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1 Pedro 3.15
Pero parece que algo ha fallado. Tristemente muchos cristianos hoy no están
viviendo como pescadores de hombres. Desafortunadamente no muchos nos
preguntan sobre nuestra fe en Cristo, pero cuando algunos lo hacen,
parecería que no estamos totalmente listos para dar una respuesta.
Me gustaría sugerir cinco razones por las que las iglesias y sus miembros no
están compartiendo su fe diariamente. Más adelante voy a sugerir algunas
formas de cómo solucionar este problema, pero por ahora observemos el
diagnóstico de este problema.
Aunque nuestra vida cotidiana nos pone en contacto con gente que no
conoce a Cristo, es muy fácil vivir la vida sin tener ningún contacto
cercano con estas personas.
6. Así que los cristianos viven vidas en vías paralelas con el mundo, con
sus propias escuelas, negocios, ligas deportivas, programas de scouts,
pero con escasas oportunidades de construir o establecer relaciones
con personas que no son creyentes.
Al fin y al cabo, en Hechos 8:1-4 vemos que no fueron los apóstoles, sino
los cristianos “normales, comunes y corrientes”, quienes salieron a
proclamar el mensaje de Jesús desde Jerusalén hacia las otras partes del
mundo.
No hay una forma fácil de decirle a alguien que tú crees que Cristo tomó
forma de hombre cuando nació de una virgen, que luego murió en una
cruz, que resucitó al tercer día de los muertos y que ascendió a los cielos,
sin al menos perder la confianza o el favor de esa persona. ¡La mayoría
de las veces ya no es igual!
Pero no pasa nada. El apóstol Pablo nos dice que Dios nos salvó
intencionalmente de una manera que a los “sabios” de este mundo les
parecería una locura (1 Co. 1:18-29).
(2 Co. 2:14-16). “Más a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo
en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor
de su conocimiento. 15
Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los
que se salvan, y en los que se pierden; 16
a éstos ciertamente olor de
muerte para muerte, y a aquéllos olor de vida para vida. Y para estas
cosas, ¿quién es suficiente?”
Si no estás de acuerdo con esto, lee a través del libro de los Hechos y
anota cada vez que alguien compartió el evangelio y algo malo le sucedió
a esa persona.
Quizás sea parte del plan de Dios que seamos los primeros de una larga
lista de personas que tratarán de evangelizar a una persona antes de que
venga a Cristo.