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7 consejos para incentivar la memoria de nuestros alumnos

15/01/2014 Escrito por Santiago Moll 5 comentarios

Todos aquellos docentes que trabajamos y convivimos diariamente con adolescentes,


somos conscientes de un hecho que para nada pasa desapercibido: la memoria. Nuestros
alumnos tienden a ser, por lo general, descuidados y olvidadizos. Para los adultos o
docentes es un aspecto que no siempre tenemos en cuenta o, mejor dicho, no siempre
gestionamos de la mejor manera. En muchas ocasiones cometemos el error de pensar que
el cerebro de un docente es el mismo que de un alumno y no es así. A medida que las
personas crecen, también lo hace su cerebro.

En este artículo tengo la intención de dar algunas pautas muy sencillas de cómo podemos
gestionar o potenciar la memoria de nuestros alumnos. Vaya por delante que no soy ni
mucho menos un experto en la materia. Simplemente pretendo poner de manifiesto algunas
prácticas o rutinas muy fáciles de llevar a cabo para que la memoria de nuestros
adolescentes pueda optimizarse al máximo.

¿Cómo podemos incentivar la memoria de nuestros alumnos?

Por lo que al cerebro se refiere, nos centraremos en tres regiones:

 Cerebelo: es la parte encargada del equilibrio y de la coordinación motriz, es decir, es


la zona encargada de ejecutar todas las actividades voluntarias e involuntarias del
cuerpo humano.
 Corteza prefrontal: es la parte que se ocupa de mantener nuestro cuerpo en alerta y
regular el comportamiento y la impulsividad. Además regula la inhibición y discierne
entre juicios relacionados con el bien y el mal.
 Corteza límbica: es la parte encargada de la memoria, la atención y las emociones.

Junto con estas tres zonas, en el desarrollo del cerebro de un adolescente podemos
identificar dos etapas:

 “Florecimiento” -en inglés blossoming– que comprende edades entre 11-14 años y se
centra en cinco aspectos: lo moral, lo social, lo cognitivo, lo personal y lo emocional.
Al respecto, os recomiendo un interesante artículo de la pedagoga Aránzazu Ibáñez
titulado Un modelo de desarrollo positivo adolescente basado en la competencia.
 ” Poda” -en inglés pruning– que comprende edades entre 14-25 años. Se trata de un
proceso en el que unas neuronas permanecen y otras son eliminadas.

Durante estas etapas se producen cambios significativos en nuestros alumnos que debemos
conocer y entender, porque se relacionan directamente con la atención y, por ende, con la
memoria.

Es por ello que en este artículo me gustaría referirme a unas pautas de actuación que creo
que pueden beneficiar a que nuestros alumnos fortalezcan o consoliden su memoria:

1. Rutina. Es fundamental que los docentes seamos capaces de establecer una rutina
en nuestra forma de enseñar en el aula. En ocasiones podemos pensar que la rutina
es sinónimo de aburrimiento, y creo que no es así. A través de la rutina y la repetición
es como nuestros alumnos interiorizarán mecanismos que harán más fácil su proceso
enseñanza-aprendizaje. Creo personalmente que la rutina es un gran aliado de la
memoria.
2. Orden. Otro aspecto muy a tener en cuenta es la importancia del orden. Creo que en
una clase es muy significativo ver cómo los alumnos gestionan su propio espacio. Es
importante, al respecto, estar muy atento al orden de nuestros alumnos, porque nos
puede dar muchas pistas acerca de su forma de ser y de actuar. Con ello no quiero
decir que un alumno desordenado sea peor alumno, pero sin duda el orden es un
factor que puede mejorar la atención y la concentración, aspectos íntimamente
ligados con la memoria.
3. Sueño. Aunque pueda parecer una obviedad, las horas de sueño influyen directamente
en la memoria de un adolescente. Cada vez hay más alumnos que reducen sus horas
de sueño, que debería situarse entre las nueve o nueve horas y media diarias. En
muchas ocasiones los docentes observamos cómo afecta la falta de sueño a la
memoria y a la capacidad de atención y concentración de nuestros alumnos. En este
sentido creo que es importante establecer una comunicación fluida con las familias
para que sean ellas las que nos ayuden a que nuestros alumnos duerman las horas
pertinentes. En este sentido os recomiendo la lectura del artículo titulado Actividad de
tutoría. El horario personal. En este artículo explico cómo podemos detectar y gestionar
el horario de nuestros alumnos.
4. Emoción. Creo que es innegable la relación que existe entre las emociones y la
memoria. A veces tendemos a pensar que las emociones sólo guardan relación con
nuestro comportamiento y creo que no es así. Un recuerdo asociado a una
información cargada emocionalmente permanece grabado en el cerebro.
Seguramente todos estaréis de acuerdo en afirmar que recordamos con mayor
facilidad aquellos datos y experiencias que contienen una carga emocional y afectiva.
En otros artículos ya me he referido a la distinción entre explicar y enseñar. Pues bien,
cuando un docente enseña, en ese procedimiento hay una carga emocional mucho
mayor que cuando explicamos. Es por ello que si nos esforzamos a enseñar a partir
de una correcta carga emocional, nuestros alumnos tendrán más posibilidades de
asimilar aquello que les transmitimos. Para mí no hay educación sin emoción y la
emoción es aprendizaje.
5. Empatía y simpatía. Muy ligado a la emoción están los términos empatía y simpatía.
Mientras que la simpatía es un proceso básicamente emocional, la empatía va mucho
más allá, ya que implica la capacidad de ponerse en la piel del otro. Es por ello que
debemos potenciar por encima de todo la empatía sobre la simpatía. Porque para la
empatía se necesita aprendizaje, mientras que para la simpatía no, al ser mucho más
espontánea. Potenciando la empatía, fomentamos la inteligencia emocional y además
la atención. Sobre la empatía recomiendo el artículo titulado 5 consejos para aumentar
la empatía con tus alumnos.
6. Refuerzo positivo incondicional. Ya me he referido en otros artículos a esta expresión.
Se basa, principalmente, en premiar de forma activa la participación y el interés del
alumno en el aula. Este tipo de refuerzo tiene un valor realmente extraordinario para
el alumno, ya que lo valora muy positivamente. Al hacerle un reconocimiento público,
incidimos en sus emociones y aumentamos su motivación. Y a mayor emoción y
motivación, mayor fijación de la memoria. Además, el refuerzo positivo incondicional
fomenta la autoestima y hace que los alumnos ganen en seguridad.
7. Anécdota. Para fomentar y trabajar la memoria acerca de los conocimientos que
nuestros alumnos van adquiriendo en las sesiones lectivas, recomiendo el uso de la
anécdota como un elemento muy válido para la fijación en la memoria de lo que les
enseñamos a nuestros alumnos. Me parece que es muy interesante el enseñar a partir
de analogías, es decir, cómo a través de una anécdota podré recordar con mayor
facilidad aquello que mi profesor me ha enseñado. Además, la anécdota hace que el
alumno aumente significativamente el grado de atención. Siempre que el tema me lo
permite, me gusta empezar con una anécdota para enseñar posteriormente los
conceptos relacionados de forma directa o indirecta con dicha anécdota.
http://justificaturespuesta.com/7-consejos-para-incentivar-la-memoria-de-nuestros-
alumnos/

Estrategias y herramientas para mejorar la atención de los alumnos en el aula

¿Cuánto duran los periodos de atención de los estudiantes en el aula? La respuesta puede
variar en función de la influencia de diferentes factores como la motivación, la emoción, el
momento del día o el tipo de tarea. Es necesario profundizar en la comprensión de este
proceso psicológico básico y su utilización en el aula, para armonizar la enseñanza con la
capacidad real del alumnado.
¿Cómo podríamos mejorarlo o qué dice la ciencia de todo ello? A continuación nos gustaría
plantear un par de cuestiones clave como son la relación de la atención con las metodologías
de innovación en el aula y la importancia de los primeros momentos de la clase. Por último
se plantean una serie de consejos para mejorar el funcionamiento de la clase teniendo en
cuenta una serie de sencillas ideas.
Atención en el aula y metodologías de enseñanza activas
Respecto al análisis sobre cómo se desarrolla el uso de la atención en el aula a lo largo del
tiempo, un trabajo de investigación(Bunce, Flens, y Neiles, 2010) analizó la utilización de
diferentes métodos de enseñanza en el aula (metodologías activas, demostrativos o
mediante el planteamiento de cuestiones y desafíos) y midió los momentos de atención e
inatención de los alumnos. Los estudiantes podían pulsar un botón cada vez que habían
experimentado un periodo de inatención. Este estudio mostró tres hallazgos principales: En
primer lugar, la duración de los periodos de atención fue de aproximadamente 1 minuto de
duración. En segundo lugar, los periodos de atención fueron más frecuentes de lo que la
investigación había encontrado hasta el momento. Durante 10 minutos la atención mostró
varios “picos” de atención a lo largo de periodos de clase de 10 minutos. Un primer pico a
los 30 segundos de comenzar, otro a los 4,5 minutos otro a los 7 minutos y otro a los 9
minutos. En tercer lugar, los investigadores encontraron una relación positiva entre los
niveles de atención y las metodologías de enseñanza activa. Durante las sesiones con
enseñanzas activas los periodos de atención fueron mayores y más numerosos que durante
las sesiones basadas en la clase magistral.
El inicio de la clase es clave

Según Jesús C Guillén


creador de la web Escuela con Cerebro, se recuerda mejor lo que ocurre al principio, por lo
que el comienzo de la clase se antoja un momento crítico. Tradicionalmente se utilizan los
primeros minutos de las clases para corregir los deberes del día anterior, sin embargo,
deberían utilizarse para introducir o analizar los conceptos más novedosos y relevantes. Es
esa novedad que despierta la curiosidad la que activa las redes atencionales de alerta y
orientativa del alumno y que le sirven para abrir el foco de la atención, no para
mantenerlo. Como ejemplo que resalta la importancia de la curiosidad en el aprendizaje,
podemos iniciar una clase al modo socrático clásico con una pregunta provocadora
relacionada con un problema real que sea motivador y que permita al alumno iniciar un
proceso de investigación en el que se sienta un protagonista activo del mismo.

Durante el inicio de la clase debería despertarse el interés, durante la mitad de la misma


se podría facilitar la reflexión a través del trabajo cooperativo y utilizar el final para repasar
lo prioritario.

Recomendaciones para mantener la atención de los alumnos durante la clase


A continuación, le proponemos una serie de consejos recopilados de diferentes autores,
como por ejemplo Sara Saggan (informED), Tristan de Frondeville, David Reeves
(Edutopia, 1 y 2 ), Jesús C Guillén (Escuela con cerebro) con diversas ideas sobre cómo
mejorar la atención de los estudiantes en el aula.
1.Antes de dar unas intrucciones es importante seguir una rutina para reclamar la atención
del alumnado

Según Tristan de Frondeville (2009) una rutina que podría funcionar muy bien sería: 1)
Conseguir un silencio total 2) Reclamar una atención completa 3) Tener las “cinco cejas”
dirigidas hacia el profesor (las dos cejas de los ojos, las dos de las rodillas y la del
corazón). Antes del silencio total es bueno avisarles de que se les deja hablar entre ellos
pero que vamos a hacerles una señal (contar en voz alta de uno a tres o hacer sonar una
campanilla) para que dejen de hablar.

2. Empezar con un calentamiento mental

Plantea un ejercicio o un desafío en la pizarra, organizar equipos de tres estudiantes y


pedirles que trabajen juntos y que levanten la mano cuando haya resuelto el problema,
desafío, pregunta o actividad.

3. Introducir cambios con ciclos y parones, aproximadamente cada 15 minutos.

La capacidad para mantener la atención sostenida varía entre 10 y 20 minutos (Tokuhama,


2011), lo que implica que para incrementar la capacidad atencional de los estudiantes,
deberían utilizarse bloques que no superasen los 15 minutos. Este sistema facilita el
procesamiento y consolidación de la información.

4. Utiliza el movimiento para que los estudiantes estén


concentrados
En primaria: Realizar patrones de aplausos y pisotones, acompañados de algún canto o
verso.
En secundaria: Crea un ritmo chasqueando los dedos y aplaudiendo. Tu sirves dde modelo
y los estudiantes deben repetir o hacer eco de tu patrón. Varía el ritmo y los intervalos
cada 15-20 segundos.
5. Utilizar pequeñas estrategias de supervisión en los tiempos muertos

Por ejemplo cuando están entregando un papel a cada estudiante y ello puede provocar un
tiempo muerto en el que comiencen a hablar, podrían leer las tareas asignadas para ese
día, resumir con una idea en un papel algo que se acaba de ver en clase a modo de
cabecera o titular, etc.
6. Si es posible, proyectar el tiempo que queda de clase en una pantalla

7. Cambiar el nivel y el tono de voz durante la exposición

8. Plantear una pregunta o un desafío en la pizarra

Pedirles resúmenes, titulares o cabeceras de lo que acaban de escuchar en clase (ej:


¿Qué ha sido lo más interesante sobre …?).

9. Utilizar ejemplos cercanos, analogías o metáforas relevantes

10. Controlar el nivel de dificultad de la tarea

11- Una excesiva o una escasa dificultad facilitará la aparición de la inatención

12. Utilizar el humor

13. La variedad estimula la atención


Existe una gran diversidad de estrategias pedagógicas que pueden estimular al cerebro y
captar la atención siempre y cuando conlleven cambio y novedad. Desde la utilización por
parte del docente, por ejemplo, de metáforas, historias, ejercicios que propongan
predicciones, actividades que requieran analizar diferencias (Jensen y Snider, 2013),
debates, lecturas o videos hasta cambios regulares en el entorno físico de aprendizaje que
constituye el aula y que suministren estimulación visual. La experiencia del profesor permitirá
mantener ese equilibrio requerido entre lo novedoso y lo más tradicional para no provocar
estrés inadecuado en el alumnado.
Incluir actividad física con lo más pequeños,
14. Diseñar la implementación de pausas para que pueda desarrollarse un juego activo entre
tareas

15. Valorar el nivel de dificultad

Cuando un niño evita el trabajo y se desengancha de la tarea constantemente, pídele que


valore el nivel de desafío de la actividad en una escala de 1 a 10. Si el niño indica que la
dificultad es nivel 8 o mayor, pregúntale qué podría hacerse para que la dificultad de la tarea
fuese de nivel 2 o 3. Esto permite que obtengas información para poder disminuir su nivel
de frustración.
16. Trocear las tareas en partes

Cuando la clase o niños con dificultades específicas no puedan realizar la tarea. Esto
permitirá que el niño o la clase pueda realizar parte de la tarea, hacer una pausa, y volver
a finalizarla.

Esperamos que algunas de estas estrategias le ayuden a mejora el nivel de atención en su


aula.

Referencias
 Bunce D. M., Flens E. A., Neiles K. Y. (2010). How long can students pay attention in class?
A study of student attention decline using clickers. J. Chem. Educ. 87, 1438–1443
 Guillén, J.C. (2014). La atención en el aula: de la curiosidad al conocimiento. Educación
con Cerebro.
 Briggs, S. (2014). The Science of Attention: How To Capture And Hold The Attention of Easily
Distracted Students. InformED.

 Frondeville, T. (2009 ). How to Keep Kids Engaged in Class. Edutopia.


 Reeves, (2015 ). 7 Ways to Increase a Student’s Attention Span
 Tokuhama-Espinosa, Tracey (2011). Mind, brain, and education science. A comprehensive
guide to the new brain-based teaching. W. W. Norton & Company.

http://www.eduforics.com/es/fomentar-la-atencion-del-alumnado-aula/

La importancia de motivar el interés en nuestros alumnos

Belver, Carlos Darío [ver currículum del autor, docente de la Facultad de Diseño y
Comunicación]
Resumen: En el presente ensayo se intenta reflexionar sobre la tendencia relacionada a la
acotada atención que se observa en los alumnos, y al intento como consecuencia de este
hecho por parte de los docentes de intentar distintas estrategias pedagógicas que incidan
favorablemente en un mayor interés sobre sus propios aprendizajes.

Palabras clave: Didáctica - constructivismo - participación

Actualmente los docentes se encuentran con un problemarecurrente en la enseñanza que


se hace notable en estos últimos años, inclusive en la educación superior: mantener la
atención del alumno. Sabemos que la atención de una persona a la que se le habla puede
ser volátil según el tema del que hablemos, de la forma en que lo hacemos, el lenguaje
que utilizamos, nuestro modo gestual, la posición física que adoptemos e incluso el
momento en que queremos comunicar algo. A lo mencionado anteriormente se puede
advertir además, la impresión que cada alumno pueda tener del docente con sólo verlo, la
información que pueda tener de él, el interés por esa materia y por su propia formación.
Esto se potencia cuando hablamos de un grupo y mucho más cuando se trata de un grupo
de gente que se conoce y tiene relación entre sí. Desde este sentido también incide lo que
el grupo piense sobre la materia o el docente ya que el grupo influencia al individuo, tal
como el individuo influye al otro y por lo tanto al grupo. La atención es especialmente
importante en el nivel superior, si tenemos en cuenta que “la enseñanza superior es la que
presenta, como carácter típico, la mayor densidad de información entre todos los niveles
del sistema (…)” (Camillioni, 1995). La cantidad y calidad en los contenidos que se brindan
en el proceso de aprendizaje de los alumnos y las formas en que el docente enseña son
condiciones para el procesamiento de ideas y producción de nuevos conocimientos.
Lo primero que debemos lograr en el alumno es su atención, el prestar atención podemos
definirlo como una actividad humana, como señala Vigotsky.

La actividad humana es el proceso que media la relación entre el ser humano (sujeto) y
aquella parte de la realidad que será transformada por él (objeto de transformación). Dicha
relación es dialéctica, el sujeto resulta también transformado, porque se originan cambios
en su psiquis por medio de signos que, como el lenguaje, sirven de instrumentos…

Si bien sabemos que el éxito de una clase depende en gran parte de las estrategias de
enseñanza que despliega un docente, entonces es de suma importancia que tomemos en
cuenta para aplicarla, entre otros, los siguientes ítems: la filosofía y política del lugar, la
sociología, organizar el trabajo, y no olvidar la situación socio-económica en la que nos
encontramos, parafraseando a Edith Lewin, hay que entender a la didáctica como una
teoría de la práctica de la enseñanza significadas dentro del marco socio-histórico en que
se ésta.
Una de las maneras de mantener la atención de los alumnos en el aula es lograr una
buena relación entre los componentes de la tríada didáctica: conocimiento docente -
alumno.
En la tríada didáctica se interrelacionan uno con el otro constantemente, no existe uno sin
el otro. Sea tanto una educación formal como una educación no formal. Tanto en una
como en otra influye lo subjetivo, creencias, cultura, experiencias, etc. las cuales deben
respetarse y ser tenidas en cuenta por el docente, haciendo provecho de ellas.
El docente es quien tiene la capacidad de aprender y transmitir un conocimiento, y su
papel es el de facilitador, conductor y generador en el aula. El estudiante también, es
protagonista, evaluador y generador de este último, ya que el alumno genera que el
docente construya junto con él un conocimiento que no tiene, ya que no puede conocerlo
todo para responder a las distintas inquietudes, por lo tanto desde este sentido aprenden
mutuamente. La falta de atención de parte del alumno, como así también la falta de pericia
en el momento de llevar la clase por el docente, entre otras cosas, produce una falla en la
comunicación, docente - alumno, provocando una falta de entendimiento en este. David
Perkins dice: “hay que analizar, por campo disciplinar, los patrones de mal entendimiento
que se plantean entre docentes y alumnos y que provocan sobrevivientes en el salón de
clase”. También los problemas edilicios, la falta de estructura, o elementos que ayuden en
la práctica de la enseñanza son complicaciones que no ayudan al alumno.
Tal como plantea Jorge Steiman (2004): “pensar el aula es poder descubrir las trabas que
obstaculizan el aprendizaje y potenciar los factores que la facilitan…”.
Es muy posible que ejercitando por parte del docente una comunicación recíproca con el
alumno y no, simplemente, un pasaje de conocimientos; que se pueda lograr este fin, sin
dejar la guía y autoridad en el aula. Se debe escuchar lo que ellos tienen que decir y
modificar si es necesario, por su interés en un determinado conocimiento, lo planeado en
el día o proponerlo para la siguiente clase. Esa es una forma de constructivismo, forma en
la cual el docente está atento a las demandas de los estudiantes que (espontáneamente o
no) proponen un tema de interés. Por supuesto que un docente debe tener preparada la
clase con; ejemplos, gráficos, ejercicios y problemas que ayuden a la carrera de ese
alumno. Sobre todo presentarle (guiándolo, no resolviéndoselo) problemas reales, aquéllos
con los que se va a encontrar no sólo al terminar sus estudios, sino en el ahora, porque
muchos comienzan a hacer sus experiencias laborales a medida que avanzan en sus
estudios.
Es de suma importancia tener una diversidad de estrategias de enseñanza según la
ocasión, entre otras cosas además de tener un programa preparado en el cual hay una
cantidad de temas (algunos obligatorios y otros relacionados o satélites) siempre debemos
dejar lugar en el armado de clases para temas que surgen, muchas veces en forma
espontánea, por curiosidad de los alumnos. He aquí algo muy importante ya que si un
grupo de alumnos siente la curiosidad sobre un tema o algo relacionado a un tema ya
explicado es un buen signo de que estamos logrando el objetivo de la atención. Y el motivo
de la atención es el interés. Entre otras posibilidades la manera de conseguir interés en
algo debe ser porque ellos deben de sentir que lo que se les va a explicar es algo que es
fundamental, la solución a sus problemas, el gran secreto. Lo que David Perkins denomina
motivación intrínseca.
El aprendizaje significativo incorpora de forma sustantiva, no arbitraria, la nueva
información a la estructura cognitiva del alumno. Se debe ayudar al alumno a relacionar los
nuevos conocimientos con los viejos y de esta forma él va lograr su propia experiencia y
por lo tanto mayor curiosidad en el tema que lo lleva a seguir incorporando conocimientos.
Una de las formas que puede conseguirse es explicando casos, problemas e
inconvenientes reales, mostrándoles que no es un problema inventado, y que con la guía
del docente ellos mismos con su propio análisis (análisis que el docente debe saber llevar)
van a encontrar la solución.
Los docentes deberían ser protagonistas y comprometerse en el aula, no solamente
limitarse a brindar conocimientos, deben acompañar a los alumnos en el proceso de
aprendizaje, y si ellos (los alumnos) sienten ese acompañamiento quizás probablemente
cambien y se conviertan en mejores alumnos, parafraseando a Litwin, esto hace a la
buena enseñanza que implica la recuperación de la ética y valores en la enseñanza así
como también hace preguntarse si lo que se enseña se justifica y es digno de que el
estudiante lo aprenda.
Otro de los inconvenientes de hoy en día que compiten en la atención del alumno (siempre
hablando del aula) son los teléfonos celulares y más cuando desde éstos pueden entrar a
Internet. Es muy habitual que un alumno, sobre todo aquéllos que se sientan detrás de
todo, este mirando hacia abajo. Algo para analizar también es la tormenta de información y
publicidad que recibe hoy en día una persona desde varios medios (gráficos, televisivos,
radiales, Internet). La gente recibe esa información aun no buscándola ya sea en su hogar,
viajando o caminando hacia donde se dirija, esta invasión publicitaria y de otra índole, se
hace tan habitual que comienza a pasar desapercibida, pero es un error creer esto: no
pasa desapercibida y nos distrae, por lo tanto los alumnos se distraen y tenemos que
competir contra esa distracción.
Es habitual también que un alumno es su hogar esté haciendo la tarea, mientras mira la
televisión y tiene la computadora encendida, en la cual además de buscar la información
que necesite, también mira otras cosas. Es una atención múltiple la que desarrolla y tal vez
es por eso que escuchar a un docente, solo delante de una pizarra, o quizás proyectando
una imagen no logra su atención. Necesita movimiento, imágenes, sonidos. Por supuesto
que algunas de estas instancias algunas materias las pueden resolver mejor que otras por
su propia condición como por ejemplo, materias en donde las imágenes y gráficos son
prioritarias (fotografía, diseño gráfico, edición de imagen y sonido), pero básicamente en
cualquier tipo de enseñanza es el docente el que debe buscar lograr el interés, la
comunicación y diálogo en el aula entre los mismos alumnos y estos con el docente.
Algunas de las herramientas que nos ayudan pueden ser: estar de pie cuando se explica el
tema, moverse (no estar estático), mirar directamente a los alumnos para que sientan que
es a ellos a quienes les hablamos, no apoyarse en la pared (que es un signo de
aburrimiento), hablar en forma pausada y calmada, dar entusiasmo por lo que se explica,
alentar al alumno en su práctica, escuchar las inquietudes, lograr la participación de los
alumnos en el aprendizaje, usar formas diferentes para mostrar los temas a tratar, cambiar
la distribución en el aula (siempre que se pueda) formando una U con los asiento-pupitres,
con el propósito de lograr acortar la distancia para que los alumnos vean en el docente un
guía y alguien en quien confiar.
Se debe comprender que el alumno es una persona y no un sujeto que va a responder en
forma ideal. Es alguien que viene a educarse, que pide ayuda quizás escapando a la
situación por sentirse abrumado por la cantidad de información y cómo manejarla.
Posiblemente la falta de atención en muchos casos sea en realidad no una falta de interés
sino un pedido de ayuda.

Referencias bibliográficas
- Camillioni, Alicia. Reflexiones para la construcción de una didáctica para la educación
superior. Didáctica de nivel superior. Extracto. Chile, 199
- Litwin, Edith. Corrientes didáctica contemporáneas. Editorial Paidós 1997
- Perkins David: Perkins David y Simmons Rebecca: Patterns of Misunderstanding: An
integrative Model for Science, Math and Programming, Review of Educational Research,
vol. 58, nº 3, pag. 303 - 326, 1988
- Perkins, David: Smart schools. For Training memories to educating minds, Boston, Free
Press, 1992
- Steiman, Jorge: ¿Qué debatimos hoy en la didáctica? Las prácticas de enseñanza en la
educación superior. Bs. As. Baudino Ediciones 2004.

Nota: Este trabajo fue desarrollado en la asignatura Introducción a la Didáctica a cargo de


la profesora Silvia Meza en el marco del Programa de Capacitación Docente.

Abstract: In this essay I try to reflect on the trend related to the bounded attention observed
in students, and the result of this attempt made b y the teachers to try different teaching
strategies that impact positively on increased interest on their own learning.

Key words: Didacticism - constructivism - participation - level.

Resumo: No presente ensaio tenta-se refletir sobre a tendência relacionada à acotada


atenção que se observa nos alunos, e à tentativa como conseqüência deste fato por parte
dos docentes de tentar diferentes estratégias pedagógicas que incidan favoravelmente
num maior interesse sobre suas próprias aprendizagens.
Palavras chave: Didáctica - construtivismo - participação.

(*) Carlos Darío Belver: Fotógrafo profesional (Instituto de Arte de Avellaneda). Profesor de
la Universidad de Palermo en el Departamento Visual de la Facultad de Diseño y
Comunicación.

La importancia de motivar el interés en nuestros alumnos fue publicado de la página 155 a


página157 en Reflexión Académica en Diseño y Comunicación NºXX

http://fido.palermo.edu/servicios_dyc/publicacionesdc/vista/detalle_articulo.php?id_libro=42
9&id_articulo=8918

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