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DESARROLLO EVOLUTIVO DEL NIÑO DE 0 A 3 AÑOS DE EDAD

1. DESARROLLO BIOLÓGICO
Las cuatro primeras semanas de vida marcan el período neonatal, un momento de transición de la vida
intrauterina cuando el feto depende totalmente de la madre a una existencia independiente.
El bebé al nacer tiene características distintivas, cabeza grande, ojos grandes adormilados, nariz pequeña
y mentón hendido (lo que hace más fácil amamantar) y mejillas gordas.
La cabeza del neonato es un cuarto de la longitud del cuerpo y puede ser larga y deformada debido al
amoldamiento que ha facilitado su paso a través de la pelvis de su madre. Este amoldamiento temporal es
posible debido a que los huesos del cráneo del bebé no se han fusionado aún; no estarán completamente unidos
durante los 18 meses. Los lugares de la cabeza en donde los huesos no han crecido juntos- puntos suaves o
fontanela- están cubiertos por una membrana fuerte. Debido a que el cartílago de la nariz del bebé es
moldeable, el viaje a través del canal deja la nariz luciendo aplastada por unos pocos días.
1.1 CRECIMIENTO DEL CUERPO
El crecimiento físico es más rápido durante los 3 primeros años que durante el resto de la vida. A medida
que los niños pequeños crecen en tamaño, la forma del cuerpo también cambia. El tamaño del resto del cuerpo
se proporciona con el de la cabeza, la que sigue el proceso en curso hasta alcanzar el tamaño de la de un adulto.
La mayoría de los niños se adelgazan durante los 3 primeros años; el niño de 3 años es más delgado si se
compara con el regordete y barrigón de un año.
En la mayoría de los bebés el primer diente aparece entre los 5 y 9 meses, y al año tiene 6 u 8 dientes y a
los 2 años y medio tiene 20.
1.2 CRECIMIENTO DEL CEREBRO
El cerebro humano crece más rápido mientras el bebé está todavía en el vientre y en los primeros meses
de vida. En el feto en desarrollo, se forman un promedio de 250.000 células cerebrales por minuto, a través de la
división celular (mitosis); así la mayoría de los cien mil millones de células en el cerebro humano ya están
presentes en el nacimiento.
El cerebro, la columna vertebral y una red de nervios que llega a todas las partes del cuerpo constituyen
el sistema nervioso. Este complejo sistema de comunicación envía mensajes sensoriales desde todas las partes
del cuerpo al cerebro y regresa órdenes motrices de éste.
Inmediatamente después del nacimiento hay un incremento en el crecimiento de las células cerebrales.
Las células formadas recientemente se clasifican por funciones, y se dirigen a sus posiciones apropiadas bien sea
en la capa superior del cerebro, o en la capa inferior, o niveles subcorticales. En un recién nacido, las estructuras
subcorticales que regulan funciones biológicas como la respiración y la digestión son las que están desarrolladas
de manera más completa; las células en el córtex cerebral, que es donde se origina el pensamiento y la solución
de problemas, todavía no están bien conectadas. Las conexiones entre las células en el córtex aumentan
marcadamente a medida que el bebé madura y hacen posible el funcionamiento motor e intelectual en niveles
más altos.
1.3 CONDUCTAS REFLEJAS
Los seres humanos tienen un arsenal de reflejos, algunos de los cuales parecen ofrecer protección e
inclusive abarcan hasta la supervivencia misma.
Los llamados reflejos primitivos, o reflejos de los recién nacidos, se encuentran presentes en el momento
del nacimiento o un poco después, y algunos se pueden producir aun antes del nacimiento. En un bebé
necrológicamente saludable, estos reflejos desaparecen en diferentes épocas durante el primer año. La breve
aparición de estos reflejos primitivos indica el control subcortical del sistema nervioso de un infante, ya que la
maduración de la corteza cerebral inhibe sus manifestaciones.
Los reflejos primitivos son normales en los recién nacidos pero después de los primeros meses es normal
que se desvanezcan como señal de desarrollo neurológico. Los reflejos primitivos se hallan controlados por la
subcorteza; su desaparición es prueba de que la corteza se está desarrollando y da como resultado el cambio de
conducta refleja a conducta voluntaria. Ya que hay un tiempo preestablecido para el desarrollo y la desaparición
de los reflejos primitivos, el desarrollo neurológico de un bebé, se puede evaluar al observar qué reflejos se
hallan presentes o ausentes.
Los expertos están de acuerdo en que hasta las cuatro semanas de vida el niño no ha nacido totalmente,
pero desde el nacimiento del niño ya encontramos gran actividad motora. Esta actividad motora son los
denominados reflejos. Por tanto vamos a ver que son los reflejos y explicaremos algunos de los más importantes.
Conductas reflejas: son movimientos automáticos provocados por un excitante exterior, sin que
intervenga la voluntad ni el cerebro, sino la médula espinal.
Estas conductas pueden continuar a lo largo del tiempo y se convierten en hábitos, que llegan a derivar
en actividades. Otras, sin embargo, son adaptativas y supervivenciales y llegan a desaparecer con el tiempo. Por
último hay otras conductas reflejas llamadas arcaicas que se pierden rápidamente y que se cree que fueron de
gran utilidad antes de que comenzáramos a evolucionar.
EJEMPLOS DE CONDUCTAS REFLEJAS
 Reflejo tónico del cuello de Magnusklein: de cubito supino, al volver la cara hacia un lado, se extienden
los miembros de ese lado y se flexionan los del lado opuesto. Desaparece a finales del primer trimestre.
 Reflejo de hociqueo o de los puntos cardinales: estimulando la mejilla próxima a la boca, el niño dirige la
boca y el rostro hacia el estímulo. Desaparece a partir de los tres meses.
 Reflejo de succión: el niño succiona cuando se introduce cualquier objeto en la boca. Desaparece a
finales del primer año.
 Reflejo de enderezamiento de la cabeza: al colocarle de cubito supino, endereza la cabeza.
 Reflejo del abrazo de Moro: se provoca dejando caer al niño bruscamente hacia atrás, sujetándole al
caer. El niño echa los brazos hacia delante en posición de abrazo. Debe desaparecer a finales del cuarto
mes.
 Reflejo de prensión plantar y palmar: al contactar un objeto con la palma de la mano o la planta del pie,
estas se contraen bruscamente. Desaparece hacia los cuatro meses.
 Reflejo de Babinski: al estimular la planta del pie, se produce la extensión de los dedos en abanico. Se
considera normal hasta el año o los dos años de edad. Posteriormente significa lesión de la vía piramidal.
 Reflejo de incurvación del tronco: un ligero rasguño en la región paravertebral produce incurvación del
tronco hacia el lado estimulado. Va desapareciendo a partir de los tres meses.
 Reflejo de la escalera: adelantando al niño hacia el centro de la mesa, sube con los dos pies el escalón
que constituye el borde de la mesa. Va desapareciendo a partir del primer mes.
 Reflejo de la marcha automática: consiste en movimientos primitivos de marcha con el cuerpo inclinado
hacia delante. Va agotándose poco a poco y desparece totalmente en el primer trimestre.
 Reflejo de reptación: apoyado sobre el vientre y con una resistencia en el pie, inicia movimientos
coordinados de brazos y piernas para reptar sobre el suelo. Desaparece hacia los cuatro meses.
 Reflejo de natación: sostenido horizontalmente sobre el estómago en el agua, hace movimientos
sincronizados de brazos y piernas. Desaparece hacia los seis meses.
 Parpadeo: la luz fuerte sobre los ojos hace que se cierren los párpados. No desaparece.
 Patelar: un golpe debajo de la rótula provoca una extensión de la pierna hacia delante. No desaparece.
1.4 DESARROLLO DEL SISTEMA ESQUELÉTICO Y NERVIOSO
Sistema esquelético:
Inicialmente, los huesos son cartilaginosos hasta su posterior y progresiva osificación
Sistema nervioso:
En el nacimiento, hay circunvoluciones más marcadas, con un cerebelo pequeño (que controla el
equilibrio).
A los 3 meses, aumenta la vascularización, el tamaño de los lóbulos y circunvoluciones y se distingue
entre materia gris y blanca.
A los 9 meses, el lóbulo temporal se acerca al tamaño adulto. Las circunvoluciones siguen aumentando.
Al año, el tamaño del lóbulo frontal es cercano a la del adulto.
A los dos años, cambia el color del cerebro. Hay cambios en el cerebelo y el córtex motor aumenta su
delgadez.

2. PSICOMOTRICIDAD EN EL NIÑO DE 0-3 AÑOS


Hay un orden definido para la adquisición de destrezas motrices y la habilidad de moverse deliberada y
acertadamente es progresiva. Las habilidades van de lo simple a lo complejo. Primero, el niño alza objetos
relativamente grandes con toda su mano. Luego, gradúa el uso de pequeños movimientos como de pinza con su
pulgar y su índice para alzar objetos muy pequeños. Después de que ha logrado control sobre movimientos
separados de los brazos, manos, piernas y pies, será capaz de coordinar todos estos movimientos para poder
caminar.
La habilidad para caminar y la precisión para agarrar son dos de las habilidades motrices más distintivas
de los humanos, ninguna de las cuales está presente en el momento de nacer.
3.1 CONTROL DE LA CABEZA
Al nacer, el bebé puede voltear la cabeza de lado a lado cuando está acostado hacia arriba y, cuando está
boca abajo, puede levantar la cabeza lo suficiente como para voltearla. Primero domina el elevar la cabeza
mientras que está boca abajo; luego mantiene su cabeza derecha cuando se le sostiene, y después levanta la
cabeza cuando está boca arriba. Durante sus primeros 2 ó 3 meses continúa elevando la cabeza más alto y,
alrededor de los 4 meses, puede mantenerla derecha cuando se le ayuda o cuando se lo mantiene sentado.
3.2 CONTROL DE LAS MANOS
Aproximadamente a los 3 meses y medio, el bebé puede agarrar un objeto de tamaño no muy grande,
aunque todavía tiene dificultad para agarrar cualquier cosa que sea mucho más pequeña. Alrededor de los 7
meses, las manos están lo suficientemente coordinadas como para poder alzar un guisante de la bandeja de su
silla de comer, haciendo uso solamente de un movimiento como de pinza. A los 14 meses puede construir una
torre de dos cubos; alrededor de los dos años puede agarrar una taza y beber de ella, y su lateralidad ya se halla
bien establecida; aproximadamente 3 meses antes de su tercer cumpleaños, puede copiar un círculo, bastante
bien.
3.3 LOCOMOCIÓN
A los 3 meses, después de un cuarto de año como prisionero de la gravedad, el bebé empieza a rodar
sobre sí mismo a propósito, primero de su estómago a la espalda y más tarde de la espalda al estómago. Los
bebés aprenden a sentarse ya sea levantándose por sí mismos, ya sea cuando están acostados o dejándose caer
cuando están de pie.
El bebé promedio puede sentarse sin apoyo entre los 5 y 6 meses y puede adoptar una posición de
sentado sin ninguna ayuda, dos meses más tarde. Alrededor de los 6 meses aproximadamente, empiezan a
moverse por todas partes en forma muy variada y bajo su propia cuenta y riesgo. Se mueven sobre el estómago,
empujan el cuerpo con los brazos y arrastran con dificultad los pies detrás de ellos. A veces, sentados, corren
rápidamente, empujándose hacia delante con los pies y las manos. La mayoría de los bebés ya se desenvuelven
por todas partes con bastante propiedad alrededor de los 9 ó 10 meses.
Alrededor de los 10 meses, después de unos 4 meses de práctica parándose con el apoyo de cualquier
objeto, puede soltarse y pararse solo. Alrededor de dos semanas antes del primer cumpleaños, se pone de pie
correctamente, por sí mismo.
Leyes del desarrollo:
LEY CÈFALO-CAUDAL: primero se controlan las partes más cercanas a la cabeza, de arriba hacia abajo (brazos
antes que piernas)
LEY PRÒXIMO DISTAL: primero se controlan las partes más cercanas al eje corporal (brazo, muñeca, mano).
Progreso del control postural (según estas leyes).
3 meses – control de la cabeza.
3 meses – comienza a rodar sobre si mismo.
3 ½ meses agarrar un objeto no muy grande.
4 meses – coordinación óculo-manual.
No sacudida de brazos ni manotazos.
6 meses – sentado sin ayuda.
7 meses – pinza digital fina.
8 meses – gateo y arrastre.
10 meses – puesta en pie, desplazamientos agarrado.
12-14 meses – empezar a caminar sin ayuda.
EL NIÑO DE 1 a 2 AÑOS
Descubrimiento de la escalera, primero con ayuda, poco a poco solo.
14 meses construir una torre de dos cubos.
Andar empujando correpasillos.
Jugar a tirar y recoger la pelota, con las manos y los pies.
Garabatear, encajables, tirar y recoger, etc.
Incansable para el juego y la repetición.
Empezar a comer solo.
2 años agarrar una taza por el asa y beber solo.
EL NIÑO DE 2 a 3 AÑOS
Pedalear en triciclo.
Subir escaleras alternando los pies, el bajar en segundo lugar.
Quitar y ponerse ropa (sencilla, sin botones ni cremalleras).
Comer solo sin apenas manchar.
Pintar, garabatear, rayas y círculo.
Control de esfínteres (primero de día, una vez conseguido de noche).

3. DESARROLLO COGNITIVO:
ESTADIO SENSORIOMOTOR DEL DESARROLLO SEGÙN PIAGET

ESTADIO EDAD CARACTERÍSTICAS


Sensoriomotor 0 a 2 años El niño evoluciona desde los reflejos simples a
los hábitos simples y después a conductas más
complejas que incluyen movimientos y
percepciones sin lenguaje.

Según Piaget, el estadio sensoriomotor comprende las edades del niño de 0 a 2 años, el cual se divide en
seis subetapas. Las cuatro primeras en el primer año de vida y las dos últimas en el segundo año de vida.
Primer subestadio de desarrollo. 0-1 mes. Adaptaciones inmediatas. Utilización de los reflejos:
Reflejos innatos + estímulos exterior  acomodándose al contexto se empiezan a construir los primeros
esquemas mentales. Succión, prensión.
El niño utiliza sus reflejos innatos que comienzan a ser modificados por la experiencia. El más importante
es el de succión, ya que el niño va modificándolo por la experiencia, por ejemplo: cuando la madre cambia de
postura, va moviendo la cabeza, etc.
En esta primera etapa los niños practican activamente los nuevos esquemas adquisitivos e intentan
asimilar otras actividades a la succión. Otros reflejos serán: de moro, de sonrisa, de llanto...
Segundo subestadio de desarrollo 1-4 meses. Desarrollo de los hábitos simples y reacciones circulares
primarias:
A través de los sentidos  contacto con el exterior, asimilar situaciones nuevas y acomodar a ellas los esquemas
mentales.
Las acciones que realiza y repite se relacionan con su cuerpo.
3 meses – entiende la relación causa-efecto (llanto atención). Es capaz de escuchar.
Caracterizado por la formación de patrones de hábitos simples. El término que le da a esta etapa se
refiere a conductas que siendo originalmente realizadas al azar producen resultados placenteros para el niño que
así repite el comportamiento. Al cabo de repetir mucho una determinada actividad esta se convierte en un
hábito. Por ejemplo: el bebé consigue llevar la mano a la boca y chupar la mano le causa placer, intenta repetirlo
pero no siempre lo consigue porque no coordina la mano con la boca.
Tercer subestadio de desarrollo 4 -8 meses. Reacciones circulares secundarias:
Interacción con los objetos y personas cercanos.
No hay intención en las acciones, pero se va provocando la respuesta querida por repetición.
6 meses – sensible a las diferencias matemáticas (uno, muchos)
Despliegan intencionalmente su atención hacia un mundo ahora más amplio. Implica una interacción
con el medio. Es el proceso desde el que el bebé toca algo por azar hasta que consigue tocarlo o cogerlo porque
quiere. Prefieren los juguetes que suenan, se mueven o se balancean. Esta etapa consiste en arrojar los juguetes
fuera de la cuna o del parque. Los niños prestan atención a los objetos directamente situados frente a ellos. En
dicha etapa los niños dependen todavía de descubrimientos accidentales de estímulos interesantes y de la suerte
para obtener los objetos que desean. Por ejemplo: el bebé coge desde su cuna un móvil e intenta llevarlo a la
boca.
Cuarto subestadio de desarrollo 8-12 meses. Coordinación de esquemas secundarios y aplicación a nuevas
situaciones:
Aumento de la capacidad para prestar atención.
Intencionalidad en la acción.
Coordinación esquemas mentales secundarios aplicados a la relación medio – fin (capacidad de retirar un
obstáculo para conseguir un objetivo).
El niño tiende a construir nuevos esquemas en torno a los esquemas adquiridos previamente y comienza
a aplicarlos a nuevas situaciones. Implica una intermediación de objetos y cadena de posibles acciones. Aunque
los niños por ejemplo han progresado en el entendimiento de la permanencia de los objetos, continúan
presentando dificultades para resolver este tipo de problemas. Por ejemplo: una niña que coge un lapicero que
está atado a un cordón, persigue la relación entre el cordón y el objeto que quiere.
Quinto subestadio de desarrollo 12 -18 meses. Reacciones circulares terciarias y descubrimiento de nuevos
significados:
Proceso experimentación + nuevas situaciones  relaciones instrumentales nuevas en sus esquemas mentales.
Voluntariedad en los actos.
Debido a la adaptabilidad de los esquemas mentales  Intentarlo hasta conseguirlo.
15 – meses, comienzan a experimentar (el agua no es como el aire).
Hay una serie creativa de experimentos en los que los niños persiguen novedades por su propia cuenta.
Piaget explica como la repetición previa de una reacción circular secundaria que resultaba placentera se
convierte en una reacción terciaria cuando el sujeto desvía la atención del acto repetido a la consecuencia de
este acto. En esta etapa cada niño encontrará algo que le resulte interesante, e intentará jugar con el objeto. Al
ejecutar estas acciones satisfactorias, los niños incrementan también su conocimiento acerca de los objetos y de
las relaciones espacio-temporales. Inventan nuevas conductas a través de la experimentación.
Sexto subestadio de desarrollo 18 – 24. Invención de nuevos significados mediante combinaciones mentales:
Representación de objetos y hechos  posibilidad de experimentar en el medio.
Paso del pensamiento sensoriomotor al simbólico (pensar en objetos y cosas no presentes, imitar modelos sin
verlos). Experimentos en el juego simbólico (la caja que hace de coche).
Comienzan a representar objetos a través de imágenes mentales. De este modo, son capaces de
representar ahora internamente objetos que no están presentes. Es en esta etapa cuando el niño desea
encontrar un objeto, por ejemplo un juguete, y no cuenta con los patrones de conducta que le ayuden a resolver
el problema, inventa mentalmente unos nuevos, haciendo esto, su comportamiento se hace más avanzado. Los
acontecimientos importantes de este periodo son la representación y la invención.
Al terminar la sexta etapa del estadio sensoriomotor entramos en el estadio preoperacional.
EL NIÑO DE 2 A 3 AÑOS:
Capacidad para representar objetos, personas y situaciones. (Jugar a papas, médicos, profesores,…)
Desarrollo del pensamiento y regulación del comportamiento mientras expresa sus emociones y sentimientos.
4. DESARROLLO LINGÜISTICO
La primera actividad vocal del bebé es llorar. Uno o dos meses después, balbucea, utilizando su lengua
de diferentes formas para moldear los sonidos; alrededor del primer año. El niño dice algunas palabras cortas
formadas por sonidos simples; puede producirlas bien y muestra un control sutil y voluntario de su cuerpo.
El manejo del habla no es únicamente una cuestión de aprendizaje. Es también una función de
maduración. La importancia de la maduración, el desdoblamiento de los patrones de conducta en una secuencia
determinada biológicamente y relacionada con la edad. Estos cambios son programados por los genes; es decir,
antes que el niño pueda tener control completo de todas las habilidades debe estar biológicamente listo.
4.1 DISCURSO PRELINGÜÍSTICO
A las 6 semanas del nacimiento, los bebés se arrullan cuando están felices produciendo chillidos,
gorgoteos y sonidos vocálicos. Entre los 4 y los 6 meses empiezan a balbucear, repitiendo una serie de sonidos
simples.
De los 7 a los 12 meses imitan accidentalmente sonidos que han escuchado y luego se imitan a sí mismos
al producir estos sonidos. Cerca de los 9 a 10 meses imitan sonidos deliberadamente. Aun cuando no los
entiendan.
Al principio del segundo mes, cuando se arrullan para expresar satisfacción, los bebés empiezan a
aumentar en forma continua la gama de entonaciones emocionales.
4.2 DISCURSO LINGÜÍSTICO
Cuando la primera palabra no es mamá o papá, puede ser una sola sílaba que tiene gran variedad de
significados, de acuerdo con lo que está sucediendo en ese momento. Una palabra sola que parece expresar un
pensamiento completo se llama holofrase.
Normalmente, alrededor de los 15 meses un niño de cualquier sexo ha dicho diez nombres o palabras
diferentes, y el vocabulario continúa creciendo a través de la etapa de las palabras simples. También hay
seguridad creciente en las palabras, más y más ocasiones inspiran al bebé para decir una palabra o un nombre.
La edad en que los niños comienzan a combinar palabras varían. Generalmente, lo hacen después de su
segundo año... Aunque el discurso prelingüístico está clara e íntimamente ligado a la edad cronológica, el
discurso lingüístico no.
Algunas de las características del habla temprana:
Los niños simplifican y dicen solamente lo suficiente para que se les entienda.
Generalización de reglas: las aplican rígidamente sin usar excepciones.
Entienden las relaciones gramaticales que no pueden expresar.

EL NIÑO DE 0 a 1 AÑO
La primera actividad vocal del bebé es llorar
1º mes – balbuceo
6 meses – atento a los sonidos intentar reproducirlos. Sonidos casuales (ajo).
9 meses- vocales(a / e).
1 año – primeras palabras. 5 vocales y algunas consonantes (p / t / m).
La afectividad es el motor del desarrollo del leguaje. Es imprescindible establecer vínculos afectivos con los
adultos del entorno.
El manejo del habla no es únicamente una cuestión de aprendizaje, es también una función de maduración.
EL NIÑO DE 1 a 2 AÑOS
12 meses – frases de una sola palabra “agua”.
15 meses – unas diez palabras.
18 meses – frases de dos palabras “mamá zapato”.
2 años – jerga (hablar mucho), entonación, ritmo y pausas adecuadas. Buena pronunciación de todas las vocales,
la mayoría de las consonantes y algunos diptongos.
Repetición de algunas expresiones, al principio en el mismo contexto, posteriormente en otros (todas las mujeres
son mamá, “ya está”, para dejar todo).
EL NIÑO DE 2 a 3 AÑOS
Poco a poco va hablando más y mejor
De 2 a 3 se duplica el vocabulario.
Utilización del plural, el género, los artículos, los demostrativos, posesivos y pronombres personales. Formas
verbales: infinitivo y presente.
2 años ½ frases completas, su lenguaje es comprensible por los adultos en general.
Gusto por hablar, expresión intencionada, habla con las personas de su entorno y con los juguetes.
3 años habla muy bien, puede haber algunos problemas de pronunciación pero es normal hasta los 5 años.

5. SOCIALIZACIÓN
5.1 DESARROLLO EMOCIONAL-APEGO
El desarrollo emocional depende de muchos factores, algunos de los cuales son innatos y visibles en el
nacimiento y otros sólo aparecen después de un tiempo. Este proceso puede provenir de un reloj “biológico” en
maduración, gobernado por el cerebro, el cual dispara sentimientos específicos en diferentes etapas. Esta
cronología puede tener valor para la subsistencia: expresiones de dolor de niños indefensos de dos meses pueden
hacer que se les proporcione la ayuda que necesitan, mientras que la ira expresada por los mismos bebés en la
misma situación, pero siete meses más tarde, puede ocasionar que alguien haga algo para ayudarles, por
ejemplo a alejar a una persona que le molesta.
Poco después de nacer, los bebés muestran interés, angustia y disgusto. En los meses siguientes van más
allá de estas expresiones primarias para expresar alegría, cólera, sorpresa, timidez, miedo. Pero emociones más
complejas que dependen del sentido de sí mismo llegan más tarde, alguna de ellas el segundo año, que es
cuando la mayoría de los niños desarrollan la autoconciencia: capacidad para reconocer sus propias acciones,
intenciones, estados y competencia y para entender que están separados de otras personas y cosas. Al darse
cuenta de esto, pueden pensar sobre sus acciones y juzgarlas.
Alrededor de los ocho meses, la mayoría de los bebés desarrollan miedo a los extraños, sin embargo no
muestra miedo si el extraño es otro niño.
El logro de la autoconciencia representa un gran salto de los niños en la comprensión y en la relación con
otra gente; pueden colocarse en el lugar de otras personas y así desarrollan el sentimiento de empatía; además
pueden pensar sobre sus propios sentimientos. Cuando se dan cuenta de que nadie más puede conocer sus
pensamientos, desarrollan la habilidad de mentir.
5.1.1 EVOLUCIÓN DEL APEGO DESDE EL NACIMIENTO
Apego: se entiende por apego la estrecha vinculación emocional que el niño establece con aquellas
personas de su entorno que más directamente interactúan con él, generalmente las que le cuidan y satisfacen
sus necesidades. Fruto de esa vinculación es el lazo invisible que le empuja a buscar su compañía y que perdura a
lo largo del tiempo. La característica inconfundible del apego es procurar un cierto grado de proximidad al objeto
de apego, que no siempre implica contacto físico; ese vínculo se mantiene en distintas situaciones, incluso en
ausencia de la persona objeto del apego.
Para realizar este punto nos hemos basado en el autor Félix López (Desarrollo afectivo y social): Este
autor nos describe la evolución que se sigue este vínculo desde que se crea en el niño (nada mas nacer)
Dentro de este periodo y dependiendo del autor se establecen tres o cuatro etapas. Félix López establece
tres fases o estadios.
 Fase 1. Orientación hacía las personas sin reconocimiento de las figuras que le cuidan (0-3meses)
Desde los primeros momentos de vida las personas ocupan un lugar especial entre los elementos que
rodean al bebé. Durante estos tres primeros meses asistimos a una progresiva orientación de las
conductas y señales emocionales hacía los seres humanos. Aunque las habilidades para la interacción
social se desarrollan lentamente, conforme aumentan los periodos de alerta aumentan las oportunidades
de interacción.
Algunos de estos progresos en la interacción social son:
El llanto: comienza como algo espontáneo, pero desde la segunda semana se relaciona con factores
externos, la voz humana se revela entre los estímulos eficaces en su detención y el poder del rostro como
inhibidor del llanto comienza a destacar finalizado el primer mes.
El amamantamiento: se ha constatado como aparece una alternancia de roles, expresada en la actividad
manipulativa materna durante las pausas y la reactivación de la succión por parte del niño cuando
cesaba la actividad materna.
Sin embargo, no se puede hablar todavía de apego porque los niños no reconocen a las figuras
familiares, no las distinguen de los desconocidos. Es cierto que pueden identificar muy precozmente la
voz y olor de la persona que les cuida pero esto no quiere decir que la identifique y discrimine
visualmente de manera global antes de los tres o cuatro meses. De hecho si se les ofrece cuidados
similares a los a los de la madre por otras personas los aceptaran como si se tratase de la madre.
 Fase 2. Interacción privilegiada con las figuras familiares sin rechazar a los extraños (3-7 meses)
El desarrollo de la percepción visual e intermodal permite al bebé integrar percepciones de la cara, el
olor, la voz y otras características de la persona que le cuida, lo cual trae consigo el reconocimiento de la
figura de apego, aunque aún no rechaza a los desconocidos. Entre las conductas que nos permiten
afirmar el reconocimiento de la figura materna se encuentran:
Sonrisa diferencial: el niño sonríe más ampliamente y con mayor frecuencia a la madre que a los demás.
Vocalización diferencial: vocaliza con mayor frecuencia en la interacción con la madre que con los
desconocidos.
Llanto diferencial: llorar cuando la madre sale de su campo perceptivo y no cuando le abandona otra
persona.
Interrupción diferencial del llanto: el llanto cesa cuando la figura materna lo levanta en brazos.
El comportamiento diferencial infantil aumenta sensiblemente los cuidados de los padres hacía el bebé,
que le consideran ya como un interlocutor que responde al cariño y la atención. Este cambio da lugar a
un especial tipo de relación: la interacción cara a cara. Tanto el niño como los cuidadores disfrutan de la
experiencia de estar coordinados. Los bebés responden mirando, sonriendo y vocalizando a las iniciativas
de los cuidadores y la sensibilidad de éstos a los estados y señales del niño les permite adaptar el ritmo
de su comportamiento a la disponibilidad del bebé para mantener el intercambio.
A lo largo de estos meses los cuidadores son cada vez más capaces de interpretar las señales del niño y
aprenden a ajustar sus respuestas para captar y mantener la atención del niño, y, conforme ambos
participan de estas sincronías, la relación es cada vez más satisfactoria. Estas interacciones son uno de
los elementos que más contribuyen a la formación del apego recíproco.
Hasta ahora hemos hablado de las interacciones privilegiadas con las figuras familiares, pero todavía no
se ha establecido el vínculo afectivo. Si la madre no está, el niño no la echa de menos, no se angustia por
la separación. No se puede hablar de verdadero apego hacía una persona específica.
 Fase 3. Vinculación y miedo a los demás (8-12 meses)
Se forma el lazo afectivo (apego) no intercambiable, hacía la madre o quien haga las veces de ésta. Uno
de los criterios más aceptados a la hora de afirmar el establecimiento del apego es la ansiedad de
separación. La ausencia de la figura de apego genera inquietud: el niño protesta, llora, intenta seguirla,
manifiesta agitación motriz, etc., y cuando vuelve se aferra a ella. Establecido el lazo afectivo, el
comportamiento de apego se organiza y se hace más flexible. Las conductas de apego, antes aisladas, se
integran en un plan de conducta. Cuando el umbral de distancia se excede o el niño percibe señales de
peligro el sistema se activa. Se pone en marcha diferentes recursos de comportamiento (llanto) para
restablecer la proximidad. La respuesta no es fija ya que el plan es flexible en los medios.
Las figuras de apego se convierten en una base de seguridad para el niño, a partir de ella el niño inicia
una exploración de la realidad. Cuando los niños están en lugar desconocido y pierden el contacto con la
figura de apego, paralizan la exploración e inician una búsqueda ansiosa, llamadas, protestas, etc. Su
seguridad y atrevimiento se transforman en inseguridad y paralización.
Poco después de establecerse el apego se modifica también el comportamiento frente a las personas
desconocidas, observándose reacciones de inquietud, rechazo, evitación o temor intenso. Se ha
constatado que esta reacción aumenta en intensidad a finales del primer año para comenzar a declinar a
partir de los 18 meses.
A partir del primer año de vida el niño va conquistando cierto grado de independencia gracias a las
nuevas capacidades de locomoción. Este proceso es conflictivo porque exige readaptaciones continuas con
ganancias y pérdidas de ciertos privilegios.
A partir del segundo año de vida la experiencia en la relación con las figuras de apego hace que el niño
pueda predecir mejor sus demandas. Es decir puede funcionar con un plan de acción más flexible y eficaz.
En los momentos de separación se activan conductas de apego, reaccionando de forma similar a como lo
hacía en los primeros años de vida. Depende en gran medida de la situación y las circunstancias en que se
produce la separación. Se pueden destacar dos fases en estas separaciones:
 Fase de protesta: comienzan cuando se dan cuenta de que se quedan solos. Se acaba a las pocas horas,
aunque puede durar toda una semana. El niño intenta recuperar las figuras de apego con conductas de
búsqueda. También es algo habitual el rechazo a los cuidados y atenciones que le ofrecen los cuidadores.
Si durante esta fase se produce un reencuentro rechazaran más fuertemente a los extraños y se
mostraran más ansiosos ante posibles nuevas separaciones.
 Fase de ambivalencia: si permanece separado de las figuras de apego durante un tiempo más largo (8
días) suele pasar a una fase donde pierde el vigor de su protesta y aparece un comportamiento
ambivalente ante los cuidadores. Los signos de ansiedad son más evidentes, sollozos, angustia, etc. El
niño parece haber perdido la esperanza de reencontrar las figuras de apego pero sigue deprimido.
Comienza a aceptar las ayudas que le ofrecen. Cuando durante este periodo reencuentra la figura de
apego, la recibirá sin interés o incluso con hostilidad. Esta reacción tardará en vencerse dependiendo del
tiempo de separación y de cuanto de injustificada la perciba el niño.
La separación fundamental para todos los niños es la incorporación al centro de educación.
5.2 EXPRESIÓN DE LAS EMOCIONES
Durante el primer mes, el bebé se aquieta al sonido de una voz humana o cuando la alzan, y sonríe
cuando le mueven las manos y se las ponen juntas para jugar a dar palmaditas. Cada día que pasa, responde
más a la gente- sonriendo, arrullándose, agarrando objetos...
Al nacer, su grito indica incomodidad física; más tarde, posiblemente expresa angustia psicológica. Sus
primeras sonrisas con frecuencia son espontáneas como una expresión de bienestar interno. Después de unos
meses, las sonrisas son, con más frecuencia, señales sociales en las cuales el bebé muestra su agrado por otras
personas.
5.3 EL LLANTO
Como la forma más poderosa - y a veces única - como los bebés pueden señalar al mundo externo
cuando necesitan algo, el llanto es un medio vital de comunicación. Desde la primera semana de vida, los
infantes lloran cuando sienten hambre, frío y cuando están desnudos o despiertos. Durante las siguientes
semanas, también lloran cuando se les interrumpe la comida, cuando se los estimula estando incómodos y
cuando se los deja solos en un cuarto.
Patrones de llanto: Hay cuatro patrones de llanto:
Llanto de hambre básico: llanto rítmico que no siempre está asociado con hambre.
Llanto de ira: variación del llanto rítmico en cual un bebé expele el exceso de aire a través de las cuerdas vocales.
Llanto de dolor: ataque súbito de llanto en voz de alta sin quejidos preliminares, o grito inicial prolongado
seguido de un período largo de retención de la respiración.
Llanto de frustración: empieza con dos o tres gritos largos sin períodos largos de retención de la respiración.
5.4 LA SONRISA
Su sonrisa pone en movimiento un ciclo de confianza y afecto. La sonrisa se desarrolla por etapas. La
primera sonrisa tímida aparece muy pronto después del nacimiento y en alguna ocasión se explicó que se debía a
gases; pero se sabe que ocurre en forma espontánea como resultado de la actividad del sistema nervioso central
y, frecuentemente, aparece cuando el niño se está quedando dormido.
Durante la segunda semana después del nacimiento, el bebé sonríe con frecuencia de manera
somnolienta después de comer, posiblemente como respuesta a los sonidos de su madre. Después de la segunda
semana, es probable que sonría más cuando está despierta pero inactiva y, alrededor del mes, sus sonrisas
llegarán a ser más frecuentes y sociales. Las primeras sonrisas sociales son breves en tanto que la primera
sonrisa refleja hace uso de los músculos faciales inferiores únicamente y la sonrisa social, también, incluye los
músculos de los ojos. A esta edad los bebés sonríen cuando se los hace palmotear y cuando oyen una voz
familiar; durante el segundo mes, pueden reconocer a distintas personas y les sonríen más a aquellas que
conocen; alrededor de los tres meses, sus sonrisas son más amplias y duran más.
5.5 LA RISA
Durante su cuarto mes, el bebé empieza a reír fuerte cuando lo besan en el estómago, cuando oye
determinados sonidos. A medida que el bebé va creciendo, ríe con más frecuencia y ante más cosas. De los
cuatro a los seis meses se ríe en forma nerviosa como respuesta a los sonidos y al contacto, pero de los siete a
nueve meses lanza la cabeza hacia atrás y ríe en igual proporción ante situaciones más complejas. El cambio
refleja su desarrollo cognoscitivo creciente: al reír ante lo inesperado, muestra que sabe qué esperar; la risa
también le ayuda a descargar la tensión.
5.6 LA RABIETA
Las rabietas es uno de los signos que delatan que se están haciendo humanos conocen su mente y están
intentando tomar sus propias decisiones.
A los 2 años, es capaz de fabricar emociones con las que sabe que conseguirá lo que quiera. Es capaz de
reaccionar ante los sentimientos, pueden imaginarse lo que sienten los demás. Comienzan a aprender el mundo
adulto, de los premios y los castigos. A los 3 años dominan todas las técnicas para entablar una amistad.
EL NIÑO DE 0 A 1 AÑO
La afectividad es un aspecto crucial en el desarrollo social, primordial durante los dos primeros años.
Desde el nacimiento el niño busca los estímulos sociales, expresa sus intereses, sus deseos y disgustos.
Durante los primeros meses se desarrolla el vínculo de apego a la figura de referencia (alimento, cubrir
necesidades y seguridad).
2 y 3 meses, aparición de la sonrisa (indiscriminada y espontánea), comienza a distinguir partes en la cara (ojos,
boca – lo que se mueve).
4 meses – capaz de expresar tristeza, alegría, sorpresa y enfado, cuando no reconoce, reacciona con cautela,
sonrisa intencionada, muestra de agrado.
8 meses – miedo a los extraños, no a otros niños (aún siendo extraños).
1 año – capaz de regular el comportamiento según las expresiones emocionales de otras personas. Expresa
vergüenza y timidez.
Inicia el desarrollo de procesos mentales, afectivos y conductuales de socialización.
EL NIÑO DE 1 A 2 AÑOS
Comienza a reconocer la expresión de sus sentimientos y emociones en entornos familiares.
Comienza a tener recuerdos.
En el proceso mental de socialización, se reconoce a si mismo y a otras personas.
En la adquisición de conductas, reconoce y aprende normas, costumbres y valores. Controla mejor su
comportamiento.
En el proceso afectivo, se consolidan los vínculos con su entorno. Valora en las relaciones con los demás la
cantidad, calidad, proximidad, exclusividad, accesibilidad, incondicionalidad y permanencia (especialmente con
la madre).
Gracias a la capacidad mental y el desarrollo del lenguaje, la interacción con el entorno cercano está cargado de
significado social.
EL NIÑO DE 2 A 3 AÑOS
Controla las interrelaciones en su entorno.
Conoce cada vez mejor su identidad y su rol, desarrollo de la autoconciencia.
Empieza a controlar su comportamiento, conoce los valores, las normas, costumbres, conductas deseables,
indeseables y las habilidades sociales.
Aún están en desarrollo algunos aspectos de la norma social, por lo que se enfada con frecuencia y tiene
rabietas.
En ocasiones sus deseos y lo que los demás le exigen están en conflicto y no lo comprende.
La familia y el grupo social son fundamentales para que aprenda los valores y las normas.
Cuando se dan cuenta de que nadie puede conocer sus pensamientos, desarrollan la habilidad de mentir.
TEST DE DESARROLLO MEDIO-RÁPIDO DE 0 A 3 AÑOS
3 meses
Sigue con la vista objetos muy pequeños
Atiende a sonidos no estridentes (voz normal)
Balbucea
Dirige la mano hacia el objeto.
Se incorpora sobre si mismo sobre antebrazos
Sonríe ante cualquier persona
Ríe fuertemente (da gritos de alegría)
Juega con los objetos que le son familiares
Sujeta y es capaz de soltar un objeto
Juega con sus manos, las mira
6 meses
Busca juguetes fuera de su alcance visual
Conoce las voces más familiares
Aprecia sonidos significativos
Comienza a desarrollar la pinza digital
Sentado erecto con soltura
Avanza algo gateando
Sílabas bien definidas (da, ba, ca)
Habla con su imagen en el espejo
Trata de tocar su imagen en un espejo
9 meses
Consigue ponerse en pie
Intenta dar algún paso el solo
Pinza digital fina
Imita sonidos con perfección
Dice papá, mamá.
Puede jugar, sentado, con varios objetos
Palmadas, gestos de adiós
12 meses – 1 año
Camina solo, o llevado de la mano
Sube gateando una escalera
Cinco – diez palabras
Cumple órdenes más complejas (lleva esto allí)
Hace garabatos espontáneamente, o después de una demostración
Intenta hacer torres
Se agacha y se levanta sin caerse
Sólo tres – cinco palabras con significado
Sólo cumple órdenes simples (dámelo)
18 meses – 1 año ½
Sube escaleras sin ayuda ninguna o apoyándose
Es capaz de desplazar un objeto repetidamente con el pie
Arroja objetos con cierta precisión a corta distancia
Vocabulario de hasta 10 - 20 palabras simples
Puede imitar palotes
Transporta un vaso (mediado) sin derramar
Bebe en vaso sin derramar
24 meses – 2 años
Sube y baja escaleras, corre bien
Salta varias veces seguidas sin caerse
Salta con los dos pies junto, sin ayuda
Captura un balón dos de cada cinco veces
Señala y conoce todas las partes externas de su cuerpo
Distingue sus miembros dobles (una mano, y la otra)
Imita circunferencias (redondos)
Imita un trazo vertical y uno horizontal
Frases de tres y más palabras con algún verbo
28 meses – 2 años ½
Intenta sostenerse sobre un pie, a veces brevemente lo consigue
Abre y cierra tapas a rosca
Utiliza pronombre y tiempos verbales, pasado y presente con corrección
Conoce y define los objetos por su uso
Comienza a manipular preferentemente con una mano
Sabe ponerse las zapatillas
Ayuda a vestirse
36 meses – 3 años
Sube y baja escaleras como un adulto, alterna los pies
Es capaz de montar en bicicleta
Equilibrio sobre un pie más prolongado
Es capaz de copiar un círculo y una cruz
Hace oposición entre opuestos (alto – bajo, arriba – abajo)
Cumple dos o tres órdenes simultáneas
Vierte agua de un vaso a otro sin derramar
Repite ordenadamente uno, dos y tres
Monta en triciclo usando los pedales
Tiene concepto claro de uno y dos
Vierte agua de un vaso a otro derramando un poco
8. BIBLIOGRAFÍA
- ALEXANDER, THERON Y OTROS (1988) PSICOLOGÍA EVOLUTIVA. MADRID. PIRÁMIDE
- PIAGET, JEAN (1969). EL NACIMIENTO DE LA INTELIGENCIA EN EL NIÑO. MADRID. AGUILAR
- PIAGET, JEAN (1920). LA REPRESENTACIÓN DEL MUNDO EN EL NIÑO. MADRID. MORATA.
- APUNTES DE PSICOLOGÍA EVOLUTIVA
- CORREL IÑIGO. A. PSICOLOGÍA EVOLUTIVA TOMO 1.UNED. MADRID (1997)
- LINDA L. DAVIDOFF. INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGÍA. MC GRAW-HILL. MÉXICO (1989)
- www.espaciologopédico.com
- http://www.apsique.virtuabyte.cl/tiki-view_articles.php

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