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La educación y el castigo
España
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cratico, COn lo que se abr ían aun mas sus posibilidades de particr
pación poutica.
Ya hab ía publicado El presidio potitico en el que hacía una
dura cr ltica hacia el sistema carcetari O cubano Impuesto por España;
esto le hab la ganado la antipatía de muchos V el afecto de sus
nuevos a mi gas.
Arnadeo l, e I rey postizo importado de Italia, abd icó al año
de haber ocupado el trona español. Con esto se facilitó el ascenso
de la Republica por la que se ven 1(1 luchando tiempo atrás. En esta
lucha, Mart i hab la participado con el propósito de lograr la auto
nom ía de Cuba una VeL instalada la Hepublica. Pero no fue asf,
después dei t riu nío republicano, sus i nteqran res ignoraron las con
sideraciones del cubano deportado e imberbe, a Jo que Mart I hab ia
respondido con su escrí ro 1irulado La República esoeñots ante la
Revolución Cubsne. En una carla enviada a un cubano en Nueva
Yor k, expl ica sus in tericiones de hacer entender a los españoles
" ...extraños por completo. si no a fa idea de la posib ilidad, a la
idea de la [usncia de nuestra independencia.. " cómo, si hasta en-
tonces hab ía sido infame, ser la desde entonces doblemente fratri
cida Su guerra contra Cu ba"
Después de su decepción republicana Mart j viajó a Zaragola
en donde tuvo una mayor tranquilidad, pudiendo dedicarse a los
estudios, a las veladas literarias. Ahi conoció a la primera mujer ele
quien se enamoró, Blanca de Montalvo.
La República española sufrió u n duro golpe y las luchas llega
ron hasta Zaragoza en donde también sufrió un triste fracaso a ma
nos de un militar deseoso de una insignia más.
Martl prosiquió sus estudios alcanzando la licenciatura en
Derecho y continuando sus estudios de Filosof fa y Letras.
Ahora, una vez terminada la preparación, el deber comenzaba,
y uno de los puntos principales por cumplir era trasladarse a Méxi
co al encuentro de sus familiares Que hacia aHá se hab íalll trasla-
dado con el propósito de mejorar su posición económica.
La despedida de España y la separación de Blanca se realiza-
ron con Jos inevitables arranques sentimentales, pero con la plena
conciencia de que estas relaciones eran pasajeras e inútiles de
conservar,
En una furtiva escapada a Francia, Marti entabló una amistad
f:.Jgaz con el poeta Augusta Vacquerie, amigo de V ictcr Hugo. El
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poeta obsecu ió a Mart t un ejemplar de Mes ti!s, la última obra de
Huqo, Las tiernas evocaciones del padre desolado y los dolores del
patriota por la patria hurni liada, sirvieron de cornoañ ia a Mar! len
5U larga traves liJ de Europa a Veracruz, Mart" se sent la vivificado
con la brisa del mar y las ideas de Hugo sobre la tristeza del pros-
erlto y el placer de I sacrificio,
México
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nas, En ocasi onas lo hac id G ui llerrno Prieto, un veterano de las
luchas puf íticas y las letras, en otras lo hac ia Ignacio Ram iter . 'E I
Nigromante" o Ignaclo Manuel Altamirano. También asist (an Ma·
nuel M. F lores, Justo Sierra, Juan de Dios Peza y Juan Jase Baz.
MéxIco estaba viv.endo su ocaso romántico V las florituras
drl !r:'nqu<lje creaban una impresión anhelante en t'1 publico que
devoraba la prouuccron de los poetas románticos.
La pr inc: pal musa inspiradora de estos devaneos poéticos era
Rosario de la Pena, u na bella mu ¡er. especie de mecenas que reci
b ia en su salón a lo más destacado de la gen te de letras. A su belle-
za V cultura se sumaba una aureola de fatalidad, originada por el
suicidio de Manuel Acuna, Quien antes habla escrito el conmove-
dor "Noctum o·' con dedi carona "A Rosario".
Maní, se encontraba dentro del circulo de amistades de Rosa
r ro, quien había producido una violenta y grata impresión en el
alma del sensible cubano desterrado,
En Mé)(icrJ se JqLJditaba el problema reliqioso, sometido por
Juár ez, con las Leyes d~~ Reforma que Lerdo acababa de incorpo-
rdr a la Consn tución E I posrtivismo hab ia hecho Su entrada triun-
f di {~n los e rr cul os In telectuales V poi nicos de la ciudad, flor lo que
se a rna lqaruaba en forma per f ~(:ta con el laicrsrno V el ma terialismo
Mar ti aun no heb ia desprend Ido el romant icismo de su pan
samrunto por laque provoca u na ser le de opi ni Orles - favor abtes en
su Illdyoria-- en el discurso que pr onuncia en el Liceo Hidalqo del
Que era rmernbr o, con motivo de su participación en el CIclo de
conferencias sobre "Mater rahsrno y EspinlLJallsmo" junte con
G ustavo Sa¡ y Francisco Pi rnentel.
Mar ti cortejó [J Rosar i o de la Peña, P8JO ella nu nca tomó en
serio sus pretensiones ya que la experiencia y el trato con Pepe le
hah ian revelado su i ncanacidad para an irnar a un hombre enarno
rado de hero ísmo.
Orsstes
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rista, V en una ocasión lanza acres censuras por ciertas ominosas
solicitaciones hechas por el genera I Porfi ric D íal al al to clero.
A principios de 1876, La Revista Unillersal'lanza la candi
uatura de Lerdo para la reelección V las protestas antilerdistas se
dejan o ír. Las luchas armadas cunden rapidarnente en Oaxaca y
otros estados.
En marzo, la revolución se extiende al Estado de Puebla.
La Revista Universal se ha ganado una gran cantidad de
enemigos y las amenazas veladas comienzan a materializarse sobre
los redactores más notorios.
José Mart i se oculta en la casa de Nicolás Dom ínguez Cowan,
el día en que Porfi ri o D iaz hace su entrada victoriosa a la ciudad
de donde Lerdo ha escapado secretamente, Es el 24 de noviembre
de 1876.
Como Porfirio O tal quiere mantener el clima de cultura y
refinamiento orrqmado por las tertulias literarias de la ciudad, deci
de conservar la sirnpat ía de los elemen tos intelectuales más desta
cacos, quienes ten ían una estrecha relación de amistad con José
Mart i, por lo que éste se encuentra fuera de peligro con respecto a
las represalias amenazantes,
la si tuación de Man i en el ámbito porfirista es incómoda, ya
comienza a fastidiarse por la ruti na, y pronto, desvía su atención
hacia Guatemala, la tierra nueva de la que tanto se habla en México,
Maní decide viajar primer o a Cuba pata conseguir la recomen
dación del padre de Fermin Valdés Dom ínguez, misma que le
servi rá en la tierra guatemalteca.
Al abandonar Mp.)(ico. un lamento surge de su pecho, Lamen-
to escrito en un momento de pasión por un pueblo que fue para él
como lo hab la 'Sido América entera.
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vetas de hierra para lanzas -como un hiio ctevedo
a su ataúd, que ve que un gusano come a la
madre las entrañas,
Breve reconocimiento
Guatemala
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En esta ocasión. José Mart" se cuido de externar juicios cr .ti·
ces acerca del luqar en que vivra, recordando las fricciones recientes
ocurrrdas en la Ciudad de Mex ICO, ", . .nunca turbaré con actos, ni
palabras, ni escritos mios la paz del pueblo que me acoja".
Su in iciación en la vida literaria de Guatemala se debe a la pe
tición que le hace el señor Macal, ministro de Relaóotles Exterio-
res para escribir él Iyo sobre e} nuevo Códiqo Civi 1 gua tema lteco.
El escrrto elouiosc del Códiqo Civil le da 1" oportunidad de
hablar sobre el derecho a la I iber tarí. "España vino a interrumpir y
a frustrar la marcha de la'$ grandes culturas indigeniJs, superponien-
do a estos pa íses formas ajenas El "Su naturaleza, América necesita
resten r ar su forma propia dentro del esp íritu de investigación V
examen de nuestra epoca",
Las inp.~s vertidas y el es ti lo Iiterari o provoca agrado y adrui
racrón por lo Que es invitado a colaborar en fa Revista de la Univer-
siaed ; p.l siguiente paso, fue ser nombrado catedrático de la Unjo
versidad glliltem,¡¡lteca en las materias de Historia de la F¡ losof ia,
de Pri meros Principios, de Literatura _
Los enemigos ctsncates del presidente y de SUS obras se rledi
caron ti atacar las ideas y la oratoria del cubano expatriada Ilegan
do a llamarlo con el mote ··E t Doctor Torrente".
Mart i continúa practicando sus frecuentes piezas de oratoria
con las que qana la atención ex pectanre de todos los públices y en
una velada art isucolrterarla de la Escuela Norma I tiene tal éxito
que su oieza es comentada en El Proqreso V a la vel es invitado a
pan rcrpar como vicepresidente de la nueva sociedad Ii teraria El
Porvenir.
María
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Al fin, decide confesar y partir hacia México. _. a casarse,
Mar ia lo despide en ta estación y le obsequia una almohadilla pero
fumada y bordada corno un pequeño recuerdo.
En el trayecto a México, terrni na de escrIbi r un documento
que hac ía poco iniciara: Guatemala. Es un eloqro lleno de gusto y
agradecimiento hacia la nospitatana tIerra que le ha acogido con
carifio materna l.
. Un arniqo cercana, el guatemalteco Ur iar te, no resiste la ten
ración de desahogar Su emoción en un sentido prólogo a la edición
pu bl icada en abril de 1878.
los pnrneros dlas de ese año llegaron los recién casados a
Guatemala y reci biarun las visitas de bienveni da de los amigos.
Entre ell os, se presentó ti salu darlos el general G arc ia Granados,
qUien a su ver, disculpó a Mar ia por encontrarse enferma. Una tar
de se habla metido al r ío con el sol casi oculto, y desde entonces,
habia sufrido de fiebre.
A los pocos d las Mar ia falleció.
Mart( se sintió profundamente afectado por el suceso que con
movió a Guatemala. Desde entonces, comenzaron a revolotear
unos versos en su mente, versos a los Que dar la forma en lJ n t iern
po futuro:
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Detrás iba el pueblo en tandas,
Todo cargado de flores.
Callado, al oscurecer,
Me llamó el enterrador:
¡Nunca más he vuelto a ver
A la que murió de emort?
P~d'o '".~''''' r..1>10. JD.<~ M.1fli. Antolor;{a mrfllffl., torno LILa Haba'la. 1972.
~~q. 11b 17r,
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gas, recibiendo el apoyo del presidente Barrios para expulsar a Iza-
guirre. La indignación de Marte no tuvo I imites y en un acto de
solidaridad con el maestro lzaquirre, renunció a sus cargos en Gua-
temala, abandonando el lugar el 26 de julio de 1878.
Zanjón
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Los meses pasan, las promesas del pacto de Zanjón no se
cu mp len, las par tidas sueltas de i nsu rrectos aún dan quehacer en la
manigua V el Comité Revolucionario constitu ido en Nueva York
hac ia alqún tiempo, comienza a intsnsi ficar sus actividades.
Marti se inflama nuevamente con las ideas de revolución que
comienzan a regarse como pólvora a punto de estallar en la Isla.
Nuevamente comienza a tener parri cioación en las conj uras clan
dest inos. y cuando tiene oportu ni dad de ex temar sus ideas liberta
rias en publico, lo hace. ante el azoro e indignación de los parti-
darios de España,
Mar! í combina fa creación literaria con la lucha revol uciona-
ria y as'" al mismo tiempo que escribe un drama romántico: La
adúltera, se reúne con sus compatriotas para activar los despachos
de armas al interior.
El 17 de septiembre de 1879, Marti cae preso, y junto con
Gualberto y Agu i lera es embarcado para Ceu ta,
El 25 de septiembre sal ía en el Alfonso X 11 para España, bajo
"partida de reqistr o".
Nueva York
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haciendo desesperados esfuerzos por llevar adelante los planes
revol ucionarios del genera' Cal ix (O G are ia.
El fracaso de la reciente insurrección en Cuba hab ia disminu í
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La reoel ión de Cal i xto Garc la se llevo a cabo en forma
incoherente y acéfala, los capitanes nunca llegaron a reu ni rs.e en
Cuba V fueron 'Sometidos en forma separada. U na vez captu rado el
general Garc la, fue enviado a España con lo Que el foco de la rebe-
li 011 quedaba apagado.
Pepe conversa con Carmen y le transmite su ríecisi ón de ir a
trenas nu evas.
Carmen parte a Cuba y Pepe a Venezuela.
Venezuela
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"Aunque apenas ha durado medio año, Su estancia en Vene-
zuela ha sido el impulso final en una de las dos direcciones que van
a regir el curso de su vida: la dirección ernericanista. Su destino ha
operado con una precisión y econom Ia geométricas. Le ha llevado
a COnocer tres pa íses del continente hispánico; uno al Norte, otro
al Centro, otro al Sur ... A lo largo de esa triple experiencia, su
sentido de la realidad americana se ha ido redondeando. México le
inició en el sentimiento de la fraternidad continental. Guatemala le
ensenó los valores primitivos: la tradición, el paisaje, el hombre na-
tural. En Venezuela, con eI contraste de su pasado y de su presente.
ha encontrado, al fin, toda la dimensión trágica de América"."
Hilo:
Espantado de todo, me refugio en l/.
Tengo fe en el mejoramiento humano, en la vida
futura, en la utilidad de la virtud, yen ti:
Si alguien te dice que estas páginas se parecen
a otras págjnas, diles que te amo demesiedo
para protenerte as/. Tal como aquí te pinto, tal
te han visto mis ojos. Con esos arreos de gala te me has
eperecido.
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Cuando he cesado de verle en una forma, he cesado
de pintarte. Estos riechuelos han pasado por
mi corazón
¡Lleguen al tuyo!'
Por 1.. misma época -1882 - M(irt i escnbió sus versos Libres
e incluso redactó un prólogo para el libro que lamas IIeq6 a pub h
carse.
los Versos Libres son "., .poernas de un I1 rismo viotento.
donde se echa de ver la torturada soledad de un esp iritu Que, no
hallando en torno su yo ocasión para su afán de amar y de servir,
'de sus propias entrañas se alimenta', soliviándose a un mundo mo
ral heroico creado por su propia irnaqmación.'
EI fuego apagado
Que tenqa patria, que la honre; V el que no, que la conquiste i "
En 1884 se prepara un lluevo movimiento ne insurrección,
pero éste cae en contradicciones e irnpr ovisac.ón por ro que Martr,
al tener di íerencias -sobre todo con el general CaID<10 Gerc.a, ¡..lOr
sus actitudes dr- caudillo- se separa del rnovimieruo. lo que provo
ca la desmota Iilación de muchos y la cr itica de otros tantos.
Carmen reqresa nueva mente a Cuba, al ver la reincidencia de
Pepe en las cu esnones revoluc ionarias. Mar! I se refugia en la prt'
sancia de su padre V continua escribiendo para La Nación de
Argentina.
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En las ter tul ias de Buenos Ai res, Rubén Oar 10 le ia en voz aita
muchas de aquellas notas.
Don Mari ano regresa a La Habana y en febrero de 1887,
muere, dejando un dolor profundo en el alma lastimada de Mar t i.
La edad de oro
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"aquel invierno de anqustia" en Que se reunió la Conferencia Pana
rner icana en Washington,
En los 46 poemas que componen el libro. Martí recrea los re·
cuerdos de figuras queridas y episodios lejanos: sus padres, el
maestro, la hermana muerta, la Niña de Guatemala,...
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El arrollo de la sierra
Me complace mAs que el mar.
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El Partido Revolucionario Cubano
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El sembrador
Presiones
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A principias de julio, MarU regresa a Nueva York de un viaje a
Panamá, San José y Jamaica, en donde ha ido a sembrar confianza.
Ah i le espera el general Gómez. quien ha llegado para conocer el
estado de avance del movimiento.
El plan de Martí ha madurado. En noviembre de 1894 sólo
espera una orden de Gómez para Que tres vapores llenos de armas
-el Amadis,el Laqonda y el Baracoa- salgan del puerto de Fernan-
dina en la F lorida. en donde lo tiene va todo hábilmente combi-
nado.
Los barcos salen y transcurre el tiempo, pero, ellO de enero
de 1895, los tres vapores son confiscados por el Gobierno de
Wash inqton.
Este fracaso ha sido un fuerte golpe moral para Mari i, pero al
Conocerse las noticias en Nueva York, La Habana y los demás puno
tos estratégicos, el talento V el valor de Mart j son reconocidos en
forma unánime "laque no todos esperaban un plan tan audaz y per-
fectamen te estructurado como el de Fernandina.
La imagen de un Mart[ loco, poeta y visionaría Que hace dis
cursos y pide dinero, se ve opacada por el genio y el espiritu de lu-
cha que a todos impresiona.
M ontecrist i
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Ha lleqado el momento de salir de donde sea y como sea. Martí
despacha a todos los centros de rebelión cartas extensas, urgidas,
pero llanas de dirección y de doctri na.
Martl' piensa que las madres son amor, no razón; son sensibili-
dad exquisita y dolor inconsolable. Movido por esta idea, escribe
una sentida carta a su madre como si presintiera un fatal desenlace.
"Madre m (a ~ Hoy, 25 de marzo, en víspera de un largo viaje
estoy pensando en usted. Yo sin cesar pienso en usted. Usted se
duele en ra cólera de su amor, del sacrificio de mi vida; ¿y por qué
nací de usted con una vida que ama al sacrificio? Palabras, no pue-
do. El deber de un hombre está all í donde es más útil, Pero conmi-
go va siempre, en mi creciente y necesaria agonía, el recuerdo de
mi madre. Abrace a mis hermanas y a sus compañeros. ¡Ojalá pue-
da algún d (a verlos a todos a mi alrededor, contentos de m H Y en-
tonces si que cuidaré de usted con mimo y con orgullo.
Ahora, bend ígame, y crea que jamás saldrá de mi corazón
obra sin piedad y sin limpieza, La bendición,
Tengo razón para ir más contento y seguro de lo que usted
pudiera imaginarse. No son inútiles la verdad y la ternura. No pa-
dezca". fI
La acción
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Se enteran poco después que el lugar se llama el Cabojal V por
donde desembarcaron, Plavitas.
El d ia 14, el general Górnez convoca a u na [unta en la que se
otorga a José Mart i el grado de mayor general del Ejercito Liber
tador,
Las luchas se inician y suceden en forma constante, perrni
tiendo el ascenso de la esperanza puesta en torno a la causa cubana.
Mart ( escribe al Herald de Nueva York para dar inf orrnes acerca
de I estado de la querrá.
M¡entras tanto, Martinsz Campos -el gobernante cubano- se
dispone a atacar con el más numeroso y mejor equipado ajérci
to que Eu ropa haya mandado ja más ti América.
Las fuerzas revolucionarias se reúnan en la M¡¡jorana casi el ras
puertas de Santiago de Cuba yen esa reunión de 10$ tres jefes su-
premos ha de decid irse el curso de la guerra.
La entrlfQa
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En el potrero de Dos R íos tiene lugar el encuentro decisivo
para José Martí. La columna enemiga, al mando del coronel Xirné-
nez de Sandova 1, ataca en gran numero a las fuer zas revolu ciona-
rias. En un arreba to Su icida, MarH se lanza a la lucha pidiendo pres-
tada una pistola, Su esfuerzo se ve quebrado por una descarga ce-
rrada que lo deja con el pecho V la quijada tintos en sangre.
El cadáver Queda en poder de Xirnénez de Sandoval Quien re-
ci be la orden de llevarlo a La Habana para difundir la noticia a Flo-
rida V NLJeVa York.
Inú tires son los esfuerzos del general Garc/a por recu perar el
cuerpo de Martí. El cadáver, mal embalsamado yen un ataúd hecho
de cajones es enterrado por el ejército español.
"La muerte, el 19 de mayo de 1895, apaga como una misma
llama fa vida y fa pasión libertada de Marrf. Su muerte -hecho his-
tórico V biúgrJfico oor igual- es el final lógico de una serie de
acontecimientos que se prolongan en línea recte V ascendente,
desde su iniciación en el periodismo y en la fJcc;ón revolucionada
de La Habana, e! cumplir los dieciséis años, hasta el tin, apenfJS
cumplidas los cuarenta V dos. Mudó de su muerte". ~
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BIBLIOGRAFIA
MAÑACH, JORGE, Marr/, el apóstol, Madrid. EsPas~ Calpc S.A. Col. Ausual
No. 252, 1988.
PIED RA -8 UE NO, AN D RES DE. M<lrtr; menseie biográfico, 1nst ituto Ctvico
Mjlit<n. 1953.
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