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Abram y Lot

Capítulo 13

Tema: Abraham se separa de Lot, Lot va a Sodoma; Dios se le aparece a Abraham y le


reafirma Su promesa.

Este capítulo nos relata el regreso de Abraham de las tierras de Egipto, junto con Lot,
hacia la tierra prometida. Lot se separó de Abraham, dirigiéndose a Sodoma. Entonces
Dios se le apareció a Abraham por tercera vez. Mientras él estuvo en Egipto y asociado
a Lot, Dios no se le apareció. Apenas llegó a la tierra y se produjo la separación de Lot,
Dios se le apareció. Leamos los primeros 4 versículos:

"Subió, pues, Abraham de Egipto al Neguev, él y su mujer con todo lo que poseía; y con
él, Lot. Y Abraham era muy rico en ganado, en plata y en oro. Y anduvo en sus jornadas
desde el Neguev hasta Betel, al lugar donde su tienda había estado al principio, entre
Betel y Hai, al lugar del altar que antes había hecho allí; y allí Abram invocó el nombre
del Señor."

Aunque había tenido un tropiezo y una caída en su vida, este hombre volvió a Dios. Sus
riquezas materiales eran inmensas y, desde ese punto de vista no tenía motivos para
lamentarse. Pero después de las experiencias de un viaje equivocado a Egipto y del
engaño al Faraón, sintió el deseo, o mejor dicho la necesidad de recuperar su
comunión con Dios. Siempre hubo un camino de regreso al altar para Abraham, como
lo hubo para el hijo pródigo del Evangelio según Lucas, en el Nuevo Testamento, y para
cualquier mujer u hombre que quiera volver a Dios. Los brazos de Dios, el Padre, han
estado y permanecen siempre abiertos para recibirlos. Porque siempre hay un camino
para regresar a Dios. El Evangelio según Juan, en el capítulo 14:6, registra las propias
palabras de Jesucristo, que dijo:

"Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí."

Es así que Abraham salió de Egipto. De la parte sur, cerca de Hebrón, se dirigió hacia el
norte, a la región de Jerusalén con una meta; el altar que había edificado al Señor en
Betel, y donde había invocado su nombre.

Leamos los versículos 5 al 7:

"Y también Lot, que andaba con Abram, tenía ovejas, vacas y tiendas. Y la tierra no
podía sostenerlos para que habitaran juntos, porque sus posesiones eran tantas que ya
no podían habitar juntos. Hubo, pues, contienda entre los pastores del ganado de
Abram y los pastores del ganado de Lot. Y el cananeo y el fereceo habitaban entonces
en aquella tierra."

Abraham había conseguido dos cosas en las tierras de Egipto, que le causarían una
profunda aflicción. Una de ellas consistió en riquezas y la segunda, una criada egipcia
llamada Agar, acerca de quién oiremos más adelante. Y ahora que Abraham tenía
riquezas, resulta que éstas hicieron que él y Lot tuvieran que separarse; porque surgió
una disputa entre ellos.

Observemos que se nos aclara que los cananeos y fereceos habitaban en aquella tierra.
Y resulta que los pastores de Abram y de Lot discutieron y Abram y Lot no se ponían de
acuerdo. Al mencionarlos aquí, parece que se nos quiere indicar que aquellos dos
pueblos no debieron quedarse, en esta ocasión, con una buena impresión de Abram y
Lot, especialmente porque cuando el patriarca llegó allí por primera vez, los cananeos
y fereceos les habían visto construir un altar dedicado al Dios viviente y verdadero.
¡Qué diferente era el Abraham que contemplábamos entonces con admiración, por su
honestidad, veracidad y grandeza espiritual! ¡Qué contraste al observarlo en este
pasaje discutiendo con Lot!

Veamos en qué terminó la disputa, leyendo los versículos 8 y 9:

"Y Abram dijo a Lot: Te ruego que no haya contienda entre nosotros, ni entre mis
pastores y tus pastores, porque somos hermanos. ¿No está toda la tierra delante de ti?
Te ruego que te separes de mí: si vas a la izquierda, yo iré a la derecha; y si a la
derecha, yo iré a la izquierda."

Fue Abraham quien tomó la iniciativa en esta separación. Solo un gran hombre podía
tener una actitud generosa y desinteresada como ésta. Abraham le dio a Lot la
oportunidad de elegir lo que quisiese, y él se conformaría con lo que quedase.
También se destaca aquí su fe en las promesas de Dios. Leamos los versículos 10 al 12,
para ver cómo se resolvió el asunto:

Lot va a Sodomoa
"Y alzó Lot los ojos y vio todo el valle del Jordán, el cual estaba bien regado por todas
partes (esto fue antes de que el Señor destruyera a Sodoma y Gomorra) como el
huerto del Señor, como la tierra de Egipto rumbo a Zoar. Y escogió Lot para sí todo el
valle del Jordán; y viajó Lot hacia el Oriente. Así se separaron el uno del otro. Abram se
estableció en la tierra de Canaán, en tanto que Lot se estableció en las ciudades del
valle, y fue poniendo sus tiendas hasta Sodoma."

Lot se sintió atraído por aquellas verdes llanuras, atravesadas por el río Jordán. Debía
haber sido una tierra muy bella como para ser comparada, como expresa el versículo
10, con el huerto del Señor. Entonces escogió Lot aquellas regiones, estableciéndose
en ellas y extendiendo sus tiendas hasta llegar a la ciudad de Sodoma, en la que
finalmente habitó. Al hacerlo así estaba cometiendo, quizás inconscientemente, el
mayor error de su vida. Veamos la afirmación del versículo 13:

"Y los hombres de Sodoma eran malos y pecadores contra el Señor en gran manera."

Evidentemente Lot no sabía nada de esto. Más adelante leeremos el relato de lo que le
sucedió a Lot y a su familia en la ciudad de Sodoma.
Prosiguiendo con nuestro estudio veremos ahora que

Dios aparece a Abraham y le reafirma su promesa


Leamos los versículos 14 al 16:

"Y el Señor dijo a Abram después que Lot se había separado de él: Alza ahora los ojos y
mira desde el lugar donde estás hacia el norte, el sur, el oriente y el occidente, pues
toda la tierra que ves te la daré a ti y a tu descendencia para siempre. Y haré tu
descendencia como el polvo de la tierra; de manera que si alguien puede contar el
polvo de la tierra, también tu descendencia podrá contarse."

Esta es la tercera aparición de Dios al patriarca y en ella le muestra, de forma precisa,


la inmensidad de la tierra que iba a darle a él y a su descendencia, que iba a ser
increíblemente numerosa. Dice el versículo 18:

"Levántate, recorre la tierra a lo largo y a lo ancho de ella, porque a ti te la daré."

Aquí Dios le invita a tomar posesión efectiva de la tierra, tierra de gran riqueza y
belleza en aquellos tiempos. Este capítulo finaliza con el versículo 18 que nos dice lo
siguiente:

"Entonces Abram mudó su tienda, y vino y habitó en el encinar de Manre, que está en
Hebrón, y edificó allí un altar al Señor."

Evidentemente Abraham era un gran constructor de altares. Como hemos indicado


anteriormente, siempre iba señalando los lugares que para él tenían un significado
especial, dejando en ellos un testimonio de su relación con Dios. Era su forma de
honrar y adorar al Dios de la promesa, por todo lo que Él le había prometido y
entregado.

Uno de los significados de Manre es "riqueza" y Hebrón significa "comunión". Aquel sí


que era un lugar maravilloso para vivir y quedarse. Era el lugar de la riqueza y la
comunión con Dios. Este fue el hogar de Abraham, y el lugar donde, tas su muerte,
sería enterrado.

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