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LA PRUEBA PERICIAL DE PARTE Y SU REPERCUSION EN EL PROCESO

PENAL PERUANO.

Carlos Chirinos Castro (*)

La aplicación de la Prueba Pericial de Parte en el Proceso Penal Peruano va en


paralelo con el inicio de la implementación del Nuevo Código Procesal Penal
Peruano (NCPP). Allá por el año 2006, casi o nada se hablaba de la Prueba
Pericial de Parte (PPP) en el Perú, siendo pocas veces requerida por la defensa
técnica. La mayoría de procesos en el País se sentenciaron –con condena o con
absolución- sin debate pericial de los expertos forenses durante todos estos años
en los diferentes distritos judiciales del país.

La cultura procesalista actual enfrenta momentos difíciles o complejos por


diversas razones, una es porque la ciencia penetra cada día más en la vida
normal del ser humano, en todas las formas desde internet, a las técnicas
científicas, médicas y ciencias forenses, etc.; y penetra también en el contexto
procesal cada día más, sea que hablemos de proceso civil, administrativo,
constitucional y ni qué decir del proceso penal, existiendo un desarrollo más
dinámico y veloz. Y la otra es porque los Magistrados se enfrentan a la
prueba pericial, la misma que supera sus conocimientos profesionales.

En este sentido, lo que la ciencia ofrece al conocimiento humano, es lo que la


ciencia ofrece al conocimiento judicial. Si revisamos las estadísticas sobre el
empleo de pruebas periciales o de pruebas científicas en todas las áreas de la
administración de la justicia se descubre un incremento rapidísimo, casi cada día
más, entonces, lo que hace una década ha sido un problema bastante “banal”
como el de la prueba pericial, hoy en día es un problema muy difícil, la dificultad
de este tema radica en que ahora existen bibliografía en inglés más de tres mil
ensayos de revista, y varias docenas de libros y cada día hay algo más; sin
considerar la literatura en idioma castellano, italiano, en francés, en alemán,
estamos enfrentados con una cantidad inmensa de literatura, lo que es la prueba
de la importancia del tema.

Hacia el final de los años ochenta no existía casi nada acerca de este tema, solo
existían ensayos técnicos de los procesalistas sobre el peritaje y no mucho más,
y este es un problema que conoce una explosión en estas últimas dos décadas,
explosión que continúa.

El equipo forense del IPCHC Perú al recorrer la mayoría de Distritos Judiciales y


Fiscales del país, ha sido testigo de las dificultades que genera este cambio de
modelo, donde solo se convocaba al perito forense oficial del Instituto de
Medicina Legal (IML) y/o personal de Criminalística (PNP), solo para ratificarse
u aclarar algunas observaciones en cuanto a sus peritajes; pocas veces o nunca
se trasladaba a juicio oral un perito oficial. Por ende; el cambio de dinámica al
sistema acusatorio garantista, generó muchas falencias en cuanto a la Prueba
Pericial, de los cuales algunas subsisten hasta ahora.
La Prueba Pericial de Parte, en su inicio era admitida en el Proceso Penal sin
objeción alguna por el Ministerio Público, -sin importar el plazo de su
ofrecimiento- pero cuando empezaron a “surgir efecto” en los casos a favor de la
defensa técnica que los ofrecía (imputado o agraviado) en las diversas Cortes
de Justicia del Perú, se empezó a revisar el plazo de incorporación esto
constituye el “primer escollo” de la Pericia de Parte en el país, tornándose
exhaustiva respecto a los plazos de ley en base al Capítulo III La Pericia del
Código Procesal Penal Peruano que comprende:
Art. 172° Procedencia
Art. 173° Nombramiento.
Art. 174°Procedimiento de designación y obligaciones del perito.
Art. 175° Impedimento y subrogación del perito
Art. 176° Acceso al proceso y reserva
Art. 177° Perito de parte.
Art. 178° Contenido del informe pericial oficial
Art. 179° Contenido del informe pericial de parte
Art. 180° Reglas adicionales
Art. 181° El Examen Pericial.

El artículo que género el “primer escollo” en el país en cuanto a la Pericia de


Parte, es el Art. 177 que refiere:
1.- Producido el nombramiento del perito, los sujetos procesales, dentro
del quinto día de notificados u otro plazo que acuerde el juez,
pueden designar, cada uno por su cuenta, los peritos que crean
necesarios.
2.- El perito de parte está facultado a presenciar las operaciones
periciales del perito oficial, hacer las observaciones y dejar las
constancias que su técnica le aconseje.
3.- Las operaciones periciales deben esperar deben esperar la
designación del perito de parte, salvo que sean sumamente urgentes
o en extremo simples.

Generándose así que, el Art. 177° núm.1, el “primer escollo” en cuanto a la


pericia de parte; puesto que cada vez que la defensa técnica incorporaba una
pericia de parte se invocaba esta norma y se rechazaba la prueba pericial de
parte, por extemporáneo; siendo lo más frustrante para el equipo del IPCHC
Perú el emitir un dictamen pericial de parte; como por ejemplo en Delitos
Contra Libertad Sexual y habiendo demostrando con rigurosidad científica
hallazgos físicos discordantes en cuanto a la pericia oficial, no se consideraba
nuestro dictamen forense de parte en el proceso penal, porque la defensa
técnica nos ofrecía posterior al plazo de Ley y no se le permitía incorporar ni
siquiera ofreciéndose en la absolución de la acusación, puesto que el fiscal
del caso alegaba que estaba fuera de plazo, requerimiento que era aceptado
por los magistrados; “quedando con el sin sabor” de no mostrar la evidencia
científica en estos casos; lo mismo se suscitó en casos de Negligencia
Médica, Lesiones, Exhumaciones, Toxicología, Balística, Escena de crimen,
etc. Quedándonos con la interrogante: ¿Cómo es que los magistrados
resolvieron con solo la prueba pericial oficial durante todos estos años sin
contrastarla ni debatirla con su símil?.
También se suscitaban en aquellos tiempos, como en la actualidad, que
algunos fiscales “desinformados” en juicio oral objetaban la labor pericial de
parte, con la sorprendente premisa; que la Pericia de Parte, es una “Pericia
de Pericia”; puesto que, no evaluamos directamente, y nos pronunciamos de
los certificados médicos oficiales; e incluso esto ha sido replicado por algunos
magistrados del país; verdaderamente esto constituye un
desconocimiento total en cuanto las medicina legal y las ciencias
forenses en líneas generales que trataremos en otro artículo.

Luego de ese momento; la defensa técnica incorporaba adecuadamente al


perito de parte en el país y ahora se nos empezó a cuestionar tanto en
juicio oral como en investigación preparatoria que nuestra labor forense
parte era solo requerida por los imputados; lo cual hoy por hoy
estadísticamente, podemos afirmar que el IPCHC Perú es requerido en igual
o mayor porcentaje tanto por la víctima como por el imputado, tal es así que
en muchos casos de queja de derecho la defensa técnica empleó como
sustento científico nuestros dictámenes y que han sido desarchivados por
nuestra labor científica y eso se suscitó tanto en Trujillo, Moyobamba y Piura
entre otras partes del país.

Otro de los problemas, que enfrenta la prueba pericial de parte durante esta
década es respecto al papel del Juez, quien es el protagonista, y protagonista
número uno de este tipo de problema; porque al final la decisión sobre los
hechos lo toma el juez o el colegiado, aquí tenemos que considerar un mito;
colocando en crisis la costumbre de muchos jueces de resolver un caso en
base solo a las conclusiones del perito oficial, sin contrastarla con la prueba
pericial de parte; eso cambia completamente la posición del juez frente a los
peritos oficial y de parte, y deja de lado lo que estuvimos acostumbrados a
pensar en el pasado. Ahora, repito el juez está al centro del problema y ¿Cuál
es el centro del problema?, la frase clásica “Iudex peritus peritorum”,
significa que el juez es el perito de los peritos, es decir que la última decisión
sobre el hecho, a pesar que para juzgar sobre el hecho se necesitan
conocimientos científicos, la última decisión es la decisión del juez, el juez no
puede limitarse a hacer referencia de lo que el perito informó. Entonces el juez
tiene que valorar, no solo la pericia oficial sino lo referido en el debate pericial
que es lo óptimo, en busca del esclarecimiento de los hechos, pero aún en
nuestro país sigo viendo tristemente varias sentencias que a pesar de
imponerse la Prueba Pericial, los Magistrados han resuelto con la famosa
MAXIMA DE LA EXPERIENCIA, desdeñando el conocimiento científico.
En virtud a lo precitado me interpelo: ¿Qué máxima de la experiencia tiene un
juez en cuanto a los hallazgos físicos de un caso de un abuso sexual vía
vaginal?, ¿Qué máxima de la experiencia tiene un juez en cuanto a los
hallazgos físicos de un abuso sexual por vía posterior (mal llamado acto
contranatura)?, ¿Qué máxima de la experiencia tiene un juez en cuanto a
homicidio culposo por negligencia médica? y así no acabaría de citar
interrogantes; es aquí donde La Prueba Pericial se vuelve como algunos
ya la consideran: “Reyna de las Pruebas”.
Según una investigación estadística realizada en Estados Unidos hace años,
sobre una área limitada, y un tiempo limitado sobre condenas penales,
resultaron más de 300 condenas falsas, algunas eran condenas a muerte,
estas condenas se fundamentaron sobre técnicas de investigación forense,
comparación de las balas y todo esto, y sobre estudios genéticos que al final
concluyó que estos condenados eran inocentes. Imagínense ustedes hacer
una proyección nacional de este dato estadístico, encontraremos una
perspectiva espantosa, porque tenemos cuantas condenas penales son
falsas, al no utilizar las pruebas periciales sin rigurosidad científica que no
tienen validez ni mucho menos certeza de la comisión del hecho delictivo
existirán en nuestro país.
La tarea del juez se hace mucho más difícil día a día; y mucho más en el futuro
inmediato va ser una parte importantísima tarea, la valoración de la prueba
pericial científica. Es por ello; que la pericia forense no debe valorarse por
quien la realiza si es un Perito Oficial o un Perito de Parte; SINO QUE DEBE
VALORARSE POR SU CONTENIDO, RIGUROSIDAD CIENTÍFICA,
PERENNIZACIÓN DE LOS HALLAZGOS ENCONTRADOS, ENTRE OTROS
( Dr. Luis Alberto Kvitko).

La acción de valorar inadecuadamente la prueba pericial, lamentablemente


impide que el sistema de justicia se convierta en un verdadero sistema de
justicia, donde predomina todavía tristemente "LA MÁXIMA DE LA
EXPERIENCIA EN TEMAS CIENTÍFICOS", confiamos que poco a poco
cambiaremos la historia jurídica de Latinoamérica, cuando se aplique lo que
refieren los americanos; “dejemos que la ciencia suba al estrado”.
(*)Director Ejecutivo del IPCHC PERU.
Máster Internacional por la Universidad de Valencia España en Medicina Forense.
Profesor Dr. Honoris Causa en Medicina Legal y Criminalística.

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