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Monografía:
Los métodos de evangelización utilizados en América por los
misioneros de las órdenes religiosas en la primera mitad del s. XVI.
Entre las medidas adoptadas por la Corona española, una central fue la de
asegurar la evangelización de los habitantes de las nuevas tierras descubiertas; tarea
encomendada a cada español que se embarcaba al Nuevo Mundo, y de manera eminente
asumida por la institución eclesial, ya de la mano de los Obispos y del clero, ya por los
misioneros de las órdenes religiosas dominica, franciscana, mercedaria y agustina
especialmente. Reconocemos la preocupación por la tarea evangelizadora que tiñó el
proceso de conquista, denunciando muchas veces los abusos cometidos por los
conquistadores y luchando lo más posible por la dignidad del originario.
abre y en donde Jesucristo nos sigue llamando a dar testimonio de su Buena Nueva.
Página
1. Los prolegómenos de la evangelización en América
a. La decisión política de España de emprender la tarea
evangelizadora
No podemos entender la tarea evangelizadora emprendida en América sin
reconocer el genio español que la llevó delante de modo eminente, en particular en el
periodo de fines del s. XV y la mitad del s. XVI en el cual se enmarca nuestro trabajo.
1
Cfr. DUSSEL, Enrique. Historia general de la Iglesia en América Latina. Tomo I: introducción general
a la historia de la iglesia en América Latina. Salamanca, Ed. Sígueme CEHILA, 1983, 193-194.
2
Cfr. Ibíd., 196 y 198.
Además del traslado, también se proveía a los religiosos de todo lo necesario para su
estadía: vestido, libros, objetos que le sean necesarios, etc.3.
Otro documento posterior digno de ser nombrado, que dio pie de modo
particular a la tarea misional emprendida por las Órdenes religiosas, es el breve Exponi
nobis fecisti del 9 de mayo de 1522, más conocido con el nombre de bula “Omnímoda”,
del papa Adriano VI. Según lo dicho en el mismo documento, es ante la preocupación
del mismo rey español por la tarea evangelizadora emprendida en las tierras americanas
que se requiere al papa el envío de mayor cantidad de misioneros religiosos a ellas. De
4
3
Cfr. SIWAK, Pedro. 500 años de evangelización americana. Tomo I (1492-1860). Buenos Aires, Ed. del
Página
Estos documentos son, podríamos decir, la base jurídica que da pie a la labor
emprendida por las órdenes religiosas misioneras durante el s. XVI en las tierras
americanas.
66
Ibíd., 16.
5
7
Cfr. Ídem.
Página
8
Cfr. DUSSEL, Enrique. Op. cit., 281.
9
BORGES, Pedro. Historia de la Iglesia en Hispanoamérica y Filipinas I. Madrid, BAC, 1992, 433.
10
Cfr. DUSSEL, Enrique. Op. cit., 292.
Cuando la evangelización devino en adoctrinamiento, la Iglesia y sus misioneros
devinieron en agentes colonizadores de la mentalidad europea-cristiana en estas tierras,
negando el mundo del originario. Más también hubo quienes supieron diferenciar el
cristianismo de la cristiandad, entre evangelio y cultura, y aprendieron a partir de la
realidad del otro, del originario en cuanto hombre digno y capaz de Dios, gestando un
verdadero proceso evangelizador y liberador11.
Los misioneros de las órdenes religiosas pueden ser considerados sin error a la
verdad como el corazón de la labor evangelizadora en América. La difusión del
Evangelio entre los nativos americanos estuvo en sus manos de modo eminente, siendo
alrededor de 20.000 hombres los destinados a estas tierras en el decurso de los siglos
XV a XVIII13.
Fruto de las bulas papales, ya en el segundo viaje de Colón (1493) son parte de
la tripulación entre diez y doce religiosos de distintas órdenes14. Los franciscanos
arriban a América en este viaje, comenzando su tarea evangelizadora en las Antillas,
trasladándose posteriormente a Nueva España (actual México). También evangelizaron
en el periodo de mediados del s. XVI la zona de América Central (actuales Guatemala,
Honduras, El Salvador y Nicaragua) y en América del Sur las zonas comprendidas por
los actuales Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, el norte argentino y Chile15.
11
Cfr. DUSSEL, Enrique. Op. cit., 298-299.
6
12
BORGES, Pedro. Op. cit., 437.
Página
13
Cfr. Ídem.
14
Cfr. BRUNO, Cayetano. Op. cit., 25.
15
Cfr. BORGES, Pedro. Op. cit., 437-438.
Los mercedarios llegan también a América, de modo circunstancial, en el año
1493 a la zona de las Antillas. Posteriormente, en el año 1514 se asientan en Santo
Domingo. Su labor misional durante el s. XVI estuvo mayormente centrada en la zona
de América del Sur y Central, con poca presencia en Nueva España y las Antillas16.
16
Cfr. Ibíd., 438.
17
Cfr. Ibíd., 438-439.
7
18
Cfr. Ibíd., 439.
Página
19
Cfr. Ibíd., 438-440.
20
Cfr. Ibíd., 441.
21
Cfr. Ibíd., 443.
nivel espiritual superior al del medio ambiente, considerados en relación con los demás
religiosos de su misma Orden o convento”22.
En efecto, un buen número de los misioneros y las órdenes, una vez arribados a
América, asumieron una “postura propiamente misionera de partir desde la situación del
evangelizando, con respeto de su exterioridad, su cultura, su historia, su idiosincrasia”28.
Los religiosos buscaron mantener la autonomía de la tarea evangelizadora respecto a los
intereses del Estado que no siempre se hallaban de acuerdo con la primera, buscando
distinguir también, a nivel cultural, el «hispanismo» del «cristianismo»29. Esta intención
de los misioneros fue también entendida por los indígenas en donde se gestaba tal
diferenciación, siendo ésta la base de la autoridad que los misioneros ganarán ante la
población originaria30.
22
Ídem.
23
Cfr. BRUNO, Cayetano. Op. cit., 14.
24
DUSSEL, Enrique. Op. cit., 336.
25
Cfr. Ibíd., 337-338.
26
Ibíd., 339.
8
27
Cfr. Ibíd., 338.
Página
28
Cfr. Ibíd., 336.
29
Cfr. Ibíd., 339.
30
Cfr. Ibíd., 338.
Es en los testimonios de Montesinos y de Bartolomé de las Casas donde
reconocemos una primera reacción de las comunidades religiosas respecto a las
desavenencias tenidas con las acciones de los conquistadores hacia los originarios. Esta
tensión se dará de modo recurrente y teñirá a los métodos de evangelización empleados
por los misioneros a la hora del encuentro con los nativos americanos.
31
Ibíd., 340-341.
32
Cfr. BORGES, Pedro. Op. cit., 495-496.
33
Ibíd., 496.
34
“Métodos misionales americanos son los diversos sistemas adoptados por los misioneros para
evangelizar a los nativos del Nuevo Mundo. En un sentido amplio, la metodología misional termina
identificándose con la evangelización misma para convertirse de hecho en una historia que abarca todos
los aspectos del proceso evangelizador. En un sentido estricto, bajo el cual se interpretará aquí, esos
sistemas son únicamente los medios puestos en práctica por los evangelizadores americanos para insertar
a los nativos en el cristianismo. No todo lo relacionado con la evangelización son métodos misionales,
9
sino únicamente aquellas facetas de carácter instrumental que de una manera u otra estuvieron
Página
encaminadas, o se utilizaron, para la transformación religiosa del indio”. BORGES, Pedro. Op. cit., 495.
35
Cfr. BORGES, Pedro. Op. cit., 496.
36
Cfr. Ídem.
b. Los modelos evangelizadores
El modelo de Jesús y sus apóstoles “figura como suprema y continua referencia
tanto de las actuaciones y norma de conducta de los misioneros como en las obras de
metodología misional”37. Esto lo vemos reflejado en los proyectos de las comunidades
religiosas misioneras, que buscaban imitar en su estilo de vida a las primeras
comunidades, y llegaban incluso a mandar las expediciones misioneras con doce
integrantes, por ser éste el número de los apóstoles de Jesucristo38.
Por otra parte, la tradición misional de las propias órdenes también sirvió de
modelo ante este nuevo desafío evangelizador. Los franciscanos, por su parte, tenían el
ejemplo de su fundador y su actuación con los mahometanos, mientras que los
dominicos ya poseían en ese tiempo de una vasta tradición misionera en distintas partes
del mundo conocido39.
37
Ídem.
38
“Se trata de un detalle revelador que ya lo habían tenido en cuenta los propios franciscanos en 1502 y
que luego lo volvieron a repetir, sólo en la primera mitad del siglo XVI, en 1532, 1541, 1546, 1548 y en
dos ocasiones de 1549. Por su parte, y durante esta misma época, lo tuvieron también en cuenta los
10
mercedarios en 1526, los dominicos en 1511 y 1526 y los agustinos en 1536, 1539, 1547, 1550, 1552,
1555 y 1556”. BORGES, Pedro. Op. cit., 497.
Página
39
Cfr. BORGES, Pedro. Op. cit., 497.
40
Cfr. DUSSEL, Enrique. Op. cit., 342.
41
Cfr. Ídem.
negro”42. Ello suponía, por una parte, la dominación de aquéllos destinatarios de la
evangelización y, por otra, el desprecio de su propia cultura43. Como decíamos antes,
este fue el método mayormente utilizado, donde la conquista precedía a la
evangelización por lo que la población originaria era primero dominada para luego ser
evangelizada44.
El método de valoración cultural del aborigen fue una experiencia poco presente
en la primera evangelización de América, pero ciertamente importante para el futuro
misional tanto de estas tierras como de los modos misionales contemporáneos. Estas
experiencias estuvieron ajenas a la intervención militar de los conquistadores, por lo que
su carácter pacífico es primordial45. El otro rasgo característico será el respeto de la
cultura y de la dignidad de los originarios, lo que conduce a que la evangelización se
realice por «la persuasión del entendimiento por medio de razones y la invitación y
suave moción de la voluntad», a decir de Bartolomé de las Casas46. Uno de los
cimientos de este modo misional ha sido el conocimiento etnológico de los originarios,
llevando a una tarea evangelizadora realizada fuera del ámbito español47. Hasta la
primera mitad del s. XVI, los dominicos y en particular el mismo Bartolomé de las
Casas llevaron adelante alguna de estas experiencias evangelizadoras sin mucho éxito.
Sólo posteriormente, con las reducciones, se observarán los mejores resultados48.
42
Ibíd., 343.
43
Cfr. Ídem.
44
Cfr. Ibíd., 343-344.
11
45
Cfr. Ibíd., 345.
46
Cfr. Ídem.
Página
47
Cfr. Ídem.
48
Cfr. Ibíd., 346-347.
49
Cfr. BORGES, Pedro. Op. cit., 503.
i. Métodos de preparación
Este principio metodológico da cuenta, primariamente, de la valoración de los
misioneros hacia los originarios, en cuanto considerarlos susceptibles de ser
evangelizados en cuanto poseen racionalidad. Mientras que a comienzos del s. XVI se
discutía en los ambientes académicos sobre la condición de seres racionales de los
aborígenes, los misioneros ya iniciaban su labor evangelizadora entre los mismos
presuponiendo tal condición humana50.
Las primeras experiencias evangelizadoras dan cuenta del modo en que los
misioneros buscaban llevar a los originarios a la fe cristiana: “se dirigían a los naturales
en su lengua; procuraban adoctrinar primero a los caciques; les enseñaban las
principales oraciones y sólo los artículos de fe más fácilmente comprensibles por la
razón humana (…) y que más claramente diferenciaban la fe católica de sus creencias
ancestrales”56.
50
Cfr. Ídem.
51
Cfr. Ibíd., 504.
12
52
Cfr. Ibíd., 522.
53
Cfr. Ibíd., 525.
Página
54
Cfr. Ídem.
55
Cfr. Ibíd., 504.
56
Cfr. Ibíd., 550.
Un modo de difusión que se dará posteriormente, no común en la etapa que
estamos profundizando, será la congregación de los aborígenes en poblados o
reducciones, con el doble fin de prepararlos humanamente para la recepción de la fe y la
transmisión de las doctrina y modo de vida cristiana57.
57
Cfr. Ibíd., 504.
58
Cfr. Ídem.
Página
59
Cfr. Ibíd., 551.
60
Cfr. Ibíd., 553.
61
Cfr. Ibíd., 504.
Para lograr la persuasión de los aborígenes respecto a las verdades de la fe
enseñadas, los misioneros se valieron de una gran cantidad de medios que desarrollamos
aquí sucintamente62:
62
Cfr. Ibíd., 573-591.
63
“Estos colegios comenzaron ya en España con anterioridad a 1509, por obra de los franciscanos, y
Página
pasaron al continente con la propia evangelización. La época de su mayor esplendor coincidió con el
período de tiempo comprendido entre 1530 y 1570 aproximadamente, que fue también el de mayor
empuje misional”. BORGES, Pedro. Op. cit., 589.
conversión. El contacto entre originarios y cristianos españoles no fue tan bien
valorado por los misioneros, prefiriéndose muchas veces la separación para
llevar adelante la evangelización, proponiendo el encuentro únicamente luego de
la conversión.
Métodos de educación: se buscaba formar a los niños en la religión cristiana
para que ellos, posteriormente, influyan en sus padres y, sobre todo, aseguren el
futuro del cristianismo en el lugar.
64
VÁZQUEZ JANEIRO, Isaac (O.F.M.). “Estructura y acción evangelizadora de la Orden Franciscana en
15
65
Cfr. Ídem.
66
Ídem.
67
Cfr. Ídem.
elaborando diversos catecismos, gramáticas y vocabularios que desde 1539, con la
introducción de la imprenta en las misiones, empezaron a divulgarse por la región de
Nueva España68.
b. Dominicos
La Orden de los Predicadores llega temprano a América con una línea de trabajo
semejante al programa primitivo que tuvo en su fundación por santo Domingo de
Guzmán, a saber: fundar conventos, estudiar y predicar. Esta triple finalidad será el eje
de la presencia de los Dominicos en las nuevas tierras, cuya disciplina para obtener tales
metas será encomiable69.
68
Cfr. Ibíd., 169-170.
69
Cfr. HUERGA, Álbaro (O.P.). “Los Dominicos en el «Novus Orbis»: predicación y teología”. En:
16
70
Cfr. Ibíd., 182-183.
71
Cfr. Ibíd., 183.
72
Cfr. Ibíd., 184-185.
Hijos de Dios insistieron de modo particular ante los abusos cometidos por la
dominación española73.
c. Mercedarios
La Orden de la Merced se establece en tierras americanas, sin fecha precisa,
entre los años 1510-1511. Luego de su primera instalación en la isla de República
Dominicana, inicia su expansión a otros lugares. Entre los grandes hitos de esta
expansión misionera, es de notar que los frailes de esta Orden acompañaron a Hernán
Cortés en su empresa de conquista de México (1519)75.
73
Cfr. Ibíd., 186.
74
Ibíd., 188.
75
Cfr. QUISPE, Severo Aparicio (O. de M.). “Los Mercedarios en la Evangelización de América”. En:
Historia de la evangelización de América. Trayectoria, identidad y esperanza de un Continente. Ciudad
del Vaticano, Librería Editrice Vaticana, 1992, 230-231.
76
Cfr. Ibíd., 244.
17
77
“Las doctrinas eran centros de catequesis rural, asentados en los campos, serranías, valles y quebradas
de gran parte de la difícil geografía de América española (…) Una doctrina estaba formada de varios
Página
pueblos pequeños, distantes entre sí, y hacía de cabecera de doctrina el más importante de ellos, donde
residía el cura doctrinero”. QUISPE, Severo Aparicio (O. de M.). Op. cit., 245.
78
Cfr. QUISPE, Severo Aparicio (O. de M.). Op. cit., 244-245.
d. Agustinos
Los Agustinos han sido la Orden que más tardíamente llegó a las tierras
americanas en el periodo analizado. En efecto, es recién en 1533 que se establecen en
Nueva España79. Es de notar que los Agustinos no habían tenido experiencias
misioneras previas a su llegada a América80. No obstante esto, “les tocó acudir a la
evangelización de las partes más difíciles de la orografía mexicana, desempeñando su
labor en culturas indígenas que llamaríamos periféricas”81.
79
Cfr. ESCUTIA, Roberto Jaramillo (O.S.A.). “Los Agustinos en la primera evangelización de América”.
En: Historia de la evangelización de América. Trayectoria, identidad y esperanza de un Continente.
Ciudad del Vaticano, Librería Editrice Vaticana, 1992, 195.
80
Cfr. Ibíd., 198.
81
Ibíd., 201.
18
82
Cfr. Ibíd., 199.
83
Cfr. Ibíd., 201.
Página
84
Cfr. Ibíd., 203.
85
Cfr. Ibíd., 204-205.
86
Cfr. Ibíd., 206.
Conclusión
A lo largo de la elaboración del trabajo hemos constatado la permanente tensión
entre el mandato evangelizador y civilizador que pesaba sobre la conquista del territorio
por parte de la Corona española, lo cual condujo a ésta al envío de misioneros que
lleven adelante tal labor, y la praxis concreta de evangelización que las Órdenes
llevaron adelante en estos territorios que en no pocas ocasiones se separó del modelo de
cristiandad europeo, al atender a la fidelidad del Evangelio en el encuentro con la
realidad concreta del otro, reconocido como hombre digno y semejante.