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Moulic- Poderes de la música

El autor analizará el rol de la música en el cine, bajo qué determinaciones se aplica y qué efectos produce en la instancia
de reconocimiento.

Elección de música original VS música ya compuesta → si el cineasta aplica una canción conocida, es porque quiere que
la audiencia la reconozca y la identifique con algo en particular. Muchas veces también se utiliza música compuesta
especialmente para el film cuyo objetivo es acompañar una secuencia/acción particular de la misma.

Modalidades de aparición → hay diferentes maneras de iniciar la música en el cine: a través de un cambio de plano,
mediante la aplicación de un ruido seguida por la música, con un sonido suave y discreto que poco a poco se va
intensificando, una aparición repentina y abrupta, etc. Ejemplo: en Shadow of a Doubt de Hitchcock, en el momento
preciso que el tío Charlie desliza un anillo en el dedo de su sobrina se escucha un descenso de las cuerdas graves que
generan una sensación inquietante y se contradicen al gesto amoroso que poner un anillo normalmente representa. La
aplicación de la música puede cambiar todo el sentido de la escena.

Música y montaje → la música forma parte del montaje porque asocia varias acciones y afirma una continuidad entre
ellas. A veces acompaña la transición entre escena y escena y se sincroniza con los movimientos del sujeto en pantalla.
También puede intercalarse varias melodías que corresponden a una misma secuencia de acciones; por ejemplo, se oye
una música acelerada cuando el personaje corre tras una mujer, y al alcanzarla y besarla la música se suaviza y se alenta.

Del foso a la pantalla → los sonidos de fondo o de ambiente que se oyen en las escenas pueden convertirse en música
que acompañen la secuencia y que de pronto sean el eje de atención.

Valor agregado → Chion habla de “valor agregado” para tratar aquellos casos donde la aparición de un estilo particular
de música genera en el espectador una proyección determinada sobre la imagen y despierta emociones acordes a dicha
proyección. Por ejemplo: el sonido de un violín es automáticamente interpretado como música romántica. La puesta en
escena de otro tipo de música modificaría por completo el sentido de la imagen, pero el espectador no está consciente
de que este cambio es posible ya que piensa la imagen y el sonido como un conjunto. Gracias al valor agregado, el
espectador “cree ver lo que oye”.

Manejo del tiempo → la música puede afectar la temporalidad de las secuencias y su ritmo (aceleración, ralentización,
demora, suspensión, estatismo), puede viajar en el tiempo, hacer idas y vueltas entre el presente y el pasado e incluso
invocar a un “paréntesis temporal”. Por ejemplo: el personaje oye una canción que le recuerda a su antiguo amor, cierra
los ojos para escucharlo con atención, y al abrirlos se encuentra con él/ella viviendo un episodio de su pasado. La música
puede acompañar el tiempo del recuerdo, del sueño, de la ficción, del miedo o del viaje interior.

Espacios → al contrario de la imagen que se limita por los bordes de la pantalla, el sonido no tiene fronteras. La música
puede modelar el espacio, prolongarlo, abrirlo mucho más allá del fuera de campo y generar así un espacio imaginario
que no se ve, pero que puede construirse mentalmente a través de la música.

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