El marco conceptual responde a dos preguntas: ¿para qué y qué
información? y ¿cómo se puede conseguir? El marco conceptual de la NIIF para las Pymes tiene su origen y referencia básica en el marco conceptual de las NIIF completas. El marco conceptual de las NIIF completas actual está en proceso de revisión, coexistiendo una parte reformada en 2010 con otra subsistente desde 1989. Actualmente, el marco se divide en tres capítulos. Se han reformado los capítulos referentes a para qué y qué tipo de información. Está en proceso de discusión la parte del marco que aborda el cómo se puede conseguir la información, permaneciendo vigente la subsistente desde 1989. Asimismo, está en proceso de discusión un cuarto capítulo, destinado a la entidad que informa que da respuesta a una tercera pregunta referida a quién debe preparar los informes financieros de propósito general. El marco conceptual se divide en dos grandes secciones (figura 3.1). La primera responde al para qué y al qué información se debe preparar, describiendo cuál es el objetivo de la información, así como las características que debe reunir para conseguir ese objetivo. La segunda, mucho más operativa, responde al cómo se consigue la información deseada, aportando criterios que ayudan a la hora de emitir normas que permitan que las transacciones y eventos queden reflejados en los estados financieros. Figura 3.1. Estructura del marco conceptual Objetivos Características Hipótesis de Fuente: elaboración propia. Como proceso lógico deductivo, la sección teleológica orienta a la operativa, sin embargo, no son compartimentos absolutamente estancos, pues la aplicación concreta de las partes 25 operativas permite alcanzar el nivel de calidad de la información en función de las características. El proceso lógico deductivo traspasa el marco conceptual y alcanza a la emisión de normas concretas, las cuales se fundamentan en la sección operativa del marco. 4.1.Sección teleológica Los participantes en cualquier mercado requieren información para tomar decisiones. El mercado financiero no se encuentra ajeno a esta necesidad básica de los agentes. La información financiera reduce la incertidumbre en la toma de decisión sobre la asignación de recursos. Esta información se prepara para satisfacer la necesidad de los inversores que no disponen de otros medios para acceder a ella. La calidad de las normas contables redunda en un menor riesgo en la toma de decisiones de los participantes en el mercado. Por otra parte, la normalización contable trata de reducir los costos de transacción de los agentes, pues supera el debate de qué política informativa es la más adecuada y permite que la información entre entidades sea comparable. La información financiera también ayuda a resolver el problema de agencia entre los propietarios de la entidad y sus agentes, los directivos. Este análisis permite a los inversores actuales tomar decisiones sobre el mantenimiento de la inversión o sobre la evaluación del desempeño de estos directivos. La regulación contable se encuentra instalada en el paradigma de utilidad y ello implica que la elaboración de información va destinada a satisfacer las necesidades de información de los usuarios. La toma de decisiones de inversión y la rendición de cuentas de los directivos son los dos grandes usos de la información financiera con propósito general. La información necesaria para conseguir los objetivos anteriores debe versar sobre los recursos y obligaciones de la entidad, así como sobre el cambio que se ha producido en estos. El cambio en los recursos puede ser consecuencia del rendimiento financiero o de otro tipo de transacciones y eventos. El rendimiento financiero muestra la rentabilidad sobre los recursos, la cual se mide según la base de acumulación y según la base de caja. La información se prepara bajo la hipótesis de que la entidad informante va a continuar de manera indefinida en sus actividades. Por tanto, la información no se prepara con vistas a la liquidación de la entidad. Por otra parte, el concepto de mantenimiento de capital es clave para identificar cuándo la entidad genera resultados. La Introducción del marco conceptual señala que los estados financieros se preparan comúnmente con el concepto de mantenimiento de capital financiero en términos nominales. La elección del concepto de mantenimiento de capital depende del entorno económico e influye en la elaboración de normas específicas como la Sección 31, referida a economías hiperinflacionarias cuando el concepto de mantenimiento de capital debe ser en términos constantes. 26 La utilidad de la información se alcanza cuando ésta reúne unas características que podemos clasificar en fundamentales y de mejora. Las características representan los atributos que debe reunir la información, tornándose en objetivos más inmediatos del regulador contable. La aplicación de los criterios operativos del marco conceptual ayuda a que la información reúna un adecuado equilibrio entre las características de la información. En ocasiones la aplicación sistemática de la parte operativa conduce a un nivel satisfactorio de las características de la información; en otras, la solución contable a una determinada transacción o evento exige considerar las características de la información. Finalmente, la consideración del lado de la oferta de información se aprecia en la emisión de normas a través de la restricción del concepto costo beneficio. Esta restricción implica que cuando el esfuerzo o el costo son desproporcionados, la solución contable puede alejarse de la ortodoxia impuesta por la aplicación del marco. 4.2.Sección operativa La sección operativa se centra en el cómo se consigue que la información reúna las características que permiten que sea útil. A tal efecto, el marco describe los elementos de los estados financieros, sus definiciones, sus criterios de reconocimiento y los de medición. La sección operativa desgrana el cómo en varias cuestiones: cuándo se reconocen los elementos y por cuánto se miden. La definición de los elementos pone de manifiesto el enfoque de balance, siendo las definiciones de los activos y pasivos la piedra angular de las definiciones. Las definiciones de patrimonio neto, ingresos y gastos toman como referencia la de los dos primeros. Los criterios de reconocimiento responden al cuándo se incorporan los elementos. El reconocimiento parte de que los elementos cumplan con la definición, así como con dos pruebas, uno sobre la probabilidad de los flujos de efectivo y otro sobre la posibilidad de medirlos. En ambas pruebas la referencia a las características cualitativas es necesaria para decidir el reconocimiento. Una vez la entidad supera la prueba de reconocimiento, es preciso definir el por cuánto, es decir medir el elemento. Asimismo, las normas deciden la medición al cierre del ejercicio que se selecciona en cada norma, por referencia a las características cualitativas de la información.