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CINCO RAZONES POR LAS QUE NO EVANGELIZAMOS

1 Pedro 3.15

El Nuevo Testamento nos insta como pueblo de Dios a llevar el evangelio a


este mundo. Jesús les dio este mandato a sus discípulos de ir y hacer más
discípulos (Mt. 28:19). Les dijo que se convertirían en pescadores de hombres
(Mt. 4:17). El apóstol Pedro exhortó a las iglesias en Asia menor a estar
preparadas para responder cuando las personas preguntasen acerca de su fe
(1 Pedro 3:15).

Pero parece que algo ha fallado. Tristemente muchos cristianos hoy no están
viviendo como pescadores de hombres. Desafortunadamente no muchos nos
preguntan sobre nuestra fe en Cristo, pero cuando algunos lo hacen,
parecería que no estamos totalmente listos para dar una respuesta.

En las iglesias evangélicas se habla bastante de la evangelización, pero las


encuestas y las consultas populares muestran que muchos miembros en sus
iglesias no comparten su fe a menudo.

¿POR QUÉ NO EVANGELIZAMOS?

Me gustaría sugerir cinco razones por las que las iglesias y sus miembros no
están compartiendo su fe diariamente. Más adelante voy a sugerir algunas
formas de cómo solucionar este problema, pero por ahora observemos el
diagnóstico de este problema.

1. Las iglesias no evangelizan porque AÍSLAN A LOS CREYENTES DE LOS


INCRÉDULOS.
 En otras palabras, muchos cristianos no conocen gente inconversa.

 Aunque nuestra vida cotidiana nos pone en contacto con gente que no
conoce a Cristo, es muy fácil vivir la vida sin tener ningún contacto
cercano con estas personas.

 Las iglesias permiten este aislamiento de varias maneras.

1. Muchas iglesias tienen reuniones durante toda la semana, definiendo


su éxito por la asistencia de sus miembros.
2. Como resultado, muchos cristianos están ocupados con muchas de
estas actividades casi todos los días, pero con poco contacto personal
con sus vecinos y compañeros de trabajo.

3. Es más, algunas congregaciones cultivan la hostilidad hacia el mundo.

4. A medida que nuestra cultura se vuelve cada vez más contraria al


cristianismo y a la moral bíblica, es fácil que asimilemos una
mentalidad como si estuviéramos encerrados en un búnker.

5. Cuando esto sucede, el mundo exterior se convierte en un


espantapájaros y la manera en la que los cristianos se mantienen
santos es distanciándose lo máximo posible del mundo.

6. Así que los cristianos viven vidas en vías paralelas con el mundo, con
sus propias escuelas, negocios, ligas deportivas, programas de scouts,
pero con escasas oportunidades de construir o establecer relaciones
con personas que no son creyentes.

2. Las iglesias no evangelizan porque CREEMOS QUE LA


EVANGELIZACIÓN ES ALGO EXTRA-ORDINARIO.

 Suponemos que la evangelización debe ser practicada por aquellos que


tienen el don de evangelizar, por pastores, evangelistas, misioneros, o por
otros profesionales cristianos.

 De manera que los creyentes laicos sienten que son incapaces de


presentar el evangelio.

 Hasta le decimos a la gente que traigan a un amigo o a un familiar para


que el pastor les comparta el evangelio. Tenemos la idea de que la única
forma de evangelización posible es desde el púlpito.

 Hacemos campañas y contratamos evangelistas profesionales para que


hagan el llamamiento desde el pulpito para que se salven las almas… ¿Y
se salvaran? Dijo un hermano.

 Así que me estoy tomando el tiempo para desafiarlos y mostrarles ¡UNA


VEZ MAS! que cada cristiano tiene la responsabilidad de evangelizar. (Uno
a uno) (Paso a paso).

 Es la primera y más grande obligación de alguien que ha recibido pan.


Compartir su pan con los demás hambrientos.
 Evangelizar no es entusiasmar a los incrédulos con la vida cristiana, con
programas de nuestra iglesia local, con el dinamismo de nuestras
reuniones, con nuestra música, con la historia de nuestra iglesia o buen
testimonio; mucho menos, atraerlos a la personalidad de un líder o al
afecto de un grupo de hermanos en un grupo pequeño.

 Esos son métodos humanos, la gente se va a convertir a nuestra iglesia


que tanto amamos. Evangelizar es exponer a los incrédulos a la buena
noticia del evangelio: ¿Cuál es esa buena noticia? Cristo murió por
nuestros pecados y se levantó de entre los muertos; conforme a las
Escrituras. 1 Cor. 15:3-4

 Al fin y al cabo, en Hechos 8:1-4 vemos que no fueron los apóstoles, sino
los cristianos “normales, comunes y corrientes”, quienes salieron a
proclamar el mensaje de Jesús desde Jerusalén hacia las otras partes del
mundo.

 La evangelización no tiene nada de extraordinario,

3. LAS IGLESIAS NO HABLAN ACERCA DEL COSTO DE SEGUIR A JESÚS.

 No lo hablamos, pero la evangelización tendrá un costo.

 No hay una forma fácil de decirle a alguien que tú crees que Cristo tomó
forma de hombre cuando nació de una virgen, que luego murió en una
cruz, que resucitó al tercer día de los muertos y que ascendió a los cielos,
sin al menos perder la confianza o el favor de esa persona. ¡La mayoría
de las veces ya no es igual!

 Pero no pasa nada. El apóstol Pablo nos dice que Dios nos salvó
intencionalmente de una manera que a los “sabios” de este mundo les
parecería una locura (1 Co. 1:18-29).

 Nuestro mensaje no será bien recibido por aquellos que se están


perdiendo; para ellos será olor de muerte en sus narices.

(2 Co. 2:14-16). “Más a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo
en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor
de su conocimiento. 15
Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los
que se salvan, y en los que se pierden; 16
a éstos ciertamente olor de
muerte para muerte, y a aquéllos olor de vida para vida. Y para estas
cosas, ¿quién es suficiente?”

 Si entiendo bien a Pablo, en realidad lo que está diciendo es que; es el


plan de Dios que suframos un poco mientras compartimos el Evangelio.

 Si no estás de acuerdo con esto, lee a través del libro de los Hechos y
anota cada vez que alguien compartió el evangelio y algo malo le sucedió
a esa persona.

 Pero muchas iglesias nunca confrontan a su gente con la realidad de que


seguir a Cristo tiene un coste. Les enseñamos que Dios se encarga de
ellos y de su bienestar.
 Así que cuando llega el momento de tener que pagar el precio por
compartir el evangelio, muchos de nosotros no estamos dispuestos a
correr el riesgo de perder nuestra reputación.

4. Las iglesias no evangelizan porque QUEREMOS VER RESULTADOS


INMEDIATOS.

 Por supuesto que es fácil desanimarse con nuestra evangelización.

 Quizás leímos un libro o escuchamos un sermón y salimos a compartir


nuestra fe, y cuando vemos que no ocurre nada nuestro desánimo crece.

 Pienso que muchos cristianos se han dado por vencidos en la


evangelización porque no han visto ningún resultado visible de sus
esfuerzos.

 Pero no tenemos el derecho de juzgar lo que Dios hace en cada situación.

 Quizás sea parte del plan de Dios que seamos los primeros de una larga
lista de personas que tratarán de evangelizar a una persona antes de que
venga a Cristo.

 Puedo pensar en muchos ejemplos de conversaciones y esfuerzos


evangelísticos que en su momento parecieron una pérdida de tiempo,
pero tiempo después me enteré de que esa persona había recibido a
Cristo como su Salvador personal. (Mi patrón Enrique Guzmán)
 El evangelio es poder de Dios para salvación (Ro. 1:16), y la Palabra de
Dios es viva y eficaz (He. 4:12-13). Debemos cultivar la confianza de que el
Señor, quien produce el crecimiento, va a producir también redención,
salvación, justificación.

 Él salvará almas. Muchas veces no lo hace de acuerdo a nuestros


tiempos, y tal vez no escoja a la gente que nosotros escogeríamos. Pero él
nos va a usar si somos fieles.

5. Las iglesias no evangelizan porque NO SOMOS CLAROS EN CUANTO


AL MENSAJE.

 Una razón final por la que no evangelizamos es porque no somos claros


en cuanto al mensaje.

 Cuando alguien solicita la membresía en nuestra iglesia, una de las cosas


que le pido es que me resuma el evangelio en 1 minuto.

 Me sigue sorprendiendo la cantidad de cristianos a los que les resulta


difícil esta pregunta. No es que no crean en el evangelio; lo creen. No es
que sean ignorantes (muchos de ellos conocen muy bien su Biblia).

 Y aunque tal vez estén nerviosos o sorprendidos por la pregunta, no deja


de ser una tendencia alarmante.

 No hay forma de compartir el evangelio si no estás preparado para


compartir el evangelio.

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