EL MUNDO DE LOS ESCLAVOS
ALBERTO FLORES GALINDO, Aristocracia y plebe.
El tráfico de esclavos
El descenso de la población nativa fue más crítico en la
costa que en la sierra. Por esta razón, los hacendados
españoles buscaron un reemplazo para la mano de obra
indígena en sus haciendas costeñas dedicadas a la
producción de caña de azúcar y vid. Este relevo lo
encontraron en la población de origen africano, la cual era
capturada en su lugar de origen y traída a la fuerza al Perú
y a otras partes de América para trabajar como esclavos
en las haciendas azucareras.
La mayor parte de esclavos procedía de Guinea, el
Congo y Angola. Los traficantes de esclavos africanos
eran en su gran mayoría comerciantes portugueses. Las
condiciones en las que estos mercaderes transportaban a
los esclavos eran infrahumanas, por lo que muchos
africanos morían durante el viaje. Los esclavos llegaban al
virreinato peruano junto con otras mercancías a través del
sistema de galeones, pero también podían entrar a través
del contrabando por Buenos Aires.
La condición del esclavo
En los contratos de compra-venta, el esclavo era
simplemente un objeto: "no tenía más dignidad que un
caballo". Al comprarlo se revisaba previamente su
condición física, atendiendo a cualquier posible lesión, el
estado de su dentadura, sus antecedentes. Al momento de
fijar el precio, aparte de estas circunstancias, importaba
saber si era nacido en América (ladino o criollo) o si
recién había arribado de África (bozal), la experiencia en
el trabajo [...], la sumisión a sus amos y la edad.
Requisitos múltiples sobre los cuales las opiniones no
podían ser unívocas y que hacían, por consiguiente,
frecuentes los litigios entre los compradores [...]. El
esclavo era una inversión que tenía que ser rentable y
productiva, pero esto no significaba que, por haber sido
comprado, el dueño dispusiera de él a su antojo y quedara
permitido cualquier abuso. Los esclavos [...] consiguieron
cambios significativos en esta situación e incluso llegaron
a imponer condiciones a sus amos. Pero estas concesiones
no fueron suficientes para desterrar esa idea tan arraigada,
según la cual los esclavos de origen africano eran
equiparables a cosas o instrumentos de trabajo.
La cantidad de esclavos en el Perú
De acuerdo con Flores Galindo, el número de esclavos en
el Perú no fue tan elevado como en Venezuela, el
Caribe o Brasil, pero tampoco fue tan insignificante como
en Chile. Nuestro país parece haber representado un caso
intermedio. En el censo de 1791 se registraron 40 357
esclavos, es decir, apenas un 3,7% de la población del
virreinato. El censo confirmó, además, que la mayor parte
de esclavos se concentraba en la costa central: entre Lima
e Ica estaba aproximadamente el 70% de la población
esclava del Perú.
El trabajo en el campo
La vida de los esclavos en el campo aparece asociada con
dos cultivos: la caña y la vid [...]; ambas plantas exigían
disponer de una fuerza de trabajo numerosa pero, sobre
todo, estable y disciplinada, con miras a desarrollar un
solo cultivo para la exportación [...]. Todo lo anterior
podría hacer suponer que numerosas poblaciones negras se
habrían concentrado en los galpones de las negociaciones
azucareras o vitivinícolas, pero las haciendas de entonces
no fueron tan extensas; sólo por excepción la población
esclava excedía a los 400 habitantes [...].
ALBERTO FLORES GALINDO, Aristocracia y plebe.
Los artesanos
Los esclavos negros que eran artesanos estaban en la
cumbre del mundo de los esclavos, eran los más altamente
preparados y los más valorados, con cierta medida de
libertad intrínseca. Indudablemente, eran menos
numerosos que los sirvientes personales y los trabajadores
del campo comunes y corrientes, pero eran suficientes
para constituir la columna vertebral de la fuerza laboral
calificada que trabajaba en los talleres de los artesanos
hispano-peruanos [...]. Los negros estaban bien
representados en los oficios básicos, como la carpintería y
la sastrería. Un número desproporcionado de artesanos
negros eran herreros y espaderos [...]. Todos los oficios
que incluían producción en masa, como las curtientes o
pastelerías, necesitaban y empleaban negros.