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VISTOS:
PRIMERO: Que con fecha 07 de agosto de 2014, compareció doña SANDRA DEL
CARMEN ESCOBAR VALENZUELA, empleada, domiciliada en Avenida México N° 2045,
casa 7, comuna de Puente Alto, quien interpuso demanda de tutela laboral por
vulneración de derechos fundamentales, en contra de su ex empleador, RIPLEY STORE
LTDA. (ALTO STORES CO S.A.), sociedad del giro de su denominación, cuya sucursal
tiene domicilio en Avenida Presidente Kennedy N° 9001, comuna de Las Condes,
representada legalmente por don ALEJANDRO FRIEDMAN PIROZANKY, domiciliado en
Huérfanos N° 1052, piso 4, comuna de Santiago.
Finalmente, señala que cuando entendió que Ripley no haría nada por mejorar
su situación y, previa conversación con su psiquiatra, se le da el alta a efectos de
comenzar la tramitación judicial del auto despido. Es por esto que, con fecha 30 de
junio de 2014, envió carta de despido, con copia a la Inspección del Trabajo y a la
empresa, dando por concluida su relación laboral. Al momento de enviar la carta de
aviso, desconocía que se adeudaban cotizaciones previsionales, enterándose de ello el
día 11 de julio de 2014, una vez que recibió carta de Isapre Consalud que informa
lagunas de los periodos: julio 2011, mayo, julio, agosto de 2013, además de marzo y
mayo de 2014, respecto de los cuales ejerce el cobro en esta instancia.
Opone excepción de caducidad de la acción, por cuanto los últimos hechos que
la demandante denuncia como vulneratorios de sus garantías, ocurrieron antes del 9
de diciembre del año 2013, según dan cuenta las constancias hechas ante Carabineros
y la Inspección el Trabajo. Por su parte, el art. 485 del Código del Trabajo, dispone que
la denuncia por vulneración a derechos fundamentales, puede sustentarse en hechos
acontecidos durante la relación laboral o al término de la misma, pero, para uno u otro
caso, existe un plazo de caducidad para el ejercicio de la acción tutelar
correspondiente, 60 días, término que debe ser computado desde el acontecimiento
del hecho que se denuncia como lesivo, de manera que habiendo acontecido el último
de estos hechos el día 7 de diciembre de 2013 y, habiendo ejercido la acción con fecha
7 de agosto de 2014, el plazo de caducidad precluyó. Además, si la actora pretendiera
enervar la excepción de caducidad por aplicación del art. 486 inc. final, por remisión
del art. 168 ambos del Código del Trabajo, no se ha dejado referencia alguna a tal
suspensión, ni menos se ha hecho referencia a alguna fecha de alguna gestión de
reclamo o denuncia administrativa ante la Inspección del Trabajo para la suspensión
correspondiente, precluyendo la oportunidad procesal para tal alegación.
CUARTO: Que de este modo, atendido lo expuesto por las partes en sus libelos
de demanda y contestación, se establecieron como hechos pacíficos los siguientes: Que
la relación laboral se inició el día 11 de junio de 2003; que la demandante se
desempeñaba como vendedora integral, inicialmente en el departamento de recién
nacidos, y que el día 08 de febrero de 2012, fue trasladada al departamento de
computación; que con fecha 30 de junio de 2014, se auto despidió, invocando las
causales del artículo 160 N° 1 letra f) y N° 5 del Código del Trabajo.
En tanto que como hechos discutidos, sobre los cuales debía versar la prueba,
se establecieron los siguientes:
ii.- Actuaciones realizadas por la demandante ante la Dirección del Trabajo, fecha en
que ello habría ocurrido, naturaleza del reclamo y efectividad de ser este susceptible
de suspender el plazo de los 60 días previsto en el artículo 489 del Código del Trabajo.
vi.- Remuneración pactada por las partes y efectivamente percibida por la demandante
durante los tres últimos meses íntegramente trabajados. Conceptos y montos que la
componen, naturaleza jurídica de los mismos.
QUINTO: Que las partes incorporaron las siguientes probanzas a fin de acreditar
los hechos en que fundan sus alegaciones y defensas:
i.- Copia de ficha clínica N° 771844, relativa a la actora, emitida por el Hospital Del
Trabajador. En el documento consta que la trabajadora ingresó el 06 de marzo de 2014,
encontrándose ya con licencia médica psiquiátrica por problemas laborales, se indica el
modo en que la trabajadora describe el problema, los síntomas que la aquejan, el
tratamiento farmacológico al que se encontraba sometida, se señala que está en
tratamiento psiquiátrico desde el 21 de diciembre, teniendo como diagnóstico
depresión mayor; se refiere el contenido de la evaluación, observándose a fin de
establecer la existencia de estrés laboral por hostilización, siendo derivada al Comité de
Neurosis Laboral para calificación de enfermedad profesional; se incluye su historia
laboral y otros antecedentes familiares relevantes, determinándose en definitiva, el 18
de marzo de 2014, que el caso es de origen laboral, corroborando la hipótesis de
hostilización horizontal; luego, se sigue relatando la evolución de la paciente y el
tratamiento adoptado, que incluye reposo, fármacos y otros; con fecha 09 de abril de
2014, se da cuenta de haber notificado a la empresa de la calificación de la dolencia,
sugiriendo intervenir el clima relacional y cambiar de departamento de ventas a la
trabajadora, para alejarla de los hostilizadores; posteriormente, a fines de abril, se
indica que se coordinará visita a la empresa para efectuar acciones laborales,
señalando al respecto con fecha 09 de junio, que las gestiones intentadas en tal sentido
han sido infructuosas; asimismo, se va dando cuenta de la evolución de la actora,
registrándose con fecha 19 de junio de 2014, el alta laboral diferida, en 7 días, los
tratamientos con que debe continuar y la citación a control posterior.
ii.- Informe médico N° 47.08.14 de fecha 04 de agosto de 2014, emitido por el Hospital
Del Trabajador, también respecto de la actora, que señala como diagnóstico, “trastorno
depresivo mayor de origen laboral en remisión y neurosis laboral en remisión”, el que
también sugiere la intervención del clima laboral.
iv.- Certificado de alta laboral emitido por el Hospital del Trabajador con fecha 19 de
junio de 2014, respecto de la actora, que da cuenta que esta sufrió una enfermedad
profesional el 06 de diciembre de 2013, ingresando al Servicio el 06 de marzo de 2014,
y que se le ha dado el alta diferida el día 25 de junio de 2014, pudiendo reintegrase a
su trabajo a partir del día 26 de junio de 2014.
v.- Comprobante de Correos de Chile, que da cuenta del envío de carta de auto despido
a la demandada con fecha 30 de junio de 2014 y carta ingresada ante la Inspección del
Trabajo con timbre de 27 de junio de 2014. Se adjunta la comunicación, la que invoca
las causales previstas en el artículo 160 N° 1 letra f) y N° 5, de acuerdo al extenso relato
de hechos que esta consigna, que inician con su traslado al departamento de
computación y termina con todo lo ocurrido durante sus licencias médicas.
vi.- Certificado emitido por Isapre Consalud con fecha 11 de junio de 2014, el que,
respecto a los meses alegados como impagos, informa que los meses de marzo y mayo
de 2014, se encuentran pagados con fecha 10 de abril y 10 de junio de 2014,
respectivamente, el primero por la Isapre a que se encuentra afiliada la actora y por el
empleador, el último de ellos, sólo por la Asociación Chilena de Seguridad.
vii.- Constancia estampada por la actora ante la Inspección Del Trabajo con
fecha 09 de diciembre de 2013, ocasión en que relata que hace dos años
aproximadamente se encuentra bajo acciones de hostigamiento laboral por parte de
los compañeros de trabajo que individualiza, relatando algunas de las situaciones que
le han afectado.
Que se desempeña como gerente de la tienda Ripley Alto Las Condes, desde
marzo de 2011, en esa tienda trabajan muchas personas y existen conflictos entre
colegas por el alto nivel de competencia, los cuales son resueltos a nivel del supervisor
comercial a cargo, en este caso era don Paolo Foschino; se enteró que hubo problemas,
pero, que habían sido resueltos, añadiendo que por su parte se realizan seguimientos
constantes; don Paolo le comentó acerca de este roce entre colegas, refiriendo que se
trataba de un problema de competencia, que él entendió había quedado resuelto,
indica que se trató más bien de una conversación de pasillo y que ello es sin perjuicio
que durante el año 2013, se reunió una vez a la semana a conversar con distintos
grupos de vendedores a fin de generar canales de comunicación, sin que este asunto
apareciera; supo que la demandante estuvo con licencia, pero, desconoce los motivos,
ni ahondó en ello; precisa que no se le informó que el problema estuviere resuelto,
sino que él asumió que así había sido porque no volvió a aparecer, ya que los
trabajadores pueden recurrir a él para exponerle estos problemas y Sandra nunca se le
acercó a tratar el tema, a pesar de que la vio y asistió a retroalimentaciones durante el
año 2013; durante este año 2014 no ha hecho reuniones periódicas sino hasta el mes
de junio o julio, reuniones que se realizaban dentro del plan de clima; no ha tenido la
necesidad de usar un protocolo en caso de acoso laboral, de manera que no le consta
que exista; y precisa que nadie más a parte del señor Paolo le informó lo que estaba
sucediendo y que no se generaron instancias de trabajo para solucionar los temas de
los que tomó conocimiento.
ii.- Hospital del Trabajador de Santiago, que con fecha 24 de octubre de 2014, remitió la
ficha médica de la actora, documento de igual tenor al incorporado por la parte.
ii.- Copia de colilla de constancia efectuada ante Carabineros de Chile con fecha 08 de
diciembre de 2013 N° 16476, que corresponde sólo a la colilla sin relación de hechos.
iii.- Copia del informe médico N° 470814 del Hospital Del Trabajador de fecha 04 de
agosto de 2014, idéntico al presentado por la demandante.
Es así que, siendo esas omisiones son, en definitiva, los hechos en que se hace
consistir la denuncia de autos, es que el Tribunal desestimará la excepción, por cuanto,
esta situación se mantuvo en el tiempo, sin que la licencia médica otorgada a la actora
obstase a que la empresa emprendiera alguna acción, por el contrario, el reposo
médico y su causa, que fue comunicada a la empresa, hacía aún más necesario que
esta adoptase una acción que decidió no realizar, m,anteniendo durante todo el curso
de la licencia médica de la actora, o dicho de otro modo, durante todo el primer
semestre del año 2014, tiempo durante el cual la relación laboral se mantuvo vigente,
la conducta omisiva que motiva la denuncia de autos. Debemos recordar que los
médicos tratantes no sólo informaron la calificación de laboral de la enfermedad que
aquejaba a la actora, sino que, además, sugirieron adoptar medidas y realizaron
diversos esfuerzos por concretar acciones en concreto al interior de la empresa, por
cierto que sin éxito alguno, como se viene sosteniendo, la licencia médica de que gozó
la actora, en lugar de paralizar o suspender los actos vulneratorios, era precisamente
una razón más para que la empleadora enfrentara la situación que afectaba a la
trabajadora, cuestión que se omite, de forma continua, hasta el término de la relación
laboral, lo que torna a la denuncia en procedente, desde el punto de vista de la
oportunidad en que es interpuesta.
e) Por otra parte, la confesional rendida por la demandante acredita que la empresa
tenía conocimiento de conflictos suscitados a nivel de vendedores del departamento
de computación, y en particular, que el absolvente supo de la situación que afectaba a
la actora, afirmando este que la dio por superada sólo por no haber vuelto a oír de ella,
pero, no le consta que existiera ninguna respuesta formal de la empresa, ni algún
término de investigación u otro, añadiendo que no le consta que exista protocolo
alguno de tratamiento y solución de conflictos constitutivos de acoso laboral, el que, en
cualquier caso, no se empleó en la especie.
f) De igual modo se tendrá por acreditado que la actora fue víctima de actos de acoso
horizontal, ello, según se desprende de los antecedentes médicos allegados al proceso,
los que dan plausibilidad al relato que la trabajadora ha venido efectuando
consistentemente ante los médicos que la han tratado, la Inspección del Trabajo y este
Tribunal; cuestión que igualmente es ratificada por los testigos ofrecidos por la parte,
quienes han señalado de manera conteste que las situaciones de hostigamiento
horizontal eran generalizadas, conocidas por la empresa y que no eran tratadas,
además de referir, en particular, situaciones que afectaron a la demandante.
g) Por último, consta que, tras hacer uso de licencias médicas continuas desde el mes
de diciembre de 2013 y hasta junio de 2014, durante el cual la trabajadora sólo alcanzó
a laborar durante un solo día, dirigió carta de autodespido a su ex empleador, con
fecha 30 de junio del año 2014, dando cumplimiento a los establecido en el artículo
162 del Código del Trabajo, esto es, se realizó por escrito, al domicilio del empleador,
según consta en comprobante de Correos de Chile, y se remitió copia a la Inspección
del Trabajo, según consta en el cargo estampado en la copia acompañada que indica
fecha 30 de junio de 2014. La carta en cuestión, enuncia como causal del autodespido
la prevista en el artículo 160 N° 1 letra f) y 160 N° 5 del Código del Trabajo, e indica en
extenso los hechos en que la sustenta, esto es, hostigamiento horizontal constitutivo
de acoso laboral y que la demandada nada hizo al respecto, pese a conocer los hechos
y haber sido requerida en tal sentido por la trabajadora.
Conforme lo señalan los autores Sergio Gamonal y Caterina Guidi, “El acoso
laboral comprende los hostigamientos periódicos realizados en el lugar de trabajo con
la finalidad de humillar y marginar a un determinado trabajador, provocando, incluso,
su renuncia, muchas veces acompañada de daños a la salud como la depresión, el
estrés o ansiedad, además de trastornos psicosomáticos.” Estos hostigamientos pueden
venir a través de acciones u omisiones, realizadas tanto por los superiores jerárquicos
del afectado como de sus pares, cuestión conocida como la hostilización horizontal,
que es la alegada en estos autos, y generan tal daño en la víctima que impide que
desarrolle sus labores con normalidad, creando un fuerte rechazo a la labor
desempeñada, a sus compañeros y lugar de trabajo.
Además, siempre de acuerdo al inciso tercero del artículo 489, se debe otorgar
la indemnización especial de seis a once meses de remuneración, la que atendidas las
circunstancias de los hechos denunciados y acreditados en autos, considerando
principalmente que lo que se imputa a la demandada es un actuar omisivo, negligente,
al permitir que otros vulnerasen los derechos fundamentales de la trabajadora
mientras se encontraba bajo su órbita de dirección y protección, y no un actuar doloso
ejercido en contra de la trabajadora, es que dicha indemnización se regulará en el
equivalente a seis meses de remuneraciones, lo que de acuerdo a aquella última
remuneración establecida en autos, asciende a la suma de $5.941.278.
De este modo, siendo el otorgamiento de feriado una obligación que pesa sobre
el empleador, quien en la especie no ha alegado, ni acreditado su pago, se hará lugar a
esta prestación, ordenando pagar aquel feriado legal y proporcional demandado, en
cada caso, por los montos expresamente pedidos, los que se ajustan a la remuneración
ya establecida en autos.
III.- Que las prestaciones ordenadas pagar devengarán reajustes e intereses de acuerdo
a lo dispuesto en los artículos 63 y 173 del Código del Trabajo.
IV.- Ejecutoriada que sea esta resolución, ofíciese a Isapre Consalud a fin que inicie el
cobro de la cotización de salud devengada durante el mes de julio de 2011, de
conformidad a lo previsto en el artículo 19 del D.L. 3.500 y la ley 17.322.
V.- Que habiendo tenido la demandada motivo plausible para litigar y no habiendo
resultado totalmente vencida la demandada, se declara que cada parte soportará sus
propias costas.
VI.- Ejecutoriada que sea esta resolución, cúmplase dentro de quinto día, bajo
apercibimiento de remitirse los antecedentes al Tribunal de Cobranza Previsional y
Laboral de Santiago.
Archívese en su oportunidad.
RIT T-464-2014