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Manual de la felicidad
Manual de campo de
Sociología Clínica
Carlos De La Puente Viedma
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©2016 byCarlosDeLaPuenteViedma
©2016 byEdicionesIDTCB.MadridSpainEurope.
email:edicionesidt@edicionesidt.es
Primeraedición:octubrede2016
ISBN:9788494372414
Índice
1 Introducción ...........................................................................................13
Primera Parte
Aspectos individuales y del grupo humano básico
Segunda Parte
El embarazo, la religión y la medicina
Esta parte puede tener contenidos que afecten a la sensibilidad
Tercera Parte
Aspectos generales
Esta parte puede tener contenidos que afecten a la sensibilidad
Capítulo 12
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Carlos De la Puente Viedma
Ahora mismo se tendrían que dar algunas condiciones para poder estar
tranquilos y disfrutarlo, pero parece que no es posible. ¿Qué más hace falta?
¿Realmente hacen falta más cosas? También es cierto que el sistema social y
económico tal y como está organizado no puede detenerse.
Lo que subyace en las crisis es que el dinero deja de moverse, no es que falte
dinero, porque probablemente el bien más abundante sea el dinero, lo malo es que
está en pocas manos y el resto que son muchos, tienen poco dinero pero entre
todos también es mucho dinero. Entonces es necesario que se mueva el dinero
para que se venda, se compre y facilite la creación de empleo. Esto significa que
no se puede parar, hay que seguir creciendo.
Pero al mismo tiempo este crecimiento llevará a situaciones o crisis que cada
vez serán peores y desconocidas. Porque, por sentido común, no se puede crecer
hasta el infinito, entre otras cosas porque la Tierra es finita. Entonces ¿Cuándo
será el momento de parar? ¿Cuándo se choque con algo? Parece como si
Occidente estuviese inmerso en una maldición, ya que si avanza parece que va
directo a su fin, pero si se para, se muere.
Pero no todo el mundo vive en las mismas condiciones. Existen grandes
diferencias, diferencias extremas entre unos y otros, tanta que hasta hace dudar de
los logros alcanzados. La manera de paliar estos desequilibrios es aplicando
políticas sociales para que se de un cierto estado del bienestar, mediante la política
y la economía.
Estas diferencias, en épocas anteriores, llevaban a grandes revueltas y
revoluciones. Pero hoy día son impensables, precisamente por ese, aunque
parezca deficiente, estado del bienestar alcanzado. Aunque sean unos pocos los
que tiene muchísimo, el resto vive de forma razonable, de tal manera que una gran
revuelta o revolución llevaría a perder los logros alcanzados y lo que es más
importante, los hijos no podrían ir al colegio, el sistema sanitario se perdería y no
habría para comer todos los días. Sería mucho peor una revuelta social o
revolución.
Aunque una gran revuelta perjudicaría a lo que se llama el Gran Capital,
perjudicaría mucho más al resto de la población y en última instancia, las grandes
fortunas se irían a los paraísos fiscales en donde tienen fondos para seguir su
labor.
Entonces se va a tratar el origen de las Políticas Sociales, el Estado del
Bienestar, la Democracia y la Economía. El proceso a seguir, para hablar de las
políticas sociales, va a ser primero definir algunos conceptos y lo que se entiende
por políticas sociales; exponer alguna situación del pasado próximo del humano;
el origen de las leyes escritas, y definir los rasgos del Homo que le han permitido
llegar hasta aquí. Después, se tratará el “Estado del Bienestar”, la “Democracia”
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12.1 Conceptos
Durkheim los definió como aquellos modos de actuar, de pensar y de sentir, que
son externos al individuo, y están dotados de un poder de coacción en virtud del
cual se imponen sobre él.
Entonces como “hecho social” se puede considerar todos aquellos actos que
se realizan de forma consciente o inconsciente, que se han aprendido, por lo que
proceden del exterior, pero que ejecuta el propio individuo. Por lo que se puede
decir que casi todos los hechos o actos de los humanos que no sean naturales
pueden ser considerados sociales. De momento no se profundiza más en este
asunto.
LO SOCIAL
POLÍTICA SOCIAL
Ahora bien, ¿Son todas las políticas sociales iguales? ¿Son todas indicadores de la
maldad o bondad del gobierno de un sistema social? La respuesta se puede
encontrar a partir de los componentes del comportamiento de los individuos.
El comportamiento tiene cuatro componentes: los instintos, las emociones,
lo social natural o de manada y lo social cultural, y la relación entre los individuos
es en base a estas cuatro componentes. En el nivel más básico se actúa con los
instintos (conservación de la vida, alimentación, reproducción y cobijo (vivienda)).
El siguiente nivel, primario, sería el comportamiento desde las emociones
(cuidado de la descendencia; acicalado, y relaciones afectivas: con la pareja de
procreación y la descendencia). El secundario sería desde lo social de manada
(comportamiento social básico: unión de grupos mayores que el de procreación
para el mantenimiento del territorio y conseguir alimento) y el terciario o superior
(en el sentido cultural humano) el comportamiento debido a lo social cultural que
es el comportamiento en base a las reglas o normas definidas antes para producir
lo social.
Entonces, estos niveles de comportamiento servirán para establecer las
distintas políticas sociales y sus características de aplicación. Pero de momento,
antes, se van a tratar algunos aspectos cronológicos.
Conocer cuál es el pasado próximo, esto es, cuáles eran las condiciones de vida de
la sociedad occidental del siglo XIX, concretamente de la sociedad del Reino
Unido, puede ayudar a comprender y valorar la situación actual.
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Primero:
Las viviendas de los trabajadores son, por regla general, mal agrupadas, mal
construidas, mal conservadas, mal ventiladas, húmedas e insalubres. En ellas, los
ocupantes son confinados al espacio mínimo, y en la mayoría de los casos, duerme en
una pieza por lo menos una familia; [...] El vestido de los trabajadores es igualmente
mediocre (mísero) por término medio, y un gran número de ellos viste andrajos. La
alimentación es generalmente mala, con frecuencia casi impropia para el consumo, y en
muchos casos, al menos en ciertos períodos, insuficiente, si bien en los casos extremos
hay gente que muere de hambre. La clase obrera de las grandes ciudades nos presenta
así una serie de modos de existencia diferentes; en el mejor de los casos, una existencia
temporalmente soportable […] en el caso peor, una miseria cruel que puede ir hasta
carecer de techo y morir de hambre.
Segundo:
[...] no es de sorprender que los trabajadores que se trata como a bestias, se conviertan
verdaderamente en bestias, o bien que sólo tengan, para salvaguardar su conciencia de
hombres y el sentimiento de que son seres humanos, el odio más feroz, una rebelión
interior permanente, contra la burguesía en el poder.
Tercero:
Las calles mismas no son habitualmente ni planas ni pavimentadas; son sucias, llenas
de detritos vegetales y animales, sin cloacas ni cunetas.
Cuarto:
Tal como lo hace en su país, construye su porqueriza junto a su vivienda; y si ello no es
posible, el cerdo duerme en la propia habitación.
Quinto:
En Westminster, vivían en 1840, según el órgano de la Sociedad de Estadísticas, 5366
familias de obreros en 5294 "viviendas" -si se les puede dar este nombre-, hombres,
mujeres y niños, mezclados sin atención a la edad o el sexo, en total 26830 personas, y
las tres cuartas partes del número de familias citadas sólo disponían de una pieza.
Sexto:
En Londres, 50000 personas se levantan cada mañana sin saber dónde reposarán la
cabeza la noche siguiente. Los más afortunados son aquellos que logran disponer de un
penique o dos cuando llega la noche y van a lo que se llama una "casa-dormitorio" que
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se hallan en gran número en las grandes ciudades y donde se les da asilo a cambio de su
dinero. ¡Pero qué asilo! La casa está llena de camas de arriba a abajo; 4, 5, 6 camas en
una pieza, tantos como puedan caber. En cada cama se apilan 4, 5, 6 personas,
igualmente tantas como quepan, enfermos y sanos, viejos y jóvenes; hombres y
mujeres, borrachos y no borrachos; como sea, todos mezclados. Hay discusiones, riñas,
y lesionados, y cuando los compañeros de cama se soportan es todavía peor: planean
robos o se entregan a prácticas cuya bestialidad nuestra lengua, que es civilizada,
rehúye describir.
Séptimo:
En cuanto a las relaciones sexuales, observamos que en las minas, debido al calor
reinante, hombres, mujeres y niños con frecuencia trabajan enteramente desnudos y en
la mayoría de los casos casi desnudos, y cada quien puede imaginar cuáles son las
consecuencias de ello en la soledad y oscuridad de la mina. El número de hijos
naturales, anormalmente elevado en esas regiones, atestigua lo que ocurre en el fondo
de la mina entre esa población semisalvaje, pero demuestra asimismo que las relaciones
ilegítimas entre los sexos no han zozobrado, como en las ciudades, en la prostitución
Esto ocurría en algunos grupos de población del siglo XIX. Se puede ver una
representación dulcificada del ambiente de la época en la película “Oliver Twist”
(Polanski, 2005), fijándose, más que en la película, en los decorados y los
ambientes, aunque nuca alcanzará a la realidad, ya que por ejemplo faltará el olor.
Los cambios, por los diferentes hechos ocurridos, produjeron la aparición de lo
que hoy se denomina el “Estado del Bienestar”. El hecho de ser ciudadano,
acarreaba unos derechos “civiles”, “políticos” y “sociales” que recogió Thomas H.
Marshall (1949/1997) (Tabla 14).
Entonces según este epígrafe y el punto anterior, al menos tiene que haber
dos tipos de políticas sociales, las que se dedican a las necesidades básicas e
imprescindibles y las complementarias que su finalidad sería cubrir las carencias
producidas por defectos del sistema.
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Las políticas sociales básicas serían la sanidad, la educación (hasta los 16 años),
pago de pensiones, vivienda y servicios sociales personales como tercera edad y
discapacitados, a las que se tendría derecho por el hecho de haber nacido en un
país o comunidad. Estarían relacionados con los instintos y las emociones. La
educación es el proceso que se considera de culturización y permite el transito a lo
social cultural.
Las segundas serían desempleo, salario o ingreso mínimo, becas y todas aquellas
ayudas que deban solicitar personas consideradas con capacidades normales, que
no están en el primer grupo y que la sociedad no les facilita los medios para poder
cubrirlas. Estas últimas en realidad son políticas sociales de caridad, ya que se
obtienen sin dar una contraprestación y atentan contra la libertad y dignidad de la
persona. Estarían relacionadas principalmente con lo social cultural y lo social de
manada.
No obstante, aunque la población trabajadora cotiza por su salario para
cubrir estas últimas políticas sociales, deberían utilizarse lo menos posible, ya que
si no se consigue un sistema perfecto, siempre habrá alguna porción de la
población que necesite una ayuda de este tipo en algún período de transición en la
vida.
Estas son las políticas sociales y qué cubriría cada una. Ahora se van a ver
algunos antecedentes.
Las primeras reglas sociales o leyes jurídicas escritas, conocidas, para regular las
relaciones entre los individuos que constituyen una sociedad, se encontraron en el
código de Hammurabi.
En él se diferenciaba entre clases sociales para aplicar las leyes, y la ciudad
estaba constituida por diferentes grupos, estratos o clases sociales: esclavos,
trabajadores y clase alta, lo que constata la existencia de diferencias de clase en
aquella época y además que la justicia no se aplicaba de la misma manera para
todos ellos.
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El tránsito de una seguridad social para los trabajadores, a una seguridad social para
todos los ciudadanos se configura con la consolidación del Estado de Bienestar. Los
derechos de seguridad social, es decir, las pensiones, la sanidad, el desempleo, junto a
los servicios sociales, el derecho a la educación, la cultura y otros servicios públicos
aplicados horizontalmente al conjunto de los ciudadanos y no sólo a los trabajadores,
definirán la política de bienestar social como sello de identidad de las democracias
europeas más avanzadas. (Navajo, 2004).
Que todos los hombres son por naturaleza igualmente libres e independientes, y tienen
ciertos derechos inherentes de que, cuando ellos están en un estado de sociedad, ellos
no pueden, por cualquier pacto, ser privados o desposeídos de sus derechos básicos; a
saber, el goce de la vida y la libertad, de los medios de adquirir y poseer la propiedad, y
perseguir y obtener la felicidad y seguridad. (Mason, 1776/2014) (Traducción propia).
Que todo el poder reside en el pueblo y que los magistrados son sus administradores y
sirvientes, y en todo momento responsables de ello. (Mason, 1776/2014) (Traducción
propia).
El gobierno es, o debe ser, instituido para el beneficio común, protección, y seguridad
del pueblo, nación o comunidad; de todos las formas de gobierno es mejor la que es
capaz de producir el mayor grado de felicidad y seguridad y la que más eficazmente se
asegura contra el peligro de una mala administración; y que, siempre que cualquier
gobierno sea considerado inadecuado o contrario a estos propósitos, una mayoría de la
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Entonces, en este proceso se hace necesario ver las características del sistema de
gobierno actual que impera en Occidente, la Democracia, por ser además el que
ha facilitado llegar a este estado de cosas, el Estado del Bienestar.
En los países occidentales y en los occidentalizados se ha alcanzado el
llamado Estado del Bienestar y la forma de gobierno principal, ha sido la
Democracia, en sus distintas formas, la que lo ha permitido. Pero la Democracia
como sistema de gobierno no es un sistema perfecto, ni tan siquiera bueno y
probablemente se tendría que decir que es uno de los menos malos. Pero si la
Democracia ha funcionado es porque en los países que la tienen, disponen de
unos hechos sociales, reglas o instituciones, en definitiva, un sistema social, que la
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