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PRIMERO LA GENTE

Un instrumento político para


la nueva Bolivia autonómica

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POR UNA REFORMA POLÍTICA INTEGRAL

ANTECEDENTES

La crisis de los partidos tradicionales (PPTT) desarrollada en los últimos años


fue un claro síntoma del malestar ciudadano con ese sistema de
representación, basado en la democracia cuoteada y cerrado a la
participación.

Sin embargo, las opciones surgidas de la implosión de los PPTT no han sido
capaces de construir una nueva gobernabilidad e institucionalidad que pueda
canalizar las expectativas de gestión pública de la sociedad civil, sino que han
llevado al país a un escenario crítico para su Estado de Derecho y para la
convivencia pacífica.

En uno de los casos, el del partido actualmente en el gobierno, el vacío de


poder dejado por la crisis sistémica está siendo llenado por un proyecto
hegemónico y autoritario, que pretende la centralización absoluta del capital
estatal y que por lo tanto tampoco responde a la demanda ciudadana de
participación, sino que apenas la instrumentaliza de manera demagógica para
la construcción de una nueva clase burocrática dominante.

En el caso de las restantes fuerzas surgidas luego de la crisis, éstas han sido
incapaces de convertirse en algo más que meras alianzas electorales. Fruto de
ese carácter provisorio, se han mostrado altamente volátiles y estarían a punto
de desaparecer.

Tanto el oficialismo como la oposición reprodujeron en su interior el fallido


esquema de organización centralista de los antiguos partidos, sin reflejar la
realidad de los nuevos actores y escenarios regionales.

Si la crisis de los partidos tradicionales se inició con una demanda implícita


de mayor democratización, hoy nos encontramos, como resultado paradójico
de ese proceso, ante el riesgo de la desaparición misma del sistema
democrático.

NUESTRA PROPUESTA

Consideramos que la crisis política de los últimos años no dio lugar realmente
a un nuevo sistema estable de partidos, sino que profundizó la
desinstitucionalización.

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Ante el doble desafío del autoritarismo y la polarización, proponemos un
proyecto nacional alternativo, capaz de traducir a través de un nuevo
instrumento político la emergencia de la Bolivia autonómica, del
empoderamiento ciudadano y de una gobernabilidad democrática y social.

Este nuevo instrumento debe nacer de una reforma política integral, con el
objetivo principal de darle más poder a la gente, al ciudadano, en el entendido
que el verdadero cambio debe construirse de abajo hacia arriba.

Estamos convencidos que el sistema político es endeble por falta de reformas


que potencien la legitimidad de sus autoridades y la confianza que los
ciudadanos tengan en ellas. Sin legitimidad y confianza es imposible la
cohesión necesaria para el impulso de un proyecto público común.

La conformación de un nuevo instrumento político exige, por lo tanto, volver


a generar confianza y alentar el involucramiento de dirigentes de la sociedad
civil. Para esto planteamos un proyecto político institucionalizado, con
mecanismos de democracia orgánica que abran amplios espacios de
participación, como el referéndum interno para la toma de las decisiones
fundamentales.

Proponemos la renovación permanente de liderazgos, un sistema de


transparencia a través de la periódica rendición de cuentas ante los electores,
la mejora en la calidad de la representación por medio de la competencia en
ámbitos cercanos al elector, como las circunscripciones y los municipios,
donde puedan establecerse canales de control, diálogo y cooperación entre los
ciudadanos y sus representantes.

Creemos que la función pública debe estar sujeta al concurso abierto, que el
poder debe ser distribuido (contra hegemonía) y no concentrado, que la
construcción de ciudadanía pasa por la promoción de una sociedad crítica, de
una ética del desarrollo y de una plena inclusión regional y social.

Queremos, con la brújula de estos conceptos y valores, ser el poder y la fuerza


convergente de mujeres y hombres amantes de la libertad y la democracia,
respetuosos de las diferencias y de la dignidad del ser humano.

Por todo eso, Primero La Gente.

Progresista Liberal

Aquel que cree en el progreso de la sociedad y en la justicia social


pero también en la necesidad de restringir el poder y de la
supremacía del gobierno de la norma sobre el gobierno del hombre

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