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Martínez Granero MA, Lorenzo Ruiz M. Convulsiones Los episodios paroxísticos constituyen un motivo frecuente de
y crisis epilépticas en la infancia: lo que debe conocer consulta, muchas veces en la urgencia pediátrica por causar gran
el pediatra de Atención Primaria (presentación con alarma en la familia. Estos episodios se manifiestan de forma
vídeos). En AEPap ed. Curso de Actualización Pediatría
2014. Madrid: Exlibris Ediciones; 2014. p. 369-80. brusca como movimientos anómalos, alteración del tono, pérdida
de conciencia o comportamiento alterado.
369
370 Actualización en Pediatría
TERMINOLOGÍA1,2 1. A
segurar oxigenación, ventilación y función cardio-
vascular: posición en decúbito lateral. Aspiración de
n C
risis o trastorno paroxístico: cualquier episodio secreciones. Administración de O2 al 100% por gafas
de aparición generalmente brusca e inesperada y de nasales o mascarilla. Colocación de cánula de Mayo
breve duración. si está inconsciente y con compromiso de vía respi-
ratoria alta. Monitorizar saturación de oxígeno, fre-
n C
risis epiléptica: episodio paroxístico debida a una cuencia cardiaca y tensión arterial.
actividad neuronal excesiva o hipersíncrona, que se
manifiesta con síntomas motores, sensitivos, senso- 2. T ratamiento anticonvulsivo: las vías rectal y bucal
riales, autonómicos y/o psíquicos: son apropiadas para el tratamiento extrahospitala-
rio de las crisis, pudiendo utilizarse el diazepam
– Crisis espontáneas o no provocadas: NO asocia- rectal (0,5 mg/kg, máximo 10 mg) o el midazolam
das a proceso agudo, relacionadas con la epilepsia. bucal (0,3 mg/kg, máximo 10 mg). El midazolam
bucal se absorbe por la mucosa yugal, colocándolo
– Crisis agudas sintomáticas o provocadas: apare- entre la mejilla y la encía. Este tratamiento no au-
cen en el curso de un proceso agudo, son una menta significativamente el riesgo de depresión
forma de manifestación de una enfermedad dife- respiratoria ni se asocia a necesidad de intubación
rente a la epilepsia. endotraqueal. Dosis inferiores no tienen efecto
anticonvulsivo.
n C
risis cerebral no epiléptica o trastorno paroxís-
tico no epiléptico (TPNE): expresión de una disfun- 3. O
tras medidas: determinar la glucemia, canalizar vía
ción cerebral transitoria por mecanismo diferentes intravenosa por si se precisa administración de otros
al de las crisis epilépticas: anóxicos (espasmo del fármacos o corrección de hipoglucemia. Si persiste
sollozo), hípnicos (terror nocturno), psíquicos (crisis la crisis y no disponemos de vía venosa, considerar
ansiedad)... midazolam 0,2 mg/kg im. (máx. 10 mg).
n C
risis convulsiva: cualquier tipo de crisis con sinto-
matología motora. No son necesariamente epilépti- VALORACIÓN INICIAL DE UNA CRISIS EPILÉPTICA
cas.
Ante una primera crisis, debe realizarse un diagnóstico
n E pilepsia: caracterizada por crisis epilépticas recu- diferencial entre crisis epiléptica no provocada o crisis
rrentes: dos o más separadas >24 horas y no pro- secundaria a un proceso agudo potencialmente grave.
vocadas por trastorno agudo. Las crisis secundarias generalmente se acompañan de
otros signos y síntomas propios de la enfermedad cau-
TRATAMIENTO INICIAL DE LA CRISIS sante, por lo que es muy importante realizar una anam-
CONVULSIVA3 nesis y exploración física completas, y no centrarse úni-
camente en el aspecto neurológico. Sospecharemos que
La mayoría de crisis ceden solas en 2-3 minutos. Se debe la crisis es secundaria si:
iniciar el tratamiento en todo paciente que llegue a ur-
gencias convulsionando o en cualquier crisis que no ha n C
ontexto febril, con o sin signos meníngeos y otros
cedido espontáneamente en pocos minutos. La adminis- síntomas neurológicos de infección del SNC.Valorar
tración extrahospitalaria de anticonvulsivos puede con- pruebas complementarias analíticas y punción lum-
trolar las crisis evitando la evolución a una situación bar (previa prueba de imagen si existe focalidad
grave, el estatus epiléptico. neurológica).
Convulsiones y crisis epilépticas en la infancia: lo que debe conocer el pediatra... 371
n Antecedente traumático. Indicado TAC urgente. niños que reciben tratamiento antibiótico (meningi-
tis “decapitada”) y presencia de focalidad neurológi-
n L as alteraciones metabólicas, electrolíticas o tóxicas ca (tras realización de prueba de imagen).
suelen acompañarse de vómitos, diarrea, deshidra-
tación o disminución del nivel de conciencia. Realizar n A
nalítica: en general, no es necesaria; solo para es-
estudios complementarios analíticos según sospecha: tudio de la etiología de la fiebre o si se sospecha
bioquímica, gasometría, tóxicos... una alteración metabólica. Determinar glucemia si
postcrisis prolongada.
cuales no se pierde el tono muscular y puede aso- etc. y la recuperación es gradual con confusión y
ciar fenómenos motores discretos, como parpa- amnesia del episodio.
deos o elevación de la mirada (ausencias típicas).
Ceden bruscamente, recuperando la actividad
previa, sin conciencia del episodio. Otras veces son EPILEPSIA
más prolongadas, con confusión posterior (ausen-
cias atípicas). Enfermedad crónica que se caracteriza por la recurrencia
de crisis epilépticas no provocadas (al menos 2, separa-
n C
risis mioclónicas: sacudidas musculares bilaterales das más de 24 horas). La presentación de una única
y simétricas, súbitas y breves, sin alteración de la crisis no es suficiente para hablar de epilepsia, ni aun
conciencia. encontrando alteraciones en el EEG. El EEG permite
confirmar el diagnóstico de epilepsia pero en ningún caso
n C
risis tónicas: contracciones musculares prolonga- establece por sí solo el diagnóstico.
das, simétricas y bilaterales, que causan caída. Pueden
seguirse de clonías (crisis tónico-clónica). La prevalencia de epilepsia en niños es del 0,5%-1%.
n C
risis atónicas o astáticas: pérdida súbita de tono Pueden clasificarse según su origen en:
que, frecuentemente, causa caída.
n Idiopática: de etiología genética, antecedentes fami-
liares frecuentes, inicio relacionado con la edad, ca-
n C
risis clónicas: contracciones musculares involunta-
racterísticas clínicas y EEG definidas, y exploración
rias repetidas con cierto componente rítmico.
neurológica y pruebas complementarias normales.
n E spasmos epilépticos: flexión o extensión del cuello
n S intomática: de causa conocida. Lesiones antiguas y
con abducción o aducción de miembros superiores,
estáticas (ej: epilepsia en niños con parálisis cerebral
habitualmente en salvas.
infantil), o causas recientes y/o evolutivas (tumor,
enfermedad neurodegenerativa...).
n C
omplejas (CFC): alteración aislada del nivel de Síndromes epilépticos
conciencia, o se inician como una CFS que se sigue
de una disminución del estado de alerta. Son fre- Trastorno epiléptico con características distintivas, como
cuentes los automatismos, movimientos estereotipa- tipo de crisis, edad de presentación, registro EEG, ten-
dos como chupeteo, frotamiento de manos, pedaleo, dencia evolutiva y respuesta a fármacos. Es importante
Convulsiones y crisis epilépticas en la infancia: lo que debe conocer el pediatra... 373
espasmos pálidos son inducidos por traumatismos pueden desencadenarse de forma espontánea o
banales o por situaciones que producen sorpresa, el cuando se le despierta bruscamente. El niño parece
niño se pone pálido, pierde la conciencia, sin llanto confuso y desorientado, a veces irritable y agresivo,
previo, y se sigue de rigidez y clonías breves. Los con verbalizaciones o peticiones de ayuda a los
factores desencadenantes caracterizan estos episo- padres. Aunque parece estar despierto, no responde
dios, y se identifican fácilmente con una anamnesis de manera apropiada y no se le puede consolar. Los
detallada. Pueden confundirse con las crisis epilépti- intentos de los padres para acabar con el episodio
cas cuando la fase inicial de llanto es poco evidente pueden hacer más intensos los síntomas. Aumentan
o se inician directamente con apnea, y cuando solo en procesos febriles y con el cansancio físico. La
se ha presenciado el fenómeno convulsivo. duración de estos episodios es de pocos minutos,
con amnesia posterior.
n S íncopes neurogénicos o vasovagales: tras un factor
desencadenante (dolor, visión desagradable, paso a n S onambulismo: se manifiesta con conductas moto-
bipedestación...), el paciente presenta síntomas ras durante el sueño, se levanta de la cama y camina,
premonitorios (visión borrosa, acúfenos, náuseas, e incluso puede realizar tareas complejas, como abrir
calor, palidez...), pierde la conciencia y cae, recupe- puertas cerradas o comer. Pueden asociar vocaliza-
rándose después con rapidez. Si la duración de la ciones ininteligibles y carentes de significado. Estos
hipoxia es mayor de 15 segundos puede seguirse de episodios duran de pocos minutos a más de 30
hipertonía o sacudidas clónicas, pérdida de control minutos. Parecen estar despiertos, e incluso pueden
de esfínteres, mordedura de la lengua y recupera- obedecer órdenes de volverse a la cama. Si se le
ción más lenta (síncope convulsivo) (Tabla 2). despierta, estará confuso y desorientado. Amnesia
del episodio.
TPNE del sueño
n T errores nocturnos: se inician entre los 18 meses y
Trastornos del despertar no REM los 5 años, con un pico de presentación a los 5-7
años y raramente persisten en la adolescencia. Su-
n D
espertar confusional: aparecen en la primera ceden de forma repentina, en las primeras horas del
mitad del sueño (NREM). Se inicia sobre los 5 años sueño. El niño se sienta en la cama, con gritos de
de edad. Son episodios repentinos y alarmantes, que terror e importante activación autonómica: ojos
abiertos, midriasis, taquicardia, taquipnea, sudoración generalizados, que aparecen exclusivamente durante
profusa, hipertonía muscular. Durante el episodio, el el sueño. Pueden ser muy frecuentes, prolongándose
niño no reconoce a sus padres y no es receptivo a durante horas Se inician en los primeros días de vida
los intentos de calmarle. Puede asociar intentos de y desaparecen antes de los 4-6 meses. Se diferencia
huida o de descontrol motor, se levanta agitado y de las mioclonías epilépticas en que ceden inmedia-
corre por toda la casa, pudiendo causarse lesiones. tamente al despertar al niño. Se recomienda hacer
Los episodios duran pocos minutos, terminan es- EEG para descartar origen epiléptico.
pontáneamente y el niño se duerme de nuevo.
Amnesia del episodio. Las características de los te-
rrores nocturnos pueden motivar su confusión con TPNE motores
las crisis epilépticas parciales complejas, sobre todo
si son muy recidivantes. n E stremecimientos o shuddering attacks: en lactan-
tes y niños pequeños, crisis de detención de acti-
vidad breve, seguido de temblores de tronco y
Trastornos del movimiento relacionados
cabeza similares a un escalofrío. Se presenta en
con el sueño
accesos breves y frecuentes a lo largo del día, au-
mentan en situaciones de estrés, frustración o ra-
n M
ovimientos periódicos de las extremidades du-
bia.
rante el sueño: movimientos repetitivos y estereo-
tipados de los miembros inferiores, extensión del
n M
ioclonías benignas del lactante: sacudidas bruscas
primer dedo y dorsiflexión del tobillo, a menudo
de la cabeza y extremidades superiores, con flexión
asociada a una flexión de rodilla y cadera. Son uni-
de la cabeza y extensión/abducción de los brazos,
laterales o bilaterales y se presentan en intervalos
simulando un espasmo epiléptico. Inicio a los 4-6
de 20-40 seg. Pueden asociarse a ferropenia.
meses, en vigilia y desaparecen en pocos meses. Es
obligado realizar un EEG para descartar síndrome
n R itmias motoras del sueño: aparecen en la transi- de West.
ción de la vigilia al sueño y en el sueño superficial
(NREM). Consisten en movimientos repetitivos es- n T ortícolis paroxístico benigno: episodios de desvia-
tereotipados como golpear la cabeza contra la cuna ción del cuello no dolorosa, con o sin afectación del
(jactatio capitis), balanceo de cabeza anteroposterior tronco, de duración variable, desde minutos hasta
(headbanging), lateral (headrolling) o de todo el varios días. Puede asociarse a vómitos o ataxia, con
cuerpo con el niño “a 4 patas” (bodyrocking). Duran nivel de conciencia normal. Se inician en el lactante
desde pocos minutos a más de 30 minutos. Frecuen- y desaparecen antes de los 5 años. En el primer
tes en lactantes, disminuyen en edad preescolar episodio se plantea un diagnostico diferencial con
(hasta los 5 años), pudiendo persistir en niños más patología de fosa posterior. Los episodios se repiten
mayores con retraso mental, problemas conductua- hasta varias veces al mes, cambiando la lateralidad
les, autismo o déficits sensoriales. En la mayoría de del tortícolis.
los casos estos movimientos son suaves, se repiten
esporádicamente y no preocupan a los padres, pero n D
esviación ocular tónica paroxística benigna: epi-
algunas veces son de gran frecuencia e intensidad y sodios prolongados, de horas a días, en los que se
se hacen tan violentos, que despiertan a los padres produce una desviación de los ojos hacia arriba, in-
y el niño puede lesionarse. termitente o mantenida. Pueden asociar ataxia. Se
inician entre los 4 y 10 meses. No está limitada la
n M
ioclono benigno neonatal del sueño. movimientos visión lateral y aparece nistagmo al intentar mirar
breves, rápidos (mioclonías), arrítmicos, focales o hacia abajo. El proceso debuta entre los 6 y 24
376 Actualización en Pediatría
n C
risis de pánico: estado de ansiedad fóbica con n A
utogratificación: en lactantes niñas desde los 6
sudoración, temblor, palpitaciones, sensación de meses. Consisten en movimientos rítmicos de frota-
ahogo, opresión torácica. Puede haber disminución miento o presión de los genitales con los muslos
de conciencia y pérdida de control de esfínteres cruzados o contra un objeto, con congestión facial,
(motivo de confusión con crisis epilépticas). Se sudoración, rigidez de tronco, temblor, mirada per-
asocian a un factor desencadenante. dida y finalmente relajación muscular y tendencia al
sueño. Cede al distraer a la niña o cambiar la posi-
ción. Suelen desaparecer antes de la edad escolar.
n C
risis de hiperventilación psicógena: respiraciones
rápidas e irregulares, dolor precordial, palpitaciones y
cefalea, pero también parestesias en manos y tetania, DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL ENTRE TPNE
que pueden confundir con crisis epilépticas. Provo- Y EPILEPSIA8,9
cado por una hiperventilación, a veces encubierta, y
se asocian a un beneficio secundario. Más frecuente El diagnóstico es fundamentalmente clínico, basado en
en adolescentes de sexo femenino. una anamnesis minuciosa y detallada. La confirmación
diagnóstica que nos asegura un origen cerebral es el
n C
risis conversivas y facticias: movimientos rítmicos registro EEG en el momento de la crisis que, salvo en
pero asíncronos entre ambos hemicuerpos, con epilepsias con crisis muy frecuentes, como las ausencias,
movimientos pélvicos frecuentes, a veces muy teatra- rara vez es posible. Es necesario un conocimiento básico
les, ojos cerrados con fuerza. Ocurren de día y en de las manifestaciones habituales, tanto de las crisis epi-
presencia de testigos. No se autolesionan. Muchas lépticas como de los TPNE, para su reconocimiento.
veces tienen un “modelo epiléptico” al que imitar.
Simuladas o inconscientemente, pero siempre hay un La anamnesis de las crisis debe obtenerse, de ser posible,
beneficio secundario, y responden a la sugestión. de los testigos presenciales así como de los propios ni-
Pueden darse en niños epilépticos, y ser muy difíciles ños, si son capaces de describirlas, y a la menor brevedad
de diferenciar de las crisis epilépticas (Tabla 3). para evitar olvidos en la secuencia del mismo.
Convulsiones y crisis epilépticas en la infancia: lo que debe conocer el pediatra... 377
Debe ser exhaustiva, incluyendo las circunstancias en que Preguntar por enfermedades sistémicas intercurrentes y
aparecen, las sensaciones o síntomas previos a la crisis si el niño toma medicación o ha podido ingerir alguna
(pródromos), características principales del episodio sustancia tóxica.
(signos motores, sensoriales, vegetativos, sensitivos), es-
tado de conciencia, presencia de cianosis, palidez o Hay que tener en cuenta que la pérdida de conocimien-
cortejo vegetativo, signos de focalidad neurológica, dura- to, los movimientos involuntarios o la incontinencia de
ción aproximada y sintomatología posterior (desorienta- esfínteres pueden estar presentes en los TPNE. Entre los
ción, cefalea, sueño, etc.). Los factores precipitantes tie- antecedentes personales, no deben sobrevalorarse los
nen una especial relevancia diagnóstica, pueden orientar antecedentes patológicos perinatales ni de convulsiones
a un TPNE (dolor, frustración, traumatismo, ayuno pro- febriles, y los antecedentes familiares de epilepsia deben
longado, calor sofocante) o a un tipo de crisis epiléptica ser considerados con cautela.
(estímulos luminosos, videojuegos, privación de sueño...).
378 Actualización en Pediatría
En los casos dudosos, la grabación de los episodios con miedo o malestar, posturas distónicas y automatis-
un teléfono o cámara de vídeo puede facilitar el diagnós- mos motores violentos o abigarrados, como incor-
tico. porarse o agarrarse a la cama, sacudidas pélvicas,
movimientos de pedaleo o patadas. El periodo
postcrítico es muy breve. Las crisis son muy frecuen-
Exámenes complementarios tes, generalmente de duración corta. EEG normal
entre las crisis. En ausencia de antecedentes familia-
En la mayoría de los casos el diagnóstico es clínico y no res, se confunden con parasomnias o trastornos
será necesario realizar exámenes complementarios, in- psicógenos (Tabla 4).
cluso pueden no ser oportunos, porque son los que más
errores diagnósticos condicionan. La normalidad del EEG
n E pilepsia focal con semiología afectiva: niños de 3-9
no confirma que se trate de un TPNE y tampoco exclu-
años. Crisis de miedo o terror repentino con gritos,
ye una epilepsia. Por otra parte, la presencia de altera-
síntomas autonómicos (palidez, sudoración). Puede
ciones paroxísticas no implica que estemos ante un
asociar automatismos orales y bloqueos del habla.
proceso epiléptico.
No hay pérdida de conciencia. Las crisis con frecuen-
tes y breves, y aparecen tanto en sueño como en
vigilia. Se confunden con pesadillas y con terrores
CRISIS EPILÉPTICAS QUE PUEDEN SIMULAR
nocturnos; sospechar si son muy frecuentes o si
UN TPNE2,10
aparecen episodios en vigilia. La evolución es favo-
rable, con remisión, incluso sin tratamiento.
Algunas epilepsias y crisis epilépticas pueden simular un
TPNE (como las crisis del lóbulo frontal, del lóbulo
temporal o los espasmos epilépticos) o manifestarse de n S índrome de Dravet: encefalopatía epiléptica con
forma no paroxística (epilepsia con punta-onda continua base genética. Clínicamente, se distinguen 3 fases: 1)
en sueño lento). fase febril: Inicio a los 3-6 meses con crisis febriles,
habitualmente atípicas, con tendencia a ser prolon-
n E pilepsia del lóbulo frontal nocturna autosómica gadas (estatus) y con alta recurrencia. EEG normales;
dominante: crisis focales durante el sueño, que 2) fase catastrófica: desde los 2 años, aparecen crisis
consisten en vocalizaciones, gruñidos, sensación de afebriles (mioclónicas, ausencias atípicas, clónicas
generalizadas y focales complejas). Aparecen altera- sueño aparece una punta onda continua generali-
ciones en EEG; y 3) fase residual: deterioro cognitivo zada durante el sueño NREM que produce la al-
progresivo con ataxia. Es una epilepsia muy refrac- teración cognitiva. El pronóstico está relacionado
taria. Puede sospecharse ante crisis febriles de inicio con la duración de esta actividad durante el sueño.
muy precoz o evolución atípica.
n A
fasia-epilepsia adquirida o síndrome de Landau-
n S índrome de West: se inicia antes del año de vida, Kleffner: es muy infrecuente. Inicio entre los 2-8 años.
sobre todo entre los 4 y 7 meses. Tríada caracterís- Cursa con una afectación severa del lenguaje secun-
tica: 1) crisis de tipo espasmos epilépticos; 2) traza- daria a agnosia verbal auditiva. Un 40% de los casos
do EEG intercrítico de hipsarritmia (trazado muy no asocian crisis epilépticas, y puede ser difícil sospe-
desorganizado, lento, hipervoltado y con anomalías char un trastorno epiléptico. El EEG se caracteriza
epileptiformes multifocales); y 3) detención o invo- por la aparición de punta-onda continua en el área
lución psicomotora. Etiología sintomática en la ma- temporal durante más del 80% del sueño NREM.
yoría de los casos (esclerosis tuberosa, patología
hipóxico-isquémica perinatal, malformaciones cere- n E pilepsia occipital de inicio precoz (síndrome de
brales, enfermedades metabólicas, etc), pero tam- Panayiotopoulos): inicio entre 1-14 años (pico entre
bién pueden aparecer en lactantes sin antecedentes 3-6 años). Sintomatología autonómica con vómitos
neurológicos. Los espasmos consisten en contrac- (80%), desviación tónica ocular y de la cabeza hacia
ciones tónicas en flexión de extremidades y tronco un lado (versivas), palidez, sudoración, midriasis,
(rara vez en extensión), de pocos segundos de du- cambios de conducta, como agresividad o pánico. Se
ración, que se repiten en salvas. Pueden ir precedi- siguen de disminución de conciencia con confusión
dos de un grito y seguirse de llanto, diagnosticándo- o arreactividad y pueden aparecer clonías o crisis
se erróneamente de “cólicos” o “RGE”. El generalizadas. Crisis prolongadas (hasta varias horas).
pronóstico es globalmente malo, depende principal- Por todo esto se pueden confundir con intoxicacio-
mente de la etiología, pero puede empeorar si se nes o encefalitis. Las crisis predominan durante el
retrasa el diagnóstico. sueño y son infrecuentes.
n E pilepsia parcial benigna de la infancia con puntas n E pilepsia occipital de comienzo tardío (tipo Gas-
centrotemporales (rolándica): comienza entre los 5 taut): inicio entre los 3-16 años (pico a los 7-10).
y los 10 años en niños previamente sanos, y se ca- Crisis frecuentes, diurnas, de contenido visual con
racteriza por crisis focales sensitivo-motoras que amaurosis, fosfenos, ilusiones o alucinaciones visuales.
afectan a cara, orofaringe y miembro superior (clo- Pueden asociar automatismos y clonías. Habitual-
nías oro-facio-braquiales, bloqueo del habla y pares- mente se siguen de cefalea postcrítica de caracterís-
tesias bucales). Pueden generalizarse secundaria- ticas migrañosas, por lo que puede diagnosticarse
mente. Las crisis son infrecuentes y de predominio erróneamente de migraña con aura visual (Tabla 5).
nocturno. No se recomienda tratamiento, salvo crisis
frecuentes. El EEG muestra un foco de puntas en la n E pilepsia ausencia de la infancia: inicio alrededor de
región centro-temporal, uni o bilateral. los 5-8 años. Crisis de tipo ausencias típicas, que
pueden ser muy frecuentes (hasta 100 al día) e in-
– Formas complicadas: menos del 1% de los casos terferir la funcionalidad escolar y social del niño, que
pueden evolucionar a epilepsia con punta-onda puede parecer inatento (confusión con TDAH). EEG
continua durante el sueño lento. Puede manifes- característico con punta onda generalizada a 3 Hz.
tarse con recaída de las crisis o por problemas Las crisis pueden provocarse en la consulta con la
severos de aprendizaje o conducta. En el EEG de hiperventilación.
380 Actualización en Pediatría
n C
risis gelásticas: crisis consistentes en risa paroxís- 5. Herranz Fernández JL. Trastornos paroxísticos no
tica, inmotivada. Se asocian a hamartomas hipotalá- epilépticos. Pediatr Integral. 2007;11:799-810.
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