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En este texto podemos ver como Freud da las pautas de cómo debe ser y dirigirse
un analista conforme a su trabajo, es claro que Freud no era así en su clínica y
este texto es una forma de aceptar sus errores técnicos, muchas cosas se
pueden adaptar a la psicoterapia que ejercemos en prácticas, y salvo algunos
puntos de Freud que más que hacerles una crítica directa entendemos que los
recursos de ese entonces no alcanzaban para que este tuviera una visión más
amplia. Podemos empezar por lo más criticable, la edad del paciente, se
menciona que el psicoanálisis ya no es aplicable a las personas mayores de edad,
porque se va perdiendo la capacidad de recordad (importante en el análisis) y
porque el recorrido en su historia sería muy largo (tomando en cuenta que los
análisis de Freud duraban mucho), pero ante esto en la actualidad no existe tal
impedimento, ya que aun que podríamos pensar que ya no se puede hacer nada,
seria todo lo contrario, cada historia es importante, cada vida los es y la edad no
sería motivo por el cual no ir a un análisis. Otro punto es las personas deficientes
mentales, lo cual tengo mis reservas, porque para atenderlos se tienen que hacer
adecuaciones al método de intervención lo cual en parte , si, ya no hablaríamos de
un psicoanálisis propiamente dicho, pero aun así estas personas tiene la
capacidad para entrar a un proceso psicoterapéutico y trabajarse sea lo que
quieran trabajar. El tiempo que dura una sesión, e sim portante tanto analista
como terapeuta respetar los tiempos ya que es to es parte del en cuadre y es una
forma de dar continente a los fenómenos que aquí se desarrollan. El psicoanálisis
no es elitista y aunque no muchos tienen el tiempo y las condicione s para acudir
en eso si deberíamos ser más flexibles, por supuesto no trabajar gratis, ya que el
pago es importante en el proceso analístico, pero si replantearse el como vemos y
tratamos a las personas ajenas al gremio de psicólogos clínicos y considerar un
trato humano digno y de calidad a todos, sin importar edad y condiciones
cognitivas.
Que si bien es resaltar que las cuestiones técnicas cuando son llevadas al
extremo se puede mecanizar El proceso de análisis y parecer este algo más
directivo donde el terapeuta llevara al paciente a determinado “lugar” nos recuerda
esta cuestión de sin praxis lo técnico no sirve y viceversa, tampoco podemos
jactarnos de brindar una terapia sin saber que cojones estamos haciendo, en todo
caso este texto también se puede criticar ampliamente pero sin olvidar que el
mismo Freud sugirió que esto está sujeto a cambios, en especial nosotros
deberemos adecuar lo técnico acorde al contexto sociocultural del paciente.
Dentro del punto del diagnóstico, no es que sea malo, más bien yo le llamaría
líneas de investigación donde si bien el paciente ira dando información conforme
este hable más a profundidad (o no) podremos afirmar las conjeturas sobre la
estructura psíquica del sujeto en momento, también tomando en cuenta que un
sujeto cuenta con diferentes rasgos conforme a las estructuras. Dentro de la
cuestión de hacer caso omiso a quienes piden un aplazamiento de un análisis
traducido al folklore mexicano me suena a cuando se pasea por un mercado pides
un precio no se te hace adecuado pero dices “está bien, me interesa déjeme me
hecho una vuelta más de rato” fuera de tomarlo con gracias, un caso de
aplazamiento puede ser no solo una resistencia si no un error por parte de
nosotros como analista, otro punto importante que hasta la fecha se respeta es no
brindar un servicio terapéutico a familiares o personas cercanas, por la cuestión de
que ya que este ya sabrá cosas de nosotros y con eso aunado a las resistencias
descalificara toda interpretación o señalamiento. Otro de los aspectos
fundamentales es el encuadre donde se estipulara los días, hora y coste de las
sesiones, así mismo de forma implícita que estas condiciones se pueden ser
flexibles tomando en cuanto cambios de horas en el trabajo, asi como la recepción
de dinero del analizado, y contingencias que pueden ocurrir para que este falte o
llegue tarde según lo estipulado, recordar que el encuadre es flexible pero
tampoco algo que se deba de modificar constantemente.
Amor de transferencia
Aquí es donde podemos ver más afondo los fenómenos transferenciales y como
estos tendrán una gran influencia en la relación paciente terapeuta, pero tener en
cuenta que esta es una de las partes importantes del tratamiento a los cuales el
terapeuta tendrá que estar muy atento en relación a su contra transferencia o más
bien diríamos en la forma en que recibe y sintetiza ese amor, primero vemos dos
tipos de transferencia, uno de ellos es el amoroso, donde el paciente pondrá
cualidades buenas al terapeuta, habrá cariño y aprecio, pero hará que manejarse
con cuidado ya que si el terapeuta cae en este juego y cree que todo esto
depositado por el paciente le pertenece o que es a él a que lo refiere, y no, no es
así, como pensar que un paciente acude a consulta a buscar a quien amar o que
le ame (en lo icc tal vez sea así, también puede ser resistencia) , debe quedar
claro que un paciente acude por ayuda, en una situación vulnérale, y que uno se
aproveche de eso, no solo es anti ético, es perverso. De otro modo, podemos
encontrar una transferencia negativa, entendida como sentimientos de odio y
destrucción hacia el analista, y de igual forma uno debe de entender que no es
con uno con quien está enojado, es como lo que representamos para el paciente,
y que no deberíamos tomar a lo personal esas actitudes, claro si existe un peligro
de nuestra integridad se deberá tener consideraciones en esos caso. Al final
entendemos que el amor es un fenómeno normal cuando se tiene un vínculo muy
íntimo con otro (del paciente al terapeuta no al revés), y que al verlo es motivo de
análisis no para un deleite narcisista, en todo caso explotar este recurso por parte
de algunos, es un problema que nos compete a todos, ya que daña la imagen del
psicólogo y lo más importante daña a un apersona.
Análisis interminable