Professional Documents
Culture Documents
Avianca en Colombia
(Wikimedia)
El problema con los sindicatos, tal y como los conocemos hoy en día, es que han
dejado de ser organizaciones voluntarias que representan afiliados para negociar
con el empleador, y se han convertido en grupos de presión antiempresariales y
anticapitalistas que funcionan a través del chantaje y que crean conflictos
permanentes entre los empleados y los empresarios.
Lea más: Tribunal colombiano rechaza pedido de Avianca de declarar ilegal huelga de
pilotos
Las empresas con mayor grado de sindicalización, y con grupillos más agresivos a
la hora de chantajear, tienden a ir en declive y a ser desplazadas del mercado por
otras compañías que pueden tener mejores ganancias que son luego reinvertidas
en innovación y capital necesario.
De esto parece que muchos no se dan cuenta. Hay quienes solo miran el corto
plazo y quieren sacar lo que más puedan sin darse cuenta que están “matando a
la gallina de los huevos de oro”. Definitivamente no es buena idea arruinar a la
empresa en la que trabajas.
Por supuesto que las personas tienen derecho a trabajar libremente, pero eso no
quiere decir que los empresarios están obligados a mantener a un trabajador. Si
usted se empeña en defender que el empresario debe mantener en su puesto a
este tipo de huelguistas, incluso a pesar de que no trabajan y generan pérdidas
para la compañía, usted está pidiendo que se viole el derecho de propiedad del
empleador.
Estas, entre otras peticiones, han sido calificadas por Avianca como irreales, la
compañía dice que simplemente no puede costearlas porque significarían la ruina
de la aerolínea.
La empresa en este momento se encuentra “maniatada”. No puede despedir a los
pilotos que se encuentran en paro a pesar de que hay una fila de aspirantes que
quieren trabajar en Avianca.
Los gerentes de la compañía esperan que pronto un juez declare ilegal la huelga
para poder contratar a nuevos pilotos y parar las pérdidas que ascienden a unos
US$2,5 millones diarios por culpa de la protesta.
Los daños son incalculables, y es que no solo pierde Avianca, sino también los
viajeros y las empresas. Por ejemplo Cotelco, el gremio del sector hotelero,
informó que en los últimos días se ha cancelado el 30% de las reservas porque las
personas no han encontrado vuelos disponibles.
La idea de muchos, incluyendo colombianos que se ponen del lado de los pilotos
sindicalizados, de que la empresa es malvada y se quiere quedar con todo
mientras sus trabajadores son casi que esclavizados, no es más que la vieja teoría
de Marx en la que empresario y empleado son enemigos naturales.
Señores del sindicato de pilotos de Avianca, si sus peticiones son tan justas, si
ustedes se lo merecen y si sus jefes son tan malos, ¿por qué simplemente no
renuncian y van a otra compañía que sí los valore?
Pero si ningún empresario está dispuesto a concederles las exigencias que hacen
¿no creen que más bien su trabajo no vale tanto?
Es una dura realidad, yo quisiera ganar tanto como un cirujano plástico de Beverly
Hills, pero mi trabajo no es tan valioso para el mercado. Es hora de ser sensatos