas, ni siquiera
el helio (neutro eléctricamente) puede atravesarlo sin romperlo.

Es una revolución en la ciencia y la tecnología de materiales.

Los seres humanos estamos trabajando ya a escalas atómicas, y esto nos da


unas posibilidades gigantescas para el objetivo de construir nuestras necesidades
y caprichos.

Como escribo cada semana en este blog, y con frecuencia en otros blogs y otros
lugares, la tecnología humana nos da soluciones para casi todos los problemas
que nos presenta la vida.

El no resolver esos problemas no es cuestión de no poder hacerlo, sino de no


quererlo.

La ciencia es el resultado de la razón y la inteligencia humana. La barrera para su


utilización es la genética vital. Los genes construyen estructuras que favorecen su
duplicación en ambientes muy diversos. Las bacterias, por ejemplo, necesitan, por
lo general, ambientes líquidos. Para superar ese problema y extenderse a
ambientes secos, los genes produjeron ''pieles'', envolturas impermeables que
permitían a esas bacterias colonizar ambientes secos sin perder el agua interior.
Pero los genes sólo hicieron eso para poder duplicarse capturando energía en
otros entornos distintos de los charcos primigenios. Y así hasta el ser humano.

Pero la compleja construcción que somos los humanos, finalmente no es más que
una herramienta de los genes para duplicarse en entornos muy variados, incluso
en medio del vacío y casi ilimitado espacio exterior.

Puesto que los genes no hacen otra cosa que duplicarse, la estructura social
humana, si se deja llevar por los impulsos genéticos, lo único que trata de hacer
es destrozar a los demás genes para duplicar los propios. Cada persona sus
genes, cada grupo, cada tribu, los suyos. El resultado es genéticamente
(recordemos el génesis) perfecto, pero humanamente una tremenda tragedia.

A los genes de Hitler, a los de Stalin, quizás hoy a los de Trump y colegas, lo
único que les importa(ba) es (era) su duplicación. Si desaparecían millones de
personas, mejor. Más espacio para los genes propios.
Pero los genes sufrieron un error. Una mutación inesperada creó la inteligencia.
Con ella podemos, si queremos, superar las matanzas, las subyugaciones, las
esclavitudes, y funcionar como seres inteligentes, cooperando, produciendo lo
necesario e incluso lo superfluo para todos, sin destrozarnos, sin destrozar al resto
de seres vivos, sin destrozar el entorno.

Estamos hoy en una encrucijada crítica. Los genetistas, los tribales, las tribus,
están planteando la batalla sangrienta y real, con matanzas, que es la única forma
que conocen los genes, contra la inteligencia y la razón. La tribu ha triunfado en
Inglaterra, puede triunfar en EEUU, está en tablas en Oriente, no porque sea una
guerra entre genética e inteligencia, sino la destrucción secular, milenaria entre
tribus.

El resultado está en nuestras manos. Estamos en una bifurcación del camino.

Podemos elegir el grafeno, o el grafito y las lascas de silex.

¿Qué elegimos?

EN: http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/elporquedelascosas/2016/07/17/por-que-el-grafeno-
sera-el-material-del.html

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