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EXPEDIENTE : 0650-2011-0-1401-JR-CI-04
MATERIA : NULIDAD DE ACTO JURIDICO
RELATOR : LUIS ALBERTO OYANGUREN RAMOS
DEMANDANTE : COMUNIDAD CAMPESINA YAUCA DE COCHARCAS
DEMANDADO : EMPRESA AGRÍCOLA EL PEDREGAL S.A.
JUEZ : DR. CHRISTIAN MARTÍN LINARES MOLINA
SENTENCIA DE VISTA
Sumilla: El artículo 140° del Código Civil, establece que el acto jurídico es la manifestación de
voluntad destinada a crear, regular, modificar o extinguir relaciones jurídicas. Siendo que, para u validez
se requiere, entre otros: agente capaz; fin lícito; observancia de la forma prescrita bajo sanción de
nulidad. En tal sentido, la manifestación de voluntad resulta ser esencial en la conformación del acto
jurídico, ya que la misma debe provenir de agente capaz y su exteriorización debe cumplir con las
exigencias legales, de existir éstas.
De otro lado, el artículo 7° de la Ley N°24656, “Ley de Comunidades Campesinas”, establece que las
tierras de las comunidades campesinas son inembargables e imprescriptibles; también son inalienables.
Por excepción podrán ser enajenadas, previo acuerdo de por lo menos 2/3 de los miembros de la
Comunidad, reunidos en Asamblea General convocada expresa y únicamente con tal finalidad
(…)”
Resolución Nº 62
La Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Ica, observando las formalidades
previstas en el articulo 131° del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial; y, producida
la votación con arreglo a ley, interviniendo como Juez Superior Ponente Mary Luz Del Carpio Muñoz;
este Colegiado emite la siguiente sentencia:
I.- ASUNTO:
II.- ANTECEDENTES:
De la revisión de los actuados, se establece que, mediante escrito de fojas 785 a 794,
EMPRESA AGRÍCOLA “EL PEDREGAL” S.A.C., apela la sentencia antes referida, solicitando que
sea revocada o declarada nula. Sustentan su pretensión impugnatoria en los argumentos siguientes:
1). Señala que la sentencia vulnera su derecho a un debido proceso, al derecho de defensa, a la
motivación de resoluciones y a la tutela jurisdiccional efectiva; ya que se habría sentenciado fundándose
en un solo medio de prueba admitida de oficio, como es el Exp. N°2507-2006, sobre impugnación de
acuerdos.
2) Asevera que el A quo ha emitido una sentencia arbitraria y vulneratoria de derecho; pues, el A quo
considera que no existió manifestación de voluntad de la demandante por cuanto en la Asamblea General
del 26.05.2006, se habría adoptado el acuerdo de venta de terrenos a favor de “El Pedregal” vulnerando
el artículo 7° de la Ley N°24656.
3) Indica que el Exp. N°2507-2006, fue actuado de oficio; y, nunca se le notificó a la parte demandada
para que lo pueda cuestionar. Esto es, el Juez excediendo sus facultades dispone prueba de oficio; pese
a que la parte demandante nunca ofreció como prueba el indicado expediente judicial.
4) De otro lado, señala que en el Exp. N°2507-2006, sobre impugnación de acuerdos, no fue parte la
Empresa Agrícola “El Pedregal” S.A.C.; por lo tanto la sentencia sería nula; máxime si e A quo no ha
valorado los medios de prueba ofrecidos por la parte demandada.
5) Finalmente, señala que no existiría conexión lógica entre los hechos y el petitorio, ya que la vendedor
sí expresó su voluntad para transferir el predio sublitis y no existiría formalidad prevista en la ley para la
compraventa de predios por una comunidad campesina, conforme al artículo 7° de la Ley N°24656.
Además, señala que la norma antes señalada ha sido interpretada erróneamente por el Juzgador.
6) En cuanto a los agravios señala que la impugnada le causa agravio procesal, económica y patrimonial;
además, vulnera sus derechos al debido proceso, motivación, defensa y tutela jurisdiccional.
Cocharcas (período 2005 – 2006), está incursa en la causal de falta de manifestación de voluntad y
si la misma se celebró sin observar la forma prescrita por la ley, bajo sanción de
nulidad, previstos en los incisos 1) y 6) del artículo 219° del Código Civil y si corresponde
declarar su nulidad;
Si la Escritura Pública de compra – venta de fecha 14.07.2006 (Escritura Pública de compra venta
de 108 Hás. (lotes Nros. 5, 6, 7 y 8) de fecha 14.07.2006, celebrada entre la Comunidad Campesina Yauca de Cocharcas,
representada por Carlos Guillermo Morón Pacheco, presidente de la Directiva Comunal de la Comunidad Campesina Yauca de
Cocharcas (período 2005 – 2006) y de la otra parte Empresa Agrícola El Pedregal S.A.) , sería un acto jurídico
ineficaz.
Si se ha incurrido en vicios de nulidad insubsanables en esta instancia.
Con este propósito es necesario sentar las bases normativas, jurisprudenciales y doctrinarias ,
respecto de las interrogantes planteadas.
Primero: Con el propósito de dar respuesta al problema jurídico planteado, es necesario sentar las
bases normativas, jurisprudenciales y doctrinarias, que servirán de sustento para el presente
pronunciamiento. Así tenemos que:
1.1) Los incisos 3) y 5) del Artículo 139° de la Constitución del Estado, establecen que son principios y
garantías de la administración de justicia el debido proceso y la motivación escrita de las
resoluciones judiciales.
1.2) Estos mandatos constitucionales deben interpretarse en concordancia con el Artículo VII del Título
Preliminar y el inciso 3) del artículo 122° del Código Procesal Civil, que establece que el Juez aplica
el derecho que corresponda aunque no haya sido invocado por las partes o haya sido invocado
erróneamente; sin embargo, no puede ir más allá del petitorio ni fundar su decisión en hechos
diversos a los que han sido alegados por las partes. De otro lado, se establece que las
resoluciones contienen la mención sucesiva de los puntos sobre los que versa la resolución
con las consideraciones, en orden numérico correlativo, de los fundamentos de hecho en que
sustentan su decisión, y los respectivos de derecho con la cita de la norma o normas
aplicables a cada punto, según el mérito de lo actuado . Siendo que, la resolución que no
cumpla con estos requisitos será nula.
1.3) Estos mandatos normativos, constituyen la garantía del derecho de todo ciudadano a recibir de los
órganos jurisdiccionales una respuesta motivada y fundada en derecho. En efecto, el derecho a un
debido proceso y a la tutela jurisdiccional efectiva incluye como contenido básico, el derecho
a obtener de los órganos judiciales una respuesta razonada, motivada, fundada en
derecho y en los hechos; además, debe guardar congruencia con las pretensiones
oportunamente planteadas por las partes . Es así que, el derecho a una resolución fundada
en derecho, como lo preceptúa el artículo 139° numeral 5) de la Carta Magna, garantiza a
los justiciables el que una resolución se sustente en las normas del ordenamiento y en los
actuados jurisdiccionales, de modo que la decisión en ella adoptada, sea una conclusión
coherente y razonada de las normas del ordenamiento jurídico nacional, correctamente
interpretadas y contrastadas con lo actuado.
Tercero: Para efectos de determinar los alcances de la causal de falta de manifestación de voluntad,
prevista en el inciso 1) del artículo 219° del Código Civil, es necesario tener en cuenta lo previsto en el
artículo 141° del Código Civil, que establece que la manifestación de voluntad puede ser expresa o
tácita. Es expresa cando se realiza de forma oral o escrita, a través de cualquier medio directo, manual,
mecánico, electrónico u otro análogo. Es tácita cuando la voluntad se infiere indubitablemente de una
actitud o circunstancias de comportamiento que revelan su existencia. No puede considerarse que exista
manifestación tácita cuando la ley exige declaración expresa o cuando el agente formula reserva o
declaración en contrario.
En relación a este mandato normativo se señala a nivel doctrinario que, son elementos de la
voluntad jurídica: el discernimiento, la intención, la libertad y la exteriorización; siendo que, la
concurrencia de los tres primeros queda formada la voluntad interna; empero, para que ésta produzca
efectos jurídicos, debe ser exteriorizada. La manifestación de voluntad expresa puede ser
formulada directamente por la persona interesada o por su representante legal o convencional .
De otro lado, la falta de manifestación de voluntad del agente constituye una carencia esencial
en la configuración del acto. Es una causa intrínseca de la nulidad que encuadra perfectamente en la
teoría como una causal de nulidad.
Quinto: Finalmente, se hace necesario aludir a las categorías de nulidad, invalidez e ineficacia; puesto
que, la tesis de la parte demandada es que, en el presente caso no estaríamos frente a un supuesto de
nulidad sino de ineficacia del acto jurídico. Por tal motivo, corresponde precisar lo siguiente:
La ineficacia del acto jurídico es la incapacidad de éste para producir efectos jurídicos; y,
tiene diversas causas, como por ejemplo: ha sido mal constituido (causa intrínseca) o por que
se presentan circunstancias exteriores al acto (resolución, imposibilidad sobrevenida, etc) que
le impiden generar los efectos buscados por las partes. En otros términos, cuando hablamos de
ineficacia hacemos referencia a la falta de aptitud del acto jurídico para producir efectos
jurídicos o los buscados por las partes intervinientes en su celebración.
o Causas intrínsecas falta de los requisitos esenciales (agente capaz, forma prescrita
bajo sanción de nulidad). Siendo que, la nulidad es causa de ineficacia del acto
jurídico.
o Incumplimiento de norma imperativa,
o Anulabilidad del acto jurídico,
o Rescisión,
o Entre otros.
La invalidez está referida a la falta o vicio de alguno de los elementos esenciales, o carezca
de uno de uno de los presupuestos necesarios al tipo de negocio a que pertenece. En otros
términos, la invalidez es la falta de idoneidad para producir los efectos esenciales del tipo que
deriva de la lógica correlación establecida entre requisitos y efectos por el dispositivo de la
norma jurídica y es, conjuntamente, la sanción del deber impuesto a las partes de utilizar
medios adecuados para la consecución de sus fines propios.
o La diferencia entre la invalidez y la ineficacia es de especie a género; pues, la
invalidez es la ineficacia producida por vicios intrínsecos al acto; mientras que, la
ineficacia en general, es cualquier situación en la que el acto deja de producir efectos
jurídicos.
La nulidad tiene que ver con la ausencia de un requisito esencial, o bien sea contrario al orden
público o a las buenas costumbres o bien infrinja una norma imperativa. En el caso de la nulidad,
no es necesario que sea declarada, pues viene impuesta como sanción con que la ley castiga la
inobservancia de una norma coactiva.
de la Directiva Comunal de la Comunidad Campesina Yauca de Cocharcas (período 2005 – 2006) , estaría incursa en la causal de
falta de manifestación de voluntad prevista en el inciso 1) del artículo 219° del Código Civil.
6.2) En la sentencia impugnada, específicamente en los Considerandos Séptimo a Décimo, el A quo ha
sustentado su decisión en que conforme al artículo 7° de la Ley N°24656, para disponer de tierras de las
comunidades campesinas se requiere el acuerdo de por lo menos 2/3 de los miembros calificados en
Asamblea General convocada expresa y únicamente con esa finalidad. Así mismo, recurre al Exp.
N°2006-2507, haciendo ver que en dicho expediente se declaro la nulidad de la Asamblea General
Extraordinaria del 28.05.2006; con lo cual se entendería que la Comunidad Campesina Yauca de
Cocharcas no expresó su voluntad válidamente.
6.3) En este contexto, corresponde señalar que, conforme se ha precisado en el Considerando Tercer de
este pronunciamiento, los elementos de la voluntad jurídica son: el discernimiento, la intención, la
libertad y la exteriorización; siendo que, la concurrencia de los tres primeros queda formada la
voluntad interna; empero, para que ésta produzca efectos jurídicos, debe ser exteriorizada. La
manifestación de voluntad expresa puede ser formulada directamente por la persona interesada o
por su representante legal o convencional.
Debe tenerse en cuenta que, la Escritura Pública de compra – venta de fecha 14.07.2006
(de 108 Hás., lotes Nros. 5, 6, 7 y 8, más 30hás. ubicadas al costado del fundo Uribe Coello) de fecha 14.07.2006; si bien fue
celebrada por Carlos Guillermo Morón Pacheco, en su calidad de presidente de la Directiva Comunal
de la Comunidad Campesina Yauca de Cocharcas (período 2005 – 2006); no es menos cierto que, éste
último, no expresó la real voluntad de los miembros calificados de la comunidad demandante; sino
únicamente la voluntad de 42 miembros que votaron a favor de la enajenación del predio sublitis,
conforme aparece en el Acta de la Asamblea Extraordinaria del 28.05.2006; los mismos que no
representaban las 2/3 partes de sus miembros calificados.
Esto implica que, en la celebración del acto jurídico cuestionado, no concurrieron los tres
elementos indispensables para la conformación de la voluntad interna, ya que no estuvo presente la
común intención de vender de los 2/3 de los comuneros; y, si bien el representante de la Comunidad
Campesina Yauca de Cocharcas, exteriorizó una presunta voluntad de los miembros calificados ;
dicha manifestación de voluntad no resultaba válida, por cuanto no provino de por lo menos las 2/3
partes de los miembros calificados, conforme lo dispone el articulo 7° de la Ley N°24656.
En efecto, conforme se expresó en el escrito de demanda, y que no fuera contradicho
expresamente en la contestación, en la Asamblea General Extraordinaria llevada a cabo el 28.05.2006,
con el fin de tomar acuerdos respecto a la transferencia de las tierras de la Comunidad Campesina Yauca
de Cocharcas, se contó únicamente con 42 votos a favor, 05 en contra y 46 abstenciones.
Evidenciándose, en tal sentido, que no existía en los comuneros la común intención de enajenar el predio
sublitis; más aún si, para dicho fin se requería no menos de 61 votos a favor conforme al artículo 7° de la
Ley N°24656.
En síntesis, queda claro que al no haber existido la común intención de materializar la venta de
las tierras por parte de los miembros calificados de la Comunidad Campesina Yauca de Cocharcas, no se
configuró la voluntad interna; y, por ende, la exteriorización de una voluntad inexistente, no puede
surtir efectos jurídicos; máxime si, conforme a lo previsto en el artículo 7° de la Ley N°24656, “Ley de
Comunidades Campesinas”, para disponer de las tierras campesinas, se requiere por lo menos, que los
2/3 (61 votos) de los miembros calificados voten a favor de dicha moción.
6.4) Para concluir, se ha señalado que, la falta de manifestación de voluntad del agente constituye
una carencia esencial en la configuración del acto, pues en esencia, el acto jurídico es la
manifestación de voluntad destinada a crear, regular, modificar o extinguir relaciones jurídicas. En otros
términos, la ausencia de manifestación de voluntad, es una causa intrínseca de la nulidad del acto
jurídico (pues la manifestación de voluntad constituye la esencia misma del acto jurídico);
siendo que, la ausencia de manifestación de voluntad es una causal de nulidad del acto jurídico, la misma
que se subsume en lo previsto en el inciso 1) del artículo 219° del Código Civil.
Uribe Coello) de fecha 14.07.2006; por ende, se habría incurrido en la causal prevista en el inciso 6) del
artículo 219° del Código Civil.
7.2) El A quo, en el Considerando Décimo Primero de la impugnada aduce que, conforme se habría
establecido en los fundamentos sobre falta de manifestación de voluntad, en la Escritura Pública de
compra – venta de fecha 14.07.2006 (de 108 Hás., lotes Nros. 5, 6, 7 y 8, más 30hás. ubicadas al costado del fundo Uribe
Coello) de fecha 14.07.2006, no se habría observado las formalidades previstas en la ley; y, ampara este
extremo de la demanda, basándose en lo previsto en el artículo 7° de la Ley N°24656.
7.3) En este extremo corresponde hacer ver que, conforme se ha expuesto en el Cuarto Considerando
de este pronunciamiento, cuando se hace referencia a la forma prescrita por la ley, estamos frente a un
imperativo legal, necesario, o forzoso; pues, la forma prescrita se vincula a las formalidades y
ritualidades que debe cumplirse en la celebración de un acto jurídico bajo sanción de nulidad ;
pues, vienen impuestos por mandato expreso de la ley. La formalidad impuesta por la ley, debe primar
sobre la voluntad de las partes; en caso contrario, el acto es nulo por faltarle un requisito esencial. Así por
ejemplo, el artículo 1625° del Código Civil ha impuesto que la donación de un inmueble se efectúe a
través de escritura pública; esta formalidad (escritura pública) está por encima de la voluntad de las
partes, ya que proviene por mandato expreso de la ley.
7.4) En el caso que nos ocupa, se cuestiona la Escritura Pública de compra – venta de fecha
14.07.2006 (de 108 Hás., lotes Nros. 5, 6, 7 y 8, más 30hás. ubicadas al costado del fundo Uribe Coello) de fecha 14.07.2006;
bajo el argumento que, en la celebración de este acto jurídico se habría inobservado la forma prescrita en
la ley para transferir el predio sublitis. En efecto, si bien es cierto, conforme lo prevé el artículo 1529° del
Código Civil, el contrato de compraventa no está sometido ninguna formalidad imperativa o
expresa, pues se señala únicamente que por la compraventa el vendedor se obliga a transferir la
propiedad de un bien al comprador y éste a pagar su precio en dinero; no es menos cierto que, el artículo
7° de la Ley N°24656, “Ley de Comunidades Campesinas” ha establecido que, en principio las tierras
campesinas son inembargables e imprescriptibles. También son inalienables. Por excepción, podrán ser
enajenadas, previo acuerdo de por lo menos dos tercios de los miembros calificados de la Comunidad,
reunidos en Asamblea General convocada expresa y únicamente con tal finalidad. Dicho acuerdo deberá
ser aprobado por ley fundada en el interés de la Comunidad, y deberá pagarse el precio por adelantado.
Como es fácil de esgrimir, el mandato normativo antes transcrito, ha impuesto un procedimiento y
formalidades para proceder a la transferencia de la propiedad de las Comunidades Campesinas;
conforme al siguiente detalle:
Convocar a una Asamblea General con el único fin de deliberar la venta de las tierras
campesinas.
En la votación, por lo menos 2/3 de los miembros calificados, deben haber votado a favor de la
venta.
El acuerdo debe ser aprobado por Ley, fundada en el interés de la comunidad.
El precio debe pagarse por adelantado.
7.5) Como se ha podido apreciar, en el decurso del proceso, previo a la la Escritura Pública de compra
– venta de fecha 14.07.2006 (de 108 Hás., lotes Nros. 5, 6, 7 y 8, más 30hás. ubicadas al costado del fundo Uribe Coello)
de fecha 14.07.2006, se llevó a cabo una Asamblea General Extraordinaria en un lugar distinto al que
debía sesionar conforme al artículo 22° de los Estatutos; luego, en la votación, sólo 42 comuneros
votaron a favor; 05 en contra y hubieron 46 abstenciones; cuando, se requería por lo menos 61 votos
a favor para optar por la venta del predio sublitis. Además, no se ha demostrado la existencia de la
ley autoritativa ni que el precio haya sido pagado por adelantado, conforme se dispone en el artículo
7° de la acotada ley.
7.6) Siendo esto así, estamos frente a un caso, en el que se ha inobservado el procedimiento establecido
en la ley para proceder a la transferencia de un predio perteneciente a la Comunidad Campesina
Yauca de Cocharcas; y, si bien es cierto la Escritura Pública de compra – venta de fecha
14.07.2006 (de 108 Hás., lotes Nros. 5, 6, 7 y 8, más 30hás. ubicadas al costado del fundo Uribe Coello) de fecha
14.07.2006, contiene la manifestación de voluntad del representante de la Comunidad Campesina;
empero, la misma esta viciada de nulidad por no coincidir con la voluntad de por lo menos 2/3 los
comuneros y por no haberse seguido el procedimiento previsto en la ley.
7.7) En tal sentido, se advierte que la compraventa que se celebró mediante Escritura Pública de fecha
14.07.2006, está viciada de nulidad; pues, se pretendió la transferencia de un predio a cambio del
pago del precio en dinero; sin observar el procedimiento y las formalidades establecidas en el artículo
7° de la Ley N°24656, “Ley de Comunidades Campesinas”. Por ende, se configura la causal de
nulidad prevista en el inciso 6) del artículo 219° del Código Civil; por lo que, corresponde confirmar la
venida en grado.
Octavo: Así mismo, se ha cuestionado la sentencia venida en grado por considerar que, en el presente
caso no se habría configurado la causal de nulidad del acto jurídico , sino que estaríamos inmersos
en la categoría de ineficacia del acto. Al respecto, hemos señalado que la ineficacia del acto jurídico
es la incapacidad de éste para producir efectos jurídicos, ya sea por que ha sido mal constituido (causa
intrínseca) o por que se presentan circunstancias exteriores al acto (resolución, imposibilidad
sobrevenida, etc.) que le impiden generar los efectos buscados por las partes. Esto es, la ineficacia es la
falta de aptitud del acto jurídico para producir efectos jurídicos.
En cuanto a este aspecto, debemos señalar que la relación entre ineficacia y nulidad, es de
género a especie; por lo tanto, la declaración de nulidad, da lugar a la ineficacia del acto jurídico. Siendo
esto así, queda claro que al demandarse la nulidad de un acto jurídico, lo que en el fondo se pretende es
que dicho acto no surta los efectos naturales o previstos por las partes.
En el caso de autos, al declararse la nulidad de la Escritura Pública de fecha 28.05.2006, se
está imponiendo una sanción y que dicho acto no surta los efectos previstos por quienes intervinieron en
su celebración. Puesto que, la voluntad exteriorizada por el co demandado Carlos Guillermo Morón
Pacheco no respondía a la voluntad interna (intención) de los miembros de la Comunidad Campesina
Yauca de Cocharcas, conforme se estableció en el Exp. N°2006-2507; por ende, dicho acto jurídico es
nulo y no puede surtir efectos (ineficaz), al estar ausente un requisito esencial y estructural para la
conformación de un acto jurídico.
Décimo: Sin perjuicio de lo anterior, en relación a los actuados correspondientes al Exp. N°2006-2507,
sobre impugnación de acuerdos societarios, se advierte que en dicho proceso judicial, mediante
sentencia de vista de fojas 421 a 425, se declaró la nulidad del acuerdo de la Asamblea General de fecha
28.05.2006, al considerar que no se contó con los 2/3 de votos a favor de la enajenación de los lotes 5, 6,
7 y 8 más las 30 hás. ubicadas al costado del Fundo Uribe, lo que contravendría lo previsto en el artículo
7° de la Ley N°24656, “Ley General de Comunidades Campesinas”. Así mismo, se llegó a colegir que en
los Estatutos se estableció el lugar donde debía sesionarse; sin embargo, los directivos llevaron a cabo la
sesión del 28.05.2006, en lugar distinto al previsto en el artículo 22° de los Estatutos de la Comunidad
Campesina Yauca de Cocharcas; esto se esgrime de los fundamentos noveno a décimo primero de la
acotada sentencia.
En tal virtud, el cuestionamiento formulado en el recurso de apelación, en el sentido que el A quo
se habría remitido a los actuados judiciales del Exp. N°2006-2507; pese a que, la demandada Empresa
Agrícola “El Pedregal” S.A, no tuvo conocimiento de la tramitación de dicho proceso, adolece de asidero
legal y fáctico; pues, conforme se ha establecido precedentemente, cuando se pretende adquirir y/o
disponer de las tierras de las comunidades campesinas, debe observarse lo previsto en el artículo 7° de
la Ley N°24656; que en principio, establece que las tierras de las comunidades campesinas son
inembargables, imprescriptibles e inalienables; siendo que, excepcionalmente, se puede disponer de
las tierras campesinas; siempre que exista acuerdo de por lo menos las 2/3 partes del número de sus
miembros calificados. Siendo esto así, la co demandada Empresa Agrícola “El Pedregal” S.A., para
adquirir los predios de la Comunidad Campesina Yauca de Cocharcas, debió premunirse de la
documentación que acredite el cumplimiento de las exigencias legales previstas en el artículo
7° de la Ley N°24656; máxime si, se entiende que la Ley es conocida por todos los ciudadanos a partir
de su publicación en el Diario Oficial El Peruano.
VI.- DECISIÓN:
Por estos fundamentos y en aplicación de los artículos 219° incisos 1) y 6) del Código Civil, el
artículo 7° de la Ley N°24656, “Ley de Comunidades Campesinas”; y, los artículos 176° y 172° del
Código Procesal Civil, este Colegiado, en ejercicio de sus atribuciones: CONFIRMARON la Sentencia
(resolución número cincuenta y dos) de fecha veinticuatro de mayo del año 2016, obrante de fojas 769 a
777, que resuelve:
Declarar FUNDADA la demanda de nulidad de acto jurídico presentada por la COMUNIDAD
CAMPESINA YAUCA DE COCHARCAS representada por Eliseo Barboza Tapia y Genera
Rogelio Tenorio Duarte contra GUILLERMO MORÓN PACHECO – ex presidente de la Directiva
Comunal de la Comunidad Campesina Yauca de Cocharcas (período 2005-2006) y contra la
EMPRESA AGRÍCOLA EL PEDREGAL S.A.; por la causal de falta de manifestación de
voluntad e inobservancia de la forma prescrita bajo sanción de nulidad, tipificadas en los
incisos 1) y 6) del artículo 219° del Código Civil; en consecuencia,
Declara NULO el acto jurídico de compra venta contenido en la Escritura Pública de fecha
14.07.2006; Escritura Pública de compra venta de 108 Hás. (lotes Nros. 5, 6, 7 y 8, más 30hás. ubicadas al
costado del fundo Uribe Coello) de fecha 14.07.2006, celebrada entre la Comunidad Campesina Yauca
de Cocharcas, representada por Carlos Guillermo Morón Pacheco, presidente de la Directiva
Comunal de la Comunidad Campesina Yauca de Cocharcas (período 2005 – 2006) y de la otra parte
Empresa Agrícola El Pedregal S.A.; y,
Dispone la CANCELACIÓN DEL ASIENTO REGISTRAL donde obra inscrito dicho acto
jurídico, con lo demás que contiene y es objeto de grado; y, los devolvieron.
S.S.
DEL CARPIO MUÑOZ
CACERES MONZON
RIEGA RONDON