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Proceso
Concepto
¿Dónde se regula?
Haciendo una breve referencia a dichos principios, dada la ineludible relación que tienen con
el proceso, diremos, que los principios inherentes a su estructura, como los indicados de
contradicción e igualdad, se encuentran presentes en todos los tipos de procesos, ya que sin
ellos no existiría un genuino proceso, gozando de fundamentación constitucional.
El principio de contradicción o audiencia bilateral a las dos partes, aparece aludido en el
artículo 24.1 de la Constitución Española, cuando refiriéndose al derecho a la tutela judicial
efectiva de las personas ante los Tribunales, indica “sin que, en ningún caso, pueda
producirse indefensión”. La existencia de contradicción, que implica contenciosidad, es lo que
singulariza al proceso frente a la denominada jurisdicción voluntaria, caracterizada
precisamente, por la ausencia de contienda.
Como ha indicado el Tribunal Constitucional, (Sentencia 4/1982) la prohibición de indefensión
significa, que en todo proceso judicial debe respetarse el derecho de defensa contradictoria
de las partes contendientes, mediante la oportunidad dialéctica de alegar y justificar
procesalmente el reconocimiento judicial de sus derechos o intereses, debiendo promover el
legislador dicha contradicción.
En relación al principio de igualdad, éste viene a complementar al de contradicción, porque
para que exista una verdadera contradicción, se precisa que ambas partes, tengan las mismas
posibilidades de alegación, prueba e impugnación. Este principio no deriva tanto del principio
constitucional de igualdad reconocido en el artículo 14 de la Constitución, sino del propio
artículo 24 de la indicada norma fundamental (Sentencias del Tribunal Constitucional
125/1995, 4/1982, 180/1991, entre otras).
No obstante, éste principio, no queda infringido cuando en un concreto y especial
procedimiento, por razones de agilidad y economía procesal, se limiten las posibilidades de
alegación y prueba de las partes, siempre que puedan acudir a otro procedimiento, donde
con amplitud puedan realizar las alegaciones y proponer la prueba que estimen pertinente,
como ocurre, con los procesos civiles de desahucio y otros denominados sumarios (Sentencia
del Tribunal Constitucional 60/1983).