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Poesías de Álvaro Yunque

Esta doncella tísica y asexuada,


Coplas a la poesía de la calle esta mujer de senos inapetentes,
—rosicler en los huesos de su cara granulada
Poesía de la calle, y ganchuna su israelita nariz ya transparente…
Cosa de todos, sin dueño;
Yo te aprisiono un segundo, Esta pobre yegua flaca y trabajada,
Sólo un segundo en mi verso. con los dedos espatulas de tanto teclear,
esta pobre mujer invertebrada,
Poesía de la calle, tiene que trabajar…
Torna a la calle de nuevo;
De todos sé y de ninguno, Esta pobre nena descuajeringada,
¡Como una ramera, verso! con sus ancas sutiles de alfiler,
tiene el alma tumefacta y rezagada
Fábrica ¡y se empeña en comer!

Monstruo rojo que ruge; Yo la amé cuatro meses con los ojos,
y por la chimenea de su nariz, con mis ojos de perro triste y vagabundo;
arroja un vaho sucio cuando le miraba los pómulos rojos,
y un negro hollín. ¡qué dolor profundo!

En medio de las casuchas Un día juntamos hombro a hombro nuestra


del arrabal; desdicha;
su oblicuo lomo se yergue apenas, vivimos dos meses en un cuchitril;
agazapado está. en su beso salivoso naufragó la dicha
y el ansia de vivir…
Aguarda. Hacia sus fauces
comienzan a afluir, Una tarde sin historia, una tarde cualquiera,
hipnotizadas víctimas, hombres y niños murió clásicamente en un hospital.
del rojo monstruo diario festín. (Bella burguesita que a mi lado pasas, cambia de
acera, porque voy a putear…)
Mas no se los devora,
que un vampiro es la fábrica: sólo les chupará El musicante rengo
unas gotas de sangre;
y así todos los días, treinta años vivirán. Tendrá treinta años el musicante rengo,
y acaso un principio de ataxia locomotriz,
Y la majada, a oír sus rapsodias a este café vengo
la majada senil arrastrando mi pena como a una lombriz.
de hombres tuberculosos y de anémicos niños;
todos los días, todos los días, va y viene. ¿Y? La mujer es aquélla, la blanca, la loca
mujer que en todos restrega
Pasa la ramera su sexo. (A cambio de coca
la pobre se entrega)…
Pasa la ramera. Pasa entre el gentío;
Tiene hondas arrugas y el pelo teñido. El hombre para olvidar bebe,
Los ojos febriles -dos diamantes falsos y yo bebo para olvidar;
-Rosas las mejillas -dos flores de trapo. la mujer esa debe
Quizás por llenarme de voraz lujuria, cocainizarse para terminar…
Pasa la ramera mirándome impúdica.
¡Pobrecita!; y sólo consigues, hermana Entre los tres sumaremos doce lustros,
Llenarme de lástima ¡y estamos tan cansados ya!
tengamos un gesto de decadencia augusto:
Poemas de Nicolás Olivari hagamos un menage a troi…

La dactilógrafa tuberculosa La ronda tan linda de descamisados:


un poeta enfermizo y desconocido, Me vuelvo, miro y quiero preguntarle
un rengo con cuerda que ha terminado, quién será más ramera de las dos…
y la mujer borrosa que de todos ha sido…
Presentimiento
El rengo me mira con piadosa mofa,
la mujer me sonríe con un gesto opaco, La luz de este prostíbulo apuñala
yo bostezo y me río de mi perruna estofa, las sombras de la calle.
mientras azul se arrepiente el tabaco…
Paso delante suyo y se me enciende
un pensamiento cruel en la cabeza:
La costurerita que dio aquel mal paso ¿Terminaré mi vida en un prostíbulo?

"La costurerita que dio aquel mal paso Quicio


y lo peor de todo sin necesidad..."
bueno, lo cierto del caso Me entrego a todos, mas no soy de nadie;
es que no le ha ido del todo mal. para ganarme el pan vendo mi cuerpo.
Tiene un pisito en un barrio apartado, ¿Qué he de vender para guardar intactos
un collar de perlas y un cucurucho mi corazón, mis penas y mis sueños?
de bombones; la saluda el encargado
y ese viejo, por cierto, no la molesta mucho. Textos de Elías Castelnuovo
¡Pobre la costurerita que dio el paso malvado!
Pobre si no lo daba... que aún estaría, El arte y las masas (fragmento)
si no tísica del todo, poco le faltaría.
Ríete de los sermones de las solteras viejas; “La cultura, no obstante, lo que se llama cultura y
en la vida, muchacha, no sirven esas consejas, se entiende por cultura, no es más que la teoría o el
porque, piensa ¿si te hubieras quedado? resultado de la actividad laboral del hombre a lo
largo de la historia en la búsqueda de todo aquello
que él necesita para su conservación y
Poemas de Clara Beter sobrevivencia. Nace y se desarrolla paralelamente
con el quehacer práctico, siendo un proceso que
A un obrero abarca desde lo más pequeño hasta lo más grande,
la pluralidad de todos los menesteres que realiza la
Toda desnuda me ofrezco a tu instinto, especie humana.”
muerde mis pechos, estruja mi cuerpo,
quiero brindarte esta fiesta de carne “Cuando se efectúa el recuento de la media docena
para que olvides tus días acerbos. de genios a quienes la sociedad permitió su
florecimiento, se omite los millones de genios a
Sé que padeces, tu vida es amarga quienes la misma sociedad arrancó de cuajo. Se
vida de todos los tristes obreros, suman los atletas que la sociedad deja crecer o
sin una luz de esperanza en su noche, subvenciona su desarrollo, mas no se cuenta los
sin la caricia cordial de un consuelo. millones de atletas enterrados por toda la vida en
los campos o en las fábricas que a fuerza de
¡Cómo conforta sentirse piadosa, exprimir sus energías en las más duras faenas
dulce es la simple bondad de mi gesto; terminaron tuberculosos o anémicos en la sala de
tú que así sufres, mereces la efímera un hospital.”
fiesta que quiere brindarte mi cuerpo!
“Para explicar la existencia de lo desconocido hay
En la calle Florida que partir de la base de lo que se conoce y no como
hace la metafísica que trata de explicar todo lo
Paso azorada por Florida, el vivo conocido desde el punto de vista de lo que se
escaparate de la farsa urbana: desconoce.”
viejas extravagantes, niñas cursis
y hombres-hembras desfilan en majadas.
Voy a cruzar la calle cuando escucho:
“Mamá, ¡qué desvergüenza, esa cocotte!”

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