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Aceros inoxidables

Reducción de la corrosión. Ferríticos. Austeníticos. Pulido


sanitario. Limpieza. Pasivación
Aceros inoxidables: Desarrollo y aplicaciones

Los aceros inoxidables son aleaciones ferro-cromo con un mínimo de 11% de cromo.

El agregado de otros elementos a la aleación permite formar un amplio conjunto de materiales,


conocidos como la familia de los aceros inoxidables. Entre los elementos de aleación, dos se
destacan: el cromo, elemento presente en todos los aceros inoxidables por su papel en la
resistencia a la corrosión y el níquel por la memoria en las propiedades mecánicas.

La siguiente es una visión panorámica de la familia de los aceros inoxidables, sus principales
características y aplicaciones.

Aceros inoxidables martensíticos

En los aceros inoxidables martensíticos, el carbono está en una concentración tal, que permite la
formación de austenita a altas temperaturas, que a su vez se transforma en martensita durante
el enfriamiento.

La martensita es una fase rica en carbono, frágil y extraordinariamente dura. Los aceros
inoxidables martensíticos tienen la característica común de ser magnéticos y endurecibles por
tratamiento térmico, presentando cuando templados una microestructura acicular (en forma de
agujas).

Es importante observar que estos aceros son normalmente producidos por la industria siderúrgica
en estado recocido, con ductilidad razonablemente buena. Solamente después de templados serán
muy duros y poco dúctiles. Pero es precisamente en esta condición (templados), que serán
resistentes a la corrosión.

El más utilizado de los aceros inoxidables martensíticos es el Tipo 420. En estado recocido
(estructura ferrítica), no presenta buen comportamiento frente a la corrosión atmosférica. Esto
porque durante la operación de recocido, a una temperatura aproximada de 760 ºC, el carbono y
el cromo se combinan para formar carburos de cromo, Cr23C6. Cada molécula de carburo de
cromo contiene, en peso, aproximadamente 95% de cromo. Considerando el alto tenor de
carbono y el bajo tenor de cromo del acero inoxidable 420 (aproximadamente 0,35%C y 12,50%
Cr), como todo el carbono precipita como carburo de cromo durante el recocido, esta
precipitación retirará de la solución sólida aproximadamente la mitad del cromo disponible. En
esta condición el material no resiste a la corrosión y no puede ser considerado propiamente como
un acero inoxidable (ya que no tiene un mínimo de 11% de cromo en solución sólida).

Por eso, el acero inoxidable 420, es colocado en servicio por el usuario, solamente después de
un tratamiento de temple. Cuando templado, el carbono forma parte de la fase martensítica, no
siendo encontrado en la aleación precipitado como carburo de cromo.

La alta dureza y la consecuente resistencia al desgaste, determinan las aplicaciones de este


material, utilizado en cuchillería, discos de freno, equipos quirúrgicos, odontológicos y turbinas.
Si la cantidad elevada de carbono es un inconveniente en el acero inoxidable 420 en estado
recocido, una solución lógica es la de disminuir este tenor, lo que se hace en el inoxidable Tipo
410. Como este material tiene un máximo de 0,15% de carbono, esta cantidad no es suficiente
para remover tanto cromo de la solución sólida y, consecuentemente, presenta una buena
resistencia a la corrosión atmosférica, tanto en la condición de recocido como de templado.

Después del tratamiento de temple, las durezas alcanzadas por este material no son tan altas
como las presentadas por el inoxidable 420. Las principales aplicaciones del inoxidable 410 son
en equipos para refinación de petróleo, válvulas, componentes de bombas y cuchillería.

Aumentando la cantidad de azufre se obtiene el inoxidable 420 F, una variedad del 420, con
buena maquinabilidad.

Adiciones de carbono (para obtenerse durezas todavía mayores) y de cromo y molibdeno


(mejorando también la resistencia a la corrosión) nos llevan a los aceros inoxidables
martensíticos Tipo 440, utilizados en cuchillos de corte profesional.

Aceros inoxidables ferríticos

Los aceros inoxidables ferríticos también son magnéticos. A pesar de tener una menor cantidad
de carbono que los martensíticos, se tornan parcialmente austeníticos a altas temperaturas y
consecuentemente precipitan martensita durante el enfriamiento. Puede decirse que son
parcialmente endurecibles por tratamiento térmico.

Los aceros inoxidables ferríticos contienen, de un modo general, un tenor de cromo superior al
de los martensíticos. Este aumento en la cantidad de cromo mejora la resistencia a la corrosión
en diversos medios, pero sacrifica en parte otras propiedades, como la resistencia al impacto.

El más utilizado de los aceros inoxidables ferríticos es el Tipo 430, que contiene 16 a 18% de
cromo y un máximo de 0,12% de carbono. Entre sus aplicaciones, se puede mencionar:
cubiertos, vajillas, cocinas, piletas, monedas, revestimientos, mostradores frigoríficos.

Uno de los mayores problemas del inoxidable 430 es la pérdida de ductilidad en las regiones
soldadas, que normalmente son frágiles y de menor resistencia a la corrosión. El elevado
crecimiento del tamaño de grano, la formación parcial de martensita y la precipitación de
carbonitruros de cromo, son las principales causas generadoras de este problema.

Para enfrentar este inconveniente, se adiciona titanio y/o niobio, como estabilizadores del
carbono. Los Tipos 409, 430 Ti y 430 Nb son muy utilizados, principalmente en silenciadores y
escapes de automóviles.

El aluminio se utiliza también como un estabilizador de ferrita. El inoxidable 405, con


aluminio entre 0,10 y 0,30% es muy utilizado en la fabricación de estructuras que no podrán ser
recocidas después de la operación de soldado.

El aumento en el tenor de azufre, permite mejorar la maquinabilidad, en el Tipo 430 F.

Adiciones de molibdeno, en el inoxidable 434, o aumento en los tenores de cromo en el Tipo


446, permiten obtener inoxidables ferríticos con mejor resistencia a la corrosión.

Aunque los inoxidables ferríticos presentan una buena resistencia a la corrosión, algunas
características limitan la utilización de los mismos en determinadas aplicaciones. La
estampabilidad es buena, aunque insuficiente en aplicaciones que requieren estampado profundo.
La soldabilidad es apenas discreta, por los problemas ya mencionados.

Una gran mejoría en muchas propiedades es conseguida con la introducción de níquel como
elemento de aleación. Con determinados tenores de níquel es posible conseguir un cambio de la
estructura ferrítica hacia austenítica.

Aceros inoxidables austeníticos

Los aceros inoxidables austeníticos no son magnéticos y no pueden ser endurecidos por
tratamiento térmico. Son muy dúctiles y presentan excelente soldabilidad.

El inoxidable austenítico más popular es el Tipo 304, que contiene básicamente 18% de cromo y
8% de níquel, con un tenor de carbono limitado a un máximo de 0,08%. Tiene gran aplicación en
las industrias químicas, farmacéuticas, de alcohol, aeronáutica, naval, uso en arquitectura,
alimenticia, y de transporte. Es también utilizado en cubiertos, vajillas, piletas, revestimientos de
ascensores y en un sin número de aplicaciones.

En determinados medios, especialmente en aquellos que contienen iones cloruro, el inoxidable


304 muestra propensión a una forma de corrosión llamada corrosión por picado. Es un tipo de
corrosión extraordinariamente localizada, en la cual en determinados puntos de la superficie del
material, el medio agresivo consigue quebrar la película pasiva para después progresar en
profundidad. El crecimiento de los picados se da en un proceso autocatalítico y aunque la
pérdida de masa pueda ser a veces insignificante, esta forma de corrosión es muy insidiosa, ya
que muchas veces un picado es suficiente para dejar un equipo fuera de servicio.

La corrosión por rendijas, puede ser considerada como una corrosión por picado artificial. El
aspecto es frecuentemente semejante al de la corrosión por picado y el proceso de crecimiento es
también autocatalítico. Pero, la existencia de una rendija es necesaria para la ocurrencia del
fenómeno, lo que no sucede en la corrosión por picado. Los mismos medios capaces de provocar
la corrosión por picado, promueven la corrosión por rendijas en los aceros inoxidables.

El molibdeno es introducido como elemento de aleación en los aceros inoxidables precisamente


para disminuir la susceptibilidad a estas formas de corrosión. La presencia de molibdeno permite
la formación de una capa pasiva más resistente y en casos en que el inoxidable 304 no resiste a la
acción de determinados medios, corroyendo por picado o por rendijas, los inoxidables 316 y 317
constituyen una excelente solución. Son aceros con gran utilización en las industrias químicas,
de alcohol, petroquímicas, de papel y celulosa, en la industria petrolífera, industrias textil y
farmacéutica.

Cuando están sometidos por algún tiempo a las temperaturas entre 450 y 850 ºC, los aceros
inoxidables austeníticos están sujetos a la precipitación de carburos de cromo en sus contornos
de granos, lo que los torna sensibilizados. Esta precipitación abundante de carburos, la
sensibilización, resulta en la disminución del tenor de cromo en las regiones vecinas a los bordes,
regiones que tienen así su resistencia a la corrosión drásticamente comprometida, tornando el
material susceptible a la corrosión intergranular en ciertos medios. Las zonas térmicamente
afectadas por operaciones de soldado son particularmente sensibles a esta forma de corrosión, ya
que durante el ciclo térmico de soldado parte del material es mantenido en la faja crítica de
temperaturas. La consideración de este fenómeno llevó al desarrollo de los inoxidables
austeníticos extra bajo carbono, 304L, 316L y 317L, en los cuales el tenor de carbono es
controlado en un máximo de 0,03%, quedando así extremadamente reducida la posibilidad de
sensibilización.
La utilización de estabilizadores tiene también la finalidad de evitar el problema de la
sensibilización. El titanio, adicionado como elemento de aleación, inhibe la formación de
carburo de cromo debido al hecho de tener una afinidad mayor por el carbono que aquella que
tiene el cromo. Así, se precipita carburo de titanio y el cromo permanece en solución sólida.
Con la misma finalidad puede ser utilizado el niobio.

Tanto el titanio como el niobio son estabilizadores del carbono y los aceros inoxidables así
obtenidos, el 321 y el 347 son conocidos como aceros inoxidables estabilizados. El inoxidable
316 Ti es la versión estabilizada del tipo 316. Para aplicaciones en equipos que operan entre 400
y 900 ºC, los aceros inoxidables estabilizados son los más recomendados, ya que conservan
mejores propiedades mecánicas en esas temperaturas que los aceros de extra bajo carbono;
notoriamente la resistencia al creep.

En el inoxidable 904 L (20Cr-25Ni-4,5Mo-1,5Cu), la adición de elementos de aleación busca


mejorar no sólo la resistencia al picado sino también la resistencia a la corrosión en medios
ácidos reductores. El elevado tenor de níquel mejora también el comportamiento frente a la
corrosión bajo tensión.

En los casos en que se pretende una buena resistencia mecánica y no existe gran preocupación
por la corrosión intergranular, los aceros inoxidables 304H y 316H, con tenores de carbono en
el rango de 0,04/0,10%, son recomendados. La precipitación de una fina red de carburos de
cromo, tan perjudicial bajo el punto de vista de la corrosión, se torna benéfica cuando lo que
interesa son las propiedades mecánicas.

Aumentos considerables en los tenores de cromo y níquel permiten elevar la temperatura de


formación de cascarilla (escamado) de los aceros inoxidables austeníticos. El inoxidable 304 es
recomendado para trabajo al aire libre, a temperaturas inferiores a 925 ºC en servicios continuos.
En las mismas condiciones, el inoxidable 310, con cromo 24/26% y níquel 19/22%, resiste
temperaturas de hasta 1150 ºC. Es un material clasificado como acero inoxidable refractario.

Grandes aumentos de níquel, llevan a las aleaciones Ni-Cr-Fe, donde el elemento con mayor
presencia en el material ya no es el hierro sino el níquel, Estos materiales no son conocidos como
aceros inoxidables sino como aleaciones a base de níquel y presentan excelente resistencia a la
corrosión en diversos medios a altas temperaturas. El elevado tenor de níquel da también
garantía de una buena resistencia a la corrosión bajo tensión.

El inoxidable 304 es un material con excelente ductilidad. Para casos de estampado extra
profundo, un aumento en el tenor de níquel permite mejorar todavía más la ductilidad. Con esta
finalidad fue desarrollado el Tipo 305.

Ligeras reducciones en el tenor de níquel disminuyen la estabilidad de la austenita, permitiendo


la aparición de martensita inducida por deformación en frío, consiguiéndose así excelentes
propiedades para aplicaciones estructurales. Es el Tipo 301, disponible en las versiones 1/4, 1/2,
3/4 y totalmente duro y con gran utilización en las industrias ferroviarias, de trenes
metropolitanos y de carrocerías de ómnibus.

El Tipo 303 resulta del aumento del tenor de azufre en el 304 con la finalidad de mejorar la
maquinabilidad. La ductilidad y la resistencia a la corrosión quedan comprometidas por este
aumento en la cantidad de azufre.

Los aceros de la serie 200, resultan de una substitución parcial de níquel por manganeso. Son
utilizados en aplicaciones estructurales, presentando resistencia a la corrosión inferior al 301.
Tipo de acero inoxidable Aplicación

equipos para industria química y petroquímica

equipos para industria alimenticia y farmacéutica


Austenítico (resistente a la corrosión)

construcción civil

vajillas y utensilios domésticos

electrodomésticos (cocinas, heladeras, etc.)

mostradores frigoríficos

Ferrítico (resistente a la corrosión, más


barato)
monedas

industria automovilística

cubiertos

cuchillería

instrumentos quirúrgicos como bisturí y pinzas


Martensítico (dureza elevada)

cuchillos de corte

discos de freno
ESTADOS UNIDOS

ESTADOS UNIDOS

ALEMANIA

ALEMANIA

ITALIA

FRANCIA

GRAN BRETAÑA

JAPON

302

30302

1.4319

X5CrNi 18-7

X10CrNi 18-09

Z10CN18.9

302 S26

SUS 302

303

30303

1.4305

X10CrNiS 18-9

X10CrNiS 18-9

Z8CNF18.9

303 S21

SUS 303

304

30304
1.4301

X5CrNi 18-10

X5CrNi 18-10

Z6CN 18.9

304 S18

SUS 304

316

30316

1.4401

X5CrNiMo 17.12.2

X5CrNiMo 17.12

Z6CND 17.11.2

316 S25

SUS 316

321

30321

1.4541

X6CrNiTi 18.10

X6CrNiTi 18.11

Z6CNT 18.10

321 S31

SUS 321

410

51410

1.4006

X10 Cr13
X10 Cr13

Z10 C13

410 S21

SUS 410

416

51416

1.4005

X12 CrS13

X12 CrS13

Z11 CF13

416 S21

SUS 416

420

51420

1.4021

X20 Cr13

X20 Cr13

Z20 C13

420 S37

SUS 420.J1

430

51430

1.4016

X6 Cr17

X8 Cr17

Z8 C17
430 S17

SUS 430

NORMAS PARA ACEROS INOXIDABLES - EQUIVALENCIAS INTERNACIONALES

AISI

SAE

DIN Nº

DIN

UNI

AFNOR

BS

JIS

Historia

A principios de los años veinte, en la industria se inició la aplicación de temperaturas de proceso,


presiones, reactivos y otras condiciones que estaban más allá de las características de los
materiales existentes en esos días. Un ejemplo pertinente lo es el de la industria petrolera. En los
veinte, los procesos para la refinación del petróleo se desarrollaron rápidamente. Se encontró que
los tubos ordinarios de acero al carbono utilizados en los intercambiadores de calor se corroían
aceleradamente, en forma particular cerca de los extremos; debido a esto, se consumían grandes
cantidades de tubos. Una de las primeras aplicaciones del acero inoxidable fue la sustitución de
estas secciones de tubos por una aleación al cromo, conocida actualmente como tipo 429.

Sin embargo, los primeros trabajos realizados para la fabricación de los hierros y aceros
inoxidables datan del siglo XIX. Ya en aquellos días se sabía que el hierro aleado con ciertos
metales, como el cobre y el níquel resistía mejor a la oxidación que el hierro ordinario. En 1865
ya se hacían, aunque en cantidades muy limitadas, aceros con 25 y 35% de níquel que resistían
muy bien la acción de la humedad del aire y, en general, del medio ambiente; pero se trataba de
fabricaciones en muy pequeña escala que nunca se continuaron. En esa época no se llegó a
estudiar ni a conocer bien esta clase de aceros. En 1872 Woods y Clark fabricaron aceros con
5% de cromo que tenían también mayor resistencia a la corrosión que los hierros ordinarios de
esa época. Posteriormente en 1892 Hadfield, en Sheffield, estudió las propiedades de ciertos
aceros aleados con cromo y dio a conocer en sus escritos que el cromo mejoraba sensiblemente
la resistencia a la corrosión. En 1904-1910, Guillet y Portevin, en Francia, realizaron numerosos
estudios sobre aceros aleados con cromo y níquel, determinando microestructuras y tratamientos
de muchos de ellos. Llegaron a fabricar aceros muy similares a los típicos aceros inoxidables que
se usan en la actualidad, pero hasta entonces nunca le dieron especial atención a la
inoxidabilidad.

El desarrollo original de lo que son actualmente los aceros inoxidables aconteció en los albores
de la primera guerra mundial. En forma independiente y casi simultánea, en Inglaterra y en
Alemania se descubrieron los aceros inoxidables tal como los conocemos ahora. El metalurgista
inglés Harry Brearly investigando cómo mejorar una aleación para proteger los cilindros de los
cañones, encontró que agregando cromo a los aceros de bajo carbono, obtenía aceros resistentes
a las manchas (stainless) o resistentes a la oxidación. Los doctores Strauss y Maurer, de
Alemania, en 1912 patentaron dos grupos de aceros inoxidables al cromo-níquel de bajo
contenido de carbono; uno de éstos, con la denominación 18-8, ha sido utilizado desde entonces
en numerosas aplicaciones.

Las propiedades y composiciones de los aceros inoxidables se mantuvieron en secreto por los
países beligerantes mientras duró la primera guerra mundial. Posteriormente, a partir de las pocas
aleaciones experimentadas en 1920. y de un limitado número de grados comercialmente
disponibles en 1930, la familia de los aceros inoxidables ha crecido en forma impresionante. En
la actualidad se cuenta con un gran número de tipos y grados de acero inoxidable en diversas
presentaciones, y con una gran variedad de acabados, dimensiones, tratamientos, etc.

Dentro de la siderurgia, la historia de los aceros inoxidables es bastante corta, de hecho están en
la etapa de introducción. En esta etapa, los nuevos materiales deben vencer la resistencia de los
patrones de compra existentes. En teoría, sólo unos pocos, los innovadores, los compran y
utilizan.

En los próximos años seguramente ocurrirán dos fenómenos, por un lado se descubrirán nuevos
tipos de aceros inoxidables y resistentes al calor y, por el otro, se encontrarán muchas nuevas
aplicaciones de los mismos.

RESISTENCIA A LA CORROSIÓN DE LOS ACEROS INOXIDABLES

Todos los aceros inoxidables contienen el cromo suficiente para darles sus características de
inoxidables. Muchas aleaciones inoxidables contienen además níquel para reforzar aun más su
resistencia a la corrosión. Estas aleaciones son añadidas al acero en estado de fusión para hacerlo
"inoxidable en toda su masa". Por este motivo, los aceros inoxidables no necesitan ser ni
chapeados, ni pintados, ni de ningún otro tratamiento superficial para mejorar su resistencia a la
corrosión. En el acero inoxidable no hay nada que se pueda pelar, ni desgastar, ni saltar y
desprenderse.
EI acero ordinario, cuando queda expuesto a los elementos, se oxida y se forma óxido de hierro
pulverulento en su superficie. Si no se combate, la oxidación sigue adelante hasta que el acero
esté completamente corroído.

También los aceros inoxidables se oxidan, pero en vez de óxido común, lo que se forma en la
superficie es una tenue película de óxido de cromo muy densa que constituye una coraza contra
los ataques de la corrosión. Si se elimina esta película de óxido de cromo que recubre los aceros
inoxidables, se vuelve a formar inmediatamente al combinarse el cromo con el oxígeno de la
atmósfera ambiente.

El empleo de acero inoxidable estará bajo la dependencia de las características oxidantes del
ambiente. Si imperan condiciones fuertemente oxidantes, los aceros inoxidables resultan
superiores a los metales y aleaciones más nobles. Sin embargo, en la misma familia de los aceros
inoxidables la resistencia a la corrosión varía considerablemente de un tipo al otro. En el grupo al
cromo níquel, los tipos 301 y 302 son menos resistentes a la corrosión que los tipos 310 y 316.
En el grupo más sencillo al cromo, los tipos 405 y 410 son menos resistentes a la corrosión que
los tipos 430 y 442.

La utilización de los aceros al cromo (Serie 400) para fines industriales se debe principalmente
a las condiciones de resistencia a la oxidación. Un acero al cromo con el 12 % desarrollará una
película de óxido superficial al cabo de varias semanas de exposición a una atmósfera industrial.
La película, una vez formada, actúa como barrera contra la corrosión más pronunciada, pero si se
ha de tener en cuenta la apariencia del metal, el tipo 410 y el tipo 405 pueden resultar objetables.
El tipo 430, con el 17% de cromo, necesita varios meses hasta que se forma la película
superficial de óxido, mientras que el tipo 442, con más del 20 % de cromo, se vuelve pasivo en
la atmósfera sin que se desarrolle una película de óxido visible. Otro procedimiento para evitar
que en condiciones semejantes se forme óxido, consiste en añadir más del 7 % de níquel a una
aleación con el 17 % o más de cromo, como son los tipos 301, 302 y 304. En atmósferas que
contengan aire salino o humos procedentes de fábricas de productos químicos, la adición de
molibdeno aumenta la resistencia a la corrosión, como es el caso con el tipo 316.

Si se revisan brevemente los recientes desarrollos experimentados por los adornos y piezas
inoxidables que se emplean en los automóviles, lo que acabamos de decir quedará ilustrado más
claramente, Los fabricantes norteamericanos de automóviles han utilizado el tipo 430 para las
molduras y adornos de la carrocería y el tipo 301 para los taparuedas y embellecedores que son
difíciles de conformar. Sin embargo, al aumentar más cada año el uso de sales corrosivas y de
abrasivos para acelerar el deshielo de calles y carreteras durante el invierno, también los fracasos
del tipo 430 se han incrementado. En cambio, el tipo 301 para los embellecedores ha resistido
con buen éxito a los ataques de la corrosión.

Los fabricantes de acero han adoptado el procedimiento de "recocido brillante" para mejorar la
resistencia a la corrosión del tipo 430. Este procedimiento evita que el cromo emigre de la
superficie. También ha sido desarrollado el tipo 434, con el 17% de cromo y el 1 % de
molibdeno para obtener una mayor resistencia a las sales corrosivas empleadas para deshelar las
rutas y, al mismo tiempo, para cumplir los requisitos de una fabricación más complicada para
muchas piezas de carrocería.

El recocido brillante también ha hecho que se extienda más el uso del tipo 301 para las piezas de
carrocería curvadas por medio de cilindros. Cuando los aceros "recocido brillante" son del tipo
301, pueden adquirir un acabado especular con el mismo procedimiento de bruñido del color que
los tipos 430 y 434; se podrá utilizar el tipo 301 para las piezas de adorno, al lado de los tipos
430 y 434 para otras piezas, sin que esto plantee problemas con respecto al igualado de los
colores.

Los tipos 302 y 301, por ser aleaciones de acero al cromo níquel, poseen mayor resistencia a la
corrosión que los tipos 430 y 434.

CORROSION: CAUSAS Y REMEDIOS

Son cinco los riesgos que amenazan el éxito del uso de los aceros inoxidables. Estos son: la
corrosión intergranular, la corrosión por efecto galvánico, la corrosión por contacto, la
corrosión en forma de picado o de pinchazos de alfiler, y la corrosión por fatiga. Muchos
fracasos pueden ser evitados dándose cuenta sencillamente de los riesgos involucrados y
adoptando las medidas apropiadas para eliminarlos.

1. Corrosión intergranular

Un tratamiento térmico inadecuado del acero inoxidable puede producir una retícula de
carburos en los aceros con más del 0,03 por ciento de carbono, o sin adición de titanio o de
columbio. El metal que contenga tal retícula es susceptible de corrosión intergranular que podrá
ser causa de fracaso en condiciones muy corrosivas y reducir la duración útil en muchos
servicios relativamente ligeros. Los procedimientos normales de soldadura introducen en el
metal la susceptibilidad a la precipitación de los carburos. Que el acero sea susceptible de
corrosión intergranular no significa necesariamente que será atacado por ella. En servicio, el
resultado puede ser satisfactorio. Pero la posibilidad de corrosión intergranular deberá ser tenida
en cuenta siempre que no quede excluida según la experiencia previa. La precipitación de
carburos puede ser eliminada por uno de los tres procedimientos indicados a continuación:

a) Por recocido: una vez terminadas las operaciones de elaboración y de soldadura, el acero
deberá ser calentado hasta una temperatura lo suficientemente alta para disolver los carburos, lo
que es generalmente entre 1036 ºC y 1150 ºC, para enfriarlo luego con la rapidez suficiente para
evitar que se vuelva a precipitar el carburo y utilizando para ello un chorro de aire o agua. Un
tratamiento térmico localizado en la zona inmediatamente adyacente a la soldadura no da
resultados satisfactorios. Para un recocido efectivo, toda la pieza deberá ser calentada y
apropiadamente enfriada con rapidez.

b) Utilizando acero que contenga menos de 0,03 % de carbono.

c) Utilizando un acero estabilizado: el titanio o el columbio se combinan con el carbono y


evitan las precipitaciones perjudiciales. Los aceros estabilizados son necesarios para todo
servicio que implique prolongadas exposiciones a las temperaturas entre 426º C y 871 ºC.

El peligro inherente a la precipitación de carburo de cromo ha llegado a ser tan bien conocido y
tan fácilmente evitado que ocurren pocos fracasos debidos a esta causa.

2. Corrosión galvánica

La corrosión galvánica ejerce una acción localizada que puede sobrevenir cuando una junta de
unión entre dos metales disimilares está sumergida en una solución que puede obrar como
electrolito. En un medio corrosivo, los dos metales diferentes forman unos electrodos
cortocircuitados y constituyen una celda electroquímica. De ello resulta la disolución del
electrodo anódico, mientras que el cátodo permanece inalterable. El potencial variará según la
posición ocupada por los metales y aleaciones en el cuadro de las series galvánicas que se
acompaña.

TABLA I - SERIE GALVANICA

EXTREMIDAD PROTEGIDA
METALES MAS NOBLES
CATODICA
oro

grafito

plata
Acero inoxidable tipo 316

Acero inoxidable tipo 310

Acero inoxidable tipo 446

PASIVO Acero inoxidable tipo 304

Acero inoxidable tipos 301 y 302

Acero inoxidable tipo 434 y 430

Acero inoxidable tipo 410


80% Ni - 20% Cr

PASIVO Inconel

60% Ni - 15% Cr
Níquel

Metal Monel

Cuproníquel

Bronce

Cobre

Latón
80% Ni - 20% Cr

ACTIVO Inconel

60% Ni - 15% Cr
Níquel
Estaño

Plomo
Acero inoxidable tipo 316

Acero inoxidable tipo 310

Acero inoxidable tipo 304

ACTIVO Acero inoxidable tipos 302 y 301

Acero inoxidable tipo 446

Acero inoxidable tipos 434 y 430

Acero inoxidable tipo 410


Fundición de hierro

Cadmio

Aluminio 2S

Zinc

Magnesio en aleaciones

Magnesio
EXTREMIDAD CORROIDA
METALES MENOS NOBLES
ANODICA

El empleo de distintos metales en una solución corrosiva no significa que la corrosión galvánica
sea inevitable. Los factores que influencian la corrosión galvánica incluyen:

a) Conductividad del circuito: Tiene que existir el contacto entre metales diferentes en una
solución de alta conductividad para que se produzca el ataque galvánico.

b) Potencial entre ánodo y cátodo: la posición que ocupa cada metal en la serie galvánica
determina el potencial y la dirección del flujo de corriente cuando se compone una celda. El
metal que ocupa la posición más alta en la serie constituye el cátodo. El otro metal es el ánodo
y, debido a ello, es el que resulta atacado por la acción de la celda. El potencial se incrementa
cuanto más apartadas unas de otras son las posiciones ocupadas por cada metal en la serie. Los
aceros inoxidables en estado pasivo figuran en la serie justo a continuación de la plata, del
grafito y del oro. Así pues, en una solución oxidante, los aceros inoxidables pasivos suelen
constituir el cátodo, mientras que serán los otros metales los que serán atacados. Cuando la
solución es reductora, el acero inoxidable se vuelve activo y los metales tales como el cobre y el
bronce constituirán el cátodo y acelerarán la corrosión del acero inoxidable. El acero y la
fundición de hierro ocupan puestos inferiores en la serie galvánica que el que ocupa el acero
inoxidable activo por lo que éste será atacado si se forma una célula entre ellos y el acero
inoxidable, lo mismo si están sumergidos en una solución oxidante que en una reductora.
c) Polarización: Este efecto es el que se produce sobre los electrodos de una celda galvánica por
el depósito sobre los mismos de los gases liberados por la corriente. La evolución de los iones de
hidrógeno puede cambiar de pasiva en activa la superficie del acero inoxidable, acelerando así la
corrosión del ánodo.

d) Areas relativas del cátodo y ánodo: el área relativa de las superficies ejerce un efecto
pronunciado sobre el daño producido por la acción galvánica. Un pequeño ánodo con un cátodo
grande produce una corriente de elevada densidad y acelera la corrosión en el ánodo. Deberán
evitarse las pequeñas áreas del metal menos noble. No se utilizarán piezas de sujeción de
aluminio para el acero inoxidable. En cambio, el empleo de piezas de sujeción de acero
inoxidable para aluminio da resultados satisfactorios.

e) Relación geométrica entre superficies de distintos metales: Un borde o una esquina del
metal menos noble no deberá estar en contacto con el centro de un área de gran superficie del
metal que ha de constituir el cátodo si llega a formarse una celda galvánica.

La corrosión se atribuye frecuentemente a la acción galvánica cuando su verdadera causa se debe


efectivamente a unas condiciones anormales de operación. Así por ejemplo, el uso de ácido
clorhídrico, para sustituir un material de limpieza normal, puede destruir la película pasiva del
acero inoxidable. En tal caso se puede formar una celda galvánica que empezará a funcionar tan
pronto como la pieza en cuestión entre en función. El volver a proyectar y a construir una pieza
que sea completamente de acero inoxidable puede ser muy costoso y la nueva pieza proyectada
puede ser difícil de fabricar. Así pues, cuando aparentemente la acción galvánica sea la única
causa de un desperfecto en una unidad que, demostradamente, es de un buen diseño, convendrá
realizar una verificación meticulosa para cerciorarse de que todas las condiciones de operación
son normales.

3. Corrosión por contacto

El tercer riesgo es la corrosión por contacto. Una diminuta partícula de acero al carbono, una
escama de óxido, cobre u otra substancia extraña cualquiera incrustada en el acero inoxidable
puede ser suficiente para destruir la pasividad en el punto de contacto. El ataque empieza al
formarse una celda galvánica con la partícula de material extraño como ánodo. Mientras dura la
acción electroquímica que disuelve lo contaminado, iones de hidrógeno se liberan haciendo que
el acero inoxidable se vuelva activo en el punto de contacto. La acción de picado puede
proseguir después de haber sido eliminada la partícula extraña por haberse constituido una celda
activa-pasiva entre la diminuta superficie anódica atacada y la extensa área catódica
circunvecina. Cuando las secciones inoxidables entran en servicio deberán estar limpias de
escamas de óxido, de aceite, de pequeñas partículas metálicas procedentes de las herramientas,
troqueles e hileras, así como de todo material extraño. La corrosión por contacto puede iniciarse
al cabo de mucho tiempo de estar la pieza en servicio si los métodos de limpieza empleados no
son meticulosos. Oxido y suciedad en los conductos de vapor, herramientas impregnadas con
acero al carbono, e inclusive aparatos de transporte sucios, pueden acarrear substancias
creadoras de corrosión por contacto hasta los recipientes de acero inoxidable durante un período
de limpieza. Unas superficies limpias y lisas, así como la ausencia de arañazos y grietas reduce
el riesgo de que se produzca corrosión por contacto.

El ingeniero proyectista puede precaverse de todo ataque galvánico, pero, a su vez, el personal
encargado de la fabricación, la operación y la conservación de los equipos de acero inoxidable,
ha de prevenir la corrosión por contacto.

4. Picado o corrosión en forma de pinchazos de alfiler


Las soluciones que contengan cloruros podrían atacar por una acción de picado, y en las
picaduras se podrán desarrollar celdas galvánicas. Los daños debidos a este picado son también
llamados pinchazos de alfiler causados por la corrosión. Los cloruros ácidos, tales como el
cloruro férrico y el cloruro sódico son particularmente peligrosos, pero cualquier cloruro en
concentración apreciable puede ser la causa posible de perturbaciones. Generalmente los
fracasos del acero inoxidable en un medio supuestamente a salvo de la corrosión son atribuibles
a la presencia del ion cloruro en mayor concentración que la previsible.

El molibdeno contenido en los tipos 316 y 317 aumenta la resistencia al picado. Estas
aleaciones quedan sometidas a los desperfectos debidos a la corrosión por fatiga; así pues, los
recipientes deberán quedar tan exentos de tensiones como sea posible. Grietas, fisuras y bolsas
de estancamiento deberán ser eliminadas ya que son las superficies limpias y en buen estado las
que mejor resisten al picado, cualquiera que sea la calidad del acero inoxidable.

5. Corrosión por fatiga

La corrosión por fatiga es otro de los riesgos que han de ser eliminados. Casi todos los metales y
aleaciones, incluso el acero austenítico inoxidable, pueden fallar al agrietarse o quebrarse debido
a la corrosión por fatiga en condiciones que impliquen esfuerzos aplicados o tensiones residuales
combinadas con agentes ligeramente corrosivos. Las soluciones de cloruro son de lo más
perjudicial al provocar el agrietamiento de los aceros inoxidables austeníticos.

El mecanismo causante de la corrosión por fatiga todavía no ha sido determinado. Es


principalmente transgranular y puede ir acompañado de ataques de picado. Son muy susceptibles
las piezas que han estado sometidas a un fuerte trabajo en frío, pero el acero recocido puede
también agrietarse cuando se le somete a condiciones difíciles. Es más fácil que el agrietamiento
se produzca en soluciones calientes que en las frías. El tipo 315 y el tipo 317, en la condición de
recocido, ofrecen mayor resistencia al ion cloruro que el tipo 302 y el tipo 304. Pero si están
bajo tensiones fuertes, pueden fallar lo mismo en un ambiente conducente a la corrosión por
fatiga.

Tensiones fuertes y débiles en el mismo elemento producen una condición que fácilmente puede
conducir a la corrosión por fatiga en presencia de cloruros. Ha sido investigado cierto número de
fracasos debidos a planchas perforadas. Las grietas en forma de rayos que parten de los taladros
son típicas del agrietamiento debido a la corrosión por fatiga. Los productores canadienses han
resuelto este problema completamente recociendo a fondo las planchas después de taladradas.

Los aceros inoxidables, estirados, embutidos o trabajados en frío se agrietan fácilmente en


sistemas que contengan sulfuro de hidrógeno acuoso. Distintos medios, incluso las soluciones
cáusticas calientes bajo presión, han causado el agrietamiento según ha sido informado, aunque
en la mayoría de estos casos pueden haber sido causadas por impurezas no observadas
contenidas en el cloruro.

Para eliminar completamente las tensiones internas, sin perjuicio para la resistencia a la
corrosión, se deberá recocer por encima de 926 ºC, con enfriamiento rápido para que los
carburos permanezcan en solución. Como no es posible hacer esto con los recipientes grandes,
un tratamiento de revenido a 648 º C puede ser suficiente para reducir las tensiones residuales.
Este tratamiento a 648 ºC podrá ser aplicado únicamente para los tipos 304 L, 316 L, 317 L, 321
y 347, y para estos metales tan sólo cuando se sepa que el nivel de la tensión en el cual puede
ocurrir la corrosión sea más bajo que lo que se espera después de semejante tratamiento térmico
a baja temperatura. Cuando se utiliza acero inoxidable como forro para un recipiente de acero al
carbono no será posible aligerar las tensiones debido a que los coeficientes de expansión son
muy diferentes. Lo mismo ocurre cuando se trata de recipientes de acero inoxidable que lleven
soldados refuerzos, soportes o sujeciones de acero al carbono.

Las precauciones generales que indicamos a continuación deberán ser adoptadas para prevenir la
corrosión por fatiga:

a) Asegurarse de que no se acumulen sales corrosivas procedentes del material aislante, del
goteo o de pulverizaciones o salpicaduras corrosivas en el área del recipiente.

b) Evitar toda cavidad donde se recoja agua durante el ciclo de operaciones, acumulándose una
concentración de sales en la cavidad.

c) Especificar que las planchas perforadas deberán ser tratadas para eliminar completamente las
tensiones interiores después de haber sido taladradas, si han de ser utilizadas como pantalla para
operaciones de las que se sabe corren el riesgo de que se produzca corrosión

d) Elíjanse tubos con buena concentricidad y con unos límites de tolerancia muy estrechos en el
grueso de las paredes, para los haces de tubos destinados a los intercambiadores de calor, con el
fin de evitar tensiones elevadas y desiguales cuando se los curva para los distribuidores.

e) Evitar el unir por soldadura metales con coeficientes de dilatación diferentes cuando el
recipiente deba ser calentado durante las operaciones. Los tipos de la serie 300 se dilatan
aproximadamente de 1 a 1 1/2 veces más que los tipos de la serie 400.

f) Utilizar los tipos con el 0,03% como máximo de carbono, 304 L, 316 L, y 317 L, para reparar
recipientes respectivamente de los tipos 304, 316 y 317 siempre que se desee reducir localmente
las tensiones después de hecha la reparación. Únicamente el acero con el 0,03 % de carbono
como máximo deberá ser calentado a más de 426º C siempre que exista el riesgo de que se
produzca corrosión intergranular.

g) Evítese el curvado cíclico que repetidamente tensa el acero inoxidable por encima de su
resistencia a la deformación o límite de elasticidad. Esto puede formar tensiones interiores que
favorezcan la corrosión por fatiga inclusive en un medio de efecto moderado.

6. Proyecto y fabricación. Cómo reducir al mínimo la corrosión

Los fracasos debidos a la corrosión pueden ser frecuentemente eliminados modificando


apropiadamente el diseño sin necesidad de cambiar el tipo de acero. La forma de las juntas, la
continuidad de la superficie y la concentración de las tensiones deberán ser tomadas en
consideración. Las soldaduras a tope son preferibles a las soldaduras en solapa, y se deberán
utilizar buenos métodos de soldadura. El uso de piezas complementarias, tales como de planchas
o placas de refuerzo rodeadas de costuras o cordones de soldadura, deberá ser reducido al
mínimo ya que esto produce tensiones biaxiales difíciles de eliminar por tratamiento térmico.
Cuando se tengan que sujetar patas de acero dulce a un tanque de acero inoxidable, se deberá
soldar las patas primeramente a un asiento de acero inoxidable que, a su vez, será soldado al
fondo del tanque. Con esto se evita la difusión del carbono en el acero inoxidable del tanque.

Todo el equipo deberá ser meticulosamente limpiado a fondo para eliminar toda contaminación
producida por óxidos, polvo de hierro, partículas procedentes de las herramientas, fundente de
soldadura, suciedades y substancias orgánicas.
Estas substancias extrañas pueden ser eliminadas limpiándolas a chorro o por decapado. Una
buena solución para el decapado consiste en el 10 por ciento de ácido nítrico y el 1 por ciento de
ácido fluorhídrico.

Un ajuste defectuoso causa tensiones al forzar las piezas para ponerlas en posición. Cuando se
fabrican piezas para una unidad que deba contener material corrosivo, será prudente reformar las
piezas que ajusten mal y recocerlas de manera que las piezas en cuestión se ajusten limpiamente
en el recipiente. El conformar en frío, tal como el cilindrar tubos en la chapa, son trabajos que
deberían reducirse al mínimo.

Como es difícil reproducir en los ensayos de laboratorio las verdaderas condiciones que se
presentan en la práctica, los resultados de dichos ensayos solamente podrán servir de guía. Los
datos sobre la corrosión publicados como resultado de distintos ensayos, pueden estar basados
sobre unas condiciones químicas, temperaturas, velocidades y aireación que difieran de las de la
solución química que deba ser manipulada. Por este motivo y siempre que sea posible se deberá
utilizar para los ensayos prácticos, el equipo existente y procedimientos similares o comparables.
En los ensayos de corrosión deberán incluirse muestras de los artículos por fabricar con el fin de
poder juzgar del valor de los métodos de fabricación propuestos. Las muestras soldadas y
sensibilizadas permiten apreciar el depósito de soldadura y la zona influenciada por el calor en el
ambiente corrosivo al que han de poder resistir. Convendrá someter a ensayos probetas con
corrosión por fatiga y sometidas a varios niveles de esfuerzo o tensión con el fin de poder
apreciar la susceptibilidad del acero al agrietamiento una vez terminadas de fabricar. Es esencial
que los resultados de los ensayos sean apreciados en su justo valor.

DUREZA

l.- Introducción

El ensayo de dureza es, juntamente con el de tracción, uno de los más empleados en la selección
y control de calidad de los metales. Intrínsecamente la dureza es una condición de la superficie
del material y no representa ninguna propiedad fundamental de la materia. Se evalúa
convencionalmente por dos procedimientos. El más usado en metales es la resistencia a la
penetración de una herramienta de determinada geometría.

El ensayo de dureza es simple, de alto rendimiento ya que no destruye la muestra y


particularmente útil para evaluar propiedades de los diferentes componentes microestructurales
del material.

Los métodos existentes para la medición de la dureza se distinguen básicamente por la forma de
la herramienta empleada (penetrador), por las condiciones de aplicación de la carga y por la
propia forma de calcular (definir) la dureza. La elección del método para determinar la dureza
depende de factores tales como tipo, dimensiones de la muestra y espesor de la misma.

2.- Dureza Vickers

Este método es muy difundido ya que permite medir dureza en prácticamente todos los
materiales metálicos independientemente del estado en que se encuentren y de su espesor.

El procedimiento emplea un penetrador de diamante en forma de pirámide de base cuadrada. Tal


penetrador es aplicado perpendicularmente a la superficie cuya dureza se desea medir, bajo la
acción de una carga P. Esta carga es mantenida durante un cierto tiempo, después del cual es
retirada y medida la diagonal d de la impresión que quedó sobre la superficie de la muestra
(figura 1). Con este valor y utilizando tablas apropiadas se puede obtener la dureza Vickers, que
es caracterizada por HV y definida como la relación entre la carga aplicada (expresada en Kgf) y
el área de la superficie lateral de la impresión

3.- Dureza Rockwell

La medición de dureza por el método Rockwell ganó amplia aceptación en razón de la facilidad
de realización y el pequeño tamaño de la impresión producida durante el ensayo.

El método se basa en la medición de la profundidad de penetración de una determinada


herramienta bajo la acción de una carga prefijada.

El número de dureza Rockwell (HR) se mide en unidades convencionales y es igual al tamaño de


la penetración sobre cargas determinadas. El método puede utilizar diferentes penetradores
siendo éstos esferas de acero templado de diferentes diámetros o conos de diamante. Una
determinada combinación constituye una "escala de medición", caracterizada como A,B,C, etc. y
siendo la dureza un número arbitrario será necesario indicar en que escala fue obtenida (HRA,
HRB, HRC, etc.).

El proceso de medición con penetrador de diamante (utilizado para materiales duros, como por
ejemplo los templados) está esquematizado en la figura 2.

La carga total P es aplicada sobre el penetrador en dos etapas: una previa Po y una posterior P1
tal que:

P= Po+P1

Inicialmente el cono penetra en la superficie una cantidad h0 sobre la acción de la carga P0 que
se mantendrá hasta el fin del ensayo. Esta penetración inicial permite eliminar la influencia de
las condiciones superficiales.

A continuación se aplica la carga P1 y la penetración se acentúa. Finalmente la carga Pl es


retirada y la profundidad h restante (solamente actúa P0) determina el número de dureza HR. La
escala de los instrumentos de lectura empleados en las máquinas está invertida para permitir una
lectura directa.

En los certificados de calidad es común utilizar la escala HRB donde el cono de diamante es
reemplazado por una esfera de 1/16" y la carga P1 vale 100 Kgf.

En casos de materiales muy finos donde la carga de 100 Kgf es muy elevada, pudiendo inclusive
perforar la muestra, es utilizada la escala Vickers con una carga de 10 Kgf y luego efectuada la
transformación a la escala HRB utilizando tablas de conversión adecuadas.
Un texto excelente sobre ensayo de materiales se puede encontrar en este link, perteneciente a la
Facultad Regional Rio Grande de la Universidad Tecnológica Nacional

EL VERDADERO PULIDO SANITARIO Información Técnica para Usuarios

INTRODUCCIÓN:

El electropulido es un tratamiento superficial mediante el cual el metal a ser pulido actúa como
ánodo en una celda electrolítica, disolviéndose. Con la aplicación de corriente, se forma un film
polarizado en la superficie metálica bajo tratamiento, permitiendo a los iones metálicos difundir
a través de dicho film. Las micro y macro proyecciones, o puntos altos de la superficie rugosa, lo
mismo que zonas con rebabas, son áreas de mayor densidad de corriente que el resto de la
superficie, y se disuelven a mayor velocidad, dando lugar a una superficie más lisa, nivelada y/o
rebabada. Simultáneamente, y bajo condiciones controladas de intensidad de corriente y
temperatura, tiene lugar un abrillantamiento de la superficie.-

En aleaciones, como el acero inoxidable, se tiene además la ventaja adicional que, al ser el
hierro un metal que se disuelve fácilmente, se incrementa el contenido de cromo y níquel en la
superficie, aumentando así la resistencia a la corrosión.-

En una escala macroscópica, el contorno de una superficie maquinada se puede considerar como
una serie de picos y valles. La profundidad de los mismos y la distancia entre los picos dependen
de los métodos utilizados para producir la superficie.-

En una escala microscópica, la superficie es aún más compleja, con pequeñas irregularidades
sobrepuestas a los picos y valles.-

Con el fin de producir una superficie verdaderamente lisa, ambos tipos de irregularidades
(macroscópicas y microscópicas) deben ser eliminadas.-

Así, las funciones de un proceso de pulido ideal se pueden distinguir como:

a) Alisado: eliminación de las irregularidades a gran escala (tamaño superior a 1 micrón).-


b) Abrillantado: remoción de pequeñas irregularidades de un tamaño inferior a centésimas de
micrón.-

COMPARACIÓN ENTRE PULIDO MECÁNICO Y ELECTROLÍTICO

I ) PULIDO MECÁNICO

La preparación mecánica de las superficies se puede dividir convenientemente en dos etapas:

1) Esmerilado; usando técnicas abrasivas para producir una superficie razonablemente lisa y
plana.-

2) Pulido; usando abrasivos finos sobre poleas para dar una superficie lisa y brillante.

Se han realizado considerables esfuerzos para investigar la estructura de las superficies metálicas
preparadas por estos métodos, y se ha establecido perfectamente que conducen a obtener una
zona severamente deformada cercana a la superficie. Esta zona tiene propiedades diferentes a
las del metal de base y se produce fundamentalmente por un proceso de fluencia; esto es; bajo la
intensa acción mecánica del pulido, el material de los picos es obligado a fluir para rellenar los
valles. Esta capa superficial recibe usualmente el nombre de "capa de Bielby", en honor a su
descubridor, y tiene un espesor de varios micrones, espesor que se incrementa con la intensidad
del pulido. La estructura resultante es prácticamente amorfa y contiene inclusiones de óxidos del
metal de base y compuestos utilizados en las pastas de pulir.-

Se comprende entonces que las propiedades físico-químicas de la capa superficial obtenida por
pulido mecánico son distintas a las del metal subyacente, originando tensiones mecánicas que,
en determinadas condiciones, pueden dar lugar a procesos de corrosión.-

II ) ELECTROPULIDO

El electropulido (o pulido electroquímico, o pulido electrolítico) funciona básicamente debido


que, al disolverse el metal bajo la circulación de corriente, se forma una capa viscosa de
productos de la disolución, la cual se va difundiendo lentamente en el baño electrolítico.-

El espesor de esta capa no es constante, siendo mayor en los valles; y como su resistencia
eléctrica es superior a la de la solución de electropulido, conduce a una disolución preferencial
de los picos, y a una nivelación de la superficie.-

En la fig. nº 1 (a) se puede apreciar el esquema de un corte transversal (a escala microscópica) de


la superficie al comienzo del procedimiento, y en la (b) cómo después de un tiempo de
tratamiento la superficie se ha disuelto y comienza a "nivelarse".-
En este proceso no se forma una capa superficial como en el caso del pulido mecánico, ya que lo
que se disuelve es el metal de base.-

El espesor de material disuelto varía entre 10 y 25 micrones, de acuerdo con la intensidad de


corriente utilizada y el tiempo de exposición.-

En la fig. nº 2 se puede apreciar una microfotografía de una superficie tratada con esmeril 180,
aumentada 50 veces. En la fig. nº 3, la misma superficie, después de electropulida. Se ve
claramente la acción niveladora descripta en el esquema de la fig. nº 1

La fig. nº 4 es una microfotografía, con un aumento de 50 veces, de una superficie especular


obtenida mediante un tratamiento mecánico con cepillo y pasta de pulir. Se aprecian claramente
las pequeñas cavidades y rayas con bordes agudos, que dificultarán posteriormente las acciones
de limpieza. En cambio, en la fig. nº 5, la misma superficie electropulida muestra la ausencia de
huecos con bordes definidos. En este tipo de terminación no podrán alojarse materiales
extraños.-
Por lo tanto, una superficie plana electropulida, aunque brillante, no tendrá el aspecto
especular del pulido mecánico. Sin embargo, a nivel microscópico y sanitario, es mejor, y el
usuario deberá comprender que una superficie similar a la de un espejo, no necesariamente
implica que a nivel microscópico esté libre de imperfecciones que pueden alojar colonias de
microorganismos y/o iniciar procesos de corrosión localizada.-

ALGUNAS VENTAJAS DEL ELECTROPULIDO

Enfocado al acero inoxidable, el uso de este proceso permite obtener superficies lisas y
brillantes, de condiciones sanitarias, debido a la ausencia de rayaduras que impiden el acceso a
los productos de limpieza y se convierten en focos de contaminación por microorganismos.-

Desde el punto de vista técnico y económico, el pulido electroquímico permite:

- tratar piezas de forma irregular y de gran tamaño, en un tiempo corto y con gran ahorro de
mano de obra.-

- aumentar la resistencia a la corrosión ya que el proceso permite eliminar las capas


superficiales formadas por labores de laminación y pulido, dejando sobre la superficie terminada
una capa de óxidos de cromo y níquel extremadamente delgada y transparente que le confiere
una excelente pasividad en relación con numerosos reactivos químicos.-

- eliminar la coloración debida a procesos de soldadura o calentamiento, ahorrándose el proceso


manual de su eliminación. Cabe señalar, sin embargo, que si se desea una terminación uniforme,
se debe realizar un decapado previo con el desoxidante-pasivador que provee nuestra Empresa.-

- diminuir la tendencia en los líquidos y sólidos a adherirse a la superficie, mejorando los


aspectos de limpieza y escurrido de las mismas, aspectos muy importantes en intercambiadores
de calor, evaporadores, etc.-

- pulir piezas de formas intrincadas, en las que el pulido mecánico resulta inaccesible. Esto es
posible lograrlo en un solo tratamiento, proporcionando un aspecto uniforme en toda la
superficie, lo cual sería difícil de lograr mediante métodos convencionales.-

- disminuir el tiempo y costo del pulido, debido a la posibilidad de automatización del proceso,
ahorro en insumos y mano de obra.-

APLICACIONES

De acuerdo con las características del proceso de electropulido explicado anteriormente, algunos
de los posibles usuarios son:

- Industria alimenticia en general, fundamentalmente láctea, cervecera, vitivinícola y frigorífica.-

- Industrias químicas, del plástico, mecánicas, fotográfica, textil y del cuero.-

- Fabricantes de instrumental quirúrgico y odontológico.-

- Fabricantes de máquinas y elementos para la industria papelera.-

- Fabricantes de elementos ópticos, prótesis médicas, máquinas envasadoras, accesorios marinos,


herramientas de corte, etc.
En nuestra Empresa hemos pulido satisfactoriamente diversos elementos, de los que se pueden
dar como ejemplo y orientación: placas de intercambiadores de calor, accesorios para tuberías,
rejillas para plataformas, liras para tinas de quesería, tubos (interior y exterior) desde 19 mm
hasta 101 mm de diámetro y longitudes (dependiendo del diámetro) de hasta 12.000 mm,
cuerpos de bombas centrífugas, serpentinas e intercambiadores para enfriadores de leche,
válvulas, etc.-

Nuestra infraestructura nos permite tratar piezas de hasta 500 mm de diámetro y 1500 mm de
largo. A pedido del cliente se podría adecuar para el tratamiento de elementos de hasta 4 m 2 de
superficie.-

En esta fotografía se puede apreciar acabadamente la diferencia entre un intercambiador de calor


utilizado en la industria lechera; sin pulir (izquierda), y luego del proceso de electropulido
(derecha). Este elemento fue pulido en una sola operación, tanto en su exterior (que es el que se
ve en la fotografía), como en su interior. El tiempo de exposición no supera los 20 minutos.-

Este tratamiento permitió a nuestro cliente el ahorro de costosas y tediosas operaciones de pulido
mecánico, con la consiguiente disminución de sus costos. Además, dispone de su personal para
tareas más productivas, y puede contar con el intercambiador el mismo día que lo entrega para
ser procesado.-

Experiencias realizadas con cañerías fabricadas a partir de chapa con acabado superficial 2B,
luego de ser electropulidas interiormente, permitieron determinar una rugosidad superficial de
0,15
m RMS.-

CONCLUSIONES

El desarrollo del electropulido como un método industrial de acabado de superficies se debe a


ventajas técnicas y económicas. Por ejemplo, se reducen las operaciones manuales necesarias
para pulir objetos de formas complejas, especialmente cuando se trata de acero inoxidable, el
cual es un material difícil de pulir mecánicamente.-
Con el fin de producir los mejores resultados, el metal debe ser homogéneo y libre de defectos
superficiales. Los defectos, que normalmente se ocultan mediante el pulido mecánico, se
revelan; y aún más; se exageran por el electropulido (p. ej. inclusiones, defectos de fundición,
rayas, etc.).-

El tamaño de grano también influencia la calidad del pulido. P. ej., con un material de grano
grande, se obtiene una superficie irregular. Los mejores resultados se obtienen con materiales de
grano fino producidos por laminado en frío.-

El tipo de acabado producido por el electropulido es totalmente diferente del que se produce
por el pulido mecánico, el cual produce una superficie especular debido a que "obliga" al
material a presentar un plano uniforme y refleja la luz en una sola dirección. En el electropulido,
la superficie es diferente, ya que si bien está libre de rayaduras y tensiones, presenta una
estructura tridimensional que refleja la luz en todas direcciones, lo cual le da un aspecto
satinado.-

Recuerde que en la búsqueda de la calidad sanitaria del equipamiento para industrias alimenticias
deben prevalecer las razones técnicas sobre las estéticas, y el ELECTROPULIDO ES LA
RESPUESTA.-

LIMPIEZA DE LAS SUPERFICIES DE ACERO INOXIDABLE

El acero inoxidable es un material de elección para las industrias alimenticias, farmacéuticas y


biotecnológicas, especialmente para las superficies en contacto con los productos. Sin embargo,
para lograr todas las ventajas de sus excelentes propiedades, la superficie debe estar libre de
depósitos contaminantes y materiales extraños, que se pueden eliminar reconociendo sus fuentes
y realizando buenos procedimientos de limpieza.

LIMPIEZA DE LA SUPERFICIE

Los fabricantes de productos de acero inoxidable (chapas, barras, productos de fundición, etc.),
realizan grandes esfuerzos para despachar sus productos con una buena terminación superficial.
Sin embargo, durante el transporte, o a medida que se van construyendo los equipos de proceso,
y durante su uso, las superficies se ensucian con muchos tipos de materias extrañas y
perjudiciales. Para que el acero inoxidable tenga un buen desempeño se debe eliminar toda esta
contaminación. En la tabla I se resumen todos estos defectos y la manera de eliminarlos

Tabla I. Defectos superficiales y técnicas para su eliminación

Defecto Técnica para eliminarlo


Lavar con agua y/o detergente. Si es necesario, hacerlo con agua a
Polvo y suciedad
presión o vapor
Tratar la superficie con solución de ácido nítrico al 20%. Lavar con
agua limpia. Confirmar la eliminación con el test del ferroxilo. Si el
Inclusiones de hierro está aún presente, utilizar una solución de acido nitrico (10%) y
partículas de hierro ácido fluorhídrico (2%). Lavar con agua limpia. Confirmar nuevamente
con el test de ferroxilo. Repetir si es necesario. Eliminar todas las trazas
del test del ferroxilo con agua limpia o ácido nítrico o acético diluídos.
Pulir la superficie con un abrasivo fino. Decapar la superficie con una
Rasguños, manchas de
solución de ácido nítrico al 10% y ácido fluorhídrico al 2% hasta
calentamiento
eliminar todas las trazas. Lavar con agua limpia o electropulir
Tratar la superficie con una solución de acido nítrico al 20%. Confirmar
Areas oxidadas la eliminación del óxido con el test del ferroxilo. Lavar con agua limpia
o ácidos nítrico o acético diluidos
Rugosidades Pulir con un abrasivo de grano fino
Eliminar mediante pulido con abrasivo de grano fino, o soldar encima si
Marcas de electrodos
está en la línea de la soldadura
Prevenirlas mediante la utilización de una película adhesiva a los
Salpicaduras de
costados del cordón de soldadura, o eliminarlas utilizando un abrasivo
soldadura
de grano fino
Marcas de decapante de
Eliminar mediante abrasivo de grano fino
soldadura
Defectos de soldadura Si es inaceptable, eliminar con amoladora y volver a soldar
Aceite y grasa Eliminar con solventes o limpiadores alcalinos
Residuos de adhesivos Eliminar con solventes o mediante pulido con abrasivo de grano fino
Pintura, tiza y crayon Lavar con agua limpia y/o limpiadores alcalinos
Productos de proceso Lavar con agua limpia o vapor, o disolver mediante solvente adecuado
Disolver con ácidos nítrico, fosfórico o acético al 10-15 %. Lavar con
Depósitos coloreados
agua limpia

LA NATURALEZA DE LA SUPERFICIE DEL ACERO INOXIDABLE

Cuando el acero inoxidable se saca del baño ácido y se enjuaga con agua en la usina siderúrgica,
una fina capa de óxido adherente se forma intantáneamente (fig. 1). Esta capa transparente, con
un espesor típico de 8 a 10 Angstroms (1 Angstrom = 10-8 cm), está formada principalmente por
óxidos de cromo y también contiene hierro y níquel. Cuando está limpia y adecuadamente
formada, es bastante inerte bajo la mayoría de las condiciones. En este estado, se dice que el
acero inoxidable está en estado "pasivo". Los subsiguientes tratamientos de "pasivación" son
principalmentes tratamientos de limpieza que no inducen la pasividad, pero reparan los defectos
en la superficie y eliminan las sustancias que pueden dañar la película superficial.

Esta película, aunque muy fina, es extremadamente durable y se mantiene continuamente en el


aire u otro ambiente oxidante, tales como agua aereada o ácido nítrico. Cuando se produce un
daño en este tipo de medio, la pelicula se repara automáticamente. Hay muy pequeña diferencia
en la composición y propiedades de la película pasiva entre los diferentes tipos de acero
inoxidable, aunque ciertas adiciones a la aleación tales como molibdeno pueden estabilizar el
óxido y aumentar la resistencia a la corrosión.

Figura 1 - Vista en corte de una superficie de acero inoxidable

DAÑO SUPERFICIAL Y MATERIA EXTRAÑA INTRODUCIDA DURANTE LA


FABRICACIÓN
Durante la fabricación de un equipo se pueden producir daños a la superficie, defectos, e
introducir sustancias tales como polvo, suciedad, partículas de hierro, marcas por calentamiento
y por desbaste, manchas de óxido, marcas de electrodos y salpicaduras de la soldadura, manchas
de decapantes, aceites y grasas, soldaduras defectuosas, pinturas y adhesivos residuales, marcas
de tiza, crayones, etc.

Algunos de éstos se pueden observar en la Figura 2. La mayoría no son intencionales y se


producen debido a la ignorancia de sus efectos perniciosos; sin embargo, son potencialmente
peligrosos para la película de óxido protectora. Una vez que se daña, el acero inoxidable que se
encuentra debajo se debilita o se altera y puede comenzar la corrosión

Figura 2 - Tipos de defectos superficiales

Normalmente, la corrosión no ocurrirá en toda la superficie, sino sobre el defecto, o adyacente a


él. Ese ataque localizado se hará normalmente por corrosión por picado o en rendijas. Ambos
pueden ser muy profundos y/o extensos cuando ocurren, mientras el resto de la superficie
permanece intacta (fig. 3 y 4). Se discutirá a continuación cada uno de estos problemas.

Figura 3 - Corrosion por picado


Figura 4 - Corrosión por rendija

Polvo y Suciedad: La fabricación se realiza a menudo en lugares polvorientos, y estas pequeñas


partículas se adhieren a la superficie de los equipos. Normalmente se pueden eliminar por lavado
con agua o limpiadores alcalinos. Sin embargo, los depósitos tenaces pueden requerir de agua a
alta presión o limpieza con vapor.

Partículas de hierro sueltas o incrustadas: Sobre cualquier superficie, partículas de hierro


sueltas se pueden oxidar e iniciar procesos de corrosión en el acero inoxidable. Por lo tanto,
deben ser eliminadas.

Las partículas sueltas normalmente se eliminan junto con el polvo y la suciedad. Las partículas
de hierro incrustadas pueden provenir de numerosas fuentes. El cepillado con cepillos de acero
común, blastinado con arena o esferas de vidrio u otros abrasivos que hayan sido previamente
usados sobre acero, hierro o fundición, o simplemente por blastinar estos metales en las
cercanías de partes o equipos de acero inoxidable. Las partículas de hierro se incrustan
fácilmente en las superficies durante las labores de montaje o traslado, a menos que estén
debidamente protegidas.

Las tareas de inspección pueden prevenir y detectar la presencia de partículas de hierro. La


norma ASTM A380 describe el test del ferroxilo para encontrar partículas de hierro o acero en la
superficie de los aceros inoxidables. Se deberá utiizar cuando se requiera una máxima garantía
de la ausencia de partículas de hierro. Si

resulta un test positivo, las superficies deberán ser escrupulosamente lavadas con agua corriente
o ácido nítrico hasta que desaparezca el intenso color azul que denota la presencia de partículas
de hierro. Como se hace notar en la norma ASTM A380, este test no se recomienda para ser
aplicado a las superficies de equipos que elaboren productos para consumo humano, a menos que
todas las trazas de la solución empleada para el test del ferroxilo sean totalmente eliminadas. Un
test más simple consiste en exponer la superficie al agua durante 12 a 24 horas, para ver si
aparecen manchas de óxido. Este test es menos sensible, y por supuesto, demanda más tiempo.
Se debe recordar que éstos son tests para detección y no para eliminación de partículas de hierro.
Se deben usar los métodos químicos y electroquímicos que se describen más adelante.

Rasguños: Los rasguños y otras asperezas se deben eliminar mecánicamente para prevenir la
inclusión de reactivos o productos del proceso y/o contaminantes. Por detalles, ver la sección de
métodos de limpieza mecánica.

Manchas de soldadura: si una superficie de acero inoxidable se calienta a una temperatura


moderadamente alta en presencia del aire durante la soldadura o la limpieza con amoladora, se
desarrolla un tinte oscuro de óxido de cromo a ambos lados y debajo de la soldadura (fig. 5).
Figura 5 - Corte de una sección de soldadura

El espesor de estas capas es mayor que la película protectiva de óxido y muy visible. Su color
depende de su espesor y varía desde los rojos, azules y violetas iridiscentes al marrón. Los
óxidos más gruesos generalmente son negros. Esto es el resultado de altas temperaturas o
temeraturas moderadas durante un tiempo prolongado. Cuando ocurre cualquiera de estas
oxidaciones, el contenido de cromo de la superficie metálica se reduce, resultando áreas de
menor resistencia a la corrosión. Por lo tanto, no sólo se debe eliminar el tinte de la soldadura,
sino la capa metálica con menor contenido de cromo.

Areas oxidadas: A menudo se ven áreas oxidadas en los productos o equipos de acero
inoxidable antes o durante la fabricación. Normalmente, esto es un síntoma de una superficie
contaminada. Las áreas oxidadas deben ser eliminadas antes de poner el equipo en servicio. Se
deban usar los tests del ferroxilo o del agua para confirmar que las superficies han sido limpiadas
completamente.

Desbaste y maquinado: ambas operaciones dejan una superficie áspera que puede incluir
surcos, solapamientos y rebabas. Cada una de ellas puede también deformar el metal hasta una
profundidad tal que el metal dañado no pueda ser eliminado por el decapado, electropulido o
blastinado. La superficie áspera puede actuar como un sitio para que se inicie la corrosión o
queden atrapados productos. El pulido con abrasivos gruesos debería limitarse a aquellas
operaciones tales como eliminación de defectos de soldadura antes de volver a soldar, o
eliminación de refuerzos excesivos de soldadura. En el último caso, se sugiere un posterior
pulido con abrasivo más fino.

Marcas de soldadura de arco: Cuando el soldador enciende el arco en la superficie metálica, se


forma un defecto importante. La película protectora ha sido dañada y se ha creado un sitio
potencial para el desarrollo de la corrosión. El soldador debería iniciar el arco sobre la soldadura
anterior o bien adelante del cordón de soldadura, y luego soldar sobre la marca.

Salpicaduras de soldadura: La tendencia de la soldadura a producir salpicaduras varía con el


proceso de soldar. Por ejemplo, la soldadura TIG está bastante libre de salpicaduras, mientras
que la soldadura con electrodos tiende a producir salpicaduras si las condiciones de trabajo no
son las adecuadas. Es aconsejable recubrir la zona adyacente al cordón de soldadura con una
lámina autoadhesiva que luego puede ser fácilmente removida sin daño para la superficie.

Manchas de decapante de soldadura: Los procesos que utilizan un decapante, tales como la
soldadura por arco, o por arco sumergido, pueden dejar pequeñas partículas de decapante que no
se eliminan con una limpieza normal. Estas partículas crean sitios para la iniciación de la
corrosión por rendijas. Es necesario una técnica de limpieza mecánica.
Defectos de soldadura: tales como penetración incompleta, porosidad y rajaduras no sólo
reducen la integridad de la soldadura, sino que también actúan favoreciendo la corrosión por
rendijas. Durante el proceso de limpieza del equipo en operación, presentan problemas de
retención de sólidos. Estos defectos pueden ser reparados rehaciendo la soldadura o bien por una
combinación de amolado y reconstrucción de la soldadura.

Aceite y grasa: La materia orgánica, tal como el aceite, grasa y aún la marca de los dedos,
producen sitios donde puede comenzar una corrosión localizada. Además, estas sustancias
pueden actuar interfiriendo con los procesos de limpieza química o electroquímica, y deben ser
completamente removidos. La norma ASTM A380 detalla un test simple para detectar la
contaminación por sustancia orgánica. Se realiza dejando caer agua por la superficie colocada en
forma vertical. En las zonas contaminadas por materia orgánica, la película de agua se rompe,
permitiendo su detección. Los aceites y grasas se pueden eliminar con solventes adecuados o con
lavados con sustancias alcalinas.

Residuos de adhesivos: los residuos de cintas o papeles protectores a menudo permanecen sobre
las superficies aún cuando sean arrancados. Si las partículas de adhesivo están todavía blandas,
se pueden eliminar mediante solventes. Sin embargo, cuando estas partículas han sido sometidas
a la acción de la luz y/o el aire, se endurecen y forman sitios para la corrosión por rendijas. Se
necesita entonces una limpieza mecánica con un abrasivo fino.

Marcas de pintura, tiza y crayon: Los efectos que producen estos contaminantes son similares
a los del aceite y la grasa. Se necesita una limpieza con cepillo, bien con agua o con algún
producto alcalino. También se puede utilizar agua a presión o vapor.

DEFECTOS SUPERFICIALES CAUSADOS POR LA ESTRUCTURA METALICA

Las imperfecciones superficiales discutidas hasta ahora han sido causadas por eventos debidos a
acciones externas, no por el acero inoxidable en sí. Hay defectos que se pueden atribuir a la
estructura metálica. Debido a la forma en que los metales se funden y cuelan antes del proceso
de forja o laminación, la mayoría de las aleaciones, incluída el acero inoxidable contienen
inclusiones sólidas no metálicas. Otras sustancias también pueden ser incluídas dentro del metal
en las operaciones de forjado, especialmente sulfuros, que desarrollan sitios donde puede tener
lugar la corrosión por picado. Normalmente, estas inclusiones se remueven durante el decapado
ácido, pero en algunos casos, cuando el azufre se agrega para mejorar la maquinabilidad,
permanece una cantidad de partículas suficiente como para ocasionar problemas.

Para minimizar la ocurrencia de defectos atribuibles a la usina siderúrgica, el fabricante de


equipos debería inspeccionar visualmente la superficie del material recibido como así también
las de los productos terminados. El comprador del equipo también debería hacer una inspección
similar. Los defectos menores u ocasionales generalmente se pueden eliminar mediante un
pulido con abrasivo de grano fino. Los defectos relacionados con el azufre se encuentran
generalmente con el tipo AISI 303, un grado de acero inoxidable de fácil maquinabilidad
normalmente suministrado como barras.

DEFECTOS SUPERFICIALES Y COLORACIONES DEBIDAS A CONDICIONES DE


PROCESO U OTRAS FUENTES

Los depósitos secos de productos son ejemplos de contaminación de la superficie durante el


proceso. En las industrias alimenticias, de bebidas y farmacéuticas, comúnmente los equipos
tienen múltiples usos. Estos necesitan una limpieza frecuente entre procesos. Algunas veces la
limpieza es incompleta y quedan productos del primer proceso. Estos pueden actuar como sitios
para la corrosión por picado o por rendijas. Se necesita una limpieza profunda de todas las
superficies.

Bajo ciertas condiciones no bien comprendidas, pero usualmente en procesos en los que se
maneja agua de alta pureza, a alta temperatura o con vapor, se desarrollan depósitos coloreados.
Muchas veces no se sabe cómo se forman. Algunos son pulverulentos y otros están firmemente
adheridos a la superficie, y los colores son muy variables. Normalmente son rojos a anaranjados,
aunque también pueden ser negros, grises, púrpuras, azules, y aún hasta amarillo-verdosos. Se
supone que se debe a alguna forma de óxido de hierro hidratado.

La fuente del material que produce estos depósitos generalmente es desconocida. Este fenómeno
no aparece al comienzo del funcionamiento del equipo, sino después de algunos días o incluso
años. A veces aparece en toda la superficie y otras en lugares específicos. Aparentemente, la
corrosión del propio equipo no es la responsable, sino que se origina en equipos de acero o de
acero inoxidable de bajo cromo, tales como generadores de vapor o cañerías, ubicados corriente
arriba del proceso. Algunos piensan que proviene de impurezas del pulido y suciedades de
soldaduras de áreas no limpiadas convenientemente. También se ha sugerido que proviene del
agua de alimentación. Cualquiera que fuera la fuente, parece ser que el material que contiene
hierro se disuelve y se transporta como iones o coloides hasta el lugar donde las condiciones son
apropiadas para la precipitación.

Cualquiera fuera la razón de este fenómeno, son contaminantes que no pueden ser tolerados en
sistemas sanitarios. Las partículas pueden desprenderse de las superficies y contaminar a los
productos. Estas mismas partículas pueden tapar filtros o iniciar procesos de corrosión
localizada. Cuando se encuentra, debe ser eliminado inmediatamente. Estos depósitos se pueden
detectar pasando un paño limpio sobre la superficie. Una mancha coloreada aparecerá sobre el
paño. Para la limpieza se pueden usar satisfactoriamente soluciones moderadamente
concentradas de ácido nítrico, fosfórico, cítrico u oxálico. Se ha ensayado el ácido clorhídrico
inhibido con y sin cloruro férrico, pero siempre existe el riesgo de corrosión del acero inoxidable
con este ácido.

Dado que la formación de este tipo de depósitos es un fenómeno recurrente, se requiere una
limpieza ácida cada vez que se encuentra.

ELIMINACION DE LA CONTAMINACION SUPERFICIAL: LIMPIEZA MECANICA

Las técnicas de limpieza mecánica tales como blastinado con partículas abrasivas, limpieza con
cepillos y pulido, son muy usadas. Sin embargo, se debe tener mucho cuidado cuando se
emplean estos métodos. Para el blastinado se debe usar un abrasivo limpio, libre de carbón o de
partículas de hierro o acero. Las esferas de vidrio son efectivas, al igual que pedazos de cáscara
de nuez. Estos medios tienen la ventaja de que no aumentan excesivamente la rugosidad de la
superficie, como lo hacen la arena u otras partículas más duras. La limpieza con cepillo se debe
hacer solamente con cepillos hechos con alambres de acero inoxidable, y no deben ser nunca
usados con cualquier otro material que no sea acero inoxidable.

Los discos abrasivos y las poleas con abrasivos son elementos que se usan comúnmente para
eliminar la coloración de la soldadura y otras imperfecciones menores de la superficie. Se debe
tener cuidado, ya que, como en otras operaciones de pulido, estos tratamientos pueden afectar a
la superficie en su resistencia a la corrosión.

El pulido con poleas de grano grueso deforma y cambia la superficie en mayor grado que las
técnicas ya discutidas. El pulido profundo debería ser utilizado solamente para preparar
superficies para soldar o para eliminar imperfecciones de la soldadura antes de volver a soldar.
Este pulido puede afectar de gran manera la microestructura de la superficie metálica. Aunque
esto no afecte la resistencia a la corrosión, se crean grandes tensiones y es probable que la
superficie se fisure. Cuando sea práctico, el esmerilado debería limitarse a discos abrasivos y
ruedas flap en lugar de piedras de amolar. Las superficies fuertemente trabajadas se deben
eliminar mediante los métodos químicos y electroquímicos que se describen a posteriori.

ELIMINACION DE LA CONTAMINACION SUPERFICIAL: LIMPIEZA QUIMICA Y


ELECTROQUIMICA

Las incrustaciones de hierro, las coloraciones de soldaduras, la capa reducida en cromo que se
encuentra debajo de los óxidos y coloraciones de soldadura, las capas superficiales alteradas por
tratamiento mecánico y de pulido, y las inclusiones de sulfuro; se pueden eliminar mediante un
tratamiento ácido, disolución electroquímica o pulido. Estos procesos remueven de manera
controlada las áreas afectadas, resultando una superficie perfectamente limpia y libre de
defectos. La película protectora se forma después de la exposición al aire, agua aereada o ácido
nítrico.

La norma ASTM A380 da una serie de soluciones para limpieza química y tratamiento ácido.
Las más comunes son aquellas que contienen ácido nítrico con una concentración de alrededor
del 20%, que son muy buenas para remover manchas y partículas de hierro. Sin embargo, para
eliminar la coloración y los óxidos de soldadura se sugiere una solución de ácido nítrico al 10%
con 2% de ácido fluorhídrico. La adición de ácido fluorhídrico es esencial, ya que sin él el acero
inoxidable no se corroe y no se pueden eliminar las zonas con bajo contenido de cromo. El
tratamiento se realiza generalmente por inmersión o por lavado del equipo con la solución ácida
apropiada. Cuando el equipo no se puede tratar por inmersión, se pueden utilizar pastas que se
aplican con pincel o rodillo y se lavan con agua una vez que hayan actuado. Dado que estos tipos
de tratamientos incrementan la rugosidad de la superficie, se debe controlar cuidadosamente el
proceso. Obviamente, estos procesos cambian la apariencia superficial, pero generalmente no de
una manera inaceptable.

En la limpieza electroquímica o electropulido, la superficie del acero inoxidable se remueve a


través de la aplicación de una corriente eléctrica continua en un electrolito apropiado. La
profundidad del metal removido se puede controlar muy bien. A diferencia del tratamiento ácido,
que tiende a aumentar la rugosidad de la superficie, el electropulido tiende a alisarla, eliminando
irregularidades y muchos defectos. A veces, para lograr la rugosidad superficial requerida, se
necesita una combinación de pulido mecánico seguido por un electropulido. En la etapa de
pulido mecánico, pueden quedar atrapadas partículas en la superficie, que son eliminadas en la
etapa de pulido electrolítico, previniendo futuros problemas. Hay muchas afirmaciones que la
menor rugosidad superficial obtenida por el electropulido incrementa la resistencia a la
corrosión, pero la experiencia normalmente muestra que es más importante la limpieza que la
rugosidad superficial. También es cierto que las superficies tratadas electroquímicamente son
mucho más fáciles de limpiar, lo cual aumenta la resistencia a la corrosión. La limpieza y pulido
electroquímico normalmente son realizados por inmersión, lo cual no es siempre posible con
equipos grandes o de forma complicada. Si ese fuera el caso, se pueden utilizar instrumentos
manuales como el que se muestra en la Figura 6, para tratar áreas localizadas.

Figura 6 - Herramienta manual para electropulido


PASIVACION

Ya se han mencionado los procedimientos para pasivar el acero inoxidable. La norma ASTM
A380 describe un número de soluciones y métodos para pasivado. Se acepta generalmente que
no son más que moderadas técnicas de limpieza. Si incrementan la resistencia a la corrosión de
manera significativa, es algo que está en discusión. Pueden ayudar a reparar, pero no cambian
significativamente a la película protectora de óxido, ni remueven ninguna cantidad sustancial de
defectos superficiales. A menudo eliminan materiales solubles y partículas metálicas adheridas a
las superficies maquinadas o sucias del acero inoxidable.

LIMPIEZA DE LOS EQUIPOS DE ACERO INOXIDABLE

Como se mencionó anteriormente, muchos de los defectos superficiales se introducen durante la


fabricación y manejo de los materiales y equipo. A través de la insistencia en procedimientos e
inspecciones adecuados, se pueden evitar muchos problemas asociados con la falta de cuidados y
errores de fabricación.

Se sugieren las siguientes especificaciones para agregar a las órdenes de compra:

1 - Todas las superficies que estarán en contacto con los productos del proceso deberán estar
libres de aceite, grasa, marcas de dedos, crayones, tintas, pinturas, cintas, y otras sustancias que
contengan material orgánico. Se requerirá el test previsto por la norma ASTM A380.

2 - Todas las superficies deberán estar libres de contaminación por hierro. Se requerirán los tests
del agua y del ferroxilo estipulados en la norma ASTM A380.

3 - Todas las soldaduras deberán estar libres de coloración y otras oxidaciones, salpicaduras,
marcas de electrodos, decapantes y zonas manchadas por cepillado y pulido. Si la inspección
visual revela estos defectos, se requerirá el tratamiento mecánico, quimico y/o electroquímico
adecuado.

4 - Todos los defectos de soldadura tales como penetración incompleta, fusión incompleta y
rajaduras, deberán ser reparadas desbastando y volviendo a soldar.

5 - Se requerirá que todas las aberturas sean cerradas después que se hayan realizado los
procedimientos de limpieza. Todas las tapas deberán parmanecer en posición hasta en
ensamblado final y durante el transporte.

6 - El equipamiento será inspeccionado en el establecimiento del fabricante, antes del embarque,


para dar cumplimiento a los puntos 1, 2, 3, 4 y 5.
CONSIDERACIONES ESPECIALES PARA LAS PLANCHAS, CAÑOS , TUBOS Y
PRODUCTOS DE FUNDICION

Estos productos presentan problemas especiales cuando la calidad de la superficie es importante.


Se hará un breve comentario sobre cada uno de ellos:

1 - Planchas: se considera plancha al material que tiene más de 5 mm. de espesor. Aunque se
suministran normalmente laminadas en caliente y decapadas, la norma ASTM A480/A480M
describe cinco terminaciones superficiales. La terminación superficial nº 4, que se produce
mediante pulido con abrasivo grano 150, es adecuada para servicio sanitario. Las otras son
normalmente demasiado rugosas. También pueden contener rajaduras y otros defectos que
pueden ser iniciadores de procesos de corrosión.

2 - Tubos y Caños: los productos tubulares soldados con espesores de pared de 5 mm. o menos
se hacen a partir de cintas. La calidad de la superficie original de estos productos normalmente es
bastante brillosa y suave. La norma ASTM A270 se utiliza ampliamente cuando la facilidad de
limpieza es un requerimiento. Los tubos hechos de acuerdo con la ASTM A270 están disponibles
con la superficie esmerilada, pulida o electropulida. Los productos tubulares hechos de acuerdo
con las otras especificaciones ASTM tales como la A312/A312M, tienen la mayor de las veces la
superficie decapada. Los tubos de paredes más gruesas están hechos a partir de planchas, y
tienen la misma terminación superficial. Se deberá especificar una terminación nº 4 cuando se
los utilice en un servicio sanitario.

Cuando los productos tubulares y otros componentes estén unidos por soldadura, es esencial que
las superficies interiores estén libres de coloraciones antes de que el equipo se ponga en servicio.
Se puede usar un decapado cuidadosamente controlado para eliminar estos óxidos. Algunos
fabricantes producen tubos con las superficies interiores electropulidas después de la soldadura.
La soldadura orbital automática es una excelente técnica que produce una soldadura lisa
esencialmente libre de coloración.

3 - Barras: para mejorar la maquinabilidad, muchos productos redondos de acero inoxidable se


hacen con aleaciones especiales de alto contenido de azufre, tal como la AISI 303. Esto conduce
a un incremento en el número de inclusiones globulares de sulfuros, que son estiradas a medida
que se forma la barra. Debido a su longitud, es probable que las inclusiones no sean
completamente eliminadas por el decapado, especialmente en los extremos. También las partes
maquinadas a menudo no son sometidas a un decapado como tratamiento estándar. Esto puede
conducir a problemas mayores, debido a que los sulfuros expuestos pueden actuar como sitios
donde comienza el picado. Probablemente, la mejor práctica sea utilizar solamente las aleaciones
con bajo contenido de azufre y aceptar el incremento en los costos de maquinado.

4 - Fundiciones: la mayoría de las aleaciones comunes de acero inoxidable pueden ser fundidas,
y su resistencia a la corrosión es similar. La mayor diferencia en el uso de elementos fundidos es
que normalmente tienen superficies más rugosas y porosas que los productos forjados. También
tienen más trabajo de esmerilado y reparaciones por soldadura. Es importante que los usuarios de
productos fundidos insistan en la buena calidad de las fundiciones, y demanden los mismos
procedimientos de limpieza que los que se usan en el equipamiento fabricado con productos
forjados.

LIMPIEZA DE LOS EQUIPOS ANTES DE LA INSTALACION Y PUESTA EN


MARCHA
A menudo los equipos se ensucian y contaminan durante la instalación y operación. Se deben
eliminar los precipitados, productos depositados, polvo y suciedad, y otros materiales adheridos
a la superficie. Normalmente los procedimientos de limpieza de los equipos en funcionamiento
incluyen todos o alguno de los siguientes procedimientos:

1 - desagotado y enjuagado con agua limpia

2 - lavado con agua a alta presión

3 - inyección de vapor a baja y/o alta presión

4 - lavado con solventes o álcalis para eliminar aceites, grasas y otras sustancias orgánicas. Si se
usan limpiadores alcalinos, debe ser seguido por un lavado con agua limpia.

5 - lavado con ácidos, seguido por un enjuague con agua limpia. Si se usa ácido clorhídrico, se
debe tenr un cuidado extremo, debido a que los cloruros residuales pueden promover la corrosión
por picado, por rendijas y por fatiga.

SUMARIO

1 - los aceros inoxidables forman una película autoprotectora estable cuando son expuestos al
aire y/o agua aereada. No es necesario utilizar tratamientos pasivantes para obtener la máxima
resistencia a la corrosión.

2 - las operaciones de fabricación frecuentemente dañan y contaminan las superficies de acero


inoxidable. Cuando esto ocurre, la superficie se debe limpiar mediante técnicas mecánicas,
químicas y/o electroquímicas. Después de la limpieza por estos métodos, la película protectora se
volverá a formar espontáneamente.

3 - el maquinado y el esmerilado grueso generalmente dejan inclusiones en la superficie. Estas


deben ser eliminadas por procedimientos químicos o electroquímicos.

4 - las coloraciones y óxidos de soldadura se deben prevenir o eliminar mecánica, química y/o
electroquímicamente.

5 - los defectos de las soldaduras se deben reparar mediante esmerilado y reparacion de la


soldadura.

6 - las superficies después de decapadas son más rugosas que después de electropulidas.

7 - el decapado y electropulido normalmente se realizan mediante inmersión. Sin embargo, se


pueden usar pastas para decapado y elementos mecánicos manuales para el electropulido.

8 - para asegurar buenas superficies, es necesaria una atención especial durante la obtención de
los productos tubulares o planos.

9 - debido a la rugosidad inherente de las fundiciones, se necesitan cuidados y procedimientos


especiales para su limpieza.

10 - para asegurar una limpieza satisfactoria de las superficies, se deben incluir los
procedimientos y especificaciones en las órdenes de compra. Se recomienda una inspección in
situ antes del embarque.
Composición Química (%) de los Aceros Inoxidables Austeníticos y Aleaciones de Níquel

DUPL
C-
GRADO 304 304L 316 316L 317 317L 321 400 825 625 EX
276
2205
Designació S304 S304 S316 S316 S317 S317 S321 N044 N088 N066 N102
S31803
n UNS 00 03 00 03 00 03 00 00 25 25 76
CARBON 0.035 0.035 0.035
0.08 0.08 0.08 0.08 0.30 0.05 0.10 0.02 0.03
O (C) max. * * *
MANGAN
ESO (Mn) 2.00 2.00 2.00 2.00 2.00 2.00 2.00 2.00 1.00 0.50 1.00 2.00
max.
FOSFORO
0.04 0.04 0.04 0.04 0.04 0.04 0.04 ---- ---- 0.015 0.04 0.03
(P) max.
AZUFRE
0.03 0.03 0.03 0.03 0.03 0.03 0.03 0.024 0.03 0.015 0.03 0.02
(S) max.
SILICIO
0.75 0.75 0.75 0.75 0.75 0.75 0.75 0.50 0.50 0.50 0.08 1.00
(Si) max.
18.0 18.0 16.0 16.0 18.0 18.0 17.0
CROMO 19.5 a 20.0 a 14.5 a 21.0 a
a a a a a a a ----
(Cr) max. 23.5 23.0 16.5 23.0
20.0 20.0 18.0 18.0 20.0 20.0 20.0
10.0 10.0 11.0 11.0
NIQUEL 8.0 a 8.0 a 9.0 a 63.0 a 38.0 a Balan Balan 4.5 a
a a a a
(Ni) 11.0 13.0 13.0 70.0 46.0 ce ce 6.5
14.0 15.0 14.0 15.0
MOLIBDE 2.0 a 2.0 a 3.0 a 3.0 a 2.5 a 8.0 a 15.0 a 2.5 a
---- ---- ---- ----
NO (Mo) 3.0 3.0 4.0 4.0 3.5 10.0 17.0 3.5
Fe =
5.0
max. Co =
Fe=B
Al = 2.50
al.
0.40 max.
Cu =
Ti = max. W=
Cu=B 1.5 a
5xC Ti = 3.00 a
OTROS al. 3.0 N=
min. 0.40 4.50
ELEMENT ---- ---- ---- ---- ---- ---- Fe = Al = 0.08 a
y max. Fe =
OS 2.50 0.2 0.20
0.70 Cb+T 4.00 a
max. max.
max. a= 7.00
Ti =
3.15 a V=
0.6 a
4.15 0.35
1.2
Co = max.
1.0
max.

* Se acepta un contenido máximo de carbono del 0.04% para tubos trefilados.

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