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FARMACOLOGIA
MOLECULAR
2018
FARMACOLOGIA MOLECULAR – DR. VIDES RICRA HINOSTROZA- UNMSM Página 1
A mis queridos hijos, Johanny, Annett Nicole e Ivan
A quienes he privado de muchas horas de mi
Presencia, pero siempre estimularon mi trabajo.
A QUIEN LEYERE
Si las páginas de este libro consienten algún concepto vertido de su agrado me sentiría feliz,
perdóneme el lector la descortesía de haberlo molestado en sus horas de ocio con opiniones
desacertadas. Nuestras nadas poco difieren; es trivial y fortuita la circunstancia de que seas
tú el lector de éstas páginas, y yo su redactor.
Preámbulo…………………………………………………………………………………………………………….…….. 04
Farmacología Molecular……………………………………………………………………………………..……….. 05
Breve historia de la farmacología…………………………………………………………………………………. 07
Breve historia de la farmacología molecular………………………………………………………………… 09
Receptores farmacológicos…………………………………………………………………………………………… 17
Interacción Ligando Receptor……………………………………………………………………………………….. 19
Clasificación Molecular de Receptores………………………………………………………………………….. 24
Receptores Relacionados al Transporte iónico……………………………………………………………… 25
Receptor Nicotínico………………………………………………………………………………………………………. 33
Receptores GABA-A..…………………………………………………………………………………………………….. 39
Receptores GABA-B……………………………………………..…………………………………………………….…. 47
Receptores GABA-C………………………………………………….…………………………………………….…….. 48
Receptores de Glutamato NMDA…………………………………………………………………….…………... 50
Receptores de Glutamato AMPA…………………………………………………………………………….…... 54
Clasificación de Receptores a Glutamato………………………………………………………………….…. 56
Receptores de Glicina………………………………………………………………………………………………….. 69
Receptores de Kainato………………………………………………………………………………………………… 86
Receptores acoplados a Proteína G………………………………………………….………………………….. 96
Receptores con actividad de Cinasa de Tirosina…………………………………………………………. 125
Receptores para el Factor de Crecimiento Derivado de Plaquetas (PDGF).….…………….. 135
Receptores para el Factor de Crecimiento Epidérmico (EGF)…………….…………….…………. 152
Receptores para Insulina……………………………………………………………………..……………….……. 158
Receptores Nucleares…………………………………………………………………….………………….………. 178
Clasificación de Receptores Nucleares RNs…………………………………………………….………….. 191
Receptores de Hormonas Esteroideas…………………………………………………..…….…………….. 203
Receptores de Hormonas Tiroideas…………………………………………………….…….………………. 224
Receptores de Vitamina D……………………………………………………………………….………………… 236
Receptores de Retinoides……………………………………………………………………….…….…………… 255
Regulación de Receptores……………………………………………………………………….………,……….. 278
Hipersensibilidad de Receptores………………………………………………………….…………,………… 279
Cinética de Receptores………………………………………………………………………….…….……………. 279
Función de Receptores…………………………………………………………………….…………….…………. 279
Internalización de Receptores…………………………………………………….……………….………….… 280
Es una ciencia básica no solamente para la medicina sino también para farmacia, enfermería,
odontología y medicina veterinaria. Los estudios farmacológicos van desde aquellos que
examinan los efectos de los agentes químicos sobre los mecanismos sub celulares a aquellos
que se relacionan con los riesgos potenciales de los pesticidas y los herbicidas, a aquellos que
se orientan hacia el tratamiento y la prevención de enfermedades importantes con la terapia
medicamentosa.
Esperando que pueda ser de utilidad tanto a los alumnos integrantes del curso de
Farmacología de las diferentes Escuelas Profesionales de nuestra queridísima Universidad, así
como a la Comunidad Médica, responsables de salvaguardar la Salud Integral de nuestros
queridos pacientes.
PROFESOR RESPONSABLE:
Es una ciencia básica no solamente para la medicina sino también para farmacia, enfermería,
odontología y medicina veterinaria. Los estudios farmacológicos van desde aquellos que
examinan los efectos de los agentes químicos sobre los mecanismos sub celulares a aquellos
que se relacionan con los riesgos potenciales de los pesticidas y los herbicidas, a aquellos que
se orientan hacia el tratamiento y la prevención de enfermedades importantes con la terapia
medicamentosa.
La farmacología es el estudio del valor terapéutico y/o la toxicidad potencial de los agentes
químicos sobre los sistemas biológicos. Se dirige a cada aspecto de los mecanismos para las
acciones químicas de los agentes terapéuticos, tanto los tradicionales como los nuevos.
La farmacodinamia es el estudio de los efectos moleculares, bioquímicos y fisiológicos de los
medicamentos sobre los sistemas celulares y su mecanismo de acción.
La farmacocinética tiene que ver con la absorción, distribución y excreción de los
medicamentos. Dicho más simplemente, la farmacodinamia es el estudio acerca de cómo los
fármacos actúan en el organismo mientras que la farmacocinética es el estudio de como el
organismo actúa sobre los medicamentos.
Los aspectos farmacodinámicos y farmacocinéticos de la acción de los agentes químicos son
aplicables a todas las áreas de estudio relacionadas, incluyendo la toxicología y la terapéutica.
La toxicología es el estudio de los efectos adversos o tóxicos de los medicamentos y otros
agentes químicos. Tiene relación tanto con los medicamentos usados en el trasplante de
médula ósea de las enfermedades como con los agentes químicos que representan un riesgo
en el hogar, en el ambiente o en la industria.
La terapéutica tiene que ver con las acciones y efectos de los medicamentos y otros agentes
químicos con factores fisiológicos, bioquímicos, microbiológicos, inmunológicos, o
conductuales que influyen sobre la enfermedad. También considera como la enfermedad
puede modificar las propiedades farmacocinéticas de un medicamento mediante la alteración
de su absorción a la circulación sistémica y/o su disposición tisular.
Cada una de estas áreas está estrechamente relacionada con la materia y las técnicas
experimentales de la fisiología, la bioquímica, la biología celular y molecular, la microbiología,
la inmunología, la genética, y la patología.
La Farmacología Molecular Se centra en el estudio científico de las características bioquímicas
y biofísicas de las drogas a nivel molecular y su interacción con, y los efectos sobre, las
macromoléculas biológicas y las estructuras y procesos celulares. Incluye instrucción en
biología molecular y biofísica; farmacología de transducción de señales, transmisores y síntesis
y liberación de proteínas; receptores, interacción de proteínas y unión; descubrimiento y
reconocimiento de drogas; toxicología molecular; diseño de drogas; farmacodinámica;
genética del desarrollo; y estudios de estrategias terapéuticas.
La farmacología molecular es una rama del campo de la farmacología que se ocupa del estudio
de la farmacología sobre una base molecular. Los farmacólogos moleculares estudian el
estudio molecular de los compuestos farmacéuticos y naturales utilizados en el tratamiento de
la enfermedad, y también estudian la enfermedad sobre una base molecular con el objetivo de
desarrollar agentes farmacológicamente activos que podrían usarse para tratar la enfermedad.
Las personas pueden abordar este campo desde una serie de ángulos dentro de las ciencias
biológicas. Algunos colegios y universidades ofrecen grados de farmacología molecular a sus
estudiantes, y estos títulos pueden incluir un alto nivel de personalización de los intereses y
necesidades del estudiante. Generalmente, los cursos en farmacología molecular incluyen
temas como biología, anatomía, fisiología, química molecular y otros campos dentro de las
ciencias biológicas.
Aunque los fármacos han sido sujetos de interés desde tiempos antiguos, la farmacología es
una disciplina relativamente nueva en las ciencias biológicas.
El término farmacología viene del Griego pharmakon, que quiere decir fármaco o
medicamento y logos, que significa la verdad acerca de o una discusión racional. Las
distinciones entre las acciones útiles de los fármacos y sus efectos tóxicos fueron reconocidos
hace miles de años. Como la gente probaba las plantas, los animales y los minerales por su
posible uso como alimentos, ellos observaron tanto las acciones tóxicas como las terapéuticas
de algunos de estos materiales.
Para el siglo XVIII, se condujo muchos estudios descriptivos. Sin embargo, cómo producen los
fármacos sus efectos, era todavía un misterio.
El nacimiento de la farmacología experimental generalmente es asociado con el trabajo del
fisiólogo Francés Francois Magendie, a principios del siglo XIX. La investigación de Magendie
sobre las plantas que contienen estricnina estableció claramente a la médula espinal como el
sitio de acción de estas sustancias, y proveyó evidencia para el punto de vista que estas drogas
y venenos deben ser absorbidas a la sangre y llevadas al sitio de acción antes de producir sus
efectos. El trabajo de Magendie y su alumno Claude Bernard sobre la relajación muscular
inducida por el curare, y la intoxicación por monóxido de carbono ayudó a establecer algunas
de las técnicas y principios de la ciencia de la farmacología.
Fue en las universidades de habla Alemana durante la segunda mitad del siglo XIX que la
farmacología realmente comenzó a emerger como una disciplina bien definida. Este proceso
comenzó con la contratación de Rudolf Buchheim para enseñar materia médica en la
Universidad de Dorpat en Estonia. Enseñada por mucho tiempo en las escuelas de medicina,
materia medica se refería fundamentalmente a asuntos como los orígenes, constituyentes,
preparación y uso tradicional de las drogas. Buchheim, sin embargo, clamó por una ciencia
experimental independiente, la farmacología, que involucraba el estudio de la acción
fisiológica de los fármacos. El estableció el primer instituto de farmacología en la Universidad
de Dorpat en 1847. Entre los estudiantes que recibieron entrenamiento en investigación en el
laboratorio de Buchheim estaba Oswald Schmiedeberg.
Al comienzo del siglo XX, Paul Erlich concibió la idea de buscar agentes químicos especiales con
los cuales tratar infecciones selectivamente y así es considerado el ‘Padre de la Quimioterapia’.
Su trabajo sobre el concepto del tratamiento de la ‘bala mágica’ para las infecciones allanó el
camino para los triunfos de la quimioterapia de los días modernos. El progreso y la
contribución de la farmacología del siglo XX ha sido inmenso, con más de veinte farmacólogos
habiendo recibido el Premio Nobel de Medicina. Sus contribuciones incluyen el
descubrimiento de muchos fármacos importantes, neurotransmisores y segundos mensajeros,
así como también la comprensión de un número de procesos fisiológicos y bioquímicos.
Los fármacos son sustancias capaces de modificar la actividad celular, es decir, no originan
funciones nuevas ni tampoco alteran las características de las funciones del sistema sobre el
que actúan, simplemente las modifican al aumentarlas o disminuirlas. De este modo, un
fármaco no puede provocar la contracción de una célula nerviosa, ni que una célula cardíaca
produzca secreción; todo lo que puede hacer es aumentar o disminuir la excitabilidad de la
célula nerviosa o la fuerza de contracción cardíaca. Para estimular o inhibir los procesos
propios de la célula, los fármacos deben primero asociarse a moléculas celulares con las cuales
establecen enlaces de unión que casi siempre son reversibles, aunque también pueden ser
irreversibles.
Sorprendentemente, tal vez, para muchos farmacólogos de hoy, hace poco, los receptores
todavía se consideraban entidades hipotéticas. El aislamiento y la identificación de la sustancia
receptiva de Langley (cadenas laterales de Ehrlich) requirieron esfuerzos de diversos grupos; la
casualidad también facilitó su purificación y posterior caracterización bioquímica y molecular.
En esta revisión, considero algunas de las personas clave y desarrollos técnicos de vanguardia
desde finales de la década de 1950 hasta principios de la década de 1990 que conducen a la
clonación de los primeros receptores. Me centro en el receptor nicotínico de acetilcolina para
Un receptor celular —tal como se conoce hoy— es una estructura tangible y sofisticada,
necesaria para la acción de los ligandos. Gracias a ellos, se llevan a cabo los procesos
bioquímicos que ponen en marcha la maquinaria genética y, en última instancia, la vida.
Hace un siglo, dos científicos habían sugerido su presencia, aunque de manera un tanto
nebulosa. Con el escepticismo incluso de los más sabios, el creciente conocimiento de la
función del sistema nervioso neurovegetativo (en particular el adrenérgico), fue reforzando la
“teoría del receptor”, un concepto farmacológico que pasó del terreno de la hipótesis a un
conocimiento detallado y real.
La “teoría del receptor” explica el mecanismo de la activación del receptor y describe modelos
para explicar las acciones de un fármaco. Hasta ahora, casi todos los modelos teóricos
cuantitativos de función de receptores se han centrado en los canales de intercambio iónico y
los receptores acoplados a proteínas G.
Al comenzar el siglo XX, el fisiólogo de Cambridge John Newport Langley, fue quien primero
propuso la teoría de los receptores, al explicar la acción de los alcaloides: “En todas las células
se distinguen al menos dos constituyentes, una sustancia principal, que se ocupa de la función
principal de la célula como contracción y secreción, y sustancias receptoras que son activadas
por cuerpos químicos y en ciertos casos, por estímulos nerviosos. La sustancia receptora afecta
o es capaz de afectar el metabolismo de la sustancia principal”.
Cuando investigaba sobre toxinas bacterianas, postuló que las células del organismo contenían
estructuras que se combinarían con productos metabólicos de ciertas bacterias, lesionando
dichas células. Aunque él no mencionó específicamente la palabra “receptores”, consideraba
dichas estructuras como cadenas laterales químicas “insatisfechas”, concepto no lejano del
actual, la de receptores como dominios presentes en enzimas y otras proteínas celulares con
las que medicamentos, hormonas, y diversas biomoléculas de estructura específica pueden
combinarse.
Estas serían “balas mágicas” (que atacarían tejidos patológicos sin lesionar los sanos), al estilo
de las antitoxinas que bloquean las toxinas, como cuando una llave encaja en una cerradura,
analogía conceptual que se enseña cuando se habla de antígenos y de anticuerpos.
Su concepto de receptor fue inicialmente farmacológico, pero luego lo cambió para dar cabida
al inmunológico. Muchas décadas más tarde, en investigaciones en las que participó el
argentino César Milstein, se desarrollaron los anticuerpos monoclonales, ahora representados
en fármacos biotecnológicos modernos.
A pesar del rigor de los estudios tanto de Ehrlich como de Langley, muchos no aceptaron el
concepto de “receptor” para explicar la acción de los fármacos. Incluso el Nobel H.H. Dale
(1875–1968), favoreció la capacidad distributiva sobre la interactividad de los medicamentos
para determinar la selectividad sobre una célula efectora. Clark fue el primero en cuantificar
las respuestas biológicas inducidas por drogas.
Descubrimiento de la Epinefrina
La “simpatina” de Cannon
Walter Bradford Cannon (1871-1945) contribuyó al conocimiento de cómo la médula
suprarrenal contribuye al mantenimiento de la homeostasis durante un estado de estrés,
concepto que se debe a uno de sus discípulos, el canadiense Hans Selye (1907-1982).
En 1933, mientras hacía estudios sobre el sistema nervioso simpático tratando de comprobar
la teoría de la lucha o la huida, concluyó que existían dos transmisores químicos que denominó
simpatina E, para respuestas excitatorias; y simpatina 1 para las inhibitorias.
La insulina fue una hormona proteínica muy estudiada en su acción y su mecanismo, no solo
porque fue una de las primeras hormonas descubiertas sino porque la bioquímica del
metabolismo intermediario fue desarrollada en la primera mitad del siglo XX.
Como, a principios de los años 40, Rachmiel Levine había propuesto que el control del
metabolismo de los azúcares por parte de la insulina se debía a que ésta regulaba su
Las nuevas tecnologías permitieron encontrar que moléculas de tipo adrenérgico (epinefrina,
norepinefrina y sus análogos) actúan en tejidos que contienen receptores tipo alfa y beta,
según el sueco Raymond Alquist lo postuló en 1948.
Dichos receptores podían ser estimulados por moléculas agonistas y bloqueados por las
antagonistas; se desarrollaron también conceptos de selectividad o especificidad. Se
observarían fenómenos como la taquifilaxia (necesidad de más cantidad de medicamento para
obtener el mismo resultado) y las regulaciones “hacia abajo” y “hacia arriba”, que
determinarían la sensibilidad o la resistencia de la molécula.
Este revolucionario aporte no fue uniformemente aceptado; el mismo Alquist dijo que se
trataba de un “concepto”. Así, muchos consideraron que la diferente respuesta adrenérgica se
podía definir por la potencia del agonista. Para determinar que la respuesta se relacionaba con
la ocupación de los receptores y la afinidad del agonista, se utilizó un modelo artificial en el
que el uso de antagonistas atenuaba la respuesta agonista.
La resistencia a aceptar el concepto de los receptores se debió, según Black, a que el término
“receptor” se había venido usando de una manera muy general. Se hablaba por ejemplo de
osmorreceptores, quimiorreceptores, receptores sensoriales, etc. Pero no de receptores
interactivos con fármacos o con hormonas.
Un poco más al este, está la ciudad de Saint Louis, Missouri, donde Sutherland estudió
medicina en la Universidad de Washington. Como estudiante, fue un aventajado alumno de
Carl Cori y su esposa Gerty T. Cori-Radnitz en su laboratorio de la universidad, pareja que en
1947 recibiría el Premio Nobel de Fisiología y Medicina (junto con Houssay), por el
descubrimiento de la conversión catalítica del glucógeno.
Allí, con sus tutores, el joven Sutherland estudió los efectos de la adrenalina y del glucagón en
la conversión del glucógeno en glucosa (glucogenólisis); pero en 1942 debió hacer su internado
Lo suyo, sin embargo, era la investigación; regresó entonces, en 1945, al laboratorio de los
esposos Cori en su Alma Mater. Reanudó sus investigaciones como instructor de farmacología
y luego de bioquímica, hasta retirarse en 1953 como Profesor Asociado. Ese año se trasladó a
Case Western Reserve University en Cleveland, Ohio, como Profesor y Jefe de Farmacología.
Este hecho fue afortunado, porque allí encontró a Theodore W. Rall, con quien, por años, haría
las investigaciones que lo llevarían al descubrimiento del adenosín monofosfato cíclico (AMPc)
y su identificación como un segundo mensajero en la acción de ambas hormonas
glucogenolíticas.
Se trataba de una antigua molécula generada en diferentes tipos de células, ante la acción de
señales hormonales y de otras extracelulares. A través del AMPc, se regulaban una serie de
funciones celulares y procesos metabólicos tales como la lipólisis, la glucogenólisis, la
secreción hormonal, la permeabilidad de los canales de intercambio iónico, la expresión
genética, la proliferación y la supervivencia celulares.
Receptores de LDL
En 1985, a Joseph L. Goldstein y Michael S. Brown les tocó el turno del Nobel cuando
descubrieron el receptor de lipoproteínas de baja densidad y la regulación metabólica del
colesterol, hallazgo que dio lugar a la obtención de moléculas hipolipemiantes, que conocemos
genéricamente con el término de “estatinas”.
Dos fármacos que fueron luego muy usados –el propanolol y la cimetidina- se obtuvieron
gracias al trabajo de Black. Los β-bloqueadores se volvieron populares en el tratamiento de la
angina pectoris, la hipertension, las arritmias y el posinfarto del miocardio, este último uso
confirmado por el estudio “BetaBlocker Heart Attack Trial (BHAT)”.
Neurofarmacología y neurofisiología
Para no expandirnos en este tema, incluimos la lista de los premiados por la Academia Sueca
en Estocolmo:
• 1970. Julius Axelrod, Bernard Katz y Ulf von Euler (Liberación y recaptación de
neurotransmisores).
• 1991. Erwin Neher y Bert Sakmann (Función de los canales de intercambio iónico)
• 2000. Eric Kandel, Arvid Carlsson y Paul Greengard (Neurotransmisores como la
dopamina, que actúan a través de los GPCR).
• 2004. Richard Axel y Linda B. Buck (Receptores olfativos acoplados a proteína G).
Otros premios Nobel relacionados con señalización y receptores fueron:
• 1986. Rita Levi-Montalcini y Stanley Cohen (factores de crecimiento, señalización)
• 1992. Edwin G. Krebs y Edmond H. Fischer (La fosforilación reversible funciona como
un interruptor para activar las proteínas y para regular varios procesos celulares,
incluyendo la glucogenólisis).
• 1998. Ferid Murad, Robert F. Furchgott y Louis J. Ignarro (Análisis del mecanismo de
acción de agentes vasodilatadores y producción de óxido nítrico (NO), que afecta a las
células musculares lisas). El NO es un gas que actúa como segundo mensajero en la
acción de la PTH.
Receptores nucleares
En 1961, Elwood Jensen y colaboradores, siguieron la pista del estradiol-17β radiomarcado en
los tejidos sexuales femeninos, encontrando que forma un complejo con una proteína nuclear
que llenaba los criterios para considerarse un receptor. Los receptores para esteroides y para
las hormonas tiroideas pudieron ser clonados en varios laboratorios en la década de los 80.
Las proteínas G de Gilman y Rodbell Cuando Alfred G. Gilman y Martin Rodbell investigaron la
estimulación celular por la epinefrina, encontraron que, al fijarse al receptor, la hormona no
estimulaba enzimas directamente; este estímulo enzimático lo hacía a través de unas proteínas
acopladas al receptor, que eran responsables de la activación por la guanina trifosfato (GTP),
por lo que las llamaron proteínas G.
En 2012, Brian Kobilka y Robert Lefkowitz recibieron el Nobel de Química por aportar datos
completos sobre la función de los GPCR.
En 1973, Pert y Snyder publicaron el primer estudio con radioligandos, que permitió el
descubrimiento de un receptor de opioides, al usar la naloxona H3.
Enfermedad y receptores
Un clínico, Fuller Albright (1900-1969), describió el pseudohipoparatiroidismo (osteodistrofia
hereditaria) en 1942, debido a resistencia a la parathormona (cuyo receptor hormonal se
descubrió posteriormente).
Hoy en día sabemos que los receptores farmacológicos son estructuralmente macromoléculas
proteicas, las que pueden tener grupos lipídicos o hidrocarbonados. Se localizan en la
membrana celular, en el citoplasma o en el núcleo celular. Macromoléculas con potencial
capacidad de actuar como receptores farmacológicos son los receptores que median la
comunicación celular de compuestos endógenos tales como neurotransmisores,
cotransmisores u hormonas.
Por el contrario, se dice que una molécula celular es un receptor farmacológico si la molécula
del fármaco es capaz de interactuar con afinidad y especificidad con ésta y el complejo químico
fármaco-receptor resultante de la unión de ambos genera una modificación en la dinámica
celular.
AFINIDAD Se entiende por afinidad la capacidad de formación del complejo fármaco-receptor
a concentraciones muy bajas del fármaco o ligando (que se une).
ESPECIFICIDAD Por otra parte, la especificidad del receptor farmacológico se refiere a la
capacidad de éste para discriminar entre una molécula de ligando de otra pese a que éstas
puedan ser muy similares; de hecho, muchos discriminan incluso al enantiómero (o sea, una de
las formas de una mezcla racémica).
Al formarse el complejo químico fármaco-receptor, la molécula del receptor sufre un cambio
estructural el cual induce la respuesta celular.
ACTIVIDAD INTRÍNSECA La capacidad del fármaco para modificar al receptor farmacológico e
iniciar una acción celular se define como actividad intrínseca (o alfa), la que toma valores entre
0 y 1.
Si un fármaco es capaz de inducir una respuesta celular máxima, entonces se habla de un
fármaco agonista con actividad intrínseca igual a 1; por el contrario, si el fármaco pese a
formar el complejo fármaco-receptor no es capaz de inducir respuesta celular alguna, estamos
en presencia de un fármaco antagonista, con = 0.
Los fármacos que inducen una respuesta celular, pero ésta no es máxima, se dice que es un
agonista parcial y su actividad intrínseca comparativamente tendrá valores entre 0< <1.
Funcionalmente se distinguen dos dominios en un receptor farmacológico: el dominio de
unión a ligando y el dominio efector.
EL DOMINIO DE UNIÓN A LIGANDO: Corresponde al dominio de la macromolécula receptora
que interactúa reversiblemente con la molécula del fármaco para formar el complejo químico
fármaco-receptor; dicha interacción es con afinidad y especificidad.
EL DOMINIO EFECTOR: Corresponde al dominio molecular del receptor donde, una vez
activado por el ligando (o por la molécula de fármaco), se origina y propaga la señal reguladora
de la función en la célula diana, ya sea por un efecto intracelular directo, o bien promoviendo
la síntesis o la liberación de otra molécula reguladora intracelular; así entonces, se constituye
un sistema receptor-efector el cual puede ser directo o a través de segundos mensajeros.
Hay tres tipos de respuestas fisiológicas que pueden desencadenar los receptores
farmacológicos:
Existe una gran variedad de receptores farmacológicos lo que contrasta con la escasa
diversificación y notable constancia de los mecanismos celulares que transducen la señal
recibida en una respuesta fisiológica que, en el caso de fármacos, tenga una consecuencia
terapéutica útil.
Los mecanismos moleculares desencadenados por la interacción del ligando endógeno o
exógeno (en el caso de un fármaco) con su receptor se pueden agrupar en una pequeña serie
de secuencias moleculares, en algunas de las cuales, además, existen elementos comunes o
análogos.
Por tanto, pese a que la célula está expuesta a un gran número de mediadores, las formas de
respuesta son limitadas.
Estas macromoléculas con las que los fármacos son capaces de interactuar selectivamente,
generan como consecuencia de ello una modificación constante y específica en la función
celular.
FUNCIONES:
Unir al ligando específico, el fármaco Promover la respuesta efectora
Los receptores pueden desencadenar respuestas funcionales, las más importantes son:
- Modificaciones de los movimientos de iones
- Cambios en la actividad de enzimas
- Modificaciones en la producción y/o la estructura de diversas proteínas
Cuando una droga, una hormona, etc., se une con un receptor, es llamado un ligando, los
cuales se clasifican en dos grupos, los agonistas y los antagonistas
AGONISTA:
Es una droga que produce un efecto combinándose y estimulando al receptor, estos pueden
ser clasificados como:
• AGONISTAS PARCIALES: son los agonistas que no logran alcanzar el Emax de los agonistas
completos.
• AGONISTAS INVERSOS: los que logran efectos opuestos a los producidos por los agonistas
completos y parciales
ANTAGONISTA: Es una droga que produce efecto farmacológico bloqueando al receptor y por
lo tanto es capaz de reducir o abolir el efecto de los agonistas.
INTERACCIÓN LIGANDO-RECEPTOR
Estos enlaces junto con las fuerzas de Van der Walls, constituyen la masa de casi todas las
interacciones entre fármaco y receptor.
El concepto refiere a una clase de enlace que se produce a partir de la atracción existente en
un átomo de hidrógeno y un átomo de oxígeno, flúor o nitrógeno con carga negativa. ...
El puente de hidrógeno puede vincular distintas moléculas e incluso sectores diferentes de
una misma molécula.
UNIONES IÓNICAS
Los enlaces de este tipo se forman entre iones con carga opuesta, por ejemplo acetilcolina
positivo y cloruro negativo. Su importancia puede apreciarse claramente en el caso de los
agentes bloqueadores neuromusculares de enlaces iónicos que actúan a una velocidad muy
grande.Estos tipos de enlace se disocian reversiblemente a temperatura del cuerpo.
UNIONES COVALENTES
Estos enlaces se forman cuando un mismo par de electrones es comparticlo por átomos
adyacentes y de ellos depende la cohesión de las moléculas orgánicas. No son comunes en
farmacología. Debido a su fuerza y a la dificultad de reversión o de ruptura que los caracteriza,
los fármacos con este tipo de mecanismos poseen efecto prolongado.
INTERACCIONES HIDROFÓBICAS.
Comúnmente se dice que una sustancia es hidrofóbica cuando no es miscible con el agua.
Desde el punto de vista químico, las moléculas de la sustancia hidrofóbica no son capaces de
interactuar con las moléculas de agua, ni por puentes de hidrógeno ni mediante
interacciones ion-dipolo
INTERACCION ELECTROSTÁTICA
1. Interacción electrostática: Ley de Coulumb
2. Campo y potencial electrostático; energía potencial electrostática
3. Teorema de Gauss. Cálculo de campos
4. Campo electrostático en la materia. Conductores y aislantes.
1. LEY DE COULOMB.
La fuerza ejercida entre dos cargas eléctricas puntuales q1 y q2 es directamente
proporcional al producto de ambas cargas e inversamente proporcional al cuadrado de
la distancia que los separa. ... Dirección: La de la recta que une ambas cargas.
En la figura, se representan las líneas de fuerza de una carga puntual, que son líneas rectas que
pasan por la carga. Las superficies equipotenciales, son superficies esféricas concéntricas.
∫∫ E ds =carga encerrada/ εo
Es importante conocer que las integrales se hacen sobre S que es la frontera del volumen
ESPECIFICIDAD:
Es la capacidad para discriminar una molécula de otra, aún cuando sean parecidas, gracias a la
su configuración estructural.
EFICACIA :
Es la capacidad del fármaco para modificar el receptor e iniciar una acción
INTERACCIÓN LIGANDO-RECEPTOR
Los receptores sólo reconocen ciertos ligandos y esta interacción está basada mayormente en
la estructura física, química del ligando.
La interacción entre un receptor en particular y el ligando debe ser específica (UNICA)
Sin embargo existen múltiples receptores para cada Neurotransmisor (NT) de manera que un
NT puede activar a diferentes receptores.
Generalmente la fijación de un fármaco a su receptor es reversible
La localización del lugar de acción de los fármacos, lo que significa en muchos casos la
ubicación del receptor sobre el que ejercen su acción, viene determinada por las propiedades
físico químicas de la sustancia biológicamente activa. Es fácil comprender que sustancias
polares e hidrosolubles, que no pueden atravesar las barreras lipídicas celulares, ejercerán su
efecto con mayor probabilidad sobre receptores situados sobre la membrana celular
(sustancias endógenas como catecolaminas, acetilcolina y las hormonas peptídicas). Por el
contrario, fármacos liposolubles que atraviesan las membranas celulares, tienen su acción en
un lugar intracelular (vesículas de secreción, mitocondrias, enzimas solubles) o también en el
núcleo o sus ácidos nucleicos.
Por cada sustancia activa sobre la célula existe al menos un receptor específico al que se une
por sus elementos de reconocimiento para producir la respuesta y para muchas sustancias,
existe más de un receptor definiéndose farmacológica y biológicamente en las características
de su unión, las unidades de que se componen los mensajeros utilizados que diferencian los
tipos y subtipos de receptores.
Los sistemas neurotransmisores precisan de receptores específicos para ejercer su acción. Los
receptores son eslabones fundamentales y delimitados de tipo y subtipos dentro de cada
sistema. Ante el empleo de una determinada sustancia química existen efectos variables en
base a los diferentes receptores sobre los que actúa.
La acción del fármaco con el receptor va a producir una acción directa de abrir o cerrar dicho
canal con su concomitante efecto en el potencial de membrana celular.
En este grupo tenemos:
• Receptor nicotínico
• Receptor de GABA tipo A
• Receptor para ácido glutámico (NMDA)
• Receptor de glicina
• Receptor de aspartato
El paso de iones a través de la membrana celular es un proceso esencial para la vida celular. Su
modificación por fármacos produce cambios importantes en la función celular.
Los canales iónicos transportan iones a favor de la gradiente electroquímica en tanto que los
sistemas enzimáticos de transporte lo hacen contragradiente.
RECEPTOR NICOTÍNICO
En 1921 Otto Loewi observó que el nervio vago liberaba una sustancia que disminuía la
velocidad de los latidos de un corazón de rana. Además, si el líquido de este corazón se
transfería a otro, se reproducía el mismo efecto inhibitorio. Loewi describió esta actividad
como “transmisión humoral.”
Posteriores experimentos demostraron que la sustancia liberada era la acetilcolina y que sus
efectos podían observarse en otros tejidos. En 1934 Sir Henry Dale clasificó estos efectos
farmacológicos como “muscarínicos” o “nicotínicos” según fueran reproducidos por los
alcaloides muscarina o nicotina, respectivamente.
Es llamativo que esta dualidad de respuestas también ocurre con otros neurotransmisores
tales como glutamato, serotonina, gamma-aminobutirato (GABA) y adenosin trifosfato (ATP).
En 1953 David Nachmansohn sugirió que el receptor postsináptico de la acetilcolina podría ser
una proteína que al unir el neurotransmisor sufriría un cambio conformacional que provocaría
la formación de un túnel o canal para el paso de iones a través de la membrana. Resultados
posteriores han confirmado esta hipótesis.
Dos “regalos” de la naturaleza facilitaron esta tarea. Por un lado la identificación de ciertas
neurotoxinas presentes en el veneno de serpientes tales como:
El órgano eléctrico de estos peces puede generar potenciales de 50 V con una intensidad de
corriente de 50 A, gracias a su peculiar arquitectura de pilas de células llamadas electrocitos,
células musculares que perdieron su capacidad de producir contracciones pero no su
excitabilidad.
El receptor es muy abundante en estas células, aproximadamente 1000 veces más que en
músculo estriado, lo que facilitó su aislamiento y purificación mucho antes del desarrollo de las
modernas técnicas de Biología Molecular aplicadas posteriormente al estudio de otros
receptores similares.
El órgano eléctrico derecho del Torpedo se presenta libre de la piel que lo cubre. Este órgano
está formado por células denominadas electrocitos que se encuentran apiladas. La peculiar
inervación sitúa al receptor nicotínico en la membrana postsináptica en concentraciones muy
altas.
La purificación y solubilización de estas membranas rinde una fracción muy rica en receptor
que puede purificarse aún mas por medio de la cromatografía de afinidad con a-bungarotoxina
inmovilizada.
Si se lleva a cabo una electroforesis del receptor purificado se comprueba que está compuesto
por cuatro cadenas polipeptídicas diferentes, habiendo dos copias de la denominada
subunidad a.
En condiciones de reposo apenas se libera acetilcolina (ACh) con lo que solo se abren
muy pocos canales dando lugar a potenciales de placa miniatura (ppm), lo que crea un
cierto “ruido”.
La llegada de un potencial de acción (p.a.) provoca la entrada de iones Ca y la
liberación de acetilcolina de las vesículas sinápticas, con lo que su concentración en el
espacio intersináptico aumenta de 10-8 a 10-4 M.
La unión de acetilcolina al receptor provoca la apertura del canal iónico, pasando iones
Na y K a su través, merced al gradiente de potencial electroquímico y produciéndose la
consiguiente despolarización de la membrana
A esta siguieron las de las demás subunidades, tanto del órgano eléctrico del Torpedo como de
la placa motora de varios mamíferos, comprobándose que todas ellas eran homólogas y
poseían una organización estructural similar compuesta por :
Resulta asi una molécula quasi-simétrica de forma pentamérica y con el eje de simetría
perpendicular al plano de la membrana. La combinación de las técnicas bioquímicas y
farmacológicas clásicas con las de biología molecular permitió la disección de las zonas del
receptor implicadas en el reconocimiento de agonistas y antagonistas.
El receptor nicotínico posee dos sitios de unión de acetilcolina en cada oligómero a2bgd.
Experimentos de marcaje con ligandos que se unían covalentemente indicaron inicialmente
que era la subunidad a la que contenía el sitio de unión de agonistas.
Posteriormente se localizaron, dentro del dominio amino terminal de la misma, tres regiones
(A, B y C) accesibles al marcaje con ligandos fotoactivables. La mutación de determinados
aminoácidos en estas zonas (Tyr93 en la región A, Trp149 en la región B y Tyr190, Cys192,
Cys193 y Tyr198 en la región C) producía desplazamientos en las curvas dosis-respuesta hacia
concentraciones de acetilcolina mas altas, de lo que se dedujo la importancia funcional de
estos residuos en la unión del neurotransmisor.
Los dos sitios de unión de acetilcolina parecen ser ligeramente distintos en su comportamiento
farmacológico, lo que parece lógico si se asume que, aunque ambos residen, al menos
parcialmente, en las dos subunidades a, estas contactan con subunidades diferentes.
La estructura de esta proteína, que tiene entre un 15 y un 25% de homología con las
subunidades de los receptores, sería equivalente a todo el dominio extracelular de estos, y
está siendo muy útil para aclarar y sobre todo confirmar los resultados que se habían obtenido
anteriormente.
Los datos cristalográficos indican que la proteína tiene forma de cilindro con 80 Å de diámetro
y 62 Å de altura. Cada una de las cinco subunidades idénticas ocupa un sector del cilindro,
rodeando un canal de 18 Å y dando lugar, mirado desde la parte superior, a algo parecido a
una hélice con cinco aspas.
La zona N-terminal estaría situada en la parte superior, formando una a-hélice con tres giros
seguida por la estructura principal con 10 hojas de estructura beta que recuerda en su
disposición la de las inmunoglobulinas.
Un puente disulfuro típico de estos receptores estaría en la parte inferior, en lo que en los
receptores sería la zona próxima a la membrana.
Todos los aminoácidos que se han identificado en las subunidades a, g y d del receptor como
componentes del sitio de unión de ligandos se conservan en esta proteína. Este sitio está
localizado aproximadamente en una cavidad en la mitad del cilindro, entre dos subunidades y
orientado hacia el exterior.
En lo que respecta a la otra zona del receptor con gran importancia funcional, la
determinadapor el poro iónico, diversos experimentos de fotomarcaje por afinidad y
mutagénesis dirigida han demostrado que el segmento transmembrana M2 parece ser la
principal estructura involucrada en su formación.
Para esto es necesario obtener una ordenación quasi-cristalina de las moléculas de receptor, lo
que se consigue con determinados tratamientos de las membranas postsinápticas del órgano
eléctrico del Torpedo.
Como ya se ha indicado, el receptor es muy abundante en este órgano, lo que hace posible la
obtención de esas estructuras con las que se generarán mapas de densidad tridimensionales a
una resolución de ~4 Å, inferior a la obtenida en estudios cristalográficos, pero suficiente para
asignar cadenas polipeptídicas a dichos mapas.
De esta forma se ha comprobado que el canal iónico está formado por un anillo interior de
cinco a-hélices (M2), una por cada subunidad, que van curvándose radialmente hacia el
interior para crear un paso estrecho para los iones.
Este filtro, situado hacia la mitad de las hélices, está formado por aminoácidos hidrofóbicos
que al interaccionar entre ellos mantienen cerrado el canal. Quince a-hélices, tres por
subunidad (M1, M3 y M4), interaccionan unas con otras rodeando el anillo interior. Cuando la
acetilcolina interacciona con el receptor provoca cambios conformacionales que se transmiten
al filtro a través de las hélices M2, y el poro queda abierto. En estos movimientos se ha
demostrado que la zona extracelular que une los segmentos M2 y M3 y varios lazos cercanos a
ella jugarían un papel importante.
CANALES IONICOS
Median una rápida acción del ligando por apertura de poros a través de los cuales los iones
pueden fluir a favor de su gradiente electroquímico.
RECEPTOR NICOTÍNICO
Son una familia de canales iónicos que conducen Na+, K+ y Ca2+ en respuesta a un cambio de
potencial de membrana. Son muy selectivos para cada tipo de ion. La cinética de estos canales
es muy rápida (en el rango de los ms) consistiendo en la alternancia de estados de activación,
inactivación y cierre.
Esta cinética también puede ser regulada por la activación de ciertos receptores asociados a
proteína G que tienen por efector propio al canal iónico. Esta regulación está dirigida a
cambiar el tiempo de acción del canal iónico. Por este mecanismo dependiente de proteína G
pueden ser activados algunos canales de K+ y Ca2+ sensibles a dihidropiridinas.
Los fármacos se unen a sitios específicos del canal iónico, modulando la apertura o cierre de
éste.
Los canales de Na+ voltaje dependiente presentan sitios de fijación específica para algunas
toxinas en sitios alostéricos que producen:
Bloqueo del canal (tetrodotoxina y saxitoxina) o
Activación (batracotoxina, veratridina).
Fármacos como los anestésicos locales y algunos anticonvulsivantes poseen sitios de unión
específicos dentro del canal, produciendo bloqueo de la conducción de sodio.
Los canales de Ca2+ voltaje dependiente se subdividen en T, N y L según su dependencia de
voltaje. Varios fármacos de gran utilidad terapéutica utilizan canales de Ca2+ como receptores:
dihidropiridinas (nifedipino, nimodipino), fenilalquilaminas (verapamil) y benzotiazepinas
(diltiazem); todos ellos se fijan a distintos sitios del canal.
Los canales de K+ voltaje dependiente varían extraordinariamente en su dependencia de
voltaje y cinética, lo que indica su gran diversidad. Algunas toxinas naturales bloquean diversos
tipos de canales de potasio (apamina, caribdotoxina); ciertos fármacos pueden abrirlos
(cromakalim, pinacidil, nicorandil) o bloquearlos (sulfonilureas ).
D-TUBOCURARINA
El transporte activo requiere energía libre que generalmente proviene de la hidrólisis de ATP.
Las bombas de protones son las que intervienen en los procesos de transporte activo. Existen
tres familias: la P, la V y la F.
Son probablemente los más numerosos en el sistema nervioso de los mamíferos. Se estima
que están presentes en al menos un 30 – 40% de la célula nerviosas del cerebro humano.
Existen tres tipos de receptores para este neurotransmisor, cada uno con características
diferentes y relacionadas con diferentes sistemas de neurotransmisión; de los cuales
dependen en parte los efectos de este en cada organismo.
El Acido γ amino butírico (GABA) ejerce una acción inhibitoria en el SNC, en el cual se
encuentra ampliamente distribuido. Regula los sistemas estimuladores del cerebro; cualquier
cambio en la activación de este tendrá su efecto en aquellos.
Su síntesis se da a partir del Ácido Glutámico, por medio de la Ácido Glutámico decarboxilasa,
la cual es el paso limitante de la síntesis. Se metaboliza a semialdehido succínico, el cual es
regenerado a Ácido Glutámico.
Hay tres tipos principales de receptores de GABA: A, B y C. Los B están acoplados a la proteína
G que afecta a canales de calcio o potasio. Los A y C son canales iónicos.
Los receptores de GABA ionotrópicos (GABA-A) median la inhibición sináptica rápida en el SNC.
Hasta la fecha se han identificado diecinueve genes diferentes que codifican para otras tantas
subunidades (α1-6, β1-4, γ1- 3, δ, ε, π y ρ1-3).
Teniendo en cuenta que estos receptores son complejos proteicos pentaméricos, existirían
miles de posibles combinaciones y, por tanto, de receptores de GABA-A.
RECEPTOR GABA-A
Es una Glucoproteína heteropentamérica de 275 kD que da forma al ionóforo Cl- y a una serie
de sitios de fijación para el GABA y una serie de moléculas que regulan su actividad.
Se han logrado identificar, según Renfigo y colaboradores, los genes que codifican el receptor
GABA-A, los que se encuentran ubicados en diferentes cromosomas.
Los receptores GABA-A están formados por cinco partes (subunidades) que se disponen de
manera que forman un canal de cloro, es decir, un espacio por donde el cloro (en forma de
cloruro) se cuela en la neurona.
A su vez, cada subunidad posee estructuras diversas (isoformas o subtipos). Todo esto implica
que los receptores son bioquímicamente distintos.
Así, en el caso de los receptores GABA-A, hay receptores que: Sensibles a las benzodiacepinas y
otros que no lo son
1. Sensibles a las benzodiacepinas tienen un lugar de unión a este tipo de sustancias de
manera que hay varias posibilidades en la neurotransmisión:
Cuando el GABA se une al receptor, se abre el canal de cloro lo que implica una
mayor entrada de este ión.
Cuando las benzodiacepinas se une a su sitio de unión en el receptor, el canal
no se abre más que en el estado de reposo y entra la misma cantidad de cloro
que si no hubiera neurotransmisor.
Este efecto inhibidor se ve favorecido por sustancias “no naturales” como el alchol
etílico y algunos anestésicos.
El receptor GABA es una estructura compleja que incluye al receptor GABAérgico propiamente
dicho, al receptor endógeno de las benzodiacepinas y el canal iónico que, como
neurotransmisor inhibitorio, es un canal de cloro (Cl-), así como la GABA-modulina, una
proteína de enlace entre las estructuras principales, es decir, ente el receptor GABA y el
receptor benzodiacepínico.
La GABA-modulina bloquea inicialmente a los receptores e inhibe el canal iónico de Cl-; cuando
esta proteína deja de actuar, ambos receptores se complementan abriendo el canal del Cl.
Una de las hélices contiene histidina y arginina, las cuales repelen el paso de cationes por su
carga positiva y favorecen el paso del cloro.
Existen relativamente pocos receptores in vivo. Puede ser que muchos tipos de receptores
puedan existir y sean funcionalmente equivalentes.
Esta heterogeneidad ocurre por diferentes vías que limitan la expresión del receptor. Posibles
mecanismos incluyen una expresión temporal en regiones específicas del cerebro
Sin embargo, diferentes tipos de neuronas expresan múltiples ARNm para subunidades de
receptor simultáneamente; lo que sugiere la presencia de mecanismos subcelulares para el
ensamblaje del receptor los cuales se han logrado identificar en algunas subunidades Bollan y
colaboradores han logrado identificar diferentes señales que pueden estar implicadas en la
forma en que se expresan los receptores GABA-A.
Esto puede ser evidencia de que una disfunción GABAergica puede ser factor predisponente
para el autismo.
Desde un punto de vista farmacológico, muchos agonistas del receptor de GABA-A son
anticonvulsivantes, antidepresivos e incluso analgésicos, como el alcaloide muscimol.
Sorprendentemente, algunas subunidades (ej. α6, β2/3 y γ2) de este receptor ionotrópico se
encuentran localizados en sinapsis glutamatérgicas.
El GABA también puede mediar sus efectos en el SNC por medio de receptores asociados a
proteínas G, denominados receptores de GABA-B.
Hasta la fecha se han identificado dos subunidades de este receptor: GABA-BR1 y GABA-BR2.
Estudios funcionales han puesto de manifiesto que los receptores de GABA-B se encuentran
distribuidos tanto a nivel postsináptico, activando canales de potasio, como presináptico,
inhibiendo canales de Ca2+.
Clasificación de los receptores de GABA metabotrópicos (GABA-B). Existen dos subunidades diferentes: GABA-BR1 y
GABA-BR2. La primera también presenta variantes alternativas.
Este es un heterodímero (B1 y B2) que inhibe adenilciclasa, y a través de esta a varios sistemas
efectores que inhiben la entrada de Ca2+ y facilitan la salida de K+ (1) El receptor GABA-B
funciona a través de un sistema de segundos mensajeros, por medio de la unión a proteínas G.
Bowery y colaboradores fueron los primeros en descubrir que GABA reduce la liberación de
norepinefrina activando un receptor insensible de bicucullina e isoguvacina, al cual llamaron
receptor GABA-B.
Cada una de las subunidades es capaz de formar un receptor GABA-C homo oligomérico
sensible cuando se expresa en ovocitos de Xenopus, y el montaje en cooperación con la
subunidad γ del receptor GABA-un resulta en la formación de un receptor con propiedades
funcionales que se asemejan mucho el comportamiento del receptor GABA-C en las células
bipolares.
El dominio extracelular constituye el sitio de unión del GABA. Formado en la unión entre dos
subunidades vecinas. El II TM se encuentra en la parte más interna del receptor, y un grupo de
estos dominios, aportados por cinco subunidades de la estructura pentamerica, forma el canal
Cl- permeable en el centro del receptor.
En la retina, se expresa principalmente en las células bipolares de cada subtipo, con una
distribución amplia en las regiones axón terminal y con la expresión de menor importancia en
la región de la célula dendrítica.
La acción inhibitoria del receptor GABA-C es mediada por el canal del cloro cerrado.
En las células bipolares de la retina, existe un gradiente de concentración de los iones cloruro,
y la apertura de canales de cloro se pinza el potencial de membrana de la célula cerca del
potencial de reposo, aumenta la conductancia de la membrana, y la inhibición celular.
Las propiedades únicas fisiológicas del receptor GABA-C (su alta sensibilidad al GABA y la
cinética lenta de la activación y desactivación) indican que la acción inhibitoria mediada por
este receptor tiene una función muy específica en la retina.
La inhibición mediada por el receptor GABA-C por los actos en la célula bipolar terminal como
un filtro de paso alto para las señales eléctricas.
Además del efecto inhibitorio mediado por el canal del cloro cerrado, las subunidades ρ del
receptor GABA-C metabotrópicos también presentan actividad a través de la interacción del
bucle grande intracelular con ácido retinoico celular (CRABP).
Sin embargo, el receptor es claramente un objetivo potencial para diversos trastornos oculares
a causa de su lugar clave en la vía visual. Por ejemplo, antagonistas del receptor GABA-C han
sido implicados en la prevención de la forma de privación inducida por la miopía.
En contraste, la propensión del receptor GABA-A y las subunidades r para formar estructuras
multiméricas y su coexistencia en células retinianas sugiere que los receptores GABA-C podrían
ser heterooligómeros de las subunidades del receptor r y GABA-A. Esta revisión resumirá
nuestra comprensión actual de la composición molecular de los receptores de GABA-C
basándose en los estudios del ensamblaje de la subunidad r.
RECEPTORES DE GLUTAMATO
1. NMDA, AMPA: Los receptores inotrópicos de Glutamato se denominan según la
molécula agonista que los activa:
- Los receptores de tipo NMDA, por el N-metil-D-aspartato
- Los receptores de tipo AMPA, por a-amino-3-hidroxil-5-metil-4-isoxazol-
propionato
2. KAINATO: Es inotrópico
Ácido kaínico
3. FAMILIA mGLUR: Es metabotrópo y engloba a 8 subtipos (mGLUR1 – mGLUR8)
Los receptores NMDA además de ser muy abundantes en el sistema nervioso, están implicados
en numerosas funciones, algunas de ellas tan importantes para el buen funcionamiento del
cerebro como el aprendizaje o la memoria, mientras que en otras ocasiones están implicados
en mecanismos de muerte neuronal o en enfermedades como la epilepsia.
Los receptores para NMDA están formados por ensamble de subunidades NR1 y NR2.
Cada una de ellas está formada por 4 dominios transmembrana.
El dominio 2 de cada una forma el poro para el pasaje de iones.
Se requiere la expresión de ambos tipos de subunidades para obtener canales
funcionales.
Son permeables al influjo de Ca2+ y al flujo retrógrado de K+.
El sitio de unión del Glutamato, está localizado en la subunidad NR2, mientras que el
sitio de unión a su coagonista obligatorio Glicina, está situado en la subunidad NR1.
El canal permite el paso de iones Ca2+, además del Na+ y K+, lo que implica un
incremento de la concentración de Ca2+ intracelular en la neurona postsináptica.
Tienen muy alta permeabilidad al Ca2+
Para que el canal se abra se necesita la unión de glicina que actúa como co-agonista
Son estructuralmente complejos con sitios de unión separados para glutamato, glicina
GG+2, Zn+2 y poliaminas.
Los canales controlados por NMDA son más permeables a Ca+2 que los iones de
Na +
RECEPTOR AMPA
Los receptores AMPA son receptores inotrópicos que median PPSE rápidos y que están
asociados a canales no dependientes de voltaje responsables de corrientes despolarizantes,
debidas primordialmente a la entrada de sodio.
INTRODUCCIÓN
El acido glutámico (Glu) es el principal neurotransmisor excitatorio del sistema nervioso central
(SNC).
La propagación del impulso nervioso hacia la terminal axónica, promueve la liberación de Glu
en la sinapsis a través de un mecanismo dependiente de la concentración intracelular de Ca++,
mediante un proceso de exocitosis, para interactuar con sus receptores específicos.
La estructura de los mGluRs la constituye una cadena proteica que atraviesa siete veces la
membrana, hasta la fecha se han clonado 8 unidades que se denomina como mGluR1 hasta el
mGlur8, agrupándose de acuerdo a:
N-metil-D-aspartato (NMDA)
Acido α-amino-3-hidroxi-5-metil-4-isoxazol (AMPA)
Acido kaínico (KA).
Los receptores ionotrópicos son heterómeros constituidos por diferentes subunidades, las
cuales le confieren al receptor diferentes propiedades fisiológicas y farmacológicas.
Los receptores AMPA se estructuran por combinaciones de las subunidades GluR1-4, que
forman un canal iónico permeable a Na+.
Sin embargo, se ha puesto de manifiesto que aquellos receptores AMPA que no incluyen la
subunidad GluR2 en su estructura son altamente permeables a Ca++; esto se debe a la
presencia de un residuo de arginina (R), aminoácido presente en la posición R586 de la
subunidad GluR2 en el TMII, a diferencia en las subunidades GluR1, GluR3 y GluR4 que
presenta un residuo de glutamina (Q) en la posición Q582 de la proteína de la subunidad
GluR16.
Los receptores a kainato son heterómeros proteicos formados por combinaciones de las
subunidades denominadas GluR5, GluR6 y GluR7, en combinación con KA1 y KA2. La
combinación de KA2 con GluR5 conforma un receptor funcional permeable a Na+.
RECEPTORES NMDA
RECEPTOR GLUTAMATÉRGICO N-METILD-ASPARTATO (NMDA)
Los receptores de N-metil-D-aspartato (NMDA) se localizan en las células del asta posterior de
la médula espinal (ME), después de la sinapsis, son los encargados de mediar la reacción
generada por la descarga polisináptica de fibras aferentes primarias nociceptivas.
Los receptores NMDA están asociados con los procesos de aprendizaje y memoria, el
desarrollo y la plasticidad neural, así como con los estados de dolor agudo y crónico.
Intervienen en el inicio y mantenimiento de la sensibilización central, asociada a daño o
inflamación de los tejidos periféricos.
La estimulación repetitiva de fibras C origina un aumento del tamaño de los campos receptivos
y de la respuesta de las neuronas nociceptivas espinales a los estímulos adecuados.
La vía final común de la activación del receptor NK1 y NMDA es el incremento de calcio
intracelular libre ionizado, que puede explicar la hiperexcitabilidad neuronal persistente.
Las neuronas que expresan c-fos presentan una distribución diferencial, de acuerdo a la
distribución somatotópica de las aferencias sensitivas al asta medular dorsal o al núcleo del
trigémino.
También existen diferencias en la distribución temporal y numérica del c-fos según el estímulo
utilizado, así el número de neuronas que expresan el c-fos en la lámina III-IV es mayor
comparado con la lámina I-II, al utilizar un estímulo mecánico versus el térmico o químico.
Estas propiedades han sido ampliamente utilizadas para evaluar la posible eficacia terapéutica
de fármacos analgésicos.
La estructura de los receptores NMDA (R-NMDA) no es del todo clara, ya que se ha propuesto
que puede formar estructuras tetra o pentaméricas.
La NR1 está codificada por un gen único, sin embargo, el transcrito puede generar al menos
ocho isoformas.
Mientras que para las subunidades tipo NR2 existen cuatro genes diferentes que codifican
para las subunidades NR2A, NR2B, NR2C y NR2D.
La activación del R-NMDA requiere de la unión simultánea de dos diferentes agonistas, el Glu y
la glicina (Gli), por esta razón se les refiere como co-agonistas del R-NMDA.
Así, cada subunidad de receptores ionotrópicos posee una estructura molecular muy
semejante, el cual se organiza en cuatro dominios funcionales que son: un dominio
extracelular con el amino (N) terminal (DNT), un dominio de unión para el ligando (DBL), una
región transmembrana, formado por cuatro segmentos hidrofóbicos (M1 a M4) en donde el
segmento M2 que ingresa parcialmente a la membrana conforma el canal iónico y finalmente
un dominio del carboxilo (C) en la región intracelular (DCT).
Adicionalmente, a los sitios naturales de unión para glicina y para glutamato en el dímero NR1-
NR2, particularmente, en la región extracelular de NR2 posee sitios de unión para ligando
endógenos como las poliaminas, sitio de redox para protones y para el zinc que pueden ejercer
un efecto regulador de la actividad del receptor NMDA al permitir el incrementó o la
disminución del flujo de calcio a través de la actividad del receptor bajo condiciones
fisiológicas y/o patológicas.
Mientras que, los ligandos exógenos para esteroides, etanol, ifenprodil, así como algunas
moléculas sintéticas que sirven como herramientas experimentales para el estudio de las
propiedades del receptor NMDA y facilitar el desarrollo de antagonistas de utilidad
terapéutica.
Los homómeros de la subunidad NR2 no generan receptores funcionales, por lo cual solo se les
considera como moduladores, y los homómeros de la subunidad NR1 dan como resultado
canales que aunque son activados por Glu o NMDA, en presencia de Gli, presentan corrientes
de muy baja amplitud con respecto a los receptores formados por la combinación de
subunidades NR1-NR2.
La subunidad NR3 al igual que la subunidad NR2 es una subunidad reguladora, cuya presencia
disminuye las corrientes iónicas generadas por la activación de los heterómeros NR1/NR2.
SUBUNIDAD NR1
En las isoformas que contienen el exón N1, ni las poliaminas ni el Zn+ potencian la estimulación
por Glu, posiblemente por su naturaleza catiónica y su repulsión por el exón.
Por otra parte, los exones de la región C-terminal tienen un papel importante en la regulación
y localización del NMDAR en la membrana celular.
Así, el exón 21 codifica para C1, con residuos de ser susceptibles de fosforilación por PKC y
PKA, e involucrados en la regulación positiva de NR1 en respuesta a Glu y una diana para la
interacción con calmodulina cinasa, que puede modular negativamente la actividad del
NMDAR.
En el procesamiento del exón 22, el uso variable de un sitio aceptor hace posible la expresión,
alternativamente, de dos unidades diferentes, C2 o C2′.
En la unidad C2′, los aminoácidos del extremo C-terminal constituyen un dominio de unión a
proteínas PDZ (Postsynaptic Density-95/Discs Large/Zonula Occludens-1-binding Motif), que
permiten la asociación del NMDAR en clusters sobre la superficie celular.
Además, mediante la interacción con las proteínas PDZ, estos dominios pueden enmascarar las
señales de retención en el RE presentes en C1, facilitando el transporte y ensamblaje de los
NMDAR a la membrana.
En las aves, el exón C2 contiene un sitio de N-miristoilación, que podría proveer un mecanismo
alterno de anclaje en la membrana, y tanto C2 como C2’ contienen dos secuencias consenso
para la fosforilación por PKC.
Estas características sugieren que los mecanismos que controlan el número de receptores
NMDA en la sinapsis y su variación en condiciones fisiológicas y patológicas difieren
ampliamente entre las especies.
Trabajos realizados por Kreutz en 1998 han mostrado cambios en la expresión de las isoformas
de NR1 en situaciones patológicas, en un modelo experimental de seccionamiento del nervio
óptico donde se inducen diferencialmente las isoformas NR1b, que aportan a las células
afectadas una ventaja significativa para su supervivencia.
Resulta evidente que el tráfico y ensamblaje de las subunidades del NMDAR son procesos
finamente regulados y que, particularmente en el caso de NR1 constituyen pasos críticos para
su expresión en la membrana plasmática.
SUBUNIDAD NR2
En comparación con la subunidad NR1 los patrones de expresión tanto temporales como
espaciales son diferentes restringiéndose a ciertos núcleos definidos dentro del SNC
cambiando durante su desarrollo.
En general, todas las subunidades NR2 presentan un dominio intracelular C-terminal mucho
más extenso que el de las subunidades NR1.
Estas son similares a las que existen en NR1 y en las subunidades NR2C y NR2D. Se ha
encontrado un segundo dominio de internalización en la región C-terminal distal de la
subunidad NR2B, que se relaciona con la internalización y posterior reciclaje, en vez de la
degradación, de esta proteína.
En NR2B también existen secuencias de retención en el RE, similares a las de NR1, que podrían
enmascararse mutuamente al asociarse las dos subunidades entre sí en el RE.
Las subunidades NR2 además tienen en sus aminoácidos del extremo C-terminal dominios de
interacción con proteínas PDZ, que no solo facilitan la asociación de los NMDARs en clusters
sobre la superficie celular, sino que al igual que sucede con NR1, pueden contribuir a su
estabilidad al enmascarar los dominios de internalización.
Finalmente, la función de las subunidades NR2, de forma similar a NR1, está sujeta a
regulación por fosforilación.
Además, estas subunidades son substratos de otras cinasas como Src y Fyn, que fosforilan
residuos de tirosina, y median en la susceptibilidad de NR2 a la proteólisis por calpaína.
Prácticamente, en todos los estudios se ha empleado la subunidad NR1a para ser co-expresada
con alguna o varias subunidades NR2.
La razón de co-expresar dos tipos de subunidades se basa en estudios anteriores en los que se
determinó que la sola expresión de subunidades NR2 no genera receptores funcionales, y que
la expresión de canales homoméricos NR1da como resultado canales que aunque son
activados por Glu o NMDA en presencia de glicina y se bloquean por Mg++ de manera
dependiente del voltaje, presentan corrientes de muy baja amplitud con respecto a los
receptores neuronales.
El bloqueo por Mg++ dependiente de voltaje es mayor a los potenciales negativos en los
receptores NR1a/NR2A y NR1a/NR2B (2,4 y 2,1μM), comparados con los receptores
NR1a/NR2C y NR1a/NR2D (14,2 y 10,2μM) por tal motivo los diferentes subtipos de receptores
NMDA son activados a distintos rangos de potencial de membrana.
Los estudios funcionales demuestran que los receptores que incluyen esta subunidad
presentan una mayor afinidad por los co-agonistas Glu y glicina que los receptores
NR1a/NR2A.
Por otro lado, la subunidad NR2D presenta una mayor afinidad al Glu, son poco sensibles al
bloque por Mg++ y el tiempo de cierre de estos heterómeros es muy lenta, en comparación con
los heterómeros NR1a/NR2A, NR1a/NR2B y NR1a/NR2C, por lo que esta subunidad
desempeña un papel muy importante en el daño neuronal excitotóxico.
Además, esta actividad podría resultar en una lenta pero prolongada entrada de Ca++ a la
célula que se encuentran expresando esta subunidad, coordinando la actividad pre y
postsináptica permitiendo un grado de flexibilidad temporal para la formación de ciertas
sinapsis en el desarrollo, que es la etapa de mayor expresión de la subunidad NR2D.
MECANISMOS DE EXCITOTOXICIDAD
La muerte neuronal inducida por una excesiva liberación de Glu y sobreactivación de los
receptores a Glu, se conoce como excitotoxicidad.
Este fenómeno se asocia con diversos estados patológicos del SNC, entre los que se incluyen:
la epilepsia, hipoxia/isquemia y trauma. Además, se le implica en Huntington, Alzheimer y el
Parkinson.
La sobreactivación de los receptores a Glu principalmente el tipo NMDA es uno de los procesos
implicados en la neurodegeneración y muerte celular presentes en diversas patologías.
Esta produce una elevación de Ca++ intracelular que promueve la lipoperoxidación (LP) de la
membrana citoplasmática, retículo endoplasmático (RE) y la mitocondria.
También la LP induce daño a la ATPasa Na+/K+, a los transportadores de glucosa y de Glu como
parte del proceso excitotóxico, perturba la homeostasis iónica en el RE y mitocondria,
comprometiendo el abastecimiento de ATP.
Todas estas comparten características patológicas comunes de una gradual y selectiva pérdida
neuronal, principalmente por sobre activación de los receptores a Glu.
Aunque los grupos neuronales primordialmente afectados varían según la enfermedad, y las
causas de la muerte neuronal se desconocen, la sobreactivación de los receptores a Glu
generalmente conlleva a un aumento en la concentración citoplásmica de Ca++ y la generación
de especies reactivas de oxígeno.
Alzheimer
Huntington.
Diversos trabajos demuestran que los primeros eventos que ocurren en la patología de la
enfermedad de Alzheimer es una alteración de las sinapsis glutamatérgicas que se correlaciona
de manera significativa con el grado de deterioro cognitivo de esta enfermedad.
Evidencias experimentales, tanto clínicas como moleculares, han demostrado que los
receptores a Glu del tipo NMDA son disfuncionales en las primeras etapas de la enfermedad.
Estudios in vitro realizados por Shankar en el 2007, demostraron que los oligómeros del ßA
suprimen la potenciación a largo plazo de los receptores a NMDA.
ENFERMEDAD DE HUNTINGTON
Trabajos realizados por Coyle en 1976 demostraron que la inyección de ácido kaínico en el
estriado producía lesiones similares a las que se observaron en muestras de tejidos de
pacientes con enfermedad de Huntington.
Este hecho sugiere que la composición diferencial de los receptores NMDA en estas zonas del
cerebro podría explicar la degeneración selectiva que ocurre en zonas muy específicas en la
enfermedad de Huntington.
Se sabe que la sensibilidad al bloqueo por Mg++ es mayor a los potenciales negativos en los
receptores con combinaciones de NR1a/NR2a y NR1A/NR2B (2,4 y 2,1μM), en comparación
con los receptores con combinación integrada por las subunidades NR1a/NR2C y NR1a/NR2D
(14,2 y 10,2μM), así mismo el tiempo de cierre de estos heterómeros es más rápida.
Por lo tanto una disminución en la expresión de esta subunidades (NR2A y NR2B) podría
asociarse con la susceptibilidad de las neuronas a degenerar por el daño neuronal excitotóxico.
Esta teoría se refuerza por el hecho de que la huntingtina mutada, potencia la muerte
excitotóxica mediada por receptores NMDA que contengan la subunidad NR2B, los cuales se
expresan en todas las neuronas estriatales de proyección, las más afectadas en la enfermedad
de Huntington.
Con esta base, se podría concluir de que los avances en la investigación de la biología
molecular de los receptores NMDA, resultan importantes ya que se podrían considerar estos
como dianas moleculares para el desarrollo de una terapia más efectiva a través del diseño de
nuevos agonistas y antagonistas de alta potencia y selectividad en la neurotransmisión
glutamatérgica para reducir la neuroexcitotoxicidad que se observa en estas enfermedades
neurodegenerativas y condiciones patológicas previamente mencionadas.
La hiperplexia hereditaria es una enfermedad neurológica producida por mutaciones en los genes
de las subunidades α y β del receptor de glicina y proteínas asociadas. Estudios genéticos
recientes han identificado mutacio- nes en el gen del transportador de glicina GLYT2 en pacientes
de hiperplexia. La reciente resolución de la estructura tridimensional de un transportador
bacteriano homólogo ha permitido avanzar en el conocimiento del mecanismo funcional de estas
proteínas.
Parece probable, y resulta esperanzador, que los recientes avances permitan desarrollar
compuestos que actúen selectivamente sobre GLYT1 y GLYT2 interfiriendo con la neurotransmisión
glicinérgica o glutamatérgica y tengan aplicaciones terapeuticas como antipsicóticos,
antiepilépticos o analgésicos.
INTRODUCCIÓN
El ciclo iniciado por la despolarización neuronal se completa con el rellenado de las vesículas
sinápticas con la glicina presente en el citoplasma de la terminal nerviosa, función que lleva a
cabo el transportador ve- sicular, VIAAT/VGAT.
La glicina y el GABA comparten el mismo trans- portador vesicular, lo que permite que algunos
terminales inhibidores (mixtos) almacenen conjuntamente ambos neurotransmisores en las
mismas vesículas desde donde serán liberados simultáneamente.
Los niveles de glicina en las células nerviosas son el resultado de la con- tribución relativa de la
acumulación mediada por los transportadores, de su sín- la tesis de novo y de su
degradación. El metabolismo de la glicina en el SNC es considerablemente activo e implica
dos rutas mitocondriales dependientes de piridoxal-5-fosfato.
RECEPTOR DE GLICINA
La unión de la glicina a su receptor tipo GlyR genera corrientes producidas por la entrada de
iones cloruro en la neurona postsináptica. Las corrientes sinápticas glicinérgicas median
respuestas rápidas inhibidoras que siguen un perfil de tiempo complejo.
Típicamente comienzan con una primera fase de respuesta postsináptica rápida debida a la
apertura inminente y sincrónica de múltiples canales de cloruro por la unión de la glicina
sináptica, seguida de una caída lenta y bifásica que corresponde a la inactivación y cierre
asincrónico de los canales individuales y la retirada de glicina del espacio intersináptico a través
de los transportadores.
Diversas evidencias han indicado que, en las sinapsis centrales, la retirada del
neurotransmisor libre es muy rápida, más que la activación de los receptores, por lo que la
unión de la glicina de nuevo al receptor no contribuye a la inhibición mantenida en una misma
ronda de señalización.
Se puede decir que el receptor de glicina se encuentra entre los mejor conocidos hasta el
momento gracias a numerosos estudios bioquímicos, electrofisiológicos, farmacológicos,
inmunológicos, genéticos y de biología molecular.
La estricnina es el antagonista más clásico del receptor y se une a él con gran afinidad
reconociendo un epítopo casi solapante, aunque no coincidente, con el sitio de unión de la
glicina.
Los GlyR tienen estructura pentamérica y están compuestos por dos tipos de
subunidades:
Las α, funcionales, y
Las β, estructurales.
La estequiometría establecida es de 3α:2β, aunque hay datos recientes que sugieren que
la proporción de subunidades puede ser 2α:3β. Hasta el momento, se han identificado
cuatro genes diferentes en vertebrados (denominados Glra 1-4) que codifican las cuatro
subunidades α (α1-α4) que muestran entre sí una elevada identidad de secuencia (más
del 80%).
Sin embargo, sólo se ha identificado un gen (Glrb) que codifica la subunidad β, de menor
homología con las α (un 50% con α1).
Se han descrito variantes α y β por procesamiento alternativo de sus mRNAs. Los diferentes
genes tienen patrones de expresión temporal y regional muy definidos. Unida fuertemente a
la subunidad β se encuentra la proteína gefirina cuya función es anclar el receptor al citoes-
queleto subcortical a través de su unión a tubulina.
Cada una de las subunidades del GlyR está constituida por una cadena polipeptídica con
cuatro dominios transmembrana con los extremos amino y carboxilo situados en la parte
extracelular a modo de antenas.
Se conocen con detalle los residuos de aminoácido involucrados en la unión a los ligandos
glicina y estricnina que están situados en la región que precede al segmento M1 de las
subunidades α.
En el bucle citoplásmico que une los segmentos M3 y M4 hay seis residuos cargados
positivamente necesarios para la correcta topología de la subunidad α1. En el dominio
M2 de las subunidades α, residen los determinantes moleculares responsables de la estricta
especificidad aniónica del canal, (dos residuos de arginina), cuyo tamaño de poro es de 5.2 Å
y que, al igual que los receptores GABAA/C, presenta un orden de selectividad I– > Br– > Cl–
> F– siendo además bastante permeables a CO3H.
De hecho, la expresión del mRNA de la subunidad α1 solapa con el marcaje de [3H] estricnina,
lo que es coherente con un papel primordial en el control de la coordinación de las respuestas
reflejas espinales del receptor con pro- támeros α1 y β.
De las subunidades minoritarias α3, α2 y α4, sólo está presente en médula espinal de adulto la
α3, aunque en niveles moderados, así como en cerebelo y bulbo olfativo. La α2 se expresa
abundantemente en la médula espinal en el estado embrionario y postnatal, pero no en
adulto, en el que hay bajos niveles en hipocampo, corteza cerebral, tálamo y retina.
Los GlyRα3 localizados en las dendritas de interneuronas de la sustancia gelatinosa donde las
fibras aferentes nociceptivas hacen contacto sináptico, se activan reduciendo la generación de
espigas y por tanto la señal nociceptiva.
Durante la inflamación esta supresión se relaja por acción de la prostaglandina E que modula
negativamente al receptor, generando hipersensibilidad a estímulos mecánicos y térmicos.
Las diferentes subunidades α del receptor se distribuyen selectivamente en los distintos tipos
neuronales de la retina (bipolares α1, ganglionares α1, α2, α3, amacrinas α2) y, puesto
que presentan distintas velocidades de respuesta, determinan diferencias temporales que
condicionan el orden en que las señales visuales llegan a los centros cerebrales superiores,
permitiendo su interpretación.
Al igual que otros receptores, los GlyRs se localizan preferentemente en las densidades post
sinápticas y en menor medida en la membrana extrasináptica.
Parece que la inhibición tónica está mediada por GlyRs que difieren en composición molecular
y propiedades de respuesta res- pecto a los sinápticos. Así, muchos moduladores tienen
efectos diferenciales en receptores sinápticos o extrasinápticos. La estructura y papel de los
GlyRs extrasinápticos en la mediación de procesos de importancia fisiológica, como el
desarrollo, es objeto actual de estudio.
TRANSPORTADORES DE GLICINA DE LA MEMBRANA PLASMÁTICA
Distribución y función
GLYT1 y GLYT2 son proteínas homólogas que ostentan alrededor del 50% de identidad de
secuencia. Sin embargo, desempeñan papeles complementarios en la neurotransmisión
glicinérgica debido a que presentan relevantes diferencias en su función y distribución tanto
regional como celular.
GLYT2 reside principalmente en áreas caudales del SNC como la médula espinal, tallo cerebral y
cerebelo donde se halla exclusivamente localizado en los axones y terminales de neuronas
glicinérgicas.
GLYT1 tiene una distribución más rostral y se concentra en los astrocitos que circundan y
envuelven tanto las sinapsis glicinérgicas como las glutamatérgicas, encontrándose, además,
en tejidos periféricos como el páncreas y el hígado.
Los estudios de silenciamiento génico han demostrado que GLYT1 y GLYT2 ejercen papeles
complementarios en la transmisión inhibidora mediada por glicina.
Esta distribución resulta idónea para que, mediante regulación de las concentraciones
sinápticas de glicina, GLYT1 neuronal ejerza el control de la glicina que se une al receptor
NMDA, en tanto que, GLYT1 glial y, en menor medida GLYT2 en el caso de sinapsis inhibidoras,
colaboran en el mantenimiento de niveles extracelulares submicromolares de glicina.
Los papeles fisiológicos diferenciales de las dos isoformas GLYT1 y GLYT2 se basan en
propiedades termodinámicas únicas
De este modo, se asegura el transporte vectorial de glicina hacia el terminal ya que la fuerza
motriz para el transporte en contra de gradiente de concentración del sustrato es dos órdenes
de magnitud mayor en el caso de GLYT2 que en el de GLYT1.
GLYT1 Y GLYT2
Transportan glicina con alta afinidad por un mecanismo activo, electrogénico, acoplado al
gradiente electroquímico de Na+ y dependiente de Cl.
La interfase entre estas dos repeticiones o mitades contiene el sitio de unión al sustrato y dos
iones sodio (Na1 y Na2). El bolsillo de unión está formado por residuos de los TM1 y TM6 que,
dispuestos de modo antiparalelo, tienen interrumpida la estructura α-helicoidal en su porción
central, así como residuos de los TM3, TM7 y TM8.
El grupo carboxilo del sustrato está en contacto directo con el ión sodio en Na1, lo que
proporciona una base estructural muy adecuada para explicar el acoplamiento iónico del
movimiento del sustrato durante el cotransporte.
Dos residuos aromáticos (Tyr108 y Phe253) estabilizan un par iónico entre los residuos Arg30-
Asp404, que actúa a modo de compuerta externa y, en el lado citoplasmático, el par Arg5-
Asp369 forman la compuerta interna.
Tal es el caso de la Tyr108 del TM3, conservada en toda la familia, cuyo grupo hidroxilo
interacciona con el carboxilo de la leucina y cuya implicación en la unión del sustrato y actividad
de transporte había sido descrita para los transportado- res GAT-1, SERT y GLYT2.
En GLYT1 y GLYT2 estos residuos son sustituidos por aminoácidos con cadenas laterales
más voluminosas que podrían acomodar mejor a la glicina de menor tamaño.
El modelo de LeuTAa ha demostrado su utilidad para los GLYTs ya que ha permitido identificar
un residuo del TM6 como único responsable de la diferente sensibilidad de estos
transportadores al inhibidor competitivo, sarcosina (N-metilglicina).
Sin embargo, GLYT1 que en la posición equivalente tiene un residuo de glicina (Gly403), más
pequeño, puede no sólo unir la sarcosina sino incluso transportarla.
Sin embargo, aunque el sitio de unión a glicina puede ser modelado por homología con la
estructura bacteriana y los residuos implicados en la coordinación de sodio en los sitios Na1 y
Na2 parecen estar conservados entre los transportadores SLC6/NSS, la explicación de
estequiometrías alternativas a la 2:1:1 mostradas por algunos componentes de la familia como
GLYT2 o SERT, es un aspecto que aún está por resolver.
El sitio propuesto está formado por residuos de TM2, TM6 y TM7 y está a tan sólo 5 Å del
sitio Na1, proximidad que justifica el estrecho acoplamiento iónico.
Se ha sugerido que el papel del cloruro es estabilizar la unión del sodio y compensar las
múltiples cargas positivas del complejo de translocación, por lo que es requerido en las etapas
iniciales del ciclo de transporte.
El otro modelo se basa en la demostración de que LeuTAa presenta un segundo sitio de unión al
sustrato que sería el que, tras su unión en la conformación «hacia fuera», determinaría la aper-
tura de la compuerta interna.
OLIGOMERIZACIÓN
Aunque la estructura cristalina de LeuTAa corresponde a un dímero, la identificación de los
elementos estructurales que forman el bolsillo de unión del sustrato e iones en cada
monómero sugiere que son funcionales de modo independiente.
La dimerización de LeuTAa está sustentada por las dos últimas hélices α (TM11 y TM12) que no
intervienen directamente en el núcleo funcional de la proteína. La formación de oligómeros se
ha observado en diferentes transporta- dores eucariotas de la familia SLC6/NSS y,
recientemente, se ha demostrado en GLYT1 y GLYT2 en membranas de células transfectadas y
de cerebro mediante microscopía FRET y entrecruzamiento de protómeros.
Sin embargo, aunque es dudoso que la oligomerización de estas proteínas se requiera para el
transporte, es probable su implicación en el tráfico del transportador desde su salida del retículo
endoplásmico hacia la membrana plasmática, como se ha descrito para GAT1 y GLYT1.
Así, cualquier alteración en la capacidad de oligomerización podría impedir el correcto
posicionamiento de los transportadores en la membrana y afectar, en definitiva, a la
capacidad de transporte.
Los ratones GLYT2-/-, aparentemente normales al nacer, sin embargo morían prematuramente
durante la segunda semana de vida debido a alteraciones neuromotoras graves caracterizadas
por rigidez muscular, espasticidad, temblores, convulsiones.
Los resultados obtenidos en los ratones deficientes genéticamente permiten adjudicar papeles
complementarios, y por tanto no redundantes, a GLYT1 y GLYT2 en la neurotransmisión
glicinérgica inhibidora, lo que ha despertado el interés en el desarrollo de una farmacología
selectiva de los GLYTs con posibles aplicaciones en la modulación de la neurotransmisión
glicinérgica.
Las características funcionales de GLYT1 y GLYT2 son idóneas para llevar a cabo sus
respectivos papeles fisiológicos. Debido al mayor acoplamiento a sodio, GLYT2 puede
acumular niveles de glicina en el citoplasma de la terminal del orden de mM, coincidiendo con
la afinidad del transportador vesicular de glicina, VIAAT.
Por otra parte, GLYT1 puede funcionar de forma reversible retirando o liberando glicina en la
sinapsis debido a su menor acoplamiento al gradiente de sodio.
Sin embargo, los ratones heterocigotos (GLYT1+/-) adultos, en los que los niveles de GLYT1
caen al 50%, presentan una elevada actividad del receptor de glutamato tipo NMDA respecto
a otros tipos (AMPA), y aventajan a los animales controles en pruebas de memoria espacial.
Así, los datos indican que el bloqueo o baja expresión de GLYT1 puede producir la sobre
estimulación de los receptores de glutamato tipo NMDA debido a la elevación de los niveles
sinápticos de glicina.
En la actualidad son escasos los datos existentes sobre la regulación de la síntesis y degradación
de los transportadores de glicina.
La expresión de GLYT1 está regulada por factores de transcripción de la familia HMGN3, muy
abundantes en células de glía y retina, coincidiendo con la elevada presencia del transportador.
El complejo Trb-1/CASK, específico de neuronas, regula la transcripción de GLYT1 al unirse
directamente a la región 5´ del promotor.
Las interacciones del extremo C-terminal de GLYT1 con componentes del complejo del exocisto
y con la proteína PSD95 parecen contribuir a la fidelidad y estabilidad de la inserción en la
membrana, respectivamente.
El extremo N-terminal de GLYT2 interacciona con Ulip-6 (Unc-33), miembro de una familia de
proteínas implicadas en el crecimiento axonal. Ulip-6 podría activar la endocitosis de GLYT2, lo
que disminuiría la presencia del transportador en la membrana.
Además, la endocitosis del transportador podría estar relacionada con su asociación a rafts, ya
que el tratamiento con ésteres de forbol no sólo activa la internalización de GLYT2, como parece
ser una característica general de los transportadores SLC6/NSS, sino que desplaza a GLYT2 de los
rafts. Sin embargo, un mutante refractario a la endocitosis mediada por ésteres de forbol, no
experimenta este efecto y permanece asociado a rafts.
Otros compuestos a añadir a la numerosa lista de moduladores, en este caso de GLYT1, son el
ácido araquidónico, la anandamida, los iones Zn2+ y los H+.
Todos ellos también actúan sobre los receptores NMDA, por lo que la modulación conjunta de
ambas proteínas supondría una regulación más precisa y eficaz de la actividad
glutamatérgica.
Los fenotipos de los ratones GLYT1-/- y GLYT2-/- son muy diferentes entre sí y presentan
características similares a los síntomas de dos tipos de enfermedades hereditarias humanas
que aparecen en la primera etapa postnatal o en la adolescencia.
Los animales GLYT1-/- en sus escasas horas de vida postnatal presentan letargia, hipotonía,
escasa respuesta a estímulos táctiles y una severa depresión del ritmo respiratorio, síntomas
todos ellos que se manifiestan en la encefalopatía glicinérgica o hiperglicinemia no cetónica
humana.
En los pacientes de esta enfermedad en los que se conoce su etiología, ésta se debe a una
defectuosa degradación intracelular de la glicina provocada por mutaciones en alguna de las
proteínas del «sistema de degradación de glicina o descarboxilasa de glicina», (GCS).
Sin embargo en algunos de estos pacientes no se han encontrado tales polimorfismos, lo que
abre la posibilidad de que otros genes puedan estar implicados, entre ellos GLYT1, cuya
actividad de transporte proporciona sustrato a este complejo de degradación en astrocitos.
Los ratones mutantes GLYT2-/- presentan síntomas antagónicos a los anteriores, más propios
de una hipoglicinemia tales como una alterada coordinación motora, rigidez muscular,
espasticidad, temblores frecuentes y convulsiones, entre otros.
HIPERPLEXIA
La gran mayoría se deben a polimorfismos que afectan a los dominios M1- M3 del GlyRα1, donde
se hallan el sitio de unión a glicina y los determinantes del canal de cloruro.
Este residuo es necesario para la selectividad aniónica del canal de cloruro. Otras mutaciones
alteran la comunicación alostérica entre el canal y el sitio glicina determinando una disminución
aparente de la afinidad por el neurotransmisor.
Más recientemente se han descrito casos de hiperplexia causados por mutaciones en el gen de la
subunidad β del GlyR, Glrb (83), así como en los genes de proteínas asociadas al GlyR, como la
gefirina (GPNH) y colibistina (ARHGEF9) que forma parte de la maquinaria de señalización que
controla la mi gración de gefirina hacia la membrana postsináptica en desarrollo.
Para casi todas estas mutaciones se han generado líneas de ra-tones mutantes (Oscillator, Nmf11,
Cincinatti) que generan fenotipos con sintomatología similar a la manifestada en la enfermedad
en humanos.
Los recientes análisis genéticos han permitido describir varias mutaciones en el gen de GLYT2,
Slc6a5, localizado en el brazo corto del cromosoma 11 (11p15.1) causantes de hiperplexia
humana.
Slc6a5 posee 16 exones distribuidos en una región de aproximadamente 21.4 Mb en la que sólo el
primer exón contiene el sitio de iniciación de la traducción. Se han localizado 11 mutaciones en
los pacientes diagnosticados de hiperplexia que están repartidas por el marco de lectura de la
proteína y afectan a los exones 2, 5, 7-10 y 13, estando ausentes en individuos sanos. La mayor
parte tienen carácter autosómico recesivo.
Funcionalmente son mutaciones puntuales o sin sentido que producen, en todos los casos, un
transportador inactivo. Algunas generan un transportador truncado y, por lo tanto, inactivo
(Y377X, V432F+fs97, Q630X, P108L+fs25).
Otras, producen una proteína que, si bien se expresa en la membrana plasmática, es una proteína
inactiva por fallos en la unión de alguno de sus ligandos, glicina (W482R) o sodio (N509S) o por
estar la sustitución en regiones cruciales para la actividad de transporte (T425M, Y491C, N511S).
En otros polimorfismos de hiperplexia hereditaria, GLYT2 no se expresa en la membrana
plasmática y queda retenido en el retículo endoplásmico al estar alterado su tráfico intracelular
(S512R).
Esta mutación es la única que se manifiesta como dominante, lo que ha llevado a sugerir que
podría funcionar como dominante negativo del tráfico de GLYT2, probablemente mediante
retención del transportador silvestre en un oligómero común.
Otros polimorfismos del gen Slc6a5 producen transportadores aparentemente activos y
funcionales, habiéndose propuesto para estos casos fallos en la interacción de GLYT2 con
proteínas accesorias necesarias para el correcto tráfico de GLYT2 hacia la membrana en el
sistema nervioso (L306V, A89E, G767R, 85,86).
Las proteínas sintenina-1, sintaxina 1A y Ulip-6 que interaccionan con GLYT2, así como el
transportador vesicular de glicina VIAAT, se consideran posibles candidatos.
Más recientemente se ha descrito una mutación del gen de GLYT2 vacuno (L270P) como res-
ponsable de una enfermedad similar a la hiperplexia humana, la distonía muscular congénita,
enfermedad letal para el ganado con las consiguientes repercusiones económicas.
La mutación probablemente interrumpe la estructura α helicoidal del TM3, que contiene
residuos cruciales en la unión de glicina.
Esquizofrenia
El doble papel que GLYT1 desempeña regulando los niveles de glicina en la sinapsis inhibidora
glicinérgica y excitadora glutamatérgica convierte al transportador en un blanco terapéutico
potencial para algunas patologías asociadas a alteraciones de estas vías nerviosas.
La esquizofrenia es un grave patologia del SNC cuya etiología se ha asociado tradicionalmente a una
sobreactivación de vías dopaminérgicas (hipótesis dopaminérgica).
El deterioro cognitivo producido en estos pacientes se trata en la actualidad con antipsicóticos,
antagonistas de los receptores de dopamina D2.
Sin embargo, estudios preclínicos y clínicos realizados en la última década han llevado a desarrollar
la hipótesis glutamatérgica que postula que muchos de los síntomas de la patología que afectan al
deterioro cognitivo son debidos a una reducida función del receptor NMDA.
Actualmente, varias compañías farmacéuticas están llevando a cabo ensayos preclínicos con una
segunda generación de inhibidores de GLYT1 no relacionados estructuralmente con la sarcosina.
La disponibilidad de inhibidores selectivos de la forma neuronal de GLYT1 permitiría, así mismo,
abundar en el estudio de su papel fisiológico.
OTRAS PATOLOGÍAS
La red de interneuronas glicinérgicas localizadas en las astas dorsales de la médula espinal
regulan la transmisión de señales nociceptivas desde la periferia a regiones superiores del
cerebro.
El desequilibrio entre la neurotransmisión excitadora e inhibidora de esta región medular
desempeña un papel clave en la patología del dolor crónico tanto de tipo inflamatorio como
neuropático.
Actualmente se considera a la inhibición de la neurotransmisión glicinérgica o desinhibición
como el mecanismo responsable de la patología.
Por tanto el aumento de los niveles de glicina en las sinapsis de las astas dorsales por
inhibidores de los GLYTs podría producir analgesia.
Los resultados de trabajos recientes demuestran la eficacia de la inhibición de los GLYTs en el
control del dolor neuropático en ratones.
RECEPTORES DE KAINATO.
El receptor de kainato es el componente del sistema de señalización de glutamato que se ha
mostrado más elusivo a los investigadores.
La falta de herramientas farmacológicas específicas ha impedido la detección de este tipo de
receptores en neuronas del Sistema Nervioso Central (SNC), así como la determinación de sus
papeles fisiológicos.
Hasta la clonación de las subunidades que forman los receptores de kainato, la evidencia de su
existencia como receptores independientes era inexistente y sólo recientemente se han
definido los procesos en los que estos receptores están involucrados (Lerma, 1997a).
INTRODUCCIÓN
Los receptores activados por glutamato se han dividido en dos familias: receptores
metabotrópicos y receptores ionotrópicos.
Los receptores metabotrópicos (mGluR) están acoplados a proteínas G (proteínas que unen
GTP) y regulan la producción de mensajeros intracelulares.
Por el contrario, los receptores ionotrópicos de glutamato (iGluR) forman un canal catiónico
con diferente selectividad iónica según el tipo de receptor, siendo permeables a sodio (Na + ),
potasio (K+ ) y, en ocasiones, a calcio (Ca2+).
En función del agonista que produce la activación de éstos con mayor afinidad, los receptores
ionotrópicos de glutamato se han clasificado en tres tipos:
RECEPTORES DE KAINATO
Hasta que se clonaron las subunidades que forman los receptores de kainato, no hubo
evidencia de su existencia como receptores independientes, y sólo recientemente se han
definido los procesos en los que están involucrados estos receptores.
La primera incluye las subunidades GluR5, GluR6 y GluR7. Todas estas subunidades
generan canales funcionales homoméricos.
La otra subfamilia la constituyen las subunidades KA1 y KA2, que no forman canales
homoméricos.
Desde el punto de vista molecular, los receptores ionotrópicos de glutamato son proteínas
integrales de membrana, formadas, probablemente, por cuatro subunidades que forman un
tetrámero.
Los estudios de hibridación in situ revelan que los receptores de kainato se encuentran
ampliamente distribuidos en el sistema nervioso.
Sin embargo, los patrones de expresión de las distintas subunidades son bastante diferentes.
La disponibilidad del GYKI53655 como antagonista selectivo de los receptores de AMPA hizo
posible el estudio de la participación de los receptores de kainato en la transmisión sináptica
excitadora.
Los estudios en rodajas de hipocampo han permitido identificar una serie de sinapsis en las
que estos receptores parecen mediar una pequeña fracción de la corriente sináptica.
Finalmente, en los últimos años se ha dedicado un gran esfuerzo a determinar cuál es el papel
de los receptores de kainato en la modulación de la transmisión inhibidora en el hipocampo,
sobre todo debido a la sospechas de que la conocida acción epileptógena de esta sustancia
podría deberse a una acción directa sobre la transmisión inhibidora ( deprimiéndola) al activar
a estos receptores.
En esta revisión vamos a describir cuál es el efecto que tiene la activación de los receptores de
kainato sobre la transmisión inhibidora, así como los mecanismos de acción involucrados.
Este glutamato también deprime la amplitud media de las corrientes inhibidoras (en la sinapsis
interneurona del stratum oriens-CA1).
Este efecto, además, se suprime en presencia de CNQX (en condiciones de bloqueo de los
receptores de AMPA), lo que demuestra que se debe a la acción de los receptores de kainato.
Recientemente, Behr et al, han descrito una acción similar de los receptores de kainato en la
sinapsis formada por interneuronas y células granulares del giro dentado.
Describen que la aplicación de kainato produce una reducción de la amplitud de las eIPSC y
que este efecto es también presináptico.
Ya que en presencia de kainato se produce una reducción en la frecuencia de las mIPSC sin
alterar la amplitud de las mismas.
Básicamente, se han propuesto dos mecanismos de acción para esta función de los receptores
de kainato.
La modulación de la liberación de GABA por los receptores de kainato involucra una función
metabotrópica.
Observaron que, en rodajas de hipocampo tratadas con toxina pertúsica, el kainato es incapaz
de alterar la amplitud de las respuestas inhibidoras o las deprime sólo ligeramente.
Por el contrario, el tratamiento similar con toxina colérica no impide el efecto del kainato.
El bloqueo de la fosfolipasa C (PLC) también atenuó en gran medida el efecto del kainato sobre
la liberación de GABA.
Basándose en estos resultados, los autores propusieron que los receptores de kainato activan
una proteína G acoplada a la PLC.
Poco después, los mismos autores encontraron que la depresión de la liberación de GABA que
observan en sinaptosomas era sensible a la toxina pertúsica, de forma que en los
sinaptosomas tratados con toxina pertúsica la liberación de GABA se ve impedida en gran
medida, efecto que también observaron cuando se trataban los sinaptosomas con inhibidor de
la proteína cinasa C.
Propusieron que, al liberarse gran cantidad de GABA, éste tendría acceso a los receptores de
GABA-B presentes en el terminal sináptico, cuya activación produciría una depresión de la
liberación de neurotransmisor.
También propusieron que el efecto se debería en parte a un efecto postsináptico sobre los
receptores de GABA, ya que observan una disminución de la resistencia de entrada de las
células postsinápticas.
Son dos efectos que se pueden disociar por la acción de varias sustancias, entre ellas por el
agonista endógeno de los receptores, el glutamato.
También han mostrado que el ATPA, a una concentración de 0,3 µM produce un marcado
incremento de la actividad espontánea y no produce ningún efecto sobre la amplitud de las
eIPSC.
Además, este efecto se observa en sinaptosomas, donde no hay actividad espontánea que
provenga del compartimento somadendrítico, y en cultivos, donde se observa la depresión de
las eIPSC sin un aumento de la frecuencia de disparo de la neurona presináptica, que también
se tiene monitorizada.
Sintetizando estos resultados, Rodríguez-Moreno et al, proponen que ambos efectos son
mediados por receptores de kainato distintos y, por tanto, se propone que en las
interneuronas del stratum oriens del hipocampo existen dos poblaciones de receptores de
kainato con diferentes mecanismos de señalización y con diferente sensibilidad a diversos
agonistas.
Una población está constituida por receptores que son canales, se localizan en el
compartimento somatodendrítico y son responsables de la despolarización de las
interneuronas, y
La otra está constituida por receptores acoplados a proteínas G, localizados en el
terminal presináptico y responsables de la inhibición de la liberación de GABA.
Durante los dos últimos años se han empezado a acumular evidencias de un aumento de la
transmisión gabérgica en el hipocampo por activación de receptores de kainato presinápticos.
En algunos casos se propone un efecto bifásico del kainato, de forma que a bajas
concentraciones (submicromolares) éste produce una potenciación de la liberación de GABA, y
a más altas concentraciones, produce una depresión de la misma.
Sin embargo, estos autores no describen qué ocurre en sinapsis establecidas entre
interneuronas y células piramidales cuando se usan estas concentraciones de agonista.
Por otra parte, Jiang et al, mediante el registro de pares de neuronas (interneurona-piramidal),
describen un complejo efecto de dosis y respuesta por parte del kainato, de forma que a una
concentración de 5 mM, deprime las eIPSC (aunque sólo en determinado tipo de conexiones,
aquéllas en las que los potenciales de acción presinápticos tienen una probabilidad alta de
producir una IPSC).
Mientras que a una concentración de 0,3 mM, el kainato produce un aumento de la liberación
de neurotransmisor, aunque también en determinado tipo de sinapsis (aquéllas en las que los
potenciales de acción presinápticos tienen una probabilidad baja de provocar una IPSC).
Algunos autores sugieren que este efecto es, probablemente, un efecto directo debido a la
despolarización axonal que producen.
Se ha propuesto que en estas interneuronas coexisten dos tipos de receptores de kainato con
distinta localización (somatodendrítica o axonal), diferente afinidad a los agonistas y diferente
mecanismo de señalización (por canales o mediante proteína G).
Este producto conduce a la activación de la proteína cinasa C, que fosforila un sustrato (de
forma directa o a través de una proteína adaptadora) de tal forma que se produce una
disminución de la liberación de GABA.
Los resultados descritos nos dan la idea de que los receptores de kainato participan de forma
activa en la regulación de la excitabilidad de las neuronas principales del hipocampo, algo
fundamental para su adecuado funcionamiento.
Una cuestión fundamental que sigue sin una respuesta satisfactoria es cuál es el efecto neto
sobre la neurona postsináptica de la modulación de la liberación de GABA producida por
activación de estos receptores.
EN RESUMEN
Gracias al gran trabajo de investigación realizado por multitud de biólogos, químicos… y a las
muchas horas invertidas en ello, sabemos que las proteínas son las reinas de nuestro
organismo, pues prácticamente realizan todas las funciones que uno podría imaginar:
Actualmente, este conocimiento es el pan nuestro de cada día pero todavía quedan muchas
preguntas por responder. Hay una que, desde comienzos del siglo XX, ha estado revoloteando
en la cabeza de los investigadores.
Ya hace décadas que se sabe de la existencia de un par de proteínas muy especiales, las cuales
son capaces de desencadenar cientos de procesos: son las culpables de que tengamos sueño,
apetito, de que poseamos nuestras capacidades órgano sensoriales, de que se nos acelere el
pulso.
Estamos hablando de la pareja que forman la proteína G y su receptor asociado. Éstas son las
causantes, en general, de todas las cascadas de señalización producidas en el interior de la
célula debido a la interacción de ésta con una molécula externa o ligando. Es decir, logran que
una célula produzca una respuesta frente a un estímulo concreto proveniente del exterior.
El año 2012 se les ha sido otorgado el Premio Nobel de Química por el estudio de los
receptores acoplados a la proteína G.
Este receptor consiste en una única proteína, la cual posee 7 α-hélices que atraviesan la
membrana plasmática; por contra, sus extremos carboxilo y amino se localizan en el interior y
exterior celular, respectivamente.
Pero aquí nos referiremos como GPCR para abreviar (proviene de G-Protein Coupled
Receptors).
Los GPCR van a reconocer una enorme variedad de moléculas y señales sensoriales.
Así que se puede suponer que la respuesta celular final vendrá en función del ligando que
interaccione con el GPCR.
En la figura se señala en color rojo las zonas de las hélices donde se podrá unir el ligando, y en colores azul y verde aquellas
regiones del receptor donde interaccionará con la proteína G. En la leyenda, se puede ver que hay regiones de unión a Gα y a Gβγ.
En cuanto a la proteína G, es llamada así debido a que va a unir moléculas de GTP (un análogo
del ATP en cuanto a moneda energética).
Los efectores que son regulados por esta proteína comprenden enzimas como la
adenililciclasa, fosfolipasa C, fosfodiesterasas y canales de iones de la membrana plasmática
selectivos para Ca2+ y K+. Ésta puede ser o trimérica o monomérica, siendo la primera
estructura más frecuente.
La subunidad α llevará unido GDP, que intercambiará por GTP en un proceso que se verá más
adelante y que conllevará, finalmente, a la creación de una respuesta por parte de la célula.
Esta proteína (en el caso de ser trimérica) puede presentar dos estados conformacionales:
puede estar en reposo o activa. Cuando se encuentra en reposo (es decir, sin interaccionar con
el receptor), las 3 subunidades de la proteína permanecen unidas, y la subunidad α (también
denominada Gα) tiene unida una molécula de GDP. Al producirse el cambio de conformación
por parte del GPCR, la subunidad α cambiará el GDP por un GTP, conduciendo a la separación
o disociación de esta subunidad del complejo trimérico; Gα seguirá uniendo GTP, mientras que
el dímero Gβγ quedará a un lado.
Por tanto, la Gα-GTP será la molécula desencadenante de lo que denominamos una cascada
intracelular de señales, en tanto que esta subunidad activará a otras proteínas, las cuales
liberarán segundos mensajeros de diverso tipo que actuarán mediando la respuesta celular
(activando o reprimiendo a factores de transcripción de genes, liberando moléculas al exterior
de la célula).
Este tipo de proteínas ha sido un objeto de estudio de gran importancia ya que una sub-clase
de proteína G monomérica, denominada Ras y responsable de la regulación de la proliferación
celular, ha sido asociada a la formación de tumores ocasionada por mutaciones en el gen que
codifica la proteína o por sobreexpresión de ésta.
El concepto de los GPCR tomó forma a principios del siglo XX, y fue J.N. Langley el primero que
introdujo la idea de una “sustancia receptiva” dentro de las células para explicar la habilidad
de las drogas o fármacos para regular la transmisión neuromuscular.
Sin embargo, en los años 70, varios farmacólogos como Ahlquist y Sutherland se mostraron
escépticos sobre si esos receptores, de hecho, existían como distintas entidades. Durante este
periodo de incertidumbre, Robert Lefkowitz se empezó a interesar en la Biología de los
Receptores, y ese interés tomaría las riendas de su carrera científica.
Los ganadores del Nobel de Química 2012, Robert Lefkowitz y Brian Kobilka
En 1982, el Dr. Lefkowitz trastocó todo lo que se sabía sobre los GPCR cuando él y sus
compañeros (entre ellos, Brian Kobilka) clonaron el gen y el cDNA del receptor
β2 adrenérgico y se vio que tenía homología de secuencia y estructural con la rodopsina, una
proteína que contienen los bastones de la retina que nos permite ver en condiciones de baja
luminosidad. Debido a este gran hallazgo, Lefkowitz y su equipo establecieron a estos
receptores como los primeros miembros de una familia de proteínas, los receptores de siete
hélices transmembrana (7TMRs).
Esta superfamilia es ahora conocida como la más grande, más diversa y la más accesible
terapéuticamente. Desde entonces, el Dr. Lefkowitz ha continuado revolucionando el campo
de los GPCR a través del aislamiento y clonación de 8 de los 9 subtipos de receptores
adrenérgicos, el primer receptor de la hormona de la felicidad o serotonina (5HT1A), y el
descubrimiento y clonación de otras proteínas que regulan estos receptores, como
las quinasas de GPCR (GRK) y β-arrestinas.
Según palabras del galardonado Dr. Lefkowitz, comprender el funcionamiento de estas dos
enzimas mencionadas anteriormente puede, con el tiempo, llevar al desarrollo de nuevos
tratamientos y terapias para tratar enfermedades humanas, como por ejemplo la insuficiencia
cardiaca, la hipertensión, el asma… Recientemente, su grupo de investigación ha descubierto
que el sistema β-arrestina/GRK es bifuncional: además de servir como reguladores negativos,
esta pareja actúa como un sistema de transducción de señales que sirve de apoyo a otros
sistemas con la misma función (quinasas de tipo MAPKs), incluso cuando el sistema de
Proteína G y receptor acoplado está fuera de combate.
Con este hallazgo, Lefkowitz ha visto que la posibilidad de diseñar fármacos que sirvan como
estimulantes de la señalización mediada por el sistema β-arrestina/GRK está a nuestro alcance,
pero aún quedan varios cabos sueltos. Todavía queda mucho por investigar; sin embargo,
estamos más cerca de comprender al detalle el funcionamiento de nuestro cuerpo.
Alfred G. Gilman: Universidad de Virginia, USA en 1970 determinó la naturaleza química del
transdutor de Rodbell.
Martin Rodbell: Instituto Nacional de Salud Bethesda, USA, determinó una serie de
experimentos pioneros (1960- 1970) que las señales de transducción en las células involucra la
cooperación de tres entidades.
Estas clases se denominan receptores de la proteína G receptores acoplados, GPCR. Todos los
GPCR se componen de una estructura similar que incluye siete que abarcan la membrana
hélices conectadas por tres bucles intracelulares y tres bucles extracelulares con una terminal
extracelular amino y un carboxilo terminal intracelular.
Hay por lo menos 791 GPCR identificados en el genoma humano. Muchos no han conocido los
ligandos y se conocen como huérfano GPCR.
La superfamilia de GPCR se compone de tres familias o clases definidas como así como un
grupo denominado "otros". Este último grupo está formado por al menos 92 GPCR que incluye
la adhesión, rizado, y el sabor de tipo 2 receptores.
Clase A Familia: La clase A de la familia GPCR se conoce como la familia de la
rodopsina. clase A contiene el mayor número de miembros compilado en al menos
19 subclases (subfamilias). Clase A GPCR son opsinas, la gran mayoría de los
receptores de olor (por lo menos 290 receptores), y los receptores de monoaminas,
purines, los opioides, quimiocinas, algunas hormonas peptídicas pequeñas, y la
hormonas de gran glicoproteína que se componen de hormona estimulante del
tiroides (siglas en Inglés: TSH), luteinizante hormona luteinizante (siglas en Inglés: LH)
y folículo estimulante (siglas en Inglés: FSH).
Clase B Familia: La clase B de la familia GPCR conoce como la clase de los receptores
de secretina-like. Clase B está compuesta por 34 subclases (subfamilias) y los
miembros incluyen los receptores de las hormonas peptídicas, como la hormona
paratiroidea (siglas en Inglés: PTH), la hormona paratiroidea proteína relacionada con
(siglas en Inglés: PTHrP), y la calcitonina. La familia de la clase B También contiene la
gran mayoría de los huérfanos GPCR.
Clase C Familia: La familia de la clase C se conoce como el receptor de glutamato
metabotrópicos o receptores como de la familia. Clase C se compone de ocho
subclases (subfamilias) y los miembros todos los dímeros de forma y son los
receptores metabotrópicos de glutamato (siglas en Inglés: mGluR), extracelular
Ca2+de detección de receptores, el sabor (del gusto) los receptores, y varios
receptores de olor, así como los receptores de feromonas.
La gran mayoría de las proteínas G a las que se acoplan GPCR son miembros de la
heterotrimeric G-proteína de la familia.
Los GPCRs constituyen aproximadamente el 4% de todos los genes codificados por el genoma
humano, por lo que representa la familia más numerosa de proteínas de membrana implicadas
en la transducción de señales.
Existen aproximadamente unos 800 GPCRs diferentes que se clasifican generalmente en cinco
familias en función de su similitud de secuencia y estructura con respecto al receptor que da
nombre a la familia o bien porque están implicados en procesos de transducción similares.
La clasificación GRAFS permite además agrupar los receptores pertenecientes a cada uno de
estos grupos en diversas subfamilias, lo que resulta fundamental en el caso de la familia de la
rodopsina, a la que pertenecen más del 80% de la totalidad de los GPCRs.
Además de ser la más numerosa, la familia A presenta la mayor diversidad estructural de todas
las familias. Estos GPCRs se activan por un gran número de estímulos muy diversos. Por ello,
los miembros de las distintas subfamilias de clase A se caracterizan por poseer motivos
altamente conservados en su secuencia, lo cual a su vez se traduce en numerosas homologías
estructurales.
Esta unión produce un cambio conformacional en el GPCR de tal modo que se modifica la
posición relativa de las hélices transmembrana y de los loops intracelulares que unen los
dominios transmembrana.
Esta conformación activa, en la que el agonista está unido al receptor, es capaz ahora de
interaccionar con la proteína G heterotrimérica.
Las proteínas G heterotriméricas tienen actividad GTPasa, es decir, unen e hidrolizan trifosfato
de guanosina (GTP, guanosine triphosphate) generando difosfato de guanosina (GDP,
guanosine diphosphate).
De este modo, tras la unión del ligando al GPCR, éste interacciona con la proteína G
produciéndose la liberación del GDP y la unión de una molécula de GTP en la subunidad .
Simultáneamente dicha subunidad a se disocia del dímero y del propio receptor, de modo
que tanto la subunidad a unida a GTP como el dímero activan sus vías de señalización
correspondientes.
Así, estos receptores pueden señalizar no sólo a través de proteínas G sino también de forma
independiente de las proteínas G, como por ejemplo a través de las proteínas denominadas -
arrestinas.
De hecho, hay ligandos que favorecen la activación de una vía frente a la otra (los
denominados ligandos “sesgados” o biased ligands).
Con el fin de justificar estos resultados experimentales, el modelo más reciente supone la
existencia de diversos estados conformacionales para un GPCR dado de tal modo que un GPCR
no existe exclusivamente en dos estados (activo e inactivo), sino en varios.
Este modelo propone que cada uno de estos estados conformacionales activa de forma
específica una vía de señalización dada, de tal modo que si un ligando favorece una de estas
conformaciones frente a las demás, dicho ligando activará específicamente una determinada
ruta de señalización.
Esta eficiencia de un ligando para inducir específicamente una u otra vía de señalización no
está relacionada con la afinidad del ligando ni tampoco con el hecho de que funcionalmente se
trate de un agonista total o parcial o inverso o de un modulador alostérico.
Con el fin de justificar estos resultados experimentales, el modelo más reciente supone la
existencia de diversos estados conformacionales para un GPCR dado de tal modo que un GPCR
no existe exclusivamente en dos estados (activo e inactivo), sino en varios.
Este modelo propone que cada uno de estos estados conformacionales activa de forma
específica una vía de señalización dada, de tal modo que si un ligando favorece una de estas
conformaciones frente a las demás, dicho ligando activará específicamente una determinada
ruta de señalización.
Esta eficiencia de un ligando para inducir específicamente una u otra vía de señalización no
está relacionada con la afinidad del ligando ni tampoco con el hecho de que funcionalmente se
trate de un agonista total o parcial o inverso o de un modulador alostérico.
Puesto que distintas vías pueden tener efectos celulares diferentes, claramente el desarrollo
de ligandos sesgados puede ser muy importante en términos terapéuticos con el fin de disociar
efectos deseados de aquellos no deseados.
Por ejemplo, la angiotensina es una hormona peptídica con un potente efecto vasoconstrictor
que produce un aumento inmediato en la tensión arterial cuando se une a su GPCR
correspondiente y activa la vía de la proteína G heterotrimérica.
Por tanto, los antagonistas del receptor de angiotensina están considerados como unos de los
fármacos más importantes para el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares
precisamente porque bloquean este efecto contribuyendo a mantener una tensión arterial
baja.
Otra aplicación importante la podemos encontrar en el caso de los receptores opioides del
sistema nervioso central. Es bien sabido que los ligandos agonistas del receptor -opioide
están entre los analgésicos más potentes que se conocen debido a su capacidad para activar la
proteína Gi a la que están acoplados.
Sin embargo, los opioides tienen multitud de efectos secundarios indeseables, entre los que
destacan la depresión respiratoria, el estreñimiento y, sobre todo, la aparición de tolerancia,
es decir, la necesidad de dosis crecientes de fármaco para obtener el mismo efecto.
Por tanto, el desarrollo de ligandos sesgados para el receptor -opioide capaces de activar
únicamente la vía de la proteína G heterotrimérica y no la de la -arrestina podría constituir
un excelente punto de partida para obtener fármacos con una potente capacidad analgésica
pero carentes de los efectos secundarios típicos de los opioides.
Así, la compañía Trevena, una de las pioneras en este campo, tiene varias moléculas en su
línea de desarrollo en fases tanto clínicas como preclínicas. Por ejemplo, el compuesto
TRV027, ligando sesgado del receptor de angiotensina II de tipo 1 (AT1R) que no bloquea la vía
de la -arrestina, es capaz de frenar el fallo cardíaco agudo (acute heart failure, AHF) y de
controlar la tensión arterial mostrando, asimismo, capacidad antiapoptótica.
Además de la presencia de estas distintas vías de activación, existen otros mecanismos que
contribuyen a dotar al sistema de mayor complejidad.
Todos estos aspectos están siendo objeto de una intensa investigación con el fin de conocer el
detalle molecular de su funcionamiento así como las implicaciones terapéuticas.
Así, el hecho de que ciertos GPCRs sean capaces de formar, en ciertas condiciones, homo- o
hetero-oligómeros era algo conocido en el área.
Así, por ejemplo, se ha descrito que los GPCRs de hormonas glicoproteicas existen in vivo en
forma oligomérica; también se han caracterizado heterodímeros D1/D2; e incluso heterómeros
El concepto de alosterismo en GPCRs es muy reciente, ya que hasta hace relativamente poco
tiempo se consideraba más como un modelo teórico que como una posibilidad real con
potencial terapéutico.
Esta aproximación, aun cuando ha generado numerosos fármacos, tiene ciertas desventajas.
En primer lugar, este tipo de compuestos reemplaza al agonista endógeno mostrando en
general mayores afinidades y actividades que éste, por lo que en ocasiones activan o bloquean
el receptor por completo, sin permitir una regulación fina.
Por otro lado, el sitio ortoestérico está bastante conservado en distintos GPCRs (sobre todo en
aquellos pertenecientes a la misma familia o a familias próximas), por lo que en muchas
ocasiones es muy difícil lograr la selectividad requerida, lo cual es importante para evitar
efectos secundarios.
Puesto que los ligandos alostéricos se unen a un sitio topológicamente distinto del ligando
endógeno, este tipo de compuestos permitiría:
Que el ligando endógeno se siga uniendo, por lo que el ligando alostérico simplemente
regularía (potenciando o inhibiendo, en función de que se trate de un modulador
alostérico positivo, PAM, o negativo, NAM, respectivamente) la actividad del ligando
endógeno, permitiendo una regulación precisa de ésta y
Puesto que el sitio de unión alostérico está menos conservado entre los diferentes
GPCRs debería resultar más sencillo encontrar selectividad.
Así, ya se han descrito PAMs y NAMs para GPCRs pertenecientes a las tres subfamilias más
importantes (GPCRs de clase A, B y C) cuya optimización y evaluación preclínica permitirá la
De hecho, no fue hasta el año 2000 cuando se describió la primera estructura de un GPCR por
cristalografía de rayos X, la rodopsina bovina.
Hicieron falta siete años más para que se obtuviera la primera estructura por cristalografía de
rayos X de un GPCR activado no por la luz, sino por un neurotransmisor, el receptor
adrenérgico b2 (b2AR).
Estos resultados fueron fruto de un constante y denodado esfuerzo prolongado durante más
de dos décadas y durante las cuales, en muchas ocasiones, se puso en duda la posibilidad real
de obtener cristales de GPCRs.
Por tanto, la cristalización del b2AR representa uno de los hitos científicos más relevantes de la
década y ha marcado un antes y un después en el área de los GPCRs, como ha quedado de
manifiesto con el Premio Nobel de Química de 2012 a los profesores Lefkowitz y Kobilka.
A pesar de este avance, y considerando que existen más de 800 GPCRs con grados
variables de homología, sin duda alguna los próximos años serán clave para aumentar el
número de estructuras de nuevos miembros de esta superfamilia.
Empleando tanto rayos X como resonancia magnética nuclear, técnica que ya está
comenzando a demostrar su potencial para la elucidación estructural de GPCRs.
En conjunto, todas estas técnicas facilitarán el diseño de nuevos ligandos y, por tanto, el
desarrollo de nuevos fármacos.
Sin embargo, en la actualidad éste dista mucho de estar completamente explotado ya que
existen aún numerosas cuestiones por resolver.
En este sentido, algunas de las cuestiones más relevantes en el área de los GPCRs son:
Determinar la localización subcelular de los GPCRs así como si ésta varía ante
situaciones fisio- o patológicas;
Establecer cuáles son las proteínas con las que los GPCRs interaccionan y
Confirmar si los ligandos de GPCRs identificados como tal in vitro interaccionan
realmente in vivo con el GPCR de interés.
PROTEÍNAS G:
Las proteínas G son una familia de proteínas acopladas a sistemas efectores que se unen a GDP
– GTP; poseen tres subunidades α, β, y γ que les confiere diversidad, por lo que son
denominadas también heterotriméricas.
PROPIEDADES BÁSICAS:
Cuando una proteína G se une a un receptor, éste incrementa su afinidad por el
transmisor.
Este complejo es uno de los mecanismos de transducción que permite a las células
comunicarse entre ellas y responder al medio ambiente.
Las proteínas G interactúan con diferentes efectores, por lo que es importante conocer
sus propiedades bioquímicas.
Son una familia de proteínas, que tienen especial afinidad por los nucleótidos de
Guanina; desempeñan un papel muy importante en la transducción de señales de las
células eucariotas.
Como su nombre indica las proteínas G heterotriméricas están compuestas por tres
subunidades distintas.
Las subunidades beta y gamma están íntimamente asociadas formando un dímero estable que
no se disocia salvo en condiciones extremas.
Por el contrario, la subunidad alfa está unida a la beta tan sólo por contactos discretos, y se
disocia reversiblemente durante el ciclo funcional de la proteína G.
Cuando el receptor beta adrenérgico activa la proteína G, la subunidad alfa libera el GDP, pega
GTP y luego se separa de las subunidades beta, gamma.
Cuando esto ocurre la subunidad alfa pierde su afinidad por el receptor, se disocia de él, y se
mueve hacia otra proteína cercana, la enzima adenilato ciclasa, que hasta el momento estaba
inactiva y que ahora es activada comenzando así su trabajo: convertir el ATP en 3'5' AMP
cíclico.
Esta reacción implica liberar los fosfatos gamma y beta del ATP, ligar el fosfato restante (que
esta esterificando a la ribosa en la posición 5') al hidroxilo 3' formando una estructura cíclica
conocida como "AMP cíclico" o simplemente AMPc.
La adenil ciclasa se torna inactiva y deja de producir AMPc. Todo este ciclo origina un breve
"pulso" de señales que producen, en este caso, unos cientos de moléculas de AMPc.
El AMPc actúa como un segundo mensajero que difunde por el citoplasma (el primer
mensajero es él ligando en la superficie celular, estos ligandos son en general productos
conocidos como hormonas: por ejemplo la epinefrina) llevando su acción al mismo.
Las proteínas G son proteínas de membrana que en el estado inactivo unen guanosindifosfato
(GDP).
Una respuesta hormonal que de lugar a la estimulación de la adenilato ciclasa, la unión de una
hormona extracelular o de un agonista a un receptor.
Ésta estimula a su vez un intercambio del GDP unido por GTP, es decir, la disociación del GDP
de la Gs, para ser sustituido por GTP.
Ello da lugar a la activación de la proteína quinasa dependiente del cAMP y por consiguiente la
fosforilación de las proteínas diana, como la fosforilasa b quinasa en las células que activan la
fosforolisis del glucógeno.
Este tipo de receptores consiste en un polipéptido que atraviesa la membrana plasmática siete
veces.
Una señal interactúa con el receptor que se activa y cambia de forma. La proteína G inactiva se
une al receptor y se activa. Luego se desplaza hacia otra proteína de membrana que se
encuentra en estado inactivo.
Cuando la proteína G se une a esta proteína, altera su actividad. Esto conduce a una respuesta.
En contraste a la diversidad química de sus ligandos la mayoría de los receptores de esta clase
tienen una estructura similar, esta consiste en una cadena polipeptídica simple con siete
segmentos α-hélice transmembranales que tienen una estructura tridimensional común, estos
dominios están unidos entre si por asas polipeptídicas tres intracelulares, el asa larga
compuesta básicamente de aminoácidos hidrofílicos entre las hélices 5 y 6 que es el sitio de
interacción o acoplamiento a proteína G, y tres asas extracelulares. Una cuarta asa
citoplasmática puede formarse cuando el segmento C- terminal se une a la membrana por
atracción lipídica a la cadena de aminoácidos (palmitoilación) , un segmento N-terminal
glucosilado extracelular, el segmento C-terminal a nivel citoplasmático-
Los receptores acoplados a proteinas G, constituyen una gran familia de receptores sobre la
superficie celular con más de mil miembros, aproximadamente el 2% de los genes presentes
en el genoma de mamíferos codifican para estos receptores.
Los ligandos pequeños como lo es la epinefrina tienen un sitio de unión al receptor a nivel
extracelular el cual suele ser el asa e3.
Las asas extracelulares son de distinto tamaño entre los GPCRs, de las cuales:
e1 tiene un tamaño más estable que oscila entre 3 y 18 aminoácidos,
las otras dos asas (e2 y e3) tienen mayor variabilidad en su tamaño,
En contraste las asas citoplasmáticas son similares entre los GPCRs, de la cuales:
el asa i1 consta de 5-7 aminoácidos
la i2 de 10-12 aminoácidos
de forma especial i3 que es el sitio de acople a proteína G
la cadena C- terminal cuya longitud más frecuente es de aproximadamente 50 residuos
de aminoácidos, que contiene secuencias de aminoácidos adecuadas para la
fosforilación o para la unión de esta C- terminal a la membrana por palmintoilación las
cuales son importantes para la regulación y funcionalidad, como lo son la
desensibilización e internalización de los receptores.
Los siete dominios TM son diferentes en sus fases extra e intracelulares, cada uno posee entre
20 y 27 aminoácidos, primordialmente TM III el cual posee un aminoácido inmediatamente
después de una cistina conservada, el cual indica el tipo de ligando para el receptor.
Cuando son activados por los ligandos apropiados los GPCRs usualmente pueden reconocer y
activar más de una proteína G pero solo interactúa con un subtipo específico de las muchas y
estructuralmente similares proteínas G expresadas en una célula; la información estructural
codificada para reconocer el tipo de proteína G que se va a acoplar reside en las secuencias de
aminoácidos.
El acople a una proteína G responsable de un efecto particular sobre una vía de señalización
intracelular requiere de una estructura específica de las asas citoplasmáticas y de la región C-
terminal de los GPCRs.
Los efectores de las proteínas G depende del receptor y del ligando que interactúan con la
proteína G, además de que existe una promiscuidad en cuanto a los receptores ya que
pueden activar distintos tipos de proteínas G lo cual a sido observado en algunos casos.
Los receptores acoplados a proteína G (GPCRs) son activados por una diversidad de ligandos:
- Proteasas
- Péptidos
- Pequeñas moléculas
- Hormnas peptídicas
- Odorantes
- Neurotransmisores
- Fotones
- Feromonas
- Complejis IgE-antígeno
- Otros
Las Proteínas G regulan la actividad de los efectos celulares
Enzimas intracelulares: Ej. Adenilatociclasa
Canales iónicos regulados por ligando
SEGUNDOS MENSAJEROS
AMPc (3’,5’-AMP cíclico)
GMPc (3’,5’-GMP cíclico)
IP3 (1,4,5-trifosfato de inositol)
DAG (1,2 -diacilglicerol)
Ca++ (Calcio iónico)
Adenosin difosfato ribosa c
Derivados de la Lipo-oxigenasa
CALMODULINA – actividades
Metabolismo de nucleótidos cíclicos: adenilato ciclasa, guanilato ciclasa,
fosfodiesterasa.
Fosforilación de varias proteínas : proteinkinasas dependientes de calcio.
Procesos contráctiles : kinasa miosina cadena ligera.
Metabolismo del calcio: calcio-ATPasa.
Metabilismo del glicógeno: fosforilasa-kinasa, kinasa glicógeno sintetasa.
Otras reacciones metabólicas: NAD Kinasa.
La señalización GPCR es un sistema modular elegante con componentes que son usados una y
otra vez para muchos tipos de señales. El mismo receptor también puede indicar a través de
diferentes vías intracelulares dependiendo de la identidad del ligando ya unido.
Esto se debe a la flexibilidad relativa del receptor en la membrana, lo que permite que
diferentes agonistas o agonistas inversos estabilicen diferentes formar activas o inactivas.
Las funciones fisiológicas en las que están implicadas son muy variadas, regulación hormonal,
neurotransmisión, control del ritmo cardiaco, participación en las vías que regulan el dolor.
El término agonista se reserva para los ligandos que se unen a un GPCR y estabilizar una
conformación que activa la proteína G en el interior.
Una sustancia que se une y estabiliza la forma inactiva del receptor se denomina un agonista
inverso.
De este modo inhibe la señalización mediada por GPCR mediante la prevención del cambio
conformacional que activa la proteína G.
Esta es la base para el desarrollo farmacéutico y hace a los GPCRs muy importantes en los
medicamentos.
Los inhibidores son de gran valor farmacológico, y Sir James W. Black compartió el Premio
Nobel de Fisiología o Medicina 1988 por su descubrimiento de propanolol y cimetidina.
Propanolol y sus derivados son β-bloqueantes que se utilizaban para tratar la hepertensión
arterial, la angina de pecho, enfermedades cardiacas o tumores.
Otros compuestos farmacéuticos son agonistas que activan, por ejemplo, los receptores de la
dopamina y la serotonina para aliviar la enfermedad de Parkinson, migraña y trastornos
neuropsiquiátricos, o son agonistas inversos, que impiden que la actividad basal de, por
ejemplo, el receptor GABA involucrado en la memoria y el aprendizaje .
La estructura compleja ternaria y una serie de otras estructuras, proporcionan una base para el
desarrollo farmacológico de fármaco con una alta especificidad, eficacia y pocos efectos
secundarios.
En el ámbito molecular cada vez se profundiza más sobre el papel biológico de las proteínas G,
lo que ayuda a comprender los múltiples fenómenos en los que intervienen, entre los que
posiblemente los más conocidos son los mecanismos de la acción hormonal.
También desde hace años se sabe que algunas enfermedades endocrinas están relacionadas
con fallos relacionados con las proteínas G.
Resulta muy importante conocer con cómo funcionan, entre otras razones porque algunas
patologías que hoy nos preocupan, como el cáncer, tienen sus causas ligadas a fallos en estos
sistemas reguladores de la información.
Un aspecto muy importante a tener en cuenta en este trastorno es que tanto los episodios
como el propio curso de la enfermedad son farmacológicamente modificables, pudiéndose
lograr en muchos casos un control completo de la enfermedad.
Estudios moleculares más recientes han encontrado disfunciones en los llamados “segundos
mensajeros”, moléculas que se encuentran en el interior de las neuronas y que una vez
activados por los neurotransmisores, considerados como “primeros mensajeros”, a través de la
proteína G (situada en la membrana celular) producen cambios tanto en la membrana celular
(capa que cubre la célula) como en el núcleo (cetro de control de la célula), acomodando el
funcionamiento de la neurona a su actividad y cuyo desajuste ocasionaría los cambios en el
estado de ánimo observados en la enfermedad.
RECEPTORES.
Los RTK’s son proteínas de membrana de 600 a 1100 aa, con un solo dominio transmembranal
y dominios catalíticos con actividad intrínseca de cinasa de tirosina.
ESTRUCTURA
La región amino terminal de estas proteínas se orienta hacia el lado extracelular y los
receptores típicos poseen dos dominios ricos en cisteínas (receptores tipo I y II), o bien 5 ó 3
repetidos de dominios semejantes a los presentes en las inmunoglobulinas (receptores tipo III
y IV respectivamente).
En varios casos no se conoce con certeza la función de los residuos de cisteína, pero en algunos
receptores (a insulina o EGF por ejemplo) participan de manera crucial en la formación de
dímeros.
Además, el extremo amino terminal presenta también sitios de glicosilación que pueden
regular la unión del ligando al receptor.
SEÑALIZACIÓN.
ACTIVACIÓN DEL RECEPTOR.
Requiere tres pasos secuenciales:
La unión del ligando induce cambios conformacionales en el receptor, los cuales favorecen su
interacción con otro receptor para formar un dímero. La unión del ligando activa también al
dominio de cinasa de tirosina del receptor, por lo que al formar el dímero cada receptor
fosforila múltiples residuos de tirosina de su homólogo.
Una vez activado el receptor, la señalización continúa mediante los residuos de tirosina
fosforilados, que se contituyen en el sitio de unión y activación de diversas proteínas.
Las proteínas que pueden ser activadas por fosfotirosinas (como la PLC-g) requieren tener en
su estructura dominios de reconocimiento de las mismas.
Estos dominios están altamente conservados y son conocidos como SH2 (región 2 de
homología a Src, por haber sido descrito inicialmente en la proteína Src.
Los dominios SH2 se unen no sólo a las fosfotirosinas sino también a ciertos aminoácidos
adyacentes a las mismas.
Por ejemplo, el receptor para el factor de crecimiento derivado de plaquetas (PDGF) activa a la
3-cinasa de fosfatidil inositol (PI3K) cuando ésta se une a las fosfotirosinas 708 y 719, mientras
que la PLC-g se activa por unión a las fosfotirosinas 977 y 989.
Interesantemente, existe un mecanismo alterno por el cual pueden activarse proteínas que
carecen de dominios SH2.
Este proceso requiere de pequeñas proteínas adaptadoras que poseen dominios SH2 así como
dominios de unión a otras proteína de señalización, de manera tal que dichas proteínas
adaptadoras se unen a las fosfotirosinas del receptor y posteriormente se acoplan y activan a
otras proteínas.
Ras es una GTPasa pequeña (similar a la subunidad de la proteína G, pero con actividad 100
veces menor), que es regulada por proteínas liberadoras de nucleótidos de guanina (GNRP’s) y
por proteínas estimuladoras de la actividad de GTPasa (GAP’s).
Es importante señalar que tanto las proteínas liberadoras de nucleótidos de guanina como las
estimuladoras de la actividad de GTPasa son proteínas que se activan por unión a
fosfotirosinas presentes en RTK´s activados.
En el estado activo, Ras activa a la cascada de las ERK’s al unirse y activar a Raf, una cinasa de
serina/treonina que a su vez fosforila y activa a la cinasa de ERK/MAPK (denominada MEK),
enzima que fosforila residuos de serina/treonina y de tirosina.
Esta función sólo puede ser realizada por una enzima altamente especializada, por lo que se
considera que MEK es la enzima limitante en la activación de ERK’s, haciendo altamente
específico este proceso.
Finalmente la ERK fosforilada pasa del citoplasma al núcleo y regula por fosforilación a otras
cinasas y a proteínas reguladoras de la transcripción.
Dado que MEK es la cinasa de ERK’s (o MAPK’s), también se le identifica como MAPKK (cinasa
de MAPK’s). De manera análoga, como Raf es la cinasa de MEK (o MAPKK), también se le
denomina MAPKKK (cinasa de la cinasa de MAPK’s).
JAK’s/STAT’s.
Otro mecanismo que sigue a la estimulación de los RTK’s es la activación de las cinasas Janus
(JAK’s) y de los transductores y activadores de la señal de transcripción (STAT’s), descrito más
recientemente (en la década de los 90, a diferencia de las ERK’s que fueron descritas en los
80).
Este evento recluta a los STAT´s que se unen a fosfotirosinas a través de su dominio SH2 y se
activan por fosforilación en residuos de tirosina, lo que induce su dimerización y translocación
al núcleo celular, donde se unen a factores de transcripción y/o al DNA en sitios específicos
activando así la transcripción de genes.
Los RTK son raros. Tienen regiones enzimáticas, por lo que se llaman "tirosina quinasas".
Fosforilan las proteínas en los residuos de tirosina.
Esto a menudo desencadena una cascada de fosforilación, o puede atravesar una proteína G:
por lo que se entiende que las vías de transducción de señales son complejas y se superponen.
Una gran diferencia es que un RTK puede iniciar muchas rutas simultáneamente, ayudando a la
célula a regular y coordinar muchas actividades diferentes a la vez, mientras que un único
GPCR solo activará una única vía de transducción.
Y debido a que los segundos mensajeros son pequeños, pueden difundirse de manera fácil y
rápida a través de la célula a donde sea que necesiten ir.
Por lo tanto, los segundos mensajeros mejoran en gran medida la eficacia de la transducción
de señales.
También vemos amplificación en las cascadas de fosforilación. Si en uno o más pasos en la ruta
una cinasa fosforila muchas copias de la siguiente molécula aguas abajo, la señal se amplifica.
IMPORTANCIA
Un receptor tirosina quinasa puede activar diez o más respuestas diferentes, proporcionando
una forma para que las células regulen el crecimiento.
Muchos cánceres son causados por receptores de tirosina mutados que se activan sin una
molécula señal,
El principio básico detrás del funcionamiento de estos receptores es que estimulan las
proteínas-tirosina quinasas intracelulares.
Los receptores están asociados con estas quinasas por enlaces no covalentes.
Esto es diferente a las proteínas tirosina quinasas (discutidas aquí) donde hay actividad
enzimática intrínseca.
En primer lugar, ¿qué tipo de receptores se incluyen en esta familia? Entonces, la respuesta
son los receptores para la mayoría de las citocinas (por ejemplo, la interleucina-2, la
eritropoyetina), así como algunas de las hormonas peptídicas (como las hormonas de
crecimiento) que se incluyen en esta superfamilia de receptores de citocinas. Permite
entender la estructura y el funcionamiento de estos receptores.
Estructura:
La estructura es similar a la de los receptores de proteína tirosina quinasa. Por lo tanto, los
receptores de citocinas tienen un terminal-N, un terminal-C y una transmembrana.
Bien, ahora dejaré en claro que hay una diferencia principal entre los dos tipos de receptores:
en los receptores de citoquinas, no hay actividad catalítica en el terminal C (dominio citosólico)
frente a los receptores de proteína tirosina quinasa que poseen tirosina quinasa. actividad en
C-terminal.
Entonces, la siguiente pregunta que quizás se esté preguntando es ¿cómo funcionan los
receptores de citocinas? La respuesta es que estos receptores funcionan en asociación con
proteínas tirosina quinasas no receptoras, que se activan cuando el ligando se une al extremo
N-terminal.
Dimerización del receptor: la unión del ligando en el extremo N induce a los receptores a
dimerizarse.
Estas no tirosina quinasas activadas luego fosforilan el receptor de citocina (última figura en el
diagrama adyacente) y, de este modo, proporcionan sitios de unión a fosfotirosina.
Estos sitios de unión luego reclutan las moléculas de señalización aguas abajo y estas
moléculas contienen dominios SH2.
Entonces, aquí, si queremos comparar los dos receptores (receptores de citocina y receptores
de proteína tirosina quinasa), podemos pensar en la analogía de que la combinación de
receptores de citoquinas más las proteínas tirosina quinasas no receptoras funciona de
manera similar a la de las proteínas tirosina quinasas
Una de las quinasas que están asociadas con receptores de citoquina y proteínas tirosina
quinasas no receptoras pertenece a la familia de Janus quinasas (JAK) que consiste en cuatro
tirosina quinasas no receptoras estrechamente relacionadas.
Otras proteínas quinasas no receptoras pertenecen a la familia de Src, que consiste en Src y
ocho proteínas estrechamente relacionadas.
ABSTRACTO
Los receptores se activan por dimerización inducida por ligando, lo que lleva a la
autofosforilación en residuos de tirosina específicos.
De este modo, las actividades de quinasa de los receptores se activan y se crean sitios de
acoplamiento para las moléculas de transducción de señal de dominio SH2 aguas abajo; la
activación de estas vías promueve el crecimiento celular, la supervivencia y la migración.
En el cáncer, las mutaciones de receptores PDGF y SCF -incluidas fusiones génicas, mutaciones
puntuales y amplificaciones- conducen a subpoblaciones de ciertas enfermedades malignas,
Consiste en:
Los miembros de esta familia de receptores se caracterizan por cinco dominios similares a Ig
en su parte extracelular, un único dominio transmembrana y una parte intracelular que
consiste en un dominio de yuxtamembrana bastante bien conservado, un dominio de tirosina
quinasa con una secuencia inserta característica sin homología con quinasas y una cola
carboxilo terminal menos bien conservada.
Los ligandos para estos receptores son todas moléculas diméricas, y al unirse inducen la
dimerización del receptor.
Aunque los mecanismos generales para la activación de los receptores de tirosina cinasa tipo
III y las vías de señalización que inducen son similares, los receptores se expresan en diferentes
tipos de células y, por lo tanto, tienen diferentes funciones in vivo.
Aquí describiremos las propiedades estructurales y funcionales de los receptores PDGF y Kit.
RECEPTORES PDGF
La familia de PDGF consiste en cinco miembros (es decir, dímeros unidos por disulfuro de
cadenas de polipéptido A, B, C y D homólogas, y el heterodímero AB).
El receptor de PDGF-α se une a todas las cadenas de PDGF excepto la cadena D, mientras que
el receptor β se une a PDGF-B y -D; por lo tanto, las diferentes isoformas de PDGF pueden
inducir dímeros de receptor αα, αβ o ββ.
Sin embargo, la dimerización del receptor inducido por el ligando se estabiliza mediante
interacciones directo receptor-receptor en los dominios 4 y 5 similares a Ig.
Las últimas interacciones son importantes porque orientan los receptores de modo que se
facilita su activación por autofosforilación en trans.
Especificidades de unión a ligando de los receptores de PDGF y SCF. Los diferentes ligandos se representan por
encima de los respectivos dímeros de receptor a los que se unen. También se ha descrito la unión de PDGF-CC y
PDGF-DD a receptores de PDGF αβ-heterodiméricos, pero aún no se ha determinado la importancia funcional de
tales complejos.
También con receptores no quinasa, como las integrinas, la proteína relacionada con el
receptor de lipoproteínas de baja densidad (LRP) y el receptor de poliovirus Necl-5. Tales
interacciones modulan la señalización a través de los receptores de PDGF.
Hay al menos tres mecanismos implicados en la activación de las quinasas receptoras de PDGF.
Al igual que la mayoría de los receptores de tirosina quinasa, los receptores de PDGF se
autofosforilan en el bucle de activación de las quinasas (residuos Tyr849 y Tyr857 en los
receptores α y β, respectivamente).
Unión de moléculas de señalización que contienen SH2 a sitios de fosforilación en receptores de PDGF y SCF. Se
indican los residuos de tirosina fosforilados conocidos y las moléculas que se unen a ellos. Y849, Y857 e Y823 en el
receptor α, receptor β y Kit, respectivamente, están localizados en los bucles de activación de los dominios quinasa;
no se conocen moléculas que se unan a estos sitios de fosforilación. Y934 e Y900 en el receptor β y Kit,
respectivamente, no son sitios de autofosforilación, sino que están fosforilados por Src.
Algunas de las moléculas de señalización del dominio SH2 que se unen a receptores de PDGF
tienen actividades enzimáticas intrínsecas (es decir, miembros de la familia Src de tirosina
quinasas, la proteína activadora de GTPasa [GAP] para Ras, la tirosina fosfatasa SHP-2 y la
fosfolipasa C -γ [PLC-γ]).
También hay ejemplos de moléculas adaptadoras que contienen el dominio SH2, que incluyen
Nck, Shc y Crk, que se unen a los receptores de PDGF activados.
Las partes intracelulares de los receptores de PDGF también interactúan con ciertas moléculas
de señalización independientes de la autofosforilación (p. Ej., La proteína de dominio PDZ
NHERF), que se une al extremo de la cola carboxi-terminal de los receptores de PDGF y
potencia la señalización del receptor y la molécula adaptadora Alix, que se une a la región
alrededor de Tyr1021 de la cola carboxi terminal y facilita la unión de la ubiquitina ligasa Cbl.
Para que la iniciación de la señalización a través de receptores de PDGF sea eficiente, las
tirosinas fosfatasas deben ser inactivadas.
Se han puesto muchos esfuerzos en la elucidación de qué vías de señalización median los
diversos efectos del PDGF sobre las células (es decir, proliferación celular, supervivencia,
quimiotaxis y reorganización de la actina).
Sin embargo, debe tenerse en cuenta que existe una gran conversación cruzada entre las
diferentes vías de señalización.
Por lo tanto, cada una de las muchas rutas de señalización inducidas por el receptor activado
puede, en diferentes grados y de una manera específica del tipo celular, contribuir a la mayoría
de los efectos celulares del PDGF.
Sin embargo, mientras que los homodímeros del receptor ββ y los heterodímeros αβ inducen
quimiotaxis, el homodímero αα inhibe la quimiotaxis, al menos en ciertos tipos de células.
El complejo del receptor αβ-heterodimérico parece inducir la señal mitogénica más potente.
Un mecanismo para esta diferencia podría ser que Tyr771, al que se une RasGAP, se fosforila
eficazmente en el homodímero ββ, pero no en el heterodímero αβ.
Por lo tanto, RasGAP, que desactiva Ras, no puede unirse al heterodímero del receptor αβ, lo
que conduce a una activación más eficaz de Ras por el heterodímero del receptor αβ.
La unión simultánea a receptores de PDGF activados del complejo Grb2 / SOS1, que activa Ras,
y de RasGAP, que inactiva Ras, proporciona un ejemplo de cómo la señalización a través de los
receptores de PDGF puede modularse.
Otro ejemplo es la unión de la tirosina fosfatasa SHP-2, que defosforila el receptor β y sus
sustratos.
Después de la unión del ligando, los receptores de PDGF se acumulan en áreas recubiertas en
la membrana celular, y luego se internalizan de manera dependiente de clatrina y dinamina, en
un proceso que depende parcialmente de la actividad de quinasa de los receptores.
La señalización continúa en los endosomas , hasta que el pH disminuye lo suficiente como para
provocar la disociación del PDGF de sus receptores.
Se demostró que uno de estos mecanismos implica la sobreactivación de PLC-γ y sus efectores
de cadena descendente PKCα en células deficientes de la tirosina fosfatasa TC-PTP; TC-PTP
defosforila preferentemente Tyr1021 en el receptor de PDGF-β, que es el sitio de unión de
PLC-γ.
Se encontró que otro mecanismo operaba en fibroblastos transformados por Ras; en estas
células, la PI3-quinasa está sobreactivada, lo que lleva a la internalización de los receptores a
través de la macropinocitosis, que va acompañada de un mayor reciclaje.
En ambos casos, la inducción del reciclado se asoció con una mayor intensidad y duración de la
señal de PDGF. Por lo tanto, la modulación de los mecanismos de clasificación intracelular
puede afectar la señalización de PDGF.
Un tema común que ha surgido de estos estudios es que las isoformas de PDGF, secretadas por
células epiteliales o endoteliales, actúan de manera paracrina en células mesenquimatosas
cercanas, como fibroblastos, pericitos y células de músculo liso.
El knockout de PDGFR-α también causa defectos en los derivados del mesénquima de la cresta
neural, incluyendo el tracto de salida cardíaco, el timo y los componentes esqueléticos en la
cara y otras regiones, y en el desarrollo del paladar y los dientes.
Los ratones PDGF-A knock-out que sobreviven al nacimiento desarrollan enfisema pulmonar,
porque los precursores de miofibroblastos alveolares PDGFR-α-positivos no migran a los
sáculos alveolares.
Por lo tanto, es claro que PDGFR-α y PDGFR-β tienen diferentes funciones durante el
desarrollo embrionario.
Mientras que la pérdida de la parte citoplásmica de PDGFR-α podría ser rescatada por la parte
citoplásmica de PDGFR-β, la pérdida de la parte intracelular de PDGFR-β fue rescatada solo
parcialmente por la parte intracelular de PDGFR-α.
Estos hallazgos sugieren que tanto los patrones de expresión como la capacidad de
señalización explican las diferencias en la función de los dos receptores de PDGF.
En el adulto, la activación de PDGFR-β controla la presión del fluido intestinal en los tejidos y
previene la formación de edema.
Los receptores de PDGF se expresan por varios tipos de células implicadas en la cicatrización
de heridas, tales como fibroblastos, células de músculo liso, neutrófilos y macrófagos; en la
estimulación de PDGF, estas células se reclutan en el área herida (por ejemplo, mediante PDGF
liberado de plaquetas).
Recientemente se elucidó una función específica para PDGFR-α para promover la proliferación
de células β promotoras de insulina en islotes pancreáticos juveniles.
Ciertas malignidades se caracterizan por mutaciones en los genes del receptor de PDGF.
Por lo tanto, el 5% de los tumores del estroma gastrointestinal (GIST) muestran mutaciones
puntuales en el gen PDGFR-α ; en este tipo de tumor, las mutaciones en el gen Kit son incluso
más comunes.
De forma similar, el gen PDGFR-α se fusiona con el gen FIP1L1 en el síndrome hipereosinofílico
y en la mastocitosis sistémica.
Las proteínas de fusión resultantes tienen quinasas constitutivamente activas como resultado
de la yuxtaposición de las quinasas de los receptores, así como por la pérdida de secuencias
reguladoras en los dominios yuxtamembrana y transmembrana.
Por lo tanto, en el dermatofibrosarcoma protuberans (DFSP) del tumor de piel raro, el gen
PDGF-B se fusiona con el gen del colágeno 1A1, lo que resulta en la producción de grandes
cantidades de proteína de fusión, que después del procesamiento se vuelve similar al PDGF-BB
maduro que activa sus receptores de manera autocrina.
Los tumores epiteliales pueden experimentar una transición epitelial-mesenquimal (EMT), por
lo que pierden sus características epiteliales y comienzan a expresar componentes
mesenquimatosos, como los receptores de PDGF.
Por lo tanto, mientras que los tumores epiteliales generalmente no responden al PDGF,
pueden hacerlo después de haber sido sometidos a EMT . EMT se correlaciona con una mayor
invasividad y metástasis.
Por lo tanto, en este tipo de tumor, el PDGF parece estar implicado en la estimulación
autocrina y paracrina, tanto en las células tumorales a través de PDGFR-α como en las células
del estroma a través de PDGFR-β.
Además de los efectos directos sobre las células tumorales, el PDGF producido por células
tumorales y otros tipos de células en tumores sólidos actúa de forma paracrina en varios tipos
de células en la vasculatura y en el estroma intersticial de tumores.
Además, la hiperactividad del PDGF contribuye al aumento de la presión del líquido intersticial
que caracteriza a la mayoría de los tumores sólidos, lo que conduce a un transporte
transcapilar disminuido y es por lo tanto un obstáculo en el tratamiento de tumores con
fármacos quimioterapéuticos.
La inflamación crónica que implica la liberación de PDGF a partir de diferentes tipos de células
inmunes también contribuye al estrechamiento de la luz del vaso.
Durante la inflamación crónica, los macrófagos activados secretan las isoformas de PDGF y
otras citoquinas inflamatorias, que regulan positivamente los receptores de PDGF en las
células mesenquimales, promoviendo así su proliferación y la producción de moléculas de la
matriz.
En apoyo de la idea de que la señalización hiperactiva del PDGF induce fibrosis, se descubrió
que el knockin de mutantes constitutivamente activos del PDGFR-α conduce a un aumento del
crecimiento del tejido conectivo y un fenotipo fibrótico progresivo en múltiples órganos.
Knockin de un mutante PDGFR-β similar causó una respuesta mejorada de curación de heridas
en la piel y el hígado.
Actualmente están disponibles varios tipos de inhibidores, que incluyen aptámeros de ADN
que se unen a isoformas de PDGF, anticuerpos inhibidores contra los receptores e inhibidores
de bajo peso molecular de las quinasas receptoras de PDGF (por ejemplo, imatinib, sunitinib y
sorafenib).
Se han observado efectos beneficiosos por el tratamiento de tumores malignos raros que son
impulsados por mutaciones en genes para receptores de PDGF y PDGF (es decir, CMML, DFSP,
síndrome hipereosinofílico y GIST).
Sin embargo, el tratamiento del glioblastoma que a menudo también se caracteriza por
hiperactividad de los receptores de PDGF, con antagonistas del PDGF, ha tenido menos éxito;
probablemente estos tumores hayan sufrido demasiadas otras alteraciones genéticas o
epigenéticas y, por lo tanto, la inhibición de la señalización del receptor de PDGF no es
suficiente.
Los efectos secundarios de la terapia anti-PDGF han sido relativamente leves, pero incluyen
una tendencia a desarrollar edema, lo que refleja el importante papel del PDGF en la
regulación de la presión del líquido intersticial y la insuficiencia cardíaca, que refleja un papel
importante de PDGF en la angiogénesis cardíaca inducida por estrés.
En pacientes con cáncer de ovario avanzado, el tratamiento con el fragmento Fab inhibidor
CDP860 condujo al desarrollo de ascitis significativa.
El receptor SCF también se llama Kit, porque se identificó por primera vez como una
oncoproteína derivada del virus del sarcoma felino Hardy-Zuckerman.
Hay cuatro isoformas humanas de Kit. Dos formas de corte y empalme se caracterizan por la
presencia o ausencia de una secuencia de cuatro aminoácidos en la región de yuxtamembrana
extracelular.
Las isoformas del kit también se caracterizan por la ausencia o presencia de un residuo de
serina en la región de inserción de cinasa.
El proceso por el cual SCF activa Kit se ha estudiado tanto a nivel bioquímico como estructural,
y se produce de manera similar a la descrita anteriormente para el receptor de PDGF; el
ligando dimérico de SCF produce dos monómeros Kit muy próximos entre sí, lo que permite
interacciones entre los dominios extracelulares de los receptores que generan un dímero
estable.
La región intracelular de Kit contiene siete sitios de autofosforilación que están implicados en
la activación de Kit quinasa y pueden actuar como sitios de acoplamiento para proteínas de
señalización intracelular .
Las vías de señalización activadas aguas abajo del Kit se superponen en gran medida con las
descritas para el receptor de PDGF, e incluyen PI3-quinasa, Src quinasas, rutas de MAP quinasa
y fosfolipasa C y D.
Además, está bien establecido que existe una conversación cruzada integral entre diferentes
vías. Por ejemplo, Src quinasas contribuyen a la activación de Erk1 / 2, y Src en combinación
con PI3-quinasa promueve la activación de Jnk, en respuesta a SCF.
Usando este enfoque, se encontró que el sitio de anclaje de Src en Kit es importante para la
respuesta migratoria, de supervivencia y, parcialmente, proliferativa a SCF, mientras que
restablecer el acoplamiento a PI3-quinasa solo tuvo un efecto pequeño en la supervivencia y
migración de células.
Además, al mutar los residuos de tirosina individuales en Kit, se descubrió que la unión de Src y
PI3-quinasa es esencial para la migración celular.
Además, los estudios in vivo han confirmado el papel de Src y PI3-quinasa en las funciones
mediadas por Kit.
Los ratones que expresan Kit que carecen del sitio de unión a Src muestran principalmente
defectos en el sistema inmune, mientras que la falta del sitio de unión a PI3-quinasa genera
deficiencias de fertilidad.
Además, el papel de las vías de señalización individuales puede variar entre diferentes tipos de
células ilustradas por los defectos específicos descritos anteriormente en ratones que
Existen varios mecanismos que actúan en paralelo para regular negativamente la señalización
del Kit asegurando una intensidad y duración de señal apropiadas.
Debido a que todos estos procesos requieren la activación del Kit para su inicio, funcionan
como bucles de retroalimentación negativa que limitan la salida de señalización del receptor
una vez que se ha activado.
Como se describió anteriormente para los receptores de PDGF, el kit activado se internaliza a
través de hoyos recubiertos de clatrina.
La actividad de muchas quinasas se suprime por la acción de las fosfatasas. En el caso de Kit, se
ha demostrado que la fosfatasa SHP1 asocia y regula negativamente el kit activado.
La proteína quinasa C (PKC) se activa aguas abajo de Kit y fosforila el Kit sobre residuos de
serina en la región de inserción de quinasa, lo que conduce a una actividad reducida de Kit
quinasa.
Hay un gran número de mutaciones de pérdida de función de ratón tanto en los genes Kit
(Wloci) como SCF (loci Sl) con diversos grados de gravedad.
HEMATOPOYESIS
PIGMENTACIÓN
Los defectos en la señalización del kit interfieren con la migración de los melanocitos y da lugar
a los defectos de pigmentación que se encuentran en los pacientes con piebaldismo.
FERTILIDAD
La fertilidad reducida de los ratones mutantes W y Sl se confirmó mediante experimentos
knockin con un mutante Kit incapaz de activar PI3-quinasa; esto dio como resultado ratones o
ratones estériles con fertilidad reducida según el sexo.
Existe una forma citoplasmática truncada de Kit (tr-Kit) en los espermatozoides debido al uso
de un promotor alternativo.
Se ha descubierto que Tr-Kit es importante para la activación del ovocito después de la
fertilización.
MOVIMIENTO PERISTÁLTICO
Las células intersticiales de Cajal (ICC) funcionan como células marcapasos y pueden
comunicarse tanto con las células musculares lisas como con los nervios.
SISTEMA NERVIOSO
Además, se ha encontrado que las zonas neuroproliferativas en ratas adultas son positivas
para Kit.
Además, se han encontrado mutaciones activadoras en el kit en pacientes con AML, aunque no
con mucha frecuencia.
Los GISTS se derivan de ICC, que son células de marcapasos para el movimiento peristáltico.
Estos tumores son frecuentemente provocados por mutaciones en Kit, o PDGFR-α, a menudo
localizados en la región yuxtamembrana, aunque también se han encontrado mutaciones en el
dominio quinasa y en la región extracelular.
MASTOCITOSIS
Los mastocitos se encuentran entre las pocas células hematopoyéticas diferenciadas que
conservan la expresión de Kit y los pacientes con mastocitosis albergan con frecuencia
mutaciones activadoras dentro del dominio quinasa.
MELANOMA
Normalmente, los melanocitos expresan Kit, pero el papel de este receptor en el melanoma es
complicado.
El cáncer de pulmón de células pequeñas (SCLC) es una forma agresiva de cáncer de pulmón
que a menudo se asocia con el tabaquismo.
Se demostró que las células SCLC coexpresan Kit y SCF sugiriendo la presencia de un ciclo
autocrino.
Sin embargo, la tinción inmunohistoquímica de los tumores para la expresión de Kit arrojó
resultados variables tanto con respecto a la expresión de Kit como a la correlación con el
resultado clínico.
Sin embargo, combinar imatinib con quimioterapia o utilizar SU5416, que inhibe varias
quinasas, incluido Kit, produjo resultados más positivos en modelos experimentales.
El Imatinib, también discutido en el contexto del receptor de PDGF anterior, inhibe el kit y se
ha usado clínicamente.
Debido a que imatinib no inhibe eficientemente el Kit con mutaciones activadoras dentro del
dominio quinasa, se han desarrollado otros fármacos que pueden inhibir el kit con tales
mutaciones, como Dasatinib y Nilotinib .
Por lo tanto, dependiendo del estado mutacional de Kit, se deben seleccionar diferentes
fármacos.
Otros medicamentos multiselectivos cuyos objetivos incluyen Kit son Sunitinib y Sorafenib.
Masitinib es un inhibidor potente que se dirige a Kit entre otras quinasas y está aprobado para
tratar tumores de mastocitos en un entorno veterinario.
PERSPECTIVAS DE FUTURO
Los estudios de los últimos 30 años han revelado mucho sobre las propiedades estructurales,
las capacidades de señalización, las funciones normales y el papel en las enfermedades de los
receptores de PDGF y SCF.
Además, los regímenes de tratamiento para enfermedades malignas en los que estos
receptores son hiperactivos se usan de forma rutinaria en la clínica.
Los estudios futuros tendrán como objetivo dilucidar los mecanismos para el control de la
señalización del receptor, incluida la internalización, la clasificación intracelular y la
terminación de la señalización.
ABSTRACTO
El EGFR es activado por dimerización, la cual depende de la unión del ligando, aunque también
puede ocurrir cuando hay sobreexpresión y alteraciones estructurales del receptor.
Esta revisión ofrece una visión actual del conocimiento sobre EGFR haciendo énfasis en su
estructura, mecanismo de activación, papel en el desarrollo normal y tumoral, así como las
principales estrategias terapéuticas para su inhibición.
INTRODUCCIÓN
El factor de crecimiento epidérmico (EGF) fue identificado en 1962 por Stanley Cohen,
mientras que el receptor fue purificado y caracterizado por el mismo autor en 1980.
Fue el primer receptor tirosina quinasa en descubrirse y la mayor parte de los mecanismos de
activación de este tipo de receptores fueron establecidos a partir del EGFR.
A partir del papel biológico del EGFR en la tumorigénesis y su alta expresión en neoplasias de
origen epitelial, se han ensayado varias estrategias para interrumpir esta cascada de
señalización, y se ha convertido en un atractivo blanco terapéutico en nuestros días.
Por todo lo anterior, nos sentimos motivados a realizar este trabajo de revisión donde
presentaremos una visión actual del conocimiento sobre EGFR haciendo énfasis en su
estructura, mecanismo de activación, principales rutas de señalización, así como su función en
el desarrollo normal y tumoral.
DESARROLLO
En vertebrados, la familia de receptores EGF, de la que forma parte el EGFR (HER1), está
constituida además por otros tres receptores identificados hasta la fecha: HER2 (ErbB2), HER3
(ErbB3) y HER4 (ErbB4).
En los cuatro miembros de la familia del EGFR el dominio extracelular está bastante
conservado, como ocurre con el dominio proteína quinasa, salvo en el caso de HER3 que no
posee actividad tirosina quinasa específica aunque es capaz de unir ATP y transmitir señales
mitogénicas mediante su heterodimerización con otros miembros de esta familia.
HER 2 es el receptor preferido para la dimerización con otros miembros de la familia del EGFR,
lo que le confiere al complejo heterodimérico mayor estabilidad y potencia en la señalización,
comparado con otros dímeros.
No se han encontrado ligandos específicos para HER 2, por lo que se ha propuesto que esta
proteína funciona solamente como un co-receptor.
Los ligandos que han sido identificados para los receptores ErbB son:
En humanos, el gen que codifica el EGFR (HER1) se encuentra en el brazo corto (región p13-
p12) del cromosoma 7.
Este gen está compuesto por 28 exones que ocupan un segmento de 75 kb y codifican a una
proteína precursora de 1210 aminoácidos que posee una corta secuencia líder hidrofóbica en
su extremo N-terminal usada para su inserción en la membrana, siendo posteriormente
eliminada por procesamiento proteolítico, Y quedan finalmente 1186 aminoácidos, los que
forman una sola cadena polipeptídica.
El receptor maduro es una glicoproteína integral de membrana de 170 kDa que está
constituida por un dominio extracelular amino terminal donde se encuentra el sitio de unión al
ligando, un único dominio transmembranal y un dominio citoplásmico carboxilo terminal, en el
que se localiza el sitio catalítico responsable de la actividad tirosina quinasa.
Más de 20 % de la estructura del receptor está representado por residuos glicosilados. Las
cadenas glicosílicas del receptor parecen estar implicadas en el correcto plegamiento del
mismo, su transporte a la superficie celular y la adquisición de sus funciones.
En cualquier caso, cuando se encuentran en la superficie celular por azar tienen la capacidad
de transfosforilarse, actividad que se ve rápidamente inhibida por la actividad fosfatasa basal
de la célula.
Si bien el principal mecanismo que provoca la dimerización, y por tanto la activación del EGFR
es la unión del ligando, existen otras condiciones que pueden provocar la activación como son:
La ruta de señalización más conocida y mejor caracterizada de las iniciadas por el EGFR
activado es la vía Ras/MAPK, que parece ser imprescindible para la proliferación celular
mediada por EGF.
Otra vía importante tras la activación del EGFR es la del PI3K (fosfatidil inositol 3 quinasa), la
cual genera señales de supervivencia celular y previene la apoptosis.
Otras rutas de señalización intracitoplasmáticas que son activadas por el EGFR incluyen a los
transductores de señales y activadores de la transcripción (STATs), a la fosfolipasa C gamma 1
(PLC-ã1 y a c-Jun N Terminal quinasa (JNK), las cuales están involucradas en procesos de
resistencia a apoptosis, migración celular y proliferación y transformación celular
respectivamente.
La actividad del receptor de EGF es un proceso esencial en el desarrollo del embrión, al estar
implicado en la organogénesis de muchos órganos derivados del mesodermo y el ectodermo,
tales como cerebro, corazón y pulmón.
Frente a su papel crítico en la embriogénesis, en el organismo adulto pierde este papel aunque
los receptores de ErbB están involucrados en el desarrollo de los ductos mamarios en la
pubertad, la proliferación del lóbulo alveolar en el embarazo y la producción de leche en el
postparto.
El EGFR se expresa en células normales en niveles que van desde 20 000 hasta 200 000 copias
por célula.
Sin embargo, en células de tumores de origen epitelial como el de pulmón, cabeza y cuello,
páncreas, ovario, colon, riñón, vejiga y en los gliomas, el EGFR está sobreexpresado y puede
llegar a niveles 20 veces mayores que lo normal.
Por otro lado, el proceso de internalización de los receptores en estas circunstancias, es más
lento porque se excede la capacidad de endocitosis de la célula, por lo que estas no pueden
reprimir adecuadamente la transmisión de las señales mitogénicas que se generan de una
forma continuada.
En relación con las anomalías estructurales en el receptor por mutaciones vale decir que se ha
identificado un gran número de deleciones en las porciones extracelulares y en menor medida
en la porción intracelular del EGFR .
Se han reportado 3 deleciones del dominio extracelular que conducen a la definición de los
tipos I, II y III (EGFRvI, EGFRvII y EGFvIII).
La variante III (EGFRvIII) es la mutación más común e implica la deleción de los exones 2 al 7 y
la consecutiva pérdida de los residuos 6 al 273 en el dominio extracelular, lo cual conduce a un
receptor constitutivamente activo, que no se regula negativamente por endocitosis.
PROLIFERACIÓN CELULAR
La activación del EGFR induce la expresión de ciclina D1, que promueve la progresión del ciclo
celular desde la fase G1 a la fase S, y favorece una rápida y descontrolada proliferación celular.
ANGIOGÉNESIS
APOPTOSIS
Se ha propuesto que la activación del receptor induce la expresión de Bcl2, una proteína anti-
apoptótica, favoreciendo la sobrevida de las células tumorales.
Como se ha expuesto hasta ahora, existe un amplio sustento experimental y clínico sobre el
papel clave del EGFR en muchos tumores, constituyendo una excelente diana terapéutica.
CONCLUSIONES
El receptor del EGF constituye un blanco de gran interés dado su importante papel en el
desarrollo tumoral, y representa una diana molecular en las actuales y futuras estrategias
terapéuticas contra el cáncer.
RECEPTOR DE LA INSULINA
La insulina es una hormona liberada por las células beta pancreáticas en respuesta a niveles
elevados de nutrientes en sangre, controlando funciones energéticas críticas como el
metabolismo de la glucosa y de lípidos.
Cuando la insulina se une a su receptor, éste desencadena múltiples vías de señalización que
median sus acciones biológicas. La incapacidad de las células blanco de responder a la insulina,
debido presumiblemente a defectos en su señalización, estado conocido como resistencia a la
insulina, es una de las principales características de manifestaciones patológicas asociadas con
la Diabetes Mellitus tipo 2 (DM2), una de las primeras causas de muerte a nivel mundial.
El comprender estos mecanismos permitirá comprender cuales son las causas asociadas con el
desarrollo de la resistencia a la insulina y la DM2.
La insulina es una hormona peptídica de 5.8 KDa, y es secretada por las células β en los islotes
pancreáticos de Langerhans en respuesta a niveles elevados de nutrientes en la sangre. Su
principal función es la de mantener la concentración de glucosa en sangre en un rango normal,
entre 80-105 mg/dl favoreciendo la entrada y almacenamiento de este nutriente en músculo y
tejido adiposo y en hígado se favorece su almacenamiento y se inhibe su producción.
Las acciones de la insulina son mediadas por cascadas de señalización intracelular, en las
cuales la fosforilación inicial del receptor en residuos de tirosina (Tyr) lleva a una serie de
eventos de fosforilación/ desfosforilación de cinasas de Tyr y serina/treonina (Ser/Thr).
Estas cinasas son las responsables de transmitir la señal de la insulina para la regulación de
eventos metabólicos dentro de la célula.
RECEPTOR DE INSULINA
La insulina inicia sus acciones biológicas por su unión a receptores específicos localizados en la
membrana celular.
El receptor de insulina (IR) es una glucoproteína que pertenece a la familia de receptores para
factores de crecimiento con actividad intrínseca de cinasas de Tyr (RTK's), los cuales al ser
estimulados por su ligando se autofosforilan en residuos de Tyr.
Estructura del Receptor de Insulina: dominios funcionales del receptor. El IR es un heterotetrámero que consiste de
dos subunidades α extracelulares unidas a dos subunidades β por puentes disulfuro. Las subunidades α contienen
las regiones de unión a insulina α 1IR y α 2IR en adición a una región rica en cisteinas (Cys). La subunidad β contiene
una porción extracelular, una transmembranal y una intracelular. En su porción intracelular se localiza un dominio
catalítico de cinasa de tirosina con un sitio de unión a ATP y sitios de fosforilación en tirosina que se localizan en las
regiones juxtamembranal (Tyr965, Tyr972), asa de activación (Tyr1158, Tyr1162, Tyr1163) y carboxilo terminal
(Tyr1328, Tyr1334).
Además, estudios recientes han reportado que se requiere de al menos 7 sitios de fosforilación
en Tyr en el IR y de la actividad enzimática de cinasa de Tyr para el apropiado funcionamiento
del receptor.
La insulina se une al receptor en los sitios diana. Estos sitios tienen una actividad de tirosina
quinasa intrínseca que conduce a la autofosforilación del receptor y al reclutamiento de
moléculas de señalización intracelular.
Esto es importante para permitir la absorción de glucosa por las células esqueléticas y de
grasa. Cuando cesa la acción de la insulina, los parches de membrana que contienen el
transportador se endocitan y las vesículas están listas para la siguiente exposición a la insulina.
Una vez que la insulina interacciona con su receptor y éste es activado, se inicia el encendido
de cascadas de señalización que dependen de un orquestado número de interacciones
proteicas.
Ambas vías regulan la mayoría de las acciones de la insulina asociadas a la regulación del
metabolismo energético, de la expresión genética y de efectos mitogénicos.
La fosforilación en residuos de Tyr del dominio citoplasmático del IR, promueve la asociación
de la proteína Shc, la cual une al complejo Grb2/SOS; SOS es un factor recambiador de
nucleótidos de guanina (GEF), capaz de activar a Ras.
La activación de Ras (GTP-Ras) inicia el encendido de la cascada de las map quinasas. GTP-Ras
se une y activa a Raf-1 que subsecuentemente lleva a la fosforilación y activación de la vía, que
involucra el reclutamiento y activación de MEK (también llamada quinasa de MAP quinasa) y
de las ERK1 (quinasa regulada extracelularmente 1) y ERK2.
Activación de la vía de las MAPK por acción de la insulina. La insulina activa la vía de las MAPK a través de dos
mecanismos: en el primero, la activación del IR promueve la asociación de la proteína Shc, la cual une al complejo
Grb2/SOS; SOS activa a Ras, la cual inicia el encendido de la cascada de las MAPK. GTP-Ras une y activa a Raf-1 que
subsecuentemente lleva a la fosforilación y activación de MEK y de las ERK1/2. Alternativamente existe una vía
independiente de Shc pero dependiente de la activación del IRS por la que la insulina es capaz de activar a las
MAPKs. En esta, una vez activo IRS, une al complejo Grb2/SOS y a partir de este punto la secuencia de activación de
proteínas es la misma que se describió para Shc.
Una vez activo IRS, une al complejo Grb2/SOS y a partir de este punto la secuencia de
activación de proteínas es la misma que se describió para Shc.
Las MAP quinasas tienen una amplia gama de sustratos potenciales, incluyendo factores de
transcripción y otras quinasas, que participan principalmente en la regulación de la expresión
genética en tejidos sensibles a la insulina pero no en la regulación del transporte de glucosa.
Una vez activo IRS, une al complejo Grb2/ SOS y a partir de este punto la secuencia de
activación de proteínas es la misma que se describió para Shc.
Las MAP cinasas tienen una amplia gama de sustratos potenciales, incluyendo factores de
transcripción y otras cinasas, que participan principalmente en la regulación de la expresión
genética en tejidos sensibles a la insulina pero no en la regulación del transporte de glucosa.
La vía de la PI3K es el principal mecanismo por el que la insulina ejerce sus funciones en el
metabolismo de la glucosa y de lípidos.
El receptor fosforilado hace que se incorpore fosfato a otra molécula llamada IRS-1 (sustrato 1
del receptor de insulina). El IRS-1 fosforilado, a su vez, se une a varias proteínas llamadas
‘Proteínas SH2’.
Adicionalmente, los IRSs contienen entre 8 y 18 sitios potenciales de fosforilación (en función
del tipo de IRS, de los cuales se conocen 4 isoformas, IRS-1 a IRS4), que al ser fosforilados por
el IR, se convierten en sitios de unión y activación de proteínas que contienen dominios SH2
(de homología al dominio 2 de la proteína Src), muchas de las cuales funcionan como proteínas
adaptadoras, como es el caso de PI3K, Grb2 (proteína 2 unida al receptor del factor de
crecimiento), Crk II, SHP-2 (proteína tirosina fosfatasa con homología a Src), entre muchas
otras.
A pesar de que existen 4 isoformas de IRS, al parecer la que está involucrada en el transporte
de glucosa a las células es la isoforma 1, por lo que en adelante se hará referencia
principalmente a esta isoforma.
Las PI3Ks, son heterodímeros que constan de una subunidad reguladora (p85α, p55α, p50α,
p85β ó p55PIK) y de una subunidad catalítica (p110α, p110β ó p110δ).
Las subunidades reguladoras son proteínas adaptadoras que contienen dos dominios SH2, los
cuales permiten su unión a las proteínas IRS-1.
El PIP3 sirve como sitio de unión para cinasas de Ser como PDK1 (cinasa dependiente de
fosfoinositidos-1), y Akt o proteína cinasa B (PKB).
La fosforilación en la Ser473 ocurre primero por acción del complejo proteico mTor/Rictor,
también conocido como PDK2.
Existen tres isoformas de Akt (Akt1-3), de las cuales, la isoforma 2 parece ser la que juega un
papel importante en la incorporación de glucosa inducida por la insulina.
Activación de la vía de la PI3K/Akt por la insulina. Esta vía representa el principal mecanismo por el que la insulina
ejerce sus funciones en el metabolismo. El IR activo y autofosforilado, activa a IRS la cual contiene varios sitios de
fosforilación en residuos de Tyr (Y) que al ser fosforilados por el IR, se convierten en sitios de unión y activación de
proteínas que contienen dominios SH2 como PI3K. La PI3K consta de una subunidad reguladora (p85) y de una
subunidad catalítica (p110). La interacción entre p85/IRS-1 da por resultado la activación de p110 y a consecuencia
de ello, p110 tiene acceso a su sustrato PI(4,5)P2, el cual es fosforilado en la posición 3 del inositol, generando
PI(3,4,5)P3, que sirve como sitio de unión para cinasas de Ser como PDK1 y Akt. El complejo proteico PDK2 activa a
Akt, induciendo una primera fosforilación en la Ser473 que es seguida por una fosforilación en la Thr308, esta
última inducida por PDK1. Akt regula varios de los efectos metabólicos de la insulina a través de regular la activación
de diferentes sustratos que propagan la respuesta, como mTor, FOXO, GSK3 y caspasa 9.
La enzima Akt regula varios de los efectos metabólicos de la insulina a través de la fosforilación
de una lista creciente de sustratos que propagan la respuesta de la insulina, incluyendo a la
enzima glucógeno sintasa (GS), a la glucógeno sintasa cinasa 3 (GSK3), a la sintasa de oxido
nítrico inducible (iNOS), a la fosfofructocinasa 2 (PFK2), a la proteína de unión al elemento de
respuesta al AMP cíclico (factor de transcripción CREB), a la molécula blanco de la rapamicina
en mamíferos (mTOR), a la caspasa 9 y a la proteína antiapoptótica antagonista de Bcl2 (BAD).
La cascada de la PI3K incluye a otras cinasas de Ser que median la respuesta de la insulina,
incluyendo a mTOR la cual regula la síntesis proteica a través de las vías de p70S6K/S6 y
4EBP1/eIF4.
APOPTOSIS
Las dianas para la activación de Akt pueden ser clasificadas en tres grupos distintos:
Proteínas apoptóticas
Factores de transcripción
Proteínas-quinasas.
Akt fosforila directamente dos proteínas apoptóticas, BAD у caspasa 9, inhibiendo su actividad
apoptótica у promoviendo por tanto la supervivencia celular.
SÍNTESIS DE GLUCÓGENO
Cuando llega la insulina a las células del hígado y se une a su receptor se activa la vía de la PI3K
que producirá la translocación de GLUT2 y como consecuencia la entrada de glucosa al interior
de la célula.
Esta glucosa va a entrar en la vía de la glucólisis pero va a ser catalizada por la glucoquinasa
fosforilándola y produciendo glucosa-1-fosfato que mediante la activación por UTP va a poder
unirse al extremo de una cadena de glucógeno gracias a la acción catalítica de la glucógeno
sintetasa (previamente fosforilada por la GSK3).
AS160 (sustrato de Akt de 160 KDa) es una proteína que en su estado no fosforilado y activo
regula negativamente la actividad de las proteínas G pequeñas Rab, las cuales participan en el
tráfico vesicular de GLUT4, inhibiendo la exocitosis basal del transportador.
AS160 es sustrato de Akt, y cuando es fosforilada por Akt, AS160 se inhibe, por lo que se
incrementa el tráfico-dependiente de Rab del transportador GLUT4 a la membrana plasmática.
En años recientes fue descrita en adipocitos una vía de transporte de glucosa independiente
de PI3K, e involucra a la proteína Cbl y a las proteínas adaptadoras APS y CAP.
El complejo CAP/Cbl fosforilado se disocia del IR y a través de CAP interactúa con la flotilina en
microdominios de la membrana plasmática conocidos como balsas lipídicas (lipid rafts).
En donde Cbl recluta al complejo proteico CrkII-C3G. C3G activa a la proteína TC10, proteína G
pequeña, miembro de la familia de Rho, la cual al parecer lleva a la translocación de GLUT4.
Por otra parte, la activación de las PKCs atípicas λ y ζ inducida por la insulina también las
involucra en favorecer el transporte de glucosa inducido por la insulina.
Se ha descrito que la activación de PKC- λ/ζ podría darse río abajo de PI3K y de TC10, es decir,
podrían ser proteínas en donde convergen ambas vías de señalización involucradas en el
trasporte de glucosa.
Por un lado, se ha sugerido que ambas PKCs pueden asociarse con PDK1 cuando ésta se ancla
al PIP3 generado por la acción de PI3K, induciendo la fosforilación en los residuos de
Thr402/Thr410 en el asa de activación de PKC.
Por otra parte, cuando TC10 es activado interacciona con el complejo PKC atípica/Par6/ Par3,
lo que induce el reclutamiento de ambas PKCs en la membrana plasmática donde son
activadas.
Par3/Par6 son dos proteínas de andamiaje recientemente descritas como proteínas que
interaccionan con PKC-λ/ζ, y que en complejo participan en mediar varias de las funciones
celulares de la PKC.
Finalmente, podemos decir que independientemente de la vía que lleve a la activación de PKC-
λ/ζ, ambas contribuyen de manera significativa a la translocación de GLUT4 inducida por la
insulina.
SÍNTESIS DE PROTEÍNAS
La 4E-BP1 es una inhibidora del factor de iniciación de la traducción proteica conocida como
eIF4E y cuando la 4E-BP1 es fosforilada, la eIF4E es liberada y puede unirse a la eIF4G, la cual
está también bajo el control de la mTOR y combinada a la eIF4A, forma el complejo eIF4F; y la
fabricación de este complejo es necesario para continuar la etapa de iniciación de la
traducción del mRNA en proteína.
La mTOR también activa al p70S6k, que estimula la iniciación de la traducción así como la
elongación de la síntesis proteica por diferentes mecanismos; la p70S6k cuando es activada,
fosforila e inactiva la enzima quinasa del factor de elongación 2 (eEF2K), lo que permite que el
eEF2 sea activado promoviendo la elongación. Por lo tanto, la hiperfosforilación de la p70S6k y
estimula la síntesis proteica.
La insulina es la que interviene en este proceso puesto que es gracias a ella que entra la
glucosa a las células para que se produzca la glucólisis y así conseguir energía y otros sustratos
oxidables como acetil-CoA.
Casi toda la síntesis de ácidos grasos tiene lugar en las células hepáticas mientras que una
mínima parte se realiza en los propios adipocitos.
En el hígado, una vez sintetizados son transportados a las células del tejido adiposo.
Las grandes cantidades de acetil-CoA van a favorecer que se active la enzima acetil-CoA
carboxilasa la cual conlleva a la producción de malonil-CoA, quien va a estar encargada de
inhibir a la enzima acil-carnitin-transferasa 1 y como consecuencia inhibir la β-oxidación. Esto
hace que no se liberen ácidos grasos hacia la sangre.
Esta molécula procede del catabolismo de los glúcidos, de la β-oxidación de los ácidos grasos y
del catabolismo de los aminoácidos.
Este primer acetil-CoA sirve de iniciador. Los demás acetil-CoA no pueden añadirse
directamente, sino que deben activarse transformándose en una molécula de malonil-CoA (3
carbonos).
Después se producen dos hidrogenaciones mediante gasto de NADPH. Se obtiene así un ácido
graso activado de cuatro átomos de carbono.
Todo este proceso está catalizado por un conjunto de enzimas unidas, que forman el complejo
ácido graso sintetasa (SAG). La unión repetida de moléculas de malonil-CoA permite que se
añadan dos carbonos en cada ocasión, formándose una larga cadena con un número par de
carbonos.
La insulina una vez que se une a su receptor va a poder hacer que entre glucosa a la célula
mediante la translocación de un transportador de glucosa.
La glucosa que entra a la célula lo que va a hacer al llegar al segundo punto de control de la
glucólisis ya convertida en fructosa-6-fosfato, es ser catalizada por la fosfofructo quinasa
fosfatasa, que al estar desfosforilada actúa como quinasa transformando la fructosa-6-fosfato
en fructosa-2,6-bifosfato.
La duración y extensión de las señales inducidas por acción de la insulina son altamente
reguladas para promover el adecuado funcionamiento metabólico, el balance energético y el
mantenimiento del peso corporal.
El control de las acciones de la insulina se lleva a cabo gracias a mecanismos muy finos de
autorregulación (desensibilización homóloga), en donde enzimas de la misma vía que fueron
activadas por acción de la insulina inhiben la actividad de proteínas claves de la señalización,
como lo son el IR o sus sustratos IRS.
De esta forma, tanto el IR como su principal sustrato, el IRS, se encuentran sujetos a una
combinación de mecanismos de desensibilización homóloga y heteróloga.
A continuación se describen los principales puntos de regulación a nivel del IR y de IRS por
acción de la insulina.
A) REGULACIÓN A NIVEL DEL IR.
Endocitosis.
Una vez que la insulina se une con el IR, el complejo insulinareceptor es internalizado
hacia los endosomas primarios, principalmente mediante su inclusión en vesículas
recubiertas de clatrina, en donde el IR permanece activo y completamente fosforilado.
El pH ácido de los endosomas induce la disociación de la insulina del IR; una vez que la
insulina se disocia, ésta es degradada por acción de la enzima insulinasa ácida
endosomal y el IR es reciclado a la membrana celular.
Las PTPs se clasifican en dos categorías: PTPs citosólicas y PTPs de membrana y ambos
grupos han sido identificados como reguladores de la actividad del IR.
Con respecto a las PTPs localizadas en la membrana PTP-α, PTP-ε y LAR al parecer
juegan un papel importante en la regulación de la fosforilación del IR.
Otra PTP citoplásmica de interés es SHP-2, la cual contiene dos dominios SH2 que le
permiten asociarse a diferentes proteínas durante la señalización de la insulina.
Sin embargo, también existen evidencias que involucran a SHP-2 como un regulador
positivo en la vía de Ras/MAPK.
Estos resultados dan evidencia de la necesidad de más estudios sobre el papel de las
PTPs como reguladores de las acciones de la insulina.
Mecanismos de regulación de la señal de insulina. Las acciones de la insulina son moduladas a través de diferentes
mecanismos entre los que destacan: a) la endocitosis y reciclamiento de los receptores, que controlan su
degradación y número en la membrana celular; b) la acción de proteínas con actividad de fosfatasa de tirosina
(PTPs), que desfosforilan residuos de proteínas clave de la señalización de la insulina como el IRS y su propio
receptor, y c) la fosforilación en residuos de Ser/Thr del IR y del IRS. Estos mecanismos regulan la señal de la insulina
a nivel del receptor o de proteínas río abajo de éste, alterando su actividad, desacoplando la formación de
complejos proteicos y regulando su número y localización celular.
Entre ellos se encuentran la Ser307, fosforilada por la cinasa del N-terminal de c-Jun
(JNK) y por mTOR; la Ser794, fosforilada por la cinasa inducible por sal-2 (SIK-2); la
Ser616, fosforilada por ERK y mTOR; la Ser636, fosforilada por ERK y mTOR/S6K1; la
Ser323 fosforilada por PKCζ, y la Ser1101, fosforilada por PKCθ.
Cuando se induce la síntesis de las proteínas SOCS estas son capaces de asociarse con
las proteínas IRS, alterando su estructura y su unión tanto al IR como a proteínas
efectoras como lo es la PI3K. Además, se ha observado que la asociación de SOCS con
IRS promueve su degradación y disminución en el número de celulas.
Las fosfatasas de lípidos que desfosforilan los productos de la activación de PI3K están
involucradas en la regulación de la vía de insulina río abajo de IRS.
Entre estas se encuentran SHIP-2 (inositol fosfatasa con dominio SH2), y PTEN
(fosfatasa y homólogo de tensina removido en el cromosoma 10), proteínas fosfatasas
que inducen la desfosforilación del PIP3 en las posiciones 5' y 3', respectivamente,
generando fosfatidilinositol 3,4 bisfosfato, y fosfatidilinositol 4,5 bisfosfato.
RESISTENCIA A LA INSULINA
A nivel molecular, los mecanismos por los que se genera la resistencia a la insulina pueden ser
múltiples y variar de un individuo a otro.
Así mismo, pueden inhibir la activación de la enzima PI3K dependiente de IRS-1. La inhibición
de la PI3K por los ácidos grasos libres ha sido asociada a un aumento en la fosforilación en
residuos de Ser/Thr del IRS-1.
Recientemente se ha descrito que los ácidos grasos libres también pueden alterar la activación
de Akt debido a un aumento en la cantidad de ceramida y diacilglicerol en células musculares
en cultivo.
Por ende, la salida desde el núcleo a citoplasma de los RNs disminuye su acumulación
nuclear y abate su actividad transcripcional.
INTRODUCCION
Los receptores nucleares (RNs) son factores de transcripción (FT) activados por ligando,
que modulan la expresión de diferentes genes implicados en la diferenciación, apoptosis,
crecimiento y el metabolismo, entre otros.
Se han identificado 48 miembros que conforman una superfamilia de RNs que transducen
señales de ligandos específicos de naturaleza lipofílica, como las hormonas esteroideas,
tiroideas y ácidos grasos o ligandos no naturales, como los fármacos tiazolidinedionas(Figura
1A).
De acuerdo a las características de sus ligandos, los RNs se subdividen en seis grupos (Tabla I),
dentro de los cuales sobresalen por su relevancia en la homeostasis, el primer grupo de
receptores para hormonas tiroideas y el tercer grupo integrado por receptores para las
hormonas esteroideas.
Existe también un grupo de RNs denominados huérfanos, debido a que sus ligandos aún no se
identifican.
La región D además de contener una secuencia de localización nuclear (NLS), actúa como una
estructura “bisagra” entre la región C y E involucrada en los cambios conformacionales de los
RNs.
Algunos RNs presentan una región F relacionada con la modulación de su actividad (Figura 1B).
Los receptores nucleares son factores transcripcionales que juegan un importante rol en la
regulación de la expresión génica.
Estructura básica de la superfamilia de los receptores nucleares. Aunque regulan una amplia diversidad de
procesos fisiológicos, los receptores nucleares, poseen una estructura proteica muy conservada en la que destaca
un dominio de unión a los ligandos respectivos, un dominio de unión al ADN y un dominio de
homo/heterodimerización.
Estos receptores son estructuras proteicas que poseen varios dominios de interacción
receptor-DNA, receptor-ligando, y receptor-receptor.
La interacción molecular entre los DBD y los RE ocurre a través de los llamados «motivos
estructurales» de los DBD.
Los motivos estructurales de interacción más comunes son los llamados «dedos de zinc», esto
es proyecciones externas de la estructura espacial de los receptores en la región en que se
encuentran los DBD formados por átomos de zinc que al unirse a determinados residuos de
aminoácidos, generalmente de cisteína o histidina, forman proyecciones en la proteína cuya
forma molecular semeja uno o varios dedos de una mano, de ahí el nombre de dedos de zinc.
Hacia ambos extremos de la estructura del receptor se encuentran otros sitios específicos.
Hacia el extremo amino terminal se identifica un sitio denominado «activador funcional de la
transcripción 1» (AF-1).
Este sitio no interacciona con los ligandos, aunque es necesario para la activación de la
expresión génica. Hacia el extremo carboxilo terminal existen generalmente dos sitios.
Más próximo al DBD se encuentra el sitio denominado «domino de unión de ligandos» o (LBD)
(de inglés: Ligand Binding Dominium) y con el cual pueden interactuar los ácidos grasos o sus
derivados, o también con estructuras isoméricas del retinal, como se discutirá más adelante.
El LBD puede también permitir la interacción del receptor con otros receptores, de igual
estructura o distintos.
Históricamente, los receptores nucleares más estudiados han sido los de hormonas
esteroidales (estrógenos, andrógenos, progesterona, glucocorticoides y mineralocorticoides).
Estos receptores, característicamente unen con alta afinidad (Kd en el rango nanomolar) y
especificidad a sus ligandos y forman homodímeros para interactuar con el ADN.
Sin embargo, recientemente, la atención se ha volcado hacia otros receptores nucleares, para
la mayoría de los cuales no existe claridad en cuanto a sus ligandos endógenos, genes blancos
En contraste con los receptores esteroidales clásicos, los receptores huérfanos unen sus
ligandos con menor afinidad (Kd en el rango micromolar) y presentan un repertorio de
ligandos más amplio.
Esta última característica es muy relevante para entender su funcionamiento y para plantear
posibles estrategias terapéuticas basadas en su manipulación farmacológica.
Los RNH más estudiados en su relación con la patología humana han sido los PPARs. Éstos
constituyen una familia formada por tres isoformas:
PPARα
PPARß/δ
PPARγ
El receptor PPARα fue el primero en tener impacto en clínica, al descubrirse que los fibratos
ejercían su efecto hipolipemiante a través de la unión y activación de este receptor.
Los animales deficientes en PPARß/δ exhiben una reducción significativa en la masa de tejido
adiposo pero, interesantemente, no desarrollan alteraciones relevantes en los lípidos
plasmáticos.
Ratones alimentados con una dieta rica en grasa y tratados con agonistas farmacológicos de
PPARß/δ minimizan su aumento de peso y reducen su acumulación lipídica en músculo
esquelético, hígado y tejido adiposo, presentando una menor resistencia insulínica.
Estos antecedentes nos ilustran una vez más la estrecha relación que existe entre el tejido
adiposo y el músculo esquelético en la homeostasis de los lípidos y carbohidratos, y en la cual
PPARß/δ parece estar centralmente involucrado.
Es así como el tratamiento de monos Rhesus obesos resistentes a la insulina con un activador
farmacológico de PPARß/δ, logró simultáneamente aumentar el colesterol HDL (~ 100%),
disminuir el colesterol LDL (~ 30%) y reducir los triglicéridos plasmáticos (~ 56%).
Se ha visto que la activación de PPARß/δ ejerce un efecto antiinflamatorio local, con reducción
de las moléculas de adhesión endoteliales, sustancias quimioatrayentes de macrófagos y
enzimas pro-inflamatorias tales como COX-2 e iNOS.
Finalmente, se ha reportado que los agonistas de PPARß/δ también podrían tener inesperadas
propiedades anti-neoplásicas.
Esperamos estudios clínicos prospectivos que confirmen esta potencial influencia benéfica de
la activación de PPARß/δ, la cual podría impactar favorablemente en una variedad de
enfermedades, desde la obesidad, diabetes mellitus y aterosclerosis hasta el cáncer y
enfermedades neuromusculares degenerativas.
Sin embargo, y al igual que PPARß/δ, estos receptores nucleares también han sido implicados
en la regulación de procesos tales como la inflamación, el metabolismo de los carbohidratos y
la homeostasis energética.
El hígado es el órgano central del metabolismo corporal del colesterol, no sólo por su alta
actividad sintética, sino porque elimina reguladamente este lípido a través de la vía biliar,
tanto como colesterol libre como transformado en ácidos biliares.
Relaciones funcionales entre los receptores nucleares LXRα y FXR en la regulación del
metabolismo hepatocelular del colesterol.
Estas moléculas activan potentemente LXR y estimulan la transcripción del gen que codifica la
enzima colesterol-7α-hidroxilasa, aumentando la síntesis de ácidos biliares.
Por su parte, los ácidos biliares neosintetizados en el hígado o captados desde la circulación,
actúan como agonistas endógenos del receptor nuclear FXR, el cual, a su vez, reprime la
síntesis de ácidos biliares a través de la disminución de la transcripción del gen de la colesterol-
7α hidroxilasa.
Así, estos dos receptores actúan como sensores y moduladores de un fino sistema de
regulación recíproca, que mantiene la homeostasis del colesterol por medio de su conversión a
ácidos biliares.
La conversión del colesterol en sales biliares a nivel hepático constituye la principal vía de
eliminación de colesterol del organismo y ocurre exclusivamente en los hepatocitos.
Esta vía catabólica está finamente regulada por la acción coordinada de los receptores
nucleares LXRα y FXR.
Por su parte, las sales biliares activan al receptor FXR, el cual, en forma opuesta a LXRα, inhibe
la expresión de CYP7A1.
Adicionalmente, LXRα y FXR aumentan el transporte de colesterol libre y sales biliares hacia la
bilis aumentado la expresión de los genes ABCG5/8 y BSEP (por bile salt export pump),
respectivamente, los cuales determinan la excreción de estos lípidos a través de la membrana
canalicular hepatocitaria.
EL RECEPTOR LXR.
LXRß, en cambio, se expresa en casi todos los tejidos del organismo. Pese a su similitud, se
piensa que ambas isoformas estarían involucradas en procesos biológicos distintos, aunque
posiblemente relacionados.
Aquí sólo se abordará LXRα, dado que hay muchos más antecedentes acerca del papel de esta
isoforma en el metabolismo de lípidos y carbohidratos.
Estos dos efectos resultan, finalmente, en una mayor excreción de esteroles en las
deposiciones y en un balance negativo de colesterol en el organismo.
Los modelos experimentales citados permiten suponer que drogas capaces de activar LXRα
deberían promover un perfil lipoproteico anti-aterogénico, facilitando el movimiento de
colesterol desde la periferia hacia el hígado y su eliminación por las heces.
Por otro lado, se ha reportado en modelos murinos de resistencia insulínica que agonistas
sintéticos de LXRα, incrementan significativamente la sensibilidad a esta hormona y reducen
paralelamente la glicemia, tanto por reducción en la producción hepática de glucosa como por
mayor captación tisular de glucosa dependiente de los transportadores GLUT1 y GLUT4.
Debe mencionarse que, no obstante los efectos beneficiosos comentados hasta aquí, el uso de
activadores de LXRα induce hipertrigliceridemia en animales, aparentemente por una mayor
lipogénesis hepática.
Por esta razón, se están desarrollando nuevos agonistas que mantengan los efectos
beneficiosos sobre el transporte y absorción de colesterol sin afectar los niveles plasmáticos de
triglicéridos.
EL RECEPTOR FXR.
Este extracto disminuye los niveles de colesterol LDL plasmático en humanos y está aprobado
su uso como hipolipemiante en países orientales.
No obstante lo anterior, en la literatura científica occidental existe sólo una publicación que
evalúa el efecto metabólico en humanos de gugulípido, el compuesto natural que contiene
gugulesterona.
Inesperadamente, el tratamiento oral con este producto aumentó significativa, aunque muy
discretamente, los niveles plasmáticos de colesterol LDL y disminuyó el colesterol HDL y los
triglicéridos.
No obstante este aparente efecto negativo sobre los lípidos del plasma, este estudio no evaluó
la eliminación fecal de sales biliares, la cual podría estar aumentada indicando un balance neto
negativo del colesterol corporal.
Por otro lado, se ha descrito que la gugulesterona es capaz de activar otros receptores
nucleares, tales como el receptor de andrógenos, el receptor de glucocorticoides, el receptor
Este mecanismo podría jugar un rol en el desarrollo de las dislipidemias mixtas observadas en
la diabetes mellitus.
Este resultado concuerda con una mayor secreción de glucosa en hepatocitos en cultivo
tratados con agonistas naturales y sintéticos de FXR, por lo que la activación de este receptor
podría, hipotéticamente, conducir a un estado hiperglicémico.
Más aún, la activación de FXR podría estimular la glicogenólisis y, por lo tanto, incrementar por
esta otra vía la generación hepática de glucosa.
Concordante con estos antecedentes, el ratón deficiente de FXR exhibe una mayor tolerancia a
la glucosa y una sensibilidad aumentada a la insulina, lo cual reafirma que la inhibición
terapéutica de FXR debiera ser beneficiosa para el metabolismo de los glúcidos en condiciones
de resistencia insulínica.
Finalmente, existen estudios que indican que FXR podría estar involucrado en la litiasis biliar.
Análisis genéticos en cepas de ratones propensos a la colelitiasis han identificado a FXR como
un gen asociado con el fenotipo litogénico y han demostrado un marcado aumento en la
susceptibilidad a la colelitiasis observada en los ratones deficientes de FXR.
Por lo tanto, es posible que mutaciones o polimorfismos en el gen humano de FXR, que
resulten en la pérdida total o parcial de la función de este receptor nuclear, expliquen una
mayor susceptibilidad a esta enfermedad, y a la inversa, que la activación terapéutica de FXR
mejore el perfil de lípidos biliares, reduciendo la litogenicidad de las personas de mayor riesgo
para esta enfermedad.
EL RECEPTOR RXR.
Dado que los receptores nucleares revisados en este artículo heterodimerizan con RXR, la
activación de este componente común podría tener un efecto múltiple e integral en las vías
metabólicas reguladas por cada receptor particular.
De hecho, la activación de RXR con los agonistas farmacológicos conocidos como rexinoides,
produce una disminución en los triglicéridos plasmáticos junto con un aumento en el
Por otro lado, los rexinoides estimulan la secreción biliar y, simultáneamente, disminuyen la
absorción intestinal de colesterol como consecuencia de una inducción en la expresión de los
transportadores ABCG5/ABCG8 en hígado e intestino, generando una pérdida neta del
colesterol corporal.
Mecanismo de acción de los receptores nucleares heterodiméricos. Después de ser activados por sus ligandos
específicos, este tipo de receptores nucleares forma heterodímeros con el receptor del ácido 9 cis-retinoico
(Retinoid X Receptor, RXR). Este complejo se une a secuencias nucleotídicas específicas (elementos de respuesta)
presentes en las regiones que controlan la expresión génica (promotores) de los genes blanco de los receptores
nucleares, participando en el reclutamiento de otros factores proteicos (no mostrados en la figura) necesarios para
la regulación de la actividad transcripcional de dichos genes.
Por lo tanto, la utilización de estos fármacos en humanos podría tener un efecto favorable
tanto en el manejo de las dislipidemias como en la prevención y el tratamiento de la
ateroesclerosis. Además, la activación farmacológica de RXR mejora significativamente el
control glicémico en animales diabéticos.
La vía de señalización genómica o clásica de los RNs, comienza cuando el ligando se une al
dominio LBD de su RN específico.
Como resultado de esta interacción ocurre un cambio conformacional en los RNs, que permite
la disociación de proteínas que los mantienen en un estado inactivo en el citoplasma, como es
el caso de la chaperona HSP90 y favorece su acumulación en el núcleo celular.
Los correguladores transcripcionales, no se unen directamente al ADN, sino que son reclutados
por los RNs a través de sus dominios de transactivación (AF–1 y AF–2) y se dividen en
coactivadores y correpresores.
A pesar de que los RN son conocidos por sus funciones genómicas o clásicas como FT,
algunos de ellos como los receptores para hormonas esteroideas, también han sido
localizados en la membrana celular y pueden desencadenar cascadas de señalización
intracelulares, activando diversos segundos mensajeros que conllevan a la activación de
cinasas o vías dependientes de calcio para generar diversas respuestas biológicas.
Estas vías rápidas de transducción de los RNs no relacionadas con sus funciones
transcripcionales son conocidas como vías no genómicas o no clásicas.
Este último mecanismo podría ser crucial en la actividad de los RNs considerando que regulan la
expresión génica. A continuación se describen los aspectos que hasta ahora se han estudiado
sobre la exportación nuclear de los RNs.
El complejo del poro nuclear está constituido por aproximadamente 100 proteínas llamadas
nucleoporinas (NUPS), diez de ellas con residuos repetidos FG (Fenilalanina– Glicina) que
participan en el transporte de proteínas como los RNs entre núcleo y citoplasma(Figura 2A).
Tanto la localización subcelular de los RNs como la de otros FT, es altamente dinámica entre los
compartimentos del citoplasma y el núcleo.
La entrada de los RNs al interior del núcleo es un proceso conocido como importación
nuclear.
Para que se lleve a cabo este proceso se requiere de transportadores identificados como
“importinas α y β” las cuales se unen con los RNs que se denominan proteínas “cargo”.
A. Ligandos representativos de los RNs. Los ligandos de los RNs son de diversa naturaleza, algunos
ejemplos de ellos son los derivados del colesterol (estrógenos, progesterona, andrógenos,
glucocorticoides), ácidos grasos (como las prostaglandinas), aminoácidos modificados (hormonas
tiroideas) y el ácido retinoico.
B. Dominios funcionales de los RNs. Los RNs poseen de cinco a seis dominios funcionales denominados
con letras de la A-F. La región N-terminal o A/B contiene el dominio de activación transcripcional
AF-1. La región C consiste en el dominio de unión al ADN (DBD) que es altamente conservado entre
los RNs. La región D o “bisagra” conecta al DBD con la región E y además contiene la secuencia de
localización nuclear (NLS). La región E conforma el dominio de unión al ligando o LBD y el segundo
dominio de transactivación AF-2. El dominio F está presente sólo en algunos RNs.
C. Vía se señalización genómica de los RNs. Los RNs son activados por su ligando específico en el
citoplasma. La activación de los RNs conduce a su cambio conformacional, su disociación con
proteínas chaperonas (HSP90), dimerización y traslocación al núcleo. En este compartimento, los RNs
se unen a sus elementos de respuesta a la hormona (HRE) e interactúan con correguladores (CoR)
(coactivadores o correpresores) para modular la expresión de sus genes blanco.
Es por ello que el estímulo con su ligando específico conduce a la acumulación nuclear de los
RNs y favorece sus funciones como FT regulando la expresión génica.
Los RNs también requieren de transportadores denominados “exportinas” para salir del
núcleo hacia el citoplasma.
Este proceso se conoce como exportación nuclear y se lleva a cabo tras la interacción de las
exportinas con las secuencias denominadas secuencias de exportación nuclear (NES,
Nuclear Export Signal) de sus proteínas cargo.
A) La envoltura nuclear separa el citoplasma del núcleo celular y está constituida por poros
nucleares conformados por nucleoporinas que contienen repeticiones ricas en
Fenilalanina y Glicina (NUPS FG) y filamentos proteicos nucleares y citoplasmáticos.
B) A través de los poros nucleares se lleva a cabo el proceso de exportación nuclear. Este
proceso es dinámico y requiere la formación de un complejo trimérico entre la
exportina, el RN cargo y RanGTP. El complejo trimérico interactúa con las NUPS F y G y
atraviesa el poro nuclear, una vez que en el citoplasma ocurre la hidrólisis de RanGTP a
RanGDP y en consecuencia la disociación del complejo, liberando al RN cargo y
facilitando el regreso de la exportina al núcleo celular.
De forma interesante, en la mayoría de los RNs se han identificado NES no consenso, y algunos
autores proponen que el DBD también podría funcionar como NES para que se lleve a cabo la
exportación nuclear, como se discutirá más adelante.
Además, para algunos RNs, como por ejemplo el receptor de estrógenos (ERα), existe
discrepancia entre los NES no canónicos funcionales identificados por diversos grupos de
investigación.
Otro aspecto interesante es que algunos autores sugieren que los dominios DBD altamente
conservados entre los RNs podrían ser los responsables de su exportación nuclear.
Lo anterior, facilita la salida del complejo trimérico del núcleo y una vez en el citoplasma se
efectúa la hidrólisis de RanGTP a RanGDP y consecuentemente el desensamble de dicho complejo
(Figura 2B). Bajo estas consideraciones, el proceso de exportación nuclear resulta una
importante estrategia para regular la función de los RNs.
Sin embargo, son pocos los estudios y la información que se conoce sobre la exportación
nuclear de los RNs y las exportinas implicadas en este proceso.
También existen algunos grupos de investigación que consideran que otras proteínas
podrían actuar como mediadoras junto a las exportinas para la salida de los RNs del núcleo.
Dentro de la complejidad que existe en la exportación nuclear de los RNs, se incluyen las
exportinas.
Aunque existen varias exportinas, para los RNs se han reportado principalmente dos: La
exportina CRM–1 (Chromosome Region Maintenance-1) y la Calreticulina (CRT).
Estas proteínas representan las dos principales vías de exportación nuclear documentadas
para RNs. El conocer las características estructurales y funcionales de la CRM–1 y la CRT
contribuye a entender la importancia de la exportación nuclear en la regulación de la actividad
de los RNs.
CMR-1 y CRT
La CRM–1 es una proteína codificada por el gen localizado en el cromosoma humano 2p15, la
cual está conservada entre diferentes especies como Xenopus laevis, Caenorhabditis elegans,
Drosophila melanogaster, Rattus norvegicus y Homo sapiens.
La exportina CRM–1 tiene un peso molecular de 112 kDa (Tabla II) y estructuralmente tiene
forma de anillo constituido de 21 repetidos HEAT (Huntingtin, elongation factor 3, protein
phosphatase 2A and TOR1), formando dos α–hélices anti paralelas conectadas con asas de
varios tamaños.
En el fragmento C–Terminal se localiza una región denominada CTR donde sugieren que se une
con un asa de unión a Ran–GTP.
El dominio CRIME (CMR-1, Importina Beta etc.) del región N- terminal junto con el asa acídica
ubicada en la región intermedia interactúan con Ran–GTP. Entre los repetidos 11 y 12 se forma
un surco hidrofóbico capaz de reconocer las NES de las proteínas cargo (Figura 3A).
Katrin Statde et al., en 1997, identificaron a la CRM–1 como una exportina en Saccharomyces
cerevisiae y la renombraron como exportina 1.
En ese mismo año se identificó que la CRM–1 de humano podía interactuar con
componentes del poro nuclear como las NUPS. La proteína CRM–1 puede llevar a cabo la
exportación nuclear de diferentes proteínas, entre ellas los RNs pero también de ARN como
es el caso de la subunidad pequeña y grande del ribosoma, sin embargo, la exportación
nuclear de ARN por la CRM–1 requiere de proteínas adaptadoras.
Mientras que la CRM–1 es una proteína nuclear, la CRT es una proteína que se localiza en
diversos compartimentos celulares.
Se identificó por primera vez en el retículo sarcoplasmático del músculo esquelético del
conejo, como una proteína de unión a Ca2+.
Las funciones de la CRT son diversas, modula las concentraciones intracelulares de Ca2+ y
actúa como una chaperona al facilitar el plegamiento de las proteínas.
Al respecto, la CRT tiene una importante y novedosa función en el núcleo como exportina. No
obstante, esta nueva función de la CRT se ha reportado sólo para la proteína inhibidora de
proteínas cinasas (PKI) y para algunos NRs.
El mecanismo de la CRT como exportina parece ser similar al de la CRM–1, debido a que se
asocia para formar un complejo trimérico con una NES presente en PKI y RanGTP (PKI/
CRT/RanGTP).
Adicional a esta función, también se ha reportado como una exportina específica para el
Receptor de glucocorticoides (GR) y como una exportina que podría tener un efecto
sinérgico a la función de la exportina CRM–1 para los otros RNs.
Los estudios que han establecido que la CRM–1 y la CRTactúan como exportinas de
diferentes proteínas han requerido el uso de inhibidores que bloqueen su actividad.
Es relevante identificar nuevos inhibidores de estas exportinas, las cuales tienen importantes
funciones en condiciones normales y también han sido asociadas con la deslocalización de
diversas proteínas en algunas enfermedades (Tabla III).
Por esta razón, algunos estudios se están enfocando en el diseño de inhibidores específicos y no
tóxicos de la actividad de la CRM–1.
A) Los RNs utilizan dos vías de exportación nuclear, la CRM–1 y la CRT. Algunos RNs son dependientes de
la CRM1, otros lo son de la CRT y algunos otros RNs pueden usar alternativamente una u otra exportina,
o bien usar de forma cooperativa ambas exportinas para salir del núcleo celular.
B) La exportación nuclear dependiente de la CRM–1. Esta vía de exportación nuclear puede efectuarse
a través de la asociación de la CRM–1 con los NES canónicos (I) o los NES no canónicos localizados
en el LBD (II) o DBD (III) de los RNs. También se ha propuesto que modificaciones postraduccionales de
los RNs podrían afectar su exportación nuclear (IV). Además, proteínas adaptadoras pueden ser
requeridas para la interacción de la CRM–1 con los RNs (V).
C) La exportación nuclear dependiente de la CRT. El DBD de los RNs se asocia a la CRT para su salida del
núcleo.
D) Uso alternativo de vías de exportación de los RNs. Bajo ciertas condiciones los RNs pueden ser
exportados por una u otra exportina.
E) Cooperación entre las vías de la CRM–1 y la CRT. Para incrementar la eficiencia de la salida de los RNs del
núcleo, ambas vías pueden acoplarse de forma cooperativa.
Receptor de hormona tiroidea (TR); Receptor de estrógenos (ERα); receptor de glucocorticoides (GR);
receptor de andrógenos (AR). Gen B inducible por el factor de crecimiento neuronal (NGFI-B) Receptor
de ácido retinoico (RAR), Receptor Activado por Proliferador de Peroxisoma (PPAR).
La inhibición de la actividad de la CRM–1 y la CRT resulta por lo tanto importante para el estudio
de sus proteínas cargo y de los factores y señales implicados en la exportación nuclear.
Como se ha mencionado, la CRM–1 es la exportina más estudiada que está implicada en la salida de
diversas proteínas del núcleo. La exportación nuclear de la mayoría de los RNs evaluados es
también dependiente de la actividad de la CRM–1 (Figura 4A y B).
A pesar de las discrepancias en la identificación de las NES de los RNs, el uso del inhibidor
LMB, establece la participación de la CRM–1 como la exportina requerida para el transporte
del núcleo al citoplasma de un gran número de RNs, entre ellos el ERα[24], el Receptor de
andrógenos (AR) y el NR4A1, entre otros.
En algunos otros casos existe divergencia sobre la ubicación de las NES funcionales entre el
LBD o DBD de los RNs por diversos grupos de investigación (Figura 4B II, III).
En el caso del ERα, un estudio identificó una NES en la región del DBD[22], mientras que otros
dos estudios diferentes reportaron una NES localizada en el LDB.
No obstante, todos estos estudios establecen que para la exportación nuclear de los RNs se
requiere de la exportina CRM–1.
Otros RNs, parecen requerir una proteína para la formación de un complejo con CRM–1 y
favorecer el proceso de su exportación nuclear. Ejemplo de ello es el RN huérfano NR4A1, el
cual requiere a una pequeña proteína denominada ISG12 para favorecer la salida de NR4A1
del núcleo al citoplasma.
La CRT es la otra exportina utilizada por los RNs para llevar a cabo su salida del núcleo (Figura
4A).
La función de la CRT como una exportina de los RNs resulta relevante debido a que únicamente
se ha mostrado su participación en la exportación nuclear de la proteína PKI y de algunos RNs.
De forma interesante, la proteína PKI contiene una NES a través de la cual se asocia con la
CRT para ser transportada al exterior del núcleo, en contraste, no todos los RNs a los que se
asocia la CRT, presentan NES (Figura 4C).
Burns et al. en 1994 reportaron que interactúa, mediante su dominio N, con una secuencia de
aminoácidos KXFFKR situada en el DBD de los RNs, como GR, AR y el receptor de la vitamina D
(VDR).
La interacción de la CRT con estos RNs bloquea su reclutamiento a sus elementos de respuesta
situados en el ADN de sus genes blanco.
Es interesante como otro estudio mostró que la CRT es capaz deregular la exportación nuclear de
los RNs mediante la formación de un complejo con la proteína Ran GTP, por un mecanismo
similar a la exportina CRM–1.
De esta forma, se evidenció que la CRT participa en la salida del núcleo al citoplasma del GR.
Por lo tanto, la CRT parece requerir interactuar con secuencias como las NES localizadas dentro
del DBD del GR para inducir su salida del núcleo celular.
Dado que el DBD es conservado en la superfamilia de los RNs, muchos otros miembros de esta
familia podrían cambiar su localización subcelular de manera dependiente de la CRT.
Estos datos sugieren que el DBD podría representar una atípica NES de los RNs reconocida por
la exportina CRT.
Por otra parte, se mostró que el heterodímero VDR/receptor x retinoide (RXR) se une al
promotor de la hormona paratiroidea (PTH) para regular negativamente su expresión.
La CRT se une al motivo KXFF(K/R)R localizado en el DBD del VDR para bloquear su asociación al
ADN y así controlar su actividad, teniendo como consecuencia la desrepresión de la PTH.
La CRT parece ser muy importante en la exportación nuclear de algunos RNs insensibles al
efecto del inhibidor LMB, pero además también se han identificado los RNs cuya salida del
núcleo es promovida por la colaboración de ambas exportinas, CRT y CRM–1.
Dos ejemplos son: El ReceptorActivado por Proliferador de Peroxisoma (PPARα) y PPARγ que
contienen una NES en el DBD reconocida por la proteína CRT para su exportación nuclear.
En contraste, mutantes de las NES de PPARα y PPARγ bloquean su exportación nuclear por la CRT.
Sin embargo, estos receptores también contienen una NES localizada en la región LBD que es
sensible a la LMB.
Por lo tanto, la exportación nuclear de PPARα y PPARγ es dependiente de la CRT y la CRM–1, por
su interacción con diferentes NES, localizadas en el DBD y LBD, respectivamente.
En este estudio se propone que la CRT es la principal exportina de ambos PPARs y que la CRM–1
podría ser una exportina auxiliar que se utiliza bajo condiciones específicas (Figura 4D).
Ambas exportinas de los NRs también podrían actuar no sólo como una vía alternativa una de
la otra, sino en conjunto para lograr el objetivo en común de la exportación nuclear de ciertos
RNs, como ocurre con el Receptor tiroideo (TR).
Se propone que la cooperación entre ambas vías de exportación nuclear permite una
eficiente translocación núcleo–citoplasma de algunos RNs (Figura 4E).
Cabe señalar que recientemente en un solo reporte se mencionan que otras exportinas
participan en la exportación nuclear de TR, sin embargo, más estudios aún son necesarios
para dilucidar si éstas podrían también asociarse con otros RNs.
Los RNs en respuesta a su ligando se acumulan en el núcleo para llevar a cabo sus funciones
transcripcionales. Cómo y cuándo son transportados al exterior del núcleo luego de la
estimulación con su ligando no es conocido.
El contar con dos vías de exportación para los RNs podría sugerir la importancia de este
mecanismo en la regulación de la transcripción de sus genes.
También, las vías de la CRM–1 y la CRT indican la trascendencia de promover la salida de RNs
del núcleo y sugieren una posible regulación o coordinación entre ambas exportinas para
lograr su función en condiciones específicas (Figura 4D, E).
El concepto del DBD como un dominio necesario para la vía de la CRM–1 y la CRT
principalmente, indica que el proceso de exportación nuclear podría ser un mecanismo
general para controlar la función de todos los RNs.
En los estudios que se han realizado, más de 10 RNs requieren el DBD para ser transportados
del núcleo al citoplasma (Tabla IV).
EXPORTACIÓN DE RECEPTORES
El DBD es altamente conservado y estructuralmente similar entre los RNs y aunque se asocia
con la exportina CRT, también se reportan algunos tipos de NES en el DBD asociados con la
CRM–1.
El requerimiento del DBD para la exportación nuclear de los RNs presume que todos éstos
podrían competir por las exportinas para ser llevados al exterior del núcleo y que por ende
deben existir otras señales que modulen dicha competencia y confieran especificidad.
Por ejemplo, al ser llevados los RNs fuera del núcleo se podrían desfavorecer sus funciones
genómicas, pero favorecer sus funciones no genómicas, las cuales han sido descritas para
algunos RNs en ciertos contextos celulares.
También, tras la salida del núcleo de los RNs es probable que muchos de ellos puedan ser
degradados para mantener un balance en sus niveles y en sus funciones, como ocurre con el GR
y el AR que tras la inducción de su exportación nuclear hay un incremento en su ubiquitinación
y degradación por el sistema de ubiquitina proteosoma.
Muchas enfermedades asociadas con los RNs como el cáncer de diversos tejidos implican
un incremento de su actividad transcripcional en el núcleo de las células.
Es probable que en estos padecimientos el transporte de los RNs por los compartimentos
celulares esté afectado, influyendo en su función.
Ayudará a entender mejor la importancia de este proceso y dicho conocimiento pueda ser
usado para el descubrimiento de nuevas estrategias terapéuticas.
Es por tanto, un campo de investigación abierto que vislumbra importantes hallazgos dentro
del estudio de los RNs.
CONCLUSIONES Y PERSPECTIVAS
Dentro del compartimento nuclear de las células, los RNs modulan la expresión de sus
genes blanco.
La salida de los RNs del núcleo constituye un mecanismo control de sus vías de
señalización genómica.
Los receptores de hormonas esteroides que se unen son activados por ligando proteínas que
regulan la transcripción de los genes seleccionados.
A diferencia de péptido de los receptores de hormonas, que abarcan la membrana plasmática
y se unen ligando fuera de la célula, la hormona esteroide receptores se encuentran en el
citosol y el núcleo.
Esto se debe a que las primeras actúan a través de la activación de proteínas preexistentes, en
cambio las hormonas esteroideas inducen la síntesis de nuevas proteínas. Insume más tiempo
fabricar una proteína desde el inicio que simplemente activarla.
Cuando estos receptores se unen al ligando, sufren un cambio conformacional que los activa
para reconocer y unirse a una secuencia específica de nucleótidos.
Estas secuencias específicas de nucleótidos en el ADN son conocidas como elementos de
respuesta hormonal (siglas en Inglés: HRE).
Cuando los complejos ligadores de receptores interactúan con el ADN, alteran el nivel de
transcripción (las respuestas pueden ser de activación o represión) del gen asociado.
Por ende, la familia de receptores esteroides-tiroideos tienen tres dominios diferentes:
Un dominio de unión al ligando
Un dominio ligador al ADN
Un dominio regulador de la transcripción.
Los receptores esteroideos están constituidos por tres principales dominios funcionales
además de dos zonas de activación transcripcional:
Dominio de Unión al ADN (DBD): C
Dominio de Unión al Ligando (LBD): E
Dominio Amino Terminal
Dominios de activación transcripcional: AF (AF1 y AF2)
RECEPTORES NUCLEARES
Los receptores nucleares han sido clasificados en cuatro clases de acuerdo a:
Interacción con HSPs
Tendencia a formar homodímeros o heterodímeros
Especificidad de unión al ADN
CLASIFICACION DE RECEPTORES NUCLEARES
- RN. CLASE I
- RN. CLASE II
- RN. CLASE III
- RN. CLASE IV
LIGANDO RECEPTOR
Los receptores GR, MR, AR y PR se unen al mismo ERH originalmente denominado ERG
(Elemento de Respuesta a Glucocorticoides).
Los receptores de estrógenos así como también los receptores relacionados a estrógenos
(receptores huérfanos, RRE) interaccionan con elementos de respuesta específicos, ya sea
como homodímeros o heterodímeros (cada monómero se une a una mitad).
Además el RE α puede unirse como homodímero a este. El ERRE está compuesto por una
mitad del ERE que continúa hacia el extremo 5’, separada por 1 par de bases N.
Los receptores ER y los RRE se unen al ERE (Elemento de respuesta a estrógenos). Este está
compuesto por mitades invertidas (palindrómicas, IR3= inverted repeat 3) de la secuencia
TGRCC separadas por tres pares de bases no conservadas NNN.
CORREGULADORES
Los correguladores son proteínas que interactúan con factores de transcripción y modulan su
actividad positiva o negativamente, y que desde un punto de vista funcional se clasifican en
dos tipos:
Coactivadores.
Correpresores.
No interactúan directamente con el DNA sino que lo hacen de manera indirecta a través de su
asociación con factores de transcripción, entre los que se encuentra el receptor de estrógenos.
Se sabe que la unión del ligando al ER genera un cambio conformacional en su LBD, formando
una cavidad hidrofóbica que permite la interacción con coactivadores a través de una
secuencia o motivo LxxLL (donde L es leucina y x es cualquier aminoácido) llamada caja NR.
Esta caja NR está presente en una o varias copias en un gran número de coactivadores.
LOS CORREPRESORES:
Cuando los receptores nucleares (RN) actúan como represores transcripcionales, los
correpresores tienen un papel importante en esta regulación negativa.
Los correpresores se unen a los receptores por medio de una caja CoRNR que tiene una
secuencia similar a las cajas RN: LxxxI/ HIxxxI/L.
Existen otros represores que inhiben la actividad transcripcional de los receptores nucleares
mediante diferentes mecanismos. Estos incluyen:
Interrumpir la unión al DNA o la translocación al núcleo del receptor.
Inhibir las interacciones entre los receptores y sus coactivadores.
Interrumpir el reclutamiento de la maquinaria basal de transcripción.
CO-ACTIVADORES
A- REMODELADORES Y MODIFICADORES DE CROMATINA:
Quizás el mejor caracterizado entre estas moléculas es el complejo de proteínas SWI/SNF que
relajan la cromatina con gasto de ATP.
Miembros de la familia SRC y proteínas de unión a CREB (CBP) y p300, poseen actividad como
acetilasas de histonas.
Son consideradas las responsables de interrumpir las interacciones que mantienen la región
del promotor en un estado cerrado, es decir relajan la cadena del DNA, convirtiendo un
ambiente heterocromático en eucromático, promoviendo así el inicio de la transcripción.
C- ACTIVIDAD DE METILASA:
En regiones “silenciosas”, donde el DNA está fuertemente empaquetado por la histona H3, los
genes están inactivados. Por el contrario, en las regiones activas donde los genes se expresan,
existe una variedad levemente distinta de la histona H3, debido a que la histona H3 tiene
metilado el aminoácido lisina de la posición 9 en regiones cerradas, mientras en las regiones
activas o abiertas tiene metilado la lisina 4.
Otro ejemplo es la metil-transferasa arginina 2 (PRMT2), que interacciona con ERα, activando
la transcripción de genes blanco de E2 y el CARM1 (coactivator associated arginine (R)
methyltransferase).
Algunos estudios han demostrado que complejos que contienen TRAP/DRIP son capaces de
mejorar la actividad transcripcional de varios tipos de receptores.
Algunos co-activadores pueden reclutar a enzimas con actividad de ligasas de ubiquitina, como
es el caso de E6-AP que estimula la transcripción por medio de ERα de manera dependiente al
ligando.
Este corregulador está involucrado en marcar un sustrato para ser procesado por el sistema de
degradación ubiquitinaproteasoma y así renovar el ciclo transcripcional de los genes blanco.
El sistema de ubiquitinización.
F- ADAPTADORES DE SPLICING:
Aun no está bien dilucidado este mecanismo; sin embargo, se ha sugerido que proteínas como
la helicasa p72 o el coactivador PGC-1, puedan estar involucradas en este tipo de
procesamiento del mRNA en algunos genes blanco para estrógenos.
LOS SRC
Son proteínas que presentan solo un 40% de homología entre los componentes de la familia
pero presentan dominios altamente conservados en cuanto a las funciones que cumplen.
Dominio de interacción con los receptores nucleares (NID): contiene 3 porciones LXXLL
denominadas NR boxes que interactúan con el LBD del RN en AF-2 para mejorar la
transcripción (el motivo NR boxes de cada miembro de SRC tiene afinidad por distintos
receptores).
Dominios de activación de la transcripción autónoma: AD1 y AD2. Estos interactúan con otros
coactivadores (AD1: CBP, p300; AD2:CARM1 )
Si bien la acción principal de los componentes de la familia p160 es a través de AF-2, existe
algo de activación a través de AF-1, sobretodo el RA que utiliza este factor de transcripción
como el principal en la interacción con SRC, siendo el AF2 menos eficiente.
p68 ARN HELICASA: interactúa con AF-1 del RE α selectivamente (con ningún otro).
SRA (STEROID RECEPTOR RNA COACTIVATOR): interactúa con AF-1 de Receptores
Esteroides pero no con los de otras clases de receptores nucleares, lo hace a través de
su unión con SRC-1.
CO-REPRESORES
A- REMODELACIÓN DE CROMATINA:
Mecanismo por el cual se mantiene una heterocromatina (cromatina cerrada), evitando así la
transcripción de genes susceptibles a E2.
Estas interacciones hacen suponer que los correpresores inhiben la acción de la maquinaria
basal de la transcripción, y así evitan la transcripción de genes blancos ER-dependientes.
Los correpresores compiten con los coactivadores por los sitios de unión en los RN. Ejemplos
claros de competencia directa son REA y SHP que compiten con coactivadores SRC-1 y TIF-2,
respectivamente.
RIP140 y TIF2 han mostrado competencia por la unión a c-Jun y a ERα, para modular la
actividad transcripcional E2-dependiente por medio de AP-1.
D- PROCESAMIENTO DE RNA:
Se ha demostrado que las hormonas esteroides pueden afectar el procesamiento del RNA y
que los coreguladores pueden estar íntimamente relacionados en estos procesos.
Dirigiéndose a BRCA1 como una estrategia terapéutica en el tratamiento de EOC, Cáncer de mama
BRCA1 es fundamental para la respuesta al daño del ADN que se inicia después de insultos tales como
los agentes quimioterapéuticos basados en platino. Varios inhibidores de moléculas pequeñas pueden
dirigirse a BRCA1 directa o indirectamente, lo que en última instancia conduce a la falla en la
reparación del ADN dañado y la apoptosis.
Una medida para evitar que RN actúe sobre su gen blanco, es evitar la entrada de este al
núcleo, tal es el caso del corregulador MTA1s, que secuestra al ERα antes de su translocación
al núcleo.
Como ya se mencionó, es necesario que el ER forme dímeros o heterodímeros para poder ser
activado y unirse a los promotores blancos. Correguladores como TR2 y SHP, inhiben la
dimerización de ERα y otros como SHP, TR2 o p53, evitan la unión del ERα al DNA.
Representación esquemática de las vías antitumorales mediadas REβ, ante la síntesis intratumoral de
andrógenos y estrógenos.
G- OTROS MECANISMOS:
También existen otros tipos de mecanismos por los cuales los correpresores podrían influir
sobre la actividad de RN. BRCA-1 y NEDD8, desestabilizan al ERα o simplemente actúan como
proteínas de andamiaje para reclutar complejos multiproteicos inhibidores como es el caso del
correpresor SHARP.
La acción de las hormonas tiroideas ocurre a través de receptores nucleares específicos (RT).
Sus isoformas son expresadas tempranamente y participan en el desarrollo corteza,
hipocampo, cerebelo, retina, oído, hipotálamo, etc.
Las mutaciones de los genes que expresan RT, producen deficiencias en la acción tiroidea por
ausencia del receptor o por su incapacidad de unir a la hormona, independientemente del
nivel circulante de hormonas tiroideas, las cuales además pueden regular la expresión de sus
propios receptores.
Los RT tienen una función clave en el desarrollo del sistema nervioso y dado que su expresión
depende en parte de la acción de las hormonas tiroideas, la suplementación adecuada de estas
en la etapa prenatal puede ser un factor decisivo en la vigilancia y cuidado del neurodesarrollo
en la atención clínica.
INTRODUCCION
Cuando existe una dificultad en la disponibilidad de yodo en la dieta o alguna otra condición
que afecte la biosíntesis o biodisponibilidad de hormonas tiroideas tanto en la sangre de la
madre como del feto, es muy importante identificar la causa para reponer los niveles
circulantes de T3 y T4 lo más pronto posible y con ello evitar defectos anatomo-funcionales del
sistema nervioso, particularmente en aquellas regiones en donde la acción tiroidea ocurre en
un lapso limitado de tiempo durante el desarrollo prenatal.
La acción de las hormonas tiroideas ocurre a través de receptores específicos que se localizan
predominantemente en los núcleos celulares.
Los receptores tiroideos (TR, por sus siglas en inglés) al transducir la señal tiroidea, la ajustan
debido a características propias como son: la isoforma de cada receptor; su homo- o
heterodimerización con otros receptores que unen hormonas distintas a las tiroideas; su
asociación a moléculas moduladoras correpresoras o coactivadoras y su unión a diversos tipos
de elementos de respuesta específicos en las regiones reguladoras de los genes cuya
transcripción es regulada en función de las hormonas tiroideas, entre otras características.
Por lo tanto, conocer el papel de los receptores tiroideos en el desarrollo del sistema nervioso
permite identificar el origen de posibles anormalidades tempranas en determinadas regiones
del neuroeje, que no se explican solo por los niveles circulantes de hormonas tiroideas en la
madre o el feto.
Se han identificado dos locus para TRs (α y β), en el humano en los cromosomas 17q11.2 para
TRA y 3p24.2 para TRB ; y en ratón Nr1a1,11 para TRA y Nr1a2,14 para TRB.
Estos genes codifican nueve productos proteínicos, los cuales se originan por splicing
alternativo y uso diferencial de promotores.
Dicha estructura comprende un dominio amino terminal denominado AF1 que tiene funciones
de transactivación, un dominio de unión a DNA y un dominio carboxilo terminal denominado
AF2 con propiedades de dimerización y de unión a T3.
Durante el desarrollo murino, el RNAm de TRα1 ha sido detectado desde el día E11.5 en el
tubo neural y mas tarde en todas las áreas del cerebro mientras que las variantes de los RNAm
de TRβ están restringidas al diencéfalo y al mesencéfalo desde E12.5.
En este modelo la isoforma TRβ1 varía su expresión a lo largo de la maduración en tanto las
isoformas α disminuyen tal expresión durante la maduración terminal.
En el cerebelo la expresión de TRα1 se incrementó a medida que las células migraron hacia la
capa granular interna.
En corteza cerebral humana del primer y segundo trimestre de gestación se han identificado y
cuantificado los RNAm de TRα1, TRβ1 y TRβ2, siendo TRα1 el más abundante en esta etapa en
comparación a las otras isoformas y en comparación a su propia expresión en etapa adulta.
Existen diversas evidencias que progresivamente refuerzan el papel de las hormonas tiroideas
sobre la expresión de sus propios receptores.
Por ejemplo, en fetos humanos de tercer trimestre la disminución en los niveles de hormonas
tiroideas que se observa en la restricción de crecimiento intrauterino, se correlaciona con una
disminución en los niveles de RNAm y expresión de proteínas de los receptores α1, α2, β1 y β2
tanto en la corteza cerebral como en las células de Purkinje del cerebelo cuando se compara
con cerebros sanos.
A manera de comparación con otra especie distinta a los mamíferos, en el pez "lenguado de
invierno" se ha observado una regulación transcripcional dependiente de hormona tiroidea de
TRα pero no de TRβ, seguida por un incremento en los conos verdes en la retina
premetamórfica, lo cual habla de la conservación de las características de regulación sobre los
receptores tiroideos del sistema nervioso en el desarrollo en diversas especies.
La unión a estos sitios puede ocurrir como monómeros, homodímeros o heterodímeros con
receptores de otras hormonas como estrógenos o la asociación mas común con el receptor de
ácido retinoico RXR, y no requieren la unión del ligando (T3).
Estos TRE pueden estar compuestos por uno o varias secuencias consenso en diferentes
orientaciones y con espaciamientos variables.
Un ejemplo de la importancia de los TRE como parte del sistema de señalización de los
receptores tiroideos lo encontramos en la regulación de la expresión del gen del receptor de
neurotrofinas TrkB.
Esta represión es mediada por la unión tanto de TRα1 como de TRβ1 a una región específica
localizada corriente arriba del sitio de inicio de la transcripción del gen de TrkB.
Esta región (-437/-342 pb) contiene cuatro hemisitios imperfectos del elemento de respuesta a
T3:
GGTTCA
TGTCCC
GGGTCT
TGTCCT)
Las propiedades regulatorias bimodales de los TRs son reguladas a su vez, por:
Por interacciones proteína-proteína en forma de homo- o heterodímeros en
asociación con receptores retinoides, estrogénicos u otros receptores nucleares, o
Con la maquinaria de transcripción basal.
Después de la unión de la hormona, los correpresores son liberados y los coactivadores como
SRC-1 así como acetilasas de histonas son reclutados para relajar la cromatina y permitir la
transcripción.
Al atravesar la membrana plasmática las hormonas tiroideas difunden por el citosol hasta
llegar al núcleo y unirse a su receptor que se dimeriza con el receptor de acido retinoico y se
unen a secuencias especificas de ADN denominadas “elementos de repuesta a hormonas
tiroideas”.
Aquí "el complejo hormona receptor heterodimerizado se uniría a secuencias del ADN llamadas
elementos de respuesta negativa (NRE), reclutando en este caso a correpresores y
desacetilasas, reprimiéndose la trascripción del gen diana".
Las funciones de las hormonas tiroideas a través de los receptores tiroideos en el desarrollo
del sistema nervioso, abarcan prácticamente todas las regiones del mismo. A continuación se
mencionan algunos ejemplos de dichas funciones en regiones como la corteza, el cerebelo, el
oído, el hipocampo y la retina.
CORTEZA.
La presencia de receptores tiroideos en los fetos de varias especies como por ejemplo los
humanos y las ratas, es importante aun antes del inicio de la función tiroidea en el producto,
pues existen diversas acciones que dependen de la hormona tiroidea materna y que ocurren a
través de dichos receptores.
Este es el caso del RNAm de la proteína neuroendócrina específica que es expresada como dos
transcritos NSP-A y NSP-C.
CEREBELO.
Se ha descrito que TRα1 es responsable del desarrollo dendrítico de las células de Purkinje que
depende de la acción de hormona tiroidea.
OIDO.
HIPOCAMPO.
En el ratón con una mutación nula para el gen de TRβ se observa un incremento en la
proliferación de progenitores de la zona subgranular del giro dentado y posteriormente un
incremento en las células positivas para NeuroD sugiriendo que existe un aumento en la
conversión a neuroblastos y por ende que el TRβ contribuye a la neurogénesis en el
hipocampo del ratón durante el desarrollo.
RETINA.
Se han descrito acciones solamente atribuibles a TRβ2, las cuales como en el caso de la retina
de ratón pueden ser diferenciales activando el promotor de opsina en los conos M y
suprimiendo al mismo promotor en los conos S.
EFECTOS DE LAS MUTACIONES EN LOS GENES QUE CODIFICAN PARA LOS RECEPTORES
TIROIDEOS
Una mutación en la región carboxilo terminal del receptor TRα1 produce una proteína con
incapacidad para unir hormona tiroidea y con otras alteraciones de transactivación así como
con una fuerte actividad dominante negativa.
Esta mutación da como consecuencia una disminución en la utilización de glucosa en todas las
regiones del cerebro de ratones heterócigos, así como una reducción en la expresión
cerebelosa del gen 1 relacionado a sinaptotagmina (Srg1), un gen regulado positivamente por
hormona tiroidea en la formación y función de las sinapsis.
Este tipo de mutación produce a largo plazo al menos en la vida adulta del ratón ansiedad,
daño en la memoria y disfunción locomotora aunque se ha descrito que estas alteraciones
pueden ser corregidas administrando dosis altas de T3.
Una mutacion en los genes de TRα y TRβ de ratón mediante una inserción en sus regiones
carboxilo terminal produce proteínas carentes de la capacidad para unir hormona tiroidea y
para transactivar.
Utilizando estas mutantes se ha identificado que una de ellas (TRα1pv) produce una
disminucion en la utilización de glucosa en 19 regiones cerebrales asi como una disminución en
la expresion del gen 1 relacionado a sinaptotagmina en el cerebelo, por lo tanto demostrando
que TRα1 es la isoforma responsable de estos procesos.
En contraste, una mutación por recombinación homóloga en el locus TRβ produce un receptor
con deficiencia para unir T3, pero que mantiene la capacidad para unir correpresores, lo cual
Esto pone de manifiesto los efectos deletéreos que pueden tener los aporreceptores asociados
a correpresores sobre el desarrollo del sistema nervioso en el hipotiroidismo,los cuales junto
con la concentración de TSH elevada muestran una patología de resistencia a hormona
tiroidea caracterizada en el ratón transgénico por hiperactividad, impulsividad y falta de
atención, y que en el humano se ha relacionado con el desorden de hiperactividad y déficit de
atención (ADHD, por sus siglas en inglés).
Una mutación en la región carboxilo terminal del receptor TRα1 produce una proteína con
incapacidad para unir hormona tiroidea y con otras alteraciones de transactivación así como
con una fuerte actividad dominante negativa.
Esta mutación da como consecuencia una disminución en la utilización de glucosa en todas las
regiones del cerebro de ratones heterócigos, así como una reducción en la expresión
cerebelosa del gen 1 relacionado a sinaptotagmina (Srg1), un gen regulado positivamente por
hormona tiroidea en la formación y función de las sinapsis.
Este tipo de mutación produce a largo plazo al menos en la vida adulta del ratón ansiedad,
daño en la memoria y disfunción locomotora aunque se ha descrito que estas alteraciones
pueden ser corregidas administrando dosis altas de T3.
Una mutacion en los genes de TRα y TRβ de ratón mediante una inserción en sus regiones
carboxilo terminal produce proteínas carentes de la capacidad para unir hormona tiroidea y
para transactivar.
Utilizando estas mutantes se ha identificado que una de ellas (TRα1pv) produce una
disminucion en la utilización de glucosa en 19 regiones cerebrales asi como una disminución en
la expresion del gen 1 relacionado a sinaptotagmina en el cerebelo, por lo tanto demostrando
que TRα1 es la isoforma responsable de estos procesos.
En contraste, una mutación por recombinación homóloga en el locus TRβ produce un receptor
con deficiencia para unir T3, pero que mantiene la capacidad para unir correpresores, lo cual
produce un estado similar al hipotiroidismo independientemente de los niveles circulantes de
hormonas tiroideas, caracterizado además por defectos en el desarrollo y función cerebelosas
y una expresión anormal de los genes en el hipocampo y en el aprendizaje.
Esto pone de manifiesto los efectos deletéreos que pueden tener los aporreceptores asociados
a correpresores sobre el desarrollo del sistema nervioso en el hipotiroidismo,los cuales junto
con la concentración de TSH elevada muestran una patología de resistencia a hormona tiroidea
caracterizada en el ratón transgénico por hiperactividad, impulsividad y falta de atención, y
que en el humano se ha relacionado con el desorden de hiperactividad y déficit de atención
(ADHD, por sus siglas en inglés).
En contraste la mutación nula de las isoformas β produce diversas anomalías del metabolismo
tiroideo, con una resistencia a la retroalimentación negativa a nivel del TRH en el hipotálamo
pero el defecto es compatible con la vida de los ratones.
Se ha descrito una diferencia entre la mutaciones nulas TRα (-/-) y TRα (0/0) que consiste en la
ausencia en esta última de la isoforma truncada DTRα, pues esta isoforma se origina de un
promotor descrito hasta hace poco en el intron 7.
Cuando se combinan la mutaciones nulas TRα (0) y TRβ (-) se produce en el ratón una
disminución grave del crecimiento longitudinal, hipotermia y daños en la audición.
A nivel del sistema auditivo se sabe que los ratones deficientes en TRβ (thrb (tm1/tm1)) tienen
respuestas deficientes en la actividad del tallo encefalico ante la estimulación auditiva, y una
expresión retardada en la corriente de potasio en las células pilosas internas de la cóclea.
CONCLUSIONES
Por otra parte las mutaciones de los genes de receptores tiroideos producen defectos en la
unión a hormona tiroidea o en la unión al DNA con lo cual la transducción de la señal tiroidea
también sufre alteraciones que llevan a patologías diversas tanto en la funciones como en la
formación de estructuras que están bajo el control de las hormonas tiroideas en el desarrollo
neural.
Hay una evidencia creciente respecto a la función misma de las hormonas tiroideas como
reguladoras de sus propios receptores y en este sentido la regulación de los mismos durante el
desarrollo del neuroeje deberá ser un foco particular de atención en la vigilancia prenatal de
los niveles de hormona tiroidea en la circulación materna, pues quizás en este momento está
una de las posibilidades reales de intervención de la medicina clínica en la prevención de
defectos en el neurodesarrollo.
La investigación durante las últimas dos décadas ha establecido que las diversas acciones
biológicas de la 1,25-dihidroxivitamina D3 (1,25 (OH) 2D3) se inician a través de cambios
precisos en la expresión génica que están mediados por un receptor de vitamina D intracelular
(VDR).
La activación del VDR mediante interacción directa con 1,25 (OH) 2D3 provoca la unión rápida
del receptor a regiones reguladoras de genes diana, donde actúa nucleando la formación de
grandes complejos proteicos cuyas actividades funcionales son esenciales para los cambios
dirigidos en la transcripción .
Estas respuestas son específicas de los tejidos y van desde acciones altamente complejas
esenciales para el control homeostático del metabolismo mineral hasta acciones focales que
controlan el crecimiento, la diferenciación y la actividad funcional de numerosos tipos
celulares, incluidos los del sistema inmune, la piel, el páncreas y los huesos.
Datos recientes sugieren que esto da como resultado cambios estacionales con una mayor
depuración de fármacos administrados por vía oral durante períodos con niveles elevados de
radiación UV-B y vitamina D. Tomados en conjunto, el estado de la vitamina D podría
contribuir a las diferencias inter e intraindividuales en el metabolismo de los medicamentos,
pero el impacto terapéutico de estos hallazgos aún no se ha establecido.
Otro gen que se ve regulado a la alta y que hace parte del mantenimiento de la estabilidad
fenotípica celular es el factor nuclear eritroide 2 relacionado con el factor 2 (Nrf-2) que se
encarga de la síntesis de enzimas antioxidantes y detoxificantes como:
- Superóxido dismutasa (SOD)
- Glutatión s-transferasa (GSH)
- Peroxirredoxinas (Prxs),
- Tiorredoxina (TRX), entre otros genes.
Se lleva a cabo cuando el complejo VDR-RXR puede interactuar con correpresores como: el
correpresor nuclear del receptor (NCOR) y deacetilasas de histonas(HDACs) para reprimir la
transcripción de genes.
Esto lleva a regular a la baja genes que trascriben a la PTH, el colágeno tipo 1, citocinas, entre
otros.
Cada vez se han descubierto más correpresores y activadores que pueden variar de acuerdo
con el tipo de célula.
Por otro lado, las vías de señalización no genómicas de la 1,25(OH)2D3 están relacionadas con
la interacción del ligando con los VDRs que se encuentran en las caveólas de la membrana
plasmática para generar una respuesta no genómica o respuesta rápida, ya que el tiempo de
Las respuestas a 1,25(OH)2D3 mediadas por VDR en el plasmalema se asocian con el proceso
llamado “transcaltaquia” (estimulación rápida de absorción de calcio), que tiene diferentes
acciones celulares tales como:
La liberación de insulina
La migración celular en el endotelio
La apertura de canales de cloro en osteoblastos
La apertura de canales de cloro y calcio en las células de Sertoli.
A pesar de casi dos décadas de extensa caracterización bioquímica del VDR después de su
descubrimiento en 1974, fue la clonación del gen de este receptor y el posterior análisis de
proteína recombinante lo que condujo a una comprensión clave de su estructura y función.
Es importante destacar que la ocupación selectiva por 1,25 (OH) 2D3 conduce a la formación
de dos superficies de interacción de proteínas independientes en la proteína VDR, una que
facilita la interacción con un heterodímero requerido para la unión específica al ADN y que es
esencial para el reclutamiento de grandes complejos correguladores necesarios para la
modulación génica.
Estudios adicionales sugieren que el VDR también puede modificarse post traduccionalmente a
través de la fosforilación, una alteración en la proteína que puede ser capaz de modular y
ajustar su actividad transcripcional.
Colectivamente, estos dominios dentro del VDR crean una macromolécula receptiva a niveles
fisiológicamente relevantes de 1,25 (OH) 2D3 circulante y capaz de dirigir la maquinaria
reguladora celular a subconjuntos específicos de genes cuyos productos proteicos son clave
para la respuesta 1,25 (OH) 2D3.
EL VDR ESPECIFICA LOS GENES DIANA A TRAVÉS DE SUS PROPIEDADES DE UNIÓN AL ADN
El dedo de cinc que contiene el dominio de unión al ADN del VDR es típico del encontrado en
todos los miembros de la familia de genes del receptor de esteroides, incluidos los estrógenos,
andrógenos y glucocorticoides, así como para la hormona tiroidea, ácido retinoico y otros
reguladores lipofílicos.
Ahora se sabe que el VDR reconoce una secuencia de ADN específica o un elemento de
respuesta de vitamina D (VDRE) compuesto de dos semipuestos de nucleótidos hexámeros
separados por tres pares de bases.
Los dos semipuestos de ADN acomodan la unión de un heterodímero compuesto por una
molécula de VDR y una molécula de receptor de retinoide X (RXR).
Este último también forma un heterodímero con otros miembros de la familia de receptores
de esteroides, incluidos los receptores del ácido retinoico (AR) y la hormona tiroidea (T3), lo
que vincula las actividades de varios sistemas endocrinos diferentes.
Los requisitos para la unión directa de ADN de VDR y para la formación de heterodímeros con
RXR en la supresión de la actividad de genes no están claros en la actualidad.
La unión selectiva de ADN VDR en una célula sirve para resaltar ese subconjunto de genes
dentro de un genoma cuyas actividades de transcripción se dirigen a un conjunto específico de
condiciones para la modificación mediante 1,25OH) 2D3.
Los cambios en la expresión génica no están mediados directamente a través del VDR, sino
indirectamente a través de la capacidad de la proteína para facilitar a través de su dominio de
transactivación el reclutamiento de máquinas correguladoras grandes y diversas que median
directamente tales cambios.
FIGURA 2 :Modelo esquemático de complejos correguladores que participan en la mediación de las acciones de
1,25 (OH) 2D3 y VDR. El aparato transcripcional general se muestra en el TSS y el heterodímero VDR / RXR se
muestra unido a su elemento regulador de respuesta de vitamina D o VDRE. Se muestran tres complejos
reguladores que interactúan con el VDR: un complejo de remodelación de cromatina que contiene ATPasa
denominado SWI / SNF, un complejo de acetilación de histonas que contiene histonas acetiltransferasas (HAT) y
complejo de mediación. Este último facilita la activación de RNA pol II a través de su dominio C-terminal (CTD).
Están indicados los nucleosomas así como las proteínas individuales que comprenden los complejos
correguladores individuales.
Cada uno de estos grupos de proteínas identifica un paso clave en el proceso de regulación de
la transcripción y es probable que se identifiquen muchos más en el futuro.
Los detalles de cómo funcionan estas máquinas para mejorar o suprimir la expresión de estos
objetivos genéticos recién ahora están empezando a surgir.
1,25 (oh) 2d3 regula las redes de genes en tejidos / células de un modo específico
Como se describió anteriormente, el papel de VDR activado por ligando es dirigir la maquinaria
de transcripción celular a sitios específicos en el genoma donde estos complejos pueden influir
en la producción de ARN que codifica proteínas que son parte integral de actividades
biológicas específicas.
Es de esta manera que 1,25 (OH) 2D3 desempeña un papel central en la regulación del
metabolismo mineral a través de sus acciones en las células epiteliales intestinales y renales y
en células óseas específicas.
Estos incluyen los transportadores de calcio y fosfato y sus bombas iónicas asociadas con
energía basolateralmente localizadas en el intestino y el riñón, y el activador del receptor del
factor de diferenciación osteoclastogénico sintetizado por osteoblastos del ligando NF-κB
(RANKL), que estimula la actividad de los osteoclastos que resorben los huesos existentes,
prolonga su vida útil e induce la formación de nuevos reemplazos.
La vitamina D también regula las redes de genes implicadas en el metabolismo del ácido biliar
en el colon, la degradación de compuestos xenobióticos en varios tejidos, la diferenciación de
queratinocitos en la piel, el desarrollo y ciclado de folículos pilosos dérmicos, y las funciones de
los tipos de células clave involucradas en la inmunidad tanto innata como adaptativa.
Los genes y las redes de genes que se han identificado como responsables de estas acciones
biológicas de 1,25 (OH) 2D3 son extensos.
De hecho, muchos han surgido como consecuencia de los análisis contemporáneos del
genoma completo que casi en la actualidad realizan los investigadores y que son capaces de
medir los efectos de la hormona en transcriptos celulares o tisulares completos.
Es importante destacar que muchas de estas redes de genes están reguladas por la hormona
de una manera específica del tejido.
Quizás lo más interesante son los intrincados controles reguladores ejercidos directamente por
1,25 (OH) 2D3 y su receptor en genes implicados en la producción y degradación del ligando de
Por lo tanto, como se describe en la Figura 3, 1,25 (OH) 2D3 suprime la expresión renal de
Cyp27b1, cuyo producto de proteína es responsable de su síntesis, e induce Cyp24a1 cuyo
producto es responsable de su degradación al ácido calcitroico.
Además de estas actividades, el 1,25 (OH) 2D3 también autorregula la expresión de su propio
gen receptor (Figura 3), modulando así no solo los niveles del ligando, sino también del VDR.
Por lo tanto, 1,25 (OH) 2D3 también contribuye directamente al mantenimiento de los
principales componentes de señalización esenciales para generar y mediar la respuesta
hormonal.
FIGURA 3 : Control regulatorio de la síntesis (Cyp27b1), degradación (Cyp24a1) y mediación de la actividad (Vdr)
de 1,25 (OH) 2D3 La concentración de 1,25 (OH) 2D3 en las células se determina a través de su síntesis y su
degradación. Su actividad funcional está determinada por la presencia y concentración intracelular del VDR.
La identificación de los sitios de acción de 1,25 (OH) 2D3 en un locus del gen diana representa
el primer paso para definir los procesos moleculares que son esenciales para alterar el
rendimiento transcripcional de un gen.
Este paso también es importante porque a menudo conduce a la identificación de una región
que probablemente proporcionará un control regulatorio importante después de la activación
a través de otras vías de señalización.
Los primeros estudios del gen de la osteocalcina y su regulación por 1,25 (OH) 2D3 en células
óseas proporcionan un excelente ejemplo de este principio.
Este sitio se localizó aproximadamente 485 pares de bases cadena arriba del sitio de inicio
transcripcional (TSS) del gen humano y estaba compuesto por dos secuencias de 6 pb
directamente repetidas separadas por tres pares de bases.
Curiosamente, este último fue suprimido funcionalmente por 1,25 (OH) 2D3 como resultado
de un cambio estratégico en la estructura de base del elemento regulador, destacando así una
importante diferencia específica de especie en la respuesta de vitamina D.
Una extensa serie de estudios llevados a cabo durante una década o más después de estos
descubrimientos iniciales estableció firmemente que esta región general era un objetivo
directo para muchos factores de transcripción diferentes, algunos de los cuales se activaban
por vías de transducción de señal separadas o superpuestas.
Se caracterizó la capacidad de estas proteínas para influir en la respuesta al 1,25 (OH) 2D3 y
para que la hormona de la vitamina D y su receptor influyan en sus acciones.
Durante los años siguientes, se han explorado muchos genes para la ubicación de sitios
reguladores que son capaces de mediar la acción de 1,25 (OH) 2D3, unir el VDR y su
compañero heterodímero y reclutar complejos correguladores necesarios para cambios en la
producción transcripcional.
Estos incluyen los genes de osteocalcina, osteopontina, sialoproteína ósea, TRPV6, PTH, PTHrp,
Cyp24a1 y Cyp27b1, entre muchos otros. En el caso de Cyp24a1, dos sitios ubicados dentro de
300 pb del TSS se identificaron como mediadores significativos de las acciones de 1,25 (OH)
2D3.
El estudio de la regulación genética durante las últimas décadas se ha basado en gran medida
en el análisis de la actividad transcripcional generada a partir de plásmidos promotores /
informadores de genes transfectados en células huésped para identificar los componentes
clave de los procesos reguladores.
Estos análisis, junto con los ensayos bioquímicos que evalúan las interacciones directas
proteína-proteína y proteína-ADN han proporcionado información considerable sobre cómo se
regulan los genes.
Estas deficiencias, así como muchas otras, propiciaron el desarrollo y la aplicación de nuevas
técnicas para evaluar los detalles moleculares de la regulación transcripcional.
Por lo tanto, se pueden usar para examinar a un nivel de resolución igualmente elevado, un
locus genético único de varios cientos de kilobases o un genoma completo compuesto por
varios miles de millones de bases.
Estas técnicas se utilizan actualmente para reexaminar los mecanismos mediante los cuales el
1,25 (OH) 2D3 regula objetivos conocidos de la acción de la vitamina D, para explorar genes
regulados cuyos mecanismos subyacentes aún no se han descubierto, para identificar y evaluar
nuevos genes , y establecer principios generales de regulación de genes VDR a nivel genómico.
Un principio que parece estar surgiendo de estos estudios es que la regulación de la mayoría
de los genes, incluidos los que son objetivos de la acción de la vitamina D, está mediada por
múltiples regiones reguladoras a menudo ubicadas a muchas kilobases del sitio de inicio de sus
respectivos genes.
REGULACIÓN DE LA EXPRESIÓN DE CYP24A1 POR 1,25 (OH) 2D3 - ANTES Y DESPUÉS DEL
ANÁLISIS CHIP-Chip
Como se indicó anteriormente, 1,25 (OH) 2D3 regula la expresión de Cyp27b1 y Cyp24a1. Dado
que la expresión de estos genes es fundamental para el mantenimiento de un sistema
endocrino de vitamina D efectivo, los mecanismos divergentes mediante los cuales el 1,25
(OH) 2D3 suprime la expresión de Cyp27b1 mientras induce la expresión de Cyp24a1 han
recibido una atención considerable.
Aunque aún quedan por resolver muchos detalles, parece que el 1,25 (OH) 2D3 provoca el
desplazamiento de un factor clave de transcripción en el promotor proximal Cyp27b1 que es
responsable de la expresión basal.
Varios sitios reguladores adicionales también están presentes en esta región proximal que
contribuyen a la regulación positiva de Cyp24a1, incluidos los sitios para el factor de
transcripción C / EBPβ y para Ets-1.
Curiosamente, la PTH también regula Cyp24a1, aunque esta acción es indirecta y mediada por
una modificación de la respuesta de 1,25 (OH) 2D3 y / o por eventos posteriores a la
traducción.
Estudios recientes de ChIP de la activación de Cyp24a1 inducida por 1,25 (OH) 2D3 revelan que
la hormona induce una unión rápida tanto de VDR como de RXR a los elementos promotores
Esta región también se somete a acetilación rápida de histonas H4, probablemente como
resultado de la aparición de los miembros de la familia p160.
Estos estudios confirmaron los hallazgos anteriores de una región situada inmediatamente
próxima al promotor CYP24A1 al que el heterodímero VDR / RXR se une a la inducción por 1,25
(OH) 2D3.
Sorprendentemente, el análisis ChIP-chip también reveló que el 1,25 (OH) 2D3 indujo la unión
del heterodímero VDR / RXR a un grupo robusto de sitios intergénicos localizados a 50 a 70 kb
corriente abajo del gen CYP24A1 humano.
Es importante destacar que este grupo de potenciadores regulados por 1,25 (OH) 2D3 también
se conservaron, tanto en posición como en función, en el locus del gen Cyp24a1 de ratón
también.
El análisis funcional de estas regiones usando grandes clones BAC recombinados que contienen
los loci del gen CYP24A1 de ratón y humano completo confirmó la contribución de estos
grupos de potenciadores aguas abajo.
Por lo tanto, el análisis ChIP-chip ha revelado inesperadamente que el CYP24A1, un blanco por
excelencia de la acción 1,25 (OH) 2D3, está regulado por múltiples potenciadores ubicados no
solo proximales sino también aguas abajo y distales del promotor.
Esta característica del gen CYP24A1 está emergiendo como típica de la mayoría de los genes
altamente regulados, y destaca, como revela el análisis ChIP-chip, una nueva característica
importante de la regulación genética.
El VDR es un determinante absoluto de la actividad biológica de 1,25 (OH) 2D3 (1). Por lo
tanto, la expresión del receptor en las células es un requisito para la respuesta, y la
concentración del receptor también es un componente clave de la sensibilidad a la hormona.
Aunque se sabe poco de los determinantes moleculares de la expresión basal del VDR en las
células, se sabe que el gen VDR está regulado por una variedad de hormonas, incluida la PTH,
el ácido retinoico y los glucocorticoides.
Quizás lo más interesante es la capacidad de 1,25 (OH) 2D3 para aumentar el nivel de
expresión del gen VDR en sí mismo.
A pesar del descubrimiento de esta característica autorreguladora del gen VDR hace varias
décadas, la falta general de una respuesta reguladora a 1,25 (OH) 2D3 en el promotor para el
gen VDR dejó el mecanismo sin resolver.
Para dilucidar este mecanismo, sin embargo, recurrimos al análisis ChIP-chip y exploramos
todo el locus del gen Vdr del ratón para detectar la presencia de regiones que podrían mediar
las acciones inductoras de 1,25 (OH) 2D3.
Este análisis reveló la presencia de varios potenciadores que unen el VDR y su heterodímero
asociado RXR que se localizaron en dos intrones separados aproximadamente a 20 y 30 kb
cadena abajo del gen del TSS.
No se observó actividad en el promotor proximal del gen Vdr confirmando así la falta de
actividad observada en estudios anteriores.
Al menos una de estas regiones contenía un VDRE funcional capaz de mediar en la acción de la
hormona vitamina D cuando se analiza de forma independiente en las células huésped.
Estudios más recientes han identificado sitios adicionales de regulación también, al menos uno
de los cuales se encuentra a muchas kilobases aguas arriba del TSS del gen Vdr.
Es importante destacar que subconjuntos de estos potenciadores también median las acciones
de PTH, ácido retinoico y los glucocorticoides, a través de la unión de los factores de
transcripción CREB, RAR y GR, respectivamente, lo que subraya una característica previamente
conocida de los potenciadores, la de la modularidad.
Los estudios actuales se centran en el uso de estos constructos de ADN grandes para
recapitular la expresión del gen Vdr in vivo en ratones transgénicos.
Rankl es un factor similar al TNFα que es producido por las células del estroma y los
osteoblastos y que regula la diferenciación, activación y supervivencia de los osteoclastos,
células responsables de la resorción ósea.
La expresión de este factor en células de linaje de osteoblastos está regulada por las dos
hormonas calciotrópicas primarias, 1,25 (OH) 2D3 y PTH, así como por varias de las citocinas
inflamatorias, incluidas IL-1, TNFα e IL-6.
Estas acciones en la expresión de Rankl facilitan la función de remodelación ósea normal de
1,25 (OH) 2D3 y PTH, en particular, pero también resaltan la pérdida de hueso que se asocia
con niveles aumentados de estas hormonas también.
Al igual que con los genes discutidos anteriormente, los primeros estudios destinados a
comprender la regulación de la expresión génica de Rankl se centraron en el promotor
proximal y las regiones inmediatamente aguas arriba.
Mientras que 1, 25 (OH) 2D3 mostró actividad manifiesta en el promotor proximal, esta
actividad fue modesta y difícil de interpretar.
La actividad como consecuencia del tratamiento con PTH no se detectó. Estas características
de los promotores proximales RANKL de ratón y humanos sugirieron la posibilidad de que los
genes pudieran ser regulados a través de regiones de control no identificadas adicionales.
Este análisis reveló la presencia de cinco regiones capaces de mediar en la actividad reguladora
de la hormona de vitamina D .
Sorprendentemente, estas regiones se ubicaron a 16, 22, 60, 69 y 75 kilobases aguas arriba del
SST de Rankl.
Los estudios en paralelo de O'Brien y sus colegas revelaron que una región inmediatamente
aguas arriba del potenciador a -75 kb también mediaba las acciones de PTH a través de CREB.
Este potenciador combinado se denominó así la región de control distal o DCR. Los estudios
posteriores sugirieron que las acciones de la PTH no se limitaban a la DCR, sino que también se
observaron en varios de los potenciadores más proximales identificados también para el VDR
La hormona de vitamina D también indujo un aumento en RNA pol II en estos sitios también.
Estos estudios sugirieron que la unión de VDR y CREB a estos sitios iniciaron cambios en la
estructura y función de la cromatina, apoyando así la hipótesis de que representan verdaderos
potenciadores reguladores.
Sorprendentemente, esta eliminación dio como resultado tanto una supresión significativa de
la expresión basal de los osteoblastos de Ranklin como una respuesta limitada a 1,25 (OH) 2D3
y PTH exógenos.
Además, estos ratones mostraron una modesta disminución en la densidad mineral ósea en
adultos que fue similar a la observada en ratones sin PTH.
Estos estudios respaldan un papel biológico distinto para un potenciador único de Rankl en la
expresión del gen Rankl, tanto básico como inducible, y resaltan la utilidad del análisis ChIP-
chip para identificar esto, así como las regiones reguladoras adicionales.
Estudios más recientes han identificado una región aún más distal, ubicada 88 kb aguas arriba
del ratón TSS Rankl que media las acciones de las citoquinas activadoras de gp130, como IL-6 a
través del factor de transcripción STAT3 (Bishop, Meyer y Pike).
Los análisis ChIP-chip a escala de genoma completo se han realizado recientemente para varias
hormonas esteroideas y sus respectivos receptores.
Estos estudios han revelado una nueva percepción de los sitios de acción de estos factores de
transcripción y actualmente están estableciendo no solo nuevos objetivos genéticos sino
también nuevos principios mediante los cuales las hormonas activan los objetivos genómicos.
En varios casos, los investigadores han identificado el impacto de la unión del factor de
transcripción en el reclutamiento del RNA pol II y también los cambios en las marcas
epigenéticas.
Los estudios de genoma completo de los sitios de unión de VDR en tejidos y células se
encuentran actualmente en curso y aún no se han publicado.
Es importante destacar que estas características confirman las informadas a través de los
estudios genómicos realizados para otros sistemas endocrinos.
En primer lugar, ahora está claro que la expresión de genes diana está regulada
comúnmente por múltiples regiones de control.
Por lo tanto, la unión del VDR facilita las actividades moleculares aguas abajo que son
integrales a los cambios en la producción transcripcional de genes diana.
Finalmente, una investigación de la regulación de estos mismos genes por otras hormonas y
vías de señalización demuestra que estas regiones reguladoras también se unen a otros
factores de transcripción.
Apoyando así la idea de que las regiones reguladoras son de naturaleza modular y median la
actividad de múltiples entradas de señalización en el objetivo genes.
Estas y otras características de la regulación génica que han surgido como resultado de los
análisis ChIP-chip proporcionan una nueva perspectiva de los mecanismos subyacentes a
través de los cuales se controla la expresión de genes diana.
Nuevas metodologías ahora empleadas, tales como ChIP-chip y ChIP-seq, así como nuevos
estudios reporteros que usan grandes clones de BAC transfectados establemente en células de
cultivo o introducidos como transgenes en ratones, están proporcionando una nueva
percepción de cómo 1,25 (OH) 2D3-activado VDR modula la expresión de genes tanto en loci
de gen único como también a nivel de redes de genes.
Muchas de estas ideas son inesperadas y sugieren que la regulación genética es aún más
compleja de lo que se creía anteriormente.
RECEPTORES RETINOIDES
LOS RETINOIDES
Los retinoides son reguladores clave de procesos como la visión, la proliferación celular, la
diferenciación, la morfogénesis embrionaria y la reproducción.
Este retinoide, junto con el ácido 9-cis retinoico, su estereoisómetro, funciona principalmente
uniéndose a receptores nucleares específicos.
Isomerasas intracelulares pueden convertir entonces parte del ácido retinoico todo-trans en
ácidos 9-cis, 11-cis o 13-cis retinoico.
Los estereoisómeros ácido retinoico todo-trans y ácido 13-cis retinoico son constituyentes
normales del suero humano.
El retinol se libera desde el hígado y se transporta en plasma unido a una proteí-na ligadora de
retinol.
Sus niveles normales en plasma son 1,50-3,0 µg/L (aproximadamente 1 nmol/L)12, frente a
0,80-2,40 µg/L para el ácido 13-cis retinoico.
Cada célula parece producir su propia provisión de retinoides, que funcionan como
mediadores autocrinos o paracrinos.
Aunque se asume que la vitamina A ingresa en las células por un mecanismo de endocitosis
independiente de receptor, aún queda mucho por conocer acerca de los mecanismos exactos
de las respuestas inducidas por retinoides (empezando por la transducción de señal en la
membrana).
El ácido retinoico (AR) penetra en el núcleo y puede unirse a los receptores de retinoico RAR y
RXR, cuya capacidad de reconocimiento y unión a determinadas secuencias en el ADN puede
activar la transcripción de un gen diana.
Según la especie, estos receptores estarán formados por diferentes subtipos, así,
en humano, rata y ratón se han descrito con tres subtipos de RAR (α, β y γ) y tres de RXR (α, β
y γ).
Sin embargo, en bovino se han detectado transcritos de todas las subunidades, excepto la
RARβ, durante el periodo preimplantacional en embriones producidos in vitro.
Estos inducen la expresión de genes que comparten secuencias de DNA específicas que
reconocen al complejo retinoide/receptor.
En el caso del ácido retinoico todo-trans, dichas vías se han investigado exhaustivamente pero
podrían no ser válidas para el resto de los retinoides.
Ambos actúan como factores de transcripción dependientes de ligando que se unen a los
promotores/enhancers de numerosos genes diana, provocando su estimulación o represión
transcripcional.
Atendiendo a la homología con otros receptores nucleares de hormonas, las secuencias de los
RARs y RXRs se dividen en seis diferentes regiones designadas A a F; el dominio E confiere las
propiedades de unión a ligando específicas para cada receptor.
El dominio D (bisagra) está implicado en los cambios funcionales inducidos por ligando y en la
unión de los receptores a los co-represores.
Los dominios E y F, que están moderadamente conservados entre receptores, se cree que
están implicados en la función de transactivación (AF-2) y en la dimerización, siendo ambas
funciones dependientes de la unión específica al ligando.
Los RARs pueden activarse tanto por ácido retinoico todo-trans como por ácido 9-cis
retinoico.
En contraste, los RXRs son activables exclusivamente por el ácido 9-cis retinoico.
Lo que refleja que su secuencia proteica está muy distantemente relacionada con las de los
RARs.
El ácido 9-cis retinoico es 40 veces más potente que el ácido retinoico todo-trans sobre los
RXRα, y se une a la proteína RXR con afinidad nanomolar.
No obstante, debido a la conversión espontánea del ácido retinoico todo-trans en ácido 9-cis
retinoico, altas concentraciones de aquel (1 a 10 µM) pueden también activar la transcripción
génica en células transfectadas con RXRs.
En contraste, el ácido 13-cis retinoico presenta baja afinidad para los RARs y ninguna para los
RXRs.
Estos controvertidos datos indican la existencia de vías desconocidas adicionales que utilizan
los retinoides para ejercer su acción.
La familia de los RXR humanos también consta de 3 miembros, RXRα, RXRβ y RXRγ; sus genes
se localizan en los cromosomas 9q34.3, 6p21.3 y 1q22-23, respectivamente.
Se asume generalmente que los RARs heterodimerizan con los RXRs dentro de la célula, en
tanto que los RXRs también pueden formar homodímeros en presencia de su propio ligando, el
ácido 9-cis retinoico.
Los RARE y RXRE están formados por dos mitades, cada una de las cuales provee un sitio de
unión para una de las moléculas dimerizadas del receptor.
Cada una de las mitades es una secuencia conservada hexanucleotídica de DNA, 5’-PuG
(G/T)TCA-3’, y las dos forman repeticiones directas (DR) separadas por uno a cinco nucleótidos.
Tanto la orientación relativa como el espaciado entre las mitades son importantes para el
reconocimiento del receptor y para la subsecuente activación o represión de la expresión de
genes diana.
En presencia de 9cis RA, el homodímero RXR-RXR puede activar la transcripción génica sobre
elementos de respuesta DR-1.
Merece la pena señalar aquí que muchos de los genes con elementos de respuesta para
vitamina D también contienen elementos de respuesta (VDRE) con repeticiones de la
secuencia AGGTCA espaciadas por tres nucleótidos (DR3).
Se requiere una interacción finamente regulada entre los diferentes tipos de receptores
nucleares de retinoides para que las hormonas ejerzan sus efectos específicos.
Los RXRs funcionan como correguladores que potencian la unión de los receptores para el
ácido retinoico todo-trans (RARs), la hormona tiroidea, la vitamina D y el proliferante
peroxisómico a sus elementos de respuesta específicos.
Además los RXRs también pueden formar heterodímeros con receptores huérfanos.
En definitiva, los RXRs funcionan como cofactores obligatorios y su nivel puede ser decisivo a la
hora de determinar los efectos biológicos de otras hormonas.
Los dímeros RXR-RAR pero o los RXR-RXR median la inhibición del crecimiento.
Estos hallazgos sugieren que la vía RXR-RAR media los efectos de los retinoides sobre estos
sistemas celulares, mientras que los RXR-RXR no tienen ese papel.
Existen, no obstante, informaciones sobre el papel que juegan los retinoides selectivos para
RXR en la inducción de ciertos genes, como el de la hormona del crecimiento en células
hipofisarias, la alfa-fetoproteína en hepatocitos y la colesterol 7alfa-hidroxilasa en células
HepG2, algunos de los cuales podrían estar implicados en el control del crecimiento celular.
Tres interacciones entre los receptores de retinoides y sus genes diana revistan particular
interés.
PRIMERO
Un mecanismo de retroalimentación positiva posibilitado por la presencia de elementos de
respuesta para retinoides en los tres genes RAR.
Ello sugiere que la autoinducción de RAR en algunos tejidos podría amplificar los efectos de los
retinoides.
De hecho, ATRA y 9-cis RA inducen RARβ (mRNA y proteína) en células tumorales, un proceso
conocido por ser mediado por la activación, vía heterodímeros RXR-RAR, de un RARE DR-5.
SEGUNDO
Un mecanismo de retroalimentación negativa basado en los hallazgos en la línea F9: ésta es un
teratocarcinoma de ratón en el que la sobre-expresión de CRABP-I (una de las proteínas
celulares ligadoras de ácido retinoico) tras incubación con ácido retinoico provoca la reducción
de la expresión de algunos de los genes que responden a este retinoide. .
EN TERCER LUGAR
Dicho antagonismo puede explicar, al menos en parte, la que es, quizá la más significativa
propiedad de los retinoides: su capacidad para limitar el crecimiento celular, enlentecer la
progresión de ciertas neoplasias y bloquear in vivo e in vitro la acción de promotores
tumorales.
Hasta la fecha están descritos tres mecanismos básicos que explican el antagonismo de los
receptores de retinoides con AP-1: inhibición de la unión de AP-1 al DNA, inhibición de la
actividad de la dinasa Nterminal de Jun e inhibición de la inducción de la proteína Jun.
Finalmente, hay que tener en cuenta que los retinoides también pueden actuar siguiendo
mecanismos post-transcripcionales, tales como la inducción de factor de crecimiento
transformante-β.
Estos mecanismos y los dependientes de AP-1 subrayan la importancia del «diálogo» entre los
retinoides y otras vías de transducción de señal.
La acción neta de un retinoide sobre una célula dada depende de la composición en receptores
para retinoides de dicha célula (existen importantes diferencias en la distribución tisular de
estos receptores), así como de su estado metabólico y del momento concreto en que se
encuentre dentro del ciclo de proliferación celular.
Cada gen RARα, β o γ puede generar múltiples isoformas bien mediante la utilización
diferencial de dos promotores internos en cada gen RAR (este mecanismo es también el que se
utiliza para generar las únicas isoformas conocidas de RXR: las RXRγ1 y RXRγ2 del ratón) bien
mediante empalme alternativo de exones o bien iniciando la traducción en un codón interno
CUG.
Es más, la expresión tisular restringida de subtipos e isoformas de los diferentes RAR y RXR,
tanto durante la embriogénesis como en el organismo adulto, sugiere que cada subtipo de RAR
y RXR puede estar ejerciendo una función biológica única.
Por consiguiente, la identificación del patrón de expresión de cada isoforma en un tejido dado
es crítica para que entendamos completamente la relevancia fisiológica de los retinoides en
ese tejido.
Las isoformas de los diferentes RAR difieren en la región aminoterminal que es,
probablemente, la responsable de la especificidad de acción de cada isoforma.
Análisis de la expresión de mRNA para RARα en tejidos humanos y de ratón revelan que
existen dos cadenas de mRNA diferentes, de 2.7 kilobases (kb) y 3.4 kb, que se expresan
ubicuamente aunque se han observado diferencias entre los niveles de expresión de las
isoformas RARα1 y RARα2.
La isoforma RARα1 es más abundante en el riñón (así como en cerebro, piel, músculo y
corazón) que la isoforma RARα2.
El gen RARβ genera múltiples transcritos (isoformas 1 a 4) que pueden encontrarse a gran
escala en riñón.
El riñón contiene isoformas RARβ2 y RARβ4, que comparten el mismo promotor y que se
expresan diferencialmente mediante empalme alternativo.
Tampoco existen datos sobre los factores que modulen la expresión de estos receptores,
excepción hecha de un trabajo que describe que la castración de la rata reduce la expresión
renal de RARα y RARγ, recuperándose dicha expresión mediante la administración de
testosterona, lo que sugiere que los andrógenos influyen sobre la expresión renal de RARs.
El dominio de unión al DNA, concretamente, contiene dos «dedos de zinc» que confieren a la
proteína su capacidad para reconocer secuencias específicas de DNA y activar genes diana.
El dominio de unión al DNA, concretamente, contiene dos «dedos de zinc» que confieren a la
proteína su capacidad para reconocer secuencias específicas de DNA y activar genes diana.
Repasemos ahora los conocimientos existentes sobre los receptores RXR renales. En primer
lugar, debe señalarse que se ha demostrado recientemente la expresión de los tres subtipos,
RXRα, β y γ, con predominio del primero, en túbulos proximales y distales pero no en
glomérulos.
Debido a que las concentraciones séricas de vitamina A aumentan tras nefrectomía unilateral,
se ha propuesto que la vitamina A y sus derivados podrían ser mediadores de la hipertrofia
renal compensatoria.
En presencia de tal variedad de efectos sobre las células mesangiales, no es sorprendente que
existan pruebas de que estas células puedan ser, además, un almacén de vitamina A.
Si bien reproduce algunos de los efectos renales del ácido retinoico todo-trans, ya que se une y
activa a los RARs, no debe olvidarse que el ser ligando de los tres subtipos de RXR le confiere
propiedades únicas.
El ácido 9-cis retinoico se une y activa a los RARs a concentraciones fisiológicas (Kd = 15 nM).
Este hecho, unido a la presencia in vivo del ácido 9-cis retinoico, particularmente en riñón34,
sugiere que este retinoide es, en realidad, una hormona natural.
Recientemente se han aportado datos muy interesantes que sugieren que una de las posibles
funciones de este retinoide en el riñón sería la cooperación vía activación de los RXRs, en la
activación de genes de respuesta a la vitamina D situados en las células tubulares proximales y
distales.
Los RXRs activados también pueden actuar in vivo aumentando en cuestión de horas los
niveles renales de mRNA para 25-hidroxi-vitamina D3-24-hidroxilasa, una enzima clave en el
catabolismo de la 1,25-dihidroxivitamina D3, lo que refuerza el papel de los RXRs en la
regulación de vías de señalización dependientes de vitamina D.
Pese a que los datos comentados en este apartado y en el anterior son muy interesantes, hay
que admitir que el estudio del papel de los retinoides en la fisiología renal se encuentra
prácticamente en sus albores.
Por otra parte, el diseño de retinoides sintéticos con alta especificidad para receptores
concretos permitirá reducir los efectos adversos asociados tradicionalmente al tratamiento
con retinoides.
El receptor retinoide X (RXR) es un receptor de vitamina A que a menudo se asocia con otros
receptores importantes dentro de las células. Como resultado, tiene varias funciones
importantes en la producción de energía, respuestas inmunes, desarrollo y salud de la piel.
Los receptores retinoides X (RXR) son receptores de vitamina A que a menudo se asocian con
otros receptores importantes, incluidos los receptores de ácido retinoico, los receptores de
vitamina D, los receptores de hormonas tiroideas y los PPAR.
Por lo tanto, estos tienen roles críticos en la producción de energía (obesidad, azúcar en la
sangre, colesterol), antiinflamatorios, prevención del intestino permeable, salud de la piel y
prevención del cáncer.
EL ÁCIDO 9-CIS-RETINOICO
Es un retinoide activo que regula la expresión de genes que responden a los retinoides,
sirviendo como ligando para dos clases de factores de transcripción dependientes de ligandos,
los receptores de ácido retinoico y los receptores de retinoides X.
Los retinoides (vitamina A y sus análogos) son sustancias dietéticas esenciales que necesitan
los mamíferos para la reproducción, la embriogénesis normal, el crecimiento, la visión y para
mantener la diferenciación celular normal y la integridad del sistema inmunitario.
El ácido todo-trans-retinoico se une solo a RAR con alta afinidad, mientras que su isómero 9-cis
se une con alta afinidad tanto a RAR como a RXR. Las acciones del ácido todo trans y ácido 9-
cis-retinoico en la regulación de las respuestas celulares son distintas y no intercambiables.
(PMID: 9115228) [HMDB].
Los RAR forman heterodímeros con los receptores de retinoides X (RXR), como se muestra en
la Figura .
Los RAR pueden unir tanto RA completamente trans como RA 9-cis y, pero los RXR tienen la
capacidad de unirse solo al isómero 9-cisRA.
Desde entonces también se han identificado isoformas de receptores múltiples para cada uno
de estos RAR, que surgen debido a variaciones de empalme o al uso de promotores distintos
que pueden encontrarse corriente arriba de exones específicos dentro de las secuencias
codificantes de genes.
Los promotores de clase I contienen cajas TATA mientras que los promotores de clase II no.
Los estudios sobre la distribución tisular de los RAR han revelado muchas diferencias en sus
patrones espaciales de expresión.
Los Receptores de Retinoides X (RXR) son vitales para el control de genes que están
involucrados en la respuesta inmune.
EFECTOS DE FXR
Las nuevas terapias que mejoran la sensibilidad a la insulina incluyen moléculas que se asocian
con RXR como parte de un complejo con otros receptores.
Por ejemplo, RXR se asocia con PPARγ. Esto mejora los niveles de glucosa en sangre, los niveles
de grasa en la sangre, reduce la resistencia a la insulina y previene otros factores de riesgo de
enfermedad cardíaca.
En los estudios basados en células, las moléculas que activaron los receptores de retinoides X
también previnieron el daño oxidativo del nivel alto de azúcar en la sangre.
En las células de rata, la actividad de RXR bloquea la MAP quinasa p38, que detiene la
señalización de la angiotensina II.
Al prevenir la inflamación en las células musculares, los activadores de RXR evitan los
trastornos de los vasos sanguíneos.
RXRs Y DESARROLLO
Los animales de laboratorio sin el gen RXR-α no pueden desarrollar tejido cardíaco sano.
Los animales de laboratorio sin RXR-α tampoco pueden desarrollar ojos y visión saludables.
Mientras tanto, los animales de laboratorio sin RXR-β son estériles.
En la mayoría de los casos, estos animales tampoco prosperan durante el desarrollo temprano.
Los animales de laboratorio sin los genes RXR-β y RXR-γ tienen defectos metabólicos y de
comportamiento.
Sin embargo, en ratones, los niveles excesivos de vitamina A también producen déficits
cognitivos y reducen el crecimiento celular en el hipocampo.
Los RXR se asocian con los RAR para controlar la producción de genes en respuesta a la
vitamina.
Los ratones con vías LXR dañadas tienen problemas con la producción de células grasas. Estos
daños también causan problemas con el metabolismo.
FXR-RXR ayuda:
Mantener equilibrados varios ácidos biliares en el cuerpo.
Aumenta la producción celular a partir de genes que permiten la expulsión de ácidos
biliares de las células.
Controla la digestión, ya que los ácidos biliares son señales importantes para el
sistema digestivo.
Aumenta la sensibilidad a la insulina Los ratones sin el gen FXR tienen colesterol alto y
ácidos biliares en la sangre.
Los ratones sin el gen RXR-α pueden tener muchos defectos de crecimiento y desarrollo,
incluidos los siguientes:
Subdesarrollo cardíaco y pulmonar
Fracaso del desarrollo del útero y la vagina
Malformación renal
Malformación ósea y tisular
Defectos de retina
Sin embargo, el pre tratamiento con ácido retinoico mitigó esta reducción de la producción de
células RXR.
Al igual que otras proteínas de membrana, los receptores sufren un ciclo natural de síntesis, de
ensamble en la membrana plasmática (donde son totalmente funcionales) y de su posterior
destrucción al interior celular.
No obstante este reciclaje natural de la economía celular, hay determinadas situaciones en las
cuales los receptores son regulados en función de la homeostasis celular.
DESENSIBILIZACIÓN DE RECEPTORES.
Por tanto puede ser debida a procesos patológicos o a consecuencia de una terapia
farmacológica, en tal caso, predecible.
Pero si es un proceso de largo desarrollo, el cual puede tomar días en instaurarse, se habla del
desarrollo de tolerancia.
- DESENSIBILIZACIÓN HOMÓLOGA.
Es un proceso de pérdida de la capacidad de respuesta celular consecuencia de un
cambio estructural o funcional ocurrido en la misma molécula del receptor, por :
Una disminución de la afinidad del receptor por modificaciones de la conformación
molecular de éste.
Iinhibición de la síntesis de novo de receptores, o bién por
una disminución en el número total de receptores funcionales en la membrana celular,
fenómeno conocido también con el nombre de down-regulation.
La disminución del número de receptores en la membrana puede ser
consecuencia de los siguientes procesos: internalización del receptor
inactivación del receptor proteólisis del receptor por enzimas
intracelulares liberación del receptor al exterior celular.
HIPERSENSIBILIDAD DE RECEPTORES.
CINÉTICA DE RECEPTORES
Aún antes de acuñar el término de sustancia receptora, Langley propuso en 1878 que la
combinación fármaco-célula y el efecto farmacológico observado, debían seguir la ley de
masas.
Posteriormente la idea fue desarrollada por Clark en los años 20 con el supuesto que la
formación del complejo fármaco-receptor, además de seguir la ley de masas, debía ser
reversible y que el efecto observado fuera proporcional al número de receptores ocupados y,
de aquí, que el efecto máximo se lograra al ocupar todos los receptores.
Además de los mecanismos que regulan de forma rápida la actividad de los receptores,
mencionados anteriormente, existen otros mecanismos de desensibilización lenta del receptor
que implican la internalización y la degradación proteolítica del mismo.
Así, una vez que el receptor ha transmitido las correspondientes señales, el complejo ligando-
receptor es internalizado hacia los endosomas primarios, principalmente mediante su inclusión
en vesículas recubiertas de clatrina, aunque parecen existir otras vías independientes de éstas.
El destino último del receptor internalizado puede ser su degradación proteolítica en lisosomas
o su retorno a la membrana plasmática, esto depende en parte del tipo de ligando unido al
receptor.
EPÍLOGO:
Cuando creemos conocerlo todo, es cuando debemos sentirnos más débiles, ya que nuestro
conocimiento, será nuestra propia prisión, entonces liberémonos empecemos a pensar, a
filosofar.
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the Centennial Anniversary of the Founding of the American Society of Pharmacology and
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