You are on page 1of 11

PENSAMIENTO PEDAGÓGICO

antropología y lucha vital:


reflexiones sobre arguedas
y su obra antropológica

César Hildebrandt dice que con


Arguedas cambió su mirada
respecto del Perú: “…con Arguedas
uno cambia, cambia para siempre”.
Mario Vargas Llosa invoca a leer la
obra de Arguedas: “Es una obra
literaria, por un lado, pero también
de antropólogo, de etnólogo, de
folclorista y de un extraordinario
traductor de obras indígenas
al español”. En diciembre del
año pasado se publicó la Obra
antropológica de José María
Arguedas en siete tomos. He aquí
un interesante y valioso recuento.
OLGA LUNA

L
a publicación de la Obra antropológica de José Ma-
raMón PaJuElo tEvEs ría Arguedas (2013) constituye un acontecimiento
Investigador del Instituto de Estudios Peruanos cultural de singular trascendencia en el país. Ocurre
Palabras de presentación de la Obra antropológica de José María Arguedas. que al fin, luego de más de 40 años de la muerte del
El 5 de septiembre del 2013, en el auditorio de la Derrama Magisterial en autor, con la edición de su obra antropológica se reúnen
Lima.
y publican todos sus textos, incluyendo los que corres-
Fotos: Cortesía Sybila Arredondo de Arguedas.
ponden a su creación literaria y los que con buen criterio

Tarea SEPTIEMBRE 2014 _ 49


PENSAMIENTO PEDAGÓGICO

han pasado a ser denominados “obra antropológica”. En primer lugar, vimos que los eventos relativos a Ar-
En 1983 fueron publicados los cinco tomos. guedas definieron un punto de quiebre —académico,
digámoslo así— en la investigación y el conocimiento de
Tuvieron que transcurrir más de cuatro décadas para que su obra. Es decir, la cantidad de información, discusión,
finalmente la obra antropológica de uno de los perso- debate e investigación articulada alrededor del autor per-
najes emblemáticos del Perú del siglo XX pueda estar mite ir más allá del punto en el cual estábamos ubicados
en nuestras manos. Este acontecimiento editorial es el al momento de llegar al centenario. Esto ocurrió también
resultado de la encomiable labor desempeñada por la en el caso de la celebración del Amauta en 1994.
Comisión del Centenario del Natalicio de José María Ar-
guedas, y de las instituciones que apoyaron el proyecto En segundo lugar, quedó claro que Arguedas era más que
de la publicación: la Derrama Magisterial, el Instituto de solamente el investigador, y que éste no se trataba de un
Estudios Peruanos (IEP), la Dirección Regional de Cultura festejo meramente académico, sino que se conmemoró
del Cusco, el Banco de la Nación y la Editorial Horizonte. también al héroe cultural que es Arguedas en el Perú. En
ese sentido, la cantidad de eventos, de actos, de una con-
Para el IEP, participar en esta edición ha permitido con- memoración dispersa al interior y fuera del país, generó
cretar lo que vemos en la institución como una respon- un clima que fue mucho más allá de los aspectos estric-
sabilidad. Responsabilidad con una persona que no solo tamente académicos. Se trató entonces de un centenario
es uno de los científicos sociales ilustres, emblemáticos en el cual, de diversas formas, Arguedas fue conmemora-
del Perú, sino que fue además uno de los fundadores do como héroe cultural por su gente, por aquélla que se
de nuestra casa de estudios. Por ello, auspiciar esta pu- identifica con este héroe. Esto también hace semejante lo
blicación era nuestra responsabilidad, y así lo entendió ocurrido con el centenario de Mariátegui. La publicación
el Consejo Directivo del IEP al momento de aprobar de la Obra antropológica de Arguedas cierra entonces,
nuestra participación editorial. Sentimos, así, que hemos de manera espléndida, este encuentro entre el personaje
cumplido una responsabilidad con el entrañable autor —vale decir, el héroe cultural— y su país.
que es Arguedas y, también, con el país.
Uno de los aspectos del legado de Arguedas corresponde
Se trata de reencontrarnos entonces, a través de esta a su labor como antropólogo, y estos siete tomos reco-
publicación, no solo con Arguedas como antropólogo y gen justamente el conjunto de esta escritura no ficcio-
escritor, sino, y sobre todo, con el héroe cultural del país. nal, su creación como investigador y científico social. Al
Varios autores han señalado, en distintos momentos, que respecto, es preciso mencionar que esta vertiente de la
el autor de Los ríos profundos se ha convertido en el Perú creación de Arguedas no concierne solo a la antropología
en una suerte de “héroe cultural”; es decir, una persona en sentido estricto, sino más bien a una serie de líneas
emblemática de los sentimientos, la sensibilidad y la cultu- de trabajo que desarrolló a lo largo de su vida. De ellas
ra de nuestra colectividad nacional, en el sentido de que la podemos mencionar sus recopilaciones del folclore, es-
gente que hace parte de esta colectividad —es decir, los tudios de mitos andinos, etnografías sobre comunidades,
peruanos y peruanas, o andinos y andinas por extensión— estudios etnohistóricos, traducciones de textos quechuas,
nos vemos identificados con el legado no solo intelectual etcétera, pero que se pueden denominar, para distinguir-
de Arguedas, sino también con su trayectoria humana, las de la obra literaria, como “obra antropológica”.
con su lucha vital y, por supuesto, con los escritos que
produjo en el transcurso de esa experiencia vital. Y vaya El asunto principal que ocupa el conjunto de su obra
que se trata de una experiencia marcada por la lucha, de antropológica puede formularse mediante algunas pre-
una biografía excepcional, pues revela como pocas todas guntas simples: ¿Cuál será el destino de los indios y
las honduras y dilemas de la sociedad peruana. campesinos en el Perú frente a un proceso de cambio
cultural asociado a la modernización intensa ocurrida
En efecto, José María Arguedas es uno de los gran- en las décadas en que le tocó vivir? ¿Qué va a pasar
des “héroes culturales” del Perú. Esto lo hemos visto con los indios? ¿Van a desaparecer? ¿Se convertirán
justamente al conmemorarse el primer centenario de en sujetos occidentales y “modernos”? ¿Es posible que
su nacimiento, y la publicación que comentamos hace existan otras vías mediante las cuales el Perú pueda con-
parte de este suceso. Apreciamos al respecto dos cosas vertirse en un país de personas con igualdad de acceso
que hacen más o menos semejante esta conmemora- a derechos, como miembros de una comunidad política
ción con la del centenario del natalicio de José Carlos efectivamente democrática? Éste es, sin duda, el asun-
Mariátegui en 1994. to principal que recorre toda la obra antropológica de

50 _ tarea.org.pe
PENSAMIENTO PEDAGÓGICO

DERRAMA MAGISTERIAL

Arguedas, a lo largo de cuatro décadas que transcurren indígena, o cayendo en el extremo de invisibilizar los
entre 1930 y 1960. problemas de etnicidad, identidad y diversidad cultural,
tan hondos y complejos en la sociedad peruana. Como
Para decir algo al respecto, quisiera partir de una inquie- resultado de ello, no solo el llamado problema indígena,
tud generada hace unas semanas en una conversación sino toda la cuestión de la diversidad cultural, que se
sostenida con Eduardo Toche, amigo de muchos años e encuentra detrás de la preocupación por lo indígena, se
investigador de DESCO. La idea de Eduardo es que en fue haciendo invisible en la escena intelectual y el debate
el Perú, durante mucho tiempo, a lo largo de los siglos público predominante en el país.
coloniales y buena parte de la República, la temática in-
dígena fue el “asunto” o “problema” principal del país. Esto lo pudimos comprobar los peruanos, en forma te-
Un momento especial de esa historia ocurrió en las pri- rrible, cuando se desató la violencia interna de la dé-
meras décadas del siglo XX, pues se llegó a formular más cadas de 1980 y 1990. La Comisión de la Verdad y
claramente esta preocupación respecto a lo indígena en Reconciliación (CVR), establecida a inicios de la década
los términos de un “problema” por resolver. Es decir, el pasada para esclarecer las violaciones de los derechos
llamado “problema indígena” fue asumido como clave humanos ocurridas en el contexto de la violencia polí-
para concretar la promesa pendiente de la formación tica, encontró que más del 75% del total de víctimas
de una nación republicana. Sin embargo, según sugiere eran indígenas, en su gran mayoría quechuahablantes.
Eduardo Toche, algo ocurrió durante las décadas pos- Pero fueron víctimas anónimas que en el momento de
teriores, sobre todo después de 1920, hasta el punto su desaparición prácticamente no fueron tomadas en
de que el Perú llegó a ser un país en el cual la cuestión cuenta por el resto del país. Muchos holocaustos loca-
indígena terminó difuminándose. Es decir, dejó de ser les, ocurridos en lugares predominantemente indígenas,
central, o de ocupar el lugar protagónico en el debate tales como las alturas de Huanta o las zonas asháninkas,
sobre la realidad y el destino de la sociedad peruana. pudieron salir a la luz y ser considerados como tales
gracias al trabajo desplegado por la CVR.
Sin duda, esta pérdida de importancia del denominado
“problema indígena” fue uno de los cambios centrales Pero en el momento en que ocurrieron, estos holocaus-
del pensamiento y la imaginación peruana, que tuvo lu- tos resultaron invisibles. El aislamiento y la distancia
gar a medida que transcurrió el siglo XX. De tal forma geográfica, así como el racismo tan acendrado en la
que si arribamos al siglo XX con la novedad del descubri- sociedad peruana, no resultan suficientes para explicar a
miento de lo indio como cuestión capital para el futuro cabalidad esta situación. Pensar que en el Perú de esas
del país, tal como sugirió Jorge Basadre y fue recordado décadas, más allá de los abismos geográficos y sociocul-
por Alberto Flores Galindo, ocurrió posteriormente que, turales, se había difuminado en cierto sentido el lugar
de manera rápida, a mediados de ese siglo la proble- central que anteriormente tuvo el llamado “problema
mática indígena dejó de ser vista como esencial para la indígena”, puede resultar interesante. Un episodio con-
vida peruana. Esto resultó claro en las décadas de 1960 creto de la guerra interna resulta sumamente esclarece-
y 1970, por ejemplo, durante las cuales cristalizaron vi- dor: el caso Uchuraccay. En esa localidad no solo ocurrió
siones del país relacionadas con el establecimiento de las la terrible muerte de ocho periodistas, sino también la
modernas ciencias sociales, que enfatizaron la necesidad de muchos comuneros, pero esto lo supimos demasiado
de comprender las dinámicas de clase o modernización tarde, cuando se publicó el informe de la CVR. En enero
capitalista, dejando en un segundo plano la cuestión del 2003, la CVR publicó en los medios una lista de 137

Tarea SEPTIEMBRE 2014 _ 51


PENSAMIENTO PEDAGÓGICO

uchuraccaínos muertos, e identificó los nombres de 135 central del problema indígena en el Perú. Al punto que hoy,
de ellos. Durante un trabajo de campo realizado en esa como ya mencioné, resulta ser un problema no legible. No
comunidad unos años después, muchos comuneros me es visto como tema clave e importante. Para reflexionar
contaron que los muertos fueron más, probablemente sobre cómo ocurrió esto, podemos formular una primera
unas 150 personas, en una localidad que al iniciarse el hipótesis, partiendo de uno de los conceptos de la tradición
periodo de violencia contaba con unos 450 habitantes. hermenéutica: la noción de “horizonte de sentido”.

Cuando hablo de la condición indígena, me refiero a Un “horizonte de sentido” es un periodo de tiempo, un


la existencia de formas de conocimiento, de vida, de momento histórico en el cual se configuran creencias,
cosmovisión y organización social que no pueden ser identidades, formas de comprensión de la existencia y
asimiladas a la experiencia occidental moderna. Formas sentidos comunes anclados fuertemente en la conciencia
de ser propias o diferentes del resto, y que se refieren colectiva. Es decir, todos compartimos más o menos un
a una diferencia cultural, a distintas maneras de existir sentido común de la experiencia. Éste es un fenómeno so-
y organizar la existencia social. cial y cultural muy complejo: la formación de un “horizon-
te de sentido”. En el Perú, por ejemplo, desde inicios de la
Este asunto es clave ahora en distintos países. Pensemos, década de 1990 ha tenido lugar, entre todos los cambios
por ejemplo, en Ecuador y Bolivia, en el surgimiento de ocurridos junto a la imposición de reformas neoliberales,
movimientos indígenas y los procesos de transformación una profunda transformación del “horizonte de sentido”
que están ocurriendo en estos países en vinculación con predominante. De modo que el horizonte compartido que
ello. Pero en el Perú algo pasó, de modo que este asunto actualmente orienta la vida y la acción cotidiana, los sen-
de “lo indígena” y el futuro de la diversidad cultural —es tidos predominantes, es básicamente neoliberal. No tiene
decir, la cuestión principal en la obra de Arguedas— ha nada que ver con la situación anterior.
terminado siendo un asunto invisible o, más bien, no legi-
ble. Es decir, no resulta comprensible a ojos del sentido co- Algo parecido ocurrió justamente a partir de la década de
mún dominante. Ya no es visto como un tema importante 1920: la transformación del “horizonte de sentido”. Esto
o crucial. Fue un asunto crucial durante todo el coloniaje, hizo que, al cabo de algunas décadas, el asunto indígena,
porque para controlar esta sociedad se requería dominar que era central en todo el debate público previo, resulte
a los indios, Fue crucial, también, durante el siglo XIX e siendo un aspecto que ya no se distingue. Actualmente,
inicios del XX, porque los ninguneados de la formación no solo ha perdido importancia, sino que ya no se puede
republicana, los que quedaron al margen de la promesa apreciar ni resulta comprensible. Es una realidad ilegible a
liberal de inicios del XIX, con base en la cual se conformó la luz del “horizonte de sentido” predominante.
la República peruana, fueron justamente los indígenas.
Quisiera insistir en esta idea de que en el Perú la cues-
La promesa republicana consistió en el proyecto de confor- tión indígena ha dejado de ser visible. Muchos de los
mar una nación de ciudadanos iguales ante la ley. Sin em- llamados “conflictos sociales” de hoy acaban codifica-
bargo, esta promesa liberal se estrelló en la realidad ante la dos como “ruido político”, o como simples amenazas
situación cotidiana, concreta, de la exclusión de la mayoría al orden, al desarrollo, al crecimiento o al progreso. No
de la población del país, es decir, de los indios. De esa es casual que muchos de estos conflictos se desarrollen
forma, los indígenas resultaron excluidos de la posibilidad en zonas indígenas y convoquen la participación de mu-
de ser realmente ciudadanos de pleno derecho; es decir, chos comuneros y comuneras indígenas. Sin embargo,
personas en igualdad de condiciones que el resto, ante la pasa que ya no es visible lo que puede estar detrás de
ley pero sobre todo en las relaciones cotidianas. Tuvo que la irrupción de estos conflictos, es decir, la búsqueda de
pasar mucho tiempo para que, con la Constitución de otras formas de modernidad, de desarrollo y de progre-
1979, los indígenas analfabetos tuviesen derecho al voto. so a partir de las propias raíces.

Es cierto, pues, que el asunto indígena resulta crucial Esto se conecta con una segunda hipótesis. Tengo la im-
hasta inicios del siglo XX, pero poco a poco va perdien- presión de que la aventura vital de José María Arguedas se
do importancia en el país, al punto de llegar a hacerse puede entender como intento de ir a contracorriente del
invisible o ilegible. “horizonte de sentido” que se va haciendo predominante
en el Perú a partir de la década de 1920. Su aventura vital,
Tengo la impresión de que la vida de Arguedas puede com- tanto literaria como antropológica, y más aún el conjunto
prenderse en relación con este desvanecimiento del lugar de su vida, puede comprenderse como un intento de ir

52 _ tarea.org.pe
PENSAMIENTO PEDAGÓGICO

SERGIO ALzAGA
OLGA LUNA

en contra del “horizonte de sentido” que va invisibilizando surgimiento— y el afán vital de Arguedas por rastrear
lo indígena de manera paulatina. La vida de Arguedas, el la compleja vinculación entre lo indígena y el resto del
conjunto de su obra, va en un sentido contrario al proceso país. Esto hace que su pensamiento antropológico resul-
ocurrido en el Perú, al que Carmen María Pinilla se ha refe- te emblemático —y al mismo tiempo se distinga— del
rido al hablar de “modernización”. Es decir, desde la déca- rumbo seguido por una disciplina (la Antropología) que
da de 1920 el país se moderniza, merced a una profunda había nacido con el indigenismo, y que pronto se profe-
transformación histórica, social, estructural, que se hace sionalizó y construyó su identidad a partir del estudio de
mucho más profunda en la segunda mitad del siglo XX, la cuestión indígena. Sin embargo, mientras que buena
y que cambia el “horizonte de sentido” predominante, al parte de la Antropología seguía refugiada en los clásicos
punto de desalojar la denominada “cuestión indígena”. estudios de comunidades, y continuaba empeñada en
comprender lo indio en sí mismo, por fuera del análisis
Arguedas, en cambio, va a contracorriente de esta ten- de sus vínculos con el resto de la sociedad peruana, la
dencia, y lucha todo el tiempo por reinstalar el lugar de agenda de Arguedas resulta completamente diferente.
lo indio en un país que se ‘desindigeniza’ fuertemente en Se trata de un intento de comprender la transformación
esas décadas. Justamente por ello, Arguedas plantea que de lo indígena, y de los vínculos complejos entre lo indio y
la discusión sobre el lugar de lo indio en el futuro del país el conjunto del país, como clave para pensar un proyecto
resulta central para seguir aspirando a un futuro comparti- propio de modernidad, que no implique la desaparición
do como colectividad. Se trata, entonces, de una auténtica de lo específicamente indígena en la sociedad peruana.
lucha vital que intersecta su literatura, su antropología y
su propia experiencia personal. Una lucha dramática, que Como sabemos, una parte de su obra es estrictamen-
permite comprender episodios como la famosa Mesa Re- te literaria, y la otra, antropológica, pero necesitamos
donda sobre su novela Todas las sangres, realizada en el avanzar —ahora que por fin tenemos publicada toda la
IEP en 1965. segunda— hacia la comprensión de la unidad del con-
junto de su escritura literaria y de su pensamiento como
El desfase entre Arguedas y sus críticos, ocurrido en científico social. Porque, al final de cuentas, se trató de
esta reunión, trasluce el abismo interpretativo entre las una sola persona que escribía literatura y antropología,
modernas ciencias sociales —por entonces en pleno junto a otras varias facetas a lo largo de su vida.

Tarea SEPTIEMBRE 2014 _ 53


PENSAMIENTO PEDAGÓGICO

Su antropología es una de las vías a través de las cuales de- consistencias, insuficiencias y falsedades del indigenismo y
sarrolló una intensa lucha vital en torno al tema central de el hispanismo. Ninguna de estas dos vertientes, para Ar-
su escritura y pensamiento: el destino de los indios en una guedas, ofrecía una visión fidedigna del mundo indígena.
sociedad en abrupto proceso de cambio. Se trata de una Esto resulta muy interesante, pues muchas veces se suele
antropología que se desarrolla a lo largo de cuatro déca- encasillar a Arguedas en el campo del indigenismo, cuan-
das. El texto de Arguedas que podemos considerar como do en realidad desde el principio se trata de una voz que
su primer trabajo de análisis social es el artículo “Cómo va mucho más allá de esta corriente intelectual y artística.
viven los mineros en Cerro de Pasco”, publicado en 1936.
Al respecto, es preciso formular una pregunta clave: ¿Cómo
En este punto, quisiera permitirme una breve digresión. pudo Arguedas remontar al mismo tiempo al hispanismo
Hay una cercanía simpática entre este primer texto de Ar- y el indigenismo, a pesar de la enorme influencia de estas
guedas como investigador social y el primer poema publi- vertientes en el campo cultural e intelectual peruano de
cado por Vallejo, “Soneto”, de 1911. Este poema inicial las primeras décadas del siglo XX? Creo que la clave de
de Vallejo salió en un semanario que se editaba en Cerro respuesta a esta pregunta radica en su singular experiencia
de Pasco, llamado El Minero Ilustrado, en tanto que el vital. El indigenismo y el hispanismo comparten el hecho
primer artículo no literario de Arguedas estuvo referido de que fueron, en gran medida, discursos externos —aun-
justamente a los mineros de esta ciudad. La semejanza que opuestos— al mundo indígena. Arguedas, en cambio,
va más allá de las circunstancias de publicación de ambos provenía directamente de este mundo, y por eso logró
textos, y tiene que ver con el peso o la importancia del “filtrar” los contenidos del indigenismo y el hispanismo a
mundo minero de la sierra central en relación con lo in- través de su conocimiento vital de la sociedad indígena.
dígena y lo andino. Esta cuestión, que hasta ahora no ha En un primer momento, su reacción —claramente com-
sido suficientemente estudiada por las ciencias sociales prensible— fue en gran medida estética, más aún porque
del país, puede dar pie a toda una elaboración respec- se trataba de una persona extremadamente sensible y de
to de lo que pasa con todo el asunto de lo indígena y un gran artista. Ni el indigenismo ni, por supuesto, el his-
lo proletario en las condiciones específicas del desarrollo panismo, pudieron captar aquello que Arguedas denomi-
histórico del capitalismo en los Andes. De ahí que am- nó la “capacidad de creación artística del pueblo indio y
bos autores vieron en el mundo minero de los Andes un mestizo”. En consecuencia, ninguna de estas dos vertien-
microcosmos que mostraba con todo su dramatismo e tes lograba ofrecer una imagen fidedigna de la realidad
intensidad la lucha entre distintas fuerzas sociales. Lucha sociocultural indígena del país. Es contra esta situación que
de desenlace desconocido, pero que definitivamente im- Arguedas se rebela literariamente, buscando ofrecer una
plicaba el destino del conjunto de la sociedad peruana, imagen realista —pero no por ello desprovista de belleza
incluyendo lo indígena. Probablemente por eso, existe un y de infinita ternura— acerca de la vida de los indios y
fuerte eco o cercanía, en lo referido a la estructura y es- mestizos de los Andes peruanos. Este asunto, el interés
trategia narrativa, entre El tungsteno y Todas las sangres. de acercarse fidedignamente a la realidad indígena, de
Y es que ambas narraciones intentan elaborar un cuadro mostrar la real capacidad de creación artística del pueblo
vivo de la confrontación tenaz entre tendencias y fuerzas indio, por encima del indigenismo y el hispanismo, es la
de cambio de distinto origen social e histórico, en medio batalla que dirige su antropología intuitiva inicial, la de las
de la tumultuosa modernización capitalista de la sociedad décadas de 1930 y 1940.
peruana. Pero no nos desviemos demasiado y volvamos
al tema de este texto: la antropología arguediana. La pretensión de verosimilitud a través de la escritura lite-
raria nunca lo abandonó a lo largo de su vida, y es uno
La antropología de Arguedas presenta tres momentos de los rasgos centrales de su obra como escritor. Justa-
marcados en su evolución o desarrollo. El primero co- mente en este aspecto o “ideal” de elaborar una escri-
rresponde a una suerte de antropología intuitiva, en las tura artística llena de verosimilitud se encuentra uno de
décadas de 1930 y 1940. Antes de estudiar formalmente los laberintos más interesantes de su escritura literaria. Ha
la especialidad, Arguedas ya era un antropólogo intuitivo sido, asimismo, la fuente de discrepancia fundamental con
que realizaba importantes estudios de folclore, recopilador buena parte de las modernas ciencias sociales peruanas,
de tradición oral, estudioso de los mitos andinos, traductor como puede notarse en el episodio de la discusión de su
de canciones, cuentos y leyendas quechuas, etcétera. novela Todas las sangres, al cual ya nos hemos referido.

Durante las décadas de 1930 y 1940 Arguedas protago- Sin embargo, también en el campo del análisis literario
nizó una doble batalla. Al mismo tiempo, enfrentó las in- la escritura arguediana resulta insuficientemente com-

54 _ tarea.org.pe
PENSAMIENTO PEDAGÓGICO

OLGA LUNA

prendida. Podemos apreciar este hecho si consideramos modelo de escritura resulta bastante problemático, pero
la paciente y detallada demolición realizada por Mario sin duda fue uno de los fundamentos que condujo a su
Vargas Llosa en su famoso libro La utopía arcaica. Para autor, con insólita pasión, a escribir tanto literatura como
el premio Nobel, Arguedas nunca superó el indigenismo, antropología; es decir, a ejercer tanto su vocación de ar-
pues habría estado atrapado en lo que describe como tista como de antropólogo, con la intención explícita de ir
una “utopía” anclada en el pasado. A pesar de que más allá del hispanismo y el indigenismo, las dos corrien-
Vargas Llosa escribe sobre Arguedas motivado por una tes artísticas e ideológicas predominantes en el tiempo
profunda y legítima admiración, no es capaz de percibir en que debutó como escritor y científico social intuitivo.
que se encuentra frente a una escritura que no puede
ser asimilada al indigenismo. Sus apreciaciones termi- En estas décadas de 1930 y 1940, en la antropología
nan envueltas en sus moldes ideológicos, de modo que de Arguedas prácticamente no aparece el mestizaje. No
la exégesis crítica de Vargas Llosa, siendo sumamente es una cuestión central, porque lo urgente consiste en
exhaustivas, no logra remontar sus propios fantasmas. desvelar los mitos y falsedades construidas por el hispa-
Termina en un rotundo fracaso, porque simplemente nismo y el indigenismo en torno a los indios. Al realizar
ideologiza la interpretación de la estética arguediana. Se esta labor, tanto literaria como antropológicamente,
trata, pues, de un crítica arcaica, por cuanto extiende Arguedas va descubriendo la fuerza e importancia del
hacia atrás los supuestos ideológicos y políticos propios denominado mestizaje. Por eso después, en el segundo
del pensamiento de Vargas Llosa en el momento en que momento de la evolución de su antropología, durante
escribe su libro, proyectándolos toscamente a la obra la década de 1950, el mestizaje aparece como el tema
arguediana, como si fueran una medida válida de la principal de su escritura antropológica.
realidad ficcional del universo literario del autor.
Entonces, el primer momento de la antropología argue-
Menciono esto porque creo que en la escritura literaria y diana, que, como decíamos, corresponde a un ejercicio
antropológica de Arguedas podemos rastrear una suer- intuitivo de esta disciplina, es seguido por un siguiente
te de “arte poética” que resulta común a ambas. Ésta momento en el cual Arguedas estudia Antropología en
consiste en la búsqueda de verosimilitud a través de la San Marcos, y ejerce profesionalmente la disciplina, bá-
palabra escrita. Ahora sabemos suficientemente que este sicamente en la década de 1950 y parte de la de 1960.

Tarea SEPTIEMBRE 2014 _ 55


PENSAMIENTO PEDAGÓGICO

Pero es de destacar que a lo largo de su vida Arguedas En cierta medida, ellos mismos se convierten en vecinos
desarrolla una excepcional labor como maestro: desde de los nuevos pueblos del valle.
la enseñanza básica de aula en Sicuani, hasta llegar a
ser profesor en colegios de Lima, y después catedrático La búsqueda de la igualdad social encuentra un símbo-
universitario en San Marcos, La Cantuta y la Universidad lo en el restaurante “El Olímpico” de Huancayo, en el
Agraria. Junto a esta faceta de maestro, Arguedas es cual Arguedas observa que entre los comensales figuran
además especialista y gestor de políticas culturales, y personas notables de la ciudad, junto con indios y mes-
llega a ser responsable de distintas instituciones cultu- tizos, sin diferencias de distinción por estatus social, ves-
rales en las cuales edita revistas, promueve la investiga- timenta, idioma o raza. Algo impensable, por cierto, en
ción y hace extraordinarios esfuerzos para contribuir a regiones del sur andino como Cusco, Puno o Apurímac.
la visibilización del arte y el conocimiento indígena en
sus distintas expresiones: interpretación musical, canto, Arguedas se maravilla de esta realidad regional en la
poesía, cerámica, tradición oral, etcétera. cual, a pesar de la práctica desaparición del quechua,
se configura una fuerte identidad andina mestiza. En
En el segundo momento de la antropología de Argue- su antropología de este momento hay, entonces, una
das, resulta muy importante su trabajo sobre el valle comprensión de lo andino que de ninguna manera se
del Mantaro. Lo que encuentra al estudiar este valle restringe a lo indígena ni al mundo de las comunidades.
es una realidad mestiza, y en amplio sentido moderna, Percibe que los mestizos de los pueblos, entre los cuales
merced a la influencia de aspectos como la presencia de encuentra comerciantes exitosos pero también artistas
la minería en la región central, el intenso movimiento eximios, son tan andinos como los indígenas. Pero el
mercantil motivado por la cercanía de Lima, o el dina- hecho es que ya no son indígenas.
mismo de las comunidades del valle. Su acercamiento
a esta realidad, completamente distinta de la que había ¿Qué razones explican esta trayectoria excepcional del
conocido en su infancia, es decir, la del sur andino pe- valle del Mantaro? Esta pregunta lo conduce a elaborar
ruano de regiones como Ayacucho, Apurímac, Cusco una investigación para su tesis de bachillerato, en la cual
o Puno, es un verdadero encontronazo que le permite encuentra que entre los factores que habrían modelado
apreciar en forma más amplia la cuestión indígena, y lo que él denomina la “personalidad cultural” del valle
tomar en cuenta la complejidad del mestizaje. del Mantaro figura el hecho de que desde la Colonia no
existió en esta zona una estructura terrateniente similar
Arguedas asume así, sobre todo en la década de 1950, a la del sur peruano. La predominancia de las comunida-
una visión positiva del mestizaje. Piensa que éste, a tra- des, que mantuvieron el control de sus tierras, se reflejó
vés de un fenómeno de modernización cultural, es la en una realidad regional diferente, en la que las hacien-
base para que los indios puedan dejar de ser indios, das y relaciones serviles no ocupan el centro de la vida
se asuman como mestizos y lleguen a ser modernos y social. Desde tiempos coloniales la región central pasa
ciudadanos. Algunos espacios, que funcionan como una a modernizarse merced a la existencia de minas como
especie de laboratorio de cambio cultural de la ciudad las de Cerro de Pasco, y durante la República gracias
de Huancayo y el valle del Mantaro, le muestran esta al ferrocarril, las carreteras, la vinculación comercial con
posibilidad. Por ejemplo, lo ocurrido en diversas comu- Lima y el desarrollo urbano que encumbra a la ciudad de
nidades del valle, donde el progreso mercantil permite Huancayo como capital del moderno valle del Mantaro.
a los comuneros convertirse en mestizos emergentes
orgullosos de su condición de comuneros huancas. Arguedas encuentra entonces que la ausencia de rela-
ciones serviles, así como la predominancia de las comu-
Una comunidad emblemática de ello, entre varias otras nidades, otorga a la región la posibilidad de un mesti-
del valle, es Muquiyauyo; la misma que fue estudiada zaje moderno, que es la base de relaciones de igualdad
por Hildebrando Castro Pozo en la década de 1920, y impensables en el sur andino e inclusive en regiones
que sirvió de referente a Mariátegui para la elabora- vecinas a Huancayo, como Huancavelica o Ayacucho.
ción de sus ideas en torno al régimen comunal en el Este proceso de cambio cultural cristaliza también en
escenario agrario de la sierra peruana. Otro laboratorio una fuerte identidad regional mestiza, así como en
interesante es la feria de Huancayo, donde Arguedas expresiones artísticas sumamente originales, como los
realiza un estudio etnográfico y encuentra que el acceso tejidos, la platería, los mates burilados, la música y el
al mercado permite a indios y mestizos tener relaciones baile. El huaino y el huailas, acompañados por el sonido
cotidianas de igualdad con los vecinos de los pueblos. de las típicas bandas huancas que exhiben orgullosas los

56 _ tarea.org.pe
PENSAMIENTO PEDAGÓGICO

OLGA LUNA

instrumentos de metal, muestran esta soberbia persona- antropológica en la década de 1930, el cuestionamien-
lidad cultural que deslumbra al escritor y antropólogo. to del culturalismo y las teorías simplistas y lineales de
Como decíamos, Arguedas pasa a plantear entonces que la modernización cultural le permite avanzar hacia una
el mestizaje es una vía de solución para los problemas del antropología sumamente original en la década de 1960.
Perú; una posibilidad de resolver el denominado “proble- Es una antropología que se adelanta a plantear o sugerir
ma indígena”. Pero pronto descubre que no se trata solo muchas cuestiones que ahora ocupan el centro del deba-
de una “aculturación”, en los términos que proponen los te teórico intelectual en torno a los fenómenos culturales.
antropólogos culturalistas, mediante perspectivas como
la teoría de la modernización elaborada por diversos En este tercer momento de su antropología, Arguedas
científicos sociales estadounidenses. Arguedas comienza comienza a desarrollar una visión mucho más compleja
a cuestionar la idea de aculturación establecida en la an- del cambio cultural. Lo interesante es que logra poner
tropología, y la teoría de la modernización tan influyente en duda su propia perspectiva, proclive al mestizaje y
en las ciencias sociales de la décadas de 1950 y 1960. al desarrollismo, de la década de 1950. Esto significa
Su descubrimiento consiste en notar que los mestizos de que Arguedas pasa a cuestionar la idea de que el mes-
una zona como el valle del Mantaro no se convierten tizaje puede ser una vía de solución de los problemas
en occidentales pero logran llegar a ser modernos a su de cambio cultural en el Perú. Plantea, por el contra-
manera; es decir, a través de un camino propio que im- rio, que el mestizaje, entendido de forma distinta de la
plica un profundo cambio cultural, pero no una simple simple aculturación, debe ser ingrediente de un proceso
aculturación lineal, tal como proponían los antropólogos más amplio de transformación y modernización cultural,
culturalistas e instituciones de raíz indigenista, tales como pero que no implique —y ésta es la novedad de su pen-
los institutos indigenistas constituidos en diversos países samiento en la década final de su vida— la desaparición
desde la década de 1940. de la matriz cultural indígena, o de los modos de ser
indígena. Allí entra la idea de “todas las sangres”. Esta
Esto lo conduce al tercer momento de su antropología, imagen se refiere, en esencia, al ideal de que la perte-
desarrollada sobre todo en la década de 1960, la última nencia a lo peruano incluya de manera plena toda la
de su vida. Si la crítica del indigenismo y el hispanismo diversidad cultural tan propia de nuestra trayectoria his-
permitió a Arguedas iniciar su obra creativa literaria y tórica. Pero no se trata solamente de un deseo, sino más

Tarea SEPTIEMBRE 2014 _ 57


PENSAMIENTO PEDAGÓGICO

bien de una posibilidad, en el sentido sociológico de la una cualidad metodológica: es una antropología que
palabra. Es decir, el antropólogo Arguedas vislumbra la se elabora mediante el conocimiento directo de esta
existencia en la sociedad peruana de una tendencia a realidad, a través de la realización de sendos trabajos
la creación de formas de modernidad y pertenencia a de campo. Este tipo de investigación permite a Argue-
lo peruano, que no desalojan la esencia indígena. Por das volcar sobre su propio conocimiento antropológico
el contrario, se sustenta en viejas raíces colectivas, que toda su excepcional experiencia vital. Los múltiples tra-
pueden constituir la base de nuevas formas de perua- bajos de campo antropológicos que Arguedas realiza le
nidad, ciudadanía y modernidad. Aún más: para Argue- permiten conocer directamente la realidad de diversas
das —como revelan algunos textos de sus últimos años zonas de los Andes peruanos, tales como el callejón
de vida— no se trataba de una posibilidad restringida de Huaylas, Ayacucho, el valle del Mantaro, Cusco,
a lo nacional, sino más bien de la plena pertenencia a Puno, entre otros, donde realiza sendas etnografías,
la condición humana universal. estudios etnohistóricos y recopilaciones de cultura viva
o folclore.
El “modelo” o “ideal” del último Arguedas, entonces,
consiste en la posibilidad de construir una nación y una Este conocimiento profundo de la realidad andina es la
república unitaria, pero que permite la existencia ple- base del ejercicio de una antropología comparada, que
na en su interior de formas de ser distintas, modos de en Arguedas resulta fundamental. Es que el antropólo-
comprensión y organización social de la vida distintas, go Arguedas elabora a lo largo de su vida una antro-
culturas diferentes en condiciones de igualdad. Es de- pología comparada que se despliega desde los Andes
cir, formas de ser plenamente humanas, nacionales y peruanos y llega a abarcar otras realidades. Elabora, así,
universales al mismo tiempo, que no expulsen las raíces una reflexión riquísima de antropología filosófica sobre
indígenas sino que las conviertan en su sustento. Este lo universal y lo humano, que fue trágicamente quebra-
“ideal” de un país moderno con plena diversidad cul- da por su fatal decisión final.
tural ocupa el centro de la preocupación antropológica
de Arguedas durante la década de 1960, especialmen- Arguedas desarrolla sucesivamente una reflexión antro-
te en los últimos años de su vida. La antropología de pológica comparativa, que se inicia mediante el recurso
Arguedas, entonces, contrariamente a lo que él mismo a la comparación de diversas zonas de los Andes perua-
decía respecto a su formación profesional y sus lectu- nos. Por ejemplo, compara a las comunidades del valle
ras, resulta ser de extraordinaria calidad y profundidad. del Mantaro y Ayacucho, así como la evolución histórica
Puede ser vista —tal como ya he sugerido— como una y social de regiones como Cusco, Puno y el Callejón de
antropología que en gran medida se adelantó a su tiem- Huaylas. Este trabajo comparado de las distintas regio-
po, pues abre perspectivas sumamente fértiles y origina- nes del Perú es sumamente interesante: piensa com-
les para la discusión de los problemas de la diversidad parativamente a Puquio con el valle del Mantaro, al
cultural y de la igualdad, en las condiciones específicas valle del Mantaro con el Cusco, al Cusco con Apurímac,
de la sociedad peruana, pero sin perder su inspiración Huancavelica y el callejón de Huaylas, etcétera. Poste-
humanista de alcance universal. riormente plantea interesantes reflexiones comparadas
entre el Perú y México, el Perú y Guatemala, Bolivia y
Durante cuatro décadas, entre 1930 y finales de 1960, el Perú, Ecuador y el Perú, en distintos momentos de
la antropología de Arguedas aborda problemas fun- su trabajo antropológico. Y lleva adelante un proyecto
damentales de la realidad sociocultural propia de esta de investigación sumamente ambicioso en torno a las
parte del mundo. Pero no por un afán de conocimiento formas de organización comunal de los pueblos de Es-
académico o especializado, sino por el interés de apor- paña, que sustenta su tesis doctoral “Las comunidades
tar a resolver una cuestión fundamental: el lugar de de España y del Perú”. Este trabajo es un valioso aporte
lo indígena en la construcción de una sociedad plena- de antropología comparada sobre las lógicas comuni-
mente democrática, basada en la búsqueda de la igual- tarias de los pueblos de España y los Andes, y solo en
dad humana más amplia. Se trata, sin duda, de una los últimos años viene siendo valorado en su completa
antropología fuertemente situada en una realidad so- dimensión, tanto en América como en España y otros
cial, geográfica e histórica específica, correspondiente lugares de Europa.
al “mundo” indígena de los Andes peruanos. Quiero
resaltar, al respecto, que planteo la idea de una antro- Entonces, Arguedas desarrolla una antropología com-
pología situada en un escenario específico, no porque parativa que se adelanta fuertemente a la antropología
piense que se limite a este espacio, sino más bien por de nuestros días. En los tres momentos reconocibles

58 _ tarea.org.pe
PENSAMIENTO PEDAGÓGICO

de su obra antropológica logra ir mucho más allá del Justamente estos textos de los últimos años de su vida
indigenismo y, obviamente, construye un formidable son en realidad esbozos de antropología filosófica y po-
cuestionamiento del hispanismo. Su lucha inicial de lítica acerca de la posibilidad de que el Perú pueda llegar
las décadas de 1930 y 1940, que motiva sus primeros a ser un país moderno en sus propios términos. Un país
textos literarios y su antropología intuitiva, es asumida con plena igualdad de derechos, donde esto no signifi-
ejemplarmente mediante la elaboración de un corpus de que necesariamente la desaparición de lo indio. Por el
trabajos aún insuficientemente explorados, basados en contrario, en su opinión es justamente la redefinición
etnografías, recopilaciones de campo y el vínculo directo del lugar de lo indio en el conjunto del país el camino
con muchos artistas y creadores indígenas y mestizos que debe permitir avanzar hacia ese ideal. Como puede
de todo el país. Entre las décadas de 1940 y 1960, apreciarse, se trata de un proyecto de auténtica desco-
Arguedas logra ir mucho más allá de la propia forma- lonización cultural para el país.
ción antropológica que recibió en las aulas universitarias
sanmarquinas, y de la predominancia de la antropología De esta manera, hacia el final de su vida el antropólogo
culturalista de esos años. Su lucha vital e intelectual ya Arguedas logra trazar algunos elementos fundamenta-
no consiste solamente en el empeño de revelar fide- les de un proyecto de cambio cultural, modernización
dignamente la realidad del universo indígena a través y democratización auténticas para el Perú. Se trata de
de la escritura literaria y no literaria: se envuelve en atisbos valiosos de un proyecto que, lamentablemente,
los laberintos del mestizaje, y posteriormente logra salir fue truncado justo cuando empezaba a tomar vuelo,
de esa órbita engañosa planteando caminos propios de debido a la tragedia de su muerte. El momento final
solución a los problemas de postración, explotación y de su lucha vital, entonces, coincide con la formulación
dominación indígena. Su empeño en la búsqueda de de una agenda aún pendiente en el país: la necesidad
vías inéditas para superar la invisibilidad de las culturas de construir formas de modernidad propias, auténti-
indígenas lo conduce al cuestionamiento del diseño de camente peruanas, que no desparezcan a las culturas
conjunto del país. indígenas.

En la década de 1960, esta agenda continúa amplián- Así, Arguedas corona la trayectoria que puede observar-
dose a través de la realización de sendos trabajos de se en el conjunto de su obra: ir a contrapelo del cambio
campo antropológicos, como el que emprende en el de “horizonte de sentido” que afecta fuertemente al
puerto-ciudad de Chimbote, que da origen a su última e Perú desde la década de 1920, y que se prolonga de
inconclusa novela, El zorro de arriba y el zorro de abajo. cierto modo hasta nuestros días. Por eso Arguedas se
Pero además, su preocupación acerca del futuro de la ha convertido en un héroe cultural, como recordaba al
sociedad indígena parece abarcar un espectro univer- comenzar y referirme a los festejos de su primer cente-
sal, por cuanto sustenta reflexiones de hondo alcance, nario. Y por eso, los asuntos que asumió al desarrollar
realizadas en textos extraordinarios como “La cultura: su labor como antropólogo, que ahora podemos leer
patrimonio difícil de colonizar” o “No soy un acultura- gracias a la edición de los siete volúmenes de su Obra
do”, publicados en 1966 y 1967, respectivamente. antropológica, siguen siendo un material fundamental
e imprescindible, que seguramente dará lugar a muchas
El trasfondo de estos textos es una antropología com- otras batallas, en un país donde el anhelo de “todas las
parada del cambio cultural, en sociedades que enfren- sangres” sigue siendo vigente e ineludible.
tan situaciones de colonización histórica y el desarrollo
avasallador del capitalismo moderno, junto a la previa
colonización. Modernización capitalista y colonización, rEfErEnCias bibliográfiCas
entonces, parecen ser los dos elementos que van mo-
delando una lógica de “progreso” que a todas luces es arGuEdaS, José María (1983). obras completas. 5 tomos.
cuestionada por la antropología comparada de conteni- lima: Editorial horizonte.
dos filosóficos del último Arguedas. Lo que encuentra al
asumir esta lucha vital e intelectual es que sí es posible arGuEdaS, José María (2013). obra antropológica. 7 tomos.
pensar en formas de modernidad que no desalojen a las lima: comisión del centenario del natalicio de José María ar-
culturas indígenas originarias. Una vía para ello parece guedas / Ministerio de cultura / Editorial horizonte / instituto
ser la idea del “individuo quechua moderno”, como él de Estudios Peruanos / derrama Magisterial / Fundación cultu-
mismo se describe en uno de sus textos de este tercer ral del Banco de la nación.
momento de su pensamiento antropológico.

Tarea SEPTIEMBRE 2014 _ 59

You might also like