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Traumatismo raquimedular: Abordaje clínico


inicial

Article · January 2015

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7 authors, including:

Luis Rafael Moscote-Salazar Héctor Romero Rivera


Universidad de Cartagena Universidad de Cartagena
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Marticela Cabeza-Morales Andres Mariano Rubiano Escobar


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103

REVISIÓN DE TEMA

Traumatismo raquimedular: Abordaje clínico inicial


Luís Rafael Moscote-Salazar, MD.(1); Hector Rolando Romero Rivera(2); Marticela Cabeza-Morales(2); Andrés M. Rubiano(3);
Gabriel Alcalá-Cerra, MD.(1)

Resumen
El traumatismo raquimedular es una lesión que afecta la columna vertebral y/o la médula espinal generado
por un trauma, ya sea directo o indirecto. Es una condición clínica devastadora que afecta a muchas personas
anualmente en el mundo. El abordaje inicial de esta entidad es determinante en los resultados que puedan
obtenerse en el manejo global de la misma, por tanto, es importante que todo el personal de salud esté bien ca-
pacitado en la atención temprana de esta patología con el fin de evitar consecuencias adversas para el paciente
y disminuir las posibles complicaciones que se derivan de este tipo de trauma. El diagnóstico y tratamiento
tempranos pueden mejorar la recuperación neurológica y, subsecuentemente, evitar lesiones adicionales.

Palabras clave: médula espinal, trauma, traumatismo de la médula espinal.

Trauma of the spine and spinal cord: Current clinical approach

Abstract
Trauma of the spine and spinal cord is an injury affecting the spine and/or the spinal cord. This injury can
be produced by either direct or indirect trauma. This is a devastating clinical condition that affects many
people every year on a worldwide basis. The initial approach to this condition is critical with the regard to
the outcome of its global management. It is important to adequately train all healthcare personnel in the early
attention of this condition, with the aim of avoiding adverse consequences for the patient and reducing the
potential complications derived from this type of trauma. Early diagnosis and treatment can improve neuro-
logical recovery and, subsequently, avoid additional injuries.

Keywords: spinal cord, trauma, trauma of the spinal cord.

Introducción
El traumatismo raquimedular hace referencia a las lesiones que comprometen la columna vertebral
y/o la médula espinal causadas por un trauma directo o indirecto (1). Se considera un evento devastador
para las víctimas, ya que genera un impacto a largo plazo sobre las funciones motora, autonómica y
sensorial y en la vida diaria (2-6), con lo cual se produce un efecto negativo en la función psicosocial
de estas personas y excesivos costos para los sistemas de salud y económicos de los países. Se estima

► (1)
Neurocirujano, Universidad de Cartagena. (2) Estudiante de Medicina, Universidad de Cartagena. (3) Director de Investigación en Neuro-
trauma, Universidad El Bosque, Bogotá.
► Correspondencia: Dr. Luis Rafael Moscote Salazar. Correo electrónico: mineurocirujano@aol.com

► Citar como: Moscote-Salazar LR, Romero HR, Cabeza- Morales M, Rubiano A, Alcalá-Cerra G. Traumatismo raquimedular: Abordaje

clínico inicial. Perspectiva en Urgencias 2015; 1(2): 103-111.


► Recibido: 24/03/2015, Aprobado: 13/05/2015.
Perspectiva en Urgencias Volumen 1 Número 2, 2015
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que cada año se presentan 2,3 casos nuevos por cada son las que con mayor frecuencia requieren tratamien-
100.000 habitantes, aunque existen variaciones regio- to en unidades de cuidado intensivo.
nales en cuanto a su incidencia (7). Su presentación tie-
ne una distribución etaria bimodal, con un primer pico Fisiopatología
entre los 15 y 30 años, generalmente causados por ac-
Los procesos fisiopatológicos involucrados en el
cidentes de tránsito, caídas de grandes alturas, lesiones
traumatismo raquimedular pueden dividirse en meca-
deportivas y acciones violentas (8). Se observa otro pico
en la población mayor de 65 años de edad, más notable nismos de lesión primaria y secundaria. La lesión pri-
en los países desarrollados, a medida que la expectativa maria es generada por los efectos mecánicos iniciales
de vida aumenta. En este grupo, las caídas desde bajas de una fuerza compresiva traumática aplicada sobre la
alturas son causa cada vez más frecuente de lesiones médula espinal, que causa laceración y/ la formación
vertebrales y medulares (7). Aunque su incidencia es de hematoma intramedular. La fuerza compresiva tí-
relativamente baja, la carga económica es alta, similar a picamente es producida por un material óseo o discal
la de otras condiciones crónicas pues los individuos que que entra al canal espinal como consecuencia de una
sufren traumatismo raquimedular requieren un cuidado fractura o dislocación vertebral. Como resultado del
médico permanente para el manejo de complicaciones y evento mecánico inicial y la compresión persistente
consecuencias de las lesiones producidas (9). de la médula espinal, se genera una cascada de meca-
nismos de lesión secundaria que exacerba el grado de
La mortalidad es muy variable, y está en relación destrucción tisular (10).
con la severidad (ASIA A-C vs. D), extensión (único
vs. múltiples niveles) y segmento espinal de la lesión, Los mecanismos de lesión secundaria se dan desde el
así como la coexistencia de lesiones adicionales dis- mismo momento en que se produce la lesión primaria,
tantes a la columna vertebral y la médula espinal (7). e inician una serie de eventos fisiopatológicos que de-
No obstante, debido a su repercusión hemodinámica penden del tiempo transcurrido desde el comienzo de
y ventilatoria, las lesiones cervicales o torácicas altas la lesión (11). Estos eventos se resumen en la tabla 1.

Tabla 1. Fisiopatología del traumatismo raquimedular.


Tiempo Fase Proceso fisiopatológico
≤ 2 horas Primaria inmediata Lesión mecánica primaria.
Hemorragias de la sustancia gris.
Desconexión axonal.
Necrosis hemorrágica.
Activación de la microglía con liberación de citoquinas (IL-1β, TNFα, IL-6, entre otras).
≤ 48 horas Aguda temprana Edema citotóxico y vasogénico.
Producción de ROS: peroxidación lipídica.
Excito-toxicidad mediada por glutamato.
Hemorragias continuas y necrosis.
Infiltración de neutrófilos.
Pérdida de la permeabilidad de la barrera hemato-encefálica.
Desmielinización temprana (apoptosis de oligodendrocitos).
Muerte neuronal.
Eventos sistémicos (choque sistémico, choque espinal, hipotensión, hipoxia).
≤14 días Secundaria subaguda Infiltrado de macrófagos.
Inicio de la cicatriz astro-glial (astrocitosis reactiva).
Reparación de la barrera hemato-encefálica y resolución del edema.
≤ 6 meses Intermedia Consolidación de la cicatriz astroglial
Formación de quistes.
Estabilización de la lesión.
≥ 6 meses Crónica/tardía Degeneración walleriana prolongada.
Persistencia de axones no lesionados y desmielinizados.
Inicio de los procesos de plasticidad estructural y funcional del tejido medular no lesionado.
Traumatismo raquimedular: Abordaje clínico inicial Moscote-Salazar y cols.
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Enfoque inicial Medidas de inmovilización espinal


En la evaluación primaria del paciente en la unidad de Para la inmovilización de la columna vertebral
cuidados intensivos es recomendable aplicar las reco- debe colocarse un collar cervical rígido; se hace in-
mendaciones consignadas en el protocolo para el sopor- movilización cefálica y tabla espinal en todos los
te vital de las lesiones espinales traumáticas (11). Estas pacientes inconscientes, así como en los conscien-
incluyen la evaluación del “ABCD”, dando prioridad tes que refieran dolor espinal. La inmovilización
al mantenimiento de la permeabilidad de la vía aérea, debe mantenerse hasta descartar lesiones espinales
la ventilación y la circulación, al tiempo que se instau- o medulares, o cuando se haga su tratamiento de-
ran medidas de inmovilización espinal (12-14) (figura finitivo (14, 16, 17). Si se diagnostica dislocación
1). Las fuerzas que producen le lesión espinal son, por occipitocervical, la columna cervical del paciente
lo general, suficientes para infligir lesiones traumáticas debería ser inmovilizada con bolsas de arena en una
adicionales, tales como fracturas de huesos largos, frac- posición neutra o con un halo de órtesis en lugar de
turas pélvicas, viscerales y cráneo-faciales. Por tanto, el un collar cervical, debido a que el este último es un
examinador debería tener un alto grado de sospecha de dispositivo distractor que puede empeorar la dislo-
lesiones adicionales, especialmente debido a que es muy cación occipitocervical. Así mismo, la tracción en
probable que la sensibilidad en el traumatismo raquime- este caso está contraindicada (15).
dular esté comprometida. Luego, se debe realizar una
evaluación neurológica y clasificar el grado de lesión Los pacientes en riesgo de lesiones de columna
usando los estándares internacionales de la American vertebral son aquellos que presenten alguna de las si-
Spinal Cord Injury Association (ASIA) (15). guientes condiciones (14):

Evaluación primaria
Evaluación secundaria con énfasis
Trauma raquimedular A-B-C-D-E
en el examen neurológico
Inmovilización espinal

• Alerta
• Sin intoxicación confirmada o sospechada
• Ausencia de dolor cervical
• Ausencia de déficit neurológico focal
• Sin dolor a la palpación cervical superior
• Ausencia de lesiones distractoras (Fracturas de huesos largos,
grandes laceraciones, lesiones por aplastamiento o arrancamiento,
quemaduras extensas, lesiones viscerales que requieren evaluación
quirúrgica o lesiones que producen alteración funcional aguda)

Evaluación imagenológica
Si No
con TC y/o IRM

No es necesaria evaluación Confirmación de lesión Ausencia de lesión medular


imagenológica medular o espinal o espinal

Mantener la inmovilización espinal


Evaluación por Neurocirugía / solo si persiste la sospecha de
Cirugía de Columna una lesión espinal y se requiere
evaluación adicional

Figura 1. Evaluación inicial del paciente con trauma raquimedular. TC: tomografía computari-
zada. IRM: imágenes de resonancia magnética.
Perspectiva en Urgencias Volumen 1 Número 2, 2015
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• Alteración del estado mental clasificación estandarizada de la lesión medular pro-


puesta por la ASIA (tabla 2, figura 2), disponible en:
• Intoxicación http://www.asia-spinalinjury.org/elearning/Key_Sen-
• Dolor o deformidad espinal sory_Points.pdf

• Sospecha de fractura en una extremidad o lesiones Adicionalmente, desde el punto de vista clínico se
por distracción (fracturas de huesos largos, lesio- identifica el nivel probable de la lesión, lo cual tiene
nes viscerales que requieren evaluación quirúrgica, fuertes implicaciones en la evaluación radiológica, el
quemaduras extensas, lesiones del tórax superior, manejo y el pronóstico (15).
laceraciones, abrasiones o aplastamientos extensos;
cualquier lesión que produce alteración funcional De acuerdo con los hallazgos del examen neurológi-
aguda que impida el examen físico general, mental co, las lesiones medulares pueden clasificarse en algu-
y neurológico). no de los siguientes síndromes clínicos:

• Pacientes con déficit neurológicos focales – Síndrome de sección medular


No obstante, los pacientes que se encuentran cons- – Síndrome de hemisección medular o de Brown-
cientes, alertas y asintomáticos, sin dolor cervical, ni Séquard
anormalidades sensitivas o motoras u otras lesiones
que alteren el examen clínico, pueden transportarse sin – Síndrome centromedular o de Schneider
inmovilización cervical, lo cual facilita el manejo de la – Síndrome medular anterior
vía aérea así como la ventilación, y a su vez disminuye
el riesgo de aspiración. No se recomienda inmoviliza- – Síndrome del cono medular
ción en casos de lesiones penetrantes, ya que la proba-
bilidad de inestabilidad cervical es muy baja y puede – Síndrome de cauda equina
retrasar la resucitación (18). La evaluación neurológica se repite diariamente
durante las primeras 72 horas, cuando se observan
Evaluación secundaria
los principales cambios (15). En los pacientes con
La segunda fase de la evaluación se enfoca en carac- síndrome de sección medular completa, durante los
terizar las lesiones espinales y/o medulares. Se visualiza primeros tres a cinco días de la lesión, los reflejos
y palpa toda la columna vertebral y la musculatura para- pueden encontrarse abolidos. Este período se conoce
espinal, en búsqueda de deformidades o dolor local. El como choque medular (que no es sinónimo del cho-
priapismo también puede sugerir lesión medular (18). que neurogénico de origen medular), cuyo final está
determinado clínicamente por la reaparición del refle-
Los hallazgos hechos durante el examen neurológi- jo bulbo-cavernoso. Si al reaparecer este reflejo per-
co deben consignarse en la escala de discapacidad y sisten los hallazgos del síndrome de sección medular

Tabla 2. Escala de discapacidad ASIA.


Categoría Descripción
A Completa: sin funciones motoras o sensitivas preservadas en los segmentos sacros S4-S5.
B Incompleta: preservación de función sensitiva, pero no motora, por debajo del nivel neurológico e incluye S4 y S5.
C Incompleta: preservación de la función motora por debajo del nivel neurológico; sin embargo, más de la mitad de los
músculos clave por debajo del nivel neurológico tienen una fuerza muscular menor de 3 (no son lo suficientemente
fuertes para moverse contra la gravedad).
D Incompleta: preservación de la función motora por debajo del nivel neurológico; por lo menos, la mitad de los múscu-
los clave por debajo del nivel neurológico tienen una fuerza muscular 3 o mayor (esto quiere decir, que las articulacio-
nes pueden moverse contra la gravedad).
E Normal: funciones motoras y sensitivas normales.
Traumatismo raquimedular: Abordaje clínico inicial Moscote-Salazar y cols.
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Figura 2. Clasificación neurológica estandarizada de la lesión medular de la American Spinal Injury Association (ASIA).

completa, las probabilidades de recuperación neuro- Evaluación imaginológica


lógica son ínfimas.
No existe un estándar de oro para el diagnóstico de
las lesiones raquimedulares traumáticas; sin embargo, la
El pronóstico del traumatismo raquimedular puede
utilización racional de los exámenes de radiología con-
ser predicho por el estado neurológico inicial. Los pa-
vencional, tomografía computarizada (TC) e imágenes
cientes con una categoría ASIA categoría A, tiene solo de resonancia magnética (IRM) permite detectar casi la
un 2 a 3% de probabilidad de alcanzar la categoría D totalidad de las lesiones clínicamente relevantes (20).
en un año. De igual modo, el nivel de las lesiones in-
completas y la edad son determinantes mayores de los En la actualidad, el método más recomendable para
resultados a largo plazo. Los pacientes con ASIA cate- la detección de lesiones vertebrales es la TC, dada su
alta disponibilidad, sensibilidad y especificidad; mien-
goría B, con preservación de la sensibilidad al pincha-
tras que la radiología convencional solo se considera
zo perianal, tiene un 70% de probabilidad de recuperar
como alternativa a la no disponibilidad de la TC (21).
la función del miembro. Igualmente, más del 90% de
pacientes menores de 50 años con ASIA de C o D pue- La indicación de los estudios imaginológicos se
den llegar a caminar en un año (19). realiza con base en los hallazgos clínicos (22). En los
Perspectiva en Urgencias Volumen 1 Número 2, 2015
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pacientes conscientes que demuestran un nivel sensiti- 4. Prevenir complicaciones sistémicas.


vo, se tendrá en cuenta que el nivel sensitivo por lesio-
nes cervicales está un nivel por encima del segmento 5. Propiciar la rehabilitación temprana.
de la lesión, en los torácicos altos, un nivel por debajo, Cuidados respiratorios
en los torácicos bajos, dos segmentos y los del cono
medular y la cauda equina, producen síndromes bien Las alteraciones respiratorias son la principal causa
definidos. Sin embargo, se recomienda explorar todos de muerte en los pacientes con traumatismo raquime-
los segmentos de la columna vertebral que se encuen- dular (23), es por ello que el cuidado protocolizado del
tran por debajo del déficit neurológico (21). sistema respiratorio es prioritario, hecho que está aso-
ciado con menor incidencia de complicaciones, días en
En los pacientes con alteraciones del estado de ventilación mecánica, estancia en cuidados intensivos
consciencia (p. ej. traumatismo cráneo-encefálico y costos de atención (24).
moderado y severo, intoxicaciones, choque, etc.) se
La mayoría de los pacientes con cuadriplejía alta pre-
indica la evaluación de toda la columna vertebral me-
sentarán alteraciones respiratorias por compromiso de
diante TC (15).
la inervación diafragmática (C3-C4-C5) desde el in-
Para la evaluación de la columna cervical, las radio- greso, o bien desarrollarlas en los primeros cinco días
grafías de tres proyecciones (antero-posterior, lateral posteriores al trauma debido al edema medular ascen-
y odontoides) solo se recomiendan cuando la TC no dente (25). Por tanto, el manejo respiratorio de estos
pacientes generalmente incluye intubación, ventila-
se está disponible; en caso de detectarse alguna ano-
ción mecánica y traqueostomía, especialmente cuando
malía o cuando no pueden valorarse adecuadamente
la lesión está por encima de C5 (24). De igual modo,
las estructuras óseas, el estudio se complementa con
en los pacientes con signos de falla respiratoria tales
la TC (21).
como taquipnea, hipoxia, tos disminuida y capacidad
La IRM es fundamental en los pacientes con anor- vital menor de 15 ml/kg de peso corporal, se considera
malidades en el examen neurológico, ya que permite la intubación (26). Cabe resaltar que durante la secuen-
diagnosticar lesiones medulares, las cuales se mues- cia rápida de intubación debe evitarse la succinilcolina
durante las primeras 48 horas, debido al alto riesgo de
tran como un aumento de la señal en las secuencias
hiperkalemia fatal (25).
ponderadas en T2, visualizar colecciones epidurales y
lesiones del complejo disco-ligamentario que puedan En los pacientes que no ingresan con signos de insu-
ejercer compresión medular o inestabilidad mecánica, ficiencia respiratoria, se realiza una evaluación integral
información que será muy útil para determinar el tra- de la mecánica ventilatoria, que incluye el examen clí-
tamiento de la lesión. La indicación de la IRM en los nico y la medición del volumen espiratorio forzado en
pacientes que no presentan déficit neurológico debe un segundo, capacidad vital forzada y pico espiratorio
realizarse de acuerdo con el criterio del cirujano de co- de flujo, los cuales se utilizarán para monitorizar dia-
lumna, quien tras evaluar las características específicas riamente la mecánica respiratoria y permitirán antici-
de la lesión, deberá determinar su utilidad (21). La RM parse a la insuficiencia respiratoria (26).
debería ser obtenerse dentro de 48-72 horas de la le-
sión para que sea más confiable (15). Para la prevención de atelectasias, en los pacientes
intubados se considera la utilización de volúmenes
Tratamiento corrientes relativamente altos (10-15 ml/kg), mientras
que en los que se encuentran sin ventilación mecánica
Las acciones terapéuticas deben perseguir los si-
se recomienda el uso de incentivos respiratorios de for-
guientes principios:
ma horaria (27).
1. Preservar las funciones ventilatorias y tratamiento
En los pacientes con lesiones por encima de C5, se
de sus alteraciones. plantea la implantación de un marcapasos diafragmáti-
2. Identificar y tratar las alteraciones hemodinámicas. co, ya que la debilidad diafragmática por denervación
y atrofia muscular es la principal causa de insuficiencia
3. Evitar el empeoramiento del daño neurológico. respiratoria en éstos (23).
Traumatismo raquimedular: Abordaje clínico inicial Moscote-Salazar y cols.
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Cuidados cardiovasculares y hemodinámicos La primera medida para manejar la constipación es


la prevención mediante estimulación digital y medica-
Las acciones terapéuticas deben tender a:
ciones laxantes (30) tales como bisacodilo, a dosis de
• Mantener la tensión arterial media entre 85 y 90 10 mg diarios. En caso de que no se logre favorecer la
mm Hg durante los primeros siete días posteriores defecación tras 72 horas del inicio del tratamiento, la
al trauma, con el fin de garantizar la perfusión me- dosis podrá incrementarse hasta 10 mg cada 12 horas y
dular (28). podrá adicionarse sorbitol (30 ml cada 12 horas por vía
oral o sonda de nutrición) (28).
• Optimizar la resucitación con fluidos en los pacientes
con hipotensión, debe la resucitación, descartar otras Cuidados urogenitales
lesiones como causas potenciales de hipotensión e En la fase inicial del shock medular, cesa por com-
iniciar, si la meta de tensión arterial no se obtiene, pleto la actividad refleja espinal en las áreas por deba-
infusión de norepinefrina a 0,05 mcg/kg/min, la cual jo de la lesión, lo que se traduce en arreflexia del trac-
se titulará para garantizar la perfusión medular (27). to urinario inferior, que implica vejiga neurogénica
Algunos pacientes con lesiones torácicas altas o cer- con llenado pasivo e incontinencia por rebosamiento
vicales, presentan insuficiencia simpática, la cual pue- (13). La duración de esta etapa varía de días a sema-
de manifestarse con episodios de bradicardia extrema nas, antes de la recuperación de la actividad refleja
sintomática que pueden evolucionar a paro cardíaco, vesical (13, 31).
de ahí que requieran vigilancia y tratamiento oportuno
En la fase aguda, una vez se ha descartado la pre-
con medicamentos como atropina o adrenalina (15).
sencia de signos clínicos que indiquen trauma uretral
Algunos casos refractarios se tratarán con marcapasos
(sangrado en el meato urinario, introito vaginal, he-
transitorios transtorácicos o transvenosos (27).
maturia, próstata “flotante”, hematomas en región pe-
rineal), se realiza cateterismo vesical intermitente, el
Cuidados gastrointestinales
cual se asocia con menor incidencia de infecciones del
El inicio de la nutrición enteral debe ser precoz, e tracto urinario, en comparación con la cateterización
ir antes de las 72 horas posteriores al trauma (29). La permanente; por tanto, constituye el método de elec-
profilaxis de las úlceras de la mucosa gástrica indu- ción en pacientes con traumatismo raquimedular (13).
cidas por estrés, está indicada en todos los pacientes También se pueden utilizar otras opciones que están
con lesiones torácicas o cervicales (15), así como en asociadas a menor riesgo de infección del tracto urina-
aquellos que se estén en ventilación mecánica. Se reco- rio como la urofunda o el entrenamiento vesical (31).
miendan de forma rutinaria, la administración de inhi-
bidores de la bomba de protones o antagonistas de los El priapismo es otro evento agudo y generalmente
receptores H2 desde la admisión y por cuatro semanas autolimitado, ocasionado por el aumento de flujo ar-
adicionales. El uso estos agentes más allá de las cuatro terial en los sinusoides cavernosos con sobrecarga de
semanas, no está indicado a menos que estén presentes sangre oxigenada sin provocar isquemia ni acidosis,
otros factores de riesgo para úlcera péptica, tales como por lo cual es raro que produzca secuelas. Se resuelve
trastornos de sangrado, ventilación mecánica o historia de manera espontánea en el 62% de los pacientes en
de enfermedad ulcerosa. El uso continuado de dichos un máximo de cinco horas sin necesidad de tratamien-
agentes puede incrementar el riesgo de infección intes- to específico. Su manejo es conservador, mediante la
tinal por Clostridium difficile (27). aplicación tópica de hielo en el periné. No se reco-
miendan medidas como drenaje de cuerpos cavernosos
El retraso del vaciamiento gástrico se manifiesta con e inyección intracavernosa de fármacos alfaadrenérgi-
náuseas, vómitos y distensión abdominal. En los pa- cos (fenilefrina, adrenalina…) (31).
cientes con sondas para nutrición enteral, se vigilará
estrechamente el residuo gástrico cada cuatro horas, el Profilaxis de la enfermedad trombo-embólica
venosa
cual no debe superar los 250 ml. En caso de presentar-
se retraso del vaciamiento gástrico, se recomienda ins- La incidencia de trombosis venosa profunda en pa-
taurar tratamiento con metoclopramida o eritromicina, cientes con traumatismo raquimedular varía de un 9
y si persiste, se avanza una sonda post-pilórica (28). a un 100%. Las estrategias usadas para la prevención
Perspectiva en Urgencias Volumen 1 Número 2, 2015
110

en trombo-profilaxis incluyen: heparina de bajo peso Conclusiones


molecular (HBPM), heparina no fraccionada, medias
anti-trombóticas, dispositivos de compresión neumáti- El trauma raquimedular representa una condición
ca intermitente y filtros de vena cava. clínica devastadora y un gran problema socioeconómi-
co, y es por tanto un problema de salud pública. La po-
La recomendación actual es iniciar la profilaxis anti- blación más afectada son adultos jóvenes laboralmente
trombótica lo más pronto posible (<72 horas) y combi- activos, de ahí que las consecuencias de esta entidad
narla, lo que incluye una HBPM, que deberá asociarse impacten de manera significativa la economía de los
a dispositivos de compresión neumática intermitente países. En cuanto al personal de salud, es importante
y/o estimulación eléctrica, ya que la profilaxis farma- que este conozca y domine todos los aspectos básicos
cológica exclusiva es insuficiente. En los pacientes que de la atención inicial de esta patología de modo que
requieren tratamiento quirúrgico, las HBPM deben se garantice un abordaje adecuado y se le brinden al
suspenderse 12 horas previas a la cirugía programada paciente los mejores resultados posibles. Así mismo, la
y reiniciarse en las primeras 24 horas postquirúrgicas atención de estos pacientes debe ser multidisciplinaria,
(32). La recomendación de duración de la trombo-pro- puesto que es preciso resolver las distintas afecciones
filaxis es de tres meses. que se dan como resultado de esta patología, ofrecer
una mejor calidad de vida y aumentar de esa forma su
Puntos clave esperanza de vida. Es importante, además, hacer én-
fasis en la prevención de estos eventos, sumando es-
1. El abordaje inicial del paciente requiere la optimi-
trategias no solo de salud pública sino de programas
zación de las variables vitales (tensión arterial, ven-
educativos dirigidos a mitigar los índices de acciden-
tilación y oxigenación), tal como ha sido protocoli-
talidad y de violencia, los cuales figuran como unas
zado en los pacientes poli-traumatizados.
de las principales causas de traumatismo raquimedular.
2. La inmovilización debe aplicarse de forma rutinaria
en el paciente con hallazgos sugestivos de lesión espi- Bibliografía
nal y en aquellos cuya evaluación clínica no sea con- 1. Hua R, Shi J, Wang X, Yang J, Zheng P, Cheng H, et al. Analy-
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