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NOCIONES GENERALES

1. El concepto de estética

Como disciplina .Y campo de investigaci6n, la estética es la cien-


cia que tiene por objeto de estudio la belleza .Y que configura la
teoría filos6fica del arte y sus valores. As! pues, estética es -
el término usado para designar la ciencia .Y filosofía del arte y-
de lo bello. Considerada en sí misma, se refiere a la naturaleza-
.Ypropiedades de la belleza como tal .Y en sus di versas manifesta-
ciones.

1.1. Etimología del término

La palabra estética responde a la expresión griega ~szétika, de-


ri vada del verbo aiszánoma.!, que a su vez .Y en el sentido más am-
plio significa percibir con los sentidos, sentir, "ver", ad ver-:---
~~ que se vincula preferentemente
.Y al campo de la experienc~-
sensible .Y de los sentimientos.

En su acepción moderna el término estética fue acuñado por Baum--


garten, que en su obra Aesthetica sostiene que "el objeto del ar-
te son las representaci~nes confusas, pero ~~, o sea sensi---
bles, pero "perfectas", en tanto que el objeto del conocimiento -
racional son las representaciones distintas (los conceptos)"(AD -
452). La teqría de Baumgarten, fundada en la filosofía de Wolff y
más directamente en su vinculación con la belleza y con su aplic~
ci6n a los valores artísticos, trata de separar del campo general
de la filosofía la ciencia de la belleza "como un tratado especi-
al, distinto e independiente", al que vino a denominar estética -
(N-1 ).

(N-1): La palabra estética, para designar la ciencia de la belle-


za, fue introducida por A:G. Baumgarten(1714-1762) en su tesis --
doctoral Meditationes 2~ilosoE~h~ae de nonnullis ~oema Eerti--
!!~nt~(Halle,1735), De mayor amplitud es su"Ob'ra Aesthetica ---
~~mática(2 vol).-lrankfurt,1750.-Ed.de Olms.-Hildesheim,1961.
3

1.2. Acepciones

Hasta los dJtimos tiempos no había sido posible hallar un concep-


to de est~tica suficientemente esclarecido y terminante. Los aut2
res de épocas pasadas no acertaron a establecer un criterio uni--
forme ni lograron desligar la estética de otros conceptos análo--
gas con los que en ocasiones llegó a confundirse. ~sto nos lleva-
a seBalar ciertas acepciones relativas al término conceptual en -
cuestión.

1.2.1. ~stética y Poética

~ntre las nociones de estétic! y poética no siempre se ha llegado


a distinguir sus diferencias ni a precisar el objeto específico -
de cada una de ellas. A nivel etimológico ya conocemos el signif!
cado .v aplicación de estética que, como notaremos de inmediato, -
difiere ostensiblemente del propio de la poética, poietiké, que -
deriva del verbo poi~o y significa crear, producir, engendrar, --
dar a luz. Lo que vino a confundir los términos fue sin duda la -
absoluta
sible:
--
convicción de que sin sensibilidad
no hay poeta sin esteta.

Actualmente el nombre y significación


no hay creatividad

de est~tica está referido


P2

-
indistintamente a cualquier especulaci6n, estudio o investigación
que, independientemente de las diversas vinculaciones y motivaci2
nes socio-políticas o ético-religiosas del entorno, tenga por ob-
jeto de reflexión y análisis, de creación y contemplación, el ar-
te y lo be]]o. Quiere esto decir que, en la acepci6n moderna, "el
arte y lo bello" son conceptos coincidentes, que vienen a fusio--
nar en síntesis la ~stética con la 'ilosofía del Arte.

Muy distinto fue, en cambio, el criterio vigente a lo largo de la


filosofía clásica, llamado a diferenciar objetivamente ambos con-
ceptos, distinguiendo entre estética y poética, entre aiszétika y
noiétiké. La ~~ética I
es el arte de crear imáffienes. así lo enti-
_u._
ende Platón (Sofista ._. .
265a); y así lo expone Aristóteles (Retórica ..
I,11,1371b7). La estética, en cambio, se identifica en Plat6n con
la idea y manifestación del bien, desde el punto en que la ~ndad
-
- belleza se identifican en una sola y misma cosa. Bondad, oler
.v la -
dad y Belleza son sinónimas. Así lo entenderán también los neopl!
tónicos e incluso irán más allá como Plotino, que otorga a la ~-
tética un vínculo teo16gico y un rasgo místico, porque, así como-
el Uno y Dios se identifican en ~l Bien, "el Bien participa su --
belleza a todas las cosas"(Ennéadas,I,6,7). por su parte Aristóte
les hace coincidir la belleza con la perfecta armonía, es decir,-
con "la grandeza del orden y de la simetría que se puede abarcar-
en un vistazo" Ceoética, 7, 145 Ob35-ss. -Ke taphys ica, XII I,3,1 078b1 ).-
Esta misma versión nos ofrece el orador y filósofo latino Cicerón:

"Así como en el cuerpo existe una armonía en la interunión pro

porcional
los mismos,de que
sus (es lo que)y se
miembros en denomina
la equilibrada disposición
belleza, de =
así también -
en el alma la uniformidad y coherencia de los pensamientos y -
,juicios, a la par de una actitud firme y disciplinada, (a eso)
que es fruto de la virtud o la misma virtud en esencia, se 1e-
denomina belle za" ('Qisp. Tus,culanae,Il',13,31 ).

~sta misma tendencia será asumida luego por la Escolástica cris--


tiana y perdurará en la cultura del Medioevo. De ella se hace eco
Sto. Tomás (Sum.!h.,I,q.39,a.8). As! la acogió la Iglesia. Y en -
gran parte trascendió a la época del Renacimiento tal y como es -
ostensible en el Tratado de la E1ntura de Leonardo da linci.

Será a partir del siglo XlIII, con la introducci6n en el léxico -


del arte del concepto de gusto (como facultad de percibir e inte!
nalizar 10 bello), cuando los términos de el arte y de lo bello -
empiecen a,unificarse y a constituir un punto común de referencia.
Cuando en 1741 publique Hume la Regla del gusto, el criterio de -
unidad de ambos conceptos será un hecho ya admitido. As! 10 con--
firma Burke en Acerca del orig~~e las__;de~~ de lo sublime y~-
lo bello( 1756); y así 10 da a entender ~palletti en su ensayo ---
-
"Sobre la belleza" (1765). A establecer la unidad entre 10 -
artísti
co .y lo bello contribuy6 sobremanera Kant (1724-1804): "La natur!
leza es bella (sólo) cuando tiene la apariencia del arte", es de-
cir, cuando se muestra como arte; porque "el arte sólo puede den!?
minarse bello, cuando nosotros, aun siendo conscientes de que es-
arte, 10 consideramos como naturaleza"(Crít.de1 Juicio,n.4S).
3chelling (1775-1854), en cambio, terminará invirtiendo la rela--
ci~n puesta por Kant entre arte y naturaleza, "haciendo del arte-
la regla de la naturaleza, en vez de hacer de la naturaleza la r~
gla del arte"(AD 452)(Cf. Schelling: Sistema del Idealism2..-~!~~.--
cendental,lI,n.2.-"Las a.rtes figurativas", en Werke).

1.2.2. ~stética y Esteticismo

Estos son otros dos términos que deben ser esclarecidos y delimi-
tados, porque pudiera parecer a simple vista que el segundo es m!:,
ra derivación del primero y que tuviera con él una directa y con-
dicionada relación. Y no es exactamente así. El esteticismo es --
una teoría reduccionista, que refiere a la estética y al dominio-
del arte la totalidad del acontecer humano. El esteticismo, cen--
trado en el valor intrínseco del arte, considera a la estética --
(como objeto y como praxis) el principio original y el fin dltimo
y supremo del ser y acontecer humanos. En los valores estéticos -
hallan sustentación, referencia y explicación todos los demás te-
nidos por va.lores, empezando por los ético-religiosos que alcan--
zan en la estética su máxima perfecci~n. ~ste reduccionismo axio-
l~gico y universal a la estética es coherente y explicable, si --
aceptamos (como Schelling o Wilde o Novalis) que el arte es "ins-
piración divina" y "revelación del Absoluto"; y que el hombre, en
su pensar, sentir y querer, se mueve por imperativos estéticos --
que traducen la ~!!leza y el ~~Bto de la vida.
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2. Evoluci6n hist6rica de la Estética

la nalabra --
estética -ya lo dijimos- fue incorporada
fía del Arte por Baumgarten hacia el ano 1750 como comdn denom!
a la Filoso -
nador de cuanto se refiere al ámbito de la belleza yal estudio
de lo bello. Esto no excluye que Kant, tiempo después, aún si--
guiera explicando el concepto de estética ateniéndose a su raiz
y sentido etimo16gicos y reduciándola, por tanto, al campo de -
la sensibilidad y de la experiencia sensible. Pero, si bien es-
cierto que la estética surge como ciencia independiente a par--
tir del siglo XlIII, no es menos cierto que el tema de la belle
za venía siendo tratado y discutido desde los tiempos de la fi-
losofía clás ica.

2.1. Del Clasicismo griego al Medioevo

Con 36crates aparece la belleza identificada con la verdad y la


bonda1, dando a lo bello una connotación de carácter gnoseo16g!
co y ético. ~l origen y naturaleza del sentimiento estético SU!
cita entre los griegos diversas actitudes y tendencias, dando -
paso a opiniones dispares y alternativas, que unos refieren al-
placer de los sentidos (vista, oído, tacto), para venir a defi-
nir las cosas bellas como "quae visa placen!" (lo agradable a -
la vista); otros, en cambio, la hacen coincidir con la belleza-
interior, derivada de la recta conducta moral, en que la belle-
za del espíritu comporta en sí el placer de la virtud, tal como
lo expondrá posteriormente Séneca:"Preguntas: ¿qué buscas en -
la virtud? -A ella misma, porque no hay nada mejor y ella misma
9S su premio"(De vita !l~,9); y no pocos la vinculan a la in-
te1ilSencia y a su elevado vuelo a la contemplaci6n de las ideas
eternas en que está la perfecta belleza y de donde dimana el au
téntico placer del "sabio". pero no faltan quienes, al igual
que Platino, hacen denender el sentimiento estético de una esp!
cia1 "iluminación" intuitiva, esplendorosa, viva, intrínseca -;.
al mismo ser, inspirado por la divina Unidad (Dios). En Arist6te-
les el sentimiento estético responde a una purificación interior,
propia de la catarsis, que agiliza la mente y percepci6n del hom-
bre y lo inunda de paz y de armonía. precisamente en el sentido -
de armonía lo entendieron también y de manera singular los pitag1
ricos. La escuela de Pitágoras de Samos hizo del arte la mejor --
síntesis entre la concordancia 16gica y la paz del espíritu; y p~
so la belleza en el perfecto ~~ de las esferas y de los núme-
ros, de los espíritus y de las cosas, definiendo esa ~nía como
la exacta expresi6n de la belleza, en cuya contemplación se halla
el placer más alto y puro.

Los planteamientos y disquisiciones en torno a la estética, que -


se suscitan a 10 largo de todo el Medioevo, se debaten en los mis
mos términos de la filosofía griega, poniendo mayor acento en las
características de verdad y virtud propias de la belleza. De esta
forma 10 bello tiene su origen ejemplar y su valor supremo en la-
"Belleza suma", Dios, "Creador de toda belleza", de la que parti-
cipa la naturaleza creada con todas sus criaturas. Así que la be-
lleza, en el orden superior es una virtud teo16gica, y a nivel y-
grado de participación se manifiesta y se revela al mundo, tanto-
por medio de la actividad artística como por la actitud y,contem-
plación místicas.

Pese a su visión innovadora y a la fuerza creadora de sus propos!


ciones, ni el Renacimiento ni el Humanismo lograron desligarse de
la impronta heredada ni torcer el rumbo de la tradición impuesta.
Aunque aportaron conceptos de mayor amplitud estética, las p;enia-
lidades de esta época a duras penas lograron imponer su libre es-
píritu a las letras y a las artes bajo la mirada atenta, inquisi-
dora y dominante de la Iglesia.

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