El matrimonio es una de las instituciones fundamentales del Derecho, de la religión y de la vida
misma de todas las personas. Su configuración es tan antigua desde la primera unión de la pareja humana, partiendo de esa unión todas las investigaciones sobre el origen de la vida y desarrollo humano. Es tenida como la base de la familia y como la clave para la existencia perpetua del género humano. Por supuesto que la familia que nace del vínculo matrimonial no es la única, ya que el término familia implica la posible existencia de otros modelos, como la familia monoparental o la familia formada no por los cónyuges, sino por los abuelos y abuelas con sus nietos y nietas.
Para la religión es un sacramento y para el derecho es un contrato. Se configura con el
consentimiento de un hombre y de una mujer para establecer entre ellos una unión, regulada por la ley, y en el caso de la concepción religiosa también es la unión entre un hombre y una mujer se unen perpetuamente conforme las disposiciones religiosas. De esto vemos claramente que para la religión la unión es perpetua, no así para la civil, que es regulada por la ley.