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E.B.N.

B “PADRE ANTONIO LEYH”


VIA CRUCIS SEMANA SANTA 2018
PROFA. JUDITH CALDERÓN O.
ESPECIALISTA TEATRO

Para comenzar el Viacrucis, se coloca una música de fondo y se lee la introducción del Soldado
Arrepentido.

Soldado Arrepentido: Realmente, fue impresionante oír sus últimas palabras en la cruz; siempre
que este hombre hablaba, sucedían cosas extrañas, pues yo vi mucha gente que fue sanada por él,
aunque, a nosotros los soldados romanos, nos prohibían hablar de estas cosas. Yo estuve parado
junto a esa cruz y, la verdad, no quería estar ahí, porque, cuando volteaba para ver a Jesús, su
mirada me hacía sentir y pensar que yo debería estar en su lugar. Él no me veía con odio, sino que,
a pesar del gran sufrimiento que padecía, de su expresión de agonía, él me miraba con amor… Y
aun no alcanzo a entender por qué él decía “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”… En
mi interior, yo le decía: ¡Vamos, si eres el hijo de Dios, por qué no bajas de esa cruz, por qué si dices
que no has conocido pecado, mueres por los pecadores y los presentas justos ante tu Padre,
cuando… creo que el único justo eres tú. De pronto, me di cuenta que mi cuerpo comenzó a temblar,
porque parecía que él escuchaba mis pensamientos y mientras por su cuerpo desfigurado corría la
sangre, él me decía con su mirada: “Si no bajo de esta cruz, es por amor a ti”…

I ESTACIÓN: JESÚS ES CONDENADO A MUERTE

Narradora 1 Un viernes, cuando llegó la hora, unos hombres se llevaron a Jesús amarrado de
sus manos hasta el Palacio de Poncio Pilato, que era el Gobernador, para acusarlo
con mentiras. Querían que lo condenara a muerte. Pilato se los entregó para que lo
mataran, clavándolo en la cruz.
(El pueblo gritaba enfurecido ¡Fuera, fuera, crucifíquenlo!).
Jesús Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Entra la Narradora I con la lectura de
la I Estación.
Sacerdotes ¡Nosotros no tenemos más rey que el César!
Sacerdote ¡Habla! ¿No tenéis nada que decir? ¡Defiéndete!... Ahora yo te pregunto Jesús de
Principal Nazaret ¿Eres tú El Mesías? ¿El hijo de Dios que vive?
Jesús Sí, soy yo, el hijo de Dios, que reina en el cielo.
Sacerdote ¡Blasfemia, blasfemia! (Se abre la túnica en el pecho con rabia) ¡Ya lo escucharon,
Principal no hay necesidad de escuchar a otros testigos! Díganme su veredicto ¿Cuál es su
veredicto?
(El pueblo grita culpable, culpable). (El Sacerdote I le da una bofetada a Jesús y lo
escupe, al igual que los otros sacerdotes y los soldados)… ¡Ya basta! ¡Llévenselo!
Narradora 2 Dile a Jesús: (Música de fondo) Jesús, tú eres muy bueno con todos, pero unos
hombres te condenaron a morir en la cruz. También ahora, en muchos lugares, hay
personas buenas e inocentes, que son condenadas injustamente y mueren en las
cárceles. Jesús mío, te pido por ellos, yo te prometo decir siempre la verdad y no
juzgar a nadie.
Se dice un Padre Nuestro
II ESTACIÓN: JESÚS LLEVA LA PESADA CRUZ

Narradora 1 Los hombres que no querían a Jesús, después de pegarle en todo su cuerpo y
burlarse de él, le pusieron una corona de espinas en su cabeza, lo cargaron con
una dura y pesada cruz para que la llevara hasta el Monte Calvario. Jesús cargó
sobre sus hombros el peso de todos nuestros pecados.
(Los soldados empujan a la multitud y les dicen que no se acerquen. Jesús, todo
lastimado y ensangrentado, se agacha a tomar la cruz).
Jesús Padre… Soy tu ciervo …
(El pueblo grita ¿Por qué abrazas tu cruz? ¡Idiota, muévete! Los soldados empujan
a Jesús para que levante la cruz)
Soldado 1 ¡Rápido, levántate!
Soldado 2 ¡Su Majestad! … ¡Andando!
(Los soldados van gritando. ¡Abran paso!, y le dan latigazos a Jesús)
Narradora 2 Dile a Jesús: (Música de fondo) Jesús mío, yo no quiero hacerte sufrir más con mi
mala conducta, yo quiero ayudarte a llevar tu cruz, cumpliendo con amor, mis
deberes cada día, aceptando también con amor, las cosas que me cuesta hacer.
Trataré de cumplir lo que tú pides en los Mandamientos y lo que me mandan mis
papás y maestros.
Se dice un Padre Nuestro

III ESTACIÓN: JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ

Narradora 1 El Monte Calvario, donde iban a colgar a Jesús, estaba fuera de la ciudad de
Jerusalén. La cruz que le hicieron cargar estaba muy pesada, por eso Jesús cayó
varias veces. La primera vez, la cruz le cayó encima y se golpeó su cara y sus
manos contra las piedras del suelo.
(Aparecen en escena María y Juan, que vienen caminando entre la multitud,
siguiendo los pasos de Jesús y viendo con preocupación el sufrimiento que le
estaban causando. Los soldados siguen lastimándolo con sus látigos y Jesús cae
por primera vez. Los soldados hacen que se levante y continúe)
Narradora 2 (Música de fondo) Jesús, yo pienso que te dolieron mucho tu cara y tus manos y
que sufriste mucho al caer bajo el peso de la cruz; yo quiero acompañarte para que
no te sientas solo, no me dejes caer en la tentación y si cometo algún pecado,
perdóname y dame fuerzas para levantarme y corregirme.
Se dice un Padre Nuestro

IV ESTACIÓN: JESÚS ENCUENTRA A SU MADRE

Narradora 1 En el camino hacia el Monte Calvario, Jesús encuentra a su madre. Ella sufre
muchísimo al ver que a su hijo lo llevan cargando una pesada cruz; va caminando
muy herido, derramando sangre de su cuerpo. La virgen quiere ayudarlo, pero no le
dejan hacer nada. Entonces, con la mirada le dice: ¡Hijo mío, cuánto te amo, estoy
siempre contigo!
María ¡Hijo mío, cuánto te amo, estoy siempre contigo! (María corre hacia Jesús y trata
de abrazarlo, pero los soldados casi no la dejan acercarse, sin embargo, ella logra
ponerse cerca de Jesús y él la mira como diciendo… este es mi destino)
Narradora 2 Dile a María: (Música de fondo) Madre mía, tú sufriste mucho cuando encontraste a
tu hijo Jesús camino al Calvario; te pido por todas las mamás, ellas sufren mucho
cuando ven sufrir a sus hijos; te pido que las consueles y les des fuerzas. Yo
trataré de ser más obediente, servicial y bueno con mamá. Se dice un Ave María
V ESTACIÓN: EL CIRINEO AYUDA A JESÚS A LLEVAR LA CRUZ

Narradora 1 Jesús, que estaba muy cansado y herido, necesitaba que alguien le ayudara a
cargar su cruz, pero ninguno se atrevía a hacerlo… entonces. Los soldados
obligaron a Simón de Cirene (el Cirineo), para que ayudara a Jesús a cargar la
pesada cruz.
Simón de (Al principio, el Cirineo no quería llevar la cruz y se resiste un poco ante ellos, pero,
Cirene al ver a Jesús a los ojos, y ver el gran sufrimiento que estaba pasando, se dio
cuenta que lo miraba con infinito amor y sintió que no debía negarse… Así lo
acompañó a llevar la cruz hasta el final)
Narradora 2 Dile a Jesús: (Música de fondo) Jesús, tú que siempre quieres ayudar a todos y
también nos invitas para ayudarte, ayudando a los demás no por la fuerza sino con
amor, así nos enseñas tú. Quiero aprender de ti, ayudando a todos como mejor
pueda y aceptar con humildad la ayuda que me ofrecen mis hermanos y
compañeros.
Se dice un Padre Nuestro

VI ESTACIÓN: LA VERÓNICA LIMPIA EL ROSTRO DE JESÚS

Narradora 1 Una mujer del pueblo, al ver la cara de Jesús maltratada, desfigurada por los
golpes y la sangre que le caía de la cabeza, se acercó a Jesús, y con amor y
cuidado, le limpió y le refrescó la cara. Él la miró con agradecimiento, dejándole
impreso su rostro, más en su corazón que en la tela que usó para limpiarle la cara
a Jesús.
(Jesús está tirado en el piso todo lacerado por las heridas y Verónica se acerca)
Verónica Permítame, mi señor (Se quita el velo de la cabeza y le da un sorbo de agua, pero
el Soldado I la levanta y la agarra por el brazo)
Soldado 1 ¿Quién te crees tú? ¡Vete de aquí!
Narradora 2 Dile a Jesús: (Música de fondo) Querido Jesús mío, yo creo que esa mujer, cuando
limpió tu cara, hizo una cosa muy buena y te ayudó mucho. Como esta mujer, hay
muchos hombres y mujeres que siguen ayudando a las personas enfermas,
heridas, ancianas. Yo también lo haré con sacrificios.
Se dice un Padre Nuestro

VII ESTACIÓN: JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ

Narradora 1 Caminando hacia el Monte Calvario, Jesús se sentía cada vez más débil por los
golpes que le daban, por la sangre que iba derramando, ya no podía más y volvió a
caer… golpeándose otra vez la cara, las rodillas y sus manos, pero levantándose
con mucho dolor y trabajo, siguió su camino.
Narradora 2 Dile a Jesús: (Música de fondo) Jesús, tú me enseñas a seguir adelante aunque
me cueste mucho, sobre todo, cuando me siento humillado y avergonzado por las
correcciones que me hacen mis papás y maestros. Te pido que me ayudes a
descubrir el amor que me tienen cuando me corrigen y que reconozca mis errores y
procure corregirlos.
Se dice un Padre Nuestro
VIII ESTACIÓN: UNAS MUJERES LLORAN POR JESÚS

Narradora 1 Por el camino hacia el Calvario, estaban unas mujeres que, al ver a Jesús herido y
maltratado por los soldados, se pusieron a gritar llorando. Jesús dijo: Mujeres, no
lloren por mí, lloren por ustedes y por sus hijos.
Jesús Mujeres, no lloren por mí, lloren por ustedes y por sus hijos.
Narradora 2 Dile a Jesús: (Música de fondo) Jesús, maestro bueno, en esta estación, tú me
enseñaste que primero debo corregir mis defectos, antes que los de mis hermanos
y compañeros. De hoy en adelante, trataré de respetar a todos aprendiendo y
reconociendo de ellos lo buenos que son y hacen y procuraré corregirme de mis
faltas.
Se dice un Padre Nuestro

IX ESTACIÓN: JESÚS CAE POR TERCERA VEZ

Narradora 1 La subida al Monte Calvario, ha sido muy dura para Jesús, porque está muy herido,
cansado y sin fuerzas, sus piernas ya no lo sostienen y cae por tercera vez. Pero él
sabe que tiene y quiere llegar hasta el final, por eso se levanta para seguir el
camino hasta el Calvario.
Simón de (Simón de Cirene sigue ayudándolo a cargar la pesada cruz y le dice…) Ya casi
Cirene termina… ya falta poco… (Le da la mano para que se levante)
Narradora 2 Dile a Jesús: (Música de fondo) Jesús, tú caminaste siempre hacia adelante y te
levantaste después de cada caída. Cuando encontraste dificultades, luchaste para
superarlas y venciste. Sabías que nos estabas salvando del infierno y por eso
volvías a levantarte para caminar. Ayúdame a no quedarme indiferente con mis
defectos, pecados, errores y egoísmos; quiero mejorarme y seguir siempre
adelante, como tú.
Se dice un Padre Nuestro

X ESTACIÓN: A JESÚS LE QUITAN SUS ROPAS

Narradora 1 Cuando Jesús llegó al lugar llamado Gólgota, donde lo iban a crucificar, los
soldados le quitaron toda su ropa, haciéndole sangrar más las heridas que tenía en
todo su cuerpo. Después, lo clavaron en la cruz y los soldados se rifaron su túnica.
Era casi mediodía, se oscureció todo aquel lugar hasta media tarde.
Soldado 3 (María está arrodillada con la cara al piso y ve con sumo dolor lo que le hacen a
Jesús. Los soldados le gritan que se levante y se mueva de allí. Le arrancan la
túnica a Jesús y gritan con ironía) ¡Trátenlo con respeto! (María levanta la cara).
Los soldados se burlan ¡Mírenlo! Su Majestad… ¡Larga vida al Rey!
Narradora 2 Dile a Jesús: (Música de fondo) Jesús, tú naciste pobre en un pesebre de Belén y
ahora terminas tu vida totalmente pobre, porque te quitaron toda tu ropa. Jesús,
amigo mío, por la vergüenza que pasaste, ayúdame a sufrir con paciencia cuando
me falten las cosas que me gustan.
Se dice un Padre Nuestro
XI ESTACIÓN: CLAVAN A JESÚS EN LA CRUZ

Narradora 1 Ya en la cumbre del Calvario, los soldados acostaron a Jesús en la cruz y le


clavaros sus manos y sus pies, después lo levantaron… Jesús quedó colgando en
la cruz. Y mientras agonizaba, oraba por todos los que lo crucificaron diciendo.
Jesús Padre, perdónalos porque ellos no saben lo que hacen.
(María lo observa con profundo dolor al ver que su hijo está siendo clavado en la
cruz y se ve cada vez más afligida cuando le clavan las manos y los pies. María
Magdalena llora desesperada entre la multitud).
Narradora 2 Dile a Jesús: (Música de fondo) Maestro bueno, desde la cruz me enseñas lo
mucho que me amas y que todo lo que sufriste, fue para salvar a todos. Yo quiero
imitarte aceptando con amor lo que tenga que sufrir. Quiero aprender de ti a
perdonar siempre a los que me hagan daño o me ofendan. Jesús, mi amigo,
ayúdame.
Se dice un Padre Nuestro

XII ESTACIÓN: JESÚS MUERE EN LA CRUZ

Narradora 1 Jesús antes de morir dijo: ¿Señor, por qué me has abandonado? Ve a María, su
madre, y junto a ella, su discípulo Juan, al que quería mucho. Entonces le dijo a su
mamá: Mujer, ahí tienes a tu hijo. Luego, dijo a Juan: Ahí tienes a tu madre. Al final
exclamó: Todo está cumplido, y reclinando su cabeza, murió.
(María lo llora desesperada con María Magdalena y Juan. Se escuchan vientos de
tempestad y se siente un temblor en la tierra).
Narradora 2 Dile a Jesús: (Música de fondo) Gracias, muchas gracias, Maestro bueno, porque
siempre me das todo con amor; me das tu propia vida, me das a tu misma mamá,
para que sea también mía; quiero conocerla y amarla mucho más, por eso siempre
la llamaré: Santa María, Madre de Dios y madre mía, ruega por nosotros los
pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte.
Se dice un Padre Nuestro
Soldado Yo no sabía qué hacer… Unos, se burlaban de él, otros, a lo lejos lloraban porque
Arrepentido nunca lo volverían a ver. Aunque, supuestamente, él dijo que al tercer día iba a
resucitar y bueno… por esa razón me ordenaron cuidar esta tumba. Sinceramente,
yo quisiera irme de este lugar, no sé por qué, pero me siento un poco temeroso,
además, yo no creo que este hombre salga de la tumba y mucho menos que pueda
mover esta piedra tan pesada. ¡Claro que no! Pues, le vimos morir, es más,
enterramos la lanza en su costado y sus piernas, ni quebrarlas fue necesario ¡Él
estaba muerto!
…¡Él estaba muerto!
DIOS (Voz en Jesús, hijo mío, por cuanto tú que intentaste ser igual y renunciaste a todo lo que
Off) era tuyo, tomando forma de ciervo y condición de hombre, haciéndote obediente
hasta la muerte. Yo te levanté con el Poder del Espíritu Santo, venciendo a la
muerte y te doy el más alto honor y el más excelente de todos los nombres que es
sobre todo nombre.
XIII ESTACIÓN: JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ

Narradora I Aquel viernes, cuando murió Jesús en la cruz, eran como las tres de la tarde. Era el
día de la preparación de la Fiesta de la Pascua. José de Arimatea y Nicodemo, de
prisa, bajaron de la cruz a Jesús y se lo entregaron a María, su madre. Ella, lo
recibió en sus brazos, lloraba, lo besaba con mucho amor… nadie podía
consolarla… su hijo estaba muerto.
Narradora II Dile a la Virgen María: (Música de fondo) Santa María, Madre de Dios, Tú también sufriste
mucho por nosotros, porque siempre estuviste unida en el dolor de tu hijo para salvarnos.
Yo también quiero estar junto a Jesús y junto a ti. María, yo también soy tu hijo, te necesito
a mi lado. No dejes que me aparte de ti y de tu hijo Jesús. Se dice un Ave María

XIV ESTACIÓN: JESÚS ES SEPULTADO

Narradora I María, la madre de Jesús, entregó a su hijo ya muerto a unos hombres buenos
amigos suyos. Ellos lo envolvieron en la sábana y lo depositaron en un sepulcro
nuevo. María, esperaba que su hijo resucitara como él lo había dicho: ¡Resucitaré!
Narradora II Dile a Jesús: (Música de fondo) Jesús mío, aun estando en el sepulcro, seguiste
haciendo la voluntad de tu padre y bajaste a donde estaban los justos que habían
muerto para llevarlos contigo al cielo. Que yo también vaya entendiendo lo que tú
quieres que haga para estar siempre contigo y cuando muera, me llevas contigo al
cielo, un día, resucitar también yo y vivir para siempre contigo.
Se dice un Padre Nuestro
Soldado Bueno, ya está amaneciendo, y como era de suponerse, aquí no sucedió nada. Sin
Arrepentido duda que este hombre, era un profeta más. Pero, qué está pasando… ¡No puede
ser! ¡La piedra se está moviendo! ¡Oh no! ¡No lo puedo creer! ¡Jesús ha resucitado!
¡Él vive!
Jesús Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá…

XV ESTACIÓN: JESÚS RESUCITA

Narradora 1 Muchos pensaban que con la muerte, ya había terminado la vida de Jesús, pero él
no se quedó en la tumba. Él resucitó al tercer día, como lo había dicho. ¡Jesús
resucitó al tercer día para nunca más morir! ¡Jesús está vivo! Nuestro hermano y
amigo ¡Resucitó! ¡Resucitó! ¡Qué alegría! ¡Resucitó, aleluya, aleluya!
Narradora 2 Dile a Jesús: (Música de fondo) ¡Jesús, amigo mío…, estás vivo! Qué bueno que tú
mismo saliste del sepulcro. ¡Estás vivo, resucitaste! Con el ejemplo de tu vida, me
enseñaste el camino, con tu palabra me enseñaste la verdad. En la Eucaristía, y en
la confesión me das la vida. ¡Jesús, yo te amo; Jesús, tú resucitaste! ¡Yo también
resucitaré!
Se dice Gloria al Padre y al Hijo

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