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Ética Parte 4

Prop XXXVII: “El bien que apetece para sí todo el que sigue la virtud, lo deseará también
para los demás hombres, y tanto más cuanto mayor conocimiento tenga de Dios.”

Escolio I: “Quien se esfuerza, no en virtud de la razón, sino en virtud del solo afecto, en
que los demás amen lo que él ama, y en que los demás acomoden su vida a la índole de
él, actúa sólo por impulso, y por ello se hace odioso, y sobre todo a aquellos a quienes
agradan otras cosas, y que, por ello, se empeñan y se esfuerzan a su vez, también por
impulso, en que los demás acomoden sus vidas a la índole de ellos. Además, puesto que
el supremo bien que los hombres apetecen en virtud del afecto es, a menudo, tal que
uno solo puede poseerlo, de aquí proviene que los que aman no sean consecuentes
consigo mismo, y, al mismo tiempo que se complacen en cantar las alabanzas de la cosa
que aman, temen ser creídos. Pero quien se esfuerza en guiar a los demás según la razón,
no obra por impulso, sino con humanidad y benignidad, y es del todo consecuente
consigo mismo.
Todo cuanto deseamos y hacemos, siendo nosotros causa de ello en cuanto que tenemos
la idea de Dios, o sea, en cuanto que conocemos a Dios, lo refiero a la religión. Al deseo
de hacer bien que nace de la vida según la guía de la razón, lo llamo moralidad. Al deseo
por el cual se siente obligado el hombre que vive según la guía de la razón a unirse por
amistad a los demás, lo llamo honradez, y llamo honroso lo que alaban los hombres que
viven según la guía de la razón, y deshonroso, por contra, a lo que se opone al
establecimiento de la amistad. Aparte de esto, he mostrado también cuáles son los
fundamentos del Estado. Por otra parte, la diferencia entre la verdadera virtud y la
impotencia se percibe fácilmente por lo dicho anteriormente, a saber: la verdadera virtud
no es otra cosa que vivir según la guía de la razón, y la impotencia consiste solamente en
el hecho de que el hombre se deja llevar por las cosas exteriores, y resulta determinado
por ellas a hacer lo que la ordinaria disposición de esas cosas exteriores exige, pero no lo
que exige su propia naturaleza, considerada en sí sola. Y esto es lo que había prometido
demostrar en el Escolio de la Proposición 18 de esta Parte.”

Hay un sumo bien que es por afecto, impongo a los demás lo que me gusta, y se es odioso.
Todos tienen cosas que les gustan, todos quieren imponer sus gustos al resto. Entonces
cuando se desea por afecto no se desea un bien que es común a todos, sino que se desea
un bien por lo cual hay competencia.
Cuando se desea a través de la razón se desea por supremo bien, benignamente, y se es
de ánimo coherente. No es un deseo fundado en la pasión.
La religión es lo que hacemos por amor a Dios. La piedad es lo que hacemos según las
reglas de la razón.
Entonces hay 3 niveles de perfeccionamiento: Religión, Piedad, Honestidad.
El fundamento del Estado es el hecho de que el Estado surge porque por más que
nosotros no encontremos un sumo bien en la cooperación con los otros y no seamos
seres racionales, tenemos experiencia en que hay más utilidad en la vida en común que
en la vida separada. Estado para Spinoza es la sociedad, no la Institución. Es el alma
común que liga a los hombre que viven juntos. Es la unión entre las personas.
La honestidad es un tipo de vínculo específico que no es la política, sino la amistad. La
política la tenemos que hacer con todos y ahí la religión tiene una importancia mayor que
el resto de las pasiones. Lo único que podemos hacer es remitir a todos a una base
común, un todos que no son todos los racionales.
Distinguir amistad de política.
Honestos no son todos los hombres, sino los que viven bajo la guía de la razón. Y la política
no se puede hacer solo con los hombres que viven bajo la guía de la razón. El fundamento
del Estado es la potencia de la unión con todos los hombres reales, no con todos los
hombres racionales. La amistad es el vínculo superior que pueden tener aquellos que
viven de acuerdo a la razón.
Política: que los llamados amigos tengan relación con los no amigos. La sociedad es la
experiencia de la potencia común. Después hay lazos: religioso, piadoso y amistoso.
La amistad es el lazo de honestidad que establecen entre sí todos los humanos que se
manejan por la razón.
Los amigos se definen como los que no quieren nada en particular para sí, sino los que
quieren la utilidad común. Entonces podrían pretender ponerse como ejemplo para los
demás. Pero no hay ejemplo posible para Spinoza porque la racionalidad a la que aspira
el amigo cuando habla con los otros, no pasa por el hecho de que son personas
admirables, sino que pasa por el hecho de que los otros son seres también racionales y
capaces de querer lo mismo. Entonces sería el deseo de los otros lo que permitiría que la
amistad se amplíe y no una pedagogía. Los llamados amigos, los sabios le hablan con
afecto al mundo y le dicen que no sean mezquinos, sino que sean como los otros, gente
que puede amar más. El resto se les caga de risa. Porque el no amigo es el que tiene una
percepción del deseo en términos de competencia por las cosas, no de compartimento
en común. Entonces el tipo de pedagogía que puede hacer el amigo con el no amigo tiene
que ser afectivo. Si no hay al nivel del deseo una modificación, parece improbable que la
amistad pueda extenderse.
Uno no es honesto con el no amigo, pero no por vínculo o intimidad. Uno solo puede
hablar del bien común con aquellos que tienen deseo del común. Con los otros no hay
honestidad. El sabio sabe que cuando está con el no sabio éste quiere dinero, lujuria,
gloria o apropiarse de un bien que no es común. Un amigo que no sabe percibir cuando
está con un no amigo es un expuesto.
El amor a Dios no requiere deseo común, solamente refiere el lazo de los hombres a Dios.
Acá está nombrando lazos entre la gente. Los amigos son los que comparten la idea de
que Dios es Naturaleza. Los amigos son los que pueden contarse cual es el contenido del
amor, porque en ese contenido del amor no surge ni competencia ni prejuicio, sino que
se descubre la utilidad común. En cambio la religión solo puede encontrar de común el
amor a Dios. La religión dice: No nos peleemos porque somos hijos de Dios y Dios dijo
amensé. Está bien. Entonces los que no pueden ser amigos tienen que ser buenos
correligionarios.
El amigo no es con el que me puedo contar intimidades, es con el que puedo ser honesto.
Los amigos no son los del mismo equipo. Es una honestidad universal para cualquiera que
puede ser honesto. Son los que no están unidos por una causa externa.
Ser honesto no es no mentir, no es un concepto moral. Es la capacidad de contar los
motivos de la alegría constatando que los contenidos de la alegría son comunes y en eso
se fundamenta.
La sociedad se funda en el respeto y no en la amistad. El respeto tiene un fundamente
religioso.
Cuando nos manejamos por afectos nos queremos imponer los gustos, ahí hay una base
de conflictividad que todo Estado tiene y que no es eliminable. Hay una serie de recursos
para que eso se vuelva manejable. El recurso más elemental, el primero es la religión.
El segundo es la piedad, la capacidad de amor a los otros.
Y el tercero es la amistad. Honestidad sobre el deseo. Digo lo que quiero sin imponerle
algo al otro.
Honestidad no es lo contrario a Encubrimiento.
Honestidad es la estructura que tienen aquellos que están en un proceso común.
Estructura de reconocimiento de ese común.
No es un problema de modelos.
Spinioza describe dos situaciones: En una domina el afecto. Ahí se quiere lo que te gusta.
No es deshonesto ni está encubierto.
Y en la otra, la del amigo, parte de un deseo común, no es una exigencia, no es un santo.
No reprimió los afectos para ser querido por los demás, ésto sería la estructura de la
deshonestidad.
No es un modelo de la exigencia, no es algo que hay que hacer. Sino que uno puede decir
tengo poca experiencia de esto y mucha de esto otro.
El amigo es aquel que quiere lo mismo para él que para el resto honestamente. Armar un
equipo, un grupo, armar algo que funcione por un tiempo. No tiene una estructura de
tipo amigo donde consiste en que esté bien armada la cosa. Cada uno haciendo lo suyo
logra un funcionamiento, y quiere efectivamente lo mejor para sí y para el grupo.
Cuánto más quieran lo mismo más potentes somos.
El amigo es el que está en la razón, no el que está metido en un dispositivo.
Si vemos lo mismo que los otros, es amistad. El amigo es el que está por encima de la ley.
No actúa por premio ni castigo, no actúa por obediencia. Actúa por razón y por lo común.
La rivalidad entre amigos no existe para Spinoza.
Todos queriendo lo mismo. Queriendo de una manera común. La más alta definición de
amistad.
¿Es expandible? Amistad es cualquiera que pueda cumplir la estructura de la honestidad.
La amistad no distingue entre propiedad de uno y de otros. No es simplemente el que se
quiere con otros, no es cualquier idea de amor. Es un amor fundado en que no nos
queremos imponer gustos.
Los amigos son los que formulan para una época la mayor claridad posible sobre qué es
lo génerico.
No importa necesariamente la duración. Solo se sabe cuando algo comienza, no se sabe
nada sobre hasta cuando va a durar. Es incalculable. Spinoza no piensa nada en relación
a la durabilidad.
La visión pedagógica de la amistad no va, el profesor de filosfía o la vanguaria donde se
intenta convencer a los demás.
Conocemos y sabemos que existe la experienca por la cual nos ligamos a otros por querer
algo común, y es suficientemente racional como para que cualquier otro que piense y
desee lo mismo pueda entrar. Los amigos son los que en un cierto momento pueden
actualizar lo que significa ese bienestar común.
¿Qué pasa cuando estamos en una sociedad donde el Estado obliga a hacer cumplir
derechos que no están garantizados? ¿Y el que no roba no por castigo sino por que sabe
que todo es de todos? ¿Es un modelo, un sabio, un bueno? ¿Qué pasa con la figura que
no necesita leyes?
Si la sociedad fuese de amigos no habria leyes, las leyes son porque es imposible una
sociedad toda de amigos, pero amigos hay igual.
¿Qué pasa con los sabios que quieren lo común y no pueden decirlo públicamente?
Honesto es el que puede decir lo que quiere realmente sin quedar enfrentado a los otros.

Walter Benjamin en “Sobre el concepto de historia” Tesis 4:


Hegel: “Procuraos primero alimento y vestido, que así el Reino de Dios os llegará por sí
mismo.”

Benjamin: “La lucha de clases que tiene siempre ante los ojos el materialista histórico
educado en Marx es la lucha por las cosas toscas y materiales, sin las cuales no hay cosas
finas y espirituales. Estas últimas, sin embargo, están presentes en la lucha de clases de
una manera diferente de la que tienen en la representación que hay de ellas como un
botín que cae en manos del vencedor. Están vivas en una lucha en forma de confianza en
sí mismo, de valentía, de humor, de astucia, de incondicionalidad, y su eficacia se
remonta en la lejanía del tiempo. Van a poner en cuestión, siempre de nuevo, todos los
triunfos que alguna vez favorecieron a los dominadores.”

Luchamos por conseguir comida y después vendrá lo espiritual. No, viene en sí mismo
mientras se lucha, no después. Llega en forma de confianza, valentia, humor, astucia,
incondicionalidad. Distinto de como le llega a las clases dominantes, que es como botín
de guerra.
Amistad: Deseo por el cual la persona que vive según la guía de la razón es conciente que
tiene que unir los demas a él por amistad.
Diciendo la verdad nuestro deseo construye común. Efectividad del deseo, no del deber
ser. Lo honesto es la estructura del vínculo.
En la lucha por cosas elementales surgen elementos de espiritualidad inmanentes.
Deseo común acutaliza la imagen de lo génerico en lo humano.
Toda religión tienen un núcelo de verdad: amar al prójimo como a uno mismo. Todo lo
demás son textos para la discordia. Es pasto para el poder politico de los teólogos. En
amar al prójimo como a uno mismo se trata de la experiencia de la razón por el mandato
común. Un lazo que Spinoza espera que pueda haber. No buscar más que eso en la
religion. Si haces teología haces obediencia. Si haces filosofía podes ir más alla y haces
libertad. Libertad es que lo útil para vos es la utilidad común, y ahí se abre espacio a los
amigos. Y los que no son amigos que sean sanamente religiosos o mejor piadosos.
La prudencia es el tipo de estrategias de los amigos de hablar claro para que todos
entiendan pero no exponerse al vulgo, a los teólogos, a los medios, a los que gestionan
la opinión pública de los ciudadanos.
“Para todos todo, para nosotros nada”. Intencionalidad política de la amistad zapatista.
Cómo se conjura este tipo de amistad al resto, es la gran pregunta de la política
contemporánea.
Sigue Escolio I: “En su virtud, es evidente que leyes como la que prohibiera matar a los
animales estarían fundadas más en una vana superstición, y en una mujeril misericordia,
que en la sana razón. Pues la regla según la cual hemos de buscar nuestra utilidad nos
enseña, sin duda, la necesidad de unirnos a los hombres, pero no a las bestias o a las
cosas cuya naturaleza es distinta de la humana. Sobre ellas, tenemos el mismo derecho
que ellas tienen sobre nosotros, o mejor aún, puesto que el derecho de cada cual se
define por su virtud, o sea, por su poder, resulta que los hombres tienen mucho mayor
derecho sobre los animales que éstos sobre los hombres. Y no es que niegue que los
animales sientan, lo que niego es que esa consideración nos impida mirar por nuestra
utilidad, usar de ellos como nos apetezca y tratarlos según más nos convenga, supuesto
que no concuerdan con nosotros en naturaleza, y que sus afectos son por naturaleza
distintos de los humanos (ver Escolio de la Proposición 57 de la Parte III). Me queda por
explicar qué es lo justo y lo injusto, qué es el delito102 y qué el mérito. Pero acerca de
esto véase el Escolio que sigue.”

Sobre los animales.


Los afectos no son comunes pero no podes decir que los animales no tienen afecto.
La potencia es igual al derecho y el derecho es igual a la potencia.
¿Qué poder tiene un león?, ¿qué derecho? Los que le da sobre la manada.
¡Yo tengo el derecho de no morirme de hambre! Sí, si tenes el poder de no morirte de
hambre. O si tenes un cuerpo colectivo que garantice eso.
Toda lucha es una lucha de derecho, y también el derecho es un asunto de luchas. Es
imposible considerar el derecho sin considerar lo que aumenta o disminuye la potencia.
Porque tenemos afectos comunes tenemos la posibilidad de consturir una potencia
mayor, y esa es la fuente del derecho.
Los oprimidos han vivido en la excepción. No es un problema de la universalidad del
derecho. Hay agenciamientos de potencia que hacen que ciertos derechos se vuelvan
efectivos y otros no.
Despojar de derechos es despojar de potencia. Y dotar de derechos es dotar de potencia.
Todos los discursos del derecho podrían ser evaluados con Spinoza. El derecho es formal,
nunca es suficiente si no está en una cierta relación activa con el nivel material que es la
potencia.

Escolio II: “En el Apéndice de la Parte primera prometí explicar qué son la alabanza y el
vituperio, el mérito y el delito, lo justo y lo injusto. Lo que atañe a la alabanza y el vituperio
lo he explicado en el Escolio de la Proposición 29 de la Parte III; éste es el momento de
hablar sobre los demás puntos. Pero, antes, conviene decir algo acerca del estado natural
y el estado civil del hombre.
Cada cual existe por derecho supremo de la naturaleza, y, por consiguiente, cada cual
hace por derecho supremo de la naturaleza lo que de su naturaleza se sigue
necesariamente, y, por tanto, cada cual juzga, por derecho supremo de la naturaleza, lo
bueno y lo malo, y mira por su utilidad de acuerdo con su índole propia (ver Proposiciones
19 y 20 de esta Parte), y toma venganza (ver el Corolario 2 de la Proposición 40 de la
Parte III), y se esfuerza en conservar lo que ama y en destruir lo que odia (ver Proposición
28 de la Parte III). Pues bien, si los hombres vivieran según la guía de la razón, cada uno
(por el Corolario 1 de la Proposición 35 de esta Parte) detentaría este derecho suyo sin
daño alguno para los demás. Pero como están sujetos a afectos (por el Corolario de la
Proposición 4 de esta Parte) que superan con mucho la potencia o virtud humana (por la
Proposición 6 de esta Parte), son por ello arrastrados a menudo en diversos sentidos (por
la Proposición 33 de esta Parte), y son contrarios entre sí (por la Proposición 34 de esta
Parte), aun cuando precisan de la ayuda mutua (por el Escolio de la Proposición 35 de
esta Parte). Así pues, para que los hombres puedan vivir concordes y prestarse ayuda, es
necesario que renuncien a su derecho natural y se presten recíprocas garantías de que
no harán nada que pueda dar lugar a un daño ajeno. Cómo pueda suceder esto —a saber,
que los hombres, sujetos necesariamente a los afectos (por el Corolario de la Proposición
4 de esta Parte), inconstantes y volubles (por la Proposición 33 de esta Parte) puedan
darse garantías y confiar unos en otros— es evidente por la Proposición 7 de esta Parte
y por la Proposición 39 de la Parte III. A saber: que ningún afecto puede ser reprimido a
no ser por un afecto más fuerte que el que se desea reprimir, y contrario a él, y que cada
cual se abstiene de inferir un daño a otro, por temor a un daño mayor. Así pues, de
acuerdo con esa ley podrá establecerse una sociedad, a condición de que ésta reivindique
para sí el derecho, que cada uno detenta, de tomar venganza, y de juzgar acerca del bien
y el mal, teniendo así la potestad de prescribir una norma común de vida, de dictar leyes
y de garantizar su cumplimiento, no por medio de la razón, que no puede reprimir los
afectos (por el Escolio de la Proposición 17 de esta Parte), sino por medio de la coacción.
Esta sociedad, cuyo mantenimiento está garantizado por las leyes y por el poder de
conservarse, se llama Estado, y los que son protegidos por su derecho se llaman
ciudadanos. Por todo esto, entendemos fácilmente que en el estado de naturaleza no
hay nada que sea bueno o malo en virtud del común consenso, dado que todo el que se
halla en el estado natural mira sólo por su utilidad, y conforme a su índole propia, y decide
acerca de lo bueno y lo malo únicamente respecto de su utilidad, y no está obligado por
ley alguna a obedecer a nadie más que a sí mismo. Por tanto, en el estado natural no
puede concebirse el delito103 Pero sí, ciertamente, en el estado civil, en el que el bien y
el mal son decretados por común consenso, y donde cada cual está obligado a obedecer
al Estado. El delito no es, pues, otra cosa que una desobediencia castigada en virtud del
solo derecho del Estado, y, por el contrario, la obediencia es considerada como un mérito
del ciudadano, pues en virtud de ella se le juzga digno de gozar de las ventajas del Estado.
Además, en el estado natural nadie es dueño de cosa alguna por consenso común, ni hay
en la naturaleza nada de lo que pueda decirse que pertenece a un hombre más bien que
a otro104, sino que todo es de todos, y, por ende, no puede concebirse, en el estado
natural, voluntad alguna de dar a cada uno lo suyo, ni de quitarle a uno lo que es suyo, es
decir, que en el estado natural no ocurre nada que pueda llamarse «justo» o «injusto», y
sí en el estado civil, donde por común consenso se decreta lo que es de uno y lo que es
de otro. Por lo que es evidente que lo justo y lo injusto, el delito y el mérito son nociones
extrínsecas, y no atributos que sirvan para explicar la naturaleza del alma. Pero de esto
ya he dicho bastante.”

Si los hombres vivieran según la guía de la razón sería la sociedad de los amigos.
Ningún afecto puede ser reprimido a no ser por un afecto más fuerte que el que se desea
reprimir, y contrario a él.
No es racionalista Spinoza. Las cosas cambian por afectos.
Dado que la sociedad no es de amigos, solo hay sociedad si hay gestión de afectos y la
razón no tiene capacidad para gestionar afectos. El filósofo argumentando
pedagógicamente es nula en Spinoza. El problema de lo común es un problema del deseo,
de un tipo de deseo perfeccionado. La razón no tiene poder sobre los afectos, por eso
para construir leyes en común tiene que haber amenazas y miedos.
Los amigos no necesitan el Estado. Hay Estado porque no tenemos suficiente estructura
de honestidad.
Los amigos quieren el Estado porque saben que es mejor que haya una estructura
colectiva a que no haya.
En el estado natural no hay política, los humanos se llevan con los humanos como con los
animales.
Lo justo/injusto lo define el Estado. En la naturaleza no existe eso. Son nociones
extrínsecas. No tiene nada que ver con nosotros, es una arbitrariedad que se pone para
vivir en común. El amigo es el que no se cree la nocion extrínseca. Sabe que una ley nunca
es justa. Es una regla de convivencia, punto. Se la obedece solo porque se desea que haya
convivencia. Y se la desobedece porque no se quiere la convivencia. El amigo cuando
tiene que obrar, sí tiene que tener una idea de justo e injusto pensada, racional, que
busque la utilidad común. La ley no tiene nada que ver con el alma humana. El amigo sí
elabora criterios inmanentes. El amigo tiene un tipo de saber completamente distinto al
del Estados sobre lo común. El Estado reduce lo común al hecho de que si obedeces tenes
una serie de beneficios. Si pagas impuestos, tenes luz. El amigo trabaja los valores
efectivos que producen comunidad.
Spinoza dice que hay que obedecer el carácter de las normas extrínsecas que impone el
Estado, pero no hay que creer en ellas.
Hay un espacio para la producción de política que no pasa por la dimensión legal del
Estado. Esto no es igual a no Estado.
Lo real que pasa no es ni la asamblea hippie ni el Estado represivo. Lo real que pasa, es
que al nivel de la potencia material, o sea de la utilidad común de los humanos, se
inventan mecanismos y afectos que entran en tensión con el derecho formal.
Adecuaciones, innovaciones. Para que haya innovaciones en el derecho es porque tiene
que ocurrir algo no reconocido por el derecho, salvo que creamos que la política es una
especie de despotismo donde la autoridad crea el derecho que quiere, desvinculado de
toda exigencia de lectura de la potencia (el neoliberalismo es una muestra de eso). Lo
que Spinoza dice es que la racionalidad última de la dinámica social no pasa por el
derecho, sino que se inscribe como derecho. El derecho es una instancia extrínseca a la
potencia. ¿Qué es lo que hace que una ley se cumpla? En Spinoza la cosa está puesta en
la potencia y esa es la diferencia con Hobbes.
Si tenemos la legislación más avanzada en derechos de la mujeres, ¿por qué haría falta
agenciamiento de mujeres que luchen para que se cumplan? No es un problema solo de
formulación de derechos, eso solo divide el par legal/ilegal. Spinoza no es un autor
obsesivo por el problema de la legalidad, sino por el problema de la potencia. Y la
potencia no se supera en el derecho, el derecho no es real por estar vigente. Todo el
tiempo hay espacio para lo que sería la política. La política no es crear Estado, pero sin
Estado no existe.
Un ejemplo: el movimiento hippie de los ´60 como ejemplo de amigos. No por como
hayan vivido entre ellos, sino como serie de movimientos que termian afectando la
sensibilidad en conjunto de la sociedad y están en una no relación con el Estado; ni en
contra ni a favor. En la búsqueda de la utilidad común se crean afectos, se crean vínculos,
tienen dimensión política, se modulan lazos, y no pueden no tener relación con el
derecho. La relación entre potencia y derecho es una dimensión estratégica de la política.
No importa solamente la relación con el Estado, si no descuidaríamos los momentos en
que los amigos producen afectos, producen imagenes, producen relaciones.
Al nivel de la potencia hay creación, al nivel de las leyes hay obediencia. Esa tensión es
propia de la política. Es sociedad de esclavos la que obedece y no se crean situaciones
nuevas respecto de la ley. La comunidad es algo que vive reconstituyéndose. Cada
generación tiene que hacer su insurrección.
Hay que establecer la distinción entre estados democráticos y no democráticos. No
puede haber sociedad sin reglas, y esas reglas las llamamos Estado.
Las formas europeas son las formas “naturales” de Estado posible. La única imagen que
tenemos de Estado posible.
La idea de que la sociedad se sintetiza en un Estado. En la argentina hay dos imaginarios:
el nacional popular y el neoliberal.
En América Latina hay poca discusión sobre que formas puede haber de síntesis política
que no sea la del Estado Europeo. Se está entrando en un camino muy modernizante de
como pensar el Estado. El Estado latinoamericano es un juego raro, se latinoamericaniza
algo para no discutirlo. Se podrían tener otras formas institucionales no tan dependientes
del mercado en Europa. Por eso Spinoza dice forma Estado, y ahí ya está diciendo que no
hay una única forma Estado.
Las reglas son las relaciones características, si fallan las reglas falla todo.
Todo Estado necesita un aparato de coacción, pero eso no quiere decir que todo Estado
se recueste sobre la forma antidemocráctica del Estado. El aparato de coacción no es el
Estado democrático. No se puede discutir sobre Estado si o Estado no porque se tiene en
la cabeza un solo tipo de Estado. La democracia es más real que el Estado. La política es
la manera de asociarse, no el hecho de que haya un aparato de coacción del Estado, pero
el Estado tiene que estar. Ahora, si la garantía es la coacción estas en la tiranía.
Hace falta un pacto, hacen falta leyes, hace falta coacción, hace falta castigo; pero no es
la verdad del Estado. La política es el tejido afectivo de la potencia, sino sería pura
obediencia. La Ética es el camino para luchar en contra de la obediencia.

Si se habla de política se habla de Poder. El problema sería: si es una política que dice que
el Poder está hecho y lo quiero tomar; o si es una política que cuestiona y propone otra
imagen de Poder. Spinoza no es el no Poder, ni la toma de Poder. El Poder se tiene que
fundar sobre la dimensión del aumento de potencia a partir de los vínculos. Es una
democracia Absoluta. No tiene nada que ver con una forma de gobierno, no es el
parlamaneto. Es el hecho de que la sociedad se deriva de una extensión de la utilidad
común.

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